TEMA 16

TEMA 16: RELACIONES SINTÁCTICAS: SUJETO Y PREDICADO. La tradición gramatical distingue dentro de las oraciones una relación sintáctica básica, la que se establece entre el sujeto y el predicado. Sin embargo, la amplia definición de relaciones sintácticas y sintagmáticas establecida por Saussure (1916, Curso de Lingüística General) ha dado pie a nuevas especulaciones gramaticales. El SINTAGMA se viene considerando como una construcción integrada por una o más unidades que, en conjunto, desempeñan la misma función sintáctica dentro de la oración. Sólo aquellas palabras capaces de aportar una significado léxico y gramatical están capacitadas

para

constituirse

en

núcleo

de

un

sintagma

y,

consecuentemente, de realizar una determinada función dentro de la oración. Es el caso del verbo, del adjetivo, del adverbio y del sustantivo que podrán formar sintagmas verbales, adjetivales, adverbiales y nominales. Recordemos que el sujeto adopta la forma de un sintagma nominal mientras el predicado la de un sintagma verbal. Algunos autores han extendido el carácter nuclear del verbo más allá del ámbito del predicado, considerándolo un núcleo oracional. No en vano, las relaciones sintácticas que se dan en las oraciones vienen

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determinadas por las capacidades

sintáctico-semánticas

del

núcleo

verbal. Siguiendo esta premisa, los elementos requeridos, condicionados, seleccionados y regidos por el verbo, reciben el nombre de valencias y constituyen su combinatoria sintagmática. Siguiendo la misma línea de análisis, Tesnière (1959, Elementos de

sintaxis estructural) distinguía entre actantes y circunstantes. Los actantes participan en el proceso verbal ya que son indispensables para completar el significado del verbo y los circunstantes, por su parte, expresan las circunstancias del tiempo, lugar, manera… en las que se desarrolla el proceso indicado por el verbo. A partir de esta primera distinción, han surgido nuevas propuestas, aunque unos autores prefieren hablar de núcleo y periferia, mientras otros distinguen entre complementos argumentales y complementos no argumentales o adjuntos. Guillermo Rojo y Jiménez Juliá (1989, Fundamentos del análisis

funcional) distinguen dos tipos de construcciones que se pueden dar tanto a nivel sintagmático como oracional y que son un reflejo de las relaciones sintácticas y semánticas que se dan en el seno de las oraciones.

En las

construcciones exocéntricas los elementos se exigen mutuamente y no puede hablarse de núcleo (Por ej. relación de interdependencia entre sujeto y verbo copulativo) . En cambio, en las construcciones endocéntricas el núcleo puede desempeñar

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la misma función que realiza la construcción completa y los adyacentes establecerán con él una relación de dependencia. Las relaciones sintácticas entre los sintagmas que conforman la oración están sujetas a ciertas controversias, pero en general constituyen un número más o menos limitado de funciones sintácticas. Sin embargo, las relaciones entre las funciones semánticas que se reflejan en las distintas funciones sintácticas no están tan sistematizadas. Recordemos, por ejemplo, que el sujeto no siempre es agente, puede ser destinatario, causa o paciente si recibe la acción del verbo. El SINTAGMA NOMINAL es una construcción endocéntrica cuyo Núcleo puede ser un sustantivo o un pronombre personal; los Adyacentes Nominales (determinantes y complementos del nombre) se agrupan en torno al núcleo. El sintagma nominal sintácticamente puede funcionar dentro de la oración como sujeto de la misma, pero también como complemento directo o indirecto, como atributo o complemento predicativo y, en menor número de ocasiones, como complemento circunstancial. Desde el punto de vista gramatical, el PREDICADO es un sintagma verbal, es decir, un grupo de palabras organizado alrededor de un verbo que funciona como núcleo. El predicado consta al menos de una forma verbal, que constituye el núcleo y que, con frecuencia, va acompañada por otros sintagmas nominales, adjetivales, adverbiales o preposiciones que funcionan

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como complementos del verbo. Estaremos ante una oración compuesta si el sintagma verbal que constituye el predicado contiene otros verbos que conforman, a su vez, otros sintagmas verbales y que se organizan jerárquicamente subordinándose al verbo principal. Hay dos clases de predicados:



El predicado VERBAL que expresa una acción o proceso que afecta al sujeto. Ese significado recae sobre el verbo que funciona como núcleo del predicado.



Y el predicado NOMINAL que expresa una cualidad o un estado que se dice del sujeto. El predicado está formado básicamente por dos elementos: un atributo y un verbo copulativo.

Como ya sabemos, dentro del sintagma verbal o predicado el verbo seleccionará, condicionará o permitirá la aparición de una serie de complementos verbales.



Los verbos transitivos seleccionan un Complemento Directo y, en ocasiones, también un Complementos Indirecto. Ahora bien si el verbo es intransitivo sólo podremos encontrar

el

Complemento Indirecto.

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

El Atributo es seleccionado por verbos copulativos (ser, estar y parecer) en los predicados nominales. Los 3 complementos enumerados pueden ser sustituidos por pronombres personales átonos.



El Complemento Suplemento o Preposicional va introducido por una preposición que constituye una extensión del lexema verbal (residen en…).



El Complemento

Predicativo aparece con verbos llamados

pseudocopulativos, es una función orientada bien al Sujeto o bien al Complemento Directo.



El Complemento Agente se da con verbos en voz pasiva, el sujeto es paciente porque la función agente la lleva a cabo este complemento.



Por último, el Complemento Circunstancial es un complemento no argumental o adjunto ya que no viene seleccionado por el verbo, indica las circunstancias de tiempo, modo, lugar, instrumento, en las que se desarrolla la acción indicada por el verbo.

La Gramática Tradicional denominaba con la etiqueta de sujeto gramatical a la palabra que concuerda con el verbo, elemento nuclear del predicado. Las características morfológicas del verbo en español hacen que no sea imprescindible que el sujeto aparezca de forma explícita para que la oración sea gramatical, hablaremos en ese caso de Sujeto Elíptico. El

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Sujeto Léxico, por el contrario, reitera la información morfológica contenida en el verbo a la par que añade algún otro contenido para concretarlo o especificarlo (por ejemplo, la especificación genérica del femenino). Puede verse manifestado por uno o más sintagmas nominales o por uno o más pronombres personales tónicos. Las

características

sintácticos-semánticas

del

verbo

también

condicionan la posible ausencia o incompatibilidad con un sujeto léxico; en ese caso, estaríamos ante oraciones impersonales. En el plano morfológico encontramos verbos que sólo se conjugan en 3ª persona del singular, normalmente dentro del campo semántico de los fenómenos metereológicos (diluviar, granizar, nevar…), no obstante, hay algunos verbos como “amanecer”, “oscurecer” o “atardecer” que pueden presentar Sujeto Léxico en construcciones figuradas. Algunos verbos como “hacer” y “haber” se pueden conjugar en otras personas aunque si van en 3ª persona del singular, pueden aparecer en construcciones

impersonales.

Ahora

bien,

en

muy

pocos

casos,

la

impersonalidad es consustancial al verbo, generalmente es atribuible a la lectura genérica o indeterminada que puede asociarse con el uso del infinitivo (Aparcar sólo de 10 a 13 horas.) o con los morfemas flexivos la 2ª persona del singular (Si quieres, puedes) y la 3ª persona del plural (Llaman a la puerta). Para terminar, no debemos, olvidarnos de las construcciones con “se” impersonal: el verbo figura en 3ª persona del singular y va acompañado de

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un C.D. introducido por la preposición “A”. Los enumerados sólo son algunos ejemplos de construcciones impersonales.

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