TROMBOSIS VENOSA PROFUNDA.docx

September 25, 2017 | Author: Wili NyxZero Gallardo Miranda | Category: Thrombus, Embolism, Blood, Cardiovascular System, Clinical Medicine
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Trombosis venosa profunda ¿Qué es? La trombosis venosa profunda (TVP) es una enfermedad que afecta al sistema venoso profundo que consiste en la presencia de un trombo (coágulo) en el interior de una vena. La localización más frecuente es en los miembros inferiores, por debajo de la rodilla. Puede dar complicaciones graves como un embolismo pulmonar.

¿Cómo se producen? El sistema venoso está formando por un conjunto de venas que recogen la sangre de todo el cuerpo permitiendo su retorno al corazón. En los miembros inferiores consta de un sistema venoso profundo, un sistema venoso superficial y un sistema venoso comunicante. El trombo o coágulo se produce debido a tres hechos fundamentales que son el estancamiento de la sangre, la lesión en la pared de los vasos sanguíneos y un aumento de la coagulabilidad de la sangre (hipercoagulabilidad). Además existen una serie de factores que favorecen la aparición de un trombo venoso y que incluyen la cirugía previa, tumores, infarto de miocardio, enfermedades renales, inmovilización prolongada (más de 8 días), embarazo y postparto, consumo de anticonceptivos orales, alteraciones de la sangre que producen hipercoagulabilidad y la edad. Cuando el trombo se forma, queda alojado en el interior de la vena dificultando el flujo venoso a su través En ocasiones, especialmente si el trombo es muy grande y/o frágil, se puede fragmentar y viajar por el sistema venoso a través de la vena cava inferior llegando hasta los pulmones produciendo una embolia pulmonar que es una enfermedad grave. Otra complicación relacionada con la TVP es el síndrome post- trombótico que ocurre cuando los vasos sanguíneos se obstruyen por el trombo y además se dañan las válvulas venosas que permiten el retorno venoso. La sangre queda acumulada apareciendo hinchazón, dolor e incluso úlceras en la piel en la zona de la pierna afectada.

Síntomas En la mayoría de los casos la TVP no da síntomas y se descubre debido a la aparición de sus complicaciones, como la embolia pulmonar. Cuando da síntomas pueden notarse en las extremidades inferiores: dolor, hinchazón, inflamación, cambios en la coloración cutánea y temperatura de la piel.

Diagnóstico La prueba de elección que permite la confirmación diagnóstica de una TVP es la ecografía doppler, siendo la técnica de elección. Permite ver el sistema venoso, la localización del trombo y el funcionamiento de la circulación venosa. Se pueden realizar otras pruebas complementarias dirigidas a estudiar enfermedades que producen hipercoagulabilidaden sangre mediante, generalmente se solicitan una serie de parámetros específicos en una analítica.

Tratamiento El tratamiento se basa en la anti coagulación. Para ello se emplean fármacos anticoagulantes que reducen el riesgo de las complicaciones (embolismo pulmonar y síndrome postrombótico). El fármaco utilizado es la heparina que se administra mediante inyecciones subcutáneas y se inicia en todo paciente con sospecha de TVP. El tratamiento anticoagulante de mantenimiento (ya que la duración del tratamiento es de entre 6 y 12 meses dependiendo de la situación clínica) se realiza con anticoagulantes orales (acenocumarol o warfarina). La elevación y el uso de medias de compresión ayudan a disminuir la hinchazón y el dolor y prevenir el síndrome post-trombótico. Se indican desde el momento del diagnóstico hasta un mínimo de un año. En pacientes en los que estén contraindicados los anticoagulantes o que presenten TVP de repetición a pesar de un correcto tratamiento anticoagulante puede estar indicado la colocación de un filtro en la vena cava inferior. Es un procedimiento en el cual se coloca un filtro dentro de la cava que permite atrapar un coágulo a medida que se mueve a través del torrente sanguíneo y prevenir que alcance los pulmones.

Prevención En personas con factores de riesgo y especialmente antes de una cirugía se puede indicar tratamiento anticoagulante. Se recomienda mover las piernas con frecuencia y beber líquidos en viajes largos o en situaciones que requieran estar sentado o acostado durante largos periodos de tiempo. Es importante la movilización precoz tras una operación o una enfermedad para evitar el estancamiento de la sangre y la formación de trombos.

Enfermedad tromboembólica venosa ¿Qué es? La enfermedad tromboembólica venosa es un conjunto de alteraciones que abarcan la trombosis venosa profunda (TVP), la embolia de pulmón y el síndrome postrombótico. Cuando un vaso se rompe, el sistema denominado de hemostasia permite que la sangre circule por los vasos e impide su salida al exterior, deteniendo la hemorragia mediante la creación de un trombo que está limitado a la zona de la lesión vascular. La trombosis venosa es la ocupación de la luz de las venas por un trombo. Si éste es grande y se asienta en las venas profundas de las piernas (trombosis venosa profunda) se pueden desprender fragmentos pequeños y obstruir el flujo sanguíneo en los pulmones cuando ascienden, dando lugar a la embolia de pulmón. Además, con el tiempo, la vena trombosada se dilata y la sangre se estanca. La pierna aumenta de tamaño y la piel puede llegar a ulcerarse. La piel de la pierna adquiere un color azulado con tendencia a hincharse, y a este proceso se le denomina síndrome postrombótico.

¿Qué es la trombofilia? La trombofilia es la tendencia a desarrollar trombosis en las venas y/o arterias. Es una enfermedad compleja, en la cual intervienen varios factores, como la presión sanguínea, el flujo sanguíneo, el proceso de coagulación, la inflamación y la aterogénesis. Las trombofilias pueden ser heredaras, adquiridas o transitorias, y pueden influir en el desarrollo de la trombosis de modo fuerte o débil. De las enfermedades prevenibles, el tromboembolismo venoso es la principal causa de muerte en pacientes hospitalizados y además es la tercera enfermedad vascular más común, detrás de las enfermedades del corazón y el ictus.

Causas Entre los factores de riesgo adquiridos para la trombofilia se incluyen: edad, traumatismos y cirugías, períodos prolongados de inmovilización, anticonceptivos de uso oral, terapia de reemplazo hormonal, embarazo, obesidad, enfermedades cardiacas y oncológicas y anticuerpos antifosfolípidos. Entre los factores de riesgo genéticos se incluyen la deficiencia de la antitrombina, proteína C y S, factor V Leiden, protrombina 20210 A, hiperhomocisteinemia, disfibrinogenemia, displaminogenemia, actividad reducida del cofactor II de heparina, niveles elevados de factores XI, IX, VII, VIII, X y II, inhibidor del activados del plasminógeno-1.

Si bien los avances en los aspectos genéticos de las trombofilias son muy relevantes, en la actualidad cuando se evalúa el riesgo de trombosis se suelen tener en cuenta sólo los factores adquiridos y las características fisiológicas del paciente, dejando desatendida la información genética.

Síntomas de Enfermedad tromboembólica venosa En los casos de trombosis venosa profunda en los muslos, el dolor es el síntoma más frecuente; sin embargo, este dolor es poco preciso al ser espontáneo y con intensidad variable dependiendo del sujeto. Otras características suelen ser el enrojecimiento y el incremento del tamaño de la pierna o del muslo. La embolia pulmonar está caracterizada por el dolor de pecho, tos (en ocasiones con sangre) y la sensación súbita de dificultad para respirar.

Prevención Existen diferentes situaciones clínicas que tienen un riesgo muy elevado de desarrollar enfermedad tromboenbólica venosa (ETV). En todos los casos, la prevención farmacológica es eficaz, sobre todo en pacientes postquirúrgicos. Sin embargo, es recomendable consultar al facultativo antes de instaurar la prevención. La deambulación precoz, beber mucha agua y realizar contracciones con los músculos de las pantorrillas son otras medidas muy eficaces. Los grupos de más riesgo son: 

Antecedentes de ETV: los pacientes que han padecido una ETV tienen riesgo de desarrollar nuevos episodios.



Cirugía: la inmovilización prolongada debido a causas quirúrgicas incrementa las posibilidades de ETV. La edad del paciente, el tipo de cirugía y la duración de la intervención son algunos factores que aumentan el riesgo.



Patologías malignas: el cáncer y la ETV están muy relacionados.



Estrógenos: en situaciones como el embarazo, los niveles de estrógenos aumentan y favorecen el desarrollo de ETV sobre todo si se asocia a cirugías (cesárea). El uso de estrógenos como anticonceptivo o en la menopausia no aumenta las posibilidades de ETV si no están relacionados con otros factores de riesgo.



Pacientes que deben permanecer mucho tiempo inmovilizados en cama.

Diagnósticos Ante la sospecha de una trombosis venosa profunda los facultativos recomiendan realizar una ecografía Doppler que permite visualizar el sistema venoso profundo. En caso de que con la ecografía no se pueda diagnosticar la patología se estudiará realizar una flebografía (método que consiste en introducir contraste en el interior de la vena y que sólo se realiza en situaciones muy especiales, ya que puede tener complicaciones). En los casos de sospecha de embolia pulmonar, la técnica más frecuente es la realización de una gammagrafía (introducción en la vena de un contraste radiactivo). La prueba no tiene riesgos, pero, el diagnóstico de la embolia pulmonar no está asegurado.

Tratamientos El tratamiento en la enfermedad tromboembólica venosa son los fármacos anticoagulantes que consiguen estabilizar el trombo e impiden la fragmentación. En los casos de trombosis venosa profunda previenen que se produzca una embolia pulmonar, y en las situaciones de embolia pulmonar evitan su avance. Los facultativos utilizan dos tipos de anticoagulantes: 

Orales: este tratamiento con anticoagulantes como el acenocumarol tarda varios días en hacer efecto, por lo que no se utiliza al inicio de la terapia debido a que se requiere un efecto anticoagulante inmediato.



Inyectables: el tratamiento de elección son las heparinas por vía intravenosa. Actúan inmediatamente pero requieren controles analíticos frecuentes, por lo que los pacientes tienen que estar hospitalizados. En la actualidad se están utilizando las heparinas de bajo peso molecular (HBPM). Son más cómodas, ya que se inyectan en el tejido subcutáneo y no implican que se realicen controles analíticos, ni ingreso hospitalario. El propio paciente se la administra.

Trombosis Venosa Profunda (TVP)/Tromboflebitis ¿Qué es la trombosis venosa profunda?

La trombosis venosa profunda (TVP) se presenta cuando se forma un coágulo sanguíneo en una vena profunda del cuerpo. Las venas profundas se encuentran en los grupos de músculos. Las venas cercanas a la piel se denominan venas superficiales. Aunque estos coágulos se desarrollan más frecuentemente en la parte inferior de las piernas o en los muslos, pueden aparecer en la parte superior del cuerpo, como los brazos u otras partes del cuerpo. La trombosis venosa profunda presenta un riesgo para cualquier cirugía importante, pero tal riesgo es más elevado aún en los pacientes que se someten a cirugía de las piernas o la cadera. La trombosis venosa profunda puede significar una amenaza grave para la salud. Partes del coágulo pueden desprenderse y ser transportados a través del torrente sanguíneo hasta los pulmones. Esto se denomina embolia pulmonar y su fatalidad puede ser inmediata. La trombosis venosa profunda también puede obstruir el flujo sanguíneo en las venas, lo que produciría una acumulación de sangre. Esto puede causar hinchazón, dolor y daño permanente a la pierna, que se denomina síndrome post-trombótico.

¿Qué es la tromboflebitis? Cuando se forma un coágulo en una vena, el sitio afectado de ésta puede inflamarse. Esto se denomina tromboflebitis. La inflamación puede ser mínima, o puede ser más pronunciada y ocasionar hinchazón, enrojecimiento, calor y sensibilidad en el lugar. Ante una tromboflebitis, la respuesta del organismo a la inflamación puede promover la formación de más coágulos.

¿Cuáles son los factores de riesgo de la trombosis venosa profunda? Un factor de riesgo es todo aquello que puede aumentar la probabilidad que tiene una persona de desarrollar una enfermedad. Puede ser una actividad, la alimentación, los antecedentes familiares o muchas otras cosas. Los factores de riesgo relacionados con o que pueden contribuir a la trombosis venosa profunda y la tromboflebitis incluyen, aunque no de forma excluyente, los siguientes: 

obesidad



tendencia hereditaria a aumentar el riesgo de coágulos sanguíneos



edad (más de 60 años)



grupo sanguíneo tipo A

¿Cuáles son las causas de la trombosis venosa profunda? Existen diversos factores que contribuyen al desarrollo de la trombosis venosa profunda: 

cirugía, particularmente cirugía de cadera o pierna, o cirugía abdominal



un período largo de reposo en cama o en posición sentada durante mucho tiempo (p. ej., en un avión o en un auto)



píldoras anticonceptivas u hormonas administradas para los síntomas de la menopausia



ciertas enfermedades y trastornos, como: o

várices

o

fibrilación auricular crónica

o

enfermedad intestinal inflamatoria

o

lupus eritematoso, una enfermedad del sistema inmune

o

cáncer

o

insuficiencia cardíaca

o

ataque cardíaco

o

enfermedad arterial

o

lesión de la médula espinal y parálisis consecuente



coágulo sanguíneo previo (trombosis)



embarazo



tratamiento de cuidados intensivos que incluyen la colocación de un catéter venoso central



personas con el cáncer que recibe la quimioterapia

¿Cuáles son los síntomas de la trombosis venosa profunda? La trombosis venosa profunda es asintomática en aproximadamente el 50% de los casos. En los cuadros sintomáticos, los síntomas pueden incluir: 

hinchazón de la pierna



piel enrojecida, descolorida o blanca



un cordón en una vena de la pierna que se puede palpar



taquicardia (latidos cardíacos acelerados)



fiebre moderada



piel tibia



venas superficiales más visibles



dolor sordo, opresión, sensibilidad o dolor en la pierna (estos síntomas pueden presentarse solamente al caminar o al estar de pie)

Los síntomas de la trombosis venosa profunda pueden parecerse a los de otros trastornos o problemas médicos. Consulte siempre a su médico para obtener un diagnóstico.

¿Cómo se diagnostica la trombosis venosa profunda? Además del examen físico y la historia clínica completa, los procedimientos para diagnosticar la trombosis venosa profunda pueden incluir: 

Ecografía dúplex - incluye el uso de ondas sonoras de alta frecuencia para observar la velocidad del flujo sanguíneo y las venas. En ocasiones, se puede visualizar un coágulo en la ecografía. Este procedimiento no es invasivo (no se corta la piel), y consiste en la aplicación de un gel ecográfico sobre el área afectada y el desplazamiento de un dispositivo manual sobre ésta. La imagen del flujo sanguíneo se muestra en una pantalla. La ecografía dúplex es la prueba de diagnóstico más frecuente para la detección de la TVP.



Imágenes por resonancia magnética (MRI) - procedimiento de diagnóstico que utiliza una combinación de imanes grandes, radiofrecuencias y una computadora para producir imágenes detalladas de los órganos y las estructuras dentro del cuerpo; particularmente eficaz para el diagnóstico de la trombosis venosa profunda en la pelvis.



Venograma - utiliza rayos X y una solución de contraste intravenosa (IV) para visualizar las venas. La solución de contraste hace que los vasos sanguíneos aparezcan opacos en la imagen de rayos X, lo que permite que el médico visualice los vasos sanguíneos que se están evaluando.

Tratamiento para la trombosis venosa profunda: El tratamiento específico será determinado por su médico basándose en lo siguiente: 

su edad, su estado general de salud y sus antecedentes médicos



la gravedad de la enfermedad



sus signos y síntomas



su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias



sus expectativas para la evolución de la enfermedad



su opinión o preferencia

El objetivo del tratamiento es prevenir el crecimiento del coágulo, asegurar que no se desprenda y se traslade a través de las venas hacia los pulmones, y reducir la posibilidad de que se forme otro coágulo.

El tratamiento incluye: 

Medicamentos Para el tratamiento de la TVP se pueden utilizar diversos tipos de medicamentos. Si bien los anticoagulantes (diluyentes de la sangre) no destruyen los coágulos, pueden evitar que éstos crezcan y que otros se formen. La warfarina (Coumadin) se puede administrar por vía oral o se puede administrar una inyección de heparina por vía intravenosa (IV) o debajo de la piel (en forma subcutánea).



El tratamiento con anticoagulantes puede durar de 3 a 6 meses. Si se forma un coágulo sanguíneo después de una cirugía, el tratamiento puede ser más corto. Si han aparecido coágulos previamente o el paciente está en siendo tratado por otra enfermedad, el tratamiento se extenderá hasta que desaparezcan los factores de riesgo. El efecto secundario más frecuente de la medicación con anticoagulantes es la hemorragia. Los hematomas o las hemorragias deben informarse al médico de inmediato. Otro tipo de medicamentos denominados fibrinolóticos o trombolíticos ("rompecoágulos") pueden disolver un coágulo rápidamente, en unos pocos días. Los agentes fibrinolóticos se usan en ciertas situaciones, según lo determina el médico. Los inhibidores de la trombina son medicamentos que pueden interrumpir la formación de un coágulo. Estos medicamentos se indican a pacientes que no pueden recibir heparina.



Filtro de vena cava En algunos casos, se puede insertar un filtro de vena cava en la vena cava (la vena grande que devuelve la sangre del cuerpo al corazón) en los pacientes que no pueden recibir medicamentos o si los anticoagulantes no funcionan. El filtro es un tipo de "receptor de coágulos".

Prevención de la trombosis venosa profunda: La prevención de la trombosis venosa profunda es importante para prevenir una embolia pulmonar, cuadro que conlleva complicaciones graves. En algunos pacientes quirúrgicos,

se pueden administrar medicamentos

anticoagulantes, como heparina o fondaparinux, a fin de prevenir la trombosis venosa profunda después del riesgo de la sangría quirúrgica se ha desplomado. Los pacientes que han tenido previamente un coágulo deben seguir las instrucciones del médico. La prevención de la trombosis venosa profunda causada por períodos prolongados en posición sentada o reclinada consiste en mover la parte inferior de la pierna. Flexionar (doblar) las rodillas puede ser de ayuda.

Otras medidas preventivas incluyen: 

Levantarse y moverse tan pronto como sea posible después de una cirugía o enfermedad, ya que el movimiento puede evitar que se formen coágulos al estimular la circulación sanguínea.



Inserción de un dispositivo de compresión neumático, que parece una manga especial a medida, que se coloca sobre las piernas para ayudar a mantener la sangre en movimiento durante ciertos tipos de cirugía.



Medias elásticas para reducir la hinchazón y estimular la circulación.

Consulte con su médico para obtener información sobre diagnóstico y tratamiento.

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