Un Nuevo Comienzo: Meditaciones Diarias Para Navidad y Adviento - Lupita Vital

January 10, 2017 | Author: Libros Catolicos | Category: N/A
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Contents La luz llega entre la oscuridad Primera semana de Adviento Segunda semana de Adviento Tercera semana de Adviento Cuarta semana de Adviento Octava de Navidad María, Madre de Dios Epifanía

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La luz llega entre la oscuridad

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a luz llega en medio de la oscuridad” es el tema que he escogido para reflexionar durante este Adviento y Navidad. El propósito es aceptar con urgencia la luz de Cristo para transformar nuestras vidas en la sociedad actual. Este es un tiempo de oración fuerte, pero, de una oración con esperanza y gozo que nos reafirma la convicción del amor de Dios en nuestra jornada diaria. Al orar con las reflexiones durante este Adviento y Navidad, seamos conscientes de todas las personas que viven en una mayor oscuridad que claridad; por ejemplo, los inmigrantes, los desempleados, las mujeres, los ancianos, los niños maltratados, los pobres del mundo entero y las familias que viven la violencia en sus hogares. Al pedir por estas personas, oremos por nosotros mismos en este tiempo especial donde Cristo nacerá de nuevo en nuestros corazones. Tengo la esperanza que estas reflexiones personales centradas en la Palabra de Dios y en las experiencias de la vida cotidiana sean como una primavera de luz que nos lleven a vivir con gozo el Adviento y Navidad. No olvidemos que la esperanza es la orientación del espíritu que transciende todas nuestras oscuridades. Para vivir un Adviento y Navidad diferente este año, sugiero que nos fijemos en ciertos personajes que han buscado la luz en medio de la oscuridad en su propio tiempo histórico. Por ejemplo, el profeta Isaías, el profeta Jeremías, Juan Bautista, Isabel y la Virgen María. Asimismo, les invito a leer la biografía del santo o santa del día según el Santoral Romano. Ellos son estrellas que nos guían a Jesús. Sé que en la comunidad hispana vivimos el Adviento y la Navidad con gran alegría y esperanza. Las celebraciones de La Inmaculada Concepción, la Virgen de Guadalupe, las Posadas y el Nacimiento del Niño Jesús, la Epifanía, el Bautismo del Señor Jesús son antorchas que brillan y que proporcionan luz en nuestras vidas siempre. Por eso, con júbilo exclamamos: ¡Ven Señor Jesús y sé nuestra esperanza para caminar en tu luz! LUPITA VITAL DIRECTORA DEL APOSTOLADO HISPANO DIÓCESIS DE SAN JOSÉ, CA

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TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA

Prepara en tu hogar un lugar para tu oración personal y ora en silencio durante este tiempo de gracia que la Iglesia nos brinda.

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Domingo

Primer domingo de Adviento

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La noche va muy avanzada y está cerca el día ROMANOS 13, 12

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amá no te levantes todavía es muy de madrugada y está muy oscuro. Si te vas a trabajar a esta hora te puede pasar algo, y tengo miedo de que eso suceda.” Es el comentario de tantos niños inmigrantes de nuestro país que tienen que ver a sus padres ir a sus labores muy temprano y en la oscuridad de la madrugada. La oscuridad nos da miedo, todos la hemos experimentado; somos torpes en nuestros movimientos, nos tambaleamos al caminar, y muchas veces hasta nos lastimamos por falta de luz. ¿Has tenido esta experiencia alguna vez en tu vida? El Adviento es un caleidoscopio: hay diferentes puntos de vista, distintos sonidos de fiesta, muchísimos símbolos e historias del amor de Dios. Por esa razón, cada uno de nosotros lo vivimos de diferente manera. ¿Cuál es nuestro interés en este tiempo de Adviento y Navidad? Tendremos la luz de Dios como regalo, nuestra gratitud, por lo tanto, debe ser sin fronteras. En cada momento de nuestra vida, Dios nos busca, lo único que debemos hacer es girar hacia su luz. El Evangelio de este domingo nos da una oportunidad para planear y empacar lo que necesitemos durante nuestro viaje de fe durante el Adviento y Navidad. El Señor Jesús es claro, sus advertencias no tienen doblez. ¡Velen, prepárense, vigilen! Hay que poner nuestro reloj a tiempo y despertar convertidos en luz que ilumine las oscuridades de nuestra vida. Encendamos nuestra lámpara para no dejar entrar a los ladrones que nos acechan. La flojera se deja atrás, la envidia, la mentira y todas nuestras oscuridades personales que sólo nosotros conocemos deben ser cosas del pasado. Limpiemos el camino que ya viene el Salvador.

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OREMOS CON EL SALMO

Para mis pasos tu palabra es una lámpara, una luz en mi sendero. Tus testimonios han sido siempre mi herencia, son la alegría de mi corazón. Exponer tus palabras es dar luz y abrir la inteligencia de los sencillos (119:105, 111, 130).

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Lunes

Primera semana de Adviento

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Transformarnos no es fácil, salgamos de nuestra esquina

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todos nos gusta lo bonito, lo limpio, lo nuevo, lo que huele rico y sabe bien. Durante estos días del Adviento y Navidad debemos de aprovechar la oportunidad de renovar nuestro espíritu y nuestras actitudes, dejar lo viejo y aprovechar lo nuevo que tenemos escondido en nuestra persona. Todos estamos llamados a salir de nuestra propia “concha”–el lugar donde estamos cómodos con nuestras opiniones y formas propias de pensar y de ver la vida. Sin embargo, estamos invitados a abrirnos y ver el gran tesoro que llevamos dentro al transformarnos en personas nuevas, que ven la vida de forma diferente. Para esto, no tenemos que hacer cosas grandes basta que lo hagamos en la esquina pequeña de nuestras actividades cotidianas, ya sea, en el hogar con la familia, en el lugar de nuestro ministerio, en la escuela, en el trabajo y en el círculo de nuestras amistades. Claro, que podemos hacer que brote la riqueza de nuestra apertura, de nuestra compasión y de nuestro amor al compartir la esperanza nueva que hemos descubierto en lo más íntimo de nuestra persona con los que nos rodean. El profeta Isaías es un modelo a seguir en nuestra lucha de transformarnos en mejores seres humanos y nos indica hacia donde debemos de alzar la vista para que nuestros ojos se llenen de luz. “Vengan subamos al cerro de Yavé, para que nos enseñe sus caminos, y caminemos por sus sendas. ¡Caminemos a la luz de Yavé!” (Isaías 2:3-5).

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OREMOS CON EL SALMO

No deja que tu pie dé un paso en falso, no duerme tu guardián: jamás lo rinde el sueño o cabecea el guardián de Israel. Durante el día el sol no te maltratará, ni la luna de noche (122). TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA

Haz un esfuerzo especial y dialoga con algún miembro de tu familia o amistad que tiene opiniones diferentes a las tuyas y escúchalo.

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Martes

Primera semana de Adviento

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Dios pone su confianza en los que son leales

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ablar de lealtad y confianza en estos tiempos es muy difícil. Estamos tan materializados y enfrascados en tantas cosas superficiales que, a veces, no sabemos ni siquiera el significado de estas palabras. Ser leal es ser fiel a alguien e implica ser honrado, no engañar, ni traicionar, ni mentir, en una palabra, ser cabales, es decir, de una pieza sin doblez. La confianza es un sentimiento de esperanza o seguridad de confiar en algo o en alguien. Tener confianza es asirnos a lo desconocido con la seguridad de que no fracasaremos. Estoy segura que todos nosotros hemos tenido la experiencia de ser leales a una persona: nuestros padres, esposo/a, amigo/a. ¿Recuerdan los sentimientos que brotaron de nuestro corazón al practicar esta virtud? o viceversa cuando no somos dignos de confianza y nadie nos cree lo que decimos o hacemos, y luego, ¿qué tipo de sentimientos salen de nuestro corazón? El Adviento y la Navidad son tiempos fuertes donde se marca la gran confianza y fidelidad que Dios nos tiene al permitir que su Hijo se encarne en nuestra humanidad. Es aquí donde encontramos el proyecto para todos los seguidores de Cristo. El profeta Isaías revela la llegada del Mesías como un tiempo donde todas las diferencias son resueltas. “El lobo habitará con el cordero, el puma se acostará junto al cabrito.” (Isaías 11:6). Ahora es nuestro tiempo de corresponder a Dios con nuestra confianza y fidelidad. Seamos generosos con las personas que nos rodean siendo leales y dignos de confianza.

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OREMOS CON EL EVANGELIO

Yo te bendigo Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos y se las has dado a conocer a los pequeñitos (Lucas 10:21). TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA

Reconoce y felicita a un miembro de tu familia que tenga la fama de no ser digno de confianza y aprende de esta persona de qué forma es o no es fiel a los suyos y a Dios.

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Miércoles

Primera semana de Adviento

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La comida y el alivio van de la mano

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n los años que he trabajado en mi ministerio me sorprendo cada vez más de la forma como la comida y el sanar van de la mano. Ya sea visitando los enfermos en los hospitales o en sus casas siempre he escuchado a las enfermeras, a nuestra mamá y abuelita o doctores expresar la siguiente frase: “Si visitan seguido a su enfermo y lo acompañan durante sus comidas, sanará pronto.” ¡La comida es un punto clave para lograr el alivio de la enfermedad! Y para los que de alguna forma no estamos enfermos físicamente sabemos que comer acompañados es muy saludable y nutritivo ya que nuestro cuerpo aprovecha al máximo lo que consumimos. El profeta Isaías lo sabía muy bien y nos invita hoy a contemplar el banquete que Dios nos ofrece como un lugar sagrado. “En este cerro, una comida con jugosos asados y buenos vinos, un banquete de carne y vinos escogidos.” (Isaías 25:6). También, en la montaña, Jesús da muestras de la gran misericordia de Dios para su pueblo. Jesús les dio de comer y sanó todas sus enfermedades. “Un gentío muy numeroso se acercó a él trayendo mudos, ciegos, cojos, mancos y personas con muchas otras enfermedades.” (Mateo 15:30). En este Adviento y Navidad, Jesús nos invita a reflexionar detenidamente en el significado de acompañarnos mutuamente contando nuestras historias y tradiciones a través de las generaciones, y a la vez, lo sabroso de compartir nuestros recursos y comida entre nosotros. Como cristianos sabemos que el Cuerpo y la Sangre del Señor en la Eucaristía es el alimento esencial para nuestro caminar; no lo desaprovechemos. TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA

Compartir alguna historia de la familia que nos ha ayudado a vivir nuestra fe durante este tiempo de Adviento con los más pequeños.

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OREMOS CON EL EVANGELIO

Siento compasión de esta gente, pues hace ya tres días que me siguen y no tienen comida. Y no quiero despedirlos en ayunas, porque temo que se desmayen en el camino. (Mateo 15:32).

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Jueves

Primera semana de Adviento

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Dios es nuestra roca firme que siempre nos acompaña

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i tomamos un puñado de arena en la playa y la vemos bajo un microscopio, podríamos pensar que estamos excavando un hoyo profundo. ¿Qué es la arena? Pues, es sencillamente billones de rocas pequeñas. Lo que podemos comprobar a simple vista es que la única diferencia entre la arena y la roca es la cantidad. El profeta Isaías nos dice que Dios es nuestra roca eterna que siempre ha cumplido fielmente a todas las generaciones y que con firmeza nos guía a la ciudad Santa. Nuestra responsabilidad es ser mensajeros de fe y constructores de amor en roca firme donde nuestros hermanos puedan sentirse seguros. Las personas podemos caminar por la vida como simples granos de arena, o hacer lo contrario, unirnos en solidaridad y llegar a ser rocas firmes donde ni la lluvia ni el viento nos destruya. Juntos somos hombres y mujeres de fe, y juntos como los billones de granos de arena podemos cambiar a la ciudad que nos rodea, nuestra familia, vecindario y comunidad. No hacer nada significa construir en base de arena. El Adviento es una gran oportunidad para llevar a cabo la voluntad del Padre del cielo en nuestra realidad humana. Construyamos, pues, la casa de nuestro corazón, con la energía del amor que nos llegará pronto para reconocer la necesidad de cambio en nuestras vidas. ¿Con quién me uniré para ser roca firme, para que se logre un cambio en nuestro mundo, familia, y comunidad? TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA

Comparte alguna experiencia que has tenido de Dios como roca firme en tu vida y cómo has agradecido este gesto.

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OREMOS CON EL SALMO

Tú eres mi Dios, te doy gracias; ¡Dios mío, te digo que eres grande! Den gracias al Señor, pues él es bueno, pues su bondad perdura para siempre (118).

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Viernes

Primera semana de Adviento

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Estamos ciegos. ¿Dónde está la luz?

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n este siglo XXI, la ciencia y la tecnología han avanzado tanto que muchas veces la información que se nos da es demasiada, como resultado, quedamos siempre a ciegas por no entender tanta instrucción nueva. Por ejemplo, en términos de tecnología lo que hoy es moderno mañana es antiguo, nunca terminamos de aprender ni tenemos el tiempo de practicar lo aprendido. Somos unos ciegos modernos. En nuestros avances de modernidad existe un gran vacío de Dios. ¿Qué nos impide que Dios esté en nuestros avances? A lo largo de la historia el ser humano pierde el sentido de su humanidad y se convierte en amo de su propia ceguera, en su propio dios. En el Evangelio de hoy, dos ciegos que seguían a Jesús, a lo largo del camino no dejaban de clamar: ¡“Hijo de David, ten compasión de nosotros”! Ellos querían ver la luz, era su única oportunidad, por eso, deseaban ver a Jesús. ¿Acaso nosotros no deberíamos hacer lo mismo en este siglo XXI? En esta primera semana de Adviento, debemos prepararnos para recibir la luz en medio de la oscuridad de nuestro mundo. Un mundo que muchas veces no se da cuenta de la oscuridad que lo envuelve. La violencia nos abruma y la injusticia aniquila la voz de los más pobres. Dejémonos tocar por el Señor Jesús. Él es el único que nos puede curar nuestra ceguera personal y social. Sólo así podremos escuchar las palabras de aliento como los ciegos del camino: “Hágase así, tal como han creído”. TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA

Reflexionemos, ¿cuáles son mis cegueras personales que debo corregir? ¿Considero a las personas alrededor de la mesa Eucarística como parte del Cuerpo de Cristo?

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OREMOS CON EL SALMO

Señor, oye la voz con que a ti clamo, escucha, por piedad. Mi corazón de ti me habla diciendo: Procura ver su faz. Es tu rostro, Señor, lo que yo busco, no me escondas tu cara (27).

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Sábado

Primera semana de Adviento

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Nuestro granito de arena es importante para construir

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l Adviento es un tiempo para aquietar nuestras carreras cotidianas y detenernos a practicar el arte de la espera de nuestro Salvador con paciencia. El profeta Isaías nos recuerda que ya dejemos de lamentarnos porque Dios ha respondido a nuestras necesidades. Tenemos la línea de la comunicación abierta. Sólo hay que llamar para ser atendidos. Dejemos que nuestros corazones escuchen y respondan al llamado de Dios. Seamos embajadores de la esperanza, de la luz y de la paz para todas las personas que nos rodean. ¡Qué bueno es el Señor al darnos la dicha de esta espera! Como cristianos debemos de revisar y ver qué anda mal en nuestra vida. Una buena revisión no nos cae mal. Dios siempre nos dará una buena nota si cambiamos nuestro corazón de piedra por uno que sepa amar y proclamar el anuncio de su Reino. Jesús necesita trabajadores para su campo. Seamos generosos en colaborar con Dios, en cualquier situación que estemos viviendo. Alegría o dolor, Dios nos consolará. Hagamos metas a corto y largo plazo en nuestra vida, tracemos nuevos caminos, abramos la puerta al espíritu del Adviento. Seamos personas constructivas, vale la pena intentarlo. Respondamos a la Palabra de Dios, trabajemos en su viña. Los invito a reflexionar a la siguiente pregunta: ¿qué servicio puedo ofrecer al Espíritu de Jesús en nuestra comunidad? TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA

Dé una donación especial en su parroquia o a alguna institución que ayude a personas sin recursos. Si por alguna razón no puede dar donación, dé a su familia algo especial. Por ejemplo, comparta momentos significativos en su familia.

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OREMOS

Señor, enséñanos a tener un espíritu de esperanza y de gozo en este Adviento. Ayúdanos a hacer del mundo un lugar mejor, donde se practique la justicia y el amor. Gracias por llamarnos a participar en tu labor. AMEN.

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TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA

Hagamos un momento de reflexión para escuchar las “voces” que más nos atraen. Examinemos si son “voces” que nos llevan a Dios. Si no es así, aproveche este tiempo para escuchar otras voces.

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Domingo

Segundo domingo de Adviento

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Una voz grita en el desierto: preparen un camino al Señor; hagan sus senderos rectos MATEO 3:3

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n el evangelio, Juan Bautista llama a las personas a la conversión, a limpiar el camino de todos los obstáculos que no les permita que cambien sus corazones. Para limpiar el camino y enderezar lo torcido de nuestra vida no se requiere un cambio de nuestra condición humana. Pero, sí se requiere un cambio del corazón y la mente, es decir, una conversión. Al reflexionar en estos pasajes de la Escritura, tomemos un tiempo para meditar sobre la oscuridad que reposa en nuestro corazón y discernir sobre las muchas “voces” que nos llaman desde el desierto. Estas “voces” nos están llamando a todo lo que devalúa a la persona humana, “voces” que nos incitan a abandonar a nuestros ancianos, a los inmigrantes, a los refugiados, a los niños, a las mujeres, a los desamparados, a los desempleados o los que carecen del derecho a un buen sistema de salud. ¿Estamos escuchando a estas “voces” que nos llaman? ¿Podemos responder a estas “voces”? Escuchar y responder implica compromiso. Tener claridad de nuestro camino conlleva a la aceptación de la verdad y de una toma de conciencia de nuestra responsabilidad en la sociedad. Este es un gran reto, debemos de acostumbrar nuestro oído a escuchar la “VOZ” de Dios que es muy diferente a las otras “voces”. Reflexionemos en las siguientes preguntas: ¿de qué forma abro yo mis oídos para escuchar la voz de mi conciencia que me invita a un cambio en este Adviento? ¿soy sensible a la Palabra de Dios? ¿escucho la voz de mis hermanos que claman por justicia?

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OREMOS

Señor Jesús, durante este Adviento ayúdame a limpiar el camino para ti en mi corazón. Dame el entusiasmo de cambiar algo de lo que veo. Y así, convertirme en un verdadero signo de luz en la oscuridad, de esperanza en la adversidad y de ayuda en la necesidad. AMEN.

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Lunes

Segunda semana de Adviento

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Hay que tener la determinación para ayudar a los demás

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ara preparar la venida del Señor entre nosotros y tener la certeza que nos salvará, debemos buscar formas de acercarnos a su Palabra. Por eso, reflexionar en el Evangelio diario, en esta temporada del calendario litúrgico, es vital para nuestra vida espiritual. Ya en nuestra parroquia hemos encendido la segunda vela de la corona de Adviento y nuestro gozo aumenta con el pasar de los días. En algunas parroquias donde se encuentra la comunidad hispana, se empieza a preparar la celebración de la Inmaculada Concepción de María, de la Virgen de Guadalupe y, por supuesto, de las tradicionales posadas. Cuando salimos a la calle nos damos cuenta que las abundantes luces de colores contrastan su brillantez con la oscuridad de la noche. Hoy el Evangelio nos narra de manera espectacular cómo los amigos de un paralítico lo llevan ante Jesús en medio de la multitud. Jesús se preocupa por la vida de esta persona y lo reconcilia de forma admirable ya que lo alivia de su enfermedad física y le perdona sus pecados. Al ser perdonada la persona es integrada a la sociedad nuevamente, por eso, el perdón es crucial entre nosotros. Dios nos restaura, respeta nuestra dignidad de persona y nuestra vida. Durante este Adviento, recordemos que para Dios todo es posible. Nos cura, nos perdona y nos invita a caminar de nuevo. Pero, no lo podemos hacer solos, necesitamos de un empujoncito, de la ayuda de otras personas. Reconozcamos que nacemos en familia y crecemos en comunidad. Preguntémonos, pues, lo siguiente: ¿en cuál área de nuestra vida necesitamos la ayuda de otras personas? ¿qué camilla nos impide ponernos de pie? TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA

Recordar durante el día que debo aceptar el perdón de Dios primero, para luego, poder perdonar a las personas que me han ofendido.

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OREMOS CON EL SALMO

Felices los que habitan en tu casa, se quedarán allí para alabarte. El Señor es un baluarte y un escudo, el Señor dará la gracia y la gloria a los que marchan rectamente: ninguna bendición les negará (84:5, 12).

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Martes

Segunda semana de Adviento

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Consolar y ser compasivos es responsabilidad de todos

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ivimos en una sociedad muy ingrata me decía una mujer de avanzada edad que pasa sus días en una casa para ancianos jubilados. Las generaciones de jóvenes modernos no son como nosotros en el pasado. Esta señora me decía “Antes yo trabajaba para ayudar a mis padres y eso me hacía muy feliz. Ahora veo con tristeza que los jóvenes de estos tiempos modernos lo que desean es deshacerse de sus padres en cuanto terminan sus estudios o tienen trabajo. Cuando lo que deseamos los ancianos es solamente un poco de consuelo y compasión.” El comentario de esta sabia mujer me hizo recordar lo que el profeta Isaías nos dice en este tiempo de Adviento. “Consuelen, dice Yavé, tu Dios, consuelen a mi pueblo.” Esta es la exhortación constante de Dios para nosotros. La manifestación de su amor nos llama a todos, y por tanto, todos debemos de corresponder a este amor de varias formas: entrega generosa en el servicio, compartiendo lo que somos y tenemos pero, sobre todo, consolando a los que más sufren. Somos embajadores de la gentileza y compasión de Dios. El Adviento es un tiempo especial donde el nacimiento de nuestro Redentor nos reúne a los que andamos buscando consuelo en el abrazo de Dios y sólo lo experimentamos al volver de los extravíos de la vida como la oveja perdida del evangelio. Durante este año intensifiquemos nuestra comunión con Dios, de este modo, por medio de su gracia continuaremos cultivando un corazón compasivo siempre preocupado por el sufrimiento de los demás. TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA Hacer una obra de caridad. Puede ser visitando alguna casa para ancianos y darles consuelo.

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OREMOS CON EL SALMO

Canten al Señor un canto nuevo, cante al Señor toda la tierra! Canten al Señor, bendigan su nombre, su salvación anuncien día a día (96).

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Miércoles

Segunda semana de Adviento

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No quiero éxito, quiero maravillarme de las cosas del Señor

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aría era una joven mujer, ferviente, sencilla y entusiasta cuando el ángel le anunció que sería la madre de Jesús y dijo “Sí” y, entonces, la tierra se llenó de gozo. Ella era humilde y sencilla pero se sentía orgullosa que Dios la hubiera escogido para ser la Madre del Salvador. Su “Sí” fue incondicional y sin demora; ella estaba lista para hacer la voluntad de Dios en ese momento. Sin embargo, la vida siguió su curso. Todo pasó tan rápido. Los años volaron. Quedaron en el recuerdo su prima Isabel, su esposo José y, luego, llegó el momento difícil donde estaba sola con su Hijo que cumplía la voluntad de Dios. Y ella seguía diciendo “Sí” a su Señor, a su Dios. María repetía en silencio su entrega a Dios en los actos de su vida: desde la cuna arrullando a su pequeño hasta al pie de la cruz. “Nada es imposible con Dios.” María siempre seguía fiel, aparentemente sin éxito, pero siempre maravillada de la grandeza de Dios. La vida de María y mi vida son parecidas y diferentes al mismo tiempo. Siempre con una palabra “Sí” aquí estoy Señor para escucharte. “Yo soy la servidora del Señor, hágase en mi tal como has dicho.” Lo que esta niña agraciada nos enseña en este Adviento es la forma de recibir y cuidar al buen Jesús con nuestras buenas obras, proclamándolo con nuestros labios, recibiéndolo en nuestro corazón, trabajando con nuestras manos respondiendo con un generoso “sí” en cualquier circunstancia de nuestra vida. Niña de Nazareth, Mujer de Jerusalén, Reina del cielo, María Inmaculada, ayúdanos a escuchar y reconocer la voz de Dios en cada llamada en nuestra vida todos los días. TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA Este día di “Sí” a algo que sea difícil hacerlo, responde generosamente, con paciencia y con apertura del corazón reconociendo a Dios en las personas exigentes y que nos molestan.

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OREMOS CON EL SALMO

La luz ya asoma para el justo y la alegría, para los de recto corazón. Alégrense, justos en el Señor, y den gracias a su santo nombre (96:11–12).

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Jueves

Segunda semana de Adviento

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Mensajeros del amor a como dé lugar

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i nos damos cuenta estamos casi llegando a la meta y esto nos debe de llenar de alegría, pues, Dios viene a quedarse con nosotros. Adviento es el tiempo propicio para anunciar la buena nueva a todas las personas que nos rodean. Consideremos este momento tan especial para enfrentarnos con nuestras debilidades y fortalezas, para reflexionar lo que significa ser seguidores de Cristo. Así, estaremos preparados para proclamar la buena nueva que se anuncia en las Escrituras. “El Mesías está por llegar.” Debemos ser mensajeros comprometidos como San Juan Diego que representa a todos los seguidores de Jesús. Sabemos que él estaba enterado del sufrimiento y de la muerte que sufría su pueblo a manos de los conquistadores. Sin embargo, no se desanimó. San Juan Diego continuó con su deseo de aprender el mensaje cristiano. En aquel momento, se dio el encuentro con la Virgen María, en un diálogo de compromiso. Pero, no todo fue fácil para él. Tuvo que cruzar muchas barreras y obstáculos que lo hicieron confrontarse a él mismo y a su gente. Con el evento Guadalupano, San Juan Diego tuvo muy claro que era llamado a ser discípulo de la Virgen María. Ella rompió la oscuridad de las barreras que existían entre los pobres y enseñó nuevos caminos para alcanzar una auténtica fe cristiana. La grandeza de San Juan Diego estriba en su apertura para ser puente entre la cultura europea e indígena de aquellos tiempos. Y, nosotros, ¿estamos dispuestos a ser mensajeros del amor de Dios en estos tiempos? ¿Tenemos la disponibilidad para ser puentes entre las muchas culturas que existen en nuestras comunidades? ¿Deseamos ser testigos del mensaje cristiano en el complejo mundo en que vivimos? TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA Reflexionemos en algún momento del día la forma de cómo llevamos nuestro compromiso bautismal. ¿Es compromiso o sólo costumbre de ser cristiano?

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OREMOS CON EL SALMO

Dichoso el hombre y la mujer que no va a reuniones de malvados, ni sigue el camino de los pecadores ni se sienta en la junta de burlones, más le agrada la Ley del Señor y medita su ley de noche y día (1).

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Viernes

Segunda semana de Adviento

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Les tocamos la flauta y ustedes no han bailado; les cantamos canciones tristes y no han querido llorar. MATEO 11:17

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o sé si has tenido la oportunidad de asistir a una fiesta de bodas o de quince años donde la mayoría de personas se divierten, pero, si te fijas bien en los invitados siempre habrá más de alguna persona que no lo hace. Ni come, ni baila, “ni suda ni se abochorna” dice el dicho popular. Son personas inconformes que siempre se están quejando de todo. Cuando Jesús estaba en su tiempo histórico le pasó algo semejante con personas que se quejaban de todo y nos les gustaba que él estuviera al lado de los pobres. El hecho de curarlos, liberarlos de ataduras emocionales y darles de comer no era bien visto. A Jesús lo debemos de aceptar tal y como se nos presenta en la vida. No podemos hacerlo a nuestra manera ni manipular su ayuda. No seamos aguafiestas de la voluntad de Dios. Y escuchemos lo que escuchar su Palabra implica. “Es un comilón y un borracho, amigo de cobradores de impuestos y de pecadores. Con todo, se comprobará que la sabiduría de Dios no se equivoca en sus obras.” (Mateo 11:19). Cada Adviento la Iglesia nos invita a ser personas nuevas. En cada Adviento, nuestro concepto de Jesús debe cambiar y debe hacerse más intima nuestra relación y comunión con Él. En la quietud del Adviento, una vez más se nos ofrece la esperanza de un mundo nuevo y mejor. Esta esperanza revitaliza a nuestro cansado interior que nos motiva a volver a crear y a creer. ¡Ánimo seamos positivos con el Señor cuando nos toque la flauta! TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA

Disfruta este día con la alegría que nace del corazón que tiene la esperanza que la presencia de Dios existe entre los pobres de espíritu.

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OREMOS

Tú, Señor eres un amigo fiel, ayúdanos a ser personas con sabiduría. Que sepamos discernir nuestras acciones en base a nuestra relación contigo y con nuestros hermanos y hermanas. Todo esto te lo pedimos en el nombre de tu Hijo Jesús que ya viene para salvarnos. AMEN.

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Sábado

Segunda semana de Adviento

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Restáuranos Señor que estamos rotos

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i este tiempo fuerte de reflexión no hace mella en nuestra vida quiere decir que no tenemos remedio. Pues, tal pareciera que el mundo camina para atrás. Las noticias de todos los días nos ponen nerviosos y, algunas veces, caemos en crisis tan sólo de escuchar y ver tanta desgracia humana. La violencia ha destruido hogares sin piedad. Los desastres de la naturaleza han terminado con pueblos enteros durante este año. Muchas veces, las cárceles están llenas de personas inocentes que sólo buscaban una vida mejor. Tal pareciera que todo lo que deseamos alcanzar implica sufrimiento. Adviento es el tiempo para reordenar todas las cosas, para limpiar donde está sucio, para reacomodar los espacios de nuestra vida personal. Dios nos ama fielmente y nos protege cuidadosamente y desea nuestra felicidad. A pesar de que muchas veces nos alejamos, Dios siempre nos busca y llama con voz suave a volver a su lado. Dios nunca nos violenta sólo nos persuade con su amor. Cuando vemos nuestras propias faltas, nuestros egoísmos y aún nuestra necesidad de Dios, entonces, tenemos frente a nosotros la señal que estamos listos para la reconciliación. En este tiempo tan especial, ojalá que le pidamos a Dios, el valor de enfrentarnos a nosotros mismos con honestidad para aceptar nuestra humanidad rota. Acudamos a los servicios de reconciliación que se celebran en nuestras parroquias con una verdadera humildad. TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA Buscar un momento para hacer un examen de conciencia profundo para prepararnos para la reconciliación. Además, si tengo algo contra mi hermano o hermana, es tiempo de pedir perdón y de dialogar.

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ORMEOS CON EL SALMO

¡Oh Dios, retómanos en tus manos, haz brillar tu faz y sálvanos! Ya no nos apartaremos más de ti, nos harás revivir y tu nombre invocaremos (80:4,19).

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TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA

Santo del día: En un momento toma tu biblia y con devoción recita el Magníficat (Lucas 1:46-55).

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Domingo

Tercer domingo de Adviento

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Estás contento, Jesús, estás contento

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a mayoría de nosotros hemos experimentado el gozo en nuestro corazón. El nacimiento de nuestros hijos, el cumpleaños de nuestros seres queridos, el día de la madre y del padre, el terminar los estudios son algunos de los eventos que nos colman de alegría. Este domingo, se celebra el domingo del gozo (Gaudete es la palabra del latín que significa gozo.). En su carta a los Filipenses, San Pablo nos invita a la alegría de permanecer en el Señor. Esta es la clave de este consejo. El gozo en Jesús no es un producto sino una característica esencial de la vida cristiana. Conviene que examinemos si Dios está en nuestro corazón. El gozo es señal de su presencia. Además para el pueblo hispano existe otra alegría: celebramos la Fiesta de la Virgen de Guadalupe, Patrona de la Américas. María se le apareció a San Juan Diego que era un hombre humilde y fiel a la doctrina cristiana. María de Guadalupe nos acompaña con su presencia constantemente y esto es una gran bendición. Desde su aparición en el cerro del Tepeyac hasta nuestros días, Santa María de Guadalupe es causa de nuestra alegría. Dios escogió a María para que sea la pastora que nos guíe a Jesús. Si entendiéramos a las diversas culturas que coexisten en los Estados Unidos podríamos llevar el mensaje del Evangelio con efectividad como lo hizo María. Lo mismo que en Judea y en el Tepeyac, la Virgen Nazarena acude para traer consuelo y gozo a los males que aquejan a la sociedad. Ella nos dice “No estoy yo aquí que soy tu Madre.” Estas palabras nos llenan de alegría y de luz frente al dolor, miedo y tristeza. No estamos solos al caminar, la Virgen María nos trae a Jesús. Con justa razón la llamamos la mujer del Adviento.

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OREMOS

Con gozo y agradecimiento te damos gracias Señor, por darnos la alegría de la presencia de María entre nosotros. Ven y socórrenos con tu amor y cuidado en medio de nuestros sufrimientos. Sigue dándonos paz y gozo en nuestro corazón. Te pedimos todo esto en nombre de tu Hijo Jesús que viene a salvarnos. AMEN

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Lunes

Tercera semana de Adviento

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Te damos gracias Señor por tu presencia entre nosotros

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asi siempre, las personas que ejercen la autoridad nos irritan por la forma en que actúan ya que, en la mayoría de los casos, sus palabras no van de acuerdo con sus acciones. Me explicaba un buen hombre de un pueblo de México que al ejercer la autoridad, de una manera responsable, hay que tener más tino que desatino. Este buen hombre agregó que “la autoridad sólo sabe dar órdenes, no guía, no conduce, no acompaña”. Me quedé sorprendida de tal comentario. Entonces, recordé que los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo de Israel cuestionaban la autoridad de Jesús y de Juan Bautista. Ellos no toleraban que Jesús y Juan tuvieran autoridad ante la gente y no fueran de su grupo selecto de eruditos. Tanto en el pasado como hoy, nos damos cuenta que el Espíritu sopla donde quiere y vemos como Dios muestra diferentes caminos para que se haga su voluntad. Sin embargo, hay que tener claro que la persona que ejerce la autoridad debe usarla al servicio del bien común, precisamente, esta acción irritaba a las autoridades judías. Jesús servía a los pobres y vulnerables con especial esmero y cuidado. Jesús les daba de comer, los curaba y liberaba de sus males y les decía que para el Padre del cielo eran muy importantes. Tratar al otro con respeto y dignidad no es sólo responsabilidad de la autoridad sino de todos, por eso, somos responsables de ayudar a nuestros representantes a cumplir su misión. La autoridad, también, llena nuestro espíritu de la verdad, la justicia y la hermosura de un Dios que pronto estará entre nosotros. TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA

Piensa en alguna persona que ejerce la autoridad sobre ti y agradece lo que ha hecho por ti.

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OREMOS CON EL SALMO

Haz, Señor, que conozca tus caminos, muéstrame tus senderos. En tu verdad guía mis pasos, instrúyeme, tú que eres mi Dios y mi Salvador. Te estuve esperando todo el día, sé bueno conmigo y acuérdate de mí. Acuérdate que has sido compasivo y generoso desde toda la eternidad (24:5–6).

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Martes

Tercera semana de Adviento

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La oración es clave para vigilar y esperar

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l Adviento es un tiempo para adiestrarnos en el ejercicio de la oración. La oración es un tiempo para vigilar y esperar tal como lo hicieron las vírgenes prudentes que tenían su aceite listo para encender sus lámparas en el momento en que apareciera el novio (Mateo 25). Vigilar y esperar para no quedarnos dormidos porque el Señor puede pasar en nuestra vida y puede ser que ni cuenta nos demos. La oración cristiana es vigilar la llegada del Señor a nuestra historia humana. En los hogares hispanos, desde pequeños se nos enseña a rezar antes que a caminar. Nuestras abuelitas eran las encargadas de darnos a conocer a Dios. Quizá usted me diga que estoy exagerando pero quiero ser optimista e invitar a nuestras familias hispanas a no perder la costumbre de rezar. Si por algún motivo algunas familias no rezan, entonces, durante este Adviento es el momento de retomar esta costumbre. Esperar orando y no comprando tantos regalos que a veces ni necesitamos. ¡La llegada del Señor es importante! Todos debemos de estar preparados porque el encuentro con el Señor llegará. Pero, un momento, ¿Acaso Cristo no está aquí entre nosotros? El que Cristo esté con nosotros depende de cada uno y de nuestra relación personal con Él. Nadie está listo a recibirlo sin un verdadero espíritu de oración. Oremos que Dios nos regale esta gracia. Pidámosle ardientemente que nos enseñe a orar. TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA Haga una lista de sus devociones favoritas y en los días que quedan antes de la Navidad, récenlas en familia.

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OREMOS CON EL SALMO

Buenos, festejen al Señor, pues los justos le deben alabar. Denle gracias, tocando la guitarra, y al son del arpa entónenle canciones. Entonen para él un canto nuevo, acompañen la ovación con bella música (33:1–3).

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Miércoles

Tercera semana de Adviento

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Jesús viene a retocarnos para lucir mejor

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n la sociedad de hoy es muy importante lucir bien para alcanzar nuestras metas. En algunas ocasiones, llegamos a la conclusión de que nuestra presentación física no es suficiente y nuestro currículo u “hoja de vida” debe mejorar. Si analizamos los medios de comunicación, nos daremos cuenta cuán importante es que las personas que aparecen en la pantalla de televisión estén bien presentados, bien vestidos, muestren cierto nivel cultural pero, sobre todo, que sean gente bonita. Y si no lo son, buscan diferentes medios para estarlo e incluso acuden a la cirugía plástica para lucir mejor en la pantalla chica. El Adviento es la pantalla de Dios que nos motiva a lucir lo mejor posible durante todo el año para nosotros mismos, para la comunidad y para Dios. Quizá no sepamos a ciencia cierta cómo hacerlo. Por tanto, sigamos el consejo del profeta Isaías; él dice que ayudemos a producir fruto y trabajemos para que la justicia florezca. Pero, ¿dónde debemos de florecer? ¿quién necesita que seamos justos? Cristo viene para mostrarnos la abundancia de sus maravillas. Cristo nos muestra quién es él. A su paso, hizo ver a los ciegos, sanó a los cojos y a las personas llenas de achaques y, sobretodo, los liberó de las ataduras del pecado. En este Adviento y Navidad, dejémonos retocar por Jesús que sabe cómo luciremos mejor. Él es el mejor doctor y cirujano. TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA Reflexiona en las siguientes preguntas. ¿Quién te ha compartido la luz de Jesús en este día? Y ¿A quién le has dado tú la luz de Jesús hoy?

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OREMOS CON EL SALMO

Felices los que habitan en tu casa, se quedarán allí para alabarte. El Señor es un baluarte y un escudo, el Señor dará la gracia y la gloria a los que marchan rectamente: ninguna bendición les negará (84:5,12).

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Jueves

Tercera semana de Adviento

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En el nombre del cielo os pido posada

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sta semana en la comunidad hispana, se inician las tradicionales posadas. Hoy el corazón se llena de buenos recuerdos y de fe. “El origen de esta costumbre viene del siglo XVI. En el año 1587, fray Diego de Soria, Prior del convento de San Agustín Acolman, en México, obtuvo un permiso del Papa Sixto V para celebrar un novenario de misas del 16 al 24 de diciembre, llamadas de aguinaldo.”1 Desde entonces hasta el día de hoy, las posadas han sido un modo de expresión popular cuyo propósito es evangelizar a muchas generaciones. Las posadas abren el camino para que las personas de todas las edades expresen su fe y encuentren a Dios en el gozo y el espíritu del Adviento. Esperamos al Niño Jesús, al Emmanuel, al Dios con nosotros de una manera muy peculiar, con cantos de alegría agradecidos por la presencia de Dios en su pueblo. Durante la novena de las posadas, caminamos juntos como comunidad peregrina inmigrante y ofrecemos a Dios nuestro pasado, presente y futuro. Le damos los frutos de nuestra historia: nuestros fracasos y nuestra esperanza. El esfuerzo de cada familia nunca es demasiado pequeño ni insignificante. Todos somos profetas, portadores de esperanza. Esta es la maravilla de nuestra comunidad, donde Dios toma la iniciativa, Dios es el que nos da todo bien. Y la mejor manera de agradecer su bondad es nuestra participación en la construcción de su Reino. TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA Acude a la posada en tu parroquia o en alguna casa. Si no es posible, reza el rosario en familia.

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OREMOS CON EL EVANGELIO

Este es el hombre de quien la Escritura dice: Ahora envío a mi mensajero delante de ti para que te preceda y te abra el camino. Y yo les digo que entre los hijos de mujer no hay ninguno más grande que Juan Bautista; y sin embargo, el más pequeño en el Reino de Dios es más que él (Lucas 7:27–28). 1. Lic. A. Tomas Parra Sánchez La Navidad Origen Tradición Símbolo Ediciones Paulinas Segunda Edición página 42 segundo párrafo. México 2001

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Viernes

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Conocer nuestro origen es importante

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ecuerdo la primera vez que llegué a los Estados Unidos. Me sentí perdida entre tanta gente de diferentes razas y lenguas, distintas formas de pensar y de actuar, nueva cultura, nueva iglesia. Todo era diferente. Pero, mi mayor sorpresa fue descubrir que los hispanos somos tan diferentes entre nosotros mismos. Es tan grande la diferencia que para conocer y hacer amigos entre los diferentes grupos, debemos de saber el origen, la cultura y la tradición de la persona. Sin embargo, todos sabemos el camino para disipar nuestra confusión. ¡Vamos a la Iglesia! Ahí nos identificamos con una sola fe y un Padre celestial que nos ama a todos por igual. A una semana antes de celebrar la Navidad, en el Evangelio de Mateo se enumeran los antepasados de Jesús, su genealogía (Mateo 1:1-17). Dios revela su plan con el nacimiento de su Hijo. En este hecho histórico se une lo bueno y lo malo, lo normal y lo inesperado, lo ordinario y lo extraño. Al escuchar el origen de Jesús es importante observar que refleja la vida real, la vida humana. La genealogía de Jesús es un hecho histórico y actual. El Evangelio de Mateo nos muestra el lado humano de Jesús, nace Judío, pertenece a un pueblo, a una tradición, a una cultura y una historia determinada. Con el nacimiento de Jesús, Dios nos ofrece un cambio. ¿Estamos listos para esto? Identifiquémonos con nuestro origen de cristianos, miembros de una comunidad universal. TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA

Cuente a sus hijos el origen de su familia y agradezca al Señor por pertenecer a un pueblo, familia y comunidad de fe determinada.

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OREMOS CON EL SALMO

Mi boca contará tus obras justas y tu salvación a lo largo del día, pues son más de lo que podría decir. Ahondaré las hazañas del Señor, recordaré tu justicia que es sólo tuya (71:15–16).

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Sábado

Tercera semana de Adviento

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Aclarar nuestros miedos nos ayuda a vivir con más confianza

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lguna vez nos hemos sentido desconcertados, con dudas y no sabemos qué hacer en esa circunstancia. ¿Qué sentimientos afloran en nuestro corazón? ¿Qué es lo que hacemos? Algunas personas se encierran en ellas mismas y otras pedimos consejo para llegar a una determinada decisión. En el evangelio de hoy, se nos presenta a José, un hombre justo y recto con mucha duda frente al embarazo de María. ¿Qué debía hacer? La duda lo consumía. Según la ley, se debía denunciar a la mujer que hubiera tenido relaciones con otro hombre antes de casarse. Pero, José no deseaba eso para María. En medio de sus dudas, el ángel del Señor se le apareció en sueños y le disipó sus miedos. José decidió recibir a María como su esposa. Y al aceptar a María, aceptaba al niño. ¡José recibía a Dios mismo! Dios se ha quedado con nosotros. En medio de nuestros miedos y la duda, estas palabras son un gran consuelo. Por otro lado, también consideremos el miedo de María cuando el ángel le preguntó si deseaba ser la madre del Salvador. Lo primero que ella escuchó fue: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.” (Lucas 28). Ahora consideremos el miedo de los inmigrantes al cruzar la frontera y su gran fe al sentir la presencia de Dios con ellos. Por un momento, reflexionemos sobre nosotros mismos: ¿Cuáles son nuestros temores? Les aseguro que cualquiera que sea el miedo o la duda, Dios está con nosotros. No tenemos más que confiar y seguir luchando. TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA Si durante el día encuentra alguna preocupación o miedo, deténgase y repita estas palabras: “No tengo nada que temer Dios está conmigo.” Y si no está preocupado, repítalas también.

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OREMOS CON EL SALMO

Durará tanto tiempo como el sol, como la luna a lo largo de los siglos. Bajará como la lluvia sobre el césped, como el chubasco que moja la tierra. Florecerá en sus días la justicia, y una gran paz hasta el fin de las lunas. Pues domina del uno al otro mar, del río hasta el confín de las tierras (72:5-8).

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TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA

Santo del día: Contemple el nacimiento ya sea en su hogar o en la parroquia y busque quienes son los personajes que acompañan a Jesús, “Dios” en su nacimiento.

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Domingo

Cuarto domingo de Adviento

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Cuando hacemos a Dios parte de nuestros proyectos se queda para siempre

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n este momento, meditemos en esta pregunta: ¿cómo anda nuestra vida espiritual? Muchas veces, nos movemos dentro de un círculo vicioso: empezamos con buenos deseos al comienzo del Adviento y terminamos cayendo en la rutina al final del mismo. O por el contrario, nos movemos en forma espiral hacia Dios. Nuestro movimiento debe ser constante en el plano horizontal y vertical: hacia Dios y hacia los hermanos. En este cuarto domingo de Adviento, la estrella, sin duda, es María de Nazareth. Dios quiso participar en la vida sencilla de María y ella aceptó sus proyectos. La apertura y confianza generosa de María convirtió lo increíble en posible. Durante este Adviento, las reflexiones nos animan a creer que el Espíritu Santo, por el cual María concibió a Jesús, es el mismo que hoy en día obra maravillas en todos nosotros. ¿Creemos que Dios está encarnado en nuestra existencia? o ¿pensamos que sólo sucedió en la vida de María? De igual manera, cuando Dios entra en nuestro camino, nuestras vidas y proyectos cambian y se tambalean. La vida de María y José cambió radicalmente al aceptar a Jesús. Las implicaciones de este cambio de vida son la responsabilidad, la entrega y la aceptación en su vida cotidiana. Aceptar la voluntad de Dios no es fácil pero María y José presentan un modelo de vida a seguir. Dios es sencillo y fácil de encontrar, porque se encuentra en lo más pequeño y en los pobres y necesitados. Si aceptamos a Dios en nuestro camino debemos hacer cambios radicales en nuestras situaciones personales, familiares o comunitarias.

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OREMOS CON EL SALMO

¡Puertas, levanten sus dinteles, elévense, portones eternos y que pase el Rey de la Gloria! ¿Quién es ese Rey de la Gloria? Es Yavé, Dios de los ejércitos, él es el Rey de la Gloria (24:9–10).

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Lunes

Cuarta semana de Adviento

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María estrella de los inmigrantes

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os hispanos sabemos que, por nuestra devoción Mariana, la virgen es un camino seguro para llegar a Jesús, nuestro destino. Esto es claro en la fe de nuestros hermanos inmigrantes que cruzan la frontera todos los días confiando en que la “Virgencita” los guiará a un lugar seguro. Es el milagro diario hecho realidad: la gran fe de estas personas. Una confianza firme es comparable a la que la doncella de Nazareth experimentó al recibir el anuncio que sería la Madre del Salvador. Podemos imaginarnos la expresión radiante de su rostro en este momento. María aceptó las palabras del ángel con sobresalto, pero con una paz inmensa. De ser una mujer sencilla, marginada y de los más pobres de su barrio pasó a ser grande ante Dios por su pureza y aceptación a lo desconocido. María confió, y Dios pudo obrar en ella. ¿Qué lección podemos aprender de María? ¿Qué nos muestra con su pequeñez? Si ponemos nuestro granito de arena y fe en Dios podremos enfrentar lo que nos depara el futuro. Aprendamos de María tal como Jesús lo hizo desde su vientre. El nacimiento de Jesús es gracias a la fuerza y la esperanza de María. María es nuestra estrella, en este Adviento, que nos guiará hacia las personas más pobres, marginadas, desplazadas, y abandonadas de nuestra sociedad. En ellos, Dios hace surgir sus proyectos de grandeza. TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA Dar regalos a una familia de escasos recursos. Rezar y meditar el Ave María.

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OREMOS CON EL SALMO

El Señor es mi pastor: nada me falta; en verdes pastos él me hace reposar. A las aguas de descanso me conduce, y reconforta mi alma. Irán conmigo la dicha y tu favor mientras dure mi vida, mi mansión será la casa del Señor por largos, largos días (23:1–2, 6).

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Martes

Cuarta semana de Adviento

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Ser hospitalarios es una virtud

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uando visito las parroquias, me doy cuenta de lo hospitalarios que somos los hispanos. Ya seamos mexicanos, centros americanos, cubanos, puertorriqueños o suramericanos es un verdadero gozo saludarnos, platicar amenamente, gozar de la riqueza culinaria de nuestros pueblos de origen, saber los dichos, los diferentes significados de las mismas palabras. Y por supuesto, el gran deseo de compartir lo que sabemos y lo que en esencia somos; ¡personas con sed de Dios! El Evangelio de San Lucas nos relata el encuentro de Isabel y María. Isabel, mujer mayor y originaria de Judea, recibe la visita de María, mujer joven de Galilea. Ambas mujeres se estrechan en un abrazo elocuente y sensitivo y comparten un momento lleno de gracia. El gozo explota en palabras de reconocimiento y elogios. Incluso, Juan Bautista fue ungido por la gracia de este encuentro y saltó de alegría en el vientre de Isabel. A través de este encuentro, nosotros tenemos la capacidad de reconocer cuando hemos tenido encuentros con otras personas que nos llenan de gozo. Estas personas nos dan una alegría tremenda, pues ahora. ¡Jesús nos visita y estamos listos! Ya tan cerca de celebrar la Navidad, me imagino que estamos preparados para la gran Noche Buena: la casa limpia, los regalos envueltos, las luces de colores alumbrando el árbol de navidad y el nacimiento, los ingredientes de la comida ya en la alacena y, sobre todo, listos para recibir a la familia que llegará a visitarnos. Espero que a ejemplo de María, vayamos al encuentro de la otra persona y sepamos reconocer como Isabel la presencia ya vibrante del Reino de Dios en medio de nosotros. TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA Reflexiona en la siguiente pregunta. ¿Cuáles han sido los momentos más dichosos en tu vida? ¿Quiénes han sido las personas que te han dado este gozo? Si puedes agradece a ellas el encuentro.

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OREMOS CON EL SALMO

Buenos, estén contentos con el Señor, y ríanse de gusto; todos los de recto corazón, canten alegres (32:11).

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Miércoles

Cuarta semana de Adviento

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Todas las generaciones me llamarán feliz

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ste día, somos testigos del maravilloso encuentro entre Jesús y Juan Bautista, ambos en el vientre de sus respectivas madres. Nos vemos absorbidos en la escena sagrada de estas dos mujeres. Su encuentro es una invitación para abrir nuestras mentes y corazones, y a la vez, acoger en nuestra vida la sorpresa, el gozo, la maravilla y el amor que inunda este momento. Este es realmente el secreto del Adviento y la Navidad: el ser como los niños que se sorprenden con las cosas nuevas que encuentran. Dentro de unos pocos días, estaremos recreando la escena del nacimiento del Señor Jesús con nuestras familias. Él viene a nosotros como lo hizo con María, no porque seamos ricos, poderosos y talentosos sino porque estamos abiertos a su ternura y dependemos de su amor. También, estamos llamados a reconocer a las personas que viven pobremente, con salarios que apenas les alcanzan para satisfacer sus necesidades básicas. Sin embargo, confían en Dios por encima del poder, la riqueza y la fuerza. Dios actúa misteriosamente en estas personas para cumplir sus planes. Al estar tan cerca de la Navidad y por medio de la preparación del Adviento, hemos experimentado el amor de Dios y su poder sanador en nuestras vidas, por eso, podemos exclamar como María “El Poderoso ha hecho grandes cosas por mí: ¡Santo es su Nombre!” TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA

Recordar los momentos en que hemos sido felices y agradecer a Dios como lo hizo María.

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OREMOS CON EL SALMO

Que los poblados se alegren y te canten. Pues tú juzgas los pueblos con justicia, tú riges a los pueblos de la tierra (67:5).

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Jueves

Cuarta semana de Adviento

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Nuestro nombre nos hace únicos

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s tiempo de detenernos y hacer silencio. Es absolutamente necesario detenernos en la vida que llevamos, una vida saturada de prisa y de vacío. Fijémonos en los signos reales de vida como la creación que nos rodea. Enfoquemos nuestra atención tan sólo en una verdad: la promesa de Dios está presente entre nosotros. ¡Es casi Navidad! ¿Tenemos ya esta promesa en nuestro corazón? ¿Deseamos a Dios ardientemente en nuestra vida? De verdad creemos o dudamos como Zacarías quien vaciló en la promesa de Dios en su vida. Zacarías se quedó sin habla. Sólo así, meditó y se dio cuenta que para Dios todo es posible incluso concebir un hijo en la vejez. El niño nace de una mujer estéril y es llamado a una misión especial: ser el profeta del Mesías. También, nosotros estamos llamados a ser los mensajeros de Dios a cada momento. Todos estamos llamados a vivir nuestro compromiso cristiano. Dios nos llama por nuestro propio nombre. El día de nuestro bautismo recibimos nuestro nombre. Mi nombre es un regalo porque Dios me reconoce y me da la bienvenida a la familia cristiana. Dios me habla por mi nombre, me unge con su Espíritu y me anima a seguirlo. Mi misión es dirigir a otros al encuentro de Dios. TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA

Durante el día reflexiona sobre el significado de tu nombre. ¿Sabes por qué tus padres te pusieron este nombre? ¿Cuál es el significado de tu nombre? Da gracias a Dios y a tus padres por tu nombre.

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OREMOS CON EL SALMO

¿Quién subirá a la montaña del Señor? ¿Quién estará de pie en su santo recinto? El de manos limpias y de puro corazón, el que no pone su alma en cosas vanas ni jura con engaño (24:3–4).

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Viernes

Cuarta semana de Adviento

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Es tiempo de cumplir nuestras metas

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esde un punto de vista litúrgico, la Navidad comienza el 24 de diciembre por la tarde y culmina con la fiesta del Bautismo del Señor. Por el contrario, en el mundo de los negocios, la Navidad termina el 26 de diciembre. Todos los años es la misma rutina, se cambian los regalos que no quedaron o que no gustaron y se acabó. La comercialización de la Navidad mata el espíritu de la misma. Nuestro deber es no dejar que eso pase entre nosotros y en las generaciones futuras. Nuestras metas de la Navidad deben ser diferentes: trabajar por la paz, vivir a fondo la experiencia del amor o comprometerse a que haya justicia y verdad. Este día las metas del Adviento llegan a su fin. El objetivo del Adviento es que seamos uno en Dios. El Señor desea poner su casa entre nosotros y, para esto, es necesario tener la fe de María, José, Isabel, los profetas, los pastores y los magos del oriente. El cántico de Zacarías, en San Lucas, es una profecía que cuenta la acción de Dios en la vida del pueblo de Israel. Es decir, la promesa de Dios está aquí, la oscuridad llega a su término y desde hoy la luz brilla para siempre. El cántico es una oración llamada “Benedictus” que es una de las oraciones más antiguas donde se evoca la salvación de su pueblo. Un pueblo que esperaba con ansiedad la llegada del salvador. Este mesías es un sol que viene de lo alto para iluminarlo todo. ¿Estamos preparados para recibir esta luz que viene de lo alto? TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA

Hagamos oración con el cántico de Zacarías o Benedictus (Lucas 1:68-79)

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OREMOS CON EL SALMO

Alejaste de mi a mis conocidos, hiciste que me miraran con horror. Estoy encerrado y no puedo salir, el sufrimiento mis ojos ha gastado. Señor, a ti clamo todo el día, y mis manos extiendo hacia ti (88:9–10).

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Sábado

Cuarta semana de Adviento

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María nuestra fuente de esperanza

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uchas personas decimos que tenemos fe y lo demostramos fervientemente cuando en nuestra vida todo marcha bien. Pero, a los primeros problemas que se nos presentan la fe se esfuma. ¿Qué nos falta realmente para mantenernos firmes en la fe? Quién nos lo puede enseñar sin lugar a duda es la Virgen María que se mantuvo confiada y segura en Dios siempre. La fe no cambia las situaciones que vivimos, pero sí cambia nuestra respuesta y actitudes a cada acto que realizamos. Estamos ya en la cuarta semana de Adviento, y la persona clave es María, que esperó pacientemente sin perder la esperanza durante nueve meses la llegada de su Hijo Jesús. Ella sabía que el Dios de la promesa no la abandonaría en ningún momento. La riqueza del cielo se congrega en el vientre de María y es lugar donde todas las naciones de la tierra pueden contemplar la luz que nunca se apaga. Dios está cerca de cada uno de nosotros gracias a María. Dios lo prometió y cumplió su promesa, el profeta Isaías nos lo describe así. “El Señor, pues, les dará esta señal: La joven está embarazada y da a luz un varón a quien le pone el nombre de Emmanuel, es decir: Dios con nosotros. La promesa fue el amor, la vida, y la esperanza. La promesa fue Jesús encarnado en nuestra humanidad. ¡Que hermoso entender el secreto de la Navidad y abrir nuestro corazón tal como lo hizo María! La liturgia nos invita a celebrar el hoy de este misterio, este acontecimiento, donde todo es fresco y nuevo. No hay lugar para el pasado ni el futuro, es el entender mi momento y vivir la presencia de Dios en mí. Soy yo escuchando a Dios en este día. Como María esperemos con esperanza y preparemos la venida del Señor. TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA Durante el día agradecer a Dios todas las promesas de su amor realizadas en nosotros.

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OREMOS

Señor Dios te pedimos que nos ayudes a entender la promesa de salvación, que nos has dejado en el Señor Jesús. Que entendamos que esta promesa de amor y de vida será la que nos lleve a ti. Gracias, por la abundancia de tú amor para todos los seres humanos que creemos que esperamos la venida de tú Hijo Jesús. AMEN.

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TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA

Disfruta y goza el Nacimiento del Señor en familia.

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Navidad

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¡Gloria a Dios en las Alturas!

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inalmente, hemos llegado a la Navidad, la gran fiesta de dar y recibir. Cada año el derroche de las decoraciones de Navidad por todas partes nos empuja a comprar regalos. Todos queremos dar y recibir algo. Pero, si analizamos el verdadero sentido de la Navidad, descubriremos que Jesús llega a nosotros como el mejor regalo envuelto en luz, esperanza y amor. ¿Hemos tomado este precioso regalo a la ligera sin considerar su importancia? Jesús es el mejor regalo de Dios y se nos da de un modo simple. Nace en modestas circunstancias y rodeado de personas humildes. Jesús es amor que se presenta en la Eucaristía para toda la gente sin distinción de raza, cultura o color. La Navidad es un tiempo para contagiarnos del amor de Dios. El Todopoderoso está lleno de amor y lo comparte con la humanidad y con la creación entera. “Y la Palabra se hizo carne, y puso su tienda entre nosotros, y hemos visto su Gloria: la Gloria que recibe del Padre del Hijo único; en él todo era don amoroso y verdad.” (Juan 1:14). Por lo tanto, no nos preocupemos por comprar regalos caros, no vale la pena. Cambiemos nuestro modo de vivir durante la Navidad, no seamos parte del negocio de la navidad. El mejor regalo es gratis. Jesús desea quedarse con todos nosotros para llenar nuestros corazones con su amor. Ojalá que seamos sembradores de amor no sólo hoy sino durante todo el año que pronto comienza. ¡Feliz Navidad!

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OREMOS CON EL SALMO

¡El Señor reina, alégrese la tierra, regocíjense las islas numerosas! Los montes se derriten como cera ante él que es Amo de toda la tierra; los cielos proclaman su justicia y todos los pueblos ven su gloria (97:1, 5).

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26 de diciembre

Octava de Navidad

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La Sagrada Familia de Jesús, María y José

¡

Que viva la familia!” El Evangelio de San Mateo está dedicado a todas las familias inmigrantes. Jesús, María y José fueron expulsados por la violencia de su tierra natal ya que Herodes quería matar al niño. La sagrada familia tenía que abandonar su país de origen y convertirse en extranjeros en tierras lejanas. Nos damos cuenta de la maravilla de Jesús al asumir la naturaleza humana, al compartir nuestras debilidades y sufrimientos en esta vida. De igual manera, las familias inmigrantes han sido expulsadas por el hambre y la falta de trabajo de sus países de origen. La familia de Nazareth es solidaria con las familias más pobres y desintegradas por la crisis que vivimos en la sociedad actual. En los tiempos bíblicos, la familia se consideraba el eje de la sociedad. Un pasaje del libro del Sirácides nos recuerda del respeto que los hijos deben a sus padres. “El que respeta a su padre tendrá larga vida; el que obedece al Señor será el consuelo de su madre. Servirá a los que le dieron la vida como si sirviera al Señor.” (Sirácides 3:6–7). El respeto, la honra, la obediencia, la comprensión eran actitudes esenciales en la familia del Antiguo Testamento. San Pablo agregó que la ternura, la compasión, la bondad, la humildad y el perdón son esenciales para que las familias vivan unidas y se fortalezcan. ¿Tenemos estas actitudes ahora en las familias modernas? ¿Somos conscientes de lo que implica ser padres e hijos responsables? En nuestras familias, todos tenemos la responsabilidad común de amar, de comprender y servir los unos a los otros. Todos somos responsables de proteger la familia y de reflexionar sobre nuestras relaciones familiares. Jesús, María y Jose nos dan un buen ejemplo. TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA Visita, llama por teléfono, envía un correo electrónico “email” a algún miembro de tu familia que lo hayas olvidado.

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OREMOS CON EL SALMO

Si el señor no construye la casa en vano trabajan los albañiles; si el Señor no protege la ciudad, en vano vigila el centinela. Un regalo del Señor son los hijos, recompensa, el fruto de las entrañas. Como flechas en manos del guerrero son los hijos de la juventud (127:1, 3).

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27 de diciembre

Octava de Navidad

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Los amigos de Jesús son testigos de su luz

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uan y sus compañeros, en las lecturas del Evangelio, vieron, escucharon, tocaron y amaron a su Señor. Al reflexionar en la Escritura, démonos cuenta de la profunda alegría que sus corazones sintieron con la Resurrección del Señor. Esta misma alegría del Jesús resucitado debe ser similar a la que nosotros debemos sentir en Navidad; esa alegría de ver, escuchar y tocar al recién nacido. Esta experiencia nos debe llevar a un profundo compromiso de compartir lo que somos y tenemos con los demás. ¡Y no son regalos materiales! Sino el regalo precioso de la comunión, de la fraternidad entre nosotros. Piense en las personas a las que podemos llevarles el regalo de la alegría. ¿Quizá algún miembro de nuestra familia o amigo necesite el regalo de nuestra presencia en esta Navidad? Durante este tiempo de Navidad, regocijémonos en la promesa de la comunión eterna de nuestro Salvador. Hoy estamos invitados a no dejar pasar el gozo que nos causa la venida de Jesús. Hoy, él nos invita a ser sus seguidores, sus testigos fieles. Jesús ha resucitado y su proyecto de vida, de paz y de justicia es victorioso. Dios nos busca constantemente para construir su Reino, nuestra comunidad caída. ¿Cómo hacerlo? ¿Cuándo empezar? ¡Hoy mismo! Demos gracias a Dios por el regalo de su Hijo, y por todas las bendiciones que la Navidad nos trae. Unámonos a los primeros discípulos que creyeron en el Resucitado así nuestra alegría será completa. TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA

Visita a alguna persona en necesidad. Comparte el gozo de la Navidad con ella.

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OREMOS CON EL SALMO

¡El Señor reina, alégrese la tierra, regocíjense las islas numerosas! La luz ya asoma para el justo y la alegría, para los rectos de corazón. Alégrense, justos en el Señor, y den gracias a su santo nombre (97:1, 11–12).

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Octava de Navidad: Santos Inocentes

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Venimos del amor y al amor retornaremos

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n medio de la felicidad de la celebración de Navidad nos encontramos, de pronto, con una sacudida que nos sobresalta y nos ubica en una realidad dolorosa: el martirio de los niños inocentes. Una señal clara de que el pecado y el mal existen. El sufrimiento y el dolor nunca están de vacaciones, se pasean en medio de nuestra vida. Muchísimas veces, escuchamos el sufrimiento de los padres que pierden a sus hijos por razones violentas. Sus vidas son arrebatadas trágicamente y esto duele profundamente. Sus lamentos se dirigen a Dios y le preguntan. ¿Señor dónde estabas cuando pasó esto? ¿Por qué te escondiste de nosotros? La respuesta queda incomprendida en el momento del sufrimiento. Es necesario recordar el significado del misterio de la Encarnación, del Emmanuel, del Dios con nosotros, que jamás nos abandona en las tribulaciones. Dios mismo se hace presente en el sufrimiento humano. Celebrar la fiesta de los Santos inocentes es recordar a nuestros hermanos y hermanas que han muerto a causa de la violencia generada por las estructuras injustas de muchos gobiernos. Estos sistemas de poder no respetan la vida humana ya sea por la falta de leyes eficientes o por la incapacidad de implementar una economía que beneficie a todos los ciudadanos. Esta sangre derramada de estos inocentes es la esperanza del futuro. La celebración de la Navidad nos debe guiar a querer construir una vida más justa y digna de la persona humana. Cooperemos, pues, por esta causa tan sublime. Dios usa a cada persona para ser instrumento de su presencia. ¡Sí a la paz. No a la violencia! TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA

¿Cómo reflejo la compasión de Dios para mis hermanos y hermanas en sufrimiento?

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OREMOS CON EL EVANGELIO

En Ramá se oyeron gritos, grandes sollozos y lamentos: es Raquel que llora por sus hijos; éstos ya no están, y no quiere que la consuele. (Mateo 2:18).

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29 de diciembre

Octava de Navidad

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Somos luz

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ecuerdo muy bien el día que comencé a trabajar en mi ministerio en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en San José, California. Fue hace 20 años. Todavía me parece ver la cara de sorpresa del sacerdote, originario de este país, preguntándome sorprendido lo siguiente: ¿Por qué las familias hispanas traen tantos niños a presentar al templo? ¿Por qué tienen padrinos? ¿Qué vamos a hacer con esta tradición? La respuesta a todas estas interrogantes las tiene el Evangelio de hoy y nos la da el anciano Simeόn. Él nos muestra un modo nuevo de ver las cosas. Descubre en el Niño que toma en sus brazos la grandeza de Dios y la luz que se revelará a todo el mundo. Una visión nueva llena del Espíritu Santo que continúa vigente hasta nuestros días. El encuentro se da en el templo, lugar sagrado donde se nos presenta a Dios. Cada persona que conocemos es templo de Dios. En el templo, todos debemos proclamar nuestro agradecimiento a Dios por el milagro de la vida encarnada en el niño Jesús, Dios con nosotros. El destino de Jesús se ponía de manifiesto: el ser “Signo de contradicción.” Creer en un Dios hecho niño pone de manifiesto nuestro compromiso con la justicia y la solidaridad. El tiempo de Navidad es una realidad de luz que ilumina nuestra vida. Ser luz no es una tarea fácil. San Juan, lo expresa de la siguiente manera. “Si alguien piensa que está en la luz mientras odia a su hermano, está aún en las tinieblas.” (1 Juan 2:9). TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA

Cuente en familia la historia de la presentación del Niño Jesús al templo y la tradición de presentar los niños en las familias hispanas.

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OREMOS CON EL SALMO

Vengan, alegres demos vivas al Señor, aclamemos a la Roca que nos salva; partamos a su encuentro dando gracias aclamémosle con cánticos. Pues el Señor es un Dios grande, un rey grande por encima de todos los dioses (95:1–3).

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30 de diciembre

Octava de Navidad

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Nuestro destino es profetizar

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os capítulos primeros del Evangelio de Lucas están llenos de muchas voces y personajes fuera de serie. Hay eventos incomprensibles para las personas de ese tiempo, por ejemplo, la aparición de ángeles, sacerdotes, cantos celestiales, hombres y mujeres sabios. Y en medio de este remolino de eventos, la historia de la Encarnación. Así, es que conocemos a la profetisa Ana, mujer santa de edad avanzada y dedicada al servicio de Dios. Ella no se apartaba del templo sirviendo al Señor en todo momento. Lo que consolaba a Ana en su rutina diaria es fácil de imaginar. Su devoción diaria que la llevaba a la intimidad con Dios. Sus viejas costumbres de hacer lo mismo siempre. Pero, este día, en particular, fue diferente. Ana conoció personalmente a Jesús. Este encuentro profundo la llevó alabar a Dios y a proclamarlo a todas las personas que la quisieran escuchar. Es decir, pregonar la buena nueva. Este es el significado de no apartarse del templo. Los días que nos restan de la Navidad, estamos invitados a ir más allá de la comodidad de nuestras rutinas espirituales. Estamos invitados a transformar nuestra experiencia del Dios que yo pienso y conozco a un Dios de formas imprevistas. Sólo así podré encontrar mi propia voz, mi voz profética tal como le aconteció a Ana e igual que ella compartir mi experiencia de Jesús con todas las personas que deseen escuchar la buena nueva del evangelio. TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA Pensar en lo siguiente: ¿cuándo nos hemos sorprendido con las cosas imprevistas que Dios nos manda? ¿Son una casualidad o voluntad de Dios?

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OREMOS CON EL SALMO

¡Entremos, agachémonos, postrémonos; de rodillas ante el Señor que nos creó! Pues él es nuestro Dios y nosotros el pueblo que él pastorea, el rebaño bajo su mano. Ojalá pudieran hoy oír su voz (95:6–7).

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31 de diciembre

Octava de Navidad

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Dar un vistazo al principio

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on nostalgia vemos que el año viejo se va con toda nuestras vivencias. En pocas horas, llega el nuevo año. Dentro de poco, nos reuniremos con la familia y los amigos para celebrar cuando el reloj dé la campanada de la medianoche. Entonces, abrazaremos a los que nos rodean y mutuamente nos desearemos lo mejor. Nuestras celebraciones tomarán más sentido si no perdemos de vista que todavía es Navidad. La presencia del Hijo de Dios en el mundo reflejada en las caras de nuestra familia, vecinos, amigos y de las muchas personas de diferentes naciones del mundo es lo que nos debe hacer felices. ¡Somos multiculturales! Tal como Dios lo es. Con nuestra mirada puesta en el Verbo de Dios que ya existía desde la eternidad, demos comienzo a una vida nueva llena de luz y de verdad. La oscuridad ya no existe. Este tiempo litúrgico nos proporcionó las herramientas para afirmar nuestras convicciones de fieles creyentes. Somos hijos e hijas de Dios. Y, ahora, él se pasea entre nosotros gracias a la Encarnación de su Hijo. ¿Estamos correspondiendo con el mismo amor a esta gracia? No olvides que en eso consiste la felicidad del año a punto de comenzar. TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA

Reflexionemos en la lectura de Juan 1:1-18 y observemos que Dios existe desde siempre. A la vez, notemos que la lectura es un resumen claro de lo que vivimos en el tiempo de Adviento y Navidad. Dar un vistazo a nuestros principios siempre es esencial.

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OREMOS CON EL SALMO

No endurezcan sus corazones como en Meribá, como en el día de Masá en el desierto, allí me desafiaron sus padres y me tentaron, aunque veían mis obras (95:8).

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TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA

Agreguemos a la lista de nuestros propósitos para el año, algunos de los propósitos de María, Madre de Dios y Madre Nuestra.

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1 de enero

María, Madre de Dios

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Fijémonos en los propósitos de María

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l primer día del año. Me imagino que amanecimos con una lista de propósitos que tenemos la intención de cumplir en el lapso de este nuevo año. Nos decimos una y otra vez “debo cumplir todo lo que dejé de hacer el año pasado.” De pronto, al comparar la lista del año viejo con el nuevo, nos damos cuenta de lo que prometimos y no cumplimos. Entonces, nos llenamos de culpa y frustración. Y empezamos de nuevo con toda nuestra energía con propósitos nuevos. Por un momento, veamos, cuáles fueron los propósitos de María Madre de Dios. Ella no tenía celular, ni computadora, ni pluma y papel fino para escribir. Sus promesas estaban grabadas en el silencio de su corazón y eran cosas sencillas. María no tuvo ni pretendía grandes lujos. Los primeros amigos que la visitaron cuando dio luz a su hijo fueron gente buena del campo; pastores sencillos como ella pero que sabían ver, escuchar y responder cuando Dios llamaba a sus puertas. María es nuestro modelo a imitar: actuar y esperar con esperanza y verdad. Más tarde, nos sorprendemos de su forma de aceptar la cruz con gracia, alegría y hermosura. La encíclica Marialis Cultus # 57 nos lo narra así. “En efecto, la múltiple misión de María hacia el Pueblo de Dios es una realidad sobrenatural operante y fecunda en el organismo eclesial. Y alegra el considerar los singulares aspectos de dicha misión y ver cómo ellos se orientan, cada uno con su eficacia propia, hacia el mismo fin: reproducir en los hijos los rasgos espirituales del Hijo primogénito. Queremos decir que la maternal intercesión de la Virgen, su santidad ejemplar y la gracia divina que hay en Ella, se convierten para el género humano en motivo de esperanza.”

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OREMOS CON EL SALMO

Bendigan, pueblos, a nuestro Dios, que se escuchen sus voces, que lo alaban, porque él nos ha devuelto a la vida y no dejó que tropezaran nuestros pies (66:8).

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TAREA A REALIZAR DURANTE EL DÍA

Reflexiona en la siguiente frase: “dejemos que Dios nos guie.”

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Epifanía

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Dios se manifiesta entre nosotros

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urante el Adviento nos preparamos para la venida del niño Dios, Jesús, nuestro Rey. Lo recibimos en Navidad y le ofrecemos nuestros regalos. Hoy, con la manifestación de Dios a los Reyes Magos de Oriente, nos preparamos para regresar a casa después de haberle conocido. Emocionados por su hermosura, volveremos a nuestra rutina diaria del trabajo, ministerio y escuela. Asumimos, por sus acciones, que cuando los Magos encontraron a Jesús, sus vidas tuvieron que transformarse. Ellos escucharon una voz suave que les indicaba que tenían que regresar a casa por diferente camino. En las Sagradas Escrituras, cuando se habla de un camino diferente, de un cambio de dirección, significa una conversión. ¿Cuáles son los caminos nuevos que hemos descubierto en esta Navidad? ¿De qué formas se ha manifestado Jesús Niño a nosotros? Al conocer al Señor en nuevos y diferentes caminos también deberíamos ser transformados en personas nuevas tal como pasó a los Magos. Y creemos que el encontrar a Jesús y escuchar su voz nos guiará hacia caminos nuevos. Los cambios siempre tienen riesgos porque nos obligan a ver nuestros actos y actitudes bajo diferente luz. ¿Estamos dispuestos a acceder a caminar por nuevas sendas en nuestra vida personal, familiar y comunitaria? Estamos conscientes que no podemos hacer esto solos. Confiamos que el resultado de nuestro encuentro con el Señor transforme nuestras vidas y nos dé la capacidad de tomar otro camino tal como lo hicieron los Magos. Los reyes magos se arrodillaron frente al Niño Jesús para adorarlo y le ofrecieron regalos de oro, incienso y mirra. Nosotros nos arrodillamos ante la majestad de Cristo y le ofrecemos nuestros regalos de adoración, alabanza, amor y acción de gracias.

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OREMOS CON EL SALMO

Que su nombre permanezca para siempre, y perdure por siempre bajo el sol. En él serán benditas todas las razas de la tierra, le desearán felicidad todas las naciones. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, pues sólo él hace maravillas. Bendito sea por siempre su nombre de gloria, que su gloria llene la tierra entera. Amén, amén! (72:17–19).

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Índice Título Page Contents La luz llega entre la oscuridad Primera semana de Adviento Segunda semana de Adviento Tercera semana de Adviento Cuarta semana de Adviento Octava de Navidad María, Madre de Dios Epifanía Derechos de autor Cubierta Trasera

2 3 8 18 62 106 150 194 232 240 244 245

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