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Trastornos de la comunicación en la Esquizofrenia
Integrantes: Nicole Fredes Carolina Negrete
Curso: Fonoaudiología (V).
Introducción El lenguaje y el habla de la esquizofrenia se han estudiado más que cualquier otra característica de éste trastorno. Las cosas que dicen los pacientes pueden tener toda la rareza de los síntomas positivos, las alucinaciones y los delirios, pero a diferencia de ellos, puede estudiarse directamente. Algunos esquizofrénicos dicen cosas muy incomprensibles pero fascinantes. Como los otros signos y síntomas de la esquizofrenia, las anomalías del lenguaje se encuadran naturalmente en grupos positivo y negativo. La pobreza del habla y la pobreza del contenido del habla son obviamente negativas, mientras que casi todas las demás características, como la incoherencia y el descarrilamiento, son anómalas por su presencia y por tanto, positivas. Uno de los aspectos que aún plantea interrogantes es el comportamiento comunicativo de los enfermos, ya que presenta diversas alteraciones. Durante los últimos años, descubrimientos acerca de anormalidades en la morfología de zonas cerebrales en que se encuentran centros de lenguaje y de control ejecutivo, han aumentado el interés en dicha área de estudio.
Entre la Comunicación y la Morfología El tema de los patrones comunicativos y de las alteraciones morfológicas en el cerebro de los esquizofrénicos ha dado lugar a una de las mayores polémicas relacionadas con la enfermedad, a saber, la discusión sobre su origen. La primera hipótesis, llamada “Dopaminérgica” o “de los Neurotransmisores”, plantea que la esquizofrenia es el resultado de alteraciones en el nivel de actividad de algunos neurotransmisores y de sus receptores, en ciertas zonas del cerebro. Se estima que las áreas en que ocurre una hiperactividad (tales como la corteza prefrontal y frontal) participan en la manipulación de información simbólica y en el desempeño de la memoria funcional, esenciales para la comprensión del lenguaje, el aprendizaje y el razonamiento (Andreasen). La “Teoría del Doble Vínculo”, por otra parte, plantea que la esquizofrenia es el resultado de formas de comunicación patológica que ocurren dentro de una familia. Estas estarían caracterizadas por mensajes y metamensajes conflictivos entre sí, que ponen al sujeto frente a una interacción imposible, con efectos negativos en la conducta. Se ha encontrado evidencia de estas formas de interacción al interior de familias de esquizofrénicos, pero pareciera que ellas no son la causa del trastorno. Un tercer modelo para explicar el origen de la esquizofrenia implica la confluencia de múltiples causas, genéticas y ambientales, que determinan su aparición en algunos individuos. Así, es posible que personas con una plataforma genética que los haga vulnerables, desarrollen esquizofrenia al ser sometidos a situaciones estresantes u hostiles, que actúan como “gatilladores” del comienzo de la enfermed ad. Esta visión es apoyada por estudios de gemelos idénticos que han sido criados por familias distintas, siendo sólo uno de ellos el que ha desarrollado la patología, así como por estadísticas que muestran que la aparición y evolución de la enfermedad tiene características distintas en zonas rurales y urbanas (Silva, 2000).
Comunicación y Lenguaje Quienes sufren de esquizofrenia tienden a mostrarse generalmente apáticos, con una reducida gestualidad corporal y facial, en ocasiones perdiendo todo interés en su aspecto físico. Algunos pueden caer en un estado de mutismo o de catatonia, y responder muy poco a los estímulos de ambiente. Existen cinco subtipos de esquizofrenia, cada uno con síntomas diferentes, y la comunicación varía en cada subtipo. Así, quienes son considerados paranoides presentan menores alteraciones discursivas que quienes son desorganizados. Dentro de un mismo subtipo pueden existir grandes diferencias individuales, y un mismo paciente suele comportarse de manera distinta según se encuentre durante un episodio sicótico o en una etapa de equilibrio o “compensación” (Pichot y otros, 1998). Aún así, en general, las verbalizaciones de los esquizofrénicos son generalmente poco comprensibles, constando de un lenguaje ambiguo, con una tendencia a la generalización y un uso inexacto de las palabras, mientras que las oraciones pueden contener contradicciones y eufemismos (Rieber y Vetter, 1994 y 1995). La gran mayoría de lo que se ha publicado en el área no considera variables tales como subtipo de esquizofrenia, medicación, o nivel educacional. Casi ningún estudio considera el comportamiento de pacientes compensados, es decir, que han logrado estabilizarse en su enfermedad.
Análisis psicolingüísticos de las alteraciones del lenguaje en la esquizofrenia. Los sujetos con esquizofrenia utilizan por lo general el lenguaje de una forma adecuada aunque (ocasionalmente y con una probabilidad significativamente más alta que sus controles normales), no lo hacen de una forma práctica, esto es, construyen mensajes que no cubren adecuadamente las necesidades comunicativas de sus interlocutores (incluyen referentes ambiguos o implícitos que deberían ser explícitos, no respetan el orden lógico de presentación de la información requerido por los oyentes, están menos cohesionados de lo necesario, etc.). Así, podemos decir que los sujetos con esquizofrenia hacen un mal uso de las reglas lingüísticas de la codificación textual, produciendo textos anómalos justo en el tipo de indicadores lingüísticos que hacen referencia a la competencia pragmática. Algunos trabajos han puesto de manifiesto la posibilidad de que los sujetos con esquizofrenia sufran alteraciones estructurales específicas (morfosintácticas y textuales) además de las ya referidas alteraciones de planificación comunicativa.
Cuando nos fijamos en lo que conformaría los componentes paralingüísticos:
El volumen de la voz es mínimo, casi no se les oye, no utilizan un volumen adecuado para el interlocutor, descendiendo el volumen cuánto mayor es la longitud del mensaje. La entonación es plana, monótona y aburrida, no se produce un acompañamiento del mensaje emitido. El timbre es o muy agudo o muy grave. La fluidez no se da, no hay una continuidad en el discurso, se dan muchas perturbaciones o pausas embarazosas, no hay un acompañamiento, una vez concluida la frase, concluye el tema y la conversación, teniendo que hacer uso de frases interrogativas para continuar o comentar sobre otro tema, que concluye cuando contesta, en muchas ocasiones con monosílabos. La velocidad tiene dos posibilidades, dependiendo del grado de deterioro cognitivo del paciente y de su tipología de su enfermedad, por un lado tendríamos gente con habla muy lenta, hablan extremadamente despacio y por otro gente con logorrea, que habla extremadamente deprisa y no se le entiende nada. La claridad es confusa, teniendo que pedir continuas aclaraciones sobre los neologismos empleados y el significado que le quieren dar a la frase. El tiempo de habla es corto, con grandes períodos de silencio, concluyendo con la contestación a lo que se les pregunta.
Cuando entramos en los componentes verbales propiamente dichos vemos que:
El contenido es muy poco interesante, aburrido y muy poco variado, siendo en muchas ocasiones delirante, lo que dificulta la comprensión del interlocutor. Las notas de humor a lo largo de la conversación son escasas, con un contenido muy serio en su discurso. La atención personal es algo que no existe para ellos, nunca se interesan por la otra persona, además es algo que les cuesta mantener, con continuos requerimientos para ello. Las preguntas cuando existen son cortas, generales cuando quieren expresar algo particular y muy concretas cuando en realidad quieren formular una
pregunta general, en el otro polo tenemos a las personas que nunca hacen preguntas o en muy raras ocasiones. Las respuestas a preguntas son monosílabos y poco adecuadas, sin extenderse en la respuesta, teniendo que hacer varias preguntas para llegar a una respuesta que en otro tipo de población bastaría con una sola pregunta.
Además, los psicóticos hacen uso de una sintaxis correcta, pero su semántica es en ocasiones ilógica, de hecho, aunque sus habilidades léxicas, morfológicas, fonológicas, sintácticas y otras capacidades relacionadas no parecen estar mermadas, no sucede así en el campo de la semántica.
Como señala Belinchon (1988) hay tres tipos de observaciones clínicas: 1. Que el habla de los esquizofrénicos es poco fluida y ocasionalmente muestra alteraciones prosódicas que afectan a la entonación y velocidad. 2. Que el lenguaje esquizofrénico es perseverativo. 3. Que el lenguaje esquizofrénico es ininteligible, incoherente y/o difícil de comprender por el interlocutor.
Los esquizofrénicos pueden utilizar el lenguaje de forma adecuada, pero no logran comunicarse bien debido a que no tienen en cuenta a sus interlocutores y las necesidades informativas de éstos. La actuación del esquizofrénico cuando el número de elementos verbales es superior a tres o cuatro, empeora drásticamente. Hay un exceso de monólogos esto nos llevaría a señalar que el discurso es pobre, que cuesta un gran esfuerzo por parte del interlocutor-receptor conseguir nexos de unión entre las frases que den consistencia a la conversación. Cuando un esquizofrénico actúa como emisor encuentra grandes dificultades a la hora de proporcionar información que le permita identificar un único referente.
LISTA DE RASGOS LINGÜÍSTICOS QUE DEFINEN, SEGÚN CHAIKA (1982) EL "LENGUAJE ESQUIZOFRÉNICO" 1. 2. 3. 4. 5. 6.
Neologismos de difícil interpretación. Farfulleo. Preferencia por la utilización del significado dominante de las palabras. Empleo de cadenas asociativas no subordinadas a un tópico (glosomanía). Rimas y aliteraciones no relacionadas con el tópico del discurso. Emisión de palabras y/o frases que se asocian con otras anteriormente dichas, pero que no son relevantes para el discurso. 7. Repetición de perseverativa inadecuada de palabras y/o morfemas. 8. "Ensaladas de palabras" y alteraciones de la sintaxis, que afectan a la organización de las oraciones y/o los discursos. 9. Incapacidad aparente para darse cuenta de los errores lingüísticos cometidos.
Trastornos de la comunicación asociados a la esquizofrenia
Bloqueo: Se refieren a una detención en el discurso del sujeto. El paciente se da cuenta, lo vive con desconcierto y por lo general no puede retomar la idea de lo q estaba hablando. No así en la ausencia epiléptica. Se puede acompañar de una interpretación delirante.
Discurso circunstancial: Su discurso es a menudo excedente elaborado y difícil de seguir, Ideas con relación entre si y q se van distanciando del concepto que se desea trasmitir ya que se hace un uso excesivo de detalles que q el observados se aburra.
Discurso concreto. Propio de los adultos con déficit intelectual, se elabora con ideas concretas, son representaciones muy poco alejada de la cosa en si.
Ecolalia: Repetición de las palabras o frases de otras personas a modo de eco. La ecolalia clásica suele ser repetitiva y persistente. Con frecuencia, el eco se pronuncia con una entonación de burla, farfullante o entrecortada. La ecolalia se observa en algunos trastornos generalizados del desarrollo, en los trastornos mentales orgánicos, y en la esquizofrenia. No debe confundirse con la repetición habitual de preguntas para clarificar una cuestión y formular su respuesta.
Ecopraxia: Repetición por imitación de los movimientos de otra persona. La acción no es voluntaria y tiene un carácter semiautomático e incontrolable.
Incoherencia de las asociaciones: marcada pérdida de las asociaciones
Neologismos: Palabras inventadas por el paciente por razones psicológicas, dándoles el mismo significado, o como en el caso de la esquizofrenia, no le da significados precisos.
Jergafasia (ensalada de palabras): Las palabras se enuncian todas desordenadas.
Discurso Tangencial: Irse por la tangente, flujo de ideas relacionadas entre sí, que no van a la idea principal, no toca el tema principal
Perseverancia. Perseveración: Repetición de una palabra o frase, en respuesta a preguntas diferentes.
Pobreza del discurso: Restricción, monosílabos. Pobreza del contenido del discurso.
Pararrespuesta: No van nunca al grano, se da asociado al pensamiento tangencial, frente a una pregunta el entrevistado responde algo que no tiene nada que ver.
Habla incoherente: Alrededor del 16% de los pacientes con diagnóstico de esquizofrenia tiene habla incoherente.
Habla apresurada, logorrea. Carácter inagotable del flujo verbal, Excesiva locuacidad, es la compulsión por hablar sin cesar
Perdida del objetivo: Olvido del tema.
Parafrasia: Perturbación del lenguaje caracterizado por la formación de palabras o frases nuevas. Alteración del lenguaje subsiguiente a la estimulación eléctrica de la corteza cerebral, ya sea artificialmente o por una epilepsia de las áreas sensomotoras tanto del hemisferio derecho como del hemisferio izquierdo.
Parafrasia fonética: Reemplazan un fonema por otro, por ejemplo: "bofafo" por "bolígrafo"; en este caso habría también supresión de otro fonema.
Parafrasia semántica: Sustituyen la palabra por otra palabra que pertenece al mismo campo semántico, por ejemplo, decir "silla" al intentar pronunciar "mesa".
Bibliografía
Perris, C.: Psicoterapia cognitiva con pacientes esquizofrénicos. Niveles de aplicación, fundamentos y resultados, en Anales de Psiquiatría, 1996
Penn, DL. y Mueser, K.: Tratamiento cognitivo-conductual en la esquizofrenia, en Psicología Conductual, 1995.
MANUAL DE DSM IV - DIAGNÓSTICO Y ESTADÍSTICO DE LOS TRASTORNOS MENTALES. de la Asociación Psiquiátrica de losEstados Unidos (American Psychiatric Association)
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