Tema 48 Fascismo y neofascismo

July 7, 2020 | Author: Anonymous | Category: Fascismo, Alemania nazi, Adolf Hitler, Benito Mussolini, Totalitarismo
Share Embed Donate


Short Description

Download Tema 48 Fascismo y neofascismo...

Description

TEMA 48 FASCISMO Y NEOFASCISMO. CARÁCTERES Y CIRCUNSTANCIAS EN QUE SE DESARROLLAN 1. Introducción. Las interpretaciones de los historiadores sobre los orígenes de los fascismos y las circunstancias en que se desarrollan, no siempre son coincidentes, pero parece que dos han sido sin duda las raíces fundamentales: el nacionalismo del XIX y los movimientos de masas del XX. Algunos fascistas han exaltado el orgullo nacional, insistiendo en que la actuación de sus gobiernos estaba destinada a conseguir la mayor grandeza y fuerza para el país. Se justificaba así el enorme poder del Estado, como garantía de unión política y orden interno. En cuanto a la idea de masas como causa de los totalitarismos, cabe señalar la teoría de Erich Fromm sobre la importancia de factores psicológicos en la comprensión del nazismo. Razón psicológica: la necesidad para el hombre masa de participar en algo superior a él como medio de “desangustiarse”. Así se habla de “desequilibrio psicológico colectivo” y en los casos italiano y alemán, de “neurastenia de postguerra”. Lo cierto es que al finalizar la Primera Guerra Mundial -PGM- se crearan situaciones que crearan en varios países europeos unas condiciones políticas particulares. Al término de la contienda, nuevos problemas surgen en los países contendientes: la reconstrucción de la industria, las dificultades económicas, la reconversión de los participantes en la guerra a las formas de vida civiles. Las democracias liberales no hallarán soluciones rápidas a dichos problemas, situación que favorecerá la aparición de regímenes autoritarios por toda Europa en la década de los años 20-40. 2. Caracteres Generales del Fascismo. Las dificultades para estudiar el fascismo saltan a la vista al reseñar las teorías interpretativas del mismo. De las que podemos señalar: * Teorías intencionalistas. Hacer residir la esencia del fascismo en la personalidad del líder. Así se habla de “hitlerismo” o “mussolinismo” en lugar de el nazismo alemán o fascismo italiano. * Teorías funcionalistas. Consideran a los fascismos desde dos perspectivas: desde la globalidad del sistema, en la que los fascismos serían formas de gobierno dictatoriales en sociedades que están sufriendo procesos de transformaciones económicas y sociales que llevan al desarrollo, un extremismo de derechas en sociedades con economías poco avanzadas. Una segunda perspectiva basada en las relaciones entre el poder y el aparato administrativo: es decir la existencia clara de una disfuncionalidad entre el Estado y la Administración que propiciaría una fuerte centralización del poder en manos del líder. Defender esta teoría implica desconocer el papel del Estado y el líder en un sistema fascista. * La tesis totalitarista. Insiste en los aspectos antiliberales y antiparlamentarios de los fascismos, lo que lleva a incluir en ellos al estado burocrático stalinista. Hannah Arendt es una de las defensoras de esta teoría señala que los fascismos transforma las clases en masas, sustituye la acción de los partidos por la de los movimientos, prima la tarea policial del ejército por la natural de defensa e impulsa políticas agresivas hacia el exterior. Por su parte, Fiedrich creó el modelo del llamado “pentágono destructor” para caracterizar a un totalitarismo destructor de la democracia en base a 5 monopolios: político, ejercido por un partido único, ideológico, pleno de sentido milenarista, mediático, que supone el control de la opinión pública, policial y militar. * La teoría psicológica. Trata de interpretar el comportamiento de las masas que las hace adictas al fascismo y las relaciones entre individuo y colectividad. W. Reich es el exponente máximo de estas teorías interpretativas del fascismo. Expone como el fascismo responde a la angustia de las masas escindidas en una actitud contradictoria de deseo y miedo a la libertad. Así mismo, el fascismo permitiría al individuo descargar sus angustia sexual por medio de impulsos secundarios (crueldad,

¡Error!Marcador no definido.

sadismo) a través de la práctica institucional del fascismo. Erich Fromm sostiene que durante el primer tercio del XX en las sociedades capitalistas, había desaparecido en gran medida el papel socializador de la familia en el individuo, con la subsiguiente pérdida de identidad por parte del individuo. Identidad que será recuperada al sentir el individuo un deseo máximo de pertenecer a una colectividad, aún a costa de perder su libertad. * La llamada “teoría de los agentes”. Asigna a los fascismo una función defensora de los intereses capitalistas y de las fuerzas tradicionales que ejercían el poder. Serían unos “agentes” del sistema social y económico dominante. En definitiva liberalismo económico y fascismo serían dos formas de ejercer la supremacía de la burguesía capitalista en coyunturas históricas distintas. La burguesía dejaría de ejercer directamente el poder político para preservar su poder social. En cuanto a los precursores ideológicos del fascismo distinguimos: * El Socialdarwinismo. Una lectura sesgada de la tesis de Darwin. Se aplica como una ley del desarrollo social: El hombre está en continúa lucha con sus congéneres y sólo los más aptos y fuertes sobrevivirán a esa lucha. Así se justificaba la lucha feroz entre los Estados en la época de los imperialismos. El Socialdarwinismo confirmaba lo que era evidente para la burguesía dominante: existía una desigualdad natural y sólo las élites son capaces de dirigir los destinos nacionales. * Nietzsche. Una interpretación también interesada de sus teorías. Para la crisis que sufría la sociedad del XIX, la única solución era la existencia de un gobierno de señores-aristócratas que actuara de forma radical abandonando ideas como compasión, solidaridad, caridad o benevolencia. Nacionalismo conservador. La idea de la nación como un ser vivo que crecía a impulsos de una fuerza superior: el espíritu del pueblo "Volkgeist", definido por lengua, tradiciones, costumbres y pasado histórico común. Pero la idea conservadora de nación alcanzará su exaltación máxima cuando se considere que existe una jerarquización entre las naciones, la idea de que existen naciones superiores llamadas a cumplir destinos globales en detrimento de otras. Las justificación del imperialismo está servida. * El racismo. sobre todo en su vertiente antisemita. Fue un corolario lógico de las tesis elitistas y nacionalistas, de profunda impronta en Alemania (obras como "La cuestión judía", "El Tercer Reich") o Francia (Conde Gobineau o "el caso Dreyfuss") desde el XIX. * Ciertas ideas vinculadas con el imperialismo. No por ser impulsoras de la expansión colonial sino por pretender unir a etnias dispersas en varios estados como ocurre con el movimiento pangermanista en Alemania. * La utilización interesada de disciplinas científicas. La Geografía en su vertiente determinista. Sobre esta base se gestó en Alemania la teoría del "Espacio vital". * Max Weber. Gran teórico de la sociedad burguesa, que fue interpretado sesgadamente por los fascistas en su favor. Sobre todo en lo que hacia referencia a la idoneidad del sistema liberal parlamentario como medio de gobierno, la creación de un Estado dirigido por una minoría elitista que contaría con el apoyo de las masas gracias al líder carismático. * La tesis del sindicalismo de Sorel. Recogida parcial e interesadamente por los fascistas. Mussolini era partidario de la acción directa como procedimiento para atacar al Estado Liberal. Sin embrago despreciaba otros aspectos revolucionarios y solidarios del pensamiento de Sorel.

¡Error!Marcador no definido.

En cuanto a las características generales de los regímenes fascistas podemos señalar: * Mitificación del Estado Nacional. La nación, en cuanto está por encima de las voluntades individuales, encuentra su sentido en la realización de un destino colectivo. El estado debe ser un estado totalitario. El estado lo es todo y todo se supedita al estado: la política, aspectos jurídicos, culturales, ideológicos e incluso económicos. El Estado totalitario no admite ningún tipo de oposición y es represivo. La integración del individuo en el Estado se realiza a través de los “grupos naturales”, que son: la familia, el municipio, las agrupaciones profesionales. Por contra, los partidos políticos, las clases sociales son “grupos antinaturales” porque no contribuyen a alcanzar el destino común nacional. * Líder Carismático, jerarquía y elitismo social. La unidad, la autoridad y el orden son requisitos necesarios para la existencia misma del fascismo y su máxima expresión se encarna en la figura de un líder carismático, ya sea el Führer, Duce, Caudillo o Conducator. El líder identifica su destino con el de la nación. Es un culto personal al líder. Así Mussolini “siempre tenía razón” mientras incitaba a seguir la máxima de “creer, obedecer, combatir”. Es el triunfo de la irracionalidad, de la anulación de las voluntades de las masas en favor de una persona: su líder. Del principio de jerarquía se deduce la desigualdad natural de los individuos, la única real, y no la establecida por las clases sociales, inaceptable por los fascismos. Por ello, la sociedad debe estar dirigida por aquellos cuyas cualidades los capacitan por encima de la mediocridad de las masas. Es la élite dirigente, la más capacitada, la más fuerte, la mejor. * El racismo. Como una manifestación más de la afirmación de lo nacional, se recurre a la existencia de un enemigo, causa de los males patrios y de los peligros que amenazan a la unidad nacional. Masones, marxistas, judíos, gitanos, extranjeros y homosexuales serán la víctima propiciatoria sobre la que los fascismos descargarán todas sus iras y su represión. Hablamos del famoso “contubernio” judeo-masónico en la España franquista, como propiciador del complot internacional que pretendía dar fin a los valores cristianos y a la unidad del Estado. Pero será sin duda el antisemitismo nazi el que más trágicamente se recuerde por sus dramáticas consecuencias. El racismo consistirá la piedra angular del nacionalsocialismo, en el que se defiende, basándose en un peligroso Socialdarwinismo, la existencia de una raza superior creadora de civilización -la raza aria-, las razas receptoras de esa civilización -todas las demás- y la raza destructora de esa civilización -la judía-. * Exaltación de los valores militares y la expansión imperialista. El principio jerárquico encuentra una expresión ideal en el esquema militar. El militarismo fue el modelo que se siguió para organizar los regímenes fascistas en fondo y forma: los desfiles militares, la propia organización y uniformes de los partidos fascistas, el espíritu castrense que se respira. Todo ello predispone a la nación para la guerra, de la que se hace una verdadera exaltación cuyo objetivo final es estimular la expansión exterior. Expansión que se identifica con el concepto de “imperio”, de la época más gloriosa en la historia de estos estados: Italia y el Imperio Romano, Alemania y el Sacro Imperio o España y el s. XVI. Pero de poco servirá este aliento imperial si no se proyecta sobre el presente: los alemanes tendrán como meta la ampliación de su espacio vital “Lebensraum”, constituir la “Gran Alemania” y cimentar el “Tercer Reich de los mil años”. * Un pretendido anticapitalismo. Motivado por dos razones: por la presencia entre su militancia de elementos procedentes de la pequeña burguesía y por la necesidad de un discurso eficaz contra el sistema económico imperante, en la fase de atracción de masas. Un anticapitalismo demagógico y sin correspondencia alguna con la realidad. 3. El Fascismo italiano. Aunque Italia había sido uno de los países vencedores en la PGM, su situación real era muy crítica. La guerra había provocado pérdidas humanas -670.000 muertos- y económicas (deuda exterior de

¡Error!Marcador no definido.

más de 5.000 millones de dólares) enormes. La crisis económica afectó más gravemente a los obreros y campesinos del Norte, llegando a ocupar fábricas y campos. Las clases dirigentes temía una revolución comunista como en Rusia. Por otra parte, en la Paz de Versalles, Italia no obtenía las recompensas territoriales que tanto Francia como Inglaterra habían prometido. Se creaba así el mito nacional de la “Victoria mutilada” tan cacareada posteriormente por los fascistas. Los partidos liberales italianos no pudieron hacer frente a la marejada política que se les venía encima entre 1919-1922. Durante el año final de la guerra, la propaganda gubernamental prometió todo: justicia social para los obreros, tierras para los campesinos, mejoras en el nivel de vida de las clases medias, promesas que los partidos liberales fueron incapaces de cumplir y que generan un fuerte descontento social. Descontento que será aprovechado por el Partido Popular Italiano, de centro y el Partido Socialista (PSI, inmerso en luchas internas de las que más tarde surgiría el PCI). Cuando en noviembre de 1919 se celebran elecciones generales en Italia, el PSI obtiene 1/3 de los votos consiguiendo la mayoría. En 1920 los obreros de Lombardía y Piamonte ocupan las fábricas, creando cooperativas a la soviética en un clima pre revolucionario. Se extienden las huelgas generales y los desordenes civiles. Ante tal situación, las clases dirigentes están aterrorizadas frente a la amenaza de la revolución social y en este clima de temor entra pronto en escena Benito Mussolini. Mussolini iniciará su actividad política como agitador socialista. De origen humilde, dirige en Milán el periódico “Avanti”, negándose dese sus páginas a cualquier colaboración con el estado burgués. Al estallar PGM, Mussolini, en oposición con la línea oficial del partido socialista, es favorable a la guerra entendiendo que la intervención armada no haría más que acelerar el triunfo de la revolución social en Italia. Su actitud favorable a la guerra le costará la expulsión del partido. Funda un nuevo periódico “Il Popolo d’Italia” desde donde evolucionará sus pensamiento desde contenidos socializantes iniciales hacia el llamado “productivismo” en el que lo verdaderamente importante es conseguir un incremento en la producción sin preocuparse de la redistribución de la riqueza. En 1919 Mussolini organizará en Milán los primeros “Fasci” caracterizados por su nacionalismo y antisocialismo. Así será a finales de 1920 cuando se produzca el ascenso de los fascistas, contando no con el apoyo de las clases urbanas industriales sino con el apoyo de los latifundistas y pequeños propietarios de tierras que veían peligrar sus tierras a manos de la revolución social. El ascenso del fascismo se produjo pues en un principio como reacción agraria contra los socialistas, basada en la utilización sistemática y organizada de la violencia. Son los “fasci di combatimento”, grupos de combate subvencionados por los terratenientes, apoyados a veces logísticamente por las guarniciones del ejército y consentidos por la policía y la justicia. No es extraño que en apenas dos años consiguieran hacerse con el control del ámbito agrícola en el Norte de Italia, destruyendo gran cantidad de cooperativas, cámaras sindicales, imprentas, locales etc. y desplazando a socialistas y populares. Claramente el fascismo atacará a los grupos de izquierdas y liberales, produciéndose en su seno un fuerte deslizamiento hacia la derecha y proclamando como principios fundamentales un fuerte nacionalismo y una decidida oposición al socialismo y al parlamentarismo liberal. En dos años, de 1920-22 los afiliados pasarán de 20.000 a 320.000. Ahora se le unen obreros industriales, pequeños propietarios y comerciantes y grandes empresarios. De ellos, más de la mitad eran ex-combatientes y un 75% de la militancia tenía menos de 28 años. Mussolini inicia a principios de 1992 el cerco al poder, sabedor de su creciente fuerza política. Para los viejos políticos liberales como Giolitti (primer ministro), el fascismo era un movimiento del que el liberalismo se aprovecharía para eliminar la amenaza socialista. Una vez desaparecida la amenaza socialista, el movimiento fascista sería integrado del Estado Liberal. En este sentido se explica el dejar hacer a los fascistas por parte del gobierno o su inclusión en el Bloque Nacional en las elecciones de 1921. Para Mussolini el objetivo era el mismo pero al revés: servirse de los liberales hasta que su partido estuviese lo suficientemente cimentado para deshacerse de ellos. El golpe final será la conocida “Marcha hacia Roma” en Octubre de 1922. Contaba con el apoyo de importantes sectores del ejército, de la monarquía (que nunca se opondrá), de la aristocracia italiana (industrial y terrateniente) y favorecidos por la debilidad de la izquierda (enfrentamientos entre socialistas y comunistas). El Rey Vittorio Emmanuele III no se atrevió a firmar el decreto de estado

¡Error!Marcador no definido.

de excepción por temor a una guerra civil. Mussolini mediante un golpe de estado encubierto obtiene el poder, un gobierno en el que hábilmente sólo incluye a cuatro fascistas (sigue manteniendo la alianza con los liberales). Definitivamente los fascistas han logrado el poder. En las elecciones de 1924, el Bloque Nacional obtiene el 65% de los votos. Reunido el nuevo parlamento, Mateotti (diputado socialista) se atreve a hacer una fuerte crítica al gobierno fascista, lo que días más tarde le costará la vida. Como protesta, los diputados de la oposición abandonan el parlamento lo que le sirve a Mussolini para acabar con la oposición, declarando que es inútil. El rey temiendo el regreso de la anarquía anterior, acepta a Mussolini como dictador, iniciándose ya el verdadero gobierno fascista en Italia con represión, control de los medios de comunicación, limitación de las libertades, ilegalización de todos los partidos políticos excepto el fascista y un riguroso control de la educación. A partir de 1925 se consolida el régimen fascista. Comienza una etapa de culto al líder, al “Duce” y se organizan numerosas manifestaciones para demostrar la adhesión de las masas al Duce. Se implanta el totalitarismo gubernamental: todas las leyes han de ser aprobadas personalmente por el Duce. Se crea una policía secreta para perseguir a la oposición. Todo ello lo podemos resumir en el slogan fascista: “creer, obedecer, combatir”. El fascismo pretenderá cambiar profundamente la economía italiana a través del sistema de corporaciones: forma de producción que combinaba las ventajas de los gremios medievales con la eficacia del control del Estado totalitario. En las corporaciones estarían representados las empresas y los sindicatos como miembros de una misma institución. Sin embargo, durante el régimen fascista, el poder de las oligarquías no hará más que crecer. La medias económicas que se adoptarán serán varias: - La batalla de la lira. Se establece una cotización excesivamente alta y ficticia de la lira -como forma de prestigio en el exterior- que provocara la falta de competitividad de los productos italianos en el exterior y provocará la quiebra de las pequeñas empresas. - La batalla del trigo. Pretende reducir las importaciones al mínimo. El plan se cubrió gracia sal cultivo de tierra marginales y a la reducción del cultivo de otros productos. En materia social se otorgaron las pagas de fin de año y se aumentaron las indemnizaciones por despido. Se continua con el típico paternalismo empresario-trabajador fascista. No hay derecho a la huelga ni a la formación de sindicatos independientes. Las relaciones con la Iglesia mejoran. Los acuerdos de Letrán propician el acercamiento con la Santa Sede y el apoyo de esta al régimen, observada en la idea del orden en el Estado, la familia y la religión católica. Se reconoce el Estado Vaticano además de aceptar la religión católica como la religión oficial. En política exterior, se recurre a la idea del Imperio. Recuperar el prestigio imperial de Roma. Así, en 1935 se invade Abisinia (actual Etiopia). En 1936 se interviene directamente apoyando al bando franquista en la Guerra Civil Española (CTV) y en 1939 se ocupa militarmente Albania. Una escalada de agresiones internacionales que se culminarán en el verano de 1940 con la entrada en guerra de Italia en la SGM. Aunque el fascismo parecía firmemente instalado en Italia, las críticas del exterior, unidas a las sanciones económicas decididas por la Sociedad de Naciones tras la invasión de Abisinia, repercutieron negativamente en la economía italiana y sobre todo, el acercamiento a Berlín, lo que iba perfilando una amenaza grave para la paz en Europa. 4. El Nazismo alemán. Al igual que en Italia, los primeros años de la postguerra fueron muy duros en Alemania. La crisis económica, el paro, las condiciones humillantes de la paz. El Kaiser Guillermo II tiene que abdicar y huir a su exilio en Holanda. Estalla el movimiento revolucionario en Berlín que pronto se extiende por la mayor parte de Alemania. Se crean consejos de obreros y militares -al igual que los soviets-

¡Error!Marcador no definido.

que se oponen al poder del Parlamento. Los partidos liberales intentarán buscar soluciones : el sector mayoritario piensa en crear una verdadera democracia parlamentaria -de dudosa existencia en la época imperial-, el sector minoritario de izquierdas (los espartaquistas) aspiran a la revolución sobre la base de los consejos de obreros y militares. El 1 de Enero de 1919 se inicia la insurrección armada organizada por los espartaquistas (ahora ya comunistas). Tras el triunfo moderado y el fracaso comunista, se constituye la nueva república, La República de Weimar. La República de Weimar tendrá que hacer frente una economía hundida. A partir de 1925 se reorganiza con la aportación de capital extranjero -principalmente USA- hecho que coincide con un gobierno conservador con el venerable mariscal Hindemburg a la cabeza. Son los felices años 20 que finalizan de forma brusca con el crash de 1929. Con la retirada de los capitales extranjeros, la economía vuelve a hundirse. En 1932 se supera la cifra de 5 millones de parados, la devaluación cotidiana de la moneda, la inflación galopante. Nos encontramos en un marco de actuación donde las teorías más radicales serán perfectamente asumidas por la masa desesperada. En este clima se produce el ascenso de un pequeño partido político que aboga entre otras cosas por un gobierno fuerte y autoritario: el Partido Nacional Socialista Alemán del Trabajo, conocido como partido nazi y su líder Adolf Hitler. A la hora de explicar el auge del nazismo hay diversas teorías. Para unos, el paralelismo con el fascismo italiano es evidente (nacionalismo, antisocialismo, movimiento de masas jóvenes en su mayoría). Para otros Hitler alcanzará el poder debido a su mensaje revisionista y revanchista. En la humillación del pueblo alemán, el orgullo nacional, sufrida en Versalles. Para otros jugará un papel fundamental la atracción mesiánica que el Führer ejercerá sobre el pueblo alemán, atracción fatal. Hitler, nacido en Braunau, Austria, de origen humilde, participa en la PGM en el ejército alemán. Finalizada la guerra funda un pequeño partido nacionalista e intenta un golpe de estado en Munich en 1923, que fracasará. Hitler será detenido, pasará un año en la cárcel, tiempo suficiente para escribir su manifiesto político : “Mein Kampf” -Mi lucha-. Ante la crisis del 29 y contando con el apoyo de importantes industriales -Krupp-, en 1930 los nazis obtienen 107 diputados, la segunda fuerza política detrás de los social demócratas. En las negociaciones para formar gobierno Hindemburg se opuso a que Hitler fuese nombrado Canciller. Algo que no olvidaría el Führer. En 1932 Hitler se presenta como candidato a la residencia oponiéndose a Hindemburg. Tras una campaña electoral orquestada por el nuevo jefe de propaganda Goebbels, haciendo campaña en avión bajo el lema “Hitler sobre Alemania”. Hindemburg será reelegido pero Hitler incrementa en dos millones el número de votos. El acoso al gobierno se va cerrando cada vez más. Viejo y cansado Hindemburg, ante el fracaso del gobierno Von Papen, manda formar gobierno a Hitler, también quizás influenciado por tomar una decisión entre los dos extremismos: nazismo o comunismo. En febrero de 1933 un espectacular fuego nocturno devoró el Reichstag -parlamento-. Los nazis culparán a los comunistas del suceso, consiguiendo de Hindemburg un decreto de emergencia que anulaba todos los derechos civiles. Pese al terror y a la violencia desplegada por los nazis, no consiguieron vencer en las elecciones de marzo de 1933, aunque aumentaron su número de escaños de 230 a 288 (sobre un total de 608). No estaba dispuesto a nuevos gobierno de coalición. Quería el poder absoluto. Consiguió del parlamento poderes extraordinarios y en breve tiempo ilegalizó a todos los demás partidos políticos. Una vez en el poder, los nazis se lanzaron a la remodelación del país. Los gobiernos locales fueron suprimidos por un gobernador nombrado desde Berlín. Alemania dejaba de ser un estado federal. Desaparecen los sindicatos cuyos bienes pasan a manos del partido nazi. Lo mismo ocurre con los bienes y propiedades de todos los partidos políticos. En junio de 1934 Hitler hace depuraciones dentro del propio partido: La noche de los cuchillos largos. El asesinato del jefe de las SA -grupos de acción armados, los más radicales- dirigidos por Röhm. Un mes después muere Hindemburg. Alemania se convierte ahora en un estado totalitario

¡Error!Marcador no definido.

puro. La libertad no existe. Se maneja la prensa y la radio. Aparecen leyes protegiendo “la sangre y el honor de los alemanes”. El anisemitismo es atroz. Se prohiben los matrimonios mixtos. A los judíos no se les permite ocupar puesto público alguno y posteriormente serán incautados sus bienes y deportados. En noviembre de 1938 un judío asesina al secretario del embajador alemán en París. La respuesta nazi no se hará esperar: Es la noche de los cristales rotos. Mataron a 35 judíos y arrestaron a varios miles. Asaltaron y destruyeron 7.500 tiendas y 119 sinagogas. La política económica se orientará hacia la remilitarización y el rearme. La política de inversiones pública provocó un descenso espectacular del paro ( 5 millones a 400.000). Los más favorecidos serán los grandes industriales. El entendimiento nazis-grandes empresarios será absoluto. En el campo los grandes latifundios permanecerán intactos. Aparece una nueva ética del trabajo: el paternalismo empresarial. Los ciudadanos alemanes van a ver revocados todos sus derechos y libertades individuales. El 3o de noviembre de 1933 se crea la Gestapo. Se recrudece la represión tanto antisemita como política, ideológica o contra colectivos considerados amorales. La teoría del espacio vital y la unión de todos los alemanes bajo una misma nación provocará una serie de reevindicaciones, revisionismo de fronteras y anexiones alemanas en Europa. Primero será Renania en 1935. Apoyó a Franco en la Guerra Civil con la Legión Cóndor (1936-39). El 12 de marzo de 1938 culminaba el deseado Anschlus, anexión de Austria. El siguiente objetivo será Checoslovaquia. Al fin las potencias democráticas reaccionan y tanto Francia como Inglaterra deciden apoyar la soberanía de los checos. Cuando todo parece perdido y la guerra inminente se convoca la Conferencia de Munich donde Francia, Gran Bretaña e Italia en pos de la paz duradera permiten a Hitler ocupar parte de Checoslovaquia (Los Sudetes). Hitler no quiere la paz. En 1939 decide reclamar el pasillo de Danzing (Polonia) de mayoría alemana. Chamberlain, primer ministro británico, sintiéndose engañado decide apoyar sin fisura alguna Polonia. Lo mismo hace Francia. A finales de Agosto Hitler firma un pacto de no agresión con Stalin (y se reparten Polonia). El 1 de septiembre de 1939 tropas alemanes invaden Polonia. La Segunda Guerra Mundial -SGM- ha comenzado.

5. Neofascismo. Hoy en día y de forma cada vez más inquietante, los jóvenes europeos vuelven al fascismo. Se incrementan las agresiones a extranjeros en Alemania (principalmente turcos y judíos), los jóvenes comunistas de antaño, ingresan ahora en organizaciones neofascistas, o partidos filofascistas con una representación importante en los parlamentos (Le Pen en Francia o Haider en Austria). La cultura de la violencia ultraderechista se extiende en el mundo del deporte del rock fomentando sentimientos de odio y discriminación racial. Podemos observar en la composición de estos grupos una actitud generalizada de desconfianza hacia las instituciones, los políticos y la política en general. Esta desconfianza puede tener orígenes diversos: En el Este se debe a la destrucción de las grandes unidades (URSS o Yugoslavia) y en la CCE por el fenómeno contrario (el proceso de Unión Europea que sofocaría cualquier atisbo de orgullo nacional). En los movimientos fascistas actuales, el antisemitismo nazi ha sido sustituido por la oposición a la inmigración en una coyuntura económica recesionista que favorece la expansión de este tipo de postulados. No obstante los grupos fascistas actuales han modernizado su retórica, abandonando el mitin militarista y la exaltación del líder. En realidad, el neofascismo viene a ser un movimiento de defensa que tiene como principal motor el miedo. El miedo inmerso en una cultura del malestar, a la inseguridad, a la insatisfacción del individuo. El miedo provocado por el descontento social y que provoca a su vez el odio contra el

¡Error!Marcador no definido.

inmigrante. El neofascismo es un fenómeno que surge en Gran Bretaña y se generaliza por toda Europa. El movimiento “skin head” (cabezas rapadas) es un claro ejemplo. Su creciente número y su cada vez más completa organización han levantado la voz de alarma en la sociedad española. Su lema: “cerveza, violencia, odio y poder blanco”. Muchos de sus miembros, en España, pertenecen a la clase media-alta y se asocian a los acontecimientos deportivos de masas, especialmente al fútbol: siglas como “Ultra Boys”, “Boixos Nois” o “Frente Atlético”, afición por el fútbol y conciertos de música al que unen un estética paramilitar distintiva de su organización. Son jóvenes trabajadores sin especializar, parados con escasa escolarización o estudiantes de centros privados con buen expedientes que se transforman al pertenecer a un grupo (efecto masa). En Alemania, por el contrario, proceden en su gran mayoría de las clases marginales. Son manifestaciones de inadaptación social que sirven de cultivo predilecto para las ideas fascistas y son claros exponentes de lo que se ha denominado “patología social”, que surge como subproducto de aquellas sociedades en las que se ha conseguido un alto grado de desarrollo económico en una sociedad fuertemente urbanizada. Las manifestaciones del fascismo actual se pueden percibir en determinadas actitudes que a continuación se describen: 1. El enfoque trivializador cuando no exculpador, a la hora de realizar un estudio sobre los fascismo históricos. 2. En la persistencia de actitudes racistas, incluso fomentados por algunos regímenes. 3. En la aparición de nuevos partidos políticos y movimientos juveniles que adoptan posturas netamente fascistas. 1. Enfoque trivializador del fascismo. Merece especial atención la denominada "querella de los historiadores" en relación con el holocausto judío. Aquí han surgido un abanico de posturas desde la negación de un plan sistemático para eliminar a los judíos, hasta los que aceptan la evidencia del genocidio consciente y planificado por los jerarcas nazis. También en este sentido podemos incluir las teorías revisionistas, surgidas sobre todo a raíz de la desaparición de los regímenes comunistas en Europa del Este, que justifican los fascismos como los defensores del exterminio de clases propuesto por la revolución soviética. 2. El racismo actual. Existen actitudes racistas incluso fomentadas por diversos regímenes, como lo ha sido el régimen del apartheid en Surafrica que ha generado una sociedad completamente segregada. Las reformas iniciadas por el gobierno de Leclerc y ahora aceleradas por Mandela y su Congreso Nacional Africano, han provocado la aparición de verdaderos partidos fascistas que defienden la pervivencia del apartheid, como el Movimiento de Resistencia Afrikaner, con grupos de choque que pretenden crear un clima de inseguridad y crispación. 3. Fuerzas políticas y movimientos juveniles actuales con rasgos fascistas. Suelen generarse en un contexto de retroceso de la izquierda tradicional y confluyen en ello también elementos típicos de la extrema derecha tradicional: hipernacionalismo, xenofobia, racismo, defensa de los valores morales tradicionales etc. Su base social suele ser interclasista: aquellos grupos sociales que se sienten amenazados o desconcertadas por la rapidez y gran variedad de cambios que se producen en su entorno, por la coyuntura laboral crítica o por la inseguridad ciudadana. Los grupos neofascistas más importantes -organizaciones o partidos políticos- en los diversos países de Europa son los siguientes: Austria. La aproximación más clara al fascismo esta representada por el Partido Liberal (FPOE) y su

¡Error!Marcador no definido.

líder Haider, conocido como el “yuppi fascista” en alusión a la fortuna obtenida en 1941 comprando bienes un judío italiano. En las elecciones municipales de Viena en 1991, los seguidores de Haider relegaron a un segundo plano al tradicional y conservador Partido del Pueblo, y en las elecciones de 1993 obtuvieron un 7% de los votos. El Partido Democrático Nacional (NPD) con una cuota electoral del 3%, ultraderechista. La existencia de tendencias fascistas en Austria se confirman con la prohibición en 1991 de unos juegos por ordenador (nazisoftware) en los que el jugador se encarga de dirigir un campo de exterminio nazi. Alemania. Representado por el Partido Republicano de Franz Schönhuber creado en 1983 como una escisión de la Unión Cristiano Social Bávara de Strauss. En 1990 alcanzaron el 8% de los votos en las elecciones europeas. Se caracteriza por su nacionalismo radical, xenofobia, liberalismo económico absoluto y crítica del sistema de partidos. Es el partido aglutinador de las principales organizaciones neonazis en Alemania. Con la caída del muro de Berlín en 1989 han surgido otros grupos cuya característica común, aparte de la anhelada defensa de la reunificación, es la defensa abierta y la reivindicación del régimen nazi (la proximidad el IV Reich, la calumnia de Auschwitz o la finalización de juicios a ex SS que sólo pretenden insistir en la culpabilidad de los alemanes). En la antigua Alemania del Este grupos de skin heads hacen verdadera apología del nazismo. Dresden es el núcleo principal de estos activistas, que encuentran un caldo de cultivo entre los jóvenes alemanes orientales que ven su futuro muy incierto. En 1992 los ataques directos a extranjeros o sus propiedades han superado el millar. Caso especial es Rostock en 1992 donde las fuerzas del orden público mantuvieron una actitud pasiva muy peligrosa frente a actos vandálicos neofascistas. La música rock ha continuado adquiriendo un papel relevante como difusora de las ideas fascistas: es el "Rock and Reich". Las letras de estas canciones son verdaderas apologías a la violencia, al racismo y al Reich hitleriano. Francia. El Frente Nacional de J.M. Le Pen. Constituye la fuerza política neofascista más organizada, con 100.000 militantes y más de 200.000 simpatizantes. Le Pen, antiguo militar, defiende los valores nacionales históricos más reaccionarios: la figura de Petain, colaboracionista con los nazis, Juana de Arco idealizada, ultrajada por la bestia de color, etc. Se opone a los inmigrantes que contaminan la pureza de sangre francesa, o roban el trabajo a los franceses, la droga, el SIDA. El Frente Nacional tiene en torno al 15% de apoyo electoral y en algunos departamentos como Provenza, Alpes o Costa Azul son mayoritarios. A la tradicional clientela militar se le unen agricultores, artesanos y pequeños burgueses. Los electores franceses entre 18-34 años colocan al partido de Le Pen a la cabeza de sus preferencias. Los grupos de skinheads en Francia también son numerosos con actos vandálicos como la "cacería de árabes" que organizaron en el barrio Latino de París en 1990 tras un partido de fútbol. Italia. El Movimiento Social Italiano (MSI). Con sus 17 diputados de 1991 es el heredero de las esencias fascistas. Se oponen a los extranjeros, no ya africanos sino de la Europa del Este, pero en este punto se ha visto superada por la Liga Lombarda, dirigida por Umberto Bossi, que pretende formar una Italia Federal (Norte-Centro y Sur) en la que se prohiba a ciudadanos del Sur ir al Norte. Otros grupos más violentos han desbordado al propio MSI practicando habitualmente la violencia y siendo muchos de sus militantes jóvenes tiffosi de los equipos de fútbol italianos. Gran Bretaña. No es un país especialmente receptivo a las ideas fascistas, pero tampoco se ha visto libre de ellas. De hecho, el historiador británico David Irving es uno de los defensores máximos de las tesis revisionistas sobre los fascismos, llegando a negar cualquier realidad sobre el holocausto judío.

¡Error!Marcador no definido.

La organización Metas Occidentales, arropado por el elitista Club Monday, mantiene estrechas relaciones con la Liga Mundial Anticomunista, de ideología filofascista. Promocionó al líder salvadoreño D´Aubuison, jefe reconocido de los escuadrones de la muerte. Apoya al partido Afrikaner en Surafrica, defensores del apartheid e incluso ha conmemorado los aniversarios de la muerte de Franco. El Frente Nacional, similar al francés de Le Pen, es el partido fascista más importante en Gb. pero así todo, con escaso apoyo popular. El grupo neonazi más activo es Blood and Honour que sembró la violencia callejera en Londres en 1989-90. O los grupos de música como “Destornillador” o “Cat Mee” de tendencia similar al “Rock and Reich” vista en Alemania. Actitudes fascistas son perceptibles en los grupos de hinchas “hooligans” o en los “joyriders” ladrones de automóviles provocadores de violencia callejera. Bélgica y Holanda. En Bélgica el “Bloque Flamenco”, partido ultranacionalista flamenco que se opone al estado belga bilingüe, que atenta contra la unidad nacional aspirando a la unificación con Holanda. Fuertemente racista su slogan es: “Nuestro pueblo primero”. Ha obtenido en 1991 el 6’5% de los votos en el área flamenca con 12 escaños en el parlamento belga. Su correlato valón es el Frente Nacional que cuenta con un escaño. En Holanda, los racistas Demócratas de Centro llegaron a sentar a su líder en el parlamento y obtuvieron concejalías en 11 ciudades en 1990. Rusia. Con la desaparición del estado comunista, en Rusia han surgido posturas nacionalistas exacerbadas que han hecho aflorar ideas, prácticas y actitudes fascistas. El Partido Demócrata Liberal de Vladimir Zhirinovsky preconiza un programa de exaltación eslava (paneslavismo) para constituir un eje sólido Rusi-Ucrania-Bielorusia-Kazajstán para hacer frente a bálticos, musulmanes y caucasianos. En las elecciones de 1991 obtuvo 12 millones de votos y se vincula a grupos paramilitares de corte nazi, a los zaristas partidarios de la restauración monárquica o a sectores ultraconservadores del viejo aparato comunista (los extremos ahora más se juntan). Cada vez es más frecuente el mensaje de un imperio ruso de blancos frente al mundo turco, judíos y caucasianos. En Rumania movimientos fascistas racistas y xenófobos (minorías húngara y judía), como Gran Rumania y Patria Rumania con publicaciones de más de 500.000 ejemplares. Hostigadores de los conflictos en Transilvania contra la minoría húngara. En Hungría la organización Santa Corona que pretende recuperar para Hungría los territorios perdidos después de la PGM y el regreso de la monarquía. Incluso dentro del que fuera partido en el poder el Foro Democrático de Josef Antall, había tendencias antisemitas muy claras. Conflictos xenófobos con las minorías gitanas, eslovacas (el problema de la presa sobre el Danubio construida por los eslovacos) o Rumania en Transilvania. España. A 20 años de la muerte de Franco, cuyo régimen en algunos aspectos lo podemos calificar de fascista, todavía pervive la organización fascista por excelencia: Falange Española de las Jons, con otros grupos de más reciente creación como CEDADE, organización ultranacionalista que también existe en Portugal. A partir de los años 80 e inscritos en la moda de las tribus urbanas, han aparecido cada vez con mayor fuerza grupos skinheads que adoptan actitudes y gustos fascistas. Se caracterizan por ser interclasistas, principalmente de la clase media acomodada, con problemas de adaptación e identidad frecuentes y con un denominador común: la practica de la violencia vandálica contra ciertos colectivos: extranjeros, homosexuales o indigentes. Una encuesta del CIS en 1991 demuestra que el 5% de los españoles se declara racista militante. 11% votaría a un partido racista, 13% siente antipatía por los musulmanes, 20% experimenta gitanofobia y el 61% limitaría la entrada a extranjeros.

¡Error!Marcador no definido.

Curiosamente España, no ha opuesto medidas legales de envergadura frente a la difusión de ideas y actitudes fascistas.

¡Error!Marcador no definido.

View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF