Teoria de Tecnica Psicoanalitica - Menninger & Holzman

KARL A. MENNINGER - PHILIP S. HOLZMAN

TEORIA DE TECNICA PSICOAN ALI TI CA Traducción de la segunda edición i11glesa

EDITORIAL PSIQUE BU ENOS AIRES

Título Jel original io¡¡;lé.'!I

THEORY OF PS\'CIIOANALYTIC TECHNIQUE

Ba.ric Boob, !ne., Publü l1!'f: - New Ycd; Tra o temprano. la fruslrncíón ncumulativn de In sitnadón psicoanalítica susdla sufidcnte irn romo para qm• los liut·nos modales (suprcsi{m) y d miedo (r('presiém ) yn n o llllt"(lnn l'Olllenerla . .Es unn ilusión que la ira aparel'e tic pronto, porque es!uvo siempre, dC'sde d prindpio mismo. No súlo estaba suprimida por los buenos rnmlnh·~ y las tát'tien~ tliscrt'las, sino que estaba reprimido como ronsccu endn de , lo mismo repcuc?i: ''° ""º ~n

>n>olódo monte . . . No

cl"sarianwnlc nna psicoa~mlista es inc\'i· ~I pe.ri.oclo. posnnalflico más o meV: J nente. Sm embargo, cn , ident1íwnculn con t'I JlSÍt'oannlista ~t nr~t~ en que persiste la numclo ni nnnli.c;la, 1, ()(ir lo mf'no' < pne;H.ntc mu ..,· . . halago por nn liempo. llf.'W si ''' hrila : llO~oAli.~t,ns resi.t!t>u el peliitrn del de q11i: ("lin r l lir·ni; :ir;:,:~;~c din lrr.s día }"Año Iras nft0. ln e;:_ h~lngo ~mo on:i H·rilidad. E.< muy wJ· se nn•n¡.¡:nn n flC'rptnr p:nte Ml f'Hduracm11 y l>>1llp):i1·1•11(•in dr• .tí 111i!t1lf:g1oso l'l\C'r t'll Ja trn111pa df'

~~rge f'I Pf'lij.(ro

f'V•quc d ~f'lllirsc St'l'Uro f'.'I

rl prínrl¡ml enemii:o d$11lrrido '"' cu110t•f- inmc:1líritn• 1is1conT111l1Ut.•n, en crunLit), IJ11c-du entrepe/ ..Lo 1111~ SUl'l'ile f'n la $i/11ncirin 50fo de f'$IU, !!ltunclti11 {'f"rrnda !'n ('aSOS :;;ll'OltnnJ1stn y el P:l«i1•nte. r sóJo modo, el p!!rCOOnAlisfn lrnlxija sin o tros fref'.'tlrC>mn f'mrr¡.:f'ncia. De f'Sl e nos (JUe los i¡ue frnpo11e su

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sentido d e re~pcmsabilic.lad. Sie mpre f'.!lá e l peligro de que la llillbor se deteriore cuando no se puede comparar lo que &e hace coo lo que hacen los demás, y no se está bajo ningún tipo d e supervisión. No pieoso en el, deterioro como un crudo borramiento del sentido de responsabilidad -f'!"li2mente tales casos son muy nuos- sino en un sentido más sutil. El psicoanalista tal.>e Jo que ha visto en un pacie11le, pero no puede saber lo ' que drtf1 d e ver pero pudo hnbcr visto, d e .manera q ue se forma uoa idea e:ca11:em afu(_•rn se \'í'Ía muy bUl•na, pero al lrnsprnwr In" \"sistencia que utihznba en formn hnl:ílunl o característica. No ohstante ~llo, ~as~~ el cn_ráctf'r más 'ornl" tarde 0 lemprnno trntnrá de ;;alizar {referir ni .r1 no) al psiconnRlisis, parn despul>.~ folizarlo. emÁs, co~o expl1r·amos, erolización siempre es rt>sistencia porque. sushluye al fin por t-1 medio. Sinfimicnto tiene sus razon~s; el ps!coarnílisis cuesta llHlt'ho diut•ro, cff qué tiene c111f' mostrar e~ pacienttn del ~ilC'ncio ~l. po~Jente dn 1111 prun rnfis r diC'e; "E~toy u •guro d e que usted C'S u~ nl1ota. Más Fl~f'ncio. 'Df'~C'spenulo, el pacif'nte exclnnm; "jlle dicho que usted es un id1otn, maldi!o sert, y lo esl" El psk:-onnalista no s.1 1e de su m~Usmo. .!Qué h11Ct"r, snh·o J">f'i llr rlisculrma, d e1Cendienclo volun!Drlnmentc n!. a la poalci~n d el t_lerrotadn? Muchas vecrs f'I pnciente clescuhre la slo, d psit·oanaHsla av11cla a ínt erprt>lnr los sueños.) En un trnl>njo dr Ekstein,:n del mismo modo, tampoco se insiste en In lnt erpn·ladúu mmo tnl, sino en el proceso ink rpretalivo, en In comunkadón Jel paciente y en las intervenciones del psiconnalistn. Ekstl'in relaciona a nu es tra tt:oría de In técnica con lo!> n.·d1'11les mldan los t•n In psicología del ego, 176

al desArrollar un modelo de interpretación derivado