Un Justo Sufriente Babilonio: Ludlul Bel Nemeqi

August 3, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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LIT ERA TU RA

Y SA BI DU RÍ A

VI)

Un «justo sufriente» babilonio: Ludlul

el nem eqi

I n t r o d u c c i ó n , n o t a s y t r a d u c c i ó n d e  F E D E R I C O L A R A

P E IN A D O

Con la excepción de algunas epopeyas y varios mitos mesopotámicos, la narración titulada  titulada   Ludlul Bel nemeqi  nemeqi  («Qu iero alabar al Señ or de la sabiduría») constituye, hoy por hoy, el poema de c arácter sapiencial m ás largo en lengua babilónica. En su origen, constaba teóricamente de 480 versos, de los cuales han llegado hasta nosotros tan sólo una tercera parte, repartida tida en cuatro tablill tablillas. as. Lo conservad o proviene de una treinten a de «manuscritos» —tablillas de arcilla— localizados en distintos lugares de la antigua Mesop otamia (Assur, Babilo nia, Sippar, Sippar, Nín ive, Sultan tepé ). Este he ch o nos habla de la importancia y difusión que alcanzó este poema. F I N A L I D A D 

E l  Ludlul Bel nemeqi  nemeqi  hub o de traducir, sin duda, la visión política de los monarcas absolutos de tiempos babilónicos (los reyes eran amos y señores de sus subditos), así como las nuevas concepciones jurídicas, para las que la justicia debía entenderse no como un favor favor sino sino com o un derech o. Am bas realidades realidades obede cían al sutil sutil in tento deeraaveriguar la mrazón delo mal se hallaba presente eno la«msociedad, que entendido ás com «m alque de sufrimiento» sufri miento» que com al mo ral».y Aunque parezca extraño, esto ya preocupaba a los hombres en la temprana fecha de principios del tercer milenio antes de Cristo. Al mismo tiempo, el  el   Ludlul Bel nemeqi  nemeqi  inten taba transm itir a los espíritus ritus cultivados cultivados la idea de que la felicidad y la desgracia que exp erim en tan los individuos tienen su origen en los planes divinos, unos planes que la pobreza pobre za intelectual de los hum anos es incapaz incapaz de comprender. De ahí que

 

a las desgracias desgracias físicas, físicas, mo rales y materiales se les les sumase este torm ent o suple me ntario : saber que los planes divinos se hallaban tan lejos de los hom bres co m o lo estaba el fondo de los los cielos. E L P R O B L E M A D E L M A L 

Un a de las grandes cuestio nes con sistía en int en tar ex plica r cuál era la causa del sufrimiento de los hombres, cuando éste, sin justificación aparente y sin un agente que lo causara, se abatía sobre ellos. En tiempos súmenos, en ningún momento sus pensadores implicaron a los dioses, pues en ten dían que a los los mismos no les les preocup aban lo más mínimo las las miserias de unas criaturas que ellos mismos habían creado para que les sirvieran en todo. Sí, en cambio, pensaron en la existencia de otros entes, también divinos, pero de menor rango (especie de «demonios», espíritus y fan tasm as), ca pac es de causar causar desgracias. A todos ellos, que podían ofender arbitrariamente, impulsados por su carácter hostil, les atribuyeron los numerosos males que afectaban a los seres humanos. Pronto, sin embargo, los sumerios idearían una adecuada «terapéutica mitológ ica » , con f u nda mentos relig iosos, qu e crista liz a ría en lo qu e hoy entendem os co mo ma gia gia y exorcismo. Con la llegada de nuevos pueblos —acadios, asirios y babilonios— la problemática del mal sufrió un profundo y significativo cambio. Los agentes del mal continuaron, siendo los mismos, pero se entendían ahora co m o in strum entos de los dio diose sess cuando é stos se hallaban irritados irritados por las las ofensas de los hombres. En consecuencia, la infracción de alguna norma divina, por insignificante que fuera, era siempre causa de un castigo. O dicho en otros términos, el castigo existía porque previamente se había producido «pecado» (elarnu ), unaenfalta  falta   (khititu)  (khititu)   o dioses. un simple actopoema hostil (gillatu ( gillatu ), un cometido por (arnu hombre contra de los En un sumerio titulado  titulado   El hombre y su dios,  dios,  leemos: «Jamás una madre trajo al mun do a un hijo destinado a perm anecer sin p ecado». A fin de hacer frente a los constantes males y desgracias, traídos por los demonios y las fuerzas maléficas por orden de los dioses, se establecieron, frente a la vieja «terapéutica mitológica» sumeria, algunas ceremonias y liturgias, algunas de ellas muy complejas, en torno a las

 

grandes divinidades (Enki, Shamash y Marduk). A partir de ahí, los ritos fueron especializándose contra todo tipo de calamidades, que sobrevenían, según era creencia, por violar algunos de los miles de preceptos y prohibiciones atribuidos a los dioses. La obsesión por averiguar cuál era la causa de que la enfermedad o la miseria —entre otros males— se hubiesen cebado en el hombre, acabaría por plasmarse en significativas obras literarias de carácter sapiencial. Jun to a ellas, ellas, proliferaron proliferaron tam bién amplias compilacion es de exo rcismos para hacer frente a la infinita variedad de «pecados» que anidaban en los humanos. P R I N C I P A L E S T E X T O S S A P I E N C I A L E S 

Adem ás del  del Luãul Bel nemeqi qi,,  han sobrevivido unas

pocas obras centradas en la problem ática del dolien te sin causa, causa, del ho mbre que sufre y se queja á su dios y que al final es escuchado. Entre ellas podemos recordar las conocidas como  como   El hombre hombre y su dios,  dios,  redactada en sumério, de apenas ciento cuarenta versos; y la denominada   Versión antigua del Justo sufriente,  sufriente,   en acadio y de unos cien versos. Ambas obras, anónimas, se remontan a finales del tercer milenio precristiano. Un texto más tardío, de época cassita, conocido técnicamente como P B S I ,  135 y a fechar entre los siglos   X V I I I  y   X I I  a.C., pero con muy claros a ntecedentes su merios, recog e u n monólog o en el qu e u n « j u sto sufriente» habla de la humillación y del desprecio que experimenta, si bien no los achaca a los dioses. Mucho más importante que estos últimos es el denominado   Poema acróstico   ( c o n o c i d o t a m b i é n c o m o   Teodicea babilónica o Diálogo de un acróstico sufriente con su amigo),a.C., amigo),    texytoendeelcasi iento s versos, habría que fechar hacia el 1000 cualtresc conversan en tonoque filosófico un hombre afligido y su amigo sobre el problema del mal. Curiosamente, el hombre afligido acabará aceptando su situación y el amigo atribuirá las injusticias a los dioses. Todos estos textos y algún algún que otro meno r (RS. 25 .46 0 de Ugarit, por ej emplo) , qu e tra ta n directa o ta ng encia lmente el prob lema del ma l, constituyeron un trasfondo cultural muy rico que cristalizaría en el genial

 

y ext rao rd i n ari o  o   Libro de Job,  Job,  d rama, c o m o s e h a d i c h o , «c o n muy p o c a ac c i ó n y muc h a p as i ó n »; y en d o n d e s e c ues t i o n an d e mo d o d i rec t o l a imagen de Dios y la esperanza del justo, atenazado por una calamidad no merecida. B R E V E A N Á L I S I S D E L 

E l p o em a babi l o n i o p res e n t a un a s en c i l l a es t ruc t ura, q ue c o m p ren d e v ari o s bl o q ues ludlul bel nemeqi   t emát i c o s , en l o s q ue s e v an ac umul an d o d i f eren t es c i rc un s t an c i as q ue s o brev i en en a un p ers o n aje, en p ri n c i p i o de conducta intachable. La serie de detalles que se van enumerando contribuyen por su realismo a hacer más verídica, mucho más creíble para el lector el relato, y por lo tan to más cerca no a él. L O S P R O T A G O N I S T A S 

Si n entr ar en el análisis del dios Ma rduk , ob jeto primero y último del poem a, el protagonista principal es un tal Shubshi-meshre-Shakkan, quien, tras pronunciar un himno introductorio y a lo largo de un monólogo, va narrando las las desgraci desgracias as que le sucedieron de modo incom pren sible. Aun q ue t o d o h ac e s o s p ec h ar q ue t al al p ers o n aje es ún i c a me n t e d e c uñ o l i t erari o , d ebe s eñ al ars e q ue c o n t al n o mbre s e c o n o c i ó a un g o bern ad o r q u e v iv i v i ó e n t ie i e m p o s d el el r e y c a s s i ta ta N a z i - M a r u t t a s h ( 1 3 0 7 - 1 2 8 2 a.C .). A partir del significado significado semántico de su su nom bre (« ¡Sh ak ká n, hazme rico ») es probable que, si se acepta su historicidad, el citado Shubshime shre -Shak kan hubiese sido un alto funcionario, al mism o tiemp o terrat en i en t e y ri c o g an ad ero , q ue en un mo m en t o c o n c re t o d e su su v i d a p ad eció una grave enfermedad que le puso al borde de la muerte. él sei mma citan,y por a arec dos en de en sus elamigos, madJunto o s L ala ural Urn isus n d inombres n l ug g a. propios, Amb o s ap mo me llanto de crisis aguda del protagonista y además en circunstancias oníricas. Casi na da se sabe de ellos. El primero era originario de Nippu r, y hub o de ser un importante sacerdote purificador. El segundo, natural de Babilonia, era exorcista. <

Dios Abu

?)  ?)   d e t a lle ) ; T e ll As m a r , p r im e r a m it a d d e l t e r c e r m ile n io a . C . , M u s e o d e B a g d a d

 

L O Q U E N O S C U E N T A E L P O E M A 

Las cuatro tablillas tablillas con tien en un monólogo a través del cual el protagonista hace un repaso de su vida, recordando que se ha convertido en víctima de los dioses. Ya en la primera de ellas Shubshi-meshre-Shakkan se queja de sus desgracias y explica con sumo realismo lo que le ha ocurrido. Ha sido ab an do na do p or su su dios personal y por sus sus otros pro tecto res divinos ( diosa y espíritu espíritu s tu tela re s) . A contin u a c ión, ha perdido ta mb ién la confianza de su rey, la de los otros cortesanos e incluso la de su propia familia y la de sus amigos. Queda, pues, en la más absoluta soledad. Su vida ha quedad o reducida a dolor y llanto. En la segunda tablilla vuelve a recordar sus desdichas. Y a pesar de acogerse a los adivinos, intérpretes de sueños y exorcistas en busca de una respuesta, nadie puede explicarle el origen de sus males. A partir de ahí, y presa de un total abatimiento, comienza a cuestionarse si las prá ctica s religiosa s, la fidelidad fidelidad a los dioses o la hon radez sirve n para algo. En su desesperación llega a decir que que lo que parece buen o a uno mismo, quizá sea un ofensa para su dios. Nadie entiende la voluntad de los dioses. Después de reconocer la infinita distancia que existe entre los dioses y los simples humanos, centra su discurso en las enfermedades que le afectan desde la cabeza hasta los pies (cefaleas, convulsiones, dolores de estómago, infecciones, parálisis). Se halla a las puertas de la tumba, sin que nadie pueda descubrir la naturaleza de sus males físicos. Sin embargo, en la tablilla tercera, la suerte de Shubshi-meshre-Shakkan cam bia sú bita m en te. Gracias a tres sueños — e n el se segundo gundo sería objeto de un exorcismo mediante el Agua de la Vida—, sus desgracias desaparecen. sentido inverso a como , había sido castigado, irá siendo liberado liberado deYsus suens males (todos sus sus órganos, órganos enum erados minu ciosam ente, recu pera n su su s f u n cion es) . A con tinu a ción ta m b ién qu eda n resu eltos eltos todos sus problemas de tipo social. Su sentida gratitud le hará entonar, en la cuarta y última tablilla, un him no de glorificación a Marduk, su liberador liberador,, invitand o, com o persona agra decida que es, a todas todas las gentes a alabar a dic ho dios y a difundir su gloria por la totalidad del cosmos. La ac ció n de gracias se com plet a

 

con una peregrinación al Esagil, el gran templo babilonio. Y ante cada una de sus sus puertas, co m o en un verdadero rito de paso, el sufriente ree ncon trará las las gracias gracias perdidas. L A L E C T U R A Ú L T I M A 

El an ón im o autor de este poem a (¿o tal vez f ue ue S h u b s h i - m e s h r e - S h a k k a n ? ) i n t e n t ó rema rca r cómo la s desg ra cia s —qu e implícita mente incu mb ía n a los dioses— eran, sin embargo, debidas a las faltas que podía cometer una persona y que por ello se hacía merecedora del abandono de las divinidades. Aunque la rectitud y la honestidad adornaran a un babilonio, los dioses podían castigarle con las más terribles penas, sin que el sufriente conociera el motivo. Esta incongruencia reflejaba la incompatibilidad de la voluntad div ina con la étic a hum ana . Y este era el problema, po r supuessupuesto: por qué había de sufrir una persona justa. Obviamente, además, los babilonios entendieron que, a pesar de la pequeñez humana, los dioses mostraban misericordia misericordia con los hum anos y que, cuand o lo creían con veniente, podían suspender tales castigos y sustituirlos por la prosperidad y la felicidad. Nun ca los dioses — y esa era la la gran gran esp eran za— ab andonarían a sus criaturas, los «cabezas negras». Bastaba con esperar con paciencia el retorno de la bene vole ncia divina. También esa esa es la lectura última del L udlul Bel nemeqi  nemeqi   ba jo tres presupuestos: fatalism o, resign a c i ó n y p a c i e n c i a . 

FED ER ICO

B I B L I O G R A F I A

PEINAD O

E S E N C I A L

Testi sumerici G . R . C a s t e l l i n o ,  Testi

R . L a b a t ,  Les religiom

LARA

e accadici, accadici, 

du Proche-Or ient

Turín, 1977. asiatique, 

París, 197 0.

Literature, e,  O x f o r d , 1 9 7 5 ( r e i m p r . ) . W . G . L a m b e r t ,   Babylcmian Wisdom Literatur J . L é v é q u e ,  Sagesses de  M é s o p o t a m i e ,  P a r í s , 1 9 9 6 .

.

H . P. Mü ller,   Das Hiobproblem. Testament, 

i

Seine

Ste Stellung llung

uivi Entstehung

¡m  A lten O rient un im A itó n

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1974 (reimpr.). ¡

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163 ss.

de Asia y África, 

105, XXXIII, 1. Mé xic o, 1998 , pp.

 

LU DLU L BEL

i

5

10

NEM EQ I

Alabaré 1  al Señor de la sabiduría, al dios sensato, que se irrita por la noche, pero se calma llegado el día. A Marduk 2 , Señor de la sabiduría, el dios sensato, que se irrita por la noche, pero se calma llegado el día, que con su su furia furia envuelve todo com o un día de tormen ta, pero cuyo soplo es agradable como la brisa del amanecer. Su cólera es irresistible, su irritación es un diluvio, su corazón es misericordioso y su mente dispuesta al perdón. Los cielos no pueden soportar el [...] 3  de sus puños, pero su su m an o es cordial, ayuda ayuda al desesperad o. Marduk, los cielos no pueden soportar el [...] de sus puños, pero su mano es cordial, ayuda al desesperado. TA BLI LLA

i 43 45

1

Ala bar é al Señ or de sabidurí sabiduríaa 4 , U5 M i dios me aban donó , desapareció (en su M on tañ a) 6 , mi diosa partió, se fue de mi lado, se ap artó el espíritu   Shedu1  que estaba a mi lado, se separó mi espíritu  espíritu   Lamassus  que buscó a otro.

Qu ien h abla es Shubs hi-me shre-Slia kkan , persona central del poema, citado más adelante . 

Dios nac ion al de Babilo nia, hijo de Ea y de Dam kin a. En los text os mesop otám icos se

antepone al nombre del dios o ente divinizado el signo dingir a modo de determinativo, signo que en este y en otros casos om itimo s.

3 E n e l t e x t o ,   musahhir,

p a r t i c i p i o d e   saharu  ( « v o l v e r -

s e » , « c a m b i a r s e » . A l g u n o s e s t u d i o s ooss lo lo c o n s i d e r a n u n   hapax legomerxm.  q u e d e ssuu s p u ñ o s » .

4 Ver so de los colofones de diversas copias.

4 0 e l t e x t o , m u y i n c o m p l e t o , e s d e i m p o s ib ib l e t r a d u c c i ó n .   6  tu   de su tem p lo , dist anc ián do s e del suf riente.

Otros traducen «el cho-

5 Desde aquí y hasta el verso

Est o es, se retiró a la torre   ^iqqima-

7 Esp íritu p ro tec t o r que equiv alía a la f uerza vital de

u n a p e r s o n a . T a m b i é n , c o m o d i o s s u b a l t e r n o , v i g i l a b a llaa s e n t r a d a s d e t e m p l o s y p a l a c i o s .  8  Esp íritu protector femenino, a modo de ángel guardián. Vigilaba también el acceso de templos y palacios.

 

50

55

60

65

Fue arrebatada mi dignidad, ensombrecido mi ánimo, mi esencia se desvaneció, mi protección desapareció, los presagios de horror 9   me afligen. H e sido exp ulsado de mi casa y por las las afueras he errado sin rum bo, las visceras de mi presagio están confusas, inflamadas siempre 1 0 . Según el presagio del adivino" y del intérprete de sueños 12 mi rumbo no está definido 1 3 , lo que se dice en la calle es de mal augurio para mí 14 . Cuando me acuesto de noche, mi sueño es terrorífico, el rey, car ne de los dioses y sol de sus pue blos, tiene co ntraído su corazón, difícilmente puede ser ser calmado. Los cortesanos profieren injurias 1 5   contra mí, se reúnen, conjuran e incitan calumnias. Cuando el primero dice: «Le haré derramar su vida», dic e el segundo: «Le haré quitar su carg o», y el tercero se expresa así: «Me apoderaré de su posición», arguyendo el cuarto: «Allanaré su casa», y señalando el quinto: «¡Derríbalo de su oficio », mientras el sexto y el séptimo persiguen a mi 1 6   espíritu  espíritu   Shedu. La ban da de los  los   Sibitti17   ha agrupado sus fuerzas, y como una tempestad, sin piedad, semejante a [...] 18 ,

9 Es decir, presagios negativo s.

1 0 A l h a l l a r s e i n f l a m a d a s , l as as v i s c e r a s d e l a n i m a l s a c r i f i c a d o

imp edían la «lect ura» o inte rpret ación de los presagios que se podía n deducir de las mismas. vara.

1 1 E l   baru o  a d i v i n o e r a u n s a c e r d o t e e x p e r t o e n p r e s a g i o s , q u e d e d u c í a d e c u a n t o o b s e r 12 El   sha ilu  e r a e l s a c e r d o t e q u e i n t e r p r e t a b a l o s s u e ñ o s ( o n i r o m a n t e ) . 1 3 A l n o e s t a r

def inidas las resp uestas de lo s   omina,  e s d e c i r , aall f r a c a s a r e l a d i v i n o y e l o n i r o m a n t e , e l c a s o e r a incura ble.

1 4 C f r .   Job,  1 7 , 6 . E l a u g u r i o d e l a p a l a b r a p e r c i b i d a c a s u a l m e n t e e n l a c a l l e c o n s t i -

tuye un ejem plo de adivinación cledónica .

1 5 L a p a l a b r a   telitu  s i g n i f i c a « o r a c i ó n » . E n e s t e c o n -

tex to puede traducirse por «injuria s», esto es, palabras mur mur adas en senti do nega tivo.

16 El

s u f i j o p o s e s i v o q u e a c o m p a ñ a a l a p a l a b r a   Shedu  e s d e t e r c e r a p e r s o n a :  shu   = « s u » . A q u í e s p r e ferible la prim era persona. Poema

de Erra. 

17 Los siete dem onio s malignos. Para tal band a dem onía ca, vid. el

  S i g u e u n   hapax 

8

¡ e g o t n e n o n : 

u-ri-kish.

 

70

75

so

85

9o

son sólo una carne, son una sola boca   l9 ; sus corazones se exacerban contra mí, se encienden como llamas, y conciertan contra mí calumnias y mentiras. H an cerrad o mi no ble boca co n bridas bridas y mis labios que se movían libremente para hablar se han vuelto como mudos. Mi grito sonoro se ha reducido al silencio, mi cabeza erguida se ha curvado hasta el suelo. El pánico ha debilitado mi corazón vigoroso, a mi an ch o pe ch o un luchador no vat o le resiste resiste y mis brazos, antes tan fuertes, han quedado paralizados ambos. Yo, que solía a caminar como un noble, he aprendido a arrastrarme 20 . De dignatario que era me he convertido en un esclavo y a pesar de mi num erosa familia me he con vertido e n un marginado. Cu an do cam ino por la calle, las orejas se levan tan 2 1 , y si entro en palacio, los ojos miran de soslayo. Mi ciudad me mira con enojo, como a un enemigo 22 , y mi país se muestra hostil como contra un enemigo. Mi hermano se transformó en un extranjero y mi amigo se se transform ó en un crim inal y en un dem onio . Mi furioso compañero me denuncia, mi colega con stan tem ent e afila afila sus sus armas armas y mi buen amigo pone mi vida en peligro. En la asamblea, públicamente, me maldice mi esclavo y ant e la gen te, mi esclava me ha calum niado 2 3 . Cuando un conocido me ve, da un rodeo, mis parientes me tratan como si no fuera de su misma carne.

1 9 A u n q u e c a d a u n o d e l o s   Sibitti  t e n í a u n a f u n c i ó n c o n c r e t a , d e h e c h o a c t u a b a n c o m o u n a u n i dad.

20

C f r .   ]ob,  2 9 , 7 - 1 0 ; 2 1 - 2 5 .

sufriente, aban don ad o por su dios.

21 22

Se levanta n para escu char o para prestar ate nc ión al C f r . J o fc fc , 3 0 , 9 - 1 5 .

23 Cfr. Job, 19, 13-19 .

 

95

100

105

110

Para el que habla bien de mí, se abre la tumba, pero el que me difama es puesto en primera fila y al que pro fiere injurias co nt ra mí un dios lo ayuda. El que exclama «¡Piedad » encuentra rápidamente su muerte, y al que grita sin razón su espíritu  espíritu   Shedu  Shedu  lo protege. No tengo a nadie que camine a mi lado, no veo a nadie que me ayude. Entre cadenas y hierros está aherrojado cuanto me pertenece y los bue yes [...] 24 . De mis campos hicieron desaparecer los gritos de los segadores y silenciaron mi ciudad como a una ciudad enemiga. Mi cargo se lo hicieron tomar a otro e hiciero n ce lebrar el oficio de mis ritos ritos a un extra ño. El día es suspiro y la no ch e la m en to, el mes es ofuscamiento, el año es calamidad. Gimo la totalidad de mis días como una paloma 2 5 y en lugar de cantar me lamento en voz alta. Mis ojos se muestran empapados de lágrimas y la abun dan cia de las las mismas que ma n mis párpados 26 . Sin descanso, los temores de mi corazón han ensom brecido mi rostro rostro y el terror y el espanto han puesto lívida mi piel,

24 El sentid o de este verso es oscuro. Alg uno s especialistas lo deja n sin traducir o lo traducen a medias (W. G. Lam bert). (w . 113-1 20) está dañado.

25

0^.1 .501 05, 38,1 4.

26

C f rr..  Job, Job,   1 6 , 1 6 .

27

El resto del tex to

 

TA BL IL LA

5

10

15

20

II II

De aquel a ño al siguiente siguiente ya había pasado su su términ o normal 2 S . Si miro hacia atrás no veo más que desdicha sobre desdicha. Mi mala suerte crece. ¡No encuentro la prosperidad He clamado a mi dios, pero no ha mostrado su rostro 29 , he suplica do a mi diosa, mas mas no ha levan tado su cabeza 3 0 . Ni el adivino en su examen ha encontrado explicación, ni el in térprete de sueños, en en su libación, libación, ha puesto en claro mi caso. Imploré al espíritu Z aqiqu 31 ,  pero no abrió abrió mi e ntend imiento 3 2 y el exorcista 3 3 , mediante su ritual, no aplacó la ira divina contra mí. ¡Q ué situa cion es extra ñas por todas partes Si miro hacia atrás hay persecución y desgracia. Como el que no ofreció regularmente libaciones a su dios y co m o el que n o i nv oc ó a su diosa diosa en la ofrend a de alim ento s, como si no hubiese inclinado mi rostro o mi postración no fuese vista, co m o a qui en de su boc a faltan súplicas y orac ione s, como el que dejó de celebrar los días santos y despreció las fiestas mensuales 34 , como el que fue negligente y desdeñó los cultos a los dioses, com o el que no ense ñó a su gente reverencia y ve nerac ión, com o el que sin in vocar a su dio dioss hubiese hubiese com ido su comida 3 3 , co m o el que aban do nó a su diosa por no hab er llevado llevado la ofrenda de harina,

2 8 E s t e v e r s o d e j a e n t e n d e r q u e e l s u f r ie ie n t e h a b í a s o b r e v i v i d o uunn a ñ o . Job ,

30 , 20 .

31

2 9 C f r .   Job,  23 , 3.

30 Cf r.

El  Zaqiqu  ( « s o p l o » , « e s p e c t r o » ) e r a u n e s p í rrii t u f a n t a s m a l . E l n o m b r e t a m b i é n

desig naba al dios de los sueñ os y a un adivino expert o en mete orolo gía. dio: «n o abrió mi oíd o».

33

32 En el original aca-

S e t r a t a d el el m a s l u na na ^ h u s a c e r d o t e e s p e c i a l i z a d o e n e n c a n t a m i e n -

tos y rituales ten de nte s a con jura r las influencias maléficas.

34

F i e s t a s   csh-esh. 

Au nq ue en su

origen la fiesta era men sual , luego llegó a celebr arse hasta cuatro veces al mes (H. Li me t). alude a la comida reservada al dios.

35 Se

 

25

30

35

40

45

36

com o quien se vuelve fren ético y olvida a su Señor, como el que, frivolamente, ofreció a su dios un juramento solemne. ¡En verdad, como ese hombre soy tratado Pero, al contrario, yo he sido fiel a la súplica y a la oración; la oración fue para mí sabiduría y el sacrificio mi obligación. El día con sagra do a los dioses era la alegría de m i cora zón y el día día de la procesió n de la diosa diosa era para mí bene ficio y gan ancia . Rezar por el rey, ¡esa era mi alegría Y su acompañamiento musical era un deleite sobreañadido. Enseñé a mi país a cumplir con los ritos de mi dios, y enseñ é a hon rar el nom bre de mi diosa diosa..  Instruí en ello a mi g en te La gloria de mi rey la hice similar a la de un dios y enseñé a la la muched umb re a rreverenciar everenciar al palacio 3 6 . ¡Ojalá supiera si esas cosas le agradan a mi dios Pero lo que le parece bueno a uno mismo, ¡para su dios podría ser una ofensa Y lo que para el cor azó n de uno es desagr adable, ¡para su dios podría ser bueno 3 7 ¿Quién entiende la voluntad de los dioses del cielo? ¿Quién conoce la decisión de los dioses de las profundidades? 38 . ¿Dónde aprendieron los humanos el comportamiento de los dioses? El que ayer estaba vivo, hoy está muerto 39 , el que ha ce un m om en to estaba ttriste, riste, se alegró de inm ediato , el que hace un momento cantaba una alegre canción, un paso paso más adelante gime com o un plañidero. Co m o en un abrir abrir y cerrar de ojos, ojos, su su condición cam bia. Cuando están hambrientos son como cadáveres, cua nd o está n saciado s, rivalizan co n sus dioses, en la prosperidad hablan de ascender al cielo, cuando sufren se quejan de descender a los infiernos. E l v o c a b l o   ummanu 

a d m i t e lo lo s s i g n i f i c a d o s d e « m u c h e d u m b r e » , « t r o p a » y « e j é r c i t o » . E s t e

verso tam bién podría traducirse co m o «y ens eñé a los soldados a reve renci ar el pala cio» . Job,   3 7 , 1 5 , 2 3 .

3 8 E n e l o r i g i n a l ,   Zananzu, 

dioses del infram undo .

37 Cfr.

3 9   Cfr. Job,  2 7 , 1 9 ; 3 4 , 2 0 .

1

 

¡He meditado en todo eso, sin comprender su significado Y a mí, el miserable, la tempestad me arrastra, 50 una enfer me dad deb ilitante ha caíd o sobre mí, un vie nto destructivo sopló desde desde el horizonte. El mal de cabeza 4 0   se levantó del mundo subterráneo 4 1 , el malvado espíritu  espíritu   Shulu42   salió de su Apsu 43 , e l   UtukkuH ,  irresistible, fue fue he ch o salir del Ekur 45 , 55 la   Lamashtu46   descend ió de la Mo ntañ a 4 7 , la  junto con la crecida del mar, vino el viento frío 48 , la languidez me hace palidecer como al verdor de la tierra 49 . Todos estos males, al mismo tiempo, se han echado sobre mí; ha n aplastado aplastado m i cabeza cabeza y apretado mi cráne o, 60 en so m bre cie ron mi rostro, inun daro n de lágrimas mis ojos, tomaron mi cuello, debilitaron mi nuca, golpearon mi pecho y azotaron mi seno, atacaron mi carne, me causaron convulsiones. En los rincones de mi estómago encendieron fuego, 65 per turba ron mis entrañ as y deform aron mis órganos; haciéndome despedir flema, infectaron mis pulmones, • infectaron mis miembros, sacudieron la grasa de mi vientre, abatieron mi alta estatura como a un muro,

4 0 S e a s i m i l a a l a e n f e r m e d a d   di u. 

4 1 D e s i g n a d o a q u í c o m o  ersetu,  n o m b r e q u e s e a p l i c a b a a l

h e m i s f e r i o i n f e r i o r , e s t o e s , a l i n f i e r n o . L a e x p r e s i ó n   Ersetu (K . Tall qvi st).

42

la tari  e q u i v a l e a « p a í s s i n r e t o r n o »

E l e s p í r i t u o d e m o n i o   Shulu  e r a e l c a u s a n t e d e l a t o s .

43 Ab ism o primor-

d i a l d e a g u a , m a n s i ó n d e l d i o s E a ( E n k i ) . E l m u n d o s u b t e r r á n e o   (Ersetu)  s e s i t u a b a a ú n m á s a b a j o que el Apsu. 44 No mb re de un demo nio especializado en atacar el cuello. Tam bién existían Utukku 

ben éfico s.

45

« C a s a d e l a M o n t a ñ a » , n o m b r e d e l t e m p l o d e l d i o s E n l i l e n llaa c i u d a d d e

Nipp ur; tal no mb re se aplica ba asimismo al infiern o.

46

Espíritu fem eni no malé fico, que ata-

c a b a a e m b a r a z a d a s y n i ñ o s p e q u e ñ o s . S e i e p o d ía ía h a c e r f r e n t e m e d i a n t e c o n j u r o s y a m u l e t o s específicos.

47

E s t a M o n t a ñ a   (shadu  e n e l o r i g i n a l ) a l u d e a l m u n d o i n f e r n a l .

Lam bert, «vino el calam bre» o entum ecim iento

49

48

Para W. G.

Muy sugerente la interpretación que hace

G . R . C a s t e l l i n o d e e s t e v e r s o : « L a i m p o t e n c i a a b r i ó l a t i e r r a ( p a r a s a l i r d e l os os i n f i e r n o s ) j u n t o con la hierba».

 

70

75

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85

doblaron mi robusta figura, como a un junco, y com o una planta de pan tano he sido sido derrumbado, de cara al al suelo. 50 El Aíu   se vistió con mi cuerpo como si fuera un vestido y el sueño me ha envuelto como una red. Mis ojos miran fijo, mas no v en, mis oídos se han abierto, pero no oyen. La parálisis se apoderó, de tod o mi cuerp o, la conmoción cayó sobre mi carne, la inmovilidad tomó mis brazos, la debilidad cayó sobre mis rodillas 51 y mis pies, antes tan ágiles, se han detenido. U n golpe golpe me ha herido, me ahogo co m o un hom bre hundido, la marca de la muerte cubrió mi cara. El intérprete de sueños me menciona, pero no respondo. «¡Ay », llora la gente, pero yo he perdido la conciencia 5 2 . Una mordaza está puesta en mi boca y un ce rro jo cierr a mis labios,

90

mi puerta está cerrada y se ha taponado mi fuente 5 3 , mi hambre se prolonga, mi garganta está seca. Cuando se sirve el grano yo lo trago como hierba mala, y la cerveza 54 , vida de la humanidad, me repugna. Ad em ás, con ello, se prolong a mi enferm edad . Por falta falta de comida, mi apariencia desm ejoró, mi carne está flácida, mi sangre se ha secado, mis huesos aparecen fuera, están cubiertos sólo de piel, mis tejidos están inflamados, golpeados por la enfermedad  enfermedad   uriqtu55 .

95

H gua rdado camconvertido a co m o ssii fuera unaenprisión y salir salir es sólo gemidos, y emiguardado casa se ha para mí un calabozo.

5 0 U n d e m o n i o e s p e c iiaa l i z a d o e n a t a c a r e l p e c h o . D e n o c h e , s e g ú n l o s e x o r c i s m o s , s e a p o d e r a b a de los seres hum ano s. qu,   « l u g a r d e b e b e r » .

5 1 C f r .   Job,  1 7 , 1 .

52 Esto es, «ya no exis to».

5 3 E n e l o r i g i n a l ,   rruxsh-

5 4 E n e l t e x t o ,  Sirish,  d i o s a t i t u l a r d e la la c e r v e z a . E n M e s o p o t a m i a s e c o n o -

c i e r o n d i f e r e n t e s titi p o s d e c e r v e z a , d e a c u e r d o c o n s u s c o m p o n e n t e s y s u c a l i d a d . d e s c o n o c i d a . E l v o c a b l o   uriqtu  d e h e c h o e s u n  hapax

legomenon .

55 Enfe rme dad

 

100

105

no

115

Mi carne es como un grillete que inmoviliza mis brazos, en mis propias cadenas están paralizados mis pies, los golpes fueron dolorosos para mí, la herida es profunda; el látig o que me mar có estaba lleno de espin as, el aguijón que me traspasó estaba lleno de puntas 56 . Todos los días el perseguidor me persigue 57 , ¡durante la noche no me deja descansar ni un instante A donde me vuelvo están desechos mis tendones 5 8 , mis m iem bro s est án descuartizad os, esparc idos aparte . Pernocto en mi propio estiércol como un buey, me revuelco en mi propio excremento como un cordero. M is síntoma s 5 9   atemorizaron al exorcista y mis presagios confundieron al adivino, El exo rcist a no descubrió la naturaleza de mi enfermedad y el adivino no fijó el término de mi mal. Mi dios no vino a ayudarme, no tomó mi mano, mi diosa no fue misericordiosa conmigo, no vino a mi lado. Mi tumba está abierta y está listo mi ajuar funerario. A nt es in cluso de de morir, lo loss lame ntos para para mí ya ya habían term inado. Todo mi país dijo de mí: «¡Qué injustamente lo han tratado ». Cuando escuchó eso el que desea mi mal, su rostro se iluminó, cuando la que desea mi mal se enteró, su corazón halló regocijo. Pero conozco el día en que para toda mi familia, cuando, en medio de mis amigos, Shamash 6 0   tenga piedad 61 .

5 6 C f r .  Sal.,  22 , 17.

57

Cf r.   Job, 

16, 7-1 4.

queda do sueltos» (M . Gar cía Cord ero).

5 8 O , ssii s e q u i e r e , « m i s n e r v i o s , a l e s t i r a r s e h a n

5 9 E n e l o r i g i n al al ,  saqiqu.  M . G a r c í a C o r d e r o p i e n s a e n

l a a r t r i t iiss . W . G . L a m b e r t l o t r a d u c e c o n e l g e n é r i c o « e n f e r m e d a d » .  

6 0 

j u s t i c i a , h i j o d e S i n y d e N i n g a l y v e n e r a d o e s p e c í f i c a m e n t e e n S i p p a r .  d e d i f íc íc i l t r a d u c c i ó n .   Vid.  u n p a r a l e l o a n u e s t r a v e r s i ó n e n   Job, 

El so l. Era el titular de la 6

Los vv. 11 9- 12 0 son

19, 25 -26 .

Estatua de Kurlil, Kurlil,   T e ll O b e id , p r im e r a m it a d d e l t e r c e r m ile n io a . C . , B r it is h M u s e u m

>

 

TA BL IL LA

5

10

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20

25

II I

Su mano era pesada, yo no podía soportarla, el miedo que de él tenía era terrible, [...], su rostro está furioso, su voz era un huracán, [...], su andar era [...], su [...]. H e perdid o la co nc ien cia , la enferm edad grave a m í no [.. [...], .], día y noche gimo del mismo modo. En el sueño y la vigilia, por igual, estaba afligido. He aquí que un hombre joven, de extraordinario físico 6 2 , de esplén didos mie mb ros, con vestidos nuevo s, que en la madrugada [...], cubie rto de esplendor y vesti vestido do de terror 63 se me apareció, se paró sobre mí. Lo vi y mi carne se paralizó, me dijo: «La Señ ora me ha enviado, [-.]». Ellos callaron y no [...] [...]
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