Ternura y Vigor
August 10, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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Ternura y vigor No Nos s ha han n roba robado do hasta la pr im imavera avera pero no puede pueden n c con on nu nuest est ra canció n parec parece e fr ági l pero pero no se entrega entrega sigue cantando como vos y yo T Tere eresa sa Pa Paro rodi di - Res esist ist iendo
Leonardo Boff escri Leonardo escribió bió hace muchos muchos años un libr libroo sobre Franci Francisco sco de Asís al qu quee ca cara ract cter eriz izab abaa co conn esta estass do doss cual cualid idad ades es.. Siem Siempr pree me pare pareci cióó desafiante. Cualidades que no son fácilmente compatibles y que al mismo tiem tiempo po al unir unirla lass in invi vita tann a la bú búsq sque ueda da de expe experi rien enci cias as supe supera rado dora rass constr con struid uidas as colect colectiva ivamen mente. te. Con la palabr palabraa vigor vigor he te tenid nidoo un poc pocoo de resistencia, ya que en primer término me remite a una cualidad masculina (etimológicamente la raíz de este vocablo es vir = varón) y no es este el sentido que quiero adjudicarle en este trabajo; más bien quiero remitirlo al capa capaci cida dad d de re resi sist sten enci cia, a, lu luch cha, a, bú búsq sque ueda da,, fort fortal alez ezaa pr prop opia ia ta tant ntoo de mujeres como de sino hombres. Porsinónimos eso he usado solo vigor paraereferirme estas cualidades algunos como no potencia, fuerza intensidad.a Quisiera escribir algunas reflexiones en torno a ellas, ya que constituyen, a mi entender, una clave subjetiva o espiritual (según se prefiera) para la construcción de un mundo más humano.
1. El des desafío afío de una realida realidad d injusta injusta En la lucha cotidiana, en los encuentros diarios la realidad se nos aparece, much mu chas as vece veces, s, como como in inex exor orab able le.. Mile Miless de ve vece cess hemo hemoss tr tran ansi sita tado do experiencias de las que quedamos con una profunda sensación de impotencia. Relatos y vivencias sobre las que pesan cientos de variables que están fuera de nue nuestr stroo alcanc alcance. e. Nombre Nombress pro propi pios os de chi chicos cos,, ad adole olesce scente ntes, s, ami amigos gos,, nosotros mismos que quedamos en un cono de sombra sin poder dan un paso cierto. En estas situaciones transitadas casi cotidianamente en los espacios de encuentro popular, ante el desafío de lo real, se presentan dos salidas extr ex treema mass po posi sibl bles es.. Si las ca callifico fico com omoo ext xtre rema mas, s, no por ello ello son son infrecuentes. La primera, bastante común, es la respuesta formal. Buscamos anclaje en lo legal, leg al, sol solame amente nte afi afirma rmamos mos y sosten sostenemo emoss propue propuesta stass norma normativ tivas. as. Nos quedamos en decir “esto no debe ser así, debe ser de este modo”… Nos surgen miles de etiquetas: familia abandónica, chico en situación de calle,
desert dese rtor or,, etc. etc. Esta Estass de defi fini nici cion ones es nos nos tr tran anqu quil iliz izan an po porq rque ue cier cierra rann conceptualmente la realidad y nos permiten racionalizar opciones igualmente normativas. En este camino nos juntamos y discutimos definiciones y salimos satisfe sat isfecho choss por porque que hemos hemos hecho hecho correc correccio ciones nes semánt semántica icass que mejora mejorann nuestras conceptualizaciones de lo real. Quiero aclarar que no desprecio este ejercicio intelectual, solo quiero marcar la presencia de un narcisismo intelectual en lael realidad que acaba esta práctica abrirse al desafío concreto que nos presenta que siempre nossin descoloca y conmueve vitalmente. En este espacio privilegiamos soluciones formales que quedan plasmadas en actas que todos firmamos y cuando cerramos los libros quedamos tranquilos porq po rque ue algo algo he hemo moss he hech cho. o. Junt Juntoo co conn el form formal alis ismo mo lo qu quee ha hace cemo moss es simp simpli lifi fica carr la re real alid idad ad,, priv privil ileg egia iand ndoo elem elemen ento toss que que acom acomod oden en es esta tass situac sit uacio iones nes a exigen exigencia ciass nor normat mativa ivass que justi justifiq fiquen uen nue nuestr stroo tr traba abajo: jo: la vuelta a clase de chicos por uno o dos días que son expulsados nuevamente por el mismo sistema que dice buscarlos e incluirlos, seguir pretendiendo que derivamos situaciones de chicos a otros organismos o que nos derivan chicos y que en este accionar nos damos por satisfechos y, al mismo tiempo, nos desrespo desresponsa nsabil biliza izamos mosla (no sé si exi ste la palabr pal a, si no est está bue no inventarla ya que refleja actitud de existe desligarse delabra, compromiso coná elbueno otro amparados en un marco normativo que sustenta la moral burocrática). En la otra punta, frente a esta realidad que nos aparece como un bloque compacto y la convicción que no hay posibilidad de cambio estructural, en muchas situaciones se asume una actitud que se manifiesta en dos caras aparentemente opuestas pero funcionalmente compatibles: la impotencia y la compasión. La impotencia que no sólo es atravesada por el desánimo, por el “no se puede hacer nada”, sino que de una forma más sutil mueve a la comp co mpas asió iónn qu quee colo coloca ca al otro otro en el lu luga garr de “p “pob obre reci cito to”, ”, “vul “vulne nera rabl ble” e”,, “incapaz”, etc. En este marco nos deshacemos en exclamaciones, realizamos muchas acciones para y por ellos. Decidimos, en el espacio escolar por ejem ejempl plo, o, redu reduci cirr lo loss cont conten enid idos os “s “sii tota totall no va vann a ne nece cesi sita tarr más” más”.. Se consolidan circuitos diferenciales. En este extremo se presta atención a las situac sit uacio iones nes sin singul gulare ares, s, pero pero se carga carga sobre sobre ellas ellas int intens ensida idades des afe afecti ctivas vas narcisistas por las cuales el otro es “bueno o malo” si responde a lo que esperamos de él. En este marco de relación todo lo que el otro haga se toma en forma muy personal, por lo que se registran reacciones desmedidas que oscilan entre la sobreprotección y la condena sin piedad. Se mantiene y sostiene, muchas veces sin quererlo, que la desigualdad y la injusticia son inevitables. Lo que se hace en este movimiento es “educar” las relaciones para que cada uno, aceptando su lugar, pueda acceder a la “caridad” de los que se sienten dentro del sistema.
Si bien, planteé estas situaciones como extremas, esto no quiere decir que sean contradictorias entre sí. Sino, más bien, se complementan y alternan cont co ntin inua uame ment nte. e. Al Algo go que que comp compar arte tenn es la co cons nstr truc ucci ción ón de mi mito toss co como mo dinámica explicativa de lo real. Entendiendo por mitos: relatos cerrados, totalizadores que desplazan sentidos y ocultan contradicciones. Lo que quisiera desarrollar, a continuación, no es una tercera vía, ni un espacio espa cio equidista equidistante nte entre las dos situacione situacioness anal analizad izadas as ante anterior riormente mente.. Pienso que se trata de un paradigma diferente, en el que se reconocen las contracciones, se valora lo provisorio, lo plural, se construye participación para la concreción de espacios más humanos. Intenté sintetizar el proceso de subjetivación en este espacio en dos cualidades: TERNURA y VIGOR. Esta Es tas, s, a prime merra vi vist staa, pare rece cenn cont contra radi dict ctor oria ias, s, imp mpos osiibl bles es de compatibilizar pero si profundizamos podemos vislumbrar una experiencia nueva. La ternura que para nos sensibiliza ante el acontecer quesensiblería, nos renueva cada momento el encuentro humano. Ternurasingular, que no es al contrario, es la manifestación de emociones profundas. Salirse del camino de la rutina para concretar el encuentro en el lugar donde acontece lo humano (silenciado y marginado por el andamiaje burocrático) para ejercer la libertad de reconocerse, comunicarse y curarse. Encuentro atravesado por la gratuidad y en el que intentamos poner todo al servicio de la vida fuera del cálculo mercantil. La ternura permite e invita a la circulación de otras voces que se abren camino entre rostros más conocidos porque se ha allanado para el encuentro. Este proceso no es lineal y es al mismo tiempo subjetivo y colectivo. La ternura habilita en nosotros, también, la capacidad de com compar partir tir camin caminos os con conjun juntos tos,, respet respetar ar,, sufr sufrir ir y ale alegra grarno rnoss con las las deci de cisi sion ones es sing singul ular ares es.. Ta Tamb mbié iénn nos nos ab abre re al es espa paci cioo de cele celebr brac ació iónn y conm co nmue ueve ve nu nues estr troo sa sabe berr disc discip ipli lina nari rioo pa para ra inte intent ntar ar de desm smont ontar arlo lo de vest vestim imen enta tass “t “téc écni nici cist stas as”” y ha hace cerl rloo rece recept ptiv ivoo a la cr crít ític icaa y gene genera rar, r, también, autocríticas. La ternura nos mueve a la encarnación en lo singular. Como hemos planteado en otros escritos sostenemos que es necesario en el proceso de encarnación en la singularidad reconocer en ella la dinámica estructural de la realidad concreta que genera los condicionamientos que necesi nec esitam tamos os trans transfor formar mar para para con constr struir uir espaci espacios os más hum humano anos. s. Aquí Aquí el horizonte del camino está en el mediano y largo plazo. Exige de nosotros vigor para sostenerlo, analizarlo y renovarlo cotidianamente. No quiere decir esto que el vigor no es indispensable en el e espacio singular en el que
profundizamos la importancia de la ternura, ya que es él el que permite también la renovación de la misma ante los avatares cotidianos. Asimismo, la ternura nos permite en la dinámica del pensar-sentir apreciar sutilezas del movimiento estructural de la totalidad concreta que de otra manera se nos escaparían. El vigor se manifies manifiesta ta en la fuerza de los “vulnera “vulnerables”, bles”, en las resiste resistencias ncias cotidianas y en la organización popular. Potencia necesaria para reconocer los procesos estructurales de generación de injusticias y desigualdades; al mismo tiempo que nos moviliza hacia la organización, deliberación y creación de nuevas experiencias más humanas. Esta cualidad nos remite al escrito de Bertolt Brecht “los que luchan toda la vida, son imprescindibles” . Con la conciencia de que el camino es largo, mucho más allá de nuestra generación, y que las fuerzas que enfrentamos son también potentes y, sobre todo, despiadadas. En este punto aparece con más claridad que el vigor-potenciafuerza necesita caminar de la mano de la ternura para crear lo nuevo y no caer en la tentación de creer que se puede caminar hacia lo más humano con lo loss mism mismos os in inst stru rume ment ntos os que que so sost stie iene nenn lo viej viejo. o. An Ante te este este desa desafí fíoo necesitamos que contexto sostener, y ampliar para parir síntesisprofundizar nuevas, provisorias al mismo tiempo profundizar que necesarias para seguir andando y creando otras. Camino heredado, camino vivido, camino legado. 2. Esp Espaci acios os d de e búsque búsqueda da Los espacios que se generan comúnmente y que transitamos la mayor parte del tiempo están hegemonizados por el corporativismo o el personalismo. Estos no son excluyentes, conviven y se acentúa uno u otro en diferentes situaciones. El corporativismo se hace fuerte en los momentos de crisis aunque opera continuamente en forma sutil y naturalizada. Se responde en bloque, se corta el hilo por lo más delgado, se hacen o dejan de realizar acciones con el propósito (casi nunca explicitado) de mantener el orden burocrático. Este dinamismo presenta muchos más elementos que no analizaremos aquí. En cuanto al personalismo, podemos señalar que es funcional al corporativismo porque le permite a este reforzar su naturalización abriendo un espacio para el reconocimiento a través de una puerta y dándole a esta apertura el carácter de excepcionalidad por lo cual esta atención particular es recibida como un gesto de favor. Esto no incide de ninguna manera en la dinámica estructural de la institución. Al contrario, al moverse en los espacios del “favor personal” refuerza el imaginario corporativo porque el que recibe de alguna manera es deudor de una atención personal. Salimos de esta manera
del campo de los derechos en el que nos reconocemos como sujetos en forma igualitaria y entramos en el de la filantropía cuya marca de origen es la desigualdad entre el que da y el que recibe. De esta manera, el desafío de construir espacios más humanos desde, por y con una lógica nueva exige otro tipo de vínculos. Espacios que no se asimilan, necesa nece sari riam amen ente te,, al de los los grup grupos os de tr trab abaj ajoo aunq aunque ue inci incide denn en ello ellos. s. Experiencia colectiva (aunque se dé en grupo pequeños) en la que podemos descan des cansar sar,, sen sentir tirnos nos conten contenid idos os y cap capace acess de conten contener er;; experi experienc encia ia de di diál álog ogoo qu quee ge gest staa co comu muni nica caci ción ón y perm permit itee ex expo pone nern rnos os,, crit critic icar arno nos, s, afirmarnos, sanarnos y animarnos ante los nuevos desafíos y sostenernos en prop propue uest stas as nuev nuevas as.. Esto Estoss es espa paci cios os vi vita tale less no son son de ning ningun unaa ma mane nera ra espontáneos. Implica el compromiso subjetivo de buscarlos, de abrirlos al encuentro de otros en un camino que tiene mucho de incierto y en el que, tambié tam bién, n, con la pruden prudencia cia necesa necesaria ria nos expone exponemos mos.. Desafí Desafíoo que no es primariamente operativo pero que necesariamente lo es ya que necesita también incidir en la transformación en todas las dimensiones de lo real: la subjetiva, las diferentes institucionales y en la estructura real concreta. Cada una con susdinámicas especificidades, relacionadas entre sí aunque no idénticas. Si bien, en principio, no son espacios masivos, tampoco podemos ceder a la tentación del conformismo de refugiarnos en abrigos seguros y conocidos, sino mantener la tensión para abrirnos a nuevos encuentros que amplíen los marcos de relación y organización, condición necesaria para una incidencia transformadora real y duradera en la estructura de injusticia y desigualdad. Espacios plurales de aprendizaje y renovación permanente en ternura y vigor a partir de la puesta en juego de las cualidades subjetivas en una dinámica colectiva que es mucho más que la suma de los integrantes. En este tránsito abierto y desafiante ponemos el cuerpo y caminamos la historia humanizándonos con otros que no son anónimos, tienen nombre y rostro conocido. Compartimos, luchamos, nos queremos, reconocemos y aprendemos unos de otros, de esta manera nos unimos a más caminantes en el tránsito hacia la transformación de la HISTORIA en un devenir más fraterno, justo y solidario.
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