Trastorno de Desregulación Disruptiva Del Estado de Ánimo

NOMBRE DEL

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TRASTORNO

DE ÁNIMO El rasgo central es una irritabilidad crónica, grave gr ave y persistente, la que tiene dos manifestaciones clínicas relevantes: Accesos de cólera

frecuentes y estado de ánimo persistentemente irritable o de enfado crónico. Los accesos de cólera frecuentes son en respuesta a la frustración y

Características pueden ser verbales o conductuales, contra objetos, personas o hacia diagnosticas

uno mismo y ocurren frecuentemente, dándose mayormente en la casa y el colegio. El estado de ánimo irritable debe ser característico del niño, la mayor parte del día y casi a diario. Lo que se puede ser apreciado por otras personas.

Es frecuente entre los niños que que acuden a las consultas de salud mental infantil.

Prevalencia.

 Aunque la estimación de la prevalencia no está clara. Al basarse en las tasas de irritabilidad grave, persistente y crónica la prevalencia global sería de 2-5%.

Debe producirse antes de los 10 años y el diagnóstico no debería aplicarse a niños menores de 6 años. Es probable que los síntomas

Desarrollo y

cambien al madurar el niño, probablemente la mitad de los niños con

curso.

irritabilidad grave crónica presenten los criterios del trastorno un año después. Este trastorno es más frecuente que el trastorno bipolar.

Temperamentales:  Presentan historias psiquiátricas complicadas, además presentan síntomas de TDAH, trastorno de ansiedad y trastorno depresivo mayor. En estos niños son frecuentes los antecedentes amplios de irritabilidad crónica.

Genéticos y fisiológicos: En términos de agregación familiar y Factores de riesgo.

genética se ha sugerido que los niños que presentan irritabilidad crónica no episódica pueden diferenciarse de los niños con trastorno bipolar basándose en el riesgo familiar. Quienes presentan este trastorno tienen similitudes y diferencias en los déficits de procesamiento de información. Existen también pruebas de una disfunción específica del trastorno que aparece en las tareas que evalúan el uso de la atención en respuesta a estímulos emocionales.

Como los individuos con este trastorno, normalmente tienen historias complejas, el diagnóstico se debería hacer considerando la presencia o ausencia de otros trastornos:

Trastorno Bipolar: En los niños como en los adultos, este trastorno se manifiesta como una enfermedad episódica con episodios

Diagnóstico

delimitados de alteración del estado de ánimo que se puede

diferencial.

diferenciar de su forma habitual de ser, siendo muy diferente a la alteración del estado de ánimo que ocurre en un episodio maníaco, que va acompañado de un empeoramiento de síntomas cognitivos, conductuales y físicos. Por lo que los padres deben identificar en un determinado tiempo en el que el estado de ánimo y la conducta no son los habituales del niño. En cambio la irritabilidad del trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo es persistente y se presenta por varios meses, la irritabilidad grave es característica del

niño. Por lo tanto, mientras el trastorno bipolar es persistente el de desregulación disruptiva del estado de ánimo no lo es.

Trastorno negativista desafiante: Los síntomas afectivos del trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo, son relativamente raros en los niños con el trastorno negativista desafiante. Los rasgos claves que garantizan el diagnóstico del trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo son: ataques de cólera graves y frecuentes, y una alteración persistente del ánimo entre los ataques. Además, requiere una alteración grave en, al menos, un entorno y una alteración leve o moderada en un segundo entorno.

Trastorno por Déficit de Atención/Hiperactividad, Trastorno depresivo mayor, trastorno de ansiedad y trastorno del espectro autista:  Podría darse el caso que los niños reciban un diagnóstico comórbido de TDAH, trastorno depresivo mayor o de ansiedad.  Aunque si presentan irritabilidad solamente en el contexto de un episodio depresivo mayor, depresivo persistente, ansiedad o trastorno del espectro autista, debería de diagnosticarse uno de esos trastornos.

Trastorno Explosivo Intermitente:   Los niños que presentan este trastorno, presentan accesos de ira graves muy parecidos al de la desregulación disruptiva del estado de ánimo, sin embargo, en este trastorno explosivo intermitente no se requiere una alteración persistente del estado de ánimo, requiere solo 3 meses de síntomas activos, mientras que en el de desregulación disruptiva del estado de ánimo se requieren 12 meses.

Las tasas en este trastorno son extremadamente altas, es raro encontrar pacientes que cumplan únicamente con los criterios del mismo. La comorbilidad de este trastorno y otros definidos en el DSMIV parece ser mayor que otras enfermedades mentales infantiles, el mayor está con el trastorno negativista desafiante. Los niños acuden normalmente con un abanico de síntomas y diagnósticos de

Comorbilidad.

conductas perturbadoras, síntomas afectivos, de ansiedad e incluso del espectro autista. Se debe tomar en cuenta que no se debe hacer un diagnóstico del trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo si los síntomas aparecen solo en un contexto que provoca ansiedad, cuando se alteran las rutinas de un niño con trastornos del espectro autista o trastorno obsesivo-compulsivo, ni en el contexto de un episodio depresivo mayor.

INTEGRANTES: 200277129

Sulmy Anayansy Vásquez Hernández

201445591

Vilma Marisol Valdez Isem

201440009

Jennefer Eunice Catalina Pacay Macz

CLAVE: 02

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