Taller #8 - La Figura Materna

November 18, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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Clínica para el alma de la mujer

Curso terapéutico “Sanando mi interior” interior”  

TALLER N°8 – IMPORTANCIA DE LA FIGURA MATERNA EN NUESTRA VIDA

La figura materna es indispensable en los primeros años de vida, forma parte esencial del desarrollo emocional de los hijos, ya que es quien qu ien se encarga de entablar los vínculos afectivos intensos. La madre es el primer modelo para socializar, de ahí la importancia de este vínculo. Amor-odio, aceptación-rechazo, aceptación-rechazo, alejamiento-acercamiento, son sentimientos que caracterizan, con mayor o menor intensidad, a la mujer en la relación con su madre. La relación madre-hija se encuentra casi siempre en los límites, es diferente, incluso, entre hermanas. Como todo vínculo en crecimiento, es mutante: transforma y se transforma. Es necesario darnos la oportunidad de revisarla y de ser necesario, modificarla. La idealizamos de niñas, nuestra enemiga en la adolescencia y, si todo marcha adecuadamente, la comprendemos y valoramos de adultas, acercándonos más a ella.

Tipos de madres:   Madre Ausente (por muerte o abandono) 



En la ausencia de la madre la figura que la reemplace debe por lo menos brindar los siguientes elementos: 1.  Vincularse con una figura sustituta, como tía, prima, abuela. 2- Buscar el equilibrio sin pretender cubrir las funciones de padre y madre a la vez. 3- Lo mejor es que los niños sepan la verdad. Se les debe explicar tomando en cuenta su edad y circunstancias. 4- El centro educativo y los maestros deben estar atentos a cualquier comentario que dañe emocionalmente a las niñas. Por último es importante mencionar que las personas a cargo de la hija, le brinden amor, afecto, confianza y le manifiesten compromiso con el vínculo afectivo que entablan, para evitar consecuencias en las futuras relaciones de la niña en su desarrollo emocional.

 

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  Madres Rígidas: 



Son aquellas que dominan a sus hijas, de forma consciente o no, son permanentemente autoritarios. Son madres muy estrictas en cuanto a las normas que deben de seguir sus hijos. Se manifiesta obsesión por lo general en la limpieza orden, etc. Esto hará que las hijas se sientan asfixiadas y que sientan que nunca colman las expectativas de sus madres, por mucho que lo intenten.   Madres Permisivas/ Permisivas/Leseferistas: Leseferistas: 



Estas madres, son incapaces de disciplinar a sus hijas, no existe un” un”   no” no”   en su vocabulario, con la excusa de no ser autoritaria y que todo se debe de hablar, muchas veces, permite que el que tenga la última palabra siempre sea la hija, siendo las que “mandan mandan”” en la casa.   Madres Sobreprotecto Sobreprotectoras/Ansiosas: ras/Ansiosas: 



Tratan de todos modos evitarle cualquier cualquier tipo de sufrimiento, hace las cosas por ella y con esto no le permite crecer, desarrollarse ni tener autonomía. De esta manera lo que logra es retrasar la madurez de su hija, haciéndola dependiente, no pudiendo tomar una decisión sin el consentimiento de la mamá.   Madres Asertiva: 



Son aquellas que brindan adecuado apoyo, afecto, cuidado, confianza, disciplina, etc. Generando así en sus hijas confianza en sí mismas, adecuado manejo de límites, desarrollo de su personalidad y rol femenino. Comportamientos asertivos de parte de la madre hacia el bebé: b ebé:              

Prepararse para el nacimiento del bebé. Comprender y responder de forma sensible a las necesidades emocionales del bebé. Lactancia materna. Cargar en brazos al bebé. Evitar las separaciones frecuentes o prolongadas. Usar la disciplina positiva. Mantener una vida familiar estable.

La función Materna en las niñas:   Modelo de rol e identidad sexual (reconocerse y amarse como mujer, ejemplo de esposa)



Las mujeres construimos en dicha relación nuestro “yo” y nuestra identidad femenina. Por ello, cuando la madre muere y la hija teniendo aún los 15 años y en donde no hubo una figura fuerte sustituta, queda un agujero en el alma.   Influencia en la imagen del padre



 

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  Seguridad y confianza



El sentido dedeconfianza semanera desarrolla partir de la relación que que se establece con la todos los integrantes la familia,básica, pero de muyaespecial surge del vínculo se forma con madre. La generación de este poderoso vínculo afectivo entre la madre y su hija, se ha denominado “apego”, y tiene un momento crucial cuando, en el nacimiento, se produce el primer contacto físico entre la niña y su madre. El apego, es decir el vínculo cercano, cálido, seguro y permanente, permite a la madre identificar las necesidades necesidades de su hija y así proveer los cuidados físicos y emociona emocionales les requeridos para garantizar un buen nivel de bienestar. Se trata de brindar contacto físico, expresión de cariño y sentimientos positivos, alimentación, alimentación, higiene y descanso, de manera oportuna y suficiente a cada niño o niña.    Capacidad de vinculación afectiva



Dificultades en la relación madre e hija  1.  El abandono: la ausencia o la indiferencia de la madre en forma permanente, el olvido de sus obligaciones o el descuido impiden que se dé la “simbiosis” natural de la hija con la madre; es decir, el vínculo de intimidad, intimidad, básica, a ella, ella, existe posteriormente riormentede diferen diferenciación individualización. Si de no confianza hay madre (realgracias o sustituta), esa poste experiencia ser ciación amadose incondicionalmente, de ser uno con otro, no existe y luego la buscamos de la peor manera, pagando el precio que nos pidan. Cabe mencionar que los motivos por lo que este abandono se dé pueden ser múltiples: depresión, trastornos psíquicos, situaciones críticas (migraciones, accidentes, pérdida de la libertad), turbulencias familiares, drogas, alcoholismo, etc., que provoquen una desconexión y la pérdida del contacto genuino o profundo.

2.  La competencia constante con la hija:   el compararse siempre con ella y demostrarle que es más inteligente, más deseable o más bella, según sea el valor que predomine en el otorgamiento del poder, reclamos incesantes, ataques a la felicidad de la hija, actitudes de rivalidad r ivalidad con el padre, entre otros, provocan que se establezca desde la madre una polaridad de buena-mala que prevalece a lo largo de toda la relación, desencadenándose la envidia y los celos entre ambas. Asimilar esta rivalidad y envidia de la madre es difícil, no siempre se hace de forma consciente, pero, al ocupar más espacio que otros aspectos de la vida, tiene indudablemente un efecto destructivo.

 

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3.  La intromisión constante en la vida de la hija:  se da debido a que la “simbiosis” no se rompe y no se tolera que la hija cuestione o rompa con la forma en que se da la relación. Las consecuencias son el infantilismo crónico, la inmadurez. Es la madre sobre protectora, solícita hasta el aturdimiento, la que todo resuelve, hasta la mínima dificultad, fóbica a todo lo nuevo (amistades, actividades fuera del entorno más cercano, ideas). Se “desvive” por su hija; no tiene vida propia y por ello vive la de la hija. Por su parte, ésta cree no poder vivir sin la madre, la trae a su casa o vive con ella, es exageradamente miedosa. Paradójicamente, la hija crece y se desarrolla con la desaparición de la madre, o cuando decide expulsarla o relegarla a un rincón de su vida.

4.  Los vínculos “vampíricos” —donde la madre vive a expensas de la hija —: pueden darse porque la madre tiene a la hija de “rehén rehén”” escudada en una enfermedad psíquica o somática real o fantaseada. Son madres débiles, dependientes; depositan en la hija deberes o responsabilidades que ellas no asumen (cuidado de otros hijos, de enfermos, de sus padres, etc.). La capacidad de la hija se magnifica, pues desde muy temprana edad debe hacer frente a grandes problemas y situaciones, hacerse cargo de otros, mantener la organización doméstica, sostener emocionalmente a los padres. Se le culpa ante cada oportunidad de vida independiente independiente con otra persona. Este nivel de exigencia para la hija la priva de vivir su niñez, la convierte en modelo de vida de sacrificio y sobre adaptación, lo que provoca en ella serias afecciones af ecciones psicosomá psicosomáticas. ticas.

5.  La descalificación, la crítica constante : por exigencias desmedidas en diferentes áreas de desempeño (escolar, comportamiento, inteligencia, aptitudes, belleza, amistades, etc.), provocadas, la mayor parte de las veces, por la insuficiente valoración personal de la madre que se proyecta en la hija, atrofia la autoestima de la hija, haciéndola sentir insegura, poco valiosa.

Será más fácil lograr el equilibrio desarrollando nuestro sí mismo, ese sí mismo que se formó en el estrecho contacto con nuestra madre, con su amor y cuidados. Dejemos que viva lo que nos diferencia de nuestras madres sin borrar lo que nos hace semejantes a ella. Reconozcamos nuestro origen, veamos en nuestras madres a una mujer, con todo lo que ello implica, y enseñemos a nuestras hijas — si si las tenemos —  —   a vernos como tales. La relación entre madre e hija puede ser una de las más hermosas que experimentemos en nuestra vida y es una de las más intensas, profundas y complejas del ser humano.

 

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