Teoria de Tolman

EDWARD TOLMAN Conducta molar de la persona, entendiéndola como un acto significativo y referido a una meta, para lo cual se empleaban estructuras cognoscitivas. La psicología americana del momento estaba dividida entre estructuralismo y funcionalismo. Luego aparecieron propuestas alternativas como la Gestalt y el conductismo. El neorrealismo y las teorías de campo de E. Brunswik, fueron la principal influencia en la elaboración de la teoría de la conducta propositiva de Tolman. Dos brandes periodos de su teoría: psicología mentalista en el que fue formado y el conductismo. Su sistema se divide en tres partes: la gestación de su sistema y la publicación de su obra principal “conducta propositiva en los animales y los hombres”, la etapa operacionalista; et apa de profundización y reelaboración de su teoría del aprendizaje.

Desarrollo y etapas de la psicología de Tolman Una nueva fórmula de conductismo. Esta nueva fórmula de conductismo pretendía ser una fórmula para toda la psicología, donde tenía cabida tanto la investigación animal como el estudio de las imágenes mentales o los sentimientos. La psicología introspectiva se engaña cuando cree tener acceso a la conciencia, a los “sentimientos inmediatos” del sujeto; en realidad, solo podemos saber a través de lo que la persona hace o dice de su conducta. Por tanto toda psicología tiene la conducta como punto de partida. A diferencia de otros conductismos, el de Tolman no pretende eliminar la psicología mentalista, sino integrarla con sus problemas propios en un marco más general: uno se sus rasgos es buscar una psicología omnicomprensiva. Conductismo propositivo: El propósito y cognición son, pues determinantes inmanentes de la conducta. Son inmanentes porque muestran a la propia conducta, son parte de su textura descriptiva.

Ejemplo La niña y el miedo al zorro Un día una joven niña caminaba por un sendero boscoso que se encontraba cerca de su casa de campo, la niña andaba muy tranquila sin sospechar que que algo la acechaba a una distancia considerable, poco tiempo después la niña se percato de que algo no andaba bien ella se sentía observada, la inseguridad y el miedo invadieron a la niña y decidió correr a toda prisa hacia un lugar seguro, pero de la nada un enorme zorro salio de unos arbustos con un gran salto y persiguió a la niña por un corto periodo trayecto, hasta que la alcanzo, la niña muy asustada gritaba despavorida por ayuda, los gritos de la misma asustaron al pobre zorro el cual se marcho a toda velocidad. La niña entre lágrimas regreso a su hogar sin

ninguna

herida

grave.

Al paso del tiempo la niña creció con un gran desagrado a los zorros, se acercaba a sus compañeros con los cuales les decía que ella le parecían horribles mientras sus compañeros no comprendían por e tanto odio hacia ellos. La joven escucho que metalizándose a sí misma que los zorros no eran de ese modo podría cambiar totalmente la idea q ella tenía de ellos, así ella comenzó a pensar de un modo totalmente distinto y el momento en q ella creyó que ya estaba lista para el encuentro, se preparo para ver a un zorro, pero a pesar de que ella pensó mucho lo contrario al fin de cuentas no pudo perder temor que le tenía a los zorros.

Comportamiento orientado a objetivos Conducta molar: Influenciado por el conductismo y por el trabajo de los psicólogos de la Gestalt, se ocupa de las respuestas a los estímulos en diversas condiciones ambientales. Definían al comportamiento como series de conexiones entre estimulo y respuesta, y en su concentración en las acciones discretas. Tolman recomendaba atender a la conducta molar: una larga secuencia de comportamientos orientados a un objetivo. El comportamiento es más que la suma de sus partes. Características de la conducta molar: la conducta persiste hasta que alcanza (o evita) su objeto; y esta persistencia es la manifestación visible del carácter propositivo de la conducta. La conducta se adapta dócilmente a las características del ambiente, variando conforme ellas varían y esto evidencia que el organismo tiene un conocimiento de su entorno. El aspecto “propositivo” de la teoría de Tolman se refiere a su creencia en que la conducta se orienta hacia su objetivo: el comportamiento siempre parece tener el carácter de dirigirse o porvenir de un objetivo específico, de una situación meta. En el comportamiento orientado a objetivos, los estímulos del medio (por ejemplo, objetos, rutas) son medios para alcanzar metas y no pueden ser estudiados aisladamente, sino que hay que examinar secuencias completas de conductas. El comportamiento es propositivo y cognoscitivo. La conducta de hombres y animales está orientada a sus objetivos: los organismos actúan como si persiguieran una meta y como si hubiera elegido los medios para alcanzarla. El esquema general de Tolman:  Unas causas iniciadoras de la conducta, que pueden ser externas (estímulos ambientales) o internas (estados fisiológicos) el organismo.  En el otro extremo está la conducta molar: persistente, dócil, referida a una meta, y que selecciona los medios más cortos y fáciles para alcanzar su objetivo.  Entre la conducta y sus causas están los determinantes de la conducta, que incluyen los determinantes inmanentes propósito y cognición. 

Aprendizaje latente

Este ocurre en ausencia de una meta o de un esfuerzo, lo que contradice la noción conductista de que el aprendizaje consiste en el cambio de conducta por medio de la práctica reforzada. Tolman junto a Honzik experimentaron con dos grupos de ratas, permitiéndoles deambularan por un laberinto durante 10 ocasiones. Dentro de este, uno fue alimentado siempre, mientras que el otro no recibió comida en absoluto. Las ratas del primer grupo redujeron con rapidez el tiempo y los errores de recorrido, en tanto que las del otro grupo se mantuvieron elevadas. En el intento numero 11, algunas del segundo grupo recibieron comida por recorrer el laberinto, y tanto sus tiempos como sus errores descendieron rápidamente a los niveles del primer grupo. Por su parte, las tasas de las ratas que fueron mantenidas sin refuerzo no cambiaron. Los animales del segundo grupo habían aprendido las características del laberinto mientras discurrirán por él sin esfuerzo. Cuando algunas fueron alimentadas, se desplegó con prontitud el aprendizaje latente. De tal manera que la investigación de Tolman demostró que el aprendizaje puede ocurrir aun si no se manifiesta la conducta en el momento de adquirirlo. Esta distinción entre el aprendizaje la ejecución de los comportamientos aprendidos es capital en las corrientes contemporáneas y está particularmente bien expresado en la teoría de la cognición social de Bandura. Por lo tanto Tolman evidencio que el esfuerzo no fortalece las conexiones entre estimulo y respuesta ni modela las conductas, sino que sirve para motivarlas, el esfuerzo influye en el desempeño antes que en el aprendizaje.

Aprendizaje de expectativas Según Tolman existen seis clases de aprendizaje, pero uno de los más importantes es la expectativa de campo, la cual es un determinante cognoscitivo inmanente suscitado por estímulos actualmente presentes. Las expectativas se adquieren de la experiencia con los acontecimientos del entorno, se forman por la relación estímulos y respuestas. Es importante en las personas ya que las auxilia para poder lograr sus metas. Tolman afirmaba que las personas se formaban mapas cognoscitivos (mentales), con las expectativas de las acciones a realizar y era de esta manera lograba sus fines. Comprobó su postulado con varios experimentos; entrenó ratas en diversas situaciones. En la primera logró que la rata lograra atravesar el laberinto hasta encontrar la comida, utilizando un laberinto sencillo y sin muchos obstáculos. En el segundo laberinto, la rata encontraba obstáculos en la vía original, las ratas empiezan a seguir la misma ruta que en el laberinto inicial, pero según su necesidad de alimento se da cuenta que es necesario encontrar de nuevo el camino correcto. Por último las ratas elegían con más frecuencia la dirección correcta hacia el alimento, logrando así el aprendizaje “del lugar” en este caso. Esto indica que la rata se había formado su mapa cognoscitivo de la ubicación del alimento y actuaba según éste, antes que a sus respuestas antes los estímulos