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TENDENCIAS Y PROBLEMÁTICA ACTUAL DE LA GEOGRAFÍA José Estébanez Catedrático de la Universidad Complutense
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Definición y contenido
1. ¿Qué es la Geografía? Al intentar responder a la cuestión ¿qué es la Geografía?, las personas no profesionales, ajenas a. la misma, la asocian con sus experiencias en la escuela y en la enseñanza media, lo que justifica que la identifiquen con algo muy distinto a la investigación actual en nuestra disciplina. Casi siempre la identifican con repertorios de nombres de cabos, golfos, ríos, picos, o con un catálogo de cifras de población y producción de países. Al geógrafo se le considera como un archivo de datos o como la persona capaz de situar islas, capitales, países, ríos, etc. Algunas veces he recogido en mi Departamento llamadas telefónicas de personas que quieren conocer el número de islas del mundo, el número de ciudades con el nombre de Toledo, la altitud media de una ciudad, la pertenencia de un núcleo a una determinada provincia, etc. Son muchos también los que piensan que la profesión de geógrafo es algo relacionado con la elaboración y empleo de mapas, y otros, por último, los encargados de redactar las guías de viaje, exploraciones, etc. Incluso en la propia Facultad de Geografía e Historia no faltan colegas historiadores que estiman que nuestras enseñanzas no son pertinentes, porque los alumnos desconocen la localización exacta de una región, país o accidente geográfico. Esta visión, tan alejada de la producción científica de los geógrafos profesionales, no ha de escandalizarnos y cabe justificarla, porque, de manera contraria a lo que ocurre con otras disciplinas, todo el mundo posee experiencias vivenciales de carácter geográfico, lo que justifica que se formen un concepto de lo que pueda ser la disciplina. Si se pregunta por otra ciencia, tal vez la mayoría de las personas ajenas a la misma se encuadraríanen el epígrafe de «no sabe» o «no contesta», y, en el caso de atreverse a responder, la contestación sería tan imprecisa y vaga como la referente a la Geografía.
que forma parte de una sociedad, y ello es tanto más cierto cuando avanzamos en el tiempo, ya que la ciencia y su estructura social es la «praxis investigadora» (GRANO, 1981, p. 18) y constituye una parte de la acción de los científicos, entendiendo por acción la acción cognitiva y sus actividades instrumentales concretas. La Geografía puede considerarse: a) como un cuerpo organizado del conocimiento a partir del cual se desarrolló el contenido científico de la Geografía; b) la acción práctica a partir de la cual se desarrolló la praxis de la investigación; c) la institución social de la disciplina. Grano considera que no han de hacerse distinciones entre estos tres aspectos, dado que el conocimiento y el desarrollo del mismo están ligados al científico individual que, a su vez, pertenece a un grupo social determinado. Granó considera que las variaciones que aparecen en estos tres componentes a lo largo del tiempo constituyen la historia de la Geografía. Así considerados, la Geografía como conocimiento se inscribe en un conjunto mayor que es la ciencia en un amplio sentido (Wissenschaft); como praxis de investigación forma parte de la práctica científica general y como institución social es parte también de la estructura social y organizativa de la ciencia. Por último, la Ciencia, considerada en su totalidad, constituye como conocimiento parte de la cultura general, como praxis investigadora parte de la acción y comportamiento humano, y como institución social, parte de la estructura social de la sociedad (GRANO, 1981, p. 19), figura 3.1. Este enfoque contextual centra, a mi modo de ver, el análisis del pensamiento geográfico que Granó resume en el cuadro que insertamos en la página 42. Este enfoque contextual es ponderado y permite explicar, dentro de los objetivos generales de la ciencia y de la demanda social, la respuesta dada por la comunidad de geógrafos en este contexto, teniendo en cuenta además los intereses de los geógrafos. Descrito el papel desempeñado por la institucionalización de la Geografía y la influencia de las sociedades geográficas en esta institucionalización, parece oportuno analizar los enfoques filosóficos y la metodología dominantes en cada época, para poder comprender las grandes corrientes de pensamiento y su vigencia actual.
4 Geografía y filosofía
Desde la muerte de Humboldt y Ritter (1859) hasta nuestros días, puede firmarse, al menos de un modo general, que están presentes en la Geografía dos grandes corrientes filosóficas que influirán de un modo diferente, según los distintos períodos de tiempo, en el pensamiento geográfico: el positivismo * y el historicismo *. Sin entrar en rnatizaciones, por filosofía pueden entenderse, como dice TITUS (1964, p. 68), diferentes cosas: •
•
•
una actitud personal hacia la vida y el universo, esto es, una especulación que intenta hacer frente a la dificultad y a los problemas de la vida no resueltos; un método de reflexión lógico. El intento personal de comprender lógicamente un problema concreto; y un intento de desarrollar una visión global, un sistema.
En definitiva, la filosofía trata de dar una visión general de las cosas, en tanto que la ciencia es una actividad más analítica. Como dice TITUS (1964, p. 97), la filosofía intenta combinar las cosas elaborando una síntesis interpretativa que permita descubrir el significado de las mismas.
1. El positivismo El positivismo, entendido como corriente filosófica en sentido múltiple, se desarrolló fundamentalmente en el siglo xix y tuvo una influencia dominante en el pensamiento científico, ejerciendo también un papel capital en la constitución del pensamiento geográfico
En los capítulos sucesivos estudiaremos los enfoques que mayor influencia ejercieron en el pensamiento geográfico. Emplearemos el término de paradigma para referirnos a un conjunto de ideas, teorías, conceptos y técnicas de trabajo compartidas por un grupo de geógrafos. No le damos el poder explicativo que le concede KUHN (1971) cuando lo aplica a la evolución de la ciencia. Más adelante volveremos de nuevo a tratar esta cuestión.
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El paradigma determinista
1. La influencia de Darwin
La Geografía se consolidó como disciplina de una manera clara y con una finalidad pedagógica y de formación «ciudadana» en Alemania, en donde, en 1890, en casi todas las Universidades tenían una enseñanza especial en Geografía, y ya destacaban las escuelas centradas en torno a los grandes maestros como Richtofen, Ratzel, y Partsch. La razón de este precoz desarrollo institucional fue el incluir a la Geografía como disciplina en las enseñanzas primarias y medias, y como materia adecuada, junto con la Historia, de exaltación patriótica. La escolarización en Alemania fue muy rápida y, por ello, la demanda de docentes de Geografía, así como la necesidad de formar profesores de esta disciplina atrajo a este estudio a profesionales procedentes de muchos campos: historiadores, filósofos, botánicos, geólogos y muy pocos geógrafos, es decir, discípulos de Ritter. Estos primeros catedráticos procedentes de campos muy diversos se apresuran a justificar la importancia de la disciplina y se afanan por delimitar el contenido y los límites de la Geografía. El problema que se plantea es, por una parte, sintonizar con las corrientes y métodos filosóficos dominantes en los últimos decenios del siglo xix, y, por otra, evitar el dualismo que conduciría a una separación rígida entre la Geografía física, cultivada por geógrafos procedentes del campo de las ciencias naturales, y la Geografía humana a la que se dedicaban los geógrafos con formación histórica. En un primer momento se duda, y se llega a considerar «científica»-sólo la geografía física, puesto que era el campo que permitía aplicar, de una forma clara, el método empleado por las ciencias de la Naturaleza ycompatible también con el evolucionismo de Darwin imperante en esta época.
datos de cada columna tienen media de cero y desviación típica de 1.
CUADRO 2 saturaciones actoria!es VARIA()%'
CUADRO 3 #roorci-n .e /ariana .e ca.a /aria!e
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*%'&UDIA$&%'+
I
II
III
IV
1
- 0, 5012
- 0, 3263
- 0, 5662
0, 1871
e!ica.a or !os cuatro coonentes V AR ARIA () ()%
#RO#ORC IO$
1
0,7133
2
0,5311
2
- 0, 6377
0, 212
0, 1653
0, 2283
3
- 0, 7733
0, 1453
- 0, 2266
- 0, 0356
3
0,6717
4
- 0, 8166
- 0, 0455
0, 325
0, 1489
4
0,7967
5
- 0, 839
0, 1731
- 0, 0854
0, 056
5
0,7444
6
- 0, 4401
0, 5694
0, 0567
0, 3814
6
0,6666
7
0,6089
8
0,7384
7
- 0, 7779
- 0, 0436
- 0, 018
0, 0395
8
- 0, 7968
- 0, 1378
0, 1333
0, 2584
9
- 0, 8905
0, 0932
0, 1426
10
- 0, 7853
0,1934
- 0, 1481
11 12
- 0, 7283 - 0, 8535
- 0, 2816 0,2611
0, 2136 - 0, 0994
9
0, 834
- 0, 1093
10
0,7137
- 0, 1941
11
0,7364
12
0,8112
13
0,5938
14
0,7539
15
0,5191 0,3547
0, 2849 0, 069
13
- 0, 5663
0,3583
- 0, 2787
- 0, 2588
14
- 0, 4604
- 0, 5548
- 0, 4677
0, 1238
16
15
- 0, 3846
- 0, 5679
- 0, 2207
0, 0006
17
0, 634
16
- 0, 4569
- 0, 0432
- 0, 1492
0, 349
18
0,7317
17
- 0, 6729
0, 3694
- 0, 1315
- 0, 1657
19
0,7729
20
0,6985
21
0,6319
22
0,7327
18
- 0, 1932
- 0, 375
0, 7021
0, 2465
19
- 0, 5932
- 0, 4522
0, 0991
- 0, 4546
20
- 0, 8224
- 0, 007
0, 0152
- 0, 1481
21
- 0, 6258
- 0, 3609
0, 1449
- 0, 2984
22
- 0, 6091
0,1032
0, 4572
- 0, 3769
Para tener una idea más clara, se puede expresar el grado de asociación entre variables y factores, en porcentajes; así, por ejemplo, si elevamos al cuadrado el primer coeficiente de correlación de la primera fila, y lo multiplicamos por 100, obtenemos: — 0,50122X 100=25,12 por 100, que indica el porcentaje de la varianza de la primera variable (estudiante) que está contenida en el primer factor. Si continuamos la operación, siguiendo la fila, tenemos; 10,64 por 100, 32,05 por 100 y 3,50 por 100, que, sumados con el valor anterior, proporcionan el 71,3 por 100 de la varianza, mientras que el 28,7 por 100 representa el punto de vista no compartido con los restantes compañeros. En el cuadro 3 aparece la proporción de varianza de cada variable explicada por los cuatro factores y en el cuadro 4 se incluyen las puntuaciones factoriales de cada provincia. Los
CUADRO 4 Puntuaciones factoriales de las provincias rovincias PROVINCIAS A lav a A lba cete A lica n te
I 0,7551 -1,5822 0,805
COMPONENTES II III -0,6903 -0,3248 -0,1464 -0,3325 0,005 -1,7531
IV 1,4105 0,002 -0,3162
Vizca y a Zamo ra Zarag o za
0,9765 -1,085 0,3588
-1,0112 0,5296 0,315
-0,1866 0,8582 -1,3195
0,1402 -0,1411 -2,4233
Con los valores del cuadro 4 se puede construir un mapa de coropletas o de isolíneas (fig. 8.3), en donde aparece la posición relativa de cada provincia con respecto a las preferencias espaciales de los estudiantes de Barcelona. Hemos utilizado sólo el valor del componente I, por ser éste el de mayor poder explicativo (44,9 por 100 de la varianza total). En la figura 8.4 se resume esquemáticamente las etapas necesarias para la elaboración de un mapa mental, según el esquema empleado por P. GOULD, R. WHITE (1974, p. 67), aunque modificándolo en el sentido de completar el esquema introduciendo nuevos pasos. Se parte del supuesto de que las personas representadas por los cuadros que van de la letra A a la G reciben información de las diferentes provincias españolas, información que es muy diversa y procedente de diferentes medios.Estos flujos de información y de conocimientos espaciales pueden organizarse en conjuntos de preferencias ordenadas, sometidos a ruidos e incertidumbres. El paso siguiente es calcular una matriz cuadrada de correlaciones entre los estudiantes (en el ejemplo de Barcelona es de 22X22). La lista de preferencias y la matriz de correlaciones constituyen el input con el que se calculan los factores y la matriz factorial que recoge el grado de correlación de las variables con los factores. La última etapa corresponde al cálculo de la matriz de puntuaciones factoriales de cada provincia, derivándose de esta última matriz el mapa mental correspondiente. Hemos visto que cada estudiante tiene un grado de asociación (cuadro^) con cada factor; el valor del coeficiente de correlación indica el grado de acuerdo de estas personas con el grupo, es decir, el punto de vista compartido con respecto a una dimensión o característica concreta de la región (lengua, economía, clima, etc.). Estos coeficientes de correlación se utilizan
sin procedimientos analíticos explícitos y replicables, la Oleografía humanista rio superará la fase descriptiva, pues es precisamente en este tipo de enfoque donde más claro hay que dejar el papel jugado por el analista social. Así pues, el reto de la Geografía humanista está en aclarar la método-, logia, ya que la palabra Verstehen * se aduce siempre que no se han resuelto los problemas metodológicos. Y no hay que olvidar que el problema de la comprensión empática está en la posible esquizofrenia intelectual de prescindir de nuestra propia visión del mundo para implicarnos, sin ideas previas, en la forma de vida de la persona o grupo, objeto de investigación. Por ello, hasta que no se aclare su metodología, la Geografía humanista es más una actitud crítica al positivismo que una alternativa geográfica (Entrinkin, 1976, p. 630). En suma, la gran aportación de la Geografía humanista es poner en tela de juicio muchos conceptos mal conocidos, ensanchar el campo de la disciplina sugiriendo nuevas vías que pueden ser esenciales, puesto que, como dice Relph, un estudio geográfico ha de medirse por «lo que añade al conocimiento del mundo o a nuestra propia comprensión», más que por seguir unas reglas metodológicas precisas. Como conclusión podemos decir que la pretensión de derrocar «la dictadura del positivismo» y buscar un nuevo paradigma que lo sustituya no se ha logrado y que, si bien existen esquemas y propuestas apoyadas en filosofías diferentes al positivismo lógico, carecemos de «ejemplares», es decir, de un cuerpo de doctrina, de una metodología y de unas técnicas que permitan enfrentarnos con el estudio del nombre y su actuación en el medio. Esta conclusión no quiere decir que los esquemas y alternativas expuestas no sean dignas de tenerse en cuenta y de seguir profundizando en las mismas, puesto que algunas parecen muy apropiadas en el campo de la enseñanza y de la ordenación del territorio. Así pues, la proliferación de tendencias, lejos de producir confusión deben verse con una mente abierta, aplicando el viejo proverbio chino «deja que broten cien flores», puesto que con todas ellas conseguiremos una visión del mundo más plena, más matizada y, sobre todo, más humana que con la adscripción ciega a un solo enfoque.
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