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May 9, 2019 | Author: Miguel Fernandez Villarreal | Category: Inca Empire, Tobacco, World View, Indigenous Peoples, Pan American Health Organization
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YACHAK

La montaña entera se crispaba, desde su más mínimo terrón hasta la más rotunda de sus rocas. Su matriz, de tierra comprimida por los siglos, se erizaba en un escalofrío intolerable. Escalofrío. Calor y frío juntos. La fuerza, la unidad y la armonía abandonaban la tierra. En su lugar, un malestar, una evidencia de daño se apoderaba de las cosas. El Yachak lo sabía. Su cuerpo presentía la alteración del cerro, húmedo y tibio en su cumbre que debía estar helada, y de las quebradas por las que, en vez del aire frío que debe ventilarlas, corría un viento cálido y malsano. En la penumbra de la choza, acostado sobre el suelo y cubierto con su viejo poncho azul, José Sánchez, el anciano Yachak, sentía el mal del mundo. Lo veía reflejado en los rojos y diminutos ojos de decenas de cuyes que, acurrucados cerca de las paredes e inmóviles, lo miraban hipnotizados. Su hijo y aprendiz dormía junto a su esposa. La melena de su nuera, negra y tupida, brillaba rojiza con la luz del fogón. El techo de la choza ocultaba en sus sombras las vigas que sostenían la cubierta de paja y los distintos objetos que colgaban de ellas. . . En el sueño inquieto de su hijo, José Sánchez percibió que, aunque aquél captaba, el desajuste, aún no tenía la experiencia suficiente como para sufrirlo en toda su magnitud. Él sí lo sentía. Era viejo, había sido coronado como Yachak por un gran hechicero de la selva hacía tanto tiempo que su propia vida le parecía, a veces, una leyenda. Por eso sentía. Lo había despertado la tensión de la pachamama (madre tierra) sobre la que descansaba su cuerpo. Sin hacer un solo movimiento puso todos sus sentidos alerta. Su pulso, sin conseguirlo, trató de acoplarse al del suelo. Abrió los ojos. En apariencia todo en la choza estaba bien, sin embargo, el desajuste de las cosas era tal que el mal se aposentaba en paredes y objetos, con el peso de una piedra negra y nociva. Permaneció así durante un largo rato. Su hijo sudaba agitándose en un sueño febril; respiraba con dificultad, como si sus pulmones se revelaran. La mujer despertó asustada. Al mirar los ojos fijos de su suegro y el desasosegado dormir de su marido, recogió las piernas apoyándose contra el cuerpo tembloroso de su hombre. Churi (hijo) –la voz del Yachak, grave, tensa, llenó l lenó la habitación – Churi, jatari. ujtiajatari, (Levántate, rápido.) Lluntu, que también era Yachak, despertó a la voz del padre. Sin mover músculo, sin abrir los ojos ni cambiar de posición, empezó a interrogar a su cuerpo sobre lo que le rodeaba. Desconcertado por sus sensaciones, se incorporó para mirar a su padre.

 –¿Yaya, pachamamaca ungushcachu? (¿Padre, la madre tierra esta enferma?)  –Su propia

pregunta le aterrorizaba.  – Ari. ungushcata hapinimi (Sí, siento la enfermedad.). La mujer empezó a llorar en un falsete sostenido y desesperante, al tiempo que pronunciaba palabras incomprensibles y balanceaba su cuerpo. La nave, como una alimaña enloquecida y diminuta, se internaba más y más en secciones poco conocidas de la galaxia. El piloto intentaba controlarla. Su mente; anegada por la marea fría y pastosa del temor, conservaba destellos de dolida lucidez. La nave oblonga, luminosa y de apariencia pétrea, se proyectaba en la sección más apartada de la galaxia. Hendía el espacio, veloz y crispada, como un perseguido ser vivo. Eso era. En su interior, sus tripulantes compartían con ella el terror de ser presas de fuerzas inmensas, solo comparables con el destino o a la muerte. Los diminutos TSKZZ de Orkyyun, pasajeros de la asustada nave viviente, eran seres en continua mutación. La voz les salía de las patas, los instantes en los que su cerebro se constituía en las células de sus ocho extremidades tubulares, o del verde cuerpo bulboso, cuando su mente reposaba en él. Su sociedad era una de las más exactas y programadas del Universo. Eran expertos constructores de máquinas que, dotadas con las características de la vida, mezclaban células, moléculas, unidades electrónicas y fluidos subatómicos. Entregaban el control de su existencia a sus creaciones, cuyas mentes seudoartificiales gobernaban su sociedad, sus viajes comerciales, sus tratados de intercambio tecno –económico con otras civilizaciones de la galaxia y su reproducción telepático genética. En el universo de los TSKSS todo estaba controlado, cronometrado, medido. Todo, hasta que EL MIEDO los dominaba. Era una emoción, un estertor, un palpitar agónico en todas las células de sus cuerpos, que se extendía por los conductos bioelectrónicos de sus naves y en los cerebros seudoartificiales de sus computadoras. Cuando EL MIEDO las atacaba nada podía salvarlos. Naves y tripulantes, poseídos por el mismo frenesí, se disparaban hacia lo más intrincado de la galaxia hasta desaparecer. Siempre había sido así. Siempre sería. Había luna y, según lo comprobó Lluntu al mirar su reloj, aún no eran las diez. En el cielo despejado se veían con claridad el perfil curvo y plácido del Cotacachi y la mole irregular, opresiva y blanca del Cayambe. La choza del Yachak estaba construida en la parte alta de la comunidad; mirando hacia abajo, se observaban las pequeñas sombras de las demás chozas diseminadas por las laderas del Mojanda. El joven miró a su padre quien, inmóvil, auscultaba a la luna para tratar de comprender lo que sucedía. Su rostro ancho, de rasgos fuertes y nariz ganchuda, no tenía expresión alguna. Con el poncho sobre los hombros, fornido, de pequeña estatura y azulado por la luz de la luna, parecía una antiquísima escultura de piedra.  –¿Imatae rurashull, yaya? (¿Qué haremos, padre?)  –Fajehaman rigri.nehie, rumicunata tapimgapae (Iremos a la cascada para preguntar a las piedras). Momentos después, padre e hijo se encaminaban, siguiendo imperceptibles senderos, hacia la cumbre de la montaña, hacia la cascada mágica de Peguche. Llevaban, en un morral, los objetos sagrados con los que el Yachac interrogaría a los espíritus. El piloto, en un último y doloroso esfuerzo, aproximó su nave hacia el ecuador del planeta que tenía más cerca. Una atmósfera, básicamente de oxígeno, y nubes de agua condensada le

ocultaban la superficie. Pronto su visión se aclaró, su capacidad perceptiva se acostumbraba en instantes a las nuevas condiciones de visibilidad. La escasa luz de un satélite iluminaba tres montañas gigantescas hacia las que se dirigía la nave, ya casi sin control. Sobre un mantel blanco, el Yachak había dispuesto sus piedras en las posiciones exactas. Cada una estaba a la distancia debida de las demás, entre todas reproducían el mundo y las fuerzas que lo constituyen. Tenía obsidianas, cuarzos y rocas comunes, algunas eran romas piedras de río, otras mostraban sus aristas sin transformación alguna, unas pocas dejaban ver  en sus contornos la huella del trabajo humano que había remedado en ellas, de manera tosca, hombres y animales. En el centro del mantel brillaba negrísima una punta de flecha de obsidiana, perfecta, aguzada, prehistórica. Eran las piedras del poder. Entre ellas el Yachak había puesto distintos objetos: trozos de hierro, cobre y madera, un transparente pedazo de cristal que reflejaba la flama de dos velas colocadas a derecha e izquierda, estampas de santos, un crucifijo de mármol, fotografías suyas en las que aparecía acompañado de sacerdotes o médicos. Frente al Shamán, en el lado opuesto del mantel, se clavaban en la tierra una vieja y herrumbrada bayoneta de las guerras de la independencia, dos lanzas de chonta adornadas con plumas multicolores, una vara de madera blanca, con un hombrecito tallado en el extremo superior, acompañados de un fuerte látigo de metal y cuero. En el centro, de un bastón de eucalipto, colgaba un rosario de cuentas negras. Todas las energías del mundo se reproducían y concentraban en la mesa del Yachak, por eso podía curar, conocer, controlar…

Frente a él, la cascada de Peguche se desplomaba cristalina, pura, fragosa, entre las obscuras rocas. A su espalda su hijo vigilaba, dispuesto a soplar contra los espíritus que, en esa noche terrible, podían agredir a su padre, concentrado en el diagnóstico del mal que conturbaba la tierra. “Jesucritu jesucristu,

TaitaCayambe, Taita Chimbo Mama Cutacachi. San Pidritu San Jusi Shamui, sharl1ui”.

El Yachak invocó a los dioses cristianos y a los que miles de años antes habían protegido su mundo y el de sus ancestros. Luego, moviendo la punta de flecha de obsidiana y el trozo de cristal, interrogó al reflejo de la llama de las velas, durante largo rato. Fue como una corriente de viento helado. El alma de alguna piedra, enloquecida con lo que estaba sucediendo, se disparó hacia la espalda del Yachak. Lluntu estaba preparado, sostenía una vela encendida en su mano derecha y mantenía en la boca un trago de aguardiente. Sopló el licor, a través de la flama, hacia el mal viento. Una llamarada iluminó la noche y con un siseo monstruoso el espíritu perverso se alejó hacia las profundidades. Vinieron otros. La noche transcurría lentísima y sólo la fuerza inmensa del Yachak mantenía en pie y luchando a su hijo. Lluntu, en esas pocas horas, se enfrentó a oscuros vientos malignos, almas rojizas de muerte caliente, extraños pájaros que, huyendo de sus soplos, remontaban el vuelo para revolotear torvos sobre los dos hombres". Fueron horas de angustia. El viejo Yachak no dejó un solo instante de invocar a los dioses e interrogar a las piedras.  –Mama quilla pacachishpa (La madre luna se está ocultando).

 – Ari taita (Sí padre.)  –Yana Huaicu ri (Ve a la Quebrada Negra.) ,  –¡Cunan Taita! Chaipi manalli huaira causan. Hu añushca tucurinimi. (¡Ahora padre! Allí vive un

mal aire. Terminar muerto.)  –Ri. Ñucaca canta ricugrini.(Anda yo te cuidaré). Lluntu, protegido por el aura que proyectaba sobre él su padre y por sus propias piedras de poder, que avanzaba contra el pecho, corrió por las laderas obscuras del Mojanda hacia la Quebrada Negra. Rezaba antiquísimas plegarias de fuerza y bienestar. El joven debía encontrar en la quebrada una piedra iridiscente; luego de soplarle licor, se la llevaría a su padre. Mientras tanto, el Yachak frente a su mesa de curación, dirigiría su poder, a través de las lanzas de chonta, hacia él. Todo el camino lo acompañaron las risas y los graznidos de mil espíritus malignos que, enloquecidos, reptaban fuera de las acequias y los charcos e intentaban penetrar en su cuerpo para robarle el alma, para carcomerle la fuerza. Llegó hasta la Quebrada Negra. De ella, en vez de un hálito helado –las quebradas son habitáculos de lo frío – trasuntaba un malsano vaho cálido, putrefacto, blancuzco. Aterrorizado, Lluntu gritó en su mente; el Yachak le respondió soplando con los brazos levantados y las manos abiertas. El aliento poderoso del padre fue abriendo una brecha en el vapor pútrido. Lluntu penetró por ella. Tras caminar varios minutos, con un agua viscosa y caliente embarrándole los pies erizados, encontró la piedra.  –¡Inti yayaca jahua pachamanta ñucanchicta ricunmi! (El padre sol nos mira desde el mundo de lo alto.) – Gritó, para de inmediato soplar aguardiente sobre la piedra que se iluminaba azul, verde y rojiza. La extraña atmósfera de oxígeno fue enrarecida aún más por una lluvia corrosiva. El extraterrestre, postrado por el MIEDO, incapaz de reaccionar, se dispuso a morir, como lo habían hecho ya los miembros de su tripulación. Todos se abandonaban a una inconsciencia atormentada, destructiva. . Nunca supo cuanto tiempo pasó en ese estado hasta que una voz retumbó en su mente. En un principio le habló en un idioma desconocido. Pronto fue capaz de entender lo que decía.  –¿Maimantatac shamungui supaica. Jahua pachamantachu, ucu pachamantachu?  –¿De dónde vienes demonio? –le preguntaba la voz  –¿Del mundo de lo alto? ¿Del mundo interior? ,  –Del mundo de lo alto –respondió el piloto –, creo que así podría llamar al lugar del que vengo. El Yachak miraba extrañado la nave, colocada frente a su mantel y no mayor que la más grande de sus piedras. Lluntu, que la había traído, afiebrado y casi inconsciente se retorcía a su lado. De alguna manera, el demonio que habitaba la piedra de colores le hablaba desde su propio cerebro, con una voz móvil que deambulaba por su cuerpo.  –Has enfermado mi mundo, –dijo el Yachak – has enfermado a mi hijo.  –Perdónanos, –respondió el piloto, casi desmayado en la sala de controles de su nave – no acostumbramos dañar a otros seres vivos, pero ahora estamos enfermos y hemos transmitido la enfermedad a tu mundo.  –¡Vete!  –No puedo. Moriremos pronto.  –y tu enfermedad se quedar y acabar con mi mundo.  –Sí  Ambos guardaron silencio. El Yachac sentía el dolor del demonio de la piedra de colores; el piloto captaba el sufrimiento de ese mundo que, sin querer, destruiría.  –¿Quién eres? –preguntó el Yachak.  –Un viajero –respondió el demonio – ¿Y tú?

 –Un Yachak, un curador.  –Cúrame.

José Sánchez lo pensó intensamente. Esa era la única esperanza para la Tierra, para su hijo.  –¿Qué tienes?  –Miedo.  –¿Espanto?  –Sí. El Yachak reconoció el mal del espanto. La falta de armonía. La ausencia de la fuerza que mantiene separados y en equilibrio al calor y el frío. El escalofrío de la pachamama. Todo se explicaba así. Era un monstruoso, un inmenso mal de espanto.  –Te curaré y te irás.  –Sí. El Yachak entonces invocó a todas las fuerzas; a toda la armonía del universo. Luego de soplar  más aguardiente sobre la nave empezó a gritar:  –Shamui, shamui (Ven, ven)

sumbra ispirituhuanmi (sombra con el espíritu) shamui shamui (Ven, ven) chiquicunata achuchicapac (deseo quitarte todos munani los males que están en ti) sinchicunata cuncapac (deseo darte todas munani las fuerzas) Shamui shamui (Ven,ven) Yana urcu Cayambigu (Cerro negro, Cayambito) Shamui shamui (Ven,ven) Cutacachi,lmbabura (Cotacachi, Imbabura) Shamui shamui (Ven, ven) Caraquingu, Pidritu (Caranquesito, Pedrito) Shamui shamui (Ven, ven) Juanicugu. Jusitugu (Juansito, Josesito) Shamui shamui (Ven, ven) Lucita, Quinchimama (Lucita, madre del Quinche) Shamui shamui (Ven, ven) Bañus mama, Lajas mama (Madre de Baños, Madre de las Lajas) Shamui shamui (Ven, ven) Tucullagu tantarishpa (Toditos reunidos) Tuciollagu, shinchicunata (Toditos las fuerzas Cuchishpa , cuchispa den, den.) La lluvia corrosiva limpió como un bálsamo los canales bioelectrónicos de la nave. La energía encontraba sus ámbitos y fluía por los adecuados circuitos subatómicos. Una infinita quietud se apoderó del extraterrestre y de sus compañeros. La palabra de ¡Yachak, como un calmante masaje, ordenaba los contactos de las computadoras y restablecía el manejo electrónico molecular de los datos. Segundos después de la invocación, cuando José Sánchez aún no recuperaba del todo su conciencia, perdida durante la poderosa oración, la nave se elevó. Sus potentes luces multicolores iluminaron la mesa del Yachac, su cuerpo y rostro petrificados, la poderosa cascada de Peguche y las rocas entre las que caía.  –Yaya, yaya (Padre, padre)  –gritó Lluntu recobrando el sentido.  –Samai, churi, samai. (Descansa, hijo, descansa.)  –ordenó quedamente el Yachak quien, ya repuesto, miraba cómo una diminuta estrella multicolor se perdía en la noche inmensa."

Cuento publicado en el libro: "Profundo en la Galaxia". CCE 1998 - Alfaguara 2007 Publicado por FACULTAD DE COMUNICACION SOCIAL UTE en 17:57 Etiquetas: SANTIAGO PAEZ

DICCIONARIO KICHWA

YACHAKUNA (Aprender)

YACHANA (Saber)

YACHANA WASI (Escuela)

YACHAPAYAY (Dramatización. )

YACHAPAYAY (W) (Dramatización)

YACHARIY (Estar acostumbrado)

YACHAY (Ciencia, educación)

YACHAY PAMPA (Area.)

YACHAY ÑAN (Proceso metodológico)

YACHAYAY (enterarse)

YACHAYKAMACHIK (Ley de Educación)

YACHAYKANCHA (Área)

YACHAYKUNA (Sabiduría)

YACHAYPA HILLAY (Material didáctico)

YACHAYPAK HILLAY (Recurso didáctico)

YACHAYRURAY (Práctica)

YACHAYSHUTI (Título)

YACHAYTA TARIPANA (Dominio del conocimiento.)

ECUADOR: Medicina indígena se pierde con la migración

FOTO: ARCHIVO / El Telégrafo Las infusiones con hierbas y la realización de limpias o curaciones son prácticas comunes dentro de la medicina indígena.

OM S y OPS piden a l os gobiernos preser var y fomentar el uso de las prácticas  ancestrales.

El Telégrafo / 30 de agosto de 2008 Cuando un indígena se siente mal o tiene alguna enfermedad no acude a los doctores tradicionales, va donde su yachak de confianza. Yachak es una palabra en kichwa cuyo significado en español sería curandero o médico. Al menos así lo indica José Yungan, vocero del Movimiento de Pueblos Indígenas de la Costa y Galápagos. Pero Yungan indica que esa tradición se pierde en el momento en que los indígenas migran de la Sierra a las grandes ciudades. Él explica que estos conocimientos no se aprenden en colegios o universidades, sino en la casa. "Cuando me sentía mal, no acudía al hospital, iba donde mi mamá y ella me decía tómate esta agua de manzanilla, de llantén o linaza". Esa tradición José la practicaba desde niño, pero cambió al momento de morir su madre. Entonces la posta la tomó su hermana, Luz Aurora. "Ella ve a mi familia cuando alguien padece una enfermedad. Nosotros, incluso, cuando una mujer está embarazada no va a dar a luz a la maternidad", dice José, quien agrega que sus hijos fueron traídos al mundo por Luz Aurora.

La yachak de la familia Yunga explica que su madre, a lo largo de la vida, le contaba sobre los  beneficios de cada planta y tratamiento. Manzanilla para los cólicos, linaza y diente de león para la inflamación, romero o sábila para quemadas, nogal para los granos, eucalipto para la tos o el asma, noni para purificar el organismo; son algunas de las recetas que más "sugiere" Luz Aurora. José cree que tan solo el 15% de los indígenas que viven en la Costa acuden a los doctores occidentales. Opina, además, que cada familia tiene su curandero, pero no hay carreras o  profesiones para mantener esa tradición. Además, le preocupa que la migranción, tanto interna como externa, ponga en peligro el traspaso de estos conocimientos ancestrales. "Se ha debilitado un poco esa tradición, esa costumbre que es propia de nosotros", afirma Yungan.

Pero él no es el único preocupado. De hecho las organizaciones internacionales también. Por ejemplo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde hace una década alertan al planeta sobre esta problemática y solicitan a los gobiernos atender este asunto y preservar la medicina alternativa. Para 1997 ambas instituciones expidieron un documento denominado "Fortalecimiento y desarrollo de los sistemas de salud tradicionales". En el texto se llama a los estados a promover  "la transformación de los sistemas de salud", a apoyar "el desarrollo de modelos alternativos de atención a la población indígena, dentro de la estrategia de los Sistemas de Salud Locales (SILOS), incluyendo la medicina tradicional y la investigación sobre su calidad y seguridad". Diez años después, en la ciudad boliviana de Cochabamba se reunieron representantes de salud de varios países latinoamericanos, entre ellos Ecuador. En ese encuentro se concluyó que "la convivencia de los pueblos indígenas con otros pueblos vuelve necesario un enfoque realmente intercultural de la salud que promueva la búsqueda de estrategias conjuntas para abordar el nexo salud-enfermedad". En esa misma cita se reconoce al Sumak Kawsay como el eje de la medicina dentro de los indígenas. La OMS, por su parte, en 2005 creó la "Estrategia sobre la medicina tradicional". Ese documento pide a los gobiernos integrar las prácticas ancestrales a los sistemas de salud, garantizar su seguridad y eficacia, incrementar su acceso y fomentar en la población el uso racional de la medicina alternativa. En el país, para preservar estas prácticas ancestrales, existe desde hace diez años la Dirección  Nacional de Salud de los Pueblos Indígenas (DNSPI) que tiene presencia nacional, incluida la  provincia del Guayas. Sin embargo, Pedro Chango, fiscal indígena en Guayaquil y quien lideró hasta hace poco la

DNSPI en la Costa, asegura que "la salud ha ido por su propio camino, no ha sabido integrar a los indígenas y por eso ha fracasado". Él dice que, a diferencia de la justicia o la educación, "en la que trabajamos de manera conjunta, autoridades mestizas e indígenas", en el sector de la salud no se ha hecho lo mismo, por eso se está perdiendo también estas costumbres dentro de los pueblos ancestrales. Luis Fernando Calderón, director de la Dirección Nacional de Salud Intercultural (este es el nuevo nombre de la DNSPI), explica que los objetivos de esta oficina son garantizar el acceso de los indígenas a la salud y preservar y fomentar el uso de sus prácticas ancestrales en medicina, a través de curaciones o infusiones. "Desde hace un año la Dirección se está transformando y fortaleciendo para intensificar nuestras actividades dentro del colectivo indígena", sostiene el galeno. El funcionario reconoce que la medicina ancestral se ha debilitado en los últimos años. Por eso, dentro de su plan de acción está realizar un censo de los curanderos indígenas, además de organizar foros y capacitaciones para incrementar el intercambio de conocimientos dentro de la comunidad indígena. Además, el Ministerio de Salud prevé la contratación de 30 médicos indígenas quienes combinarán la medicina occidental y alternativa. Calderón afirma que el objetivo es que la interculturalidad esté contemplada dentro de los servicios de salud, que esté al alcance de todos.

-------------------Infórmate + El número telefónico de la Dirección Nacional de Salud Intercultural es 022972900, extensión 2888. En Guayaquil, el Ministerio de Salud también tiene en la Dirección Provincial una oficina del  proceso intercultural en la que se realizan capacitaciones y atenciones médicas. Las oficinas están ubicadas en Panamá 300 y Padre Aguirre.

OMS y OPS piden a los gobiernos preservar y fomentar el uso de las prácticas ancestrales.

Xavier Letamendi Hinojosa [email protected] Reportero - Guayaquil

Yachak Ricardo Vil lanueva  AYLL U M ASI KUNAPA

La Interacción Simbólica Andina, nace de las acciones recíprocas entre la cosmovisión, las relaciones entre los sujetos que conforman la comunidad como productores de discursos verbales y la experiencia o saber por “vivencia” en su estar siendo -ocurriendo siempre de un hacer   –  sabiendo o viceversa. Aquellos tres términos se despliegan gracias al lenguaje y la interrelación que surge entre ellos, da forma al desarrollo de la filosofía andina, representados en signos (relativos a la manera en la que el mundo es representado), este conjunto de discursos conforman la ciencia, que vincula la interacción entre los discursos verbales y la  práctica, surgiendo un discurso explicativo que desemboca en la construcción de la Cultura, por lo tanto, “un fenómeno cultural es un fenómeno comunicativo”.

A continuación presentamos la esquematización del proceso, que nos servirá como metodología para ubicarnos dentro de la conformación de la cultura andina, desde la posición de participante e intentar ver,  percibir y comprender como el sujeto que la conformaba veía, percibía e interpretaba el mundo desde su punto de vista, intentando averiguar el significado en términos del significado que tenían para ese sujeto y seguir la línea de conducta de éste como él la organiza, es decir, intentaremos asumir el rol del sujeto originario y tratar de observar el mundo como él lo veía.

El término cosmovisión se remite a la concepción e interpretación del mundo que construyen las sociedades humanas.

La cosmovisión se fundamenta en la cosmogonía, que es la fase mitológica relativa a los orígenes del mundo y se organiza en la cosmología, que se trata de las leyes generales, del origen y de la evolución del universo; por lo tanto la cosmovisión se transforma en el organizador del pensamiento mitológico. Levi- Strauss, señaló: “La originalidad del pensamiento mitológico consiste en desempeñar el papel del pensamiento conceptual”. El antropólogo chileno Peter Wild, sostiene que “La cosmogonía andina,

se fundamenta en la Unidad de la existencia y su propósito es la armonía, la integridad, la libertad y el reconocimiento de la identidad cósmica

del

ser

humano

y

de

cualquier

ser”.

Describiremos la visión de la imagen andina del cosmos en base al grafismo denominado “Curicancha-Intihuasi” encontrado en el Templo de Curicancha ("patio de oro") en el Cuzco, que el cronista indígena Juan de Santa Cruz Pachacutic Yamqui Salcamayhua publicó en el libro “Relación de Antigüedades deste Reyno de Perú” (Pachacutic, 1613), y que lo detalla como: “luz y fuente de orden y co nocimiento universal, símbolo del gran principio”.

Los diversos signos icónicos crean un discurso visual en el cual, los componentes del universo se ordenan en tres pares genéricos: La dualidad manifestada por los seres que habitan los mundos de arriba (Hanan Pacha), de aquí (Kai Pacha) y de adentro (Uku Pacha).

Descripción elementos centrales 

Viracocha Pachayachachi:

El gran ordenador de la concepción cosmológica Andina), denominación dada al demiurgo ancestral, creador del cosmos, la cultura y lo social.



Pachamama: El Cosmos

La figura ovoide, demarcada entre las dos cruces de estrellas, es “Tiksimuyu”, el "todo en absoluto", el "huevo cósmico", regido y

 protegido en su parte superior e inferior por la Cruz del Sur. Tiksimuyu está conformado en su interioridad por las tres partes fundamentales de Pachamama (el cosmos).

Entre estos los niveles del cosmos no hay ningún nivel jerárquico, más  bien se presentan en íntima correspondencia y de su interacción armónica “Aty Pacha”, surge la reciprocidad solidaria que es el reconocimiento y el trato justo a las cosas.

Esta interpretación geométrica bidimensional del tiempo, expresada mediante el “Tiksimuyu” (tres círculos yuxtapuestos), también aluden a

tres principios valorativos y tres partes del organismo que los amautas cultivaron y perfeccionaron: Yachay, asociado al principio del saber, el que lo cultiva es un ser pensante; Ruay o LLankay, asociado al principio del trabajo, que en el organismo humano lo ocupa el estómago y el corazón; y Munay asociado al principio del querer y corresponde al área del aparato sexual y reproductivo en el caso de las mujeres.



Chakana:

Significa puente o escalera ascendente o descendente y permitía mantener latente la unión del hombre andino al cosmos.

En la parte inferior del óvalo “el ordenador del universo”, se encuentra otra constelación de cuatro estrellas en forma de cruz. Las cuatro estrellas: Alfa, Beta, Gamma y Delta, nos indican una dirección que fue vital para nuestros antepasados, ya que le daba un sentido al movimiento, un orden y una orientación. Mediante el procedimiento de los “espejos de agua” que consistía en cavidades elaboradas en piedra

rellenadas con agua que permitían observar el reflejo de las estrellas por  las noches, esquematizaron la cruz del sur y obtuvieron un patrón de medida al que llamaron TUPU, medida que llamaron la Proporción Sagrada y que es la base de las cuadrículas que se observan en tejidos, cerámicas y diversos testimonios arqueológicos. Principio espacial figurado en la red Collcapata. Traducido literalmente

significa, collca = depósito, pata = andén, es decir, todo espacio que guarda o sustenta la medida.

Descripción elementos laterales simétricos: ¬ Sol [Inti] – Luna [Quilla] ¬ Lucero de la noche – lucero de la mañana ¬ Verano [hucha] [Está representado por un grupo de estrellas,  probablemente las Pléyades: “Hucchu”. Tiempo de maduración] – 

Invierno, nube [puquy] [Estación de las lluvias o la maduración de las  plantas] ¬ Estrella que tiene relación con alguna constelación asociada con los camélidos. [Katachillay]  –  Niebla ¬ Rayo/trueno/relámpago  –  Granizo ¬ Arco del cielo [kuchi o turu manya]  –  Fuente [pukyu]. La dualidad arco iris - fuente representa la lluvia, o el agua de arriba, versus el agua que emerge de abajo. ¬ Hombre [qari] - Mujer [warmi]. La dualidad humana, el varón y la mujer están situados cerca del centro. Esta dualidad se presenta, en la unión de dos sujetos de distintos Ayllus, para conformar la unidad de la  pareja. -Los ojos de toda la clase de cosas - árbol [mallki] antepasado.

LOS YACHAK  BREVE DESCRIPCION

En la Colonia, los sacerdotes indígenas (Yachaks) pasaron al anonimato, al desaparecer el culto abierto de sus creencias religiosas como resultado de la política de “extirpación de idolatrías” que llevó a cabo la Iglesia

Católica. Sin embargo, la religiosidad local no encontró un obstáculo insalvable en el cristianismo por seguir existiendo, sino que se mimetizó

con él guardando su esencia y cambiando su forma. Como resultado de ello, en la religiosisdad popular actual se constata la existencia de elementos simbólicos pertenecientes a una u otra vertiente.

De otro lado conviene recordar la participación protagónica que tuvieron los líderes espirituales, indígenas en numerosas rebeliones contra el  poder colonial y republicano. Hoy en día, en las practicas medicinales y mágicas de los YACHAJCUNA o sabios de la comunidad encontramos imágenes y oraciones cristianas, junto a la invocación a los cerros, ríos, cascadas y divinidades tutelares. Y en algunos casos, incluso novedades de otras tradiciones: elefantes de marfil, estatuillas, objetos orientales y naipes dentro de rituales que conservan esencialmente una factura ancestral.

Una variada gama de especialistas  –  yachaj, jambij, poné, entre otros  –  ejercen hoy, por propio derecho en las comunidades indígenas ecuatorianas las funciones de médicos, guías espirituales y líderes  políticos. Primeras culturas con presencia Yachaj

Graf. cuenco con diseño de la división del año por solsticios, equinoccios y meses. Cultura Tuncahuan.

Yachak…especialistas

del

“todo”

Las sociedades prehispánicas sacralizaron la naturaleza y ritualización de vida social. Tomaron elementos de la naturaleza para simbolizar su concepción del mundo y su entendimiento del orden natural les sirvió  para estructurar el orden social. El macrocosmos y el microcosmos humano eran iguales en su esencia. A los Yachajcuna, jambijcuna y

otros especialistas se les atribuía la facultad de recrear sus elementos: el aire, fuego, tierra y agua, y de actuar en los planos correspondientes: mental, espiritual, físico y emocional. Esta visión del mundo reconocía en las personas otro nivel de conciencia, desde el cual era posible conocer otra dimensión de la realidad. El yachaj era quien hacía este recorrido, a través de la meditación, el trance o por efectos de la música ceremonial instrumentada con sonajeros e instrumentos de viento o percusión. El yachaj, jambij o poné, era el guardián de la integridad física y espiritual de su comunidad, así como el sustentador y transmisor de la tradición, un legado que le era confiado a lo largo de su camino de formación. 

Formación

Ser mediador entre la comunidad y el mundo de los espíritus exigía un largo aprendizaje. El yachaj, varón o mujer, venía con este don al nacer. O lo descubría en sus sueños o debido a un importante acontecimiento o experiencia en su vida. Dietas ayunos, soledad, el conocimiento de las  plantas medicinales y sagradas, así como mantener una conducta apropiada socialmente, eran requisitos de formación. Se acostumbraba que ocupen un asiento de poder, mismo que se refleja en algunas estatuillas. 

Especialistas del espíritu

Al principio de nuestra historia antigua, el poder político y religioso residía en una sola persona. En cambio en el periodo de Integración (800  –  1480 d.C.) en cacique detentaba el poder político y el yachaj el poder  religioso. No obstante, toda actividad de carácter político era consagrada  por los sacerdotes y de ese modo obtenía legitimidad frente a la sociedad y las divinidades.Durante el periodo de desarrollo Regional (300 aC  –  800 dC), se produce una eclosión de personajes que representan una vasta gama de especialistas encargados de velar por la salud de las  personas y de oficiar los rituales, ceremonias y festividades.

Imbuido del poder de estos seres, en ciertos casos producto del consumo de plantas sagradas como el tabaco, el guantug), el floripondio o el chamico, l yachag ahuyentaba las malas influencias que aquejaban a la  persona o a la comunidad o restablecía la armonía quebrantada por su conducta. Había varios especialistas: sacerdotes y sacerdotisas, mayores y menores, videntes, adivinos, magos, senadores, parteras y conocedores de las virtudes medicinales y sagradas. Mención especial merecen aquellas personas a quienes, por tener deformaciones físicas o enfermedades, se les atribuía poder.



Ceremonias y Atendimientos

Limpiando con huevo:Siempre se comienza por este trabajo, que tiene dos funciones, diagnosticar enfermedades, ataques espirituales, desequilibrios energéticos y también cumple la función de descargar a la  persona que se le hace esta limpia. Se pasa el huevo en el cuerpo de la  persona que debe ser fresco y del día, no industrial, , luego se abre en un recipiente con agua y se realiza el diagnóstico. A partir del diagnóstico se recomienda un tratamiento al paciente, que depende del grado de desequilibrio del jinchi. 

Infusiones de plantas:

Son diferentes tipos de plantas que actual al interior del cuerpo ayudando a liberar energías negativas que se encuentran atrapadas en los órganos internos, existen plantas frías, cálidas y plantas de poder, de acuerdo con el grado de desequilibrio del Jinchi, generalmente se realiza una  preparación previa de meses en algunos pacientes antes trabajar con  plantas de poder como la Ayahuasca, Huachuma, Toé, etc... debido a que estas plantas abren procesos espirituales muy intensos y si la persona no tiene un trabajo interno previo, puede presentar algunos desequilibrios mentales y el propósito del tratamiento es abrir el camino, mejorar el

entendimiento de las pruebas de la vida y discernir de una forma verdadera.

Ayunos: Este tratamiento se usa generalmente para desintoxicar al paciente ya sea  por algún tipo de dependencia química, tanto de drogas recreativas (cocaína, crack, anfetaminas, etc..) o por drogas usadas en tratamientos médicos (antidepresivos, quimioterapia y todo tipo de remedios sintéticos). Hay diferentes tipos de ayunos, que van desde abstenerse de comer alimentos, beber agua, hablar y otros tipos donde solo se bebe agua o se ingesta alguna infusión que tenga propiedades curativas, también llamados DIETAS.El ayuno también es usado por los  pueblos originarios para el auto-conocimiento y para implorar visiones que ayudan a encontrar el camino espiritual verdadero.

Baños

con

hierbas

de

descarga:

Son mezclas de una o varias plantas que tienen la función de descargar  energías negativas producto del estrés del día a día, brujerías, mal de calle, mal de ojo, etc..., por ejemplo: un baño de ruda, artemisa, tabaco y ortiga tiene la propiedad de descargar las energías negativas que están  pegadas al cuerpo y al aura; mientras que un baño de manzanilla, flores de naranjo y hojas de maracuja, ayudan a relajar el cuerpo de tensiones. 

Las sopladas y florecimientos:

El Yachak que es la persona que hace este tipo de curaciones tiene un  preparado especial compuesto por una gran diversidad de plantas medicinales, de lagunas sagradas, de montañas en la altura, de la selva, etc. las más comunes son: cholo valiente o cara rango, santa maría, trencilla hembra y macho, toronjil, palo santo y toda clase musgos; este es macerado en una botella con agua ardiente puro, con agua de lagunas encantadas y cascadas.

Se sopla sobre el cuerpo del paciente de diversas formas para descargar  las energias negativas que bloquena el buen funcionameto de nuestra energia vital y también sacar los virotes (flechas dañinas enviadas atraves de una brujería) y el florecimiento que es para levantar el espíritu y abrir los caminos.

PLANTAS DE USO CEREMONIAL HISTORIA DE LA COCA La hoja de coca representa para los pueblos andinos; la fuerza, la vida, es un alimento espiritual que les permite entrar en contacto con sus divinidades “Apus, Achachilas, Tata Inti, Mama Quilla, Pachamama”.

Mientras que para sus enemigos, la coca se transformó una causa de locura, de dependencia y auto destrucción…”

Según las leyendas transmitidas de generación en generación. Manco Kapac, “el escogido” hijo del padre Sol, había traído la coca a los

hombres del Altiplano. Sus hojas servían como ofrendas a los elementales de la naturaleza. Los runas andinos (hombres de los andes) transportan siempre con ellos una pequeña bolsa con hojas de coca, llamada chuspa, así como también un pedazo de pasta hecha de ceniza de vegetales llujkta. Lo mezcla un  puñado de hojas con un poco de ceniza, luego lo mastican tranquilamente, secretando mucha saliva.

Algunas de las historias coloniales dicen que esta era una de las armas secretas de los incas, puesto que los incas domesticaron y cultivaron esta hoja, para emprender sus grandes conquistas, el ejercito inca la usaba  para sobre ponerse al frió de los andes hacían extractos de esta planta,  para estar alerta y mitigar el hambre y frió, hecho por el cual permitió grandes movilizaciones de su ejercito… debemos comprender esta

historia fue contada desde la visión imperialista de quienes la escribieron, publico esta versión como una referencia histórica. A continuación otra referencia histórica que tiene más sentido científico y tradicional según la cosmo-visión de la nación andina.” también era usada por los cirujanos incas en las fracturas de cráneo, donde su efecto anestésico permitió realizar delicadas cirugías con muy buenos resultados”. Es por esa razón que todos estos hechos trascienden y esta

 planta todavía es considerada sagrada en los andes.Los españoles no creían en las virtudes prodigiosas de la planta. Ellos sospechaban que se trataba de una obra del demonio, por el rol primordial que tenía en las ceremonias religiosas. Un Consejo reunido en Lima en el siglo XVI, prohibió su consumo terminantemente, puesto que era considerado una costumbre pagana y un  pecado. Pero los españoles cambiaron rápidamente de conducta, al constatar que los indígenas no se encontraban en condiciones para ejecutar los trabajos pesados que se les imponían en las minas, si estaban

 privados de coca. Entonces, decidieron distribuirles las hojas unas tres o cuatro veces al día. También se les permitía unas pequeñas pausas para que las masticaran “chac`charan” o “acullicaran” su precioso alimento

de hojas verdes. En los tiempos ancestrales, la coca era considerada una planta milagrosa dotada de virtudes extraordinarias que ayudaba a los hombres a vivir en armonía con su entorno. Hasta que los occidentales, extrajeron de la  planta sagrada, la cocaína, no pasaron muchos años y panacea se transformó en un arma fatal. Los intereses político-económicos se apoderaron de la controversia y penalizaron a la planta sagrada, condenándola a desaparecer.

HOJA DE LA COCA (Erythroxylum coca)

En el mundo de las plantas de poder en la tradición andina-amazónica existe esta maravillosa planta que durante tiempos ancestrales acompaña a os pueblos originarios de América del sur. MAMA KUKA es un vegetal muy importante en la cultura andina

Es un gran espíritu guía y protector que cuida espiritualmente de esta  planta en los planos más sutiles y tiene diversos usos, que van desde el consumo como alimento, medicina, estimulante, en ceremonias para ofrendar a los espíritus de las montañas, lagos, ríos, etc..., iniciar una reunión de negocios, acuerdos entre comunidades y oráculo.

PROPIEDADES MEDICINALES En infusión la hoja de coca la recomiendo desde la adolescencia en una cantidad de 5 a 8 hojas. Los beneficios son: 













Disminuye desequilibrios cardiovasculares. Ayuda en la digestión. · Mejora circulación sanguínea. · Limpia el higado · Anti estrés. · Ayuda en los desordenes menstruales. · La masticación previene a aparición de caries. · Antifatigante.

USO TRADICIONAL Y RITUAL Tradicionalmente se usaba como alimento que ayudaba a la jornada de trabajo de campesino, constructor, artesano, etc. El uso religioso estaba reservado exclusivamente a los linajes espirituales del inka.

Con la invasión occidental el uso místico-religioso se expandió a otras regiones del tawantisuyo, para evitar la extinción de este conocimiento milenario y fue con éxito que linajes como los kallahuayas (Bolivia) y los Q`eros (Perú) hayan conservado con éxito los procedimientos ancestrales en la realización de estas ceremonias, que van desde las ofrendas a los espíritus guardianes de las quebradas, montañas, lagos, etc., con el propósito de proteger los diferentes procesos de la agricultura, por este motivo es que se realiza un pago antes de plantar y en las cosechas, también cuando se inicia algún tipo de emprendimiento comunitario se acostumbra pedir a las fuerzas de la naturaleza la ayuda y la protección.

En el ritual de las ofrendas a la tierra “pagos” en el momento de la

siembra, los preparativos se desarrollan en octubre, cuando los primeros gérmenes salieron del suelo. Es cuando la ceremonia del “pago a la Pachamama” se organiza. En algunas tradiciones el pago culmina con el

sacrificio de una llama muy joven, que debe masticar las hojas de coca y estar embriagada por el alcohol (pusitunga), luego es sacrificada antes que su sangre fuese esparcida a la tierra. La comunidad se reúne al ritmo de un grupo de músicos, que prepararon  para esta ceremonia algunos aires y canciones, con el propósito de acompañar la alegre celebración del ritual en honor a “Pachamama”.

Llegando al lugar escogido para el sacrificio, los danzantes recorren todas las parcelas de los aledaños Es la ocasión para los ancianos de contar sus mitos, sus leyendas y de esta manera transmiten sus tradiciones de generación en generación. La sagrada hoja de coca se convierte en el alimento central y espiritual de la comunidad. Durante ése mismo tiempo, un grupo de campesinos se ocupa de cavar  un hueco orientado hacia las montañas. Mientras que el más anciano de la comunidad “El achachila” ofrece oraciones y libaciones a la Madre

Tierra. La fiesta continúa hasta altas horas de la noche. También es usada como oráculo por los hombres de conocimiento de la tradición andina, Yatiris (aymara), Paqos, Pampa y Alto Misayoc (quechuas), donde arrojan las hojas en un haguayo (tejido tradicional), dependiendo de la forma como caen se realiza la lectura, en este momento el taita va orientando al paciente, si tiene un problema de salud, si perdió algún objeto importante, alguna relación difícil, descubrir una infidelidad, etc. La coca masticada sirve como amuleto y como ofrenda a las divinidades. Escupiendo el jugo de la coca en la palma de la mano, con los dedos extensos y observando la manera como cae, se podría predecir el futuro. Si siente amarga a la coca, si alguna desgracia se prepara. 





TABACO (nicotiana tabacum)

Es una planta milenaria y utilizada por varias cultura de América. El abuelo tabaco es el director entre las plantas de poder, es una planta que solo trae alineamiento durante alguna sesión de medicina, abre los caminos a través del rezo y ayuda mucho a la salud. Expertos en genética vegetal han determinado que el centro del origen del tabaco, el lugar donde se cultivó por primera vez, se sitúa en la zona andina entre Perú y Ecuador. Los primeros cultivos debieron tener lugar entre cinco mil y tres mil años a.C. Posteriormente el consumo se extendió hacia el norte.

El Tabaco es un apellido de origen chino, que significa "podrido". Otras versiones tomadas de cronistas españoles proponen que "tabaco" proviene de la castellanización del lugar donde la  planta fue descubierta, ya sea Tobago, una isla antillana, o la localidad mexicana de Tabasco. Sin embargo, lo más verosímil es que proceda del árabe "tabbaq", nombre que se aplicaba en Europa desde al menos el siglo XV a diversas plantas medicinales. La variedad maya conocida como Cikar (fumar), se extendió por todo el continente gracias al comercio. Rodrigo de Jerez y Luis de la Torre, compañeros de Cristóbal Colón, fueron los primeros occidentales en conocer  su existencia. Rodrigo, a su vuelta a España, fue encarcelado por la Inquisición acusado de  brujería, ya que sólo el diablo podía dar a un hombre el poder de sacar humo por la boca.

USOS

COMUNES

- Hojas maceradas en agua: 

Uso interno

Se bebe para limpiar el sistema digestivo, para expulsar parásitos intestinales y también abortivo, inhalar por las fosas nasales ayuda a sacar la mucosidad de los resfríos y sinusitis. Inhalando sus hojas tostadas en rape dan buenos resultados con resfríos y sinusitis. Se puede fumar para relajar el sistema digestivo y nervioso. 

Uso externo

Se aplica el cocimiento en el cuero cabelludo y la piel para sacar piojos y ácaros .

USO

TRADICIONAL

Es una planta fumigadora por excelencia, en todas su formas podemos usar el tabaco como un excelente fumigador, tanto en nuestro cuerpo, animales, plantas y en otros tipos objetos u casas. - Se la usa en ceremonias de medicina del camino rojo en compañía de rezos y peticiones. Se le envuelve en una hoja de maíz y se forma un charuto - Además se la usa macerando sus hojas en agua de Shingado de tabaco con una mezcla de plantas en agua ardiente. - Es usado por los pueblos de la cordillera de los Andes entre Perú y Ecuador. Se inhala este líquido por la nariz con una concha sagrada, para limpiar la mente, las fosas nasales, curar la sinusitis, enderezar el alma y llamar las fuerzas de las lagunas donde las conchas fueron consagradas. - Otra forma es la del Rape, usado principalmente por los pueblos del Amazonas, con los mismos propósitos mencionados antes, además el rape es un polvo hecho del tabaco a veces se mezcla con otras hierbas o cenizas de algún árbol sagrado como el "Pau Pereira”, es un rape de

respeto y que es usado por los Katukinas para pensar como guerrero a la hora de salir a cazar. También es usado en la ceremonia para abrir el camino y en las reuniones importantes para tomar las decisiones correctas.

EVIDENCIAS ARQUEOLOGICAS DE LOS YACHAK EN ECUADOR 

DIRIGIDO POR:

 Ing. Cristian Aguirre. ESPOCH  ELABORADO POR:

- Maria Fernanda Guanoluisa

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