Vicente Huidobro La Gruta Del Silencio

May 3, 2017 | Author: panxologo | Category: N/A
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VICENTE QRRCÍR HUIDOBRO FERMRNDEZ

LR GRUTR DEL SILENCIO

DO

M 6l5¿*> o«

IMPRENTA UNIVERSITARIA ==-=Bandtra 130— SnNTin

de



XVIII

un mui jeneroso afán por vaciar en

la estrofa

res,

silen-

el

mol-

inquietudes vivas, deseos obseso-

pensamientos estraños; todo ese

bullir

subconsciente de una vida espiritual intensa en fuerza de aparecer atormentada. ¿No impreca el

poeta a su alma, en una de sus poesías,

ciéndola que martirios,

ame

sus obsesiones

di-

aumente sus

i

talvez por el solo placer de sentirse

mas torturada dentro de

las rejiones del arte?

Negaciones son todas estas que provienen de

un intelectualismo

Como

frío,

meditado

ya advertía antes,

i

peligroso.

la influencia del sim-

bolismo ha encontrado en este poeta un eco

Los poe-

profundo, torturadamente doloroso.

mas

alucinados,

granada del de dicha

que componen

libro,

la

parte

mas

dan una medida del alcance

influencia: se habla

en ellos de obse-

siones que recuerdan las pesadillas de alcohólico

laire

de Rimbaud, los negros hastíos de Baudei

los terrores sensuales, hijos

de

la

neuro-

— sis,



XVIX

de Rollinat. Algunos de estos poemas,

Cuando yo me haya muerto, hablan de un poeta capaz de hacer sentir hermosos e intensos estremecimientos

líricos.

Valga

el

siguiente ejem-

plo de dos estrofas cojidas al azar:

Después vendrá

el entierro,

me

sacarán de casa

Para jamas volver, aunque mi amor Alguien habrá que I la

al

quitan por fuerza

i

arrastran afuera.

la

Se sentirán mis pasos en I

lo quiera,

ataúd se abraza

las piezas desiertas

se sentirán golpes, suspiros, raspaduras.

¡Qué susto pasar frente a

Que

se

La Araña

mo En

i

de preocupación

ella cree adivinar el i

las piezas oscuras!

negra reproduce también

tono de hastío

fatalidad

ventanas abiertas

las

quedan a veces en

poeta

por esa razón

la

rosa emoción de espanto:

la

el

mis-

interior.

sombra de

la

evoca con temblo-





XX

...Vuelve a andar lijero

(Me atraviesa los huesos un lento escalofrío). Alargando las patas se mete a un agujero I

yo creo

sentir

que se

lleva algo mió.

Tales versos producen

la

impresión que

poeta ha deseado, sobre todo admirable arte

i

Ya

obsesor.

debe hacer

la lírica

estrecimiento que

cuerdas. tor de

I

el

en su busca de

.

LA LLANURA DE NOCHE En el estanque azogado Que está de estrellas florido, Una rana masca nueces I

un sapito raspa

Un

vidrios.

sauce inclina hasta

el

agua

Su negra meditación, Con actitudes de viejo Curvado en una oración.

Un álamo se proyecta En el suelo con sus ramas I

su sombra en

el

camino

Miente un negro charco de agua. I las

Sus 4

montañas recortan

siluetas en la noche,

VICENTE GARCÍA HUIDOBRO FERNANDEZ

50

I

parecen a

Una

La

llanura está encantada,

Se ven I

lo lejos

lucha de dragones.

los pastos azules

lejano se divisa

Como un

diálogo de luces.

¡Qué noche tan

Qué

deliciosa,

llanura tan callada,

Para cruzarla con

ella

En dos

en una alma!

cuerpos

¡Ah! ved

i

como

Alargándose

la

los

Ostentar quisieran

Como un

senderos

aguardan; ellos

orgullo sus plantas.

¡Qué llanura tan ¡En dos cuerpos

i

callada!

en una alma!

tríptico galante de jarrón de sevres

A

Por

la gloria del jardín

Van rimando Colombina I

Francisco Contreras.

junto

al

i

su fortuna

Arlequín.

luminoso

cristal

de

la

laguna

Detras de un árbol que plantó Corot

Está

cornudo

el

triste

de Pierrot

Como un perro ladrándole a la luna. Una Venus desnuda santifica el jardín Lento I

espiritualiza la

Clitandro

Junto

al

i

noche un mandolín

Casandra se besan

estanque glauco

el

sin fin.

Puck amarillea

Mientras Polichinela lejos cascabelea

Lanza

al aire

su cubo

i

luego lo pelotea.

VICENTE GARCÍA HUID0BR0 FERNANDEZ

52

I

en

De

la

melancolía

la lejanía

Raya el negro-azul del infinito La serpentina de oro de un aereolito. II

Un

carnaval veneciano,

Con algo de «Fétes Galantes» Con algo mui verleniano Avec plusiers des amantes.

Una góndola un

cisne mitolójico miente

Al pasar desgranando suspiros de violines Entre la sombra vaga quedamente, i

Llena de Colombinas

i

Arlequines.

Resbala por encima del barco que navega

Una paloma blanca que mancha el horizonte, Una biznieta noble de la paloma griega Que llevara a Batilo recuerdos de Anacreonte. En los canales anchos donde la luna llueve El barco se desliza cual patinando en nieve,

Se escapan de su fondo chanzonetas amargas va estelando el agua con dos ojeras largas.

I

Lloriquean los violines

Se quejan

los

mandolines.

LA GRUTA DEL SILENCIO

Bajo

De

53

la luz verdi-plata

la

luna inoportuna

Vuela el alma de Schubert hecha Serenata I el alma de Beethoven hecha claro de luna.

III

El abate joven de los madrigales

Susurra sus versos amorosamente,

La marquesa

Eulalia de

manos

liliales

oye atentamente.

La marquesa I

Eulalia deja sus desvíos,

entre los sombríos árboles distantes

Acechan celosos con

ojos chispeantes

El vizconde rubio de los desafíos I

dos pajes blancos finos

Engarza verso a verso

el

i

galantes.

abate joven,

Hada Harmonía deslíe en sus vuelos Una sinfonía tenue de Beethowen Que llora en las cuerdas de los violoncelos. El

I

mientras

el

abate desgrana verso

i

verso

En que madrigaliza con toda su fineza La alquimia de los ojos negros de la marquesa, El vizconde rubio medita algo perverso.

VICENTE GARCÍA HUIDOBRO FERNANDEZ

54

La

divina Eulalia rie a carcajadas

Entre

las ternezas del feliz abate,

Mientras en I

en

el

la

sombra

brillan

dos espadas

temeroso fragor de un embate,

Cae un paje blanco

rojo de estocadas.

El lago azogado de cisnes se nieva,

El aire se inflama de viejas querellas, I

pasa

la

guadaña de

Pasa rasgando nubes

la i

luna nueva

segando

3§Hg*

estrellas.

üo§ Poemas Sencillos fl

MflX

JflRfl.

EL VIEJECITO DEL BARRIO Allá va

el

viejecito

un veterano del

es

79.

El encanto del barrio, i

todos

Hasta i

lo

el

que apenas se mueve lo

miman como

hacen víctima de su

a un niño

leal cariño.

organillero de gratis va a tocarle

todos se preocupan del

modo de

alegrarle;

pero pasa que a veces llora un estraño mal la

música

En

las

i

los

mimos

lo

ponen sentimental.

noches se pasa en un continuo lamento,

la luna del campamento. Los chicos i las niñas lo llaman el abuelo saben su nombre antes de saber mostrar el cielo. Fué mui pobre, mui triste, buscó en la guerra a la Remediadora del dolor de la tierra, pero todo fué inútil. Su anhelo de vagancia

soñando con

53

VICENTE GARCÍA HUIDOBRO FERNÁNDEZ

de espacio, de

infinito,

de distancia,

no se calmó jamas, hasta que un dia

huyendo de

la

sombra de su melancolía

dejó la tristeza de su mal destino

dormida en

el

fondo de un vaso de vino.

LA ENFERMITA DE ENGAÑO Al pasar í las

la

señalan con

el

dedo

mujeres se hablan en voz baja,

Es mui mala

se dicen

mui mala».

I

repiten a coro: «Es

I

pasa silenciosa intensamente pálida

La pobre muchacha I tiende la mirada como una pordiosera. Tiende la mano pidiendo compasión Sus ojos ante la mofa humana Siempre están de

Cayó

es verdad,

Mientras

Cayó I

rodillas

el

implorando perdón.

mas cuantas veces cae

alma se levanta al cielo. como. Dio su honra i su vida

sin saber

todo por

el

la

culpa de aquella Celestina.

Ella no sabia querer con toda el alma

Sin creer ciegamente en

el

que amaba.

cuerpo

VICENTE GARCÍA HUID0BR0 FERNÁNDEZ

6o

Ser la mofa de todos es su triste destino. Al pasar la señalan con el dedo Su padre viejo al verla que se estingue de pena Llora

I

i

sin

Es una Si

pide piedad

embargo

como

el

pobre Rigoletto.

es buena, es

una santa,

virjinidad de lágrimas.

observáis sus ojos de tristeza

Vagos

a fuerza de tragar melancolía,

Si supierais

Que

sufre

que tiene

el

una horrorosa

alma enferma nostaljia

de

justicia.

DE LA TARDE

IDILIO

En

la

hai en el

De

DE LA LUNA

tarde que cae con suavidad de lana

Se alarga del camino I

I

égogla evanjélica

apacible oración,

la

campo una i

santa paz virjiliana

de buen corazón.

La Sombra el Silencio, dos hermanos cartujos, Se encuentran en la senda que tranquean los brujos Araña una voz lánguida: «que morir tenemos» i

I

otra voz carraspea:

En

la

monotonía del

Se deshojan I

«Hermano, ya

las

hai en todo

lo

silencio

horas una a una,

una media

luz

Lentamente arrastrando su

de luna silencio.

Su larga suavidad resbala un viento Enfermo de emoción,

sabemos».

VICENTE GARCÍA HUIDOBRO FERNÁNDEZ

02

Cargado con adioses

Que

i

lamentos

robara en alguna provinciana estación.

En la torre blanquizca de la iglesia lejana Como una cuna mece un Ángelus la campana Sus notas se derrumban por las barrancas, I en el claustro que alarga su paz cristiana

Hai una caravana de tocas blancas.

La tarde dice versos a la luna Que descuelga su velo de gasa bruna. El silencio está acaracolado

Las horas deshojan Bajo

Se

lirios;

la superficie del

dijera

Qué

estanque alumbrado

que hai una gruta de

espiritual el rezo

Ah! quién besara

la

de

los

cirios.

arroyos mansos

luna de los remansos.

*í>4*-

SEGUNDA PARTE

El Libro

de fl

la JAeditacion JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

Nolite daré sanctum canibus, ñeque mittatis margaritas vestras ante porcos: ne forte conculcent eas pe-

dibus suis, et conversi dirumpant vos.

San Mathéo.

VIL— 6. Qhantonne lentementet tres das... mon coeurpleure... Tristement, doucement, plaque Vaccord mineur;

I fait froid,

Un vague

il pálit

tres

quelque chose dans iheure...

blafard etreint l'ápre sonneur.

GUSTAVE KAHN.

Je

sais les cieux crevant en eclairs, ...je sais le soir.

Et j

ai vu quelquefois ce que V homme a cni voir.

Jean Arthur Rimbaud.

Douceur du

soir!

Douceur de la chambre sans lampe!

Le crépuscule est doux comme une bonne mort Et Vombre lentement qui s insinué et rampe Se déroule en pensée au plafond. Tout sendort.

Georges Rodembach.

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"4*

EL LIBRO SILENCIOSO Para Andrés Chabrillon, Gran Duque del Silencio i

del Misterio.

Leia un libro lleno de jugo de

lirios,

De gotas de sangre, De un helado sudor de martirio, De un susurro de tarde. Las palabras, reptiles de la gruta del alma, Se retorcían de dolor de espasmo, Se enroscaban huian a través de las pajinas i

i

ante el blanco Silencio salmodiaban un canto. Era un libro empapado de un milagro doliente Los misterios en él se cruzaban,

I

VICENTE GARCÍA HUIDOBRO FERNÁNDEZ

68

Se caia a las manos la frente, Se morían de tarde las almas.

A I

la orilla del libro

me

aspiré de sus lotos

el

I vi I

en su remanso

escuché

Allí vi el

el

vi

El

como

lirio

Este

Es

gotas de sangre,

dialogar de los astros.

modo de pasarme

Los sesenta I

las

acerqué yo una tarde

perfume amargado,

se

de

fastidios

mece en

el

la

a solas hora,

Recuerdo

azul de los ideales muertos.

libro, es tu libro,

tu libro

que vierte

poeta enigmático,

la luz del

Higuera que da sombra, en

Como una

tristeza

el

de madre.

>»gH§fr

ocaso,

camino grave,

VERSOS DE UN VIEJO TRISTE ¿Quién pronunció ese nombre

Que me perfuma

el

alma?

¿Quién ha iluminado mi Silencio? ¿Quién ha hecho florecer

En

la

el

Dolor que

me

abrasa?

caverna oscura de mi alma

¿quién ha prendido luces?

¿Quién despertó en

Que gateando por

ella al el

monstruo del recuerdo

suelo huye?

Hagamos una vida mas rica de interior Con mucho mas ensueño, con mucho mas Hagamos una vida silenciosa Pero mas plena de felicidad; Volvámonos los ojos hacia dentro I

refortalezcamos nuestra paz.

Pensemos en I no dejemos

las al

cosas que iluminan

recuerdo que huya,

dolor.

VICENTE GARCÍA HUIDOBRO FERNANDEZ

70

Meditemos, soñemos con Feliz en nuestra vida

He

lo

que hubo

que se esfuma.

de hacer del pasado mi presente,

Alargaré hasta hoi

el

tiempo

ido,

haré que mi presente retroceda

al

Para gustarlo siempre, para siempre

pasado vivirlo.

Cristalizo el recuerdo,

Como en un caracol en el me No me importa el presente ni Así yo

iré

viviendo sin

encierro.

anhelo

vivir.

Será una vida detenida

En

el

pasado

Como una fuente dormida, Como un fakir aletargado... Iré viviendo sin vivir,

Sentiré las caricias de mi madre, Sentiré los abrazos de mi 1

gustaré los besos que

amada

le di.

el

porvenir,

EL POEMA PARA MI HIJA que eres un retoño de mi vida que eres una continuación de mí mismo, mi silencio de mi melancolía;

Hija, tú

Tú De Tú que tienes la dulzura de lirio De tu madre, mírame largamente i

Con

tus ojitos llenos de alborada,

Llenos de una

Porque

el

que se presiente una gran desgracia.

tristeza

talento es

¿Qué quieres que te diga Cuando abres el interrogativo de

tu mirada?

¿Quieres saber algo de tu vida I

por qué de repente

Tú Tú Tú

te

has encontrado aquí?

eres

una refundición de

eres

el

retrato

i

la

tienes de los dos:

ella

i

de mí,

firma de nuestro amor,

VICENTE GARCÍA HUID0BR0 FERNANDEZ

72

Tienes de mi tristeza meditativa I

de

fuente clara de su sonrisa.

la

Hija, tú has encendido

Una luz en mi corazón, Tú has sido un florecer divino En el desdoblamiento de mi amor.

Tú me

perdonarás mi dolor de Arte,

Mi amor a las alas de cisne, Mi fervor a lo triste lo grande, Mi terror a la vida que sigue. i

Amo De

i

medito sobre

el

milagro astral

hombres divinos, Tiemblo ante todo lo sobrenatural los

I lloro

como un

perro a

lo

desconocido.

Mi Tristeza de ensueño enorme Rejistra por

Va como Que

la

alma en busca de

i

dolorosa

algo,

una princesa loca

recorre

Ama Que

el

el

palacio con los ojos clavados.

luna escuálida

cruza en un blanco derroche,

LA GRUTA DEL SILENCIO

La

reina tísica

Presa en

Hija,

la

i

73

pálida

cárcel de la noche.

no creas en

la ironía

Sé tú misma toda tu

de

los

blasones

aristocracia,

La gran aristocracia de los bosques Que se resume en levantar sus ansias.

El otro dia

al

cruzar

la

Alameda

Vi unas niñitas jugando a la rueda I una niñita pobre que miraba de lejos Con ojos codiciosos llenos de dolor; i

Su madre

arrastraba

la

Como diciendo: I

i

ella volvia los ojos

«¿Por qué no puedo jugar con ellas yo > ?

su madre decia:

cVen, ese es

Pensé en

tí,

el

juego de

las niñas ricas».

hija mía,

Maldije los blasones I

pensé que tú habrías jugado

Con

la niñita

pobre.

LAS FLORES DEL JARRÓN Las blancas

De Tú Ah!

la

flores del jarrón

me

dicen

delicadeza de tus manos!

arrancaste las rosas que están tristes las



pobres viuditas del Ocaso.

has tenido

el

cuidado de regarlas

Para llenar de aroma nuestro amor I

tuviste la idea de besarlas

Para ponerlas en mi corazón. Ellas saben ternuras de la brisa I

saben del besar de

I

tienen suavidades de caricia

Ah!

las

las estrellas

dulces sonrisas de la tierra.

Ellas poseen los cariños suaves

De

las

madres enfermas,

ellas tienen

VICENTE GARCÍA HUIDOBRO FERNÁNDEZ

~¡b

De De

la lenta

amargura de

la tristeza real del sol

Brotan Cual

si

i

el aire

la tarde,

que muere.

dejan perfumado

fueran lejanos pensamientos

Nacidos en cerebros de otros años Ah! los versos no escritos de los poetas muertos.

A LA HERMANA BUENA Tú que tienes los ojos azules de tristeza Dame tu santa paz de hermana buena Con

tus

manos benignas como abuelas

Conjura los tormentos que

me

ahogan,

Pon un dulce jemido de paloma

En

el

aburrimiento de mis horas.

Bésame larga silenciosamente Con un amor de estrella. Oh! sí, bésame i

Porque

tu adolescencia

me

serene.

Mira como mi libro entrecerrado finje Las manos juntas de una casta virjen

En

la actitud

de un rezo suave

i

triste.

VICENTE GARCÍA HUIDOBRO FERNÁNDEZ

78

No

olvides que mi vida junto a tu pena vaga

Que en el hondo misterio de mi alma Forme con mis ensueños una gran Vía

Tú flotas en el lago sombrío de mi Como una ondina triste amorosa

Láctea.

obra

i

Que en

el

silencio

Ponme en

de

las

los labios el

aguas boga. sabor de tu pena,

El consuelo ideal de una quimera

Tú que te mueres de anemia, Yo que me muero de estrellas.

*$M§*

AMA AL OTOÑO AMARILLO Yo perfumo I la

La

sonrisa que vaga en tus sonrojos

Como una Las I

de versos tus realezas

gloria de tus delicadezas,

garza en piélagos arcanos,

de tus ojos

estrellas jemelas

los lirios

La

jemelos de tus manos.

espiritualidad de tu persona,

Eso como incorpóreo que hai en tí, Esa mirada santa que perdona, Esas luces que besan al llegar hasta Suaviza mis martirios

Con

tus

manos, ofrenda de

lirios,

Con tu piedad de hermana Que mira silenciosa largamente, i

mí.

VICENTE GARCÍA HUID0BR0 FERNÁNDEZ

8o

Con Con

tu paz

tu

Ama

de fontana,

alma clara de agua de vertiente.

al

Otoño que pinta

amarillo,

Que vierte la elegancia de su gran letargo, Que enreda su oro viejo en mi jardincillo.. ¡El

Otoño

es

un Ocaso mas

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