Warburg El Arte Del Retrato PDF

December 16, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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Cátedra Santos 

*El arte del retrato y la burguesía florentina Aby Warburg 1 (1902) DOMENICO GHIRLANDAIO EN SANTA TRINITÀ. LOS RETRATOS DE LORENZO DE MEDICI Y SUS PARIENTES. A mi mujer “E grande errore parlare delle cose del mondo indistintamente e assolutamente, e, per dire così, per regola; perchè quasi tutte hanno distinzione ed eccezione per la varietà delle circumstanze, in le quali non si possono fermare con una medesima misura; e queste distinzioni e eccezioni non si trovano scritte in su' libri, ma bisogna lo insegni la discrezione.” Francesco Guicciardini, Ricordi politici e civile, VI.* 

*

.- Es un error grande hablar de las cosas del mundo indistinta y absolutamente, y, por así decirlo, según reglas; porque casi todas tienen distinciones y excepciones dada la variedad de las circunstancias, en las cuales no pueden medirse con la misma vara; y estas distinciones y excepciones no se encuentran escritas en sus libros, sino que necesitan que la discreción las enseñe. [N.de T.]

 

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OBSERVACIÓN PRELIMINAR Como pionero modelo Jakob Burckhardt ha abierto a la ciencia el ámbito de la cultura italiana *del Renacimiento y tuvo de él un genial dominio; pero estaba lejos de él el enseñorearse de la región recién descubierta; cumplimentó tanto, por el contrario, su abnegación científica que desagregó el problema histórico-cultural en varias partes externamente incoherentes, en vez de abordarlo en su unidad artística completamente seductora, para explorar y presentar a cada una de ellas con mayestática serenidad. Así proporcionaba en su Kultur der Renaissance1, por una parte, una psicología del individuo social que no tenía en cuenta el arte figurativo, así como ofrecía, por otra parte, en su Cicerone2, sólo “una guía para el disfrute de las obras de arte“. Sólo cumplimentó la primera tarea, en principio considerando por separado al hombre del Renacimiento en su tipo más alto y el arte en sus creaciones más bellas con toda calma, sin preocuparse de si le era posible aún la presentación sintética de toda la cultura; si nadie lo molestaba en la siembra podría cosechar quien quisiese. E incluso después de su muerte este genial conocedor y erudito nos encara todavía como investigador incansable; en sus póstumos  Beiträgen zur Kuntgeschichte von Italien3  [Contribuciones a la historia del arte en Italia] para aproximarse a la gran meta de una historia sintética de la cultura, iniciió una tercera vía empírica: no rehusó el esfuerzo de indagar las obras de artes particulares en su directa conexión con los trasfondos contemporáneos a ellas para captar las exigencias ideales o prácticas de la vida real como “causalidades“. Que seamos conscientes de la personalidad superior de Jakob Burckhardt no puede impedir que continuemos el camino que él señaló. Una prolongada estancia en Florencia, los estudios en los archivos de allá, los progresos de la fotografía y los límites locales y temporales del objeto me alientan a publicar, en el presente escrito, un apéndice al ensaya de Burckhardt acerca del retrato en sus  Beträgen zur Kunstgeschichte von Italien. Otros estudios posteriores acerca de la conexión estilística entre la cultura burguesa y artística en el círculo de Lorenzo de Medici –acerca de Francesco Sassetti en tanto hombre y amante del arte, acerca de Giovanni Tornabuoni y el coro de Santa Maria Novella, acerca de los fiestas de los Medici y el arte figurativo, etc., habrán de continuarlo, espero, en poco tiempo. Que los amigos que me aconsejan y los leales colegas de los años de trabajo en Florencia puedan acoger con beneplácito estas publicaciones como expresión de la misma convicción con la que trabajan Heinrich Brockhaus y Robert Davidshonen una vida dedicada al estudio incansable y profundo de las fuentes de la cultura c ultura florentina Hamburgo, noviembre de 1901.

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.- Última edición (séptima), al cuidado de Geiger, 1899. [ahora Gesamtausgabe, V.] En español:  La Madrid, Akal, 2004;  Ibídem, México, Porrúa, 1999 y hay otras ediciones.

cultura del Renacimiento en Italia, 2

der (Architektur der) Renaissance Última edición,de al Holtzinger,1891. cuidado de Bode,[ahora 1901. También su Geschichte Gesamtausgabe 3ª.- ed., al cuidado , VI]. En español:  El cicerone, Barcelona,, Iberia, 1953. 3 .-Dentro de ellos: “Das Altarbild” — “Das Porträt in der Malerei” — “Die Sammler”, [El retablo-El retrato en la pintura- El coleccionista] editado por H. Trog (1898) [ Gesamtausgabe., XII].

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Las fuerzas evolutivas de un arte del retrato vivo no deben buscarse únicamente en el artista; hay que tener en cuenta que entre el retratista y el retratado se establece un contacto íntimo, que en cada época de institución de un gusto más alto hace surgir una esfera que puede inhibir o promover en mayor grado las relaciones entre ambos. Ya que el comitente puede, según desee asemejarse al tipo dominante de apariencia externa o, por el contrario, que le parezca precisamente que su peculiar personalidad es digna de retratarse, participar en el derrotero del arte del retrato hacia lo típico o lo individual. Es uno de los hechos fundamentales de la cultura del temprano Renacimiento florentino que las obras de arte deben su surgimiento a la interacción común plena de entendimiento entre el comitente y el artista, de esta manera en principio tienen que ser considerados como productos de compromiso entre el cliente y el maestro ejecutor. Por lo tanto, nada parece más natural nat ural y evidente que el intento de hacer visible alguna vez el interrogante planteado más arriba acerca de la exacta “relación entre retratista y retratado“a través de casos elegidos de la historia del arte florentino para captar la validez general en relación al sentido y la manera de obrar de las figuras relevantes del pasado en la especificidad de su existencia. Un intento tal es ciertamente más fácil de desear y de proponer, que de llevarlo a cabo, ya que la historia del arte presenta para la observación comparada de las relaciones entre comitente y artista sólo unilateralmente el resultado final del proceso artístico en la obra misma; el intercambio de sentimientos o la compensación de opiniones entre cliente y artista ejecutante sólo rara vez llega al mundo exteriory la indefinible verdad inesperada participa también de la obra figurativa como don de un imprevisto momento feliz y a menudo escapa a la consciencia personal e histórica. Por eso hay que intentar ahora, puesto que las declaraciones de los testigos oculares son tan difíciles de obtener, que llegar al público en cierto modo por una prueba indiciaria del trabajo compartido. Florencia, ciudad de nacimiento de la moderna y autoconsciente cultura urbanocomercial, no sólo ha conservado para nosotros las imágenes de quienes hace tiempo ha muerto en una plenitud única y una vivacidad impresionante; en cientos de documentos de los archivos leídos y en miles de ellos no leídos viven aún las voces de los muertos y la piedad histórica es capaz de prestar de nuevo el timbre a las voces inaudibles, si no teme el esfuerzo de avolver establecer la de natural co-pertenencia entrecon palabra imagen. Florencia responde todasalas preguntas la historia de la cultura, tal dee que uno no se canse de preguntar y limite el interrogante a un ámbito más restringido. Así la cuestión abstracta planteada más arriba acerca de los efectos de medio ambiente en el artista recibe una respuesta concreta a través de la comparación de dos frescos, de los cuales uno encarna el mismo tema si bien según el modelo del más temprano, pero muestra precisamente como añadido diferencial fragmentos visuales de retratos de personas, que deben ser reconocidas como pertenecientes a un círculo completamente personal. Si uno dirige toda la atención, también activada con toda la ayuda de la investigación archivística y literaria a un fresco de Domenico Ghirlandaio en la capilla de Santa Trinita de Florencia, se percata del trasfondo de la época como poder que obra directamente en todo rasgo personal. * El aficionado al arte que simplemente disfruta, que considera a la intelectualidad comparativa fundamentalmente como un intento con medios inadecuados, queda libre de la lectura del siguiente estudio para compensarse a través de la alegría directa que comporta una contemplación de las obras maestras que en esta ocasión emergen del arte El arte del retrato

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figurativo italiano, entre las cuales están probablemente los primeros, hasta ahora completamente inadvertidos, retratos de niños del temprano Renacimiento florentino. En la iglesia de Santa Croce de Florencia Giotto 4 había ornamentado la capilla de los Bardi poco después de 1317 con representaciones de la leyenda de san Francisco. Uno de estos frescos, una luneta, expone aquella del momento memorable en el actuar del santo en que se confirmaba la regla monástica, recibiéndola, de rodillas en medio de sus doce hermanos, de manos del Papa entronizado entre sus cardenales. A través de la alusión sumaria a una basílica de tres naves, que muestra la imagen del apóstol Pedro en el tímpano, la iglesia romana es perceptible como trasfondo; por lo demás, ningún accesorio molesta. La acción principal llena, con nítidos rasgos, el plano de la imagen y exige toda la atención del espectador; sólo dos viejos hombres barbudos, pintados con pesadas túnicas, presencian en cada una de las naves laterales el actuar del santo como alusión al mundo exterior de los creyentes.

Figura 1.- Giotto, La aprobación de la regla, capilla Bardi, Santa Croce, Florencia (1319-132 (1319-1328). 8). 

Alrededor de 160 años más tarde (entre 1480 y 1486) un comerciante florentino, Francesco Sassetti, encomendaba igualmente al pintor Domenico Ghirlandaio y su estudio el presentar la leyenda de san Francisco en seis frescos en la capilla mortuoria de su familia en la iglesia de Santa Trinità; sin dudas quería, en principio, dar testimonio de la debida veneración religiosa para con el santo del que llevaba el nombre y era su santo patrono, como ya lo había hecho al transferir a la iglesia su vieja casa familiar

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 .- C H. Thode, Giotto, p. 128. Ver aquí Figura 1.

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como propiedad con el expreso objetivo de que en todas las *festividades mayores se debía celebrar una misa solemne en honor de san Francisco.5  Pero mientras Giotto reproduce la corporeidad humana, en tanto el alma puede hablar a través de la inferior envoltura corpórea, para Ghirlandaio, completamente al contrario, el tema espiritual es un buen pretexto para reflejar el aspecto bello imponentemente de la temporalidad cambiante, como sí él, todavía un aprendiz de orfebre en el taller de su padre, tuviera que exhibir vasijas magnificas y obras maestras en la fiesta de san Juan ante los ojos curiosos de los compradores. El humilde privilegio del donante de permanecer devotamente en un rincón de la imagen, es ampliado sin reparos por Ghirlandaio y su comitente a un derecho de libre entrada de sus imágenes corporales en el relato sagrado mismo como espectadores o, incluso, como personas *que actúan en la leyenda. Una comparación de ambos frescos pone de manifiesto cómo las formas de comunicación eclesiásticas se habían secularizado radicalmente desde los tiempos de Giotto. Tal es el cambio en el lenguaje de formas oficial de la iglesia que incluso un espectador desprevenido formado en la historia del arte en general buscaría en el fresco de Ghirlandaio, en primer lugar, cualquier cosa menos una escena de la leyenda sagrada; pensaría acaso que está pintada en una festividad religiosa que sucedía en la Piazza della Signoria  y que por la presencia del Papa había recibido una peculiar bendición de lo más memorable; que la Piazza que se presenta es la de Florencia, se tiene que suponer ante todo porque en el fondo están claramente reproducidos el 6 7 Palazzo Vecchio   y la  Loggia de’Lanzi, frente a él. Con ayuda de la fotografía   se reconoce, sin embargo, que la solemnidad eclesiástica tiene lugar en una galería renacentista indicada por pilastras y arcos, con lo cual, evidentemente, por un resto de tacto histórico-religioso, debía ser evitada una fusión incondicional con el trasfondo florentino real. Pero ni la galería ni la sillería del coro ni tampoco finalmente la baranda que se erige detrás de los asientos del colegio de cardenales protegen efectivamente al Papa y a san Francisco de la invasión de la familia del donante y sus amigos. Que el donante se haya hecho retratar él mismo, a un lado, su *hijo más joven, Federigo 8, al 9

otro, su hermano mayor Bartolomeo  y admisible frente a él porque sus tresdespués hijos yadecrecidos, I, Cosimo y Galeazzo puede considerarse todo se Teodoro mantienen modestamente en el borde de la pintura; pero que entre Francesco y Bartolomeo incluso se plante en persona Lorenzo de Medici funciona en principio como inmotivada invasión del elemento mundano; sin embargo, Francesco Sassetti quizás no proyectaba con este retrato hacer sólo un halago al hombre más poderoso de Florencia, ya que Lorenzo pertenecía realmente a la comunidad más cercana a los Sassetti, puesto que 5

.- Archivo estatal de Florencia, protocolos de Andrea di Angiolo di Terranova, A. 381, p. 269 y ss., 1487, donación adicional a la capilla con la prescripción expresa y exhaustiva de la misa en honor de san Francisco. 6 .- Todavía sin la alta Ringhiera. 7  .- Ver Figura 2. 8

.- NacidoI, en 1473,endestinado a la carrera eclesiástica y por entonces prior Cosimo, de San Michele Berteldi. Teodoro nacido 1426, muerto antes de 1479, Galeazzo, nacido enya1462, nacido en 1463, Bartolomeo, nacido en 1413, el mismo Francesco nació en 1421; acerca de Francesco Sassetti y su familia se dan más detalles en uno de los artículos siguientes. [Se refiere a “La última voluntad de Francesco Sassetti”] 9 .- No es probable que quien esté retratado r etratado sea su padre Tomasso que ya estaba muerto en 1421. El arte del retrato

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Francesco era socio de la firma de los Medici en Lyon y le sería confiada más tarde la difícil tarea de ordenar la quebrantada situación del banco de los Medici en Lyon.

Figura 2.- Ghirlandaio, Confirmación de la regla, Capilla Sassetti, Santa Trinità, Florencia (1485).

Sin embargo, la autorización formal para entrar a la   consorteria Sassetti no cambie en nada el hecho barroco de que, donde Giotto comunica con emoción casi extática, simplemente lapidaria, la involuntaria elevación de monjes que huyen del mundo a fieles vasallos de la iglesia militante como fundamento principal de la existencia de la imagen, Ghirlandaio, por el contrario, con toda la formación autoreflexiva del hombre de la cultura del Renacimiento convierte la encarnación de la leyenda de los “pobres para siempre” en una parafernalia de la acaudalada aristocracia comerciante florentina. Las figuras de Giotto se atrevían a salir a la superficie como creaturas terrenales sólo bajo la protección del santo, las figuras autoconscientes de Ghirlandaio patrocinan a las personas de la leyenda. Pero no por estúpida petulancia; son feligreses amantes de Aby Warburg

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la vida, que el clero tiene que permitir, porque ya no puede mantenerlos en una constricción plena de humildad; y el artista y su comitente también guardan las buenas formas; ellas cruzan la frontera no como una patrulla beligerante sino que traen su retrato a la capilla “alla buona” [por las buenas], como la multitud bizarra de las bufonadas ocupaba los márgenes de los libros de oraciones medievales como su buena sinrazón, o, mejor aún, con el temple edificante del que implora, al colgar su imagen de cera como exvoto agradecido o esperanzado ante una imagen i magen milagrosa. En los exvotos de cera ante una imagen sagrada la iglesia católica, con un conocimiento penetrante del mundo, había dejado a los paganos convertidos, una forma de descarga legítima para el impulso religioso originario inerradicable de poder acercarse a lo divino en la forma captable de la imagen humana en la propia persona o en imagen. Los florentinos, descendientes de los supersticiosos paganos etruscos, han mantenido esta magia de la imagen de la forma más extrema y la cultivaron hasta el siglo XVII, por lo cual aquí se describirá con cierto detalle el ejemplo más significativo (que todavía no ha sido valorado en relación con la historia del arte). La iglesia de la Santissima Santiss ima Annunziata otorgó a los poderosos de la ciudad y a los extranjeros distinguidos el privilegio empeñosamente perseguido de poder erigir en vida su propia figura en una réplica fiel de tamaño natural de cera y vestida con sus propias ropas en la iglesia misma.10 En tiempos de Lorenzo de Medici la fabricación de tales figuras de cera (voti) era una rama artística altamente desarrollada y se dejó en manos de los Benintendi, discípulos de Andrea *Verrocchio, por generaciones, una vasta fábrica de voti en beneficio de la iglesia y por eso llevaban el nombre de “Fallimagine”*. El mismo Lorenzo se permitió alzar, después de que en 1478 hubiera felizmente escapado de los puñales de los Pazzi, su figura de cera de tamaño natural, fabricada por Orsino Benintendi, tres veces en iglesias florentinas con diferentes trajes. Con las mismas vestimentas que llevaba el día del asesinato de su hermano Giuliano, tal como él mismo se mostró ante el pueblo desde la ventana, salvo pero herido, alzó su figura en la iglesia de via San Gallo.  Con las vestiduras de ceremonia de los ciudadanos florentinos, el lucco, se lo veía después sobre una de las puertas de la  Annunziatta y una tercera figura –retrato de cera semejante mandó *Lorenzo como exvoto de 11

de  Maria degli Angeli en

voti agradecimiento iglesia La cantidad de estos había aumentadoa la tanto ya a comienzos del siglo XVIAsís que . sucedió que en la iglesia misma no había lugar y las figuras de los donantes fueron colgadas de sogas por encima de la viguería y por eso los muros debieron son fortalecidos con cadenas, y sólo cuando los feligreses fueron molestados mayoritariamente por la frecuente caída de un voto, se desterró el gabinete de las figuras de cera a un patio lateral donde restos del panóptico*  podían ser vistos todavía a finales del siglo XVIII.

10

.- Acerca de los voti, confr., Addenda nº 1; acerca de los voti de Lorenzo, cfr. Vasari, ed. Milanesi, II, p. 373 y ss. * .- “Haz la imagen” [N.T.]

11

.- Quizás el busto de estuco de Lorenzo que estáy la en apariencia el Museo de Berlín sea terminación la réplica demás un artículo de voto semejante; la pintado pintura artesanal mediocre ruda sin una acabada así lo sugerirían; reproducido en Bode,  Italian Porträt-skulpturen des 15. Jahrh., 1888, p. 31. [Aquí: Figura 3] * .-Panoptikum designa también el lugar donde se ve de todo: los gabinetes de curiosidades o museos de maravillas. El arte del retrato

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Figura 3.- Busto de Lorenzo el Magnífico en el libro de B Bode ode.

Sólo una comparación con esta bárbara costumbre ceremonial, que existía fundadamente y que continuó durante tanto tiempo, de exponer las figuras de cera en la iglesia misma en su mohoso esplendor de maniquíes, permite que aparezca la semejanza de los retratos de las personas de la leyenda en el fresco de la iglesia bajo una luz adecuada, más suave: como en comparación con la magia de las imágenes de cera de los fetiches la imagen meramente pintada parece un intento de acercamiento a la deidad relativamente discreto. Son todavía los mismos paganos latinos que habían terminado por conseguir captar el poético aspecto de ensueño del infierno de Dante como vivencia manifiesta y aquellas artes infernales de las que el hombre siniestro debía ser capaz, como el duque Visconti de Milán, como práctico *poder mágico a utilizar; ya que, cuando éste quiso perjudicar al Papa Juan XXII mediante la magia de la imagen transmitida al inciensar

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misteriosamente su estatuilla de plata, el primero a quien se dirigió para ejecutar este conjuro, aunque sin que se cumplieran sus deseos, fue Dante Alighieri.12  Las concepciones opuestas de la vida, cuando ellas incitan a los miembros individuales de la sociedad, al colmarlos de pasión unilateral, a una lucha a vida o muerte son la causa de la ruina inexorable de la sociedad y sin embargo, al mismo tiempo, son las fuerzas que impulsan al más alto florecimiento cultural, cuando las mismas oposiciones se debilitan dentro de un individuo, se compensan y, en lugar de aniquilarse mutuamente, se fecundan una a otra y con eso aprenden a ampliar toda la extensión de la personalidad. En este suelo crece la flor cultural del temprano Renacimiento florentino. Las cualidades completamente heterogéneas del idealista de la edad media cristiana, caballerosamente romántico o clásicamente platonizante y del práctico mercader etrusco-pagano que anda errante por el mundo se abren paso y se unen en el florentino mediceo para constituir un organismo enigmático de energía vital elemental y, sin embargo, armónica, que se manifiesta en que ha descubierto en sí con alegría que cualquier oscilación del alma es una ampliación de su dimensión intelectual y con serenidad la desarrolla y la usa. Niega la pedantería restrictiva del “o esto ...o aquello“ en todos los ámbitos, no porque no sienta las oposiciones en toda su agudeza sino porque las hace compatibles; por eso fluye directamente de los productos artísticos de compensación entre la iglesia y el mundo, el pasado antiguo y el presente cristiano, la fuerza entusiasta y sin embargo concentrada del osado nuevo intento. Francesco Sassetti es un tipo ti po tal de ciudadano íntegro, pleno de entendimiento, en tiempos de transición, que, sin ninguna pose heroica hace justicia a lo nuevo y sin embargo no renuncia del todo a lo viejo; los retratos de los muros de su capilla son el precipitado de su inquebrantable voluntad de existir, que la mano del pintor obedece al revelar a los ojos de los hombres el milagro del efímero rostro humano eternizado por su propio querer.13  Estas maravillosas cabezas retratadas por Domenico Ghirlandaio hasta el momento no son valoradas como es debido y exhaustivamente ni como documentos histórico-culturales únicos ni tampoco desde la historia del arte como incunables inigualables de la pintura la imagen tamaño natural del mismo Lorenzodeel imágenes Magnífico,*italiana, a pesar Ni de siquiera ser el único retratodeauténtico, datable, contemporáneo, en el estilo monumental del fresco, de un maestro de primer rango, que se ha conservado. Aunque este retrato es conocido oficialmente desde hace tiempo en la historia del arte14, sin embargo, la simple obligación más obvia, el sacar una foto ampliada en detalleo, por lo menos, someter la imagen a una observación 12

 .- Cfr, Eubel, “Über Zauerwessen und Aberglauben”,  Historische Jahrbuch (Görres), XVIII, 1889, pp. 608-631 y Grauert, Ibídem, p. 72. 13  .- Cfr. Figura 4; las imágenes en detalle: 5, 6, 8, 11, publicadas por primera vez, han sido sacadas por los hermanos Alinari, a iniciativa mía. La Figura 1 es a partir de una foto ya existente de los hermanos Alinari. [Las imágenes en este texto no son las del libro de Warburg; se ha buscado material que no tenga derechos de autor] 14

 .- Cfr. Crowe y Cavalcaselle, Ausg., retratos de Lorenzo, cfr. von Kenner, de portraits de Paul Jove , Paris, XVIIIIta. (1897) [p. VII, 148 1781. y s.], yAcerca Müntz,de Lelosmusée 1900, p. 78;un busto de terracota de Pollaiuolo (?), es reproducido por Armstrong,  Lorenzo de' Medici and Florence in the fifteenth Century, 1897. Material visual acerca de la historia de los Medici es reproducido por Heyck, Die Mediceer, 1897: para Lorenzo sigue siendo fundamental A. von Reumont,  Lorenzo de' Medici il Magnifico, 1883.

 Jahrb. d. allerh. Kaiserh.

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exhaustiva, no se ha llevado a cabo hasta ahora, aunque hasta cierto punto esto se explica porque el fresco está muy alto, raras veces bien iluminado y aún si lo está es difícilmente perceptible en detalle. Y sin embargo la aparición de Lorenzo se anuda a un interés humano profundo completamente general; no es sólo la curiosidad históricamente fundada, por la cual queremos saber qué aspecto tenía Lorenzo, lo que debería impulsarnos a lograr una fiel representación del hombre exterior, sino la enigmática capacidad de aquel fenómeno encarnado por él: que uno de los hombres más feos haya sido el centro intelectual más elevado de la cultura artística y el déspota que cautivaba la voluntad y el corazón de los hombres dirigiéndolos a su gusto. * Los escritores de su época15  describen unánimemente las grotescas imperfecciones de su personalidad externa: ojos miopes, una nariz aplastada, que sobresalía toscamente en la punta y que a pesar de su aparatosidad no estaba dotada del sentido del olfato; una boca inusualmente grande, las mejillas hundidas y la piel descolorida; los demás retratos de Lorenzo, estatuas o pinturas, conocidos por nosotros muestran normalmente una repugnante fisonomía de criminal reprimido o los rasgos faciales hundidos de quien sufre. Del atractivo superior de la humanidad *plena de dignidad que emanaba de Lorenzo, nada habrá de notarse; sólo Ghirlandaio nos permite presagiar en estas imágenes de los frescos la intelectualización por la cual un rostro de tan demoníaca distorsión podía parecer tan irresistiblemente seductor. Las cejas y los ojos no se *aglomeran (como, por ejemplo, en las medallas de Pollaiulo y Spinelli 16) en un promontorio desafiante sino que firme y serenamente expectante, el ojo, bajo una ceja ligera, mira a la distancia, no sin la benévola condescendencia de un príncipe. El labio superior no se aprieta al labio inferior en la desgracia de la más agobiante reserva, sino que descansa en él con serenidad suprema y sólo alrededor de los ángulos de la boca se contrae dispuesto a luchar con ingeniosa ironía, que está mitigada por el pliegue de las mejillas casi pleno de humor. La personalidad entera está sostenida en el sentimiento de evidente superioridad, al determinar ella misma, con intuitiva seguridad, la distancia o la cercanía para con el propio entorno. La mano derecha mantiene unido en el pecho el manto escarlata, el antebrazo izquierdo se estira hacia adelante y la mano se levanta, a medias de asombro, a medias de rechazo. También Sassetti hace un evidentemente, movimiento momentáneo de la que mano de este tipo, señala con Francesco el dedo índice extendido, a sus tres hijos están del otro lado para identificarlos como miembros de su propia familia. Lorenzo tiene para su movimiento de mano de asombro y de rechazo un motivo también externo, aunque mucho más sorprendente: de repente, a sus pies, el duro suelo de piedra de la Piazza della Signoria se abre y por una escalera suben a él tres hombres y tres niños. Evidentemente una delegación de salutación cuyos miembros (a pesar de que sólo estén indicados* las cabezas y los hombros) están caracterizados con todo el brío de un improvisador florentino, cada uno con su matiz mímico completamente personal de acercamiento sumiso al a l amo y señor, Lorenzo. El juego j uego mudo entre Lorenzo y este grupo es tan elocuente que la “delegación de salutación de la escalera” es experimentada prontamente en la observación atenta como el punto central artístico y anímico y centrode gravedad de toda la composición y surge el deseo de poder dar la palabra a tan muda vivacidad. Por consiguiente, se trata de intentar hacer hablar a 15 16

 .- Cfr. [p. 120 y s.] Nº II y III, la caracterización de Bartolomeo Cerretani y de Niccolo Valori. .- Cfr. Figura 6a: medalla de Spinelli (según Friedlaender, Ital. Schaumünzen, así como la 6 b y la 8.

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aquellas personas cuya aparición le importa tanto a Francesco Sassetti, que les concede el primer plano de la imagen de una manera tan curiosa. Y también ellas se dejan interrogar con gusto, quieren a todo trance que no se las olvide, y basta con que uno se empeña en recurrir a recursos de todo tipo, documentos, medallas, imágenes y esculturas, para que ellas comienzan a contar y nos relaten toda suerte de cosas íntimas, amables y extravagantes acerca del círculo familiar de Lorenzo el Magnífico y, ante todo, hacen pasar a Francesco Sassetti mismo y a los suyos completamente a segundo plano. El hombre de afilado perfil que va delante pierde enseguida su anonimato si se lo pone al lado de su retrato en una medalla: es messer   Angelo Poliziano17, el amigo erudito y colega poeta de Lorenzo; inconfundible con su imponente nariz aguileña de la que tanto se burlaban, con la punta sobresaliendo epicúreamente, el breve labio superior y la boca plena con los labios abultados del sibarita. 18  Lorenzo le había confiado la educación de sus hijos, no sin la oposición, afortunadamente pasajera, de su mujer,   madonna  Clarice, que en el idealismo pagano puramente estético del erudito renacentista, con seguro instinto de mujer, echaba de menos el sostén moral sólido; pero después de 1481 Poliziano recobró sus altos privilegios. Delante de todos, con el gorro en la mano, en la actitud del servidor incondicional y fiel de corazón asciende hacia Lorenzo y se atreve, confiando en el ánimo clemente de su señor, a la inesperada molestia, pues lo que le lleva es el orgullo de la familia Medici y de su arte pedagógico, son los propios hijos de Lorenzo: Piero, Giovanni y Giuliano.

Figura 4.- Poliziano, detalle de  La consagración de la regla, detalle: Angelo Poliziano y Giuliano. 17 18  .-

Cfr.medalla Figura 4.de Spinelli lo muestra en sus últimos años; nacido en 1454, tenía en la época de las .- La imágenes de los muros de Santa Trinità alrededor de 29 años; Ghirlandaio lo ha reproducido allí una vez más enteramente de perfil -me parece- en el fresco de la  Lamentación de la muerte de san Francisco, a la izquierda del catafalco; más tarde, de nuevo, en el coro de Santa Maria Novella, en la  Anunciación a  Zacarías. [Figuras]  El arte del retrato

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De los niños, sólo se ven las cabezas y los hombros, pero los medios expresivos enteramente generales, como la posición de las cabezas en relación al torso, la dirección de las miradas y el juego mímico, se vuelven, en manos de Ghirlandaio, el instrumento más fino para captar con todos sus matices las diversas etapas del desarrollo de la educación del príncipe, desde el niño despreocupado hasta el representativo señor. El pequeño Giuliano19, que, en tanto es el más joven todavía no puede ser separado de su lado por el maestro, con sus marrones ojos de niño, mientras que su severo Angelo desfallece de devoción, vuelve los ojos rápida y curiosamente por un instante i nstante al público, sabiendo, sin embargo, que debe enderezar nuevamente la cabecita, de inmediato, obedientemente. Piero20, el mayor, que los sigue a los dos, mira igualmente hacia afuera, pero consciente de sí mismo, con la impasibilidad arrogante del futuro tirano. La orgullosa sangre materna de los Orsini, caballeros romanos, empieza ya a bullir con fatal obstinación contra el sagaz temperamento compensatorio del comerciante florentino. Posteriormente quería ser pintado sólo como caballero con armadura; un deseo, característico de una concepción de la vida puramente exterior que entraña la ruina de aquel hombre, que, cuando se habría necesitado para salvar su señorío un buen general, no fue más que un esgrimista decorativo. La pequeña nariz *respingona de Giovanni21, el posteriormente Papa León X, le confiere a los prominentes rasgos todavía una expresión infantil [figura 7, en el centro], sin embargo, en la fofa parte de abajo de la cara, con el labio inferior saliente, presenta ya, en germen, la imponente corpulencia del entronizado León X22. Giovanni todavía no lleva aquí la tonsura eclesiástica que recibió el 1 de junio de 1483; dado que esta tan ansiada insignia de su dignidad eclesiástica, el logro más visible de la política romana de Lorenzo, seguramente no se habría dejado de exponer, se adopta para datar los frescos como fecha más tardía de su finalización, alrededor de mediados del año 1483. Tendríamos que suponer, entonces, que Piero tenía aproximadamente 12 años, Giovanni 7 y el pequeño Giuliano 4 años de edad, lo que muy bien se corresponde con el aspecto de los niños. Más difícil resulta determinar acerca delas dos cabezas de hombre que culminan el cortejo, piezas de retrato sin igual en las cuales parecen haberse unido las más peculiares y elevadas propiedades de interior los retablos flamencos los frescos italianos, para reflejar en monumental estilo la vida del alma [Figuray10].

19

.- Nacido el 12 de agosto de 1478. Su rostro infantil puede volver a encontrarse fácilmente en el hombre barbudo que más tarde Bronzino retrató. (Heyck, op. cit., ilust.. 133). Rara ironía del destino: Giuliano que en manos de Ghirlandaio, entra en el arte como alegre niño, deja el mundo florentino de las imágenes como tipo ideal de la fuerza f uerza vital tempranamente disipada: como Duca di Nemours en la tumba de Miguel Ángel 20

en San Lorenzo. .- Nacido el 15 de febrero de 1471, Cr. Imagen en Müntz, op. cit., p. 80. 21 .- Nacido el 11 de diciembre de 1475. Cfr. imagen de Giovio en Müntz, op. cit., p. 80 y el retrato de Bronzino en los Uffizi. 22 .- Cfr. Figura 8, vaciado en yeso de una medalla de plomo del Museo Nacional, Florencia. [la imagen aquí es la de la moneda] Aby Warburg

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Figura 5.-  La consagración de la regla, detalle: Antonio de Puccio Pucci, Lorenzo de Medici, Francesco Sassetti y un niño.

Figura 6.- Spinello, Medalla de Lorenzo de Medici. El arte del retrato

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Figura 7.- La consagración, detalle: Luigi Pulci, Matteo Franco, los hijos de Lorenzo y Poliziano.

Figura 8.- León X, medalla, Florencia, Museo Nacional.

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Figura 9.-Spinello, medalla de Poliziano.

Figura 10.- Ghirlandaio, retratos de Luigi Pulci y Matteo Franco, detalle de la figura 2.

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Aunque no es posible identificar a la primera de las cabezas por semejanza directa con otros retratos de la época, yo creo, sin embargo, por razones íntimas, que en esta notable cabeza de hombre de ojos inteligentes, que miran aguda pero benévolamente, las aletas de la nariz levantadas burlonamente, la sarcástica boca dispuesta a la pronta disputa, bajo la cual la barbilla sobresale crudamente, reconocer con certeza a Matteo Franco, el hombre de confianza de Lorenzo, el maestro en los primeros años de sus hijos, el mejor amigo de Poliziano. En la carta que le dirige a Piero en 1492 para felicitarlo por haber nombrado canónigo a Matteo *Franco, Poliziano se refiere a sí mismo y a Matteo como pareja de amigos bien conocida23. Poliziano no sabe en esa carta alabar lo suficiente los méritos de Matteo respecto de la familia de Lorenzo, que de hecho en su versatilidad difícilmente pudieran ser sobrevalorados. En profesión y posición como maestro de los primeros años de los hijos y como clérigo, colega de Poliziano, el fiel y sacrificado Matteo era, por su carácter, lo contrario del literato frío, muy formado y de buen gusto. Sus únicas producciones literarias son los famosos sonetos que echaban pestes contra Luigi Pulci, vivos todavía hoy en la boca del pueblo italiano, en los cuales late la genialidad primitiva del hombre de pueblo toscano, para quien un insulto significa el contacto con la tierra. Y a este despiadado bufón de corte que da golpes sin miramientos Lorenzo lo llama uno los preferida, primeros yMagdalena, más queridos miembros de su se lopor da como acompañante a sudehija casada con el hijo delcasa” PapayCybò conveniencias comerciales y políticas, para saber de la joven mujer por un amigo paterno; no podría haber encontrado ninguno mejor ya que Matteo es, al servicio de Magdalena, “el hombre para todo”; se ocupa de llevar la casa, supervisa en detalle la salud de la mujer enferma, y hasta cocina sopas como atento enfermero o aleja su aburrimiento con ronroneos florentinos cuando ella espera impaciente al marido que vuelve a casa tarde. Sí, si es necesario también se desempeñará para ella el papel de administrador de una casa de baños en Stigliano, cuyos ingresos conforman una de los escasos ingresos de Franceschetto Cybo; precisamente para compensar sus servicios como “esclavo y mártir de los Cybo” 24, recibe –aquel puesto de canónigo florentino; finalmente, su insaciable cacería de prebendas le aportó también el puesto de maestro de hospital en Pisa que pordurante lo menos, lo ha considerado ya que, fiel a su obligación, murió enél, 1494 unanoepidemia, cuidando una a sussinecura enfermos. Una carta de Matteo mismo nos da la justificación íntima para buscar aquí este originario espíritu doméstico y eclesiástico de la familia Medici; Ghirlandaio está ahí con sus retratos monumentales y sin embargo íntimos, como c omo descubridor y expositor del mundo infantil, completamente aislado. Matteo va a la par de él, con la misma delicadeza para lo desprejuiciado, lo pleno de humor y lo amable del alma que despierta de los niños, en un pasaje de una descripción epistolar de cómo los hijos de Lorenzo se encontraban con su madre, Clarice, cuando ella volvía de un viaje a los baños en Florencia; Matteo, que se encontraba en el séquito de Clarice como mayordomo, escribe a su amigo Bibbiena, el e l secretario de Lorenzo, el 12 de mayo de 1485: Opera, edición de Basilea, 1553, cfr. pp. 121 y s. Nº IV. Acerca de Matteo Franco, nacido en 1447, cfr. sobre todo Del Lungo, Florentia, Uomini e cose del Quattrocento, Florencia, 1897, p. 422: “Un capellano mediceo”. Además, el excelente estudio de Guglielmo Volpi en el Giornale storico della  Letteratura italiana, vol. XVII (1891): “Un cortigiano di Lorenzo il Magnifico (Matteo Franco) ed alcune sue lettere." 24 .-Cfr. carta en Del Lungo, op. cit., p. 441. 23 .-

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“En Certosa los hijos fueron a su encuentro: o, más bien, nos encontrábamos en el paraíso con todos los ángeles del júbilo y la alegría, es decir, messer  Giovani,   Giovani, Piero, Giuliano y Giulio estrechamente es trechamente unidos con su corte. “Tan pronto como divisaron a su madre, saltaron del caballo, solos o con la ayuda de otro, y todos corrían y se s e arrojaban a los brazos de  madonna Clarice con tanta alegría y júbilo y besos que yo mismo no podría describirlo ni siquiera en cien cartas. Tampoco pude yo mismo contenerme y también bajé del caballo; antes de que ellos subieran de nuevo los abracé a todos y les di dos besos, uno por mí y otro por Lorenzo. “Oh, oh, oh, oh” gritaba el adorable Giuliano con un prolongado oh, “¿dónde está Lorenzo?” Cuando le dijimos: “Fue al Poggio a encontrarte”, casi lloraba y gritó: “Ah, no, realmente”. Uno no puede representarse algo más conmovedor. Él y Piero, que se ha vuelto el muchacho más hermso, la cosa más linda que Vos, por Dios, habréis de ver nunca; un poco crecido, con un cierto perfil que lo hace parecer un ángel; el pelo un poco más lacio y más largo que antes, la gracia pura. Y Giuliano, alegre y fresco como una rosa, fino, puro y exquisito como un espejo, divertido y reflexivo al mismo tiempo con aquellos ojos (únicos). Messer Giovanni tiene también un buen aspecto, si bien no muy vivo en el color, pero alegre y natural; y Guido una morena tez sana. Para concluir, todos son la alegría misma. así pasábamos con granSanta contento y júbilo todos juntos Maggio, Trinità, YSan Michele Berteldi, Maria Maggiore, canto por allaviaPaglia, ViaSanta de' Martegli, y volvíamos a casa “per infinita asecula aseculorum ese libera nos a malo amen".25  Aunque la carta fue escrita dos años más tarde de la que se supone es la fecha de datación del fresco26, la caracterización de cada uno de los niños corresponde admirablemente con las cabezas de Ghirlandaio.

Figura 11.- Compare della viola, grabado en madera del  Morgante de Luigi Pulci, Florencia, 1500. 25

.- Cfr. 122, Nr.Giulio, hijo del asesinado Giuliano, el futuro papa Clemente VII. .- Tampoco quisiera apremiar demasiado con la fecha de 1483; la actual inscripción, al parecer mal *restaurada presenta 1486 en vez de 1485 como fecha de la finalización; acerca de esto hay precisiones en la segunda parte; está documentado que la capilla estaba libre de andamios ya en los inicios de 1486, ya que el 1º de enero de 1486 se comenzó a celebrar misa regularmente. Archivo estatal de Florencia.

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También la última de las cabezas caracterizadas pertenece (como aquí se ha manifestado a modo de suposición) a una conocida figura del círculo mediceo que se echaría en falta si no estuviese presente aquí, Luigi Pulci 27. Una cara chupada, pálida, falta de alegría, la mirada, con melancólica *confianza, dirigida hacia Lorenzo, una nariz prominente con pesadas aletas, el delgado labio superior que descansa amargamente en el protuberante labio inferior. Para comparar está el retrato de Pulci del fresco de Filippino en la iglesia de Santa Maria del Carmine en Florencia28; a primera vista la comparación no parece convincente, pero hay que tener en cuenta que el retrato al fresco de Filippino es posterior y, probablemente de después de la muerte de Pulci (que murió en 1484) y además fue hecho a partir de una máscara mortuoria; de ello habla la llamativa falta de vivacidad de la expresión, a la manera de una máscara, particularmente en medio del resto de las cabezas que parecen tan vivaces, la l a cuenca del ojo que parece vacía a pesar del forzado ojo entreabierto, la falta de pelo y el cuello dispuesto de manera inorgánica. Toda la mitad inferior de la cara, en la disposición de la nariz, los labios y el mentón con la expresión de resignado cansancio, completamente personal, es, por el contrario, totalmente concordante en ambas cabezas. Si no tuviéramos el retrato de Filippino, la referencia a Pulci saltaría a la vista sin más por razones Pulci formaba parte de los íntimos Lorenz,poema era su caballeresco hombre de confianzainternas. en la política y el célebre cantor de aqueldepopular humorístico: el Morgante, cuyos cantos eran recitados en la mesa de la casa Medici (con particular alegría por parte de la madre, Lucrezia). Pero nada lo ha conservado tan vivo en el recuerdo del pueblo italiano hasta el día de hoy como el anteriormente mencionado combate poético con Matteo Franco. Los sonetos de ambos son perlas de aquellas poesía injuriosa con la cual Lorenzo se divertía di vertía tanto que hasta Piero las tuvo que recitar cuando muchachito, más o menos a la edad en la que se lo ve en el fresco, para júbilo de los adultos. Hasta que testimonios más importantes o mejores hipótesis prueben lo contrario, bien puede sostenerse el  concetto  de que ambos enemigos íntimos se encuentran reunidos aquí por lo único que los vinculó internamente: el deseo de atestiguar su veneración Lorenzo. Pero por podría dudarse si Lorenzo mismo considera oportuna en este momento esta procesión de homenaje de sus hijos con sus “circumferenze“; sin embargo el hábil Poliziano ya sabría a qué podía atreverse, particularmente porque Lorenzo le había dejado bien claro a veces en años anteriores que él era padre de familia en segundo lugar, y antes de todo soberano y jefe de estado, para quien las enfermedades de sus hijos no tenían que ocupar el primer plano de sus intereses. En abril de 1477 se entablaba entre los dos la siguiente correspondencia 29, cuando Poliziano le había querido hacer llegar la comunicación de la enfermedad de sus hijos de una manera cuidadosamente indirecta: 27

.- Nacido en 1432. Acerca de la literatura del   quattrocento  en general, cfr. la más nueva exposición

Es sai sur l'histoire litteraire du X XV. V. siecle italien, 1901. La instructiva de Ph. Monnier,  Le Quattrocento, Essai correspondencia de Pulci está publicada por Bonghi, 1886. 28  .- Cfr. Ilustración 195 en van Marle, XII. De las cabezas de la delegación de salutación reconocí, en principio, a Poliziano, por el parecido, después, a Pulci, precisamente por el recuerdo de aquel fresco de Filippino. 29 .- Cfr. p. 123, Nº VI.

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Lorenzo de Medici a Angelo Poliziano: “Por la carta que has mandado a Michelozzo, estoy enterado de que nuestros  jóvenes hijos están afectados por la eenfermedad; nfermedad; como es natural de un buen padre, me he llenado de preocupación y dolor. En adecuada previsión de estos sentimientos has tratado de darnos fuerza con tantas palabras y razones que tenemos que suponer que túhas tenido una escasa opinión de nuestras fuerzas de resistencia. A pesar de que estoy seguro de que has actuado por amor a nosotros, he experimentado eso, sin embargo, más dolorosamente que la comunicación de la enfermedad de los niños. Porque aunque se dice que los niños son una parte del padre la enfermedad del alma va a sobrepasar la enfermedad de los niños; ya que para quien es saludable y sano de espíritu, la salud se encuentra también en todas las otras cosas pero para quien no lo es no hay en el mundo ningún puerto que esté protegido de las olas de la fortuna ninguna agua tan calma, ningún temple tan sereno, que no pueda ser movido por las emociones. ¿Me tienes por tan débil de naturaleza que sería inquietado por tales pequeñeces? E incluso si por naturaleza fuera propenso fácilmente a movimientos de ánimo hacia aquí y allí, seguramente la experiencia en múltiples relaciones hizo a mi espíritu más fuerte y le ha enseñado a oponer resistencia. He conocido no sólo la enfermedad de mis niños sino incluso la muerte. Cuando atenía 21 años, la fortuna muerte que anticipada de ami padre ha abandonado tan duramente los golpes de la maldecía veces mi me propia vida. Por eso tienes que creer que si la naturaleza me negaba el coraje, la experiencia de la vida me lo ha enseñado…”

Poliziano responde: “…No porque pusiese en duda tu sabiduría y serenidad del alma he escrito más bien a Michelozzi que a ti acerca del estado de salud de los niños, sino por temor a parecer desconsiderado si una noticia seria te hubiese llegado intempestivamente. Ya que a menudo el mensajero entrega las cartas en el tiempo o el lugar equivocado, mientras que el secretario puede percibir todos los matices de las circunstancias temporales...” Pero el exceso de celo con el que Lorenzo, que por entonces tenía 28 años, quiere ver respetada su concepción estoica de la vida, muestra indirectamente que el respeto de Poliziano hacia Lorenzo nacía de un sentido del tacto humanamente justificado aunque inadmisible en la corte. En años posteriores Lorenzo con un conocimiento de sí más certero, difícilmente hubiese reflexionado tan cuidadosamente en defender las fronteras externas de la digna serenidad porque él, como pocos en su tiempo, tenía el don de la prudencia como propiedad interna inquebrantable; ella era su instrumento de poder más fuerte, por ella el estado florentino era la potencia más solicitada en todas partes y Lorenzo el primer virtuoso sin parangón de la política del equilibrio. En Lorenzo, el “gran poderoso”30 ha comenzado por primera vez a desarrollarse a partir del comerciante de la ciudad un tipo de soberano político equiparable al señor feudal. Si los altivos condottieri podían al fin y al cabo lanzar su espada con antiguo gesto en el platillo de la balanza, *un comerciante sagaz tenía la balanza en las manos y 30

.- “ Magnifico” como título meramente (cfr. Reumont, Hist, Jb. (Görres), 1884, p. 146; es mejor traducirlo *por “Gran poderoso” que por la forma que sirve para adjetivar “der Prachtige”[el Magnífico].

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la sostenía en equilibrio “e pari la bilancia ben tenere”31. En efecto, Lorenzo no tuvo otra posibilidad, mediante su crecientemente grandiosa política de comerciante que mantener a Italia por largo tiempo en paz y protegida de la invasión de los ávidos vecinos habituados a la guerra. Maquiavelo32  enumera, entre las pocas deficiencias de carácter de Lorenzo, la falta de cuidado de sí que ha mostrado en sus asuntos amorosos demasiado prolongados, en su preferencia por la gente chistosa y mordaz en su entorno más cercano y en que podía juguetear con sus hijos como un niño. El virtuoso conocedor de los hombres, a quien, por lo demás, nada de lo humano le era extraño, se ve aquí (uno cree verlo sacudiendo la cabeza al contemplar la delegación de salutación en la escalera) ante una enigmática discordancia: “Si se consideran su vida irresponsable y la seria, +una al lado de la otra, se ve cómo en él se vinculan dos personas enteramente distintas en una vinculación propia completamente imposible33.” Una falta de comprensión tal respecto del elemento vital no convencional en el carácter de Lorenzo marca el hiato entre el quattrocento  y el cinquecento. Aquí el sentimiento de dignidad estilística del sagaz historiador, tomado quizás de Tito Livio, pero ante todo el tipo ideal político tan completamente divergente que él desea que llegue como ayuda providencial, han enturbiado *la mirada en otras ocasiones tan espantosamente imparcial. Es cierto que lo infantil-popular y lo romántico-artístico debía ser visto como una inconcebiblemente entorpecedora debilidad por Maquiavelo que anhelaba fanáticamente al superhombre nacional con el puño guerrero que pusiese manos a la obra en tiempos de la más profunda impotencia italiana; mientras que, sin embargo, la genial supremacía de Lorenzo el Magnífico arraiga en que su dimensión intelectual sobrepasa fenomenalmente la media por el alcance y, sobre todo, por la intensidad de las oscilaciones. Él es capaz, con la misma fuerza vital, de recordar piadosamente el pasado, de disfrutar el momento fugaz y de encarar el futuro calculándolo: por educación, un erudito que despierta de nuevo al pasado antiguo, por temperamento un poeta popularmente vital34, por voluntad y necesidad un hombre de estado prudentemente previsor. Su absolutamente superior humanidad intelectual de saber conducir aquella continua corriente de renovadora energía arrasadora, Lorenzo, sin embargo, no la debe menos a la actividad de su temperamento artístico. Su desprejuiciada y alegre participación en la vida festivamente movida de su tiempo, como actor, como poeta y como espectador le permite ante todo el reposo inmediato a través de la distención corporal, así como también, por otra parte, mediante su creación poética (tiene que volver a luchar para conseguir en sus canciones populares la igualdad

31

.- Son las propias palabras de Lorenzo en la “Rappresentazione di S. Giovanni e Paolo”, edición Carducci, Firenze, Barbara, 1859, p. 375, cfr. además Karl Hillebrand, “La politique dans le mistère” [du XVe. Siecle] en los Etudes italiennes, 1868, p. 204 y ss. 32  .- Al final de la  Istorie Fiorentine: “Tanto che a considerare in quello e la vita leggera e la grave, si vedeva in lui essere due persone diverse quasi con impossibile congiunzione congiunte.” [Tanto que si se considera en aquél la vida ligera y la grave, se ve en él que es dos personas distintas casi con imposible conjunción conjunta ] 33 .- “Inorgánica”, diríamos hoy. Encontré este pasaje de Maquiavelo cuando ya había hecho la descripción de la delegación de salutación en la escalera, y había ya fijado la psicología populista de Lorenzo. 34   .- Cfr. Cerretani, p. 120, Nº II: “Faceva molti gesti colla sua persona” [hacía muchos gestos con su persona (cuerpo )]

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de derechos de la lengua italiana con la latina) le procura el más alto grado del puro dominio de sí intelectual a través de la configuración artística. Que Lorenzo no fuera capaz ni siquiera de una política agresiva, violentamente expansiva, heroicamente estilizada, no era sólo una falta de su natural sino que residía también en que Lorenzo dada la naturaleza del desarrollo estatal no tenía que ser ningún conquistador sino el administrador reflexivo del rico legado del pasado La época de Lorenzo ya no posee más la mayestática gravedad de Dante ni su monumental fuerza concentrada pero el interés artístico significa aun así para la Florencia del Magnífico algo completamente distinto al esfuerzo de fatigados hombres cultos cuya pasiva atención debe ser incitada al deseo de comprar o incluso a la compra por la profusa abundancia del bazar de arte por el cual dan una vuelta. La creación artística y el disfrute artístico eran sólo estadios distintos de una misma circulación orgánica que una y otra vez impulsó a los florentinos del Renacimiento temprano al intento siempre renovado de examinar y dar uso a todas las cualidades humanas como herramientas únicas de un arte de vivir que se expandía alegremente. * Matteo Franco y Luigi Pulci no son enanos de la corte, que con sus grotescas burlas hacen reír a una estúpida Serenidad, son amigos personales del príncipe, hombres del pueblo que pueden hacer resonar ampliándolo lo que no siempre conviene decir en voz alta al 35señor mismo. había heredado, al parecer de su madre, Tornabuoni , el placer de Lorenzo fabular; ella misma era poeta “alla casalinga”, hacíaLucrezia comida casera poética para sus hijos, mientras ponía en rimas, *algo zafias, pero sumamente plásticas, “la vida de san Juan”, la historia de “Tobías y el ángel”, de “Esther “, de la “casta Susana”, como si los seres bíblicos hubiesen sido bautizados en el baptisterio de San Giovanni. Fue también ella quien llevó a Luigi Pulci a recitar las hazañas de los héroes carolingios en tono más refinado, pero a la manera de los cantores itinerantes públicos del círculo doméstico de los Medici, y a esta propuesta debe justamente su surgimiento el  Morgante, célebre por ser el primer poema de caballerías italiano. Luigi Pulci y su hermano Luca debían poner también sus dotes poéticas al servicio de las hazañas caballerescas de los Medici mismos; el poema de la “Giostra” de 1469, aquella competición en la cual participó Lorenzo como premiado protagonista, es altamente probable que fuera puesto en rimas por Luigi Pulci y nos da una por medio de una descripción exhaustiva de cada una de las personas y su equipamiento, una imagen detallada de los aires caballerescos de los comerciantes. Luigi Pulci 36  cierra su descripción de la Giostra  con las palabras: “Pero ahora esto concluye porque el compadre con la viola te espera.” A este “compadre con la viola” lo vemos en un grabado en madera que constituye la viñeta final de una edición del  Morgante de 150037  reproducido en el ejercicio su actividad profesional como cantor itinerante que consistía en declamar hazañas caballerescas rimadas con acompañamiento de viola en una plaza pública ante una multitud que escucha atentamente. Este “copare della * viola” [compadre de la viola] era aquí probablemente Bartolomeo dell' Avveduto, quien además de “cantastorie” [cantahistorias] era vendedor ambulante de libros de la

35

 .- Cfr. Levantini-Pieroni, Lucrezia Tornabuoni, Florencia, 1888.  .- Esta cuestión fue tratada últimamente por Cesare Carocci,  La giostra di Lorenzo de' Medici[messa in rima da Luigi Pulci], Boloña, 1899. 37  .- Figura 11. Cfr. Kristeller,  Early Florentine Woodcuts, 1897, figura 150. 36

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imprenta de Ripoli38. También Poliziano, a pesar de su calidad de profesor de griego y filología clásica, arraiga en el suelo popular como poeta lleno de vida de las burbujeantes canciones de danza y de amor italianas y tenía que celebrar también él mismo, precisamente como Pulci, como poeta de corte ocasional, un momento más tardío de la participación personal de los Medicien la vida festiva caballeresca en su Giostra, el tan alabado poema acerca del torneo de Giuliano en honor de Simonetta Vespucci en 1475. Con gracia y frescura fre scura inmediatas Poliziano encarna aquí el motivo de la huidiza movilidad según el modelo de los clásicos latinos y de aquella maravillosamente delicada interacción entre el sentido popular y la gracia a la antigua surge la que más tarde ha de devenir el tipo ornamental válido universalmente de la mujer en movimiento, la figura ideal de la “ninfa” 39, tal como es encarnada, pictóricamente, al mismo tiempo, por Boticelli, como tímida danzarina en la ronda o como doncella que huye de los hombres en su Primavera. Pero el poeta Poliziano aún está unido por hilos mucho más resistentes a la vida cotidiana de Florencia; en mayo de 1490 describe las pretensiones demasiado grandes con las que la buena sociedad florentina lo abruma, muy drásticamente40: “Si alguien quiere tener una corta sentencia en la hoja de su espada o un apotegma en su anillo o si uno quiere unos versos como inscripción en la cama de su dormitorio, otro un lema y no digo para su platería sino para la ya vajilla barro, acude Poliziano y etodas las paredes deuno los cuartos estándecubiertas por elinmediatamente enlucido con misa ocurrencias inscripciones. Allí, quiere de mí ocurrencias alegres para el carnaval, un segundo, devotos discursos edificantes para conventículos, el tercero, los tonos quejumbrosos de una elegía, un cuarto, en cambio, cantos obscenos para una serenata; un tonto me cuenta (a uno todavía más grande) sus asuntos amorosos y quiere un enigmático apotegma, que sólo su amante entenderá, y, por el contrario, provocará en los no iniciados infructuosas conjeturas…” + También el primer drama italiano, el Orfeo, la obra de Poliziano, es, en su surgimiento, una poesía de ocasión casi improvisada para la corte del duque de Ferrara. Que el temprano Renacimiento florentino sea en su origen arte de ocasión, en la poesía y las artes figurativas, le da precisamente la fuerza siempre rejuvenecedora dela inagotable savia que asciende desde el suelo *de la vida cotidiana donde descansan sus raíces. Ya que, por otra parte, en la misma dirección, es característico de Florencia, que los grandes pintores florentinos se desarrollen en el taller del orfebre. El público burgués, alrededor de 1470, veía al artista como un hacedor técnico de trucos, que, nacido bajo el signo de Mercurio41, podía y tenía todo; atrás, en su taller, pinta y esculpe, pero adelante, en su tienda, tiene que vender todo lo que se necesita: hebillas de cinturón, arcones de boda pintados, implementos de iglesia, voti de cera y grabados en cobre. No se iba al atelier de un artista abstracto, para compartir la experiencia, bajo la alicaída luz del norte, del sentimiento de disonancia del hombre de la cultura fatigado en la pose estética de comprender profundamente, sino que se iba a buscar al pintor orfebre en todas partes del taller para llevarlo a la realidad cotidiana, donde había que

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 .- Cfr. pp. 124 y ss.] Nrº VII. .- Cfr. A. Warburg, “ El nacimiento de Venus de Sandro Boticelli” y “ La primavera”, (1893), p. 47. 40  .- Cfr. Nº VIII y Rossi,  Il Quattrocento, p.258. 41  .- Cfr. el grabado en cobre atribuido a Baccio Baldini, que rrepresenta epresenta al planeta mercurio.

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transformar la vida misma en cualquier lugar de su ciclo, en un edificio, en un adorno, un dispositivo o un articulado desfile festivo. De ahí que las configuraciones de imágenes de los artistas más débiles dejan también sentir claramente que son miembros desconectados de su conexión real, conservan un dejo casi provinciano, llevan algo de la estofa rígida del pequeño burgués, o incluso hacen alarde de una forzada movilidad estilizada, la que propaga la atmósfera del mercader de paños odel taller de los vestuaristas de teatro. Es la meta y la obra de los grandes creadores hacer resonar esta contingencia burguesa sólo como delicado sobretono local. * Ghirlandaio procedía de esta esfera de los orfebres; era el hijo de un comerciante corredor de joyas; su padre Tommaso Bigordi habría recibido, según Vasari, su sobrenombre de Ghirlandaio, por como ningún otro sabía elaborar por sí mismo o hacer fabricar coronas de flores de metal como tocados para el mundo de las damas florentino, y debe haber trabajado él mismo como orfebre, es decir, hacía lámparas de plata para el altar y voti42 de plata para SS. Annunziata, si se puede dar fe a Vasari. Después de que Domenico hubiese adquirido en las lecciones del pintor Alessio Baldovinetti la rutina el arte del retrato rápido y preciso, se convirtió hacia 1480 en el proveedor de imágenes más solicitado de la buena sociedad florentina. Antes de realizar sus pinturas en la iglesia de Santa Trinitapor(terminados a finessudeformación 1485), incluso en los frescosmurales de la Sixtina en Roma, conserva su procedencia, y su 43 naturaleza, algo del neutral empeño  de un artesano del arte muy solicitado, consciente de que ningún competidor puede satisfacer las pretensiones de la buena sociedad florentina más rápida, sólidamente y con tanto buen gusto como su taller, cuya popularidad no sufre aunque sus hermanos menos dotados, David y Benedetto, tanto como su cuñado Mainardi hayan sido admitidos como colaboradores en la empresa y el mismo Domenico se encuentre a menudo de viaje. Domenico poseía probablemente los órganos más finos para con ojo agudo ver y con mano rápida fijar todo lo que fascinaba a su penetrante y desprejuiciada atención; pero requería de una fuerte presión externa para sacudirlo y llevarlo fuera de las vías habituales o, más bien, de un estímulo personal para alejarlo de la *trivial atención constante a los cuerpos, vestimentas y fondos en favor de acentuar más lo espiritual al ponerlo de relieve en la apariencia externa. Francesco Sasetti y sus hijos están personificados en tamaño natural en primer plano, pero muestran, dado que están alejados del Papa y del colegio de cardenales, al aparecer sólo en el margen de la imagen, que son conscientes evidentemente de su posición más modesta en tanto público laico. Pero bajo los solemnes pliegues del manto y los respetables rasgos curtidos de Francesco se esconde un sentido corajudo de lo nuevo. El mismo Sassetti que logró luchando enérgicamente el derecho a representar la leyenda del santo de su nombre44, después edificó en vida en esta capilla, justo bajo los frescos de la leyenda, dos tumbas, para él y para su mujer, en estilo completamente 42

.- Según el catastro de 1480 Tommaso sólo había sido un “sensale” [intermediario] [cfr. p. 345], sea como sea Domenico, p. e., ya lleva en 1486 oficialmente el nombre “del Grillandaio” que permite concluir que que Tomasso estaba en relación directa con la fabricación de joyas. Cfr. Archivo estatal de Florencia, S. Trinità, 15, p. 27, verso, además de Vasari, ed. Milanesi, III, pp. 280 y 264, 270 y 277. 43 .- Cfr. la anécdota en Vasari, III, p. 270. 44 * .- Acerca de su desacuerdo con los monjes de Santa Maria Novella, cfr. a continuación el siguiente capítulo de esta serie. [Se trata de “La última voluntad de Francesco Sassetti”], pp. 135 y ss.

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pagano-romano, entre imitaciones de antiguas estatuas e inscripciones cuidadosamente ejecutadas,según consejo erudito. Reconociendo en principio clara y seguramente la tarea dispuesta, le facilitó quizás a Domenico el alejamiento de lo convencional; pero la magia personal artísticamente vitalizante no salía de él sino de Lorenzo de Medici hacia quien asciende la delegación de salutación de la escalera desde el suelo, como espíritus de la tierra que presienten a su señor y maestro. ¿Lorenzo los rechaza o más bien les hace una seña de que también ellos pueden subir? Él está ahí como un poeta-director de escena, que está a punto de improvisar en un escenario de misterios eclesiásticos una moderna pieza dramática con gran *escenografía, quizás “Florencia a la sombra de los laureles” (“Lauri sub umbra”45); ha llegado el momento de la transformación escénica: ya se ha descolgado el moderno telón de fondo, pintado con el Palazzo Vecchio y la Loggia de’ Lanzi, la troupe  de actores de Sassetti espera la voz de entrada entre bastidores y entonces aparecen desde el foso tres principitos y su pagano profesor erudito, el secreto maestro de danza de las ninfas toscanas, un alegre capellán de familia y el cantor itinerante de la corte; quieren actuar en el  intermezzo introductorio, para, cuando estén arriba, ocupar también definitivamente el estrecho espacio restante en el cual san Francisco, el Papa y el consistorio se agolpan, como campo de acción de la mundanidad. y su comitente difícilmente hayan proyectado un enfrentamiento tan trágicoGhirlandaio desde el principio; la delegación de salutación de la escalera incluso parece haber sido añadida por el pintor posteriormente; sólo así se explica, por una parte, el haber pintado encima más tardíamente en el lado derecho para acortar la baranda y así crear lugar para que ascienda Poliziano, como, por otra parte, toda la posición de la escalera en general, única manera por la cual el grupo puede entrar en el espacio de la  Darstellung) existente. Domenico Ghirlandaio, imagen sin tapar la representación ( Darstellung ahora ante la difícil tarea de reflejar en una superficie limitada una genuina abundancia de vida, prescinde de todos las artes escenográficas ornamentales de la figura humana y habla, de una manera maravillosamente expresiva, sólo por la mímica de sus cabezas. Y aún más: de la completa consciencia de sí de estas configuraciones que, plenas de vida propia, como imágenes individuales independientes comienzan a desprenderse del trasfondo eclesiástico sopla hacia nosotros un aire nórdico de arte de interiores, y estas relaciones de la pintura de retablos flamenca con la cultura artística en el círculo de Lorenzo de Medici debe intentarse ejemplificar, por separado, en otro lugar.

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.- Lauro, en un juego de palabras con Lorenzo, cfr. Figura 6 b, rreverso everso de la medalla de la Figura 6 a con la inscripción: “Tutela patriae”.

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APÉNDICE * I.- ESTATUAS VOTIVAS DE CERA A continuación doy algunos datos acerca de los voti de cera en Florencia en orden cronológico y añado algún material documental desconocido que llegó a mis manos,junto con otros solicitados, mientras seguía las indicaciones de Andreucci 46  y utilizaba la colección de noticias legada por Palagi47, el meritorio investigador local.Ya Fancesco Sassetti en su novella 10948 se burlaba de las figuras votivas como costumbre pagana: “Di questi boti di simili ogni dì si fanno, li quali son piùtosto una idolatría che fede cristiana. E io scrittire vidi già uno ch’avea perduto una gata, *botarsi, se la ritrovasse, mandarla di cera a nostra Donna d’Orto San Michele, e così fece.” [De estos votos se hacen similares cada día, los cuales son más una idolatría que fe cristiana. Y yo, escritor, vi ya a uno que había perdido una gata, hacer el voto de que si la encontraba la mandaría, hecha de cera, a nuestra Señora d’ Orto San Michele, y así lo hizo.] A principios del siglo XV las figuras votivas parecen haberse incrementado de tal manera que la Signoria se vio obligada a publicar una resolución, el 20 de enero de 1401, pordelacolocar cual sólo ciudadano superiores tenía el derecho unaun figura votiva 49habilitado . Después,por en las el año acorporaciones ño 1447 se efectuó una ordenada instalación de las figuras en la nave central a la derecha y a la izquierda de la tribuna. Naturalmente las figuras de tamaño natural, exhibidas en podios, en parte, incluso, todavía a caballo, ocultaban la vista a los propietarios de las capillas laterales, lo que llevó a la poderosa familia de los Falconieri a protestas que resultaron eficaces, de manera que los donantes a caballo tuvieron que ser llevados al lado opuesto de la nave central. Cito el pasaje correspondiente del manuscrito50  citado por Andreucci, en el original: “ 1447. In questo tenpo si comincia(va) a fare in chiesa e' palchi per mettervi l' immagini. M° Tano di Bart° e M° Franc° furno e maestri che gli feciono e M° Chimenti51 dipintore fu quello gli dipinse insieme con quegli di S° Bastiano, e questo fu fatto per la multitudine de' voti e imagini che eronoofferte e per acrescer la devotione a quegli che venivano a questa Sma  Nuntiata, perche 'l veder tanti miracoli per sua intercessione da N. Signor' Idio fatti, faceva che ne' loro bisogni a lei ricorrevano: Onde in questi tempi medesimi furono fatti palchi per tenervi sopra homini illmi a cavallo tutti devoti di questa gran' madre. Erono dua palchi uno alla destra, l' altro alla sinistra avanti alla tribuna. Ma nuovamente havendo uno fatto un poco di frontispitio d' orpello avanti la capella de' Falconieri, non gli parendo fussi veduto a suo modo, persuase alcuni padri

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I I ffiorentino iorentino istruito nella Chiesa della Nunziata ,1857, que contiene muchas referencias  .- Andreucci , , II preciosas a materiales manuscritos. 47  .- Bibl. Nac. Ms. II. I. 454: “Notizie dei Ceraioli e lavoratori d' immagini di Cera in Firenze.” 48  .- Cfr. Novelle, ed. Gigli, 1888, p. 264. 49  .- Andreucci, op. cit., p. 86: “non potere alcuno mettere voto in figura che non fosse uomo di Republica ed abile alle arti maggiori.” [ninguno puede hacer voto de figura si no es hombre de la República y hábil en las artes mayores.] 50 .- Archivo Estatal de Florencia, SS. Annunziata, Nº 59, doc. 19, “Notizie delle cose memorabili del convento e Chiesa della Nunziata”, folio 11. 51  .- Chimenti di Piero (?)

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che gl' era buono levar quel palco, e metter que' cavalli tutti dall' altra parte; cosi rimase quella parte spogliata, e senza proportione dell' altra. Idio gli perdoni." [1447. En este tiempo se comenzaba a hacer en la iglesia los palcos para meter las imágenes. M° Tano di Bart° y M° Franc° fueron los maestros que los hicieron y M° Chimenti, pintor, fue quien los pintó junto con los de S° Bastiano, y esto fue hecho por la multitud de exvotos e imágenes que se habían ofrecido y para incrementar la devoción a quienes venían a esta Sma Nuntiata, porque el ver tantos milagros de N. Señor, Dios, hechos por su intercesión, hacía que en su necesidad recurrieran a ella: de donde en estos tiempos mismos fueron hechos palcos para tener ahí arriba hombres ilustrísimos a caballo todos devotos de esta gran madre. Había dos palcos, uno a la derecha y uno a la izquierda, delante de la tribuna. Pero nuevamente, habiendo uno hecho un poco de frontispicio de oropel delante de la capilla de los Falconieri y no pareciéndoles que fuese visto a su modo, persuadieron a algunos padres de que era bueno sacar aquel palco y meter todos esos caballos en otra parte; así quedó toda aquella parte despojada y sin proporción respecto de la otra. Dios se lo perdone.] Encontré un contrato52 de 1481 entre el vicario Antonio de Bologna y el maestro Archangelo, que muestra de manera sumamente clara el funcionamiento artesanal y la distribución del trabajo en esta industria eclesiástica: “Richordo chome promette in questoadime 13M° de zugno 1481 M° Archangelo di Zoane d' Antonio da Fiorenze Antonio da Bologna vicario ciraiolo del convento del Anuntiata de Fiorenze tute le volte che io voro fare ymagine de cera grande al naturale nel modo e forma che in questo ricordo se contiene. In prima chel deto M° Archangelo debia fare l' imagine in quello modo e forma e habito secondo che piacerà al deto vicario o qualunch altri che fusse in luogo del priore overo priore. Item che le debia fare forte d' armadure e ben legate. Item che le dette ymagine le debia depignere e cholorire a sue spexe e de suo cholori e sue chapigliare e barbe e tute l' altre chosse che apartengono al depintore salvo che lavorare di brocato. E debia el deto M° Archangelo fare qualoncha immagine in termine de X dì lavorie53 overo in termine di XII. X II. e facendo queste tute chosse promette el dito M° Ant° Vicario in nome del convento al deto M° Arcanl° ff. dui larghi per qualoncha ymagine provedendo el convento di cera e di tute l' altre chosse che achaderano salvo che di chollori e chapigliare. E chossi se obligo el dito M° Archangelo observare a la pena di 25 ducati presente Mariano di Francesco di Bardino e Zanobio de Domenico del Iocundo ect. Io Archangiolo di Giuliano d' Ant° ceraiuolo sono contento a quanto in detto ricordo si contiene e perciò mi sono soscrito di mia mano questo di sopra." [Recuerdo como en este día del 13 de junio de 1481, M° Archangelo, ciraiolo (artesano que hace imágenes u otras labores de cera), de Zoane d’Antonio de Florencia me promete a mí, M° Antonio de Bolonia, vicario del convento de la Anuntiata de Florencia que todas las veces que yo quiera hacer imágenes de cera de tamaño natural del modo y forma que en este escrito se contiene. En primer lugar, que el dicho M° Archangelo debía hacer las imágenes en aquella forma y hábito según lo que placiera a dicho vicario o cualquier otro que estuviese en lugar del prior o bien el mismo prior.  Item  que las debía hacer fuertes de armadura y bien ligadas.  Item  que las dichas imágenes las debía pintar y colorear a sus expensas y con sus colores y sus cabellos y 52 53

 .- Archivo Estatal de Florencia, SS. Annunziata, Nr. 48. Ricordanze 1439—1484, f. 131 verso y ss. .- 10 días de trabajo en el término de 12 días de calendario.

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barbas y todas las otras cosas que pertenecen al pintor salvo que trabaje con brocado. Y debía el dicho M° Archangelo hacer alguna imagen en el término de 10 días de labor o bien en el término de 12 y haciendo todas estas cosas promete el dicho M° Ant° Vicario en nombre del convento del dicho M° Arcan l°, dos florines grandes por cada imagen proveyendo el convento la cera y todas las otras cosas que se necesitaran salvo los colores y los cabellos. Y así se obligó el dicho M° Archangelo a observar la pena de 25 ducados . Presentes Mariano di Francesco di Bardino y Zanobio de Domenico del Iocundo, etc. Yo, Archangiolo di Giuliano d' Ant°, ceraiuolo, estoy contento de cuanto en dicho escrito se contiene y por eso he suscripto de mi mano lo que está arriba.] En el año 1488, el 9 de abril, Pagolo di Zanobi Benintendi, recibe un pago, entre otras cosas, por voti, que se habían hecho colgar arriba en la cúpula. Ya por entonces los voti se acumulaban amenazantes sobre las cabezas de los fieles54. * Desde el año 1496 se encuentra, pues, en el Archivo estatal de Florencia una 55 lista  de los exvotos de plata (de personas o de miembros humanos), que la iglesia tenía que volver a fundir para poder pagar un nuevo impuesto, detallada precisamente según el peso y el tipo especificado; este inventario es un sumamente interesante museo anatómico relativo a la historia de la cultura y la historia del arte pero que describirlo aquí en detalle nos llevaría demasiado lejos. Por lo demás, las lámparas que el padre de Domenico podría haber fabricado no son mencionadas en eseunentonces. * PorGhirlandaio consiguiente, el interior de la iglesia debe haber parecido gabinete de figuras de cera; por un lado estaban los florentinos (entre ellos la figura antes mencionada de Lorenzo el Magnífico y condottieri sobresalientes a caballo y con sus armaduras) y cerca los Papas (León X, Alejandro VI, Clemente VIII 56; sin embargo los extranjeros que habían dejado su tarjeta de visita de tamaño natural en la Santissima Annunziata eran mostrados con peculiar orgulloso, por ejemplo, el rey Christian de Dinamarca, a su paso por Florencia en 1474, y, como una rareza completamente peculiar, incluso la figura de un pachá turco mahometano, que, a pesar de ser infiel, dedicó su figura votiva a la Madonna para asegurarse un feliz regreso 57. También se podían ver allí retratos *votivos de mujeres: por ejemplo, el de la marquesa Isabella de Mantua; que es mencionado en el *año 1529, junto con el del Papa Alejandro, porque 58

necesitaba reparaciones . La  Hofkirche de Innsbruck con la tumba del emperador Maximiliano y la doble fila de retratos de bronce de sus antepasados alineados en la nave central, da, quizás, mutatis mutandis, una impresión semejante de concordación o de pervivencia del arte de la imagen pagano en las iglesias cristianas, sólo que el rey Maximiliano y su consejero Peutinger eran conscientes de la reproducción del culto romano de los antepasados 59, que en Florencia era ejercido como inofensivo uso repetido de un paganismo popular legitimado por la iglesia. El atelier de Verrochio, del cual parece haber salido una configuración más artística de figuras votivas, mantenía también como rama propia de 54

 .- Cfr. Ms. Palagi. Una caída era considerada un signo nefasto para el donante.   .- Archivo Estatal de Florencia, SS. Annunziata, Nr. 50.  Ricordanze 1494—1504, fol. 18 y ss. Otro tanto en Andreucci, op. cit .,., pp. 250 y s. 56 op. cit ., p. 86. 57  .- Andreucci, .- Cfr. Del Migliore, Firenze città nobilissima illustrata, 1684, pp. 286y s., que hace una lista de otras personalidades históricas destacadas. 58  .- “ 1529 rifatto l’ armagine (sie) di papa Alessandro e la mar marchesa chesa di Mantova …”, manuscrito Palagi. 59  .- Cfr. Justi,  Michelangelo, p. 231, nota 3. A una estatua votiva del mismo círculo aunque de épocas más tempranas remite instructivamente Stiassny,  Beilage zur Allg. Ztg., 1898, Nº 289 y 290. 55

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la industria artística, la fabricación de máscaras mortuorias de yeso y estuco, que eran colocadas por todos lados en las casas florentinas, como informa Vasari60, como decorativas reproducciones fieles de los antepasados y a las que la pintura florentina le debe a menudo la posibilidad de poder reproducir fielmente los retratos de los muertos. El taller de Verrocchio aparece como un órgano sobreviviente de los antiguos hacedores de imágenes de culto * pagano-romanos, “fallimagini” y “ceraiuoli”, que producían “imagines” y “cerae”61. Todavía en 1630 se veían en la iglesia 600 figuras de tamaño natural, 22.000 voti de papel maché * y 3.600 imágenes con milagros de la Santissima Annunziata62. Después, en 1665, las figuras de cera “cagione di continua trepidanza per i devoti” [razón de continuo recelo para los devotos] fueron transferidas al pequeño claustro, de lo cual se lamenta +Del Migliore 63  con las características siguientes palabras: “non sapemmo il concetto ne qual fosse l' animo di que' Padri, in spogliar la Chiesa d' un arredo tanto ricco di Voti, a risico di diminuirvi, e rendervi fiacca la devozione, che s' aumenta e mirabilmente s' ingagliardisce per si fatto modo, ci giova credere che il Popol sagace similmente non intentendo i lor fini modesti, alla gagliarda ne mormorasse e massime i maligni ch'anno come s' usa dir' a Firenze, tutto il cervello nella lingua: e in vero apprò loro sussisto un' articolo di ragionelevivissimo, non potendo lo'ntelletto nostro arrivare così facilmente a conoscere cause allaperchè, produzione degli effetti, d'un efficacissimo mezzo son le cose apparenti di Voti, di Pitture ed altre materie simil esteriori sufficienti ad ogn' idiota per concepirne maggior aumento di spirito, di speranza e di fede più viva alla intercessione de' Santi; onde non è gran fatto, che'l Popolo se ne dolesse e stimasse privata la Chiesa d' una bellissima memoria..." [no supimos el concepto ni cual fuese el ánimo de aquellos padres al despojar a la Iglesia de una decoración tan rica de exvotos, a riesgo de disminuir y debilitar la devoción, que se aumenta y se refuerza admirablemente por ese apropiado modo, nos es provechoso creer que el pueblo sagaz de la misma manera no entendiendo sus fines modestos, a la fuerza murmurase y máxime los malignos que tienen, como se suele decir en Florencia, todo el cerebro en la lengua: y es verdad que entre ellos subsiste un artículo de razón vivísimo porque, no pudiendo el intelecto llegar tan fácilmente a conocer las causas de la producción de los efectos son un eficacísimo medio las cosas aparentes de los exvotos de pintura y otras materias similares en lo exterior suficientes para que cualquier idiota conciba mejor el aumento de espíritu, de esperanza y de fe más viva con la intersección de los santos, de donde es grato que el pueblo se doliese y estimase que la Iglesia se había privado de una bellísima memoria.]

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 .- III, p. 373 y VIII, p. 87. [ed. Milanesi]. *61   .- Cfr. Benndorf,  Antike Gesichtshelme und Sepulkralmasken, 1878, p. 70 y Marquand,  Das Privatleben der Römer , 1886, I, pp. 242 y ss. 62  .- Andreucci, op. cit .,., p. 249. 63  .- Andreucci, op. cit .,., p. 287.

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II.

BARTOLOMEO CERRETANI, STORIA FINO ALL' ANNO 1513. 

Características de Lorenzo de Medici 64  “. . il quale fu di grande ingegnio maximo in juditio, eloquentissimo, haveva professione universale optima nel ministrare le cose publiche, achutissimo, et sollecito, et savio: fortunato quanto huomo de suo tempi, animoso, modesto, affabile con tutti; piacevole, co' motti destrissi- mi et acuti 65; per uno amicho no' dubitava mettere66tempo danari et insino a lo stato, onesto, cupido del' onore et fama, liberale, onorevole; parlava pocho, grave nell' andar; amava e' valenti et gl' unichi in ogni arte; fu solo notato che era alquanto vendichativo et inviidioso: fu religioso e nel governare molto era volto agl' huomini popolani piutosto che agl' huomini di famiglie. Era grande bella persona, brutto viso, la vista corta, le charne nere, cosi e chapelli, le ghote stiacciate, la bocha grande fuori dell' ordine e nel parlare faceva molti gesti chola persona; bella andatura grave; vestiva richamente, dilectavasi fare versi volgari et facevagli benissimo; fu suo preceptore messere Gentile67  (p. 166) charidenssi (Caridensis) huomo doctissimo il quale dapoi fe' veschovo d' Arezo perche fu d' optimi costumi e quali tutti da detto suo preceptore comprese et messe in atto; ebbe per donna la figlola del Conte Orso dell' antica casa de gl' Orssini romani delaquale n' ebbe tre figloli maschi l' uno fu Piero, l' altro messere Giovanni cardinale di S. Ma. in Domnicha, ultimo fu Giuliano: dire che haueva un figlolo armigero (questo era Piero)l' uno buono (questo Usava era il chardinale), un savio (questo era Giuliano) et come presagiente dixe più volte che dubitava che Piero un di non fussi la rovina di casa loro il che come savio chonobbe et predixe.” [...el cual fue de gran ingenio, máximo en el juicio, elocuentísimo, tenía por profesión universal óptima el administrar las cosas públicas, agudísimo, y solícito y sabio: afortunado en cuanto hombre de su tiempo, animoso, modesto, afable con todos; agradable, con frases diestrísimas y agudas; por un amigo no dudaba en poner (en riesgo) tiempo, dinero y hasta el estado, honesto, ávido de honor y de fama, liberal, honorable; hablaba poco, grave en el andar; amaba a los valientes y a los únicos en todo arte; fue sólo notado que era algo vengativo y envidioso. Fue religioso y en el gobernar tendía más a los hombres populares que a los hombres de familia. Era de cuerpo grande y bello, fea cara, corta la vista, negras las carnes como los cabellos, las mejillas hundidas, la boca grande más allá de lo común y en el hablar hacía muchos gestos con su cuerpo; bello andar grave; vestía ricamente, le gustaba hacer versos vulgares y lo hacía muy bien, fue su s u preceptor el señor Gentile (p.166) caridense (Caridensis) hombre doctísimo el cual después fue obispo de Arezzo porque era de óptimas costumbres, las cuales todas del dicho, su preceptor, aprendió y puso en acto; tenía por mujer a la hija del conde Orsi de la antigua casa de los Orsini romanos, de la cual tuvo tres hijos varones, uno fue Piero, el otro el señor Giovanni, cardenal de S. M. In Domnicha, el último fue Giuliano: Solía decir que tenía un hijo guerrero (éste era Piero), uno bueno (éste era el cardenal), uno sabio (éste era Giuliano) y como presagiando dijo muchas 64

.- Todavía no publicado, Biblioteca nacional, manuscrito II, III, 74, folio 165 verso. Reumont, op. cit., II p. 420, no parece haber usado ningún buen manuscrito. 65 .- Añadido por el copista. 66 .- Scilicet : a rischio. ( entonces, la traducción tr aducción sería: poner en riesgo ) 67  .- Gentile de’Bechi.

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veces que dudaba si Piero un día no fuese la ruina de su casa, lo que como sabio conoció y predijo.] III.

68  LORENZO   NICCOLO VALORI, LA VITA DEL MAGNIFICO LORENZO

Características de Lorenzo de Medici “Fu Lorenzo di grandezza piu che mediocre, nelle spalle largho, di corpo solido et robusto, et di tanta agilità che in questo ad alcuno non era secondo, et benche nell' altre esteriori doti del corpo la natura gli fusse matrigna, nondimeno quanto all' interiori qualità madre benigna gli si dimostrò ueramente, fu oltre a questo di colore uliuigno, et la faccia ancor' che in quella non fusse uenustà, era nondimeno piena di tal degnità: che a' riguardanti induceva riuerenza: fu di uista debole, haueua il naso depresso, et al tutto dell' odorato priuato, ilche non solamente non gli fu molesto, ma usaua dire in questo proposito, esser molto obligato alla natura, conciosia che molto più siano le cose che all' odorato s'offeriscano, le quali offendono il senso, che quelle che lo dilettano; ma tutti questi difetti et mancamenti, se cosi chiamar si possono, con le doti dell' animo ricoperse, le quali con continoue esercitationi, et assidua cura ornò sopra modo, di che fecero testimonio molti guidizij di quello." [Fue tamañoque másenque ancho dedeespaldas, robusto, y Lorenzo de tanta de agilidad estomediocre, no era segundo ninguno,deycuerpo aunquesólido en lasy otras dotes exteriores del cuerpo la naturaleza fuese para el una madrastra (fig.: hostil) sin embargo, en cuanto a las cualidades interiores se mostro verdaderamente como madre benigna, fue, por otra parte, de color oliváceo y la cara que no era de una belleza perfecta estaba, sin embargo, plena de tal dignidad que al mirarla inducía reverencia: fue de vista debil, tenía la nariz aplastada, y privado del todo del olfato, lo que no solamente no le fue molesto sino que solía decir a este propósito, que estaba muy agredecido a la naturaleza, sabiendo que son muchas más las cosas que se ofecen al ofato que ofenden al sentido que aquellas que lo deleitan; pero todos estos defectos y faltas, si pueden llamarse así, se recubrieron con las dotes del ánimo, las cuales con continua ejercitación y asiduo cuidadoadornó sumamente, de lo que dieron testimonio muchos juicios de eso.] IV. CARTA DE ANGELO POLIZIANO A PIERO DE' MEDICI69  ANGELUS POLITIANUS PETRO MEDICI SUO S. D. “Facere non possum, quin tibi agam gratias, mi Petre, quod autoritate operaque tua curaueris, ut in collegium nostrum Matthaeus Francus, homo (ut scis) mihi amicissimus, cooptaretur. Est autem non modo isto (licet inuidi quidam rumpantur) sed quouis honore dignissimus. Prima illi commendatio contigit apud patrem tuum, sapientissimum uirum, iocorum & urbanitatis, cum faceta illa scriberet carmina patrio sermone, quae nunc Italia tota celebrantur. Quin idem parens tuus, pene infantem adhuc te, quaedam ex his facetiora ridiculi gratia docebat, quae tu deinde inter adductos amicos balbutiebas, & eleganti quodam gestu, qui quidem illam deceret aetatulam, 68

  .-  La Vita del Magnifico LLorenzo orenzo de' Medici il vecchio scritta da Niccolò Valori Patrizio Fiorentino, nuovamente posta in luce, Giunti, 1568, a. III r. 69  .- Angeli Politiani, Opera, Basilea, 1553. Epist., Lib.. X, p. 144.

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commendabas. Nec tamen insuauior Francus in sermonibus, usuque domestico, siue tu dicteria, siue fabulamenta, siue id genus oblectamenta alia requiras, in queis non eius ingenium magis eminet, quam prudentia. Nihil enim unquam scurriliter, nihil immodeste, nihil non suo loco, nihil extra rem, nihil incaute, nihil sine delectu. Quare siue rusticaretur animi causa, siue balneis operam daret Laurentius parens tuus (quod te meminisse non dubito) Francum sibi adducebat comitem, cuius lepore quasi recrearetur. Adhibuit eum deinde consiliarium Magdalenae sorori tuae Romam proficiscenti ad uirum, uidelicet ut rudis adhuc puella, quae nunquam de materno sinu se prompserat, paternum aliquem circa se haberet amicum, ad quem de re dubia referret. Hic se Francus (ut homo est eximia patientia, sed et dexteritate) sie nescio quo pacto diuersis ignotisque moribus acommodauit ut et uniuersorum beneuolentiam collegerit, et sorori ipsi tuae facile unus omnia paternae domus solatia repraesentet. Gratus esse Innocentio quoque pontifici mire dicitur, gratus aliquot e purpuratis patribus: tui certe illum ciues, qui Romae negotiantur, in oculis gestant. Quid quod breui causarum forique Romani sie peritus euasit, ut iam non inter postremos habeatur ? Est autem omnino ingenio uersatili Francus noster, et quod rebus ac personis omnibus congruat. Caeterum dispensatione domestica nemini cesserit, quippe gnarus omnium quae postulat usus, non tam praescribere familiae potest ac solet, quid quisque agat, quam quomodo, et quatenus agat. illius contraque insigne, nemo nemout fidelius retinet.Addam Meusunum certe adhuc in ipsum, ipsiusdiligentius in me sieamicos amor parat, innotuit, *quod gratissimum est, et nos inter rara admodum paria numeremur. Itaque bis me esse canonicum puto abs te factum, quando illum quoque nunc, id est alterum me, nostro coetui aggregasti. Non enim minus in eo mihi, quam in meipso uideor honestatus. Vale.“ [No puedo hacer más que darte las gracias, mi Pedro, por ocuparte con autoridad y esfuerzo de que Mateo Franco, hombre (como sabes) muy amigo mío, fuese admitido en nuestro colegio. No sólo aquí (aunque revienten algunos envidiosos) sino en cualquier lugar, dignísimo honor. Su primer encargo lo recibió de tu padre, varón sapientísimo, para la diversión y la vida ciudadana, para ello escribió canciones galantes en nuestra lengua, que ahora toda Italia celebra. Tú mismo padre, cuando eras todavía apenas un niño, te enseñaba con ridícula gracia algunos de los más divertidos, que después tú balbuceabas ante los amigos y con gesto elegante, ciertamente apropiado a tu tierna edad, alababas. Ni tampoco es Franco desagradable en los discurso, en la práctica doméstica, o en sarcasmos o fabulaciones, o en otro género de deleites que le requieras en los cuales no sobresale más ingenio que su prudencia. Nada hay ciertamente en ellos de bufonesco, nada inmodesto, nada fuera de lugar, nada fuera de circunstancias, nada desconsiderado, nada no deleitoso. Por lo que tanto si fuera al campo por causas anímica o se presentase a los baño, tu padre, Lorenzo, (cosa que no dudo que recordarás) llevaba consigo a Franco, con cuya ingenio se recreaba, para acompañarlo. Recurrió a él después como consejero de Magdalena, tu hermana, claramente por entonces una niña inexperta que nunca había sido llevada del seno materno, para que tuviera cerca algún amigo paterno, al cual recurrir en cosas dudosas, cuando partió a Roma hacia su marido. Allí Franco (que es hombre de eximia paciencia y de habilidad, no sé de qué modo se adaptó a costumbres distintas y desconocidas y se ganó la benevolencia de todos, y para tu hermana misma representaba, sin dudas, todo el consuelo de la casa paterna. Grato fue también, se dice, al Papa Inocencio, grato

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también a algunos purpurados padres: tus resueltos ciudadanos, que negocian en Roma, en los ojos lo tienen. A alguien experto que en breve se libra de las causas en el foro romano, ¿se lo habrá de tener entre los últimos? Y es, por otra parte, de ingenio tan versátil nuestro Franco que concuerda con todas las cosas y personas. Por lo demás, para el manejo de la casa no cede su lugar a nadie, como es esperable, sabiendo de todo los usos que propone, puede y suele no tanto prescribir a la familia qué hay que hacer y quién ha de hacerlo, sino de qué modo y en qué medida. Agregaré aún una prueba de ello, nadie es tan diligente para con los amigos, nadie los conserva tan fielmente. Se ha hecho conocido ciertamente mi amor por él e igualmente el de él por mí y es gratísimo que se nos cuente entre los raros propiamente pares. De esta manera pienso que dos veces por ti fui hecho canónigo, cuando ahora también, igual que antes a mí, a nuestra unión agregaste. No me veo en él menos honrado que en mí mismo. Salud.]

V. CARTA DE MATTEO FRANCO A PIERO BIBIENNA DEL 12 DE MAYO DE 1485 “Dipoi intorno a Certosa riscontrammo il paradiso pieno d' agnoli di festa e di letizia, cioe messer Piero, Giulianosi gittorono e Giulioa terra in groppa, conchiloro circumferenze. E subitoGiovanni, come viddero la mamma, dal cavallo, da se e chi per le man d' altri; e tutti corsono e furono messi in collo a madonna Ciarice, con tanta allegrezza e baci e gloria che non ve lo poterei dire con cento lettere. Ancora io non mi potetti tenere, che io non scavalcassi; e prima che ricavalcassino loro, tutti gli abracciai e due volte per uno gli baciai; una per me, e una per Lorenzo. Disse el gentile Giulianino, con uno O lungo: O, o, o, o, dovee Lorenzo? " Dicemo: Egli e ito al Poggio a trovarti." Disse: Eh mai non." E quasi piagnendo. Non vedesti mai la più tenera cosa. Egli e Piero che e fatto el piú bello garzone, la più graziosa cosa che, per Dio, voi vedessi mai; alquanto cresciuto; con certo profilo di viso, che pare un agnolo; con certi capegli un poco lunghi e alquanto più distesi che prima, che pare una grazia. E Giuliano viuolino e freschellino com' una rosa; gentile pulito e nettolino come uno specchio; lieto e tutto contemplativo con quegli occhi. Messer Giovanni ancora ha un buon viso, non di molto colore ma sanozzo e naturale; e Julio una cera brunaza e sana. Tutti, per concludere, sono la letizia al naturale. E cosi con gran contento e festa, tutti di bella brigata, ce n' andammo per Via Maggio, Ponte a santa Trinita, san Michele Berteldi, santa Maria Maeeiore, Canto alla Paglia, Via de' Martegli; e ce n' entrammo in casa, per infinita asecula aseculorum eselibera nos a malo amen"70  [Después cerca de Certosa nos encontramos el paraíso lleno de ángeles de fiesta y de alegría, es decir, a messer  Giovanni,  Giovanni, Piero y Giulio, a caballo, con su circumferenze. Y tan pronto como vieron a la mamá, se bajaron a tierra del caballo, quien por sí mismo y quien por mano del otro; y todos corrieron y se colgaron del cuello de madonna  Clarice, con tanta alegría y besos y gloria que no te lo podría decir ni en cien cartas. Incluso yo no me pude contener y me bajé del caballo; y antes de que volvieran a montar, los abracé a todos y los besé dos veces a cada uno; una por mí y una por Lorenzo. Dice el gentil Giulianino, con una O larga: “Oh, oh, oh,oh, donde está 70

  .- Publicado por Del Lungo, Un viaggio di Clarice Orsini de' Medici nel 1485,Bolonia, 1868 y posteriormente en Florencia, pp. 424 y ss.

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Lorenzo? “Dijimos: “Se fue al Pioggio a encontrarte” Dice: “Eh, pero, no” Y casi llorando. No viste cosa más tierna. Él y Piero que se volvió el muchacho más lindo, la cosa más graciosa que, por Dios, hayas visto nunca; bastante crecido; con cierto perfil del rostro que parece un ángel, con ciertos cabellos un poco largos y bastante más lacios que antes, que parece una gracia. Y Giuliano vivaracho y fresquito como una rosa, gentil, arreglado y limpito como un espejo; risueño y todo contemplativo, con esos ojos. Messer Giovanni tiene también un buen aspecto, no de mucho color pero sanito y natural, y Julio una cara oscurita y sana. Todos, para concluir son la alegría al natural. Y así con tan grande contento y fiesta, todos en buena compañía íbamos por via Maggio a Santa Trinità, san Michele Berteldi, santa Maria Maeeiore, Canto alla Paglia, Via de' Martegli; y entrabamos en casa  per infinita asecula aseculorum eselibera nos a malo amen". VI. CORRESPONDENCIA ENTRE POLIZIANO Y LORENZO DEL AÑO 147771  LAVRENTIVS MEDICES ANGELO POLITIANO S. D. “Ex literis, quas ad Michelotium dedisti, factus sum certior filiolos nostros aduersa ualetudine uexari. Id ut humanuni parentem decet, grauiter molesteque tuli. Quam profectò molestiam ac rationibus animumincidisse nostrum confirmare conatus es, uttuinpraeuidens, maximamitademultis nostrauerbis constantia dubitationem uideare. Quod tametsi ab amore in nos tuo proficisci certus sum, multo tamen maiori molestia nos affecit, quam significatio ulla aduersae ualetudinis *liberorum. Quamuis enim parentis substantia liberi esse dicantur, multo tamen magis propria est animi aegritudo, quam filiorum. Quibus enim integer ac sospes est animus, caeterarum facile rerum incolumitatem consequuntur; quibus uerò infirmus, nullus unquam portus est à fortunae fluctibus tutus, nullum est tam placatum aequor, tam quieta malacia, quin perturbatione uexentur. Existimasne me adeò natura imbecillum, ut tam parua re mouear? Si uerò eiusmodi nostra natura est, ut facile huc atque illuc perturbationibus agatur: multarum rerum experientia confirmatus animus sibi constare iam didicit. Ego filiorum non ualetudinem tantum, sed fatum quandoque expertus sum. Pater immatura morte praereptus, cum annum agerem primum et *uigesimum, ita me fortunae ictibus exposuit, ut quandoque uitae poeniteret meae. Quapropter existimare debes, quam nobis uirtutem natura negauit, experientiam attulisse. Verum cum tu in epistola ad Michelotium imbecillitati animi nostri diffidere non parum uidearis, atque in tuis ad nos literis summopere uirtutem atque ingenii nostri dotes extollas, haecque simul pugnàre uideantur, aut alterum falsum est, aut non ea es animi magnitudine, quam in me desiderare uideris, cum ea in tuis ad nos literis silentio praetereas, quae scripta ad Michelotium sunt, tanquam non tua à me accipienda sint: utpote qui existimas multo magis nuncium, quam liberorum ualetudinem, mihi molestiam allaturum. Sed nolo esse in paruis longior, ut non idem incurram uitium, quod in te uitupero, neque in iisdem literis et parua spernere, et prolixioribus uerbis prosequi uidear. Si quid est in epistola quod te mordeat, id totum condones amori nostro, atque exercitationi, cui, ut puto, abundantius materiam suppeditat, si in quenquam inuehimur, quam si laudamus, multoque latior campus est in unoquoque uituperationis, quam laudis. Gaudeo mirum in 71

 .- Opera, op. cit .,., p. 141.

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modum, Iulianum nostrum se totum literis tradidisse, illi gratulor, tibique gratias ago, quòd eum ad haec prosequenda studia excitaueris. Tu uerò fac ut hominem ad literas inflammasti, ita sedulò cures, stimulosque adiieias, ut perseueret. Ego propediem uos reuisam, comitemque uobis in hoc felici Musarum itinere me adiungam. Bene uale, Pisis pridie Calend. Aprilis, M.CCCCLXXVII.“ [Por las cartas que has mandado a Michelozzo, me he enterado que a nuestros hijitos los afecta un estado de salud adverso. Como conviene a un padre humanitario, sufrí con rigor la pena. Como tú habías previsto ciertamente la pena, te empeñaste con muchas palabras y razones en fortalecer nuestro ánimo, con lo que se ve que has caído en la mayor duda acerca de nuestra constancia. Aunque estoy cierto que proviene de tu amor a nos, sin embargo mucha mayor pena nos ha embargado por eso que por cualquier signo del estado de salud adverso de los hijos. Por mucho que se diga que los hijos son de la substancia de los padres, mucho mayor es la propia aflicción del ánimo que la de los hijos. Aquellos que tienen el ánimo íntegro y salvo, fácilmente alcanzan la seguridad de las demás cosas; para quienes lo tienen enfermo (no firme), sin embargo, ningún puerto está protegido de los vaivenes de la fortuna, ningún mar es tan apacible, tan tranquila la bonanza, que la perturbación no lo sacuda. ¿Estimas que soy de naturaleza hasta tal punto débil que me mueva tan poca cosa? Si nuestra naturaleza verdaderamente es experiencia de tal modo que la cosas conduzcan conyafacilidad allí lasa perturbaciones: por de muchas el ánimo aprendió aquí por síymismo subsistir fortalecido. Yo no soy tan experimentado en el estado de salud de los hijos como algunas veces en la fatalidad. Mi padre arrebatado por una muerte prematura, cuando yo tenía veintiún años, me expuso así a los golpes de la fortuna, entonces la vida mía a veces se me hizo penosa. Por eso debes estimar que las fuerzas que la naturaleza nos ha negado, la experiencia las provee. Verdaderamente cuando en la epístola a Michelozzo no te ves bastante desconfiado de la flaqueza de nuestro ánimo, aunque en tus cartas a nos alabas sumamente la virtud y las dotes de nuestro ingenio, se ve que estas cosas están en pugna al mismo tiempo, o es falso lo otro o es tu ánimo á nimo de la misma magnitud que la quieres ver en mí, cuando esas cosas en tus cartas a nos, las silencias mientras que en las que has escrito a Michelozzo están, para que no sean recibidas por mí de ti: puesto que estimas mucho más [importante] el acarrearme molestias que ser el mensajero del estado de salud de los hijos. Pero no quiero ser más largo en minucias, para no incurrir en el mismo vicio que en ti reprocho, y aún en las mismas cartas me veo dispuesto a desdeñar lo nimio, y a proseguir con palabras complacientes. Si hay algo en la epístola que te ofende, adjudícalo a nuestro amor, y por ejercitación, a la cual, pienso, proveemos de más abundante materia si atacamos a alguien que si lo alabamos, pues es mucho más amplio en cada uno el campo de los vituperios que el de las alabanzas. Me alegro de modo extraordinario de que nuestro Giuliano se entregue por entero a las letras, lo felicito, y a ti te doy las gracias, porque lo has incitado a proseguir esos estudios. Tú, que verdaderamente has inflamado por las letras al hombre, cuídalo con celo, infúndele estímulos para que persevere. Yo prontamente os veré, y en ese feliz itinerario de las Musas me uniré a vosotros. Que estés bien, Pisa, un día antes de las calendas de abril de 1477.”]

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ANGELVS POLITIANVS LAVRENTIO SVO S. D. Non quòd tuae constantiae sapientiaeque diffiderem, propterea literas dedi ad Michelotium potius, quam ad te de liberûm tuorum ualetudine: sed quoniam sum ueritus, ne fortè inconsultior uiderer, si grauior tibi à me nuncius alieno tempore obiiceretur. Tabellarius enim saepe literas non apte, non loco reddit: scriba uerò temporum captat omneis articulos. Reueritus igitur iure sum Laurentium Medicem; Cui male si palpere, recalcitrat undique tutus: Nec uerò ista repugnant, quòd hic te reuereor, ibi laudo. Non enim ob aliud reuereor, quam qud omni laude puto dignissimum. Molles uerò illae tuae morsiuneulae, tantum abest ut me laedant, ut ipsas quoque nescio quo pacto pene mihi magis blanditias commendent. Iulianus tuus uere frater, hoc est, ut docti putant, ferà alter, ipse sibi in studiis est non modò iam mirificus hortator, sed et praeceptor. Nihilque nobis ad summam uoluptatem deest, nisi quòd abes. Vale.” [No porque hubiese desconfiado de tu constancia y sapiencia, mandé a Michelozzo antes que a ti las cartas acerca del estado de salud de tus hijos: sino porque temí mostrarme más imprudente si más gravosa era para ti la noticia si te la presentaba en otro tiempo. En efecto, el mensajero a menudo remite cartas no apropiadas, ni al lugar apropiado: que escribe verdaderamente capta elde tiempo articulaciones. Soyelrespetuoso, por lo tanto, y con derecho, Lorenzoende todas Medici;susa quien si mal alabas, se resiste en todas partes a todo: Y no son verdaderamente incompatibles que te respete aquí y te alabe allá. En efecto, nada es respetado por mí si no considero que es digno de toda alabanza. Morigera por cierto aquellos tus mordisquitos, que se alejen de donde me lastiman, porque también ellos no sé por qué pacto para mí se presentan como las mayores caricias. Tu Giuliano es un verdadero hermano, está aquí, donde los doctos lo consideran que es otro (de ellos), no sólo es maravilloso incitador de sí mismo a los estudios sino además su preceptor. Nada nos falta para el más alto deleite, salvo que no estés. Salud.]

VII. LUIGI PULCI Y “EL COMPARE DELLA VIOLA" Luigi Pulci72 concluye la “Giostra di Lorenzo de’ Medici”: Ahora sea éste el fin, que ya conviene que repose, porque el compadre, mientras que yo escribo, espera y ya tiene apunto su viola.Ahora hace falta, compadre, que la hagas sonar: Hor sia qui fine che pur convien posarsi Perche il compar, mentre ch'io scrivo, aspetta, Et ha gia impunto la sua violetta, Hor fa compar che tu la scarabelli. . .73  Que este compadre con la viola no fuera ningún personalidad mítica sino uno de aquellos reales cantores itinerantes florentinos, que a cielo abierto ante la atenta multitud escuchaba solíanencantar historias consirve el acompañamiento la viola, lo que vemos claramente el grabado en populares madera que de viñeta final de a la 72 73

 .- Cfr. Carocci, La giostra di Lorenzo de Medici in rima da Luigi Pulci.  .- Giostra di Lorenzo en el apéndice de Ciriffo Calvaneo Cal vaneo a la edición de Giunti, 1572, p. 91.

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edición del  Morgante de Luigi Pulci74; parece hecho para ilustrar precisamente las últimas palabras de la Giostra: en un podio se sienta el „compare“ que toca la viola, y asus pies una multitud escuchando atentamente en una plaza (¿San Martino?) al aire libre. Que un “compare della viola” era una personalidad oficialmente conocida  justamente bajo este apodo lo vemos en que se lo cita bajo este nombre en el séquito cercano a Lorenzo75, como después en el de su hijo Piero 76. Creo, también, haber encontrado el verdadero nombre del “compadre de la viola”. Un cierto “compare Bartolomeo” es mencionado 1447 como cantor el diario de la78,imprenta de Ripoli77, cuyas leyendas en e historias, como se itinerante solía hacerenpor entonces recitaba públicamente y después vendía en hojas impresas por separado. El *mismo Luigi Pulci le dedica a un tal Bartolomeo dell’Avveduto un soneto que comienza con estas palabras: “Poich' io partij da voi Bartolommeo79, Di vostri buon precetti ammaestrato...” [Porque yo partí de vos, Bartolomeo, por tus buenos preceptos amaestrado] Estas palabras permiten concluir que existía entre ellos dos una relación solidaria, en la cual Bartolomeo era el oferente; pero lo que ha ofrecido, queda bastante claramente expresado precisamente por su sobrenombre de  Avveduto [avisado]: le dio a Luca o a Luigi Pulci aquel núcleo popular para su poema “Ciriffo Calvaneo, al que sirvió como modelo, como puede comprobarse, c omprobarse, justamente una obra poética que ha sido considerada, hasta el momento, anónima, el “Libro del povero avveduto” 80. De esta manera, la cadena de los nombres da vida muy fácilmente a una interesante, hasta ahora inadvertida, personalidad, y podemos aventurarnos a formular la ecuación de que el “compare” que tenía preparada la “violetta” es idéntico a: 1.- el “compare Bartolomeo” que actuaba como cantor itinerante y librero ambulante para la imprenta de Ripoli, Ri poli, 2.- el “compare della viola” del séquito de los Medici y 3.- el mismo Battolomeo81 dell’Avveduto, al que le dedicaba versos Luigi como colega, con lo que se nos presenta en persona el transmisor y difusor de la poesía caballeresca popular para los Pulci y al mismo tiempo, se resuelven naturalmente todas 74

 .- Reproducido por Kristeller, Early Florentine Woodcuts, 1897, Ilust. 150.  .-Cfr. La lista del séquito en Del Luongo, Un viaggio di Clarice Orsini de’Medici nei 1485 descritto da Ser Matteo Franco, Bolonia, Romanogli, 1868, Nº XCVIII de la Scelta di Curiosità letterarie, p. 7: “ 2 cantori. El compare. Bertoldo scultore.” 76  .- Archivo Estatal de Florencia, Filza Medic. avanti Princip. Nr. 104, Doc. 85, p. 583,verso, 1492, en el séquito de Piero en su viaje a Roma, entre otros: “Matteo Franco, il chonpare della viola, il chardiere della viola” (cfr, Reumont, op. cit., II, p. 353). 77  .- Acerca del diario (todavía no suficientemente valorado desde la historia de la cultura) de esta muy temprana imprenta florentina cfr. Fineschi,  Notizie storiche sopra la stamperia di Ripoli, Florencia, 1781; *Roediger, “Diario della stamperia di Ripoli”,  Bibliofilo  VIII, 1887, IX y X, desgraciadamente no completo; P. Bologna, “La stamperia fiorentina del Monasterio di S. Jacopo di Ripoli e le sue edizione”, Giorn. stor. d.Letter. Ital., 1892, XX, pp. 349 y ss., 1893, XXI, pp. 49 y ss. En el diario se lee: “1447. Entrata: a di 3 di giugnio soldi cinquanta sono per una legenda, ci vendè el compar Bartolomeo . . ." [Entrada: a día 3 de junio, cincuenta sueldos son por una leyenda que vendió el compadre Bartolomeo ] Cfr. Roediger, Bibliofilo, VIII, p. 92. 78   .- Cfr. Flamini , , La lirica toscana del Rinascimento anteriore ai tempi del Magnifico, 1891, y Ph. Monnier, Le Quattrocento, 1901, pp. 28 y ss. 79  .- Soneto CXLVI ; edición de 1759 “Luigi Pulci a Bartolommeo dell' Avveduto". 80  .- Acerca de esto, el reciente libro de Laura Mattioli,  Luigi Pulci e il C Ciriffo iriffo Calvaneo , 1900, p. 9 ; cfr. manuscrito Laurenz. Plut. 44, Cod. 30. 81 .- ¿Es este Bartolomeo idéntico a aquel “Bartolomeo da Pisa, detto Baldaccio”, que en otro pasaje es llamado vendedor de libros, “cermatore”? Cfr. Roediger, op. cit., p. 134. Él recibe el 24 de noviembre de 1447, miles de “orationi” a modo de comisión por la venta. ¿No habrá transmitido también nuestro Bartolomeo la “materia del  Morgante”?

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las dificultades que hasta el momento se planteaba la crítica histórico-literaria acerca del “compare” de la “Giostra.82  VIII. CARTA DE POLIZIANO A HIERONYMUS DONATUS83  ANGELUS POLITIANUS HIERONYMO DONATO SUO S. D. si quis breue quod in gladii capulo, uel innon anuli legaturdixerim, emblemate: si quis“Nam uersum lecto, aut dictum, cubiculo, si quis insigne aliquod argento sed fictilibus omnino suis desiderat, ilicó ad Politianum cursitat, omnesque iam parietes à me quasi à limace uideas oblitos argumentis uariis, et titulis.Ecce alius Bacchanalibus Fescenninorum argutias, alius concliiabulis sanctas sermocinationes, alius citharae miserabiles naenias, alius peruigilio licentiosas cantilenas efflagitat. Ille mihi proprios amores stultus stultiori narrat. Ille symbolum poscit, quod suae tantum pateat, caeterorum frustra coniecturas exerceat. Mitto scholasticorum garritus intempestiuos, uersificatorum nugas, seque, et sua de more admirantium, quae quotidie cuncta demissis auriculis perpetior. Quid plebeculam dicam, uel urbanam, uel agrestem, quae me tota urbe ad suum negotium, quasi naso bubalum trahit ? Ergo dum proteruè instantibus negare nihil audeo, cogor et amicos uexare caeteros, et (quod molestissimum est) ipsius in primis Laurentii mei Medicis abuti facilitate... [Pues si alguien quiere un dicho breve en la empuñadura de la espada, o que se lea en el emblema del anillo: si alguien quiere un verso para el lecho, o el dormitorio, si alguien quiere algo insigne no digamos en (las cosas de) plata sino en las enteramente hechas de barro, allí recurren a Poliziano y así verás todas las paredes cubiertas por mí, como un caracol, con variados argumentos e inscripciones. Aquí uno demanda con urgencia agudezas para las bacanales de los fescenios, otro, discursos para santos conciliábulos, otro, nenias lastimeras para la cítara, otro, cantilenas licenciosas para las veladas prolongadas. Aquél me cuenta sus propios amores – contados por un tonto a uno más tonto. Aquél requiere un símbolo, que sea tan accesible para la suya como que mueva a error en sus conjeturas al resto. Dejó de lado los intempestivos charloteos de los escolásticos, las frivolidades de los versificadores, y sigue, y todas las cosas juntas que se admiran según costumbre a las que me resigno cotidianamente con las orejas bajas. ¿Llamaré plebeyos, o ciudadanos o agrestes, a quienes a mí por toda la ciudad y a su negocio, me llevan de la nariz como a un búfalo? Yo, mientras tanto, no me atrevo a negar nada a los que me instan con violencia, y me veo obligado a maltratar a los otros amigos y (lo que es molestísimo) abusar de la condescendencia del mismo Lorenzo mío Medici en primer lugar… ] . . viva parola di uomini che da quattro e più secoli dormono nei sepolcri, ma che può destare e utilmente interrogare l'affetto." l 'affetto." [viva palabra de hombres que hace cuatro o más siglos duermen en los sepulcros, pero que puede despertar e interrogar útilmente el e l afecto] Cesare Guasti, Ser Lapo Mazzei, p. III

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 .- Cfr. Carocci, op. cit .,., pp. 35 y ss.  .- Opera, op. cit., p. 26. “Cal. Maias MCCCCLXXXX.”

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Ghirlandaio, Lamentación por la muerte de san Francisco-así lo llama Warburg-,  Exequias de San Francisco, capilla Sassetti, Santa Trinità, Florencia. Poliziano sería la figura de colorado, a la izquierda del observador; al lado auto-retrato de Ghirlandaio.

Ghirlandaio,  Anunciación del ángel a Zacarías, capilla Tornabuoni, Santa Maria Novella, Florencia. Abajo, en el primer grupo a la izquierda: Marsilio Ficino, Christoforo Landino, Angelo Poliziano y Gentile de Becci.

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Ghirlandaio, Anunciación del ángel a Zacarías, detalle.

Massaccio, Resurrección del hijo de Teófilo y San Pedro en el trono. (Completado por Lippi.)

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Filippino Lippi,  Resurrección del hijo de Teófilo, capilla Brancacci, Iglesia del Carmine, Florencia, detalle: Luigi Pulci. 

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