Warhammer 40k - La Caída de Medusa V

April 26, 2018 | Author: TRbnBlr | Category: Spanish Inquisition, Trench Warfare, Tanks, Roman Legion, Evolution
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“¡Hermanos! La guerra os llama... ¿acudiréis a su llamada?”

“¡Hermanos! La guerra os llama... ¿acudiréis a su llamada?”

INTRODUCCIÓN Medusa V es un planeta que arde bajo las llamas de la guerra guerra y se estremece bajo el paso de un millón de soldados. Es un planeta cuyo fin está muy próximo, pues una tormenta disforme de proporciones catastróficas está acercándose inexorablemente para acabar con todo rastro de vida. Solo tú puedes decidir, mediante las partidas que juegues de Warhammer 40,000, si es posible rescatar la victoria de las mismas fauces de la aniquilación, ya que, no hay que engañarse: Medusa V está condenado. Ya Ya está todo dispuesto para el nuevo evento a nivel mundial de Games Workshop; ¡a las armas!

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La historia del sistema medusa. El sistema medusa ha atravesado tiem-

pos muy turbulentos en los últimos años y su proximidad al fenómeno disforme conocido como la Catapulta del Infierno le ha reportado grandes riquezas y grandes peligros por igual. Las fuerzas presentes en Medusa V. Todas las razas principales del cuadragésimo primer milenio tienen sus motivos para combatir en este planeta azotado por la guerra. Descubre cuáles son los objetivos de cada una de ellas. La página web. Échale un vistazo a lo que podrás encontrar en la página web de Medusa V y recuerda que debes registrarte para poder participar participar..

Cómo participar en La Caída de Medusa V • Reún Reúnee a tu ejército ejército • Regí Regístrate strate en la página página web de la campaña en:

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¡UN MUNDO UNA CAMPAÑA MUNDIAL Los eventos mundiales de Games Workshop representan una oportunidad genial para adentrarte en nuestros universos de juego. Todos ellos poseen un arco narrativo especialmente creado para la ocasión, cuyo desenlace puedes ayudar a decidir a través de las partidas que juegues. Estas campañas son una gran temporada de actividad de Hobby en la

que todo el mundo juega partidas. Existe una página web específica, eventos, batallas en las tiendas y miniaturas nuevas para muchas de las razas. Asimismo, ofrece la posibilidad de conocer a nuevos oponentes y de escribir un glorioso capítulo de la historia de tu ejército con la sangre de tus enemigos ¡y hacer unos cuantos amigos de paso!

Encontrarás más información en el interior de la revista, pero antes que nada, fijémonos, señor comandante, en nuestro teatro de guerra. El destino de vuestras tropas, de vuestro honor y tal vez de vuestro pueblo está en vuestras manos. Enfréntate a tu destino en la superficie de Medusa V…

¡Descubre cómo participar en la campaña en la página 34!

EN GUERRA!

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LA HISTORIA  Desde su colonización en los albores del trigésimo octavo milenio, Medusa V ha gozado de una historia relativamente pacífica que solo en tiempos recientes se ha llenado de graves problemas.

Medusa V  MU.05.01 Dist. Orb. 1.41 UA 1.12G/Temperatura 9˚C Mundo minero / industrial Diezmo: Exactis Tertius Aestimare: A912 Población: 4.500.000.000

Ref. del mapa: Inq/MV0815

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Medusa V, pese a no ser más que un mundo minero, es uno de los principales contribuyentes a la industria del subsector y su valor se ve realzado por su proximidad al Acelerador de Van Grothe, lo que le ha valido un aestimare inusualmente alto para un planeta de su tip o.

Medusa VII MU.0s7.01 + Dis. Orb. 19.18 UA +1.21G/Temperatura n/a Mundo muerto Diezmo: Adeptus Non  Aestimare: F950 Población: n/a Notas: [Ref:Ordos/Xenos/Necrontyr] Nivel de cuarentena del Ordo Xenos: gamma Todos los indicios apuntan a que se trata de un mundo de los Necrontyr y ha r esultado casi imposible realizar inspecciones explorator. Toda la vida del planeta ha sido aniquilada y los fósiles encontrados sugieren la posibilidad de que tal aniquilación se produjo hace cientos de miles de años.

DE MEDUSA V Medusa IV MU.04.01 + Dist. Orb. 1.12 UA + 1.09G/Temp. 13°C Muerto/Exterminatus Diezmo: Adeptus Non  Aestimare: G1000 Población: n/a

 Acelerador de Van Grothe [Ref:Flota.Imperial: La Catapulta del Infierno] Tormenta de disformidad, descubierta en 241.M37 por Carr al Van Grothe Estado: EstableI nestable: Malefic Ultra Nivel de amenaza: Sin clasificaromega

Chigirin 1: Espaciopuerto clase Crimeon Tripulación: 2.922 miembros del Adeptus Mechanicus, 5.000 agentes de seguridad de la Flota Imperial  Armamento: baterías de defensa láser, 16 lanzatorpedos Defensas: escudos de vacío clase 9 Notas: Chigirin 1 es uno de los tres espaciopuertos en órbita alrededor de Medusa V y cuenta con una formidable presencia de la Flota Imperial, además de un equipo de exploración excelente. [Ref: estructura ampliada de áuspex clase Philemon Pardox]

Medusa VIII MU.08.01 + Dis.Orb. 24.98 + 2.5G/Temp. n/a Diezmo: Adeptus Non Gigante de gas  Aestimare: n/a Población: n/a Notas: según el Adeptus Mechanicus podrían explotarse los recursos naturales de este gigante de gas con fines industriales. Sin embargo, se han abortado todas las ví as de investigación. La misteriosa desaparición de las naves destinadas a tal efecto ha forzado al almirantazgo de la flota a ordenar el cese de las investigaciones.

LA CATAPULTA DEL INFIERNO En la Franja Este del Imperio se encuentra el vibrante fenómeno disforme conocido como el Acelerador de Van Grothe. Se trata de un remolino de reluciente color púrpura de años luz de diámetro que supone la destrucción de todo aquel lo bastante desesperado o imprudente como para penetrar en él sin tomar las precauciones necesarias. No obstante, el Acelerador no carece de utilidad, pues a pesar de los peligros, los Mechanicus Observators lo consideran muy estable comparado con otros fenómenos parecidos. Por esta razón, el valor que tiene para las flotas explorator y los comerciantes independientes que suelen atravesar esta región es incalculable. Si se atraviesa como es debido puede propulsar a una nave por la disformidad a través del flujo y el reflujo del éter a una velocidad tal que es capaz de reducir la duración de un viaje en meses o incluso años. Gracias a este efecto secundario y a su peligro inherente, el Acelerador se ha ganado el sobrenombre de “Catapulta del Infierno”.

Tras su descubrimiento en 241.M37, la Flota Imperial y el Adeptus Mechanicus estuvieron de acuerdo en que, si se usaba de la forma adecuada, el Acelerador podía resultarles extremadamente útil. Así pues, se le ordenó al descubridor original de la anomalía de la disformidad, Carral Van Grothe, encontrar un planeta habitable cerca que pudiera servir como estación de paso y punto de partida para las naves que quisieran viajar a su través. Tras una larga búsqueda, encontró un sistema con dos planetas habitables. Una flota explorator escoltada por una compañía clan del capítulo de los Manos de Hierro inició el proceso de colonización de ambos planetas y, como fueron los Manos de Hierro quienes comenzaron el exterminio de la población indígena, el sistema fue bautizado Medusa en honor al mundo natal de tan valerosos Marines Espaciales. >>>Continúa en la página 10

Presta atención, querido lector, a la siguiente metáfora con la que pretendo ilustrar  cómo funciona el viaje por  el espacio disforme: es  como un arroyo de aguas  rápidas. El arroyo representa el espacio disforme, que discurre velozmente por su cauce inmóvil, que es el  espacio real. Un cadáver  que caiga en el agua río arriba no se moverá con respecto al agua, sino que será transportado por ella hasta quedar embarrado en algún  punto de la orilla lejos de  donde haya caído. Los senderos espaciales del  Imperio y los peligros de la  galaxia, vol. 1, capítulo 1.

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Colmena Euriales:  Capital planetaria Población: 1.300.000.000 aprox. Condición: revueltas continuas 

Designación estratégica:  objetivo clave  Notas: centro de población y  sede del gobierno. Euriales  no debe caer en manos enemigas bajo ningún concepto. +++ La Misión:  Conglomerado de refinerías  de prometio  Población: 120.000.000 aprox.

Condición: leal  Designación estratégica:  objetivo clave  Notas: La Misión de la Isla de Johannes produce más del  76% del prometio de Medusa V, por lo que no debe caer  en manos enemigas bajo  ningún concepto. +++ Monasterio de los Madrigales:  coro astropático  Población: 90.000 aprox. Condición: leal  Designación estratégica:  objetivo clave  Notas: al tratarse del principal coro astropático, este  monasterio es el mejor  medio de comunicación  externa de Medusa V. Advertencia: alto peligro de  manifestación maléfica. El  personal del Ordo Malleus  debe encargarse de defender  este lugar. +++ Espaciopuerto Deimos:  Espaciopuerto clase Marte III  Población: 2.000.000 aprox. Condición: leal / revueltas  menores  Designación estratégica:  objetivo clave  Notas: sin el espaciopuerto  Deimos no podremos obtener refuerzos y toda retirada de Medusa V resultará imposible. El espaciopuerto no  debe caer en manos enemigas bajo ningún concepto.

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Al viajar por el éter, una tormenta disforme puede  llegar a desviar a una nave de su curso o, en el  mejor de los casos, a retrasarla. En el peor de  los casos, cuando la materia esencial de la disformidad se derrama por la galaxia los efectos  pueden ser muchísimo  más terroríficos. Siguiendo con la metáfora del  volumen 1, sería más o  menos como decir que el  cadáver pasa por una zona del río plagada de  tiburones sanguinarios. Lo más probable es que  los mencionados depredadores destripen el  cadáver salvajemente, aunque existe la pequeña posibilidad de que este  solo se vea retrasado en  su viaje (tal vez con  algún que otro ligero  mordisquito). La mejor forma de concebir los efectos de una tormenta disforme en el  mundo real es imaginarse  que las orillas del río  desaparecen, con lo que  los tiburones sanguinarios  y toda clase de criaturas  acuáticas carnívoras quedan libres por la zona para aterrorizar y devorar  la población del lugar. El  ejemplo se hace más vívido si uno se imagina que  los tiburones sanguinarios  y sus diversos aliados llevan varios días sin probar  bocado y entonces unas  fuerzas invisibles les  hacen entrar en cólera para luego liberarlos. Los senderos espaciales  del Imperio y los  peligros de la galaxia, vol. 2, capítulo 6.

Geoinspección inq.ref.//73647  Ref: Medusa V; masa terráquea  Fuente: Chigirin 1, estructura de exploración principal 

EL NACIMIENTO DE UN MUNDO Medusa IV era el planeta más grande y más productivo de los dos mundos habitables del sistema, de modo que la flota explorator organizó un desembarco masivo sobre él. Al ser maestros en el arte de la ocupación planetaria, los Explorators no tardaron en doblegar a Medusa IV bajo el mandato del Emperador. En cuestión de meses se erigieron grandes ciudades parecidas a descomunales aglomeraciones de metal. Unas naves colonizadoras enormes repletas de civiles procedentes de varios mundos colmena de todo el Imperio desembarcaron colonos tanto voluntarios como forzosos. Medusa V, por el contrario, solo se colonizó en parte. Los Manos de Hierro lograron afianzar el control de todo un continente del planeta con su característica eficacia, pero poco después se abortó el proceso de conquista. Una llamada urgente de auxilio obligó al capítulo a partir para ayudar a sofocar una rebelión y la flota explorator continuó cierto tiempo con su tarea en solitario. Al ya haber establecido regiones mineras muy valiosas se consideró innecesario seguir explorando y colonizando Medusa V, así que el proceso se pospuso de modo indefinido.

“A pesar de su riqueza mineral, el recién colonizado sistema medusa tenía un gran defecto…” A pesar de sus ventajas evidentes, su riqueza mineral y su cercanía a la Catapulta del Infierno , el sistema medusa tenía un gran defecto. De vez en cuando estallaban graves tormentas originadas por el Acelerador que dejaban al sistema aislado 10

de todo contacto con el exterior, unas veces durante meses, y otras durante años o décadas. En cada una de estas ocasiones, se restablecía el contacto rápidamente en cuanto la tormenta amainaba y el mensaje de los habitantes del planeta era siempre el mismo: todo marcha bien. Medusa IV se convirtió en un enorme centro de población; los abundantes suministros de comida y el clima moderado contribuyeron a su crecimiento y en muy poco tiempo, decenas de billones de humanos trabajaban duramente en las descomunales colmenas de su superficie. Medusa V, por el contrario, se quedó prácticamente inerte. Solo contaba con unas pocas ciudades y todas ellas dedicadas en exclusiva a la extracción del valiosísimo iridio y del prometio con el que proveer a las flotas imperiales atracadas en los grandes espaciopuertos situados en órbita. Cientos de naves pasaron por los espaciopuertos de Medusa, desde flotas del Imperio que necesitaban reabastecerse con urgencia a flotas explorator que trasladaban centros de población enteros de Medusa IV para ser reasignados a otro lugar y comerciantes independientes que requerían raciones y combustible para arriesgarse a atravesar la Catapulta del Infierno con tal de propulsarse hacia zonas desconocidas del este. Pese a perder el contacto de vez en cuando con Medusa, nadie dudaba de su valor.

EL CISMA DE MEDUSA Desde su colonización, en el sistema medusa se han producido multitud de incidentes de poca importancia. Las frecuentes incursiones de los piratas eldars han perjudicado el transporte de mercancías de la región y el imperio tau, al ir ganando confianza y poderío, ha ansiado conquistar el planeta por motivos propios. No obs-

tante, ninguno de estos enemigos ni los muchos otros que han amenazado el dominio del Imperio en ambos planetas, han estado tan peligrosamente cerca de desestabilizar el control del Imperio como el Cisma de Medusa, que causó estragos en el sistema hace dos cientos cincuenta años durante un período prolongado de aislamiento provocado por el Acelerador. El cisma empezó cuando dos de las ciudades colmena más grandes de Medusa IV se declararon independientes del Imperio. Las autoridades planetarias actuaron rápidamente y despacharon tres regimientos de la milicia planetaria para aplastar a los rebeldes y volver a imponer el orden en las ciudades. Se desconoce durante cuánto tiempo llevaba fraguándose la traición en el corazón de aquellos súbditos del Emperador caídos en desgracia, pero la podredumbre que corroía las entrañas de Medusa IV era más profunda y más maligna de lo que nadie pudiera haberse imaginado. Los adoradores de los Poderes Ruinosos, al estar bien armados y ser totalmente fanáticos, se enfrentaron a los regimientos de la milicia planetaria con un alud de disparos y, al enarbolar al viento los estandartes que declaraban su alianza a los dioses del Caos, revelaron el verdadero motivo del descontento. Los sectarios degenerados y la milicia planetaria combatieron durante semanas en las calles de las grandes colmenas hasta que la situación dio otro giro a peor cuando otras ciudades declararon abiertamente su lealtad al Caos y marcharon a la guerra con vastos ejércitos. Los verdes distritos agrícolas fueron arrasados por los incendios provocados por las fuerzas del Caos y en la oleada de pánico que siguió a los ataques murieron millones de inocentes.

Cada mes, más parte de la población fue cayendo en las garras de la locura, como contagiada por una fiebre maníaca, y se alió con los dioses oscuros dándole la espalda a la luz del Emperador. Al cabo de muy poco tiempo, tan solo unas pocas ciudades seguían siendo fieles al Imperio. Al verse abrumadas y en inferioridad numérica, el bando leal envió mensajes astropáticos de auxilio. Las peticiones de ayuda urgente fueron básicamente ignoradas, ya que, mientras las tormentas disformes que mantenían el sistema aislado no amainaran, no podrían recibir ninguna ayuda. Solo Medusa V pudo responder a la llamada y, haciendo gala de una valentía admirable y una lealtad inquebrantable al Emperador, movilizó un ejército improvisado. Al no poseer una fuerza militar propia, la exigua Fuerza de Defensa Planetaria reclutó a los miles de mineros y obreros que se ofrecieron voluntarios para partir de inmediato hacia Medusa IV en cargueros y naves de suministros requisados por el ejército.

LA MUERTE DE UN PLANETA Durante dos años y medio, el ejército improvisado de Medusa V logró impedir que los ciudadanos que seguían siendo fieles al Emperador se vieran totalmente abrumados rechazando un asalto tras otro de las fuerzas del Caos. Sin embargo, al final no pudo lograrse la victoria frente a aquellas condiciones, ni siquiera cuando la tormenta disforme se disipó y la Segunda Compañía del capítulo de los Ultramarines consiguió finalmente acudir en ayuda del planeta. La Santa Inquisición envió

Si no fuera por la cosecha de grano madura que se  balancea movida por la brisa no habría demasiadas  evidencias de que este lugar  fue antaño una granja. Unos  cuantos cuerpos dispersos y  un cúmulo de graneros  humeantes; eso es todo lo  que queda. Las huellas de multitud de  vehículos de combate evidencian el tamaño del ejército que atacó este lugar y  la profundidad de las mismas al salir de aquí explica a dónde ha ido toda la maquinaria. Quien fuera que lo hizo se la ha llevado  toda, lo que, aparte de la matanza, es el dato más  interesante del caso. Ha desaparecido todo: motores  tractores, filtros de grano, etc. Todo lo que estuviera hecho de metal de cualquier  tipo ha desaparecido. Esos  vehículos deben haber ido  peligrosamente cargados. No hace falta ser xenólogo  para saber quién es el responsable de todo esto, pues no hay muchos seres  lo bastante degenerados  como para pintarrajear un  muro con sangre humana. El Sargento Granth quiere  perseguir estas monstruosidades, para así evaluar su capacidad y, de ser posible, tomar  represalias, y yo he aprobado  este curso de acción. Le ruego permanezca a la espera de futuros informes. Interrogador Orsene, a las órdenes de la  Inquisidora Baptiste.

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“No es el primer mundo que Ygethmor ha destruido y, a menos que podamos detenerlo ahora, tampoco será el último. Si no logramos cumplir nuestra misión, morirán millones de personas y no estaremos exentos de culpa”. Inquisidora Baptiste 

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varios agentes para evaluar el nivel de la herejía y al final la única solución viable que se encontró fue declarar el planeta Exterminatus. El Culto Mechanicus y el Adeptus Administratum presionaron a los agentes de la Inquisición encargados de supervisar el cisma para que pospusieran la ejecución de la sentencia el tiempo suficiente como para permitir que los pocos ciudadanos leales que quedaban pudieran ser evacuados. Las previsiones de diezmo y los calendarios de recolonización demostraron el efecto devastador que tendría el dejarlos morir para la industria del sector, así que la Inquisición les concedió una semana de gracia previa a la ejecución de la sentencia. Se cargó a millones de civiles en los transportes que normalmente se usaban para transportar alimentos y empezó un éxodo en masa de las zonas leales. Mientras los Ultramarines y los guerreros de Medusa V libraban una heroica retirada contra un mar infinito de locura, se evacuó del planeta a todos los inocentes que se pudo. Ni siquiera los sagrados Astartes pudieron aguantar demasiado tiempo frente a un odio tan descerebrado y una superioridad numérica tan abrumadora. Finalmente, hasta ellos se vieron obligados a retirarse y dejar a los herejes y ciudadanos que quedaban a su cuenta y riesgo. Una corbeta inquisitorial muy elegante al mando del Inquisidor Baptiste disparó una única salva de torpedos contra el planeta: una mortífera carga de incineradores atmosféricos. Las cabezas explosivas prendieron fuego a la atmósfera rica en oxígeno del planeta y lo arrasaron todo bajo una abrasadora conflagración que fue aniquilando toda la vida de aquel mundo, transformando el metal en masa fundida y la roca en vidrio a medida que la ardiente sentencia de la Inquisición hacía su destructivo efecto. El planeta ardió con fuerza durante un mes entero y, desde la seguridad de su mundo, los habitantes de Medusa V observaron absortos cómo el planeta vecino se iba consumiendo bajo el fuego purificador. Los ciudadanos leales que habían escapado entonaron plegarias de gratitud al Emperador por haberlos salvado. Los nuevos residentes de Medusa V llegaron a millones procedentes del planeta en llamas y fueron bienvenidos por los agentes de la Inquisición, que inició un proceso extenso y minucioso de investigación con el fin de extirpar a todos los posibles herejes de entre los refugiados. Miles de ellos fueron conducidos a la pira para garantizar la futura pureza de Medusa V. El Adeptus Mechanicus erigió unas ciudades prefabricadas colosales a toda prisa, vastas estructuras capaces de albergar muchos millones de ciudadanos. Los refugiados fueron conducidos en masa a estas ciudades, que se mantuvieron separadas entre sí como medida para prevenir la herejía. Estas “ciudades de refugiados”, unas construcciones lúgubres de metal y piedra, fueron integrándose poco a poco a la sociedad de Medusa V y supusieron una innumerable fuerza de trabajo con la que extraer el mineral de la corteza del planeta. En

tan solo unos años, el planeta empezó a producir más combustible, metales y suministros de lo que nunca habría podido imaginarse.

LA CAÍDA DE MEDUSA V En los doscientos años posteriores al cisma, Medusa V ha continuado floreciendo como la vía de acceso al Acelerador de Van Grothe, reabasteciendo a las naves escolta y exportando millones de toneladas de minerales valiosos a la Flota Imperial y al Adeptus Mechanicus. Únicamente en los últimos años han empezado a precipitarse los acontecimientos, lo que ha puesto en tela de juicio la seguridad de Medusa V. El Acelerador ha comenzado a “hervir”, fenómeno que ha dejado atónitos incluso a los más sabios de los eruditos y observators del Imperio. En un principio, los cambios ocurridos en la tormenta disforme no se consideraron preocupantes, pero ahora no cabe duda de que está aumentando de tamaño a una tasa muy alarmante. Existen teorías muy diversas para explicar por qué el Acelerador se está extendiendo. Algunos mineros ignorantes sugieren la posibilidad de que esté tratando de convertirse en un segundo Ojo del Terror. Los expertos del Ordo Malleus postulan que un hechicero del Caos puede haberle lanzado alguna clase de conjuro maléfico y esté tratando de engullir toda la vida de la galaxia. Para cada razón plausible existen multitud de explicaciones descabelladas pero, a fin de cuentas, todas son irrelevantes. La cuestión es que el Acelerador se está extendiendo por el espacio a una velocidad vertiginosa y todos los puestos avanzados y estaciones de tránsito que toca la tormenta se pierden; todo rastro de vida desaparece por completo. Las naves del Adeptus Mechanicus que están intentando supervisar la tormenta han calculado que, en cuestión de meses, si no semanas, llegará a Medusa V. A pesar de las teorías sobre la tormenta, todo el mundo está de acuerdo en algo: Medusa V va a morir.

Volviendo a la metáfora descrita en el segundo  capítulo del volumen 1, el fenómeno descubierto  por Van Grothe es como  un tramo increíblemente  violento de rápidos que  impulsa hacia delante al  cadáver a una velocidad  hasta el momento inimaginable. Tal y como sabrá todo el que haya navegado por rápidos convencionales, las velocidades  que pueden alcanzarse  pueden ser infinitamente  superiores que en cualquier otra parte del río. Sin embargo, el más  mínimo error puede costarle la vida al viajero  cuando su embarcación  sea hecha trizas contra los mismos peligros que  originan la velocidad. El  Acelerador recibió este  nombre por una buena razón y el coloquialismo  “Catapulta del Infierno”  es igualmente apropiado. Los senderos espaciales  del Imperio y los  peligros de la galaxia, vol. 91, capítulo 63.

“Todos los puestos avanzados y estaciones de tránsito que toca la tormenta se pierden; todo rastro de vida desaparece por completo” CONFUSIÓN EN MEDUSA V Mientras las fuerzas imperiales presentes en la zona tratan de comprender los entresijos de este fenómeno galáctico tan extravagante y mortífero y planifican la evacuación de Medusa V, se están produciendo otros acontecimientos aún más misteriosos. El descontento general se extiende por la superficie del planeta a la par que la horrible tormenta disforme que se aproxima. Varias de las ciudades que contienen los descendientes de los refugiados del Cisma ya se han rebelado abiertamente contra las autoridades planetarias. El Gobernador Soloman, el diri13

El Gobernador Soloman se  quedó boquiabierto al ver  las naves de desembarco  atravesando el cielo oscuro. Cientos de naves de desembarco masivo cayeron a toda velocidad hacia la superficie  del planeta azotado por la guerra ardiendo con fuerza al entrar en la atmósfera. La mayoría ostentaban los  emblemas monótonos de la Flota Imperial y llevaban las  bodegas repletas de hombres, mujeres y tanques de la Guardia Imperial. Miles de  soldados preparados para luchar y morir por el Emperador. Otros, en menor  número, mostraban unos  emblemas más brillantes y  marcados. Soloman dio un  respingo al darse cuenta de  que eran las naves de  desembarco del Adeptus  Astartes, que contenían los  mejores guerreros del Imperio. Los Marines Espaciales, los dioses de la guerra, eran  capaces de derrotar a cualquier enemigo. Por un instante cobró ánimos al detectar un leve destello de  esperanza en su interior. Pero la Inquisidora Baptiste, que estaba a su lado, la apagó de repente. -No serán apenas suficientes  -dijo sin rodeos examinando  el horizonte con sus ojos  color lavanda-. Sean cuales  sean las maldades que pretenda hacer el archienemigo  debemos detenerlas a toda costa, pero no se engañe, gobernador; este planeta va a morir. Lo único que está por decidir es a cuántos de  nosotros arrastrará consigo.

gente del mundo, esperaba que se tratara tan solo de una reacción natural frente a la grave amenaza que se cierne sobre el planeta, pero con cada día que pasa, los informes sobre la rebelión no hacen más que empeorar. Los tecnosacerdotes asistentes encargados de las enormes estructuras áuspex situadas en los espaciopuertos sobre el planeta han detectado una serie de estallidos astronómicos de energía. El primero se originó en Medusa VII, un planeta desierto y yermo al que nunca se le había prestado atención. Luego se detectó una segunda y tercera lecturas en el propio Medusa V, una en la región deshabitada del hemisferio sur del planeta y otra a las afueras de la Colmena Machavius, el segundo centro de población más grande del planeta. Abundan los rumores acerca de unos invasores alienígenas que están a punto de asediar la ciudad, aunque todo intento de verificarlos ha fracasado hasta el momento. Tres naves que formaban parte de una flota explorator con rumbo al este fueron atacadas hace poco en circunstancias misteriosas dentro del alcance de los radares de la flota de patrulla de Medusa V. Se enviaron varias fragatas en su ayuda, pero al llegar, las máquinas de guerra imperiales se encontraron con las naves vacías y flotando a la deriva por el espacio sin rastro de los pasajeros ni de los atacantes. Y, por si la situación no fuera ya grave de por sí, en los últimos días más de cien colonias agrícolas del margen norte del continente han sido totalmente destruidas víctimas de un torrente de ataques salvajes. Al parecer, toda la maquinaria agrícola ha sido saqueada y los atacantes no han dejado atrás ni siquiera las descomunales máquinas cosechadoras, tan solo ruinas ardientes y cadáveres. Como consecuencia, el resto de granjeros están empezando a abandonar sus colonias por miedo a sufrir ataques parecidos. Todos los días más agriobreros abandonan sus comunidades y la amenaza de padecer una hambruna a nivel planetario parece destinada a hacerse realidad. Por otro lado, los Marines Espaciales de los Guardianes de la Muerte encargados de eliminar los restos de la Flota Enjambre Kraken han alertado de que una buena parte de la flota ha cambiado de rumbo tras un enfrentamiento titánico contra la Flota Imperial en Lycanis. El Bibliotecario Andreas de los Guardianes de la Muerte ha postulado que el precipitado crecimiento del Acelerador puede estar actuando como una especie de señal luminosa para los Tiránidos y esté atrayendo a tan viles criaturas. Por el momento, los mejores esfuerzos por parte del Ordo Xenos para tratar de desviar el rumbo de los Tiránidos no han tenido ningún éxito y no cabe ninguna duda de que una invasión a gran escala por parte de estos alienígenas devoradores va a sumarse dentro de muy poco a la confusión reinante en Medusa V.

LA LLAMADA A LAS ARMAS Al precipitarse los acontecimientos vertiginosamente hasta quedar prácticamente fuera de control, el Gobernador Soloman pidió ayuda al almirante del sector, quien a su vez presentó el problema ante la Inquisición. Los Ordos Sagrados despacharon de inmediato a una célula de inquisidores para investigar los acontecimientos del planeta. Estos agentes llegaron unas semanas después de la petición de auxilio y se encontraron con que en la Colmena Euriales, la capital de Medusa V, acababa de estallar un guerra civil en la que la guardia personal del gobernador y el Adeptus Arbites intentan desesperadamente rechazar a los rebeldes. Grandes masas de la población del planeta, que ya han declarado abiertamente su afiliación a los dioses del Caos, se han alzado para desafiar al Imperio y el rumor de que las terribles legiones traidoras se encuentran al mando de esas tropas llena de desesperación a todos los ciudadanos leales. La Inquisición no ha perdido ni un instante en emitir una llamada de auxilio más amplia antes de que el planeta acabe siendo consumido irrevocablemente por la guerra que ruge en la superficie. El Capitán Sicarius del capítulo de los Ultramarines fue el primero en responder a la llamada a las armas y volver a desembarcar en Medusa su poderosa Segunda Compañía. Multitud de otros capítulos de Marines Espaciales han ofrecido ayuda y han enviado contingentes al planeta. Por su parte, una cruzada de la Guardia Imperial encabezada por el Gran Mariscal Conde Harazahn de los Primeros Nacidos Vostroyanos, sigue acudiendo en masa en estos momentos y se están reclutando regimientos para hacer frente al peligro o reasignándose de otras campañas. Con cada día que pasa, la tormenta disforme del Acelerador se va acercando más a Medusa. El Gobernador Soloman informa de que las fuerzas del desorden, el Caos y malignos xenos, van haciéndose cada vez más atrevidos y más fuertes hasta obligar a los defensores imperiales a retirarse ante su avance. No cabe duda de que nos encontramos ante los últimos días de Medusa V, pues la tormenta disforme acabará por destruir el planeta, si no lo hacen antes el gran número de enemigos del Emperador. No obstante, el Imperio no piensa dejar este mundo imperial a merced de las fuerzas de la oscuridad, pues un solo día de producción industrial justifica plenamente el sacrificio en vidas humanas. Las cápsulas y naves de desembarco atraviesan los cielos dejando estelas ardientes tras de sí y todo el planeta se ve envuelto en la mayor guerra que haya visto nunca.

“Este planeta va a morir. Lo único que está por decidir es a cuántos de nosotros arrastrará consigo”. 14

LAS FUERZAS DEL CAOS Ygethmor, Gran Hechicero de la Legión Negra y Elegido de Abbadon, ha tenido una visión de la disformidad y ha vislumbrado brevemente un posible futuro. Se ha visto a sí mismo enaltecido sobre una montaña de cadáveres rodeado del vibrante poder sin refinar del empíreo. Ha visto un planeta quebrantado por el poder del Caos, transformado en un mundo demoníaco y a sí mismo coronado como su amo y señor. Ese mundo es Medusa V e Ygethmor sabe muy bien lo que debe hacer para cumplir ese futuro: el planeta debe morir. En lo alto de un pilar de cadáveres sobre las ruinas de la catedral de la Colmena Euriales debe llevarse a cabo un ritual de un poder inconcebible. Justo en el momento en el que la tormenta disforme engulla el p laneta, Ygethmor invocará el poder infinito de la disformidad. Sin embargo, para que el ritual tenga éxito, es necesario efectuar millones de

Objetivo de la campaña Ygethmor lucha por algo más que Abaddon, ya que cada victoria lo acerca un paso más a la condición demoníaca.

      S       O       A       C       L       E       D       S       A       Z       R       E       U       F

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sacrificios a los dioses oscuros y obtener la gloriosa victoria de los ejércitos del Caos. Para conseguir sus objetivos, Ygethmor ha movilizado un ejército inmenso, una agrupación de contingentes guerreros, cada uno de los cuales es un ejército propio y está liderado por un señor del Caos ansioso por compartir la fama de la victoria. Miles de Marines Espaciales del Caos de las legiones traidoras se han reunido bajo su estandarte, reforzados con los Marines Espaciales renegados de todos los confines del Imperio. Todos los guerreros del ejército de Ygethmor luchan para honrar a los dioses oscuros y para obtener las bendiciones generosas del Caos en caso de vencer. A medida que la tormenta arrecia, Ygethmor encabeza sus fuerzas contra los abrumados defensores. La batalla que se avecina va a estar muy reñida, pues los defensores se encuentran muy bien atrincherados en sus fortificaciones y ciudades, pero la recompensa del Caos es la liberación del propio poder de la disformidad y, para Ygethmor, el control del que puede llegar a ser el mundo demoníaco de Medusa V.

-Es un ejército capaz de aplastar  todo lo que los perros falderos del  Trono Dorado puedan reunir para hacerle frente, mi señor -dijo  Ygethmor con una voz áspera cuyo eco se perdía por las bóvedas  de la gran sala de Abaddon. Ante  él, sentado en un trono negro, se  alzaba el Saqueador, flanqueado  por la imponente presencia de su escolta de exterminadores. -El Paladín de Fulgrim, Lucius el  Sempiterno, está preparado para combatir junto a mis guerreros y  dos grandes compañías de Guerreros de Hierro están preparando  su equipo de combate para apoyarnos. Los apóstoles oscuros de  los Portadores de la Palabra están  levantando a las masas para que  se rebelen contra el falso Imperio  y los espías de la Legión Alfa están instigando las sublevaciones  en las grandes colmenas en este  preciso instante. Los renegados  del interior del Torbellino se han  unido a nuestra causa y hasta Ignatius Grulgor, el bienamado de  Nurgle y una hueste de la Guardia de la Muerte aguardan mis  órdenes para marchar a vuestro  lado -Ygethmor forzó aún más su reverencia-. Todo lo que os pido  ahora, gran Abaddon, es vuestra aprobación. Una silueta siniestra situada tras el  trono del Saqueador, a la que  rodeaba una especie de halo de  energía crepitante, dio un paso  adelante y le lanzó una feroz mirada cargada de odio a Ygethmor. -¿Para quién buscas la gloria, Impostor? ¿Para ti mismo o para tu amo Abaddon?  Conteniendo su ira, Ygethmor respondió con un rugido a las palabras de su rival, Zaraphistón, y le  dirigió una mirada fulminante con  sus cuatro ojos fulgurantes. -No lo hago por mi gloria, ni por  la del Saqueador. ¡Lo hago por la gloria de la Legión Negra, de los  dioses oscuros y del Caos!  Desde lo alto del trono, Abaddon  asintió con la cabeza en señal de  satisfacción. -Está bien, Ygethmor, elegido  mío. Dalo por hecho. Te concedo cuatro compañías negras. Escógelas tú mismo-. En torno a la sala, los señores de la guerra de las compañías presentes miraron con expectación al hechicero arrodillado, ansiosos por participar en el conflicto. -Os lo agradezco, amo -murmuró Ygethmor agachando la cabeza de nuevo. Luego ponerse en  pie y se dispuso a marcharse. -Solo una cosa -dijo Abaddon  con un leve gruñido-. Te daré  una única orden. -Lo que vos ordenéis, mi señor. -Mátalos. Mátalos a todos, en  nombre del Caos. -Así lo haré, amo.

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LOS TIRÁNIDOS En los más oscuros confines de la n oche, los atemorizados ciudadanos de Medusa V se cuentan historias al oído acerca de un fantasma asesino que acecha en el submundo d e la colmena. Todas las colmenas cuentan con sus propias leyendas e historias de muertes repentinas e inesperadas y, a pesar de que los detalles difieren, en todas se describe a la misma criatura: una máquina de matar que aparece de la nada, descuartiza a la víctima y desaparece como por arte de magia. Han empezado a llamarle la muerte silenciosa, pues los que la han visto matar la describen como una fuerza natural muy violenta que aparece entre las sombras. Sin embargo, no se trata de ningún mito. Si los habitantes del submundo de Medusa V supieran la verdad acerca de la presencia alienígena que se oculta entre ellos, se darían cuenta de que la pesadilla no ha hecho más que empezar. La flota tiránida menor que se cierne sobre Medusa V ha evolucionado impulsada por los embates de la guerra. Sus especies constituyentes se han adaptado para combatir en entornos urbanos muy densos y ninguna de ellas en mayor grado que los

Objetivo de la campaña Los Tiránidos pretenden devorar Medusa V y, de paso, reabsorber el genotipo líctor “muerte silenciosa”.

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organismos de vanguardia dispersos por el asediado planeta. La muerte silenciosa es uno de tales organismos; de hecho, no se trata de una sola entidad sino de una cepa de líctores con habilidades camaleónicas tan avanzadas que los hacen ser prácticamente invisibles. Dados sus patrones de caza, no cabe duda de que hay un ejemplar por colmena. Estas criaturas ya han informado a sus bionaves de origen de las grandes concentraciones de biomasa existentes en Medusa V y la flota menor ya se está preparando para asimilarla toda. Por su parte, la Inquisición es consciente de que hay algo más en juego que el destino de un solo planeta. Según el testimonio del Hermano Sargento Erasmus de los Ultramarines, la muerte silenciosa es una adaptación evolutiva que, de ser reabsorbida y replicada por las bionaves, podría hacer los organismos de vanguardia tiránidos prácticamente indetectables. Por consiguiente, todas las muertes silenciosas deben ser eliminadas a toda costa. Si la flota menor es capaz de hacerse con las adaptaciones evolutivas de las muertes silenciosas, los ciudadanos del Imperio puede que no lleguen a librarse nunca de esta amenaza.

Los campos congelados en torno al techo blanco de la Colmena Anfión se estremecían bajo el  impacto de un torrente de esporas micéticas parecido a un bombardeo intenso y sin tregua. Los Marines Espaciales de los Puños Imperiales parapetados en las trincheras de hielo efectuaron ráfagas perfectamente disciplinadas de disparos bólter bajo una lluvia de bultos de carne  alienígena cartilaginosa del tamaño de tanques. Algunas de las masas tentaculadas se estrellaron contra el hielo creando inmensos surtidores de agua helada. La inmensa mayoría se partió  por la mitad y liberó progenies de alienígenas siseantes que empezaron a lanzar chillidos  escalofriantes. Los Tiránidos surgieron de las esporas dejando atrás hilos de mucosidades y  fueron avanzando a pequeños saltos o a grandes y poderosas zancadas a través de los disparos  de los tanques imperiales en dirección a las líneas de los Marines Espaciales. Su mero número  tiñó de negro los campos helados mientras seguían cayendo más del cielo. Una espora micética gigantesca cayó tras las líneas imperiales provocando un gran estruendo. El enorme cárnifex de su interior se liberó de su envoltorio emitiendo un rugido ensordecedor. Bajó sus descomunales colmillos y fue abriendo grandes surcos entre la masa de Marines de  las escuadras tácticas que se apresuraron a interceptarlo hasta abalanzarse contra un tanque  de batalla Vindicator y arrojar sus restos por los aires. A pesar de ello, los Puños Imperiales parecían estar conteniendo a los Tiránidos gracias  exclusivamente al disciplinado control de sus disparos. Las armas pesadas abrían huecos  prominentes entre las filas de los organismos de asalto mientras los tanques dirigían sus  armas contra las criaturas sinápticas del enjambre. De súbito, entre las trincheras se vislumbró por un breve instante un movimiento casi imperceptible y multitud de chorros de sangre salieron disparados por los aires cuando un asaltante invisible hizo pedazos a los  devastadores de los Puños Imperiales. El infiltrador asesino fue abriéndose paso por la trinchera en dirección al grupo de mando de los Marines Espaciales, llegó ante el portaestandarte de la compañía y desapareció tan repentinamente como había aparecido. El Marine  Espacial cayó de rodillas al suelo como en gesto de oración, pero entonces su cabeza cayó  rodando al suelo y de su cuello salió despedido un surtidor de sangre caliente. El tiempo se detuvo un instante mientras el estandarte de los Puños Imperiales se zarandeaba y se desplomaba contra el hielo. Justo en ese momento, la tercera oleada de asaltantes  tiránidos llegó a las trincheras y empezó la verdadera masacre.

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LOZ ORKOS En estos tiempos aciagos, el sistema medusa se ha convertido en un lugar muy peligroso, hecho que muchos viajeros espaciales han podido descubrir padeciéndolo en sus propias carnes, ya que una fuerza de incursores ha iniciado una campaña salva je de pirateo. Los augures del sistema han detectado la presencia de una nave tan grande que solo puede tratarse de un pezio espacial orko, hecho que ha terminado por confirmar la imagocaptura de los vuelos de reconocimiento. El pezio, adornado con pinturas de dientes de perro y un emblema típicamente orko, ha sido identificado como perteneciente al Kaudillo Nazdreg Ug Urdgrub. Después de que su dudosa alianza con Ghazghkull Thrakka terminara y de que sus ejércitos combinados fueran derrotados en el sistema limnos, Nazdreg fue dado por muerto. Por desgracia, parece ser que este infame kaudillo orko ha regresado para asolar el Imperio. Pese a estar avisados de esta amenaza, las naves del sistema se han visto incapaces de frenar el avance del pezio de Nazdreg y han acabado por perderlo de vista entre las batallas que se están sucediendo en la órbita de Medusa V.

Objetivo de la campaña Con cada victoria de los Orkos, Nazdreg gana más chatarra con la que reparar el pezio ezpazial y proseguir con el ¡Waaagh!

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Prueba fehaciente de la anarquía en la que se está sumiendo el planeta es el hecho de que el impacto de algo del tamaño de un pezio orko haya pasado desapercibido, aunque todas las esperanzas de que los Orkos murieran en la colisión no han tardado en desvanecerse. En cuestión de días, Nazdreg dirige a sus guerreros en un nuevo ¡Waaagh! debido al que multitud de comunidades agrícolas son arrasadas. Los intentos de las fuerzas de defensa por aplastar a los pieles verdes fallan y los ataques de Nazdreg van aumentando de proporción a medida que sus guerreros emergen del pezio estrellado. Los eztrambótikoz empiezan a actuar de modo más extraño de lo normal y comienzan a decir que Medusa V, y todo lo que contiene, va a ser destruido en breve. Y solo cuando los eztrambótikoz le confirman que algo horrible va a llegar a través de la disformidad decide Nazdreg conducir a sus guerreros hacia otro lugar en pos de una batalla aún más gorda. Pero para conseguirlo, primero tiene que reparar el pezio y, por ello, los Orkos se quedan con cualquier pedazo de metal y toda la maquinaria que encuentran en las colonias que destruyen. Tras las batallas, los Orkos les llevan a los mekánikos toda la maquinaria humeante para que estos reparen el pezio con ella. Los Orkos han llegado a Medusa V y, si bien no tienen pensado quedarse para destruirla, tampoco van a marcharse sin luchar como es debido.

Los disparos láser y los fragmentos de metralla pasaron  silbando junto a Gutzog mientras los escuadrones de buggies rodeaban las refinería de  los humanejoz soltando espesos nubarrones negros. Miró  por el visor inclinado de los  lanzakohetez gigantescos, pero el polvo hacía difícil ver  bien, por no hablar de apuntar  a la puerta del complejo. De  los muros restallaban las ráfagas de disparos de los defensores vostroyanos que derribaban a los Orkos a la carga y  Gutzog se echó a reír a carca jada limpia al ver como otro  buggy explotaba formando  una bola de fuego grasienta. -¿Vaz a dizparar o ké? -le gritó  Lurzbag desde el asiento del  piloto. Tenía las gafas tan  sucias y manchadas de hollín  que apenas podía ver a dónde  iba, aunque un detalle tan  nimio como aquel carecía de  importancia. Mientras siguiera dirigiendo el buggy más o  menos en la dirección correcta, Gutzog podría hacer pedazos muchas cosas con sus  kohetez. Y a veces hasta le  daba a algo. -¡Kállate! Y ve máz depriza o  Dregnat y zuz muchachoz  conzeguirán loz metalez para loz mekánikoz antez que  nozotroz! -vociferó. Apretó el  gatillo, esta vez acordándose  de apartarse de los gases  expulsados por los kohetez. Unas nubes muy densas de  humo acre le taparon la vista, pero al apartarse de ellas, Gutzog vio que el rastro espiral de  humo de ambos kohetez erraban el tiro e iban a parar al  otro lado de la muralla. Los kohetez se estrellaron  contra una torre plateada del  interior del complejo y le  hicieron saltar en pedazos la parte superior creando una enorme masa de llamas y una columna de humo en forme  de hongo. La torre se tambaleó  con la cumbre ardiendo para acto seguido derrumbarse  sobre la puerta y aplastarla por completo. -¡Buen dizparo, Gutzog! -gritó  Lurzbag a la vez que daba un  volantazo que los hizo dar  unos trompos muy violentos, aunque, sorprendentemente, acabaron de cara a la brecha humeante en la muralla. -¡Toma! Juzto lo ke kería hazer… -dijo Gutzog mientras  Lurzbag pisaba a fondo y el  buggy arrancaba despidiendo  una masa de polvo y humo.

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LOS NECRONES Los Necrones llevan milenios aletargados en el sistema medusa. En un complejo funerario situado en la profundidad de la tierra bajo la superficie del séptimo planeta, la imponente silueta de un líder necrón lleva largo tiempo suspendida en estasis. Este líder necrón, al que los Eldars llamaron “el Heraldo de la Tormenta” en tiempos pretéritos, es un arquitecto de la Gran Obra y el principal servidor de los C’tan. La hora de alzarse de nuevo ha llegado finalmente y las arañas necrón despiertan de nuevo la malicia de los Necrontyr. En Medusa V, los sistemas áuspex de los tecnosacerdotes detectaron los primeros aumentos bruscos de energía que señalaron el inicio de la incursión necrona. En los desiertos más allá de las altas cumbres de la Colmena Machavius se formaron unas nubes de tormenta de una energía crepitante y misteriosa que desafiaba todas las exploraciones de los sensores. Bajo la tormenta, una falange tras otra de guerreros necrones marcharon a las órdenes de su líder hasta rodear por completo las defensas exteriores de la colmena. El Capitán Sicarius de los Ultramarines, que acababa de llegar al planeta, asignó varias unidades de su compañía a Machavius junto con el vigési-

Objetivo de la campaña Las victorias de los Necrones garantizan que las arañas necrón puedan completar el escudo nulificador para que el Heraldo de la Tormenta y sus guerreros puedan cosechar la población de Medusa V sin problemas.

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mo sexto regimiento vostroyano. Cuando la tempestad engulló a la colmena y todas las comunicaciones con el exterior se hicieron imposibles, sus defensores ya se habían movilizado para hacer frente a la amenaza. Los Necrones son plenamente conscientes de la inmninente llegada de la tormenta disforme y han planeado una estratagema para aprovecharse de ella. No obstante, los defensores imperiales de la Colmena Machavius siguen sin saber que el auténtico frente del avance necrón no se halla ante sus puertas, sino en las heladas extensiones del desierto telosiano. Es ahí donde una legión de escarabajos y arañas necrón trabaja día y noche sin cesar para eregir unas estructuras monolíticas capaces de contener la disformidad mediante la esencia que han cosechado de todos los que han caído ante el asalto contra la Colmena Machavius. En caso de que consigan fabricar un número lo bastante grande, crearán un escudo nulificador que, cuando se active, protegerá todo el planeta de Medusa V d e la furia de la disformidad. Si consiguen cumplir sus objetivos, los Necrones tendrán rienda libre para cosechar la población de Medusa V a placer mientras la tormenta disforme los rodea sin causar ningún daño.

El viento aullante transportaba lamentos afligidos que no eran  sino los gritos incorpóreos de las  almas condenadas. Un imponente torbellino de arena se formó  en el desierto y fue aumentando  de envergadura por minutos. En el centro de la tormenta se  alzaba una figura solitaria en lo  alto de una formación rocosa cuya estructura metálica estaba revestida con una mortaja deshilachada de color dorado que permanecía inmóvil a pesar del  huracán que rugía a su alrededor. Con unos ojos que habían sido  cristales inertes durante sesenta millones de años, el Heraldo de  la Tormenta contempló la construcción que surgía de la arena. Brillando con luz propia, la espina se elevó un kilómetro  hacia los cielos plagados de  polvo. La superficie del pilar  vibró con vida propia cuando  un sinfín de escarabajos diminutos recubrieron todos los puntales y antenas. Las sombras de  mayor tamaño de las arañas  recorrieron el iniciador del  campo nulificador volando de  un lado para otro y soltado más  escarabajos para continuar con  su sagrada labor. Un ligero movimiento discordante que no estaba planeado  llamó la atención del líder  necrón y este dirigió sus fulgurantes ojos verdes hacia el sur. Un pequeño grupo de humanos  avanzaba por las dunas cambiantes desafiando los peligros  de la tormenta. Una emoción  apenas recordada recorrió de  forma intermitente sus circuitos  cristalinos mientras el líder necrón observaba las bastas armas  láser que llevaban los guerreros  humanos: era el desprecio. Sus ojos se centraron en el rostro  del líder de la escuadra y el  Heraldo de la Tormenta extendió  el entramado de mando que le  surgía del cuerpo. La energía del  líder necrón se extendió hasta entrar en contacto con el vórtice  y se conectó a todas las partículas de la tormenta, enlazándola a su voluntad del mismo modo  que su cuerpo de metal estaba enlazado a su alma. En unos  nanosegundos, el rumbo de la tormenta cambió. El ojo se  ensanchó y los humanos quedaron en el centro de un remanso  de aire que se ampliaba a cada vez mayor velocidad. Fila tras fila de guerreros quedaron al descubierto a medida que  la arena fue apartándose. Los  cien mil soldados permanecían  alineados en silencio absoluto y  aletargados. Les avivó los restos  de la conciencia con una mera transmisión mental y los ojos  apagados de los guerreros necrones cobraron vida al iluminarse  con un color esmeralda. Un breve instante de expectación centelleó por todos los  circuitos del Heraldo de la Tormenta al reconocer otra emoción grabada en el rostro  del sargento de la Guardia Imperial: el terror.

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LOS MARINES ESPACIALES Los Ángeles de la Muerte están preparados para desatar su ira contra todos los que pretenden destruir Medusa V. Las pistas reunidas por el Oficio Asesinorum ha revelado que Ygethmor el Impostor, el temible hechicero del Caos, ha posado su fulminante mirada sobre Medusa V. A medida que las tormentas que azotan el empíreo se acercan inexorablemente a Medusa V y la locura se va apoderando del mundo y sus habitantes, los grandes héroes se hacen más necesarios que nunca para hacer frente a los poderes del Caos. El horror que sembró Ygethmor durante las terribles guerras de la Decimotercera Cruzada Negra de Abaddon permanece todavía muy presente en el recuerdo y, en caso de que los planes del Impostor lleguen a cumplirse, el Imperio sin duda sufrirá sus graves consecuencias.

Objetivo de la campaña Los Marines Espaciales luchan por honor. Cada victoria que obtengan les ayudará a frustrar el ritual de Ygethmor.

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Los capítulos tan legendarios de Marines Espaciales tales como los Ángeles Sangrientos y los Lobos Espaciales responden a la llamada desesperada de Medusa V enviando compañías enteras de guerreros y otros capítulos aportan los efectivos que pueden. En poco tiempo, se moviliza una fuerza de considerable tamaño de Astartes y el Capitán Sicarius de los Ultramarines, héroe del Cisma de Medusa, regresa para asumir el mando de esta combinación de ejércitos. Juntos combatirán para defender el honor y desafiar a los dioses oscuros. La primera decisión de Sicarius es desplegar los elementos dispares de la cruzada por todo el sistema medusa para interceptar y destruir las fuerzas del Caos y frustrar los planes de Ygethmor siempre que sea posible. Sicarius es consciente de que solo la muerte de este maligno hechicero del Caos puede poner fin al peligro que acecha a Medusa V y ha hecho la firme promesa de darle caza y acabar con él en combate singular.

La capilla estaba en penumbra y las velas votivas parpadeantes arrojaban una luz pálida sobre la armadura pulida de  los Marines Espaciales allí reunidos. Las puertas de la capilla se abrieron y el comandante  de la compañía de honor entró  al paso acompañado por su caballerizo de campo y una procesión de escribas. La armadura tenía un tono azul  oscuro con unos ribetes de oro  y llevaba colgada de los hombros una capa de escamas brillantes con reborde de piel. Pese a estar en posición firme, los Marines Espaciales se  irguieron aún más al pasar  entre ellos Sicarius de los  Ultramarines. Sicarius llegó al final de la nave  y se dirigió a los rostros expectantes que le observaban con  atención. Tenía la cara curtida por la luz de cien soles y los  ojos denotaban la sabiduría de  un millar de batallas. Contempló a los guerreros que se alzaban frente a él y vio las insignias de multitud de capítulos  legendarios: los Ángeles Oscuros, los Puños Imperiales, los  Grifos Aullantes, los Templarios  Negros y otros muchos. Sicarius solo había visto una reunión de poderío militar como  aquella en dos ocasiones anteriores, una en la superficie  ensangrentada de Armageddon  y otra en las zonas de guerra cadianas. Para Sicarius, el  honor de liderar un ejército  como aquel lo llenaba de  humildad y de orgullo a la vez. -Hermanos -dijo con voz autoritaria-, la guerra os llama. ¿Acudiréis a su llamada?  Todos los presentes respondieron al unísono que así lo  harían.

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LOS ELDARS Si lo que estuviera en peligro no fuera más que un planeta imperial normal, los Eldars no le habrían prestado más importancia a su supervivencia que a un nido de termitas. Sin embargo, del mismo modo que ocurre con multitud de planetas situados en puntos influyentes del espacio, Medusa V alberga una entrada a la telaraña por la que los misteriosos Eldars surcan los mares de la galaxia. Nadie a excepción de los Guardianes de la Biblioteca Negra conoce la verdadera extensión de la dimensión laberíntica de los Eldars. Esta conecta entre sí a todos y cada uno de sus mundos astronave y a un millar de otros lugares, recorriendo toda la galaxia como un inmenso sistema circulatorio. Durante su apogeo, la telaraña permitía a los Eldars atravesar grandes distancias en total seguridad. No obstante, ahora son un imperio en declive y la telaraña se encuentra fracturada y deshecha. Esa es la razón por la que el portal de la telaraña en Medusa V siempre está abierto y, del mismo modo que los Eldars pueden salir por él sin previo aviso, el Caos también podría entrar por él a voluntad.

Objetivo de la campaña Las victorias eldars garantizan que puedan cerrarse los portales de la telaraña y así preservar el mundo astronave Alaitoc de la ira de la tormenta que se avecina.

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Por consiguiente, los Eldars deben impedir que la disformidad se disperse libremente por Medusa V por miedo a que esta se introduzca en la telaraña y contamine su territorio. El mundo astronave de Alaitoc se encuentra potencialmente en peligro y sus videntes han predicho que una plaga de demonios infestará el Circuito Infinito en caso de que las fuerzas del mal logren triunfar. Elarique Espada Rápida de Alaitoc está decidida a sellar el portal antes de que la telaraña se desintegre por la fuerza de la tormenta disforme. Ha movilizado a los ejércitos de una docena de mundos astronave con tal de garantizar que el ritual con el que sellar la entrada a la telaraña no sea interrumpido bajo ningún concepto. Solo sus allegados de mayor confianza saben que su némesis, Ygethmor el Hechicero, ya se encuentra en Medusa V y que su enemistad por el maligno general del Caos es tan grande que puede llegar a poner en juego el destino de su mundo astronave por la posibilidad de vengarse de su enemigo…

El aire vibró cuando la infantería de Ygethmor comenzó a disparar contra los Eldars que  había a orillas del mar aluvial. La rapidez sobrenatural de los  guerreros de la senda que encabezaban el ataque era mejor  defensa que su armadura, aunque la cantidad de disparos era tal, que a pesar de ello seguían  sufriendo muchísimas bajas. Los  Eldars estaban en una inferioridad de diez a uno frente a los  humanos traidores y parecía que la jugada premeditada de la Autarca Elarique no hacía más  que empeorar la situación. Un par de Serpientes pasaron  zumbando junto a la posición  de la comandante eldar. Las  espectros aullantes se arrojaron  ágilmente por las escotillas traseras de los transportes contra las filas enemigas, saltando y  seccionando miembros como  una masa espesa de bayonetas  mortíferas. La sangre humana se  mezcló con la eldar y manchó  la orilla arenosa a la vez que  más guerreros de la senda se  unían a la refriega. Los equipos  de motocicletas a reacción  eldars cruzaron las llanuras  salinas a toda velocidad por la retaguardia de las líneas del  Caos y agruparon las oleadas  de tropas del Caos mediante  ráfagas de disparos de catapulta shuriken. Al verse incapaces  de resistirse a la tentación de  causar una matanza, los Portadores de la Palabra a la cabeza del ejército realizaron un potente contraataque. Al percatarse de que el fragor de  la batalla la estaba distrayendo  de su verdadera misión, Elarique  susurró una sola palabra y, como un solo ser, los Eldars se  batieron en retirada. Las fuerzas  del Caos los persiguieron y cientos de ellos pasaron por la cima de la colina. Los Eldars fueron  danzando hasta quedar justo  fuera de su alcance mientras las  motocicletas a reacción sobrevolaban la llanura ondulada más allá para cubrir a sus hermanos. El enemigo se acercó  con la intención de rodear a los  asediados Eldars antes de que  pudieran llegar a los transportes  que flotaban sobre el suelo. Sin  embargo, cuando las fuerzas del  Caos penetraron aún más en el  mar aluvial, se enlentecieron. Algunos empezaron a darse  cuenta de su error, pero la presión de los traidores sedientos  de sangre que venían detrás  hacían imposible la retirada. La fina capa de cieno de la llanura estaba cediendo bajo sus pesados pasos, envolviéndolos en  sus espesas profundidades. Más  enemigos siguieron lanzándose  colina abajo, condenados por su propia sed de sangre a sufrir una muerte lenta y horrible. “No podría ser más apropiado”, pensó Elarique, y volvió a su Serpiente rodeada de los gritos gorgoteantes de la escoria humana que se hundía bajo el lodo.

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LOS ELDARS OSCUROS El comercio de la zona de Medusa V se ha visto afectado por un grave aumento de los ataques en los últimos meses. Aunque las flotas de patrulla apostadas para proteger Medusa V han realizado grandes esfuerzos para impedir la escalada de transportes y cargueros perdidos, no han tenido mucho éxito. Los comandantes de la flota y los capitanes de las naves lo desconocen, pero la razón de su fracaso se debe a las excepcionales habilidades y al liderazgo de un solo individuo: No’akei, la Hija del Dolor. No’akei, la que antaño fuera la doncella de Asdrúbal Vect, se contaba entre los Eldars Oscuros más poderosos de toda Commorragh y era la protectora personal de Asdrúbal. En la Ciudad Siniestra todo el mundo sabe que actualmente No’akei está enemistada con su maestro y, pese a que se desconoce exactamente qué es lo que sucedió entre ellos, No’akei no tardó en ser echada de los palacios de Vect y desterrada de Commorragh. Sin embargo, en lugar de suprimirla, el exilio de No’akei parece haber disparado su determinación. Los guerreros eldars oscuros ya empiezan a acudir en masa a su ejército incursor al ver que este cosecha una victoria tras otra. En un solo día tomó como esclavos a mil Tau, a los que secuestró en su colonia al amparo de la oscuridad. Sus guerreros de elite han desvalijado ya a una docena de transportes imperiales y los miles de colonos que

Objetivo de la campaña Con cada victoria, los incursores eldars oscuros esclavizarán a parte de la población de Medusa V y le darán fama a No’Akei y sus aliados.

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transportaban han sido arrastrados a su fin entre gritos por los equipos de abordaje eldars oscuros. Allí donde va, obtiene fama y victorias, cosa que no hace más que aumentar la envergadura de su ejército con cada día que pasa según las cábalas le juran lealtad. Para cualquier Eldar Oscuro, controlar más de diez naves de guerra y contar con el apoyo de multitud de cábalas ya sería lo bastante satisfactorio, pero No’akei ansía mucho más. La envidia que siente del poder de Vect la impulsa a seguir adelante. La vergüenza de su destierro arde en su interior como el fuego del infierno y ansía ver el día en el que derribe al Señor Supremo de la Cábala del Corazón Negro y le arrebate todo su poder. Los arcontes y dracontes que se han aliado a ella ven la posibilidad de lograr grandes triunfos, ya que, en caso de que su empresa tenga éxito, habrá recompensa suficiente para todos. No obstante, para cumplir sus objetivos, No’akei necesita millones de esclavos con los que volver triunfante a Commorragh y almas suficientes para sobornar a aquellos que de otro modo seguirían siendo leales a Vect. Para tener éxito, No’akei necesita carne de cañón con la que impulsar el mayor golpe de estado de toda la historia de los Eldars Oscuros. Con toda la malicia de la que es capaz de albergar su corazón, la Hija del Dolor lidera ahora su ejército incursor a la superficie en conflicto de Medusa V con la intención de masacrar o esclavizar a todos los que osen interponerse en su camino.

El Capitán Braek se tapó las  heridas de la barriga con las  manos aullando de dolor. Hizo rechinar los dientes y  rezó para sufrir una muerte  rápida. A su alrededor, la tripulación del puente de mando  yacía inerte o agonizante con  los cuerpos descompuestos  dispersos por encima de las  consolas de control, mientras  los maléficos alienígenas  deambulaban por el puente  atormentando a los supervivientes. Los piratas eldars  habían atacado tan rápido  que su tripulación no había podido hacer nada. Una silueta increíblemente  esbelta y elegante se dibujó  en la entrada y cuando la dama eldar de rojos cabellos  entró en el puente, Braek  quedó anonadado ante su belleza. Al quedar tan impresionado por su rostro de rasgos perfectos y su porte lánguido, el capitán apenas se  percató del látigo reluciente  que esta desenrolló con un  movimiento de muñeca. El  dolor abrasador le recorrió la columna vertebral al sentir la punta del látigo en la cara y  le obligó a convulsionarse  preso de espasmos violentos  mientras la sangre se le derramaba por los dedos. Gimiendo, alzó la vista para ver a la reina pirata dirigirse  hacia él y plantarle una bota puntiaguda sobre el pecho que  lo mantuvo clavado contra el  sillón de mando. Braek recorrió con la vista las botas altas, las piernas esbeltas con medias, su cuerpo flexible y su rostro delicado. Se topó con  los ojos de la alienígena, dos  espejos helados de pura malicia que le devolvían la mirada y Braek se estremeció de  temor al ver el odio y la crueldad que contenía aquella mirada pálida. -Por favor… -suplicó derramando lágrimas por las mejillas-. No llevamos nada de  valor, solo dignatarios y diplomáticos que escapan del  horror de la guerra, toda la nave está llena de gente así. Los labios de la Eldar se retorcieron para esbozar una sonrisa que le hizo sufrir escalofríos  de puro terror. -¿Refugiados, dices? -repuso  ella ronroneando. Luego sacó  un puñal muy fino del cinto y  le cortó la garganta-. Entonces  puede que sí tengáis algo de  valor al fin y al cabo.

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EL IMPERIO TAU Los científicos ingenieros de la Casta de la Tierra tau trabajan afanosamente en los complejos de investigación ocultos en Medusa V para desentrañar el secreto del viaje por la disformidad. El mayor impedimento para la rápida expansión de los Tau ha sido siempre su falta de conocimientos sobre la disformidad y, desde su puesto de observación en la Cordillera de Raffaeleo se esfuerzan día y noche para poner fin a esta carencia. Los escáneres etéricos que tienen apuntados hacia el Acelerador de Van Grothe están recogiendo información con la que poder desentrañar los hasta ahora desconocidos misterios del espacio disforme. Aunque las fuerzas imperiales de Medusa V lo ignoran, los Tau han establecido una cadena de complejos científicos muy parecidos entre sí por todo el planeta, en los que investigan con afán los secretos de la disformidad. Para protegerlos, en torno a estas instalaciones se han desplegado varios cuerpos de cazadores de la Casta del Fuego compuestos por guerreros del imperio tau muy

Objetivo de la campaña Todas las batallas que ganen los Tau dan más tiempo a sus científicos para investigar la anomalía de la disformidad.

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bien armados y entrenados, y capaces de dar la vida por la información que puedan reunir sus camaradas de la Casta de la Tierra. Si el Imperio llegara a descubrir las verdaderas intenciones de los Tau y cómo estos ansían poseer el secreto del viaje a través de la disformidad, no cabe duda de que centrarían todos sus esfuerzos en detenerlos. Por ello, los Tau han planeado realizar unas negociaciones diplomáticas para distraer a los humanos, que ya están en graves problemas, exigiendo derechos de colonización sobre el planeta y poniendo a prueba la paciencia del Imperio en un intento de retardar una guerra abierta. Aun’T’Pel, representante de los etéreos en Medusa V, es plenamente consciente de que su treta no va a pasar desapercibida indefinidamente. Sus tropas están listas para luchar contra los gue’la y contra todo el que pueda obstaculizar el glorioso destino del imperio tau.

Aun’T’Pel, el venerable etéreo de los Tau, estaba en lo  alto de un saliente rocoso contemplando el desierto del  planeta al que los gue’la llamaban “Medusa”. Unas nubes  púrpura encapotaban el cielo y los relámpagos actínicos  las recorrían de un lado a otro mientras el viento aullaba a su alrededor. Tras la figura esbelta envuelta en una túnica había cuatro  más de rodillas. El etéreo se dio la vuelta y el viento zarandeó su moño trenzado. Puso la mano sobre el hombro de  un Tau musculoso y ancho de espaldas que tenía una imponente armadura de combate desactivada tras él y le dijo: -Shas’o’Kir’Nas. Álzate e informa. -Bendito, mis tropas están a punto para iniciar el ataque  cuando deis la orden. La primera linea de cazadores ha desplegado equipos de rastreadores en territorio enemigo  y nuestro grupo central se encuentra en posición. Hemos  desembarcado diez mil guerreros del fuego y diez veces  más esperan en reserva. Si vienen, Bendito, los gue’la serán arrasados. Aun’T’Pel asintió y se dirigió al siguiente Tau arrodillado. -Fio’O’Tak’Aloh. Álzate e informa. El Tau, que era de menor altura pero de constitución fuerte, se puso en pie. -Mis subalternos de la Casta de la Tierra se encuentran en  posición, Bendito. Nuestros científicos ya están analizando el fenómeno espacial y reuniendo sus secretos en  beneficio del Bien Supremo. Las primeras sondas etéricas  ya han regresado y están llenando los bancos de datos 

con lo que han detectado. Todo lo que necesitamos es  tiempo, Bendito. Aun’T’Pel volvió a asentir y posó la mano sobre el tercer  Tau arrodillado. Era una guerrera alta y de una delgadez  casi imposible, cuyos frágiles brazos se sostenían sobre  las costillas del traje presurizado. -Kor’O’Anuk’Dra. Álzate e informa. Esta se puso en pie con la ayuda de los soportes ortopédicos impulsados electrónicamente y dijo: -Bendito, las fuerzas de la Casta del Aire a mis órdenes se  encuentran en los confines exteriores de este sistema preparadas para evacuar nuestras fuerzas en cuanto terminen  su misión. Aun’T’Pel pasó a la última figura que estaba de rodillas  ante él y le puso la mano en el hombro. -Por’O’B’Sava. Álzate e informa. El Tau alto y vestido con una túnica se puso en pie y dijo: -El grupo de la Casta del Agua está listo, Bendito. Nuestras  delegaciones han cumplido su cometido y los gue’la han  sido engañados con respecto a nuestras intenciones, pues  desconocen nuestra verdadera misión en este planeta. Aun’T’Pel volvió a centrarse en la tormenta y la luz de  los relámpagos iluminó su delgado rostro de forma intermitente. -Bien -dijo contemplando el desierto y dirigiendo la mirada a las distantes defensas de los gue’la-. Todo está dispuesto. Cuando vengan, ¡estaremos preparados! 

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LA GUARDIA IMPERIAL Dado que Medusa V se encuentra al borde de la destrucción total y la guerra inunda la superficie del planeta, el alto mando del sector ha asignado una cruzada de la Guardia Imperial para garantizar que el planeta no caiga en manos de los poderes de la oscuridad. El honor de liderar la Cruzada ha recaído sobre un hombre, el Gran Mariscal Conde Harazahn de los Primeros Nacidos Vostroyanos. Con más de cien regimientos de la Guardia Imperial bajo su mando directo, Harazahn ha jurado hacerse con el control total del planeta en nombre del Emperador cueste lo que cueste. A los vostroyanos de Harazahn se les han unido multitud de regimientos de todo el Imperio. Los corpulentos cadianos de aspecto adusto ocupan las trincheras junto a los salvajes cazacráneos de Kanak. Estoicos valhallanos luchan codo con codo con los resistentes e ingeniosos catachanos, mientras que la infantería pesada de Venta toma posiciones junto a los incursores del desierto de Tallarn y los granaderos de Kroshin. Pese a que la mayoría de los comandantes de

Objetivo de la campaña El éxito de los soldados imperiales en combate garantizará la evacuación segura de miles de ciudadanos imperiales.

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regimiento han expresado su desdén por tener que combatir a las órdenes de un líder vostroyano, todos los que han podido informarse acerca de este hombre o han servido a sus órdenes con anterioridad tienen una opinión más positiva. Saben que para que la Guardia Imperial triunfe en Medusa V van a a necesitar un comandante con su misma fe y dedicación. A medida que van llegando más fuerzas de la Guardia Imperial, Harazahn les ordena tomar posiciones defensivas en puntos estratégicos en torno a Medusa V. Harazahn y sus expertos en logística han identificado nueve posiciones defensivas clave como las Colmenas Zeto y Anfión de la Meseta Articus, el espaciopuerto Deimos y el Observatorio Dioscuri. En cada lugar se ha dado únicamente una orden muy simple: no dar ni un solo paso atrás. La Guardia Imperial impedirá que Medusa V caiga en manos del enemigo o todo hombre y mujer morirá en la empresa.

El Cabo Devakov estaba con el  resto del XI Vostroyano, cuyo  aliento era visible debido al frío. Delante de él, un sinfín de filas  de Guardias como él observaban al Comandante Conde  Harazahn subirse a un podio  que debido a la distancia parecía tan pequeño como su pulgar. El gran mariscal se mantuvo  en silencio durante un instante  y acto seguido su voz retumbó  por toda la plaza a través de los  altavoces pectorales de multitud  de vocoservidores. -Los pesimistas nos dirán que  nuestra misión es imposible, ¡pero yo les respondo que no  podemos fracasar!  En las trincheras en torno al  espaciopuerto Deimos, el Soldado Destrian clavaba la pala en el barro blando y se secaba el sudor de la frente con la manga de la casaca. Al igual  que sus compañeros del CXXVI  de Cadia, se detuvo para escuchar la voz del comandante  supremo que salía del comunicador que colgaba del muro  de la trinchera por encima de su cabeza. -Somos soldados de la Guardia Imperial y nadie puede hacer  frente a nuestro poder. El Emperador camina por delante nuestro preparando el camino y  abriéndonos paso. El Teniente Brusak del XXVI  de Mordia se puso firme y  saludó al observar la imagen  distorsionada del Comandante  Harazahn en el videocomunicador. El resto del personal del  General Kraig estaba firme y  atento en el puente de mando  del descomunal transporte  Leviathan en su travesía por  las Llanuras Salinas. -Libraremos esta guerra con una fe y un coraje inquebrantables. Asiendo el rifle láser contra el  pecho, Koldar de los cazacráneos de Kanak se resistió a la tentación de vomitar. La nave de  desembarco se agitaba violentamente a merced de las turbulencias y el sonido de las arcadas y  de los balbuceos acompañó a las palabras del gran jefe. -No daremos ni un paso atrás. El Emperador nos ha elegido  para combatir en su nombre. ¡Esta es su palabra y no vamos  a rendirnos!  El Capitán Artillero Vorst escuchaba con atención la voz del  gran comandante por encima del rugir de los motores de los  cañones autopropulsados del  Basilisk al colocarse en posición. Las últimas palabras de  Harazahn quedaron ahogadas  por la sirena de alarma que   G    resonó por el muro norte de   U    A    Sibila Prima y Vorst encendió  R    el amplificador de voz para  D    I     dirigirse a su batería. A    I     -Objetivos a trescientos metros. M   ¡Abran fuego!  P   

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EL REGISTRO COMIENZA EL 21/06/06 LA FAMA TE AGUARDA EN INTERNET Registrarse para la campaña mundial de Medusa V no puede ser más fácil: no hay más que conectarse a medusav.games-worshop.com y escribir tu nombre, tu dirección de e-mail  y una contraseña. Luego te enviaremos un e-mail  con un código identificativo personal e intransferible con el que podrás activar tu cuenta. A partir de entonces, ya podrás empezar a aportar los resultados de las batallas de Warhammer 40,000 que libres y así contribuir a decidir la victoria o la derrota de tu bando en la superficie arrasada de este planeta condenado por las fuerzas disformes.

Eventos especiales

Contenidos de la página web

Novedades

• Registro de las batallas libradas Lleva la cuenta de tus triunfos y de tus derrotas

• Campos de batalla excepcionales Batallas por el control de espaciopuertos, ciudades en ruinas, complejos agrícolas, desiertos de hielo y muchas cosas más

• Foros de los líderes Mide tus fuerzas frente al resto del mundo

• Ideas para escenarios y objetivos Más formas de jugar

• Sección de Hobby

En todas las tiendas Games Workshop y en multitud de comercios independientes se celebrarán batallas y otros eventos a lo largo de toda la campaña. En tu hoja de servicio se reflejará tu nivel de participación mediante condecoraciones y menciones especiales de la campaña. ¡Consulta la White Dwarf y la página web para más información! La campaña de Medusa V llegará acompañada de una nueva gama de miniaturas Citadel. En la White Dwarf te iremos informando sobre estas miniaturas a medida que vayan saliendo a la venta.

Calendario 03/05/06 Creación de la web 07/06/06 Apertura de la web 21/06/06 Inicio del período de registro 05/07/06 Inicio de la campaña 30/08/06 Fin de la campaña 01/09/06 Publicación de los resultados

Guías completas de modelismo y pintura

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HONRAR INVESTIGAR DEFENDER CORROMPER ¡WAAAGH! PRESERVAR ESCLAVIZAR DEVORAR COSECHAR

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