Teorías y Modelos en Psicología de La Salud Primera Parte
August 18, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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Universidad del Istmo. campus Juchitán. Licenciatura en Enfermería.
Materia: Psicología de la salud. Nombre de la alumna: Sandy Ruiz Pérez. Nombre del maestro: SM Y P Rubén Johanan Mtz. Landa Semestre: 314-a Fecha: 29 de noviembre del 2017
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Índice Contenido Introducción: ...................... ................................................ .................................................... .................................................... .................................. ........ 3 1.Teorías y modelos mo delos en psicología de la ssalud.............................. alud....................................................... ........................... 4 1.1Modelos en psicología de la sa salud. lud. ..... .............................. ................................................... ................................... ......... 4 1.1 Predicción de conducta saludable: ......................... ................................................... ....................................... ............. 5 1.2 Reducción del riesgo: ........................ .................................................. .................................................... .................................. ........ 9 1.3
El equipo ssanitario anitario y la relación de ayuda: ...................... ................................................ ............................ .. 10
1.4 1.5 1.6
Concepto: ........................ .................................................. .................................................... .................................................. ........................ 12 Fases d de e la relación de ayuda: ....................... ................................................ ............................................. .................... 13 Actitudes del profesional sanitario: ......................... ................................................... ..................................... ........... 14
2. Psicología y Enfermedad....................................................... Enfermedad................................................................................. ............................ .. 16 2.1 Estrés: ...................... ................................................ .................................................... .................................................... ................................ ...... 16 2.2 Ansiedad ......................... ................................................... .................................................... .................................................... ............................ .. 19 2.3 Depresión ............................ ...................................................... .................................................... .................................................. ........................ 20 2.4 Afrontamiento ........................... ..................................................... ................................................... ............................................. .................... 22 2.5 Personalidad resistente ........ .................................. ................................................... ................................................. ........................ 23 Conclusión................................................... Conclusión......................... .................................................... .................................................... ................................ ...... 25 Glosario: ........................ .................................................. .................................................... .................................................... .................................... .......... 26 Bibliografía: ....................... ................................................. .................................................... .................................................... ................................ ...... 27
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Introducción:
En este trabajo explico lo más relevante de la psicología en como influye en la vida del individuo, que la psicología no es como se piensa que es algo que no tenga relevancia pues nos explica en cada tema como es que influye en la vida, en el entorno de la persona como nos puede aislar u ocasionar problemas tanto en el trabajo como en la escuela; esperando explicar detalladamente cada punto desde fuentes confiables
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1.Teorías y modelos en psicología de la salud 1.1Modelos en psicología de la salud. MODELO PSICOLÓGICO DE SALUD BIOLÓGICA Y SUS ANTECEDENTES TEÓRICOS.
Modelo Psicológico de salud biológica.
Teoría de la personalidad(como teoría de las diferencias di ferencias individuales)
Teoría de la conducta(como teoría general y de procesos.)
Cuatro supuestos fundamentan dicho modelo; se citará en extenso (Ribes, 1990b): 1) La descripción psicológica del continuo salud enfermedad corresponde a la dimensión individualizada de las variables que tienen lugar en la interacción entre los factores biológicos del organismo y aquellos que constituyen la acción funcional de las relaciones socioculturales. 2) Cuando se analizan en un modelo psicológico, los factores biológicos y socioculturales
no
tienen
representación
en
la
forma
de
categorías
correspondientes a las de sus disciplinas originales. 3) Los factores biológicos se representan como la condición misma de existencia del individuo práctico y de las reacciones biológicas integradas a su actividad.
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4) Los factores socioculturales se representan como las formas particulares que caracterizan a un individuo en su interrelación con las situaciones de su med medio, io, con base en su propia historia personal. Funciones sustantivas • Investigación en los niveles individual y epidemiológico/social. • Diseño e instrumentación de programas de prevención y/o rehabilitación en los
niveles individual, grupal, comunitario e institucional. • Evaluación sistemática de las actividades y los resultad os obtenidos en la
investigación en sus dos niveles y en el diseño e instrumentación de programas de prevención y rehabilitación. • Desprofesionalización del conocimiento psicológico a otros profesionales o a los
usuarios de los servicios de salud.
1.1 Predicción de conducta saludable: s aludable: Pretende describir los modelos teóricos clave que se han propuesto y verificado en cuanto a su capacidad de explicar y predecir por qué la gente adopta una conducta de promoción de la salud o de riesgo para la salud. La personalidad, las creencias y las actitudes desempeñan un papel importante en la motivación de la conducta, al igual que nuestras metas e intenciones, circunstancias sociales y normas sociales. Se describen y critican los modelos psicológicos más importantes y sus componentes, utilizando la evidencia de los estudios sobre una diversa gama de conductas de salud.
Personalidad:
La personalidad es, hablando en términos generales, lo que hace que los individuos se diferencien entre sí, en tanto en cuanto cada uno de nosotros piensa y se comporta de una forma característica, mostrando unos rasgos que son especialmente permanentes independientemente de las características situacionales específicas. Diferentes investigadores han propuesto distintos tipos de rasgos o dimensiones clave de la personalidad; aquí se presentan 5
dos de los ejemplos más importantes. El modelo de los tres factores de Eysenck 1. Extraversión (carácter social abierto): diametralmente opuesto a la introversión (carácter solitario, tímido). 2. Neuroticismo (carácter ansioso, preocupado, con sentimiento de culpa): diametralmente opuesto a la estabilidad emocional (carácter relajado, satisfecho). 3. Psicoticismo (carácter egocéntrico, agresivo, antisocial): diametralmente opuesto a autocontrol (carácter agradable, considerado, obediente). Según Eysenck (1970, 1991) la personalidad del individuo se refleja en las puntuaciones que recibe cada persona en cada una de estas tres dimensiones; por ejemplo, un individuo puede tener una puntuación positiva y elevada en neuroticismo y extraversión, pero negativa en psicoticismo, mientras que otro puede tener una puntuación positiva y elevada en neuroticismo y negativa y elevada en extraversión y psicoticismo. Estos tres factores han recibido mucho respaldo de los estudios empíricos y se consideran factores válidos y sólidos de la personalidad (Kline, 1993). Sin embargo, existe otro modelo, que se suele mencionar como el de los «cinco grandes» (Big Five) (McCrae y Costa, 1987, 1990), que identifica cinco grandes dimensiones de la personalidad. Modelo de los cinco factores de McCrae y Costa 1. Neuroticismo. 2. Extraversión. 3. Apertura (a la experiencia). 4. Afabilidad. 5. Responsabilidad. Estos cinco grandes factores han sido validados posteriormente en distintas culturas (con excepción de responsabilidad) y en diferentes momentos de la vida entre los 14 y los 50 años y más (McCrae, Costa, Ostendorf 6
et al., 2000). Los cinco grandes rasgos son, por tanto, relativamente estables y duraderos. Aunque la aproximación rasguista de la personalidad está limitada en cuanto a su reconocimiento de los factores cognitivos y circunstanciales que también afectan a la personalidad y a la conducta (tal y como ha sido reconocido por la teoría cognitiva social/del aprendizaje social de Bandura), los estudios han demostrado que estos factores de personalidad relativamente estable están relacionados con la conducta de salud.
Creencias:
Generalizadas sobre el lugar de control (Rotter, 1966). Rotter consideró inicialmente que los individuos tienen, o bien una orientación de lugar de control interno (es decir, se otorgan a sí mismos la responsabilidad de los resultados y consideran que sus acciones afectan a los resultados) o una orientación externa, que sugiere que asignan la responsabilidad de los resultados a factores externos como la suerte. Prosiguiendo con la escala de control interno-externo de Rotter, Kenneth Wallston y sus colaboradores (Wallston, Wallston y deVellis, 1978) desarrollaron una escala de lugar de control específico para las creencias sobre la salud, el MHLC (lugar de control de salud multidimensional), que identifica tres dimensiones estadísticamente independientes: 1. Interna: fuertes creencias internas que consideran que es el propio individuo el principal determinante de su estado de salud. Las creencias internas están relacionadas teóricamente con un elevado nivel de conducta protectora de la salud, y con el constructor de autoeficacia de Bandura (véase más adelante). 2. Externa/Azar: fuertes creencias externas que consideran que las
fuerzas externas, como la suerte, el destino o el azar determinan el estado de salud de una persona, más que su propia conducta. 7
3. Terceros poderosos: fuertes creencias que consideran que el estado
de salud está determinado por las acciones de otras personas con poder, como los profesionales médicos y de la salud.
Actitudes:
Se cree que las actitudes son las representaciones de sentido común que tienen los individuos respecto a objetos, personas y sucesos (Eagly y Chaiken, 1993). Algunos teóricos han descrito las actitudes como un componente único basado en una evaluación afectiva de un objeto/suceso (es decir, o bien le gusta algo/alguien o no; por ejemplo, Thurstone, 1928); otros han presentado un modelo de dos componentes en el que la actitud se define como una predisposición o un estado de disponibilidad mental estable y no observable que influye sobre los juicios de valor (por ejemplo, Allport, 1935). A partir de la década de 1960 ha aumentado la aceptación de un modelo de tres componentes de la actitud, por el que se considera que las actitudes son relativamente duraderas y generalizables y están compuestas de tres elementos relacionados: pensamiento (cognición), emoción y conducta: 1. Cognitivo: creencias sobre el objeto actitudinal; por ejemplo, fumar
cigarrillos es una buena manera de aliviar el estrés; fumar es una señal de debilidad. 2. Emocional: los sentimientos hacia el objeto actitudinal; por ejemplo,
fumar es asqueroso/agradable. 3. Conductual (o intencional): la acción pretendida hacia el objeto actitudinal; por ejemplo, no voy a fumar. Los primeros teóricos de la actitud consideraban que los tres elementos eran generalmente coherentes entre sí y tenían probabilidades de predecir la conducta; sin embargo, ha resultado difícil encontrar evidencia empírica que respalde esta relación directa entre las actitudes y la conducta (Eagly y Chaiken, 1993). Un individuo puede tener varias actitudes distintas, a veces
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conflictivas entre sí, hacia determinado objeto en función del contexto y de otros muchos factores.
1.2 Reducción del riesgo: Se analiza estrategias utilizadas para animar a los individuos que no tienen síntomas de enfermedad para que adopten conductas de promoción de la salud o dejen de realizar actividades perniciosas para la misma.
Promoción de la salud individual individual:: El cambio en los factores de riesgo se puede plantear desde dos perspectivas diferentes. La primera de ellas se basa en la información y supone que si podemos informar a los individuos del riesgo que corren de padecer determinadas enfermedades, lograremos que adopten una conducta preventiva a largo plazo. Este modelo ha dado lugar, en todo el mundo, a programas de detección de factores de riesgo de enfermedades como las enfermedades cardiovasculares. Desde la otra o tra perspectiva se plantea que la información no es suficiente y se han de utilizar tecnologías más complejas para facilitar el cambio de conducta .
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Programas de detección: En la actualidad se están llevando a cabo diversos programas de chequeo. Estos programas incluyen las pruebas para detectar el riesgo genético de padecer cáncer de mama o de ovarios, las pruebas para detectar de forma temprana enfermedades de mama mediante mamografías periódicas y pruebas para detectar la conducta de riesgo de enfermedad en el caso de enfermedades cardiovasculares. cardiovascul ares. Cada una tiene repercusiones signific significativas ativas para los que participan en ellas, y entrañan beneficios y problemas específicos: Las mujeres y hombres a los que se ha identificado que tienen los genes
o
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responsables del cáncer de mama pueden decidir emprender acciones preventivas, como la extirpación de la mama antes de que se desencadene la enfermedad y tendrán que vivir siendo conscientes del riesgo durante muchos años. Los iindividuos ndividuos que han si sido do iidentificados dentificados como hipertensos pueden pueden
o
tener que medicarse durante el resto de su vida. Los que tienen factores de riesgo conductual de enfermedades pueden optar por cambiar su estilo de vida, lo que conlleva repercusiones tanto para los propios individuos como para sus familias. Programas de detección:
Prueba Genética: Pruebas para la det detección ección temprana de enfermedades
Procedimientos quirúrgicos preventivos
Detección de enfermedades: Tratamiento médico o quirúrgico de cualquier anormalidad encontrada Cambio de conductas de ririesgo: esgo: Cambio de conducta
1.3 El equipo sanitario y la relación de ayuda: La Relación de ayuda consiste en establecer mediante recursos materiales, técnicos y relacionales, una relación terapéutica con el ayudado para que afronte los problemas lo más sanamente posible, creciendo en todo momento. En la Enfermería, la Relación de ayuda no se planifica, es propia de todo su ser, de sus cuidados. La hallamos en las actitudes, habilidades y relaciones que desarrolla en su profesión por el carácter interaccionista de los cuidados que otorga. Para Rogers, la Relación de ayuda requiere unas actitudes para que se establezca: empatía, autenticidad y la aceptación incondicional.
Para llegar a dicha empatía es necesario comenzar por identificarnos con la persona, con sus sentimientos y emociones, a través de la comunicación. Desde el primer momento de la relación empática, el centro es el paciente, no el ayudante.
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Así, podremos p odremos comprender y percibir los significados qu que e él da a las cosas y sus verdaderas necesidades para dar unos cuidados necesarios. Tras esto, en la segunda etapa, el ayudante entra en la fase de la incorporación incorpo ración y la repercusión. El ayudante se observa a la luz de lo comunicado por el ayudado mirando sus semejanzas con él. Al descubrir la vulnerabilidad del paciente, la Enfermería busca en su interior las semejanzas y sentimientos sen timientos que le despierta para ser dueño du eño de los mismos. Podemos afirmar que el que se encuentra consigo mismo en esta etapa, con su vulnerabilidad, se convierte en el sanador herido que le permite comprender comprend er al herido desde la propia herida. Por último, se restablece la distancia del ayudante respecto al ayudado recuperando r ecuperando la objetividad y la reflexión respecto a la experiencia vivida. Consiste en no despersonalizarse, mantener su propia identidad desde el primer momento para poder ayudar de forma eficaz, e incluso, confrontar el mundo del ayudado. 6 Es lo que se conoce como Ecpatía, sentir fuera. El resultado es conseguir que el ayudado ayuda do se sienta comprendido por el ayudante, a la vez que conseguimos que se autoexplora y se comprenda. La única forma para que el ayudado se sienta comprendido es por medio de la comunicación, por medio del diálogo, y éste, personalizado
J.C. Bermejo en su libro libro Los Los apuntes de la relación de ayuda analiza, entre otras cosas, las actitudes y las destrezas fundamentales para que tenga lugar una relación de ayuda adecuada con la persona que la necesita. Éstas son: La actitud empática.
La escucha activa.
La respuesta empática.
La aceptación incondicional.
La destreza de personalizar y confrontar.
La autenticidad.
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1.4 Concepto: A diferencia de las definiciones antes mencionadas, se propone aquí que la psicología de la salud debe entenderse simple y llanamente como un ‘campo de
actuación profesional en el que los psicólogos poseen tanto los conocimientos — saber acerca de las cosas— como las competencias —saber hacer las cosas de modo eficiente— indispensables para cumplir con las funciones de investigación, prevención y rehabilitación, fundamentalmente, con especial énfasis en la investigación de qué y cómo las variables psicológicas facilitan o dificultan la práctica de los comportamientos instrumentales de riesgo o de prevención, con el objeto de prevenir una enfermedad y promover la salud’. Si se parte del entendido
de que la psicología de la salud constituye en esencia un campo de actuación profesional con un propósito particular, el de incidir de manera eficiente y eficaz sobre un problema social, el de salud, parafraseando a Ibáñez (1994), es indispensable contar con un modelo teórico y metodológico que permita plantear hipótesis sobre el problema en cuestión; sobre qué conocimientos se requieren para incidir sobre éste, y, finalmente, qué tipo de competencias son necesarias para conseguir este objetivo. Aquí se subraya como una tarea fundamental, en una primera instancia, la de contar con un modelo teórico en el que se defina con precisión qué es lo psicológico y cómo interactúa con lo biológico y lo social. Se requiere, asimismo, en un segundo momento, disponer de los recursos metodológicos que posibiliten tanto la práctica de la investigación como el diseño, instrumentación y evaluación de programas de intervención en todas sus variantes. Desde nuestra óptica, la psicología de la salud, al menos tal y como es concebida en algunos lugares de México y España, fundamentalmente, cumple con los dos requisitos anteriores. Primero, se cuenta con un modelo psicológico de salud biológica (Ribes, 1990b), cuyos antecedentes se encuentran en una teoría de la conducta (Ribes & López, 1985) y una teoría de la personalidad (Ribes & Sánchez, 1990).
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1.5 Fases de la relación de ayuda: Se ha definido la relación de ayuda de muchas maneras dependiendo del autor y no existe un único estilo de relación de ayuda. Rogers(1989), la define de la siguiente forma: “aquella en la que uno de los participantes intenta hacer surgir, de una o de ambas partes, una mejor apreciación y expresión de los recursos latentes del individuo y un uso más funcional de éstos “En cambio, Dietrich (1986) la define como: “Una relación auxiliante en la que el ayudador intenta estimular y capacitar al sujeto para la autoayuda. La benevolencia y la actitud amistosa del asesor ante el sujeto, no significa que aquél tome las decisiones en nombre de éste, que fije la trayectoria vital del sujeto, que le alivie de toda responsabilidad y le quite todos los obstáculos del camino. Esta relación busca más bien crear un clima e iniciar un diálogo con el sujeto que permita a éste aclararse sobre su propia persona y sus propios problemas, liberarse y encontrar recursos para la solución de sus conflictos, y activar siempre su propia iniciativa y responsabilidad”
Y, en tercer lugar, Madrid Soriano (2004) dice que la idea de la relación de ayuda: “es la de facilitar el crecimiento de las capacidades secuestradas de la persona en conflicto. El fundamento que sustenta toda es la visión positiva de las capacidades personales para crecer y afrontar positivamente sus conflictos”
La relación de ayuda se divide en cuatro fases principales. Es importante señalar que, tal como indica Madrid Soriano (2004), es difícil definir el momento exacto en que termina una fase y comienza la siguiente y que, además, no siempre se llevan a cabo en una relación de ayuda todas las fases, p puesto uesto que pueden existir bloqueos por cualquiera de las dos partes implicadas. A continuación, presentamos las cuatro fases de forma resumida: 1. Fase de Inicio: fase en la que se producen los primeros ccontactos ontactos entre el profesional y el cliente y se ponen las bases de la relación. La iniciativa corresponde
al
terapeuta
que,
se
presenta,
comunica
sus
responsabilidades y horarios, y orienta or ienta al demandante de ayuda dando un 13
marco de referencia. Es lo que se conoce como encuadre. Por parte del cliente se plantea qué espera de esa relación relac ión y se comienzan a establecer los primeros objetivos específicos. 2. Fase de Identificación: en esta fase se hace la evaluación de las necesidades de la persona. Se evalúan sus problemas, se definen los límites y las posibles causas o la atribución que hace de la misma. A pa partir rtir de esta fase el cliente participa activamente. También se acuerdan definitivamente los objetivos específicos y la metodología. 3. Fase de Aprovechamiento: fase en la que el tterapeuta erapeuta estimula al cliente a que participe en la consecución de los objetivos acordados respecto a la mejoría de su estado de salud o solución de su situación, ayudándole a que se fije expectativas realistas respecto a sí mismo y evaluando y estimulando su toma de responsabilidad de responsabilidad en el proceso de solución de problemas. 4. Fase de Finalización: en esta fase se da por terminada la relación. Se establecen y se comparten emociones por la finalización de la relación y se despiden las dos personas. Se revisan los objetivos conseguidos con el cliente y se estimula y favorece el autocuidado. La meta fundamental en esta fase es la de generalizar los aprendizajes a otras situaciones de su vida.
1.6 Actitudes del profesional sanitario: Aptitud es la capacidad para operar competentemente en una determinada actividad. Actitud es disposición de ánimo manifestada de algún modo. La acreditación de competencias profesionales se inscribe en uno de los ejes principales de las líneas de trabajo del sistema sanitario: la mejora de la organización sanitaria desde un compromiso firme con la excelencia, la innovación y el desarrollo profesional. El profesional es una clave para la modernización y calidad del sistema sanitario, mucho más que las tecnologías o las formas de trabajo. Son varios los caminos a través de los cuales los profesionales pueden
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encontrar satisfacción a sus inquietudes de desarrollo. desa rrollo. Por su importancia, merecen ser destacados la formación continuada, la carrera profesional y la evaluación de competencias, como sendas por las que los profesionales avanzan y progresan en el desarrollo de su actividad, contribuyendo con ello a la mejora del sistema sanitario. El Programa de Acreditación de Competencias Profesionales ha sido diseñado para reconocer los logros alcanzados por parte de los profesionales y para impulsarlos hacia el desarrollo profesional y, con ello, hacia la mejora continua. Uno de sus procesos estratégicos se centra en “Garantizar la Gestión de la Calidad de los Servicios Sanitarios”. Dentro de estas líneas estratégicas, se enmarca el desarrollo
de los Programas de Acreditación y, entre ellos, el Programa de Acreditación de Competencias Profesionales, basado en la mejora continua de la calidad y en el progreso y desarrollo profesionales. Contemplamos la Acreditación Acr editación como el proceso mediante el cual se observa y reconoce en qué forma la atención que prestamos a los ciudadanos en materia de salud responde a nuestro n uestro modelo de calidad, siempre con la finalidad de favorecer e impulsar la mejora continua de nuestras nuestra s instituciones, profesionales,formación,etc. El Programa de Acreditación toma como fundamento metodológico y marco conceptual la Gestión por Competencias, como modelo integral que permite configurar, además, los procesos de selección, evaluación del desempeño, gestión de la formación, promoción e incentivación. El concepto competencia alude a una capacidad o característica personal estable y causalmente relacionada con los resultados deseables en una organización. Un elemento clave de la Gestión por Competencias radica en identificar dichas capacidades como elementos susceptibles de medición, por lo que la acepción más coherente con el enfoque de competencias es la que considera a éstas como un conjunto de comportamientos observables y medibles de modo fiable y válido, relacionados causalmente con un desempeño bueno o excelente. En el sistema sanitario, y a los efectos de su medición, la competencia se define como la aptitud del profesional sanitario para
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integrar y aplicar los conocimientos, habilidades y actitudes asociados a las “Buenas Prácticas” de su profesión para resolver las situaciones que se le p lantean.
Este enfoque conceptual se centra en lo que el profesional hace. Para que el profesional desarrolle las Buenas Prácticas, es decir, los comportamientos observables asociados a una competencia (hacer), es necesaria la presencia conjunta de los cinco componentes de la competencia: saber (conocimientos); saber hacer (habilidades); saber ser (actitudes), querer hacer (motivación) y poder hacer (aptitud profesional y medios). El conjunto de competencias que debe reunir el/la profesional en un puesto de trabajo es su “Mapa de Competencias”. En él están identificadas las Competencias y las Buenas Prácticas (comportamientos observables) asociadas a las mismas, así como las Evidencias (o criterios de verificación para determinar la presencia de las buenas prácticas) y las Pruebas (instrumentos de medición y evaluación que determinan el cumplimiento de las evidencias de cada buena práctica integrada en una competencia profesional).
2. Psicología y Enfermedad. 2.1 Estrés: El principio de este capítulo pone de relieve las principales ideas sobre el estrés en cuanto a su naturaleza y definición, y destaca tres formas principales de estudiar el estrés: como estímulo, como transacción entre un suceso que actúa como estímulo y la valoración que hace el individuo del mismo, y como respuesta biológica y fisiológica. Se describe detalladamente el modelo psicológico del estrés propuesto por Richard Lazarus y sus colaboradores, con el que se describe desc ribe el papel central de la valoración cognitiva. Esto se consigue analizando cómo nos afecta a todos los estreses en nuestra vida privada y laboral, y analizando los factores estresantes agudos y crónicos. Por lo general, se ha analizado el estrés de una de las tres formas siguientes: como un estímulo o suceso externo a un individuo; como una transacción psicológica entre un suceso que actúa como estímulo y las características cognitivas y emocionales del individuo; o como una reacción física o biológica.
Estrés como un estímulo:
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Al pensar en el estrés como un estímulo, los investigadores se centran en llos os propios sucesos estresantes y en el ambiente externo; es decir, una persona atribuirá su tensión a un suceso o sucesos, como mudarse de casa o casarse. Se considera que el suceso, y sus características, son susceptibles de medición y de tener una definición objetiva.
El estrés como una transacción:
Según la teoría psicológica, el estrés es una experiencia subjetiva, un estado interno que puede, o no, ser considerado por un observador externo como adecuado a la situación que ha evocado esa respuesta. Como decía John Milton (1608-1674) en El paraíso perdido: «la mente es su propio mundo y, por sí sola, puede hacer un infierno del cielo, y un cielo del infierno ». Esta afirmación apunta a lo que se ha convertido en el principio central de las teorías psicológicas del estrés: que la valoración que uno hace es central para considerar si un evento es estresante o no. La figura clave en este campo es Richard Lazarus que, con sus colaboradores (por ejemplo, Lazarus y Launier, 1987; Lazarus y Folkman, 1984), propuso lo que se denomina un modelo cognitivo transaccional del estrés. La evidencia de la importancia de los procesos psicológicos se obtuvo de anteriores estudios experimentales de Lazarus y sus colaboradores (por ejemplo, Speisman et al, 1964), que expusieron expu sieron sencillamente a los estudiantes participantes a películas estresantes al tiempo que registraban los niveles de estrés auto informados y la activación fisiológica (es decir, ritmo cardiaco y conductancia de la piel).
Tipos de estrés:
1. Estrés y pérdida de recursos: Hobfoll (1989) propuso un modelo de «conservación de recursos» del estrés por el que se supone que los individuos se esfuerzan por conservar o proteger sus recursos valiosos (por ejemplo, objetos, roles, características personales como la autoestima, energía, tiempo, dinero, habilidades). 17
Hobfoll sugiere que el estrés ocurrirá cuando se produzca una pérdida real, o una amenaza de pérdida, de los recursos, o una falta de ganancias después de haber invertido recursos. Se piensa que los recursos son cuantificables y «reales» y, por tanto, «significan» lo mismo para todos los individuos cuando se pierden. Por tanto, esto quita el énfasis del papel de la valoración del individuo, central en el modelo de Lazarus. Hobfoll afirma que, cuántos más recursos se pierden, más difícil es sustituirlos, por lo que el estrés resultante será mayor. 2. Estrés agudo: Los estudios de los factores desencadenantes de un estrés agudo suelen distinguir entre sucesos que son infrecuentes pero catastróficos, y otros factores estresantes agudos más comunes, como los exámenes.
Catástrofes:
Los terremotos, huracanes y accidentes de aviación son sucesos infrecuentes que no ofrecen al individuo muy poco o ningún tiempo de preparación. Las catástrofes naturales, como el tsunami asiático en 2004, y los desastres tecnológicos, como el accidente nuclear de Chernóbil en 1986, provocan un intenso sufrimiento, físico y psicosocial, para las víctimas y para los de vivencia vicaria o «sanos preocupados», preocupados» , es decir, aquellos que no han sufrido directamente el desastre pero que se ven afectados por él, ya que plantea incertidumbres sobre su propia seguridad personal per sonal y su propio futuro. La teoría del de l estrés ambiental (Fisher, Bell y Baum, 1984; Baum, 1990) considera que el estrés es una combinación de respuesta fisiológica y psicológica a las exigencias, y se puede encontrar respaldo para esta hipótesis en muchos síntomas, físicos y psicológicos, referidos por los supervivientes de un desastre natural.
Estrés ante los exámenes
Cohen, Evans, Stokols et al. (1986) encontraron que elevados niveles de estrés pueden afectar negativamente a la memoria memor ia y a la atención de los individuos durante actividades cognitivas. Por ejemplo, muchos estudiantes refieren la experiencia de tener en la punta de la lengua la respuesta a una pregunta, incluso recordar haberla revisado la noche anterior, pero ser incapaces de recordar la respuesta durante el examen. Otros leerán mal y malinterpretarán preguntas 18
redactadas con claridad. Se ha descubierto que existe un nivel óptimo de activación necesario para mantener la atención y la memoria pero que, un exceso de estimulación, o una estimulación insuficiente, pueden perjudicar el rendimiento personal. Esto se conoce como la ley de Yerkes-Dodson, descrita por primera vez en 1908. 3. Estrés crónico: Estrés laboral: El lugar de trabajo es un buen entorno en el que estudiar los efectos crónicos del estrés, aunque se han estudiado otros muchos entornos, por ejemplo, los atascos de tráfico y el estrés en la carretera, la contaminación acústica y la masificación en el transporte público (Fisher, Bell y Baum,1984; Topf, 1989). Parece que la pérdida de control desempeña un papel crucial en estas situaciones en la experiencia de estrés. La mayoría de los individuos que trabajan experimentará en algún momento un estrés laboral y, aunque para muchos el estrés será de d e corta duración o manejable, para otros es crónico y perjudicial.
El estrés como respuesta fisiológica:
La idea del estrés como respuesta nos lleva a buscar explicaciones biológicas o fisiológicas sobre cómo afecta el estrés al cuerpo y, potencialmente, a la enfermedad; aquí, el supuesto es que los factores estresantes imponen demandas al individuo que se manifiestan en algún tipo de respuesta; en el campo de la física, esta respuesta se llamaría «tensión». Los defensores del modelo del estrés como «respuesta» describen cómo reaccionan los individuos al peligro o a situaciones potencialmente dañinas, o incluso a demandas agradables, con una respuesta fisiológica y conductual coordinada.
2.2 Ansiedad La ansiedad es una manifestación esencialmente afectiva. Se trata de una vivencia, de un estado subjetivo o de una experiencia interior, que podemos calificar de emoción. La ansiedad es un mecanismo humano de adaptación
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al medio y ayuda (si su intensidad no es excesiva) a superar ciertas exigencias de la vida. En este sentido podemos considerar a la ansiedad como una defensa organizada frente a estímulos que rompen el equilibrio fisiológico y psicológico. La ansiedad necesariamente positiva se entronca con lo cotidiano y entra de lleno en el campo de la motivación que nos hace alcanzar metas. La ansiedad normal y proporcionada, así como sus manifestaciones, no puede ni deben eliminarse, dado que se trata de un mecanismo funcional y adaptativo. Se trata de saber convivir con la ansiedad, sin perder la operatividad. Ahora bien, la ansiedad neurótica es ya otra cosa y tiene otro significado que hay que situar en la órbita de las enfermedades psíquicas que provoca respuestas respues tas de evitación e inhibición, que mantiene un estado de alerta prolongado sin justificación alguna. Es entonces La ansiedad negativa se caracteriza por sentimientos de malestar, preocupación, hipervigilancia, tensión, temor, inseguridad, sensación de pérdida de control, percepción de fuertes cambios fisiológicos.
2.3 Depresión La depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración. con centración. La depresión puede llegar a hacerse crónica o recurrente y dificultar sensiblemente el desempeño en el trabajo o la escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria. En su forma más grave, puede conducir al suicidio. Si es leve, se puede tratar sin necesidad de medicamentos, pero cuando tiene carácter moderado o grave se pueden necesitar medicamentos y psicoterapia profesional. La depresión es un trastorno que se puede diagnosticar de forma fiable y que puede ser tratado por no especialistas en el ámbito de la atención primaria. La definición que más se usa se basa en las conductas que hace una persona cuando decimos que tiene depresión y está recogida en e n el DSM-IV: (Diagnostic and
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Statistical Manual of Mental Disorders, es decir, Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales). Es la más utilizada por los profesionales para hacer el diagnóstico. La evaluación que se realiza en la consulta psicológica emplea también distintos cuestionarios y escalas cuya puntuación nos indica si s i se puede considerar que está deprimido y el grado de gravedad de su problema. Los psicólogos cognitivo conductuales utilizan sobre todo el análisis funcional, funcional, que consiste en hacer un estudio de las circunstancias que llevan a las personas pe rsonas a realizar las conductas que constituyen su problema. Depresión recurrente
Se dice que una depresión es recurrente cuando vuelve una y otra vez en episodios ep isodios repetidos después de haberse recuperado totalmente el paciente. La terapia cognitivo conductual, basándose en los desarrollos aportados por la tercera generación de esta terapia, terap ia, introduciendo métodos y estrategias basados en la conciencia plena para poder evitar que se repitan los episodios depresivos una vez superados y que están demostrando científicamente su eficacia. En la página los puedes consultar (en preparación). La depresión crónica
Existe una depresión que es terrible, comienza antes de los 21 años y se mantiene durante muchos años. Tiene sus raíces en la infancia en las relaciones que se establecen con las personas significativas de las que aprendemos como enfrentarnos a los problemas y relaciones personales en la vida. Son esos esquemas de comportamiento aprendidos los que mantienen la depresión y la hacen crónica.
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2.4 Afrontamiento Serie de conocimientos y conductas que surgen de las valoraciones primaria y secundaria de los sucesos, y de las emociones relacionadas con los mismos. El afrontamiento es cualquier cosa que haga el individuo para reducir el impacto de un elemento estresante, real o percibido, y, puesto que las valoraciones evocan emociones, se puede lograr el afrontamiento alterando o reduciendo red uciendo las emociones negativas, o centrándose directamente en el factor estresante «objetivo».
Afrontamiento orientado a los problemas (función de resolución de problemas), es decir, los esfuerzos de afrontamiento instrumental (conductuales y/o cognitivos) dirigidos al estresor para par a reducir las demandas que impone o para aumentar los recursos propios. Las estrategias incluyen planificar el cambio del estresor o cómo comportarse para controlarlo; la supresión de las actividades competidoras para centrarse en la forma de afrontar el estresor; buscar apoyo práctico o información para alterar el estresor; y confrontar la fuente del estrés.
Afrontamiento orientado a las emociones (función de regulación de las emociones), es decir, fundamental, pero no únicamente, esfuerzos de afrontamiento cognitivo dirigidos a abordar la respuesta emocional al estresor.
Enfoque at atencional, encional, vi vigilante, gilante, activo, de monitorización, es decir, se ocupa de abordar la fuente de estrés e intentar resolver el problema mediante, por ejemplo, búsqueda de información al respecto, o hacer esfuerzos activos, cognitivos y conductuales, para abordar la fuente del estrés (véase también estilos de afrontamiento).
Enfoque ev evitativo, itativo, pasivo, atenuador, es d decir, ecir, se ocupa de evitar o minimizar la amenaza del estresor; a veces está centrado en las emociones, a veces incluye evitar la situación; por ejemplo, la distracción pensando en cosas agradables o haciendo otras actividades para no pensar en el estresor.
Zeidner y Saklofske (1996: 506) señalan que «el afrontamiento es algo más que un mero ajuste; es la búsqueda del crecimiento personal, del dominio
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y de la diferenciación que nos permite evolucionar en un mundo que no deja de cambiar».
2.5 Personalidad resistente Los orígenes más remotos del concepto de personalidad resistente pueden encontrarse en un artículo de la revista Family Circle, firmado en 1972 por Kobasa y Maddi, donde aparece reflejada la idea de protección frente a los estresores.La teoría existencial de la personalidad resultó central en los comienzos de la personalidad resistente. Concretamente, dos características de esta teoría resultaron esenciales. En primer lugar, la conceptualización del individuo no como un portador de una serie de rasgos internos y estáticos, sino como alguien que de forma continua y dinámica va construyendo su personalidad a través de sus acciones. Esta postura es totalmente congruente con la postura anteriormente expuesta de Mischel (1968) con relación a la psicología social. En segundo segund o lugar, el existencialismo entiende la vida como un inevitable cambio asociado a situaciones de estrés. Dentro de este enfoque, tres conceptos existencialistas son especialmente relevantes: comm¡tment (compromiso), control (control) y challenge (reto). Juntos, estos componentes describen el estilo de personalidad de resistencia al estrés, hardy personality o hardiness.Commitment (compromiso) es la cualidad de creer en la verdad, importancia y valor de lo que uno mismo es, y de aquello que hace (Maddi, 1967, 1970). Incluye la tendencia a implicarse en todas las actividades de la vida, incluido el trabajo, las relaciones interpersonales, y las instituciones sociales. Esta cualidad ha sido propuesta como moderadora de los efectos del estrés. Este compromiso con uno mismo proporciona al individuo un conjunto general de propósitos que contribuye a mitigar la amenaza percibida de cualquier estímulo estresante en un área específica de la vida. El compromiso proporciona el reconocimiento personal de las propias metas y la apreciación de la habilidad personal de tomar decisiones y mantener nuestros valores. La cualidad de control (control) ha sido más estudiada a lo largo de la literatura del estrés. Hace referencia básicamente, a la tendencia a pensar y a actuar con la convicción de la influencia personal en el curso de los acontecimientos. Las 23
personas con esta cualidad buscan las explicaciones sobre el porqué de los acontecimientos no sólo en las acciones de los demás, sino en su propia responsabilidad. La característica de reto (challenge) hace referencia a la creencia de que el cambio, frente a la estabilidad, es la característica habitual de la vida (p.e., Berlyne, 1964; Csikszentmihalyi, 1975). Desde esta concepción del cambio, la mayor parte de la insatisfacción asociada a la ocurrencia de un estímulo estresante puede ser evitada si se entiende como una oportunidad y un incentivo para el crecimiento personal, y no como una simple amenaza a la propia seguridad. En este contexto y frente a estas limitaciones, Kobasa (1982a) propone un cambio en el estudio del estrés y establece el concepto de personalidad resistente, hardiness o hardy personality como aproximación a la psicología social del estrés y la salud. En el sentido anteriormente descrito, Kobasa (1982a) entiende que el modelo de personalidad resistente debe ubicarse dentro de la psicología p sicología social propia Kobasa firma (Kobasa, 1 982a), la personalidad resistente pretende ser un concepto clave en la psicología social del estrés y la salud. Aludiendo a la relación persona situación, crucial tras la obra de Mischel (1968), (1968), los acontecimientos vitales pueden ser conceptualizados como componentes del ambiente
(variables
situacionales)
en
necesaria
transacción
con
las
predisposiciones individuales para actuar, pensar y sentir de un modo particular (variables personales). Dado que, tras la conceptualización de los acontecimientos vitales realizada por Holmes y Rahe, el acontecimiento vital es entendido como un suceso objetivo, consensuado y estandarizado (tanto en el ámbito interpersonal como intercultural), la cuestión relevante para la psicología social seria ahora determinar qué características son determinantes en la interacción individuo — medio para determinar la resistencia del organismo al estrés.
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Conclusión
Esperando que con cada tema que aquí se presenta se allá aprendido algo significativo, pues lo que no creemos que tenga algo de relevancia en como puede afectar en nuestra vida diaria es algo significativo desde nuestro estilo de vida, las conductas de riesgo que se toman a la ligera pueden tener un gran impacto a nuestra vida, desde el estrés, la ansiedad, la depresión, y como afrontamos las cosas de la vida.
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Glosario: Extraversión nombre femenino: Extroversión (rasgo de la personalidad caracterizado por la tendencia a relacionarse con los demás y mostrar abiertamente los sentimientos).
Neuroticismo Dimensión de la personalidad, conjeturada por Hans Eysenck, que se sitúa en el continuo "estabilidad emocional — labilidad". Puntuaciones altas en neuroticismo se relacionan con la ansiedad, la inestabilidad e inseguridad emocional, los estados de tensión constante, los sentimientos de culpa, la falta de persistencia y la sintomatología psicosomática. Psicoticismo según Eysenck ésta es una dimensión sobre la vulnerabilidad a conductas impulsivas, agresivas o de baja empatía.
Afabilidad nombre femenino: Amabilidad y atención de una persona en el trato con otras . cognitivo, cognitiva
adjetivo formal: Del conocimiento o relacionado con él. Ecpatía Es la capacidad por la cual los sentimientos que nos transmiten los demás no nos influyan emocionalmente hablando .
Empático Se entiende normalmente por empatía a aquel sentimiento que supone el acompañamiento en dolor o en sufrimiento de aquella persona que se encuentra en tal estado.
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