Tiempo, espacio y modo

October 6, 2017 | Author: Canariensis Stephan | Category: Adverb, Sentence (Linguistics), Verb, Grammatical Tense, Noun
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Descripción: La expresión lingüística del tiempo, el espacio y el modo...

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tema

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LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA

22-9942-13

Elementos lingüísticos para la expresión del tiempo, el espacio y el modo.

Temario 1993

tema 19 lengua castellana y literatura

1. Elementos lingüísticos para la expresión del tiempo 1.1. La temporalidad en el verbo 1.2. Los complementos adverbiales temporales 1.2.1. Los adverbios temporales 1.2.2. Proposiciones subordinadas temporales

2. Elementos lingüísticos para la expresión del espacio 2.1. Los adverbios de lugar y los sintagmas adverbiales locativos 2.2. Los sustantivos en función de CCIR de lugar y sus preposiciones 2.3. Proposiciones subordinadas locativas

3. Elementos lingüísticos para la expresión del modo 3.1. Adverbios, sintagmas adverbiales y preposicionales 3.2. Construcciones oracionales modales

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INTRODUCCIÓN

El estudio de la expresión del tiempo, del espacio y del modo está relacionado con cuestiones primordiales del funcionamiento de la lengua humana y de la comunicación en general. No en vano los seres humanos organizan sus vidas a partir de una línea temporal, dentro de un espacio o de unos espacios delimitados y realizando acciones o participando en situaciones de una manera o de un modo determinado. El tiempo, el espacio y el modo constituyen tres ámbitos lingüísticos que comparten una estructura semejante. Desde el punto de vista lingüístico-comunicativo, los seres humanos organizamos el tiempo, el espacio y el modo de una forma parecida. Esa disposición influye en la presentación que hacemos de nuestros actos enunciativos. Aunque existe cada vez más acuerdo sobre esta perspectiva lingüística, no ha sido mayoritaria hasta no hace demasiado tiempo. Por ello, no es aún habitual encontrar en las gramáticas o en los manuales al uso un análisis de las construcciones de la lengua española que se ocupe de la expresión lingüística de estos tres conceptos (tiempo, espacio y modo). Más bien, las construcciones capaces de referir estos conceptos se suelen incluir en otros apartados, siempre dentro de una concepción más tradicional del análisis gramatical. No obstante, la configuración del tema nos obliga a realizar un tratamiento propiamente comunicativo e integral al respecto de la expresión de estas tres nociones. En general, son principalmente los adverbios los encargados de realizar referencias lingüísticas en español sobre estos tres ámbitos. Pero la lengua posee la posibilidad de ampliar esa referencia a través de la formación de unidades adverbializadas que ocupan huecos funcionales similares a las unidades simples. Además, la lengua permite que otras unidades introducidas por preposición puedan realizar las funciones propias de los adverbios. Entre las diferentes relaciones que mantienen las proposiciones subordinadas dentro de las oraciones compuestas, existen tres tipos que coinciden funcionalmente con las características de los adverbios de tiempo, espacio y modo. Son las proposiciones subordinadas adverbiales de tiempo, lugar y modo, que Gili Gaya (1943) denominaba circunstanciales. En lugar de complementar al verbo principal, estas proposiciones subordinadas adverbiales pueden convertirse en complemento de toda la oración, realizando, pues, una función incidental. Como no son muy frecuentes los estudios gramaticales referidos a estas tres nociones, nos vamos a apoyar en trabajos, manuales y gramáticas que las han analizado parcialmente, pero que en todo caso nos va a permitir realizar una descripción exhaustiva de los aspectos fundamentales del tema. En todo caso, ciertas cuestiones que solo se citan a lo largo de los diferentes apartados se pueden consultar en otros temas, especialmente, en el 15 y el 17.

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1 Elementos lingüísticos para la expresión del tiempo El estudio de la expresión del tiempo en la lengua se sustenta en cuatro ámbitos: el tiempo gramatical, el aspecto gramatical, el aspecto léxico y los complementos y oraciones adverbiales temporales (García Fernández, 1999). Nos dedicaremos en este primer apartado expresamente al análisis del cuarto ámbito, pero habremos de hacer referencia a los tres anteriores (ya tratados en el tema 15), porque esos cuatro campos de la gramática están claramente relacionados. Analizaremos en este primer apartado los complementos adverbiales (CCAA) temporales no oracionales y los oracionales. Estos CCAA son mayoritariamente adjuntos o CCIR que especifican el tiempo y el aspecto manifestados morfológicamente en el verbo. Generalmente, suelen ser adverbios, pero pueden formar grupo con otros sintagmas o incrementarse con ciertas preposiciones. Además, en ocasiones, los adverbios asumen funciones de sustitutos, es decir, reproducen de forma abstracta la significación temporal concreta de otras unidades también adjuntas de la secuencia (Martínez, 1996). La función de CCIR de tiempo la pueden realizar proposiciones subordinadas adverbiales integradas en el interior de una secuencia oracional con el objeto de señalar el momento o el periodo temporal en que se realiza lo expresado por el verbo de la oración principal. Ciertos sustantivos pueden funcionar dentro de la oración también como CCIR de tiempo. Lo hacen a través de preposiciones que incorporan en el nombre una modificación semántica. Nos ocuparemos de qué tipo de preposiciones y de qué contextos producen estos CCIR. En todo caso, también algunos sustantivos funcionan como adjuntos temporales sin necesidad de estar introducidos por preposición. Además, algunas locuciones adverbiales pueden influir temporalmente en una secuencia. En la llamada función incidental se puede expresar lingüísticamente una circunstancia de tiempo que favorezca la interpretación de la secuencia principal en relación a la realidad extralingüística. Esa significación temporal surge del contraste entre el segmento incidental y la oración principal, constituyendo una predicación secundaria diferente a la primaria o principal (Martínez García, 1996).

1.1. La temporalidad en el verbo Para entender el funcionamiento de las construcciones temporales, conviene diferenciar entre tiempo físico, tiempo cronológico y tiempo lingüístico (Benveniste, 1965). El tiempo físico es un continuo uniforme y lineal, externo al ser humano. El tiempo cronológico es el tiempo de los acontecimientos, regulados a través de relaciones de simultaneidad y sucesión (García Fernández, 2000). El tiempo lingüístico se basa en el cronológico, aunque no coincide totalmente con él. Este tiempo lingüístico es una categoría deíctica que permite localizar el tiempo de la situación expresada por una secuencia en relación con ese momento de la enunciación establecido como origen o punto de referencia, que resulta móvil y que suele coincidir con el momento de la enunciación. La orientación directa o indirecta con respecto a ese punto cero es el rasgo fundamental del tiempo lingüístico. Esta referencia temporal puede ser anterior (salieron ayer de México), simultánea

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(están hoy en Oaxaca) o posterior (llegarán a Tijuana mañana) a ese punto de referencia, configurando de esta manera la estructura de los tres tiempos absolutos (pasado, presente y futuro): O Anterioridad PASADO

Simultaneidad PRESENTE

Posterioridad FUTURO

Otras relaciones temporales resultan más complejas, ya que describen situaciones que mantienen, a su vez, una relación de anterioridad, simultaneidad y posterioridad con respecto a un punto de referencia que mantiene alguna de esas tres relaciones con el momento de la enunciación. Así en Me comunicaron que llegarían a Tijuana el día siguiente, comunicaron indica una referencia temporal de anterioridad respecto de origen, mientras que llegarían señala posterioridad respecto de una referencia anterior al origen (comunicaron). A estas formas verbales se les denomina tiempos relativos. Todos los tiempos compuestos, el pretérito imperfecto y el condicional son tiempos relativos. O

A

S

P

prometieron que estarían ayer

estarían hoy estarían mañana

La organización tradicional de las formas verbales (simples y compuestas) no logra establecer, sin embargo, relaciones entre canto y cantaba o entre cantaré y cantaría. Por ello, Rojo y Veiga (1999) proponen una clasificación basada en la relación temporal primaria y en el punto de referencia, de modo que se puedan establecer conexiones entre las formas verbales que mantienen la misma relación temporal primaria. Para ello emplean vectores (V), de modo que -V representa la anterioridad (salieron ayer de México), oV la simultaneidad (están hoy en Oaxaca) y +V la posterioridad (llegarán a Tijuana mañana). Además, añaden el símbolo O (de ‘origen’) como punto central de todas las relaciones o momento de la enunciación. Así, podemos visualizar mediante ciertas fórmulas la anterioridad (O-V), la simultaneidad (OoV) y la posterioridad al origen (O + V):

RELACIÓN TEMPORAL PRIMARIA

PUNTO DE REFERENCIA

-V

oV

+V

O

canté

canto

cantaré

(O-V)

había cantado

cantaba

cantaría

(OoV)

he cantado

(O+V)

habré cantado

((O-V)+V)

habría cantado

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De este modo, a partir de la organización que presenta este cuadro, podemos considerar que canto y cantaba expresan ambas una relación temporal de simultaneidad, pero difieren en que canto lo hace con respecto a un origen y cantaba en relación a un punto anterior al origen. De otro modo, canto y cantaré coinciden en la orientación respecto del punto de referencia. Finalmente, el cuadro muestra claramente la prioridad que existe entre las relaciones temporales de la anterioridad en español, incluso con el hecho de que tres de los cinco puntos de referencia sólo poseen la expresión de esa relación. Con estos datos, conviene destacar la importancia del valor temporal primario. Por ejemplo, en la forma cantaría interesa la expresión de una situación posterior a una referencia anterior al origen. Es decir, en el caso de Dijeron que estarían aquí ayer/hoy/mañana, no existen tres valores diferentes de estarían, sino que se proponen tres orientaciones con respecto al origen, que son posibles en un evento posterior a una referencia anterior a él. Los puntos de referencia secundarios o terciarios establecen relaciones temporales similares al origen. Este hecho, que las formas verbales manifiesten relaciones temporales a partir de puntos o referencias secundarias o terciarias, origina la llamada correlación temporal o consecutio tempore, que establece los mecanismos de conexión entre las relaciones temporales de diferentes acontecimientos, de tal modo que pueda ser posible enunciar El hombre del tiempo informó que se aproxima un tornado a la península, sabiendo que aproxima no se relaciona temporalmente con el verbo del que depende (informó), sino con el origen. Como veremos a lo largo de los siguientes subapartados, la mayoría de los matices temporales referentes al tiempo cronológico u objetivo («simultaneidad», «anterioridad», «posterioridad», «delimitación», «duración», «aproximación»…), que se refieren al desarrollo de la acción verbal, se expresan a través de los complementos temporales.

1.2. Los complementos adverbiales temporales García Fernández (1999) clasifica los complementos adverbiales (CCAA) temporales en relación a tres criterios: „„

La relación con la división cultural del tiempo;

„„

La relación con el aspecto;

„„

La relación con el tiempo gramatical.

El primer criterio tiene que ver con el modo como una cultura establece la medida y la segmentación del tiempo. El segundo relaciona los CCAA y la expresión del aspecto léxico y gramatical. El tercer criterio asocia el modo en que el tiempo gramatical sitúa los eventos en el tiempo y la manera de precisar esta localización a través de CCAA. Una misma expresión adverbial puede ser clasificada según los tres criterios. Por ejemplo, desde hace dos años es un CA que incluye un nombre de tiempo, años, como unidad de medida, que es durativo y que sitúa el evento en la línea temporal con respecto al momento de la enunciación, es decir, es deíctico.

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DIVISIÓN CULTURAL DEL TIEMPO

Unidades de medida Unidades de calendario

Año, mes, semana, hora

Estuvo aquí el año pasado

Absolutos

Acontecimientos históricos o comunicacionales

El golpe de estado militar fue el 18 de julio de 1936

Cíclicos

Segmentación del tiempo en una cultura

En el día del Padre le regalaron un reloj

Cuantitativos

Durante, en + SN cuantificado

Pau llegó a Barcelona en tres horas

Delimitativos

Desde, desde…hasta, hasta, de…a, de ahora en adelante, a partir de, entre

Viaja desde el mes pasado

De marco o intervalo

Ayer, el año pasado, esta semana, durante el verano…

Pau llegó ayer

De punto

A las tres, en ese momento, a medianoche…

Pau llegó a las tres

Fase previa

Todavía no, ya, todavía, ya no

Pau todavía no está aquí

Fase afirmada

Todavía no, ya, todavía, ya no

Pau ya tiene novia

Posible fase posterior

Todavía no, ya, todavía, ya no

Sus amigos todavía no están en Vigo

Absolutos

Dos veces, en tres ocasiones…

Pau y Jovita han vuelto a salir en dos ocasiones

Relativos

Siempre, nunca, a menudo, raramente..

Pau y Jovita se han querido siempre

Pluscuamperfecto

Hacía dos años, algunos años atrás

Había tenido una relación con Victoria hacía dos años

Pretérito Perfecto Simple

Hace dos años, ayer, anoche, la semana pasada

Anoche cenaron en casa de Jovita

Pretérito Perfecto Compuesto

Hoy, esta semana, esta semana, este mes…

Esta mañana he visto a Pau

Presente de Indicativo

Ahora mismo, en este preciso instante…

Hoy está en Vigo

Futuro Simple

Mañana, la semana próxima, dentro de un mes, esta semana…

Lo terminaré dentro de un mes

Duración

Localización

ASPECTO Fase

Frecuencia

Deícticos

TIEMPO GRAMATICAL

Cuando lleguemos, habrá terminado la casa hará un mes

Futuro Perfecto

Anafóricos

Simultaneidad

Entonces, en ese momento

Lo había conocido en ese momento

Anterioridad

El día anterior, dos días antes, la víspera

Lo había conocido el día anterior

Posterioridad

Al día siguiente, a los dos días, dos días después

Lo había conocido al día siguiente

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Entre estos CCAA no sólo hay adverbios o locuciones adverbiales, sino también sustantivos o unidades sustantivadas precedidas de preposición (Martínez García, 1996). Así, las preposiciones aportan ciertos matices que facilitan el comportamiento como CCAA de estas unidades. La preposición a aporta ‘puntualidad’ en Te recogerán a las cuatro. Cuando los sustantivos se refieren a cierto periodo del día se acompañan de las preposiciones a, por y de (Lo vi por la tarde/de madrugada/a la noche). A veces, incorporan cierto significado de imprecisión en su uso plural: a principios, a mediados. Las preposiciones en, durante y por suelen añadir un matiz ‘durativo’ (vendrán en agosto/durante esta semana/por octubre). En fin, otras preposiciones pueden incluir matices en otras construcciones nominales: ‘aproximación’ (por, hacia, sobre), ‘posterioridad’ (para, tras), ‘punto de partida’ y ‘finalización’ (desde/hasta), ‘duración’ (cuando, mientras). Esta combinación de preposición + elemento nominal sintácticamente realiza la función de CCIR. Los sustantivos de significación temporal no precisan de preposición para funcionar como CCIR. Se trata de aquellos que, como indican ‘tiempo cronológico’, expresan una temporalidad en cierto modo cuantificada, sea precisa o imprecisamente. Entre los que indican cuantificación precisa están segundo, minuto, hora, día, semana…Los de cuantificación imprecisa son tiempo, temporada, momento, rato, instante, vez…Suelen necesitar determinantes (He salido este lunes). Algunos prescinden de la preposición (Se marchó este lunes), pero tienden a construirse con ella (Llegará sobre el martes). 1.2.1. Los adverbios temporales

Apartándose de la clasificación tradicional, Marcos Marín, Satorre y Viejo (1998) clasifican los adverbios temporales en función de CCIR como: „„ „„ „„ „„

Adverbios de identificación u orientación temporal: hoy, mañana, ayer, anteayer, pasado mañana, anoche, anteanoche, entonces, ahora, siempre, nunca Adverbios de matiz temporal: ya, aún, todavía Adverbios de situación temporal: pronto, tarde, temprano Adverbios de ordenación temporal: cuando, cuándo

Los adverbios de identificación u orientación temporal coinciden con los que Kovacci (1999) denomina deícticos, que orientan al proceso verbal hacia el pasado (ayer, anteayer, anoche, anteanoche, antaño), el presente (hoy, hogaño) o el futuro (mañana, pasado mañana), independientemente de que el tiempo del verbo coincida con el tiempo señalado por el adverbio (Hoy actuaban en Girona). También ahora y entonces entran en este grupo: el primero orientado al momento en que se efectúa la comunicación (han entrado ahora), el segundo alejado del acto comunicativo hacia el pasado (entonces vino a casa) o hacia el futuro (entonces será tarde). Un segundo grupo entre los de identificación u orientación temporal son los adverbios objetivos (siempre, nunca, los terminados en –mente). En ciertos casos, al significado temporal añaden otro modal (simultáneamente, inmediatamente, alternativamente, sucesivamente) o aspectual (súbitamente, momentáneamente, constantemente, instantáneamente, repetidamente), es decir, un matiz o situación temporal. Martínez García (1996) incluye en estos a ya, todavía, aún, siempre, nunca, jamás, pronto, enseguida (o en seguida), temprano y tarde. García Fernández (1999) denomina a estos elementos adverbios de fase, porque denotan una fase anterior al periodo focalizado, posibilitando una fase posterior (Los opositores todavía no han empezado el examen), mientras que Martínez García (1996) los etiqueta como adverbios aspectuales. Entre los de ordenación temporal están los relativos cuando, cuándo, mientras y las locuciones una vez y nada más o los comparativos antes, después, primero y luego. En general, no suelen ser signos autónomos, sino que tienden a especificar temporalmente a otras secuencias, y en el caso de los comparativos manifiestan la base de una comparación. Algunos adverbios temporales actúan dentro de la oración como sustitutos de otras unidades en función de CCIR, en referencia anafórica o catafórica. Entre ellos, los más habituales son los deícticos, es decir, los que permiten situar temporalmente el enunciado, tomando como referencia al emisor

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y el momento del acto de habla (ayer, anoche, anteanoche, hoy, ahora, mañana, pasado, mañana, entonces). Este tipo de adverbios consiguen su significado total dentro del contexto o de las circunstancias en que se produce la emisión del mensaje (Martínez García, 1996). Otros adverbios (ya, todavía, aún, siempre, nunca, jamás, pronto, enseguida, tarde y temprano) son simplemente descriptivos, ya que no poseen capacidad deíctica. Están asociados a los morfemas verbales y delimitan el tiempo en el que se sitúa lo denotado por la oración principal: conclusión, duración, prontitud… Algunos adverbios como ayer, hoy, ahora, mañana, entonces, siempre o nunca pueden estar incrementados por una proposición subordinada de relativo o en aposición (Ayer cuando te encontré no me dijiste nada). Otros como cuándo encabezan oraciones interrogativas (directas o indirectas) con verbo en forma personal o en infinitivo (El problema es cuándo haremos la reunión/reunirse). La forma átona, cuando, adverbializa oraciones y sustantivos (cuando llegó al instituto, estaban las puertas cerradas). Los comparativos admiten como elementos subordinados oraciones de relativos introducidas por que o por la preposición de (Llámala antes de que sea tarde, Lo llamaron después de que supieron la noticia), pero también elementos nominales (Llámala antes de la reunión/Llámala antes que nosotros). Además, estos adverbios constituyen un grupo adverbial con sustantivos léxicamente temporales (años antes, tiempo después, instantes más tarde, una hora más temprano…), que pueden estar acompañados de cuantificadores (muchos años antes, unos cuantos meses primero que tú…) de preposiciones (hasta años después, desde bastantes días antes…) o de locativos direccionales (desde años atrás, meses más adelante). Señalan significado temporal ciertas locuciones adverbiales y prepositivas como a cada momento/ rato, a diario, a lo largo de, a medio/corto/largo plazo, a partir de, a todas horas, a veces, en lo sucesivo, en ocasiones… 1.2.2. Proposiciones subordinadas temporales

Establecen una relación temporal entre el evento de la oración principal y el evento de la oración subordinada (RAE, 1973; Eberenz, 1982). La relación temporal entre ambas oraciones depende del significado del conector temporal que encabeza la oración subordinada. Las relaciones posibles entre los dos eventos son de simultaneidad (Pau salió cuando yo estaba en la terraza), anterioridad (Pau se fue antes de que saliera Jovita) y posterioridad (Pau le escribió una carta después de la discusión). Además de esos valores fundamentales pueden expresar sucesión inmediata (Se quita la corbata en cuanto sale de trabajar), reiteración (Dejaba las latas en el suelo según las iban trayendo), distribución (Se me cansan los ojos cada vez que leo por la noche), duración (Compraba más casas a medida que las iba vendiendo), etc. La heterogeneidad de valores justifica que el número de subordinadores (adverbios, conjunciones, locuciones conjuntivas) sea alto:

SUBORDINADORES TEMPORALES SIMULTANEIDAD

ANTERIORIDAD

POSTERIORIDAD

Cuando Mientras A medida que Conforme Según Al tiempo que A la vez que

Cuando Tan pronto como Apenas Una vez que No bien En cuanto A medida que

Cuando

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El adverbio mientras presenta la singularidad de poder actuar con autonomía sintáctica, lo que no ocurre con otros conectores (Mientras tú trabajas, yo voy al río/Mientras, yo voy al río). Las proposiciones subordinadas con mientras y cuando sin antecedente se combinan con preposiciones (Eso lo dejo para cuando/mientras sea mayor). Las construcciones con cuando son adjetivas, siempre que el antecedente sea explícito (Gómez Torrego, 1997):

Ése fue el momento  cuando se lo dije Antecedente

Prop. sub. Adj.

Las proposiciones subordinadas adverbiales introducidas por cuando, en cuanto, una vez que… exigen el modo subjuntivo «cuando se realizan menciones inespecíficas y cuando el hablante no se compromete con la existencia de lo mencionado» (Bosque et alii, 1999): Iré cuando dices/Iré cuando digas. Incluso aparece el subjuntivo si las referencias aluden al pasado o al presente: Aquel escritor, cuando (en cuanto, una vez que…) lo entrevistaban/entrevistasen, no respondía. Si las adverbiales de tiempo hacen referencia a acciones o situaciones futuras o posteriores a un pasado que se establece como referencia, también llevan el verbo en subjuntivo: Ven en cuanto comas/Aseguró que vendría apenas terminara la obra de teatro. Sintácticamente, las proposiciones subordinadas temporales funcionan como CCIR, pero pueden modificar también a toda la oración. Las primeras son subordinadas de predicado: sitúan en la línea temporal el predicado de la oración principal con respecto al de la subordinada (Le escribí un mail en cuanto supe la noticia). Las segundas son subordinadas de oración: tienen menos dependencia sintáctica con la principal y poseen un valor narrativo, que permiten hacer avanzar el discurso (Estaba hablando con Jovita cuando de repente apareció Pau acompañado de Victoria). Marcos Marín, Satorre y Viejo (1998) llaman periféricas y Martínez García (1996) incidentales a las proposiciones subordinadas que complementan a toda la oración. Suelen presentarse entre pausas, iniciando, concluyendo o insertándose en la oración, sin mantener relación con el núcleo verbal (Cuando entró en su despacho, se puso a colocar informes). Como no son autónomas, se consideran subordinadas, útiles para expresar lingüísticamente alguna de las «circunstancias» relevantes para la oración en su totalidad. Como complementos de oración con significado de tiempo son muy habituales las construcciones absolutas con verbo en forma no personal. En ellas, el infinitivo, el gerundio y el participio funcionan como verdaderos núcleos del predicado con un sujeto (Gómez Torrego, 1997): „„

Cláusulas absolutas de infinitivo (al + infinitivo, hasta + infinitivo, después + infinitivo, antes de + infinitivo, al tiempo de + infinitivo): Al anochecer, nos metimos en casa. Este tipo de construcciones se pueden sustituir por una proposición subordinada en forma flexiva: Cuando anocheció, nos metimos en casa.

„„

Cláusulas absolutas de gerundio: a veces indican anterioridad (Habiendo realizado el trabajo, se marchó), pero sobre todo simultaneidad (Saliendo Pau de la casa, oyó a Jovita). Con la preposición en el significado es de anterioridad inmediata (En llegando a mi casa, me acostaré).

„„

Cláusulas absolutas de participio: indican anterioridad inmediata (Terminado el partido, el público lanzó objetos al campo), a veces con el refuerzo de una unidad adverbial (Una vez terminado el partido, el público lanzó objetos al campo), de la que puede funcionar como complemento precedido de preposición (Después de terminado el partido, el público lanzó objetos al campo).

Un tipo especial de proposición subordinada temporal en función de CCIR es la construcción con el verbo hacer en tercera persona de singular, seguido de un SN de significación temporal: yo leí ese libro hace dos años. Además, puede aparecer como término de ciertas preposiciones: Pau no toca la guitarra desde hace dos años. En estas construcciones, hacer no se comporta como un verbo normal. El SN no se puede integrar a través del clítico correspondiente: *desde los hace.

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2 Elementos lingüísticos para la expresión del espacio Los elementos lingüísticos que sirven para situar en el espacio un determinado proceso verbal se denominan construcciones locativas (Meilán, 1998). Habitualmente este tipo de construcciones funcionan como CCIR. Entre ellas están: „„

Los adverbios de lugar (precedidos o no de preposición): pueden además llevar complementos preposicionales;

„„

Unidades nominales precedidas de preposición;

„„

Las proposiciones subordinadas adverbiales de lugar.

2.1. Los adverbios de lugar y los sintagmas adverbiales locativos Un grupo de adverbios de lugar son deícticos, ya que permiten situar espacialmente la situación del enunciado en relación con las tres personas gramaticales: „„ „„

No-prospectivos: aquí, ahí, allí; Prospectivos: acá, allá.

Al analizar su contenido léxico, Bello (1847) denominaba a estos adverbios demostrativos de lugar, porque se relacionan con los demostrativos (aquí-en este lugar, ahí-en ese lugar, allí-en aquel lugar; acá-a este lugar; allá-a ese/aquel lugar) y adquieren su significación solamente dentro de una situación determinada (Estaremos aquí unos días contigo). Estos adverbios deícticos pueden estar complementados por aposiciones especificativas formadas con otros adverbios ‘descriptivos’ o con unidades adverbializadas (Estuvieron allá arriba; Aquí en la playa no hay quien pare), a veces formando una estructuración bimembre (Cerca de la playa, allí, viven dos escritores). Adjetivos o adverbios como mismo (=mismamente) y justo (=justamente) pueden complementar a los adverbios deícticos o a los descriptivos (excepto lejos) para indicar exactamente el lugar señalado (estaba allí mismo). Otro grupo de adverbios no son deícticos sino descriptivos u objetivos (Lenz, 1920). Tienden a formar entre ellos parejas de antónimos: delante/detrás, dentro/fuera, encima/debajo, arriba/abajo, cerca/ lejos. Además, se incluyen alrededor, enfrente y aparte. En general, sirven para describir una situación en relación con la localización señalada por los sintagmas a los que se refieren (Meilán, 1998). Pueden constituir un grupo apositivo entre ellos o con otras unidades adverbializadas (Cuélgalos arriba, allí). Hay que deslindar entre los descriptivos un grupo de direccionales, que apuntan hacia un lugar o ámbito marcado como fin o destino de un movimiento indicado por la preposición a que los precede: adelante/atrás; adentro/afuera; arriba/abajo. Adquieren un valor circunstancial especial cuando funcionan como complementos de sustantivos deverbales o antiguos participios de presente: los tres arriba/abajo firmantes. Estos direccionales se combinan con verbos que indican movimiento, mientras que los no direccionales lo hacen con verbos de situación. Es decir, los primeros son dinámicos y los segundos estáticos. Además, los direccionales no admiten complementos (son intransitivos), mientras que los no direccionales sí lo hacen (son transitivos). Otra diferencia entre ambos es que los direccionales pueden ser cuantificados (bastante adentro), pero no los no direccionales. Estos grupos locativos cuantificados pueden incorporar estructuras más complejas, a través de SSNN: Vive tres calles más abajo. Entre estas construcciones locativas habría que incluir aquellas en las que aparecen los adverbios temporales antes y después acompañados de sustantivos de significación espacial (Lo encontraron cien metros antes). Los no direccionales se hacen acompañar de complementos preposicionales con sustantivos de lugar, deícticos, pronombres personales tónicos e, incluso, una proposición subordinada de relativo (delante de los ojos/de aquí/de nosotros/de donde estaba). Tanto unos como otros, direccionales y no direccionales, pueden complementar con una preposición a sustantivos de referencia locativa (el pupitre de atrás).

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Construcciones locativas especiales son las formadas por adverbios direccionales combinados con sustantivos con significación de ‘lugar’, que van antepuestos, sin artículo y en singular: calle arriba, mar adentro, Miño abajo… Se ha pensado que el núcleo de la construcción es el adverbio y el sustantivo es el modificador (Martínez, 1981-82), rebatiendo el análisis realizado por los gramáticos tradicionales (Bello, Hanssen, Lenz) que consideraban el adverbio un caso de preposición pospuesta. Gregores (1960) ha hablado de un caso de locución adverbial formada por un núcleo adverbial y su expansión. Para Trujillo (1971) es realmente el sustantivo el que posee carácter preposicional. González García (1997) se inclina por pensar que se trata de una construcción semiproductiva o semifosilizada no analizable en núcleo-modificador como los sintagmas adverbiales o preposicionales. Es preferible postular que estamos delante de una construcción exocéntrica, en la que se da solidaridad entre ambos miembros. Un funcionamiento interno diferente tienen las construcciones locativas introducidas por la preposición por, en las que el núcleo es el sustantivo (por esta calle arriba, por el bosque adentro). Aunque los adverbios funcionan de modo autónomo como CCIR, pueden construirse con ciertas preposiciones, pero solo con aquellas que denotan movimiento: a, de, desde, hacia, hasta, para y por. Entre los matices que aportan están los de ‘origen’ y ‘procedencia’ (de, desde), ‘desplazamiento’ (hacia, hasta), ‘aproximación’ (por). En ciertas ocasiones, la preposición puede no aportar ningún significado, simplemente el ya incluido en el sintagma de localización (Lo detuvieron por detrás). En otros casos, se pueden producir agrupaciones de preposiciones con diferentes sentidos (Todos esos señores no son de por aquí). Los adverbios de lugar pueden formar estructuras correlativas, con o sin preposición: Aquí venden los bonos, allí dan las bebidas. También pueden mantenerse al margen de la predicación principal y transformarse en incidentales, especialmente los direccionales (Afuera, se habla mucho mejor). El adverbio relativo tónico dónde introduce oraciones interrogativas directas con la finalidad de preguntar sobre el lugar en que se realiza lo que refiere el SV (¿Dónde lo dejaste?). Este adverbio interrogativo funciona también como CCIR. Puede llevar alguna preposición que matice su significado locativo, especialmente haciendo referencia al ‘movimiento’: origen, límite, aproximación, fin, dirección… (¿A dónde viajas este año?).

2.2. Los sustantivos en función de CCIR de lugar y sus preposiciones Ciertos sustantivos con significación de lugar funcionan como CCIR locativos. Lo hacen a través de preposiciones afines léxicamente con la significación verbal, a la que le añaden significados diversos. Casi todas las preposiciones sirven para incorporar ese contenido locativo. Quedan fuera con, sin y según. En ciertos casos pueden coexistir varias preposiciones en un mismo enunciado (Se infiltró en la guerrilla hasta las últimas consecuencias). Veamos algunos de esos contenidos locativos:

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PREPOSICIÓN

SIGNIFICADO

EJEMPLO

en

Situación

Nos veremos en la cafetería

a, para, hasta, hacia

Dirección

Se acercó a la terraza

entre…y

Extensión espacial

Se fue a vivir entre Galicia y Portugal

por

Espacio del desplazamiento o aproximación

Por la playa se corre muy bien Hicieron una excursión por África

ante, bajo, contra, tras

Ubicación en puntos fijos

Se detuvieron ante el monumento

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Algunas de estas construcciones locativas llevan determinantes que consiguen no sólo la actualización del sustantivo sino su diferenciación con las construcciones modales: viaja en un tren (locativo) / viaja en tren (modal). En ciertos casos, los sustantivos de referencia locativa (tierra, palacio, casa, clase) no necesitan la actualización del determinante: está en casa. Las construcciones adverbiales de lugar pueden ocupar la posición de la función incidental (En la playa, suele no hablar con nadie). Así mismo, existen locuciones adverbiales locativas, en la mayoría de los casos lexicalizadas: en lontananza, a bordo, a la cabeza, a la cola…

2.3. Proposiciones subordinadas locativas Presentan una combinatoria especial el relativo átono donde, el tónico interrogativo dónde y los prospectivos adonde y a dónde, ya que sirven para introducir oraciones. Con el adverbio relativo donde se pueden generar dos construcciones diferentes, dependiendo de que lleve o no antecedente: Iremos a la casa donde vive Pau/Iremos donde vive Pau. En los dos casos, el CCIR son las secuencias subrayadas. En el primer ejemplo, la subordinada es una relativa adjetiva que modifica al sustantivo. En el segundo ejemplo sí tenemos una subordinada adverbial locativa, que a veces sustituye el donde por la preposición y el que relativo (Lo encontré en el que tú lo dejaste). El antecedente puede ser un adverbio deíctico (Corro ahí donde te dije). Las subordinadas adverbiales introducidas por donde exige «el subjuntivo cuando se realiza menciones inespecíficas y cuando el hablante no se compromete con la existencia de lo mencionado» (Bosque et alii, 1999): Ve por donde te indicaron/Ve por donde te indicaran. El adverbio locativo indefinido dondequiera se subordina directamente al verbo oracional. Suele utilizarse como adverbio antecedente de relativas con que, con tendencia a mantener una relación de solidaridad con la relativa (Te seguiré a dondequiera que vayas). Donde se combina con preposiciones. Si la subordinada es adjetiva, la preposición afecta sólo al relativo (El lugar ante donde se citaron estaba tomado por la policía); si no lleva antecedente, la preposición afecta a la subordinada adverbial (lo detuvieron hasta donde no era posible). En ciertos casos, con los conectores según y conforme se pueden introducir secuencias locativas: La carnicería está según sales del cruce, Entrega el cuestionario conforme sales del aula. Los gerundios pueden dar lugar a construcciones locativas, habitualmente en unas pocas expresiones fijas con verbos de carácter locativo-estativo (estar, encontrarse, haber, tener), que se construyen con una construcción en gerundio con un verbo de movimiento o cambio de lugar como salir, entrar, subir, bajar: la playa está pasando el cruce (Fernández Lagunilla, 1999).

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3 Elementos lingüísticos para la expresión del modo Existen diferentes elementos lingüísticos para expresar el modo o la manera como se desarrolla el proceso expresado por el verbo o el SV. Los elementos más habituales son los adverbios o unidades adverbializadas que funcionan como CCIR de modo o manera. Porto Dapena (1993) apunta que formalmente admiten la sustitución por ¿cómo? o ¿de qué modo? Así, en Los niños se portan mal, mal responde a la pregunta ¿cómo se portan los niños? Para Kovacci (1999) se pueden representar por el relativo como y admiten una paráfrasis con la expresión de modo/manera + adjetivo. Frente a otros CCIR, los de modo o manera se han analizado como parte de la llamada subcategorización verbal, y, por tanto, situados en un ámbito funcional próximo al predicado (Dik, 1978 y 1989). La noción de modo o manera es una de las funciones semánticas que más atención ha recibido por los lingüistas. En parte tiene que ver con que es la función más habitual de los adverbios terminados en –mente (González García, 1997), pero además, según Dik (1989), la noción de modo o manera está implícita en la mayoría de las situaciones (no en los estados) como una especie de valor genérico.

3.1. Adverbios, sintagmas adverbiales y preposicionales Tradicionalmente, se consideran adverbios de modo así, bien, mal, regular, mejor, peor, deprisa, despacio, como, y la mayor parte de los adverbios terminados en –mente. A estos Gómez Torrego (1997) añade igual, cual y según. Otros autores incluyen unidades como aposta, gratis y a priori. Báez (1994) clasifica los adverbios de modo en actitudinales (expresan cómo sucede el suceso desde el punto de vista del hablante o cómo se comporta alguien desde el punto de vista del hablante) y no actitudinales (indican cómo sucede el suceso en sí o el estado, proceso o acción en sí). González García (1997) desgaja de los adverbios de modo los que indican punto de vista, modalidad y temporalidad, considerando sólo aquellos que pueden ser sustituidos por la paráfrasis de un(a) manera/modo/forma adjetivo. No obstante, admite los límites borrosos que existen con otros valores semánticos (cantidad, aspecto, predisposición…) en ciertos adverbios como espontáneamente, voluntariamente, violentamente…Marcos Marín, Satorre y Viejo (1998) distinguen entre adverbios de modo (así, bien, mal, regular, mejor, peor, deprisa, despacio, y la mayor parte de los adverbios terminados en –mente) y adverbios relativos (como, cómo). Kovacci (1999) extrae de los adverbios de modo o manera los considerados adverbios nocionales o de punto de vista (técnicamente), los evaluativos (afortunadamente) o los adverbios relacionados con la modalidad o el modus (probablemente). Ciertos verbos o acepciones particulares exigen obligatoriamente adverbios de modo o construcciones funcionalmente equivalentes. Entre ellos están (Kovacci, 1999):

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„„

(Com)portarse, desenvolverse, desempeñarse: bien, mal, correctamente

„„

Vestir [alguien]: elegantemente, bien, llamativamente

„„

Tratar: bien, mejor, desconsideradamente [a alguien]

„„

Vivir: bien, fastuosamente

„„

Estar, sentirse: bien, estupendamente

„„

Pronunciar: claramente, correctamente

„„

Salir, resultar: bien, mal

„„

Llevar: bien, magníficamente [sus años, sus estudios]

„„

Interpretar: bien, correctamente [un texto], favorablemente, negativamente [mis palabras, el gesto]

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En cambio, con otros verbos los adverbios de modo son facultativos. Estos adverbios facultativos u opcionales pueden ser de tres tipos: „„

De acción y agente (orientados hacia el sujeto o el complemento agente)

„„

De acción

„„

De resultado (orientados hacia el objeto)

Los adverbios de acción y agente, también llamados de manera del sujeto, son tristemente, alegremente, silenciosamente, cordialmente, rápidamente…Se construyen con verbos de acción y tienen dos funciones: califican la acción en su desarrollo y califican al agente. En Pau contemplaba atentamente los cuadros, nos referimos a una «contemplación atenta», pero también a un «agente (Pau)», que se manifiesta «atento». En cambio, los adverbios de acción no se aplican al agente. Así, en Jovita dibujó el retrato de Pau fácilmente, el adverbio de modo se refiere al desarrollo de la acción pero no incorpora ninguna calificación sobre el agente. Entre los adverbios de acción se cuentan: (hacer algo) arduamente/ agotadoramente/dolorosamente; (respirar) angustiosamente; (marchar) fatigosamente/trabajosamente/laboriosamente/dificultosamente/difícilmente. También están los que expresan una apreciación del hablante o de otra perspectiva externa, causada por la realización de la acción o el proceso verbal: asombrosamente, pasmosamente, repulsivamente, inesperadamente, admirablemente, cómicamente. Los adverbios resultativos o de manera del objeto modifican verbos de acción, proceso o estado, considerados globalmente en su cumplimiento total, de modo que califican este resultado (conoce perfectamente la geografía de Galicia). En otros casos, el resultado puede relacionarse con otra de las funciones semánticas: paciente, experimentante o complementante (hirieron gravemente al hombre). Entre los adverbios resultativos están: convenientemente, completamente, fragmentariamente, totalmente, integralmente, superficialmente, bien, felizmente, mal, a medias… Además de estas tres clases, existen otros adverbios de modo. Muchos adverbios en –mente, que funcionan como CCIR de modo, expresan al mismo tiempo otras nociones circunstanciales. Se relacionan con sintagmas prepositivos que tienen por término el sustantivo correspondiente (hereditariamente/por herencia). Así, pueden indicar las siguientes nociones: „„

Causa: recibir hereditariamente/por herencia una cosa;

„„

Instrumento: elaborar manualmente/con las manos;

„„

Medio: calcular mentalmente/con la mente.

Se comportan sintácticamente de modo similar ciertos adverbios de modo (filialmente, aristocráticamente, magistralmente, dictatorialmente…) relacionados con sustantivos y que incorporan un matiz de comparación (me saludó militarmente = como un militar). Adverbios como mutuamente o recíprocamente están cuantificados y requieren un contexto plural (Pau y Jovita se acusaban mutuamente de infidelidad). Mantienen relación con los adverbios llamados simétricos (paralelamente, simétricamente, análogamente, independientemente), que se refieren a dos o más objetos o hechos relacionados con los conceptos que expresa el adverbio (Pau se comporta paralelamente a Jovita). El único adverbio pronominal de modo es así. Puede realizar una deixis ad oculos (No me respondas así), y puede ser anafórico (Pau es un fatuo. Así lo llamaba Jovita) o catafórico (me gusta estar así, tumbado sin hacer nada). Adverbios homónimos a los llamados nocionales o de punto de vista (teóricamente, filosóficamente, culturalmente, políticamente…) pueden funcionar como CCIR de modo en posición posverbal: haremos lo que humanamente se puede hacer (= ‘según la capacidad o poder del hombre) y tratar humanamente a alguien (= ‘de manera humana’).

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Otras secuencias pueden asumir funciones semejantes a la de los adverbios de modo. Así, ciertos adjetivos (Jovita habla bajo), ciertos latinismos (a priori, ipso facto), unos pocos sustantivos (se lo pasó bomba) y muchas locuciones adverbiales (a hurtadillas, por las buenas, a pies juntillas, a sabiendas, de golpe…). Muchos SSPP pueden asumir la función de CCIR de modo, a veces con otros matices circunstanciales. Así, tienen valor modal e instrumental, algunos SSPP introducidos por la preposición a: escribir a lápiz/pintar al pastel; o por la preposición con (escribe con gusto/habla con elocuencia). Con las preposiciones en o por, un grupo de SSPP indican valores modales (habla en sueco/por teléfono).

3.2. Construcciones oracionales modales Las proposiciones subordinadas modales funcionan como CCIR del verbo principal dentro de una oración compuesta. Son adverbiales si se pueden sustituir por un adverbio, en este caso de modo (He escrito el informe como me recomendasteis/He escrito el informe así). Deben distinguirse de las subordinadas que modifican a un sustantivo o al adverbio así, en las que como introduce una proposición subordinada de relativo: No he visto el modo como lo resolvió, Hazlo así como ya te lo he explicado. El nexo más habitual de estas proposiciones subordinadas modales es el adverbio relativo como, a veces en unión de las conjunciones si o que, con las que forma un solo nexo complejo (Gómez Torrego, 1997; Marcos Marín, Satorre y Viejo, 1998): Encontré a Jovita como si estuviera enfadada/Hizo como que no comprendía. En el caso de la construcción como si se trata de la denominada modal hipotética (Bosque et alii, 1999), explicable como una doble subordinación con un verbo elidido por ser el mismo que el principal: Actúa como (actuaría) si no le importara nada, donde debemos analizar una subordinada adverbial modal (como actuaría…) complementada por una subordinada condicional (si no le importara nada). En los ejemplos en que hay que admitir una elisión verbal parece evidente el paralelismo entre las adverbiales modales y las comparativas de igualdad: Actúa (tan alocadamente) como (actuaría) si fuera un niño / Actúa tan alocadamente como (actuaría) si fuera un niño. En realidad, entre ambas estructuras existen bastantes semejanzas: en las comparativas se ponen en relación dos cantidades o intensidades, en las modales dos maneras o cualidades. En ambas estructuras se describe una realidad pero comparándola con otra que sirve de referencia: Habla tanto como habla un loro, Dibújalo como te lo han dicho. En ciertos ejemplos, el enunciado puede ser ambiguo: en Habla como un loro, no sabemos si se refiere a que «habla tanto como un loro» (comparativa) o que «habla muy rápido» (modal). En muchas subordinadas modales es factible la aparición de un adverbio que sirve de antecedente al relativo, como sucede en las comparativas: Contestó tal como te imaginas / Contestó tan mal como te imaginas. Asimismo, funcionan como nexos de estas proposiciones subordinadas los adverbios según, conforme, cual y la locución tal y como: Escribimos el informe según me recomendasteis, Hemos resuelto el problema conforme lo acordamos, El vecino se ruborizaba cual tomate, Le respondieron tal y como se lo dijimos. Según Gómez Torrego (1997), el verbo de las subordinadas se puede elidir, aunque resulta siempre recuperable: escribimos el informe según dictan los cánones/según los cánones. En el caso del nexo cual, está circunscrito al lenguaje literario. Son habituales las secuencias en que se combinan varios de estos nexos: Lo hizo según como lo había pensado. Las subordinadas modales pueden modificar a la totalidad de la oración. En ese caso aparecen separadas del resto de la secuencia por pausas o comas, ocupando una posición periférica: Como estaba previsto, la obra se representó. Pueden expresar modo ciertas construcciones oracionales en función de predicativo o atributo: Los aficionados dejaron el estadio como era de esperar/Nuestra reunión será como tú la plantees.

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También algunas construcciones con infinitivo pueden referir contenidos modales. Por ejemplo, ciertas estructuras formadas por preposición + infinitivo (los atletas corrían a morir), con ciertos matices cuantitativos, especialmente si se añade el cuantificador todo (a todo meter). Hernanz (1999) apunta que son giros lexicalizados poco productivos en español. Más dudosas, como modales, son las construcciones formadas con la preposición con + infinitivo (Alcina y Blecua, 1975), a base de y en (Arjona y Luna, 1989): Los alumnos actuales pierden mucho con no leer los clásicos, Sólo pueden entenderse a base de considerar todas las relaciones, Gastó tres minutos en contárselo. Resultan muy heterogéneas ciertas construcciones «modales» formadas por la preposición sin + infinitivo, con matices de ‘polaridad negativa’ y ‘coincidencia’ añadidos a través del índice preposicional (Se fueron a la cama sin cenar, No me imagino a Pau sin hacer nada), que pueden llegar a alcanzar valor predicativo (Martínez, 1994), especialmente con verbos como estar, continuar, llevar, quedar o seguir: Estuvieron varios días sin comer, El canario sigue sin cantar. Existen también construcciones de gerundio con valor modal, que presentan bastante variedad (Fernández Lagunilla, 1999), y que aparecen en: Pasivas perifrásticas con el gerundio referido a un complemento agente (Esa novela fue escrita por Sampedro pensando en su nieto) Construcciones oracionales (pasiva refleja o impersonal) en la que no hay ningún elemento nominal al que pueda referirse el gerundio (Se limpió el estanque aprovechando la sequía) Construcciones activas con un gerundio referido al sujeto o al objeto indirecto (Jovita se pone morada comiendo rosquillas, Le desapareció el dolor tomando un calmante) Construcciones activas sin referencia a ningún elemento nominal (sujeto u objeto) de la oración, con interpretación inespecífica (Jovita se pone roja diciéndole hola) o genérica (El dolor desparece tomando un calmante). Ciertos gerundios modales pueden ir introducidos por el adverbio como, con un sentido aproximativo (Vendió las acciones como previendo la bajada de la bolsa). Este adverbio aproximativo como puede aparecer con los gerundios predicativos, que también incorporan un valor modal (Pau camina como dando saltitos).

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BIBLIOGRAFÍA Alcina, J. y Blecua, J.M.: Gramática española, Espasa Calpe, Madrid, 1975. Arjona, M. y Luna, E.: El infinitivo en el español hablado en la ciudad de México, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1989. Báez, V.: Las formas en –mente en una teoría fenomenológica integrada en el acto de hablar, la expresión y el esquema oracional, LEA, XVI/2, 1994. Bello, A.: Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos, I-II, 1847, cito por la edición y estudio de Ramón Trujillo, Arco/Libros, Madrid, 1988. Benveniste, E.: El lenguaje y la experiencia humana, en Problemas del lenguaje, Buenos Aires, Ed. Sudamericana. Bosque, I. et alii: Lengua castellana y Literatura II, 2º Bachillerato, Akal, Madrid, 1999. Brucart, J.M.: La estructura del sintagma nominal: las oraciones de relativo, en Bosque, I. y Demonte, V.: Gramática descriptiva de la lengua española, Espasa, Madrid, 1999. Bruyne, J. de: Las preposiciones, en Bosque, I. y Demonte, V.: Gramática descriptiva de la lengua española, Espasa, Madrid, 1999: pp. 657-703. Dik, S.C.: Gramática funcional, SGEL, Madrid, 1978. Cito por la traducción española, 1981. Dik, S.C.: The Theory of Functional Grammar, I, Dordrecht, Foris, 1989. Eberenz, R.: Las conjunciones temporales del español, BRAE 62, 1982. Fernández Lagunilla, M.: Las construcciones de gerundio, en Bosque, I. y Demonte, V.: Gramática descriptiva de la lengua española, Espasa, Madrid, 1999. García Fernández, L.: Los complementos adverbiales temporales. La subordinación temporal, en Bosque, I. y Demonte, V.: Gramática descriptiva de la lengua española, Espasa, Madrid, 1999. García Fernández, L.: La gramática de los complementos temporales, Visor, Madrid, 2000. Gili Gaya, S.: Curso superior de sintaxis española, Barcelona, Bibliograf, 1943. Cito por 9ª ed., 1970. Gómez Torrego, L.: Gramática didáctica del español, SM, Madrid, 1997. González García, L.: El adverbio en español, Universidade da Coruña, 1997. Gregores, E.: Las formaciones adverbiales en mente. Estudio descriptivo sobre el adverbio en español», Filología. Hanssen, F.: Gramática histórica de la lengua castellana, Max Niemeyer, Halle, 1913. Hernanz, M. Ll.: El infinitivo, en Bosque, I. y Demonte, V.: Gramática descriptiva de la lengua española, Espasa, Madrid, 1999. Kovacci, O.: El comentario gramatical, I y II, Arco Libros, Madrid, 1990-1992. Kovacci, O.: El adverbio, en Bosque, I. y Demonte, V.: Gramática descriptiva de la lengua española, Espasa, Madrid, 1999. K, R.: La oración y sus partes, RFE, Madrid, 1920. Cito por la edición de 1935.

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Marcos Marín, F.; Satorre, F. J. y Viejo, M.L.: Gramática española, Síntesis, Madrid, 1998. Martínez, J. A.: Acerca de la transposición y el aditamento sin preposición, Archivum, XXXI-XXXII, 1981-82. Martínez, J. A.: La oración compuesta y compleja, Arco/Libros, Madrid, 1994. Martínez García, H.: Construcciones temporales, Arco/Libros, Madrid, 1996. Meilán García, A.J.: Construcciones locativas y cuantitativas. Arco/Libros, Madrid, 1998. Porto Dapena, A.: El complemento circunstancial, Arco/Libros, Madrid, 1993. R[eal] A[cademia] E[spañola]: Esbozo de una nueva gramática de la lengua española, Espasa-Calpe, Madrid, 1973. Rodríguez Ramalle, T.M.: Manual de Sintaxis del Español, Castalia, Madrid, 2005. Rojo, G. y A. Veiga: El tiempo verbal. Los tiempos simples, en Bosque, I. y Demonte, V.: Gramática descriptiva de la lengua española, Espasa, Madrid, 1999. Trujillo, R.: «Notas para un estudio de las preposiciones españolas», Thesaurus, XXVI, 1971.

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RESUMEN Elementos lingüísticos para la expresión del tiempo, el espacio y el modo.

1. Elementos lingüísticos para la expresión del tiempo El estudio de la expresión del tiempo en la lengua se sustenta en cuatro ámbitos: el tiempo gramatical, el aspecto gramatical, el aspecto léxico y los complementos y oraciones adverbiales temporales. Los complementos adverbiales (CCAA) temporales son CCIR que especifican el tiempo y el aspecto manifestados morfológicamente en el verbo:: „„ Adverbios; „„ Grupos adverbiales; „„ Proposiciones subordinadas adverbiales; „„ Ciertos sustantivos con preposición; „„ Locuciones adverbiales. „„ Estos CCAA pueden ocupar la función incidental.

1.1. La temporalidad en el verbo El tiempo lingüístico es una categoría deíctica que permite localizar el tiempo de la situación expresada por una secuencia en relación con el momento de la enunciación establecido como N. La referencia temporal puede ser anterior, simultánea o posterior. Otras relaciones temporales mantienen, a su vez, una relación de anterioridad, simultaneidad y posterioridad con respecto a un punto de referencia que mantiene alguna de esas tres relaciones con el momento de la enunciación. A estas formas verbales se les denomina tiempos relativos. Todos los tiempos compuestos, el pretérito imperfecto y el condicional son tiempos relativos. La llamada correlación temporal o consecutio tempore establece los mecanismos de conexión entre las relaciones temporales de diferentes acontecimientos.

1.2. Los complementos adverbiales temporales García Fernández clasifica los CCAA temporales en relación a tres criterios: „„ La relación con la división cultural del tiempo; „„ La relación con el aspecto; „„ La relación con el tiempo gramatical.

Entre estos CCAA no sólo hay adverbios o locuciones adverbiales, sino también sustantivos o unidades sustantivadas precedidas de preposición. Las preposiciones aportan ciertos matices que facilitan el comportamiento como CCAA de estas unidades.

1.2.1. Los adverbios temporales Marcos Marín, Satorre y Viejo clasifican los adverbios temporales como: „„ De identificación u orientación temporal; „„ De matiz temporal; „„ De situación temporal; „„ De ordenación temporal.

Algunos adverbios temporales actúan dentro de la oración como sustitutos de otras unidades en función de CCIR, en referencia anafórica o catafórica. Otros adverbios son descriptivos, no poseen capacidad deíctica. Algunos adverbios como ayer, hoy, ahora, mañana, entonces, siempre o nunca pueden estar incrementados por una proposición subordinada de relativo o en aposición. Otros como cuándo encabezan oraciones interrogativas con verbo en forma personal o en infinitivo. Señalan significado temporal ciertas locuciones adverbiales y prepositivas.

1.2.2. Proposiciones subordinadas temporales Establecen una relación temporal entre el evento de la oración principal y el evento de la oración subordinada. Las relaciones posibles entre los dos eventos son de simultaneidad, anterioridad y posterioridad. Además pueden expresar sucesión inmediata, reiteración, distribución, duración, etc. El adverbio mientras presenta la singularidad de poder actuar con autonomía sintáctica. Las proposiciones subordinadas adverbiales introducidas por cuando, en cuanto, una vez que… exigen el modo subjuntivo, incluso si las referencias aluden al pasado, al presente o al futuro. Las proposiciones subordinadas temporales pueden ser de predicado o de oración. Como complementos de oración son muy habituales las construcciones absolutas con verbo en forma no personal. Un tipo especial de proposición subordinada temporal es la construcción con el verbo hacer en tercera persona de singular, seguido de un SN de significación temporal.

Los sustantivos de significación temporal no precisan de preposición para funcionar como CCIR.

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2. Elementos lingüísticos para la expresión del espacio Los elementos lingüísticos para situar en el espacio un determinado proceso verbal se denominan construcciones locativas: „„ Adverbios de lugar (precedidos o no de preposición): pue-

den llevar complementos preposicionales; „„ Unidades nominales precedidas de preposición; „„ Proposiciones subordinadas adverbiales.

2.1. Los adverbios de lugar y los sintagmas adverbiales locativos Un grupo de adverbios de lugar son deícticos, ya que permiten situar espacialmente la situación del enunciado en relación con las tres personas gramaticales (aquí, ahí, allí). Otro grupo de adverbios son descriptivos u objetivos: sirven para describir una situación en relación con la localización señalada por los sintagmas a los que se refieren. Existe un grupo de direccionales, que apuntan hacia un lugar o ámbito marcado como fin o destino de un movimiento indicado por la preposición a que los precede: adelante/atrás. Construcciones locativas especiales son las formadas por adverbios direccionales combinados con sustantivos con significación de ‘lugar’, que van antepuestos, sin artículo y en singular: calle arriba. Los adverbios pueden construirse con ciertas preposiciones, pero solo con aquellas que denotan movimiento: a, de, desde, hacia, hasta, para y por. Los adverbios de lugar pueden formar estructuras correlativas: Aquí venden los bonos, allí dan las bebidas. El adverbio relativo tónico dónde introduce oraciones interrogativas directas.

2.2. Los sustantivos en función de CCIR de lugar y sus preposiciones Ciertos sustantivos funcionan como CCIR locativos a través de preposiciones afines léxicamente con la significación verbal. Existen locuciones adverbiales locativas.

2.3. Proposiciones subordinadas locativas Presentan una combinatoria especial el relativo átono donde, el tónico interrogativo dónde y los prospectivos adonde y a dónde, que sirven para introducir oraciones. Con el adverbio relativo donde se pueden generar dos construcciones: una subordinada relativa y una subordinada adverbial. Las subordinadas adverbiales introducidas por donde exige el subjuntivo cuando se realiza menciones inespecíficas y cuando el hablante no se compromete con la existencia de lo mencionado. El adverbio locativo indefinido dondequiera suele utilizarse como adverbio antecedente de relativas con que. En ciertos casos, con los conectores según y conforme se pueden introducir secuencias locativas.

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Los gerundios pueden dar lugar a construcciones locativas, habitualmente en unas pocas expresiones fijas con verbos de carácter locativo-estativo.

3. Elementos lingüísticos para la expresión del modo

Frente a otros CCIR, los de modo o manera se han analizado dentro de la subcategorización verbal.

3.1. Adverbios, sintagmas adverbiales y preposicionales Báez clasifica los adverbios de modo en actitudinales y no actitudinales. González García desgaja de los adverbios de modo los que indican punto de vista, modalidad y temporalidad, considerando sólo aquellos que pueden ser sustituidos por la paráfrasis de un(a) manera/modo/forma adjetivo. Marcos Marín, Satorre y Viejo (1998) distinguen entre adverbios de modo y adverbios relativos. Kovacci extrae de los adverbios de modo los nocionales o de punto de vista, los evaluativos o los relacionados con la modalidad o el modus. Ciertos verbos o acepciones particulares (comportarse, vestir, tratar…) exigen obligatoriamente adverbios de modo o construcciones funcionalmente equivalentes. Con otros verbos los adverbios de modo son facultativos. Pueden ser de tres tipos: „„ De acción y agente; „„ De acción; „„ De resultado.

Muchos adverbios en –mente expresan otras nociones circunstanciales: causa, instrumento, medio y comparación. Ciertos adverbios mantienen relación con los simétricos, que se refieren a dos o más objetos o hechos relacionados con los conceptos que expresa el adverbio. El único adverbio pronominal de modo es así. Puede realizar una deixis ad oculos, anafórica o catafórica. Otras secuencias pueden asumir funciones semejantes a la de los adverbios de modo: ciertos adjetivos, ciertos latinismos, unos pocos sustantivos y muchas locuciones adverbiales. Muchos SSPP pueden asumir la función de CCIR de modo, a veces con otros matices circunstanciales.

3.2. Construcciones oracionales modales El nexo más habitual de estas proposiciones subordinadas modales es el adverbio relativo como, a veces en unión de las conjunciones si o que, con las que forma un solo nexo complejo. En el caso de la construcción como si se trata de la denominada modal hipotética. Asimismo, funcionan como nexos de estas proposiciones subordinadas los adverbios según, conforme, cual y la locución tal y como. Las subordinadas modales pueden modificar a la totalidad de la oración. Pueden expresar modo ciertas construcciones oracionales en función de predicativo o atributo. Algunas construcciones con infinitivo y gerundio pueden referir contenidos modales.

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