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March 25, 2017 | Author: jmuizscribd | Category: N/A
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CARLOS VIDAL MARTINEZ
“...Y LOS SUYOS, NO LA RECIBIERON" (ESTUDIO E INVESTIGACION SOBRE LA CRONOLOGIA DE LAS EPIFANIAS MARIANAS)
“...Y LOS SUYOS, NO LA RECIBIERON"
III
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“...y LOS SUYOS, NO LA RECIBIERON” ESTUDIO E INVESTIGACION SOBRE LA CRONOLOGIA DE LAS EPIFANIAS MARIANAS
UNA FUNCION LINEAL
I PARTE:
(EXPLICACIONES A LA LAMINA TITULADA "CRONOGRAFIA DE LAS EPIFANIAS MARIANAS)
II PARTE:
LAS APARICIONES Y LOS MISTERIOS DEL ROSARIO (MEDITACIONES DE CORRESPONDENCIA)
CONCLUSIONES (AUTOCRITICA)
ESTE TRABAJO ES COMPLEMENTARIO DE LA LÁMINA
"CRONOGRAFIA DE LAS EPIFANIAS MARIANAS"
CARLOS VIDAL MARTINEZ
V
ISBN: 84 -404 1766 7
Dep. Legal: M. 5790-1988 Imp. C.D. Imagen, 7 - Alcalá de Henares
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"Por lo tanto, ya desde ahora me llamarán bienaventurada todas las generaciones. Porque ha hecho en mí cosas grandes aquel que es todopoderoso, cuyo nombre es santo..." MARIA DE NAZARETH
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A LA SANTISIMA VIRGEN MARIA
A nadie debiera causar extrañeza que el texto escrito para a conocer estas cosas tuyas no te sea dedicado. Puedo dedicarte mis afanes, mis alegrías y mis dolores, mis fatigas y mis ocios, mis horas y mis fracasos... Puedo dedicarte, en fin, mis pensamientos y todas las cosas mías, buenas o malas, pero no puedo dedicarte propias cosas. Y todo cuanto aquí trato son, Madre mía, cosas tuyas. Apenas hay algo mío, si se exceptúa el amor con que he hecho este modesto trabajo, y hasta este mismo amor te debo. No puedo dedicarte lo que no me pertenece. Carlos Vidal
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DESTINO
Dirijo este trabajo especialmente a todos los obispos de la Iglesia, y particularmente a aquellos que han afrontado o afrontan la responsabilidad de juzgar la autenticidad de supuestas apariciones de la Santísima Virgen. Puesto que "no se enciende la luz para ponerla debajo de un celemín, sino sobre un candelero, a fin de que alumbre a todos los de la casa", es preferible que quienes tienen acceso a la Luz del Espíritu Santo, no se queden ellos mismos, ni nos dejen a los demás, en la penumbra incierta de un sanedrita llamado Gamaliel Dirijo este trabajo a los obispos de la Iglesia, con la ilusión de que lo lean y lo comprendan. Porque todos aquellos que lo lean y lo comprendan, lo agradecerán y lo apreciarán también, inevitablemente. CARLOS VIDAL
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PROLOGO
Son muchos los fieles que al tomar un texto qué puede tratar materia de fe, buscan la garantía expresa en el "Nihil obstat" yen el "Imprimatur", ignorando que, desde 1983, tales marcas de contraste fueron suprimidas por la vigente legislación canónica, quedando relegadas exclusivamente para ediciones de textos de las Sagradas Escrituras, Doctrina y Liturgia. Del texto de este trabajo se ha dado conocimiento, con todo, y con meses de antelación a su difusión, tanto en el Arzobispado de Madrid como en el Vicariato Castrense, sin haber percibido reparo alguno a su íntegra publicación, sino todo lo contrario. La síntesis de todo cuanto aquí se dice es consecuencia de una función de tiempo que, aunque hallada en una esforzada lucubración por correlación de tiempos entre las manifestaciones de La Salette y El Escorial, no se genera por ello. Una función de tiempo que justifica la cronología de las vidas terrenales de Nuestro Señor Jesucristo y de la Santísima Virgen e interrelaciona las manifestaciones sobrenaturales cronológicamente determinadas, establece un signo incuestionablemente objetivo por verificable, y proporciona a la Iglesia una información hasta ahora ignorada. Para realizar este trabajo ha sido necesario seleccionar el campo muestral de los temas a considerar. En una XIII
primera fase se incluyeron exclusivamente las manifestaciones de la Santísima Virgen que han dado lugar a un decreto de aprobación pastoral de las mismas, además de conocerse la cronología de su presentación. Posteriormente, se añadieron otros casos, hasta alcanzar el número de veinte, con el criterio selectivo de disponer de crónicas de los mismos o de la información necesaria para poder determinar fiablemente el momento de su iniciación o presentación de su carácter público, para bien de la Iglesia. Los temas tratados son clasificables en tres grupos compuestos de seis manifestaciones cada uno de ellos, tras haber desestimado los casos ocurridos en Knock (Irlanda) y Pellevoisin (Francia), por claro incumplimiento en ambos de la función determinada, Lo que no debe entenderse como causa de descalificación, sino de deshomologación respecto de los restantes; puede tratarse de temas más privados, por ejemplo. El primer grupo incluye los sucesos que han superado la aprobación episcopal, alcanzando de la Santa Sede el refrendo de festividad con oficio propio. Estos seis casos son, por orden cronológico de presentación, los siguientes: -GUADALUPE -MEDALLA MILAGROSA -LA SALETTE -LOURDES -PONTMAIN, y -FATIMA. En el segundo grupo se incluyen sucesos que han alcanzado una aprobación episcopal de mayor o menor rango. Los dos ocurridos en Bélgica han sido sancionados con decreto pastoral de aprobación, mientras que los cuatro restantes, sin alcanzarlo, han logrado salir a la XIV
superficie del culto público con autorización para la difusión del hecho, sin mayores compromisos por parte de la jerarquía. Se trata ahora de: -OLVIDO, TRIUNFO Y MISERICORDIAS -BEAURAING -BANNEUX -LA CODOSERA -TRE FONTANE -SAN NICOLAS DE LOS ARROYOS. El tercer grupo incluye sucesos actualmente "sub judice". Está referido a los casos de -MONTICHIRI -GARABANDAL -SAN DAMIANO -EL ESCORIAL -MEDJUGORJE -KIBEHO. Evidentemente, la multiplicación de casos presuntos es hoy muy profusa y haría interminable la lista del tercer grupo, pudiéndose también incrementar ampliamente la del segundo con temas como los ocurridos en Heede, Düren, Bonata, Marienfied, Porto San Stefano, etc., de los cuales no se ha logrado disponer de la información suficiente para poderlos estimar objetivamente. El talón de Aquiles del trabajo efectuado se halla en la determinación del instante que debe estimarse en cada manifestación para verificar en él el cumplimiento de la función de tiempo. Ello puede ser causa de escrúpulos o XV
reticencias en algunos, muy fáciles de disolver cuando se analizan ponderadamente en las manifestaciones del primer grupo, altamente avaladas por la Iglesia. Efectivamente, temas tan claramente incuestionables como Guadalupe o La Milagrosa, evidencian que el día de la festividad en que se celebran no coincide necesariamente con el día de primera toma de contacto de la Santísima Virgen con la persona elegida como instrumento de la manifestación en cada caso, sino con el día más característico por razón del hecho ocurrido. Así se repite este antecedente en los sucesos de TRE FONTANE y MONTICHIARI. En Fátima, como en Garabandal, la primera aparición de la Santísima Virgen sucede a un período previo en el que los videntes son preparados por comunicaciones y visiones de un ángel. En La Codosera y en El Escorial se producen signos previos a la primera comunicación que da sentido a aquellos signos visibles, y produce la toma de conciencia de la vidente con la manifestación que soporta. El instante característico de presentación de cada manifestación debe ser detectado en un día singular que en absoluto es difícil de encontrar en los casos analizados. Cuando concurren dudas o escrúpulos aceptables, hay que pensar si ello puede ser causa para cuestionar el carácter más o menos público o universal de la manifestación. Cuando concurren dudas o escrúpulos inaceptables, entonces es preferible no sondear los motivos que pueden inducir al censor a acreditar graves faltas de sensibilidad en el conocimiento de estos temas. Muchas insensibilidades están implícitamente contenidas en la insensibilidad previa a las apariciones de la Santísima Virgen, y no siempre hay que pensar mal. Muchos ignoran XVI
que Santo Tomás de Aquino refutó la condición Inmaculada de la Concepción de María, y mucho tiempo después se descubrió que era una verdad implícitamente contenida en la Revelación. Me ha resultado muy curioso comprobar que en la lámina que resume, representa y complementa el trabajo efectuado, hay algo que hace que muchos, al verla, se sientan atraídos y maravillados, ávidos de explicación, comprensión y comprobación, mientras que en otros se produce una reacción de aversión y de disposición al rechazo y a la controversia. Como si desearan la infiabilidad de lo expresado desde antes de saber lo que trata, sin sospechar que lo que les impele al rechazo y a la discusión infructuosa no está ni deben buscarlo en la lámina, sino en su propia conciencia. Es muy difícil salvar absolutamente el hecho misterioso de que se reproduzcan sobre una función de tiempo de representación rectilínea, las huellas objetivas, vindicantes de la ordenación e interrelación existente entre las epifanías marianas de mayor credibilidad y universalidad. Ninguna de ellas podría ciertamente acreditarse de una manera absoluta e infalible por un solo signo, aunque éste fuera tan indudablemente objetivo como el que aquí se establece. Lo que sí puede y debe trascender significativamente, es la evidencia de que sería muy arduo poder sustantivar en toda la Historia de la Iglesia y desde que la Revelación fue sellada, un hecho verificable con mayor peso específico. Desde luego, yo no lo conozco. Por lo demás, un trabajo de esta naturaleza no se realiza con una finalidad predeterminada. Se difunde sin poder calcular previamente su receptividad y sus resonancias. Es cierto resultan muy defendidas en él manifestaciones como las de El Escorial, Montichiari o XVII
Garabandal, pero no es ello en sí mismo el objeto del esfuerzo realizado mediante el estudio y la dedicación, a través de los cuales se da salida a una tensión interior indefinible. Un trabajo así se hace porque se siente el deber de hacerlo. Se hace porque se tiene que hacer y se siente la única satisfacción de dar todo lo que se recibe. No obstante, al haberlo realizado, concurren inesperadamente signos de compensación llenos de esperanza, como los contenidos en las palabras de un sacerdote que quiso decirme así: "Todos los días, al decir Misa, veo en la Iglesia bancos vacíos. Yo sé que Dios lo ha hecho todo para que todos los bancos de todas las iglesias y muchos más, estén siempre llenos, pero hay muchos que no han to. mado nota de la llamada de Dios desde la Eucaristía y desde el Evangelio. Es por ello por lo que la Santísima Virgen se ha manifestado y se manifiesta en tantos lugares. Muchos descubren con ello a Dios. Pienso que hay personas que pueden ser en este tiempo insensibles a otras cosas, y puedan, tal vez, percatarse de la llamada de Dios, por ejemplo, en esta ordenación que usted ha descubierto." Puede ser. Creo que puede sumarse al gozo del creyente de buena voluntad, la reacción oportuna del impío, cuando en proporción a su honestidad se sienta impelido, como Aurelio AGUSTIN, a la búsqueda de la verdad. Tal vez alguno pueda gozarse en el descubrimiento del AUTOR de una LEY que ha puesto en acuerdo y armonía, en el espacio y en el tiempo, a Lucía de Fátíma y a Juan Diego, a santa María Bernarda Soubirous y a Pierina Gilli, a Amparo Cuevas y a santa Catalina Labouré, a Bruno Comacciola y a los niños de XVIII
Pontmain, a Melania de La Salette y a las niñas de Garabandal... iniciando, en círculo de radio progresivo, a causa de un impacto único de amor, como se producen las ondas sucesivas en las aguas tranquilas de un mar sereno, las vibraciones que, extendiéndose, pretenden abarcarlo todo; y así sería, y todo lo abarcarían si no tropezaran con paredes de piedra o bancos de arena. No sea así tu alma ni la mía, porque estas ondas quieren alcanzarnos también a ti y a mí, con la única finalidad de que todos podamos ser al fin y por Su Amor, una misma cosa en Dios. Puesto que esta generación está siendo llamada por el Amor de Dios, a realizar la fábula de los titanes, a unir para siempre el Cielo con toda la tierra.
XIX
NTRA. SRA. DEL PILAR
EXPLICACIÓN DE LA LÁMINA TITULADA
CRONOGRAFÍA DE LAS EPIFANIAS MARIANAS
INTRODUCCION
La lámina, que pretende ser un homenaje a María en el Año Mariano 1987-1988, presenta su título enmarcado con los principales enunciados conceptuales de la Teología Mariana. En las esquinas superiores se hace referencia, mediante sus iniciales y el año de su promulgación, a los cuatro dogmas marianos proclamados por la Iglesia, a saber:
MD 431
VP 680
IC 1854
AC 1950
MATERNIDAD DIVINA
VIRGINIDAD PERPETUA
INMACULADA CONCEPCION
ASUNCION, en cuerpo y alma, al CIELO
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El título de la lámina aparece en un marco, cuya horizontal superior recuerda la especial relación de la Santísima Virgen con la Santísima Trinidad, es decir: - HIJA DE DIOS PADRE - MADRE DE DIOS HIJO - ESPOSA DE DIOS ESPIRITU SANTO A ambos lados del título se expresan los enunciados resultantes de la especial relación de la Santísima Virgen con el orden superior de la Creación: el Cielo y sus criaturas superiores, los ángeles. María es - REINA DE LOS ANGELES - REINA DEL CIELO Finalmente, en la horizontal inferior, se establecen los postulados no dogmáticos con los que la Iglesia explica la especial relación de la Santísima Virgen con las criaturas humanas. Ella es nuestra CORREDENTORA MADRE ESPIRITUAL MEDIADORA de todas las DIVINAS GRACIAS
El título de la lámina presume la detección de una relación cronológica entre las epifanías marianas, que puede determinarse gráficamente. Exactamente lo que se quiere dar a conocer es la comprobación del misterio que resulta de representar el horario de presentación de estos acontecimientos, cuando los días se cuentan con una determinada cadencia, a partir del día de la Crucifixión de N.S.J. La enorme trascenden4
NTRA. SRA. DE HODIG UITRIA
cia de esta verificación, justifica el esfuerzo de este trabajo. Complementariamente, la lámina presenta en sus laterales dos columnas, cuyos encabezamientos son suficientemente explicativos a su contenido. A la derecha del lector se muestran 33 EPISODIOS DE LA VIDA DE MARIA Ya su izquierda 15 CAPITULOS DE LA MARIOLOGIA ASISTENCIAL Mariología" Asistencial", que tal vez otros puedan llamar "Histórica" o "Tradicional", por seleccionar, entre miles, quince advocaciones marianas de amplia difusión. El conjunto trata de evocar la dedicación y asistencia de María a su Iglesia y a sus hijos en todos los tiempos. y así, se presenta el PILAR, estimando su tradición, que la ubica en el siglo 1, aunque la devoción a la Virgen del Pilar no fuera notable hasta el siglo XVII, tras el milagro de Calanda; y su popularidad no se extendiera sino desde el siglo XIX, después de la Guerra de la Independencia. NIEVES supone la primera basílica romana de la Santísima Virgen, y culmina el paso de la Iglesia desde las catacumbas a las basílicas en el siglo IV. HODIGUITRIA es la más antigua de las representaciones marianas conocidas. A la amplia difusión de este icono, sucede la profusa familia iconográfica mariana: GLYCOFILUSA, STRASTNAIA, PANAGIA, PANCORITISA, etc. COVADONGA es, desde España, la primera muestra histórica de una imagen de la Santísima Virgen, a 6
NTRA. SRA. DEL CARMEN
la que sucederán otras innumerables, como ALMUDENA o ATOCHA. MONTSERRAT ejemplariza las tallas negras realizadas sobre maderas duras, que se prodigaron por toda la cristiandad medieval: Guadalupe, Torreciudad, la Virgen Negra de Francia, etc.; al extremo de popularizarse la representación morena en pinturas como la de CZESTOCHOWA. MERCEDES es el ejemplo de una epifanía mariana de carácter privado, que da origen a una Orden religiosa: la Orden Mercedaria para la redención de cautivos. El ROSARIO tiene sus antecedentes en la reforma monacal de los siglos IX y X, mas su desarrollo está inseparablemente unido a la singular figura de Santo Domingo de Guzmán. La evolución del Rosario se prolongó hasta el siglo XVI, cuando san Pío V, en las vísperas de Lepanto y ante una imagen de GUADALUPE, completó el AVEMARIA. El ESCAPULARIO DEL CARMEN, que tiene por testigo principal a san Simón Stock en Aylesford, es, a decir del Cardenal Gomá, la devoción católica por antonomasia. GUADALUPE nace en España en la primera parte del siglo XIV. Cuando se prodigue en la América Española dos siglos más tarde, realizando el mayor prodigio de toda la Mariología Asistencial, ("NON FECIT TALITER... "), la miopía pseudodevocional de muchos tratará de desidentificarla, suceso que perdura todavía en nuestros días. LORETO es un episodio singular de la mariología, que accede a esta relación recordando la Italia renacentista del siglo XV. A las imágenes rescatadas de la tierra en que estaban enterradas, de manera milagrosa, suceden las imágenes milagrosamente rescatadas del mar. La APARE8
INMACULADO CORAZON DE MARIA
CIDA en Sao Paulo, o la CARIDAD del Cobre en Santiago de Cuba son bellos ejemplos de una actividad mariana que en América da lugar a los nombres de COROMOTO, LUJAN, DESCENSION, DOLOROSA de Quito, etc. El PERPETUO SOCORRO tiene sus primeros antecedentes en el siglo IX, evolucionando el cuadro hasta el siglo XIV, con modificaciones sucesivas. Llegado a Roma en 1499, y tras el olvido provocado por la devastación napoleónica, el papa Pío IX, al pedir a los Redentoristas que la den a conocer a todo el mundo, añade: "Ella es la que ha de salvar a la Iglesia". San Juan Bosco inscribe a MARIA AUXILIADORA en el Cuadro de Honor de la Mariología, desde el siglo XIX. Dan fe de ello los salesianos. La Francia cuyo suelo acoge a María en París, La Salette, Lourdes y Pontmain, muestra al mundo, en el mismo siglo, a Nuestra Señora del Sagrado CORAZON. El INMACULADO CORAZON de MARIA, faro c1aretiano del siglo XIX, será anunciado en Fátima como el esperado triunfador final. Con el AVEMARIA y la expresión de los QUINCE MISTERIOS del Santo Rosario se termina la exposición mariológica pretendida, para presentar, definitivamente, el estudio anunciado.
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NTRA. SRA. DEL PERPETUO SOCORRO
INTRODUCCION AL ESTUDIO CRONOGRAFICO
Una manifestación sobrenatural de la Santísima Virgen es un hecho portentoso, del que puede trascender una cantidad de información insospechable con el simple registro del hecho. Información que puede estar impresa en datos aparentemente intrascendentes, como lo son el día, la hora, el lugar, la persona o personas que soportan la experiencia, la forma de presentación, el vestido, las palabras, la oración, el silencio. Penetrar en el Misterio de la razón de ser de una manifestación sobrenatural para conocerla en plenitud, puede resultar un propósito desproporcionado para las humanas limitaciones, mas negarse al esfuerzo de intentarlo, es renunciar deliberadamente a beber en una de las más dulces fuentes que el Amor de Dios nos ha concedido para revitalizar al alma ansiosa y sedienta. Es imposible que la Santísima Virgen, cumpliendo siempre la voluntad de Dios, se manifieste a sus hijos, convocándolos en oración, por un simple juego intrascendente. Es indudable el objeto positivo del hecho; es indudable el caudal·de Gracia que se ofrece y se dispensa; es indudable la importancia de todos los signos por Ella otorgados; como también es indudable que la fuente es más caudalosa y abundante que la humana capacidad de aprovecharla. 13
De la escasez del aprovechamiento da fe la literatura dedicada a la consideración de estos acontecimientos extraordinarios, la mayor parte de la cual no rebasa, cuando la alcanza, la dimensión de un folletín, en el cual lo insignificante y lo pintoresco suelen primar sobre lo grave y lo trascendente. Entre tanto las epifanías marianas se suceden, acumulando en el pasivo de "lo por hacer" un inmenso conjunto de datos y referencias que van desde la Teología y la Doctrina, a las costumbres y a las profecías; datos y referencias que, como el arpa becqueriana, aguardan a "la mano de nieve" capaz de arrancarles su armonioso, instructivo y dulce contenido. Informaciones preciosas que nos han sido ofrecidas al precio mínimo de quererlas conocer y aprovechar, y que, no obstante, hoy por hoy, y entre nosotros, no merecen sino el desprecio de una mayoría excesiva. y si es difícil encontrar un alma verdaderamente enamorada y comprometida en el empeño de descubrir y de dar a conocer toda la luz que desprenden Pontmain o Guadalupe, por ejemplo, mucho más lo es encontrar guías humanos sensibles a la armonía, a la interrelación de estos hechos, en cuya conjunta contemplación nadie da fe de haber sentido mayor inquietud que la indispensable para establecer, a lo sumo, vagas y difusas panorámicas. Ahí está todo por hacer. Quien estas líneas escribe no es teólogo, sino ingeniero. En la inquietud por conocer la Mariología, y en referencia a las manifestaciones sobrenaturales, al hacer un simple acopio de datos, pudo percatarse de que, entre el día 19 de septiembre de 1846, en cuyas primeras horas del atardecer, en una pequeña aldea alpina del SE de Francia, denominada La Salette, la Santísima Virgen se había manifestado a unos pastorcillos, y el 15 de noviembre de 1980, en el que una 14
humilde madre de familia en El Escorial quedó estigmatizada en presencia de Nuestro Señor Crucificado, según su propia versión del hecho, trascurrieron 49000 días. Los días transcurridos y los 57 que resultan en un calendario anual entre el 19 de septiembre y el 15 de noviembre, así como la reiteración de expresiones comunes alusivas a "los tiempos" en ambos casos, sugirieron la idea de relacionarlos. Para una persona con formación matemática poco más que elemental, la palabra "relación" tiene sentido de cociente, y también debe tenerlo para quien no haya estudiado ciencias, puesto que relacionar es, en primera acepción, contemplar un hecho tomando otro hecho como referencia, y consecuentemente, relacionar es, en esencia, dividir. La división entre los números 49000 y 57 proporciona un cociente entero por exceso igual a 860, primera aproximación a un "módulo de tiempo" buscado. Primera aproximación, por cuanto una mayor profundización en los términos evaluados evidenció que éstos eran solamente aproximados, mas no exactos. El primer cuestionamiento admisible se sucede del propio concepto de tiempo, que da lugar a las distintas clases de tiempos y a sus correspondientes definiciones, así como a las diferentes maneras de contar los días: de medianoche a medianoche, según el usual cómputo civil, o de mediodía a mediodía, según el cómputo astronómico en el que se mide el tiempo universal y que resulta también el modo de referirlo en las Sagradas Escrituras. (Cf. Gén. 1,5 y sig.: y Danie18,14). Según lo anterior, y en cómputo astronómico, habida cuenta de que el suceso de La Salette tuvo lugar por la tarde, después del mediodía, y el de El Escorial por la mañana, antes del mediodía, transcurrieron 48999 días, a los que corresponde -20 de sept. a 15 15
de nov.- una separación en el calendario anual de 56. La relación o cociente entre ambos números, detennina ahora un entero por exceso igual a 875. Se deduce de lo anterior que el módulo de tiempo buscado, y cuya exactitud depende de la precisión horaria con la que ambos sucesos se determinen, debe estar comprendido entre 860 y 875. Dejando para el estudio analítico que se hará a continuación la detenninación precisa del módulo buscado, cabe, en esta introducción, el cuestionamiento del objetivo propuesto, es decir, ¿por qué tiene que existir un parámetro de tiempo cuya medida pueda servir para la mejor comprensión de lo sobrenatural? La respuesta es clara: Por el momento, nada sabemos. Mas, si realmente existiera este parámetro, ·-condición previa- tendría que tener su consecuencia en sucesos sobrenaturales ya conocidos, como, por ejemplo, la duración de la vida en la tierra de Nuestro Señor y la presentación de las manifestaciones sobrenaturales. Se puede avanzar ya que la respuesta es demoledoramente afirmativa, Existe este módulo o parámetro, en lo sucesivo denominado "Tiempo", que resulta equivalente a 868 días naturales. En su función, se puede determinar la cronología de la vida de Nuestro Señor, cuya duración fue de 14 Tiempos, así como la de la Santísima Virgen, que vivió en la tierra durante treinta y un Tiempos. Lo más sorprendente es.con todo, que, al ordenar el tiempo transcurrido desde la Redención según este parámetro, resultan las manifestaciones sobrenaturales de la Santísima Virgen presentadas en una función horaria lineal, pudiéndose, en su consecuencia determinar la hora, cuando se conoce el día; resultando, además, una peculiar sucesión, en el orden de presentación de las epifanías marianas, verdaderamente digna de meditación y estudio. 16
Dos apreciaciones absolutamente injustas pueden pretender opacar la nítida transparencia de cuanto aquí se comprueba, y cuya exacta verificación está al alcance de cualquier persona de buena voluntad con un mínimo de cultura exigible. La primera, que sólo puede tener origen en la incultura o mala voluntad del acusador, puede intentar desvirtuar la legitimidad del estudio realizado atribuyéndole el sambenito de "cabalístico". (Cábala: Cálculo supersticioso para adivinar alguna cosa). Los elementales cálculos que aquí se hacen no tienen fundamento supersticioso alguno, ni tratan de adivinar nada; tratan solamente de comprobar el cumplimiento de una ordenación hasta ahora desconocida en los hechos que se refieren, tal como están referidos, sin quitar ni añadir nada de propia cosecha; siendo estos cálculos, obviamente, de tan legítimo fundamento como los que hiciera Newtonpara comprobar la Ley de la Gravedad, o los que condujeron a Dalton y Proust, respectivamente, a emitir sus enunciados relativos a las proporciones definidas en que inciden los elementos simples para la composición de la materia. Cábalas son otras cosas, que aquí no se tratan en absoluto. La segunda apreciación será el refugio de los incrédulos y se llama CASUALIDAD. Ni siquiera les va a servir ahora el extraño bodrio, que algunos se empeñan en avalar, llamado "parapsicología", cajón de sastre frecuentemente recurrido para contravenir todo lo que, pudiendo ser sobrenatural, pueda también aparecer, además, como subjetivo. La objetividad del planteamiento y cálculo, la fácil comprobación del tratamiento dado a los datos utilizados y la coherencia de su precisa y asombrosa ordenación resultante, habrán de ser un antídoto tan eficaz como inesperado para los empedernidos defenestradores de la autenticidad 17
de las epifanías marianas, cuyo reconocimiento habría de comportar, en tantos casos, un humilde y profundo cambio en los comportamientos del hombre, sea seglar o religioso. Donde nada tiene que hacer la parapsicología, no le queda al incrédulo, ante el testimonio de lo sobrenatural, sino el inevitable recurso a la casualidad, flaco argumento estadístico que oponer en este caso, donde el denominador del factor de probabilidad alcanza cifras de mareo. Diríase que la excesiva Misericordia Divina, en palpable demostración de su Infinito Poder, quiera llevar el inapreciable don de la fe hasta el ínfimo plano de la razón, en donde el hombre trata de aferrarse a su soberbia y a su rebeldía, con atributos de ciencia. Por lo demás, lo que se va a determinar es el cumplimiento de una Ley según la cual, un conjunto de acontecimientos aparentemente aleatorios, dispersos e inconexos en el tiempo, aparecen maravillosamente ordenados con matemática precisión en el seguimiento de una función lineal. No se trata de establecer una proposición para conseguir una tesis, según las leyes de la lógica, ni de demostrar un teorema matemático previamente enunciado, a partir de unos principios axiomáticos convenidos. Las Leyes no se deducen, ni demuestran. Simplemente, se comprueban. No admiten ningún "por qué", celosas de su función de regir el orden universal.
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ESTUDIO ANALITICO
El objeto del siguiente ESTUDIO es comprobar que si a) Con origen en el día 2.4.33 (c.civil), a las catorce horas y once minutos, se construye un Calendario según períodos idénticos de 868 días sucesivos, b) ya cada día se aplica el número de orden correspondiente según los números naturales, dentro del período que lo abarque, conviniendo en llamar DIA a este número obtenido, entonces SE VERIFICA QUE
El horario de presentación de las EPIFANIAS MARIANAS sigue una Ley lineal, según la cual la HORA LOCAL de manifestación del suceso es función del número DIA.
A) DETERMINACION DEL MODULO TIEMPO Establecida en la introd ucción la premisa de búsqueda de un módulo de tiempo, o Tiempo, sospecha19
da o intuida, en principio, como relación entre los días naturales transcurridos entre las manifestaciones de La Salette y El Escorial, y los que median en un calendario anual entre las efemérides de las mismas, su determinación se halla considerando los días limitados a su tiempo diurno o de luz solar. Pese a la incomodidad que puede suponer para el lector, los días deben ser contados en cómputo astronómico, es decir, de mediodía a mediodía. Es el hecho que la manifestación de La Salette tuvo lugar entre las dos y media y las tres de la tarde del día 19 de septiembre de 1846, según la memoria de la vidente Melania, debiendo referirse estos datos al horario oficial de Francia, homologado entonces con el de Greenwich. Los datos horarios particulares o locales de La Salette para el día 19 de septiembre, se han deducido a partir de los disponibles de Madrid, en la forma que a continuación se expone. En el día 19 de septiembre (cómputo civil), el orto y ocaso tienen lugar en Madrid a las 5h. y 59 m. y 18h. 18m. respectivamente, según horario de Greenwich. En horario local, deben reducirse 14m. y 45 s., aproximados a 15 m., por ser ésta la diferencia horaria entre los meridianos de Madrid y de Greenwich. Así se obtienen las 5h. 44m. y 18h. 03m. como horario local del orto y ocaso en Madrid. Para transformar el horario local de Madrid en el de La Salette, es necesario introducir la corrección correspondiente a la diferencia de latitudes entre ambos lugares. La latitud de Madrid es algo superior a 40° N, mientras que La Salette se mantiene por debajo de los 45° N. Por otra parte, el día 19 de septiembre está muy próximo al equinoccio de otoño, lo que reduce al mínimo dicha corrección. En función de lo ante20
rior, se puede estimar en las 5h. 44m. y 18h. 04m. el horario local del orto y del ocaso en La Salette. El horario local de La Salette puede transformarse en el oficial de Londres (Greenwich meridian time, o GMT), disminuyendo 24m., al hallarse La Salette a 6° E de Greenwich. Ello proporciona las 5h. 20m. y 17h. 40m. como horario oficial de Londres o GMT, en los instantes de producirse el orto y el ocaso en La Salette el día 19 de septiembre. El mediodía de La Salette queda así determinado a las llh. 30m. de Londres. Con los datos anteriores se puede estimar sobre tiempos homólogos, el momento de presentación de la manifestación sobrenatural ocurrida el día 19 de septiembre de 1846 en La Salette. Ya se ha dicho que los datos constantes advierten que ello ocurrió entre las dos y media y las tres de la tarde; precisando, con mayor aproximación, que la manifestación se iniciara entre las 14 h. 35 m. y las 14 h. 50 m., ello supone el transcurso de 185 a 200 minutos desde el mediodía. El tiempo diurno del día 20 de septiembre (cómp. astr.) totaliza 740 minutos. Ello indica que la manifestación tuvo lugar tras el transcurso de un 25% a un 27 % del día dicho, computado astronómicamente. En El Escorial eran las 9h. GMT del día 15 de noviembre de 1980, día en el que el orto del lugar ocurrió a las 7 h. olmo GMT, y el ocaso a las 16h. 59m. GMT. La manifestación se inició, por consecuencia, tras el transcurso de un 70% del día 15 de noviembre en cómputo astronómico. La distancia entre los instantes de presentación de ambas manifestaciones puede computarse en 48999,45 días. El cociente entero es, en todos los casos, de 868 días nat/día pro. 21
La mínima diferencia entre el cociente entero y las cifras decimales que se desprecian, se justifica en la dificultad de disponer de una aproximación mayor en los datos necesarios. La referencia a un tiempo de luz, por ejemplo, exigiría, en rigor, estimar el tiempo de recorrido de la luz desde el orto, diferenciar el orto óptico o visible del solar, estimar la difusión de la luz en los dos crepúsculos, etc. En este punto de investigación, y desde antes de permitir que el parámetro alcanzado justifique su validez en su aplicación, algunos, ya aludidos en el prólogo como aquellos que desde la primera visión de la lámina optan por su cuestionamiento y su rechazo desde antes de saber lo que trata, se sienten ya lo suficientemente informados para justificar su refutación, obstinándose en la demanda de cualquier "por qué" contradictorio con lo ya advertido en el último párrafo de la introducción. Ante la obstinación, es preferible no abundar en razonamientos, porque la obstinación no es un vicio del entendimiento, sino de la voluntad. Al obstinado hay que dejarle con su obstinación, antes que abocarle a la obcecación. Caminos tan deliciosos como los que aquí se recorren no pueden ni deben seguirse con la voluntad forzada. No hay razones para que los cuerpos en presencia se atraigan con una fuerza directamente proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de su distancia. Se comprueba, y punto. Tampoco hay razones -y menos aún, "a priori"- para que el parámetro de 868 días ya determinado sea correcto para construir una función periódica en la que se hallan impresas las manifestaciones sobrenaturales de la Santísima Virgen aprobadas por la Iglesia. Hay que comprobarlo. 22
La primera vindicación del parámetro obtenido, a partir de la cual puede inducirse su valor potencial, resulta de comprobar que con él se calcula, en múltiplos enteros, la duración de las vidas de Nuestro Señor Jesucristo y de la Santísima Virgen. Ello permite una nueva definición, más sencilla, de dicho período de tiempo, puesto que resulta ser, en días, el máximo número a partir de cuyos múltiplos puede obtenerse la duración exacta, en días, de las excepcionales vidas dichas. Es decir, es el máximo común divisor del número de días vividos por Nuestro Señor Jesucristo y por la Santísima Virgen, según la única cronología de ambas vidas compatible con los datos consignados en los mensajes dados en El Escorial.
Aplicación Para evaluar el número alcanzado como unidad de tiempo que puede medir la duración de la vida terrena de N.S.J., -hipótesis preestablecida--, se tomaron como únicos datos el nacimiento en la noche del 24 al 25 de diciembre, en cómputo civil, y una duración de vida comprendida entre treinta y tres y treinta y cuatro años. Ello equivale a suponer un número de días vividos comprendido entre 12045 y 12410. El único múltiplo de 868 comprendido entre ambos es el 12152, resultado de multiplicar 868 por 14. Tal duración de vida fija el nacimiento en 25 de diciembre del año (-1) de la cuenta cristiana, mientras que la Crucifixión se ubica en el jueves, día 2 de abril del año 33, en cómputo civil, o el viernes 3, en cómputo astronómico. La coherencia del resultado se une a la consta23
tación curiosa de que la lectura inversa del número de días vividos traduce la fecha de conmemoración de la Navidad (25.12), y añade un "uno". Esto no es hacer cábalas, sino constatar un hecho. La coherencia y la curiosidad se repiten en el caso de la determinación de la vida de la Santísima Virgen, a partir de los datos indicados en los "Mensajes" facilitados en El Escorial, donde se precisan 25 años de Soledad y Dormición en día de Viernes Santo, tras setenta y tres años de vida cumplidos en la tierra. Ello determina la Dormición en el viernes, día 7 de abril del año 58. El único múltiplo de 868 que satisface, en días, la edad supuesta, es ahora 26908, resultado de multiplicar 868 por 31, con la sorprendente consecuencia de verificar el nacimiento en 5 de agosto del año (-16), equivalente al 17 a.d.C., de acuerdo con lo ya revelado en diferentes lugares y ocasiones. La lectura inversa es ahora 8.09. (fecha de conmemoración de la Natividad), sucedida de un "seis" y un "dos". Para que cada uno lo interprete como mejor le plazca. Pareciendo estos resultados demasiado curiosos para estimarse consecuencia de un mero azar, se sugirió la idea de construir un calendario de la Historia de la Redención, según Tiempos de 868 días. Llamando "Tardes" a los 434 primeros días de cada Tiempo y "Mañanas" a los 434 restantes, es fácil comprobar que, cuando una manifestación sobrenatural de la Santísima Virgen ha tenido lugar por la tarde, ha ocurrido en día Tarde, concurriendo, obviamente, igual concordancia con las mañanas. Cuando una proposición determinada verifica su cumplimiento en todos los casos, el mínimo sentimiento científico hace sospechar al investigador que lo verifica, que puede encontrarse ante la detección de una Ley determinable. 24
Para ello es conveniente construir previamente un Calendario de Tiempos.
Calendario de tiempos El Calendario de Tiempos se construye con toda facilidad y sencillez, a partir del 2.4.33 (00330402, según convenio internacional para la designación de fechas), añadiendo sucesivamente 868 días, para obtener, correlativamente, las fechas que van dando origen a los sucesivos Tiempos. Según esto, el Tiempo 1, transcurrió entre el 2.4.33 y el 18.8.35; el Tiempo 2, entre el 18.8.35 y el 2.1.38; el Tiempo 3, entre el 2.1.38 y el 19.5.40; así sucesivamente. (Téngase en cuenta que todos los años múltiplos de cuatro han sido bisiestos, excepto en tres casos; 1700, 1800 Y 1900; Y que del día 4.10.1582, jueves, se pasó al viernes 15.10.1582, al introducirse la reforma gregoriana). Construido el Calendario de Tiempos, resulta de apreciación inmediata la numeración del Tiempo correspondiente a una fecha cualquiera F, puesto que estará comprendida entre F T (Fecha origen del tiempo T) y F T+1 (Fecha origen del Tiempo siguiente). Dentro de cada Tiempo a los sucesivos días corresponde un número de orden al que llamaremos Día (D), de modo que D=F-F T •
B) DETERMINACION DE LA ESCALA HORARIA Se trata ahora de estimar la hora, cuando se conoce el día (D). Presumida una Ley lineal, su determinación puede hacerse a partir de dos puntos cualesquie25
ra. Ocurre también que estos sucesos no suelen estar cronicados o referidos con precisión cronológica en todos los casos. De entre las manifestaciones ocurridas por la tarde, solamente la de Pontmain parece más precisa. Entre las de mañana, puede optarse por El Escorial o Guadalupe, aunque en este último caso hay que conceder crédito ---que lo merece- al "Estudio de las estrellas en el manto de la Virgen de Guadalupe", de Rojas Sánchez y Hernández Illescas, publicado en Méjico en 1983. Se eligieron, como puntos de determinación Pontmain y El Escorial. La determinación de la abscisa en ambos casos, podrá resultar instructiva, a modo de ejemplo. - Datos iniciales de PONTMAIN: Ocurrió el día 17.1.1871 (c. civil), a las 18 horas. Debe traducirse la fecha, en c. astro como el 18.1.1871. En el calendario de Tiempos aparece ubicada en el Tiempo 774, que transcurre entre el14 de abril de 1870 y el 2 de agosto de 1872. EL DIA-D- vendrá determinado por la distancia entre el 18.1.1871 y 14.4.1870, resultando 279. Quiere decirse que el suceso ocurrió dentro del día 279 del Tiempo 774. Desde el origen de Tiempo, habían transcurrido, en el instante de la manifestación 278 días enteros, más una fracción de 278/868 = 0,32028. Luego la abscisa de Pontmain es 278,32028. La hora local debe retrasar en cuatro minutos la oficial, por estar el lugar a 1° O., respecto del meridiano de Greenwich. Hora Local: 17h.56m.=1076 minutos. - Datos iniciales de EL ESCORIAL: Ocurrió el día 15.11.1980 a las diez de la mañana. Por tratarse de mañana, coincide la fecha en cómputos civil y astronómico. El calendario de Tiempos 26
ubica la fecha en el Tiempo 820, cuyo origen fija en el día 9.8.1979, proporcionando el Día 464. Abscisa o tiempo transcurrido desde el origen del Tiempo 820, 463 + 463 / 868 = 463,53341. Hora Local: 8h.44m, dado el avance de una hora, en la oficial, y situación geográfica de 4° 0, respecto del meridiano de Greenwich. Hora local en minutos: 524. Diferencia horaria: 552 minutos. Diferencia de abscisas: 278,32028-463,53341= -185,2131. Al resultar negativa, hay que incrementar 868, dando 682,787 días. La pendiente de la función se determina por la relación entre las diferencias de horas y días: k= 552/682,787 minutos/día = 0,8084512 m/d Conocida la pendiente de la función, además de las coordenadas de un punto de mañana y un punto de tarde, se determinan fácilmente los respectivos orígenes de la escala horaria de la mañana y de la tarde. Para la tarde, habrá que disminuir de 1076 (Hora local de Pontmain), el.producto de su abscisa y k 278,32028 . 0,8084512 = 225,00836, estimando 225 minutos. Luego el origen horario de tardes, será a los 1076225 = 851 m., correspondientes a las catorce horas y once minutos. El origen horario de las mañanas es 524 - (463,53341 - 434).0,8084512 resultando 500,12368 minutos, aproximados a 500 como origen de la escala horaria de las mañanas. Las fórmulas horarias resultantes, son: a) Para Días-Tarde: H=85 1+D.k b) Id. Días-Mañana: H=500+(D-434).k
Generalizables en
A partir de cuya obtención, no resta sino recrearse en la sombrosa exactitud de su verificación. 27
Antes de proceder a ella, es necesario dejar muy claro que la Ley hallada no predetermina ni condiciona el momento en que pueda tener lugar una manifestación; verifica, simplemente, el cumplimiento de una ordenación sorprendente y maravillosa entre las habidas, en las cuales, en un instante de ellas, generalmente el inicial, queda determinada una hora, un instante cronológico, que permite la constatación de esa misma ordenación. Nótese, además, que esta ordenación se verifica en el tiempo, (Día), según la hora local, que es función del espacio, y con independencia del lugar de la manifestación, realizándose el misterio profundísimo y evidente de poderse constatar una ordenación en el tiempo y en el espacio, que es, a su vez, independiente del tiempo y del espacio. La consecuencia es que esta ordenación procede de Quien está por encima del tiempo y del espacio, es decir, de Dios. La tesis resultante puede enunciarse así: Las epifanías marianas constituyen un conjunto de hechos sobrenaturales ordenados, y, consecuentemente, interrelacionados. Con el aval otorgado por el cumplimiento de todos los casos comprobados, como a continuación se verá, las determinaciones verificadas permiten establecer el campo de variación de la función definida. Resulta así que la escala horaria queda fijada entre las ocho horas y veinte minutos y las veinte horas y dos minutos, en su homologación con nuestra manera de contar el tiempo, totalizando una variación de setecientos dos minutos. Al misterio de un período fijado en 868 días, se superpone la limitación horaria para la presentación de las manifestaciones, todo lo cual sugiere la referencia a un reloj sobrenatural, el cual, aun ajustable con nuestras horas, que son función de nuestra geografía, para precisar el momento de presentación 28
de las manifestaciones sobrenaturales, no es homologable con ninguno de nuestros relojes, que cuentan días de veinticuatro horas y cambian la hora cuando cambian el lugar. Al cumplirse la: función de tiempo determinada en este nuevo reloj sorprendente, habrá que referir a él el planteamiento inicialmente intuido por la correlación de tiempo solar entre La Salette y El Escorial. Es ahora cuando se puede hacer una nueva hipótesis más precisa, prescindiendo de los datos solares y teniendo en cuenta que los días quedan limitados al transcurso en ellos de setecientos dos minutos, según la función de tiempo hallada. Las ocho horas y cuarenta y cuatro minutos de El Escorial, según nuestra manera de contar el tiempo, traducen 524 minutos; hasta los 909 minutos de La Salette, suponen el transcurso de 385 minutos, con un diferencial de 317 minutos para completar los 702 minutos útiles de cada día. El cociente 868 es ahora resultado de la división entre los y (56 + donde expresa la términos (48999 + fracción decimal exacta que justifica aquel cociente; obtenido así para el valor de O,45098, éste deber ser equivalente al cociente de (317+E) Y 702, en cuyos términos E representa la pérdida de precisión por desestimación de los segundos y su fracción, en todos los términos considerados, evaluable en 24 segundos. Frente a cuya inducción, incluso entre los que puedan seguir y asentir al planteamiento y desarrollo numérico, puede' suscitarse en algunos la pretenciosa pregunta de cualquier "por qué". ¿Por qué se realiza el misterio de una ordenación entre los horarios de presentación de las epifanías marianas, cuando se refieren a una función cíclica o periódica, que cuenta el tiempo según períodos de 868 días? 29
¿Por qué puede determinarse el período de esta función mediante una correlación de tiempos entre las manifestaciones de La Salette y El Escorial? ¿Por qué resulta la duración de las vidas terrenas de Nuestro Señor y de la Santísima Virgen, múltiplos de 868 días? ¿Por qué queda limitado el horario de presentación de las manifestaciones sobrenaturales a una fracción del tiempo útil respecto del total del día? ¿Porqué...? A cuya pretensión, ¿puede el investigador acaso apelar a la implícita necedad contenida en la demanda? ¿Quién es quién para plantearse el derecho de acceder al conocimiento de los divinos misterios que aquí se tratan más allá de lo que el mismo Dios quiera revelarlos? ¿Acaso no es ya muchísimo poderlos determinar, conocer y aprovechar? ¿Por qué es más densa el agua a 4° C que a cualquier otra temperatura, dando lugar a una excepción termodinámica que hace posible la vida en la tierra? ¿Por qué esta excepción no se cumple a los 3° C o a los 7° C? ¿Por qué? ¿Por qué son tantas las estrellas del cielo y no tantas más o menos? ¿Por qué mantienen sus posiciones relativas en la bóveda celeste? Y no obstante, estas mismas estrellas, cuyos misterios no podemos alcanzar, nos han enseñado a orientarnos y a medir el tiempo. ¿Por qué es tan efímera la vida de una flor? Y no obstante, sin las flores, nuestra concepción de la belleza sería más mediocre. ¿Por qué tarda años el infante en adquirir el uso de razón? ¿Cuál es el porcentaje de tiempo últil y activo en la vida del hombre? 30
El tiempo nos es dado y solamente en una fracción del mismo podemos ejercer las facultades que nos han sido concedidas. La luz solar nos ha sido dada intermitentemente; la mitad de nuestro tiempo es de luz, o diurno, y la otra mitad es de nocturnidad; y al tiempo de luz hay que restar aún, para obtener el de plena luz, el margen de ambos crepúsculos. Mas, cuando este misterio y esta realidad de la naturaleza se refleja en una función de tiempo, en la que ha quedado impreso el principio de las manifestaciones sobrenaturales de carácter público de la Santísima Virgen, hay quienes optan por la rebeldía de negarse a comprender y admitir el testimonio del tiempo que aquí se comprueba, sintiéndose para ello suficientemente arropados tras el más necio de los "por qué". Ante los tales, acuden a la memoria aquellas palabras de la Escritura que con justa causa alega san Pablo en el capítulo XI de su Carta a los Romanos: "Les ha dado Dios hasta hoy dta un esptritu de estupidez, ojos para no ver y oídos para no oir". Para mostrar el reverso de la moneda, es oportuno recordar un episodio singular extraído del Evangelio de san Juan, en su capítulo XX, al narrar las primeras pruebas de la Resurrección del Señor. Transcritos a continuación los epígrafes correlativos desde los números 3 al 8, para su evocación, el último no tiene desperdicio. Dice así el Apóstol, dando a conocer su propia experiencia: "Con esta nueva salió Pedro y el dicho discipulo, y encamináronse al sepulcro. Corrían ambos a la par, mas este disctpulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro, y vio los lienzos en el suelo, pero no entró. Llegó tras él Simón 31
Pedro, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos en el suelo, y el sudario que habían puesto sobre la cabeza de Jesús, no junto con los demás lienzos, sino separado y doblado en otro lugar. Entonces el otro discípulo, que había llegado primero al sepulcro, entró también, Y VIO Y CREYO ..." Al tratar de explicar este misterio de fe que se produce en san Juan, a quien el crédito en la Resurrección del Señor le fue proporcionado a través de la visión del sepulcro abandonado con lienzos en el suelo y el sudario doblado, se preguntan los comentaristas qué pudo ver el Apóstol para admitir inmediatamente la Resurrección del Señor. y la unánime respuesta que dan es ésta: "San Juan vio orden". A la vista de una determinada y concreta ordenación, cuya imagen no nos ha sido descrita más precisamente, de sudario y lienzos, san Juan no pudo dudar más y dio testimonio de su inmediato crédito a la Resurrección desde aquella misma visión, explicando su anterior desconcierto "porque aún no habían entendido de la Escritura que Jesús debía resucitar de entre los muertos". (Los estudios sobre la Sábana Santa y particularmente los trabajos del jesuita Padre J. Loring tratan de explicar la impresión de san Juan). Este singular testimonio, según el cual la fe en un acontecimiento extraordinario o sobrenatural nos es dada a través de una imagen ordenada, no es excepcional. Tampoco es excepcional que el mismo hecho produzca en terceros resultados dispares y contradictorios. Seguramente los guardianes del sepulcro, al despertar de su sueño, vieron lo mismo que san Juan y aun antes que él, y no obstante, no coligieron igual consecuencia. A partir de su oscuridad interior, incrementada por el peso de unas monedas, se negaron a 32
dar fe de "un misterio de orden perfectamente visible" . Es el hecho que la respuesta humana ante un mismo signo de orden, cuya generación trasciende a la voluntad del hombre, hace que unos lleguen a percibir emocionadamente la presencia de Dios y su amorosísimo clamor hacia sus criaturas más mimadas, los hombres; mientras que otros ponen en evidencia, consciente o inconscientemente, a todos sus demonios interiores: celos, incredulidad, respetos humanos, etc. O no quieren comprobar, o no quieren ver ni comprender nada con la comprobación. Su voluntad está ligada a una limitación interior, a cuya beneficio tratan de extender a los demás su propio atocinamiento: "La unión hace la fuerza". Indefectiblemente, un signo de orden que exceda y supera toda intervención humana, se toma, tan pronto como se descubre, en signo de contradicción. Semilla de sembrador, será fecunda en la buena tierra, effmera en la escasa, débil entre malas hierbas, inútil sobre las piedras. Algo -y no poco- de todo esto, se desprende de la función cronológica que aquí se determina, y es por ello por lo que muchos, ante su representación gráfica simplemente, reaccionan con la espontaneidad de san Juan en el sepulcro. VEN Y CREEN, sin más explicaciones. El precioso don de la fe viene en este caso avalado por todas las necesarias comprobaciones que, a continuación, se han de estudiar con todo rigor. Solamente aquellos que se sometan a la experiencia de efectuar estas comprobaciones por sí mismos, desde la ignorancia previa de los horarios reales de contraste, tendrán acceso, al investigarlos, a la emoción que pudo sentir quien estas líneas prescribe, al comprobar, "a posteriori", la verificación de catorce de los casos 33
comprobados, en una experiencia indescriptible, cuajada de sustanciosas anécdotas. Dando pórtico a las comprobaciones efectuadas, y para beneficio de cuantos puedan VER y CREER las maravillas que aquí se enuncian, es conveniente repetir y defender que
"LAS EPIFANIAS MARIANAS CONSTITUYEN UN CONJUNTO DE HECHOS SOBRENATURALES ORDENADOS EN EL TIEMPO, Y, CONSECUENTEMENTE, INTERRELACIONADOS".
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COMPROBACIONES DE LA LEY DEFINIDA
La comprobación del cumplimiento del horario determinado por vía analítica, se cumple escrupulosamente en cada caso contrastado, y han sido comprobados todos los casos en que se ha dispuesto de la información necesaria para poderse localizar cronológicamente con exactitud. El contraste de la hora depende de la precisión con la que aparece narrado el suceso. En algunas ocasiones se da una información muy precisa, y el contraste resulta de espectacular precisión. En otros casos, se indica la hora con imprecisión y vaguedad, y, consecuentemente, aún hallándose la hora con igual exactitud, la posibilidad de su verificación resulta disminuida. En algún caso, en el que aparece una mínima diferencia, se siente la tentación de conectar con testigos y cronista, para rogarles que pongan en hora relojes y memoria... Pero es preferible que el lector ponga a prueba, por sí mismo, su personal capacidad de asombro.
COMPROBACION N.O 1: GUADALUPE Es ésta la primera manifestación pública de la Santísima Virgen que aparece cronicada con datos cronológicos fiables en la Historia, gracias a las "Informa35
ciones" eclesiásticas llevadas a cabo en 1666 y 1723, por consecuencia de las cuales, se concedió oficio propio a la Virgen de Guadalupe en 1754. La coronación canónica de la Imagen tuvo lugar el día 12 de octubre de 1895, en la ciudad de Méjico. Por cuyas crónicas sabemos que el día 12 de diciembre de 1531 la Santísima Virgen permitió que su maravillosa Imagen quedara estampada en la tilma de Juan Diego, el humilde indio a quien se venía manifestando desde el sábado anterior, día 9. Posteriormente, el retrato fue alterado múltiples veces por incomprensibles osadías humanas, siendo la última de las deformaciones achacable a la familia Munguía, que custodió la milagrosa reliquia durante la revolución de 1929. Con todo, algunos perfiles del manto, los ojos (en la pequeña presentación del globo ocular) y la pomanipuladas-, sición de las estrellas, parecen capitalizar casi todo lo respetado desde la estampación original. En función de la posición de las estrellas, un moderno y ya aludido trabajo se atreve a identificarlas, y a precisar la hora de la estampación, fijándola en las diez horas treinta y siete minutos, según la actual hora oficial de Méjico, que corresponde a la del meridiano de 90° O, respecto del de Greenwich; al hallarse Méjico a 99° 15m O, la HORA LOCAL queda estimada en las DIEZ HORAS de la mañana. Nuestro procedimiento de determinación no tiene nada que ver con las estrellas. Sabemos solamente que el día doce de diciembre de 1531, es el Día 558 del Tiempo 631 de la Redención, y aplicamos la fórmula correspondiente: H = 500 + (558 - 434). 0,8084512 = 600,24794, estimando 600 minutos, es decir, las DIEZ HORAS en HORARIO SOLAR LOCAL. 36
Los coleccionistas de casualidades deben prepararse, porque esta increíble precisión se repite en todos los casos siguientes.
COMPROBACION N.o 2: MEDALLA MILAGROSA Dice la crónica de este hecho que "La tarde del 27 de noviembre de 1830, estando en la capilla la comunidad después de leer los puntos de meditación, sor Labouré...", y añade" ...fue entonces cuando un óvalo rodeó la imagen y dentro de él apareció escrita la siguiente invocación: "O, Marie, concue sans peché, priez pour nous qui avons recours a Vous'. La aparición dio media vuelta y quedó formado en el mismo lugar el reverso ..." La tarde del día 27 de noviembre de 1830 es, según el Calendario de Tiempos, el Día 374 del Tiempo 757, por lo que H = 851 + 374. 0,8084512 = 1153,3607, estimando 1153m., equivalentes a las DIECINUEVE HORAS TRECE MINUTOS (Hora local), que por la posición geográfica de París, estimada en 2° 15m. E, justifica una hora oficial de DIECINUEVE HORAS Y CUATRO MINUTOS.
COMPROBACION N.O 3: OLVIDO, TRIUNFO Y MISERICO RDIA
Dice la crónica que "El día 15 (de agosto de 1831), fiesta de la Asunción, hacia media mañana, decidió (el Padre Guardián) retomar por el convento de las concepcionistas para indagar lo de la imagen. Nada nuevo. Pasa a la clausura y se establece en el despacho que usa la superiora, para continuar su gestión. Y la 37
Imagen, de improviso, se coloca al lado de sor Patrocinio, con gran sorpresa de los tres reunidos, que son el padre, la madre abadesa y sor Patrocinio. Ante esta novedad se convoca a la Comunidad, y todas las religiosas se convierten en testigos de la aparición y oran con alegría en acción de gracias". El día 15 de agosto de 1831 es el Día 634 del Tiempo 757. Aplicando la consabida fórmula: H = 500 + (634-434) .0,8084512 = 661,69024, estimando 662 minutos, equivalentes a 11 horas y dos minutos. Dada la posición de Madrid, (3° 45 m O), la hora oficial debe incrementarse en 15 minutos, lo que da lugar a una hora oficial de ONCE HORAS DIECISIETE MINUTOS.
COMPROBACION N.o 4: LA SALETTE Antes de proceder a la verificación de la asombrosa precisión horaria, con la que, también en este caso, se determina con matemática exactitud analítica y/o gráficamente el instante de presentación de este singular suceso, según las reglas investigadas en el presente trabajo, parece recomendable, en este caso singular, reproducir, siquiera parcial y mínimamente, un fragmento del decreto emitido el día 19 de septiembre de 1851, por Mons. Filiberto de Bruillard, Obispo de Grenoble. Dice así: "Juzgamos que la aparición de la Santísima Virgen a dos pastores el 19 de septiembre de 1846 sobre una montaña de los Alpes en la parroquia de La Salette, Arciprestazgo de Corps, presenta todas las características de verdadera, y los fieles tienen fundamento para creerla indudable y cierta". y también: 38
"Estamos dispuestos a someter nuestro juicio al de la Cátedra de san Pedro". El juicio de la Cátedra de san Pedro, en esta ocasión, no tardó demasiado, puesto que desde agosto de 1852 se iniciaron los privilegios e indulgencias papales, que culminaron el dos de diciembre del mismo año, al conceder Pío IX "Celebrar el 19 de septiembre la memoria de la aparición de la Madre de Dios de La Salette con Misa solemne". La razón del prólogo anterior, se debe a la circunstancia de ser ésta la primera vez, en toda la Historia de la Iglesia, en que ha quedado constancia documental de una respuesta jerárquica adecuada y oportuna ante una aparición mariana. El hecho no es único, y se va a repetir, con mayores o menores dolores de parto, en seis ocasiones más. El último decreto constante, de igual vigor y transparencia, fue suscrito por el Obispo de Namur, en 1943, sancionando la aparición mariana ocurrida en Beauraing, en 1932. Desde entonces no hemos pasado de Gamaliel el Sanedrita, aplicado a la inhibición jerárquica, moderada en los casos en que, como máxima concesión, se ha permitido el culto y la difusión del hecho, bajo la iniciativa de terceros. Es por ello por lo que un conocido mariólogo francés ha afirmado, y cualquiera puede suscribir, que un acontecimiento como el de Lourdes no sería hoy conocido y reconocido por la Iglesia, como lo fue entonces. Y se cita Lourdes como prototipo de epifanía mariana de mayor transparencia, en la hipótesis de René Laurentin. En cuanto a la hora de la manifestación, dice la crónica de este suceso que, "a las dos y media de la tarde", Melania despertó, y, no viendo a los animales, llamó a Maximino. Ambos bajan, cruzan un arroyo, suben al alto de la colina, y ven que el rebaño está 39
tranquilo, pastando en la otra ladera. Empiezan a volver y detectan la Aparición. Cuando los pastores volvieron en sí, serían "las tres de la tarde". El suceso de La Salette ocurrió, según el calendario -de Tiempos el Día 73 del Tiempo 764, por lo que aplicamos H = 851 + 73 . 0,8084512 = 910,01 minutos, equivalentes a las 15h 10m. Como La Salette está a 6° E de Greenwich, que da entonces la hora oficial de Francia, ésta resulta (-24m.), las CATORCE HORAS Y CUARENTA Y SEIS MINUTOS.
COMPROBACION N.o 5: LOURDES En este caso, vamos a suponer que el tema no necesita presentación, dando por supuesto que el lector sabrá que el día 11 de febrero de 1858 en Lourdes, sobre la hora del mediodía, salieron tres muchachas a buscar leña, y una de ellas, Bernadette, (luego sor María Bernarda, por fin santa MARIA BERNARDA) no se atrevió a pasar el río ... Era el día 763 del Tiempo 768. Sepamos la hora: H = 500 + (763-434) . 0,8084512 = 766 min., equivalentes a las DOCE HORAS Y CUARENTA y SEIS MINUTOS, que no deben modificarse por razones geográficas, al hallarse Lourrles prácticamente sobre el mismo meridiano de Greenwich.
COMPROBACION N.o 6: PONTMAIN En este caso la comprobación no procede, puesto que al ser éste uno de los puntos utilizados para la determinación de la escala horaria, ésta debe satisfacerse por hipótesis. 40
COMPROBACION N.o 7
FATIMA
Aunque los pastorcillos de Fátima fueron preparados por un ángel con anterioridad, las apariciones de la Santísima Virgen se iniciaron un domingo, día trece de mayo de 1917. Los niños habían comido su frugal almuerzo y rezado su telegráfico Rosario ("Dios te salve, María", "Santa María"), cuando, jugando a construirse una casa con piedras, un relámpago interrumpió su juego... Era el Día 703 del Tiempo 793, luego H = 500 + (703-434) . 0,8084512 = 717 minutos, a los que hay que sumar 34, correspondientes a los 8 0 30m O del lugar respecto del MG, del que toma su hora oficial, la cual resulta a las DOCE HORAS Y TREINTA Y UN MINUTOS.
COMPROBACION N.O 8: BEAURAING Las crónicas que refieren las apariciones de Beauraing, tanto si proceden de autores que las defienden, como René Laurentin o Sánchez Ventura, o de críticos incrédulos como Kevin Mc Clure, convienen en ofrecer una información particularmente deficiente para la determinación del instante en el que la manifestación demuestra su momento de presentación pública como tal. El día 29 de noviembre de 1932, sobre las dieciocho treinta horas, unos niños, yendo a buscar a su hermana al colegio de ésta, en compañía de otras dos niñas, divisan una figura resplandeciente por encima de un puente, suceso que se repite al día siguiente. El jueves día uno de diciembre, al volverla a ver, caen conjuntamente de rodillas, describiendo posteriormente la visión, a lo largo de la cual una de las niñas, llamada Femanda Deigembre, pregunta a la 41
figura vista si es la Virgen Inmaculada, a lo que la Santísima Virgen contesta con una inclinación de cabeza. El siguiente encuentro tiene lugar el domingo día 4, en el que los niños preguntan cuándo deben volver, y se les responde que el día de la Inmaculada Concepción. En la aparición del día 17 de diciembre la Santísima Virgen pide la construcción de una capilla; en la del día 21 afirma: "Yo soy la Virgen Inmaculada", y en la del 23 explica el motivo de su visita: Quiere que se hagan peregrinaciones al lugar. La última aparición tuvo lugar el día 3 de enero siguiente. A lo largo de los treinta y seis días transcurridos desde el 29 de noviembre y el 3 de enero referidos, nuestra regla horaria oscila entre H = 851 + 307.0,8084512 = 1099 min, y H = 851 + 343. 0,8084512 = 1128 mino A ambos resultados hay que restar 20 mino por hallarse el lugar a 5° E respecto del MG, transformándose los números obtenidos en 1079 y 1108 minutos, respectivamente, es decir, entre las diecisiete horas cincuenta y nueve minutos y las dieciocho horas veintiocho minutos. En la evaluación final se comprobará la correspondencia entre este margen de indefinición y la que concurre con el tema fundamental con el que esta manifestación se enlaza.
COMPROBACION N.o 9: BANNEUX Nuevamente las crónicas son imprecisas. La familia Beco solía retirarse a dormir sobre las siete de la tarde, en el invierno de 1932-33. Una de las hijas del matrimonio, Mariette, antes de acostarse, mirando por la ventana, cree divisar una figura luminosa en el jardín, impidiéndole su madre salir. Al día siguiente cuentan lo sucedido al padre de familia y al párroco, que se 42
muestran escépticos. La presión interior de la niña vidente es tal que, en desprecio del frío exterior, al día siguiente y sobre la misma hora, se decide a rezar de rodillas en el lugar donde cree haber visto la aparición, la cual se vuelve a producir en días sucesivos. El inicial había sido el 15 de enero. En el encuentro correspondiente al día 18, la Santísima Virgen dice: "Esta fuente queda reservada para Mí". El jueves 19 se repite el prodigio y la Señora afirma "Yo soy la Virgen de los Pobres". El 20, pide la construcción de una capilla y el suceso se prolonga hasta el día 2 de marzo, fecha de la última aparición. Referido el suceso el día 15 de enero, la determinación horaria debe tener en cuenta que se trata. del Día 354 del Tiempo 800. La hora local se determina por la consabida fórmula H = 851 + 354 . 0,8084512 = 1137 mino Ello supone las dieciocho horas cincuenta y siete minutos, de donde se deben restar unos veinte minutos aproximadamente, por geografía. Antes de proseguir con la comprobación horaria de los restantes casos investigados, parece conveniente puntualizar algunas consideraciones, que pueden ayudar a una mejor comprensión de los temas expuestos, facilitando, al mismo tiempo, la introducción para la evaluación final del conjunto. Primeramente, el lector habrá notado que la verificación horaria, tiene lugar, en cada caso, en el momento que podríamos llamar el más característico de la manifestación sobrenatural. En los casos vistos, este momento es de fácil identificación. Se trata del instante en que la manifestación se hace pública. Así, en Méjico, los encuentros de la Santísima Virgen con Juan Diego, comenzaron en el amanecer del sábado, día 9 de diciembre de 1531, pero el momento 43
culminante o más característico de la manifestación de Santa María de Guadalupe, tuvo lugar al producirse la estampación sobrenatural de la Imagen de la Santísima Virgen. Cuando la Iglesia asuma el hecho, concediendo oficio propio a la conmemoración de estas apariciones, dispondrá que su festividad tenga lugar el día 12 de diciembre, aniversario del día de la estampación. Es entonces cuando se verifica la Ley horaria comprobada. Igualmente, sor Catalina Labouré, en el tema de la Medalla Milagrosa, tuvo su primer encuentro con la Santísima Virgen en la noche del 18 al19 de julio de 1830, pero fue el día 27 de noviembre del mismo año cuando ocurrió el suceso que habría de dar lugar a la festividad de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, y es en este día en el que se produce nuevamente la confirmación de la regla horaria determinada. Sor Patrocinio entró en éxtasis por primera vez el día 13 de agosto de 1831, entre cinco y seis de la tarde, hallándose rezando en el coro, mas la milagrosa aparición de la Imagen de Nuestra Señora del Olvido, Triunfo y Misericordias, tuvo lugar en la mañana del 15 de agosto, dos días después del primer encuentro, en cuya fecha se conmemora la festividad, y a cuyo acontecimiento se refiere la verificación de la regla horaria. Los sucesos de La Salette y Pontmaín no ofrecen dudas, puesto que en ambos casos los hechos ocurrieron puntualmente en un único día. La Santísima Virgen se apareció en dieciocho ocasiones a Bemadette Soubírous, en el año 1858, entre el 11 de febrero y el 16 de julio, mas la comprobación horaria efectuada, se refiere al primer encuentro, siendo también el once de febrero la fecha estimada por la Iglesia para la conmemoración de las apariciones de Lourdes. 44
Los sucesos sobrenaturales de Fátima comenzaron tiempo atrás del primer encuentro de la Santísima Virgen con los pastorcillos, y se prolongaron en cinco ocasiones posteriores, como ello es sabido, después del trece de mayo de 1917. La regla horaria está referida al día 13 de mayo, y al instante de este primer encuentro. También la conmemoración litúrgica tiene lugar el trece de mayo. Los hechos de Beauraing y Banneux quedan determinados en el día de presentación de cada uno de los dos casos, dada su defectuosa crónica. Las consideraciones anteriores pueden haber dejado claro al lector que a cada manifestación corresponde un instante característico, en el que se verifica el cumplimiento de la regla enunciada. La determinación de este instante, por otra parte, resulta muy fácil en los casos vistos, y no es en absoluto difícil de hallar en los que restan por exponer. Veamos a continuación el tratamiento dado por la Iglesia a cada uno de estos sucesos. Guadalupe es un caso singular, ocurrido en presencia del obispo, según la crónica. No obstante, Roma tardó doscientos veintitrés años en conceder oficio propio, extraño ejemplo de demora, que tendrá su justificación en el desarrollo histórico del procedimiento seguido. El tardío reconocimiento se trató de compensar con la amplitud y solemnidad de que se revistió: se incorporaron textos de la crónica -"Nican Mopohua"- a las oraciones litúrgicas del oficio, y se concedió fiesta solemne en perpetuo, "con rito doble de primera clase y con octava", a través de un "Breve" otorgado por Benedicto XIV. Posteriormente, el día doce de octubre de 1895, fue coronada canónicamente la deformada Imagen. Los temas denominados sucintamente Medalla Milagrosa y Olvido, que guardan grandes similitudes, re45
cibieron, en principio, un idéntico tratamiento por parte de la jerarquía. Ambos se originan en sendas confidencias a religiosas, y en ambos casos se alcanzó rápidamente la permisión del culto y la difusión del hecho, sin más concesiones. No obstante, la difusión se produjo con muy dispares resultados en uno y otro suceso, pues mientras las conversiones de Alfonso de Ratisbona y del arzobispo Pradt fueron causa de gran resonancia en la Iglesia, favoreciendo la gran difusión alcanzada por la Medalla Milagrosa, la imagen del Olvido, tras recibir el favor de la Reina Isabel 11,vino a ser mudo testigo de las dificultades, destierro, calumnia y persecución a que se vio sometida sor Patrocinio casi hasta su muerte, ocurrida en Guadalajara en 1891. Solamente un año más tarde, en 1892, se coronaba canónicamente la imagen de la Medalla Milagrosa, a la que León XIII había concedido oficio propio. Fue una imagen de la Medalla Milagrosa, la que se expuso en la gruta de Lourdes, hasta 1864. Con Nuestra Señora del Olvido, ha ocurrido en España lo que queda explicado en el primer apellido de la advocación: se ha olvidado. Entre los acontecimientos habidos en La Salette y Banneux, se inscriben, en orden cronológico, los ocurridos en Lourdes, Pontmain, Fátima y Beauraing, todos ellos excepcionalmente refrendados por decretos pastorales expresivos del suceso sobrenatural respectivo. Los acontecidos en Francia y Portugal, han alcanzado oficio propio a distintos plazos: 1852 (L.S.), León XIII (L), 1922 (P) Y 1962 (F). La coronación canónica de imágenes ha tenido lugar en Lourdes (1876), Pontmain (1936) y Fátima (1946). Estos sucesos capitalizan en su conjunto el máximo crédito otorgado por la jerarquía eclesiástica a las epifanías marianas acontecidas en la Historia y cronoló46
gicamente determinadas con documentación cierta. A partir de ellas, la multiplicación de casos presuntos, haría interminable o incompleta su relación, dando lugar a una receptividad eclesial menos comprometida y más escrupulosa. Los sucesos que a continuación vamos a evaluar, en cuanto a la comprobación del cumplimiento en ellos de la regla horaria según la cual el momento característico de la manifestación sobrenatural, ocurre o tiene lugar a una hora predeterminable que está en función del Día en que el hecho sucede, no tienen cartas de crédito oficial de tanto rango como las anteriores, o carecen de ellas; están menos divulgadas, además, por ser más recientes, al extremo de estar algunas aún en proceso de gestación, y han de aflorar en un mundo cada vez más hostil y menos receptivo a ellas, en el seno de una Iglesia que ha de defenderse y defendernos de un enemigo que, habiendo accedido a sus vergeles, planta en ellos, con prodigalidad exasperante, su cizaña por doquier. Ya no quedan calles ni plazas sin sus correspondientes videntes y sus correspondientes visiones. Y todos parecen saberse igual de bien la lección.
COMPROBACION N.o 10:
LA CODOSERA
Este singular suceso tuvo lugar a partir del día 27 de mayo de 1945, en un pequeño y apartado pueblo de Badajoz muy próximo a la frontera de Portugal, y tal vez decir pueblo sea mucho decir para dar referencia de una pequeña aldea "rodeada de milenarios castaños, encinas y olivos y, sobre todo, de viejísimos alcornoques". "No es fácil llegar allá, pues, falta de comunicaciones, es verdaderamente penoso el viaje". "Es que la Santísima Virgen escogió este lugar para 47
una de las manifestaciones sobrenaturales más grandes de estos últimos tiempos". Los anteriores entrecomillados han sido extraídos de la página 11 de un librito titulado "La Codosera", del que son autores Pascual Arias, de la Cruzada Mundial "PRO-FATIMA" y "Un sacerdote devoto de esta Santa Cruzada". En su primera contraportada, se lee: "Este libro se publica con todas las licencias eclesiásticas", y en la contracubierta: "Campaña Mundial Pro-Fátima, O'Donnell, 41. Madrid". La principal vidente de esta manifestación fue una niña llamada Marcelina Barroso Expósito, que tenía, a la sazón, diez años. Es la principal, por cuanto fue la primera de las personas del pueblo que vio a la Santísima Virgen aquel 27 de mayo a las tres de la tarde, y porque fue la primera a quien la Virgen se manifestó, para expresarle sus deseos, en la mañana del día 4 de junio. Tuvo también comunicaciones sobrenaturales -limitadas a siete ocasiones- Afra Brígido Blanco, de 17 años, que quedó estigmatizada permanentemente desde el día 14 de septiembre hasta hoy, puesto que ambas sobreviven, habiendo tomado el estado religioso las dos, después de aquellos extraordinarios sucesos. Aunque la convocatoria de oración -Rosario- se rezó en el lugar de la aparición, en un campo de castaños llamado El Marco, por indicación de la Santísima Virgen, siempre a las tres de la tarde, el momento que se ha venido llamando "característico" de esta manifestación se identifica fácilmente en la lectura de los hechos narrados por la propia niña Marcelina Barroso, la cual, en los sucesivos días posteriores al 27 de mayo, volvió regularmente al lugar de las apariciones, acompañada de un número creciente de personas, que llegaron a ser más de quinientas, muchas de ellas venidas de Portugal, el día 31. 48
El atractivo que sentían los lugareños y los vecinos portugueses para acompañar a la niña, y ponerse a rezar, todas las tardes, es que muchos de ellos "vieron", como la propia Marcelina, diferentes figuraciones del Señor y de la Santísima Virgen, mientras rezaban, y el hecho siguió así, hasta que... (Cf. págs. 19 y 20 dellibro citado): "El día 4 de junio PRESINTIENDO COMO UNA FUERZA O MOCION INTERIOR, QUE LA SANTISIMA VIRGEN QUERRIA MANIFESTAR EL MOTIVO DE AQUELLAS APARICIONES Y DECIRLE LO QUE QUERIA, llegóse con otras personas, A LAS DIEZ DE LA MAÑANA, al referido lugar, y a poco comenzó a ver como una nubecilla, a pocos metros de 'distancia, como cien pasos, tocando la tierra; y, disipándose poco a poco, APARECIO LA SANTISIMA VIRGEN y LE MANIFESTO, con voz sólo para ella perceptible, que volviese por la tarde, a la hora de los otros días, y que fuera de rodillas, después de santiguarse, desde un regacho hasta un castaño que crece a una distancia de ochenta pasos (en camino de espinos y erizos, maleza y guijos, que la niña pasó sin molestia alguna, ya que según ella, la Santísima Virgen le había preparado una como muy mullida alfrombra de hierbas y verdes juncos por la que anduvo con toda comodidad y sin sentir molestia ni el menor daño). Del anterior párrafo hay que deducir el día y el momento característico de esta manifestación extraordinaria, a lo largo de la cual la Santísima Virgen, en dulces diálogos con la niña, que siempre iniciaba después de invitarla a santiguarse, y cuyas primeras palabras fueron" ¿Quieres venir conmigo?", para rogar la construcción de una capilla, culminó desarrollando en la criatura una fuerte vocación religiosa, desde casi entonces ejercitada. 49
La autoridad eclesiástica acogió con evidentes signos de agrado y benevolencia este suceso, y no se opuso a la construcción de la suplicada capilla, la cual favoreció. Mas tampoco se vio conmovida a publicar uno de aquellos contundentes decretos pastorales de antaño, seguramente porque ya habíamos entrado en los nuevos tiempos de Gamaliel el Sanedrita, aplicado hasta la Eternidad. Ahora nos corresponde verificar la hora que nuestra regla determina para el día 4 de junio de 1945, (Día 536 del Tiempo 805) H = 500 + (536-434).0,8084512 = 582 minutos, a los que hay que agregar 29 min., dada la longitud geográfica de La Codosera (7° 15m O), totalizando 611 minutos, equivalentes a las DIEZ HORAS y ONCE MINUTOS. Nótese que, en este caso, (1945 en una pequeña aldea de difícil y penoso acceso, no hay que tener en cuenta las mutaciones frecuentes de la hora oficial por disposiciones oficiales, puesto que estos cambios no se tenían en cuenta, ni mudaban el horario de siempre del lugar).
COMPROBACION N.O 11:
TRE FONTANE
Bruno Cornacciola fue combatiente en la Guerra Civil española, en la que aprendió de un compañero de armas alemán que lo que había que hacer con el Papa era matarlo, para lo que dispuso un puñal en cuyo mango grabó: "MATAR AL PAPA" Madurando su descabellado propósito, propuso a su esposa, española, apostatar del catolicismo para aceptar el protestantismo, a lo que ella opuso la singular resistencia de aplazar tal decisión hasta haber cum50
plido ambos la devoción de los "Nueve primeros viernes de mes", y así lo convinieron. El día 12 de abril de 1947, sábado in albis, acompañó Bruno a sus tres hijos, a un lugar de las afueras de Roma, Tre Fontane, y el juego de los niños a la pelota, poco antes de las tres y veinte minutos de la tarde, se interrumpió al irse a alojar la dicha pelota en una gruta. En busca de ella fueron los niños, sucesivamente, y tras los niños su padre, de modo que, en orden de llegada fueron entrando en éxtasis, para contemplar a quien dijo: "Yo soy la que está en la Divina Trinidad". Tras recordar a Bruno que los Primeros Viernes cumplidos "antes de entrar en el camino de la mentira", le habían salvado de permanecer en él, le profetizó el singular camino por el que volvería a abrazar la fe católica, el cual se cumplió exactamente a las pocas semanas. Bruno volvió a ver a la Santísima Virgen, sin que ésta manifestara o pronunciara expresión alguna, los días 6 de mayo, víspera de la abjuración de sus errores, tras una profunda instrucción, y 23, repitiéndose la visión en silencio. El día 30, pese a haber trabajado todo el día y estar cansado, siente el deseo de ir a rezar el Rosario a la gruta. La Santísima Virgen ilumina con su resplandor la oscuridad y le sonríe al decir: "Vete a mis queridas hijas, las Maestras Pías Filipenses, y diles que recen por los incrédulos y por la incredulidad del barrio". Al salir de la gruta y localizar el convento, eran las nueve de la noche. Aunque el vidente, que ha dedicado la mayor parte de su vida al apostolado, siguió teniendo hasta veintidós encuentros más con la Santísima Virgen, quedan definidos los datos necesarios para localizar el momento característico de la manifestación, debiéndolo elegir entre las tres y veinte de la tarde del día doce de abril de 1947, en el que un potencial asesino so51
portó un encuentro sobrenatural, que le recondujo posteriormente al seno de la Iglesia, o el treinta de mayo cuando un ferviente católico, que siente el impulso de la oración, recibe una información, o mejor, un mensaje de la Santísima Virgen que pretende la conversión de las almas que viven en el entorno dellugar donde Ella se había manifestado. Parece mucho más propio éste último. Queda por decir que Bruno Comacciola tuvo la ocasión de entregar al Papa Pío XII el puñal que había adquirido para matarle, y que el mismo Papa bendijo en el siguiente mes de septiembre la estatua policromada de tamaño natural de la Virgen de la Revelación, que fue colocada en la gruta de las apariciones. La actitud jerárquica, como ya se podrá sospechar por las fechas, ha sido de permisión del culto y difusión del hecho, sin mayores compromisos. Y tampoco merece esa actitud que se saque demasiada punta al lápiz de la decepción, puesto que la Santísima Virgen, al manifestarse en cualquier lugar, jamás ha pedido que su presencia sobrenatural fuera reconocida; ha pedido oración y culto, y cuando ello se concede o se logra, no hay motivos para llorar; puede ser que haya motivos para llorar, cuando concurriendo una masiva y prolongada demanda de permisión de culto, éste no se conceda, mas no hallo motivos para exigir a la autoridad jerárquica que reconozca una aparición sobrenatural más allá de lo que su conciencia se lo demande, sean cuántos sean los casos en que esta convicción, a título personal y en conciencia, se puedan producir en tomo a unas supuestas apariciones. Queda por evaluar la comprobación horaria, a partir del dato estimado como día característico de la manifestación: 30 de mayo de 1947, al que corres52
ponde, en el calendario de Tiempos, el Día 394 del Tiempo 806. Aplicamos H = 851 + 394.0,8084512 = 1169 mino (Hora Local) La hora oficial se obtiene restando 50 mín., por estar Roma a 12,5° E del GM, y sumando 120 a la hora GMT, consecuencia del horario oficial de Italia en la primavera de 1947, lo que definitivamente determina las VEINTE HORAS Y TREINTA Y NUEVE MINUTOS, en el momento de la Aparición.
COMPROBACION N.o 12:
MONTICHIARI
Este caso ofrece unas características muy complejas y singulares, por tratarse de una manifestación que tuvo lugar en diversas fases, -se supone que tres, si la tercera fase abarca dos tandas de apariciones-. La autoridad jerárquica se ha inhibido del suceso, pese a la docilidad de la vidente, Pierina Gilli, enfermera de un hospital anexo a la parroquia de Montichiari, de donde se traslada, en las sucesivas fases del proceso, a Fontanelle y finalmente, siguiendo las instrucciones del prelado, a un convento de Brescia. Parece ser que la vidente, resumiendo el proceso, si lo tengo bien entendido, (pues la información dispuesta no ha consistido sino en unas notas a mano, tomadas a modo de traducción y resumen de un folleto original escrito en inglés), mientras reza al anochecer, recibe la "visita" de la Santísima Virgen, con el objeto de que se efectúe una convocatoria de oración pública, a las doce del mediodía, a lo largo de la cual Ella se manifestará dando unos mensajes, claramente dirigidos a sacerdotes y religiosos. La vidente, en cada ocasión, toma previo contacto con su prelado, de quien solicita autorización para la pública convocato53
ria, permiso que se concede en principio, mas cuando los sucesivos "encuentros" atraen a un auditorio más numeroso cada vez, el obispo corta el tema, trasladando a la vidente de localidad. Los cambios de localidad van dando lugar a las distintas fases, en cuyo conjunto se totalizan treinta y tres apariciones supuestas. La información disponible da a entender que la evaluación eclesial de estos hechos se encargó a una comisión claramente dispuesta de antemano para no avalar el tema, sin lograr descalificarlo tampoco. Esta posible manifestación se mantiene desde su origen -primavera de 1947- "sub judice", sin decirse oficialmente de ella " ni sí, ni no, sino todo lo contrario". Con el nombre de la manifestación de la Rosa Mística, que la Santísima Virgen se da, a partir de la aparición supuesta el día 13 de junio de 1947, pese a las dificultades, se difunde el hecho en folletos que se traducen, por lo menos, al inglés, al francés y al español, además de los originales italianos. Un mariólogo reconocido como Laurentin, ya citado a lo largo de este trabajo, parece otorgarle su crédito personal al difundir el hecho en una de sus obras sobre apariciones de la Santísima Virgen, siendo ésta una de las que selecciona para su narración. Estas difusiones no comportan necesariamente, por otra parte, una expresa autorización eclesiástica, sino que se acogen más bien a la derogación de los cánones 1399 y 2318, según decreto de 29 de diciembre de 1966. Y sobre todo, a la libertad para la publicación de temas de investigación, aplicada a sucesos que, por haberse generado recientemente, no han sido previamente estudiados. La razón de incluirla en esta relación será más apreciable cuando alcancemos las conclusiones finales. Mi postura personal en este caso, es de adhesión a la vertiente más positiva de la indecisa actitud de la jerar54
quía. Pienso que, a los cuarenta años transcurridos desde la generación del suceso, ha habido tiempo sobrado para su descalificación, si se hubiera podido encontrar causa que la justificara. Ahora estamos ante un caso en el cual la evaluación de la regla horaria, no puede ser muy lucida, por falta de la información de contraste. Hay que estimar que el día característico de esta manifestación, llamada de la Rosa Mística, sea el día que la Santísima Virgen se manifiesta como tal. Ello ocurre el día 13 de junio; por otra parte, el encuentro previo de la Santísima Virgen con la vidente, se produce durante la oración de ésta, al anochecer. El día 13 de junio de 1947 es el Día 408, del Tiempo 806, en el calendario de 'I'iempos, luego H = 851 + 408.0,8084512 = 1181 mino Hay que restar ahora 41 mino por geografía, (Montichiari tiene una longitud geográfica de 10° 15m E, respecto del GM), y sumar 120 para transformar la hora GMT, en la oficial de Italia entonces. El resultado supone el encuentro de la Santísima Virgen con la vidente a las VEINTIUNA HORAS.
COMPROBACION N.O 13:
GARABANDAL
El día 18 de junio de 1961, en un pequeño pueblo montañoso de la provincia de Santander llamado San Sebastián de Garabandal, unas niñas dieron fe de haber tenido comunicaciones con un ángel, iniciándose con ello un conjunto de hechos extraordinarios, a lo largo de los cuales se supone que el día dos de julio siguiente tuvo lugar la primera de las manifestaciones sobrenaturales de la Santísima Virgen, en figuración de Virgen del CARMEN. A partir del 18 de octubre del mismo año, se dieron a conocer supuestos mensa55
jes, que se sucedieron hasta el mes de junio de 1965, prolongándose los encuentros extraordinarios o visiones hasta el día 13 de noviembre subsiguiente, en el que tuvo lugar el último de estos acontecimientos. Estos hechos no fueron acogidos favorablemente por la jerarquía eclesiástica, cuyo comportamiento propició el aturdimiento o cobardía de las cuatro niñas videntes, consumando su negación del hecho sobrenatural que podrían haber experimentado. Para mayor confusión, cuando la recuperación de su estado de pánico o miedo tuvo lugar, tres de ellas se han mantenido en actitud testimonial positiva, alegando que la Santísima Virgen les había sugerido que no accedieran a situaciones en las que sintieran temor, y que, si se veían en ellas, se sintieran también en libertad para optar por la negación si no querían acceder al sufrimiento, recordando el padecido por los pastorcillos videntes de Fátima. En contraposición, la cuarta vidente, se mantiene en actitud de negación, contravenida por sus compañeras, que recuerdan que la Santísima Virgen, supuestamente, se refirió a la negación que una de ellas sostendría. Estos antecedentes han dado lugar a que muchos se hayan desinteresado de estos acontecimientos, alegando que "estas cosas no son necesarias", mientras otros muchos, fieles a su conciencia y a su gratitud, se han impuesto la incómoda tarea de enderezar entuertos y acreditar, con su testimonio apostólico y piadoso, su derecho a la fe en unos acontecimientos que les conmovieron y cambiaron el rumbo y el sentido de su vida. Este es el momento de decir que, en referencia a las manifestaciones sobrenaturales, nadie tiene derecho a generalizar máximas sobre su necesidad, aunque cada uno tenga el libérrimo derecho de evaluar su respuesta S6
personal, y, a título personal, decidir su actitud sobre todas o cualquiera de ellas según su conciencia, mas ¿quién es quién para someterse al riesgo de atreverse a decir al Amor de Dios lo que es necesario? Es un hecho, por lo demás, conmovedor, el éxito que los esforzados apóstoles de esta manifestación, han alcanzado fuera de nuestras fronteras, particularmente en los Estados Unidos y en Australia. He conocido personalmente a algunos de ellos, y su testimonio de fe, me ha conmovido también. La jerarquía eclesiástica, heredera del problema generado con la negación de las videntes, no ha logrado, a la actual distancia de aquellos hechos, emitir un claro juicio sobre ellos, manteniendo "sub judice" el proceso para su evaluación. A nosotros corresponde verificar solamente el cumplimiento de una regla horaria que también en este caso se verifica con rigor. El día 2 de julio de 1961 dio comienzo al Día 333 del Tiempo 812, por lo que debe aplicarse H = 851 + 333.0,8084512 = 1120 min., a los que hay que agregar 18 mino por longitud geográfica, respecto del MG (4,5 0 O), Y 120 min., consecuentes a las disposiciones gubernamentales sobre la hora oficial en vigor, lo que totaliza 1258 min., equivalentes a las VEINTE HORAS Y CINCUENTA y OCHO MINUTOS.
COMPROBACION N.O 14:
SAN DAMIANO
Nuevamente nos encontramos en la oportunidad de verificar el cumplimiento de la regla horaria en un caso que la jerarquía eclesiástica no ha logrado calificar ni descalificar y que, iniciado el día 16 de octubre de 1964, dio lugar a la apreciación de muchos fenó57
menos solares y a la difusión de mensajes de marcado contenido escatológico. El tema fue interrumpido por la intervención del obispo, que impuso silencio a la vidente desde 1970. Llama la atención de esta manifestación, conocida como la de la "Milagrosa Señora de las Rosas" -nombre que se dio, supuestamente, la Santísima Virgen en un "mensaje" del mes de octubre de 1969-, el dato de corresponder, a la fecha de su presentación (16.10. 1964), el Día 666 (del Tiempo 813). La vidente de este suceso, conocida como "Mamma Rosa", es una humilde mujer, madre de tres hijos, llamada Rosa Quattrini. La primera aparición tuvo lugar en el día ya indicado, cuando, a la hora del toque para el "Angelus", -que en San Damiano tenía lugar todos los días a las doce menos cuarto- una amiga llama a la vidente desde la calle, invitándola a salir. Rosa siente la impresión de que no debe acceder, por lo que ruega a la amiga que pase a la casa. En este momento, siente una voz interior que le dice: "Sal de esta habitación". Sale, recibe a la amiga visitante y ambas van al jardín, donde principian el rezo del Rosario; después de recitar la primera decena, ocurre la aparición de la Santísima Virgen sobre un peral. En el breve diálogo que tuvo lugar, la Santísima Virgen, supuestamente, solicitó de Rosa su disponibilidad para una misión de ayuda y de consuelo; tras las excusas de la vidente, alegando su incultura e incapacidad, la Virgen la conforta prometiendo "signos" y "mensajes", que han de ser dados a conocer a todo el mundo. El día 11 de febrero de 1970, el obispo de Asís, Giuseppe Placido Nicolini, O.S.B., compuso e indulgenció una oración dirigida a la Milagrosa Señora de las Rosas de San Damiano. Poco después, la autoridad eclesiástica impuso silencio a la vidente. 58
Como veremos en el último de los casos comprobados, el Día 666 del Tiempo 821, se inicia en San Nicolás (Argentina), una manifestación sobrenatural de la Santísima Virgen, vindicando el nombre de Nuestra Señora del Rosario, que, pese a ser la más reciente de todas las manifestaciones comprobadas (25.9.1983), ha sido admitida por el obispo y adquiridos los terrenos para la erección de la consabida capilla solicitada. Me han contado una anécdota según la cual, al informar el Obispo de San Nicolás a S.S. el Papa, sobre su evaluación positiva de los sucesos extraordinarios ocurridos en su diócesis, éste respondió: "En este momento se están evaluando en la Iglesia MIL DOSCIENTOS casos". Por lo demás, la consabida verificación de la hora, se cumple escrupulosamente: H = 500 + (666-434).0,8084512 = 687 min., a los que hay que restar 32 (8° E), y sumar 60 (horario de invierno en Italia), para obtener la hora oficial: 715 min., que suponen las ONCE HORAS CINCUENTA y CINCO MINUTOS.
COMPROBACION N.o 15:
EL ESCORIAL
Como ya se ha dicho en la comprobación n.º 6 (Pontmain), aquí la verificación de la regla horaria no procede, puesto que, al haber sido uno de los puntos estimados en el estudio, para la determinación de la función lineal, ésta debe satisfacerse por hipótesis. Aunque esta manifestación se mantiene "sub judice", lo que entra dentro de lo razonable, dada su fecha de presentación (15.11.80), todo crédito a este trabajo, pasa por el previo crédito a la manifestación que viene ocurriendo en El Escorial, sin cuyos datos 59
no hubiera sido posible efectuar el estudio. Ya se ha dicho que hay personas que se permiten difundir supuestas epifanías marianas mediante publicaciones, cuando, por recientes, están siendo evaluadas por la Iglesia, acogiéndose a que son trabajos de "investigación" . Yo he visto algunos de esos libros y folletos, y no me ha sido dado descubrir lo que en ellos hay de investigación por ninguna parte; a mi modesto saber y entender, son trabajos para la difusión de los hechos que se narran. No es el caso ni el espíritu de este trabajo, que se hace en primer lugar y ante todo para la Iglesia, aprovechar el derecho a la publicación sin censura de los trabajos de investigación, para abundar en la difusión innecesaria de manifestaciones sobrenaturales supuestas, las cuales, por cualesquiera razones, no han sido evaluadas, Se ha pretendido dar, en los casos "sub judice", la información estricta para justificar la objetividad con la que se han estimado los datos necesarios para el objeto pretendido. Y todos los casos hasta ahora referidos, lo han sido por necesaria razón, como el lector habrá de comprender antes de finalizar su lectura. Este trabajo pretende ser profundamente respetuoso con la jerarquía eclesiástica en todos los casos, y exquisitamente delicado con su responsabilidad; mas delicado en el sentido aquel según el cual "nada hay más fuerte que la delicadeza". Y no es delicadeza la conformidad y pasiva aceptación de las inexplicaciones innecesarias o las explicaciones insuficientes. Eso no es delicadeza. Propondré un ejemplo. NO ES la virtud de la PRUDENCIA la que exhibe la Iglesia, y naturalmente que me refiero a la única y verdadera Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo, de la cual me considero dichosamen60
te el último de sus miembros, al postergar hasta los siglos XIX y XX la proclamación de los dogmas marianos relativos a la Inmaculada Concepción y a la Asunción, respectivamente, habida cuenta de que la Revelación Pública quedó cerrada y sellada antes de terminar el siglo 1, y que John Duns Scot, el insigne "Doctor Inmaculatae Conceptionis", alcanzó el sueño de los justos en el año 1306. Eso no es prudencia. Como no es aceptable la inexplicación según la cual se ha dicho entre nosotros tantas veces, que las maravillosas mariofanías habidas en Francia a lo largo del siglo XIX deben interpretarse a la luz del mal estado espiritual de los franceses en la época, silenciando, o ignorando penosamente, que la progresiva actividad sobrenatural mariana, detectable desde 1830, se inicia con dos sucesos muy similares y casi simultáneamente, en Francia y en España. Pero mientras la Iglesia francesa, "en muy mal estado", acogió la Medalla Milagrosa como el tesoro que es, y propició su difusión por todo el mundo hasta alcanzar de Roma, antes de terminar el siglo, la coronación canónica de su imagen y su fiesta litúrgica con oficio propio en el aniversario de su manifestación, nosotros, "en muy buen estado espiritual" al parecer, acogimos la milagrosa imagen de Nuestra Señora del OLVIDO ( ¡Y qué buen nombre se dio para nosotros!), y no cavamos un hoyo para enterrarla, de verdadero milagro. ¿Qué hemos hecho por-Nuestra Señora del Olvido, Triunfo y Misericordias? ¿Quién ha tomado nota de que Lucía de Fátima vino a España para damos a conocer desde Tuy el mensaje y la devoción de los Primeros Sábados? ¿Quién conoce a Nuestra Señora de CHANDAVILA, en La Codosera? ¿Qué estamos haciendo con GARABANDAL a los veinticinco años de unos hechos que han dado la vuelta al mundo y enamorado y 61
conquistado almas para Cristo por todas partes? Nuestra supuesta condición de pobladores de la "Tierra de María", se ancla en añosas tradiciones medievales, cada vez más oxidadas. Porque también a las antiguas arras que conservan el precioso tesoro de nuestras más acendradas y seculares tradiciones devocionales, les está saliendo una termita de rápida y destructiva actividad, a la que se da el pretencioso nombre de "rigoricismo histórico"; habiendo constatado la inevitable indocumentación residual de nuestras imágenes más veneradas, brigadas de demolición en mangas de camisa, paquete de pitillos, secretaria y aires de inquietudes intelectuales, trabajan en el empeño de descapitalizar y desnaturalizar todo lo que puede ser causa de devoción a la Santísima Virgen, que es de lo que se trata. Entre tanto, los más incautos, siguen explicándose y explicando que la Santísima Virgen se manifestó en Francia "porque los franceses estaban muy mal". Los franceses no estaban tan mal, y tanto religiosa como eclesiásticamente, les debemos mucho. Fue Francia; desde la conversión de Clodoveo, la hija primogénita de la Iglesia, la primera nación cristiana del mundo, influyendo, con anticipación de casi un siglo, en la histórica e interesada conversión de Recaredo. De Francia procedió la reforma monacal cluniacense, generadora del Císter de Bernardo de Claraval, al que debemos nuestros primeros conventos medievales; a través de ellos, recibimos e incorporamos la liturgia latina que fue sustituyendo a nuestros primarios ritos mozárabes. Fue Francia la reformadora de un papado que, esclavizado en las rivalidades de las familias aristocráticas romanas, llegó a ser casi vasallo de los emperadores del Sacro Imperio Germánico. Francia, la reformadora del clero secular, a partir de la institución de los canónigos regulares premonstratenses. 62
La Sorbona ha sido durante muchos siglos la fuente y el semillero mejor de la Iglesia para el estudio y el desarrollo de la Filosofía y de la Teología Cristiana, y el
Sagrado Corazón de Jesús quiso hacer en Francia las confidencias que dieron lugar al conocimiento de su devoción en la Iglesia. Los franceses nunca han estado tan mal, y de ello da fe la espléndida acogida y la extraordinaria difusión que han sabido dar a sus epifanías marianas. Si la Santísima Virgen hubiera optado por bajar unos cuantos kilómetros desde Lourdes, ¿quién puede afirmar, a la luz de la experiencia histórica, lo que hubiera obtenido de nosotros? Sabemos, sí, que la elección de Francia está justificada en la ejemplar respuesta de la jerarquía y del católico pueblo francés. Monseñor Filibert de Bruillard, Obispo de Grenoble, a los cinco años de la aparición de La Salette; Monseñor Laurence, Obispo de Tarbes, antes de cuatro años de los de Lourdes, y Monseñor Wicart, Obispo de Laval, solamente un año después del suceso de Pontmain, sin teléfonos, ni télex, ni automóviles, ni aviones, supieron practicar todas las diligencias necesarias para poder afirmar ante sus diocesanos, mediante decretos cuidadosamente estudiados, - QUE TAL APARICION CONTIENE TODAS LAS CARACTERISTICAS DE LA VERDAD, Y QUE LOS FIELES PUEDEN CREERLA POR CIERTA. y habiendo hecho constar humildemente que sometían su criterio al de la Cátedra de san Pedro, éste no ha hecho sino confirmar, con toda clase de bendiciones, el acierto de su evaluación. Carecen, por lo tanto, de toda razón y fundamento, aquellos que, presumiendo una PRUDENCIA de la cual absolutamente carecen, extienden entre los fieles 63
el desentendimiento de las epifanías marianas, abundando en conceptos inaceptables o falsos, puesto que 1.0) Es IMPRUDENCIA afirmar que las epifanías marianas "no son necesarias", ya que nadie es quién para disputarle al Amor de Dios lo que es necesario. 2.°) Es FALACIA, antes que instrucción, lo que se da a los fieles en la frecuente matización de que "no son dogma", al silenciar que, tanto los dogmas como las epifanías marianas aprobadas y recomendadas por la Iglesia, han necesitado, en todos los casos, del impagable testimonio de quienes les han otorgado su crédito y su convicción desde antes de que la Iglesia proclamara o decidiera, y sin cuyo concurso de fe y convicción, nunca hubiera podido decidir. Y 3.°) Es una NEGACION de la verdad, afirmar que la Iglesia no ha reconocido las epifanías marianas como tales, en los casos cuyo reconocimiento concurre, sino "dejando libertad" a los fieles. La Iglesia deja también a la libertad de los fieles sus prácticas de oración y la frecuencia para la recepción de determinados sacramentos, a partir de un mínimo, y ello no instruye que niega o no recomiende los sacramentos, a partir de este mínimo. Seamos sinceros. La devoción a la Santísima Virgen es hoy atacada como nunca, desde pragmáticos planteamientos seudointelectuales. No queda un solo capítulo de la Mariología sin dinamiteros ni detractores. Misteriosamente, y en rotunda oposición, la dulcísima voz de nuestra Madre Celestial se difunde hoy más que nunca, y llega a todas partes donde hay un alma -aún inconsciente de ello- capaz de escucharla. Apóstoles de la devoción a María: Vosotros, los que habéis gustado la dicha de Su presencia en cual64
q uier parte, no caigáis ahora en la tentación de dejaros cuestionar la legitimidad de vuestro encuentro. Huid de toda polémica. No caigáis en la trampa de las provocaciones que no os han de faltar, antes aferrados a Sus mismos brazos, rogad también por los que os provocan o desprecian.
COMPROBACION N.O 16:
MEDJUGORJE
El día 24 de junio de 1981, después del almuerzo (que allí tiene lugar al mediodía y es frugal; tanto más en un pequeño pueblo), dos jovencitas, llamadas Mirjana e Ivanka, de la aldea de Bijakovici, perteneciente a la parroquia de Medjugorje -pueblo situado en la región montañosa de Herzegovina, a 4 km. de Citlukfueron de paseo a la colina, y allí creyeron ver a la Santísima Virgen, regresando a la carrera y asustadas. Fueron en busca de su amiga Vicka, "que se había quedado durmiendo la siesta", y le dejaron una nota para que, cuando saliera, se reuniera con ellas en la colina. De camino a ella, encontró Vicka a Ivan Ivankovic e Ivan Dragícevic recogiendo manzanas, los cuales la acompañaron, al igual que Milka, de trece años, que se agregó al grupo en el camino. Al llegar al lugar de la aparición, nuevamente Ivanka es la primera en verla, aunque la ven todos, y, asustados, regresaron corriendo a la aldea. Estimando que la segunda ocasión habría tenido lugar sobre las seis y cuarto de la tarde, pues a la misma hora, en los sucesivos días, se repitió, respecto de un grupo que alteró al inicial con la sustitución de Milka por su hermana María, dos años mayor, y la de Ivan D., por el benjamín del grupo, Jakov, de diez años. La evolución de este suceso no aporta nuevos datos para la determinación de la hora de presentación, ni 65
permite apreciar un momento singular que de alguna manera la caracterice. La información disponible no detalla más que un primer encuentro en las primeras horas de la tarde, a partir de poco después del-mediodía. De la aplicación de nuestra regla, (Día 685, del Tiempo 820), la hora oficial resultante es: DOCE HORAS Y TREINTA Y TRES MINUTOS, según el siguiente cálculo, H = 500 + (685-434).0,8084512 = 703 mino A ellos hay que restar 70 mino (17,5° E), para obtener la hora de Creenwich, y sumar 120, de acuerdo con la normativa que rige la hora oficial de Yugoslavia, obteniéndose los 753 minutos que traducen la hora deducida.
COMPROBACION N.o 17
KIBEHO
De este suceso, me han sido dados a conocer únicamente los mínimos datos para la estimación de la hora, respecto de una manifestación que se inició en un colegio de Kibeho, en RUANDA, "a las doce y treinta y cinco, porque era la hora de la salida del comedor", cuando una niña cayó en supuesto éxtasis. Era el día 28 de noviembre 1981. Parece que el suceso, posteriormente, afectó a otras niñas. Tampoco sé cómo andan los relojes en los colegios de Kibeho, ni la memoria de los que han recordado la hora, o si concurre un posterior hecho singular. En todos los casos, la determinación que se alcanza mediante la regla determinada, rebasa en quince minutos a la hora referenciada, El día 28.11.1981, corresponde al Día 842 del Tiempo 820, luego H = 500 + (842-434).0,8084512 = 830 66
Kibeho está a 30° E, respecto del MG, lo que determina una hora en Greenwich estimada en 11 horas y 50 min., y una hora oficial de DOCE HORAS Y CINCUENTA MINUTOS. COMPROBACION N.o 18 y ULTIMA:
SAN NICOLAS
En la catedral de la ciudad de San Nicolás (Argentina), el domingo día 25 de septiembre de 1983, tuvo lugar una nueva manifestación sobrenatural de la Santísima Virgen, la cual, pese a ser la más reciente de las consideradas, ha sido ya, al parecer, asumida por el obispo correspondiente. La vidente es, en este caso, una humilde madre de familia llamada Gladys Motta, con dos hijos y una nieta. La crónica disponible, aunque breve, es muy convincente y conmovedora. Al no referir la hora de la manifestación, sin posibilidad de contraste, no hubiera sido incluida en estas páginas, de no haber concurrido el hecho singularísimo de producirse o iniciarse en el Día 666 (del Tiempo 821). Los coleccionistas de casualidades tienen ahora ocasión de anotar que, en los casos considerados, no se producen coincidencias del Día, sino en los de San Nicolás y San Damiano, resultando ambos en el Día 666. Pues bien, en los dos se da la Santísima Virgen el nombre de Nuestra Señora de las ROSAS (San Damiano) o del ROSARIO (San Nicolás). "Casualidad". Sin posibilidad de contraste, mas dejándolo pendiente de su verificación para cualquiera a quien sea posible hacerla, determinamos la hora sin necesidad de repetir el cálculo ya hecho en S.D. (HL: 687 min). San Nicolás está a 60° O del MG, y en Argentina la hora oficial precede en tres horas al GMT, lo que de67
termina (+ 240-180) las DOCE HORAS Y VEINTISIETE MINUTOS.
*
* *
Terminadas las comprobaciones, resta solamente repetir que "Las epifanías marianas constituyen un conjunto de hechos sobrenaturales ordenados, y, consecuentemente interrelacionados". Ante cuya evidencia no caben más que dos actitudes: de crédito, o de descrédito, por la razón o por las sinrazones que sean. A los lectores que quieran o puedan acoger positivamente este trabajo, y vean en él una causa de fe ---sea de iniciación en la Fe católica, o de confirmación en ella- suplica el autor que no sientan hacia él motivo alguno de gratitud. Porque nada de aquello de lo que ha referido o dejado constancia, le pertenece. ELLA lo ha hecho todo. Aquí no se deja constancia, sino de una comprobación. Quienes no quieran o no puedan otorgar crédito a este trabajo, tienen los mejores motivos para sentir desprecio hacia su autor, porque habiendo dispuesto, con toda evidencia, de todos los datos necesarios para transmitirles la credibilidad que merecen las maravillas que aquí se enuncian, no ha sido capaz de descubrirlas a causa de sus deficientes expresiones. Toda opacidad es solamente imputable al autor, o, mejor dicho, al redactor de estas páginas.
* * * Resta solamente llevar a su expresión gráfica la regla o ley determinada, cuya representación no tendrá necesidad de explicación alguna para quienes tiene la instrucción específica necesaria. Al tratarse de una 68
función lineal periódica y discontínua, o por puntos, la representación de cada período o "Tiempo" tiene lugar sobre el eje horizontal, que se muestra numerado, a la escala indicada, para facilitar la situación del Día correspondiente a cada caso, según su número. (La situación del Día por su número, y la determinación horaria en su función, supone una simplificación, por lo demás, evitable si se quiere. El rigor en la determinación de la abscisa de cada punto, debe introducir, con signo negativo, la fracción correspondiente al tiempo restante entre el suceso y el final del día en el que ocurre; o también, con carácter positivo, la fracción correspondiente al tiempo transcurrido desde el principio del Día considerado hasta el instante estimado como determinante de la situación del suceso, si se quiere entrar en las fórmulas horarias con entero correspondiente al Día disminuido en una unidad. Así se ha hecho con la determinación de las abscisas correspondientes a los puntos que se han elegido para la determinación de la escala horaria; mas, a efectos de simplificación, no se ha considerado necesario en las comprobaciones sucesivas, las cuales se han determinado con error menor de un minuto por exceso, tendente a disminuir con el incremento del número Día. Rigurosamente, tampoco pueden calcularse los horarios por razón de la longitud geográfica del lugar respecto del meridiano de Greenwich. Mas, como estoy seguro que suscribirán gustosamente los ingenieros geógrafos, los errores introducidos se diluyen en la precisión pretendida, desde la estimable según los datos disponibles. No se trata aquí de hacer precisos cálculos astronómicos, ni de introducir la teoría del tiempo para aplicar las ecuaciones de Maxwell. La aproximación estimada, despreciando las fracciones de minuto, es mucho más que suficiente para el objeto pretendido). 69
Por lo demás, la representación gráfica permite la presentación del período entre los puntos coherentes que se quieran elegir; si se opta por representar su origen en el centro, y se dispone la numeración de tardes a la derecha y mañanas a la izquierda, entonces la escala horaria aparece continua, de abajo a arriba, pero hay que interpretar el orden sucesivo recorriendo la función desde el origen al extremo del primer cuadrante, para proseguir desde el extremo del tercer cuadrante hasta el origen, dada la sucesión cíclica de los períodos. Ello dificultaría el seguimiento de la ordenación, a los no acostumbrados a la representación de una función cíclica. Con la forma presentada, por contrapartida, el eje horizontal proyecta en la escala horaria un entorno de discontinuidad que sorprenderá a los que no alcancen la comprensión de la función. Para facilitar la comprensión de la representación gráfica a los menos acostumbrados a traducir el lenguaje matemático, imagínese que, sobre papel transparente, se dispone de un impreso en el que, a cualquier escala, están dibujados los ejes, de forma que el horizontal representa un "Tiempo" o período de 868 días. Estos impresos podrían numerarse en el margen con 'el número correspondiente a los sucesivos Tiempos. Para situar una manifestación, tomaríamos el impreso correspondiente al Tiempo en que tiene lugar. Con el número Día, correspondiente a la misma manifestación, determinaríamos la abscisa, trazando en ella una "ordenada" o vertical, colocando un signo convenido, a la altura determinada por la hora local en el que la manifestación tuvo lugar. Hecho lo mismo con todas las manifestaciones cronológicamente determinadas. Ocurriría entonces que al superponer todos los transparentes de forma que los ejes se correspondieran, los puntos opacos señalados con cual70
quier signo, se mostrarían según una alineación recta, tal como se muestran en el gráfico presentado. Inversamente, y dada la linealidad de la función, ésta puede determinarse a partir de la ubicación de dos de sus puntos. Unidos éstos según la recta que determinan, la hora de cualquier otra manifestación se obtiene en la escala de ordenadas, midiendo la correspondiente a la abscisa (Día) de cada caso. Este sorprendente resultado, cuya representación gráfica es, tal vez, más impactante que la determinación analítica, advierte claramente una interrelación entre los hechos que representan. Esta interrelación se manifiesta en la alineación del conjunto y en la ordenación dentro del conjunto. De manera que los acontecimientos estimados aparecen en un orden, y es este orden el que da lugar a la numeración de las manifestaciones consideradas. La evaluación de este orden supone un punto de inflexión muy importante en el desarrollo de este trabajo, puesto que, lo hasta aquí alcanzado es meramente objetivo, mientras que su continuidad, en el sentido de interpretar el orden resultante, como personal interpretación, habrá de resultar completamente subjetiva. y con todo, aunque ello se inscriba en las dimensiones de una meditación personal, puede resultar estimable para muchos la asociación del número de orden en el que las sucesivas manifestaciones aparecen, con los Misterios del Rosario. Es, pues, esta meditación la que se ha venido anunciando en algunos puntos como conclusión o evaluación final. Mas para quienes quieran considerar estrictamente lo objetivo, y hacer sus propias estimaciones subjetivas por sí mismos, sin posible influencia de otras ópticas o contemplaciones, este trabajo ha alcanzado en este punto su final.
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II PARTE LOS MISTERIOS DEL ROSARIO Y LAS EPIFANIAS MARIANAS
Insistiendo en que todo lo que a continuación se escribe, se hace a modo de meditación personal, no es en absoluto difícil, establecer puntos de concordancia o armonía, entre las epifanías marianas y los Misterios del Rosario. Además, la insistencia que en los mensajes conocidos de ellas se hace respecto del Rosario, sugiere por sí misma esta correspondencia. A los más estrictos para admitir las apariciones de la Santísima Virgen, "salvo en algunos casos en los que la Iglesia..." , etc., etc., les van a venir anchas estas meditaciones, porque no van a encontrar bastantes cuentas para enlazar el Rosario. Por el contrario, los que han derivado en buscar visiones y videntes por todas partes encontrarán muy escasos los quince Misterios para adherir a ellos todas las supuestas apariciones que, a punta de pala, han ido acumulando en su memoria o en sus archivos. El mismo Rosario, que es un invento muy bien inventado, puede dar satisfacción a todos, pues si en él se contemplan quince Misterios, representados en otras tantas cuentas "gruesas", a ellas se añaden ciento cincuenta y tres de menor tamaño, para contar cada una de las avemarías, y, a mayor abundamiento, el Rosario se puede rezar muchas veces. Para satisfacer a los "restringidos", el Rosario también se puede reducir a cinco Misterios, seleccionables entre los quince, 75
o rezarse en una sola de sus tres partes. Para que nadie se indigeste. Todo lo cual hace pensar que las siguientes meditaciones pueden tener utilidad para cualquiera que admita las apariciones marianas, y tenga en su memoria algunas, en número que puede ir desde cinco hasta cinco mil. y sin más explicaciones, se exponen a continuación las epifanías marianas consideradas, a la luz de su correspondencia con los Misterios del Rosario, en la forma que se verá.
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1.- Los Misterios de GOZO 1.- LA SALETTE y EL PRIMER MISTERIO
"Yo dirijo una apremiante llamada a la tierra; llamo a los verdaderos discípulos del Dios que vive y rei-
na en los cielos, "... "Llamo a mis hijos, a mis verdaderos devotos, a los que se me han consagrado a fin de que los conduzca a mi divino Hijo, los que llevo, por decirlo así, en mis brazos, los que han vivido de mi espíritu... " 77
Enlazan ambos sucesos en una palabra que les es común: ANUNCIACION Cuando María de Nazareth escuchó del Arcángel las palabras por las que vino a tener conocimiento de que iba a ser MADRE DE DIOS, imponiéndose a su turbación, anonadamiento y extrañeza, preguntó: "¿Cómo ha de ser eso?" Cuando la Santísima Virgen anuncia a sus hijos, a través del "Secreto" de Melania, las convulsiones del mundo en la proximidad del fin de los tiempos, que afectará significativamente a una Iglesia, para entonces muy descompuesta, la reacción del creyente no debe ser muy diferente de la de María en la Anunciación, cualquiera que sea su extrañeza: "¿Cómo ha de ser eso?" María respondió a la explicación del ángel con sus inadjetivables, maravillosas palabras: "He aquí a la esclava del Señor...". Seguramente no comprendió en toda su profundidad y en todo su detalle la explicación recibida, pero la creyó y confió plenamente en ella, la aceptó y se ofreció a una total colaboración con los divinos planes. Así también puede interpretarse el "Secreto" de Melania, y particularmente la convocatoria expresada en su punto 27: "No comprendo mucho estas profecías, y, si trato de explicármelas según mis luces, puedo someterme a tensiones e incluso a soportar dudas, mas me lo creo todo, porque lo dices Tú, y me apunto a Tu llamada porque la haces Tú. Heme aquí como esclavo tuyo; acéptame entre tus hijos convocados, mas ten en cuenta que mi capacidad de ser un buen discípulo de Dios es muy pequeña, que nada vale la imitación de Cristo que yo hago, y que cualquiera te va a responder mejor que yo como apóstol de estos últimos tiempos. Acéptame entre los más débiles, en78
tre los que se han consagrado a Tu Corazón y pueden pasar estos difíciles tiempos en tus brazos. Y HAZ EN MI TU VOLUNTAD, SEGUN TU PALABRA". Frente a la imitación a María en la Anunciación, el mundo va a reaccionar con indiferencia, desprecio e incredulidad: "Yo no me creo eso. Si los últimos tiempos se hubieran anunciado en mil ochocientos cuarenta y seis, y hubiera sido verdad, no estaríamos tan tranquilos ahora, y si desde entonces han transcurrido ciento cuarenta y un años, pueden pasar otros tantos antes de que lleguen estas cosas, porque el sol es joven. ¡Los que se habrán muerto esperando los últimos tiempos, desde san Pablo!" La Cronografía permite apreciar una gran distancia desde La Salette hasta la siguiente manifestación. Ello sugiere una ANUNCIACION larga, antes de que empiece a descorrerse el velo que cubre la presentación de los acontecimientos que confirmarán las profecías de nuestra Madre Celestial. El ANUNCIO se repite y se reitera, porque estamos en tiempos de ANUNCIACION. La receptividad a la Anunciación es el termómetro de la Humildad. Y la fe solamente tiene virtud cuando hemos de otorgar nuestro crédito a aquello que cuesta creer. Creer en lo fácil y evidente no es tener fe. Eso también lo hacen los gentiles.
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2.- PONTMAIN y EL SEGUNDO MISTERIO
"Mi Hijo se deja conmover".
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Todos los comentaristas de la Visitación, destacan el gozo de Isabel, cuando vio a María. Gozo incontenible, que se desborda de unas palabras brotadas del corazón: " ¡Bendita Tú entre las mujeres! ..." Isabel estaba muy preocupada. Avanzaba su tardía gestación y Zacarías había perdido la voz. María les llevó un gran consuelo; les transmitió el sentimiento de que todo sucedería bien, y todos se alegraron con su presencia. Hasta la criatura gestante en el seno de Isabel se revolvió en las entrañas de su madre, pareciendo querer aplaudir la consigna materna: " ¡Bendita Tú entre las mujeres!" De entre todos los Misterios del Rosario, sólo en el segundo contemplamos a María en estado de gestación, el cual ha dado lugar a varias advocaciones de la Santísima Virgen, generalizadas en la ESPERANZA de María. El día 24 de julio de 1936 fue coronada canónicamente la imagen de la Santísima Virgen a la que se dio el título de Nuestra Señora de la ESPERANZA de Pontmain. Todos los comentaristas de la aparición de la Santísima Virgen en la aldea bretona, destacan el gozo que su presencia produjo. Los niños saltaban, y con júbilo extraordinario repetían: " i Está ahí! j Qué bella es!" y sus voces y su alegría evocaban la antigua salutación: " ¡Bendita Tú entre las mujeres!" Los habitantes de aquel lugar estaban muy preocupados en la tarde del 17 de enero de 1871. Treinta y ocho mozos del poblado estaban en el frente de combate, y el Estado Mayor del General Schmidt ultimaba el inminente ataque desde Laval, en una zona de operaciones donde los franceses habían perdido toda capacidad de resistencia. Unos gritos juveniles resonaron en el silencio de la aldea desde las seis de la tarde: " ¡Está ahí! ¡Está ahí!" Niños y mayores se fueron 82
congregando, y todas sus miradas pretendieron localizar el lugar indicado por los videntes. Lo que les quedaba de alma fue volviendo a los cuerpos de aquellas gentes atemorizadas, para permitirles expresar: " j Bendita Tú entre las mujeres!" La Santísima Virgen no habló en Pontmain. Se mostró durante tres horas, a lo largo de las cuales pudieron leerse en lo alto, sucesivamente, tres mensajes: - "HIJOS MIOS, REZAD" - "DIOS OS AUXILIARA MUY PRONTO" - "MI HIJO SE DEJA CONMOVER". En la madrugada del siguiente día, el General prusiano canceló la orden de ataque, con estas sorprendentes palabras: "¡Esto se ha acabado! No iremos más hacia adelante; allá, por el lado de Bretaña, una Señora invisible nos cierra el camino". La extraña decisión supuso la salvación del oeste francés, y diez días más tarde, sin mediar operación bélica alguna en aquel sector, se firmó el armisticio que puso fin a la guerra franco-prusiana de 1870. Los treinta y ocho mozos de la aldea, los cuales, antes de partir, habían sido consagrados a la Santísima Virgen por el anciano párroco Guerin, regresaron sanos y salvos a ella. Y no hubo en el lugar corazón que, al recibirles, no dijera: "¡Bendita Tú entre las mujeres! " Desde entonces las piedras de Pontmain recogen el eco de los doscientos mil peregrinos que anualmente se llegan al lugar, para poderle decir a María: .. ¡Bendita Tú entre las mujeres!" Mas esas voces se apagan en un mundo enrarecido, donde son interferidas por los corifeos que frecuentemente repiten: "No son cosas necesarias. No son dogma, No hay por qué creerlas". La verdadera Caridad también se ejercita cuando se extiende entre los fieles la devoción a la Santísima Virgen. 83
3.- BEAURAING y EL TERCER MISTERIO
"Yo soy la Virgen Inmaculada".
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El Misterio del Nacimiento de Dios hecho hombre puede dar lugar a extensos tratados de meditación. No tratamos ahora de meditar los Misterios del Rosario, sino de establecer puntos de enlace, conexión o armonía entre cada una de las epifanías marianas anteriormenteconsideradas y cada uno de los Misterios, según la correspondencia biunívoca que se establece por el orden de consideración de los unos y el de presentación de las otras en la alineación gráfica ya estudiada en la primera parte de este trabajo. La Historia de la Iglesia muestra que las manifestaciones sobrenaturales de la Santísima Virgen tienen una notable tradición antecedente en Francia, en España (y Portugal) y en Italia. En los restantes países, cuando no son excepcionales, son, por lo menos, infrecuentes. Cuando una epifanía mariana rebasa las fronteras de Iberia, Italia y Francia, parece salirse de su radio de acción normal, que no ocurre donde solía. Así pasa en Beauraing, como en Banneux. Ambas manifestaciones han tenido lugar en Bélgica, viniendo ambas a corresponderse con sendos Misterios en los cuales la Sagrada Familia había tenido que abandonar sus lares nazarenos expresamente, mostrándose fuera de su entorno local habitual. En Belén fueron unos sencillos pastores los advertidos y los invitados a la contemplación del magno acontecimiento, como también en Beauring un grupo de niños testifica el hecho presenciado. Cuando de los sencillos testigos se pase a los grandes, en cada caso, -los Reyes Magos o el Obispo- surgirán lamentables problemas. El testimonio de los Magos costó la vida de los inocentes y el exilio de la Sagrada Familia. La evaluación de los sucesos de Beauraing tuvo la consecuencia de que su primer obispo, monseñor Heylen, fuera desposeído de su facultad y obligación normal de juzgar. 86
Donde el Misterio de la Virginidad Perpetua de María -yeso sí que es dogma- adquiere su máxima dimensión y excelencia, es en su condición de Madre natural del Dios-Hombre. La Santísima Virgen fue identificada en Beauraing como la VIRGEN INMACULADA, apelación al dogma incuestionable, en la evocación del Misterio en el cual el mismo dogma alcanza toda su plenitud. La leve indefinición horaria citada en la pág. 42, tiene su parangón en las dudas y cuestionamientos históricos para ubicar el año del Nacimiento de Nuestro Señor. La pobreza de espíritu ayuda a contemplar con fe y esperanza las epifanías marianas.
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4.- GARABANDAL Y EL CUARTO MISTERIO
"Antes, la copa se estaba llenando. Ahora, está rebosando".
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Quienes a tenor de determinados comportamientos jerárquicos hayan llegado a pensar que la Santísima Virgen abandonó España, en cuanto a sus manifestaciones sobrenaturales, allá por el siglo XIV, si es que los rigoricistas les autorizan a poder creer que estuvo alguna vez en ella, tienen el libre derecho de aprovechar los maravillosos sucesos de Garabandal para tratar de ponerse al día. Ocurrieron cosas maravillosas en San Sebastián de Garabandal, algunas de ellas muy poco meditadas. Allí dio la Santísima Virgen patria a su advocación del Carmen, nómada desde el siglo XIII. La Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo tiene una historia muy antigua. Quien primeramente oró a Dios suplicando la presencia en el mundo de la anunciada Virgen de la que habría de nacer el esperado Mesías, fue el profeta Elías tesbita en el siglo IX a.d.C, Frecuentemente se retiraron Elías y Eliseo a orar al Monte, iniciando una tradición contemplativa que se mantuvo hasta el siglo XIII, habiéndose convertido los eremitas al cristianismo en el siglo 1. Ellos se sintieron siempre Hermanos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo y guardaron la tradición según la cual, hallándose Elías en oración, vio formarse del mar una nubecilla, que rápidamente se disolvió en fertilizante lluvia sobre la tierra, concluyendo ser todo ello prueba de que la oración había sido escuchada, y la nube formada del mar, alusión y figura de la Virgen profetizada. Desde el siglo X, empero, comenzaron a ser frecuentes las incursiones sarracenas, que, aunque respetaron a los monjes en principio, terminaron provocando su diáspora o su martirio a lo largo del siglo XIII. Los monjes abandonaron el Monte Carmelo, buscando refugio hacia occidente, y la Virgen del Carmen 90
con ellos, se hizo por un tiempo nómada también. Con ellos soportó las penalidades de su difícil inserción en occidente, y su transformación conventual, de manera que, al celebrarse el Capítulo en Aylesford, en el año 1251, se mostró Ella rodeada de ángeles a san Simón Stock para anunciarle el privilegio del Escapulario del Carmen, posteriormente confirmado y ampliado, con el privilegio sabatino, a quien habría de ser Papa Juan XXII, en el cónclave de Avignon. El nuevo Carmelo conventual prendió con singular fuerza en España, donde el placentino José Falcone pudo escribir en el siglo XVI: "En verdad, toda España, con Portugal, parece un gran convento de carmelitas". En España nació en aquella época, el Carmelo Reformado o Descalzo de santa Teresa y de san Juan de la Cruz. No es habitual en la Santísima Virgen la vindicación de nominaciones tomadas de la Mariología Histórica para identificarse o presentarse. De manera significativa, solamente lo ha hecho con tres grandes advocaciones: - Con- la de GUADALUPE, en Méjico, para dar comprensión y profundidad a su gran advocación del Amor. De igual modo que la visión en profundidad resulta de la composición de dos imágenes diferentes que nos proporciona cada ojo, así la gran advocación mariana del Amor resulta de la composición de las dos epifanías guadalupanas habidas en España y en América. -- Con la del ROSARIO, en Fátima y en otros varios lugares, acumulando su insistente y reiterada demanda de oración, y muy precisamente de la oración según el Rosario, en los últimos tiempos, y - Con la del CARMEN, en Garabandal, para acreditar su patria española en su advocación más anti91
gua y característica. Esa es la primera grandiosidad de Garabandal. y fue precisamente un carmelita quien puso objeciones a la correspondencia resultante entre el cuarto Misterio gozoso y la manifestación de Garabandal, "porque la Virgen del Carmen es una advocación gloriosa". Pues medite, Padre Ignacio, medite... Porque todas las advocaciones surgidas en la Mariología Histórica o Asistencial, son gloriosas. Y la del Carmen lo es también en su consideración genérica, o en su epifanía de Aylesford. Entonces se manifestó gloriosa. No así en Garabandal. Allí se manifestó gozosa. Gozosa de manifestarse gozosa en su tierra, si vale la redundancia. Gozosa de volver a ella. Gozosa de acreditarse en ella. Solamente en Garabandal, entre las epifanías consideradas, se presentó la Santísima Virgen con el DiosNiño en brazos, al igual que solamente el cuarto Misterio gozoso del Rosario nos permite contemplar a la Santísima Virgen con el Divino Infante en sus brazos. Medite, Padre Ignacio, medite... Porque en Garabandal la Santísima Virgen se presentó gozosa, y tuvo que anunciar, no obstante, una dolorosa profecía, al igual que en el cuarto Misterio la consideramos presentando gozosamente al Niño Jesús en el templo, en donde tuvo que escuchar, de labios del anciano Simeón, una dolorosa profecía. Medite, Padre Ignacio, medite... Porque en el cuarto Misterio consideramos la PURIFICACION de María, tras su excepcional alumbramiento del Hijo del Hombre, y en Garabandalla Santísima Virgen se refirió a una próxima PURIFICACION del mundo (Castigo), precedida de un gran Aviso y un excepcional Milagro. 92
La consideración del cuarto Misterio del Rosario evoca la virtud de la Pureza. La Santísima Virgen dice frecuentemente, en multiplicados mensajes, que los pecados de impureza son los que determinan la condenación de un mayor número de almas.
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5.-' BANNEUX y EL QUINTO MISTERIO
"Esta fuente queda reservada para Mí".
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Nuevamente contemplamos a la Sagrada Familia con sus planes de regreso a Nazareth alterados por un suceso imprevisto, y nuevamente evocamos una manifestación sobrenatural de la Santísima Virgen en Bélgica. y allí, haciéndose visible a una niña enferma, le dijo Santa María, que Ella era la VIRGEN de los POBRES. Siempre fue pobre en la tierra la Sagrada Familia. José y María dispusieron de muy poco más de lo necesario, y, tal vez, hasta lo necesario faltara en ocasiones en el hogar de Nazareth, reconstituido a partir de un largo exilio en Egipto. Mas tenían un inapreciable tesoro en su Hijo, el cual constituía todo su haber. Y lo perdieron. Su gozo fue el hallazgo en el templo. María fue pobre para poder ser la VIRGEN de los POBRES. Todos los pobres de la tierra tienen el inapreciable tesoro de una Madre Celestial. La verdadera pobreza consiste en perderla. El verdadero gozo es volverla a encontrar en el templo. En el silencio del alma, las epifanías marianas se sienten con mayor intensidad.
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11.- Los Misterios de DOLOR 6.- LA MEDALLA MILAGROSA Y EL PRIMER MISTERIO
"Venid a los pies de este altar donde serán derramadas gracias abundantes sobre aquellos que las pidan con fervor; serán dadas a los ricos y a los pobres".
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Sor Catalina Labouré se hallaba en ORACION en la tarde -ya anochecida-o del día 27 de noviembre de 1830. y recibió el consuelo de una visión sobrenatural de la Santísima Virgen, que le mostró la Medalla Milagrosa. Nuestro Señor Jesucristo se hallaba en ORACION en la tarde -ya anochecida- víspera de su Crucifixión. Y recibió, en visión sobrenatural, el consuelo de un ángel. Al tiempo, María, desde el cenáculo, rezaba preocupada. La Santísima Virgen se mostró preocupada en su rostro y en su alocución a la novicia francesa. No nos propició, como a su Hijo Divino, el consuelo de un ángel, queriendo Ella misma ser el consuelo de nuestras tribulaciones, porque - "Vendrá un momento en el que todo parecerá estar perdido ". "La cruz será despreciada, la sangre correrá por las calles. El mundo entero estará invadido por la tristeza". La Oración en el huerto supone el principio de la Pasión de Nuestro Señor. La manifestación de la Santísima Virgen a santa Catalina Labouré supone el principio de una inusitada actividad sobrenatural mariana, que profetiza la Pasión de la Iglesia en los últimos tiempos. La de la Medalla Milagrosa proyecta, en la ordenación de las epifanías marianas aquí presentadas, el principio de la Pasión. La Contrición verdadera es tan fuerte que rompe las cadenas de la Justicia Divina.
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7.- TRE FONTANE y EL SEGUNDO MISTERIO
"Vete a mis queridas hijas, las Maestras Pías Filipenses, y diles que recen por los incrédulos y por la incredulidad del barrio".
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La separación de las Iglesias Cristianas es la flagelación de la Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo. La Santísima Virgen se manifestó en Tre Fontane a un protestante, identificándose como la VIRGEN de la REVELACION, "que está en la DIVINA TRINIDAD". Aquel protestante, en supuestas palabras de la Santísima Virgen, habría de salir del "camino de la mentira", por los méritos de la Eucaristía. Nuestro Señor Jesucristo fue flagelado por las mentiras contenidas en acusaciones falsas e injustas. Tre Fontane proyecta así el séptimo de los Misterios del Rosario. El Sacrificio es una leve y voluntaria flagelación, que puede aliviar el Cuerpo dolorido de Cristo.
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8.- MONTICHIARI y EL TERCER MISTERIO
"La penitencia que os pido es la aceptación de todas las pequeñas cruces que se os presenten a diario, con esp iritu de sacrificio".
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No se limitaron los ultrajes a Nuestro Señor a los golpes. También fue coronado de espinas y taladradas sus manos y pies por los clavos. No se limita el dolor que aflige al Cuerpo Místico, al que le proporcionan los que se separan o se van. También siente el lacerante dolor interior de los que se quedan en infidelidad; espinas y clavos en la propia carne. El flagelo se separa del cuerpo al que ha golpeado. La espina queda dentro. En Montichiari, la Rosa Mística habla para las almas consagradas. La evocación de la rosa es alusión a las espinas entre las que crece y se desarrolla. La oración pedida en Montichiari, debía hacerse a las doce del mediodía, hora supuesta de la Crucifixión. Montichiari proyecta así, en alusióri de espinas y clavos, las heridas más profundas del Cuerpo de Cristo. La Fortaleza se alcanza con la divina gracia. La gracia se dispensa generosamente en los lugares donde la Santísima Virgen se manifiesta.
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9.- EL ESCORIAL Y EL CUARTO MISTERIO
"Yo soy la Virgen de los Dolores"
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Tal vez sea ésta la manifestación más fácil de asociar al Misterio del Rosario que en ella se proyecta. Tal vez debieran bastar unas pocas palabras entre tantísimas: -"YO SOY LA VIRGEN DE LOS DOLORES". ¿Quién reconoció al Señor con la Cruz a cuestas? ¿Dónde estaban entonces las multitudes que querían aclamarle como Rey? ¿Dónde estaban los apóstoles? ¿Dónde los discípulos? ¿Dónde los ciegos que ya veían, los sordos que ya oían, los leprosos sanados, los paralíticos ambulantes, los cojos, los enfermos curados? ¿Dónde estaban? ¿Quién ha reconocido a la Santísima Virgen en El Escorial? ¿Dónde están los devotos que cruzan nuestras fronteras camino de Lourdes, camino de Fátima, en su seguimiento? ¿Dónde están los ilustrados mariólogos? ¿Dónde los seguidores fervorosos de las más de veintiuna mil imágenes que reciben culto en nuestra piel de toro? ¿Dónde están? Es duro, muy duro, el camino de la Cruz. Es duro contemplar en el rostro y en el cuerpo de Nuestro Señor el precio del abandono y del pecado. Es tremendo detenerse un instante a considerar tanto mal trato: Sangre, golpes, caídas, afrentas, y más golpes, y más agobio, y más jadeo - ¡jadeo!- porque el aire no llega a los pulmones, porque el corazón está agobiado, porque las piernas tiemblan y el peso es... demasiado. Es duro volver los ojos a un mundo enloquecido y devolverlos a un prado, y ver al pie de un fresno el recuerdo de aquel cansancio, de aquella fatiga. Mejor olvidarlo. "No me gusta... ". ¿ y a quién gusta la Cruz? La Cruz larga, la Cruz que no se acaba nunca, la Cruz que se repite a cada paso. La Cruz sin salida. La Cruz clavada. La Cruz para siempre. 104
¿Algún Cireneo en el camino? Bueno, un momento, o mejor, el sábado, a cambio de un halago desde el Cielo, a cambio de algo. ¿ y algún corazón compadecido? ¿Algún consuelo? Nada. Silencio. Son cosas que pasaron hace mucho, y en el mundo de hoy ya no hay espacio para las cruces de antaño, para las heridas que se eternizaron hace tiempo, yen el mundo de hoy ya no se sienten, y en el mundo de hoy ya no hacen daño. Están puestas en los cristos de madera, objetos olvidados a fuerza de ser vistos. Pero un Cristo vivo... ¡No! "Puede ser un engaño". Mejor no reconocerlo. Mejor seguir de paso. " ¡Tengo tanto trabajo en este tiempo! ¡Estoy tan ocupado!" Empujones, golpes, aglomeración, zancadillas, polvo, lluvia, barro, frío, calor, viento, sol... ¡Y fotografías! - "Un Dios Padre no hace teatros a sus hijos ... " ( ¡Chúpate eso!) - y el Evangelio, entonces... - ¡Bah! Si hoy Cristo no se muere ni en la iglesia. ¿No te acuerdas del año pasado? Pero si ahora ya no hay "Semana SANTA". Si están de vacaciones hasta en el seminario. Ahora es tiempo de andar por esos mundos buscando un buen verano. ¿Estigmas? ¿Qué es eso? Si ya se ha demostrado que no existen, que en el mundo de hoy ya no hay milagros. ¿Un Cristo vivo con la Cruz a cuestas? ¿Un Cristo jadeando? ¿Un rostro sudoroso, sangriento y destrozado? ¿Una Madre delirando de dolor? ¡A mí no me cuentes estas cosas! ¡A mí no me lavan el cerebro! Ya sabes lo que ha dicho la televisión el otro día: Que la Iglesia "se lo ha cargado". Y ese cura que escribe tan bien en el periódico. Y aquel otro que contaron. Y 105
esa imagen que parece una "Miss Mundo" arrancada del siglo pasado ... Mentiras, calumnias, ultrajes y sangre, y golpes, y jadeos, y más jadeos, - ¡jadeos!- Porque el aire no llega a los pulmones. Porque esto es demasiado . - "Pues en Lourdes no pasaron estas cosas " - Señora: En Lourdes la Cruz "ya" había pasado. - ¡Pues ahora si que no lo entiendo! - Este es otro Misterio del Rosario... Todos son diferentes. Pues la Virgen nunca sale tantas veces... ¡Y siempre lo mismo! ¿Hasta cuando? - Hasta el final. Hasta la última gota de sangre. Hasta el último gemido. Hasta después del "Todo está consumado". Hasta que broten la sangre y el agua de su Corazón traspasado. - Y reconocerlo, ¿cuándo? - Según está escrito, unos, por santo Tomás, cuando vean un milagro; otros, por Pentecostés, mucho después de enterrarlo. . Otros, nunca. ¡Tienen tanto trabajo! Otros, en fin, cuando decidan los otros y les quiten de este empacho. La Paciencia es madre de virtudes. Santa Teresa dice "que todo lo alcanza", y el Libro del Apocalipsis la reitera con alabanza en seis ocasiones.
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10.- LA CODOSERA y EL QUINTO MISTERIO
"¿Quieres venir conmigo?"
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El Escorial lleva la Cruz desde el principio hasta el final. En La Codosera la Santísima Virgen muestra "todas" las espadas clavadas en su Corazón; viste de riguroso negro, y pide oración desde las tres de la tarde. Cristo ha muerto. Todos han huido, y Ella nos muestra un cuerpo estigmatizado para siempre. Pilatos repite su papel con los discípulos. Que "lo" entierren o que hagan una capilla; que hagan lo que quieran. Los guardias piensan en su estipendio, y todo está dispuesto para el olvido. Virgen del Olvido: ¿Te reconoceremos por lo menos ahora? ¿Volveremos siquiera una vez los ojos a Tu Soledad? ¿Consideraremos, por un segundo, el nombre que para nosotros te diste? Madre en Soledad: Todos no te han abandonado. Acuérdate de Juan, de tu pobre y querido Juan, aunque sea apenas un muchacho. Todos no te han abandonado. Cuando todo este Misterio haya pasado, cuando ya no te llames Olvido, sino Triunfo, cuando vean la Resurrección, algunos volverán, y por fin el número se acrecentará, hasta que todos se acojan a tu Misericordia, Virgen del Olvido, Triunfo y Misericordias. (Y qué buen nombre te diste para nosotros). La Obediencia es una corona de virtudes.
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ru., Los Misterios de GLORIA 11.- GUADALUPE y EL PRIMER MISTERIO
"¿No estoy Yo aquí, que soy tu Madre?, ¿no estás bajo mi sombra? ¿No soy Yo tu salud?, ¿no estás en mi regazo? ¿Qué más necesitas?"
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ESTE ES EL SACRAMENTO DE NUESTRA FE: ANUNCIAMOS TU MUERTE. ¡PROCLAMAMOS TU RESURRECCION! ¡Tenías que ser Tú! ¡Tenías que ser Tú, Virgen de GUADALUPE! El Amor ha triunfado, y viene de la mano del Amor: ¡Tenías que ser Tú! Tenías que ser Tú como Tú eres - ¡Bendita entre todas las mujeres! - ¡Tenías que ser Tú! Tenías que ser Tú: Tenía que ser la Luz del Nuevo Mundo la que alumbrara al Mundo Nuevo. ¡Tenías que ser Tú! Tenías que ser Tú desde la España que siempre amaste en tus entrañas, aun cuando te abandonara. ¡Tenías que ser Tú! Tenías que ser Tú desde aquel día en el que el Sagrado Corazón se dibujó en Tu seno. ¡Tenías que ser ' ! T u.
Tenías que ser Tú desde que el Angel te dijera: "REINARA PARA SIEMPRE". ¡Tenías que ser Tú! Tenías que ser Tú desde el principio. Desde antes que la tierra fuera creada y ordenadas las aguas. ¡Tenías que ser Tú! Tenías que ser Tú. ¡Ha sido un milagro del Amor!: ¡Tenías que ser Tú! Tenías que ser Tú. Yo lo sabía. Sabía que tenías que ser Tú. Tu sonrisa desde siempre lo decía. ¡Tenías que ser Tú, GUADALUPE mía! ¡ ¡Tenías que ser TU!!
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12.- OLVIDO, TRIUNFO Y MISERICORDIAS Y EL SEGUNDO MISTERIO
"Los hombres se olvidan de Mí y retiran las misericordias, y por esto, a esta Imagen le darás el titulo misterioso del Olvido, para darles a entender que me han olvidado; pero Yo, que soy vuestra tierna y amorosa Madre, quiero poner a la vista de todos los mortales en esta Imagen mía, que jamás mis misericordias se apartan de ellos". 111
A lo largo del presente trabajo, se han venido haciendo frecuentes alusiones a la advocación de Nuestra Señora del Olvido, Triunfo y Misericordias. La razón de ello ha sido dada en la Introducción de la Primera Parte: Las epifanías marianas, como signos sobrenaturales que son, están colmadas de una riquísima información inexplorada. Sorprende el conocimiento de una advocación de la Santísima Virgen, surgida de un hecho sobrenatural, con tantos nombres. Estos mismos nombres, empero, son muy dignos de una humilde reflexión que, a la actual distancia del tiempo en que nos fue dada, habrá de resultar, cada vez, más evidente. El Olvido traduce nuestra respuesta genérica y conjunta a María. Olvido de sus manifestaciones, olvido de sus mensajes, olvido de sus consejos, olvido de sus advertencias sobre los graves tiempos que corren, y cuya máxima gravedad puede sorprender a muchos sin una gota de aceite en sus lámparas. Estamos en tiempo de vela, y, no obstante, los más están dormídos, y hasta los hay tan insensatos que pregonan que son buenos tiempos para dormir. Unas cuantas jotas patrioteras ---que no están nada mal, por otra parteno pueden compensar tanto olvido. Estamos en el umbral de los últimos tiempos, y el Rosario que anuncia y proyecta la purificación del mundo sigue siendo ignorado, por desprecio o por olvido. Las Misericordias hacen referencia, en cambio, a las delicadezas que Ella ha tenido continuamente con nosotros, y suponen la garantía de esperanza mejor, para todos los que quieran acogerse a la infinita Bondad de un Dios excesivamente ultrajado y, no obstante, excesivamente compasivo. Nadie ha tenido ni podrá tener jamás derecho a la desesperación. 112
Entre el del Olvido y el de las Misericordias, se nos da a conocer el título del Triunfo, clave de enlace con el Misterio del Rosario al que debe asociarse esta manifestación. La advocación del Triunfo evoca ahora aquel otro Triunfo, el supremo triunfo de Nuestro Señor en su Ascensión a los Cielos, testimonio cierto de su eterna Verdad: "Yo os digo la verdad, os conviene que Yo me vaya; porque si Yo no me voy, el Espíritu Santo no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré. Y cuando El venga convencerá al mundo en orden al pecado, en orden a la justicia y en orden al juicio". (Cf. Juan 16, 7-8). San Lucas pone en labios de Nuestro Señor, al referir su Ascensión a los Cielos, estas últimas palabras: "Yo voy a enviaros el Espíritu que mi Padre os ha prometido por mi boca: entretanto, permaneced en la ciudad hasta que seáis revestidos de la fortaleza de lo alto". Es así como el Triunfo individual de la Ascensión compromete el próximo, inmediato triunfo general de la nueva Iglesia contenido en el siguiente Misterio: La venida del Espíritu Santo.
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13.- SAN DAMIANO, SAN NICOLAS y EL TERCER MISTERIO
"Mis mensajes debes dar a conocer a todo el mundo"
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Resulta curioso comprobar que en un día preciso del período de la función de tiempo estudiada --yen el día 666- vengan a coincidir dos manifestaciones -San Damiano y San Nicolás-- en las cuales la Santísima Virgen vindica para sí el nombre de Nuestra Señora de las Rosas (San Damiano), o del Rosario (San Nicolás). La manifestación ocurrida en Italia -ya se ha dicho- no ha hallado un favorable eco en la jerarquía eclesiástica; aunque tampoco ha sido por ella descalificada. El comportamiento jerárquico ha dado lugar a que esta manifestación tuviera el mínimo eco entre los fieles, pasando desapercibida para muchos. En San Nicolás, por el contrario, la autoridad eclesiástica ha optado por una permisión de culto y difusión del hecho que en estos tiempos es todo lo más que la jerarquía da de sí. Ambas manifestaciones ~unque en diferentes Tiempos- vienen a superponerse en un mismo "Día", que la correspondencia con los Misterios del Rosario, obliga a enlazar con el tercer Misterio glorioso: La venida del Espíritu Santo. Curiosamente también, los textos del Nuevo Testamento aluden a la Venida del Espíritu Santo en dos episodios diferentes. La primera ocasión, expresada en Juan 20, 22, dice así: "Dichas estas palabras, alentó hacia ellos y les dijo: 'RECIBID EL ESPIRITU SANTO' ". Este texto trascendental, es ignorado por los autores de los Evangelios sinópticos, uno de los cuales san Lucas, en el Libro de los Hechos (Cf. 2, 1-4), nos refiere que: "Al cumplirse, pues, los días de Pentecostés, estaban todos juntos en un mismo lugar, cuando de repente sobrevino del cielo un ruido, como de viento 116
impetuoso que soplaba, y llenó toda la casa donde estaban. Al mismo tiempo vieron aparecer unas como lenguas de fuego, que se repartieron y se asentaron sobre cada uno de ellos; entonces fueron llenados todos del Espíritu Santo... ", Así pues, puede comprobarse que un acontecimiento que nos es transmitido en dos episodios, el primero de los cuales pasa muy desapercibido, se corresponde con dos manifestaciones en idéntico "Día", la primera de las cuales halla un eco insignificante en la jerarquía. La correspondencia o paralelismo entre manifestaciones sobrenaturales y Misterios del Rosario es una fuente inagotable de meditación, que aquí se trata muy brevemente, porque debe ser la piedad personal de cada uno la fuerza matriz que desarrolle, en cada conciencia, la consideración de estos Misterios.
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14.- FATIMA Y EL CUARTO MISTERIO
"Mi Corazón Inmaculado triunfará".
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Fátima y Lourdes, que han venido a ser las manifestaciones más propagadas de los últimos tiempos, se muestran, en el Rosario de las manifestaciones marianas que aquí seguimos, dando sentido y cobertura a los Misterios finales. Anunciando de alguna manera, como también lo hace el Libro del Apocalipsis, el felicísimo final de la parte más comprometida y decisiva de la Historia de la Redención. Se han dado muchas vueltas al "Secreto" de Fátima, que muchos esperaron poder conocer desde 1960, y cuyo contenido y aplicación cronológica, han soportado todas las especulaciones y cábalas posibles, y las soportan todavía. A tenor de lo desvelado desde entonces, ninguno tiene derecho a sentirse defraudado, sino quienes mortificándose en su propia curiosidad, han derivado en transformar en acertijos todas las referencias encontradas, alusivas al mismo tema, en cuya búsqueda muchas veces acaban desorientados por el abigarrado enjambre de visiones y videntes que hoy proliferan por todas partes. Aunque los curiosos podrían encontrar mucho que satisfacer con el presente trabajo, tampoco vamos a derivar en él hacia la frivolidad de las adivinanzas. La Revelación incluye el Libro del Apocalipsis. Lo que aquí se hace es comprobar que las manifestaciones sobrenaturales de la Santísima Virgen aprobadas por la Iglesia están .ordenadas, y que esta ordenación afecta también a otros sucesos jamás descalificados. Cuya sucesiva consideración puede sugerir la evocación de los sucesivos Misterios del Rosario. A la manifestación de Fátima corresponde, por ordenación, el Misterio que contempla la Asunción de Nuestra Señora a los Cielos, hecho que traduce el triunfo personal de la Santísima Virgen. También en Fátima anunció Ella el gran triunfo final: El triunfo de su Inmaculado Corazón. 120
Hay más. Aunque en distintos lugares se ha revelado que el verdadero día del nacimiento de la Santísima Virgen, llevado a nuestro calendario cristiano, es el día cinco de agosto (ya se ha dicho que del año 17 a.d.C. o (-16) en cuenta numérica), es lo cierto que Ella ha permitido que tal celebración tuviera lugar en la Iglesia el día ocho de septiembre, y es este día el que se revela en la inversión del número de días vividos (26908). Si se cuentan 26.908 días, tomando como primer día de cuenta el ocho de septiembre, se halla el día 11 de mayo como día alusivo a la Dormición. Considerando, como lo suponen diversas tradiciones y revelaciones privadas, que la Asunción tuviera lugar al tercer día de la Dormición, resultarían coincidentes Asunción y 13 de mayo, justificándose así la correspondencia entre manifestación y Misterio de referencia. (En la lámina se observa que entre las manifestaciones de San Damiano y de Fátima, se ubica la de Medjugorje, la cual no se numera, como tampoco la de Kibeho, posterior a Lourdes, lo cual exige una explicación). Ya se ha dicho, en el comentario de comprobación de la manifestación de El Escorial, que todas las manifestaciones hasta entonces consideradas, lo habían sido por necesaria razón. Su correspondencia con los Misterios del Rosario es parte de esa razón. Con la manifestación de El Escorial quedan cumplidas todas las manifestaciones necesarias para considerar todos los Misterios del Rosario, y ello da sentido o puede darlo a algunas de las frases que aparecen en los "mensajes", como por ejemplo, "Aquí ya está todo dicho". Algo más suena en mis oídos, que no he tenido oportunidad de contrastar: "Esta manifestación 121
no es la única, pero sí la última... " (¿La última? Después ha habido otras. ¿Habrá que interpretar "la última para completar todos los Misterios"?) En todos los casos, aquí no se tratan correspondencias con los Misterios del Rosario en las manifestaciones cronológicamente posteriores a la de El Escorial. La excepción de San Nicolás se debe, como ya se ha explicado, a su concordancia de "Día" con la de San Damiano. Las manifestaciones de Medjugorje y de Kibeho han dado lugar a comprobaciones relativas, y han sido incluidas con el secundorio objeto de hacer constar que la posposición de otras manifestaciones que puedan surgir no interrumpe ni modifica el sentido de las que se enlazan con la consideración de los Misterios del Rosario. Ya se ha dicho que en un Rosario hay muchas cuentas, y, a mayor abundamiento, pueden tener otro sentido, en la medida en que se confirmen como verdaderas. Medjugorje parece sugerir una paz (Reina de la Paz), previa al triunfo del Inmaculado Corazón; y Kibeho parece alusión a la reunión "en un solo rebaño y un solo Pastor", por manifestarse la Santísima Virgen entre un colectivo en el que parece haber niños de diferentes religiones, reunión previa al esperado Reinado de Cristo. Mas excede con mucho al objeto pretendido en el presente trabajo, tratar de dar sentido a los innumerables sucesos que se refieren en determinados libros y revistas, y que abarcan desde temas privados o poco sedimentados a supuestas manifestaciones de mínima difusión.
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15.- LOURDES y EL QUINTO MISTERIO
"Rezad por los pecadores".
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Del conjunto de las dieciocho apariciones habidas en Lourdes entre el once de febrero y el dieciséis de julio del año 1858, resulta una firme demanda de oración y una inagotable fuente de gracias, destacando el singular enunciado que la Santísima Virgen hace de sí misma en la decimosexta aparición, ocurrida el jueves 25 de marzo, día de la ANVNCIACION: -"YO SOY LA INMACULADA CONCEPCION". La Inmaculada Concepción da lugar al principio de la vida de la Santísima Virgen, como la Anunciación representa el principio del Rosario. Evocaciones de principio para sugerir al fin contemplado en el Misterio final: La Coronación de la Santísima Virgen como REINA de Cielos y Tierra. Principio y fin. La asociación de Lourdes al quinto Misterio glorioso pone fin a la serie de correlaciones establecidas. Antes de proceder a la exposición de unas consideraciones finales, es conveniente invitar al lector a profundizar por sí mismo en los temas expuestos, puesto que permiten un desarrollo insospechable, que aquí ápenas queda apuntado, en beneficio de la brevedad. Desde la dimensión y alcance de cada Misterio, hasta el seguimiento de nuevos y bellísimos puntos de armonía, permite cada Misterio una mejor comprensión de la manifestación correspondiente, y viceversa. Nótese, a modo de ejemplo, como las manifestaciones enlazadas con los Misterios gozosos, han sido soportadas por grupos de niños y niñas, mientras" que las alusivas a los dolorosos han tenido por testigos a individuos adultos. Como si el gozo se confiara a los niños, y el dolor a los mayores. En el Capítulo Glorioso, finalmente cada misterio se confía a videntes de muy diversa edad y condición, 124
sugiriéndose así que la promesa y esperanza de la Gloria alcanza a todos: niños y mayores, seglares y religiosos. Terminaremos estas meditaciones con la insistencia en que cada lector debe someterse a la experiencia de profundizar por sí mismo, según su piedad y sensibilidad espiritual, para descubrir toda la riqueza de la correspondencia apuntada.
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CONSIDERACIONES FINALES (AUTOCRITICA)
La Primera Parte del trabajo expuesto ha tenido que salvar dos dificultades: la primera, la traslación al lenguaje de una función elemental, de una línea recta, con la pretensión de hacerla asequible a la mayoría. Aunque el concepto intuitivo es elemental, la determinación de una línea recta exige la previa definición del campo en que se inscribe, y la expresión de los parámetros que la caracterizan y permiten representar. Ello comporta la necesaria cultura del lector sin la cual no es posible definir una línea recta determinada. La literatura aplicada resultará insuficiente para unos y excesiva para otros. La segunda dificultad es geográfica: Estamos en España. Es decir, en el antiparaíso de la investigación. En España no es fácil encontrar información, por elemental que sea. Aquí, por ejemplo, nada ni nadie permite saber las mutaciones de las horas oficiales de los distintos países, respecto de las convenidas y figurantes en el Mapa Internacional de Husos Horarios. Ningún organismo incorpora responsables que a su vez sean capaces de asumir esa ignorancia, tratándola, al menos, de corregir. Y es mucho, si se consigue del Instituto Nacional de Estadística, del Instituto Geográfico Nacional o del Servicio Geográfico del Ejército, la remisión al Observatorio Astronómico de Madrid, para comprobar la idéntica ignorancia que aflige sin 127
dolor a sus responsables. Anuarios astronómicos, bibliotecas, embajadas, amigos y teléfonos son testigos del esfuerzo. necesario para disponer de la información alcanzada, con la impresión personal de "rigurosa" en casi todos los casos. De lo que puede estar seguro el lector es de que no hay apaños ni amaños en los datos aportados. Solamente en la excepción de Ruanda (1981, inv.), ha sido imposible rebasar lo fiado a la memoria de los voluntarios informadores. Afortunadamente, empero, la regla o ley presumida y determinada no se cumple según la hora que mudan las humanas conveniencias, sino en el horario que fijan las leyes de la Mecánica Celeste, sobre el cual no le ha sido dado poder al hombre para introducir alteraciones. Por lo demás, está al alcance de casi todos la comprobación y reiteración de todo lo efectuado, para verse abocados a la constatación de la única conclusión posible: Admitir que la presentación de las epifanías marianas reconocidas por la Iglesia han dejado en el tiempo impresa una huella que permite comprobar su maravillosa ordenación, inserta en una función rectilínea. Para asombro de unos, o para desprecio de otros, ahí está la información alcanzada y verificable. A partir de la constatación de esa ordenación,· su intrepretación -ya se ha destacado-, debe resultar subjetiva. Posiblemente haya quienes consideren inválido, feble o imaginativo el enlace con los Misterios del Rosario. Tal vez puedan estos mismos encontrar una mejor interpretación. Porque la que aquí se ha sugerido, -buena o mala, mejor o peor- es, sobre todo, MUY PREOCUPANTE. Me explicaré. 128
Si la actividad sobrenatural constatable en las epifanías vistas pudiera cubrir por evocación los diferentes Misterios del Rosario, ello significaría que TODOS LOS MISTERIOS HAN SIDO YA ANUNCIADOS. Carecería de todo sentido que desde lo alto, y a lo largo de más de CUATROCIENTOS CINCUENTA AÑOS, se nos hubieran dado un conjunto extraordinario de signos alusivos a los últimos tiempos, purificación del mundo y Reinado de Cristo, para que, una vez impresos y publicados en su totalidad, pueda ser despreciada la conclusión de haberse alcanzado los tiempos anunciados. "TODO HA SIDO DICHO". De cuya impresión es excesivo inducir que un Rosario que ha tardado más de noventa lustros en ser impreso, espejo .y sugerencia del que rezamos, para contemplar episodios transcurridos a lo largo de CINCUENTA y NUEVE años de la Vida de la Santísima Virgen, se tenga que proyectar, en su componente profética, de una manera relampagueante e inmediata. El Rosario tiene muchos Misterios, que se proyectarán sucesivamente en el mundo y en la Iglesia peregrina, sin respetar ni avalar las cábalas y las cuentas de cuantos, ansiosamente, quieren ver cumplido todo lo anunciado antes de lo que sea. Estamos en tiempos de advertencia, de aviso, de anunciación de los últimos tiempos. Y eso significa que el Rosario final ya ha empezado. El tiempo irá diciendo lo demás. Más preocupantes que los "ansiosos", son, por contrapartida, los "morosos" en aceptar la gravedad de los tiempos. Porque aquellos están condenados a replantearse continuamente sus elucubraciones, dado que el paso del tiempo les aborta a cada instante todas sus previsiones. Y no me dirijo ahora a los más débiles, a los que han degenerado hacia la sintomatología propia de una enfermedad que se contrae en la excesiva proximidad y trato frecuente de videntes y vi129
siones, y que en Psiquiatría tengo entendido que se diagnostica como "obsesión dominante". En el reverso de la moneda, los excesivamente escrupulosos para la aceptación de la información objetiva resultante de las epifanías marianas, buscan refugio tan peligroso como lo es su desconfianza en tan portentosos signos, que los más insensatos hasta presumen y pregonan. Y esto es muy grave. Porque a los tales no les van a servir, para enmendar su desconcierto, los febles argumentos en los que justifican su frívolidad. En la meditación de asociación de los Misterios del Rosario con las epifanías marianas que aquí se ha hecho, se han tenido en cuenta ocho acontecimientos super-reconocidos por la Iglesia, que son todos los casos en que este super-reconocimiento concurre. Y se han considerado tres casos "sub judice" muy singulares: Garabandal, Montichiari y El Escorial. Quienes tengan algún motivo para recelar de la fiabilidad de estos acontecimientos, sean tan respetados como respetables sean en su conciencia sus motivos, porque el mismo Dios respeta las conciencias. Pero cuando el motivo de su recelo se halle en el pasivo tópico de que "la Iglesia no los ha asumido todavía", lo que necesitan, seguramente, es un curso acelerado de Religión, con especial acento en el conocimiento del Evangelio y particular hincapié en la Historia de la Iglesia. El teólogo francés René Laurentin ha afirmado que un acontecimiento como el de Lourdes no sería hoy reconocido como entonces. Comprendida la intencionalidad benévola, crítica y constructiva de su afirmación, se puede enteramente aceptar. Rigurosamente, no. Porque lo hipotético no es riguroso. Lo correcto es afirmar que estos suceos -Lourdes o cualquier otro-- son irrepetibles. No pretendo enmendar la pla130
na al admirado maríólogo, sino llegar más lejos. Estoy dispuesto a sostener con el Evangelio en la mano que la no concurrencia de aprobación eclesial inmediata o mediata, en los casos aludidos, puede ser un signo más de credibilidad para aquellos a quienes sea dado el don de la fe en cualquiera de ellos. Quede claro, desde el principio, que otra cosa muy diferente fuera la concurrencia de descalificación justificada, en cuyo caso habría que huir obviamente, de estos temas, como hay que huir, y a la mayor velocidad posible, de todo aquello que la Iglesia ha condenado expresamente a través de la competente jerarquía. En las meditaciones de asociación de los Misterios del Rosario con las epifanías marianas, se ha asociado Garabandal al cuarto Misterio gozoso. Y ello, por resultar así de una ordenación "encontrada", independiente de toda humana voluntad de establecerla previamente. Díganme ahora los ilustres doctores de la Iglesia, a cuya anónima identidad me remito, quién reconoció al Niño Jesús al tener lugar su Presentación en el templo. Porque, con todas las ingratas circunstancias que debió afrontar la Sagrada Familia en Belén, el Nacimiento, por ejemplo, fue conocido por grandes y pequeños (Magos y pastores). Y ello entraña reconocimiento. En el quinto Misterio, y como segundo ejemplo ---que se podría seguir, en rica reflexión, en todos los casos- la admiración de los doctores de la Ley, ante la sabiduría del Niño perdido, es signo de reconocimiento también. En el cuarto Misterio, contrariamente, la "luz" le es concedida a un anciano y a una criada. Los doctores, sacerdotes y mandamases no se enteraron. Dios no quiso, por lo que sea, ser reconocido al efectuarse 131
su Presentación en el templo, por los importantes ni por los más. Si el anciano Simeón hubiera esperado, "prudentemente", a que el Sumo Sacerdote reconociera al Señor, no hubiera alcanzado la singularísima gracia que le fue dada, ni hubiera podido tomar el Divino cuerpecito en sus manos, para que todos pudiéramos saber que aquella Criatura habría de ser "blanco de contradicciones, destinado para ruina y para resurrección de muchos...". Hubo personas que conocieron la profecía de Simeón o las alabanzas de Ana, y "pasaron", tal vez esperando que el Sanedrín se pronunciara. La Santísima Virgen, empero, dejó grabar en su Corazón todas aquellas experiencias. También ha habido muchos que han disfrutado y enriquecido su alma con las consideraciones de la condición Inmaculada de la Concepción de María, y otros que se perdieron las maravillosas reflexiones de Duns Scott, porque la Iglesia "no había aprobado" lo que es dogma solamente desde 1854. Hubo algunos que experimentaron gracias extraordinarias antes de que Lourdes o Fátima se aprobaran, consecuentes con esas manifestaciones. Hay personas que creen haberlas recibido en El Escorial entre las que me cuento, o en Garabandal. Benditas sean. De manera que una epifanía mariana enlazada con un Misterio del Rosario, puede ser identificada por muchos signos, y no hay ninguna razón que impida legítimamente pensar que uno de estos signos, en algún caso, pueda ser, precisamente, que no se produzca el reconocimiento eclesial en mucho tiempo. Personalmente puedo afirmar, con toda verdad, que los motivos de descrédito que me ha sido dado conocer en tomo a Garabandal o El Escorial, son absolutamente inicuos. Si a ellos se separa lo falso, lo ca132
lumnioso o lo temerario, no restan sino algunos lugares comunes, cuya vacuidad queda de manifiesto cuando se aplican al Evangelio. Las "frases teológicas", como la ya denunciada de "Un Dios Padre no hace teatros a sus hijos", tienen menos contenido que un globo de aire con agujeros, cuando se remite al teólogo de turno al Evangelio. Por el contrario, cuando estos extraordinarios e importantísimos sucesos, que han desarrollado kilómetros de literatura a la que se ha supuesto inspiración celestial, no han podido ser desmentidos ni descalificados a la distancia de bastantes años, y aun de muchos años, es entonces cuando la mínima sensatez obliga a plantearse estos mismos temas con toda seriedad. y curiosamente, no han sido reconocidos aún aquellos sucesos cuya referencia al Rosario, hace sospechar ya esa circunstancia. No acaban de reconocerse las epifanías marianas que evocan los Misterios en los que el Señor no fue reconocido. Ello es otro motivo de meditación y de aval del planteamiento efectuado. La aprobación de El Escorial y de Garabandal comporta la aceptación de la gravedad de los tiempos en que estamos inmersos, y no es eso lo que se dice en las homilías dominicales, ni siquiera en la correspondiente al último domingo del "tiempo ordinario". Es por ello por lo que dedico esta reflexión a jerarquía, sacerdotes y religiosos. No se trata ahora de asustar a nadie; se trata de recordar, simplemente, que estamos en tiempo de vela. Se trata, simplemente, de despertar a la realidad. La última reflexión está dedicada a quienes, de un tiempo a esta parte, han empezado a hacerle las cuentas a la Santísima Virgen desde el día 27 de noviembre de 1830. Ellos se extrañarán de que en este estu133
dio se muestre un suceso muy anterior y se contemple la manifestación de Guadalupe, ocurrida en el siglo XVI. .Puede ser que quienes me conocen lo atribuyan a una demanda de mi particular devoción, y se equivocarán. Se han estimado "todos los casos posibles y debidamente informados". Ocurre que la primera manifestación registrada con datos cronológicos fiables se localiza en la ciudad de Méjico y en el año 153l. La formidable y progresiva galopada emprendida por Santa María desde 1830 tiene su plena justificación en sus antecedentes. Todos estos Misterios comenzaron en el instante de la Inmaculada Concepción, verdadera referencia del principio del Protoevangelio y de todo el Evangelio, prólogo e introducción de su verdadero Primer Capítulo, que, como lo contemplamos en el Rosario, es la Anunciación del Angel a Nuestra Señora, donde queda imprimida para siempre la promesa del Reinado de Nuestro Señor Jesucristo. En la plenitud de los tiempos se produjo la ENCARNACION DEL VERBO, y en la plenitud de los tiempos se anunció SU REINADO. (VINO A SU PROPIA CASA Y LOS SUYOS NO LE RECIBIERON). Pero también en otra plenitud de los tiempos, conoció la Iglesia la espiritualidad de la Misericordia y del Amor dimanante del SAGRADO CORAZON DE JESUS, quien ha vindicado muy clara y transparentemente para SI el ansiado Reinado. Y esa última plenitud de tiempos, abrió un formidable interrogante para todos los fieles desde el siglo XVII. Tantas veces hemos dicho que el Señor jamás ha querido hacer nada sin el precedente concurso y colaboración de Su Madre, y nunca nos hemos preocupado de buscar el antecedente materno introductorio .de la espiritualidad compasiva y amorosa del SAGRADO 134
CORAZON. Dadle vueltas a toda la Mariología, y a toda la Historia, y a toda la Historia de la Iglesia, y no hallaréis en concordancia sino estas maravillosa palabras nominativas:
SANTA MARIA DE GUADALUPE Sí. Ella, es la Anunciadora dulcísima de la nueva espiritualidad de la Misericordia y el Amor. Ella, la que se anticipa, con un amoroso lenguaje inconfundible, a producir el primer diálogo histórico constatable de la Madre con sus hijos. Ella, la que estampa su retrato -símbolo de A m o r - en la tilma de un humilde indio, la cual, al encanto del prodigio, se torna imperecedera. Y por más que manos humanas hayan osado alterar el original, nada puede impedir ya la disponibilidad de su aliento de Amor y de Compasión. Y se nos muestra gestante. ¿Gestante de qué, en el siglo XVI? Gestante del Sagrado Corazón. Gestante del Amor de los Amores. Sí. Santa María de Guadalupe canceló entonces los tiempos en que se cuajaron los misterios- de la FE y de la ESPERANZA, para anunciar definitivamente, la arribada de los tiempos del Amor. El Reinado del Amor tiene Rey. Se dio a conocer en Francia en el siglo XVII y se llama SAGRADO CORAZON DE JESUS. Pero el Reinado del Amor tiene Reina Madre también. Se dio a conocer en España en el siglo XIV, y con los españoles fue al Nuevo Mundo que quería evangelizar. Y allí... vino a los suyos, y los suyos no La recibieron. Desde entonces, cuantas veces ha vuelto a su propia casa ... El Reinado del Amor tiene Reina Madre también. Se dio a conocer en España, es española y se llama SANTA MARIA DE GUADALUPE. 135
Sin cuya consideración, la actividad mariana detectable desde el año 1830, se presenta decapitada de su origen, de su introducción y de su fundamento. y a cuyo honor y gloria se añaden, a modo de punto final, las finales palabras que completan la expresión del Sacramento de nuestra Fe:
VEN, SEÑOR, JESUS
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EPILOGO
EL MONTE EVEREST I
Como queriendo avizorar, alma adentro, el recorrido que transcurre entre la manifestación de Nuestra Señora del PILAR Y el culto al INMACULADO CORAZON DE MARIA, dio mi pensamiento con un árbol, al que se me ocurrió llamar el ARBOL DE LA VIDA. Su celestial semilla tiene el nombre de NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO. Por artes de divina agricultura fue sembrada esta Semilla en el centro mismo de la tierra, y allí formó sus raíces, germinando espléndidamente. A los subterráneos caminos que fijaron su asentamiento dieron algunos el nombre de catacumbas, y, todos los días, Inmaculada Jardinera lo atiende, prodigándole con agua de oración y fertilizantes martiriales, cuidado y amor indescriptibles. Así surgió, erecto y poderoso, un formidable tronco con miles de ramas al que llamamos PILAR. Dicen que los que se apoyan en él, reciben generosamente el calor de la FE. Pasó el tiempo. Y en la primavera de la Iglesia se cubrió el árbol de verdes hojas, a cuyo amparo y a cuya sombra han hallado cobijo muchas generaciones ávidas de ESPERANZA. Los hombres han dado a cada una de estas hojas miles de nombres diferentes, según pueblos, regiones y países. Es el caso que todos han pretendido dar con el nombre que piensan que 137
corresponde mejor a la excepcional Jardinera del ARBOL DE LA VIDA. Llegó el tiempo de la floración, y se mostró un botón que parecía como cualquiera de los que -como nos lo muestran las camelias- debía devenir en otra hoja admirable, y no fue así. Era, por fin, un botón de flor. Quiso la misma Jardinera dar nombre a esta flor, considerando el tomado para cada una de las hojas, y así vino a tomar aquella flor el nombre de GUA· DALUPE. La flor de GUADALUPE dio finalmente su fruto, desde entonces conocido como el SAGRADO CORAZON DE JESUS.
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Pensando en este ARBOL DE LA VIDA, me dije un día - "Si la Mariología estuviera hecha con los nombres de nuestras montañas, GUADALUPE sería el MONTE EVEREST".
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Ningún poeta novel, ningún aprendiz de poeta, al tener que culminar en rima consonante un verso de enlace con otro verso terminado en la palabra CRUZ, podría despreciar fácilmente la palabra LUZ. Las palabras CRUZ y LUZ, en el idioma castellano, se buscan una a otra como si se complementaran, como si se profundizaran. Jugando con ellas en mi pensamiento, me dije así: "EL SAGRADO CORAZON DE JESUS ES LA LUZ DE LA CRUZ". 138
No me gustan las cruces de madera, porque la madera, por sí misma, no tiene ni da luz. Las cruces de madera no sirven sino para arder. No hay más cruz verdadera que el mismo Cuerpo de Nuestro Señor en la Cruz, sugerencia y modelo de una nueva CRUZ MISTICA, hecha toda de luz y llamada IGLESIA. La Iglesia es una CRUZ DE LUZ, hecha para que los hombres y Dios vengan a ser una misma cosa en El. La Iglesia es una CRUZ MISTICA hecha toda de LUZ. Una cruz se compone de dos elementos rectos que se enlazan ortogonalmente y se anclan en el suelo por la base del primero. Todos sabríamos hacer una cruz. Pero, ¿quién podría hacer una CRUZ DE LUZ donde los hombres y Dios vinieran a ser una misma cosa en EL? Yo conozco al Divino Ingeniero que la concibió y proyectó y ejecutó, ya la excelsa Señora que la hizo posible. Juntos la hicieron, y por sus referencias he llegado a saber algo de tan esplendoroso prodigio. He sabido que al primer elemento lo formaron con FE y le dieron el nombre de PILAR, aunque permitieron que recibiera también otros muchos nombres. Al segundo lo hicieron de Esperanza, y también se denomina de muchas maneras, siendo CARMEN su nombre más común. Los elementos de la Fe y de la Esperanza se unen con una sustancia inmaterial que se llama Oración. La Oración es el constituyente de la CRUZ MISTICA que tiene más nombres. Tiene tantos nombres como nombres tienen las flores; con aroma de rosas y defensa de espinas, se llama ROSARIO. Así se hizo esa CRUZ. Luego vino la LUZ. La LUZ es el AMOR, que adquiere su mayor intensidad en la incandescencia del SAGRADO CORAZON. Mas el filamento, como ello es sabido, solamente puede mantenerse en luminosa 139
irradiación en ambiente INMACULADO. El SAGRADO CORAZON arde de AMOR en el seno inmaculado de su Madre, Santa María de GUADALUPE. Cuando supe estas cosas, me dije: -"Si la Mariología estuviera hecha con los nombres de nuestras montañas, GUADALUPE sería el MONTE EVEREST".
* * * III En el colegio donde estudian mis hijas, tienen las religiosas que lo regentan, la costumbre de proponer a las niñas la redacción de un "Cuento de Navidad". Hace pocos años, con este motivo, mi hija mayor compuso un "Cuento de Navidad" sobre la tesis de que la causa última y primera que determinó el Decreto Divino de nuestra Redención, fue el Amor del Verbo Encarnado hacia su Madre humana. Culminando en mi mente aquella composición, pensé que bien pudo la Santísima Trinidad coronar nuestra Redención cumplida, con tres maravillosos dones surgidos del carácter específico de cada una de las tres Divinas Personas. Por función de lo cual pudo surgir en la plenitud de los tiempos el PILAR de nuestra FE y confirmarse el CARMEN de nuestra ESPERANZA, para que pudiéramos recibir, finalmente, el inconmensurable AMOR que nos fue dado con SANTA MARIA DE GUADALUPE, tríptico reflejo de la SANTISIMA TRINIDAD. y meditando estas cosas, me repetí otra vez: -"Si la Mariología estuviera hecha con nombres de nuestras montañas, GUADALUPE sería el MONTE EVEREST".
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El Padre Ignacio tiene un alma humilde y generosa como pocas he conocido. Regresando con él en automóvil, desde algún lugar de las afueras, Madrid nos recibió con las primeras luces del anochecer y su tráfico infernal. Rompiendo el silencio de nuestros pensamientos, se me ocurrió decir: -"En un día no lejano, las epifanías marianas serán DOGMA DE FE". -"Tal vez" -respondió él- "consideradas genéricamente, puedan llegar a serlo. En los casos particulares concretos me parece más difícil". -"Un día serán dogma" -insistí- "Y a ese día habremos contribuido con nuestro granito de arena". Pesan sobradamente en mi convicción íntima sobre la autenticidad de las epifanías marianas, estas palabras de Nuestro Señor recogidas por san Juan (Cf. Juan 16, 12 Y 13):
"AUN TENGO OTRAS MUCHAS COSAS QUE DECIROS, MAS POR AHORA NO PODEIS COMPRENDERLAS. CUANDO VENGA EL ESPIRITU DE VERDAD, EL OS ENSEÑARA TODAS LAS VERDADES, PUES NO HABLARA DE SUYO, SINO QUE DIRA TODAS LAS COSAS QUE HABRA OIDO y OS PRENUNCIARA LAS VENIDERAS". Unido este texto a muchísimas aclaraciones de nuestros últimos Papas, tales como las palabras de S.S. Juan Pablo 11 en Lourdes: "AQUI SE MANIFESTO LA SANTISIMA VIRGEN", y enlazando estos conceptos con el estudio y desarrollo del dogma de la Asunción y su proclamación por el Papa Pío XII, sobra Teología para poner toda ilusión y esperanza en la previsión de que un día las epifanías marianas serán dogma de fe. Es cierto que ahora están más discutidas que nunca y que muchos las desprecian y desacredi141
tan, mas, lejos de prosperar tales despropósitos, siento que es el momento de decir, como lo hizo nuestro Gran Capitán en las vísperas de la batalla de Ceriñola, al percibir que se había incendiado la Santa Bárbara (almacén de pólvora) de la propia Artillería, y podía cundir el pánico en las fuerzas propias: "ESTAS SON LAS LUMINARIAS DE NUESTRA VICTORIA". Que ataquen. Dejadles atacar. Dejadles denostar la autenticidad de las manifestaciones sobrenaturales de nuestra Madre Celestial. Nadie atacaría a algo que no existiera. Que ataquen. Dejadles atacar. Estos ataques son las luminarias de la victoria de SANTA MARIA. Sí. Estoy convencido de que las manifestaciones sobrenaturales serán, en un día cada vez más próximo, dogma de fe. -"Ya este día, Padre Ignacio, habremos contribuido con nuestro granito de arena". Llegábamos ya al destino del religioso, quien, despidiéndose (el Padre Ignacio tiene un alma humilde y generosa como pocas he conocido), quiso obsequiarme con un exageradísimo despilfarro acreditativo de su excesiva benevolencia, y me dijo: -"El día que las epifanías marianas fueran dogma, tú habrías puesto algo más que un grano de arena. ¡Habrías puesto el Monte Everest!" La vergüenza que sentí me impidió atender al Padre en su despedida. Quedé, por un momento, desconcertado. Al fin, pude balbucir: --"El Monte Everest es Santa María de GUADALUPE". Pero el Padre Ignacio se había ya marchado y nadie me escuchaba. Maquinalmente puse en movimiento el automóvil. Gruesas gotas de agua comenzaron a golpear en los cristales y en el techo metálico del vehículo. 142
-"Este agua viene del Cielo"- me dije. y es que aquellas gotas de agua, en su golpeteo, parecían querer decir, dando compás a una celestial sinfonía dirigida en "Allegro vivace" e "in crescendo": -"Se--rán dog--ma, se--rán dog-ma, se--rán dogma, serán dogma, ¡serán dogma! ¡Serán dogma!" FIN
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CARTA ABIERTA AL PADRE IGNACIO
Madrid, marzo de 1988 Querido Padre Ignacio: Al terminarse la impresión de mi texto " ... y LOS SUYOS NO LA RECIBIERON", he estimado oportuno dirigirle esta carta, con el objeto de dar una única y definitiva respuesta a algunas observaciones que me han sido expresadas. Trascendiendo de mi publicación el hecho de que un conjunto concreto de manifestaciones sobrenaturales de la Santísima Virgen, se homologa en la verificación de una función lineal de tiempo, doy por supuesto que mi trabajo ha de encontrar a sus verdaderos destinatarios alejándose tanto de quienes navegan por las turbias corrientes del escepticismo, como de aquellos otros que se acercan a lo extraordinario condicionados equívocamente. Puesto que las cosas que yo he escrito, no pueden ser escritas al gusto de nadie, y menos aún, al gusto de todos, inscribiéndose en un plano en el que los elogios y los desprecios, los halagos y las críticas poco ortodoxas, carecen de significado. No obstante, deseo ser respetuoso con toda crítica honesta, coherente e informada. A causa de lo cual me veo obligado a explicar que las aparentes omisiones de mi texto no son, realmente, tales omisiones. Y así, por ejemplo, la determina145
ción de la cronología de la vida de Nuestro Señor, no se mejora con la refutación de supuestas hipótesis "históricas" contradictorias. En la honradez de quienes las han formulado o ingenuamente repetido y divulgado, está ahora la iniciativa de cuestionarlas y despreciarlas en pro de la verdad, cuando ya nos ha sido dado un claro acceso a ella. No proporcionan los límites de esta carta, ni es ello necesario, el espacio adecuado para desarrollar un análisis exhaustivo sobre las imprecisiones y vaguedades que, desde los mismos textos evangélicos y las tradiciones de la Iglesia, han propiciado y dado lugar a todas las especulaciones habidas sobre la cronología de la vida del Señor. Los datos históricos constantes no han resultado suficientes para construir una hipótesis exclusiva de las restantes, sólidamente argumentada, y las revelaciones privadas no sólo no han ayudado a dilucidar nada, sino que, además, se han desacreditado entre sí por sus evidentes contradicciones. y no hay otras fuentes de conocimiento que los Evangelios, la tradición de la Iglesia, los datos históricos constantes y las revelaciones privadas. Todas estas fuentes, empero, ofrecen en su conjunto una carga excesiva de insuficiencia y error. En la imposibilidad de revisar cumplidamente cada una de las posibles alternativas que la imaginación y la erudición han dado en proponer, me remitiré, en principio, a aquella que ha alcanzado una mayor difusión. Se trata de la suposición que fija el Nacimiento del Señor en el año 5 a.d.C, y su Crucifixión en el año 30 d.C. El soporte tradicional de esta composición de lugar se basa en el respeto a los treinta y tres años cumplidos en la tierra por Nuestro Señor, nacimiento en noche estrellada (entorno de luna nueva), y muerte en año en el que la Pascua de los judíos concurrió en 146
viernes; el soporte histórico, además de ofrecer el consabido romance listado de pretores romanos, años de censos, etc., adaptado al caso, aprovecha, diferencialmente, una referencia debida al historiador judío Flavio Josefo, según la cual Herodes el Grande murió en año relacionado con cierto eclipse, que los propagadores de esta suposición sitúan en el año 4 a.d.C., aunque hay quien lo desplaza, a su gusto, al año 3 a.d.C. No importa, porque el dato es absolutamente inoperante, como veremos a continuación. Lo sorprendente es la facilidad de propagación de esta especie anónima, hasta donde me ha sido posible investigarla, curiosamente repetida en enciclopedias y tratados sobre la vida de Nuestro Señor, y generalmente presentada con etiqueta de infalibilidad: "Ciertamente sabemos ..." Es notable que los evangelistas, en número de cuatro y contemporáneos de los hechos que narran, siendo, además, dos de ellos testigos directos, no nos aclaren el año, ni el día, ni la hora de la Crucifixión, por ejemplo, y que un pendón de mucho cuidado, de currículum tan breve como impresentable, que ni tan siquiera había nacido entonces, haya venido a ser tenido por tantos como el infalible cronologista de la vida del Señor. Yo no sostendría tan inapelablemente la infalibilidad del dato aportado por Flavio Josefo, mas aún aceptándolo incondicionalmente, no sólo no aporta nada, sino que traduce una insignificante majadería, equivalente a asegurar que Herodes murió en primavera. Puesto que, efectivamente, todos los años ocurren cuatro y hasta cinco eclipses, como en el presente de 1988. Lo más frecuente es que tengan lugar cuatro, dos de ellos lunares y solares los restantes. Mas para localizar y particularizar un eclipse son necesarios datos que Flavio Josefo no aporta, y a partir de cuya suposición, el argumento demuestra un inadmisible apa147
ño. Para que el dato tuviera validez, fuera necesario conocer a priori si se trata de eclipse lunar o solar, anular o penumbral, y, en caso anular, total o parcial; poderse identificar por el conocimiento de sus áreas de visibilidad, tiempos de duración del eclipse general y central, duración de la observación desde algún lugar, etc. Mas no se sabe del eclipse aludido por el historiador judío nada de nada. Y cuando no se sabe nada de nada, no es posible determinar un eclipse particular, y mucho menos relacionarlo con un año determinado. Falacia de erudición se llama esta figura. La misma hipótesis comprime el "ciclo de Navidad", desde el Nacimiento hasta el regreso de Egipto, en tal manera, que el exilio africano de la Sagrada Familia se reduce a un simple viaje de ida y vuelta, o, a lo sumo, a unas cortas vacaciones. Con objeto de remediar este corolario, han optado otros por retrasar el año del Nacimiento hasta el 8 a.d.C., viéndose forzados a desdecir el dato de los treinta y tres años cumplidos, avalados por la tradición, aprovechando la pasividad de los sufridos papeles donde ha quedado constancia de esta lucubración, y, ya metidos en harina, otros, en fin, han optado por dar más vuelo a su imaginación, llegando a prolongar la vida de Nuestro Señor hasta los cuarenta años, parapetándose en un texto atribuido a san Ireneo, según el cual: "Entre los cuarenta y los cincuenta años alcanza un hombre la madurez, y Nuestro Señor la poseía cuando enseñaba ...". Yo creo sinceramente que no vale la pena invertir más tiempo en desmontar estas torres de papel, las cuales, aunque apellidadas "históricas" por sus propagadores, carecen de toda credibilidad, por carecer, realmente, de sólido fundamento. Tal vez sea interesante para algunos constatar el consenso admitido por casi todos los autores, respec148
to del año de la Crucifixión, conviniendo en conceder a los 30 y 33 todas las posibilidades, por recaer en ellos en viernes la Pascua de los judíos. Los cálculos astronómicos determinan con toda fiabilidad que la lunación del mes de Nisán (Pesah o Pascua judía) tuvo lugar en el año 30 el viernes 7 de abril, y el viernes 3 de abril en el año 33. En tal caso, y puesto que los evangelistas -ambiguos en las expresiones "día de la fiesta" y "sábado", así como en las sinónimas "día de la Parasceve" y "viernes de la Pascua"- convienen claramente en fijar el día de la Crucifixión en la víspera de la Pascua, y éste es el dato objetivo; determinado inequívocamente el viernes como el día de la Pascua, gracias a la precisión de los cálculos astronómicos, hoy verificables, ¿cómo dudar que la Crucifixión tuvo lugar en jueves? Ello explica más abundantemente el apuro en la ejecución, puesto que los días de Pascua y sábado eran días consecutivos poco indicados para proceder a las sepulturas. Téngase, además, en cuenta, que los judíos empezaban a contar el día a partir del ocaso. (¿Por qué se ha suprimido, entre otras, la tradición del toque de gloria en el sábado de la Semana Santa, llamado, por esta razón, SABADO DE GLORIA?) A quienes interesen los datos astronómicos, pueden facilitarse los horarios de lunación del mes de abril de los años 30 y 33: O h. 57 m. y 19 h., respectivamente (HSL de Jerusalén). También es curioso comprobar que la única luna nueva que pudo tener lugar en el entorno de los diecinueve años anteriores y los diecinueve posteriores al de referencia, en noche del 24 al 25 de diciembre, tuvo lugar en el año 2 a.d.C., signo de aval de la cronología defendida en mi texto. Ello ocurrió a las 20 h. 31 m. -horario de Jerusalén- del día 24 de diciembre, según datos obtenidos en el Observatorio Astronómico Nacional. 149
La conclusión es que Dionisio Exiguo, al determinar el año 753 a.u.c. como el del Nacimiento de Nuestro Señor, dando lugar a la cuenta cristiana de años que seguimos se equivocó. Se equivocó en dos años, con el relativo acierto de no alterar la serie de años bisiestos, al resultar congruentes los números 753 y 1, respecto del módulo cuatro. Mas la inmensa mayoría de quienes han pretendido corregirle con posterioridad, se han equivocado mucho más que el monje. Tengo por indudable ya que Nuestro Señor nació en el año 751 a.u.c., teniendo lugar la Crucifixión en el año 785 a.u.c. La Santísima Virgen vio la luz en el año 736 a.u.c. y fue asunta en cuerpo y alma al Cielo en el año 810 a.u.e. Las fechas correctas del calendario juliano, en cuenta cristiana de años, están expresadas en mi texto. Debo aclarar, finalmente, que el argumento que sostengo, resulta de aplicar el parámetro evaluado para la determinación de la función cronológica verificada por las epifanías marianas. Y ello es así, porque es necesario disponer de un planteamiento que excluya la posibilidad de deformación, por intervención humana, siendo éste el criterio fundamental de mi trabajo. La fiabilidad de los datos por él otorgados radica en la precisión de la función determinada, desde su deducción a partir de una abstracción que elimina todo potencial error humano, desarrollando una hipótesis que se confirma a través de un elevado número de comprobaciones, imposibles de ser manipuladas en su conjunto, ni de haberse podido prevenir apriorísticamente en ningún caso. No hay texto sin autor, ni ecuación verificable que no haya sido previamente establecida. Y es demasiado evidente que la elemental ecuación que yo he determinado no la han establecido los hombres. Con lo dicho pongo el punto final al tema cronológico. 150
Cambiando de motivo, también se me ha objetado el no divulgar la información resultante de evaluar las proyecciones ortogonales de la función sobre sus ejes de referencia. Insisto en que yo he querido limitar la extensión de mi texto a lo estrictamente objetivo y verificable, advirtiendo al lector que el caudal informativo es mucho mayor. Mas por cortesía con Vd., que no es una persona única, sino la personificación de toda la sensatez que he encontrado en la consideración de tema tan delicado como lo es el conocimiento de las verdaderas manifestaciones de la Santísima Virgen, --y encontrar una persona así es tan difícil como dar con un mirlo blanco-, no voy a silenciar que de las proyecciones ortogonales de los puntos representativos de las manifestaciones correspondientes sobre el eje vertical o escala horaria, resulta el horario -local de Jerusalén- en el que tuvieron lugar los hechos de la Pasión contemplados en los Misterios de enlace. La argumentación exige una explicación más completa, pero ya no voy a abundar más en ello. La razón de no desarrollar este tema en el texto -ya lo he dicho- es debido a la imposibilidad de proceder a su contraste, puesto que los evangelistas proporcionan nuevamente datos insuficientes y hasta ligeramente contradictorios. Y así, san Mateo (27,45) y san Lucas (23, 44) suponen al Señor en la Cruz, con la tierra cubierta de tinieblas, entre las horas sexta y nona, mientras para san Marcos (15,25) era la hora tercia cuando le crucificaron. Para san Juan (19,14), en cambio, era cerca de la hora sexta cuando Pilatos cedió a la presión de los judíos, entregándoles a su Rey para que le crucificasen. "Errores humanos". Por alguna razón ha permitido el Señor que donde interviene el hombre aparezcan también errores e imprecisiones, si bien en lo accidental. Bonita lección para quienes comprendiendo y disculpando estas imperfec151
ciones a santos evangelistas y autores inspirados, exigen después perfecciones sumas a la capacidad de comprensión y expresión de unos niños o de cualquiera de esas benditas almas, ordinariamente victimadas en la subcultura, que la Historia de la Iglesia nos muestra frecuentemente como instrumentos portavoces de una manifestación sobrenatural. Las epifanías marianas -y la función cronológica que resulta de ellas- permiten deducir con suficiente precisión el horario en el que tuvieron lugar los acontecimientos más significados de la Pasión. No recabo crédito para estas averiguaciones, que rebasan los límites públicos de mi trabajo, respetados en el texto, y que ahora le indico -"off the record"- para beneficío.de quienes quieran aprovecharlo. Los datos que a continuación facilito están referidos, según nuestro usual cómputo civil, a los días uno (miércoles) y dos (jueves) de abril del año 33 en horario local de Jerusalén. Y son estos: 18 h. 43 m. (ap.) Ocaso solar. Salida del Cenáculo. Oración en el huerto de Getsemaní 19 h. 13 m. 20 h. 02 m. Beso de Judas y Prendimiento. A continuación, . Proceso Religioso (casas de Anás y Caifás) Orto solar, y, a continuación, su05 h. 53 m. cesivamente, - Traslado al Pretorio. Principio del Proceso Civil ante Pilatos. - Traslado al Palacio de Herodes. Breve Juicio de Herodes. - Regreso al Pretorio. Secuencia del Proceso Civil ante Pilatos. 07 h. 47 m. Flagelación. 07 h. 58 m. Coronación de espinas, y sucesivamente, 152
- "Ecce Horno". Juicio desde el "litóstrotos". 08 h. 20 m. Sentencia. Jesús es condenado a muerte. 08 h. 44 m. El Señor toma la Cruz Erección de la Cruz, tras la clava12 h.(ap.) ción 14 h.l! m. "MUJER: AHI TIENES A TU HIJO". "AHI TIENES A TU MADRE". 15 h. (ap.) Muerte de Nuestro Señor. Resulta también verificable la constatación de la Resurrección el sábado, día 4 de abril, a las diez de la mañana, a cuya evidencia, con signo no especificado en el Evangelio, reaccionaron los guardianes del Santo Sepulcro, en prevención desde el día anterior, dando conocimiento de ello a su decurión, y, con el mismo, a los archisacerdotes que habían recabado de Pilatos tal servicio. Las diligencias de verificación y tomas de consejo entre los responsables, tuvieron por consecuencia el consabido estipendio extraordinario a los guardias y su definitiva retirada antes del anochecer. Al día siguiente, domingo, y desde las primeras horas de luz, fue María Magdalena, la hermana de Lázaro, el primer testigo público de la Resurrección, episodio del que disponemos de un testimonio evangélico realmente impresionante, para quien tenga la sensibilidad necesaria para alcanzarlo: Confundió al Señor con el hortelano. (¿Cuántas veces, Padre, en nuestra vida, habremos confundido al Señor con el hortelano? Porque lo excepcional no es que El se nos haga presente. Lo excepcional es que nosotros le reconozcamos). Al comprobar las determinaciones podrá verificar que todas las determinaciones son directas, excepto las correspondientes a la Flagelación y Coronación de espinas, cuya determinación horaria exige una trasla153
ción de fácil inducción, dado el recurso a las epifanías marianas que se relacionan con estos Misterios. Es que toda la Pasión debe ser considerada en dos partes. La Primera Parte o Tarde de la Pasión comprende todos los eventos anteriores a la Condena a Muerte, y todo lo ocurrido con anterioridad a este singular instante, se proyecta directamente en la escala horaria de la tarde, mientras que los sucesos posteriores a la Condenación constituyen la Segunda Parte o Mañana de la Pasión, y se proyecta directamente en el horario matutino. Aquí termino todas las ampliaciones al texto escrito. Lo que descubro en exceso sobre los elementales cálculos matemáticos y su justificación, lo hago con impresión de vergüenza y desnudez, porque estas cosas solamente consigo despacharlas a gusto en la intimidad de la propia oración o en diálogos bajo dirección espiritual. Aunque las aprenda con el conocimiento y meditación de estas formidables explosiones del Amor de Dios a las que prefiero nombrar como epifanías marianas, harto del uso y del mal uso que se viene haciendo, de un tiempo a esta parte, con el popularizado término de "apariciones". Ahora debo afrontar que este texto mío comience su andadura, buscando en los lugares más insospechados y a la distancia ignorada por todos los relojes, a sus desconocidos, queridos y verdaderos destinatarios. A ellos no pido gratitud alguna para mí, tal como en el libro expreso, sino para las almas religiosas y santas cuyo esfuerzo y sacrificio ha hecho posible esta publicación. y ya no me resta, estimado Padre, sino suplicar una vez más su paternal bendición, y reiterarle mi deseo de poderme seguir acogiendo a los beneficios de sus oraciones. Suyo en Xto, CARLOS VIDAL 154
BIBLIOGRAFIA
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ANEXO CALENDARIO DE TIEMPOS (FRAGMENTO)
717 718 719 720 721 722 723 724 725 726 727 728 729 730 731 732 733 734 735 736 737 738 739 740 741 742 743 744 745 746 747
17341028 17370314 17390730 17411214 17440430 17460915 17490130 17510617 17531101 17560318 17580803 17601218 17630505 17650919 17680204 17700621 17721195 17759323 17770807 17791223 17820509 17840923 17870208 17890625 17011110 17940327 17960811 17981227 18010514 18030929 18060213 18080630
748 749 750 751 752 753 754 755 756 757 758 759 760 761 762 763 764 765 766 767 768 769 770 771 772 773 774 775 776 777 778
18080630 18101115 18130401 18150817 18180101 18200518 18221013 18250217 18270705 18291119 18320405 18340821 18370105 18390523 18411017 18440222 18460709 18481123 18510410 18530825 18560110 18580527 18601011 18630226 18650713 18671128 18700414 18720825 18750114 18770531 18791016 18820302
779 780 781 782 783 784 785 786 787 788 789 790 791 792 793 794 795 796 797 798 799 800 801 802 803 804 805 806 807 808 809
18820302 18840717 18861202 18890418 18910903 18940118 18960604 18981020 19010307 19030723 19051207 19080423 19100708 19130123 19150610 19171025 19200311 19220727 19241211 19270428 19290912 19320128 19340614 19361029 19390316 19410731 19431216 19460502 19480916 19510201 19530618 19551193
810 811 812 813 814 815 816 817 818 819 820 821 822 823 824 825 826 827 828 829 830 831 832 833 834 835 836 837 838 839 840
19551103 19480320 19600804 19621220 19650506 19670921 18700225 19720622 19741107 19770324 10709890 19811224 19840510 19860925 19890209 19910627 19931111 19960328 19980813 20001228 20030515 20050929 20080214 20100701 20120915 20150402 20170817 20200102 20220519 20241003 20270218 20290705 157
ACABaSE DE IMPRIMIR EL DIA DE LA ANUNCIACION DEL SEÑOR, 25
DE
MARZO
DE
1988
A Ñ O SANTO MARIANO
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