Teorias Antropologico Criminales

September 24, 2019 | Author: Anonymous | Category: Criminología, Psicopatía, Delito, Moralidad, Epilepsia
Share Embed Donate


Short Description

Download Teorias Antropologico Criminales...

Description

TEORIAS ANTROPOLOGICO CRIMINALES 1. VISIÓN PANORÁMICA DE LA TEORÍA DE LOMBROSO 1.1 LA CONCEPCION TRÍPTICA LOMBROSIANA La tesis del criminal nato, según señalaba Mezger, hacía referencia a una especial variedad, un genuino tipo antropológico del hombre. Una peculiar especie generis humano1. El alemán Paul Nake, sintetizando esta teoría dijo que el delincuente nato era idéntico al loco moral, con base epiléptica, explicable por atavismo y un tipo somático y psíquico especial (concepción triptica). Para Luis rodríguez el trípoide Lombrosiano une el atavismo, el morbo y la epilepsia. Así hay una explicación coherente una síntesis a las diferentes teorías, explicando cómo, generalmente, atavismo, morbo y epilepsia van unidas2. a. La teoría atávica: la tendencia a reproducir los caracteres de remotos antepasados es lo atávico. Lombroso, luego de estudiar a sujetos criminales, llego al convencimiento que los delincuentes de ciertos delitos graves, poseen muchos estigmas del hombre primitivo y del salvaje actual, del que carece el hombre no delincuente. Esta concepción surgió luego que realizara la autopsia a un bandido calabrés llamado Giuseppe Villella y encontró una hendidura inusual en la base de su cráneo (1871), fenómeno rarísimo y que es característico de especies animales inferiores. La controvertida teoría de Lombroso se centraba en dos aspectos clave: que el crimen se originaba en gran medida gracias a las deformidades del cerebro y que los delincuentes eran el fruto de un retroceso en la evolución de las especies más primitivas. Por naturaleza este individuo pertenece a un tipo físico caracteristico, identificable por caracteres tales como la frente huida, una gran mandíbula carente de mentón o exceso de pilosidad en el cuerpo. b. Tesis de la locura moral: a su concepción atávica agrego la tesis de la locura moral de Prichard, afirmando que el criminal nato se caracterizaba por aquella ausencia de sentimientos, propios del loco moral (morbo) el delincuente nato era loco moral, es insensible moralmente, de allí que cometía los crimines más horrendos. La locura moral recibió luego, por diversos autores, una variedad de denominaciones, tales como idiotismo moral, imbecilidad moral, ceguera moral, anestesia moral, daltonismo moral y posteriormente psicopatía anética entre otras. Actualmente es llamado trastorno de personalidad disocial. "Un loco moral es, según el criterio más extendido, un sujeto que teniendo todas sus funciones psíquicas aparentemente normales y poseyendo una inteligencia normal-o incluso superior-se comporta de un modo contrario a las normas morales, premeditadamente y sin necesidad, porque aun cuando conoce, por así decirlo, el código de la moral, le falta sentirlo para creer en él” El loco moral es un sujeto que puede y es capaz de:  Pronunciar discursos bellos y morales  Esos discursos convencen a muchas personas de su bondad  Exhibe conductas externas morales  Es capaz con todo ello, de engañar con sus discursos y con su apariencia a numerosas personas Y una vez sabe que ha logrado ese efecto, es capaz de reirse para sus adentros, sin que le vean, y burlarse internamente de todas esas personas que le aplauden y convencen sus discursos.

1 2

MEZGER, Edmundo. Criminología, Madrid, Editorial Revista de Derecho Privado, 1942. a RODRIGUEZ M., Luis. Criminología, 9 . edición, México, Editorial Morata, 1929.

c. Teoría patológica o degenerativa: elaborada en base de la observación del soldado Misdea, autor de varias muertes en un acceso de paroxismo epiléptico. Afirmo, fundado en tal hecho, la naturaleza morbosa del delito y que el delincuente nato era un epiléptico que posee rasgos del atávico, por eso es que actúa como un salvaje, con accesos de furia, retorciéndose y gimiendo. Lombroso tomo en cuenta la forma larvada de epilepsia. 1.2 CLASIFICACIÓN DE LOS DELINCUENTES Cesar Lombroso nos sostuvo la idea de que todos los delincuentes eran natos y en sus últimas obras diferencio a los siguientes tipos de delincuentes: -

Delincuentes ocasionales (criminaloides) Delincuente pasional o por ímpetu Delincuente loco (alienado, alcohólico, etc.) Delincuente epiléptico. Delincuente loco moral, y el Delincuente nato (atávico)

Este último alcanzaba a cubrir, según sus trabajos posteriores solo un poco más de la tercera parte de todos los delincuentes, lo que contrasta con sus primeras ideas que consideraban un porcentaje mayor de natos en toda la población criminal. Además hay que anotar que Lombroso señalo que el delincuente nato no era un predestinado a ser necesariamente criminal, habiendo distinguido entre el criminal nato real que ya había cometido un delito, y el criminal nato latente con predisposición al crimen, pero que aún no había delinquido.

1.3 CARACTERISTICAS SOMATICAS Y FISIOLOGICAS Otras características que Lombroso asignaba al delincuente nato, estaban constituidas por un conjunto de peculiaridades, en forma de estigmas degenerativos de carácter anatómico y fisiológico. Entre las características antropológicas, psicológicas y sociales destacan las siguientes3: a. b. c. d. e. f. g. h. i. j. k. l. m. n. o. p. q.

Frente resbaladiza y baja; Gran desarrollo de los pómulos; Irregularidades craneales; Altura anormal del cráneo; Orejas en forma de agarradera. Mayor robustez de los miembros izquierdos; La mandíbula inferior muy desarrollada; Sentidos muy desarrollados (vista, reflejos, tacto, oído); Tienen poco desarrollados sus sentimientos o valores (justicia, moral, deber, religión); Uso de tatuajes (la mayoría obscenos); Presentan suicidios o no les importa arriesgar su vida; Insensibilidad al dolor, a la afectividad (indiferencia ante los dolores ajenos propios, no muestra arrepentimiento); Falta de vergüenza; Vanidad en general y sobretodo en el delito; Crueldad, venganza; Impulsividad; y Tendencia a las orgías, al beber y a los vicios.

1.4 CRITICAS A LA TEORIA DEL DELINCUENTE NATO 3

Hikal, Wael (2007). Introducción al estudio de la Criminología, Elsa G. De Lazcano, México. Pág. 103.

En general la teoría de Lombroso no se acepta actualmente. Los fundamentos que concibió para explicar su tesis han sido refutados por diversos estudiosos y por el conocimiento científico de nuestra época. Como dice Donald West4, tales ideas parecen actualmente ridículas y la investigación moderno no ha producido ningún apoyo a las ideas de Lombroso acerca de los estigmas físicos de la delincuencia. Las objeciones que tuvo han sido muchas, desde sus coetáneos hasta el trabajo de ch. Goring (18701919): The English Convict. A Statistical Study (1913), en Inglaterra, quien luego de estudiar por ocho años a 3,000 reclusos reincidentes, no hallo las anomalías físicas y fisiológicas señaladas por Lombroso, aunque encontró que el grupo delincuentes se encontraba física e intelectualmente por debado del termino medio. Además podemos indicar que, desde la perspectiva metodológica actual, el estudio para fundamentar la tesis del delincuente nato, no siguió un proceso riguroso, guiándose el autor por sus estados de entusiasmo, que los condujeron a generalizaciones sin mucha solidez. Tylor, Walton y Young dicen también que las “técnicas estadísticas de Lombroso (que reflejan el desarrollo de la matemática de su época) eran totalmente inadecuadas”5.

2. TEORÍA DE ERNESTO HOOTON A finales de la década del 30 del siglo pasado, cuando las ideas Lombrosianas parecían superadas, fuera de Italia surgió una versión explicativa del crimen que fue catalogada de corte neolombrosiana, teoría presentada por el norteamericano E. Hooton en sus obras Crime and the man y en The American Criminal: An Antopological Study, ambas editadas en el año de 1939. Dicho autor, luego de varios años de investigación, tomando en cuenta las diferencias raciales y la nacionalidad, no como factores criminógenos, sino para precisar la criminalidad según las particularidades que se daban en tales grupos llegó a la conclusión que había rasgos diferenciales en los aspectos físicos, entre personas delincuentes y no delincuentes. Hooton hizo un estudio comparativo de reclusos norteamericanos con muestras de la población general y entre las diferencias más notorias de los delincuentes varones de raza blanca, respecto de la muestra, halló que los condenados en promedio presentaban una inferioridad biológica con relación a los no delincuentes siendo más ligeros, de cabeza pequeña, narices chatas, mandíbulas estrechas, entre otros rasgos físicos, de los que dedujo, según refiere S. Lamnek6, que el crimen solo podía ser combatido a través de la eugenesia y el control de la reproducción. Si bien Hooton trató de evitar el mismo error metodológico de Lombroso, recurriendo con fines comparativos a un grupo de control de sujetos no delincuentes, sin embargo, como lo anota West, el defecto de esta investigación es que no se seleccionó adecuadamente tal grupo lo que no le da validez a las pretendidas diferencias encontradas, ya que tales rasgos físicos podían estar ligados a la clase social y ocupación, que eran posiblemente diferentes entre el grupo delincuente y el grupo de control.

3. TEORÍA DE LA CONSTITUCIÓN DELINCUENCIAL DE DI TULLIO El criminólogo italiano Benigno Di Tullio (1896-1979), presentó hace setenticinco años atrás, la tesis de la Constitución Delincuencial, desarrollada en su primer trabajo titulado La Constituzione Delinquenziale (1929), siguiendo la influencia del psiquiatra francés Ernesto Dupré, que había planteado en 1912 la concepción de la “perversidad instintiva constitucional“, influencia que el mismo Di Tullio reconoce7. Más tarde dicha tesis fue ampliada en 1940, y luego en su obra Tratado de Antropología Criminal de 1945. Esta teoría por la cual fue considerado un neolombrosiano, se revisó en uno de sus últimos libros:

4

WEST, Donald. La Delincuencia Juvenil, Barcelona. Editorial Labor, 1970. TAYLOR, I., P. WALTON, y J. YOUNG. La Nueva Criminología. Buenos Aires, Amorrortu Editores, 1977. 6 LAMNEK, Siegfried. Teorías de la Criminalidad, México, Soglo Veintiuno Editores, 1980. 7 DI TULLIO, Benigno. Principios de Criminología Clínica y Psiquiatría Forense, Madrid, Editorial Aguilar, 1966. 5

Principios de Criminología Clínica y Psiquiatría Forense en 1954 (5ª. Ed. Principi di Criminologia Generale e Clinica, 1974). Afirmaba Di Tullio que los delincuentes constitucionales eran “sujetos que, por su particular estructura bio-psíquica, presentan una predisposición mayor al delito que la que se encuentra en el hombre medio normal conformista”. El concepto de delincuencia constitucional no debe ser entendido como un estado patológico, sino como una propensión a realizar actos delincuenciales debido a una “perversidad instintiva constitucional”8, de la que provienen las manifestaciones más graves y más persistentes de maldad, de brutalidad, y de una predisposición a la delincuencia en general. No obstante lo afirmado, Di Tullio no excluyó que en muchos casos se manifieste una perversidad adquirida, a consecuencia de procesos destructivos de la conciencia moral.

3.1 Factores Causales de la Constitución Delincuencial Consideró cuatro factores: 1) los hereditarios, 2) morfológicos, 3) funcionales y 4) Psíquicos:

a. Factores Hereditarios Incluyó dentro de éstos los que él denominó factores morbosos, submorbosos o degenerativos. En tal sentido afirmó que el proceso de la herencia puede ser perturbado por procesos tóxicos o infecciosos que provocan lesiones y estados de desmejoramiento en las células germinales (blastoftoria o blastotoxia); así como también procesos negativos que alteran el feto (embrioftoria). Ambas alteraciones pueden afectar gravemente el desarrollo físico y psíquico de la persona. Conforme con ellas la población humana puede ser dividida en tres clases9: -

Personas con afortunada combinación de “genidios”, en la que los genidios defectuoso han sido perfectamente compensados por los normales. Personas mediocres, cerca del 90 por ciento de la población, caracterizadas por tener genidios mediocres. Personas indeseables, debido a una desgraciada combinación de genidios, con insuficiente compensación, entre los que se hallan los criminales.

Clasificación que ya no menciona en sus últimos trabajos. b. Caracteres Morfológicos Sobre este factor Di Tullio llego a los siguientes resultados: -

-

No existen caracteres morfológicos macroscópicos específicos que sean considerados propios de la constitución delincuencial. Existen animalias morfológicas más o menos numerosas y sobre todo microscópicas, a cargo del sistema nervioso de relación y vegetativo, especialmente en el mesencéfalo y los lóbulos frontales, que podrían resultar después de estudios adecuados, como específicos de la constitución delincuencial, actualmente imprecisos.( 1945). Existen una inferioridad biológica que puede ser general o parcial y las anomalías morfológicas son la expresión de tal inferioridad, y que cobran importancia todas las veces que en gran número se encuentran asociadas en el mismo individuo.

c. Factores Funcionales

8 9

DI TULLIO, Benigno. Principios de Criminología Clínica y Psiquiatría Forense, Madrid, Editorial Aguilar, 1966. DI TULLIO, Benigno.Tratado de Antropología Criminal, Buenos Aires I.P.A.C, 1950.

Dentro de estos factor4es considero a los siguientes -

-

Anomalías a cargo del sistema nervioso y especialmente de la esfera orgánico-vegetativa. Existencia de procesos tóxicos, endógenos y exógenos y de estados toxémicos (debidos especialmente a la tuberculosis y la sífilis), y trastornos bioquímicos que alteran el temperamento y el carácter influyendo en la dinámica del delito. Disfunciones de las glándulas de secreción interna, lo que se denomina la constelación hormónica del delincuente común. Disfunciones especiales del sistema nervioso, que se exteriorizan por varias formas de convulsión, especialmente motrices y psíquicas, lo que Di Tullio denomino epilepsia órganovegetativa.

d. Factores Psíquicos Al respecto existen una serie de factores planteados por Di Tullio -

Anomalías de la vida instintivo-afectiva, que unido a otros aspectos individuales o ambientales encuentran mayor desarrollo y facilidad de realización. Sentido de placer al cometer delitos, que puede ser unas características especifica de la constitución delincuencial. Criminales por hedonismo. Grave debilidad moral y escasa capacidad inhibitoria.

3.2 Orientaciones o tipo de constitución delincuencial Descubrió cuatro tipos fundamentales de constitución delincuencial hipoevolutiva, psico- neurótica, psicopática y mixta. A. Delincuente constitucional de orientación hipoevolutiva Delincuente que por causas hereditarias, congénitas o también adquiridas (especialmente en la infancia), presenta escaso desarrollo de las características individuales de más recientes adquisición evolutiva; un estado de hipoevolución con prevalencia de la vida vegetativa sobre la de relación, y de la vida material sobre la espiritual. Sus características principales son: - El aspecto morfológico las manifestaciones de dismorfias y paramorfismos. - En las funcionales la presencia de zurdismo, agudeza visual, reflexibilidad exagerada, hipoalgesia tegumentaria o escasa sensibilidad al dolor. - En los psíquico, capacidad intelectual limitada, poca capacidad inhibitoria, frialdad emocional, agenesia moral, dominio de las fuerzas instintivas. Según Di Tullio, este delincuente constitucional tiende o llega a ser un tipo criminal conocido como loco moral10. B. Delincuente constitucional de orientación psiconeurotica En este caso la predisposición al delito está dada especialmente por anomalías neuro-psíquicas. En estos criminales predominan alteraciones y disfunciones similares a los síndromes psiconeuroticos comunes. Se diferencias tres subtipos, según dominen síntomas epileptiformes, histeriformes o neurasteniformes. 1) Orientación epileptiforme: En este subtipo prevalecen los caracteres del epileptoidismo o la convulsión motriz o la convulsibilidad psíquica. En otros casos predomina la inestabilidad del humor, la irritabilidad y la impulsividad. Son casi contantes los disturbios funcionales del sistema nervioso. Las crisis que presentan son, según afirma Di Tullio, diferentes a las crisis comiciales, denominándolo “epilepsia órgano- vegetativa”. Sin embargo creemos que su ubicación en el grupo de orientación psiconeurotica no es adecuada, ya que el “epileptoidismo” no es afín a una neurosis, sino más bien al trastorno de 10

DI TULLIO, Benigno. Principios de Criminología Clínica y Psiquiatría Forense, Madrid, Editorial Aguilar, 1966.

personalidad (antes denominada psicopatías). El mismo Di Tullio anotaba, en trabajos posteriores (1963), que se tiende a considerar a los epileptoidismo como psicópatas explosivos o lábiles de humor o impulsivos11. 2) Orientación Neurasteniformes: Su predisposición al delito está basada en la presencia de síntomas neurastécnicos, como hiperestesia excesiva hacia estímulos sensoriales y afectivos, con diátesis amoral delincuencial, así como reacciones de agresividad y cólera. 3) Orientación Histeriforme: Particularmente frecuente en la criminalidad femenina. Se caracteriza por su capacidad imaginativa excitada hasta la fantasía, que puede llegar a la calumnia; exagerada vanidad; lujuria a veces desenfrenada; fuerte emotividad; sugestionabilidad y debilidad volitiva. C. Delincuente Constitucional de Orientación Psicopática Es este grupo, la predisposición al delito es sostenida sobre todo por particulares anomalías psíquicas persistentes. El autor en su tratado (1945), en sus Principios (1963), prácticamente identifica este tipo constitucional con la psicopatía (hoy trastorno de personalidad). Además sólo considera cinco subtipos dentro de este grupo, dejando de lado al subobsesivo que incluía en su anterior obra. 1) Orientación Deficitaria: Incluye delincuentes constitucionales con un complejo intelectual deficitario, sin capacidad de raciocinio y con propensión al delito, por la diátesis amoral delincuencial que hay en la base de su personalidad. No se les debe confundir con los casos de retardo mental antes denominados frenasténicos (oligofrénicos), en los que predomina lo patológico. 2) Orientación Esquizoide: Abarca individuos que tienden a unas vidas fantasmagóricas y alejadas de la realidad. Son poco sociables, egoístas y obstinados. Pueden estar predispuestos para todo tipo de delitos, a veces los más graves, casi siempre improvisados y poco motivados, actuando después del delito en forma indiferente y con cinismo. 3) Orientación Cicloide: Personas con predominio del ánimo distímico. En la fase depresiva se da un prevalente desarrollo de actividades antisociales y delictivas, vinculadas al ocio y a toda forma de parasitismo. La fase de excitación es motivo de una actividad desordenada y caótica, que puede caer en especulaciones y negocios ilícitos e inmorales, delitos contra la propiedad, en especial estafa o actos de violencia. 4) Orientación Paranoide: Son sujetos que debido a su paranoidismo, interpretan erróneamente sus propios derechos, y fácilmente consideran que son maltratados, ofendidos y hasta perseguidos. Por ello se ven impulsados a realizar acciones con finalidad reivindicatoria, convirtiéndose en difamadores y en perseguido-perseguidores o querellantes.

5) Orientación Inestable: Son individuos con inquietud sensitivomotriz constitucional y con diverso grado de debilidad volitiva. Su escasa fuerza de voluntad los hace fáciles de sugestión y pueden caer en el vicio y los malos hábitos. Sienten deseo constante de lo novedoso, con inclinación a las fugas y vagabundeo. En casos de mayor deficiencia moral, por parasitismo y prostitución.

11

DI TULLIO, Benigno. Principios de Criminología Clínica y Psiquiatría Forense, Madrid, Editorial Aguilar, 1966.

D) Delincuente Constitucional de Orientación Mixta: Caracterizado porque en él se encuentran fundidos en común, los rasgos y las anomalías de las diversas orientaciones ya mencionadas. Estos delincuentes son más numerosos y los más peligrosos, ya que la gravedad del hecho criminal es en general proporcional a la multiplicidad y complejidad de los factores condicionantes. 3.3 Críticas a la teoría de Di Tullio No obstante que estre autor no afirma que todo delito se explica sobre la base de la tesis de la “constitución delincuencial”, por cuanto reconoce la existencia de otras dos variedades de criminales que él denomina: “Delincuentes ocasionales” (normales) y “delincuentes enfermos mentales”; sin embargo, al desarrollar su tesis de la constitución delincuencial, cuando habla de factores morfológicos nos hace recordar a las ideas lombrosinas ya superadas, por ello fue calificado como un neo-lombrosiano, sobre todo por la tendencia predominante en su Tratado de Antropología Criminal (1945), aunque ya en sus principios de criminología (1963), prácticamente atenuó los aspectos morfológicos y reajustó algunos de sus planteamientos. Otro aspecto cuestionable de esta teoría, es que los tipos de “orientación constitucional”, si bien pueden hallarse dentro de la población criminal con los rasgos anotados, ello no significa que sean realmente una variedad especial de delincuentes “constitucionales”, ya que la explicación que planteó es deleznable para los conocimientos neurológicos y psicopatológicos actuales. Además, tales tipos de constitución delincuencial, prácticamente constituyen diversas variedades de Trastornos de Personalidad, antes llamados psicópatas. El mismo autor citado reconoció en sus Principios: “nos inclinamos a creer que no hay sustancia diferencia entre tales sujetos, definidos en psiquiatría como psicópatas o sociópatas, y nuestros criminales constitucionales”.12 Cuando se refiere a la Orientación Hipoevolutiva, el mismo Di Tullio (1963) lo consideraba parecido al “loco moral”, que en esos años era denominado psicópata cruel o desalmado, y que hoy es una variedad de Trastorno de Personalidad, llamado trastorno disocial de la personalidad. Por otra parte, en la Orientación Psiconeurótica, se incluyó erróneamente la variedad “epileptiforme”, que realmente era similar a lo que en esa época se denominaba “psicópata epileptoide”, y que hot es llamado “trastorno impulsivo de la personalidad”. De otro lado, los cuadros neuróticos hoy descritos con mayor claridad por la psiquiatría, dado sus trastornos emocionales, pueden caer en conductas inadecuadas, pero hoy no se considera que la neurosis sea constitucional y menos que predisponga al delito. En lo que respecta a la Orientación Psicopática en particular, como el mismo Di Tullio acepta en sus Principios (1963), realmente describe algunas formas de psicopatía, hoy llamados “trastornos de personalidad”, y que en la psiquiatría contemporánea no son consideradas “constitucionales”, como veremos más adelante, ni tampoco significa que estén predispuestos al delito. No toda persona con trastorno de personalidad (psicópata) es necesariamente delincuente. En cuanto a los factores de la constitución delincuencial que desarrolló Di Tullio, creemos que valorados con objetividad tienen alguna importancia, pero como explicaciones de otros trastornos bio-psíquicos, y no necesariamente como fundamentos de una criminalidad constitucional, salvo como coadyuvantes en ciertos casos. Es una verdad corroborada por la ciencia actual que algunos trastornos de las células germinales o que ciertas anomalías de los progenitores pueden trasmitirse a la prole, pero ello no prueba una herencia criminal, menos una “constitución” delincuencial. Al respecto los estudios de genética actual, valoran tanto el aspecto hereditario como el congénito que se 12

DI TULLIO, Benigno. Principios de Criminología Clínica y Psiquiatría Forense, Madrid, Editorial Aguilar, 1966.

desarrolla durante la gestación intrauterina, como bases importantes de la conducta humana, pero no como fundamentos de una predisposición al crimen. Asimismo cuando Di Tullio habló de posibles lesiones cerebrales mínimas en el mesencéfalo y el lóbulo frontal, que de hecho tienen importancia marcada en el comportamiento racional y emotivo humanos, valorados en su real valía, pueden tener algún factor de riesgo en la actividad desviada, pero no en un sentido “constitucional” o de predisposición inelectuble. En suma, no creemos en un “delincuente constitucional”, pero tampoco podemos dejar de valorar en su real dimensión los factores de la criminalidad de índole biológica planteados por Di Tullio, con las anotaciones ya hechas y el agregado que la explicación de la conducta delictiva no sólo puede ser bio-psicológica, sino más bien socio-psico-biológica, lo que también en parte acepta Di Tullio en sus últimos trabajos.

View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF