TEMA 17 LA ORACIÓN

January 4, 2018 | Author: Rubén Benito Muñoz | Category: Sentence (Linguistics), Predicate (Grammar), Verb, Subject (Grammar), Adverb
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TEMA 17 LA ORACIÓN: CONSTITUYENTES, ESTRUCTURA Y MODALIDADES. LA PROPOSICIÓN. 1. INTRODUCCIÓN 2. LA ORACIÓN. DEFINICIONES 3. LA ORACIÓN: ESTRUCTURA Y CONSTITUYENTES ORACIONALES 4. TIPOS DE ORACIONES Y MODALIDADES. 4.1 Relación sujeto-predicado 4.2 Estructura del predicado. 4.3. Modalidad oracional. 5. LA PROPOSICIÓN Y LA ORACIÓN COMPUESTA. 5.1. Coordinadas 5.2. Subordinadas. 6. CONCLUSIÓN 7. BIBLIOGRAFÍA 1. INTRODUCCIÓN En este tema vamos a abordar la caracterización sintáctico-semántica de las unidades denominadas oración, enunciado y proposición, términos que, por otro lado, provienen del campo de la lógica. Intentaremos delimitar estos tres conceptos, teniendo en cuenta nociones tales como yuxtaposición, coordinación, subordinación, oración simple, compuesta, compleja…en las que se han basado los estudios gramaticales para intentar definir y clasificar los distintos tipos oracionales. En este análisis descriptivo se incluyen también los elementos o funciones que se consideran integrantes de la oración, sus constituyentes o estructura, abordando la problemática de algunas construcciones consideradas como elementos en función incidental. 2. LA ORACIÓN. DEFINICIONES. El primer paso que hemos de dar al adentrarnos en este tema es tratar de definir el concepto de oración. La definición tradicional de oración ha sido la que se apoyaba en criterios basados en el sentido, en la lógica o en criterios psicológicos. Las definiciones semánticas definen la oración como “unidad de sentido completo”. Este criterio ha sido utilizado por Dionisio de Tracia, Covarrubias, A. Bello… También la RAE (Esbozo, 1973) define la oración como la unidad más pequeña de sentido completo en sí misma en que se divide el habla real. Las definiciones lógicas defienden un isomorfismo entre Gramática y Lógica. Por eso se ha hablado de la oración como la expresión gramatical de un juicio. El juicio consiste en una relación que establece la mente entre dos términos: uno del cual juzga algo (sujeto); otro, lo que juzga sobre él (predicado) Basada en criterios lógicos está la definición que nos proporciona la RAE en su gramática (1931): “Oración gramatical es la expresión de un juicio lógico, o sea, la manifestación oral del acto de entendimiento en virtud del cual afirmamos una cosa de otra”.

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Desde el punto de vista psíquico, la oración es una “unidad de atención por parte del hablante”(unidad que se manifiesta en la curva melódica) y también como “unidad de sentido”(Gili Gaya). Fundamentadas en criterios formales externos al segmento considerado, tenemos la definiciones proporcionadas por Bloomfield (una oración es una forma lingüística independiente, que no está incluida en virtud de ninguna construcción gramatical en ninguna forma lingüística mayor); y Hockett (una oración es una forma gramatical que no está en construcción con ninguna otra forma gramatical: un constituto que no es un constituyente). Dentro de las definiciones de carácter formal tenemos aquellas que se basan en rasgos internos del segmento que se pretende definir. Aquí incluimos las definiciones que se fijan en la estructuración bimembre sujeto + predicado, entendiendo que ambos constituyentes no se hallan simplemente sumados o combinados, sino que entre ellos se establece una relación sintáctica. Entre ellas podemos destacar la definición de Martinet. Para dicho autor, la oración se caracteriza por la existencia de un predicado, elemento (nominal o verbal) que puede constituir mensaje por sí mismo. El funcionalismo se ha esforzado en librar el concepto de oración del soporte lógico en que se apoya, y ha visto en la relación predicativa su rasgo particular. Por eso se considera que el predicado, cuyo núcleo en nuestra lengua es un verbo, es la clave de la oración. Similar a este concepto de oración es el de la GGT, corriente lingüística que concibe la oración como el símbolo inicial del sistema de reglas gramaticales (Hernanz y Brucart, 1987): O = SN + SV En las definiciones de carácter formal se encuentran también las que consideran la oración como expresión que tiene un verbo conjugado. González Calvo (1995) admite que la oración es un conjunto formado por un verbo en forma personal con ciertos elementos que se relacionan directa o indirectamente con él, aunque existen construcciones con formas no personales y oraciones sin verbos, denominadas unimembres por la tradición gramatical, u oraciones bimembres con sujeto y predicado no verbal. . La RAE (1973) admite que no es necesario que las oraciones asuman siempre la forma sujeto/predicado, que solo es uno de los tipos oracionales frecuentes de la lengua. Así, las oraciones sin sujeto y sin predicado verbal (Muchas gracias) no son anómalas en la lengua. Por eso Alarcos en sus Gramática (1994) distingue entre enunciado (unidad mínima de comunicación), oración (tipo especial de enunciado que tiene un verbo que contiene la relación predicativa, el sujeto y el predicado) y frase(enunciado que carece de una forma verbal personal que funcione como núcleo y que por tanto, ofrece una estructura interna diferente) Gómez Torrego(1998) también distingue entre oración y enunciado. El enunciado puede estar constituido por una palabra o una secuencia de palabras, está delimitado por pausas mayores, tiene capacidad comunicativa por sí mismo (comunica bien dentro de un texto-el discurso- bien en una situación), está envuelto por una curva de entonación determinada y es sintácticamente autosuficiente. Distingue además dos clases de enunciados: − Enunciados no oracionales: son enunciados constituidos por una palabra o conjunto de palabras sin estructura oracional (¡Silencio!, ¡Fuego!, Buenos días…) − Enunciados oracionales: presentan estructura oracional y pueden constar de una oración o agrupar a más de una oración (Guarden silencio; Si viene Juan, me lo dices). El enunciado, por tanto, es una unidad pragmática, unidad de comunicación que tiene sentido completo dentro de la situación en que se produce. Y la oración es una unidad sintáctica que se corresponde con la estructura gramatical constituida básicamente por un sujeto y un predicado. No importa si esa estructura tiene sentido completo o no. Ejemplo: 2

Me dijo que no vinieras Nexo oración ____________________________ oración Lo que Gómez Torrego llama oraciones subordinadas y coordinadas se conocen también con los términos de proposiciones y cláusulas. La interpretación de determinados enunciados depende no solo del conocimiento de las reglas sintácticas (interpretación gramatical), sino también del contexto lingüístico previo, y de las condiciones pragmáticas que envuelven la emisión (contexto extralingüístico). Solo así se puede explicar fenómenos como la elipsis, las relaciones anafóricas o catafóricas, en definitiva, las relaciones que contraen entre sí las oraciones en el seno del texto entendido como unidad máxima de comunicación. 3. LA ORACIÓN: ESTRUCTURA Y CONSTITUYENTES ORACIONALES Es necesario, en primer lugar, analizar la estructura formada por un sujeto y un predicado. Ambos están en el mismo nivel sintáctico, y dependen uno del otro. La relación entre ellos sería de interdependencia: el sujeto es lo que es porque hay un predicado, y el predicado se justifica porque hay un sujeto, aunque éste, en ocasiones pueda ser cero o estar oculto. Oración Sujeto

Predicado

Otros gramáticos, sin embargo, piensan que el componente esencial de la oración es el verbo, y que el sujeto es un adyacente de ese verbo, en el mismo nivel que el CD, CI, CR… Oración Verbo Sujeto

CD

CI



En el modelo valencial de Tesniere (gramática de dependencias) el verbo se concibe como un pequeño drama en el que participan diversos actores (A1, A2, A3); el verbo es el nudo de nudos y el componente esencial de la oración. El sujeto es un adyacente del mismo. Para Alarcos el núcleo de la oración sería un verbo en forma personal que contiene dos unidades significativas entre las cuales se establece la relación predicativa (Sj-Pred.): el signo léxico del verbo (significado de la raíz), es el verdadero predicado de la oración, y el signo gramatical o morfológico funciona como el auténtico sujeto (se refiere a la persona designada por la terminación verbal) y que Alarcos llama “sujeto gramatical”. De esta manera, el verbo es el núcleo de la oración y los demás componentes que pueden aparecer en torno del núcleo son términos adyacentes, cuya presencia no es indispensable para que exista oración. De lo expuesto, también se desprende que Alarcos distingue dos tipos de sujetos: el gramatical (los morfemas de número y persona del verbo) y el léxico (palabra o grupo de palabras que concuerdan con el verbo en número y persona). Ejemplo: “Mi hijo” es el sujeto léxico de Mi hijo comió pan. Los términos adyacentes sirven para especificar con más precisión y en detalle la referencia a la realidad que efectúa el verbo. Según la función que desempeñan en la oración, existen varias clases de términos adyacentes: • El sujeto explícito o léxico se especifica cuando la situación en la que se habla no es suficiente para poder identificar qué ente real se corresponde con la persona incluida en el verbo (El niño 3

escribe). Sin entrar en las posibles definiciones, sobre todo semánticas, de esta función, diremos que el criterio básico de reconocimiento del sujeto gramatical es la existencia de concordancia con el verbo. El sujeto de una oración es todo elemento (sustantivo, pronombre, grupo nominal, oración) que concuerda con el verbo del predicado en número y persona. •

Cuando utilizamos el SN para llamar a alguien o invocar a alguien o algo, éste desempeña la función de vocativo. Se construye sin preposición, se enuncia con entonación independiente y puede ir al principio, en medio o al final de la oración: Luis, ven aquí.



El atributo es el elemento nominal que significa algo del sujeto, relacionándose con él por medio de un verbo copulativo. Suelen desempeñar este papel la clase de los adjetivos, pero en su lugar pueden aparecer sustantivos y otros segmentos más complejos: Juan es así (adv), Luis es médico (sust.), Juan es de carne (SPrep), Yo soy el que soy (oración), Luis está sin un duro… El atributo, al ser elidido, deja junto al verbo un incremento pronominal “lo”: Luis es médicoLuis lo es.



El complemento predicativo coincide con el atributo en que complementa a la vez a un sustantivo, pronombre o grupo nominal con el que concuerda, y a un verbo. Pero se diferencia de él en que no es necesario para el verbo; se puede eliminar sin que resulte agramatical la oración y sin que el verbo cambie de significado. Hay predicativos de sustantivos o pronombres en función de sujeto y en función de CD: Los corredores llegaron exhaustos a la meta/ Me trajeron frío el pescado. La función de predicativo la suelen desempeñar adjetivos, participios, adverbios modales y gerundios (Vi la casa ardiendo). Con los llamados verbos denominativos podemos encontrar un SN en función de C.Predicativo: Han nombrado director a Pedro. Sin embargo, también pueden considerarse predicativos algunos sustantivos precedidos de preposición: Mi hija trabaja de cocinera. Alarcos hace una propuesta: son atributos preposicionales, adyacentes de aspecto atributivo constituidos por sustantivos o adjetivos provistos de una preposición, que se asemejan por este rasgo a los suplementos, pero también se asemejan a los atributos porque concuerdan en género y número con el sujeto o con el CD. Ejemplo: Mis hijos trabajan de cocineros/ Metieron a mi hija de camarera/ Tus amigos se pasan de listos / Tienen por vago a tu hermano



Desempeña la función de CD el SN que muchos verbos necesitan para completar su significación en un contexto en el que queda impreciso (verbos transitivos). Puede unirse al verbo de dos maneras: − Sin preposición, cuando el SN no designa a un ser humano(Consulté la guía) − Con preposición “a” cuando el SN designa a seres humanos(Vi a Luis/ Vi la puesta de sol) Hay excepciones que rompen esta regla, como Vimos policías por todas partes, tal vez por el carácter genérico del SN utilizado. El CD puede llevar un predicativo (Tengo los zapatos rotos), y adoptar las formas del clítico del acusativo: lo, la, los, las.



Desde un criterio semántico el CI es una función desempeñada por un SN que designa al destinatario de la acción verbal, sea solo o incrementada con el CD. También se ha definido como la persona o cosa que recibe el daño o provecho, o que recibe indirectamente la acción del verbo. La marca funcional es la preposición “a” y según la Academia, “para”. Sin embargo, Alarcos niega la condición de CI a las construcciones introducidas por “para”, que siempre serán finales. Mª Luisa Hernanz y J. Mª. Brucart explican el CI al hilo de la doble transitividad: argumento interno ligado a verbos que subcategorizan además un CD, está introducido siempre por la preposición “a” (nunca por “para”), sustituible por la forma pronominal del dativo “les” y capaz de ser duplicado por el mismo pronombre: El médico le prohibió el tabaco a la enfermera. 4



Los complementos circunstanciales expresan las circunstancias que rodean o matizan el contenido bien de la oración, bien solo del verbo, porque unos son complementos del verbo y otros de la oración entera a la que enmarca en una circunstancia, llamados complemento oracional: En Madrid, todos son simpáticos. Desde el punto de vista formal, los CC están formados por un SN precedido o no de preposición: Llegará por la mañana/ Llegará el lunes. Al no ser complementos subcategorizados por el verbo (de realización no obligatoria), estos complementos se caracterizan por su elisión (se pueden eliminar sin que se resienta la gramaticalidad de la oración), y la permutabilidad ( su gran movilidad dentro de la oración)



El complemento de régimen o suplemento es un complemento que viene exigido por verbos que rigen preposición, y sin ellos, ciertos verbos no podrían funcionar pues la oración resultaría agramatical. Ejemplo: El maestro influyó en mi vida/ *El maestro influyó. Siempre van introducidos por una preposición que selecciona el verbo y con el que guarda una íntima relación (fiarse de, aspirar a, confiar en, ocuparse de…) y no se pueden sustituir por pronombres personales átonos, siempre se sustituyen por pronombres tónicos (Confío en eso). Alarcos admite estructuras oracionales en que parece coexistir un CD y un Suplemento, denominado suplemento indirecto. Ejemplo: Limpia el suelo de papeles, Dijo pestes del delegado, Separa el grano de la paja, Llena las copas de cava…



Además, el SN puede desempeñar otras funciones dentro de la oración. Precedido de preposición puede ser complemento de un sustantivo (CN), de un adjetivo (CAdj) como en El estadio estaba lleno de gente, y de un adverbio, como Estuvo cerca de tu casa. También puede funcionar como complemento agente en las estructuras oracionales pasivas. Alarcos afirma que conviene segregar de la función de adyacente circunstancial la de adyacente oracional, que son modificadores del contenido global de la oración. Ejemplo: Felizmente, los chicos han terminado sus exámenes. En este sentido, Gómez Torrego establece una distinción entre los componentes internos de la oración (sujeto, CD, CI…) y los componentes externos o periféricos. Este último componente ha recibido distintas denominaciones: comentario oracional periférico (Alcina y Blecua), función incidental (J.A.Martínez), modificadores de modalidad o adverbios oracionales (Kovacci)… Gutiérrez Ordóñez percibe demasiada heterogeneidad dentro de esta función incidental: construcciones absolutas(aturdido por la respuesta, se marchó; saliendo de casa, coges el camino de la estación) adverbios modales (felizmente, probablemente), sintagmas preposicionales con valor locativo o temporal(En aquel tiempo, casi todos estudiábamos en Murcia); incluso Álvaro Menéndez(1988) incluye algunas oraciones finales, las condicionales y concesivas, y las causales que aparecen en inciso introducidas mediante puesto que. A éstas, J. A. Martínez García (1994) suma las introducidas por como y ya que. Gómez Torrego establece una clasificación de estos elementos periféricos: • Atributo oracional: elementos adverbiales con valor atributivo que manifiestan la actitud del hablante ante lo expresado en la oración. Ejemplo: Afortunadamente, gané el partido. • Tópicos: elementos que el hablante adelanta para decir algo sobre ellos(tienen una función de carácter informativo. Ejemplos: Lingüísticamente, esta frase es agramatical; En relación con este tema, tengo que decir que tienes razón. • Adverbios de modalidad que apuntan también a la actitud del hablante ante lo expresado en la oración, sin valor atributivo(no, sí, tal vez, a lo mejor, posiblemente…) Ejemplo: Probablemente cante, Tal vez llueva… • Circunstantes: algunos segmentos considerados tradicionalmente circunstanciales que parecen incidir sobre una oración entera y que se separan de ella con un pausa. Ejemplo: En ocasiones, algunos políticos se olvidan de sus obligaciones.

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4. TIPOS DE ORACIONES Y MODALIDADES. Tradicionalmente, la clasificación de la oración simple se ha venido realizando según tres criterios distintos. Como dos de estos criterios se desarrollan ampliamente en el tema 16, nos centraremos fundamentalmente en el estudio de la modalidad oracional . 4.1 Relación sujeto-predicado Según la relación sujeto-predicado las oraciones se dividen en impersonales (unimembres) y no impersonales (bimembres) Las oraciones sintácticamente impersonales son aquellas que carecen de sujeto léxico explícito o implícito (no recuperable). Su sujeto es cero. Se distinguen varias clases o grupos: •

Oraciones impersonales con verbos unipersonales, llamados así por Bello, puesto que solo se utilizan en 3ª persona del singular. Son verbos que se refieren a alguna noción meteorológica (llover, lloviznar, granizar, nevar, tronar, relampaguear…). Solo en uso metafórico o metonímico dejan de ser impersonales(El día amaneció nublado, Llueven las críticas sobre los políticos)



Oraciones impersonales con haber y hacer. Son verbos con variación personal, pero que en determinados usos impersonales quedan inmovilizados en 3ª persona del singular. El verbo haber solo es autónomo en construcciones impersonales en 3ª persona del singular, adquiriendo incluso en el presente de indicativo un significante particular hay (No hay entradas) No son correctos por tanto, sus usos en las terceras personas del plural (Habían allí muchas personas), pues se hace concordar el CD con el verbo. Es análogo el uso del verbo haber en las referencias temporales (Hace muchos años) y en otros sentidos (Hace frío). También son incorrectas las oraciones en las que se hace concordar el CD con su verbo (Hacen unos días preciosos).



Oraciones impersonales con se frente a pasiva refleja. Son oraciones introducidas por la partícula se cuyo sujeto léxico es cero. Existen tres tipos de oraciones de esta clase: con verbos intransitivos (Se vive bien en Madrid), con verbos copulativos (Se pasa mal cuando se está enfermo), y con verbos transitivos y complemento directo de persona con la preposición a( Se aplaudió a los jugadores). No deben confundirse con las pasivas reflejas, que son semánticamente impersonales, pero no sintácticamente, pues llevan un sujeto léxico(Ya se saben los resultados)



Oraciones impersonales con verbos en 3ª persona del plural. Son casos en que la 3ª persona del plural no se relaciona necesariamente con un sujeto léxico plural, pues la referencia puede ser la de un individuo. Se trata de un tipo de impersonalidad sintáctica (Llaman a la puerta, Allí arriba tocan el piano).



Oraciones sintácticamente impersonales con los verbos ser y estar con atributos referentes a lo meteorológico y temporal(Es muy tarde, Será de noche), con verbos que alternan el uso personal e impersonal, como bastar(Me basta con estos libros), picar(Me pica en el hombroMe pica el hombro), doler(Me duele en este brazo), con el verbo tratarse(Se trata de un asunto muy interesante) 4.2 Estructura del predicado.

Según la estructura del predicado se distinguen tres tipos de oraciones: atributivas, semiatributivas y predicativas. Las predicativas pueden ser a su vez transitivas o intransitivas. Ya hemos visto el concepto de atributo en páginas anteriores. 6

Quizá en este apartado sea interesante detenernos, aunque sea brevemente, en el concepto de transitividad e intransitividad. Como explica Alarcos, carece de sentido hablar de verbos transitivos e intransitivos, ya que tal distinción es de orden léxico. Lo pertinente en el plano gramatical es la aparición o ausencia de un término adyacente. Hay verbos normalmente transitivos que pueden pasar a usarse como intransitivos y viceversa ( Comí a las tres, Comí patatas). De ahí que algunos gramáticos prefieran hablar de usos transitivos y usos intransitivos. 4.3. Modalidad oracional. Si atendemos a la modalidad oracional se distinguen oraciones enunciativas o referenciales (intención declarativa), desiderativas, dubitativas y exclamativas (intención expresiva), e interrogativas y exclamativas (intención apelativa). La negación es compatible con cualquier modalidad oracional. Nos encontramos ante el concepto de modalidad, que viene a definirse como la adopción de diversas posturas del hablante ante el contenido de una oración. En cualquier enunciado hay que distinguir el contenido de la representación, lo que dice una oración (Dictum) de la actitud del hablante con respecto a lo expresado (Modus). La modalidad oracional enunciativa expresa el contenido oracional como algo real y objetivo. Se corresponde con la función representativa del lenguaje. Muchos la han llamado modalidad neutra puesto que aparece no marcada, con modo indicativo. Son actos de habla representativos, que se centran en el referente. La modalidad expresiva se centra en la actitud del hablante. Así, los enunciados desiderativos expresan deseo. Sus marcadores formales son el modo subjuntivo y la presencia de adverbios en función de complemento oracional (Ojalá, así). Puede aparecer asimismo la conjunción que (Que te vaya bien). Es frecuente la entonación exclamativa para dar énfasis al deseo. Tradicionalmente se clasifican en potenciales (deseo hacia el futuro: ¡Ojalá nos veamos pronto!) e irreales (deseo hacia el pasado, imposible de cumplir: ¡Ojalá lo hubiera sabido!) Los enunciados dubitativos expresan duda o incertidumbre, por lo que se suele utilizar el modo subjuntivo, reforzado con ciertos adverbios (quizá, posiblemente, acaso…) o locuciones adverbiales(a lo mejor, tal vez…) en función de complemento oracional, por lo que puede aparecer también el modo indicativo (A lo mejor llueve). Hay otros recursos como la expresión cuasiadverbial puede que, con el futuro (Serán las diez), con el condicional (Serían las dos de la madrugada), perífrasis verbales (p.j. deber de + infinitivo…). Los enunciados exclamativos tienen en la entonación su rasgo característico, así como la afectividad que manifiesta el hablante. Más que como una modalidad oracional diferenciada se ha analizado como un rasgo enfático que se puede añadir a oraciones de cualquier modalidad. Por eso Alarcos, Gómez Torrego opinan que cualquier enunciado es exclamativo si está envuelto en una entonación exclamativa: ¡Ven aquí! (exhortativo exclamativo), ¡Llegas cinco minutos tarde! (enunciativo exclamativo) Como ha señalado la RAE no poseen estructura peculiar, lo que las hace compatible con el resto de modalidades. Es frecuente encontrar la modalidad exclamativa en enunciados de estructura no oracional. Dentro de este grupo se encuentran las interjecciones, “el tipo de enunciado sin verbo personal más simple”(Alarcos): ¡Uy!, ¡Oh! A veces puede combinarse con otras palabras y formar frases complejas (frases interjectivas): ¡Ay de vosotros! Finalmente, la actitud del hablante se puede dirigir hacia el oyente y es entonces cuando surgen dos tipos de modalidades: 7

− La que es propia de los actos directivos (Searle), y que la tradición llama imperativa (otros la llaman yusiva). Implica órdenes, consejos, ruegos…Responde a la función apelativa o conativa del lenguaje, porque el hablante trata de provocar una respuesta por parte de su interlocutor. Su marca característica es el imperativo que no admite negación. Por eso no es correcto decir: *No hablad (No habléis- se usa el subjuntivo) − La que sí espera respuesta verbal por parte del interlocutor, es decir, las interrogativas. Desde el punto de vista lógico pueden ser totales (se pregunta por el contenido total del enunciado, por lo que las respuestas pueden ser sí, no, quizás…, como ¿Vais a ir al cine?) o parciales (se pregunta solo por una parte del enunciado mediante pronombres y adverbios interrogativos, o grupos nominales introducidos por un determinativo interrogativo, por lo que las respuestas no pueden ser ni sí ni no, como suceden en ¿Qué estudias? Matemáticas. Por su forma son directas(no dependen de una oración más amplia) e indirectas(son oraciones subordinadas que dependen de un verbo de entendimiento, de lengua o sentido: No sé si ha venido Juan) 5. LA PROPOSICIÓN Y LA ORACIÓN COMPUESTA. Aunque el empleo del término proposición procede de la lógica, pensamos que podría emplearse siempre desde un punto de vista estrictamente gramatical. La proposición es una unidad que carece de autonomía sintáctica y que por tanto se integra en una unidad superior, denominada oración compuesta o compleja La relación existente entre la proposición y esa unidad superior denominada oración ha dado lugar a distintos tipos de estructura, en un maremagno de teorías. En la tradición gramatical, la relación puede ser de tres tipos: yuxtaposición, coordinación (parataxis) y subordinación (hipotaxis). Las oraciones coordinadas se agrupaban en varias clases: copulativas, disyuntivas y adversativas. Gili Gaya incluía las distributivas, que varios autores no admiten. En varios tratados gramaticales se incluyen además las explicativas, que Alarcos considera como yuxtapuestas. Las oraciones coordinadas se caracterizan por estar constituidas por dos o más proposiciones del mismo nivel sintáctico o equifuncionales, conectadas por medio de una conjunción coordinante. La tradición gramatical entiende las oraciones yuxtapuestas como una clase diferente frente a las coordinadas y subordinadas. Sin embargo, otros gramáticos consideran que la yuxtaposición es una variante de la coordinación y subordinación. Según esto, habría oraciones coordinadas con nexo y oraciones coordinadas yuxtapuestas (sin nexo), y oraciones subordinadas con nexo y oraciones subordinadas yuxtapuestas (sin nexo), como el estilo directo y oraciones del tipo Te ruego me disculpes. La RAE clasificó las oraciones subordinadas teniendo en cuenta la función gramatical que realizan dentro de la oración principal: sustantivas, adjetivas o relativas, y circunstanciales adverbiales. Las subordinadas adverbiales que admiten sustitución por un adverbio son propias (lugar, tiempo, modo), mientras que las que no lo permiten se consideran impropias (causales, consecutivas, condicionales, concesivas y comparativas). Sin embargo, Henríquez Ureña, Roca Pons, Marcos Marín llamaron proposiciones inordinadas a la proposición que sustituye a uno de los elementos estructurales de la oración simple (sujeto + predicado [verbo + complemento]). Las proposiciones subordinadas, en cambio, afectarían en bloque a todo el contenido de la principal. Gómez Torrego propone una clasificación en la que distingue oraciones complejas y conjuntos oracionales. Un conjunto oracional es la unión de dos o más oraciones dentro de un enunciado y pueden ser de dos tipos: conjunto oracional por coordinación (las oraciones del 8

enunciado son coordinadas o yuxtapuestas) y conjunto oracional por subordinación (se compone de una oración principal y de otra subordinada o dependiente de la principal). Las oraciones complejas son aquellas que contienen en su interior una oración subordinada a un elemento de ellas (sustantivo, adjetivo, verbo, adverbio, pronombre) como Querría que me felicitaras, El libro que me dejaste lo perdí. En una oración compleja no hay oración principal, pues la oración en ella integrada se subordina siempre a un elemento de la oración y no a otra oración. García Berrio (1970), tomando los principios del distribucionalismo y la glosemática distingue: − Construcciones exocéntricas, determinadas por relaciones de constelación: coordinadas copulativas, disyuntivas y distributivas(deja fuera a las adversativas) − Construcciones endocéntricas, con dos tipos de relaciones: determinación(adjetivas o de relativo, adverbiales propias de tiempo, lugar, modo, y sustantivas) e interdependencia(adversativas y adverbiales impropias) Guillermo Rojo (1978) apoyado en la gramática anglosajona (clause/sentence) distingue entre cláusula, que responde igualmente al esquema sujeto+predicado y se identifica con la oración simple y con la proposición, y oración, o categoría en la que se integran las cláusulas. En función de la relación oración-cláusula, Rojo divide las oraciones en: − Monoclausales: las oraciones simples de la gramática tradicional, las subordinadas adjetivas y sustantivas. Son todas aquellas que al nivel categorial inmediatamente inferior al nudo O, poseen únicamente una cláusula. − Policlausales: las oraciones coordinadas menos las adversativas. Son aquellas que en el nivel categorial inmediatamente inferior al nudo O contienen dos o más cláusulas coordinadas entre sí. − Bipolares: dos cláusulas interdependientes entre sí, como las condicionales, concesivas, consecutivas, comparativas y adversativas. Son las constituidas inmediatamente por dos cláusulas que mantienen entre sí una relación de interordianción o interdependencia: una cláusula implica la existencia de otra. Desde esta perspectiva, la llamada oración compuesta por la Gramática tradicional se clasifica de la siguiente manera: 5.1. Coordinadas ♦ Copulativas: indican suma, adición. Nexos: y, e, ni. Ejemplo: Salimos a la calle y la perdimos de vista. Explica Alarcos (1994) que fuera de su valor “aditivo”, estas conjunciones no aportan nada más al sentido del grupo oracional. Las otras relaciones semánticas que pueden percibirse entre las oraciones copuladas, proceden en exclusiva de las nociones léxicas o referenciales de cada una de ellas y no afecta para nada a su relación sintáctica, como sucede en ejemplos como Trabajaba muchas horas y estaba fatigado (relación de consecuencia), Leyó el libro y no le gustó (relación de oposición) o Piensa mal y acertarás(relación de condición). ♦ Disyuntivas: frente al sentido aditivo de las conjunciones copulativas, la disyuntiva o (u) confiere al enlace un valor de alternativa. Unas veces alude a la incompatibilidad simultánea de aquello a que se refieren en la realidad los términos conectados( O me escuchas o me calloacciones excluyentes), otras, indica que los términos unidos son equivalentes para designar con ellos una misma realidad (Que te acompañe un guía o que te aconseje, es imprescindible- indica equivalencia o alternancia) Como la disyunción efectúa una especie de enumeración distributiva de los elementos enlazados, se incrementa a menudo o con unidades de tipo adverbial como bien, ya…: Por las tarde, o bien leía un poco, o bien jugaba con mis sobrinos. Sobre todo, si los términos conectados son equivalentes, se utiliza también como refuerzo de la disyuntiva la 9

forma verbal inmovilizada sea(No me importa vivir en cualquier país, sea el propio donde nací y me crié o sea cualquier otro) ♦ Distributivas. En opinión de Alarcos, las llamadas oraciones distributivas carecen de índices explícitos de coordinación. Son oraciones yuxtapuestas enlazadas semánticamente por unidades correlativas que de ningún modo señalan especial relación sintáctica y que pertenecen a categorías de palabras diversas (adjetivos, adverbios, sustantivos, y aun verbos) como unos… otros, este…aquel, ya…ya, ora…ora, parte…parte: Unos leían el periódico, otros veían la televisión. Además, el esquema distributivo puede coexistir con la coordinación. ♦ Adversativas. Las conjunciones adversativas más empleadas son pero, sino y aunque. Variante de la primera, reducida hoy a la lengua escrita, es más. Son unidades adverbiales empero, sin embargo, no obstante, con todo…aunque introduzcan en el enunciado un sentido adversativo. Mientras los conectores copulativos y disyuntivos admiten reunión de más de dos segmentos coordinados, los adversativos solo pueden agrupar dos, y señalan que las nociones evocadas por estos están contrapuestas. Pueden indicar esa contraposición de dos maneras diferentes: en las adversativas restrictivas o correctivas, la segunda oración encabezada con el conector introduce una restricción en la referencia efectuada por la primera oración, pero no es incompatible con ella(He estudiado mucho pero no he aprobado; No tengo hambre, aunque comeré un poco; Es inteligente, mas no se esfuerza; La selección jugó bien, sin embargo, perdió); en las adversativas excluyentes, el segundo término introduce un contenido que excluye al del primero: ambos son incompatibles. La gramática tradicional dice que no permite la coexistencia de los dos elementos que unen; comportan por ello un matiz negativo. El conector que se utiliza es sino, y sino que delante de oración(Juan no ha venido, sino que se ha quedado en casa, Luis no es de Madrid, sino de Murcia) ♦ Explicativas: la segunda oración es una mera aclaración de la primera. Los elementos de unión son es decir, o sea, esto es…(Hay marejada; o sea, hay olas muy grandes) ♦ Consecutivas no intensivas (coordinadas ilativas): Las oraciones consecutivas no intensivas indican consecuencia o deducción pero no son subordinadas, sino proposiciones que forman parte de oraciones coordinadas, pues ni complementan a un componente de la oración compleja, ni a otra oración. Ejemplos: Acabo de vender el piano; así que, ya no puedo tocar más. Los nexos de unión son generalmente las locuciones de manera que, pues bien, así que, de modo que, de manera que, de forma que, de suerte que y las conjunciones con que y luego. Hay enunciados que expresan una relación lógica de consecuencia o deducción que tienen como conectores las locuciones adverbiales por lo tanto, por consiguiente, en consecuencia, así pues y los adverbios pues y así. Para Gómez Torrego, estas construcciones son yuxtapuestas, pues tales locuciones adverbiales o adverbios son compatibles con nexos coordinantes y pueden cambiar de lugar en el contexto. Ejemplos: El suelo está mojado; por lo tanto, ha llovido esta noche/ El suelo está mojado; ha llovido, por tanto, esta noche, Hoy es sábado y, por lo tanto, nos iremos al campo. A veces, el valor consecutivo aparece sin ningún nexo conjuntivo ni ninguno de los adverbios o locuciones adverbiales antes mencionados. En estos casos, la relación lógica de consecuencia o deducción se manifiesta en la escritura con el signo de dos puntos. Ejemplos: Hoy es sábado: no tendré que trabajar, Has estudiado mucho: aprobarás sin duda.

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5.2. Subordinadas. 5.2.1. Proposiciones subordinadas sustantivas. Una proposición subordinada sustantiva es aquella que funciona igual que un sustantivo, un grupo nominal o un pronombre, dentro de una oración compleja (G. Torrego), por lo que siempre deben poderse sustituir por un pronombre (Quiero que vengas- Quiero eso). Pueden realizar las mismas funciones que un sustantivo: sujeto (Me gusta que cantes), atributo(Mi ilusión es que me aprueben), complemento directo (Deseo que vengas), complemento indirecto (Jesús dedica todo su esfuerzo a que su negocio prospere), complemento circunstancial (He venido para que me informéis), complemento de régimen ( Me alegro de que Juan siga con Laura), complemento de un sustantivo(La idea de que nos acompañe no me gusta), complemento de un adjetivo(Estoy harto de que me insultes) y complemento de un adverbio(Salimos después de cenar) Es preciso hacer un breve comentario referido a esta clasificación. La mayoría de las proposiciones que funcionan como complemento circunstancial son adverbiales (se dejan sustituir por adverbios o expresiones adverbiales) y por tanto se clasifican como tales. Ejemplo: He pintado la casa como me dijiste- La he pintado así. Sin embargo, se consideran sustantivas de CC las que se dejan sustituir por sustantivos, grupos nominales o pronombres. Estas oraciones van introducidas por la conjunción subordinante que siempre precedida de preposición, salvo cuando se trata de oraciones de infinitivo, en cuyo caso aparecen sin nexo conjuntivo. Desde esta perspectiva, Gómez Torrego (1998) incluye dentro de las sustantivas en función de CC, algunas oraciones tradicionalmente incluidas en las adverbiales, con significado de modo (Se aprobó sin que nadie protestara- sin la protesta de nadie), de finalidad (He venido para que me informéis- para eso), causa (He venido porque me lo habéis pedido- por eso) y concesión (Ha llegado a pesar de que llovía- a pesar de eso) Alarcos (1994) elimina la posibilidad de que se pueda hablar de subordinada sustantiva en función de atributo, ya que los ejemplos que se aducen son discutibles. En la oración Mi mayor deseo es que mi obra triunfe, en realidad el atributo sería mi mayor deseo, mientras que mi obra triunfe actuaría como sujeto explícito. Los nexos que introducen las proposiciones sustantivas de sujeto son la conjunción que y si (la segunda en interrogativas indirectas como No está claro si lo ha hecho Luis o Pedro). También los pronombres y adverbios interrogativos actúan como nexos introductorias de la subordinadas sustantivas de sujeto e interrogativas indirectas (No está claro qué ha ocurrido, No me interesa dónde has estado). Si la oración sustantiva es de infinitivo no se introduce con ningún nexo (Me gusta bailar) 5.2.2 Proposiciones subordinadas adjetivas Las oraciones subordinadas adjetivas son aquellas que desempeñan en la oración compleja el papel de un adjetivo. Salvo que estén sustantivadas, se encuentran dentro de un grupo nominal y están introducidas por un pronombre (El libro que he leido es bueno) o adverbio relativo (La casa donde vivo es muy alegre) No obstante, también se consideran adjetivas(pero no de relativo) ciertas oraciones de gerundio(María siempre aparece en público sonriendo- sonriente), de infinitivo(Tengo una cámara de hacer fotos- que hace fotos) y de participio( Vi a un hombre dormido debajo de un árbol- que dormía), así como algunas oraciones que funcionan como atributo de un sujeto exactamente igual que lo haría un adjetivo(Pedro está que rabia-rabioso, La cosa está que arde-mala, Juan se quedó que daba pena- triste) Estas oraciones, en opinión de Gómez Torrego, están próximas a las consecutivas intensivas. 11

Las oraciones adjetivas con antecedente explícito se dividen en: −

Especificativas: restringen o delimitan la extensión significativa o referencial del sustantivo y forman un solo grupo fónico con el sustantivo-antecedente(sin pausas entre el sustantivo y la oración): La emisora que escucho todos los días me distrae( no otra emisora)



Explicativas: se limitan a explicar lo referido por el sustantivo-antecedente sin que modifiquen su extensión significativa, por lo que pueden eliminarse sin que se resienta el significado o la referencia total de éste. Van separadas del antecedente por una pausa breve (comas en la escritura)y se suele pronunciar con un tono de voz más bajo: Los concejales, que no apoyaban al alcalde, votaron en contra.

Las oraciones de relativo pueden aparecer en una oración sin antecedente expreso. Estas oraciones van introducidas por el artículo seguido del relativo que o por los relativos quien, quienes y cuanto (y sus variantes) que presuponen o integran el artículo. Estas oraciones de relativo son adjetivas pero sustantivadas. Las oraciones con los relativos cuyo y el cual nunca se sustantivan. Las funciones que pueden desempeñar estas oraciones adjetivas sustantivadas son las mismas que ejerce cualquier adjetivo sustantivado, es decir, las funciones propias de los sustantivos: sujeto (Las que quieran pueden salir), CD (Entonces conocí a quien es mi mujer), CI (Tienes que escribir una carta a quien tú ya sabes), CR (Me acuerdo mucho del que tú hablas tanto), atributo (Ese chico es el que necesitamos), CC. También puede funcionar como modificador de un sustantivo (La casa del que tiene dinero es más confortable), adjetivo (Esa frase es digna de quien la ha dicho) o del adverbio (Gano más de lo que crees) Las oraciones introducidas por un adverbio relativo y sin antecedente son adverbiales, pues se sustituyen por adverbios. Ejemplo: Cuando juegues, me lo dices- Entonces, me lo dices, Donde hay espacios libres, se vive mejor- Allí, se vive mejor. 5.2.3 Proposiciones subordinadas adverbiales Las proposiciones subordinadas adverbiales son aquellas que realizan la misma función de los adverbios, la de CC, y son subordinadas del verbo principal de la oración. Ahora bien, como hemos visto anteriormente, no todas las oraciones que desempeñan la función de CC se dejan sustituir por adverbios. Por eso la gramática tradicional distinguía entre adverbiales propias e impropias. Otras veces se acudía a criterios lógico-semánticos y se distinguían subordinadas adverbiales de relación circunstancial (espacio, tiempo, modo), de relación cuantitativa (comparativas y consecutivas intensivas) y de relación causativa (condicionales, consecutivas no intensivas, concesivas, causales) Tarea imposible sería realizar aquí un análisis exhaustivo de cada una de ellas. Por eso nos vamos a centrar en los aspectos más relevantes. 

Las proposiciones subordinadas adverbiales de lugar, semánticamente indican lugar, y por ello pueden sustituirse por adverbios locativos. Llevan como elemento introductorio el adverbio relativo donde, solo o acompañado de preposición: Fui donde estaba tu hijo-fui allí. También se consideran locativas oraciones con según: El instituto está según sales a mano derecha.



Las proposiciones subordinadas adverbiales de modo, indican semánticamente modo, forma o manera y se pueden sustituir por adverbios modales. Los nexos más frecuentes son el adverbio relativo como, unido a veces a la conjunción si(Lo encontré como si estuviera enfermo-así), el 12

adverbio según, el adjetivo adverbializado conforme, o la locución tal y como(Hemos actuado conforme dicen los estatutos) 

Las proposiciones subordinadas adverbiales temporales oraciones que se dejan sustituir por un adverbio temporal o expresión nominal con valor temporal y que funcionan como CC dentro de una oración compleja (Gómez Torrego): Iré cuando sean las tres (Iré entonces). Su significado es de temporalidad y pueden estar introducidas por diversos nexos: - Simultaneidad. Los nexos más adecuados son las conjunciones y locuciones conjuntivas mientras, al tiempo que, conforme, a la vez que, a medida que, cuando…Ejemplo: Mientras recoges la mesa, yo lavo los platos. - Anterioridad Los nexos son las conjunciones y locuciones conjuntivas tan pronto como, nada más que, una vez que, apenas, en cuanto, cuando...Generalmente, la anterioridad expresada es inmediata: En cuanto hablaba se reía la gente - Posterioridad. La forma más normal es el adverbio conjuntivo “cuando”: Cuando salga el sol, yo ya estaré levantado. También hay oraciones temporales que se construyen con las formas no personales. Nos referimos a las cláusulas absolutas. En ellas, el infinitivo, el gerundio y el participio, constituyen verdaderos núcleos del predicado con sujeto propio (explícito o implítico). Ejemplos: Al golpear el jugador el balón, la pierna se dobló (anterioridad inmediata), Caminando por la calle, se oyó una explosión (simultaneidad), Apenas terminado el partido, cogieron el autobús (Anterioridad inmediata)



Las proposiciones subordinadas causales expresan la causa, razón o motivo por lo que acontece la oración principal. Normalmente está introducida por conjunciones o locuciones conjuntivas causales, y su función es la de complemento circunstancial de un verbo o de otra oración. Es decir, funcionan como complemento circunstancial (CC) o como modificador oracional, también denominada función incidental. Ejemplos: − Pedro está triste porque ha suspendido el examen (funciona directamente como complemento circunstancial de un verbo) − Como ha llovido, el suelo está húmedo. La oración complementa a una oración entera, la principal. Esto ocurre cuando las oraciones causales preceden a ésta, de la que se separan con una pausa(coma en la escritura): Ya que no quieres firmar, iré a los tribunales Los nexos introductorias son: porque, puesto que, como, ya que, pues, dado que, comoquiera que, toda vez que… Gómez Torrego distingue dos clases de oraciones causales: • Causales del enunciado: indican la causa de lo que se dice en la oración principal y realizan la función de complemento circunstancial del verbo principal. Por lo general, van pospuestas al verbo principal: El suelo está húmedo porque ha llovido/ El suelo está húmedo por eso. Se denominan también de causa real, objetiva, pues como explica García (1996) la expresión lingüística se refiere a una causa o motivo de algo enunciado que se configura como su efecto: Me fui a casa porque estaba disgustado. • Causales de la enunciación: indican el motivo de lo que dice o piensa el hablante y complementan a un ámbito oracional más amplio que el de la oración principal. La pregunta no es ¿por qué ha llovido?, sino ¿por qué dices que ha llovido?: Ha llovido, porque el suelo está húmedo. Como explicó Andrés Bello, no se expresa la causa de lo que se dice, como en la anterior, sino como causa de decirlo. Por eso se dice que expresan una causa lógica. No es el efecto de una causa, sino el producto de una deducción; algo así como: Es evidente que ha llovido, porque el suelo está húmedo.



Las proposiciones subordinadas finales. La RAE, por ejemplo, incluye dentro de las subordinadas adverbiales. Pero dado que no se pueden sustituir por adverbios, no han faltado autores que las clasifican dentro de las oraciones subordinadas sustantivas (Marcos Marín, 13

1980; Alarcos, 1994, Gómez Torrego, 1998) pues se pueden sustituir por pronombres o sustantivos y funcionan como complementos circunstanciales del verbo principal de una oración compleja. Ejemplo: Hemos quedado para ir al cine- Hemos quedado para eso Galán (1999) distingue entre oraciones finales integradas y oraciones finales periféricas. En Pedro canta para alegrarse, la secuencia para alegrarse funciona como CC del verbo principal con sentido final. Sin embargo, en Para lo que estoy haciendo, me voy la secuencia “para lo que estoy haciendo” funciona como modificador oracional (periférico) sin sentido final. 

Las proposiciones subordinadas condicionales manifiestan significados de condición (Si vienes a casa, te doy el regalo), hipótesis (Si tú eres listo, yo soy un sabio) y contraste (Si ayer llovía, hoy hace sol) Sea cual fuere el sentido, la estructura sintáctica es la misma: hay una oración transpuesta por si, que se denomina prótasis, y otra (que pudiera ella sola constituir enunciado) conocida por apódosis. La R.A.E. recoge la tradición latina y distingue tres tipos de condicionales: − Condicionales reales o de relación necesaria. Expresan hechos que suelen ir asociados o de los que se espera un cumplimiento probable en el futuro: Si me toca la lotería [ lo considero probable], me iré de viaje − Condicionales potenciales o de relación contingente. Se refiere a una acción venidera cuya realización se considera poco probable: Si me tocara la lotería [lo considero poco probable], me iría de viaje. − Condicionales irreales o de relación imposible. Se trata, en estos casos, de una condición que evoca situaciones irreales, por lo que en ningún caso puede cumplirse: Si me hubiera tocado la lotería [no me tocó], me habría ido de viaje. Hay otras formas de expresar la condición: con una proposición subordinada de gerundio (Estudiando todos los días, lograré aprobar), con la construcción de + infinitivo (De ser cierto eso, retiraré mi candidatura), como + subjuntivo (Como no obtenga el apoyo necesario, retiraré mi candidatura)



Las proposiciones subordinadas concesivas indican siempre un obstáculo, una oposición, contraste u objeción a lo que expresa la otra oración a la que complementa, sin que ello impida su cumplimiento. Las concesivas, frente a las condicionales, en opinión de J. Polo suponen una condición inútil, pues actuando no impide la realización del enunciado subordinante o condicionado: no se tendrá en cuenta. Los nexos que introducen estas oraciones son: - La conjunción aunque - El adverbio conjuntivo así - Las locuciones si bien, por más que, y eso que, bien que, aun cuando... Ejemplos: No volveré a esta casa, aunque (así) me lo pidáis de rodillos; He logrado aprobar y eso que apenas había estudiado. −



Las oraciones consecutivas intensivas son aquellas que indican la consecuencia o deducción de algo y van introducidas por el nexo “que” apoyado en un intensificador que puede ser un adverbio (tanto, tan), el determinativo tanto y sus variantes, el determinativo demostrativo tal, los indefinidos “cada” y “un”(y sus variantes). Su función es la de complemento o modificador del intensificador: Es tan listo que todos lo admiran, Sabe tantas cosas que nos dejan perplejos, Lo hizo de tal manera que nos asustamos, Tiene un genio que da miedo. Las proposiciones subordinadas comparativas ejercen siempre la función de complemento o modificador de un adverbio o de un determinativo cuantificador como “tanto”(y sus variantes) Ejemplo: Se miente más que se engaña- “que se engaña (oración transpuesta) depende del adverbio “más”, y el conjunto que forman , “más que se engaña”, funciona como adyacente circunstancial del verbo “se miente”. Alarcos llega a la siguiente conclusión: las comparativas y consecutivas no son otra cosa que oraciones degradadas, análogas a las 14

relativas, con la diferencia de que su llamado antecedente es un cuantificador o una unidad cuantificada. 6. CONCLUSIÓN ¡Qué difícil es que dos gramáticos estén siempre y en todo de acuerdo! Como profesores explicamos una materia cuya terminología y avances debemos dominar. Pero sobre todo somos humanistas que transmitimos a las generaciones jóvenes el mejor instrumento para el acceso al saber y la construcción de conocimientos. “No se puede pasar a otras ciencias, si no es por la puerta de la Gramática”(Cervantes, El licenciado Vidriera) Por eso debemos partir de una terminología clara y precisa, consensuada con todo el equipo de profesores del departamento de lengua. Se ha de evitar que el alumno se pierda en un torbellino de tecnicismos, evitando ambigüedades y la proliferación innecesaria de términos. Esta metodología será mucho más relevante en aquellos cursos donde se estudie la coordinación y subordinación, especialmente a partir de 3º y 4º de la ESO. Tal y como aparece reflejado en el currículo de Murcia para estos cursos, utilizaremos términos como enunciado, frase y oración, oración coordinada, y oraciones subordinadas sustantivas, adjetivas y adverbiales, centrándonos en el estudio de los conectores y sus diferentes relaciones lógicas para que los alumnos desarrollen un estilo cohesionado en la composición de los enunciados. 7. BIBLIOGRAFÍA Alarcos, E.: Gramática de la lengua española, Espasa Calpe, Madrid, 1994. Alvarez Menéndez, A.I.: El adverbio y la función incidental, Verba nº15, 1988. García Berrio, A: Bosquejo para una descripción de la frase compuesta en español, Universidad de Murcia, Murcia, 1970. Gómez Torrego, L.: Gramática didáctica del español, SM, Madrid, 1998. Gómez Torrego, L.: Análisis sintáctico. Teoría y práctica. SM, Madrid, 2002. González Calvo, J.M.: La oración simple, Arco/Libros, Madrid, 1995. Hernanz, M. L. y Brucart, J. M.: La sintaxis, Crítica, Barcelona, 1987. Marcos Marín, F.; Satorre, F. J. y Viejo, M. L.: Gramática española, Síntesis, Madrid, 1998. Martínez, J. A.: La oración compuesta y compleja, Arco Libros, Madrid, 1994. Real Academia Española (RAE): Gramática de la lengua española, Espasa Calpe, Madrid, 1931 Real Academia Española (RAE): Esbozo de una nueva gramática de la lengua española, Espasa Calpe, Madrid, 1973. Rojo, G: Cláusulas y oraciones, Verba Anexo 14, Santiago de Compostela, 1978

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