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El renacer de la narrativa: reflexiones sobre una nueva vieja historia 

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Los historiadores siempre han contado historias  Empero, en los últimos cincuenta años esta función de narrar narrar un cuento ha rebajado su reputación entre aquellos que se han considerado a sí mismos como la vanguardia de la profesión, aquellos practicantes practicantes de la nueva historia (periodo que siguió a la segunda guerra mundial). En Francia, la narración de un cuento fue relegada como la historia “evementielle” (según el profesor era su traducción como acontecimental) Ahora, percibo, sin embargo pruebas de una contracorriente contracorrie nte que está arrastrando de nuevo a los “nuevos historiadores” historiadores” prominentes hacia alguna forma de narrativa. organización del material material de un orden de Narrativa se utiliza aquí para significar la organización secuencia cronológica y el encuadramiento del contenido en una narración singular coherente, aunque con sub-argumentos/ es una manera de escritura histórica pero también es una manera que afecta y se ve afectada por el contenido y el método. Dos maneras de diferenciar a la historia narrativa de la historia estructural consisten en que su arreglo es descriptivo más que analítico y en que su foco central se dirige al hombre y no a las circunstancias, por eso trata, con lo particular y específico más que con lo colectivo y estadístico. estadístico. El tipo de narrativa que tengo en mente no es la de un simple coleccionista de antigüedades o la de un cronista Es una narrativa dirigida por algún principio seminal y que posee un tema y un argumento. Ningún escritor narrativo evita el análisis, aunque este no sea el esqueleto estructural alrededor del cual se construye su trabajo y también tiene preocupación por los aspectos literarios de su presentación. presentación. Es esencial establecer que este ensayo trata de identificar los cambios observados en la moda histórica, no hacer juicios de valor entre las maneras de escribir historia. II

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Debe intentarse primero intentarse explicar el abandono como ideal por parte de muchos historiadores, hace cerca de cincuenta años, de una tradición narrativa de cerca de dos mil. Estaban interesados en sociedades y no en individuos y confiaban en que podía realizarse una historia científica, la cual produciría con el tiempo leyes generalizadas para explicar el cambio histórico. Se debe definir lo que se quiere decir con historia científica La primer a historia científica, fue formulada por Ranke en el siglo XIX y estaba basada en el estudio de las nuevas fuentes se presumía un minucioso criticismo textual de fuentes no relevadas hasta ahora. En los últimos treinta años ha habido tres clases de historia científica diferente usuales en la profesión, todas basadas no en nuevos datos sino en modelos y nuevos métodos: estos son el modelo económico marxista, el modelo ecológico demográfico francés y la metodología “cliometrica” americana.

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El viejo modelo marxista la historia se mueve en un proceso dialectico de tesis y antítesis, a través de un choque de clases que son a su vez creadas por cambios en el control de los medios de producción en los años ´50, esta idea desembocaba en un determinismo económico social muy simplista que afectaba a muchos jóvenes de esa época. La generación actual de neo marxistas, parece haber abandonado la mayoría de estas afirmaciones tradicionales ahora ellos están preocupados por la política, la religión y la ideología como sus colegas no marxistas y en el proceso parecen haber abandonado la pretensión de estar persiguiendo una historia científica. El segundo significado de la historia científica es el que ha sido usado desde 1945 la escuela francesa de los historiadores de Annales , de la cual Emmanuel Le Roy Ladurie podría pasar como vocero. Según el la variable clave de la historia son los cambios en el balance ecológico entre abastecimientos de la población, un balance que necesariamente debe ser determinado por estudios de largo plazo en la producción agrícola, los cambios demográficos y los precios de los alimentos  Este tipo de historia científica emergió de una combinación entre el interés francés de vieja data por la geografía y la demografía, paralelamente con la metodología cuantitativa Le Roy Ladurie nos dice abiertamente que “Historia que no es cuantificable no puede pretender ser  científica”   . El tercer significado de historia científica es ante todo americanos y se basa en la pretensión de los cliometristas de que únicamente su propia y especial metodología cuantitativa posee el derecho de pretenderse científica. Según ellos la comunidad de historiadores puede ser dividida en dos. Existen los tradicionalistas, que incluyen tanto a los historiadores narrativos de viejo cuño, que tratan principalmente la historia estatal e historia constitucional como los nuevos historiadores económicos y demográficos de las escuelas de Annales y Past and Present. Muy aparte, están los historiadores científicos, los cliometristas, que se definen por una metodología más bien que por un tema o alguna interpretación particular sobre la naturaleza del cambio histórico. Estos últimos, son historiadores que construyen modelos paradigmáticos, en ocasiones modelos contra factuales de mundos que nunca existieron, en la vida real, historiadores que ponen a prueba la validez de los modelos mediante las mas sofisticadas formulas matemáticas y algebraicas, aplicadas a cantidades enormes de datos procesador electrónicamente. Su campo especifico es la historia económica la cual han conquistado virtualmente en los Estados Unidos Otras explicaciones científicas han llamado la atención por un rato y luego han pasado de moda ej.: el estructuralismo francés produjo alguna teorización brillante pero si un solo trabajo histórico considerable. El funcionalismo parsoniano , tuvo una larga 

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carrera pese a su fracaso en ofrecer una explicación del cambio en lo temporal y el hecho obvio de que la correspondencia entre las necesidades biológicas y materiales de una sociedad y las instituciones y valores que la rigen ha sido siempre menos perfecta y en verdad muy pobre a menudo. 

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Tanto estructuralismo como el funcionalismo han proporcionado perspectivas valiosas, pero ninguno se ha prestado para armar a los historiadores con una explicación científica global del cambio histórico. Los historiadores franceses quienes en los años 50 y 60 estaban a la cabeza de esta empresa singular, desarrollaron un arreglo jerárquico estandarizado: Primero, tanto, tanto en lugar como en orden de importancia, venían los hechos económicos y demográficos; luego, la estructura social y finalmente los desarrollos intelectuales, religiosos, culturales y políticos. En manos de algunos la nueva metodología y los nuevos problemas produjeron resultados casi sensacionales. Los primeros libros de Braudel, Goubert y de Le Roy Ladurie se contarán entre los mas grandes obras históricas de cualquier tiempo y lugar. La conclusión fue un revisionismo histórico con venganza. Puesto que solo interesaba lo material y puesto que el tema era la condición material de las masas, no la cultura de elite, vino a ser posible hablar de la Historia de la Europa continental desde el siglo XIV al XVIII como la historia “inmóvil”. En este nuevo modelo de historia tales movimientos como el Renacimiento, la Reforma, la Ilustración y surgimiento del Estado moderno desaparecían simplemente. Ignoradas quedaban las transformaciones del arte, la cultura, la arquitectura, etc. III

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La primera causa del renacer de la narrativa es un extendido desencanto con el modelo económico determinista de explicación histórica y este arreglo jerárquico de los tres pisos al cual dio origen. La ruptura entre historia social por un lado e historia intelectual por el otro ha tenido consecuencias muy infortunadas. EL registro histórico ha obligado ahora a muchos a admitir que existe una corriente de interacciones extraordinariamente complejas y en dos sentidos entre los hechos de la población, los abastecimientos, el clima  junto con las relaciones sociales de status y clase, estas formas un tejido único de sentido. El determinismo económico y demográfico no ha sido minado solamente por el reconocimiento de las ideas, de la cultura y aun de la voluntad individual como variables independientes. En la práctica, el grueso de la profesión continuó ocupándose de la historia política, como siempre lo había hecho pero es aquí donde generalmente se pensaba que estaba en lo más avanzado de la profesión. Lo que ha propinado un serio golpe a la historia estructural y analítica son los altibajos en lo que ha sido su metodología mas característica, la cuantificación. Ssu uso ha

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mejorado la calidad del discurso histórico, exigiendo la cita de cifras precisas en lugar de la vaguedad verbal utilizada anteriormente. Hay, sin embargo, una diferencia en especie entre la cuantificación artesanal que lleva a cabo un investigador individual apilando cifras en la calculadora de mano y el trabajo de los cliometristas estos últimos se especializan en reunir vastas cantidades de datos mediante equipos asistentes, el uso de computadoras para procesarlos y la aplicación de procedimientos matemáticos. Pese a sus realizaciones indudables tampoco puede negarse que la cuantificación no ha colmado las excesivas esperanzas de hace veinte años. La mayoría de los problemas históricos permanece tan insoluble como siempre La cuantificación nos ha develado mucho acerca de los problemas del qué en demografía histórica pero hasta ahora relativamente poco sobre los porqué. La desilusión con el determinismo monocausal económico o demográfico y con la cuantificación ha llevado a los historiadores a comenzar por plantear un nuevo conjunto de interrogante, muchos de los cuales estaban antes afuera del campo de visión debido a la preocupación metodológica especifica, estadística Cada vez en mayor número los nuevos historiadores están tratando ahora de descubrir que pasaba dentro de la cabeza de la gente en el pasado y a que se parecía vivir en esa época, problemas que remiten nuevamente a la necesidad de la narración. Una razón adicional de porque cierto grupo de nuevos historiadores esta regresando a lo narrativo parece ser un deseo de hacer accesibles sus hallazgos de nuevo a un público inteligente aunque no experto, deseosos de aprender lo que han revelado las preguntas. V 

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Si mi diagnostico es correcto, el desplazamiento de los “nuevos historiadores” hacia la narrativa marca un fin de una era: el fin del intento de producir un explicación científica coherente del cambio en el pasado el determinismo económico y demográfico se ha desplomado frente a la evidencia pero ningún modelo determinista explicito basado en la política, la psicología o la escritura o la cultura ha emergido para tomar su lugar. La razón fundamental del desplazamiento entre los nuevos historiadores de la manera analítica a la descriptiva es un cambio mayúsculo en la actitud relativa a lo que es el tema central de la historia esto depende de presunciones filosóficas anteriores sobre el papel de la libre voluntad humana en su interacción con las fuerzas de la naturaleza. Queda abierto un interrogante acerca de si la resurrección inesperada de la narrativa por parte de tantos practicantes principales de la nueva historia resultara ser una cosa buena o mala en el futuro de la profesión. Estos cambios multifacéticos de contenido, objetos, método y estilo de la escritura histórica, que están ocurriendo simultáneamente, tienen entre si claras afinidades electivas: todos casan nítidamente juntos. Ninguna palabra singular es adecuada para

resumirlos y por eso, mientras tanto la narrativa tendrá que servir como notación taquigráfica para todo lo que esta pasando.