Tema 9. La Actuación Del Celador en Relación
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El celador en su relación con los enfermos mentales © Laya Sapiens
El celador en su relación con los enfermos mentales
Indice TEMA 9................................................................................................................................................................1 LA ACTUACIÓN DEL CELADOR EN RELACIÓN CON LOS ENFERMOS MENTALES..................2 1. LAS UNIDADES DE PSIQUIATRÍA................................................................................................2 1.1 La psiquiatría..............................................................................................................................2 1.2 Enfermedades psiquiátricas........................................................................................................2 1.3 Actuación del celador en relación al enfermo mental...............................................................10
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TEMA 9
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LA ACTUACIÓN DEL CELADOR EN RELACIÓN CON LOS ENFERMOS MENTALES 1. LAS UNIDADES DE PSIQUIATRÍA En los últimos años, la asistencia psiquiátrica, ha sufrido una gran variación. El enfermo mental se podrá tratar tanto en los ambulatatorios como en los hospitales, siempre que éste se encuentre en una situación de crisis y se requiera su internamiento. Como causas más generales para el ingreso hospitalario del enfermo señalaremos: La presencia de una serie de conductas que pongan en peligro la integridad física del paciente, así como la de las personas que lo rodean. -
El aislamiento.
Por último, señalar que en los últimos tiempos, las unidades de psiquiatría se están creando dentro de los propios centros hospitalarios, evitando así, la discriminación que existía en relación a los enfermos mentales, puesto que éstos eran ingresados en "manicomios" ubicados la mayoría de las veces lejos de centros urbanos. A continuación pasaremos a explicar las distintas enfermedades psíquicas, que son definidas por la Organización Mundial de la Salud, OMS, de la siguiente forma: "la enfermedad es una alteración del funcionamiento mental, suficientemente manifiesta y específica en sus caracteres clínicos para ser uniformemente identificable por referencia a un modelo claramente definido, y lo suficientemente grave como para provocar una pérdida de capacidad profesional o adaptación social que se traduzca concretamente por ausencia de trabajo o por intervenciones judiciales o sociales".
1.1 La psiquiatría La psiquiatría es la rama de la medicina que se ocupa de la patología de la vida psíquica a nivel de la integración que provoca la independencia y la adaptación del hombre a las condiciones de su existencia. La vida psíquica se basa en la maduración del sistema nervioso. Las enfermeda−des psiquiátricas se agrupan en: -
Psicosis.
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Neurosis.
1.2 Enfermedades psiquiátricas
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El celador en su relación con los enfermos mentales A. Enfermedades agudas a. Crisis maníacas o manía La manía es la excitación excesiva de las funcio−nes psíquicas debido a la exaltación del humor, las emociones y los instintos. Suele aparecer al principio una pequeña crisis depresiva que luego da paso a una exaltación, a veces inesperada y a veces progresiva. Una crisis de este tipo puede durar unos cinco meses y suelen aparecer entre los veinte y los cin−cuenta años. El tratamiento suele ser: ingreso hospitalario, fármacos, sales de litio, etc. Los síntomas más frecuentes son: depresión, exaltación del humor, trastornos del sueño, adelgazamiento, agitación psíquica, hambre, sed, etc. b. Psiconeurosis emocionales Son reacciones de ansiedad producidas en el paciente por un shock emocional. Sus causas, por tanto, son exógenas. Su tratamiento es a base de sedantes, psicoterapia y curas de sueño. Entre sus síntomas destacan: agitación, estupor, desorientación, insomnio, pesadillas, confusión mental, etc. Suelen remitir con el paso del tiempo. c. Depresión La depresión es un estado psíquico patológico caracterizado por tristeza, melancolía, abatimiento, disminución de la autoestima, etc., que no responden a una causa real explicable. Sus manifestaciones son de diversos tipos, desde la falta de motivación y de concentración, hasta graves alteraciones fisiológicas de las fun−ciones corporales. Puede ser neurótica cuando la causa de la depresión es un conflicto intrapsíquico o una situación traumática no clara. Será psicótica cuando exista un deterioro grave de la funciones psíquicas y mentales como consecuencia de un conflicto intrapsíquico no claro. Los síntomas suelen ser: -
Tristeza.
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Ganas de morir.
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Hipocondría, etc. 3
El celador en su relación con los enfermos mentales La depresión suele durar varios meses y desaparecer de manera inexplicable o permanecer durante toda la vida. La depresión destroza las relaciones interpersonales y las relaciones con la sociedad. Su tratamiento se basa en electroshock, psicoterapia neurolépticos, etc. d. Psicosis delirantes agudas Es un estado de delirio que aparece de forma súbita y evoluciona de forma transitoria. e. Delirio El delirio es un trastorno mental agudo caracterizado por confusión, desorien−tación, inquietud, disminución de la conciencia, temor, ansiedad, excitación, alu−cinaciones, etc. Normalmente, está provocado por una alteración de las funciones cerebrales causada por trastornos metabólicos como malnutrición, ingestión de sustancias tóxicas, desequilibrio endocrino, estrés, inhalación de sustancias tóxicas, alcohol, agotamiento, etc. Suelen ser trastornos breves y reversibles, aunque en los casos más graves pueden quedar secuelas cerebrales permanentes. Su tratamiento suele ser con sedantes y tranquilizantes. Se recomienda que el paciente guarde reposo en un ambiente tranquilo y siempre vigilado, para evitar que se autolesione o sufra un acci−dente. Cuando el trastorno permanece durante bastante tiempo puede producirse desequilibrio hídrico y déficit de vitaminas. f. Psicosis confusooníricas Estado mental caracterizado por una gran desorientación en cuanto al tiempo, el entorno, obnulación de la conciencia y delirio, que provoca aturdimiento, per−plejidad, insomnio, inapetencia, pensamiento desordenado e imposibilidad de elegir o actuar por propia voluntad. Normalmente se debe a causas toxiinfecciosas, aunque puede deberse a un estrés psíquico. El caso más destacado, es el síndrome de Korsakoff. Se caracteriza por ser un trastorno emocional en el que predominan las ilusio−nes, los falsos reconocimientos, la amnesia de fijación y la polineuritis. El tratamiento se realiza mediante fármacos, electroshock, eliminación de las causas toxiinfecciosas, vitaminas, etc.
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El celador en su relación con los enfermos mentales B. Enfermedades crónicas a. Perversión sexual Comportamiento sexual anómalo y regresivo que sustituye la manera normal y natural de llegar a la satisfacción sexual mediante el orgasmo. Es una des−viación de la conducta sexual normal. Lo anómalo del comportamiento puede ser el objeto utilizado en el acto sexual o el fin que se busca. Entre los comportamientos más frecuentes podemos citar: -
Masturbación compulsiva o autoerotismo.
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Pedofilia (con niños).
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Incesto (con miembros de la propia familia).
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Necrofilia (con cadáveres).
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Zoofilia (con animales).
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Gerontofilia (con ancianos).
Exhibicionismo (obtención de excitación sexual mediante la exposición de los genitales a los demás en lugares públicos, sin que el sujeto actuante pretenda realizar después una actividad sexual). Voyeurismo (trastorno psicosexual consistente en que la excitación y el placer sexual se obtiene por observación secreta de objetos o situaciones sexuales). Frotteurismo (es la obtención de placer exclusivo a través del frotamien−to de los órganos genitales contra el cuerpo de una persona desconocida y sin su consentimiento). -
Violación.
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Sadismo (mediante el dolor de otros).
El tratamiento suele ser psicoterapeútico. Son de difícil curación. b. Neurosis Es el trastorno de la personalidad producido por conflictos internos que conducen a la ansiedad. Normalmente se conserva la percepción de la realidad, aunque esta aparece distorsionada, y el comportamiento y las actitudes sociales permanecen dentro de unos límites aceptables. 5
El celador en su relación con los enfermos mentales No existe sustrato orgánico que la justifique, sólo un trastorno funcional aparente. Suele ser un trastorno de larga duración que remite de forma lenta y progresiva. Entre sus síntomas destacan las anomalías en la actividad sexual (impotencia, frigidez, etc.), agresividad, enuresis, tics, tartamudez, etc. Puede ser de varios tipos: de angustia, fóbica, histérica, obsesiva, profesional, traumática, etc. Neurosis de angustia En la neurosis de angustia, el síntoma principal es la ansiedad constante que padece el enfermo. Suele ser producida por una represión, insuficiente desahogo, etc. Sus síntomas son disnea, taquicardia, náuseas, vómitos, diarrea, tenesmo, poliuria, cefalea, temor, dudas, etc. El tratamiento suele ser psicoterapeútico y mediante la administración de sedantes. Neurosis fóbica La neurosis fóbica se caracteriza por las fobias, o temores desmesurados a determinadas cosas, objetos, personas, animales, etc. Los síntomas más frecuentes son fatiga, palpitaciones, sudoración, desva−necimiento, pánico, ansiedad, temblor, náuseas, etc. El terror que se siente ante el objeto o causa, suele estar provocado o rela−cionado con alguna experiencia dolorosa o desagradable que el individuo recuerda o asocia. El individuo necesita de manera irracional y compulsiva evitar el objeto o la situación que les produce temor. Generalmente, la reacción es injustificable. El tratamiento suele ser largo realizándose mediante psicoterapia o técni−cas conductistas. También se utilizan antidepresivos y ansiolíticos para redu−cir la ansiedad. Entre las fobias podemos destacar, por ejemplo: -
Hipocondría: miedo a las enfermedades.
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Claustrofobia: miedo a los espacios cerrados.
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Vértigo: miedo a las alturas.
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Etc.
Neurosis obsesiva
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El celador en su relación con los enfermos mentales Estos enfermos se caracterizan por la tendencia a realizar actos repetitivos o rituales, como un medio de liberar tensión o de aliviar la ansiedad. Suelen tener conciencia de su propia enfermedad e ideas en su mente que les obsesionan. El tratamiento es a base de psicoterapia, electroshock, quimioterapia (tera−pia farmacológica). Muchas veces los casos son irreversibles. Neurosis histérica Es un estado general de tensión o excitación en el que el miedo se apodera de la persona, y le hace perder el control de sus emociones. Entre los síntomas más frecuentes están la amnesia, espasmos, crisis ner−viosa, parálisis funcional, trastornos sensoriales, etc. El tratamiento suele ser psicoterapeútico. c. Esquizofrenia Enfermedad psicótica caracterizada por una gran distorsión de la realidad, con trastornos del lenguaje y la comunicación, aislamiento de la interacción social y desorganización y división del pensamiento, la percepción y las emociones. Los síntomas más frecuentes son: apatía, confusión, delirios, alucinaciones, incongruencia, conducta extraña, regresiva y aislada, formas del lenguaje peculiares con evasividad, etc. Puede ser de origen genético, bioquímico, psicológico, etc. El trastorno mental puede ser leve o grave, en cuyo caso será necesaria la hos−pitalización. El tratamiento se realiza con tranquilizantes, antidepresivos y ansiolíticos, terapia ambiental, psicoterapia de grupo, electroshock, cura de sueño, etc. d. Demencia Trastorno mental progresivo caracterizado por la desintegración total de la personalidad debido (aunque no siempre) a lesiones cerebrales. Entre sus síntomas destacan: confusión, estupor, desorientación, deterioro de la capacidad intelectual, pérdida de la memoria y del juicio, etc. Si la enfermedad es tratada en sus orígenes puede ser reversible. Este es el caso de la demencia producida por anemia perniciosa, hipertiroidismo, intoxicación medicamentosa, hipocefalia, etc. Sin embargo, no son curables las del tipo: Alzheimer, enfermedad de Pick, enfermedad de Huntington y varias lesiones cerebrales. El tratamiento suele ser psicoterapeútico y farmacológico.
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El celador en su relación con los enfermos mentales e. Paranoia Trastorno mental caracterizado por la existencia de ideas delirantes de perse−cución y grandeza, de forma permanente en la mente del individuo. El sistema de delirios se desarrolla de forma lenta y progresiva durante meses e incluso años, haciéndose lógico, intrincado y bastante organizado, por lo que puede llegar a ser muy convincente. Aparentemente la persona es normal en conducta, pensamientos, respuestas, etc. Los síntomas apreciados en estos individuos son: obstinación, celos, frialdad, actitud dominante, etc. Normalmente, es debida a un deficiente desarrollo de las relaciones interper−sonales, a un problema de relación en la infancia, mala adaptación sexual, etc. El tratamiento suele ser con psicoterapia. f. Oligofrenia Es una deficiencia o insuficiencia congénita en el desarrollo de la inteligencia. Se denomina comúnmente retraso mental. Puede deberse a factores genéticos, infecciones (sífilis, rubéola, etc.), alcoholis−mo de la madre, incompatibilidades sanguíneas, edad de la madre en el momen−to del embarazo, etc. Se clasifican teniendo en cuenta el cociente intelectual (CI) del individuo. Para calcular el cociente intelectual, se divide la edad mental del sujeto (edad determinada a través de pruebas objetivas) por la edad cronológica y se multipli−ca por 100. Edad Mental Cociente Intelectual = ---------------------------- x 100. Edad cronológica
E.M CI =------------------ x 100. E.C Si el cociente intelectual es superior al 148, el sujeto es un genio. El CI normal se sitúa entre 88 - 111. Entre 76 - 87 es bajo y por debajo de 29 retrasado profun−do.
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El celador en su relación con los enfermos mentales Los deficientes y débiles ligeros, coeficientes entre 76- 87 y 64 - 75 respectiva−mente, pueden integrarse en la sociedad y desempeñar un puesto de trabajo mediante una educación pedagógica especial. Los deficientes medios, CI entre 50 - 63, presentan complicaciones neurológicas y trastornos motores. Son semieducables. Los débiles profundos, CI entre 30 - 49, no son educables y necesitan constan−te tutela. Presentan síndromes neurológicos y son incapaces de escribir. Con un coeficiente intelectual por debajo del 29, no logran comunicarse ade−cuadamente y presentan anomalías físicas. El tratamiento contra la oligofrenia es la terapia preventiva o profiláctica. Cuando el trastorno mental es latente, el tratamiento será biológico, pedagó−gico y asistencial.
C. Trastornos de la percepción a. Alucinación Percepción sensorial que se produce en el sujeto pero que no se debe a ningún estímulo externo. b. Pseudoalucinación Alucinaciones en las que el paciente reconoce que no existen los estímulos per−cibidos. c. Ilusiones Es la interpretación falsa de un estímulo visual o auditivo existente en la rea−lidad.
D. Trastornos de la memoria a. Amnesia Pérdida de memoria producida por una lesión cerebral o un fuerte traumatismo emocional. b. Paramnesia Alteración de la memoria; el sujeto cree recordar acontecimientos y circuns−tancias que no han ocurrido en la realidad.
E. Trastornos de la conciencia a. Coma
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El celador en su relación con los enfermos mentales Estado de pérdida absoluta de la conciencia con ausencia de movimientos y falta de respuesta a estímulos. b. Delirio Estado de excitación exagerado con disminución de la conciencia. c. Sopor Estado en el que el sujeto sólo responde a estímulos grandes o muy dolo−rosos. d. Somnolencia Estado de sueño o adormecimiento.
1.3 Actuación del celador en relación al enfermo mental A. Higiene Se tendrá especial cuidado con aquellos paciente que por su proceso patológico nos induzcan a pensar que no van a realizar un aseo adecuado. Se cuidarán los siguientes aspectos: 1. Realizar baño o ducha diarios, colaborando con el paciente pero fomentando siempre su autonomía. 2. Mantener las uñas cortas y limpias para evitarse lesiones o a terceros. 3. Fomentar un patrón de cepillado e higiene bucal regular. 4. Cuidar la higiene de ojos, nariz y oídos. B. Alimentación Se realizará una valoración del estado nutricional del paciente al ingreso y se pla−nificará una dieta adecuada a su patología y adaptada a sus gustos en la medida de lo posible. Se vigilará los siguientes aspectos: 1. Control de la dieta según pauta médica, ya sea por vía oral, enteral o parenteral. 2. En los casos de depresión profunda, anorexia y/o bulimia se vigilarán exhaustivamente las cantidades ingeridas y se seguirá un horario estricto de comidas. En los períodos postpandriales se vigilará a los pacientes para evi−tar la inducción al vómito. C. Eliminación 1. Se preguntará al paciente por sus hábitos de eliminación antes del ingreso. Valorando los siguientes aspectos: Frecuencia. 10
El celador en su relación con los enfermos mentales Consistencia. Presencia de dolor, sangrados, etc. 1. 2. Se valorarán los cambios en el patrón de eliminación; a este respecto hay que señalar que los pacientes psiquiátricos suelen padecer estreñimiento como efecto secundario a la medicación, por lo tanto debe fomentarse una ingesta de líquidos y fibra en su dieta. 3. Se vigilará incontinencia urinaria y/o fecal, manteniendo al paciente seco y limpio, para así evitar erosiones y lesiones en la piel. 4. Se controlará la aparición de náuseas y vómitos. D. Actividad y ejercicio 1. Se preguntará al paciente y a la familia sobre su grado de actividad física antes del ingreso. 2. Se valorarán las limitaciones que presente el paciente ayudándole cuando lo precise, pero fomentando en todo momento su autonomía. 3. Se estimulará la actividad física en pacientes depresivos profundos. 4. Se controlará la hiperactividad de los pacientes anoréxicos y se les ofrecerá un entorno tranquilizador. 5. En los pacientes que sufran alucinaciones se evitará la actividad que pueda dañarles, intentando tranquilizarles y reubicarles en el tiempo y el espacio. E. Reposo y sueño 1. Se valorarán las alteraciones que presenten en dicho patrón, tales como: Disminución del sueño, insomnio. Hipersomnia o letargo. Necesidad de medicación sedante y/o hipnótica. 1. 2. Se estimulará al paciente para que respete los horarios normales de vigilia y sueño; evitando que duerma durante el día. 11
El celador en su relación con los enfermos mentales 3. Ante estados de hiperactividad o sueño profundo se comunicará con el diplomado de enfermería para descartar posibles efectos secundarios de la medicación. 4. No se interrumpirá el sueño nocturno para dar medicación. 5. En las unidades de psiquiatría se evitarán ruidos y estímulos molestos durante las horas de sueño nocturno. El celador deberá vigilar y mantener un ambiente tranquilo que facilite el descanso. F. Autoimagen y autoconcepto Muchos pacientes con alteraciones psiquiátricas presentan problemas de percep−ión por lo que será importante conocer la idea que tienen de sí mismos. Se tendrán en cuenta los siguientes aspectos: 1. En las depresiones profundas se fomentará la autoestima del paciente aunque evitaremos ser hiperprotectores. 2. En los pacientes narcisistas o que presenten alucinaciones, será preciso reu−bicarles en la realidad, dándoles información precisa sobre su estado actual. 3. Se fomentará una correcta adecuación en el vestido y el maquillaje, ayudándoles a mantenerse dentro de las normas establecidas por la sociedad. G. Sexualidad y reproducción Los pacientes psiquiátricos debido a las alteraciones de la realidad que sufren pueden presentar conductas sexuales aberrantes, desinhibición, e incluso abusos hacia otras personas. Es responsabilidad del equipo de profesionales, el detectar la aparición de dichas conductas comunicándolas al facultativo y eliminarlas evitando emitir juicios de valor, así como causar sentimientos de culpabilidad en el paciente.
H. Relaciones y ocio 1. Valorar el tipo de relación que el paciente tiene con el medio así como sus afi−ciones y hobbies. 2. Fomentar un entorno terapéutico entre los pacientes y el equipo médico. 3. Ofertar actividades recreativas que satisfagan sus necesidades de ocio, teniendo en cuenta siempre la seguridad de los pacientes. El celador realiza−rá todas aquellas actividades que se le encomienden al objeto de conseguir el máximo bienestar del paciente. I. Seguridad Este apartado se refiere tanto a la seguridad física como emocional del paciente y de aquéllos que le rodean. a. Seguridad física En casos de agitación grave en los que el paciente pudiera lesionarse a sí mismo o a otros se procurará tranquilizarle primero con palabras amables, si no fuese posible se pasaría a las medidas de contención mecánicas (barras laterales, correas, etc) que siempre han de ser pautadas por un facultativo y sólo en último caso, se recurrirá al tratamiento farmacológico bajo prescripción médica. 12
El celador en su relación con los enfermos mentales b. Seguridad emocional Trataremos de mantener una relación cordial sin menospreciar al paciente; no se emitirán juicios de valor. Asimismo, es importante mantener una distancia terapéutica dejando claro en todo momento que estamos allí para ayudarle.
J. Principios básicos de los cuidados psiquiátricos 1. Aceptación del paciente y su enfermedad; no juzgar. 2. Escuchar al paciente. 3. No mentir, ni dar falsas promesas; ganar la confianza del paciente. 4. Respetar al enfermo e informarle que tiene derecho a ser respetado. K. Actuación del celador ante un enfermo deprimido a. Necesidades de seguridad Debido al importante riesgo de que un enfermo con una seria depresión pueda intentar el suicidio, la necesidad de seguridad del paciente es cuestión fun−damental. El Celador debe vigilar de forma constante al deprimido, con el tacto suficiente para no resultar agobiante al enfermo; comprobar que no tenga a su alcance objetos o medios con los que pueda autolesionarse. Aprender a conocer "los signos de alarma", anotando y trasmitiendo a la enfermera cualquier cambio de comportamiento, signos de hostilidad, retraimiento, conversaciones, interés inusual sobre algún fármaco, etc. Es importante saber que el riesgo de suicidio es mayor cuando aparentemen−te el paciente se encuentra mejor, pues entonces seguramente, habrán desapare−cido todas las inhibiciones. b. Necesidades fisiológicas 1. Excepcionalmente, lavarán y asearán a los pacientes masculinos encama−dos o que no puedan realizarlo por sí mismos, atendiendo a las indica−ciones de las Supervisoras de planta, unidad o servicio o personas que las sustituyan legalmente en sus ausencias. 2. Bañarán a los pacientes masculinos que no puedan hacerlo por sí mis−mos, siempre de acuerdo con las instrucciones que reciban de las Supervisoras de planta, servicio o unidad o personas que las sustituyan. 3. Cuando por circunstancias especiales concurrentes en el paciente, no pueda éste ser movido por la Enfermera o Auxiliar solamente, ayudará en la colocación y retirada de las cuñas para la recogida de excretas de dichos pacientes. 4. Favorecer el ejercicio físico, acompañándolo a dar algún paseo, a partici−par en actividades sencillas, etc. c. Necesidades psicológicas Es indispensable responder a las necesidades de dependencia de estos pacien−tes. 1. Hablar siempre con el paciente deprimido, aun cuando en un principio no conteste. Así le ayudaremos a expresar sus sentimientos de agresividad y hostilidad de una manera constructiva.
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El celador en su relación con los enfermos mentales 2. Tener siempre una actitud muy positiva hacia ellos, ayudándoles a mejo−rar su autoestima, elogiándolos y alabándoles cualquier progreso que realicen. 3. Demostrarle interés, pasando un tiempo cada día con él, velando por su apariencia física, escuchando con interés lo que nos diga. L. Actuación del celador frente a un enfermo agitado a. Medidas generales ♦ Ante todo, llamar inmediatamente a la Enfermera de la Unidad. ♦ Separar al enfermo agitado de otros enfermos, manteniéndolos, siempre que sea posible, en una habitación individual. ♦ Mantendremos su seguridad, no oponiéndonos al delirio, sino aceptándolo con calma; el hecho de aceptarlo le demuestra que estos trastornos no nos dan miedo, produciéndole cierta calma. Hay, no obstante, que ser prudente ante una actitud hostil. ♦ Pueden ser necesarios medios de contención física, en el caso de una agi−tación importante. El celador debe estar acompañado por algunos colegas, y no tomar decisiones por sí mismo al respecto, esperando la indi−cación de sus superiores. ♦ Deberá observar gestos, expresiones y propósitos del enfermo, y anotar−lo, para facilitar la labor del médico sobre la naturaleza y causas de la agitación, y poder establecer las fases preliminares de la misma, a fin de poder prevenirla. ♦ Cuidar que la habitación del enfermo esté iluminada suavemente, con luz tamizada, incluso por la noche, pues normalmente la oscuridad aumenta la angustia del enfermo. ♦ Evitar en lo posible toda clase de estímulos, como llamadas, timbres, exceso de voces, etc. ♦ Demostrar mucho interés y confianza; escuchar al enfermo hablar con voz pausada y tranquilizadora; no excitarlo ni contradecirlo; hacer que se sienta querido, cuidado y respetado, pero no castigado o amenazado. ♦ Prevenir el agotamiento del agitado, encontrando la manera de que pare en sus movimientos, distrayéndolo, ofreciéndole algo, etcétera. b. Medidas fisiológicas ♦ Ayudarle en sus necesidades de higiene; sugerirle y ayudar a que tome baños templados, que tienen una acción sedante. ♦ Preocuparse porque duerma suficientemente. M. Inmovilización de un agitado durante una crisis aguda En algunas ocasiones una crisis de agitación aguda exige medidas severas de con−tención del enfermo. Es preciso que el enfermo no lo vivencie como castigo, potenciando sus sentimientos de culpabilidad. Por eso debemos mostrarnos calmados, sin actitudes hostiles. En ningún caso el celador decidirá por sí mismo la contención con camisa de fuer−za, y avisará inmediatamente a los responsables de la planta o unidad. Si hubiera que inmovilizar a un enfermo agitado en su propia cama se procedería de la siguiente manera:
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El celador en su relación con los enfermos mentales ♦ Se espolvorea talco, o se aíslan con algodón los miembros con sujetadores largos que no provoquen compresión ni desgarro. ♦ Se ata una mano de un lado y un pie del otro. ♦ Se atan los cuatro miembros no entrecruzándolos sobre el pecho. ♦ Inmovilización de la parte inferior del cuerpo: doblar una sábana en tres en el sentido de su longitud, pasarla por encima del abdomen y los muslos del paciente y deslizar los dos extremos a cada lado por las barras de la cama, si son sólidas, o por debajo de la cama. Fijarlo sólidamente. ♦ Inmovilización de la parte superior del cuerpo: se debe cuidar no molestar la respiración. Enrollar una sábana, pasarla alrededor de la articulación de la escápula y atar los extremos enrollados uno con otro en el soporte de la cabecera de la cama. Se puede actuar así para los dos hombros. Una almohada sujeta la cabeza del enfermo. ♦ Protección contra la caída: emplear camas con lados movibles, que se puedan retirar en un momento dado, o colocar tablas laterales que se protegerían con un almohadillado de algodón y mantas o almohadas. ♦ Trabas: correas resistentes aplicadas a nivel de los pies.
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