Tarea III - El Petróleo

El Petróleo El petróleo es un líquido viscoso de color negro, constituido por hidrocarburos y otros compuestos oxigenados, nitrogenados, azufre, níquel, vanadio. Se le denomina combustible fósil, porque para liberar la energía contenida en los hidrocarburos tiene que quemarse y fósil porque es producto la descomposición anaeróbica (en ausencia de oxígeno) de algas o plancton acuático que vivieron en los antiguos mares de la Tierra hace millones de años en las primeras eras geológicas. Los microrganismo muertos al caer al fondo de los mares o lagos fueron cubiertos por capas de sedimentos. La elevada presión de las capas de tierra, las altas temperaturas y la acción de bacterias fue transformando los restos orgánicos hasta convertirlo en petróleo crudo. El proceso de formación del petróleo tarda entre 10 y 100 millones de años y en las períodos del cenozoico, (era geológica actual) no se reporta formación de petróleo por lo que se asume que las reservas de petróleo son finitas. Con el surgimiento de la revolución industrial, el petróleo comenzó a tener gran protagonismos por la creciente demanda de energía. Inicialmente el carbón fue predominante en el mundo industrializado durante el siglo XIX y primer tercio del XX. Sin embargo, el petróleo desplazaría al carbón con el desarrollo del motor de combustión interna alimentado con gasolina, un derivado del petróleo. El petróleo transformó por completo la vida moderna. Nuestra forma de vida actual se basa en el uso intensivo del petróleo. Prácticamente todos los bienes requieren de petróleo en forma de energía o como materia prima. Se estima que la humanidad ha consumido en sólo cien años aproximadamente la mitad del petróleo del mundo. A escala global, los combustibles fósiles alcanzan 81% (35% corresponde al petróleo, 25% carbón; 21% gas natural); 10% biomasa; 6% energía nuclear y las otras energías renovables el 3% restante. Los hidrocarburos son casi los 2/3 del consumo energético mundial. Según la OPEP las reservas de petróleo global son de 1,65 billones de barriles, si la producción de 93 millones de barriles al día se mantuviera constante, tendríamos petróleo para 54 años. Si los recursos no convencionales de petróleo, como el esquisto bituminoso, arenas bituminosas, se tienen en cuenta, las reservas mundiales de petróleo serán cuatro veces más grande que las actuales reservas globales convencionales. La AIE (Agencia Internacional de Energía), considera que para el año 2030, el petróleo continuará siendo la energía predominante. El impacto ambiental ocasionado por el consumo de petróleo y sus derivados alcanza proporciones inéditas en toda la historia de la humanidad. El 80% de la contaminación de la atmosfera es atribuida a los óxidos de Carbono, Azufre y Nitrógeno, hidrocarburos gaseosas, partículas de carbón y plomo emitidas por los tubos de escape de millones de vehículos motorizados y estacionarios. Son responsables de la muerte de cerca de 3 millones de personas al año en todo el mundo, además de ocasionar lluvias ácidas y smog. El calentamiento global y el cambio climático es consecuencia de la quema de combustibles fósiles, fundamentalmente de los motores de vehículos. El CO2, compuesto residual de la combustión, es un gas de invernadero que acumula calor en atmosfera. Al acumular calor produce el calentamiento global, aumento de la temperatura media de la Tierra, que origina cambios en los patrones climáticos del mundo. Se estima que en el último siglo la temperatura media anual se ha incrementado en cerca de 1.7 °C y los científicos consideran que si pasa de 2°C las consecuencias pueden ser muy graves para la humanidad, sobre todo para las naciones vulnerables como nuestro país; que en último evento de anomalía térmica del mar (niño costero) las precipitaciones y las altas temperatura fueron influenciada severamente por el cambio climático potenciando la tragedia que ha ocasionado. En opinión de los expertos, las emisiones de dióxido de carbono llegarán a 38 mil millones de toneladas en 2030; es decir, 16 mil millones de toneladas más sobre los niveles actuales. Es indudable que se está dando una progresiva sustitución del petróleo por energéticas renovables, pero el ritmo es muy lento. Las energías renovables son limpias, inagotables y competitivas. Se diferencian de los combustibles fósiles principalmente en su diversidad, abundancia y potencial de aprovechamiento en cualquier parte del planeta, pero sobre todo que no producen gases de efecto invernadero, ni

emisiones contaminantes, además, sus costos están bajando de forma sostenida. La electricidad producida por energía eólica está incrementándose y los automóviles eléctricos, o con energía de Nitrógeno o solar es una realidad creciente. Se estima que para el 2022 el valor de los vehículos eléctricos será menor que los vehículo de combustión y alcanzará el 35% de las ventas mundiales de automóviles nuevos y para el 2040 llegarán a 41 millones de unidades.