TIPOS DE JUEGO SEGÚN PIAGET

September 6, 2017 | Author: Carlos Mario Moran Suarez | Category: Symbols, Adults, Evolution, Psychology & Cognitive Science, Behavior
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TIPOS DE JUEGO SEGÚN PIAGET

ÍNDICE

1. Concepto de juego Pág. 2 1.1. Teorías psicológicas

2. Piaget: El desarrollo evolutivo Pág. 4 2.1 Los estadios del juego 2.2 Tipos de juego 3. Conclusiones Pág. 13 4. Bibliografía Pág. 14

1) Concepto de juego El término juego significa cualquier manifestación libre de energía física o psíquica realizada sin fines utilitarios. Es una actividad libre, delimitada y reglada. De una forma o de otra, el juego está íntimamente ligado a la vida del individuo y acompaña al hombre en toda su evolución, desde el nacimiento hasta la muerte. Por ello juego –aprendizaje necesariamente están unidos. El juego infantil potencia el desarrollo íntegro y el aprendizaje. La vida de los niños es continuamente juego. Los niños juegan por instinto natural, comienzan a moverse, a golpear las cosas, tocar, gatear, andar, mantenerse de pie, etc. Gracias al juego los niños inician su trato con el resto de individuos que les rodean, ejercitan el lenguaje tanto oral como corporal, dominan su cuerpo y adquieren poco a poco conciencia del mundo que les rodea.

1.1 TEORÍAS PSICOLÓGICAS El juego infantil es muy importante en esa etapa porque constituye de una manera especial una interacción con el medio que es cualitativame nte diferente al de los adultos. K. Groos dice que el juego es un valor adaptativo de los instintos no desarrollados y necesarios para la supervivencia del individuo y la espacie. Freud vincula el juego a los sentimientos inconscientes y al símbolo. La realización de deseos, que en el adulto encuentran expresión a través de los sueños, se lleva a cabo en el niño a través del juego. Para Piaget, el juego consiste en un predominio de la asimilación sobre la acomodación. Cualquier adaptación verdadera al medio supone, en la teoría, un equilibrio entre ambos polos. Y si la imitación es

el paradigma de predominio de la acomodación, el juego, en el que se distorsiona esa realidad externa a favor de la integridad de las propias estructuras, será el paradigma de la asimilación. L. S. Vygotsky considera que la unidad fundamental del juego infantil es el juego simbólico colectivo, o como ellos le llaman, el “juego protagonizado”, característico de los últimos años preescolares. Se trata, por tanto, de un juego social y cooperativo, de reconstitución de papeles adultos y de sus interacciones sociales. Elkonin insiste en la importancia que tiene la cooperación ya en estos niveles de juego protagonizado. La interacción de roles que en él tienen lugar supone un continuo ejercicio de descentramiento para poder colocarse en el punto de vista de otro. C. Garvey señala que las conversaciones de los niños, cuando juegan entre sí, tienen una riqueza lingüística y una complejidad que no alcanzan cuando la conversación se establece con un to o en su presencia.

Jean Piaget, La formación del símbolo en el niño, México, 1961, p.123.

2) Piaget: El desarrollo evolutivo El trabajo más importante sobre el juego es el de 1946, en el que Piaget desarrolla su teoría de la función simbólica. La evolución de los juegos infantiles se debe concebir como evolución del conocimiento. Es lógico encontrar primero un juego de acción, de naturaleza sensorio-motora, posteriormente un juego de representación, de naturaleza simbólica, y más tarde un juego combinatorio que incluye normas convencionales que son para Piaget los juegos reglados. Con la socialización del niño el juego adquiere reglas o adapta la imaginación simbólica a la realidad, bajo construcciones espontáneas. De esta manera la asimilación individual cede el paso a la regla colectiva o al símbolo representativo. Piaget define el juego como una conducta de “orientación”, como una actividad que encuentra su fin en sí misma. El juego es considerado una actividad auto-orientada hacia sí misma, una conducta autotélica. La teoría piagetiana tiende a establecer un camino evolutivo desde el autotelismo al egocentrismo y desde éste a la conducta social. El abandono del autotelismo como conducta primitiva, lo relaciona Piaget con la diferenciación en la acción del proceso asimilatorio y acomodatorio.

¡Conducta o actividad que tiene como fin la realización de la propia conducta o actividad.

2.1 LOS ESTADIOS DEL JUEGO - Se puede considerar que el juego comienza en el primer estadio del período sensorio-motor („a

daptaciones puramente reflejas‟). - Pero es sólo a partir del segundo estadio („reacciones circulares primarias‟) cuando se puede observar el fenómeno con mayor claridad. Es el estadio de la imitación esporádica, ya que los reflejos comienzan a asimilar ciertos elementos exteriores y a ampliarse en función de una experiencia adquirida. Es claro ejemplo la succión de los bebés. También surge la imitación vocal. - En el tercer estadio („reacciones circulares secundarias‟) la diferenciación entre juego y asimilación intelectual es ya un poco más acentuada. Es conocido como la imitación sistemática de los sonidos pertenecientes a la fonación del niño y de los movimientos ejecutados por el sujeto de manera visible para él. Se capacita para imitar casi todos los sonidos que puede emitir espontáneamente. - En el cuarto estadio („coordinación de los esquemas secundarios‟) Es la imitación de los movimientos ya ejecutados por el sujeto, pero de manera ya visible para él. Sucede esto al mover los labios, sacar la lengua, meterse el dedo en la boca, etc. También abarca la imitación de los nuevos modelos sonoros y visuales. - En el quinto estadio („reacciones circulares terciarias‟) ya el niño se divierte en combinar gestos que no tienen relación entre sí y sin buscar realmente experimentar con ellos, para repetir enseguida los gestos habituales y hacer un juego de combinaciones motoras. Es una imitación sistemáticas de los modelos nuevos, incluso los que son invisibles en el propio cuerpo. La característica principal es la intelig encia que es capaz de coordinar un mayor número de esquemas y acomodarlos al objetivo. - A partir del sexto estadio, y ya dentro del período preoperacional, el símbolo lúdico se destaca del ritual bajo la forma de esquemas simbólicos, gracias a un progreso decisivo en el sentido de la representación. Es la etapa del „HACER COMO SI‟, donde el símbolo se basa en el simple parecido entre el objeto ausente „significado‟ y el objeto presente que juega el papel de „significante‟, lo cual implica un cierto grado de representación. Es el comienzo de la imitación representativa y evolución ulterior de la imitación. Para Piaget, el juego es siempre egocéntrico y sólo perderá este carácter en el último escalón del proceso evolutivo, esto es, en el penúltimo estadio del juego reglado, con la incorporación de la conciencia moral sobre la naturaleza de las reglas.

Características del juego * La espontaneidad: El juego supone una espontaneidad no controlada (libre). * El placer: El juego es el lugar de satisfacción de deseos inmediatos. * La falta de organización del juego: Deriva de la naturaleza asimilatoria que Piaget atribuye a la acción lúdica, ya que es la acomodación a la evidencia externa la que reequilibra las estructuras cognitivas del sujeto.

* Resolución de conflictos personales. Demuestra que las características de las teorías generales del juego son perfectamente asimilables a lo que él llama polarización de la asimilación en el proceso de funcionamiento de las invariantes funcionales.

2.2 TIPOS D E JUEGO Piaget diferenció cuatro tipos de juego en relación con los estadios de desarrollo evolutivo del niño: ejercicio, simbólicos, de reglas; los juegos de “construcción” se dan en la transición de los tres y en las conductas adaptadas. Los tres primeros tipos de juego se corresponden con las estructuras específicas de cada etapa en la evolución intelectual del niño: el esquema motor, el símbolo y las operaciones intelectuales. Son tres niveles (el sensorio-motor, representativo y el reflexivo) de la inteligencia, los juegos de construcción están en todo el camino, entre el juego y el trabajo inteligente o entre juego e imitación. Son ejercicios simples que ponen en acción determinadas conductas, únicamente se diferencian en la función; por ejemplo: cuando un sujeto hace como si se lavara los dientes, hay, además de un ejercicio sensorio-motor, una evocación simbólica.

* Juegos de ejercicio Aparecen entre los 0-2 años de edad, es conocido como el periodo sensorio-motor. El niño/a va logrando el control de su propio cuerpo y es la estructura base de los juegos siguientes. Es la primera forma de juego del ser humano y suelen ser juegos individuales. Se desarrolla durante los estadios II al V y se caracteriza por el “hacer como si”, el niño comienza a realizar una acción que puede tener un objetivo en sí misma; por ejemplo: mover la cabeza por el simple placer de moverla. La actividad lúdica desborda los esquemas reflejos es un ejercicio funcional. Los juegos de ejercicio pueden ser tanto pos-ejercicio y ejercicio m arginal como pre-ejercicio. Los niños pequeños, antes de empezar a hablar, juegan con las cosas y las personas que tienen delante. Golpean un objeto contra otro; lo tiran para que se lo volvamos a dar, etc. Exploran cuanto tienen a su alrededor y, cuando descubren algo que les resulta interesante, lo “repiten” hasta que deje de resultarles interesante. No saben exactamente por qué los demás les sonríen o se enfadan con ellos, y para descubrirlo, tienen que comprobar qué es lo que nos agrada o nos molesta. Cuanto mayor sea esta actividad infantil, mayor será el conocimiento que obtenga sobre las personas y las cosas que le rodean. Los estudios sobre cómo adquieren los niños el lenguaje han puesto de manifiesto la importancia de

estas interacciones tempranas con el adulto. Nos dirigimos a ellos con un lenguaje distinto del que utilizamos con quienes ya hablan. Bruner ha llamado a estas situaciones “formatos” para la adquisición del lenguaje, refiriéndose con ello a la estructuración que el adulto hace de ellas y a la facilitación que promueve para que el pequeño inserte sus acciones y sus vocalizaciones en dicha estructura.

Existen dos categorías: los juegos puramente sensorio- motores y los que se refieren al pensamiento mismo. * Los juegos de pensamiento no son simbólicos y ejercen algunas funciones. Por ejemplo: combinar palabras, preguntas por preguntas. Con ello se lleva a constituir un acto de inteligencia reflexiva. También puede inventar un cuento sin principio ni final. * Los juegos de ejercicio se pueden c lasificar en: * Ejercicio simple: Son los que se limitan a producir una conducta ordinariamente adaptada a un fin utilitario y repitiéndola solo por placer. A esta clase pertenecen la mayor parte de los juegos sensoriomotores. Pueden ser conductas como lanzar, tirar de un hilo, llenar y vaciar, etc. * Combinaciones sin objeto: Construye nuevas sensaciones lúdicas desde el comienzo de la actividad. Son una extensión del ejercicio funcional de la clase anterior. La ocasión más frecuente de juego se da en contacto de nuevos materiales: pelotas, bloques… * Combinaciones con finalidad: Desde el comienzo tienen una finalidad lúdica. Hay que repetir los ejercicios ya que en el vacio no implican ningún interés por el contenido del pensamiento, si por el contrario el interés incrementa se lleva al juego simbólico.

* Juegos simbólicos Se desarrolla entre los 2-7 años de edad cuando el niño/a es capaz de representar aquellos objetos que no están presentes. También se denomina a estos juegos como de dramatización o representación. No requiere pensamiento ni ninguna estructura representativa especialmente lúdica, ya que el símbolo implica la representación de un objeto ausente. Entre el símbolo y los juegos de ejercicio hay una transición de símbolos convertidos en actos o movimientos desprovistos; por ejemplo: los pasos para dormirse. Estos son los “esquemas simbólicos” porque del primero conservan la conducta fuera de su contexto y del segundo la capacidad de evocar esa conducta en ausencia de su objetivo. Se esponde con el estadio IV porque logra la comparación entre un objeto dado y otro imaginario. Es la representación corporal de lo imaginario, donde predomina la fantasía y se establece una unión con el mundo real a través de la actividad psicomotriz. Los niños ejercitan al mismo tiempo la capacidad de pensar y también sus habilidades motoras. Es importante que el profesor estimule la verbalización de

los niños que juegan. El juego de ficción pretende situaciones y personajes “como si” estuvieran presentes. Los psicoanalistas insisten en la importancia de estas elaboraciones fantásticas para poder mantener la integridad del yo y dar expresión a los sentimientos inconscientes. Hasta el segundo año de vida no realiza manifestaciones de fingir como se come un plato vacio o como se duerme con los ojos abiertos. Buena parte de estos juegos son individuales, o si se realizan con otros niños se llaman juegos “paralelos” en el que cada jugador desarrolla su propia ficción. Piaget denomina al juego simbólico como “egocéntrico” porque está centrado en los propios intereses y deseos. El juego simbólico comienza por conductas individuales que interiorizan la imitación. Una aportación fundamental de este tipo de juegos es que los objetos no solo sirven para lo que fueron construidos, sino que pueden usarse para cosas más interesantes. Por ejemplo; una caja de cartón se transforma en un automóvil, una casa o una mesa. El símbolo lúdico se transforma poco a poco en representación adaptada. Los símbolos colectivos en momentos como “papeles ” de una obra de teatro son un caso particular de juegos de creación que proceden del juego simbólico.

La clasificación de los juegos simbólicos se determina en: * Proyección de esquemas simbólicos sobre objetos nuevos, en el que una vez constituido el esquema simbólico el juego encuentra correspondencias entre el YO y los otros. Por ejemplo: dar de comer a las muñecas, de beber café a su mamá que previamente lo ha servido. * Asimilación simple de un objeto a otro: El niño imita sus propias acciones anteriores pero frente a objetos nuevos. Precede al movimiento imitativo y es anunciado verbalmente toda la acción. Por ejemplo: imita un ramo de flores, un caballo… * De los 4 a los 7 años los juegos simbólicos antes descritos empiezan a desaparecer porque la aproximación cada vez es más real y el símbolo se convierte en mera representación imitativa de la realidad. Se imita con mayor veracidad la realidad, como las construcciones materiales que acompañan al juego: casas, mesas, cocinas… Y sobre todo se prioriza el simbolismo colectivo.

* Juegos de reglas El fin de educación infantil (6-7 años) coincide con la aparición de estos juegos y conlleva a que surja la competición, las reglas y la colaboración entre iguales. Implica relaciones sociales e interindividuales. El juego de reglas tiene una aparición tardía porque es una actividad del ser socializado. Puede tener contenidos de los juegos precedentes: el juego de las canicas (ejercicio sensorio-motor) o las charadas (juego simbólico). En todos los juego

s de reglas hay que “aprender” a jugar, hay que realizar unas determinadas acciones y evitar otras, en definitiva, hay que seguir unas reglas. Si en los juegos simbólicos cada jugador podía inventar nuevos personajes o incorporar otros temas, en los de reglas se sabe de antemano lo que tienen que hacer los compañeros y los contrarios. Son obligaciones aceptadas voluntariamente y, por eso, la competición tiene lugar dentro de un acuerdo, que son las propias reglas. Los preescolares se inician en estos juegos con las reglas más elementales y suelen ser inflexibles, después se comienzan a consensuar o modificar por acuerdos. Para resolver la contradicción entre la regla y sus intereses, debe recurrir a un tipo de juego anterior, el simbólico, donde ha llegado a descubrir, en otro nivel, ese mismo valor de la cooperación y de su negociación. Hay dos tipos de reglas: las reglas transmitidas y las reglas espontáneas. Los primeros pueden ser las canicas, que suponen una acción de los mayores a los menores. El segundo caso, procede de la socialización bien de juegos de ejercicio o de juegos simbólicos. Son por tanto una combinación de los juegos precedentes con competencia de los individuos y regulados por acuerdos impróvidos o por códigos transmitidos generación tras generación.

* Juegos de construcción Aparece aproximadamente entre los 4 y 7 años, pero está presente en cualquier edad. Señalan una transformación interna de la noción de símbolo en el sentido de la representación adaptada. Desde el primer año de vida los niños clasifican cubos que superponen, o bloques de madera con los que hacen torres, etc. No es característico de ningún estadio determinado ya que son juegos de habilidad y reacción en los que los niños/as reconstruyen el mundo real o lo que imaginan por medio de los elementos que tienen a su alcance. Potencia la creatividad, produce experiencias sensoriales y desarrolla las habilidades. Es una transición entre la actividad centrada en sí mismo y una actividad más social. Trabajando en grupos comenzarán a interactuar entre ellos, dando inicio a la cooperación, debemos por tanto estimular la verbalización y el trabajo libre. Como dice Vygotsky “es un encuentro de lo individual con lo social”. Hay que tener cuidado porque a medida en que tiene un objetivo de antemano y que los resultados serán evaluados en función de dicho objetivo se aleja del juego y se convierte en trabajo. En definitiva si los juegos de ejercicio son los primeros en surgir, también es porque son los más estables. En primer lugar el niño pasa por el ejercicio simple, después a las combinaciones y luego a la finalidad. El ejercicio se transforma en simbolismo o juego simbólico cuando el esquema sensorio-motor se transforma en esquema simbólico y las combinaciones lúdicas dan lugar a imitaciones simbólicas. Y en tercer lugar cuando el ejercicio se vuelve colectivo y se puede regular, la consolidación del juego de reglas. Este último grupo no involuciona y se desarrolla con el tiempo y la edad, ya que subsiste en el adulto.

ii ¡Vygotsky,L.S. (1979) El desar rollo de los procesos psicológicos superiores. Barcelona: Ed. Grijalbo

3) Conclusiones Es indispensable en todo educador tanto de la etapa infantil como primaria, conocer la obra fundamental de Piaget. Adentrarnos en las formas de juego de los niños nos permite conocer la psicología, sociabilización, afectividad, intelectualidad y valores democráticos que posea o que problemas pueda tener. Es muy interesante la clasificación que propone, porque aunque actualmente hay muchos estudios que amplían lo que antaño Piaget dejo registrado en su obra, es un gran paso para la pedagogía y un material muy rico y válido. Todas las observaciones que contó en su libro La formación del símbolo en el niño sirven para conocer mejor la sustancia y toda la teoría que allí también se encuentra. Este trabajo de investigación y en definitiva de profundidad sobre un autor como Piaget, es muy útil para mi posterior labor como maestra, ya que me puede servir como referencia en la práctica docente.

4) Bibliografía

* GARCÍA SICILIA, J.; y otros (1989). Psicología evolutiva y educación infantil. Madrid: Ed. Santillana. * MARCHESI,A., CARRETERO,M. y PALACIOS, J. (1986). Psicología evolutiva. Teorías y métodos. Madrid: Ed. Alianza. * http://www.upnfm.edu.hn/bibliod/images/stories/Tesis/TESIS%20TANIA%20EUCEDA.pdf Tesis de Tania Melina Euceda Amaya. El juego desde el punto de vista didáctico a nivel de educación prebásica.(2007) * PIAGET,J. (1961). La formación del símbolo en el niño. México. Fondo de cultura económica

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