Tiempo y Espacio, Los Nuer, Capítulo 3

 

EJERCICIO DE LECTURA 1 Nombre estudiante:  estudiante:  Nombre del curso: Número de sección:  sección:  Fecha de entrega:  entrega: 

Ignacio Matías Abarca Saffie Teoría Antropológica II 1 16/04/2014

Texto  Texto  Pritchard, Evans (1977). (1977). “El “ El tiempo y el espacio”. espacio”. En  Anagrama,, Barcelona.  Anagrama Barcelona. pp. 111-124. 111-124.

Los Núer .

Lugar de edición: Editorial

Ficha de lectura Pritchard describe los conceptos nuer de tiempo e identifica principalmente dos tipos de relaciones en las que el tiempo opera, una primera vendría a resultar de la relación con el ambiente, la relación ecológica, y una segunda, de los vínculos y articulaciones sociales, denominada relación estructural. Estos dos tipos de relaciones temporales, responden a su vez a relaciones de carácter social, entendiéndose por las actividades desarrolladas por los diversos grupos sociales. Para ambos tipos de relaciones los nuer establecieron notaciones notacione s limitadas y fijas. f ijas. En el primer tipo de relación, la ecológica, Pritchard reconoció que los nuer concebían el tiempo ecológico como cíclico, siendo el ciclo un año ( ruon), compuesto de dos estaciones principales, tot   y y mai . Este ciclo posee un ritmo basado en el comportamiento de los grupos humanos en base al traslado de aldeas a campamentos y viceversa, actuar nuer ligado directamente al comportamiento climatológico de lluvias y sequias. De modo que, Pritchard establece, el año se divide en dos estaciones que poseen directa correlación a las prácticas efectuadas en torno a la relación con el ambiente, los movimientos poblacionales en función de las condiciones climáticas, la distribución laboral, siendo acá el aspecto económico aquello en lo que hace énfasis, también en razón de lo climático. Mediante la observación de cuerpos celestes, los nuer establecieron traslados mediante los cuales fueron capaces de definir de manera más clara las estaciones: el agua, vegetación, movimiento de los peces, etc., la observación de su entorno, el cambio de éste, fueron estímulos que permitieron a los nuer la capacidad de establecer patrones, ritmos ecológicos con los que determinarían aquello cíclico del año (ruon). De lo anterior Pritchard menciona, “Así, pues en términos aproximados, existen dos estaciones principales de seis meses y cuatro estaciones secundarias de tres meses, pero no hay que considerar de modo demasiado estricto esas divisiones, dado que no son tanto unidades temporales exactas cuanto, más que nada, formulaciones conceptuales de cambios en las relaciones ecológicas y en las actividades sociales que pasan imperceptiblemente de un estado a otro.” otro.” (p. 116)  116)  Pritchard luego se remite al análisis del concepto “tiempo” manejado por los nuer, quienes atribuyen a este, en el transcurso del año (ruon), una distinta valoración, y reconoce, “Aunque he hablado de tiempo y de unidades temporales, los nuer nue r carecen de una expresión equivalente al tiempo de nuestra lengua, y, por esa razón, a diferencia de nosotros, no pueden hablar de tiempo como si fuera algo real, que pasa, que puede

 

desperdiciarse, aprovecharse, etc. No creo que experimenten nunca la misma sensación de luchar contra el tiempo o de tener que coordinar las actividades con un paso abstracto del tiempo, porque sus puntos de referencia son principalmente las propias actividades, que suelen ser de carácter pausado. Los acontecimientos sigue un orden lógico, pero no hay sistema abstracto que los controle, al no haber puntos de referencia autónomos a los que tengan que adaptarse con precisión. Los nuer son afortunados.” (p. 120)  120)  En base a la relación estructural de tiempo Pritchard menciona, “cualquier “cual quier tiempo es estructural dado que es una formulación conceptual de actividades colaterales coordinadas o cooperativas: los movimientos de un grupo.” (p. 121) El autor reconoce un proceso de suma importancia en el mundo nuer, cuando los conceptos temporales dejan de estar determinados por factores ecológicos y pasan a estar más determinados por relaciones estructurales, mutuas, al haber dejado de ser un reflejo de la dependencia del hombre con respecto a la naturaleza y haber pasado de ser un reflejo de la influencia mutua de los grupos sociales. (p. 121) De este modo, el tiempo estructural, está medido y regulado en base a las diversas relaciones sociales que se suceden dentro de la comunidad, los campamentos, las aldeas y familias, en donde concepciones como el linaje, los grupos de edad y el parentesco  juegan el rol de punto punto referencial referencial en el establecim establecimiento iento temporal temporal de la historia nuer. nuer.

Tema a profundizar  

Evans, en su hambre por reconocer e identificar las diversas concepciones temporales y espaciales de los nuer, nos entrega una gran síntesis que nos permite, al menos en este extracto de capítulo, imaginar cómo esta cultura era capaz de concebir y relacionar todo aquellos que los rodeaba, cómo fueron hábiles al dar cuenta de los cientos de cambios que sucedían a su alrededor y sobre ellos, la observación de cuerpos celestes, sin necesidad de precedente alguno, la creación de cuerpos sociales, instituciones que regularían su sistema de vida, tan armónico y sencillo en términos del autor. La respuesta a si el autor logra o no saciar su interrogante, se encuentra en el segundo párrafo de la página 124, donde el autor señala, apelando a una cierta sinceridad etnográfica, su imposibilidad por entregar una análisis más profundo y acabado al respecto. Ahora bien, a la interrogante sobre si el autor logra transportarnos y situarnos levemente en el mundo nuer, o no, responderé con afirmación.

UNIVERSIDAD ALBERTO HURTADO