Viva La Diferencia. Pilar Sordo

December 7, 2018 | Author: Jacquelinne Ivon Silva Pradenas | Category: European Union, Evidence, Truth, Psychology & Cognitive Science, Philosophical Science
Share Embed Donate


Short Description

Download Viva La Diferencia. Pilar Sordo...

Description

Copyright © 2005 para Latinoamérica Latinoamérica y España  por Editorial Norma S.A. Av. Providencia 1760, of. 502, 5" piso, Santiago, Chi! http://www.norma.com Reservados todos los derechos. Prohibida la reproduccin total o parcial de este libro!  por cual"uier medio! sin permiso escrito escrito de la editorial. #mpreso por rafhi#a Copy C!nt!r $%cima t!rc!ra E$ici%n, &ar'o 2007

& ()i*a a $if!r!ncia+, $if!r!ncia+, 2005 & iar Sor$o

$ireccin editorial! #sabel '. (u)eta $ise*o de Portada! Andrea Cuchacovich $iagramacin de te+tos! ,loria (arrios Correccin de te+to y estilo! Patricio ,on)-le) #S(N -56/00015/ Registro de Propiedad #ntelectual:

16./75

C.C.: 7/- #mpreso en Chile / Printed in Chile

Copyright © 2005 para Latinoamérica Latinoamérica y España  por Editorial Norma S.A. Av. Providencia 1760, of. 502, 5" piso, Santiago, Chi! http://www.norma.com Reservados todos los derechos. Prohibida la reproduccin total o parcial de este libro!  por cual"uier medio! sin permiso escrito escrito de la editorial. #mpreso por rafhi#a Copy C!nt!r $%cima t!rc!ra E$ici%n, &ar'o 2007

& ()i*a a $if!r!ncia+, $if!r!ncia+, 2005 & iar Sor$o

$ireccin editorial! #sabel '. (u)eta $ise*o de Portada! Andrea Cuchacovich $iagramacin de te+tos! ,loria (arrios Correccin de te+to y estilo! Patricio ,on)-le) #S(N -56/00015/ Registro de Propiedad #ntelectual:

16./75

C.C.: 7/- #mpreso en Chile / Printed in Chile

#A 0A $#1ERENC#A2 34 y el complemento tambi%n5

Pilar Sordo 06 1E'EN#N6 7 06 'ASC80#N6 0A 'A,#A EN E0 SER '89ER! 0A REA0#$A$ EN E0 SER 6'(RE

,R8P6 E$#;6R#A0

norma  (ogot-! Barcelona, Barcelona, Buenos Aires, Caracas, Guatemala, Lima, '%+ico! Panam-! eres nos "ue>amos tanto y mucho m-s "ue los hombres@ siempre hay un pero! un pucha! algBn tipo de e+clamacin "ue hace notar o sentir "ue hay algo "ue no ?ue todo lo ideal "ue hubi%ramos "uerido "ue ?uera. Estas dos preocupaciones el "ue otros u otras sean los causantes de la ?elicidad o la in?elicidad ?emenina! la "ue>a o el "ue nada resulte como se pens en un  primer momentoD me llevaron al mundo de lo masculino y lo ?emenino en Chile. Realic% una investigacin de tres a*os "ue const de una muestra de alrededor de tres mil a cuatro mil personas de distintas edades! entre los cinco y los noventa a*os! de ambos se+os y de distintos niveles socioeconmicos@ al ?inal! la muestra ?ue ampliada  para considerar a personas de distintas regiones. Advierto a los lectores "ue todo a lo "ue a"u= me re?iero surge de lo observado emp=ricamente a trav%s de mi e+periencia cl=nica y "ue intent% "ue esta investigacin ?uera lo m-s e+haustiva posible. Slo tom% como re?erencias de apro+imacin al tema la teor=a de 9ung 3animusDanima5! el en?o"ue de 9ohn ,ray y el 7ingD7ang Dopuestos y complementarios de la ?iloso?=a orientalD  pero no har% ninguna mencin a ellos.

0a investigacin me permiti identi?icar como una tendencia importante el "ue hoy d=a se piense y transmita a las generaciones >venes "ue las mu>eres su?ren m-s! "ue las mu>eres son m-s humilladas! "ue las mu>eres son m-s maltratadas. Esto en muchas situaciones y en determinadas realidades sociales es verdad! sin embargo ello no  >usti?ica "ue se est% traspasando en la actualidad a nuestros hi>os y ?uturas generaciones! la idea de "ue para sobrevivir o vivir m-s ?elices debemos ser lo menos mu>eres  posibles. Esto provoca muchos da*os en nuestros adolescentes 3a los "ue me re?erir% m-s adelante5. eres somos iguales. Cuando yo supongo "ue algo es igual a m= tengo la  predisposicin a pensar "ue esa persona actBa igual "ue yo! piensa igual "ue yo! siente igual "ue yo. 7 cuando de alguna manera pretendo "ue eso sea as= se generan todas las incomprensiones "ue conocemos y e+perimentamos a diario! pues! en realidad! nadie actuar- igual a m=! menos aBn una persona del otro se+o. No es cierto "ue hombres y mu>eres seamos iguales@ la verdad es "ue somos absolutamente distintos. Por medio de mi traba>o pretendo demostrarlo y en alguna medida ayudar a "ue seamos capaces de valorar nuestras di?erencias para generar complemento y no motivar la implacable igualdad "ue lo Bnico "ue produce es competencia. Ahora bien! aclaro "ue igualdad no es lo mismo "ue e"uidad. ;enemos derechos "ue nos igualan y! por lo mismo! debi%ramos acceder a las mismas oportunidades@ pero esto! reitero! no "uiere decir "ue seamos iguales ni psicolgica ni socialmente hablando. Cada uno aporta a la sociedad y al mundo a?ectivo "ue lo rodea cosas distintas y cosas igualmente importantes y necesarias para la construccin de una ?amilia! una identidad y una sociedad armnica. Es importante recalcar desde ya "ue cuando a lo largo del libro me re?iera a hombres y mu>eres lo "ue estoy haciendo en estricto rigor es re?erirme a lo masculino y a lo ?emenino "ue todos tenemos dentro de nosotros mismos. 7o! por ser mu>er! debiera tener m-s ?acilidad para ad"uirir los aprendi)a>es ?emeninos! pero no necesariamente la vida "ue he tenido me ha permitido encau)ar esos aprendi)a>es! y esto es lo "ue  probablemente le ha pasado a muchas personas y seguir- pasando si es "ue no nos detenemos! identi?icamos y re?le+ionamos sobre este asunto. 0o importante en este  punto ser-! entonces! descubrir "u% aspectos masculinos y ?emeninos tiene cada uno desarrollados y cmo dentro nuestro podemos e"uilibrar y complementar ambos aspectos para poder hacer m-s ?luida! m-s =ntegra! nuestra estabilidad psicolgica y! por

ende! lograr la armon=a necesaria para poder desarrollarnos en plenitud tanto respecto de uno misma como con los seres "ue m-s "ueremos. Comenc% esta introduccin re?iri%ndome a "ue las mu>eres acusan su?rir m-s de lo "ue los hombres mani?iestan. Este mensa>e ha traspasado los distintos niveles culturales en ?orma muy potente! pues esa concepcin se ha instalado en nuestro discurso verbal! en la manera como las propias mu>eres nos re?erimos a nuestro g%nero. As=! por e>emplo! podemos visuali)ar el siguiente escenario: si las mu>eres tenemos la menstruacin! "ue es mensual! y a la cual se alude como en?ermedad! y "ue adem-s una semana previa al estar en?ermas solemos estar un tanto insoportables@ resulta entonces "ue debemos contar con a lo menos la mitad del mes da*ado y esto e"uivale! a la larga! a la mitad de nuestra vida. Nadie "uerr-! en su sano >uicio! parecerse a ese ser humano "ue tiene garanti)ado pasarlo mal la mitad de su vida. El mensa>e de "ue ser mu>er es un problema lo hemos ido transmitiendo las mu>eres adultas tanto a trav%s de nuestro lengua>e verbal como de nuestros comportamientos a las nuevas generaciones! a nuestros hi>os! sean varones o mu>eres. ;ambi%n! por supuesto! se trata de un concepto incorporado a nuestras relaciones de  pare>as. Por esto y por lo "ue veremos m-s adelante en este libro es "ue surge la imperiosa necesidad de reevaluar la condicin de lo ?emenino! estableciendo a nivel social ! r!!ncantami!nto hacia !sta mira$a, ! r!!nc!ntro con os !!m!ntos f!m!ninos !n os proc!sos pro$cti*os, !$caciona!s, famiiar!s ! ntimos para po$!r r!*isar n!stra historia $!s$! os ogros 3! s! !st4n ot!ni!n$o y 3!, como !picaré !n os captos 3! *i!n!n, r!spon$!n m4s i!n a na *isi%n mascina. Lo $icho hasta a3 impica hac!r r!am!nt! m4s profn$a n!stra *isi%n para !nt!n$!r $! *!r$a$ a *i$a como n proc!so $! apr!n$i'a!, como ago 3! s! par!c! m4s a n *i*ir a *i$a paso a paso y no 3! a !na *i$a !s ! r!sta$o $! o 3! ogramos s%o !n a m!$i$a !n 3! s! *an acan'an$o os o!ti*os 3! pr!t!n$!mos acan'ar. Con !st! fin $!scriiré capto a capto os haa'gos y ! camino 3! ha si$o, sin gar a $$as, !n prim!ra instancia p!rsona, n r!$!scrirm! a m como m!r !n mis part!s mascinas y f!m!ninas tanto !n mi traao !n canto psic%oga como !n mi postra fr!nt! a a *i$a ctra y socia !n mi ro $! m!r.

PR#'ERA PAR;E 6P8ES;6S 7 C6'P0E'EN;AR#6S

Cap=tulo # El ?ol=culo y el espermio El comien)o de todas las di?erencias

Para $ar comi!n'o a a in*!stigaci%n $i*i$ a m!stra con a 3! ia a traaar !n catro gran$!s grpos8 ! prim!ro, $! niñitas y niñitos !ntr! cinco y onc! años9 $!spés, $! a$o!sc!nt!s !ntr! os $oc! y os $i!ciocho. :n t!rc!r grpo $! homr!s y m!r!s !ntr! os *!int! y cinc!nta años, y n carto grpo $! m!r!s y homr!s $! os cinc!nta para arria. ;o$os !stos grpos participaron !n ta!r!s, crsos y charas $!ntro $! n apso $! tr!s años. Lo prim!ro f! traaar con o 3! os psicoanaistas aman ! inconsci!nt! co!cti*o. S! !s hi'o asociar ir!m!nt! as paaras foco  %*o o niños y niñas? s! aproimaron !n forma simiar a os términos s!ñaa$os. @ continaci%n compartiré con st!$!s as asociacion!s m4s fr!c!nt!s $a$as por !stos homr!s y m!r!s, niños y niñas. 3Comen)ar% por el foco  %*o, haci!n$o gaa $! pri*i!gio $! mi part! f!m!nina.?

Asociaciones ?rente a la palabra %*o o foco8

solo! espera! acoge! vida! emocin! menstruacin! dolor! paciente! no competitivo! se+o! amor! lento! receptivo! maternidad! mu>er! ?ertilidad! ?initos! buena resistencia de vida! huevo! retencin! retiene! cuida. Asociaciones ?rente a la palabra

espermio:

r-pido! muchos! competencia! meta! logros! con"uista! velocidad! desa?=o! se+o!  poca vida! ego=sta! slo les importa llegar a su ob>etivo! sirven en la medida en "ue salen de "uien los genera! vida! amor! entrega! necesarios! complemento! t%cnica! suelten! se sueltan! produccin. Al hacer el an-lisis de todos los t%rminos "ue la gente e+pres en sus asociaciones! podemos e+traer las primeras conclusiones sobre cmo lo biolgico es e+trapolable a lo psicolgico y dar cuenta de las primeras di?erencias entre lo masculino y lo ?emenino o! en t%rminos m-s generales! entre hombres y mu>eres. Respecto de las palabras "ue les acabo de se*alar es importante destacar las "ue tuvieron mayor incidencia! lo "ue a su ve) me llev a hacer una nueva divisin entre las palabras asociadas a óvulo y a espermio para obtener las conclusiones "ue m-s adelante compartir% con ustedes. En relacin a óvulo las palabras m-s escogidas ten=an "ue ver con el concepto de retener! acoger! espera! menstruacin! dolor! vida! amor! solo y lento. 7 en relacin a espermio as m4s m!nciona$as por to$os, sin $istinci%n $! !$a$, f!ron rapi$!', sotar o s! s!tan, comp!t!ncia, mchos, m!ta, a*an'an, s!o, !fici!nt!s, ost4cos y carr!ra. Es important! apr!ciar c%mo ya !n !sta prim!ra asociaci%n s! pi!nsa o s! r!aciona ir!m!nt! ! conc!pto $! s!o con o mascino y ! conc!pto $! amor con o f!m!nino. ;amién apar!c! a paara $oor asocia$a a o f!m!nino. &! p!rmito a$!antar, a mo$o $! com!ntario, 3! a r!p!rcsi%n m4s important! $! !sta asociaci%n s! r!f!a !n 3! ctram!nt! o f!m!nino !st4 *inca$o a sfrimi!nto, o 3! $isminy! as proaii$a$!s $! 3! s! *aor!n os aport!s f!m!ninos a a soci!$a$.

 Soo A Esp!ra A @cog! A )i$a A Emoci%n A 'enstruacin A =oor A aci!nt!  Bo comp!titi*o A S!o A @mor A L!nto A Receptivo A &at!rni$a$ A &!r A !rtii$a$ A 1initos A D!na r!sist!ncia $! *i$a A !*o A Retencin A F!ti!n! A Ci$a A  F4pi$o A &chos A comp!t!ncia A &!ta A

0ogros A Con3ista A )!oci$a$ A =!safo A Se+o  Poca vida  Ego=sta  S%o !s importa !gar a s o!ti*o A Sir*!n !n a m!$i$a

"ue salen de "uien los genera A )i$a A @mor  Entr!ga A B!c!sarios A Comp!m!nto A ;%cnica A S!t!n A S! s!tan A ro$cci%n

Cap=tulo ## Retener y Soltar  1unciones naturales en el ser humano

En el cap=tulo anterior les mostr% las palabras "ue se asociaban espont-nea! libremente y con mayor ?recuencia a vulo y espermio! respectivamente. Entre ellas aparecieron dos "ue ?ueron repetidas en casi la totalidad de los casos y siempre estaban asociadas al mismo concepto@ se trata de las palabras retener! en el caso de lo ?emenino! y soltar! en el caso de lo masculino. Pareciera ser "ue dentro de lo masculino es natural la liberacin y la capacidad de desprenderse y soltar los procesos@ de hecho! un hombre no puede generar vida si sus espermios no salen de %l! por lo tanto! necesariamente debe soltarlos. Por otra parte! una mu>er no puede generar vida si no tiene la capacidad de retener a un beb% dentro de s= misma. Sin embargo! estas dos ?unciones al parecer tan estrictamente biolgicas  pueden traslaparse y e+trapolarse hacia -mbitos "ue van aBn m-s all- de la biolog=a misma. Si seguimos con el concepto de retener m-s a?=n a la mu>er podemos observar el "ue ella estar=a dise*ada para retener l="uido en mayor proporcin "ue los hombres. A"u= se nos viene a la cabe)a en ?orma inmediata la temida celulitis! per?ecto e>emplo de un aspecto tan molestoso para nuestra historia ?emenina y "ue tendr=a "ue ver con la retencin de l="uido y grasa en ?orma inadecuada. 0a estiti"ue) ?emenina se da en un FGH m-s "ue en los hombres y esto! si bien tiene "ue ver con h-bitos de aprendi)a>e ?emenino "ue ya les e+plicar%! tambi%n corresponde a una ?uncin de retencin. Con el retener tienen tambi%n mucha relacin conductas propias de nuestra vida cotidiana tales como: guardar alimentos en el re?rigerador pensando "ue los podremos volver a utili)ar@ no botar los papeles de las carteras o traerlas siempre llenas de cosas por si acaso@ guardar cosas en las ropas o dentro de nuestros closets tamién "por si acaso" as n!c!sitamos !n agos de los ni*os! cuando guarda cosas "ue a lo me>or ya no sirven! pero "ue por un valor emocional somos incapaces de desprendernos de ellas. 0o mismo se aprecia en nuestra capacidad para en?rentar con?lictos: las mu>eres solemos ser m-s lentas "ue los hombres en procesar

nuestros con?lictos! nos cuesta m-s olvidarnos de ellos y pasar de una etapa a otra@ generalmente tendemos a "uedarnos como pegadas o adheridas a nuestros con?lictos y angustias. Esto hace muy di?=cil la comprensin desde lo masculino! ya "ue para los hombres con?licto solucionado es con?licto olvidado y no ?orma m-s parte de su repertorio conductual. Por el hecho de retener dentro de s= muchos elementos! las mu>eres tienen o aparentan tener me>or memoria para sus procesos a?ectivos "ue los hombres. Esta capacidad de retencin! e+presada en todas las caracter=sticas "ue les acabo de mencionar y en muchas otras "ue seguramente ahora olvido! pero "ue ustedes  podr-n identi?icar en la medida en "ue revisen su cotidianeidad! se contrapone con la capacidad para soltar con "ue cuentan los hombres naturalmente y e+presan a lo largo de su vida. Siempre est-n centrados en un ob>etivo y pueden pasar de un ob>etivo a otro con mucha rapide)! de alguna manera les es m-s ?-cil olvidar los con?lictos y seguir avan)ando! no piensan en todas las etapas "ue ese con?licto o ese proceso pueda tener! lo cual los hace avan)ar naturalmente m-s r-pido. Siempre est-n de una u otra manera  pensando "ue no sacan nada con preocuparse de las cosas si no las pueden solucionar en el momento. El pasar de una etapa a otra tambi%n es una caracter=stica propia del soltar.  No es casual "ue los hombres sean m-s r-pidos en restablecer relaciones a?ectivas@ esto se debe a "ue para ellos es m-s ?-cil cerrar y dar vuelta la p-gina! as=  pueden seguir avan)ando. 1rases de los hombres tales como cambia la cara, cambia de ánimo; ya, poh, si ya te pedí perdón, para qué sigues enojada, son e+presiones "ue muestran de una u otra manera esta ?acilidad "ue lo masculino tendr=a para poder avan)ar en los con?lictos y soltar los problemas para preocuparse de ob>etivos nuevos. En s=ntesis! las acciones "ue implican retener signi?ican a su ve) no de>ar de hacer algo independientemente del agobio "ue ello me cause. Es muy caracter=stico de las mu>eres "ue hacemos cosas! nos "ue>amos de lo "ue hacemos y! sin embargo! por alguna e+tra*a ra)n! no las de>amos de hacer. Eso en el lengua>e masculino es incomprensible. Ellos no entienden por "u% hacemos cosas "ue nos desagradan tanto y "ue m-s encima nos tienen "ue>-ndonos todo el tiempo mientras las reali)amos. El llamar! preguntar! reclamar! "ue>arse! taimarse! llorar! tambi%n son elementos retentivos. Cuando lloro! de algBn modo le pido al otro "ue se acer"ue a m=! lo retengo hacia m=! lo traigo hacia m=. A di?erencia del aspecto masculino! "ue tiene "ue ver m-s con la rabia y con el eno>o: al enrabiarme o eno>arme lo "ue hago es ale>ar al otro de m=! suelto al otro y lo separo de m= de esta manera por"ue me es m-s cmodo estar le>os de %l. El buscar! el intentar! el guardar! el insistir! el coleccionar y el no avan)ar en los con?lictos ser=an aspectos "ue tienen "ue ver con el retener. El soltar! como mencion% anteriormente estar=a relacionado con dar vuelta la p-gina r-pidamente! y! con

no de>ar de pensar o aproblemarse por lo "ue no se puede solucionar en el momento! con el cerrar etapas de vida y comen)ar otras en corto tiempo! con slo pensar en los ob>etivos. 6tra di?erencia "ue es necesario e importante entender es "ue la mu>er estdise*ada para generar vida dentro de ella en t%rminos de todos los espacios psicolgicos "ue tienen "ue ver con lo interno: la casa! las situaciones del hogar! el cuidado de los a?ectos@ en cambio! el hombre tiene la capacidad de poder generar vida ?uera de %l!  producto "ui)-s de esta misma capacidad para soltar lo "ue de alguna manera estviviendo. asta a"u= nos hemos centrado solamente en lo "ue por naturale)a pareciera "ue estar=amos llamados a hacer! es decir: las mu>eres a retenerlo todo! a cuidar lo "ue tienen! a mantener sus situaciones o sus nidos cobi>ados@ los hombres! a soltar y liberarse de los con?lictos con el ?in de poder seguir avan)ando en sus ?uturos ob>etivos. Sin embargo! esto no es tan simple! ya "ue el contar con estas dos ?unciones retener y soltar implica a su ve) tareas propias a cada g%nero! las "ue constituyen el gran aprendi)a>e "ue hombres y mu>eres tienen "ue reali)ar a lo largo de sus vidas. Para las mu>eres este gran aprendi)a>e evidentemente es soltar y para los hombres este aprendi)a>e es! a lo largo de su vida! retener y cuidar lo "ue tienen. En el caso de las mu>eres tienen "ue aprender a de>ar de hacer lo "ue de alguna manera les hace da*o o hacer a"uello "ue aparentemente no les gusta sin "ue>arse tanto o sin mantener la "ue>a como una constante@ slo as= podr-n soltar! ale>arse! de>ar a"uello "ue les hace mal. ;ienen "ue aprender a soltar sus a?ectos para "ue cada uno de los miembros de la ?amilia se haga responsable de lo "ue le corresponde a cada uno y no hacerse cargo ellas de todo lo "ue pasa dentro de la casa! con los reclamos pertinentes. ;ambi%n es importante "ue la mu>er suelte en lo se+ual! su orgasmo y su goce se+ual para poder dis?rutar de este aspecto de su vida en ?orma =ntima. En la medida en "ue una mu>er retenga su capacidad se+ual o sus sensaciones se+uales m-s di?=cil le ser poder dis?rutarlas. ;iene "ue ser capa) de soltar sus h-bitos alimenticios! su estiti"ue)! sus emociones! para de alguna manera ir liberando las tensiones "ue se le generan. En el hombre! en cambio! es importante avan)ar en la ?uncin de retener para "ue aprenda a cuidar lo "ue tiene cotidianamente! para "ue sea capa) de entender "ue las cosas se construyen de a poco y no solamente sobre la base de ob>etivos logrados!  para "ue sea tambi%n capa) de cuidar su casa! sus cosas! de preocuparse de lo "ue involucran los ambientes a?ectivos y cuide as= me>or sus a?ectos. 'ientras m-s haya desarrollado un hombre su lado ?emenino m-s ?-cil le ser- poder retener y cuidar sus a?ectos y! por lo tanto! hacer ?eli) a la mu>er! a los hi>os y a los "ue lo rodean. 'ientras m-s masculino sea este hombre m-s desinteresado estar- de los procesos a?ectivos y su

concentracin estar- enmarcada e+clusivamente en el logro de los ob>etivos "ue %l mismo se ha propuesto. Al preguntarme por "u% para las mu>eres era tan di?=cil soltar y por "u% para los hombres era tan complicado poder retener llegu% a la conclusin! a trav%s de todos los traba>os reali)ados! de "ue e+isten dos principios ?emenino y masculino "ue gobiernan nuestra e+istencia y "ue! de alguna manera! determinan! en el proceso de soltar! por un lado! la di?icultad de las mu>eres y! por el otro! la ?acilidad de los hombres. $igamos! pues! "ue lo ?emenino estar=a determinado por"ue a la base de su accionar predomina el sentirse necesitado. Esto hace m-s di?=cil aBn para las mu>eres el soltar! ya "ue si primero necesito sentirme necesaria me ser- imposible de>ar de hacer ciertas cosas por"ue mi identidad y mi autoestima est-n principalmente y por desgracia! determinadas en este caso m-s por lo "ue hago y no por lo "ue soy@ y slo en la medida en "ue haga y por"ue hago ciertas cosas me siento m-s "uerida y Btil. Son e>emplos de lo descrito la sensacin "ue e+perimentan muchas mu>eres despu%s de tener un beb%! especialmente cuando tienen "ue de>ar de dar pecho. Surge entonces el gran con?licto de acabar la lactancia! y esto es un con?licto puesto "ue pasa  por tener "ue asumir "ue ya no son ciento por ciento necesarias para ese beb% y "ue cual"uier otra persona podr=a alimentarlos y darles vida. Similar es la situacin del llamado s=ndrome del nido vac=o@ en este caso se trata de mu>eres "ue ya no son Btiles en t%rminos de traba>o constante y tienen "ue reencontrarse con una identidad basada ahora en lo "ue son y no solamente en lo "ue han sido y hecho durante todos los a*os  precedentes. Es como si "uedaran cesantes. Esta necesidad de sentirse necesitada tiene ribetes "ue incluso dentro de la investigacin parecieron un poco humor=sticos como!  por e>emplo! el "ue el IGH de las mu>eres adultas encuestadas no cerraban totalmente la  puerta del ba*o! esto! debido a la costumbre de pensar "ue podr=a ser re"uerida para algo. Ni si"uiera en ese espacio ellas pueden permitirse estar desconectadas o desblo"ueadas del resto! del conte+to a?ectivo "ue las rodea. En cambio! lo masculino estar=a gobernado mayoritaria y principalmente por la necesidad de admiracin. Esto di?iculta el retener! ya "ue para poder ser admirado por la  persona o el pBblico al "ue se est- seduciendo o encantando! los hombres deben cambiar  permanentemente de ob>etivos@ slo as= la observacin estar- constantemente centrada en esta admiracin. A los hombres les a?ecta mucho m-s "ue a las mu>eres la cesant=a y la impotencia! pues la identidad masculina estar=a sobre todo determinada por el aspecto econmico y por el aspecto se+ual. Entre los escritores! cantantes y otro tipo de artistas es m-s comBn encontrarse con "ue son los hombres los "ue crean obras anuales o por lo

menos cada dos a*os y en ?orma regular! a di?erencia de las mu>eres "ue pueden demorar mucho m-s en su produccin discogr-?ica o literaria. A continuacin! en el pr+imo cap=tulo! me re?erir% a las di?erencias entre lo ?emenino y lo masculino "ue detecto a lo largo de mi investigacin! pero antes les e+plicar% y pedir% un ?avor: "uiero "ue cuando lean sobre las caracter=sticas ?emeninas y masculinas se bus"uen en ambos lados! es decir! "ue sean capaces de aventurarse a descubrir dentro de ustedes "u% aspectos ?emeninos y! o mascinos ti!n!n m4s $!sarroa$os9 y c4!s, por o tanto, son as tar!as 3! ti!n!n 3! !mp!'ar a traaar !n st!$!s mismos. ;o$os pos!!mos caract!rsticas f!m!ninas y mascinas9 to$os, homr!s y m!r!s, t!n!mos $!sarroa$as nas caract!rsticas m4s 3! otras. H$!ntif3!nas y trat!n a s *!' $! $!scrir !n ss propias historias o 3! os hi'o a$optar !sas caract!rsticas y, por !n$!, c4 !s a tar!a 3! ti!n!n por $!ant!. Si como m!r!s han t!ni$o a s!rt! $! po$!r $!sarroar m4s y m!or ss asp!ctos f!m!ninos, sin $$a agna y gracias a 3! a *i$a !s n crco p!rf!cto, *an a t!n!r 3! !ncontrars! con ss part!s mascinas, p!s !n !as r!si$!n principam!nt! a toma $! $!cision!s y ! po$!r !!ctaras $! na  otra man!ra. @hora, si st!$!s m!r!s, por as $ificta$!s 3! han t!ni$o !n a *i$a han $!i$o $!sarroar m4s os asp!ctos mascinos $! a p!rsonai$a$ y s!r $!s$! p!3!ñas my mascinas, por sp!sto 3! t!n$r4n $ificta$!s para $!sarroar o f!m!nino, p!ro !s as!gro 3! !n ageres en el e>ercicio de los tiempos personales. JEsto "u% signi?ica realmenteK! signi?ica "ue a las mu>eres nos cuesta mucho darnos tiempo para nosotras mismas! sin "ue esto venga acompa*ado de un ?actor culposo! el "ue a su ve) y de alguna manera tienda a da*ar nuestro grado de satis?accin en el proceso vivido. En cambio para los hombres es muy ?-cil e>ercer tiempos personales y para ellos darse esos tiempos est- incorporado incluso culturalmente como un derecho b-sico. A nadie se le ocurrir=a interrumpir a un hombre mientras duerme siesta o mientras ve televisin! ya sean noticias o un partido de ?Btbol o mientras est- en el ba*o.  No obstante! est- permitido! culturalmente e+isten cdigos inconscientes! "ue apoyan el "ue los hi>os despierten a la mam- Bnicamente o de todas maneras antes "ue al pap-. Esto est- totalmente validado por el cdigo ?emenino m-s habitual. 0o mismo pasa con el tema de entrar al ba*o. Si en Chile las mu>eres somos est=ticas! en el FGH de los casos es por"ue tenemos p%simos h-bitos y un peor aprendi)a>e de lo "ue implica y signi?ica ir al ba*o@ hasta al ba*o vamos r-pido y por eso de alguna manera no hemos logrado evolucionar con nuestro colon irritable y con nuestras alteraciones g-stricas. No son nada de escasos los e>emplos en "ue las mam-s van al ba*o con los hi>os para "ue %stos no est%n solos o simplemente para evitar "ue se  planten a llorar >unto a la puerta! convirtiendo ese momento en una instancia de conversacin. ;ambi%n! claro est-! nuestro colon y nuestras alteraciones g-stricas tienen "ue ver con ese mal entrenamiento emocional "ue no nos permite decir lo "ue sentimos y sobre todo e+presar la rabia. Esa capacidad masculina y! por lo general incapacidad ?emenina! de mane>ar los tiempos tiene una alta repercusin en el nivel de satis?accin de la vida cotidiana. En la medida en "ue me permito tener tiempo para m=! el grado de satis?accin con respecto a la vida "ue llevo deber=a ser mayor! as= como menor la tendencia a responsabili)ar al otro de los tiempos "ue %l s= se permite. En general las mu>eres cometemos el error de

castigar o retar a los hombres cuando los vemos e>ercer sus tiempos personales! y esto nada m-s "ue por"ue nosotras no somos capaces de generar esos mismos tiempos o esos mismos espacios en bene?icio nuestro! culp-ndolos a ellos de algo "ue est-n haciendo  bien y "ue! claramente! debemos imitar. 0as mu>eres "ue no cuenten con esos espacios  personales o los hombres "ue no cuenten con esos espacios personales tienen la tarea de descubrirlos. No e+iste en el -mbito ?emenino ninguna actividad "ue se compare a la satis?accin "ue la gran mayor=a de los hombres e+perimenta cuando ve un partido de ?Btbol o cuando se >untan a compartir alguno de esos partidos. Es importante "ue las mu>eres aprendamos a tener tiempos personales para "ue de alguna manera no caigamos en la tendencia irresistible de culpar a los hombres a nuestro alrededor de los tiempos "ue ellos s= se permiten en desmedro nuestro y con esto aparecer como las v=ctimas! como "uienes siempre estamos dando lo me>or a los dem-s y "ue! en el ?ondo y para colmo! a nosotras nadie nos lo agradece. Ahora bien! incluso cuando nos hacemos el tiempo para nosotras necesitamos del re?or)amiento e+terno. Esto! claro! para los hombres es otra situacin incomprensible! pues en di-logo sobre este punto el discurso masculino suele a?irmar y reclamar "ue por "u% si nosotras estamos haciendo algo "ue m-s encima "ueremos hacer! re"uerimos adem-s de un re?uer)o. Pero ocurre "ue s=! "ue es verdad "ue nosotras necesitamos sentir e+pl=citamente ese apoyo por"ue slo as= constatamos "ue nuestra pare>a o "uienes nos rodean son capaces de valorar nuestras e+periencias y de esta manera podemos seguir haciendo nuestras cosas m-s contentas y ser m-s e?ectivas en nuestros propsitos. Como di>e anteriormente la mu>er tiende a vivir los con?lictos de manera retentiva o muy lenta y! por lo tanto! le cuesta mucho salir de un con?licto para entrar en otro o! simplemente! para de>ar de estar en un con?licto. En general las mu>eres nos demoramos mucho! nos complicamos entre nuestras penas! nuestras rabias! entre lo "ue le damos sentido y a"uello a lo "ue no "ueremos d-rselo! di?icult-ndosenos la capacidad de avan)ar. En cambio al hombre! por contar con una mayor capacidad para soltar! se le hace mucho m-s ?-cil desprenderse de los con?lictos y pasar de una etapa a otra. 1rases como: cambio la cara; ya, poh, si ya t e  pedí perdón, mi amor, qué más quieres que haga para poder estar bien; o, a ti no hay cómo tenerte contenta, e>empli?ican la di?icultad de las mu>eres para avan)ar con rapide) en sus con?lictos y la ?acilidad "ue tienen los hombres en el proceso de superar los con?lictos. 6tra di?erencia "ue ya mencion%! pero a la "ue "uisiera re?erirme en ?orma m-s espec=?ica es la necesidad de la mu>er de estar acompa*ada cuando est- mal. Esto signi?ica "ue nosotras necesitamos a nuestros hombres >unto a nosotras! tratando de acogernos y no d-ndonos soluciones ?rente a los con?lictos. Por su parte! el hombre

necesita estar solo cuando est- aproblemado para poder resolver internamente sus con?lictos y posteriormente mostrar sus logros o sus ob>etivos resueltos. Por lo dicho hasta a"u= es "ue los hombres ser-n m-s proclives a de>arnos solas cuando nos vean mal! por"ue eso es lo "ue les gusta "ue hagan con ellos@ en cambio! nosotras necesitamos "ue nos acompa*en para poder superar nuestro con?licto y! o>al-! "ue nos  permitan hablar para poder descargar nuestras dudas! re?le+iones e intimidades emocionales. ;eniendo claros estos dos tipos de comportamientos "ue responden a su ve) a dos ?ormas distintas de en?rentar los con?lictos! hombres y mu>eres pueden comprender y satis?acer me>or las necesidades de uno y otra! sin entrar en una espiral de desencuentros e incomprensiones y! me>or aBn! promover los espacios y las instancias  para "ue uno y otra puedan salir victoriosos de sus propios con?lictos. Aprovechar% este punto para dar un pe"ue*o! pero importante dato: cuando una mu>er dice tengo pena! tengo rabia! estoy triste o no s% lo "ue me pasa! ando rara Daspecto bastante ?recuente en la estructura psicolgica ?emeninaD! no es necesario "ue los hombres nos pregunten siempre el por"u%. Cuando se pregunta el por"u% la mu>er est- obligada a dar una ra)n y es muy di?=cil racionali)ar un sentimiento o una emocin "ue se est- teniendo@ adem-s! cuando damos una ra)n esa ra)n puede ser discutible o no v-lida para la otra persona! con lo cual la discusin cambia o da un giro "ue va desde mis sentimientos o desde mi emocin hacia la intelectuali)acin de ese mismo sentimiento y esa intelectuali)acin s= puede ser discutible.  Nadie me puede discutir "ue yo tenga pena y decirme "ue no es cierto "ue la sienta! pero s= me pueden decir "ue no es v-lido "ue yo est% triste por haberme peleado con mi mam-! por"ue probablemente ese hombre lo dir- as=: pero tB sabes cmo es tu mam-. En ese momento! entonces! seguramente me ver% obligada aun cuando est% entristecida con mi mam- a tener "ue de?enderla2 En ese preciso minuto la discusin  pasa a ser sobre mi mam- y no sobre la triste)a "ue e+periment. Esto a su ve) lleva a "ue de una u otra manera me sienta como mu>er descali?icada o recha)ada en mi punto de vista emocional! pues no me parece "ue mis emociones sean acogidas por ese hombre en ese momento y de acuerdo a como las estoy sintiendo. Algo similar ocurre cuando uno e+presa alguna sensacin de agobio o cansancio! pues el hombre suele comen)ar a dar las correspondientes e+plicaciones de  por "u% una !st4 agoia$a o cansa$a. La s!nsaci%n $! agoio !*a a na !picaci%n y !sa !picaci%n ti!n$! a s!r continam!nt! r!ati$a por a m!r, g!n!r4n$os! a tpica $iscsi%n 3!, caram!nt!, no t!rmina por r!so*!r a s!nsaci%n $! agoio y $! cansancio. En !st! s!nti$o a !strctra f!m!nina !s my 4sica y s%o ! asta con n *aso $! go, con na caricia !n ! p!o, con na comi$a !n a cama para po$!r r!so*!r ! conficto.

Lo s!ñaa$o hasta a3 !s my acons!a! $! t!n!r !n c!nta !n a op!rati*a $! aJ soci%n $! os confictos !ntr! homr!s y $! m!r!s.

". Hombres y mujeres juegan en forma diferente

0a conducta lBdica es otra di?erencia "ue marca muy especialmente los comportamientos ?emenino y masculino. En general las mu>eres de>amos de >ugar a muy corta edad! esto "uiere decir "ue si una ni*ita de cinco o seis a*os >uega o est >ugando a las mu*ecas ya no est- >ugando a las mu*ecas! pues han de saber "ue esa mu*eca ya no es una mu*eca: es 1lorencia! es Andrea! es Catalina@ tiene nombre y de alguna manera ese >uego puede e+perimentarse como una obligacin o como una tarea de aprendi)a>e! ya "ue si a esa ni*ita se le da*a o se le cae esa guagua! va a su?rir como si ?uera una hi>a! y eso de>a por supuesto de ser una conducta de >uego. En una conducta de >uego me puedo e"uivocar y nada pasa. Cuando la ni*ita est- >ugando a las tacitas! tampoco a esa edad Icinco o s!is añosI !ga a as tacitas ya 3! ti!n! 3! coocar ! cchio, ! t!n!$or a a$o y !n ! or$!n como ha *isto 3! o hac!n o ! han !ns!ña$o y !n a m!$i$a !n 3! !st4 oiga$a a hac!ro i!n ya $!a $! s!r na con$cta es y! por otro lado! en el caso de lo masculino! a e+ternali)arlo todo tanto desde el punto de vista de lo "ue era la visin como desde los hechos ob>etivos de la realidad. (ilogos! estudiosos de la ?orma de ad"uisicin de la in?ormacin y especialistas en programacin neurolingM=stica coinciden en responder a esta cuestin aludiendo al hecho de "ue pareciera ser "ue las mu>eres! por no tener acceso visual a su genitalidad u otros ?uncionamientos corporales! internali)an los procesos como procesos 3de5 sentidos@ por e>emplo! la mu>er cuando va al ba*o! no ve cuando orina! ella slo escucha y siente "ue orina. Cuando la mu>er da pecho tampoco ve con e+actitud lo "ue est- pasando con su leche! slo puede estar segura de "ue la guagua est- tomando cuando siente "ue succiona. 0a e+citacin se+ual de la mu>er no  proporciona reportes visuales! no hay nada evidente a trav%s de lo cual pueda gra?icar en t%rminos simples "ue est- ocurriendo un proceso de e+citacin se+ual@ de lo "ue s= se  puede dar cuenta! en primera instancia al menos! es de "ue siente unas ciertas cos"uillitas en su cuerpo y esto suele traducirse como e"uivalente a una e+citacin. Algo muy parecido ocurre con la respuesta org-smica. 0as mu>eres nos hemos puesto de acuerdo de manera bastante cmica en "ue todas e+perimentamos un mismo tipo de orgasmo! cuando ob>etivamente la sensacin org-smica es algo absolutamente sub>etivo! cuya evaluacin depende de la historia de cada mu>er! por"ue no e+iste ningBn dato como s= ocurre con los hombres visual "ue le indi"ue "ue est-

e+perimentando un orgasmo. ;odos estos procesos a?ectivos o emocionales "ue se resuelven m-s bien por medio del escuchar y sentir! generar=an! a su ve)! el "ue la  programacin y el acceso a la in?ormacin en la mu>er sea a trav%s del o=do y de las sensaciones auditivas! t-ctiles y ol?ativas. ;odo lo escrito en el p-rra?o anterior e+plicar=a el "ue las mu>eres tengamos m-s y me>or desarrollada nuestra capacidad intuitiva! ya "ue nuestras sensaciones o nuestra ?orma de conocer el mundo se reali)a principalmente a trav%s de sensaciones. $estaco a propsito de lo e+puesto en este cap=tulo lo importante "ue es para la estructura psicolgica ?emenina el escuchar! el o=r "ue las "uieren! "ue se ven bonitas! "ue son las personas m-s importantes! por"ue! en gran medida! esas palabras nos hacen sentir "ue eso es verdad. En los Bltimos avances de tratamiento a mu>eres maltratadas ?=sicamente por hombres! se ha descubierto "ue si la mu>er "ue est- su?riendo el maltrato de>a de escuchar al hombre "ue lo propina puede ad"uirir la seguridad interna para no permitir nunca m-s "ue le vuelvan a pegar. Pero mientras esa mu>er siga escuchando lo "ue ese hombre le dice a modo de disculpas mi amor! estaba borracho! ?ue sin intencin! dado el poder "ue para ella tiene lo auditivo seguir- creyendo en sus  palabras! con las consecuencias "ue todos conocemos: el hombre reincidir- en la conducta de agresin. A esta di?erencia entre hombres "ue ven y mu>eres "ue oyen se debe en parte el "ue no haya proli?erado la ropa interior masculina a la par de la ?emenina. Es ?actor m-s relevante para nosotras el o=r de un hombre "ue nos encuentra atractiva "ue el verlo con una ropa interior especial. Antes "ue tener "ue ver ropa interior o no ropa interior  pre?erimos "ue nos hagan sentir "ue gustamos o "ue nos "uieren@ por eso tambi%n es "ue la ropa ?emenina cada ve) tiene m-s surtido o es m-s variada! pues buscamos ser atractivas y "ueridas. 0a pornogra?=a es mayoritariamente masculina! por "ue! como hemos visto! las im-genes atraen principalmente a los hombres. 0as mu>eres! en cambio! ser=an candidatas per?ectas a enganchar o hacerse adictas al chat! ya "ue %ste es interpretado como un mensa>e auditivo de conversacin tremendamente re?or)ador para la estructura  psicolgica ?emenina. El signi?icado o la connotacin "ue le doy a lo "ue escribo o a lo "ue me escriben depende en mayor parte de mis variables emocionales y a?ectivas y no de un criterio ob>etivo y real e+presado en la conversacin. Esta di?erenciacin entre ver y o=r nos acerca al hecho de "ue hombres y mu>eres puedan mirar aspectos distintos del mundo. $ado lo ?undamental de este punto volver% a revisarlo m-s adelante a propsito del comportamiento adolescente de las ni*itas de hoy d=a.

0a programacin masculina est- determinada de tal ?orma "ue los ni*os! desde muy pe"ue*os compiten con sus chorros de orina para ver "ui%n puede llegar m-s le>os@ m-s grandes competir-n por el tama*o del pene 3"ui%n lo tiene m-s grande o m-s chico!  piensan! dar=a cuenta de un supuesto rendimiento se+ual5. Esto! a pesar de "ue estcomprobado con creces "ue el tama*o no tiene nada "ue ver ni con la capacidad de dis?rute ni con la capacidad de rendimiento se+ual en un hombre. Pero! claro! lo visual es un elemento importante y! por lo mismo! la tendencia a compararse desde este punto de vista! constituye una tendencia. ;ambi%n es visual el "ue tengan sus rganos se+uales a la vista y puedan estar en contacto con ellos en ?orma permanente@ asimismo es visual el hecho de "ue la e+citacin produce la ereccin y %ste es un hecho visual absolutamente registrable! "ue determina al punto de poder ver "ue %l est- e+citado. 0a eyaculacin aun"ue %sta no necesariamente e"uivale en todos los casos al orgasmo masculino al t%rmino del acto se+ual es un reporte visual de ?in de acto y esta visuali)acin permite evaluar "ue el acto se+ual ha terminado. Esta di?erencia entre hombres y mu>eres ha llevado incluso a errores de aprendi)a>e cultural a trav%s de los "ue se legitima el hecho de "ue la mu>er base su ?elicidad en e+ternali)aciones o en ?actores e+ternos! a>enos a ella misma. Si bien hoy en d=a se habla con toda naturalidad de la masturbacin! este tema se aor$a as principam!nt! !n r!aci%n a os homr!s, mcho m4s 3! !n r!aci%n a as m!r!s, a p!sar $! r!conoc!rs! como n f!n%m!no p!rf!ctam!nt! posi! $! pro$cirs! !n amos s!os sin mayor!s $if!r!ncias. Ctram!nt!, como anotaa a principio $! p4rrafo, par!ci!ra s!r 3! ! c!rpo $! homr! !st4 m!or $!t!rmina$o para 3! p!$a s!r $isfrta$o por é mismo9 !n camio, ! c!rpo $! na m!r !stara !ntr!na$o para s!r $isfrta$o por otro. Esto g!n!ra n mont%n $! sitacion!s o $años af!cti*os, p!s si!mpr! s! !st4 cpan$o a "otro" $! os pro!mas o $! as inf!ici$a$!s f!m!ninas. Esta t!n$!ncia $! homr! a !ntr!nar y $isfrtar $! s propio c!rpo vs a t!n$!ncia $! a m!r a !sp!rar a 3! !g! otro a $!sp!rtar !s! amor o !s! $!s!o s!a nos aproima a sigi!nt! capto !n ! 3! *!r!mos c%mo os c!ntos $! ha$as han infi$o y marca$o f!rt!m!nt! !n a t!n$!ncia f!m!nina $! pon!r f!ra $! s as moti*acion!s af!cti*as. Estos c!ntos nos han !ns!ña$o a spon!r 3! n!stra f!ici$a$ $!p!n$! $! otros.

Cap=tulo  0os cuentos de hadas en la psicolog=a ?emenina y masculina

 Érase una vez es una e+presin "ue todos hemos escuchado y "ue una ve)  pasada la in?ancia nos genera algBn tipo de melancol=a o recuerdos en relacin a esa etapa de nuestras vidas. Nos hayan o no contado o le=do alguno de estos cuentos tradicionales! ellos parecen ?ormar parte del inconsciente colectivo de nuestra cultura y!  por lo mismo! parecieran determinar o predeterminar muchas de nuestras conductas  psicolgicas a lo largo del tiempo. En cuentos tan populares como 0a Cenicienta y (lancanieves! las mu>eres esperan a un hombre "ue las sa"ue de su estado de in?elicidad! "ue las resucite! las despierte del letargo para hacerlas ?elices! pues est-n medio muertas por la ausencia de ellos. En cuentos como %stos las mu>eres por s= mismas parecieran no ser  protagonistas de nada! pues tan slo est-n a la !sp!ra $! n homr! 3! $!! !gar, $!scriras y r!scataras para po$!r as s!r f!ic!s. En !nga! acta, tanto a D!a =rmi!nt! como Danca Bi!*!s s! !nc!ntran !n !sta$o $! coma hasta 3! !ga n s!ñor 3! na$i! conoc! mcho, p!ro 3i!n con n soo !so as r!scita. Esto 3i!r! $!cir Iy nos !ns!ñaI 3! os homr!s nos $an a *i$a 3! nosotros no t!n!mos. @$!m4s, no !st4 $!m4s r!cacar 3! a casa $! a inf!ici$a$ $! !stas protagonistas I!n éstos como !n otros c!ntosI !st4 $!t!rmina$a por otras m!r!s8 !n ! caso $! a C!nici!nta son a ma$rastra y as h!rmanastras 3i!n!s a hac!n !p!rim!ntar na *i$a $! asos ! inf!ici$a$. Es na m!r Itamién ma$rastraI a 3! !n*!n!na a Dancani!*!s. Estas historias nos m!stran $!s$! n!stra m4s ti!rna infancia a p!rsona!s cyas r!acion!s !staran marca$as por a !n*i$ia, a raia int!rna o ! $!s!o $! *!ngan'a. or otra part!, !st! tipo $! con$cta f!m!nina Is!ge es instant-neo: yo lo veo y s% "ue es %l. Algo m-s! >unto con reconocerlo! tengo "ue de>ar todo por ese hombre! pues se me garanti)a "ue voy a ser ?eli) para siempre. En la vida "ue nos toca a todos y "ue transcurre ?uera de los cuentos de hadas! vemos como esto se prolonga gracias a "ue interiormente vamos incorporando la imagen de un hombre "ue yo construyo! y luego viene el ineludible cho"ue con la realidad al darme cuenta en la convivencia cotidiana de "ue no estamos ante el pr=ncipe de los cuentos! pues este hombre tiene mal genio o mal olor o hay algo de %l "ue ya no soporto. El cuento en la vida real comien)a entonces a incorporar la palabra esta?a!  pues el cuento "ue yo le= y en el "ue cre= no era as=! a m= no me contaron un cuento as=. A estas alturas como en la mayor=a de los cuentos maravillosos surge la eleccin y aparecen dos caminos: o acepto al hombre "ue tengo o intento cambiarlo. Si la eleccin es esto Bltimo comen)aremos con esa carrera interminable llena de "ue>as y de intentar trans?ormaciones! todo esto con las consabidas cuotas de in?elicidad y amargura. Ahora bien! no podemos de>ar de considerar "ue internamente las mu>eres tengamos por de?inicin una concepcin de hombre "ue es siempre la misma ese  pr=ncipe per?ecto y "ue estamos todas enamoradas de ese mismo hombre. Entonces! aun"ue suene rid=culo! el hombre "ue tenemos o "ue apareci o "ue nos lleg a la vida  podr=a psicolgicamente interpretarse como una especie de premio de consuelo ya "ue el verdadero el pr=ncipe! el per?ecto   an$a !rrant! por ! mn$o o ! toc% a otra. or !sta ra'%n tamién !s sa or 3!as p!rman!nt!s r!sp!cto $! a r!ai$a$ $! homr! 3! t!n!mos a a$o !n *!' $! *aorar a pr!s!ncia r!a, concr!ta $! homr! 3! s !st4 !n n!stras *i$as y sin po$!r tampoco r!conoc!r as cosas !nas 3! ti!n! por3! si!mpr! !star4 !n fata !n r!aci%n a n!stro prncip!. B!stro homr! r!a no po$r4 nnca cmpir a caai$a$ con ! mo$!o $! prncip! 3! s! f! forman$o !n n!stro int!rior y $!s$! n!stra m4s ti!rna infancia. Consi$!r!mos !st! otro asp!cto8 !n !stos c!ntos mara*iosos !s cometivos dentro de su historia para darle un signi?icado y una emocin a lo "ue viven! puesto "ue la e+periencia de Bnicamente traba>ar por los logros no alcan)a para producir satis?accin ni plenitud. Esto se har=a necesario principalmente a ?alta de una preeminencia de los componentes "ue  proporcionan el desarrollo de lo a?ectivo y lo emocional. Por otra parte! desde el punto de vista masculino! ser- siempre bene?icioso "ue los hombres entiendan este  pensamiento m-gico ?emenino! pero! por lo mismo! no intenten satis?acerlo por"ue van a morir en el intento. No ser-n capaces >am-s de satis?acer estas estructuras y este  pensamiento m-gico! y! por lo tanto! "uedar-n con la mera sensacin de un logro no cumplido o esto les producir- insatis?accin y ?rustraciones! ale>-ndose irremediablemente de estas mu>eres siempre insatis?echas. E>emplos sencillos de situaciones de incomprensin de parte de los hombres al p!nsami!nto m4gico f!m!nino son fras!s ta!s como "a ti no hay c%mo t!n!rt! cont!nta" o "t! 3!as $! !na". Estas fras!s son $ichas por homr!s 3! han int!nta$o satisfac!r ! p!nsami!nto m4gico $! ss m!r!s, p!ro como s! trata $! n p!nsami!nto my $ifci $! satisfac!r, par!ci!ra 3! no han si$o capac!s $! hac!ro y tampoco ogran pro$cir a s!nsaci%n $! p!nit$ y $! satisfacci%n !n !as. omr!s

y

m!r!s

$!!mos

apr!n$!r a

hac!rnos f!ic!s

mtam!nt!,

principam!nt! a tra*és $! a *aoraci%n $! n!stras $if!r!ncias, p!ro !sta prop!sta $ista mcho $! 3! os homr!s cr!an 3! n!c!sariam!nt! $!!n satisfac!r to$os n!stros p!nsami!ntos m4gicos. E p!nsami!nto m4gico, s!ger)a ese derecho sin culpa. Ese tiempo  personal ?acilitar- el poder estar en contacto con ella misma. Este tiempo personal e>ercido sin cpa y faciita$or $! s conocimi!nto int!rno ! p!rmitir4 !nt!n$!r os ti!mpos p!rsona!s $! os $!m4s.

 Es causa de infelicidad femenina la constante queja.



0a "ue>a es un elemento "ue en general los hombre no aceptan de buena ?orma! al igual probablemente "ue les sucede con el llanto! por"ue se trata de situaciones a las "ue no pueden encontrar ninguna solucin aparente y cotidiana. Esta "ue>a! como ya vimos! se genera a partir de la discrepancia "ue e+iste entre el pensamiento m-gico y el  pensamiento real. ale decir la "ue>a es consecuencia de esta discrepancia y! a su ve)! causa de incomprensiones.

Otra causa de la infelicidad femenina se debe fundamentalmente a la "externalización" de la felicidad.



El colocar ?uera de nosotras mismas las causas de la plenitud como de las desdichas no nos permite ?or>ar nuestro propio proyecto o pauta de vida sino "ue estamos a merced de lo "ue hagan! digan! sientan o e+presen los otros! con las consecuentes malas interpretaciones de nuestra parte. 0a estructura de pensamiento mágico es causa primordial de infelicidad femenina.

Como ya he venido sosteniendo! una mu>er mientras m-s pensamiento m-gico tenga! m-s in?eli) va a ser y m-s in?eli)! por lo tanto! va hacer a todos los "ue la rodean. Esto no 3i!r! $!cir y na$a ti!n! 3! *!r con 3! as m!r!s $!!n $! soñar. @3 $! o 3! s! trata no !s $! $!ar $! soñar sino 3! coocar! magia a a r!ai$a$ 3! t!n!mos y no int!ntar hac!r r!a o m4gico, por3! !st! camino !s ! 3! g!n!ra $!s$icha ! inf!ici$a$ !n as m!r!s. =!!mos apr!ciar a r!ai$a$ 3! t!n!mos y a !sa apr!ciaci%n 3! ca$a no ti!n! $! a r!ai$a$ incorporar! n!stro !ncanto y to$a a t!rnra $! 3! s!amos capac!s y 3! a r!ai$a$ agant!. Con !ncanto y t!rnra s! hac!n as m!or!s magias. !ro si int!nto hac!r r!a mi p!nsami!nto m4gico *oy a morir agota$a, inf!i' y haci!n$o inf!i' tamién a cantos m! ro$!an.



Por último, tenemos que la ansiedad es causa de infelicidad femenina.

0a ansiedad tiene su origen en el pensamiento m-gico y est- principalmente determinada por la discrepancia  o a $if!r!ncia 3! !ist! !ntr! ! p!nsami!nto m4gico y ! p!nsami!nto r!a. Ca$a *!' 3! no !nti!n$a ! comportami!nto ansioso como na tra$cci%n $! p!nsami!nto m4gico no satisf!cho, as con$ctas ansiosas a$3i!r!n na forma m4s congr!nt! $! socionars!.



Existen dos grandes causas que hacen que un hombre pueda sentirse infeliz: la

incapacidad para estructurar soluciones y no lograr las metas.

0a in?elicidad masculina estar=a determinada principalmente por ser o sentirse incapa) de estructurar soluciones a los problemas "ue se le van generando en el transcurso de su vida y por el no logro de las metas "ue los hombres se proponen. Ahora  bien! el no lograr los ob>etivos puede tener "ue ver con la parte a?ectiva y emocional!  pero ellos siempre estar-n principalmente centrados en el no logro de ob>etivos y en el no logro de soluciones ?rente a los obst-culos "ue de una u otra manera se les van  presentando en el camino.

;RA(A96 PERS6NA0 PARA S8PERAR 0A #N1E0#C#$A$ 7 06,RAR 0A P0EN#;8$ Al hacer evidentes ante los lectores y lectoras estas causas de in?elicidad masculina y ?emenina no "uiero lograr otra cosa m-s "ue! >unto con comprenderlas!

 puedan solucionar algunas de ellas y entregarles algunas pautas de traba>o personal como las "ue siguen. Estas pautas de traba>o van dirigidas a hombres y mu>eres! pues en todos conviven lo ?emenino y lo masculino! por lo tanto! cada cual deber- ver hacia dnde se inclina su balan)a y cmo lograr el e"uilibrio y el complemento.  Lo prim!ro 3! $!iéramos hac!r homr!s y m!r!s a !!r !st! iro !s pant!arnos 3é !s to$o a3!o 3! r!t!n!mos para n!stro i!n y 3é r!t!n!mos p!ro nos hac! $año. L!go po$ramos $ar n paso m4s y *isai'ar a3!o 3! t!n!mos 3! sotar por3! nos !st4 haci!n$o $año y *isai'ar a3!o 3! nos hara i!n !mp!'ar a r!t!n!r.

Lsa es la primera gran tarea: hacer una lista con todas las cosas "ue estamos reteniendo y todas las cosas 3! !stamos sotan$o y *!r 3é !stamos haci!n$o i!n !n r!t!n!r y 3é cosas po$!mos sotar !n !sa capaci$a$ r!t!nti*a 3! nos haga $año. ;amién ! ista$o $!!r4 incir a3!as cosas 3! po$amos r!t!n!r 3! $! agna man!ra tampoco nos haga i!n sotaras. or !!mpo, a o m!or po$ramos ir a r!nion!s $! apo$!ra$os si no !stamos y!n$o. Esto $!!ra !star !n a ista $! o 3! s!ra !no r!t!n!r ahora y 3! !n agar con nuestros pensamientos m-gicos y nuestros  pensamientos reales. Si comprendimos bien los conceptos! entonces podremos   hombres y mu>eres m-s all- de nuestros g%neros ver cu-l es el "ue predomina en nosotros! cu-les son los pensamientos m-gicos "ue hay "ue intentar superar y en "u% medida debemos traba>ar por e"uilibrar nuestra estructura. $e acuerdo al concepto de pensamiento m-gico entregado en este libro escriba un listado de todo a"uello "ue en su vida actual tendr=a su origen en el pensamiento m-gico  ! $! as !p!ctati*as nnca satisf!chas. i'4s s! !nc!ntr! con 3! no n!c!sariam!nt! haya 3! !iminaros to$os ni tampoco int!ntar $isminiros. Eist!n agnos 3! ta *!' no casan $año y otros 3! s !s rg!nt! y pr!ciso !iminar o $!s!char. Empi!c! $! a poco y con paci!ncia por3! r!c!r$! 3! !sto (no ocrr! por art! $! magia+ Hnt!nt! tamién $!scrir y anai'ar ss $!finicion!s int!rnas para comproar si !as !st4n o no, originan$o patas tan !ig!nt!s 3! son imposi!s $! cmpir. @ $!scrir y hac!r !*i$!nt!s !stas patas 3! !staran fncionan$o para ! s mismo $!!mos apro*!char $! anai'ar si son o no as mismas con 3! !*aamos a os otros. Es my r!com!n$a! $!scrir si mi !*aaci%n $! o>s? $!m4s m! impi$! o no $isfrtar o 3! !so>s? otro>s? m!

p!$!>n? !ntr!gar. S%o as po$ré !p!rim!ntar a f!ici$a$ por o 3! t!ngo y no !ntrist!c!rm! por o 3! m! fata.

 La mayor part! $! as fiosofas y r!igion!s pant!an, !n concor$ancia con a psicooga, 3! a f!ici$a$ !s a3!o 3! ti!n! 3! *!r con o acan'a$o a fina $! $a9 !sto s! $ar4 s%o y !n a m!$i$a !n 3! somos capac!s $! r!gistrar y *aorar o positi*o $! $a y no o n!gati*o. F!cor$!mos ! c4sico !!mpo $! *aso !no, mita$ !no o mita$ *aco. Si yo $! agna man!ra pant!o 3! ! *aso !st4 hasta a mita$ *aco *oy a t!n!r na s!nsaci%n $! insatisfacci%n p!rman!nt!9 !n camio, si pant!o 3! ! *aso !st4 hasta a mita$ !no *oy a 3!$ar satisf!cho y po$ré !p!rim!ntar s!nsacion!s $! f!ici$a$. =! !sto $!p!n$! 3! yo s!a f!i' $rant! n $a.

;odos e+perimentamos acontecimientos positivos y negativos a lo largo de nuestro d=a! pero depende de nuestro colador o de cmo registremos estos eventos el "ue alguno se sienta m-s o menos ?eli). No siempre ni a todos nos pasan cosas positivas y negativas! y esto tiene "ue ver con algo "ue siempre he dicho a mis pacientes y amigos: se trata de "ue los problemas psicolgicos son en gran parte problemas o?talmolgicos! es decir! tienen "ue ver con un problema de mirada! de cmo yo registro! miro! encapsulo lo "ue me est- pasan$o para po$!r *aorar a *i$a 3! t!ngo. Est! mirar m! $!t!rmina o pr!$!t!rminar4 a f!ici$a$ 3! yo ogro !p!rim!ntar y tamién $!t!rmina, !n part!, a f!ici$a$ 3! proporciono a os $!m4s. En ! capto sigi!nt! os in*ito a 3! r!pas!mos agnos asp!ctos 3! ay$an a a compr!nsi%n $! f!n%m!no $! a ansi!$a$, f!n%m!no psico%gico tr!m!n$am!nt! important! !n ! 4mito $! o f!m!nino, por s !sp!cia r!aci%n con a !strctra $! p!nsami!nto m4gico y $! p!nsami!nto r!a.

Cap=tulo ### 0a ansiedad y sus consecuencias en el pensamiento m-gico

Es ?recuente escuchar relatos de mu>eres "ue describen sus intentos por ba>ar de peso de>ando de comer! m-s sin lograr su ob>etivo. Ante situaciones como %stas surge la pregunta de por "u% si dicen "uerer ba>ar de peso y nada ?=sicamente lo impide no logran hacerlo. 0o mismo pasa con otras conductas como ?umar! comprar!  beber! etc. 0a ansiedad en tanto elemento ?emenino pertenece o ?orma parte de todas nuestras estructuras psicolgicas y nos acompa*a en distintas -reas de nuestra vida. Esta ansiedad! de acuerdo al modelo presentado! se generar=a a merced de las di?erencias "ue e+isten entre el pensamiento real y el pensamiento m-gico@ por lo tanto! si una mu>er "uisiera por e>emplo ba>ar de peso o de>ar de ?umar tendr=a "ue preguntarse primero "u% cosas de su pensamiento m-gico no est- satis?aciendo y "u% s= logra compensar o satis?acer a trav%s del comer o del fmar. =!spés $! 3! !a $!scra c4!s son !sos !!m!ntos $! s p!nsami!nto m4gico 3! no ogra satisfac!r can$o s! pon! a $i!ta o $!ci$! $!ar $! fmar !s proa! 3! $isminya s ansi!$a$ y ogr! aar $! p!so y $!ar $! fmar !n forma natra. Lama a at!nci%n ! 3! !n a actai$a$ son mchas as m!r!s 3! manifi!stan t!n!r ca$ros ansiosos y angstiosos. i'4s !sto s! $!a a 3! nos toca *i*ir !n n mn$o tan agita$o 3! n!stros p!nsami!ntos m4gicos !st4n ca$a *!' m4s !os $! s!r satisf!chos. La ansi!$a$ f!m!nina s! !pr!sa $! $istintas man!ras y s r!p!rtorio m4s comada! toda ve) "ue distingo en "u% medida soy capa) o vivo mi pensamiento real y mi vida real@ en "u% medida soy capa) de valorar la realidad de lo "ue tengo y no de lo "ue me ?alta y! tambi%n! cmo y cu-nto soy capa) de disminuir mi pensamiento m-gico a trav%s de una comunicacin ?ranca! directa y sincera conmigo primero y luego con los dem-s "ue me rodean. En este punto creo haber respondido a las preguntas "ue de una u otra manera generaron esta investigacin: Jpor "u% las mu>eres nos "ue>amos tantoK! Jpor "u% cuando hablamos de nosotras siempre hablamos de otrosK y Jpor "u% hemos contribuido

en gran medida a transmitir esta visin un poco "ue>umbrosa o problem-tica del hecho de ser mu>erK (uscando las respuestas a estas preguntas! dimos con ciertas caracter=sticas "ue por ser propias de las mu>eres pod=an a su ve) e+trapolarse al modo de ser ?emenino y! lo mismo! respecto de los hombres y lo masculino. Ahora bien! mi intencin ha sido en todo momento compartir con ustedes las respuestas halladas! siempre en el convencimiento de "ue tanto hombres como mu>eres compartimos rasgos y! en la m!$i$a, !n 3! r!cono'camos !n nosotros mismos c4nto hay $! f!m!nino y c4nto $! mascino, !star!mos m4s c!rca $! conoc!rnos y ac!ptarnos, como tamién $! conoc!r y ac!ptar ! comp!m!nto m4s a4 $! os gén!ros y m4s c!rca $! n!stra propia hmani$a$. Ca! pr!gntars! ahora 3é pasa con n!stros hios, con as n!*as g!n!racion!s, 3é pasa con a !$caci%n 3! !s !stamos $an$o, c%mo !stamos trasmitién$o!s a !os o f!m!nino y o mascino. MCompart!n !os as $if!r!ncias psico%gicas apr!cia$as !ntr! homr!s y m!r!s 3! yo h! $!scrito !n !sta prim!ra part!N La s!gn$a part! $! !st! iro int!nta $ar con agnas r!sp!stas a !stas int!rrogant!s. )!r!mos c%mo s !s posi! !$car hoy !n $a a homr!s y m!r!s p!nam!nt! m!r!s, p!nam!nt! homr!s, p!nam!nt! p!rsonas. C%mo s! ogra s!r o m4s f!m!ninas posi! y o m4s mascinos posi!, sin t!n!r 3! s!r ni f!ministas ni machistas, fa*or!ci!n$o ! s!r m!or!s p!rsonas y ! comp!m!nto si!mpr! tan n!c!sario y *ita. )!r!mos c%mo !iminar a agr!si*i$a$ y a *io!ncia 3! !ist! !n n!stra soci!$a$ y 3! !n part! s! origina !n ! trato coti$iano Ian3! a mayor part! $! as *!c!s inconsci!nt!I hacia n!stros propios hios y $! 3! ya no s! $!scansa ni si3i!ra can$o !st4n !ntr! par!s, mostr4n$os! como g!n!racion!s 3! s! !st4n agr!$i!n$o inn!c!sariam!nt!. =ar!mos n *ista'o astant! g!n!ra, p!ro $! mo$o 3! nos p!rmita t!n!r na i$!a cara $! panorama infanti y *!ni. Hnt!ntaré compartir con st!$!s as apr!ciacion!s y concsion!s a as 3! h! po$i$o !gar gracias a a in*!stigaci%n 3! $a orig!n a !st! iro y a mi traao $! años y $ir!cto con a$o!sc!nt!s !n r!aci%n a t!mas 3! son hoy $a 4gi$os !n r!aci%n a os cont!ni$os con 3! s! !st4n man!an$o n!stros a$o!sc!nt!s, a as at!racion!s !n a con$cta $! n!stras hias ! hios tanto !n s comportami!nto in$i*i$a como socia.

SE,8N$A PAR;E $ESEar de ser autoridad! no colocar l=mites! slo ser amigos! contar con su con?ian)a. A"u= se origina uno de los errores! a mi >uicio! "ue ha llevado a muchos de los problemas "ue hoy tienen los >venes: 0A 1A0;A $E A8;6R#$A$ 7 $E 0'#;ES. No slo los ni*os! tambi%n los adolescentes necesitan reglas claras! horarios y un encuadre "ue les permita distinguir los l=mites sobre lo "ue deben o no deben hacer. Como les cont% al comen)ar esta segunda parte! particip% de una gran cantidad de actividades de adolescentes! incluso me dis?rac% para incursionar en el mundo carretero de la >uventud! y ?ui como una m-s a casi todas las discote"ues de i*a del 'ar! alpara=so y Santiago. 0uego de observar y hacer los an-lisis correspondientes a mi investigacin! me dedicaba a transportar a estos ni*os a sus casas. Al momento de trasladarlos pude comprobar "ue a los "ue llevaba! y no en las me>ores condiciones! eran los bacanes del grupo! a"uellos en "uienes sus papas con?iaban tanto "ue no era necesario ir por ellos. 0o "ue resulta contradictorio es "ue estos mismos ni*os no

sent=an "ue sus padres se preocuparan por ellos y mani?estaban envidias por los ni*os cuyos papas estaban parados a?uera a la espera y desde temprano. Seguramente estos ni*os se deben eno>ar con sus padres por la insistencia! pero sin duda alguna en unos a*os m-s se lo agradecer-n. 8rge perderle el miedo al con?licto! pues por evitarlo estamos teniendo m-s y peores con?lictos de los "ue deber=amos. Evitar el con?licto responde a otro ?enmeno cultural y masivo "ue tiene "ue ver con la evitacin del dolor: hacemos todo lo posible para no su?rir o para "ue el su?rimiento sea lo m-s breve o leve posible@ por esto evitamos tocar temas complicados! evitamos sancionar! los castigos raramente llegan al ?inal y nuestra consecuencia ?rente a las reglas de>a mucho "ue desear.  Nos hemos ido retirando del ?rente "ue implica ser autoridad para nuestros hi>os! se nos olvid ser autoridad. Se nos olvid "ue como padres nuestra ?uncin  primordial es educar a nuestros hi>os. Puedo y debo ser c-lida! pero mi primera responsabilidad es preparar a mis hi>os para la vida y para una vida "ue va a ser m-s di?=cil "ue la "ue me toc en?rentar a m=! por"ue es m-s desordenada y por"ue a ellos les toca incorporar muchos m-s y m-s r-pidamente elementos "ue los "ue tuvo mi generacin. 0a generacin de estos >venes mane>a todo e+cepto la propia vida! busca todo a?uera. Si no les hacemos la vida di?=cil! la propia y misma vida les ense*ar- lo di?=cil "ue es y! si no hay aprendi)a>es previos! con seguridad el costo ser- mucho m-s alto. Pensemos "ue ellos a los diecis%is a*os tienen "ue haber tomado una serie de decisiones muy comple>as! como si van a ?umar o no! si van a probar marihuana o no! si van a tener o no relaciones se+uales! etc. Para poder tomar %stas y otras decisiones! deben haber escuchado muchas veces un N6 de sus padres! si no cmo van a poder decir ellos "ue  N6 a algo. Recuerdo a un adolescente de octavo b-sico "ue me di>o "ue por "u% ten=a "ue decir "ue  N6 a la marihuana si nunca le hab=an dicho "ue  N6 a nada y! si le dec=an "ue  N6 %l hac=a "ue ese  N6 se trans?ormara en S. Lsta es la realidad en "ue viven nuestros hi>os: PARA venes los "ue est-n reteniendo. Esto no tendr=a nada de malo si la situacin ?uera ?le+ible! pero lo "ue ha ido ocurriendo es "ue estas mu>eres no tienen en su repertorio conductual elementos ?emeninos! se sienten seguras siendo agresivas! valorando lo pr-ctico y no os !!m!ntos !mociona!s, r!afirman$o s in$i*i$aismo y cay!n$o !n n !gosmo, y !n o 3! mchas $! !as $!nominaron como n "*aco" gigant!. ;i!n!n to$o o 3! os homr!s ti!n!n y, sin !margo, no s! si!nt!n, !n s f!ro m4s int!rno, f!ic!s con o 3! son. Las a$o!sc!nt!s !st4n toman$o

m4s 3! os homr!s, fman m4s 3! !os, garaat!an a a par y ti!n!n con$ctas $! agr!si*i$a$ 3! son compara!s a as $! as pan$ias mascinas. Si yo hi!ra *isto o a !p!ri!ncia m! hi!ra $!mostra$o 3! ! s!r como son as niñas $! hoy !n $a as hac! m4s f!ic!s y as ti!n! con ! ama !n pa', $! *!r$a$ hi!ra toma$o to$o o 3! os!r*é como part! $! a "!*oci%n $! os ti!mpos"9 p!ro *i a a mayora 3! ha ca$o !n !st! !go *aca y "atrapa$a" por3!, $icho por !as, a otra at!rnati*a !s par!c!rs! a s mam4 o a s a!ita, m!r!s a as 3! si!mpr! *i!ron 3!ars! fr!nt! a o mascino y nnca hac!r na$a por !as mismas. @s as cosas, par!ci!ra 3! !st4n "oiga$as a s!r agr!si*as"9 s%o as po$r4n garanti'ar s in$i*i$ai$a$ ma !nt!n$i$a y mant!n!r na ato!stima asa$a !n ! "orgo" y !n fom!ntar a !$caci%n $! !go y no $! a hmi$a$ como *aor.

0es contar% una e+periencia con mi hi>a de once a*os! "uien un d=a lleg cont-ndome con mucha angustia "ue le hab=an dicho 1E'EN#NA en el colegio. 8stedes podr-n comprender mi asombro al visuali)ar "ue el contenido del mensa>e    por lo menos para m= era muy positivo! pero su carita de terror no concordaba para nada con todo lo bueno "ue ve=a yo en un comentario como ese. 'ayor aBn ?ue mi sorpresa cuando ella me e+plic "ue eso era un insulto y "ue signi?icaba lo mismo "ue tonta! barsa! ?ome. 0o m-s inslito de esto era "ue los comentarios de esta =ndole eran dichos por otras ni*itas y no por los hombres del curso. Este episodio me de> re?le+iva por varios d=as! hasta descubrir con vergMen)a "ue di?=cilmente podremos  pedirles a nuestras ni*itas "ue se enorgulle)can de su condicin de mu>eres si las adultas encontramos disminuidas a las due*as de casa! si hacemos comentarios negativos sobre las mu>eres "ue bordan! te>en o cocinan! a no ser "ue eso "ue hacen impli"ue alguna ganancia econmica@ vale decir! otra ve) el logro masculino. Entend= lo "ue le hab=a pasado a mi hi>a y lo "ue le sigue pasando cada ve) "ue se va a colocar algo rosado! cada ve) "ue se coloca ?alda o "ue se descubre con comportamientos "ue por lo menos en la ?orma e>empli?ican lo ?emenino. Es di?=cil sentirse orgullosa de contar con las mismas caracter=sticas "ue el mundo adulto muestra como un mundo ?emenino su?riente y as= es muy di?=cil convencerla de la maravilla del ser mu>er. Cuando uno habla con mamas de otras ni*as se encuentra con "ue mani?iestan "ue les est- siendo muy di?=cil mane>ar a estas creaturas! "ue no son como eran ellas cuando chicas. Si comen)amos por de>ar de lado el pensamiento m-gico "ue todas las mu>eres tenemos ?rente a lo "ue debe ser una hi>aDmu>er hoy en d=a! nuestra imagen de ni*ita de cuento no corresponde para nada con las ni*itas de car-cter ?uerte "ue nos toca educar. 0o contradictorio es "ue la mayor=a de las veces esto nos gusta! por"ue nuestro inconsciente se grati?ica al ver a nuestras hi>as haciendo cosas "ue nosotras no pudimos

hacer@ pero al mismo tiempo esto es una amena)a a la relacin y la Bnica manera de salir de este con?licto es "ue las mamas sa"uemos nuestra parte m-s ?emenina para  poder dulci?icar la parte masculina "ue ellas nos muestran con tanta intensidad. 0a idea es algo as= como aguacharlas para! despu%s de aguachadas! empe)ar a conversar y  poner los l=mites "ue la educacin re"uiere sin poner en riesgo el v=nculo ni la relacin a?ectiva. Como se dar-n cuenta %ste es desde sus ra= c!s n t!ma asotam!nt! f!m!nino y traspasa as g!n!racion!s. @go par!ci$o !stara sc!$i!n$o con os trastornos $! aim!ntaci%n, r!sp!cto $! os ca!s s! ha $!sci!rto 3! !s n t!ma $! m!r!s y $! comp!t!ncia !ntr! !as, tamién pro$cto $! !sta mascini'aci%n 3! as hac! no 3!r!r cr!c!r y no 3!r!r t!n!r c!rpo $! m!r, to$o !sto con ! fin $! no t!n!r comportami!ntos !r%ticos y no asmir s con$ici%n s!a $! m!r. Si r!for'amos ! panorama con ! ingr!$i!nt! 3! sma a in*asi%n !r%tica a a 3! !stamos !p!stos a$tos, %*!n!s y niños, 3! nos ha h!cho s!ai'ar ! c!rpo, os af!ctos y ! amor !n g!n!ra, os $!safos 3! t!n!mos por $!ant! no r!stan my a!nta$or!s9 sin !margo, po$!mos y $!!mos r!crrir a os homr!s, 3i!n!s !n !stos proc!sos s!!n s!r $! gran ay$a, p!s formai'an, concr!tan y !*an a o pr4ctico to$as as fas!s $! !stos pro!mas, c!ntr4n$os! !n as socion!s $! os !*!ntos y no !n ! $rama 3! éstos !*an impcito. En o 3! s! r!fi!r! a os tr!s piar!s m!nciona$os y $! ac!r$o a a in*!stigaci%n r!ai'a$a, p!$o as!grar 3! tamién !ist!n %*!n!s 3! s! man!an astant! i!n !n s formaci%n y %*!n!s 3! no t!m!n mostrar !n !3iirio a formaci%n $! asp!ctos mascinos y f!m!ninos. ;o$os !stos a$o!sc!nt!s c!ntan con *arias caract!rsticas !n comarse pBblicamente diagnsticos ?acilistas. Si en mi generacin yo me abra)aba con una amiga en el patio del colegio o le tomaba la mano para ir hacia la sala ninguna de mis compa*eras habr=a utili)ado el rtu rtulo lo de les lesbi bian ana a para para de?i de?ini nirr mi mi con condu duct cta! a! simp simple leme ment ntee no esta estaba ba en nues nuestr troo vocabulario ni en el de la mayor=a de las adolescentes de mi generacin ni de las anteriores@ las mu>eres pod=amos libremente ser cari*osas entre nosotras sin "ue esto implicara en absoluto alguna alteracin en nuestra condicin se+ual. e a"u= una de las tergiversaciones mayores con respecto al tema de la se+ualidad! como es la e+istencia o no de la posibilidad de eleccin respecto a la homo o la bise+ualidad. SegBn mi e+periencia y de acuerdo a estudios en el tema! la

homose+ualidad es una condicin no una eleccin. Puedo elegir! en cambio! si voy a  practicar mi homose+ualidad homose+ualidad o no! pero el serlo est- dentro de la persona como algo inevitable! "ue viene dado. Al ser una condicin! y no una eleccin! re"uiere de un proceso para asumirse y en nuestro pa=s! dado lo "ue indica la e+periencia! se tratar=a de una condicin "ue se asume en la mayor=a de los casos sobre los veinte a*os! por lo tanto! ningBn adolescente deber=a autoproclamarse homose+ual con absoluta y plena seguridad! puesto "ue no ha ad"uirido la madure) emocional "ue le permita vivir de buena ?orma esta realidad y "ue a di?erenci di?erenciaa de los >venes >venes heterose+ual heterose+uales es re"uiere re"uiere de una mayor conv convicci iccinn y ?uer)a ?uer)a interna! pues deber-n en?rentar la resistencia social. 6tro antecedente "ue e+plica el aumento del autoDdiagnstico de lesbianismo en nues nuestr traa soci socied edad ad tien tienee "ue "ue ver ver con con una una de las las cara caract cter er=s =sti tica cass ?eme ?emeni nina nass por por e+cele e+celenc ncia: ia: la e+tern e+ternali ali)ac )acin in de la ?elici ?elicidad dad.. eamos eamos un caso caso real. real. Cuando Cuando las adolescentes de mi generacin =bamos a una ?iesta o discote"ue a bailar ten=amos "ue esperar a "ue! en primer lugar! nos invitaran o nos sacaran a bailar. 0legado el caso! cada una de nosotras bailaba con un adolescente hombre. 7o bailaba con Pedrito y todo lo "ue le pasaba a mi cuerpo mientras estaba con %l producto de este ?enmeno de e+ternali)acin era responsabilidad de Pedrito! la ta"uicardia! el ponerme colorada! etc. Nadie nos ense* ni ense*a "ue %sas eran reacciones normales producto del baile! del encierro y tambi%n de las hormonas "ue se estaban desarrollando! y nosotras asum asum=a =amo moss "ue "ue esto esto ocur ocurr= r=aa y "ue "ue el ?en ?enme meno no en cues cuesti tin n obed obedec ec=a =a Bnic Bnicaa y e+clusivamente a "ue Pedrito nos gustaba. oy las adolescentes mu>eres! siguen siendo mu>eres y! por lo tanto! el ?enmeno "ue yo he llamado de e+ternali)acin sigue operando en ellas! con la di?erencia de "ue hoy bailan la mayor=a de las veces solas o entre mu>eres! y sucede "ue el proceso de eroti)acin lo viven entre ellas! ya no es Pedrito! es la Carolina@ entonces me "uedo con la idea de "ue las sensaciones de mi cuerpo me las produ>o ella y! a partir de un par de e+periencias como %sta! es bastante ?-cil en los casos en "ue hay cierta inseguridad natural sobre la de?inicin se+ual! "ue "ella me gusta. 0a e+periencia cl=nica y esta misma investigacin me han permitido observar "ue una adolescente puede vivir una e+periencia l%sbica y! posteriormente! continuar con su vida heterose+ual! incorporando su vivencia dentro de todos los acontecimientos de su vida. En cambio! cuando un hombre vive una e+periencia homose+ual y! "ui)-s! producto de la pulsin biolgica "ue precede al acto se+ual masculino es muy di?=cil "ue haya vuelta atr-s en este camino y por lo mismo pareciera "ue ellos se e+ponen mucho menos menos y no incurren ?-cilmente en probar si les gusta o no.

En el desarrollo de lo masculino este cambio ?emenino dado principalmente  por la libertad y autonom=a de las mu>eres para! por e>emplo! bailar solas o entre ellas ellas ti!n! cons!c!ncias 3! !*an a a $!sori!ntaci%n. or !!mpo, !st4n $!sori!nta$os p!s hoy !n $a ningna $! as haii$a$!s $! con3ista 3! tii'aron ss pa$r!s y 3! !os a s *!' apr!n$i!ron $! ss pa$r!s !s sir*!n, p!s !as sa!n soas, $! mo$o 3! no as p!$an ir a scar9 !as r!gr!san por ss propios m!$ios a ss casas, aian soas y a mayora $! as *!c!s son !as as 3! comi!n'an a s!$cci%n, no 3!$4n$o!s a !os otra posiii$a$ m4s 3! 3! a $! "arr "arr!m !m!t !t!r !r"" con con gran gran p!rs p!rson ona ai$ i$a$ a$,, y !sta !sta gran gran p!rs p!rson ona ai$ i$a$ a$ !s man! man!a a$a $a pr!f!r!nt!m!nt! como agr!si*i$a$. Los a$o!sc!nt!s s!!n manif!star 3! fr!nt! a as "minas" ti!n!n $os at!rnati*as $! r!sp!sta8 o !staan con "cop!t!" para 3! no !s importara ! r!cha'o o t!nan 3! s!r agr!si*os para ograr s o!ti*o $! con3ista.  !s 3! como !as ti!n!n n comportami!nto agr!si*o "innato", p!ro n!c!sitan s!ntirs! prot!gi$as, !ntonc!s no 3!$a otra 3! s!r m4s agr!si*os 3! !as y a !spira !*a a 3! no fat!n os casos !n 3! s! *i*an sitacion!s $! *io!ncia gra*!, p!ro 3! no acan'an a s!r r!gistra$as por as !sta$sticas.

 asculinización y trastornos de alimentación 0a anor!ia, a imia y a o!si$a$ son consi$!ra$as !n a actai$a$ os trastornos $! aim!ntaci%n m4s important!s. Can$o com!n'aron a apar!c!r como ca$ros cnicos a principios principios $! os 70 s! pr!s!ntaan !n a$o!sc!nt!s a$o!sc!nt!s con ci!rtas caract!rsticas caract!rsticas my pr!cisas, pr!cisas, !ntr! as 3! figraa con m4s ata pr!!min!ncia ! 3!r!r s!r facas para con3istar a os homr!s 3! t!nan a s ar!$!$or.

As=! la anore+ia se presentaba en ni*itas de doce a dieciocho a*os! "uienes! adem-s! eran cali?icadas como buenas ni*as! no daban problemas a sus padres hasta "ue presentaban este trastorno@ ni*as autoe+igentes en e+ceso! per?eccionistas! con valore valoress r=gido r=gidos! s! inhibi inhibidas das para para e+p e+pres resar ar sus sus senti sentimie miento ntoss y con una tenden tendencia cia a controlarlo todo! incluido su cuerpo. 0a bulimi bulimia! a! en camb cambio! io! se presen presentab tabaa en ni*as ni*as univer universit sitari arias as a las "ue les llegaba el dato por otras mu>eres "ue pod=an comer todo lo "ue "uisieran y despu%s eliminar la comida con vmitos o la+antes y! por lo tanto! no engordar. En estos casos  predominaba a t!n$!ncia a contro, p!ro fataa a f!r'a $! *onta$ para mant!n!ra. En a o!si$a$, por or entre las propias mu>eres. 0as madres de estas adolescentes hoy se puede observar el ?enmeno incluso en ni*itas desde los siete a*os en su gran mayor=a tienen problemas con la comida!  por"ue comen mucho 3obesidad5 o por"ue no "uieren comer nada 3anore+ia5 o por"ue ya vomitan lo "ue comen puesto "ue conocen el dato 3bulimia5. En las casas de estas ni*as la comida es un tema de e+trema relevancia! se habla de las dietas! se habla de lo "ue se come y no se come! se relacionan en torno a la belle)a ?emenina! el peso y la se+ualidad encubierta. 0as relaciones madreDhi>a est-n marcadas por la competencia! la envidia inconsciente ?rente a la belle)a de cada una y la tendencia a ense*ar el control desmedido de la e+istencia. En la actualidad! las >venes! mu>eres o ni*as "ue presentan estos cuadros transmiten indirectamente o con?iesan "ue no "uieren crecer! no "uieren tener cuerpo de mu>er! no "uieren eroti)ar y no "uieren ser eroti)adas! temen en?rentarse a sus curvas! a su propio desarrollo. No "uieren e+citar ni "ue las e+citen! por lo tanto! "uieren ser planas! o sea! no tener busto. 7! m-s todav=a! de acuerdo a lo descubierto en la investigacin! esto ni si"uiera tiene "ue ver con el busto sino "ue principalmente se restringe a las caderas. A eso le he llamado el -ngulo anor%+ico y comprende la )ona "ue abarca las caderas y la parte ba>a del abdomen@ como el desarrollo y/o engrosamiento de esta )ona ellas no lo pueden atribuir al crecimiento ni al cambio hormonal! culpan a la gordura y el ideal ser- ser rectas! sin curvas de ninguna especie!  para lo cual de>an de alimentarse al e+tremo de blo"uear el crecimiento y las hormonas! llegando a la amenorrea o ausencia de menstruacin! s=mbolo per?ecto de no "uerer crecer. Estos cuadros son el e>emplo m-s dram-tico de la negacin del ser mu>er y de la in?luencia ineludible y ne?asta "ue surge de la ?orma en "ue nosotras mismas valoramos lo ?emenino@ tanto es as= "ue "uienes me>or ayuda prestan en estas terapias son los hombres! pues lo hacen colocando el >uicio de realidad al concepto de belle)a y a la tendencia autodestructiva presente en estos cuadros.

8na consecuencia! "ui)-s la m-s importante! para la vida adulta de estas adolescentes anor%+icas y bul=micas es su alta probabilidad de in?ertilidad. Simblicamente! pareciera "ue al momento de "uerer concebir un hi>o! la naturale)a ?emenina cobrara las conductas de autoagresin e>ercidas en la edad de la adolescencia o >uventud. Adem-s! las mu>eres adultas "ue en su adolescencia presentaron algBn trastorno de alimentacin! pierden  y no siempre recuperan la capacidad de dis?rutar casi de todo! de la comida! de la se+ualidad y de cual"uier placer "ue les genere visuali)arse como mu>eres go)adoras. 0a maternidad incluso es vista m-s como una e+igencia ansiosa y no como una aventura maravillosa "ue pasa por nuestros cuerpos. Por una parte las mu>eres nos hemos ido masculini)ando y hemos adoptado estos cuerpos sin ?ormas! pero no necesariamente la masculini)acin viene dada por la ?alta de ?ormas! m-s bien se tratar=a de buscar el ser ase+uadas. 0a masculini)acin! en cambio! estar=a dada principalmente por la competencia! ci?rada en el logro e+acerbado  por ser las me>ores y las Bnicas! a lo "ue se sumar=an las tendencias de logro y control e+agerado m-s propias de lo masculino "ue de lo ?emenino. 0os cuerpos sin ?orma ser=an una negacin del ser ?emenino! pero! insisto! ser=an una consecuencia "ue negar=a ese ser y "ue no necesariamente en tanto ?ormas@ pienso "ue la masculini)acin est- m-s bien dada por los medios y no por el ?in! pues la bBs"ueda se orienta sobre todo hacia el cuerpo ase+uado. Por una parte las mu>eres nos hemos ido masculini)ando al punto de llegar a negarnos a nosotras mismas! negando nuestros cuerpos hasta de>arlos sin ?orma y! por otro lado! e+iste en la actualidad una sobre o hipervaloracin de la silicona como ?orma de recuperar! ganar o me>orar las ?ormas. Pero esto nada tiene "ue ver! lamentablemente! con la valoracin de lo ?emenino y de sus m-+imas representantes! las mu>eres! sino "ue se trata m-s bien de un ?enmeno "ue no hace m-s "ue e+acerbar lo e+terno@ se trata en la mayor=a de los casos de una alternativa ?undada principalmente en la ?rivolidad "ue! como dec=a! nada tiene "ue ver con la valoracin de lo m-s pro?undo de la mu>er! de su condicin de dadora o portadora de vida! cuyos rganos y su cuerpo son! principalmente! un veh=culo de amor y de sabidur=a. 0a alternativa de la silicona estar=a m-s cerca de convertirnos en ob>etos del solo goce est%tico y/o se+ual! a trav%s del cual! por supuesto! se sobrevalora la >uventud versus la e+periencia. Pero como estos procesos son de ida y vuelta! a la presencia de la masculini)acin ?emenina es posible sumar el aumento! d=a a d=a! de una especie de a?eminamiento de lo masculino "ue resultar=a! por una parte! como una suerte de contagio conductual! algo as= como s= ellas pueden! nosotros tambi%n y! al mismo tiempo! tendr=a "ue ser asimilable al no "uerer ser! al negarse a s= mismo y no de>a de

alarmar el alto porcenta>e de hombres y ni*os con anore+ia! preocupados hasta la e+ageracin de su est%tica y e+acerbando m-s all- de los l=mites recomendables las tendencias al control. ;odo esto nos debiera llevar a hacer una revisin e+haustiva de la o las ?ormas en "ue ?uncionamos en nuestras propias casas con respecto a la comida! la cual si bien est- ?uertemente asociada a una de las m-+imas ?uentes de e+presin de amor! puede trans?ormarse en una peligrosa ?orma de mane>ar el poder de las mu>eres y no  precisamente el poder ?emenino! "ue producir=a todo lo contrario , ya 3! ! m!nsa! 3! hias ! hios po$ran !star transmiti!n$o a tra*és $! con$ctas como éstas a s ma$r! !s 3! !s m!or !star m!rta o m!rto 3! ing!rir o 3! !a cocina o compra. La r!ai$a$ tan $ra 3! h! $!scrito !s na ra'%n m4s para r!*isar ! *aor 3! homr!s y m!r!s asignamos o $amos a o f!m!nino. =!!mos r!*isar $! 3é man!ra as m!r!s r!n!gamos $! nosotras mismas $!s$! 3! somos p!3!ñas9 tanto !s as 3! po$!mos !gar incso a o$iar n!stro c!rpo, a n!gar ss capaci$a$!s para transmitir amor, o a *!ro como n m!ro o!to s!a.

 asculinización y agresividad  Cada ve) "ue hemos transmitido! consciente o inconscientemente! a nuestras hi>as o a las integrantes de las generaciones "ue nos siguen "ue ser mu>er es un cacho y "ue debieran ser lo m-s hombres posible! debemos reconocer "ue nos han hecho demasiado caso. En nuestro pa=s las adolescentes y mu>eres >venes! e+perimentan una gran con?usin entre lo "ue es tener un car-cter ?uerte y la agresividad! puesto "ue si bien  puede ser motivo de orgullo contar con un car-cter ?uerte! %ste no debe ser con?undido con actuar con agresividad! elemento "ue est- presente con ?recuencia hoy en d=a! dada la con?usin "ue se*alo. Por otra parte! la dul)ura y la ternura! per?ectamente posibles en los caracteres ?uertes! no son vistas como virtudes! al contrario! pues estas dos caracter=sticas representar=an a esta generacin "ue se sinti sumisa y pasada a llevar! errneamente! se piensa! por ?alta de ?uer)a. $e esta manera! para "ue a la nueva generacin no le pase lo mismo! debemos ense*arles a tener m-s car-cter y a de?ender sus derechos. 6lvidamos en alguna parte del camino los t%rminos medios! se nos olvid "ue una persona con buena autoestima 3concepto "ue ha sido tan manoseado5 es! ante todo! humilde y c-lida! precisamente por"ue nada tiene "ue perder. Estamos ante generaciones de adolescentes y >venes "ue pareciera se han  propuesto de?inir su identidad desde el orgullo y no desde los valores m-s pro?undos@

est-n m-s preocupados de de?ender una posicin "ue de ser ellos mismos! no pueden mostrar muchos sentimientos por"ue eso es ser d%bil@ cultivan ante nuestros o>os una ?alsa nocin de respeto "ue les indica "ue tienen "ue responder a todas las agresiones para hacerse valer. Recordemos a"u= el caso "ue les cont% sobre los adolescentes varones "ue dec=an "ue para proteger y con"uistar a una ni*a ten=an "ue desarrollar una agresividad "ue no ten=an@ slo as=! por un lado! no les importaba el recha)o de estas ni*as a las "ue  parec=a no importarles nada! o ten=an "ue ser cuatro veces m-s agresivos para "ue ellas se sintieran protegidas! ya "ue como ellas siguen siendo mu>eres! necesitan igual "ue un hombre las prote>a. Esto Bltimo les e+ig=a! por tanto! ser m-s brutos "ue ellas y as= por lo menos! desde la agresividad! contenerlas. 0os adultos podemos ver con claridad "ue as= estos >venes se est-n e+poniendo a un >uego peligroso! pues los lleva en cuanto  pare>as a mane>arse con niveles de violencia muy altos en el "ue la igualdad mal entendida puede provocar da*os irreparables. A propsito del tema de la violencia aprovecho de hacer hincapi% en "ue en las ?amilias actuales e+isten cdigos de violencia "ue est-n siendo validados cotidianamente por los adultos! e>emplo de esto son los gritos dentro de las casas! la repeticin a gritos de lo "ue "ueremos! con la agotadora sensacin de "ue no nos hacen caso. 8n ni*o brillante! (en>am=n! me mostr "ue la ra)n por la cual gritamos m-s en nuestras casas es por"ue no nos movemos! tratamos de dirigir las vidas de todos a control remoto! todas o gran parte de las instrucciones las damos a distancia! con lo cual el nivel de tensin ?amiliar aumenta y! adem-s! genera "ue nuestros ni*os no nos hagan caso de inmediato! pues Jpara "u% van a obedecer de inmediato si saben "ue nosotros les vamos a repetir las cosas tres o cuatro vecesK Como me dec=a (en>am=n! para "u% voy a apagar la tele a la primera si s% "ue tengo cuatro apaga la tele2 m-s! tengo die) minutos de tele gratis. Lsa es la astucia de los ni*os y un estupendo e>emplo de nuestra inconsecuencia y de cmo vamos generando violencia sin si"uiera darnos cuenta. 0a violencia! al igual "ue la eroti)acin! nos acompa*a todo el d=a@ depende de nosotros entender "ue todos ?ormamos parte de esta red y "ue slo en la medida en "ue nos encontremos con nosotros mismos! con nuestra identidad m-s pro?unda tanto ?emenina como masculina estaremos m-s en pa) y haremos una sociedad de pa):  pues todo comien)a desde dentro. Antes de terminar este cap=tulo no puedo de>ar de hacer mencin a una ?orma muy especial de violencia y "ue! lamentablemente! tambi%n ?orma parte de la lista de nuevas conductas de autoagresin "ue est-n teniendo muchas ni*itas y adolescentes! me

re?iero a los cortes "ue se autoin?ligen en di?erentes partes del cuerpo con el ?in de eliminar sus angustias. Se cortan con cuchillos o tipDtop bra)os! piernas y abdomen y e+presan "ue esto les permite tener la sensacin de "ue les proporciona un gran alivio. A mis  preguntas sobre por "u% lo hacen! "u% las induce a hacerse da*o y! m-s encima! reportarlo como algo aliviador! la respuesta "ue dan en ?orma un-nime es "ue se cortan como una ?orma de disminuir su ansiedad. Se in?ieren cortes a modo de ansiol=tico! hacen uso de esto como si ?uera un ansiol=tico. Sienten "ue tienen tanta angustia dentro y tanta rabia hemos visto "ue se trata de angustias y rabias antinaturales "ue "uieren llorar y no pueden! "ue! entonces! cuando hacen el corte y ven cmo sale la sangre! es como si a trav%s de ella se ?ueran las angustias! la rabia disminuyera. Entonces "uedan con una sensacin dicen de cansancio gigante! sensacin "ue por lo general las hace dormir. 8na ?orma de e+plicar estas conductas podr=a ser la "ue he venido proponiendo en este libro: hacerlo a trav%s o ba>o la mirada de la masculini)acin. As= pues! tenemos "ue las adolescentes han de>ado de e+presar sus sentimientos! est-n ?uncionando en sus vidas cotidianas como lo hacen los hombres. Por e>emplo! ante la pregunta sobre "u% les  pasa! ahora ellas al igual "ue ellos responden nada. Esto las lleva a hacer algo "ue va en contra de su propia naturale)a! como ser=a el "ue guarden lo "ue sienten. Sumemos a esta nueva ?orma de actuar ?rente a los sentimientos el "ue el hecho de entristecerse es castigado y visto como un signo de ridicule). 0as ni*as de ahora se est-n habituando a la rabia y no a entristecerse y llorar@ para colmo! no saben cmo deshacerse o eliminar la rabia! como s= saben hacer los hombres acostumbrados por generaciones a batirse con ella mucho m-s "ue con la pena 3ellos la eliminan a trav%s de la costumbre de e+presarla verbalmente lo "ue adem-s es valorado socialmente  y tamién contriy!n a s !iminaci%n as pr4cticas $!porti*as o $! mayor ri!sgo 3! !s p!rmit! otar a a$r!naina cont!ni$a?. :na sma $! factor!s hac! 3! !as !ncaps!n ss !mocion!s y, como ya h! posta$o, !so no !stara !n a natra!'a f!m!nina. Si !sto ! sc!$! a agna $! as niñas 3! confi!sa ha!rs! inf!ri$o cort!s, $ir4 3! a3!o 3! a !ntrist!c! y, o a !nraia ! "$!!" a ta pnto 3! n!c!sita a ca3i!r costo "sacar" a3!o $! c!rpo, y ! cort! par!c! s!r na my !na soci%n. En os tratami!ntos 3! h! t!ni$o ocasi%n $! r!ai'ar a niñitas con ca$ros $! agr!si%n como ést! han $a$o !c!!nt!s r!sta$os to$o o 3! h!mos h!cho !n *istas a pon!ras !n contacto n!*am!nt! con s !s!ncia f!m!nina, a 3! !pr!s!n ss s!ntimi!ntos, a 3! *aor!n y r!cp!r!n a magia $! a con*!rsaci%n, p!s r!sta s!r na !c!!nt! instancia $! i!raci%n !mociona y n m!$io my afn a o f!m!nino.

 asculinización y se!ualidad  0a edad de inicio se+ual es un tema "ue nos preocupa a todos los adultos y en especial a los "ue somos padres. As= es como somos capaces de preguntar y  preguntarnos todo lo imaginable con respecto al tema: Jcu-ndo ser- oportuno hablar de se+oK! Jcmo hablar el temaK! Jsi hablo del tema estar% incentivando a mi hi>o o hi>aK! Jsi no le hablo del tema es probable "ue se e"uivo"ueK! J"u% ser- lo me>or! hablarle o no hablarleK! Jle pregunto si "uiere hablar del tema o no le preguntoK y como ayyyy2 son tantas las dudas! decidimos la peor opcin: BG @CEF B@=@ (BH =ECHF B@=@+ Para nadie es un misterio "ue hoy la se+ualidad y la genitalidad! en t%rminos estrictos! se inicia antes de lo "ue ocurr=a en nuestra generacin y la ?orma de iniciacin tambi%n es distinta. oy los adolescentes se inician se+ualmente! segBn se*alan los estudios m-s actuali)ados! antes de los seis meses de pololeo o de andar o de tener un amigo con cover o con venta>a! palabras "ue los adolescentes han inventado para no asumir el pavor "ue les da comprometerse. Por lo tanto! despu%s de ese pla)o deber=amos comen)ar a preocuparnos los adultos y observar lo m-s de cerca posible a nuestros hi>os. En lo "ue respecta a la iniciacin se+ual! hoy nuestros ni*os siguen pautas "ue "uisiera compartir con ustedes! pues slo podremos educar en la medida en "ue las cono)camos: El comien)o de la genitalidad parte con la pubertad en el hombre! en t%rminos generales! con la primera polucin nocturna y la masturbacin y! en el caso ?emenino! con la menar"uia y su respectivo cambio corporal. Como el tema de este libro no es e+clusivamente el de se+ualidad! no me re?erir% a los cambios ?=sicos y psicolgicos de este per=odo. Pero s= me interesa mostrarles "ue la masturbacin! hoy en d=a! es un tema de ambos se+os y aclarar "ue en s= misma no representa una alteracin! pero "ue! claro!  puede! ?-cilmente! debido a ciertos cuadros de angustia! trans?ormarse en adiccin o en la alternativa para autograti?icar inseguridades y miedos. $esde ah= puede tornarse  peligrosa por"ue estar=a enmascarando algBn problema relacionado con las habilidades sociales y a?ectivas. 0o se+ual visto desde los roles ?emeninos y masculinos se muestra como un -mbito en el "ue los cambios en la ?orma de desempe*ar dichos roles tiene "ue ver con una especie de traspaso o intercambio: las mu>eres estar=an actuando como los hombres de anta*o y los hombres! como las mu>eres. Son ellas las "ue seducen y con"uistan e+pl=citamente y los hombres! sin patrones ni modelos! parecen "ue no saben cmo actuar! pues se trata de mu>eres "ue e+igen! presionan! se adelantan. #ncluso este cambio

de roles! aseguran! podr=a e+plicar el aumento de dis?unciones se+uales impotencia y eyaculacin preco) en adolescentes y >venes. Este intercambio de roles pareciera estar a?ectando negativamente la ?uer)a! la potencia! de los hombres. 0a pornogra?=a hace mal as=! entre comillas no por"ue muestre contenidos as"uerosos! sino "ue debido a "ue entrega in?ormacin y de?iniciones se+uales "ue son ?alsas genera e+pectativas "ue nunca van a poder ser satis?echas y "ue!  por lo mismo! se ver-n ?rustradas. Ella entrega cdigos de tama*os! ruidos y ?ormas "ue no son reales y "ue al verlas un adolescente se ?ormar- una idea de la se+ualidad basada slo en la genitalidad! donde el amor no est- presente y donde el tema del rendimiento es lo m-s importante! es decir! el acto se+ual est- centrado en el logro y no en el proceso! ob>etivo masculino pero no ?emenino. Con el chat ocurre m-s o menos lo mismo ya "ue las mu>eres interpretan el mensa>e escrito como si se lo estuvieran diciendo! con lo cual todo lo "ue ah= se dice  parece magia. Se pierde! adem-s! la maravillosa posibilidad de e+igirnos escribir correctamente! desincentivando la verdadera capacidad para discriminar lo "ue es verdadero y lo "ue es ?also. 0a edad de inicio se+ual hoy d=a en nuestro pa=s para ambos se+os es alrededor de los "uince y %sta puede darse dentro de una relacin de pare>a! pololeo o andando. El motivo de la iniciacin! aun"ue pare)ca incre=ble! siempre de acuerdo a lo observado en mi investigacin y teniendo en vista las estad=sticas nacionales! sigue siendo la ?amosa prueba de amor hacia el hombre. Es "ue las mu>eres siguen teniendo este a?-n de sentirse necesitadas y de centrarse en los otros y no en ellas mismas. No olvidemos "ue para la mayor=a de nosotras la de?inicin de amar tiene "ue ver con decir "ue s=!  pues si digo "ue no! entones no amo lo su?iciente. Si me piden algo y yo amo! tengo "ue entregarlo! y como en la >uventud se ama con una intensidad "ue parece real y pro?unda! entonces se entiende "ue lo "ue me  piden tengo "ue entregarlo. En este punto es central tener en cuenta y transmitir a los adolescentes "ue a los catorce a*os se puede "uerer mucho a alguien! pero no es posible sentir amor! pues el A'6R con mayBsculas se construye con decisin de amar y con la voluntad de "uerer estar con el otro para siempre. A los catorce suelen sentir en la ma*ana "ue les gusta alguien@ en la tarde! otro@ y ma*ana! dos@ esto incluso se debe a los cambios hormonales "ue se e+perimentan a esa edad y "ue entregan variabilidad en su comportamiento.  Nuestros hi>os! los ni*os y adolescentes en general! se "uedan m-s y me>or con lo "ue hacemos los adultos y no como nos gustar=a con lo "ue decimos! por lo "ue todo implica educar la se+ualidad! desde decir "ue tal mu>er vestida as= es rica o  parece puta! hasta el comentario de "ue tal hombre es mXi>ito rico@ %stos y todos

nuestros comentarios se trans?orman en pautas de lo "ue se espera de mu>eres y hombres en el siglo YY#. Para educar a los ni*os y adolescentes en una se+ualidad sana debemos revisar nuestras propias heridas en relacin al tema y lo "ue hemos "uerido o hemos transmitido inconscientemente desde el tiempo de los ni*os no lloran hasta ahora cuando llorar es humillarse ! y preguntarnos si hemos cambiado tanto o no. En mi generacin y en las generaciones anteriores! debido a lo estructurado de todo el ?uncionamiento social! mis padres sab=an y conoc=an a los padres de mis amigos!  por lo tanto! estaban o cre=an estar al tanto de todo lo relacionado a ellos. ;en=an m-s claro dnde y con "ui%n and-bamos a pesar de no e+istir los mails y los celulares. oy! en cambio! tenemos miles de competidores ?rente a la educacin de nuestros hi>os! internet se ha metido tanto en nuestros hogares "ue la mayor parte de lo "ue los ni*os saben sobre se+ualidad es a trav%s de este medio. Por esta ra)n! les recuerdo lo mencionado sobre el valor de lo visual para los hombres y de lo auditivo para las mu>eres! e insisto en "ue dadas estas caracter=sticas es m-s habitual "ue los ni*os se trans?ormen en adictos a la pornogra?=a y las ni*as! al chat. Ser- de suma importancia el "ue tomen en cuenta la siguiente recomendacin: los computadores deben estar ubicados en espacios abiertos de las casas y no en los dormitorios de los ni*os! como tambi%n ser=a muy adecuado controlar "ue los ni*os no est%n e+puestos a ellos m-s de una hora y media al d=a. Reci%n despu%s de revisar nuestras historias y nuestros miedos podremos ver y conocer me>or a nuestros ni*os@ slo a partir de ese momento podremos saber "u% y cmo piensan con respecto a temas como la iniciacin se+ual! el aborto! las relaciones se+uales! y otros asuntos. Ahora! cuidado! una advertencia: cuando pregunto tengo "ue estar dispuesta a escuchar cosas "ue no me gustan y "ue discrepan de lo "ue yo "uise educar. En estos casos! lo me>or es callar y esperar otra oportunidad para empe)ar a ?ormar hacia donde yo creo "ue es correcto hacerlo. Esto nos asegura me>ores resultados! pues se estar- partiendo de una base real y no sobre lo "ue yo creo "ue ellos saben! camino "ue hemos visto conduce a mBltiples e"uivocaciones. Por otra parte! tengamos tambi%n muy en cuenta "ue es ?undamental para educar o ?ormar ni*os y adolescentes hacer buenas preguntas antes "ue dar buenas respuestas. Esto signi?ica "ue tenemos "ue suponer "ue nuestros hi>os son algo as= como verdaderos e+traterrestres y! como tales! no conocemos ni cmo hablan ni sabemos "u%  piensan acerca de los temas "ue a nosotros nos preocupan@ preguntemos para conocer de  boca de ellos cmo y cu-nto saben de se+ualidad! de drogas y de todos los temas "ue est-n sobre el tapete. 8na ve) "ue hayamos hecho buenas preguntas y con in?ormacin de primera ?uente! los adultos no debemos tener ningBn temor en hacerles ver "ue! por e>emplo! es

importante "ue entiendan "ue la virginidad es un regalo del "ue no se puede pedir devolucin al remitente y "ue esa persona! "uer-moslo o no! ?ormar- parte de nuestra historia para siempre! por lo tanto! debemos estar estables! al menos hormonalmente! y eso no ocurre antes de los dieciocho a*os. Adem-s! si bien nunca la primera relacin es realmente grati?icante! sigue siendo para adolescentes mu>eres y hombres un hito importante en nuestras respectivas vidas y "ue hay "ue saber cuidar.  No "ueda otra "ue entender y asumir "ue estamos educando en se+ualidad todos los santos d=as y "ue cada ve) "ue hacemos un comentario sobre los roles ?emeninos o masculinos estamos educando en se+ualidad@ por ende! estos comentarios! nuestras actitudes ?rente al tema! nuestros temores y habilidades! incidir-n en la visin "ue los ni*os y adolescentes tengan en su ?uturo como adultos. 0a se+ualidad es un proceso de aprendi)a>e "ue re"uiere tiempo y e+clusividad! "ue implica ir conoci%ndose a uno mismo y tambi%n al otro. Es la e+presin del alma a trav%s del cuerpo y! por lo tanto! para vivirlo en esta dimensin maravillosa hay "ue   como ya di>e por lo menos tener las hormonas estables y contar con un proyecto de vida "ue incluya todos los aspectos m-s pro?undos del ser humano. Son cientos los adolescentes arrepentidos por el v%rtigo en el "ue est-n o han estado metidos producto de vivir todo tan r-pido. Es tanta la velocidad de lo "ue sucede "ue sienten "ue van "uedando vac=os! pues no alcan)an a incorporar en sus procesos los a?ectos y las sensaciones m-s pro?undas. No hay conciencia de cmo se va creciendo ni cmo este crecimiento est- a?ectando al esp=ritu. Si el cuerpo crece en desarmon=a con el alma se provoca inde?ectiblemente una en?ermedad o da*o psicolgico.  No olvidemos a"u= "ue es central "ue la mu>er asuma "ue el deseo se+ual esten ella y no viene desde a?uera y! por lo tanto! "ue si ella no "uiere no pasa nada. eres necesiten sentirse cuidadas! protegidas. En el ?uero interno de las mu>eres lo ?emenino necesita el complemento de lo masculino y viceversa. 0as mu>eres en su ?emineidad necesitan "ue los hombres asuman su rol como tales y "ue %ste sea! claro! coherente con su masculinidad para poder ser realmente complementarios. ;ambi%n nos toca comprender a las mu>eres "ue para los hombres "ue tienen su vida ordenada en compartimentos! la vida se+ual es de suma importancia ya "ue es el Bnico momento en el "ue sienten "ue est-n con su mu>er! pues el resto del tiempo est-n con la due*a de casa! con la mam- de sus hi>os! con la compa*era de vida! pero no con su mu>er! con "uien est-n slo cuando tienen alguna vivencia eroti)ada o se+ual. Por lo tanto! no es "ue nos "uieran slo para eso! como dice el lengua>e popular! sino "ue en esa -rea nos sienten de ellos. 0os hombres debieran entender "ue para nosotras el

antes y el despu%s son m-s importantes "ue el durante! ya "ue la valoracin del  proceso completo no slo de lo "ue concierne a la penetracin ad"uiere  preponderancia ?undamental y! como adem-s somos auditivas! es importante "ue nos hablen y nos digan "ue nos "uieren a nosotras y no a cual"uiera. En la vida con un hombre yo puedo vivir con %l! administrar platas! criar ni*os! ir al cine! via>ar! etc.! pero como he dicho anteriormente todo eso puedo hacerlo o se puede dar con un amigo: lo "ue me hace e+perimentar la vivencia de pare>a es tener con esa persona la dimensin de la se+ualidad incluida y vivida como tal. En la medida en "ue hombres y mu>eres nos encontremos con nuestra esencia ?emenina y masculina vamos a poder! sin duda alguna! amar m-s pro?undamente y de me>or ?orma. Nadie da lo "ue no tiene dentro! por lo tanto! para tener una buena vida se+ual es importante tener una buena vida propia! y no olvidemos "ue cuando se vive en  pare>a es la se+ualidad enti%ndase por vida se+ual lo genital! lo ertico y sensual con !sa p!rsona o 3! nos hac! s!ntir 3! t!n!mos par!a. S! $ic! 3! as m!r!s !ntr!gamos s!o para r!ciir amor y os homr!s !ntr!gan amor para r!ciir s!o9 !sto hac! 3! s!a my $ifci para na m!r t!n!r intimi$a$ s!a si no ha t!ni$o intimi$a$ !mociona pr!*ia, !s $!cir, n homr! 3! 3i!ra t!n!r "na !na noch!", n!c!sariam!nt! ! ti!n! 3! "$ar n !n $a" a s m!r. Esto tamién o conoc!n y !p!rim!ntan os homr!s 3! ti!n!n s a$o f!m!nino m4s $!sarroa$o, p!s os af!ctos infy!n $ir!ctam!nt! !n s r!n$imi!nto s!a. En snt!sis, a s!ai$a$ !s na $im!nsi%n hmana 3! traspasa to$as as $!m4s, 3! r!3i!r! s !spacio, s ti!mpo y s ma$r!'. S! pr!cisa !nt!n$!ra como na !ntr!ga $! ama, como na $im!nsi%n 3! n!c!sariam!nt! !st4 ni$a a amor para s!r *i*i$a !n p!nit$. S! p!$! !p!rim!ntar sin amor, p!ro a *i*!ncia s!r4 $istinta y, por o tanto, m!nos p!na $!s$! ! ama. F!3i!r! s!r forma$a $!s$! si!mpr! a partir $! to$as a3!as actit$!s $! os a$tos 3! p!$an s!r*ir $! mo$!o y $! !!mpo. Las actit$!s m4s apropia$as y 3! contriy!n a mo$!ar o m!or $! s!r hmano son to$as a3!as 3! ti!n!n 3! *!r con "haar con a *!r$a$ y *a!rs! $! r!sp!to 3! ! s!r hmano s! m!r!c!". La s!ai$a$ s! forma a$!ca$am!nt! !n a m!$i$a !n 3! !s con*!rsa$a, *i*i$a y comparti$a con hon!sti$a$, con h!ri$as incorpora$as y con mit!s caros. Los a$tos $!!n *!ar y prot!g!r a int!gri$a$ ! in$i*i$ai$a$ $! ss niños y niñas, mant!ni!n$o r!gas y con*!ncion!s a$!ca$as para !o.

 asculinización, alcohol y drogas

El alcohol y las drogas constituyen un tema "ue aterrori)a a los adultos! especialmente a los padres. ablar de drogas y alcohol se ha vuelto tan complicado como hablar de se+ualidad y! peor aBn! asumimos "ue nuestros hi>os nunca estar-n metidos en estos problemas! por lo "ue arrancamos de la posibilidad si"uiera de conversarlos. Sin embargo! hablar de este tema es en?rentar otro "ue! sin lugar a dudas! nos toca a todos! se trata de las dependencias: todos de una u otra ?orma dependemos de algo. 0a dependencia en s= misma ?orma parte de nuestras redes sociales y de nuestros la)os a?ectivos@ todos necesitamos depender! pero no nos debemos apegar a esas dependencias! ya "ue cuando %stas nos "uitan libertad nos hacen da*o. or cal)a a"u= es preguntarse y preguntarles Jpara "u%K o Jpor "u%K necesitan tomar! J"u% es lo "ue ellos no pueden decir o no pueden hacer sin alcohol y "ue este elemento les hace m-s ?-cilK El tema de ?ondo no es si el alcohol y las drogas matan neuronas o hacen mal!  pues todos sabemos "ue el "ue est- drogado o con alcohol lo pasa bien mientras est- en ese estado y no piensa en las consecuencias. El drama viene despu%s! cuando los e?ectos desaparecen y no recuerdan lo "ue hicieron o son tan distintos "ue lo Bnico "ue "uieren es repetir la sensacin de libertad "ue les causa esa ?alsa realidad. ;odo comien)a con el alcohol! %ste es la puerta de entrada de todos los dem-s  problemas sociales incluida la violencia social "ue tanto nos asusta   y ama a at!nci%n a fata $! pr!ocpaci%n fr!nt! a n pro!ma 3! ya !s $! sa$ pe "ue comen) hace m-s de cuatro a*os! est% ?inali)ando. e entrado en la vida de muchos de ustedes y o>al- esto haya servido para mostrarles algunas situaciones "ue les puedan estar "uitando espacios de ?elicidad. Al mismo tiempo! espero "ue este libro les permita ver posibles caminos para dis?rutar m-s y me>or del maravilloso desa?=o de vivir. oy parece ser tan di?=cil vivir! vivir bien@ m-s parece "ue estuvi%ramos sobreviviendo sin mucha conciencia de lo "ue nos pasa! de lo "ue sentimos y! algo peor! tampoco sabemos hacia dnde vamos.  Nos estamos matando en el intento por satis?acer todo lo "ue se espera de todos. No sabemos "u% se espera del ser hombre y del ser mu>er. Pero no estar=a nada de mal "ue no podamos hacerlo todo! "ue advirti%ramos "ue tenemos una esencia "ue respetar! un alma "ue cuidar. Soltar y retener parecen ser la clave: soltar lo "ue nos hace poco libres y nos hace da*o! y retener y cuidar lo importante: los a?ectos. ;ememos ser nosotros mismos! "ui)-s por"ue ni si"uiera sabemos cmo somos@ no hay tiempo para descubrirse! para descubrir nuestras partes ?emeninas y nuestras partes masculinas! para poder elegir libre y re?le+ivamente cu-ndo usaremos alguna de ellas en pos de la unidad! pues eso somos: una unidad m-gica y real "ue estah= siempre dispuesta para nuestro desarrollo m-s pleno. $espu%s de todo es tan ?-cil ser ?eli) y tan di?=cil tambi%n@ es un camino "ue comien)a en la decisin diaria de "uedarnos con lo bueno o con lo malo "ue nos ocurra. Saldr% de mi casa esperando "ue la vida se me brinde o yo me brindar% a la vida para hacer lo "ue vinimos a hacer a este mundo. 8no de los aspectos "ue m-s me gustar=a de>ar grabado en sus cora)ones es el "ue tiene "ue ver con aprender a valorar el dolor como una oportunidad de crecimiento! de potenciar nuestros dones y talentos. $ebemos perderle el miedo a su?rir! a descubrir. Esta sociedad nos tiene convencidos sociedad "ue por lo dem-s construimos nosotros mismos de "ue la ?elicidad est- ?uera! est- en ad"uirir! est- en el v%rtigo de la intensidad y la rapide)! en la evitacin del dolor y de las verdades. ;odo esto nos hace huir y si huimos de nosotros mismos muy di?=cilmente podremos educar a nuestros hi>os. A las mu>eres debo pedirles "ue! por ?avor! $ESP#ER;EN! pues este sue*o nos est- llevando a perder nuestra esencia ?emenina. Se nos olvid ser mu>eres! se nos est-

olvidando la ternura! acoger! recibir@ se nos est- olvidando "ue m-s "ue estar orgullosas de ser mu>eres por los logros "ue hemos obtenido debi%ramos estarlo de la posibilidad maravillosa de "ue la vida pase a trav%s de nosotras! por"ue somos tierra ?ecunda para amar y para conectar al mundo masculino el de los ob>etivos y los logros con la maravilla de los procesos! de los a?ectos. Respetemos nuestra naturale)a biolgica@ "ue la menstruacin no sea sinnimo de en?ermedad! de mal! de problema. Si no cambiamos eso di?=cilmente podremos educar a nuestros hi>os e hi>as en la maravilla de la maternidad y en la suavidad "ue implica la palabra '89ER.  !sto na$a ti!n! 3! *!r con 3! no s3!mos ogros, o!ti*os9 3! no apr!n$amos $! o mascino a s!parar as cosas, a rin$arnos ti!mpos p!rsona!s y a !nt!n$!r 3! a f!ici$a$ no *i!n! $!s$! f!ra ni $!p!n$! $! n "agi!n" sino 3! s! forma !n n!stro int!rior y $!p!n$! $! nosotras mismas. )o*amos a hac!r cariño, a tocar. >E och!nta por ci!nto $! as m!r!s $! a in*!stigaci%n r!conoci!ron tocar m!nos a ss hios y n porc!nta! par!ci$o ocrra con otras manif!stacion!s como $!cir "t! 3i!ro", pr!gntar si s! !s f!i' o no.? ! a cha coti$iana, 3! ! tratar $! sor!*i*ir !n a nga mascina no nos p!rmita o*i$ar 3! a f!r'a 3! m!*! ! ni*!rso !s E&EBHB@, !s f!go, !s ti!rra, !s &:TEF.

Recuperemos la sabidur=a de la machi! de la bru>a intuitiva "ue todas llevamos dentro. eres de nuestro pa=s se est%n en?ermando de todos sus rganos ?emeninos! algo as= como si le di%ramos bala)os >usto a la parte de nosotras mismas "ue no estamos considerando. Si es verdad "ue el cuerpo se en?erma despu%s de "ue se en?erma el alma! mal podremos mantenernos sanas! pues si no estamos entrenadas ni tenemos tiempo para escuchar el alma! el cuerpo se harcargo de emitir se*ales "ue s= sepamos reconocer. Pero no se trata slo de "ue las mu>eres nos en?ermemos de nuestros rganos ?emeninos! sino de todas las en?ermedades y consecuencias "ue puede tener para hombres y mu>eres el "ue ense*emos "ue es m-s v-lido "ue un ni*o diga "ue no da la  prueba por"ue tiene ?iebre a "ue diga "ue tiene pena por"ue sus papas se separaron la noche anterior. 8stedes! varones! aprendan a retener! a cuidarnos! a desarrollar plenamente su masculinidad >unto con los a?ectos. Sigan traba>ando por los ob>etivos y por lograr metas! as= el mundo avan)a@ ens%*ennos a dar vuelta las p-ginas r-pido y nosotras les daremos pro?undidad y sentido a las e+periencias "ue viven. No de>en de decir lo "ue

sienten en todo momento! necesitamos escucharlos! eso nos hace sentirnos "ueridas y necesitadas! aspecto "ue mueve nuestra identidad m-s pro?unda. A todos los "ue se dieron el tiempo y el espacio para leer estas p-ginas! de todo cora)n mis agradecimientos por compartir mi vida y mis dolores! ya "ue todo lo "ue a"u= planteo ha sido un camino personal antes "ue pro?esional. e caminado por el dolor varias veces! en ocasiones generado por m= misma!  por mis pensamientos m-gicos! por mi di?icultad para soltar y por estar orientada hacia los otros y con mucha di?icultad darme tiempo para m=. a sido un camino di?=cil! pero hermoso! y estoy agradecida de cada l-grima y de cada e"uivocacin! por"ue de todas ellas aprend= lo "ue hoy con humildad he traspasado a estas p-ginas y con las "ue  pretendo haber llegado a sus cora)ones y no a sus cabe)as. 'e gustar=a "ue este libro sirviera para "ue hombres! mu>eres! >venes y adolescentes puedan revisar sus vidas y las me>oren como crean "ue deben hacerlo!  pero! o>al-! sin olvidar "ue A'AR  7 A'AR  (#EN par!c! s!r a emplo de es?uer)o para lograr lo "ue se propone. A los tres "ue me han acompa*ado en mi crecimiento como mu>er!  por permitirme conocer mis partes luminosas y oscuras. Especiales agradecimientos al "ue hoy ocupa mi cora)n! por su tremenda con?ian)a en m= y su est=mulo constante  para hacer realidad mis sue*os. ,racias a todos ellos por mostrarme el mundo masculino y poder aprender de ustedes. A mis hi>os Nicole y Cristian los "ue! sin lugar a dudas! son el motor y la ?uer)a para continuar! mi cable a tierra! mi cone+in con la sabidur=a de los ni*os. Soy una a?ortunada al tener los hi>os "ue tengo! hi>os del rigor y de las di?icultades!  pe"ue*os sabios "ue me ense*an todo los d=as a valorar lo "ue tengo y no lo "ue me ?alta. A Adriana! compa*era de vida y de traba>o! gracias por"ue sin tu apoyo incondicional! esto hubiera sido mucho m-s di?=cil! imposi! ta *!'. @ to$os os 3! $! na forma  otra, han comparti$o mi *i$a. racias a mis paci!nt!s 3! son mi f!nt! $! cariño constant! y tamién $! informaci%n para con!ctarm! con a r!ai$a$ $! a *i$a. racias, simp!m!nt! a to$o y a to$os.

ndice

#ntroduccin................................................................................................................................. Cap=tulo #.....................................................................................................................................Z

El ?ol=culo y el espermio..............................................................................................................Z El comien)o de todas las di?erencias............................................................................................Z Cap=tulo ##..................................................................................................................................OQ Retener y Soltar..........................................................................................................................OQ 1unciones naturales en el ser humano........................................................................................OQ Cap=tulo ###.................................................................................................................................G 1emenino y 'asculino...............................................................................................................G $i?erencias psicolgicas encontradas.........................................................................................G Cap=tulo #.................................................................................................................................QT El privilegio del ver masculino ..................................................................................................QT y el privilegio del sentir ?emenino..............................................................................................QT Cap=tulo ..................................................................................................................................G 0os cuentos de hadas .................................................................................................................G en la psicolog=a ?emenina y masculina.......................................................................................G Cap=tulo #.................................................................................................................................T Pensamiento m-gico ..................................................................................................................T Pensamiento real........................................................................................................................T Cap=tulo ##...............................................................................................................................T Causas de la in?elicidad..............................................................................................................T Cap=tulo ###..............................................................................................................................TF 0a ansiedad y sus consecuencias ...............................................................................................TF en el pensamiento m-gico..........................................................................................................TF #. CARAC;ERS;#CAS $E 0AS N8EAS ,ENERAC#6NES $E A$60ESCEN;ES........[ ##. 'ASC80#N#WAC#UN A$60ESCEN;E 7 6;R6S ;E'AS.............................................IO Conclusiones..............................................................................................................................FI Agradecimientos........................................................................................................................ZG

View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF