TEMA Abraham

January 27, 2024 | Author: Anonymous | Category: N/A
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TEMA: Abraham OBJETIVO: Que el adolescente conozca la historia de Abraham, recate los valores y los lleve a cabo en su vida. ORACION INICIAL: Espontanea DINAMICA: TELEFONO DESCOMPUESTO (Meditar la dinámica, concientizarlos. Como se distorsiona la información o en momentos de prueba a veces nos hacen dudar de nuestra fe cuando no la conocemos a fondo. Acompáñame conocer la historia de un hombre de una verdadera fe, y total confianza en Dios. Se lee. Genesis 17, 15-22 1. ¿Quién fue Abraham? Abraham es un personaje muy importante en nuestras historias.  Estas historias que estamos contando y que sacamos de la Biblia. Abraham vivía con su esposa y sus familiares en una ciudad llamada Ur.  Allí estaba cómodo y vivía muy bien. Pero un día Dios le habló a Abraham y le dijo algo que lo sorprendió:  Deja tu casa, deja tu ciudad y sal para una tierra que Yo te indicaré.

2.      Y ¿qué creen ustedes que hizo Abraham? Pues recogió todas sus cosas y se despidió de todos.  Tomó a Sara, su esposa, y a un sobrino que era huérfano, llamado Lot.  Abraham y Sara no tenían hijos. Se llevó también a sus sirvientes y sus ganados.  Llevaban camellos para cargar el equipaje y para viajar ellos.  Llevaban también corderos y ovejas.   Y llevaban tiendas de campaña para acampar en los campos por donde viajarían. Partieron para un viaje que iba a durar mucho tiempo. 3.  ¿Por qué creen ustedes que Abraham obedeció esa orden tan rara que Dios le había dado? Porque él confiaba totalmente en Dios.  El creía que si Dios le pedía eso, sería porque eso era lo mejor para él y su familia. Y confiado en Dios, partió a un sitio que ni siquiera sabía dónde quedaba, ni como se llamaba.  Estaba confiando que Dios se lo iba a indicar, como le había prometido. 4.      ¿Cómo fue el viaje? Caminaban por tierras desconocidas, tomaban agua de los pozos que conseguían y acampaban en los sitios donde había agua y donde había pasto para los ganados. Un día llegaron a la tierra de Canaán.  Canaán era una tierra linda y fértil.  Y allí se detuvieron porque Dios volvió a hablarle a Abraham. 5.      ¿Qué le dijo Dios a Abraham al llegar a Canaán? Mira esta tierra.  Te la voy a dar a ti y a todos tus descendientes.  Y Abraham pensaba:  pero si yo no tengo hijos… Y Dios seguía hablándole:  Serás padre de muchísima gente, de un gran pueblo.  Yo seré el Dios de ustedes, y ustedes serán mi Pueblo.

Abraham pensaría:  bueno, esto es raro, pero para Dios no hay nada imposible.  Y así seguía confiando en Dios. 6.      ¿Qué era lo que más quería Abraham? Ahora que Dios le había prometido que sería padre de mucha gente,  Abraham y Sara querían tener un hijo.Pero pasaba el tiempo y nada que venía el hijo.  Abraham y Sara eran ya muy viejos. Un día Abraham le dijo a Dios:  ya soy viejo y Sara también.  Cuando muera mis sirvientes serán los que heredarán mis cosas. 7.   ¿Qué le contestó Dios a Abraham? Ven afuera a ver las estrellas.  ¿Puedes contar las estrellas? Abraham se quedó callado sin poder contar las estrellas.  Y Dios continuó: Te prometo que vas a tener una descendencia más numerosa que las estrellas del cielo. Bueno, aunque aquello parecía imposible, Abraham seguía confiando, porque sabía que Dios estaba con él. 8.      ¿Y qué pensaría Dios de Abraham? Dios estaba contento, muy contento con Abraham, porque confiaba en El. 9.      ¿Qué sucedió un tiempo después? Estaba Abraham en la entrada de su tienda y Sara estaba dentro de la tienda.  Y se presentaron a la tienda de Abraham tres hombres. Abraham se sorprendió de esa visita, porque en esa tierra tan despoblada, era muy raro que vinieran visitantes Entonces Abraham los atendió muy bien.  Le pidió a Sara que preparara una buena comida.  Sara horneó pan y mataron un ternero para comer. 10.    ¿Qué le dijeron esos visitantes a Abraham? ¿Dónde está Sara?, dijo uno de ellos.  Abraham contestó que estaba adentro en la tienda. Entonces uno de ellos le dijo esto:  Antes de un año, Sara tendrá un hijo. Sara, que estaba dentro de la tienda, pero podía oír lo que decían, se río, pensando que eso era imposible. ¡Es que Sara ya tenía 90 años y Abraham tenía 100 años!!!  En esa época la gente vivía muchísimo más que ahora.  Pero la verdad es que ya estaban bien viejos para tener bebés. Uno de los visitantes dijo:  ¿Y por qué Sara se ríe?  Sara se apenó y pretendió decir que ella no se había reído. El visitante continuó:  Nada es imposible para Dios.

11.    ¿Qué pensó Abraham? Enseguida que dijeron que para Dios no hay nada imposible, Abraham se dio cuenta que esos visitantes eran enviados de Dios.  Y que lo que habían prometido se iba a cumplir.

12.    ¿Qué sucedió con Sara? Que tuvo su bebé nueve meses después de esa visita misteriosa.   Se cumplió lo que los visitantes habían prometido. 13.    ¿Saben cómo se llamó el bebé? Isaac. 14.    ¿Y saben que significa Isaac? Risa.  Alegría, porque Sara se rió y porque Isaac era un bebé lindo y muy querido, que vino a alegrar la casa de Abraham y Sara. 15.       ¿Y qué pasó cuando Isaac ya estaba grandecito? Sucedió algo impresionante.   Dios volvió a hablarle a Abraham:  Quiero que tomes a tu hijo Isaac, a tu hijo muy querido y que me lo ofrezcas en sacrificio. ¿Qué!!!  pensó Abraham. El hijo que me prometiste y ahora me lo pides!  ¡Qué cosa más inesperada!  Y ¡qué cosa más dolorosa! 16.    ¿Y qué creen ustedes que hizo Abraham? Este hombre bueno siguió confiando en Dios y haciendo todo lo que le pedía hacer. Aunque esto no calzaba con la promesa de Dios de tener una gran descendencia y, aunque esto le doliera tantísimo, Abraham siguió obedeciendo a Dios. Abraham sabía que eso era lo que debía hacer y que Dios arreglaría las cosas. 17.    ¿Cómo fue el viaje hacia el monte donde Abraham iba a sacrificar a Isaac? Abraham iba tristísimo.  Isaac estaba extrañado, porque su papá le dijo que iban a ofrecer un sacrificio, pero no llevaban ni oveja ni cordero para el sacrificio.  Llevaban la leña y el cuchillo, pero faltaba el animal. Isaac le preguntó a Abraham:  ¿y dónde está el animal para el sacrificio?  Abraham le dijo a su hijo:  Dios lo proveerá. 18.    ¿Qué sucedió al llegar a la cima del monte? Abraham puso a Isaac sobre la leña y levantó el cuchillo para sacrificarlo….!!!Pero un Ángel le sostuvo la mano a Abraham para que no matara a su hijo Isaac.  Y le dijo:  No lo sacrifiques.  Ahora  sé que amas más a Dios que a tu hijo. Imagínense la impresión de Abraham y de Isaac.  Y ¡qué alivio tuvieron!  Dios los había probado y Abraham mostró que Dios es lo más importante, más importante que su propio hijo. Dios estaba muy contento con Abraham.  19.    ¿Y qué pasó enseguida? Abraham volteó y vio un carnero enredado entre la maleza.  Era el animal para el sacrificio.

Recuerden que Abraham le había dicho a Isaac:  Dios proveerá el animal para el sacrificio.  Y así fue. Abraham mató al carnero y lo ofreció en sacrificio a Dios. ¿Qué tuvo de especial la fe de Abraham? ¿De qué forma demostró Abraham su fe, y qué lecciones podemos aprender de esto? Abraham fue un forastero y peregrino en la tierra de Canaán de la misma forma en que los cristianos en la actualidad son extranjeros en los caminos del mundo. El apóstol Pablo escribió acerca de la fe de Abraham en Romanos 4:3: “Porque, ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia”. Esta cita es de Génesis 15:6. ¿A cuál ejemplo de fe se estaba refiriendo Pablo? El profundo ejemplo de la fe de Abraham La respuesta está en Génesis 15:4-6: “Luego vino a él palabra del Eterno, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará. Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia. Y creyó al Eterno y le fue contado por justicia”. Esta fe extraordinaria, inamovible que Abraham tuvo en el poder y las promesas de Dios era lo que Pablo estaba recordando. “El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia. Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido” (Romanos 4:18-21). Pablo recalcó que la creencia de Abraham no se debilitó por el hecho de que él casi tenía 100 años, él no era débil en la fe. Él era fuerte en la fe. La fe es una profunda convicción de que las palabras de Dios son verdad y de que Dios llevará a cabo todo lo que Él ha prometido. Abraham simplemente creyó que Dios haría lo que Él dijo. Nada es demasiado difícil para Dios. Nada es imposible para Dios. Esto es un ejemplo para nosotros hoy, que nuestra fe en Dios debe ser fuerte. Una etapa anterior en la fe de Abraham “Pero el Eterno había dicho a Abram; Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición… Y se fue Abram como el Eterno le dijo: y Lot se fue con él” (Génesis 12:1-2, 4). Hebreos 11:8 nos dice qué fue lo extraordinario de esta partida: “Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba”. Abraham partió, y el confió y creyó que Dios lo guiaría a él y a su familia en medio de ese territorio desconocido. No hubo preguntas ni dudas. Él mostró su fe al salir. Este fue un profundo acto de fe. La fe de Abraham continuó

Después, Abraham llegó a la tierra de Canaán, y continuó siendo un forastero y peregrino en tierra extraña. Pero él le creyó a Dios, quien le había prometido que un día, él y sus descendientes heredarían esta tierra. Génesis 13:14-17 registra la promesa a Abraham: “Y el Eterno dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre. Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada. Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré”. Además de valorar la bendición prometida de la tierra para sus descendientes, Abraham creció en fe hacia Dios y anticipó personalmente una recompensa espiritual. Hebreos 11:9-10 nos registra este proceso: “Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios”. Abraham, junto con otras personas de fe, anticipaba una ciudad permanente y una patria que vendrían: “Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra… Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad” (Hebreos 11:13-16). Nosotros también vivimos nuestra vida como extranjeros y peregrinos en esta tierra, esperando con paciencia y fe, que sea establecido el Reino de Dios en la tierra, gobernando desde Jerusalén. Nosotros también somos residentes temporales que desean una ciudad celestial mejor —una ciudad que llegará en el futuro. La prueba de la fe de Abraham ¡La fe de Abraham fue probada! Hebreos 11:17 nos relata la prueba suprema de la fe de Abraham: “Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía a su unigénito, habiéndosele dicho: en Isaac te será llamada descendencia; pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir”. Abraham creyó que Dios podía levantar a Isaac de la muerte, si era que Dios no le perdonaba la vida a Isaac (Génesis 22). Abraham debió haber creído que Dios tenía una muy buena razón para pedirle que sacrificara a Isaac, y que de alguna forma Isaac hubiera sido levantado de la muerte para cumplir las promesas que Dios había hecho con respecto a él. La disposición de Abraham de entregar a su hijo, era un prototipo de la disposición de Dios el Padre de dar su único hijo engendrado (Cristo) como un sacrificio. Nosotros, que somos de la fe de Abraham también debemos creer que Dios puede resucitar de la muerte. Las lecciones de la fe de Abraham Ya que la fe de Abraham se menciona con tanta frecuencia en la Biblia, hay muchas lecciones que podemos aprender. Primero que todo, Abraham fue justificado por fe. Dios ordenó que todos debíamos ser justificados por fe. Esto significa que somos declarados sin falta por él por la sangre del sacrificio de su hijo Jesucristo y por fe en Dios. Romanos 4:9-11 explica el significado de la justicia por la fe: “Porque decimos que a Abraham le fue contada la fe por justicia. ¿Cómo pues, le fue contada? ¿Estando en la circuncisión, o en la incircuncisión? No en la circuncisión, sino en la incircuncisión. Y recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo estando aún incircunciso; para que fuese padre

de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justicia”. Entonces, ya sea que seamos judíos o no, aquellos que tienen la justicia de la fe, la fe les es contada por justicia por Dios y son hijos de nuestro padre Abraham (v. 12). Al seguir las pisadas de Abraham todos deben tener fe. El mensaje del evangelio llegó a Abraham Debemos recordar que las promesas que Dios le dio a Abraham se cumplen por medio de la fe. Abraham y sus descendientes, sus verdaderos descendientes que tienen fe, van a heredar las promesas que Dios le hizo a Abraham. Como dice Romanos 4:13: “Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe”. Las promesas que le hicieron a Abraham son parte del mensaje del evangelio. Abraham escuchó y creyó en el evangelio. Gálatas 3:8 dice: “Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham.

ORACION FINAL: se le darán papelitos y lapiceros, escribirán una pequeña oración personal donde pidan a Dios no tener dudas de nuestra Fe, y creer firmemente siempre en su palabra. (poner música instrumental) Se ofrendarán en el altar. Se recitará el credo Creo en un solo Dios,  Padre todopoderoso,  Creador del cielo y de la tierra,  de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo,  Hijo único de Dios,  nacido del Padre antes de todos los siglos:  Dios de Dios,  Luz de Luz,  Dios verdadero de Dios verdadero,  engendrado, no creado,  de la misma naturaleza del Padre,  por quien todo fue hecho;  que por nosotros lo hombres,  y por nuestra salvación  bajó del cielo,  y por obra del Espíritu Santo  se encarnó de María, la Virgen,  y se hizo hombre;  y por nuestra causa fue crucificado  en tiempos de Poncio Pilato;  padeció y fue sepultado,  y resucitó al tercer día, según las Escrituras,  y subió al cielo,  y está sentado a la derecha del Padre;  y de nuevo vendrá con gloria  para juzgar a vivos y muertos,  y su reino no tendrá fin.

Creo en el Espíritu Santo,  Señor y dador de vida,  que procede del Padre y del Hijo,  que con el Padre y el Hijo  recibe una misma adoración y gloria,  y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia,  que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo  para el perdón de los pecados.  Espero la resurrección de los muertos  y la vida del mundo futuro.  Amén.

MATERIAL COMPLEMENTARIO (imágenes que les ayudaran de apoyo para contar la historia)

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