Trabaja Sobre La Niñez
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Niño Interior, Sanando al Niñó interior...
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Taller - Sanando el Niño Interior.
Trabaja sobre la niñez Niños Internos. 1. 2. 3. 4. 5. 6.
Juguetón Mágico Amable y Obediente El Primero de la Clase. Vulnerable. Luna 1. Aries 2. Tauro 3. Géminis 4. Cáncer 5. Leo 6. Virgo 7. Libra 8. Escorpio 9. Sagitario 10. Capricornio 11. Acuario 12. Piscis.
El Niño Interno. El Niño Interno es el representante de nuestra parte instintiva, de sentimientos que vienen “del estómago”. El entendimiento adulto controla por regla general nuestra vida
emocional. Es el responsable de nuestros actos. Pero el Niño Interno tiene acceso directo a alegría y pena, amor y tristeza.
Los Niños Internos. El Niño Juguetón.
El niño juguetón es tal vez la parte que más a menudo vuelve a hacerse un sitio en nuestra vida adulta. Está ahí cuando patinamos, construimos modelos de aviones, jugamos a las cartas o vamos al zoológico. Le gusta hacer bricolaje y disfruta haciendo reír a otras personas. Hacer muecas y gastar bromas a los demás son dos cosas que le encantan. También se lo pasa estupendamente cantando y bailando. Es, en una palabra, motivo de alegría en nuestra vida. Pero, por desgracia, eso que llamamos la seriedad de la vida lo ha reprimido con mucha frecuencia. La racionalidad ha vencido. Por desgracia, como adultos solemos pensar que jugar sería cosa de niños pequeños. Pero el mero hecho de jugar y la espontaneidad son parte de nuestro ser natural. Nos gusta ser creativos y expresarnos con libertad, lisa y llanamente. El juego no tiene por qué tener ningún objetivo concreto, y en él tampoco se trata de ganar. Es una pena que como adultos 1
Taller - Sanando el Niño Interior. apenas podamos soportar que las cosas marchen de vez en cuando por sí solas. Siempre que disfrutamos de un poco de tiempo libre, nos sentimos obligados a llenarlo con actividades que tengan “un sentido”. Cuando hayamos acceso a nuestro niño juguetón, se abren espacios
enteramente nuevos para creatividad, espontaneidad y ligereza. El Niño Mágico
El niño mágico nos permite acceder al mundo de la fantasía. Es esa parte de nosotros que puede hablar con los animales, y que cree en espíritus, magos y brujas, pero que constituye también la puerta a nuestra espiritualidad. Él es quien introduce alegría y magia a nuestra vida. Los objetos más simples, como una sencilla hoja de papel, pueden transformarse en sus manos en las cosas más sorprendentes; una caja se convierte en un barco, el salero del restaurante en una nave espacial, y la escoba en un espléndido corcel. El niño mágico puede contar las historias más increíbles. Por desgracia, lo normal es que no sólo no fomentemos casi nunca la imaginación de nuestros hijos, sino que nos burlemos de ella e incluso la desaprobemos como una tontería. Sin embargo, ella puede tener una gran importancia en nuestra vida adulta. Los niños son espirituales por naturaleza. Son místicos ingenuos. El niño mágico se siente aún inmerso en un Todo más grande. Mantiene un vínculo con lo que es más grande que nosotros mismos. Los niños no han empezado todavía a dudar de sí mismos, a no ser que los adultos los hayan ya torcido y obligado a distinguir entre “lo que está bien y lo que está mal”. Son lisa y llanamente ellos mismos. Y eso no tiene nada de malo. Los niños aman sin reservas a sus padres y expresan también esos sentimientos con gran intensidad. Y cuando ese amor no es correspondido por los padres, tan aguda se vuelve el hambre de amor en el curso posterior de la vida, que el Niño Interno aplicará las más diversas estrategias para obtener reconocimiento y afecto. El niño amable y obediente.
El niño obediente ha aprendido a adquirir atención a cambio de buen comportamiento. La mayoría de las veces pasa del todo desapercibido y se mantiene siempre en un segundo plano. Toda posible nota discordante es ajena a su comportamiento. Tiene el mimetismo de un camaleón y no experimenta ninguna dificultad para acomodarse a las mil maravillas a personas y situaciones nuevas. Tampoco expresa nunca sus propias necesidades. Contrariamente a ello, tiene un olfato inigualable para detectar las necesidades de otras personas y ofrece su ayuda sin necesidad de pedírsela. Jamás se permitirá contradecir ni dejar en la estacada a quien necesite apoyo. Siempre está en su puesto, tanto si ha de prepararse una mudanza como si, tras habérsele invitado a comer, llega el momento de lavar los platos de su anfitrión. De este modo se asegura alabanzas y reconocimiento. A los niños obedientes se les obligó a menudo a desempeñar el papel de adultos desde muy pronto. Suelen ser los hermanos mayores y tuvieron enseguida que asumir responsabilidades. El puesto del rebelde solía estar ocupado por un hermano o una hermana. A veces, uno de los padres sufría también una enfermedad o problemas de alcoholismo. Ser obediente acarreaba consigo muchas ventajas. Y por dicho motivo esa excesiva capacidad de adaptación siguió luego aplicándose de buen grado en la vida adulta. Las personas se convierten gracias a ella en buenos compañeros, que siempre están en su puesto cuando alguien necesita ayuda o lo más cómodo es intervenir.
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Taller - Sanando el Niño Interior. El Primero de la Clase.
Este niño es un niño modelo y suele exhibírsele con agrado en las fiestas familiares. Yo misma fui uno de esos niños. Cuando hay visita, tiene que tocar el pi ano delante de todos. Lass buenas notas en la escuela son alabadas en presencia de todos los tíos y tías. Cosa que llena de orgullo, y el niño hace todo lo que pude para que la fuente de la escasa atención que recibía no se secase. El perfeccionismo supuso entonces una enorme presión. Se es el primero de la clase, y recibir una calificación insuficiente produce un terror inmenso. Una adaptación perfecta. Aprendió a ocultar sus necesidades. Sentimientos como ira, miedo, tristeza u obstinación son capaces de disimularlos perfectamente. Para no ser una carga para sus padres, suelen hacerse muy pronto mayores e independiente. El Niño Vulnerable.
El niño vulnerable es nuestro núcleo más íntimo y la parte que más a menudo reprimimos en nuestra vida adulta. ¿Quién querría ser vulnerable en una sociedad que reclama de nosotros racionalidad, rendimiento y fortaleza? Como se ha mencionado ya, nuestra dilatada y total dependencia de personas de referencia adultas nos hace muy vulnerables. Un niño no puede nunca satisfacer por sí solo sus necesidades. Su vida depende para bien o para mal de la atención que reciba de los adultos. Y si nuestros padres o personas de referencia albergan también ellos mismos dentro de su seno un niño vulnerable, su propia indigencia les impedirá advertir las necesidades de sus hijos y satisfacerlas. Estemos o no en contacto con él, el niño vulnerable está más presente en nuestra vida de lo que a veces nos gustaría. Puede sabotear nuestras relaciones, impedir que triunfemos en nuestra profesión y causarnos problemas de salud. El niño vulnerable es una criatura delicada. Le gustan los sonidos suaves. Puede asustarse con mucha facilidad, y tiene mucho miedo a no ser tenido en cuenta. En última instancia, es su supervivencia lo que está en juego. Pero cuando se le acepta, puede enriquecer enormemente nuestra vida, pues intuye con gran exactitud qué personas y qué cosas son buenas o malas para nosotros. Sabe crear situaciones de intimidad y establecer lazos.
La Luna en los Signos, la conducta regresiva. Luna en Aries 1. 2. 3. 4. 5.
Me siento incomodo con lo femenino. Soy impaciente. No tolero que coarten mi independencia. Utilizo la agresividad como defensa. asociación inconsciente entre afectividad y acción
6.
Cada vez que me siento inseguro, se activa mi percepción de un contexto intrusivo y
persecutorio. Esto desencadena mi conducta “exitosa”: tomar la iniciativa y demarcar más o menos agresivamente mi propio espacio. 7.
Entonces queda establecida esta asociación inconsciente entre afectividad y acción. Cada vez que demuestre afecto, tenderé a hacerlo por este canal.
8.
Interpreto los mensajes afectivos de los demás de la misma manera.
9.
Entonces mi relación con el afecto es ambivalente y confusa, y poco comprensible para los demás. Es posible que tenga temor – o al menos incomodidad- ante el contacto y la ternura. Apenas se me manifiesta cariño y protección, se gatillan en mi las asociaciones inconscientes pro la cuales tengo la certeza de que estoy a punto de perder mi libertad, entonces me cuesta mucho tener intimidad.
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Taller - Sanando el Niño Interior. 10. Por un lado siento que siempre me hostigan e invaden y es algo que detesto. Pero cuando no , como si “extrañara” me atacan, me invaden o confronto mi deseos, siento un vacio emocional el tipo de carga a la que estoy habituado. Por eso provoco exactamente aquello de lo cual me defiendo.
Luna en Tauro. 1. 2. 3.
Tengo dificultad para adaptarme a los cambios. Trabajo o como compulsivamente para tapar emociones. Me apego a la rutina.
4.
Mi mamá y la gente que estaba a mí alrededor me brindaron desde el primer día un intenso contacto físico, una satisfacción gozosa y sensual de mis necesidades básicas. Sentí que mi mamá es fuente de alimento y protección, Y cuando me siento inseguro, su olor, su tibieza, su textura y el alimento, son para mí, claros mensajes de afecto.
5.
Entonces para mi, cuerpo, amor, seguridad, alimento y sensualidad se entraman siendo un solo mensaje, una condensación indisoluble de estímulo. Si existe uno deben existir los otros, si falta alguno tengo una sensación de insuficiencia.
6.
Dar de comer de manera abundante y elaborada, compartir la comida, darla y recibirla me da una sensación de felicidad y completitud.
7.
El Dinero, las cosas materiales y el afecto para mí son lo mismo. Me aferro a las cosas materiales como objetos inmutables y permanentes, Eso crea una gran inercia en mí, y una necesidad que todo quede estático e inamovible, por eso me aterran los cambios, sobre todo si son imprevistos.
8.
En el amor también me aferro, deseo que las cosas no cambien. Por eso a veces me muestro posesivo y celoso, Pues necesita que mi amor me garant ice la solidez del mundo, por eso a veces me vuelvo controlador y reacciono de modo caprichoso e infantil.
Luna en Géminis. 1. 2. 3. 4.
Me desapego de los sentimientos y los analizo. Dispersos mi energías en diferentes direcciones. Me refugio hablando o analizando las cosas intelectualmente. Me resulta difícil comprometerme de una manera estable.
5.
Mi mamá y la gente que estaba a mí alrededor me enseñaron que las emociones se trasmiten a través de las palabras y que la inteligencia es muy importante, por eso cuando me muestro rápido, inteligente, curioso, informado siento que me aprueban. Mis hermanos son muy importantes, pues los juegos y comunicarme con ellos me enseña mucho. Libros, papeles, cuadernos y lápices son cosas con las que juego a menudo.
6.
Entonces para mí, la palabra, el intelecto, el movimiento y la movilidad significa afecto para mí.
7.
Hacer varias cosas a la vez o interpretar lo que sucede con explicaciones y teorías aparentemente brillantes, dividir los cursos de acción, dejando innecesariamente abiertas situaciones y procesos, siento que puedo que me acerca a mamá, pero a la vez esto me trae más inseguridad e inestabilidad
8.
Tengo mucha dificultad en concentrar su energía en una sola dirección. Pero soy muy flexible, pero de esa manera escapo de quedarme inmerso en situaciones muy intensas. Para mí entender y racionalizar me sirve para no sufrir. Muchas veces Leer es mi refugio, de esa manera puedo apartarme de la realidad y esconderme en un mundo propio.
9.
Cuando hago tres cosas al mismo tiempo es porque estoy escapando de algo; básicamente, estoy escapando de definir un dirección acorde con mi singularidad, estoy buscando postergar la definición de mí mismo.
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Taller - Sanando el Niño Interior. 10. Mi talento es poder ponerle palabras a las emociones, pues puedo hallar la palabras a situaciones muy difíciles de verbalizar, puedo establecer relaciones mentales muy fácilmente y sé comunicarme muy bien.
Luna en Cáncer. 1. 2. 3. 4.
Cuando me siento incómodo me repliego o me voy. Manipulo a los demás. Tengo desbordes emocionales, soy hipersensible. Me refugio en el pasado.
5.
Siempre voy a ser hijo, siempre estaré protegido, siempre alguien va a cuidar de mí adivinando toda mi ternura, vulnerabilidad y potencialidad, aunque no me muestre ni me ponga a prueba en el mundo. Si esto no pasa me aíslo y reduzco mis vínculos a pocas personas de las cuales dependo mucho, achicando mi perspectiva del afuera.
6.
Siempre me pregunto ¿Qué voy a hacer cuando sea grande?, porque seguramente cuando logre ir más allá de mi situación segura podré crecer y me lanzaré a demostrar toda mi potencia.
7. Aunque amo los niños y tengo muchas capacidad para criar, convertirme en padre es algo que me cuesta pues tendría que despedirme de la sensación de ser hijo.
8.
Si me siento inseguro me refugio en mi interior, allí pienso en mamá ella me sabe y me adivina por lo tanto no es necesario que yo bucee profundamente en mi interior. Es muy fácil herirme y busco relacionarme en lugares donde se pueda sentir que estoy como en una familia donde sienta que puedo pertenecer, pue s anhelo ser conocido y querido por todos y así sentirme como en una familia real
Luna en Leo. 1. 2. 3. 4.
Reacciono de manera teatral, exagerada, dramática. Vivo las emociones de manera exaltada, Me enojo e intento dominar a los demás. Llamo excesivamente la atención.
5.
Entonces entendí que el afecto, seguridad, protección tiene que ver con ser valorado, adorado y ser el centro de la atención. Por eso no entiendo que pasa en otros lados ¿Cómo no se dan cuenta que soy el rey?, ¿Por qué no me tratan como corresponde? ¿No ven que soy el centro de todo? Aunque me muestro expresando toda mi dignidad y seguridad arrolladora. Me siento incomprendido, no me entienden. Dicen que soy Altivo y Orgulloso, hasta pedante.
6.
En algunos lugares me siento disminuido y rechazado. Por eso no me vinculo mucho y he estropeado algunas relaciones. Es que necesito sentirme importante y admirado.
7.
Sin embargo tengo una gran dignidad, se poner las condiciones de una situación a los demás, eso me da una gran capacidad de organización y dirección muy grande y soy muy expresivo. Tal vez cuando aprenda a no estar tan pendiente de la aprobación de los demás. Las cosas sean mucho más fáciles.
Luna en Virgo 1. 2. 3. 4. 5. 6.
Critico y analizo minuciosamente a los demás. Me obsesiono con mi cuerpo y mi salud. Me autocritico. Presto excesiva atención a los detalles. Quiero mantener todo ordenado y prolijo. Cuando me siento inseguro repito mis rituales cotidianos.
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Taller - Sanando el Niño Interior. 7. A Mamá le gusta el orden y la prolijidad y necesita que sea serio, eficiente. Pues siento que cuando me muestro maduro me premian con afecto. Por eso juego de manera ordenada, junto mis juguetes y trato de no ensuciarme.
8.
Tengo que comportarme como un grande, por eso postergo mis deseos en beneficio de los demás, tengo dos opciones: o cumplo este programa sobreadaptándome mostrándome hipermaduro, inhibiendo mi espontaneidad
9.
O me rebelo siendo desordenado aunque ponga en juego al amor de mamá por no hacer lo correcto.
10. El orden me hace sentir seguro. Necesito “saberlo todo” porque eso me permite tener cordura, ponderación y madurez reflexiva, para poder anticiparme a los problemas. Siempre hago “lo correcto” pero para ello reprimo a veces espontaneidad, dolor, agresividad, y mi necesidad de libertad. Pues expresarlo sería tener un comportamiento desordenado e inadecuado.
11. Ser útil hace que me quieran. Me conformo con poco pues no necesito de muchas cosas para disfrutar. Por eso muchas veces no tiendo a expandirme. Suelo racionalizar todas mis emociones 12. Cuando aprenda a romper el mecanismo mostraré una gran capacidad de servicio hacia las otras personas, una verdadera sensatez y una cualidad objetiva notable para ponderar situaciones.
Luna en Libra 1. 2. 3. 4. 5.
Critico y juzgo cuando las cosas no están al nivel de mis expectativas. Dependo de la aprobación de los demás. Evito el conflicto. Me refugio en la vida social. Asumo actitudes frívolas.
6.
Siempre hay gente entre mamá y yo, ella está orgullosa de mí, pero debo demostrar mis buenos modales, ser amable, elegante. Muchas veces sacrifico mi espontaneidad, para dar las respuestas que la familia dice que se deben dar. Pues si no cumplo bien las normas sociales, soy agradable, encantador no encontraré afecto.
7. Aprendí que la franqu eza es peligrosa, y son mejores las “mentiras piadosas” para evitar el conflicto con el otro. Por eso me cuesta mucho decir la verdad, inclusive a mí mismo. El mandato es no desear aquello que no responde a las formas adecuadas y que no complace a los otros. 8.
La gente me quiere por mi belleza y mi sociabilidad. Agradar y atraer es para mí un comportamiento conocido y necesario para evitar toda sensación de peligro y dificultad. Por lo tanto suelo ser muy popular.
9. A veces me revelaré contra esto y me mostraré transgresor e inconformista. 10. Pero cuando me equilibro, puedo irradiar una delicada ternura y una comprensión afectiva hacia los demás, pudiendo general ambientes de situaciones de gran placer y encuentro para todos.
Luna en Escorpio. 1. 2. 3. 4. 5. 6.
Provoco crisis. Meto el aguijón donde más duele. Manipulo a los demás para obtener la atención que necesito. Siento resentimiento cuando no responden a mis demandas. Me dejo llevar por los celos. Escondo mis emociones por temor a su intensidad.
7.
Cuando nací la vida y la muerte estuvieron de la mano, o casi muero al ahogarme con el cordón, o mi mamá en su embarazo tuvo la noticia de la una muerte que la entristeció mucho, entonces para mí es muy próximo lo que nutre y da la vida, con la muerte y la destrucción, será demasiado intensa en la experiencia cotidiana como para que la conciencia pueda distinguirlas y articularlas en el proceso.
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Taller - Sanando el Niño Interior. 8.
Para mí mi mamá es un ser todopoderoso que me fascina pero a la vez me aterra al sentirme completamente a su merced. Mi mamá es sobreprotectora, sabe lo que necesito, anticipándome continuamente, sofocándome, dándome todo, sin permitir jamás que descubra por mi mismo lo que en verdad necesito y pudo articular mi deseo autónomo.
9.
Por eso experimentar un deseo independiente y no autorizado por mamá es peligroso. Entonces la satisfago y vuelvo a quedar atrapado en ese juego sobreprotector y alienante, en el que siempre necesito la aprobación de Mamá, será mi mecanismo de comportamiento. Por eso para mí amar a alguien es dejarme devorar por ese alguien. Por eso formar una familia para mí significa sentirme terriblemente ahogado por esa situación personal ante lo cual no se poner límites.
10. Mi mamá me dio todo, pero eso exige que le de todo a cambio. Por eso me da miedo pedir algo porque si alguien da, quedaré comprometido para dar todo de mí a cambio. Por eso doy lo que no se pide, para así obtener lo que nunca me vi obligado a pedir. Porque si hay vínculo, hay fusión. 11. A veces la solución que tengo es escapar, pero suele ocurrir que donde escapo el mecanismo vuelve a funcionar, pu es debo fusionarme. Si te digo “¡te quiero..!” un lado mío en realidad te está diciendo
“¡unidos para siempre por el resto de nuestras encarnaciones..!, mientras otra parte de mi te suplicará “por favor no te lo creas”. 12. Inconscientemente me siento cómodo en medio del sufrimiento y de situaciones potencialmente destructivas. Por eso el mecanismo que debo romper es el de la asociación entre seguridad y absorción, que me lleva al desgarramiento y que inicia ese ciclo ambivalente que me hace por un lado intentar sustraerme de la situación y, a la vez, entregarme a ella.
13. Sin embargo tengo una enorme capacidad para sostener intensidades emocionales, soy bueno para las actividades curativas y la investigación por mi capacidad para profundizar en los niveles más complejos y recónditos de la realidad
Luna en Sagitario. 1. 2. 3. 4.
Reacciono de forma altanero o arrogante. Trato de explicarlo todo. No profundizo en el conflicto. Me evado viajando o moviéndome.
5.
Mi niñez fue hermosa, yo con una potente vitalidad y me dieron mucho espacio y me estimularon para explorar el mundo pero siempre guiado y protegido por quien me facilita juegos y aprendizaje, rodeado de abundancia afectiva, el mejor de los mundos, y seguramente viajando de chico, fuertes sentimientos religiosos, principios morales y la esperanza en un futuro lleno de esperanzas caracterizaba a mi familia, por eso tengo esa sensación de confianza básica en las interacciones y un entusiasmo que descarta la presencia de límites a mis deseos, se constituye en el presupuesto emocional desde cual experimento la existencia.
6.
Por eso necesito que todo esté maravillosamente bien, que haya buen humor constante, con alegría e incluso despreocupación. Siempre tengo que tener la sensación de libertad y abundancia, aunque no sea consciente de eso, por eso necesito algo o alguien que me garantice que todo se va a resolver felizmente. Por eso me cuesta ver lo hechos tal cual éstos son y tomar verdadera dimensión de los problemas y con sus motivaciones ocultas. Por eso a veces los niego con optimismo y alegría infantiles, o me voy de viaje. Idealizo tanto las situaciones y personas, confío tanto que más de una vez he comprado un buzón
7.
Comprendo muy rápidamente conceptos y principios básicos, desde los cuales siento que realmente capto el sentido de mis actos y de la vida, he dado con la verdad y no dudo de ella, por eso me encanta dar consejos y decirte que es lo mejor que podés hacer en cualquier situación. Mis grandes ideas y creencias son mi dogma no las cuestiones.
8.
Te puedo brindar gran optimismo, vitalidad y confianza en la vida, te contagiaré de simpatía, alegría, confianza en la expansión y en el sentido de la existencia.
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Taller - Sanando el Niño Interior. Luna en Capricornio. 1. 2. 3. 4. 5. 6.
Cuando estoy inseguro me resulta difícil relajarme, disfrutar. Levanto defensas entre yo y las otras personas. Actúo con rigidez. Soy hipersensible a los desprecios o rechazos de los otros. Asumo una actitud calculadora. Antepongo mis ambiciones sociales al afecto.
7.
En mi niñez me sentí muy solo, como abandonado, no recuerdo sensaciones de cariño de mamá, tal vez no pudo cuidarme por algo. Comprendí que sería amado si cumplo con mi deber y me basto a mí mismo. A veces pienso que no fui deseado o que desilusioné a alguien por el sexo con el que nací, o que fui un estorbo o un obstáculo para lo que mis papás querían en ese momento.
8.
¿No hay afecto para mí? Y Bueno entonces. ¡Me las arreglo solo! De alguna manera estando solo
siento que mamá está conmigo. Por eso aprendía a ser un “gasolero emocional”, no sentir necesidades para mí es sinónimo de segur idad, por eso soy austero. En lugar de decir “¡Te Quiero!” prefiero hacer cosas que demuestren afecto tal y como yo lo entiendo, sacrificarme, retener,
sostener, callarme “sabiamente”, son actitudes que para mí señalan afecto, son mensajes clarísimos desde mi punto de vista. Por eso para mí la manera de obtener afecto es haciendo cosas para los demás, cumpliendo con obligaciones excesivas. 9.
Entonces busqué para cubrir ese vacío me volví ambicioso y desconfiada, por eso puse toda mi afectividad en la obtención de logros y siento que siempre estaré solo. Pero a la vez soy extremadamente sensible a la vulnerabilidad y necesidad de los demás y siento que son mucho más dependiente de los en realidad son y puedo hacerme cargo de ellos aunque sea una sufriente tarea,
ya sea familia, hijos, amigos, pacientes o empleados, o los “necesitados del mundo” hacia los que dirijo mi acción. Permanezco solo, pero cerca de otros – por los que siento un afecto poco demostrativo- es una necesidad para mí. 10. Soy un experto en frustrac iones por eso te digo: “no te necesito ni a vos ni a nadie / pero contá
conmigo para lo que quieras”, “pase lo que pase, apoyate en mí/ pero en realidad no me querés y seguro que me vas a dejar y así ad infinitum. Porque detrás de esta imagen de solidez, cumplimiento y efectividad, escondo una enorme soledad interior, una desolación con la cual me sobreadapto, manteniendo escondido un gran anhelo de afecto.
11. Cuando pierda miedo a la frustración, me voy a dar cuenta que puedo dar afecto sin necesidad de depender de los demás, descubriendo que mi talento es la capacidad de soledad, porque realmente
no necesita “que los otros llenen la vida”, por eso podré resistir sin dependencia, con real aplomo, situaciones que serían muy difíciles para otros.
Luna en Acuario. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7.
Necesidad de libertad a toda costa. Miedo al compromiso. Expreso el afecto de manera impersonal. Soy intolerante. Tengo explosiones o cambio bruscos de humor. Me siento bajo presión cuando tengo que asumir una responsabilidad. Adopto actitudes rebeldes o contradictorias.
8.
En mi niñez, pasaban cosas imprevistas continuamente, la súbita muerte de alguno de mis padres, o su inesperada separación, depresiones, crisis nerviosas, ausencias, nos dejaron al cuidado de otros, mudanzas repentinas, cambios de colegios, son episodios significativos y más o menos traumáticos
de mi infancia. Para mí, mi mamá está “loca” y eso me desorienta mucho
8
Taller - Sanando el Niño Interior. 9.
En los lugares donde iba siempre había algo que me dejaba afuera de lo que los demás compartían, siempre había algo que me diferenciaba, mi situación económica, mi raza, o mis padres raros.
10. Entonces aprendí que cuando le digo a alguien “¡te quiero!”, luego desaparece. Porque siento que cuando hay afecto, éste desaparece súbitamente. Esto me hace sentir que si hay emoción hay angustia, pues cuando amo a alguien ese alguien desaparece. Por eso tomo una fuerte distancia emocional de todos, creando vínculos y actividades grupales, en los cuales me protejo de toda intensidad, adoptando una actitud abierta pero impersonal y pronto a retirarme ante la mínima amenaza. 11. Por eso me cuesta comprometerme, y tiño todo de una emocionalidad objetiva y desapegada, pero estoy desconectado de mis emociones profundas. Puedo mostrarme muy cariñoso, afectivo, pero necesito discontinuidad. Yo estoy entregado pero el otro no está nunca. Pero tengo muchos amigos, pertenezco a varios grupos, todo el mundo me quiere, pero en realidad vivo esto como si estuviera detrás de un vidrio sin tener realmente un contacto real.
12. Cuando entienda que el corte no es una interrupción definitiva sino un momento dentro del proceso y por lo tanto no reaccionar con pánico, entonces demostraré que tengo una enorme espontaneidad, una gran libertad de los vínculos y una fuerte creatividad para encontrar formas contenedoras que no fijen a nadie en roles preestablecidos. Entonces puedo atender el mayor de los conflictos y los dolores sin verme afectado.
Luna en Piscis. 1. 2. 3. 4. 5. 6.
Soy vulnerable e impresionable a nivel inconsciente. Absorbo los pensamientos y las emociones de los otros. Me retraigo y recluyo en mi interior para proteger mis emociones. Me dominan mis miedos y mis fantasías inconscientes. No asumo la realidad y me evado con la imaginación. Tengo miedo al abandono y a las enfermedades
7.
Parece que nunca salí del útero de mamá, pues cuando nací, no estaba solo mamá, mi abuela y todos mis ancestros de alguna manera que he tenido, entonces me siento envuelto en una burbuja mágica, de cariño, ternura, amor, donde nada me falta y no tengo que hacer ningún esfuerzo para conseguirlo.
8.
Entonces ¡que contraste encuentro con la dureza del mundo!, entonces me refugio en ese mundo encantado impenetrable para lo extraños, donde disfruto de la inmensa sabiduría de las madres, pero me debato en distinguir lógica vs. Sensibilida d, realidad vs. Magia, subjetividad vs. Objet ividad, trabajo vs. Poesía.
9.
En mi vida adulta los temores de mi madre (que no sabía que tenía) se me presentan a mi porque tengo acceso inconsciente a los deseos de mi mamá, ella no lo expresa pero de alguna manera lo sé. A veces si el mundo es duro, puedo terminar deprimido o melancólico. Me muevo en dos mundos, uno de mucha autoexigencia y responsabilidades; por el otro, ámbitos donde reinan la hipersensibilidad y la necesidad de cuidado.
10. Muchas veces me convierto en madre o padre de otros, así como hijo o hija de otros, porque me gusta contener y ser contenido al mismo tiempo, sin proponérmelo soy tremendamente sensible a las necesidades de los demás, pero cuando tomo contacto con el nivel desvalido de otro, me invade una oleada de sentimientos tan intensa que, a veces no puedo distinguirla del enamoramiento. A veces me muestro aniñado y dependo mucho, y en volverme y refugiarme en mis sueños y mundos oníricos.
11. Pero mi don fundamental es la de entregar, según la necesidad del otro, la amplitud de una sensibilidad amorosa, que no excluya y que al mismo tiempo proteja sabiamente
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Taller - Sanando el Niño Interior. Consideraciones 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15.
Las personas que se tienen en poca estima a sí mismas hacen que quienes las rodean acaben siempre por impacientarse y enfadarse. El odio es como mínimo un lazo tan fuerte como el amor. La mayor gratitud que podemos transmitirles a nuestros padres es vivir con gozo nuestra propia vida. Amar es mucho más hermoso que ser amado. Cuando hacemos esperar en exceso al Niño Interno, nuestra vida acaba siendo saboteada por él de una u otra manera. Si exponemos demasiado a la vista nuestra vulnerabilidad, será muy fácil que nos acarreemos nuevas heridas. Tenemos miedo a ser excluidos, y percibimos ese miedo como mala conciencia. No podemos en absoluto evitar cambiar. La mayoría de las veces percibimos mucho antes nuestra limitaciones que nuestras capacidades. Si soy capaz de aceptar de todo corazón lo que fue y es ahora, firmaré las paces conmigo mismo y con lo que me rodea. Sean cuales fueren las circunstancias externas que nos sa lgan al paso, siempre podemos elegir de qué modo queremos reaccionar a ellas. Lo que a otras personas suele parecerles trivial y secundario, es para los optimistas una fuente constante de alegrías. Cuando algo no marcha como nos gustaría que lo hiciese, todo lo que tenemos que hacer es probar otra cosa. Cuanto menos instalados estamos en el presente, más amenazador nos parece el futuro. Aceptar lo que fue y es, significa dejar de sufrir
Meditación de la Mochila (con los recuerdos de la niñez) Imagínese que está haciendo una larga excursión y que lleva una mochila a la espalda cargada con todos los recuerdos de su niñez… Asciende usted lentamente montaña arriba, la mochila le pesa, y por fin alcanza lo alto de una colina… El camino deja de subir y se hace más ancho, y llega a un lugar lleno de magia… El aspecto de ese lugar sólo usted lo conoce. Tal vez haya allí un lago o una gruta, tal vez un árbol especial, una iglesia o un templo… Mire detenidamente en derredor suyo… P or fin, encuentra un lugar en el que descargar su mochila… Luego descubre un sitio en el que sentarse a descansar. Allí siente lo agradable que es haber depositado la mochila en el suelo. Los últimos rayos del sol le bañan con su calidez, y usted siente qu e se ha quitado un peso de encima… De pronto nota que un ser amistoso se le acerca, le sonríe y le hace entrega de un regalo… Recibe usted algo que le será de ayuda en este preciso momento de su vida… Tal vez no comprenda enseguida cuál es el mensaje del r egalo, pero no obstante lo acepta dándole las gracias… Pasado un rato, vuelve usted al lugar en el que ha depositado su mochila y medita qué parte de su contenido podría seguir utilizando en el f uturo y qué parte preferiría dejar atrás… ¡Haga una selección!... Luego vuelve a bajar lentamente por el camino hasta llegar al valle… Por último dirija de nuevo su atención al aquí y al ahora.
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Taller - Sanando el Niño Interior.
Rompiendo las Cadenas Internas. El objetivo de este ejercicio es ayudarnos a romper los viejos vínculos con los padres. Siéntese usted bien erguido y relájese. Empiece por visualizar un ocho acostado. Imagínese que está usted sentado en una de sus mitades y su padre o su madre en la opuesta. Luego visualice usted su yo superior como un punto luminoso situado fuera, en el universo. Haga usted que de sus cabezas salga un rayo de luz hacia su yo superior, y sienta la intensidad con que ésta usted unido a él. También con su padre o con su madre le une a usted, desde el centro de su cuerpo, un rayo de luz, por lo que ahora está usted sentado dentro de un triángulo. Preste usted atención ahora a las muchas líneas que por todas partes le unen a usted con su padre o con su madre. Con una herramienta imaginaria (un cuchillo, una sierra, unas tijeras o una espada mágica) corte ahora el m ás fuerte de esos vínculos. Tome los extremos de ese cordón y llévelos al interior del círculo, haciendo que fluya luz curativa allí donde tenía el cordón su nacimiento. Corte ahora de la misma manera los demás cordones que le unen con su progenitor, y, pa ra terminar, quémelos o entiérrelos en su mente. Vuelva usted ahora a mirar a su padre o a su madre. Perdónele por lo que haya podido hacerle. Es posible que sienta usted que su padre o su madre también le perdonan. Luego corte el ocho por el medio. Finalmente, su padre o su madre se retiran lentamente de su círculo. Visualice usted una luz dorada dentro de este último. Busque ahora en su imaginación un lugar curativo junto a una extensión de agua. Despójese de sus viejos vestidos y entre en el agua. Sumérjase en ella por entero y sienta cómo el agua purifica su cuerpo energético. Salga otra vez del agua completamente renovado y queme sus viejos vestidos. Luego póngase un vestido nuevo. Sentirá usted como si hubiera vuelto a nacer.
Devolución de una culpa asumida Imagínese que sus padres se encuentran ante usted. Dígales a cada uno de ellos lo que piensa de las acusaciones que hicieron recaer sobre usted. Dé usted rienda suelta a sus emociones al hacerlo (a su ira, su tristeza, etc.). Para terminar, puede usted expresarse como sigue: “Querido papá, querida mamá, lo que hubo y hay entre nosotros, a vosotros os lo dejo. Yo no tengo nada que ver. No soy nada más que vuestro hijo. Os doy las gracias por haberme dado la vida. El resto lo dejo en vuestras manos. Ni puedo ni quiero seguir cargando con este fardo”. Si considera que estas palabras no serían las más adecuadas, válgase usted de sus propias fórmulas. Por último, concédase un tiempo para sentir si el ejercicio ha sido de ayuda y alivio para usted.
La meditación asertiva Este tipo de meditación puede contribuir en gran medida a que se reconcilie consigo mismo y con su pasado. Tómese un tiempo para usted. Siéntese cómodamente en el suelo o en una silla. Su columna vertebral ha de permanecer recta, de modo que la energía pueda fluir libremente en su cuerpo. Luego cierre los ojos y empiece a hacer cada vez más profunda su respiración. Expulse el aire siendo plenamente consciente de estar haciéndolo, y haga una pequeña pausa antes de inspirar de nuevo. Dirija ahora su atención a su corazón e imagínese
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Taller - Sanando el Niño Interior. que sería capaz de inspirar y expirar a través de él. Expanda completamente su corazón, y empiece a decir “sí” en su interior cada vez que exhale el aire:
• sí a mi cuerpo y a mi estado de ánimo actual, • sí a mis pensamientos, • sí a mis sentimientos, • si a mi actual situación vital, • si a mi pasado, • sí a mis padres, fueran como fuesen, • sí a todo lo que fueron capaces de darme, • sí a que hubo cosas que no pudieron darme, • sí de haber sentido ahora en mi interior un “no”, • sí a la vida tal cual ella es.
Mi sabiduría interna En este punto me gustaría invitarle a que tom e consciencia de que en toda persona hay una sabiduría o un auxiliar internos. Esta voz puede venir a ayudarnos desde un puesto de observación más elevado, ya que no está implicada en la maraña de nuestra vida cotidiana. Cierre ahora los ojos e imagínese ese ser interno que está ahí para ayudarle. Puede ser su Yo Superior, una anciana llena de sabiduría, un Sanador Interno, un animal mágico o cualquier cosa similar. Haga ahora que la imagen de su sabiduría interna aparezca claramente ante su ojo interno… Sienta el efecto benéfico que esa voz interna tiene sobre usted. Ahora puede plantearle a su sabiduría interna todas las preguntas que sean importantes para usted en este momento, como por ejemplo:
• ¿Qué tiene que comunicarme mi actual situación de crisis? • ¿Qué necesito para superarla de la mejor m anera posible? • ¿Qué cosas serán de utilidad, y qué un obstáculo, en mi actual situación? • ¿Qué mensaje tienes tú que comunicarme? Ponga fin al ejercicio agradeciéndole a su sabiduría interna que haya aparecido o le haya contestado. A veces se necesita tiempo para entrar en contacto con esta instancia interna. No se desanime si esta vez no ha podido ser, y vuelva a poner en práctica el ejercicio en una ocasión posterior.
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