Teoria de Contacto
November 28, 2023 | Author: Anonymous | Category: N/A
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UNIVERSIDAD DE LA TERCERA EDAD (UTE)
ESCUELA DE PSICOLOGIA
CARRERA
: LICENCIATURA EN PSICOLOGIA CLINICA
ASIGNATURA
: TEORÍAS Y SISTEMAS
TEMA
: HIPOTESIS DE CONTACTO INTERGRUPAL GORDONALLPORT
FACILITADOR
: CARLOS DAVID
PARTICIPANTES
: VIOLETA MATOS PEÑALO
FECHA
2013-00506
RAMONA HERNANDEZ
2013-00473
BASILIA ORTIZ
2013-00453
: 4 DE AGOSTO 2013
SANTO DOMINGO, D.N
1
Contenido INTRODUCCION.............................................................................................. 2 OBJETIVOS...................................................................................................... 4 OBJETIVO GENERAL..................................................................................... 4 OBJETIVOS ESPECIFICOS............................................................................. 4 MARCO TEORICO............................................................................................ 5 METODOLOGIA............................................................................................... 6 CAPITULO 1- IDENTIDAD Y PSICOLOGIA DE GRUPO......................................7 1.1 UN POCO DE HISTORIA..........................................................................8 1.2 EN QUE CONSISTE LA HIPOTESIS DEL CONTACTO................................9 1.3 CUAL FUE EL METODO DE LA HIPOTESIS DEL CONTACTO...................10 CAPITULO 2- ENTENDIENDO LA HIPOTESIS DE CONTACTO COMO UN MECANISMO COGNITIVO............................................................................... 12 2.1- LA HOSTILIDAD INTERGRUPAL EN EL CONTEXTO...............................14 2.2- ARMONIA INTERGRUPAL: CONDICIONES Y MECANISMOS...................14 CAPITULO 3- LA HIPOTESIS DEL CONTACTO EN LA ACTUALIDAD...............17 CONCLUSION................................................................................................ 19 BIBLIOGRAFIA............................................................................................... 21
INTRODUCCION
Allport es uno de esos teóricos que estaban tan en lo cierto en tantas cosas, que sus ideas simplemente han pasado a ser parte del espíritu humano a través de los tiempos. La teoría de contacto de Allport postula que el prejuicio intergrupal puede ser reducido a través de situaciones de contacto. Acabar con el racismo y el prejuicio es uno de las funciones de un psicólogo social y por lo tanto este tema es materia obligada para todo estudiante de psicología. En la siguiente investigación nos centraremos en describir y analizar la hipótesis de contacto de Gordon Allport. En el capítulo 1 hablaremos sobre la identidad social y los conflictos sociales, así revisaremos de cómo surge la hipótesis del contacto, definiremos en que consiste y cuál es su método. En el capítulo 2, entenderemos el mecanismo cognitivo que se aplica con la hipótesis del contacto y expondremos sobre la hostilidad y la armonía intergrupal, por último en el capítulo 3, expondremos la hipótesis del contacto en la actualidad. La metodología usada ha sido la recopilación bibliográfica, enmarcándose esta investigación en una metodología descriptiva y cualitativa. Es un estudio de tipo descriptivo que pretende ampliar y profundizar en el conocimiento de la naturaleza del tema, de manera que el desarrollo de este trabajo, es básicamente investigativo y de orden teórico.
OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL Investigar sobre la hipótesis de contacto intergrupal de Gordon Allport
OBJETIVOS ESPECIFICOS 1- Explicar lo que es identidad social y psicología de grupo. 2- Ahondar sobre la historia y el contexto de la hipótesis de contacto. 3- Exponer las aplicaciones de la hipótesis del contacto en la psicología de grupos.
MARCO TEORICO 1. Sherif y Sherif (1979) definían la psicología de grupo como el análisis de aquellas conductas y actitudes que surgen de la pertenencia concreta o deseada a un grupo humano. 2. Para Allport, el prejuicio es “una actitud hostil o prevenida hacia una persona que pertenece a un grupo, simplemente porque pertenece a ese grupo, suponiéndose por lo tanto que posee las cualidades objetables atribuidas al grupo”. 3. El contacto grupal debe mejorar las relaciones entre grupos, reducir el prejuicio, los correspondientes estereotipos y la discriminación (Allport, 1954).
METODOLOGIA
El método usado es el cualitativo. Este estudio se ubica en un diseño de tipo descriptivo, por cuanto se pretende ampliar y profundizar en el conocimiento de la naturaleza del tema, de manera que el desarrollo de este trabajo, es básicamente investigativo y de orden teórico.
CAPITULO 1- IDENTIDAD Y PSICOLOGIA DE GRUPO
La identidad de las personas se basa, principalmente, en dos componentes: la identidad personal y la identidad social. La
identidad personal representa
nuestros
atributos
y
características
personales que nos hacen ser diferentes e irrepetibles. Sin embargo, la identidad social deriva de la pertenencia a un grupo con unas características personales generales que lo diferencian de los demás grupos. La mayoría de las veces surgen conflictos individuales y también en grupo, siendo la causa principal: la falta de entendimiento, aunque también se debe a prejuicios que nos generamos las personas sobre otras y esto pasa en el trabajo, la calle, la escuela… La psicología social de las relaciones intergrupales es el área de la psicología que estudia las causas y consecuencias de las acciones y percepciones que tienen los individuos sobre sí mismos y los otros en tantos miembros de diferentes grupos sociales. Sherif y Sherif (1979) definían este campo de investigación como el análisis de aquellas conductas y actitudes que surgen de la pertenencia concreta o deseada a un grupo humano. Esta línea de trabajo se ocupa entonces de las conductas intergrupales de los sujetos, es decir, de las similitudes y uniformidades en los patrones comportamentales que emergen de la percepción del sí mismo y de los otros en términos de su adscripción a un grupo social (Tajfel & Turner, 1979). Desde esta perspectiva, un grupo social es entendido como una representación cognitiva del sí mismo y de los otros en tanto miembros de una misma categoría social (Turner, 1999). Un grupo social es, entonces, un grupo de personas que se clasifican a sí mismas como miembros de la misma categoría, se identifican con esta categoría y están dispuestas a actuar de acuerdo a las normas de tal categoría (Turner, Hogg, Oakes, Reicher, & Wetherell, 1987). Esta categorización se define sobre la base de creencias religiosas, ubicación geográfica,
orígenes
étnicos,
“raza”,
género,
nacionalidad,
estatus
socioeconómico, estatus legal, edad u otras características relevantes. A partir de estas nociones básicas, la investigación sobre las relaciones intergrupales se ha ocupado de los mecanismos psicosociales que se
encuentran a la base de varios fenómenos intergrupales, en particular de aquellos aspectos conflictivos de la relación entre miembros de distintas categorías sociales. Al mismo tiempo, la investigación se ha abocado al estudio de condiciones y mecanismos asociados a la reducción del antagonismo intergrupal y la promoción de relaciones intergrupales, solidarias, positivas o armónicas. Algunos de los principales fenómenos estudiados por la psicología de las relaciones intergrupales son los estereotipos, el prejuicio y la discriminación. En busca de una solución para la hostilidad intergrupal, el psicólogo Gordon Allport propuso en 1954 la hipótesis del contacto.
1.1 UN POCO DE HISTORIA En medio de la segregación racial en los EE.UU con las leyes de Jim Crow, Gordon Allport (1954 ) propuso uno de los más importantes eventos sociales psicológicos del siglo 20, al plantear que el contacto entre los miembros de diferentes grupos (bajo ciertas condiciones) podía ayudar a reducir prejuicios y los conflictos entre los grupos sociales . Pero, ¿De qué se trataban las leyes de Jim Crow? Las leyes de Jim Crow son una serie de leyes que fueron aprobadas en los antiguos estados de la Confederación de EE.UU para privar a la población negra de derechos civiles y obligarlos a la segregación/separación en lugares públicos. Es decir, tenían sus espacios ajenos a los de la gente blanca. Aunque no se sabe bien la fecha exacta de su inicio y su fin, perduraron casi un siglo y fueron denominadas “Jim Crow” en alusión a un personaje ficticio que se hizo muy famoso en la primera mitad del siglo XIX, interpretado por un actor blanco que se maquillaba la cara de color negro. Primero esta segregación racial comenzó con la negación del derecho al voto llevando también a casos de verdadera injusticia en los tribunales, dependiendo de la raza de la persona acusada. Más adelante, también acabó por realizarse distintos equipos deportivos según “el color” del deportista, se prohibió compartir lugares públicos, tales como
baños, incluso separación dentro de autobuses (¿Recordáis a Rosa Parks?), se construyeron también escuelas separadas donde la calidad de aquellas a las que acudían los niños negros eran muy inferiores a la de los blancos, y así con todos los espacios públicos. Así pues, toda movilización en contra de estas leyes suponía todo tipo de abusos y palizas que llevaron a la muerte a muchas personas.
1.2 EN QUE CONSISTE LA HIPOTESIS DEL CONTACTO En el año 1954 el psicólogo estadounidense Gordon Allport publica su obra “La Naturaleza del Prejuicio“, quizás una de las más completas y eruditas sobre el tema; en ella el autor aporta una recopilación de diferentes investigaciones e indaga sobre las posibles causas que condicionan el prejuicio en la sociedad. ¿Cómo define el problema el autor?. De esta forma, Allport marcaría el comienzo de una línea de investigación. Esta hipótesis dice que el contacto intergrupal reducirá el prejuicio y el conflicto entre grupos, siempre que se cumplan los cuatro requisitos siguientes: 1. Igualdad de status en la situación de contacto. 2. Existencia de metas comunes. 3. Cooperación intergrupal. 4. Existencia de apoyo social o institucional. Para Allport, el prejuicio es “una actitud hostil o prevenida hacia una persona que pertenece a un grupo, simplemente porque pertenece a ese grupo, suponiéndose por lo tanto que posee las cualidades objetables atribuidas al grupo”. El hombre tiene una tendencia al prejuicio, y el motivo principal es el ahorro mental. La realidad es tan compleja para el individuo que debe organizarla cognitivamente en forma estructurada y por lo tanto tiende a agrupar los conceptos en forma general. El prejuicio comienza cuando el tipo
de categorización basado en el estereotipo es irracional, emocional e injustificado y por otro lado excesivamente generalizado. Sin embargo, el autor es sumamente cauto al respecto y aclara “he aquí precisamente el criterio que nos ayudará a distinguir entre el error común de juicio y el prejuicio. Si una persona es capaz de rectificar sus juicios erróneos a la luz de nuevos datos, no alienta prejuicios. Los prejuicios se hacen prejuicios solamente cuando no son reversibles bajo la acción de conocimientos nuevos”.. Los prejuicios se entienden como tales en el momento en que se afianzan a pesar de las evidencias que lo contradicen y se justifican generalizando irracionalmente un aspecto constitutivo de la percepción del otro. Así como hay prejuicios de amor también los hay de odio y muchas veces estos últimos son producto de la conversión de los primeros. Puede entonces definirse dos tipo generales de prejuicio: el prejuicio positivo (amor), y el prejuicio negativo (odio). El prejuicio positivo sigue la misma dinámica y tiene los mismos componentes que el negativo. Parte de un sesgo perceptivo basado en un estereotipo cognitivo previo, un componente “afectivo” que nos llevan a idealizar al otro, y finalmente un componente actitudinal que manifiesta ese estereotipo en forma generalizada. En resumen desde la perspectiva de la hipótesis de contacto se sostiene que la reducción del prejuicio puede venir dada por un incremento en el contacto entre miembros de varios grupos sociales. Este esfuerzo parece tener éxito sólo cuando el contacto tiene lugar bajo ciertas condiciones favorables específicas. Existe también lo que se conoce como Hipótesis de Contacto Ampliada que es la perspectiva que sugiere que con sólo saber que miembros del propio endogrupo han establecido relaciones estrechas con miembros de un exogrupo.
1.3 CUAL FUE EL METODO DE LA HIPOTESIS DEL CONTACTO La hipótesis del contacto es un método, formulado por Gordon Allport, utilizado para detener los conflictos entre los grupos o individuos poniéndolos en contacto para reducir el prejuicio e incrementar la comunicación. Además sugirió 4 condiciones óptimas para el contacto: El contacto grupal debe mejorar las relaciones entre grupos, reducir el prejuicio, los correspondientes estereotipos y la discriminación (Allport, 1954). Las condiciones que debe cumplir el contacto para que se produzca un cambio positivo en las relaciones intergrupales, incluyendo los estereotipos mutuos, son: a) Que los participantes tengan un status semejante dentro de los límites de la situación de contacto. b) Que las características de los miembros del exogrupo desconfirmen el estereotipo de ese grupo. c) Que la situación de contacto facilite o exija la cooperación entre los miembros de los dos grupos. d) Que le contacto permita que los individuos se conozcan de forma personal. e) Que existan normas sociales, tanto dentro como en el entorno de la situación, que favorezcan el igualitarismo intergrupal. En palabras de Allport estas son las condiciones que se han de cumplir para obtener los deseados efectos de reducción del prejuicio: 1ª.- Un marco de apoyo social e institucional para las medidas que se han designado para promover un mayor contacto. 2ª.- Tiene que tener frecuencia, duración y proximidad suficiente como para permitir el desarrollo de relaciones significativas entre los miembros de los grupos implicados.
3ª.- Debe de tener lugar en la medida de lo posible entre participantes de igual estatus. La hipótesis de contacto ha sido utilizada para aliviar las tensiones raciales en el ejército y en las escuelas, el acoso y la falta de descanso entre dos grupos y el prejuicio dirigido hacia los homosexuales. De hecho, algunos sistemas judiciales utilizan esquemas que hacen que los criminales ayuden directamente a sus víctimas, lo que ayuda a ambas partes cuando se conduce de manera correcta. Según este método, la idea de que el contacto entre los miembros de diferentes grupos puede ayudar a reducir los prejuicios y mejorar las relaciones sociales promoviendo una sociedad más tolerante e integrada. Es curioso cuando se piensa en alguien que no soportamos pero al tener más contacto con esa persona se reduce esa tensión.
CAPITULO 2- ENTENDIENDO LA HIPOTESIS DE CONTACTO COMO UN MECANISMO COGNITIVO Tomando la línea de investigación cognitiva alrededor del fenómenos de sobreestimación perceptiva, se postula que los individuos tendemos a formar grupos o categorías con el fin de organizar la información del medio social que nos rodea. Esta simple categorización tiene importantes efectos en los procesos de percepción social debido a la tendencia humana de sobreestimar las diferencias entre las categorías y a subestimar las diferencias dentro de las categorías. Estos efectos tienen un carácter evaluativo (ej. los costarricenses son más simpáticos que los mexicanos) y son particularmente marcados cuando los sujetos pertenecen a una de las categorías Allport formuló esta idea hace 60 años. Para él, la categorización subyacente al prejuicio se ubica en procesos normales de formación cognitiva de grupos y generalizaciones. Allport asumía también que las categorías no son entidades eminentemente descriptivas, sino profundamente evaluativas. Según el, una vez que las categorías logran la separación de los grupos, los seres humanos usan la prominencia de rasgos sociales o físicos (género, edad, color de la piel, etc.) como principios “defectuosos” de organización que llevan a agrupar personas aparentemente similares en categorías discretas.
Como se puede observar, estas propuestas teóricas se inscriben dentro de los principios fundamentales de la investigación en cogniciones sociales. Según esta literatura, las categorías o esquemas sociales son estructuras cognitivas que contienen y organizan el conocimiento sobre la realidad social. El uso de estos “atajos” en el procesamiento de la información tiene importantes efectos, tanto en la codificación, como en el recuerdo, el reconocimiento, la inferencia y la evaluación. De nuevo, esta literatura supone que los individuos utilizan indicadores distintivos como la edad, el género, el color de la piel, la vestimenta, etc., con el fin de otorgarle una estructura a la complejidad del medio ambiente social sobre la base de criterios de similitud y diferencia. Estas proposiciones sugieren que los procesos de categorización social están implicados en una gran cantidad de sesgos en la percepción y evaluación que sustentan la hostilidad intergrupal. Al respecto existe importante evidencia empírica que vincula la categorización social con la hostilidad intergrupal, cuando los procesos cognitivos se ubican en el marco de las relaciones concretas de los grupos sociales y las normas que justifican tales relaciones. Estudios en contextos de laboratorio muestran que la activación de categorías sociales ocurre de manera extremadamente rápida cuando tal activación está acoplada a estereotipos. Una vez que la categorización ha ocurrido, las conductas de los miembros del exogrupo son percibidas en términos estereotipados. La investigación muestra además que la prominencia de los estímulos físicos y sociales (ej. color de la piel) combinada con conocimiento previo (normas y expectativas) produce evaluaciones polarizadas de las categorías y sus miembros. En general, pero particularmente en las situaciones en que el sí-mismo está involucrado en la categorización, los individuos tienden a actuar más favorablemente ante miembros del endogrupo que miembros del exogrupo, tienden a evaluar a los miembros del endogrupo más positivamente que a los miembros del exogrupo y asocian a los primeros características personales y físicas más positivas que a últimos. Los datos sugieren además que estos efectos de categorización interactúan con las normas socioculturales:
miembros de grupos sociales estigmatizados (ej. minorías) son categorizados más rápidamente que miembros de grupos sociales privilegiados. La categorización social está también vinculada a un fenómeno intergrupal ampliamente estudiado la homogeneidad del exogrupo. De nuevo, la tendencia a percibir a los exogrupos como colectivos más homogéneos que el endogrupo no responde solamente a la formación de esquemas, depende también de las normas sociales y las relaciones concretas entre los grupos.
2.1- LA HOSTILIDAD INTERGRUPAL EN EL CONTEXTO Los efectos del contexto en la hostilidad intergrupal han sido estudiados atendiendo principalmente a las características estructurales de las relaciones entre los grupos sociales y sobre todo a la percepción subjetiva de tal relación. En sociedades estratificadas, la percepción subjetiva de las relaciones intergrupales objetivas define y regula las formas concretas y cotidianas de contacto intergrupal. Dependiendo de la percepción subjetiva de las relaciones sociales, la situación cotidiana de contacto puede darse en términos de cooperación o en términos de competencia; y así, dependiendo de la vivencia subjetiva de las relaciones sociales, la situación de contacto intergrupal cotidiana puede ser experimentada como una oportunidad de enriquecimiento personal o como una amenaza, evocando las necesidades implícitas en la hostilidad intergrupal. Lo que pretendía Allport era encontrar una solución para la hostilidad entre los grupos.
2.2- ARMONIA INTERGRUPAL: CONDICIONES Y MECANISMOS Hasta hora se han expuesto los principales modelos teóricos para la explicación de la hostilidad intergrupal. Como ya se ha mencionado, la investigación ha producido a la vez un importante cúmulo de información sobre las variables situacionales y los mecanismos psicológicos que posibilitan el desarrollo de actitudes interétnicas positivas y solidarias. La teoría del contacto intergrupal (TCI) propuesta por G. Allport (1954) es quizá el modelo más influyente en esta línea de trabajo.
La TCI postula que bajo ciertas condiciones el contacto intergrupal puede contribuir a reducir la hostilidad intergrupal. Lógicamente, reunir a personas de distintas categorías sociales en un mismo lugar no va disminuirper se la hostilidad. Para ello son necesarias condiciones que posibiliten un cambio en la categorización social. También es lógico que existan múltiples factores situacionales que determinan los resultados de la interacción, dentro de ellos la frecuencia, la calidad, la variedad, los ámbitos y la atmósfera que rodea el contacto, así como los roles, el estatus y las características de los participantes en la interacción. Una situación intergrupal óptima facilita el desarrollo de relaciones íntimas, permite el descubrimiento de similitudes, y por ende, la atracción interpersonal y el consecuente afecto positivo mutuo (Cook, 1978; Gaertner, Dovidio & Bachman, 1996; Pettigrew, 1998; Sherif, 1979). La TCI ha generado un importante número de investigaciones en el campo y en el laboratorio. La evidencia empírica es altamente consistente con la teoría tanto en niños y niñas (ej. Rich, Kedem, & Shlesinger, 1995), como en adolescentes (ej. Masson & Verkuyten, 1993) y adultos (ej. Hamberger & Hewstone, 1997) en todos los continentes (Pettigrew, 1998). Recientemente, un estudio meta-analítico llevado a cabo por Pettigrew y Tropp (2000) en 376 estudios, con 525 muestras independientes y más de 156.000 participantes confirma el efecto favorable del contacto intergrupal sobre las actitudes interétnicas. Es interesante como la investigación sugiere que los efectos positivos del contacto se extienden más allá de una situación específica, lo que se evidencia en actitudes positivas no sólo hacia los miembros del exogrupo involucrados en el contacto, sino también hacia el exogrupo como un todo y hasta hacia otros exogrupos. Ante
estos
resultados
surge
inevitablemente
la
pregunta
sobre
la
generalización: ¿cómo se logra que las actitudes positivas desarrolladas en una situación de contacto óptimo interpersonal se generalicen más allá de la interacción dada? Al parecer, las condiciones anteriormente descritas son necesarias pero no suficientes para que los efectos positivos del contacto trasciendan la situación de contacto intergrupal óptima. Y es aquí donde los
esfuerzos de la investigación se orientan a estudiar los cambios psicológicos responsables de tal generalización. De esta investigación surgen tres modelos diferentes para explicar la capacidad generalizadora del contacto óptimo: el modelo de personalización de Brewer y Miller (1984), el modelo de la identidad social distintiva de Hewstone y Brown (1986) y el modelo de la identidad social común de Gaertner, Dovidio y Bachman (1996). Los tres modelos parten de la misma premisa: los efectos positivos del contacto están mediados por cambios en las representaciones cognitivas de los individuos sobre el endogrupo, el exogrupo y sus relaciones. Cada modelo, sin embargo, sugiere diferentes vías cognitivas para la reducción de la hostilidad. Como se puede observar, cada uno de estos modelos proporciona puntos de vista muy divergentes pero a la vez muy sólidos y lógicamente fundamentados, y lo que es más, todos estos modelos cuentan con importante respaldo empírico (Brewer, 1996; Dechamps & Brown, 1983; Dovidio, Kawakami, & Gaertner, 2000). En efecto, dadas las diferencias objetivas entre los grupos sociales, algunas veces es imposible y hasta contraproducente negar los límites psicológicos entre los endogrupos y los exogrupos. Sin embargo, una situación que promueve la interacción por medio de la personalización o una identidad social común parece ser una condición
fundamental
para
desconfirmar estereotipos y facilitar la amistad intergrupal. Empero, si el contacto tiene lugar sólo a nivel interpersonal, las actitudes a nivel intergrupal quedarán intactas. Evidentemente el uso del contacto intergrupal como medio para disminuir la hostilidad intergrupal depende en gran medida de variables extrínsecas a la situación de contacto óptimo. Algunas de estas variables están vinculadas a las características particulares de los participantes de la interacción, sus expectativas y sus experiencias pasadas. Aspectos como la ansiedad intergrupal o la importancia atribuida al contacto intergrupal son sólo algunas variables interindividuales que pueden moderar o mediatizar los efectos del contacto sobre las actitudes interétnicas (Stephan & Stephan, 2000; Van Dick, Wagner, Pettigrew, Christ, Wolf, Petzel, Smith-Castro, & Jackson, en prensa). Finalmente, no hay que olvidar que la condición esencial para propiciar
relaciones intergrupales solidarias está dada por la estructura social que determina las relaciones entre los grupos y sus miembros. Una transformación profunda del orden social es esencial para el desarrollo y mantenimiento de la solidaridad y armonía intergrupal.
CAPITULO 3- LA HIPOTESIS DEL CONTACTO EN LA ACTUALIDAD La psicología social lleva décadas interesándose por el efecto del contacto interétnico entre personas de distinto origen o grupo nacional (Allport, 1954). Recientes meta análisis realizados sobre este tema (Pettygrew y Troop, 2006), partiendo de la hipótesis del contacto planteada por Allport (1954), concluyen que el contacto intergrupal reduce por norma general las actitudes prejuiciosas y estereotipos, activando procesos de empatía y conocimiento entre miembros de distintos grupos. Los trabajos realizados en este ámbito corroboran la especial importancia del establecimiento de relaciones de amistad intergrupal (relación social en la que se cumplen en mayor medida las condiciones del contacto de forma más clara) a la hora de conseguir los efectos positivos de dicho contacto (Pettigrew, Tropp, Wagner y Christ, 2011). Por otro lado, el efecto positivo del contacto no varía significativamente con la edad (Tropp y Prenovost, 2008), alcanzado éste un valor similar entre las muestras de niños, adolescentes y universitarios. Por último, los efectos positivos del contacto parecen ser más beneficiosos para los miembros de grupos mayoritarios, teniendo menos efecto en las actitudes intergrupales de los miembros de grupos minoritarios (Wright y Tropp, 2005). En otros países la hipótesis del contacto sí ha sido contrastada con niños desde los primeros años de escolarización formal, considerando el efecto de la diversidad étnica del contexto inmediato de la clase en las actitudes hacia los compañeros de grupos minoritarios (Brown y Bigler, 2002; Hallinan, 1996). Estas investigaciones indican que la representación numérica de niños de grupos étnicos minoritarios en el grupo de clase tiene un impacto importante en el desarrollo de sus actitudes raciales. Los niños del grupo mayoritario (blancos) escolarizados en centros con mayor diversidad étnica expresan mayores niveles de aceptación hacia los niños de minorías que aquellos que
asisten a centros étnicamente homogéneos (Kistner, Mtzler, Gatlin y Risi, 1993). El contacto con miembros de grupos estigmatizados parece ser también positivo incluso uando se realiza en forma de contacto “imaginado” (Cameron, Rutland, Turner, HolmanNicolas y Powell, en este número). Allport plantea la necesidad de promover una “igualdad de estatus” entre los grupos considerados para que las experiencias de contacto tengan un efecto óptimo. Numerosos trabajos con adultos indican que la estigmatización y baja consideración social por parte de los adultos hacia los inmigrantes es común entre los adultos (Cea y Valles, 2009). Un trabajo reciente (Crystal, Killen y Ruck, 2008) muestra cómo la percepción por parte de los niños de las actitudes de sus padres hacia sus propias relaciones de contacto interétnico tiene una influencia importante en la forma en la que estos juzgan situaciones de exclusión racial en contextos escolares.
CONCLUSION Concentrada en aportar soluciones a los problemas concretos de las sociedades pluriculturales modernas, la investigación sobre relaciones intergrupales ha producido y sigue produciendo gran cantidad de conocimiento sobre nuestras reacciones intergrupales. La investigación busca ahora el balance cognitivo-motivacional, con el fin de explicar el cuándo y el porqué de la hostilidad entre grupos. De las teorías cognitivas como la de Allport aprendemos que la hostilidad intergrupal no es exclusiva de sujetos enfermos, sino que surge de sesgos en la percepción comunes a todos los seres humanos, que imponemos una estructura a la realidad social de acuerdo a nuestras creencias y valores. Por otro lado, de las teorías motivacionales aprendemos que estos sesgos obedecen a necesidades psicológicas de diversa índole. En otras palabras, los sujetos estamos dispuestos a distorsionar nuestra percepción del mundo social, en la medida en que estas distorsiones nos permitan satisfacer ciertas necesidades psicológicas. Ahora bien, tanto en las teorías motivacionales, como en los modelos cognitivos se reconoce la necesidad de ubicar las diferencias interindividuales en el marco del contexto concreto de las relaciones objetivas entre los grupos y los significados subjetivos de tal relación. La investigación de Allport estuvo guiada por la idea de que los fenómenos grupales yacen en la psicología del individuo tal y como él opera en situaciones con otros. Aún en la actualidad, algunos modelos sobre pequeños y grandes grupos insisten en estudiar las características grupales como si fueran una suma (o cualquier otro procedimiento aritmético) de las características individuales de sus miembros. La investigación sobre relaciones intergrupales muestra, por el contrario, que la hostilidad intergrupal no puede ser entendida exclusivamente en términos de los deseos conscientes o inconscientes de los
individuos. Aún cuando nuestras unidades de análisis sigan siendo los individuos,
debemos
recordar
que
las
conductas
intergrupales
son
cualitativamente distintas a las conductas interpersonales. Descuidar esta distinción fundamental nos llevaría a caer en graves reduccionismos.
BIBLIOGRAFIA 1. Brewer, John. When contact is not enough: Social identity and intergroup cooperation. International Journal of Intercultural Relations, 20, 291-303. (1996). 2. Cea, Marino . Evolución del Racismo y la xenofobia en España. Informe 2009. Madrid: Observatorio español del racismo y la xenofobia, Ministerio de Trabajo e Inmigración. 3. Fuente:
http://www.ehowenespanol.com/reducir-prejuicio-discriminacion-
contra-grupos-sociales-como_140035/Extraido el 30 de julio del 2016. 4. Smith, Victor. El contenido de los estereotipos. Informe de actividad especial de investigación 723-A2-739. San José, Costa Rica: Instituto de Investigaciones Psicológicas, Universidad de Costa Rica. (2003).
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