Soy Paciente Ana María Shua - PDF Versión 1

November 16, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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Soy paciente

 

A n a M a ría S h u a

emecé e s c r iitt o r e s a r g e n t in in o s

 

S h u a , A n a M a r ía ía S o y p a c ie i e n t e . - 1 a e d . - B u e n o s A ir ir e s : E m e c é , 2 20 01 10 0. 152 p. ; 23x14 cm. ISBN 978-950-04-3280-1 1 . N a r r a t iiv v a A r g e n t in in a 1. T í t u lo C D D A8 6 3

© 2010, Ana María Shua  Derechos exclusivos exclusivos de edición en ca castell stellano ano reservados para ' odo el mundo © 20 2010 10,, G rupo E ditor ial Planeta S.A.I.C S.A.I.C.. Publicado bajo el sell sello o Em ecé® Independencia 1682, C1100ABQ, Buenos Aires, Argentina ww w.ed itorialp)aneta.com. itorialp)aneta.com. a ar' r' Diseño de cubierta: Departam ento de Arte Arte de Ed itorial Planet Planeta  a   I a edic ión: octub re de 2010 2010 2.000 ejemplares Impreso en Artesud, Concepción Arenal 4562, Capital Federal, en el mes de setiembre de 2010. Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del "C op yr ig ht ” , bajo las sanciones establecidas establecidas en las las leyes, leyes, la repr odu cció n parciall o total de esta parcia esta obra por cualquier medio o procedim iento, incluidos la reprog rafía y él tratamiento informático.

I M P R E S O E N L A A R G E N T I N A / P RI R I N TE TE D I N A R G E N T I N A Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723 ISBN: 978-950-04-3280-1

 

M e gusta gu lleer eer pero en el no colectivo. Sen tado es fáci fácil. Parado essta difícil im po sible. Las cosas se sl.e com plican cuan do la lletra etra es chi chica ca y el colect colectivo ivo  vaa p o r u n a c a ll  v llee e m p e d r a d a . L a s p a l a b r a s b a i l o tean, se se vu elven elv en b orro sas, y par paraa disti distingu ngu irl irlas as se hace necesario un e sfue rzo coord coordinado inado ent entre re la  vii s t a y el r e s t o d e l c u e r p o . S e tr  v traa t a d e e n d u r e c e r los m ú scu los del brazo par paraa sostener el li libr broo con firm eza — m ientras el otr otroo brazo dedi dedica ca toda su tensión a mantenerse prendido de la agarradera de ra— — y, aall m ism o tiem tiempo, po, afl afloj ojar ar ci cier erto toss m ú scu los de las piernas — separadas y con las las rodillas levem ente flexi flexionadas— onadas— pa para ra compensar por un efecto efec to de susp en sión el tra traqueteo queteo del veh ículo. El resultado es com o éste: ahora, acostado y todo, tod o, m e resulta resul ta m u y d if ifícil ícil concentrar concentrarm m e en lloo que leo. C laro que en est estee caso lo q ue bailotea y se  vu  v u e l v e b o r r o s o n o s o n la lass le lett r a s s i n o el s i g n i f i cado. D ebe ser el el efecto de llos os sed sedantes. antes. El cal calor or

 

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no ay ayuda uda.. Si estuv iese en m i casa ya m e hubiera sacado el piyama: aquí no me siento en confianza. Entretant Entr etanto, o, en u n pu eblo de la Florida, Bo nd acaba de de descu scubrir brir eell cu er erpp o de su am igo Leiter convertido en una masa sanguinolenta mal envuelta envuel ta en ven da dass sucias. Ten go la sospech a de quee een qu n esto esto iin n tervino un ti tibu bu rón. E l pobre Leiter tiene tiene sobre m í una sola ven taja: él ya ti tiene ene diagnó di agnóst stiico y yo todavía en verem os. Cuando lo internen, inter nen, ¿qu ién lo ir iráá a vis visita itar? r? Ojalá viniese más gente a visitarme a mí. Habllar m e resu lt Hab ltaa m ás fácil qu e leer y si tengo gana ga nass de quedarme callado callado siem pre pued o pe dir quee me cuenten algun a an écdo ta del exteri qu exterior. or. Estando Est ando aquí aquí,, no tengo ganas ni de mirar llos os diarios. Las sábanas so son n mías. m ías. M e las tra traje je de casa para tener la seguridad de que estén limpias. Un defect def ecto: o: son de po poliéster. liéster. Q u ién tu tuviera viera sábanas de hilo, tanto tanto m ás fresca frescas. s. Las de po liéster son una porquería: las pe lotitas q ue se form an en llaa tel elaa dan llaa sen sació n de q ue la ca cam m a estu vies e llen enaa d dee m iga igas. s. Y m igas seguro que no son po rquee par qu paraa es esoo m e cuido m u y bien d e com er l as galleti gall etitas tas de agua sob re u un n plato. La alm alm ohada tam bién es m ía. Tener al algunos gunos objetos conocidos ayuda a domesticar a los demás.. Si estuviera com pletam en te solo demás solo en est estaa pieza, sin mis sábanas floreadas, sin mi buena

 

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almo hada de siem almohada siempre pre (qu (quee en ca casa sa m e parecí parecíaa tan dura y habl hablaba aba de cambiar) cambiar),, los l os p oc os m ueb les de m etal despintado m e resul resultar tarían ían todavía m ás amenazadores. Estaa ca Est cama, ma, por ej ejem em plo, no me inspira n in guna confianza. Siento que apenas acepta mi peso, com o un caba caballlo recién do m ado acept aceptaa eell pe so de un jinete descono cido. Es lo bastante al alta ta com o par paraa lasti lastim m arm e si ssee le ocurre ti tirarm rarm e en m itad de llaa noche. Para pone po nerse rse a la ppar ar,, a la mesita m esita de luz le cr creci ecieron eron m uc hísim o las patas. Si tuviera que quedarme un tiempo largo pediría que m e traj trajeran eran pó steres para adornar llas as paredes. Verlas así, así, tan blancas (o, m ejo r dicho , t an gr grii s suc sucio io), ), m e d epri eprim m e. Co m o m e pienso ir lo m ás pronto po sible, eess m ejor que no m e traigan nada.  A m e d i a t a r d e u n a s e ñ o r a e n t r a e n m i h a b i tación taci ón si sin n gol golpear pear.. U n p añu elo am aril arillo lo con pre tension es de elegancia llee cubre llaa cabeza, segú n la té técni cnica ca que usan las m ujeres cuand o no tu vie ron tiem tiem po de lavarse el pelo. Usa u na po llera llera escocesa, tableada, tableada, qu e le da u n ai aire re vag am en te infantil. H asta que se saca saca los an teojos su edad es indefi indefinible. nible. D esp u és, las arr arruga uga s alrededor de los o j os cantan llaa verd ad . Cuando m e ve, llaa sseñora eñora se queda repen ti tina na m ente inm óv il, como si la hubiesen con vert vertido ido en estatua de sa sal. l. Pali Palidece, dece, est estáá desco nc ertad a, po r m ilagro ilagro no se le ca caee de la m ano un a bo lsa de

 

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red llena llena d dee durazno s gord os, aterciop elado s. Mecánicamente me paso la mano por la cara, com o si pudiera encontrar al alllí el m o tivo de es esaa m irada que ssee me agarr agarraa a la piel y m e lasti lastim m a.  A l t a c t o , s a l v o l a s m e j i l l a s m a l a f e i t a d a s , t o d o parece estar en oorden. rden. — ¡Está m mu u erto! ert o! — —dic icee la se señ ñ or ora. a. En su horror, se olvida de su cuerpo. Los dedos de su mano man o derecha, abandonad abandonados, os, se aflo jan  ja n . La b o l s a ca caee al s u e lo y l o s d u r a z n o s r u e d a n po r todos lados, gordo s, aterci aterciope opelados, lados, inco n teni tenible bles. s. porque A ppesar esar cd de e ttodo odo , su sus palabras me e tran quilizan por que om prend prendo os que no sem refi refiere ere am í sino aall anteri anterior or ocupa ocupante nte de llaa pieza (el m is is-m o director de dell hospital). ho spital). — No, señor señoraa — le explico— . Ya es está tá m ucho m ejor y lo m andaro andaron n a la cas casa. a. Ellaa ssee ccalma. Ell alma. Poco a poco po co v a recob recobrand rand o el control de ssu u cuerpo cuerpo.. Seca Secass llas as avanz ava nzad adas, as, el resto de las lág lágri rim m as desconcentr desconcentran an sus fuerza s. A p e nas se sie siente nte m ejor, la seño ra me pide discu lpas. D espué s rrecuer ecuerda da llos os duraznos y los busca uno por uno par paraa pone ponerlos rlos ot otra ra vez en la bolsa. P Pare arece ce conocer conoc er su nú núm m ero exacto po rqu rquee no descansa hasta haber eencontrado ncontrado el ú ltim o rezagado. Me m i ra aahor horaa de d e ot otra ra m anera, com o p reguntándos gunt ándosee si yo soy una persona digna de com partir tant tantaa aale legrí gría. a. LLoo que vvee no parece ccoo n ve n cerl ce rlaa totalme totalmente. nte. ¿Por qué no m e habré afeitado estaa mañana? Y, sin embargo, est em bargo, su felic felicidad idad la de s-

 

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borda; am abl ablemente emente me convi convida da con un du razno. C om o le expli exp lico co que llaa cásc cáscar araa m e hace mal, bu sca un cu ch illo illo y s e pon e a pelarlo sobre la m esita de luz. — Por favor favor,, señora, sob sobre re u n plato — le rruego. uego. Peroo el Per ellla eest stáá ttan an conm ovida que no m e escu cha.. Pel cha Pela co con n o bstinación , com o si encon trase tras e u n in m enso pl place acerr een n su ttar area ea,, desparraman do la cás cáscar caraa de durazn o sobr sobree m is li libro bross y dejando caerr al piso algunas gotas de jugo . Si fu ese con cae siderada si derada y u n p oco m ás prolij prolija, a, m e cortaría cortaría el du razno sobre un pla plato to y m e lloo alc alcanzarí anzaríaa con un tenedor: para eso traje mi propia vajilla. C om o no es proli prolija ja ni consi considerada derada m e lo entrega entrega en la la man o, desnudo, jugoso y ent enter ero. o. A l m orderlo, el ju jugo go m e corre ppor or la barbill barbillaa y el cuello. cuello. Me hace sentir sucio y pegajoso pero no me atrevoo a rechazarl atrev rechazarlo. o. — U sted no se im im agina qué ali alivio vio saber que estt á bien — di es dice ce la la señora— s eñora— . U na pe rson a m agnífica, el el seño r di direc recto tor. r. A m i hijo, propiam en te lo hiz o nacer de nuevo. — ¿Q ué tení teníaa su hijo? hijo? — le pr pregunto, egunto, por cor cor-tesía. — Tenía que hacer la con scripción en el sur im agínese , un m uchac uchacho ho acostum brado a todo lo m ejor, perd ido en esas ssoledad oledad es. G racias a D ios y al seño r director director que llee pusiero n inapt inapto. o. — Y o no lo lllegué legué a cono conocer cer — le aacl claro, aro, para evitar nu evas confusiones.

 

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— No ssaab e lo qu e se pe rdió . U n h om bre así, así, cada ca da m il años años.. Pero claro, ha y que tener un po co de se sensi nsibi bili lidad dad hu m an a para darse cu cuenta. enta. —Viene mucha gente a verlo — le digo yo, sint si ntii énd éndome ome dem asiado asi ado déb il com o para para res ponderr debida ponde debidam m ente aall tton on o sin d uda ag resivo de su última frase. — ¡Por supuesto que vien vie n e gen gente te a verlo! ¿Q u é pretende? ¿Que vengan a verlo a usted, que ni siqui si quier eraa ssab abee com er u n du razn o sin en suciarse todo? —Se — Señ ñora, ¿con qu quéé d erecho erec ho m e habla en ese tono? to no? — pro prote test stoo yo, un po co m olesto por recibirr un trato bi trato ta tan n in injus justo to.. —Y ust usted, ed, ¿c ¿con on qqué ué derecho est estáá aquí en est estaa habiit ac hab aciión? ¿Qu ién le dio p erm iso para para ve n ir a ocup oc upar ar su lugar ugar?? ¡Im ¡Im po postor! stor! A m í no m e engaña. Mientras Mientr as habl habla, a, llaa señ ora se enarde enardece. ce. Se le pone la la ccaara ccolora olorada da y m e salpica con saliva. E n la mano de dere rech chaa em pu puña ña el cuch cu chillo illo que u só para pellar el dura pe durazno. zno. Au n q u e ti tiene ene p oco fil filo, o, igua l me result resultaa an antipátic tipático. o. Porr sue Po suert rte, e, com o y a es la la ho ra d el té té,, vie n e una mucama a buscar el plato en el que traerá, como todas todas llas as tardes, cu atro ga lletitas de agua  y u n a cuch cu chaa rad ra d a de j a l e a d e m e m b r i l l o . — Pe Perro, ¿qu ¿quéé cl clase ase de visita s tien eu ste sted d ? ¿N o sabe que está prohibido gritar? ¿Dónde se cree quee eesstá, en la ccancha qu ancha de fú tbo l? — grita fero zmente la la mucam mucama. a.

 

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 Y o n o v o y a n e g a r q u e e n u n a c a n c h a d e f ú t bol se gr grii ta ffuerte, uerte, per peroo tam bién hay m om entos de m ucho si silencio. lencio. Me pare parece ce que llaa m ucam a está más enojada de lo que corresponde. Lo bueno e s qu quee ent entre re prom esas y em pujon es llogr ograa hacer salir salir a la señora señora.. Ya está en el pa sillo y sin embargo me llegan todavía ráfagas de su voz  voo c i f e r a n d o a l a b a n z a s p a r a el d i r e c t o r d e l h o s  v pital. M e pr pregun egun to dó nde es esta tará rán n llos os m édicos en estaa instituc est instituc ión. Yo todavía no vi a ningun o. Lo peor es que ninguno me vio a mí, que soy el enfermo. Al principio pensaba exigir que me atendi at endiera eran n ún ic icam am ente p rof rofesi esionales onales d ipl iplom om ados y, si fuera posible, con mucha experiencia.  A h o r a m e c o n f o r m a r í a c o n p r a c t i c a n t e s . P o d r í a pregu ntarl ntarlee a la en ferm era jefe, pero le ttengo engo u n poco de miedo: es seria y nerviosa. Si hasta m añan a no tengo n ov ed ad es, llee pido a la Pochi queLhable habl p or . a úneica mm edíicación que reci recibí bí hasta ahora con sist sistee en sedan tes por vía ora orall. Son u nas cáp sulas de color c olor rojo y am arill arilloo que a vec es se m e quedan atr atragantadas agantadas,, raspándom e la far faringe. inge. D e a rat ratos os m e repi repite te un gu sto amargo que m e im agino gi no anar anaranj anjado. ado. N o m e tom aron m uestr uestras as de sangre para para anal analizar izar,, no m e pidiero n que orine en ningún frasco, una radiografía. Cu an dono lo me vea sacaron al doctorni Tra Tracer cer,, sola voy a tener m uch os m otivo s de qquej ueja. a. Par Paraa no o lvi-

 

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dárm elos, los v o y anotando en un a li libreti bretita ta ccon on tapas de hu le. Prim ero escribo las qu ejas en eell orden que surgen, del e, lado l fi fina nall del dí día, a,en ante antes s de dorm irm la lass del numrevés. ero deAacuerdo a su im portan cia y las anot anotoo con m ás pr o lij lijiidad del otro lado. Hasta el el m om ento aquí no ha pasado nada que  j ju u s t i f i q u e m i in intt e r n a c ió ión n : p o d r í a e s ta tarr en m i ccaa sa lo más cam pante. N o es el caso de Fé Félix lix Le Leit iter. er. En cuestión de segundos, segund os, Bo nd ha logr logrado ado que una am bulancia lo llev llevee al ho spita spital: l: aquí no hu biera tarda ta rdado do me meno noss de una hor hora. a. U n m édico lo ati atiende ende en el act acto. o. Seg Segú ú n él, Leiter tiene el 50% de prob pr obaabilidades de sobrevivir. Pero yo creo que se va a salvar sal var:: en parte porq porque ue es m u y amigo de Jam es Bond Bo nd,, en parte porq porque ue creo haber leído otra otra nove novela la en la que traba trabajja con u un n bra brazo zo artif artifici icial, al, y sobre todo porque en Estados U nid nidos os todo se hace hace con más efi eficie cienci ncia. a. Claro, también tam bién los sueldos so son n otra otra cosa. Los m méd édico icos, s, all allí, í, gan ganan an lo que quieren. Esto y en un primer piso y m i ventana da a un patioo int pati interi erior. or. Cuand Cu andoo em empieza pieza a oscurecer oscurecer,, todo se vu elve azul. A es esaa hora ll llega ega a m i pieza un a monja viejita, con la cara redonda como una m anzana que de lejos parece llis isaa y co colo lora rada. da. Vista de cerca tiene muchas arrugas finitas que se hacen hac en m ás profund as cuan c uan do sonríe sonríe.. Su exp resión es muy dulce, pero habla con un acento extranjero tan cerrado que q ue ap apenas enas se llee entiende. Su idiom a natal debe ser ccentroeuropeo: entroeuropeo: se ttiene iene

 

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la sensación de qque ue ssu u lleng eng ua, de m asiado c ivilizad a, se nega negara ra a do doblegarse blegarse ante la barbarie de nue stro iidiom diom a. Deb e ser po r eeso so (porque le le faltan palabras) palabras) qque ue son ríe tanto. — ¿Miedo úst ústed ed ti tiene ene?? — m e preg pregunta unta.. — Sí Sí,, ttengo engo miedo, herm ana.  Y o n o c o m p a r t o s u r e l i g i ó n y n i s i q u i e r a s o y creyente, creye nte, pero necesi necesito to desesp desesperadam eradam ente ayuda  y c o m p a s i ó n : s u s p a l a b r a s d a n e n la c lav la v e d e m i angustia. Me siento siento en ferm o, olvidado olvida do,, y esa ca cara ra tan com pren siva me hace pen sar en m i abue abuella, que escond ía caramelos en el el fond o del rope ro y se m urió ha hace ce m uchos años. — No t ener enerrr mie miedo. do. H om brre brr e joven c oom mo ústed , en op erración iirr rráá bien, m uch o bien. Es una o perración sencill sencillo. o. En lugar de asum ir ssus us dificultade dificultade s par paraa pro nu nciar la er ere, e, la la herm ana p refiere com plicarl plicarlas as en un a er erre re duplicada duplicada y violenta. — Pe Perr o a m í no me ti tienen enen que opera operarr — ex plico— . M e iinternaron nternaron solamen te para para hacer hacerm me algunos algun os eestudios. studios. Todavía no saben lo que tengo. tengo. Ella m ueve com pasivam pasiv am ente llaa cabe cabeza za y sus ojos dicen que no me cree cree.. Por Porque que so y hom bre  y h e s i d o p a r i d o p o r m u j e r , n o m e i r é d e e s t e mundo sin ser operado, parecen afirmar con decisión. decisi ón. Co m o tard tardee o ttem em prano m e veré obligado a aceptar aceptar m i destino, ell ellaa está está dispu esta ppor or om en to — ya qu queee m tranquil tranquilidad espiritual tual lelo m exige— a seguirm laicorr corrie iente. nte.idad espiri

 

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Hasta en lo cabeza dura se parece a m i abue lit a. Si Sin n volver a m encion ar llaa o pera ción se ref mos ier eree conveni a el elllaenido ccom omo unno suceso fu tur turo o que h ubiéraconv dooen nombra nombrar. r. Co m o no tengo ganas ga nas de discutir y, de ttod od os m od o s, su ca carra ya no me pa pare rece ce tan dul dulce, ce, do doyy ppor or term inada la con con- vee r s a c i ó n d i c i é n d o l e q u e t e n g o m u c h o s u e ñ o .  v Se va si sin n ofrecer resist resistencia. encia. A u n q u e intenta proba pr obarr ccon on su actit actitud ud atenta que d ispo n e de todo el ti tiempo empo del m un do par paraa dedicárm elo, m e d oy cuenta cuent aa d de es está táfuapurada. Tend ndrá rá que son v isita toda todaví vía aemque uchos turos tur os opTe erad os , aalrl pare pa rece cer, r, su especialidad especialidad.. A An n te tess de iirse rse m e d desea esea buenass no buena noche chess y m e en com ienda a D ios. Estaa no Est noch chee v o y a est estar ar sol solo, o, pero m añana m i prima pri ma Poch Pochii m e prom etió qu edarse a do rm ir een n la cama de al lado. Se lo agra agradec decíí de co coraz raz ón : de todos los los cast castigos igos que co cono nozco zco,, el de la soledad soled ad es el m ás largo.

 

 Y o n o q u e r í a i n t e r n a r m e . N a d i e q u i e r e . H a y  Yo san atorios que parecen hoteles d dee lujo, con pie zas amplias, cortinas de colores y camas lindas  y c ó m o d a s e n la lass q u e s i n e m b a r g o n o h a y q u i e n duerm a por propi propiaa voluntad. De todos m od os  yoo n o t e n í a d i n e r o c o m o p a r a p a g a r u n o d e e s o s  y sana tori torios os y el h osp it ital al m e parec parecíí a un cast castii go dign o de un tango tri triste. ste. «Prej «Prejuic uicios ios tuyos» , m e decíaa llaa Poch i, que estaba u n p oco can sada de decí  v e n i r s e h a s t a m i c a s a a p r e p a r a r m e l a c o m i d a . Pero como veía que el tema me ponía de mal hu m or, seguí seguíaa pisándo m e las papas par paraa el pu ré  y n o i n s i s t í a . En m i depart departam am ento tení teníaa tel te l éf éfono ono y de vez en cuand o pasaba algún algún con ocido a visitarm e: el ho spital, en cambio, quedaba com pletam ente a trasm tras m ano . Lo único que m e hac hacíía dudar er eraa verla a la Pochi m olestarse olest arse tanto por m í, per peroo com o

 

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tenía decidido curarme pronto, con cualquier excu sa iba iba apl aplazando azando la intern intern ación . M ientr ientras as m e quedara en ccasa, asa, podía m antenerr la ilu ne ilusió sió n de estar sano, o cas casi. i. Tod Todos os los días hacía algu no s eejercici jercicios os gim ná sticos para para que el el reposo repo so no m e debil debilit itara ara.. M is com pañ eros de tr traabajoo m e ll baj llam am aban pa para ra decirm e vago vago,, ffiiac aca, a, va go neta,, y yo m ism o dudaba de neta de las las razones que m e hacían q ued ar ttod od o el día en la cama leyen do , escuchando esc uchando la radio, radio, pensand o. A veces me sentía un po co m ejor y m e levantaba par paraa ha hacer cer algunas com pras. El al alm m acenero, que m e conoce bien, m e encontr encontraba aba del delgado gado y m e preguntaba por m i salud. En E n el h os ospita pital, l, ¿a qu ién le ib ibaa a im po rtar de m í? Por otra otra parte una raz ón legal m e ret retenía enía en el departamento. departamen to. En u no s m eses vencerí venceríaa el con trato tr ato de alqu iler y la dueñ a estaba interesada en recuperar su propiedad. Si el departamento no estaba ocupado, a Madame Verónica le iba a resultar mu cho m ás fáci fácill desalojarm e. La id idea ea de quedarme sin vivienda me asustaba y quería tom ar todos los rec recaudos audos po sibl sibles. es. U n día, día, sin sin em bargo, am anecí ta tan n débil que apenas podía po día llevan evan tarm e de la cama. Esa mañ mañana ana me fu e im po sible hacer hac er m is ejercici ejerc icios, os, iincluso ncluso los má s sen cill cillos os , y ll llegar egar ha sta el con sultorio del m éd ico m e cos del costó tó un triun fo. C uando el do ctor Tracer m e vio en es esaa si situa tua ción , no m e dejó opción:

 

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— O se i nter nterna na o ... ...  Yoo le t e n ía m i e d o al h  Y hoo s p i t a l , p e r o m á s m i e d o les tení t eníaa a los pun tos su sp en sivos , así que m e di po m e entr entregué egué..yPre Prepar paréé un bo lsopuse co con n dosr vencido piyam as,y ropa iinterior nterior algunos libros; tam bién al algo go de vajill vajilla, a, po porqu rquee m e habían dicho que en el el ho spital daban com ida pero no platos.  A la rraa d io la m e t í y la sa s a q u é d e l b o l s o v a r i a s vvee c e s : po r ttan an poco tiem tiem po no quería correr el riesgo de que me la roba robaran. ran. C Con on las sába sábanas nas y las alm o hada s hi hice ce un paque te apa apart rte. e. M i prim a Pochi m e llevópuaesto l ho spital en su eaut auto o yitad m edel sentía tan tan descom que durant durante llaa m cam ino estuve res respir pirando ando hondo par paraa no v om it itar ar sobr sobree el tapizado n uevo . R ec ecién ién pintada, llaa ffachada achada del ho spita spitall habr habría ía parecii do im ponen te. D escuidada com o es parec esta taba, ba, parecía parec ía solamen te pobre. Tení Teníaa un as escalinatas larguísim as y tam bién ram pas para las sill sillas as de ruedas. Su bim os po r llas as escal esc alera erass y cuando llegamos arriba la Pochi estaba tan agitada como  yoo . S u r í t m i c o jjaa d e o m e p r o d u jo u n a c i e r t a s a t i s  y facción facci ón , porque lo consideré una prueb a de m i bu en es estt ado. Dec idí segui seguirr discipl di sciplinadam inadam ente con m is ej ejerci ercici cios os durante durant e m i perm an en cia en en el ho spital. D esp ué s de regi regist strar rarm m e nos ind i nd icar icaron on qu quee fuéram fué ram os a la Sal Salaa d dee H Hom om bres, d donde onde había una cama disponible. disponible. Un a enferm era bastante jov en no s acompañó. En los chist chistes es y en al algunas gunas p elí-

 

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culas las enf culas enfermeras ermeras son m u y lindas. lindas. En los ho spitales,, no. pitales no. La Sala Sala d dee Hom Ho m bres era m u y grande, con las paredes pintadas de paredes de un color pardo su frido frido.. C on tiza, ti za, con lápiz, raspa raspando ndo la pintura pin tura,, habían hab ían escrito e scrito en la la pared toda clase clase de tonte tonterías. rías. H abía ccora ora zones, obscenidades, obs cenidades, po em as, frases cél célebres, ebres, leyendas que indicaban indicaban llaa orientació orien tación n ppolítica olítica de sus autores autores,, nom no m bres con la fecha aba abajo. jo. C Com om o el techo tec ho era era m u y alto, alto, las paredes pared es no estaban garaga rabatead bat eadas, as, en general, general, m ás que qu e hasta ha sta llaa mitad. m itad. Só Sólo lo de tanto en tanto se destacaban los dibujos de algunos al gunos pacient pacientes es más atrevidos atrevido s que q ue ha habían bían trabajado, baj ado, probablemente, probablem ente, parados sobre sus su s cam camas. as. U n ggra ran n órga ó rgano no sexua l m ascu li lin n o, pintado en colore col ores, s, de debí bíaa haber sido dibujado dibu jado desd desdee un unaa escae scalera. era. Las Las camas estaban estaban tan peg ada adass que apen apenas as habíaa lugar para pasar entre ellas. habí ellas. Por P or falta de eesp spaacioo los ci los internados internados guardaban sus perte n en cias debaj de bajo dede lasropa, camas; ylaallá all asom aba u na olla, un buolto bulto unaaquí tab tabla deá lavar. Perro lo Pe lo primero que m e im presion ó no fu fuee lo que vi: m i nariz había reaccionado m uch o antes que mis ojos. Había olor a rem ed edio, io, a tran sp iración, a suciedad. Había olor a enfermedad y miseria miser ia.. En un rincón, cuatro cuatro vie jitos jugab an al truco. tr uco. Un h hom om bre de car caraa colora colorada, da, tan alto que q ue no hub ra idas, pod ido estar las pier p ier nashubie extiera extend end tejía tejía unaacostado ca rpe titacon al crochet. Muchos leía leían n el diar diario. io. Con C ontra tra la pared del fondo, fond o,

 

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en el m ínim o espacio espacio del pa sill sillo, o, algu ien habí habíaa pu esto una pa pava va qu quee hervía sobr sobree un Primu s. La en ferm era me señal señalóó una de las cam as que estaba est aba vacía, con llas as sábanas y las frazad as hechas un a pelota cont contra ra eell respal respaldar dar de hierro. M ien tras tr as yo pen saba cóm o m e las iiba ba a arregl arreglar ar par paraa ll llegar egar hasta al alllí, m e fue ppresentan resentan do a los ppacien acien tes m ás antiguos, con los que parecía tener gra gran n familiaridad. De pronto, uno de los enfermos hizo una señal y todo s (ex (except ceptoo los que juga ba n al truco) truco) se pusieron a cantar más o menos al mismo tiem ti em po una especie d dee canci canción ón de bienven ida. C om o tenían tenían conci concienci enciaa de l as im perfeccion es del cor coroo y sabí sabían an que een n una prim era ve rsió n n o m e resultaría ffácil ácil disti disting ng uir llas as palabras, la rep re p itieron do s o tres tres veces. La can ción ten ía m ú sica de m urga. E l coro coro era desa fi fina na do pe ro alegr alegree y dem ostraba un al altt o gra grado do de orga nización : E l que qu e ent entrr a en esta, ta, sala sala   ya  y an no o se s e qui qu i er e i r ,  queda uedate te con con n osot os ot r os   que qu e te vas vas a dive di verr t i r . Catéterr p o r aquí,   Catéte  y plas pl asm m a p o r allá  el que qu e ent entrr a en en esta st a sala sala  n o sale sale nunca nu nca más.

 

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U na banda banda no total totalm m ente iim m prov isada, en la que se se de dest stacaban acaban l os iin n strum en tos de p erc u sión, apoyaba al coro subrayando con entusias m o el ve rso final. siasm final. LLaa m ayoría golpeaba con cucharas los l os respaldos de hierro y u n seño r de de bigote canoso tocaba el peine con verdadera hab ilidad. ilidad. D uran te la la prim era rond a, el gran dote que tejía al crochet dejó su aguja; su s bra zos y su ccab abez ezaa desa desapare pareci ciero eron n po r un m om ento debajoo de la cama. C uan debaj uando do la canción can ción se repitió,  yaa e s t a b a e n c o n d i c i o n e s d e a c o m p a ñ a r l a c o n  y dos tapas de cacerola a modo de platillos. Los que no tenían t enían iinstru nstru m en to se li lim m itaban it aban a p alm ear las m ano s siguiendo el ri ritm tm o. — ¿Vio qué lindo lindo am bi bient ente? e? Aq uí se va a sen tirr com o en su ca ti casa sa — m e d ijo ijo la enferm era orgu llosa, ll osa, m irándo los con cari cariño. ño. Los enferm os habí habían an ter term m inado la canc cancii ón y ahora se se destern il illaban laban de rrisa isa vién viéndo do m e la car caraa de susto.en D os los an ti tiguos guospalabras se pu sieron discutir vozdebaj baja. a. más Por algunas palabr as su el-a tas que alcancé a oír, pude inferir el motivo: se trataba tr ataba de dec decidir idir a qu quién ién le tendría que h hacer acer la la camaa eell no cam novato. vato. La enferm era al alzó zó llaa m ano pidiend o silencio silencio  y t o d o s s e c a l l a r o n c o n u n a p r o n t i t u d q u e m e sorpren dió. Ah ora se podía escuchar eell si silbi lbido do deucha la pava hirviendo sobre calentador. La m uchacha cha sacó del del bo bolsillo lsillo del el delantal una un a bolsa de caram caram elos de fruta rellenos y la llevan evantó tó lo m ás

 

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alto que pudo para que tod os la vieran . Su gesto alto tu vo inm ediat ediataa repercusión. Los int internado ernado s ssee pusieron a aplaudir y se escucharon algunos  v i v a s . N o t o d a s la lass e n f e r m e r a s d e b í a n s e r t a n apreciadas apreci adas en la SSal alaa de H om bres. S osp ech é que el dibujo dibu jo de su si silueta, lueta, notablem notablemente ente en ensanchado sanchado en su part partee poste roin ferior, debía ttener ener alg alguna una relaci rel ación ón con su pop ulari ularidad dad . Casi olvidándom e, em pez pezóó a reparti repartirr los caracaram elos. Todos los paci pacientes entes extend ían las las m ano s para recibirlos o atajarlos, atajarlos, pe pero ro el ella la debía rec oror dar con precis precisión ión el régim en de cada cada un o p o rquee a algunos les daba su caram elo y a otros so qu solamente les palmeaba la cabeza. Ese gesto de sim si m patí patíaa me h izo supo ner que se ttra rata taba ba de p ro teger su su sal salud ud y no de castigarlos. C om o había había tan poco espaci espacioo para m ov erse , para ll llegar egar hast hastaa algun os pacient pacientes es tenía que salt saltar ar por en cima cim a de otros. Era Era eviden eviden te que es estaba taba acostum brad a y l o hacía m u y bien. bien. A l hom bre de tej tejido ido al crochet le dio dos, lloo que m e pareció justo en rela rela-ción con su su tam ta m año. Si Sin n em bargo, m uchos p ro testaron. Al saltar sobre su cama, el señor del bigote canoso (el virtu o so del peine) le tiró tiró un pe llizco llizco que el ellla supo esqu ivar con un a agilidad agilidad que demostraba entrenam iento. U no de los viejos que jugab an al truco se dirigió a m í. Co Com m o estaba llejos, ejos, casi tení teníaa que ggrit ritar ar para que lo oyera oyera.. U no no esperaba que un a vo z tan fu erte pud iese salir de eese se cue rpito flaco, flaco, de dell

 

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qu e ccol que olga gaba ba e l piya m a su cio y arrug ado com o una bol bolsa sa d dee arpil arpillera lera sobre u n espa espantap ntap ájaros. — No l es haga ca caso so — m e gritó— grit ó— . Siem pre hace ha cen n un poc poco o debuen espam entoe.cuand llega uno nuevo, p ero per o son a gent gente. A de moás, la lletr etraa de llaa ca canci nción ón es un a brom a: ha y m uch os que se curan. cur an. ¿Sabe jug ar al truco ? — ¡ Q uiero uie ro retr r etruco! uco! — s e apur apuróó a con test testar ar otro ot ro de llos os jjug ug ad ore ores. s. — Qui Quier eroo val valee cuat cuatro ro — dij dijoo el espantapájaros, que era un viejito previsor y tenía el as de espadas.  Yoo p a r a e l t r u c o s o y u n t i g r e , p e r o n o t e n í a  Y gana ga nass d dee contesta contestarl rlee y m ucho m en os de qu edarme dar me al alllí a jugar con ellos. D e go lpe m e em pec pecéé a sen senti tirr mejor, tan anim ado que la idea de la inte interrnación naci ón ssee fue aale lejjando de m í com o u na p es ad illa d dee la qque ue un o se va desp rend iend o m ientras termina de despertarse mojándose la caraen la pileti pil etita ta d del el baño. M i m alestar desap areció: chau dolore dol ores, s, debili debilidad dad y n áuse áuseas. as. L legué a sen tirm e a ta tall punto ssano ano que hasta pu pude de hacer hacerle le u n gu iño al viej viejit itoo truquero truqu ero y at ataj ajar ar un caram elo que m e tiró ti ró la enfermera enferm era de em bo qu il illada lada desd e el ce cen ntro de la sala. La Poch Pochii creyó que est estaba aba entrand o en c o n fia ianza nza y se puso choc chocha. ha. D ejarm e en el h o sp ital la hubiera aliviado de una responsabilidad grande. Debe ser por eso que se enojó tanto cuando cua ndo llee pedí que m e llevara otra otra ve z a casa casa..

 

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— Sos un vue vuelt ltero ero — m e dij dijo, o, d dee mal hum or— .  A v o s n a d a t e v i e n e b i e n . ¿ Q u é e s p e r a b a s q u e fuera el hosp it ital, al, un palaci palacio? o? Palacios conozco dos: el de Justicia y el de  A g u a s C o r r i e n t e s , y n u n c a s e m e h u b i e r a o c u rrido rri do im aginarlos pareci parecidos dos a un hosp ital. it al. — Yo aq aquí uí no m e quedo ni eb ebri rioo ni dorm ido — le dije a la Po Pochi, chi, en vo z baji bajita ta para no o fend er a na nadie. die. Peroo algui Per alguien en m e debe haber esc escuchado uchado p o rque nos em pezaron a llove llove r m iguit iguitas as d e pan y pelotitas de de papel m ientras el cor coroo vo lvía a em pe zar la la can ción. M i depart departam am ento es m u y chi chico, co, ttii ene poca luz y algun as cucarachas. En llaa coci cocina na no h ay  v e n t i l a c i ó n : c a d a v e z q u e p o n g o u n b i f e e n la plancha tengo que abri abrirr llaa puerta que da aall p a sillo para que salga el humo. Está bastante descuidado y le fal falta ta pintura . Pero igua igua l m e parecí parecíaa un palacio (otra que el de Aguas Corrientes) cuando v o lví del ho spit spital. al.

 

Unos días después me arrastré como pude hasta el el consu ltorio del doctor Tr Trac acer er.. M Mis is sín tom as se ha habían bían agra agravado vado y ya no podía superarlos, ni siquier siquieraa usand o los recurso recursoss que había había aprendido hacía unos meses en el curso de Control M ental. Me relaj relajaba, aba, reducía las radiacion radiaciones es de m i cerebr cer ebroo aall est estado ado A lfa lfa,, unía los de dedos dos en la p o sición Psi Psi, pero seguí seguíaa sinti sintiéndom éndomee m u y mal. Ahor Ahoraa m e arrepentía de no haber seguido con llaa segunda parte del curso , que er eraa u n po co m ás cara cara pero incluía incl uía téc técnicas nicas de respirac respiración ión yog yoga. a. El doctor Tracer, que cree solamente en la m edicina tradici tradicional, onal, m e recibi recibióó como si nada, pero en las com isuras de los lab labios ios ssee podía d istinguirr es tingui esaa son sonrisi risita ta reprim reprimida ida que en buen castellano tel lano quiere decir «¿Vio?, yo le d dij ije» e».. Y o m e ssen en-tía un poco avergonzado p or haberm habermee fugado de esaa m anera del hospital, sin tom arm e la m olesti es olestiaa

 

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de avisarl avisarle, e, pero estaba disp ue uesto sto a defen defender der m mis is razones. Traté de hacerle entender que no podía hab erm e quedado en esa sa sala la,, que iintern nternarm arm e así era lo m ism o que enter era enterrarme. rarme. No m e imp importó ortó cricriticar ti car la conducta de la en enferm ferm era y la indisciplina de los internados: internados: siendo tod todavía avía uno de afuera, nadie hubiera hubiera po did didoo acu acusarm sarmee de soplón. El m édico me entendió ensegui enseguida. da. — Po Porr supuesto — m e d ijo— ijo— . U sted ttiiene qque ue estar est ar sol solo. o. A de m ás, ésas eran eran m is órdenes. No sé cóm o p ud ieron com eter eell error d dee ll lleva evarlo rlo a lguro a Sal Salaque a Gen elva m Le añana le aasevaeral. a estar estVarum u y pasado cóm odo. vamyosle dar dar la m ejor habitación: habitación : la que ocupaba hasta ahora e l m ism o director de dell ho spital. U sted ser seráá un  vee r d a d e r o p r i v i l e g i a d o .  v — El director ese, ¿no se h ab rá...? — —pregun pregunté té  yoo , d e s c o n f i a d o , p e n s a n d o q u e la y e t a se t r a n s  y m ite tam bién a través del ai aire re y de llos os objetos. — D eTra ni ninguna nguna manera maner a e—aalm e iinter nterrum eell do ctor Trace cer, r, cazánd om l vu elo —rum . Mpió ejoró m ucho y m añana m ism is m o v ue l ve a ssu u ca cass a .  Yoo n o e st  Y staa b a m u y e n t u s i a s m a d o . L o q u e ten te n ía ahora contra c ontra el h os pita l no eran solam en te los los pre juicios de los que llaa Pochi me acusaba: había po dido form ar un ju j u icio sóli sólido do a tr través avés de m i exp erien cia dir directa. ecta. Pensaba, por ejem plo, en lo lo que po día sucederm e si aalguno lguno de los paciente pacientess de la Sal Salaa d dee H om bres m e reconocía y descubría que iba iba a tener un a h ab abitación itación pprivad rivada. a.

 

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Soy paciente

Pero el Per el doctor doct or Tra Trace cerr m e tran qu ilizó ilizó ase gu rándome que la internación sería muy breve: apena ap enass unos dí días as,, hast hastaa que m e h icier icieran an algu alguno no s estudios que culminarían en el diagnóstico. Su  voo z p a u s a d a y s u s c e jas  v ja s e s p e s a s i n s p i r a b a n c o n fia ianza. nza. Au nqu e miró dos vece s el rel reloj oj du rante mi visita, no me sentí echado. El apretón de m anos con con que m e de spidió se lo debe n ha ber enseñado en la Facultad de Medicina. Me fui m uy content contentoo de cont contar ar con un m éd ico com o el doctor Tr Trac acer er,, al alto to,, d dee esp espalda aldass an chas, seg seguro uro y severo: alguien alguien nde ap apoy oyarse. arse. Sin embargo, embar go,een dequien vu elta en casa y sin el d o ctor delante, mis temores volvieron, alegres y rozagantes, a jugar a l as bo ch as den tro de m i cabeza cab eza,, qu quee m e dol dolía ía bastante. A l ho sp ital po podía día haber ido en ttaxi, axi, pero preferí con contar tar con alguien algu ien conocido que pudiera ayudarme a salir si cambiaba otra vez de idea. Para llamarla a la Pochi elegí el egí (i (inútil nútilm m ente) m i vo z m ás du dulce. lce. ■ — Vos qu quéé te creés — m e di dijj o el ellla— . ¿Q ue v o y a estar estar todo el tiempo a tu disp d ispos osició ición n para para llevarlo  y tr trae aerl rloo c u a n d o al s e ñ o r se le o c u r r a ? ¿ Q u i é n te creés cre és que sos, eell ma maharajah harajah d dee Kapu Ka purtala rtala?? Pero después se arrepintió y me pidió disculpas,, so culpas sobr bree todo cuando le conté llaa oopin pin ión del doctor Tra Tracer cer sobr sobree m i intern ació n en la la Sa la Com Co m ún. El m ahar aharaj ajah ah de Ka Kapu pu rtala, ¿sabr ¿sabráá técnicas de respiración yoga? yog a?  A la P o c h i la p e r d o n é e n s e g u i d a , a u n q u e

 

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haciéndole notar cuánto cuánto m e do doli lieron eron sus palabr palabras. as. N o es m alo que ssee si sienta enta un ppoco oco culpable, culpable, pen pensé, sé, así se va a ocupar más de m í, que la necesito tanto. Co nión culpa y todo, een n llaa est nueva fecha de deAga in in ternac llaa Pochi aseguró estar ar ocupada. Am gai rré mi ii iibret bretit itaa de teléfon teléfonos os para decidir a qu quién ién le p e d iría que m e ll llevara: evara: te tenia nia que ser un am igo c on fiablee y también motor bl motoriz izado. ado. M ir iréé todos llos os n o m bress y los núm eros y al fi bre final nal pensé en Ricardo, que de tan tan am igo n nii siquiera eest stáá anotado. Ú ltima lt ima m ente estábamos estábamos un poco alej alejados ados y no m e fue fácil l lam arl arloo así, d dee sop etó n , para pedirlee un favor pedirl favor.. Cuan do escuché su vo z del otro otro lado estu ve a pu nto de corta cortar. r. Pero él re sp o n d ió com o u n am igo. A l otro día estaba en cas casaa a las nu eve en pun to de la m añana, al alegr egree com o s iem pre y m u y o rgull rgulloso oso de su buen a ac acci ción. ón. Le agradec agradecíí em ocion ado . — Vam os, lloró ll oró n — m e di dijj o pa parr a aanimarm nimarm e— . Si se se ttee ve bár bárbar baro. o. V os , de lloo que est estás ás en ferm o es de de aaccá — y se tocó la cabeza— . M irá lloo qu quee te pasó por perder per der el e l ti tiem em po con m édicos som a tistas. ti stas. A l fi final, nal, vas a parar al ho spital. A m í, en cam bio, eell psicoaná li lisis sis m e cam bió llaa vid a. M e enseñó a defenderm e. M e sorprendi sorprendió. ó. — ¿ Te es estt ás anal analiza izando? ndo? — le pregunté. — ¿Q u ién, yo? ¡Ja ! Yo s i lo agarro a u n p sicó logo lo vu elvo loco. loco. N o, lo que pasa es que yo leo, me inform i nform o.

 

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S o y p a c ie ie n te te

Cuan do subim subimos os al aut autoo ya er eraa un poco tar tarde, de, pero R icardo no parec parecía ía apurado. — Teng Tengoo que ll llev ev ar el coche al taller para que ajusten de los l.os p is tleonea — mllaea luz dij dijo— o— Es platinos: aquí nomsentí ás, acóm diezo cu adras dr as.. D espués nos po dem os tom ar un taxi ha sta el ho spital. El coche, een n efect efecto, o, avanzaba con d ificulta ificultad d. Si el el m oto r es esta taba ba ttan an sucio co m o la cabina, eso no era era sorprend sorprendente. ente. Había paqu etes de cig ar rillos va vacíos cíos,, coli colillas, llas, ho hojas jas secas, pape pa peles les de caram elos, di diarios, arios, bo lsi lsitas tas de pan, un zoq ue te de nailon sucio de grasa y hasta un pedazo de m edialuna vi viej eja. a. En el tal taller ler el mecánico est estaba aba ocupado ocupa do y tu v im os qque ue esperarlo casi una ho hora. ra. — Lo más gr grand andee que ha hay, y, es este te ttipo ipo — m e a seguróó R icard o— . Es cap gur capaz az d dee agarrar cua lqu ier albón diga y preparar prepararla la par paraa correr correr.. D espués esp ués de revi revisar sar el auto auto escru escrupu pulosam losam ente ente,, el m ecánico m ov ió la ca cabez bezaa con ai aire re de dud a. Él Él no creí creíaa que ffuese uese u n problem a de platino platinos. s. — Uste Usted d siempr siempree el m ismo ism o — le dijo Ri Rica card rdo o—. —. Seguro que ahora ahora me va a quer querer er desarm ar todo el m otor y cobrarme un ojo de la car cara. a.  Y se p u s i e r o n a di d is c u tir , e n v o z c ad a v e z m á s alta. C om o el asunto iiba ba par paraa llargo, argo, llee pr o p u se a Ricardo tom arm e un taxi yo solo. solo. — Pe Pero ro ssíí, por fa favor, vor, no te hagas n ing ú n p ro -

 

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blem a por m í, para arreglar arreglarm m e con est estee esta fadorr me bbas do astt o y so sobr broo —m e di dijj o— Adem ás ás,, yo al hosp it ital al puedo ir en cualquier ot otro ro m om ento. Si necesitás al algo, go, no dejés de lllam lam arm e. El taxist taxista, a, que eera ra u n buen h hom om bre, m e ayud ayudóó a sub ir las escal escaleras eras del ho sp ital con el bo lso y los paqu etes. Sol Soloo no h ubiera pod ido. La pieza que me tenían preparada estaba en el primer p iso, doblando a la der derecha, echa, aall fon do de un p a sill lloo angosto com unicado con el principal ppor or una puerta de vaivén. Pegada en la puerta, una calcom anía ccon on el dibujo de un a e nferm era rubia po nién do se el dedo sobre llaa boca ped ía silencio. Por el el pein peinado ado de llaa m ujer d edu je que la calcom anía debí debíaa tener tener com comoo veinte años. E Esta staba ba am arillen rill en ta y en parte ar arrancada. rancada. M i habit habitación ación m mee pareci parecióó acepta aceptable ble,, extra ordin aria si ssee llaa comp araba con la Sal Salaa G en eral. Era bastante gr grande, ande, con dos camas y bañ o p ri v a d o . L o d e las  va la s d o s c a m a s n o m e lo e s p e r a b a y no m e gustó: tener un compañero com pañero de pi pieza eza puede ser pe or que tener m uchos. Pero m e aseguraron que la otra otra ca cam m a quedaría desoc up ada ada.. La pieza sería ser ía para m í solo ttodo odo el tiem po que estu viera en el ho sp spital: ital: oorden rden del do ctor Trac Tracer. er. Siguien do un consejo de la Pochi, que de la la  v i d a s a b e , l e d i u n a b u e n a p r o p i n a a la j e f a d e enfermeras. — Esto no er eraa necesar necesario io — m e dijo. dijo. Y s e guardó la plata plata ensegui enseguida. da. Es u na m ujer fuerte,

 

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Soy paciente

alt a y m alhum orada. Tengo la intu ición de qué alt en l os próxim os días v o y a depender de el ella la m ás que de ninguna otra ot ra persona y p ienso en d istintass táct ta táctiica cass para gana rm e su buena vo lun tad . A deciirl dec rlee piropos no m e atrevo. atrevo. Ca si no tiene p e chos,, pero hasta ahora m e t rat chos rat ó m u y bien. bie n. D el lado de la ve n tan a qu quee no se abr abree (y que, po r lo ttant anto, o, no se llimp imp ia) h ay u n nido de p alo mas que empiezan a arrullarse a las 6 de la mañana. No sé qué h acen aquí, tan lej lejos os de Pl Plaza aza de M ayo, ayo, que debe ser ssu u patr patria ia de origen. S on una molestia molestia pero pe ro tam bién un unaa com compañía: pañía: a nada le te tengo ngo tanto tanto m iedo com o a la soledad. sol edad. D u d o un poco pero al fi final nal las las anoto com o m o tivo de quejaa en m i li quej libretita. bretita. Mi habitación está justo al lado del cuartito de la cocina, donde hay dos hornallas para que los par parii entes d dee los en ferm os p ued an hacerse caff é, m at ca atee y alguna s com idas. Tam bién all allíí se pro ducen ruido s m olestos, no desde ta producen tan n tem prano pra no com o del lado de las palom as p ero h asta m ucho más tarde, en cambio. En el cuartit cuartitoo de la cocina la gente hace relaciones sociales. Comentan los progresos (o regresiones) de sus enferm os resp ectivo s y le less sacan sac an el cuero a los m édi édicos cos y las enferm eras.

 

Por el azu l brill brillan an te del ciel cieloo ded uzco que afuera debe debe sser er un unaa linda linda m añan añana. a. Ad en tro, nada es lindo. Si escucho la lluvia, m e d disue isuelvo lvo de trist eza eza.. Si el ai aire re es está tá ttibi ibioo y entra u n po co m ás de l uz po r la ven tana, com o ahora, pien so en una pileta pil eta profu nd am ente cel celest estee y el olor a cl cloro oro que m i nariz ffantasea antasea m e tr trae ae la iim m ag en de m ujeres en bikini: tantas cos cosas as proh ibidas m e dan ganas de vida. llora llo rar. r.ElPara Paho ra spital las pa lom es to;cim ellas ellas su no sas e lles es distin vino en a: hacen lo e ligier gi eron on sin pres presiones. iones. Están en su propio n ido y pueden comer lo que se les ocurra. Yo, en su lugar, me la pasaría de farra. Me acostaría bien tard ta rdee y d dorm orm irí iríaa hasta el m ed iod ía, con la cab cabeza eza debajoo del al debaj alaa para que no m e m o leste el sol. Ellas prefii ere pref eren n hac hacer er vida de fam ilia ilia y m e despiertan despiertan bien bi enD etem tem s p eprano r t a r mcon e t elos m p rruido a n o sn odele sdesayu b u e n ono : .u n a razón m ás para que se m e alargue el día. día. M eto la

 

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S o y p a c ie ie n t

cabeza debajo de la almohada, aprieto los párpados y me hago el dormido. Pero al rato mí tengo que levantar para para ir aall baño y todo es esttá p e rdido. De ahí en adelante los minutos se estirar comoo una g om ita: el tiem po se hace llargo, com argo, llar argo, go, largo, lar go, ha hasta sta que de repe repen n te, cla clac, c, suelto la gom ita  y u n m i n u t o m á s m e g o l p e a c o n t r a l o s d e d o s . H oy se queda la la Pochi a do rm ir: es una noche de fiest fiesta. a. Todo el dí díaa lloo v o y a dedica de dicarr a esp espera erarla. rla. En el S  Selec elecci ci o n es  l eí llaa historia de un señ or p risionero si onero de de los com un ist istas as que estu vo recluido durante meses en una celda durante celda soli solitari tariaa y se h izo u n contador conta dor con m igu itas de pan: có m o se ve que a él no le dab daban an gall ga lletitas etitas de agua. Pare Parece ce que ta m bién se se entretenía entretenía calculand o el tiem po en relación con con las visitas p eriód icas del guard ián para traerle la comida. Con un reloj pulsera, ¿qué hubiera hubie ra hecho? hech o? M irar todo tod o el dí día llas as agujas com o un opa, igual que yo. U n practica practicante nte vien e a sacar sacarm m e sangre. U sa una bata bata bla blanca nca bastante su sucia, cia, con m anc has de sangr sa ngre. e. Porque me no ta asustado , se explica: no se tr trat ataa de ssangre angre hu m an a. Sucede que acab acabaa de dejar dej ar el gabi gabinete nete de cirug ía ex expe pe rim en tal dond do nd e estuvieron operando un cer cerdo do a corazó corazón n abier abierto. to. Lam entabl entablem emente ente eell anim al no resisti re sistióó la interin ter vee n c i ó n y e n e s te m o m e n t o lo e s tá  v tán n p re p aran d o adantes. l asa asador dorComo par paraa el el hígado cirujan odeprincipa l ylesus a y uacerdo no gusta nadie, le han pe rm itido al practi practicante cante llevá llevárselo rselo

 

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a su casa, donde su mamá lo transforma en un exq uisito pat patéé al cognac. E Ell pract practicante icante jun ta los dedo s y su losbata besasac enaun gesto gest de de delei delneite. te. nD el b o l-e sillo sil lo de saca una bolsa boolsa ailo ailon dond hay,, en ef hay efecto, ecto, un hígado de aspecto h ipe rtrof iado i a do y sangri sangriento. ento. Me ofrece ofr ece tr traer aer un poco de paté en en su pró xim a visita, pero yo no acepto acepto.. Me parecee que el cognac m e pu ede hacer mal. parec M e gusta gusta que m e saquen sangr sangre. e. Eso quier quieree decirr qu deci quee no m e han olvi olvidado. dado. Lo que no m e gusta ni m ed io es la aguj aguja. a. El practicante m e ata ata un a gom it itaa en el brazo y m e pide que cier cierre re el pu ño con fuerza. fuerza. A prieto el pu puño ño sa sacand candoo m úscu ús culo lo para que se note que no n o tengo m iedo. La j eringa es des cartabl cart able, e, de plást plástico. ico. Para no ppen ensar sar en la aguja cla váá n d o s e en m i v e n a y ch  v c h u p á n d o m e la san sa n g re ccoo m o unaa sanguij un sanguijuel uelaa m ecánic ecánica, a, pienso en los avances tecnológi tec nológicos cos de la m edicina m oderna. oderna . El m uch uchaacho clava clava llaa aguja y putea: u n m aleducado. aleducado . Otra queja para para anotar ano tar en m i libr libreti etita. ta. — Qué ven it itas as frági frágiles les ttii ene usted — di dice ce,, entre ent re eenoj nojado ado y de spe ctivo cti vo — . M ir ire, e, ya se tuvo que romper. Tanto coraj corajee par paraa qué. D Dejo ejo de saca sacarr m ú scu lo  y m i r o . U n a s a n g r e s u c i a , d e c o l o r o s c u r o , s a l e m ansam ente de m i brazo, como desbordándose. El pract practic icante ante m e po ne u n algodó n y m e hac hacee doblar dob lar eell brazo brazo.. —Vamos, téngaselo así y no se ponga tan pálido.

 

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Maricón Maricó n no m e dice pero l o debe est estar ar p e n sando. D esp ué s em pieza el m ism o tr trabaj abajit itoo con co n otr Fuerza,  veleot  ve z rreosbrazo. i s t e v aFu l i eerza, n t e mle e ndigo t e y as emdi evej anpita, e r fque o r a resta s in romper ro mperse. se. La jering jeringaa se va llenan llenando do con ese líqu líquido ido amarronado amarr onado que, aun que parezca iincreíble, ncreíble, es m i prop pr opiia sangr sangre. e. Si Siento ento u n dolor do lor pe pequ qu eñ eñoo y agudo, agu do, c omo om o llaa picadura picadura de de un m osq uito gi gigante. gante. Y ya tengo otra cosa para esperar: los resultados del análisis. Cuando el alm el practic pract icante ante se vaque m e quedo n rat rato acost acos t ad adoo sin oh ad a para se me upase loa l i poti pot i mia. Li Linda nda so rpresa se va a llevar m i h e rmano ma no cuando vue lva de su vi viaje aje y m e en cuentre así. Pe Pens nsar ar que m e de jó sano y lleno lleno de pro ye ct o s: ahora, ahora, m i único p roy ecto es v o lve r a estar sano. no. Y salir salir lo m ás pro n to p osib le de est estee h o spitt al que ya o dio. En el curso de Co ntro l M en tal pi apre ap rend ndíí que llaa vo lun tad y el deseo de curarse so n las ar arm m as más pod ero sas p ara ve n cer a la en fer medad med ad.. V oy a concentrar concentrar ttoda oda m i energí energíaa m en tal en pon erm e bi bien. en. Si da result resultado ado , cuan do m i hermano her mano ll llegue egue v o y a es estar tar en Ezeiza. A lo m ejor, hastt a llee consigo u na c uñ a para que p ase p o r llaa has aduana. Sigo Si go rec recibi ibiendo endo visitas e qu ivocad as que v ie nen a ve r aall director del ho sp ital. La gente qu e espe es pera ra enc encontra ontrarl rloo aq uí no es justa m en te la que mejor mej or lo cconoc onoce: e: los los am igos íntim os y los parie parien nt es ya saben que es está tá en la ccasa asa.. E s un ho m bre

 

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m uy quer querii do y tambi también én m uy imp ort ortant ante. e. Co m o m édico, l o vi vien en en a ver m uch os de ssus us p acient es es.. Co m o du eño de un labo ratorio, l o visi visitan tan colegas col egas,, proveed ores, cli clientes, entes, jefes y em pleados de su em presa y de otros labo rato rios de la la com petencia. A nad ie le hac hacee graci graciaa enco ntrarse conm i go, sobr sobree to todo do s i vien en desde llej ejos. os. A lg u nos se po n en con tentos a! en terarse de que está está convaleciente. convaleci ente. A otros otr os ( que a vec es so n los m ism os) les da rabia hab haberse erse lllegad legad o h asta acá acá tra tran n spo rtand o el regalo. regalo. La casa del directo directorr est estáá del otro lado de llaa ciu dad y a los que vienen por c ompromiso les resultaa m ás prác result prácti tico co librarse librarse del regalo de ján do m elo a m í. Y a tengo u n ram o de rosas rojas aterciopeladas ciopel adas de LLaa O rquídea, y dos ram os de clacla vee l e s d e ffll o r e r í a s d e bbaa r r i o , u  v un n a caja ca ja d e bboo m b o n e s d e ffruta ruta y otr otraa de bom bon es surti surtido do s, un ch ocollat co atee im po rtad rtadoo de Su Suiza, iza, tres tres nove las de espías ( una repeti repetida) da) y u na bolsa grande de caram elos ácidos. áci dos. A los presos cua ndo los va n a visitar les llevan llevan cigarrill cigarrillos os y hasta pollo al ho rno : a los e n ferm os, n i eso. C on tant tantaa fl flor or en la la pieza, ya está oliendo oli endo a velorio. P ienso com pa rti rtirr los regalos con la enferm era jefe: em pezar, así así,, a co n q u istármela. U n rat ratoo antes de dell m ed iodía entra a m i cuarto una mujer muy atrac tiva, moroc ha y de pelo l ar argo. go. A u n q u e usa delantal blanco, nad ie pod ría confund i rla rla con una enferm enfer m era. En part partee p o r-

 

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que no lleva la co fi fiaa blanca y los zapatos re regl glaa m entarlos, pero sobre todo po r llaa form a de ca cami mi nar: tranquila, segura, sin apuro. En el bolsilL izquierdo tiene u na lapicer lapiceraa fuen te. La Lass en fer m eras eras,, a lo sum o, tend rán birom es. — M ucho gusto. So y llaa docto doc tora ra Sánchez O rti — m e di dice ce.. Y m e estr estrecha echa llaa m ano con ttant ant fuerza com o si yo fue ra un lep roso a l que h haa ; que dem ostrar ostrarll e que no contagi contagia. a. — El docto Goldf Gol dfar arbb y yo hem os to tom m ado su ccas asoo y nos va m os a ocupar de usted . La doctora se asoma a la puerta y llama algui al guien en que, a juz ga r po r llas as voce vocess que vvien ien en de pasillo, parece estar entretenido conversandc con una de las en ferm era s. — L e presento al do ctor Go ldf ldfarb. arb. El doctor tiene m ás o m en os m i edad y parec< m uy amab amablle. Es del ti tipo po de los m édicos chisto sos.. Cada vez q ue hace u na brom a, gu iña el oojjc sos derecho para que no quede ninguna duda. Mí

pon e eell ter pone term m óm etr etro, o, m e toma e l pulso, m e au s culta. — Fl Flor or d dee bater batería ía — dic dice, e, guiñan do el ojo mientras mientr as desl desliza iza eell estetoscop io sobre m i pech o Cuando Cuan do un m éd ico anuncia sus chis chistes, tes, entiende que el paciente tiene la obligación de reír re írse se.. Me si siento ento un po co inquieto. — Perdó Perdón n — l es digo , ttrat ratando ando de no o fen s í

derlos— derlo s— . Per Peroo yo s o y pacien te del doctor Tracer Paciente Paci ente pa particular. rticular.

 

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— Por supu esto — di dice ce llaa doct doctora— ora— . El doctor Tracer es eell jefe de nu estro equ ipo y él co n trolaa n trol nue uestro stro tr trabaj abajo. o. —Además el doctor Tracer tiene tantos pacientes q ue si le sacam os un o o dos ni se va a dar cuenta — di dice ce el el doctor G oldfarb gu iñando el ojo derecho.  A n t e s d e q u e t e r m i n e d e h a b l a r e m p i e z a n a entrar entr ar en llaa hab itaci itación ón otros m édicos. M uchos médicos. Muchos más de los que me hubiera atrevido a dese desear. ar. H ay dos con corbatas llam ati vmayoría a s , v a r ifuma. o s c o nSeaapretujan n t e o j o s y contra s ie te m e r e s . La lasu jparedes, se sient sientan an sobre m i cama cama y encima de llaa m esita de luz. luz. Por falta falta de espacio, la doctora Sán chez O rti rtizz ssee ac acom om oda sobr sobree m i al alm m ohada cruzando las piernas, que son llindas. indas. Usa un pe rfum e que m e gusta, pero m u y pronto la pieza está está tan llena llena de hu m o que ya no lloo sient siento. o. Q ué fal falta ta de re speto por el pacient paciente. e. H astaen m emtir tiran an ceniza la las s sábanas, u n detall detalle e que i libretita libreti ta desobre q u e j jaa s n o v a a ffaa l t a r . La doctora ccarr arraspea aspea par paraa im po ne r silencio y en vo z m u y al alta ta inici iniciaa su ex po sición . H abl ablaa de m í señalándo señalándo m e iin n útilm en te con el dedo: entre entre tantos ta ntos m médicos, édicos, el único paci pacient entee so y yo. A veces m e hace abri abrirr la boca. Los otros asienten con la cabez ca bezaa y so nríen cuand o es necesario para que s e note que está están n sigu iendo sus palabras. Sin em bargo, a los que están d distraí istraído do s se llos os rec o-

 

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noc e por llos noc os oj ojos: os: tienen la m irada baja baja,, d irigid a a las pie piern rnas as de llaa do doctora ctora y n o a su cara. La doctora ti tiene ene la bata en treabierta y u sa d e b a jo una camis camisaa m u y escota escotada. da. Cada ve z qu e se incl inclina ina sobre m í le m iro el co m ien zo de los pechos pec hos.. Y o soy as asíí: hasta de llaa peo r situac ión m e gustta sac gus sacar ar al algún gún prov ech o, algun a e nse ña nz a.  A h o r a la d o c t o r a m e p a l p a e l v i e n t r e , a p r e t an ando do con más fue rza en ciertas zon as. La falta de espaci espacioo la obli obliga ga a ex ten de rse a m i lado. S i su gest ge stoo no fuera tan profesio n al, serí seríaa e xcitan te. Cuando grito ay, ay, ssee detiene con tenta y, sacan do la lapicera fuente del bolsillo, marca ese punto con co n una crucec crucecit itaa de ti tinta nta roja. roja. D es p u és , in vita a palpar a los demás. No es fácil acercarse a la c am amaa est estando ando todos tan apretados. Los d esp lazamientoss que se produ cen m e hacen pen sar en zamiento un colecti col ectivo vo m uy lleno lleno que llega llega a un a parad a importante que no es, si sin n em bargo, la la term ina l.  Vaa n p a s a n d o d e u n o e n f o n d o y p r e s i o n a n m i  V  vie  v ien n tr e d o n d e m á s m e d u e le . D e s p u é s se a b r e n paso dificultosam dificultosa m en te para sa sali lir. r. Sospecho que son son estudiant estudiantes es de m ed icina ici na , aunque aun que par paraa estudiantes me resu ltan lt an ba stante m ayorci ayorcitos. tos. Se eenti ntiende: ende: llaa facultad de m ed icin icinaa no es es broma y no e s ext extraño raño que m ientras e stu dian di an vayan envejeci envejeciendo. endo. Cada ve vezz que uno de ellos ellos m e ap rieta llaa cr u cecit cec itaa roja, repito con más má s ganas el «ay «ay» que qu e ppu u so content cont entaa a la doc doctor tora. a. U no de los qque ue u sa san n co r-

 

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bata llam bata llam ativa m e sonríe m ientras palpa: parec parecee m ejor que llos os dem ás y aprovecho para par a protest protestar ar m ás eextensa xtensam m ente. — ¡ Ay, m e duele duele mucho! — Claro que l e duele m ucho , eso ya lloo sabíam os. No habí habíaa ningun a necesi necesidad dad de que usted dijera dij era aayy — dice dic e llaa doctora Sánchez O rtiz, con ganass de bajar gana bajarm m e los hu m os— . Y ahora, a ve r si m e hace el favo r de qued arse u n ratit ratitoo en s ilencio.  A l a s d o c e , c u a n d o m e t r a e n la c o m i d a , e s t o y ta n agotado que la m iro sin iinterés. tan nterés. Par Paraa rec u perar fuerz as m e o bli bligo go a tr tragar agar u n po co de sopa pegajosa pegaj osa y espesa, espesa, una especi especiee de engrudo dem asiado líquido. Del puré prefiero olvidarme. Desde que estoy est oy enfer enferm m o m e he conver converti tido do en un expert expertoo en purés: hay al algunos gunos que son u n p rem io, otr otros, os, u n cas casti tigo; go; con sólo m irarl irarlos os los reco reco-nozco.  A m e d i d a q u e m e v o y r e a n i m a n d o ( s i n o pienso en el gusto, la sopa caliente ayuda) la i nd ignación aum enta. enta . Yo soy una person a pacíf i ca, pero si m e buscan m e en cuen tr tran: an: a la doctoraa Sánchez O rtiz no le hablo m ás, no le pien so tor decirr ni ay deci a y. Ap en as l o ve a al do ctor Tracer m e va a escuchar. escuchar. ¿Q u é cl clase ase de equipo tiene? La queja queja correspon diente a es este te suceso suce so ocupa toda una hoja en m i li libretit bretita. a.  V u e l v o a Ja m e s B o n d y m e d a e n v i d i a : c o n e l dedo m eñ iqu iquee roto se las arre arregla gla para descolgarse

 

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por e l te techo cho de un depósit depósitoo dond e ha y pesc ad os  vee n e n o s o s y t i b u r o n e s e n g r a n d e s t a n q u e s d e  v  vii d r i o . E  v Ess fu f u e r t e , vvaa li liee n t e , y t ie ien ne u un n a r r a s t r e bbáá r baro ba ro.. Si estuv estuviera iera en m i llugar, ugar, a la do cto ctora ra ya la tendrí te ndríaa ccon on él él,, aunque fuera soldado del en e migo.. Mi nombre eess Bon d, James B on d, dir migo diríí a. Y la doctora, toda suya. No alcanzo a leer m uch ucho. o. Ba jo el efecto de los sedantes me quedo dormido. Soñando con la doctora doct ora Sánchez O rt rtiz iz m anch o las sábanas. M e despiert despi ertoo húm edo y peg ajoso cuan do entra llaa enferm era jef jefe. e. Deb e ser ttri rist stee par paraa una m ujer tener el pec h o tan ta n chat chato. o. ¿Será po r eeso so qque ue nun ca se ríe? P ara caer ca erlle simpáti s impático co ttengo engo m uchas p reg u nta s p re paradas par adas.. A veces, co con n una pro pina n o b asta: el dinero no es todo en la vida. C on la gente ha hayy qu e tener amabilidad, pequeñas gentilezas, acordarse dar se d dee sus probl problem em as y pregu ntarl ntarlee p or la familia. Peroo ell Per ellaa ha habl blaa ttanto anto y tan rápido que no m e da tiempo a preguntar nada. Apenas puedo segui se guirl rla. a. Es m alhum orada y efici eficiente. ente. M ien tras habla, habl a, real realiza iza un contr control ol general de la hab itació itación n. Revisa Re visa con cuidado llas as flore floress y los caram elos. Por un m om ento te tengo ngo miedo de que m e qu it itee e l chocolate suizo, pero lo vuelve a poner en su lugar ugar.. De Deshace shace la ccama ama y la vu elv elvee a hacer rá p idamente. dam ente. Controla eell pla placard card,, el baño y tod os lo s rincones. Me M e parece parece bien que se fij fijee en el co n te-

 

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nido de los frascos de remedios: abre una cap suli su lita ta al az azar ar,, huele el po lvo blanco y la vu elve a cerr ce rrar ar.. En cambio cam bio m e m olesta verla revo lver los cajones, meterme la mano en el bolsillo del piyam a y volcar eell cont contenido enido de m i bol bolso. so. Me pregunta con ritmo de ametralladora cóm o estoy estoy,, cómo m e si siento, ento, dónd e m e duele, duele, po r qué m e iinternaro nternaro n, qué esto y leyend o, de qué trabajo, cuál es m i plato preferid preferido. o. Se queja de su sueldo, su eldo, qque ue es bajo, y de su trabajo, que es m ucho. Justi Justifica fica llaa re requisa quisa d ici icién én dom e que llos os pacientes tienen prohibido esconder bebidas alcohólicas alc ohólicas en su habit habitación, ación, que de m í no so specha porque se ve que soy una p erson a seria seria y abstem abst em ia pero que m ás de un disgu sto tuvo en la vida por confiar en hombres que parecían serios y después eran igual que todos, que el pu esto se lloo tiene tiene que cu idar po rqu e el sueldo será se rá bajo pe pero ro algo es algo y si no se preocu pre ocu pa ell ellaa no se lo lo va a cuidar el vigilan vigila n te de la esquina. Q uisiera interrum pirla para explicar explicarle le que en l as esqu inas no ha y más vigilantes, que ah ahor oraa andan tod os en coches patru patrull lleros. eros. Per Peroo el ella la ya está es tá en otro otro tema. D el do doctor ctor Go ldfarb y la do ctoraa Sánchez O rtiz m e habl tor hablaa m aravillas. — Con unos m édic édicos os como los qque ue ust usted ed tiene ti ene — m e dic dice, e, dism inu inuyen yen do la velocidad para para recalcar recalc ar m mejor ejor llas as palabras— palabras— si no se cura es p o rque no quiere. Para atenuar el tono de reprimenda de su

 

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Soy paciente

última frase, la enfermera jefe me acaricia la cabez ca bezaa y m e da un pelli pellizco zco en l a barbil barbilla la que m e hace ha ce sal saltar tar:: tiene ti ene los ded os su aves com o te na zas.. A greg a antes d zas dee ir irse se que bien p od ría pe inarme u n p oco, afeit afeitarm arm e y lavarm lavar m e la ca carr a, que esoo m e va a hacer senti es sentirr m ejor ej or po rque no hay nada peo r que m ir irarse arse al a l espejo y ve rse desp ro l ijo, ijo, que el asp ecto es im po rtan te para la salud, que ell ell a tuv o u n paciente del que nu nca se va a olvidar olvi dar porqu e es el el que m ás adm ir iróó en su vida, que se murió de cáncer con dolores terribles y que hasta el últim o m om en to se hací hacíaa pl planchar anchar e l piyam a d os veces p or día, se lav lavaba aba llos os d ien tes, te s, se se aafei feitaba taba todas las m aña nas y se pon ía O íd Spice Spi ce que tiene tiene ese perfum e tan tan agr agradab adablle y m as culino. Como yo no tengo c ánc er y no me voy a m ori orir, r, no p ienso afeit afeitarm arm e nada nada.. L a Pochi, una prim a que m e saqué en la lotería, llega al rato trayendo algunas cosas para comer: galleti g alletitas tas de chocolate, u na banan banana, a, papas  y m a n t e c a . V e r la c o m i d a m e p r o d u c e g r a n a l e gríí a y salivación hasta que m e en tero gr tero de que no m e piensa con vidar. La alegr alegría ía (y la salivación ) se m e cortan de go lpe. —Antes de prepararte la comida, tengo que hablar habl ar con el m éd ico. A ve r si te d oy al algo go que te haga mal.  Yoo c o n o z c o b i e n m i ré  Y r é g i m e n : s é lo q u e p u e d o  y l o q u e n o . E l d o c t o r T r a c e r m e lo a n o t ó e n u n a

 

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recetaa que guardé en la ccaj recet ajaa fue rte de m i dep artam ento para no perd erla. Pero antes llaa copié  ín  í n t e g r a e n la ú l t i m a p á g i n a d e l l i b r o d e J a m e s Bond . Esto y seguro, po r ejem ej em plo, de que ban anass m aduras puedo. LLoo que no pued o es con na  vee n c e r l a a la P o c h i , n i s i q u i e r a m o s t r á n d o l e l o  v que tengo t engo anotado. — Ést Éstaa e s ttu u let letra ra — di dice ce llaa Pochi— . Y ni siquiera tiene la firma del doctor. Con tal de com ert ertee un plat platoo de papas fritas a caballo, caballo, vo s sos capaz c apaz de cualqu ier ttongo ongo .  Y m e n ie g a n o m á s la s b a n a n a s m a d u r a s . Le pido pi do q ue, por lo m en os, se las va ya a com er aall pasilloo para no h acerm e su frir pasill frir.. L a Pochi m e anu nci nciaa una p róx im a visita de sus pad padre res, s,,, que está están n preo cup ad ados os po r m i en ferm edad. M is com pañ eros de tr trabaj abajo, o, ¿por qué no habrá hab rán n venido todavía? todaví a? A visé p or tel teléfono éfono que me internaba inte rnaba y los estoy esperand o desde eell p rimer día. La de chistes nuevos que tendrá el Du quepa quepara ra contarm e. Iparragu irr irree ya tendría quee haber organizado u na exp ed ición . Él dir qu diría ía:: un safar safari. i. Cu ando a algui alguien en lloo asciend en o le le aum entan el sueldo, a Iparrag uirre siem pre le parece in  ju  j u s t o : h a b la d e ttrr a i c i o n e s y d e vvee n d i d o s . A F r a g a , que se s e ganó l a llote ote ría, no le dirig ió l a palabra durant durante e un bu en tiem po. aSiparticipar un a de las chicas cas sse casa, cas a, Iparraguirre se niega enchi el regalo rega loe que le hacem os en tr tree todos.

 

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— Pa Parr a qué — dic dice— e— , si h o y en dí díaa llos os m atri at ri m on ios no du ran seis m eses. Ya va a necesi necesita ta que le dem os un a m ano cuando se divorcie. divorcie. Porque lo l o q ue a él le gu sta es justam en te esc dar una m an o, ayudar, colabora colaborar, r, pon er el h om bro, y para sacars sacarsee llas as gan as n necesita ecesita que qu e la ge n t s e enferm e, que llaa desp idan , que su fra ac acci ciden den tess autom ov ilí te ilísticos sticos o con yu yuga gales. les. Enton ces es est. en su su ssal alsa sa.. O rgan iza colect colectas as y v isitas conjun tas: es el primero en aportar y estimula a lo; dem ás par paraa qu e no se qu ed en c orto s. P Por or eso m< m< e xtr xtraña aña que no h aya traí traído do toda vía a los m ucha chos.. Est chos Estará ará dejando p asar un ti tiem em po pru den cial para asegurarse de la autenticidad de m enferm edad . Es po sible, incluso, que sos sospe pech chee una sim sim ulación. O tros casos ha tenido. Con la Pochi nos quedamos hablando dt asuntos de fam ilia m ien tras ella ella prepara sus cosa cosaíí para acostars acostarsee e n la cam a de al lado. D ice que ur díaa de éstos m e va a traer a su n o vio para p re dí sentármelo. De acuerdo a su descripción e' m uchacho parece u un n candida can didato to ideal para el altar altar «Pa Parra la gu il illotina», lotina», diría el D u q u e, qu e es sol solte te rito ri to y si sin n apuro. — M i no novio vio es m u y cel celoso: oso: que ven ga a ha haccer ertte compañía no le gu sta nad a, pe pero ro se las las ti tiene ene que aguantar aguant ar — dice llaa Po chi, bastante orgu ll llosa osa de que alguien alguien pued pu edaa eestar star celoso de el ellla. M i ent entra rass estam os co nversando l l ega l a m on   j jii t a , h a c i e n d o s u r o n d a d i a r i a . L a r e c i b o c o n m i

 

A n a M a r ía ía S h u a

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sonrisa especial. especial. Es llaa son risa de m i m ejor fot fotoo (todos (t odos ten tenem em os u na ): la llevo en llaa billetera para para no olvi olvidárm ela y cuando qu ier ieroo qued ar bien, trato trat o dedárm im itarla. — ¿M i edo uste usted d ti tiene? ene? — pregun ta llaa h erm ana, que debe repetir repetir siempre siem pre el m ism o libre libreto. to. — N o —contesto —contesto yo , para variar. — A sí gusta gus ta a m í , m uchacho fuerrte como ústed, ¿por qué tenierra miedo? ¿Ya dijeron cuándo va n a operrar? — M i cas c asoo es cclí línic nico, o, no quirúrgico — le digo secamente, esperando que entienda mejor el  voo c a b u l a r i o t é c n ic  v icoo q u e el c o l o q u i a l .  Y n o es q u e n o e n t ie n d a . E s q u e n o está de acuerdo. Su certeza me hace dudar. ¿Sabrá algo que yo ignoro? Es po si sible ble que en este piso piso estén solam sol am ente llos os paci paciente entess o perados y l os p acien tes operables. Pero también es posible que se hagan, de de vez en cuando ( y hasta con frecu en cia), ci a), infra infracc ccion iones es a la regla que a ella, con su poc p ocoo flexibl fl exiblee m ental entalidad idad cen troeuropea , le rresulten esulten tan difícil difíciles es de ent entender ender com o nu estro idiom a.  A la P o c h i n nii s i q u i e r a le d i r i g e la p a l a b r a . E s e v i dente que no aprueba su presen presencia. cia. An tes de irse, irse, m e recomienda que tenga m ucha pe pero ro m mucha ucha fe. fe. Fe grrande, grrand e, dice ella. ella. Le cuento a la Pochi, ayudándome con la li libreti bretita ta de de quej quejas as para para no olvid arm e de nin gú n detalle, detal le, los sucesos de est estaa ma ñan a y los m malos alos tratos a que me sometieron la doctora y sus

 

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alum no s. Ella se se eno ja tanto que m e asusta. LLaa Pochi en pie de guerra es peligrosa. Ahora que  y a m e t í l a p a t a n o p u e d o r e t r o c e d e r , s i t r a t o d e  ya calm cal m ar arla la ssee llaa tom a con m igo. — A m i pri prim m o nadie lloo va a usar d dee conej conejii to de Indias Indias — gri grita. ta. — Co neji nejito to no: ccon on ej ejil illl o — l e di digo go yo, m arcandoo la ell cand elle. e. — A m i pri prim m o n adie lo lo va a usar d dee c on eji eji-llo ni d dee ccoball oballo. o. Yo , que e sto y sana, te v o y a d efender. — Co ball balloo no, cobayo — —le digo yo , m arcando la ye. La Poch i prepara u n p lan de batal batalla. la. P rim ero  vaa a h a b l a r c o n la d o c t o r a S á n c h e z O r t i z . D i c e  v que la la va a pon er en su lluga ugar. r. D espu és lo va a b u scarr al do ctor Tr ca Tracer acer een n su c on su lt ltorio. orio. D ice que a él tam bién lo va a po n er en su lugar, que es al l ado pacientes s aunqu e est estén én en un h o spit pital al de y n sus o enpaciente un sanatorio privado. Es bu ena pero brava est estaa Pochi Pochi.. D esde ch iquita: quit a: en cuarto grado la echaron de la la escuela po r pelearse pelear se con llaa dir directora. ectora. C óm o lloró lloró la mam á. Esp ero que no m e echen a m í de dell ho spital spital.. Yo quier qui eroo irm e pronto, pero curado y p or la lass m ías ías..

 

L a m ujer que reparte repart e la l a com ida m e d io a el eleegirr ent gi entre re puré de papas y bu dín de sém ola. C o n sullté m is anotaci su anotaciones ones y com probé que llaa sém ola, si bien no form aba parte de llaa lista lista de alim en tos perm it itidos, idos, tam poco f i guraba eent ntre re llos os p ro h ibidos.. Elegí bu d ín de sém ola. bidos  A h o r a l o t e n g o a q u í , d e l a n t e m í o . E s u n m azacot azacotee den so, de aalt ltoo pe so específico y escasa porosi porosidad. dad. autoridad tení par propon e r m¿Q e sué e mautori e j a n tdad e o pte c nía i óan esa ? ¿ Ym qujer u é para e l eam entos ent os ttení eníaa yo pa parr a tom ar una d ecis ecisión ión fu n damentada? Nada más que el mal recuerdo del puré: tendrí tendrían an que hab erm e tra traído ído un a m uestra o, al m en os, u na foto. U n p edacit edacitoo de car carne ne yace jun to a l bu dín. E s un objeto chato y duro, de color oscuro, seco cConsidero o m o c artón om art ón p rensado y c oon nión gu st sto o a m adera adera. que la alimentac influye en el. estado psíquico del paciente: este almuerzo

 

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merecee por sí merec sí sol soloo u no s cinco ren glon es en m i lib ibre reti titta de quej quejas. as. El d octo octorr Tracer m e va a es cu char. M i li bre breti tita ta incluye ya u no s diecisi diecisiete ete M o ti voo s d e Q u e ja , s i n c o n t a r a l a s p a l o m a s p o r q u e  v finalmente fi nalmente llas as ttaché. aché. A h o ra a l a m añ an a ya no las oig oigoo y hasta me resulta res ulta sim pático el ru ruido ido que hace ha cen n cuando se arrullan. A todo se acostu m bra uno. Si no fuera po porr el el lío lío que se arm ó est estaa m mañan añan a, le pediría a la Pochi que haga gestiones para mejorar mejor ar m i comi comida. da. Alternan do protestas protestas y p ro pinas pi nas podrí podríaa co nse gu ir car carne ne m ás ti tierna erna y, tal  vee z , u  v un n m e n ú m á s vvaa r i a d o . C o n s i d e r a n d o l o q u e pasó, m ejor no le pido nad a: con la gen te de llaa coci co cina na no conviene pel pelears earse. e. A An n d an siem pre con cuchillos. Hoy mi prima me despertó temprano, en batón bató n y despeinada. La cara cara,, gor gordita dita y fea, llaa tenía toda col toda colorada. orada. Estaba ttan an en ojada qu quee h hasta asta las palomas se dieron cuenta y se las escuchaba revol re volote otear, ar, al alter teradas, adas, go lpeán do se las alas co n tra el vidrio de la ven tana. tan a. La Pochi se hab había ía pe lele adoo co ad con n llaa doctora Sán che z O rtiz. —A sí que ayer te viniero vin iero n a revisar un os e stu st u diant di antes es de m edicina — —fu e l o p rim ero que m e dijo, dij o, despreciati despreciativa— va— . V os so s un m iop e de la c abez abzapallo. eza: a: no capaz paz de d isting u ir u n p or oto de un zapall o. sos ca  Yoo c r e o , s i n e m b a r g o , q u e s o y c a p a z d e d i s  Y

 

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tingu ir tingu irll os m u y bien, p orqu e el zapal zapalll o no me gustaa y los po rotos sí, pero m e hacen m al. Por si gust u era po co, el zapallo tiene un color anar anaranjado anjado f uera imposible de confundir. La comparación me pareció parec ió inj injusta: usta: los e stud iantes no lleva n una E sobre sob re la la frente com co m o para recon reconocerlos ocerlos con tant tantaa facili faci lidad. dad. C om o est estaba aba ttan an fu riosa , no llee quise discutir. — Y pensar que q ue por tu culpa quedé ttan an mal con co n la la do doctora ctora — siguió el ella la.. En resum en, los que estu viero n aquí ccon on llaa doctora no eran estudiantes de medicina sino auténticos médicos recibidos. Al parecer debí habermee dado cuenta por la edad. A ho haberm hora ra recuerdo que ese detalle me llamó la atención. No sólo tenían todos ellos su título habilitante, sino que se tra trata taba, ba, además, de eespec specialistas ialistas renom renombrado brados: s: una delegación delegación de m éd édicos icos extranjeros, asistentess al Co te Congreso ngreso Latinoam ericano que es está tá sesionand nando enelelShe Sheraton. —oEn raton, ¿te das cuenta? — dice dice la Pochi— . Se m olestaron en ven ir des desde de eell Sheraton hasta este este ho spital piojo so para verte a vos. Podrías estar org orgulloso ulloso de ser un caso ta tan n inte resante. Para Pa ra m í que llaa Pochi al Shera Sheraton ton no lo conoce más que de nom bre. Yo , en cam bio, ffu u i un par de vecham es y bu no rguesas es para tanto: encom la ccafet afeterí a sirv sirven en unas zon zas o s iería fueran la la séptim a maravill maravilla. a.

 

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Cuando la la Pochi em pieza a discu tir, no h ay quien la pare. Las palabras crecen, se desbordan, da n, for form m an una correntada inco nten ible que arra ar rast stra ra la bronc broncaa de m i prim a h acién do la cre cer. Su ttono ono de vo z sube, agit agitaa los b razo s y su in terlocutor tiene derecho a temer por su integridad. Yo, que la conozco desde que era así, puedo asegurar asegurar que la la Po chi no le peg a a n ad ie: quee un desconocido qu desconocido se po n ga en guardia gu ardia resu resulta lta  j ju u s t ific a b le . Porr eso, Po eso, aunque su con clusió n final sob re los hechos hech os la la haya haya vu elto en m i contra, no h ay que pensar que es esee cambio de frente h aya su av avizad izad o su entr entrevi evist staa ccon on la doctora. C o n ella siguió d iscutiendo cut iendo has hasta ta eell final, neg negán ándo dose se a darle llaa raz razón ón  y d e s c a r g a n d o s o b r e s u c a b e z a m i l e s d e m e t r o s cúbi cú bico coss d dee indign ación con la p res ión de un a c at atar arat ata. a. La acusó acus ó de im p rev isora , de im p ru dent de nte, e, de impro improvisada, visada, de irresp etu os osa, a, de irre irr e sponsable, de impúdica, y hasta amenazó con denunci denu nciar arla la.. Qué im p u lsiva esta Poch Pochi. i. — La doc docttor oraa Sánchez O rtiz eest stáá fu rio riosa sa c o n migoo y m uy mo le mig lest staa con vo s. D ic icee qu e en estas condiciones prefiere no atenderte más. De las cosa co sass que le di dije je esto y arrep en tida: la cu lpa es tuya porque me hiciste confundir. Pero pensándo sá ndollo bi bien, en, es es mu cho m ejor que qu e no n o te atienda atienda:: esa chi esa chica me par parec ecee dem demasiado asiado jov joven en . C om o docdo ct or oraa no debe de be tener gran e xp erien cia: en o tras cosas s í —dic dicee la la Po Poch chi. i.

 

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Pens ar que Pensar que,, aunque m e quedara en eell h o sp it al al,, no la vería m ás a la doctora, m e d io pen a. A l fi fin n y al ca cabo bo ella ella cu m plía con su ob obli ligación. gación. A los invitados invi tados extranjeros extranjeros h ay que tr trata atarl rlos os m u y bien parra que ssee llleven pa leven un a bu en a im pre sión del país.  A d e m á s d e t r i s t e , m e q u e d é p r e o c u p a d o . S i s e corr co rree llaa vo z de que so s o y un paciente paciente d difí ifícil, cil, ¿qu ién m e va a querer atender? «Con ese pollerudo m ej ejor or no meterse», meterse», se se dirán los m éd icos un os a otros. «Después viene la prima y te pone de  vu  v u e l t a y m e d ia .» U n m o t i v o m á s p a r a i r m e d e l ho spital cuanto antes.  A p e s a r d e m i s t e m o r e s , e l d o c t o r G o l d f a r b se ccom om portó en form a m u y gent gentii l . — U sted ttodaví odavíaa haciéndose el enferm o, picarón — m e d dij ijoo al entrar— entrar—. C ó m o se ve que tiene quien qui en lloo m ime.  Y la m i r ó a la P o c h i g u iñ a n d o u n o jo . M e revisó revi só bien a fond o y m e an unció que iba ib a a pe dir  vaa r i a s r a d i o g r a f í a s .  v El doctor se que dó en llaa pieza un rato rato largo, charl cha rlando ando con llos os d os y con tándo nos esas an écdotas de de hu m or macabro que les hacen tanta tanta gra ciaa a los cirujano ci cirujanos. s. M ientras h ablábam os, la Poch Pochii se pein peinaba aba las cejas con saliva, saliva , se arregl arreglaba aba el pe pelo, lo, acomodánd ose un m ech ón sobr sobree llaa fr frente, ente, y se estir est iraba aba llaa pollera para po n er en e vide nc ia sus piernas, que tienen form a de maceta. ¡ Q ué fu erte se reí reíaa de los chistes d el doctor! H asta en el p a si si-llo se debía de bían n eesc scu u ch ar su s carc carcajad ajadas as d d__e cab caballo. allo.

 

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Se fueron jun tos , el do ctor siem pre haci haciendo endo grac gr aciias, as, encantado con las risota d as de la Po chi Hastaa ssee ofrec ió a lleva rla en su coche ha sta eeii Hast cent entro ro.. Ell Ellaa debe ha habe be r v en id o con el su yo p e ro :  vaa y a a ssaa b e r ppoo r q u é , n i s i q u i e r a l o m e n c i o n ó . E]  v novio, que que eess tan celo celoso so,, ¿q u é diría si lo supiera?  Y aq u í e s to y , o tra v e z s o lo , s in a lia d o s p ayudarme ayuda rme a hacer fren te a este alm u erzo , qu quee pare pa rece ce resum resu m ir en su trágica insip ide z la m iseri iseriaa de mi situación. Mastico penosamente, con esff uer es uerzo. zo. M i m an díb u la deshace sin gana s las las fibr bras as de de llaa carne , apretad as fue rtem en te ent entre re sí como llaa hiedra y la pa pared red del bo bolero, lero, com co m o h ermanos que se dan el abrazo final de despedida mientras se escucha ya la sirena del barco. Sin piedad las obligo a separarse, las divido, las macha mac hacc o ent entre re m is m ue las fati fatigada gada s. N ada tan mecán mec ániic o como el m o vim ien to de deg lución de mi ga garg rgant anta. a. Sin e m ba rgo, e sto y de cidido a ter-

mina rloo todo, hasta el ú lti minarl ltim m o b ocad o de carne carne s e c a y correosa. H e lleg lleg ad o ape na s a l a m itad cuand cu andoo viene la m uc am a a llleva leva rse el plat plato. o. — Ust Usted ed eess un desconsi desc onsiderado derado — m e di dice ce— —. ¿See cr ¿S cree que va m o s a estar esperan do hasta que se le ocurra terminar por el sueldo que nos pagan?

 

H oy sí qque ue m e ll llevé evé una sorpres sorpresa: a: nada men os que Ricardo. Ricardo . U no cr cree ee que cono conoce ce a la gente y se equivoca. De Ricardo Ricard o es esta taba ba seguro que no le iba iba a ve r el pelo m mientras ientras estuv estuviera iera internado. —Qu é hacés, loco — m e d ijo— . ¿Se gu ís con tus ñañas? Ricardo no se se tom tom a m uy en seri serioo m i enferm edad, pero igual ffue ue u na al alegr egría ía verlo, un soplo de aire fresco. — Yo te vo y a hac hacer er el el diagnósti diagnóstico co — s e o freció, ci ó, gen generoso— eroso— . Vo Voss sos un depresivo. En ve z de largar la la agre agresividad sividad ppara ara afuera afu era , te llaa tragás tragás y la dejas dej as que ac acttúe como saboteador saboteador int interno. erno. Y tam bién, incon inconscientemente, scientemente, estar en ferm o te gusta un poco: e s una defensa que t e perm ite it e m antener a todos pen dientes de vo s.  A m í m e g u s t a , c lar la r o q u e m e g u s t a q u e t o d o s est én pend ient estén ientes es de m í . Y no «incon sci scienteentemente»:: me gu sta d mente» dee aalma. lma. Lo que R icardo no

 

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qu i er qui eree entender es que por m u y enferm o que esté, pen dien te de m í no tengo a nadie. A m edida quee m i intern ació n se al qu alar arga, ga, llas as visitas se hacen más espaciadas. espaciadas. La Pochi viene seguido, p ero ya no sé sé si es para ve rm e a m í. Para corresponder al relato de las últimas aventuras avent uras eróticosenti eróticosentim m entales de Ricardo (que siempre sie mpre tiene alguna) llee conté qu quee llaa doctora SSán án chez ch ez O rtiz se acostó aall lado m ío para palpa rm e el vientre. No le dije, en cambio, que en ese m om ento había un unas as tre treint intaa perso person n as en la pieza porque no m e iba a cr cree eer. r. La ve rda d siem pre se  v e o b l i g a d a a h  ve haa c e r ccii e r t a s c o n c e s i o n e s a la v e r o similitud. El doctor Goldfarb me había dejado una r ec ecet etaa indicand o m edicam ento s que en eell h o spital no hay. Como todavía no tengo diagnóstico se ttrata, rata, po r eell m om en to, d dee at atacar acar los s ín t omas. Rica rdo se ofreció a com p rárm elos . Le di llaa farm re recet cetaacia. a y el din ero y le iin n diq ué la ubicación de — Contá hast hastaa die diezz y estoy de v u e lta —pro metió. Con té hasta 15 15..8 2. 2.88 y n i no tici ticias. as. S eg u í co n tando ta ndo u n rat ratoo para hac hacerl erlee n otar su retraso con cifras cif ras exa ctas pero a l fi fin n al m e di po r ven cido . Espero verlo antes de la noche: la pl plata ata ya no m e i m port porta. a. LLoo que más m e preocu pa es que m e devuelva dev uelva la recet receta. a. Q uisiera do rm ir. La tar tarde de se hace llarga arga y el

 

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su eño no vvii ene. R icardo t am poco. Desde que sueño em pecé m i curso de C on trol M ental, eess la p rimer a vez que tengo iinso mera nso m nio. ¿Q ué fr frecuencia ecuencia tendrán ahora las radiaciones de mi cerebro? Tantaa radiografía ¿las h abrá afectado ? Trato de Tant distraerme dist raerme para dar darle le al sueñ o la op ortu ortunid nid ad de sorprenderme, sor prenderme, pero h o y no quie quiere re j ugar ugar.. Ta m poco tengo ganas de leer. Este Bond se hace m ucho el vivo : m e gu star staría ía verlo en m i l ugar ugar.. A él no lo est están án por po r desalojar de ssu u dep artam en to, por ejemplo. ej emplo. La en ferm era jjefe efe pasa po r m i pie pieza za m uy se segui guido. do. A sí jju u stif stifica ica llaa propina y de paso me ti t i ene bien control controlado. ado. H o y descu brió una c aj ajaa de bo m bo n es que ha sta aho ra ssee llee había pasado p or al altt o. M e co nfiscó tod os los de lliicor cor.. — U sted no ti tiene ene llaa culpa — m e tra n qu il ilizó izó —.  Yoo s i e m p r e d i g o q u e l a s v i s i t a s s o n t o d o s u n o s  Y inconscientes. Me d ij ijo o tam bién que conque bom bondo es de lrata i cora nadi nadie e se em borracha pe ro cuan s e ttrat de un vicio todo es em pezar que h o y un bor borri ri boncito bonci to y m añana una sopa iing ng les lesaa con m oscato pasado pas ado un li licorci corcito to de cer cerezas ezas despu és un v erm ú con co n ingredientes aall otr otroo dí díaa un va sito de w h isk y más adelante una botella de ginebra y el día ■m enos pen sado m e en cuen tr traa roband o al alcohol cohol en la farm acia, que el cam ino de llaa degrad ación no se se sa sabe be dónd e em pieza y que si ttengo engo al algo go de  vaa l o r m e j o r q u e s e l o d é p a r a q u e e l l a m e l o  v guarde guar de en su rrope ope ro con cand ado p orqu e en el

 

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hospita hospi tall hay de ttod odoo com o en botica que le teng conf onfian anza za que m e va a dar u n reci recibo bo que m e po rt bien bi en y que que m e cu re pro nto. Mientras se despide me arregla los almoha done do ness y me da pa lm ad as en la espalda con su manos man os enorm es com o palas. Las palm ada s, au aun n q ue am i st stosas osas,, m e du elen u n po co y ca cada da ve quee se va m e deja qu d eja con tos tos.. Esoo ssíí, visitas para el d irecto r del h o sp ital n Es  vii e n e n m á s , s e v e q u e y a a v i s a r o n a t o d o s . L  v lame ament ntoo por los reg alos: p o r llaa gente no. R ecib í  vii s i t a s a je  v jen n a s m e d a b a t r is t e z a . L o ú n ic o q u e le int nter eres esab abaa eera ra ttene enerr n noticia oticia s del ause ausen n te y n ad i se que quedab dabaa a charlar co n m igo . Mis tí tíos, os, los pad padres res de la Po ch chi, i, entran tím i dame da ment ntee ttrayendo rayendo un a carta de m i herm an o co coii el sobre roto roto.. —Tu vi vim m os que abrirl abri rlaa — dic dicee m i tí tía, a, dán dome do me la cart carta— a— . A u n e n fe rm o no se le le ppu u ed < dar cualquier n notic oticia. ia. Mi herm ano es está tá en P arís. arís. La cart cartaa habla d los días fe feos os y nu blado s, de m ujere s y m ed ialu ñas y de las calles de París, que son tan lindas  Alg  A lgu u n a s fr a s e s e s tá n t a c h a d a s c o n tin ta n e g ra Gracias a mi tía, me entero de cuál fue el crite rioo de ri de censura. Se trataba trataba de d escrip es crip cio n es esca bros br osas as y frases en las que se de describía scribía el gu sto de paté de foi foiee gras trufa d o, las m as itas de aalm lm e n draa y las de fru tilla. dr tilla . — Las ttaché aché para que no te h iciera icieran n s u frir.

 

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M is tí tíos os me preg un tan qué es lloo qu e te tengo ngo y no se se dan por sati satisfechos sfechos con m i respuesta. A m í me da vergüenza confesarles que todavía no tengo diagnóstico y de todas maneras no me creen. Están convencidos de que trato de ocultarles tarl es la trági trágica ca verdad verd ad.. — Pienso que todavía no hace fal falta ta escri esc ribir birle le a tu her herm m ano so sobr bree tu en ferm fermedad edad — di dice ce m mii ttíío: a él habrá sali salido do tan práctica la Po chi— . Se va a amarga am argarr al pedo si ssabe abe qu quee estás aquí y p or ahí hastaa interrum pe el viaje. hast — L a que te tendrí ndríaa que estar internada s oy yo — dic dicee m i ttíía, que no se pin pinta ta para parecer m ás pálida. C on gran concentr concentración ación me descr describe ibe sus ú ltim os y fasci fascinantes nantes dolores de cabez cabeza, a, que em piezan za n con un dol dolor or agudo, com o un pinchazo, en la ccej ejaa de derec recha ha y se extiend extienden en desp después, ués, com o Juan por su casa casa,, por todo el hem icr icráneo áneo izquierdo:  vee r d a d e r a s m i g r a ñ a s .  v Mi tía sabe mucho de enfermedades y me aconsejaa bien. De tanto estar enferm a, ya habl aconsej hablaa más difícil que m uch os m éd icos. A las enc encía íass le less dice corión gingival, a la piel le dice epidermis, a los m oretone s llos os llama eq uim osis y a las las ras paduras, escoriaciones. escoriaciones. M aneja los conceptos de ánteroposterior, inferoanterior y decúbito supino con una fam il iliaridad iaridad que m e da eenvidia. nvidia.  Yoo , ppaa r a ssaa b e r ccu  Y u á l eess llaa d dee r e c h a , te t en go que h haa c e r con la la ma mano no el adem ademán án de escri escribir. bir. Ella fu fuee la que

 

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S o y p a c ie ie n te te

me recom endó al do cto r Tracer. Tracer. LLee ten go co n fianza anza porque es m ás que un a sim ple aafici ficion on ad ada: a: es una enferm a profes profesion ion al.  A la h o r a e n q u e s u e l e v e n i r l a m o n j i t a , m i s tíos todaví todavíaa es está tán n con m igo. C ua nd o el ella la entra se se ponen de de pi pie. e. Los hace sentar con un gesto y m e mirr a sonri mi sonriente ente y arrugada para de m ostrar que somos amigos desde desde hac hacee ttiem iem po . — j Car Carra ram m ba, qué visitas visit as ti tiene ene úst ústed! ed! — d ice— , Y ayer cchi hica ca linda tam bién . Com o not notoo en su vo z ci ciert ertoo m ati atizz de acu sación, ci ón, me adel adelant antoo para no quedar que dar m al d delante elante de m is tí tíos. os. — Éstos Éstos sson on m is ttíí os — presen to— . Y la que esta es taba ba ayer era m i prim a, la hija de ellos ellos.. La convido con caram elos ácido ácido s de m i bo l s it a per peroo los l os rrechaza echaza com o sí fuera n u n in ten to d dee ssoborn oborn o. Y ya está está a p u n to de salir de m i cuar cuart to cuand cuando pro nto da ovud com o si la conciencia concienci a llaa ohude biera tiro tiron nseead deelta e la toca. —Bien me sé que ústed de operración no quier qui erre re habl hablar arr. r. Hab lar larrr eess buen a cosa. H o y m e  voo y , m a ñ a n a v e n g o , ú s t e d p i e n s a .  v — Sí, Sí, seguro seguro — le digo yo, ya con llaa ffirm irm e d ecisión si ón d dee no perm anecer ni un día día m más ás en est estee h os pitt al— pi al— . V uelva mañ ana y le prom eto que ha blam os—d de e lam opo,erac ión tod o lo que¡Yqquiera. uiera. ¿Có te te van a operar? no m e dij dijis iste te nada na da!! Siem pre tengo que ser la ú ltim a en en te-

rarme rar me de todo. M Mee lo estabas estabas ocu ltand o, desgra  

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ciadiito. Q ué su ciad suerte erte qque ue ti tienen enen alguno s — dic dicee m i tía— . A m í me operaron un a sol solaa vez, del ápén dice di ce, era era os tan—chica noo,mque e acuerdo nada. —, yVam di dice ce que m i tí tío, no le de dej j a ppasar asar una— . ¿ Y de la la estét estética ica de las arrug as n noo te acor dás tam po co? Yo t e as aseguro eguro que no m e la olvido asíí no m ás, con llaa guita que m e salió. as salió. — Pero no, ttíía, m e van a hacer solamen solamente te un os estudios. Si no m e cre creés, és, preg ún tale aall do ctor Tracer. Q uisiera ve rdanove d quda e lle e pregu e r si se ente entera ra de de al alguna guna d: yo m nte, ism oa vestoy em pezand o a dudar. Cuan do se va n , el pe so del aburrim aburri m i ento ca caee sob sobre re m í com o u na m ontaña. Intent Int entoo en tabl tablar ar con versac ión co n un a de llas as mucamas pero ella se limita a barrer furiosamente el piso de la habitación, hablando entre dientes de las cosas que tiene que hacer por el sueldo suel do que le paga n. El sueldo parece ser la la p re ocupación principal princip al d dee ttodo odo el pe person rson al. N Noo ser sería ía raro que en cualquier momento estalle una huellga. Co n todo, si hue siento ento esa esass pala palabras bras m u rm u radas adas en vo z ba bajj a como un insu lto pe rson al. Es el último empujón que necesitaba para decidirr me: m e v o y de aq di aquí uí.. Me v o y ahora m ism o. Me levan levan to de la cama y en sayo u no s paso s por la habit habitación. ación. La Lass pier pierna na s m e so stiene n con firmeza. En el ropero no encuentro más que piyamas; mi ropa se la debe haber llevado la enferm enfer m era jefe en la últim a requisa.

 

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S o y p a c ie ie n t e

Hac e cal c alor or y el m ás nuevo de m i s piyam as puede pasar perfectamente por un conjunto dep orti ortivo. vo. C om o si estuviera pr pract actic icando ando aer aero o

bism o, salgo a correr po r los pasillos del h o sp it al al.. Me sorp rend e en contrarm contrar m e con otros corredores, dore s, solos o en g rup os, que m e saludan al pasar levan tand o la m ano . ( Más tar tarde de m e enterar enteraréé de quee parte qu par te del person al m édico y algunos e n ferm os se es está tán n entr entrenand enand o para com petir en un m aratón inter interhosp hosp it italar alario. io.)) Cuan do nadie m e ve, me apoyo agotado agot ado cont r aento. cu alqu ier ppared descansar erar ali aliento. Llego o r fin finpara a la gran pu ertayderecup entrada, donde me deti detiene ene un anci anciano ano unif uniform orm ado . — Señor, ¿adonde va? — S a llgg o — n o c o n s iid d e r o n e c e ssaa r io io d ar ar m á s explicaciones. — U s te t e d n o t r a b aj a j a a qqu u í — d iicc ee,, m i r á n d o m e fi fijam jam en te com o si trat tratar araa d dee rreconocer econocer m is

rasgos. — N o, no trabaj trabajoo aquí. aquí. So y paciente. paciente. O, m ejor dicho, era. — ¿T iene la tarj tarjeti etita? ta? — ¿Q ué tar tarjj et etii ta? — La tarjeti tarjetita ta rosa. Lamen tabl tablem em ente yo no ten tengo, go, por eell m om en to,, n ing u n a tarjet to tarjetita ita — Lo siento m uc hísim o, señor, pero sin la la tar tar- jett i t a r o s a d e a q u í n  je noo s a le n a d i e . N i n g ú n p a c ie ien n te, quiero decir.

 

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— Lo que qui quiere ere decir es que estoy en cerr cerrado, ado, ¿no es cierto? — Pero no, hom bre, cóm o vvaa a est estar ar encerrado, esto no es una cár cárce cell. Todo lo que tiene que hacer es consegu con seguir ir su ttarjeti arjetita ta rosa. U Un n trámite. El hom bre no me pe rm ite it e ni si siquier quieraa iin n d ignarm e contr contraa la burocracia. —No es porque sí, señor. Imagínese. Es por el bien de todos. N o es bu buen en o que anden po porr ahí ahí,, sin estar registrados, enfermos contagiosos. En ferm os, por ej ejem em plo, d dee llepra epra o sar saram am pión. — ¿A usted le le par parece ece que yo estoy en edad de tener saram pión? El viejo m e observa ot otra ra vez con mucha a tención, enfocá e nfocánd ndom om e la ca cara ra ccon on la li lintern ntern a. Pero desvíaa enseguida l a m irada, desví ir ada, com o si al ex am inarm e ssee hubiera excedido en sus atribucion es. — N o sé, no sséé . Yo no so y m édico, aunque Dios sabe que m e hubier hubieraa gustado. Y o so y el que cuida cui da llaa puerta y no lo ppued ued o dej dejar ar pasar sin su tarjetita rosa. — ¿Y có cóm m o llaa cconsi onsigo? go? — A h , eso eess m uy fáci fácill — m e dic dice, e, aliv aliviado iado de  vee r m e e n t r a r e n r a z ó n — . Y o le d o y e s t e f o r m u  v lario, usted lo llena, se lo hace firmar por el m édico qu quee lo está está atend iendo y po r eell director del hospital y después va a A dm inistración do nde se lloo cam bian en el aacto cto por po r un unaa tar tarjetita jetita rosa. Tiene que adjuntar una foto cuatro por cuatro m edio pe rfil con fondo negr negro. o.

 

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S o y p a c ie ie n te te

— ¿Con fondo negro? ¿Y de dónde quier quieree que saq aque ue una foto con fon do negro si no pu edo sali salirr dell h os de ospita pita l? — Señor, Señor , usted se aahoga hoga en un v aso de agua. agu a. D éj eme nomás su número d e cama y yo me enca en carrgo de m andarle anda rle al fotó fotógra gra fo de la la m at er n idad. ¿Vio qué fáci fácil? l? Mañ ana m ism o está está afuera.

 

 A l d ía s i g u i e n t e m e d e s p e r t é m u y t e m p r a n o ,  y d e s p u é s d e llll e n a r e l ffoo r m u l a r i o m e s e n t é a lee le e r en la cam a m ientras esp eraba al fotóg rafo. E n su lug ugar ar,, un a enferm en ferm era que qu e nunca había vis visto to entró  la ha habitació bitación n agit agitada. ada. a la Teníaa l a m and íbula iin Tení n ferior absurdam ente alar al argada gada y su cara de caballo estaba cu cubie bierta rta de transpiración, como si hubiera galopado por los p asillos las escaleras ital. Fue stodos u respiraci respiración ón anyhelant helante e lloo q uedel mhe osp h izo n otar su m al aliento, — Estoy m uy atr atr asada as ada — m e dijo, dijo, habl hablando ando desagradablem ente cer cerca ca de m i ccar ara— a— . Sáq uese el piyam a rapidito. No po día dej dejar ar de preg u ntarm e si un al alient ientoo t a n feo ser sería ía sim plem en te de o rigen bu cal. Yo soy un paciente dócil y razonable, siempre y cuando cua ndo los demás sean razon razonables ables con conm m igo. Fo Forrmado en la escuela del docto r Tracer Tracer,, qu e nu nca

 

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S o y p a c ie ie r

me m andó sacarme una rad iografía, jam ás rr pidióó que ori pidi orine ne en una botell botella, a, sin e x p lica ra antt es en térm inos cl an clar aros os y sen cillos cill os p o r qué para debía Cuando proceden cor m i go qué de es ese e modhacerlo. o, uti utili lizando zando argum entos lóg eos, eo s, jamás m e resi resisto. sto. En este caso, el ton o de enferm enfer m era er eraa violento y pere nto rio: de cidí ex girr una explicación. gi explicación. — Sáquese Sáque se el piyam a por las b ue n as o pid pi d ayuda ayu da — gri gritó tó ell ella como ú nica resp ue sta. — Quiero Quiero habl hablar co con n llaa en ferm era jjefe efe — dij

 ydom  yo o c oensob v ore z fllas ias r mccausas e , m i ede n tlrm a sals eali g uento í atop rde e gCuara n tár sobre ausas del alien Caballo. ¿Las muelas cariadas o uxi mal funcic nam iento de dell apar aparat atoo dig estiv estivo? o? Con un gest gestoo de imp aciencia, llaa m u jer sali corriendo. corr iendo. Nu Nunca nca ccre reíí que alguien alguien p ud iera to m : tanto ta nto im pu lso lso en ta tan n poco e spacio. V o lvió co el practicant practicantee que m e sa saca ca sang sangre re to tod d as las maña m aña ñas. Est Esta^ a^vvez no de debí bíaa ve n ir de C iru gía Ex pe ri m ental porque llas as manchas sobre so bre su bata bl blanc anc tenían un color color m ás sem ejante al v in o qu e a 1 sangre. sangr e. T Tra raía ía una jeringa m ás gran g rande de qu e de eos tum bre, con una aguj agujaa más chic chica. a.  A l v e r m e , p a r e c i ó s o r p r e n d i d o . S e d e t u v e  je  j e r i n g a e n r i s t r e , y c a m b ió u n a s p a l a b r a s e n v o bajaa co baj con n la la enfermera. D esp ué s se d irigió a mí. — Me ext extraña raña d dee usted , q ue es tan buei paciente. ¿Se va a dej dejar ar afeitar p o r llaa sseñ eñ or oraa o pre fiere que lo duerm a?

 

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N atural aturalm m ente, preferí pref erí dejarme a feitar fei tar des pierto. Habiendo sido informado, aun de ese modoo poco o rtodoxo, de las mod las razones po r las cua les se exigía que m e d esvistiera, n noo tenía po r qué segui se guirr res resis isti tiéndom éndom e. Co Con n todo, m e hubiera gu st ad adoo saber ccon on qué fi fin n d ebían afeitarm e y qué zona.. Pese a m i nu eva y dó cil acti zona actitud, tud, la en ferm era llee pidió al practicante que qu e se qqued uedara ara cerc cercaa por si vo lvía a necesitar ayuda. Del bolsillo de su delantal sacó una maqui nitt a de afeit ni afeitar ar y u n envase de ttal alco co p erfum ad o. — ¿M e saco sa co eell pa n talón , el saco sac o o llas as d os cosa co sas? s? — preg pregunté unté yo, m u y obediente. obediente. Ellaa se quedó un instante desconcertada. Su Ell mirada iba iba d dee llaa ma maqu quinita inita de afeit afeitar ar a m i cuerp cu erpo, o, com o tratando de recordar recordar.. — ¿U sted se acuerda d dee qué lloo iban a op operar? erar? — le pregu ntó al practi practicante. cante. —No me corresponde recibir ese tipo de inform ación — contes contesto to ééll, interes interesado ado en esp ecific cif icar ar sus fu nc ion iones. es. ^ ^Ah, Ah, eera ra eso — dije yo , aliviado de que todo fuera un simple error— . Pero Pero m e hu bieran pre guntado a m í: no m e tienen que o perar de nada, me inter internaron naron par paraa hacerm e al algun gun os e stud ios y todavíaa ni siquie todaví siquiera ra tengo diagn óstico. El pract practic icante ante y la enferm era se m iraron con una sonrisa. —Eso Eso di dicen cen todos — m e dijo ell ella, a, m ov iend o com pasivam ente la ca cabez beza. a.

 

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S o y p a c ie ie n te te

— U n m om ent entoo — i nsi nsist stíí yo— . So y pac pacii ent entee dell doctor Trac de Tracer, er, paciente particular, y e x ijo ... ... Pero o elcon practi practicante, cante, habl hablar, ar, v o lviópro a am nazPer nazar arme me la la jering jeri ng a.sin Lam ent enté é haber n u ne-ciad ci adoo el n om bre del do ctor Trace Tracerr en va n o. D eb í reserva res ervarl rloo para un a situa ción m ás grave. La en ferm era sacó sacó de! bo lsi lsill lloo u na list listaa m u y larga escrita en una letra pequeñísima y casi imp osibl osiblee de entender entender.. Entr Entree llos os d os estu vie ro n un buen rato rat o tratando de encon trar la clave con ay uda ayuda deelouna lto upa, pero a urgencia urgenci ael do no m ás. — Sid afei af eito ttodo odo — lconcluyó ellpu l a— me equivoco seguro. Me quité quité el sa saco co y el pan tal talón ón de! piy am a y t ambié ambién n llos os calzon cil cillos los y la lass m edias. C uan do Carra de Cabal Ca Caballo lo m e ental entalcó có tod o el cu erp o, m i sexo, sex o, qque ue habí habíaa casi olvidad o las bo n d ad es de semejante tratamiento, empezó a reanimarse cómo có mo una oruga que se despereza en un unaa m mañana añana de prim prim aver avera. a. U n hábil papirotazo lo vo lvió a su abatimie abat imiento nto de costum bre. Dando m uestr uestras as de gr gran an peri perici cia, a, la la en ferm era me afei afeitó tó eell pecho. Ojal Ojaláá tuviera yo tanta m u ñecc a: co ñe con n m ov im ien tos rápidos y se gu ros m e lloo dejóó todo pelado. dej —Pórtese c omo un hombre y aguante un poquito —me dijo, cuando empezaba con la zonaa boscosa inferior. zon  A h í s í q u e m e d o l i ó , a p e s a r d e l o s g e s t o s im previstam previst am ente delicados de Cara de Caball Caballo. o.

 

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 A g u a n t é c a l l a d o . C r e o h a b e r m e p o r t a d o c o m o t od odoo un ho m bre y hasta hast a m ej ejor or que un hom bre cualquiera. Finalm en te, me rapó el crá cualquiera. cráneo neo y las cejas.  A p e s a r de dell ta talc lcoo , de la e x c e le len n te h hoo jit ji t a d e aaff e i t ar (com plet pletam am ente nu eva) y de llaa iine ne sperad a suavidad de Cara de d e Ca ball ballo, o, pron to sen tí que toda to da la piel m e ardí ardía, a, espec ialm en te en las regioreg iones m ás sen sibles. Pero el ardor era lo de m en os ; lo qque ue m e iim m po rtaba era la ope ración. Sin leva leva ntar eell tono de voz , exp resan do en llaa hu m ildad ildad de m i actitud actitud todo el respeto que llaa  j jee r i n g a m e i n s p i r a b a , l e s r o g u é q u e l l a m a r a n a l doctor doct or Goldfarb . — L o espe espera ra en el el quiróf quirófano ano — m e aseguró as eguró Cara de Ca Caballo. ballo. Eso me tranquilizó. tranquil izó. El doctor nunca p er m itirí ríaa que m e op eraran si sin n n ecesidad . El pra cticant anaci tei bl pare parecí cíaaecta no confiar en masegu i n u evo estado de ap apac ble e exp ción y para rarse de que tra ragar garía ía el sedante qque ue m e daba la la enfe enferm rm era , m e apoyó am ena zado ram ente la aguj agujaa en el ccuell uello. o. Qu ise sonsac sonsacarl arlee iin n form ació n a Car Caraa de Caballo, halagándo la en su am or prop io. — Tiene usted dedos de hada — le dij dije, e, m irándolle llos do os va so s h en dido s que tení teníaa en lug ar de manos. Ellaa reli Ell relinch nch ó de placer y vo lvió a sacar la llista ista del bolsil bolsillo, lo, haci haciendo endo un ve rdad ero e sfue rzo po r lee eerr cuál er eraa la zon a de m i cue rpo que debía qu e-

 

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dar disponible para llaa op eración. H asta m e p res tó el papel par paraa que yo m ism o bu scara m i no m bre. Encontré u n jerog jerog líf lífico ico que pod ría co n fu n dirse ccon on m i apellido, apellido, pero nunca h hubiera ubiera ppod od ido adivinar adivi nar lo qu quee decía al lado lado.. Mi cerebr cerebroo se esforzaba en d desasirse esasirse d del el pesado pesa do abrazo del sedan te cua cuand ndoo ll llegó egó la cam illa. illa. S en tía la lengu le ngu a torp e y los brazos y las p iernas m e resp re spondí ondían an si sin n gan as, como en llos os ú lti ltim m os tratr amos de de una bo borr rracher achera. a. M i propio yo , lúcido y ateaterrori rr orizado, zado, se agazapaba en llas as pro fun did ad es de mi cuerpo, cuerpo , que ya no obedecía a sus co ntroles. En el el pasill pasilloo la enferm era jefe m e saludó sal udó so n rient ri entee con la m ano . La m on jit jitaa p asó al lado de m i camilla. —Feli Felizz o pe rración — m e d ijo ijo conten ta.  Y m e a p r e t ó la m a n o c o n a f e c t o , c o m o p dem ostr ostrarm arm e lloo orgu llosa llosa que se sentía de mí. De pronto m e parec parecii ó que llas as ffiguras iguras em pe zaba za ban n a d ism inu ir de tam año : la cam il illa la rrodaba odaba hacia at hacia atrá ráss po r el pa sill sillo. o. T Traté raté de conce co nce ntrar m is últi úl tim m as ffue ue rzas en un objeti objetivo vo ú nico: hablar ccon on el doctor G old farb. Cu ando ll llegué egué a l qu ir irófan ófan o l os o bjetos me parec par ecíí an llejano ejano s, bo rroso s. Las paredes az u lejadass me recordaron u na heladería o u n bañ o. C reí da  vee r m u c h a g e n t e , m u c h a m á s d e la q u e y o c o n  v sider si derab abaa necesa necesari riaa para una op eración ; h om bres  y m u j e r e s c o n l a s c a r a s t a p a d a s p o r l o s b a r b i j o s  y l o s o j o s b r i l l a n t e s .

 

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Me pareció pareció reconocer aall docto r G oldfarb en una figura figura de verde que apo apoyaba yaba el fil filoo de un b isturí contra contra la piedra cili cilin n drica de una m áqu ina de aaffilar ar.. G ri rité té su nom bre y el ho m bre se vo lvió hacia m í con eell bistu rí en alt alto: o: sup e qu e nunca nun ca h abí abíaa visto esas cej cejas as esp esa s, eso s ojos verd es. — N os dio dio un poco de traba t rabajj o — dij dijoo el prac prac-tica ti cant nte, e, que hab habíí a ven ido con m igo— es mejor anestesiarlo enseguida. Cara de Caballo Caballo había había d desap esaparecido arecido en el tra yee c t o e n tr  y tree m i p i e z a y e l q u i r ó f a n o . D o s m u j e ress con re con la lass m mangas angas su bidas hasta los codos jug aban en en una pil pileta eta pasán dose un jab ón am ari arill lloo quee despedía un vago olor a azu fre. qu  Y o m i r a b a a t o d o s c o n d e s e s p e r a c i ó n , b u s cando alguna cara cara con conocida ocida.. — Es u n error —em pecé pec é a decir decir.. Peroo m i vo z se perdía en el conjunto de so n iPer dos del quirófano. El equ ipo de m úsica fu n cio nal hac hacía ía escuchar en ese m o m en to los acordes acordes de la M archa Nup N upcial. cial. M ientras el anestesis anestesista ta preparaba la inyección de pen total y uno de los ciru jano s se entr entretení eteníaa en ejercitar su bisturí sobre una rata muerta alguien em pe pezó zó a con contar tar u n ch chiste. iste. La car carcaj cajada ada general fue lo últim o que oí antes de que llaa an anesestesi te siaa subie subiera, ra, ne negra gra y con u n olor m u y fue rte a anís, aní s, des desde de m is pi pies es hasta eell ú ltim o rincón de m i cabeza.

 

De los últ últimos imos días msée acuántos), cuerdo b ien A los anteriores (ni siquiera los . tengo borrosos borr osos.. Recuperé la con cien cia en la Sala de Terap erapiia Int nten ensi siva va.. Aju Ajustan stan d o el foco de llaa m e m o riaa aape ri pena nass aallcan canzo zo a distin g u ir ciertas figu ra s, algunas sensacion sensaciones. es. Miss re Mi recu cuer erdos dos de ese pe ríod ríodoo de in co n sc ien ciaa tiene ci tienen n el el car caráct ácter er de los de la prim er eraa in fa n cia: ci a: al algu gunas nas historias, a fue fuerza rza de hab haber er sido e sc u chada ch adass y repet repetidas idas,, se v u elv e n de carne. Palabras Palab ras disf di sfra razad zadas as d dee iim m agen que fing fing en ser recu recuerdo erdo . Sé, porque me lo contaron, que después de la opera ope raci ción ón es estuve tuve grave. En la m uerte ue rte no qu quiero iero pensar pens ar:: ssii no la olvid olvido, o, po podría dría im ag agina ina rse qu quee la estoy lla lamando mando.. Pero teng tengoo la sen sac ión de que anduvo and uvo rrevo evolo lote teando ando alr alrededor ededor de m i cam a, m u y blanc bl anca, a, con cara de Greta G reta Ga Garbo rbo d es esvis vistién tién d o se detrá det ráss de un bio biom m bo bo.. Me siento cambiado. Es raro haber perdido

 

A n a M a r ía ía S h u a

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tantos días (y qu ién sabe qu é otra ccosa) osa) así, escapados de la m em oria. A vece s, en el cine de m i barrio, barr io, el operador se equivocab a y m ezclaba los rolll os de la películ rol película: a: dos am igos íín n tim os se cru zaba za ban n si sin n sal saludarse, udarse, un h om bre que había sido sido ajustici ajust iciado ado en la sil silla la eléctrica raptaba a un n iñito, iñito , los nacimientos precedían a los embarazos.  A h o r a , e n l a t r a m a d e m i c o n c i e n c i a , a l g u i e n cambióó los rol cambi rollos los de llug ug ar y s e pro du jo u n bache en el argum ento. Lástima grand e que la pelícu la que falta falta no m e la pase n al final. final. L a prim era person a qu e v i en la Sal Salaa de Te rapiaa Intensiva pi I ntensiva ffu u e una en ferm era. H acer acerll e pre guntass no sirvió de m ucho . gunta — C on lo m al que eest stáá usted , tendrí tendríaa que estar i nconsci nconsciente ente y no char charll ando — m e con test testóó de mal m od o— . Las ccosas osas que ha y que hacer po r eell sueldo que me pagan —agregó, mientras me saca sa caba ba la la son da u rina ria.  A l l a d o d e m i c a m a h a b í a u n s o p o r t e s o s t e niendo u na bolsa llen llen a de líqu líqu ido de llaa que sal salía ía un tubito tubito term inado en una aguja insertada en m i bra brazo. zo. El líquido líquido got goteaba eaba en m i ven a y yo no podíí a m overm e m ucho. Tr pod Trat atéé de desm ayarm e otra ot ra ve z para darl darlee llaa raz ó n a la en ferm era . Ese m is ism m o dí díaa m e trasl tr asladaron adaron a m i pi pieza eza y pude recibir visita s. — Q u é v e rg r g ü e n z a — m e d i jo j o llaa P o cch h i een n cuant cua ntoo m e vio— . M e dijeron que te quisi quisiste ste escaparr. U n ho m bre grande. pa 7

 

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S o y p a c ie ie n te te

 A pesar de las tr tres es ffrr a z a d a s q u e t e n í a e n c i m a , loss dien lo diente tess me castañ cas tañete eteab aban an de frí fríoo . —Es no norma rmall — m e de decía cía la Poch Po chi, i, ca cari riñ ñ o sa sa— —. Tod To davía es está táss een n esta estado do de sh o c k .  A mí tanta tan ta n o r m a l id idaa d n o m e s e r v í a d e c o n suelo. SSii un homb hombre re se ccae ae de desde sde u n d éc écim im o p iso , lo normal es que se destroce contra el suelo, y nadi na diee eesp sper eraa que que eso lo tra tran n q u ilic ilice. e. Me di dijjer eron on que que m ientras es estu tuve ve inco in con n sc scien ien te el do docctor Tra raccer me vin v inoo a v e r cas casii to tod d o s los lo s d ías ías.. Desd De sdee que estoy estoy despie de spierto rto n noo lo vvi, i, p er eroo el d doo c tor Gol Goldf dfar arbb me aseguró qu quee lo tiene tien e al ta tan n to de mi evolución. Es linda la palabra evolución: suena muy positiva; hace pe pen n sa sarr en algo qu e vvaa hacia hac ia ad adel elant antee o haci h aciaa arrib ar riba. a. —Péégueme — fue lloo prim ero que m e d ijo el —P doct octor Go Gold ldfa farb rb— — . Pég Péguem uemee que m e lo m er erez ezco co.. En ese momento yo no tenía fuerzas para obedecerlo, pero pero m mee pprom rom etí pegarle pe garle ap apen en as m e encont enc ontras rasee más repu re pues esto to.. —No sabe el bien que me va a hacer: me sient ento ttaan pero pero tan culpable. Lo co n fu n d ier o n con co n un ppaaci cieente de otr otraa hab habitación. itación. Si yyoo h u bi bier eraa estado presente, ese error no se hubiera cometido.  Y como para d e m o s t r a r m e q u e la o p e r a c i no habí bíaa teni tenido do nada que ve r con m i in inten ten to de fuga uga,, me firmó inm ediatam ente el fo form rm u lario en el el qque ue solici solicito to el pa pase se de salida, es d decir ecir,, la ta tar r  jeti  je tita ta rosa. Ya n noo m e f a lta lt a n m á s q u e la f i r m a d e l

 

A n a M a r ía ía S h u a

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dire y la foto. Pero para sacarme la foto voy a esperar que qu e me cre crezca zca un p oco el pelo que me rapó Cara der yCayaball ballo. Total,tant poor apur ahora ahor a no m e puedo m ove noo.tengo tanto ap uro. o.  A p r o v e c h é la lass m u e s t r a s d e a r r e p e n t i m i e n t o dell doctor Go ldfarb para form ularl de ularlee u na duda que me horm igueab igueabaa en la cabez cabezaa y habí habíaa lllegado legado a do lerme m ás q ue llaa heri herida. da. — D o cto r— le di dijj e— . En llaa oper operaci ación, ón, ¿¿qué qué m e sac sacaron? aron? El m édico se pu so ppáli álido do y le cambió llaa exp expreresión. — ¿Q uién le dij dijoo que llee ssacar acaron on al algo? go? Seguro que andu vo escuchan do pava das. U sted eess un inocentee ca inocent capaz paz de cr creers eersee cu alquier cos cosa. a. — Y ya más repuest r epuestoo añadi añadió, ó, gui guiñándo ñándo m e un ojo: oj o: — A us ted , lloo ún único ico que llee ffalta alta es u n torn ill illo. o.

 

 AormGí oldfarb, e l p o s o pen e rca a tm o rbio, i o mes etápm a rue cyesatisf l a r g echo o. El doct doctor cam est satisfecho  y m e a s e g u r a q u e e s t o y h a c i e n d o r á p i d o s p r o gres gr esos. os. A un qu e todavía no tengo diagn ósti óstico, co, llaa operación operaci ón ha perm itido it ido descartar una seri seriee de enferm enfer m edades de nom bres largos lar gos y difí difícil ciles. es. —Cualquier día de éstos se nos cura y lo  vee m o s s a l t a n d o e n u n a p a t a a l r e d e d o r d e l O b e  v li lisco sco — m e dice, al alentador. entador. En al algo es está tá equ equivocado ivocado el do ctor: cu and o yyoo m e cur cure, e, no pienso p erder eell tiem ti em po salt saltan an do en una pat pataa alrededor al rededor de dell O belisco; vo y dere chiit o aall Tropezón y me m ando u n p ucherazo de ch gallina. L a enfer enferm m era jef jefee m e d em uestra un a gran estimación est imación de la que no m e con sidero m ere cedorr. P do Par araa hacerm hacermee olvidar en parte m i situ ac ión de sem ii iinv nv ali alidez dez , revi revisa sa llaa hab itación po r tod os los ri rincones, ncones, ta tall como si yo estu vier vieraa en co n d i-

 

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ciones de eesconder ciones sconder una botella botella de w h isk y en el taparrollos taparroll os de la pe rsiana o dentro del d ep ósito del inodoro. medida que avanza, avanz a, m e voAy enter enterando ando de nuestra m ucho s relación detall detalles es de su vida privad privada. a. Sé, por ejemplo, que le gustan mucho las plantas de interior que ojalá tuv tuviera iera u una na casa con  jarr d í n qqu  ja u e c o m o n o la ttii e n e h a ccu u b ie r t o d e p o t u s , helechos hel echos y enredad eras su departam ento que ya parec par ecee una selva que está cas casada ada con un ho m bre bebedor y po co seri serio, o, que po porr llas as plantas de inte rior no sient sientee nada, qu e a vec es patea las m ac etass cuan do se le cru za ta zan n en el cam ino que la hace su fri frirr y que una no che terr terribl iblee en qu e ll llegó egó al hogar en estado estado de ebriedad llee arr arrancó ancó dos h ojas a! gom ero gr grande ande y qu em ó con un cigarri cigarrill lloo un o de los tallos del p o tu s. Siente una gran admiración por el doctor Goldfarb, que por lo visto tiene un especial ascendientee sobr ascendient sobree llas as m ujeres, au nque tengan el pecho tan ta n escas escasoo com o la enferm era jefe. — Q ué ti tipo po simpá tico tico — di dice ce la Pochi. Pochi. — U n gra gran n m édico y u n cabal caballl er eroo — di dice ce la enferm era jef jefe. e.  Y la lass d o s s e r í e n d e s u s c h i s t e s , q u e a m í c a d a díaa m e parecen peo res. dí L a doct doctora ora Sánchez Q rt rtiz iz viene a ver m e de  vee z e n c u a n d o . C o m o n o n o s h a b l a m o s , m e  v revisaa en sil revis silencio encio y se va sin salud arm e. Salía el otro ot ro d díía de m i cuart cuartoo cu and o en tr tróó R icardo.

 

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Soy paciente

—¿Quién eess la histeriqu —¿Quién histeri qu it itaa és ésa? a? — m e p re guntó. Esttab Es abaa ttan an enojado enojado con él p o r el asunto asu nto de lo loss rmi em emed edio ios que no ed, llee quise contestar y smme an di vu mira rand ndo os aqu laepared, par donde h ay u na ch elta itas que de tanto verlas ya son como amigas; una pare pa recce un ca caba balllo y otra una un a m on tañ taña. a. Perro Ri Pe Ricar cardo do sac sacóó un fajo de billetes y m e los pusoo del pus delan antte d dee la n ariz ariz,, co com m o si lo m ejo r del de l dine di nero ro fuese fuese su exqu exquisi isito to p erfu m e. — ¿Te da dass cuenta cuenta d dee lloo qque ue es una bu en enaa in  v e r s ió  ve ión n ? E n v e z de t i r a r la p l a t a e n r e m e d i o s te hice hi ce gana ganarr unos uno s cua cuantos ntos m an ango goss a la qquin uiniela. iela. —¿A qué número jugaste? —le pregunté, contando la plata. —A l ccuare uarent ntaa y ocho, ocho , qué pregunta. Habí Ha bíaa ggana anado do una sum a im portante y no se qued qu edóó más qu quee con u n ppeq eque ueño ño porcen taje de comisión comisi ón por haber el elegido egido el núm nú m ero. E l resto de la plata me la pi pid d ió prestada presta da.. —Reten er, retener, siem pre reten retener er — m e dijjo, cuan di cuando do intenté intenté neg negarm arme— e— . Cóm Có m o se v e que quedaste fijado fijado en la etap etapaa anal, petiso.  Y se vvoo l v i ó a g u a r d a r la ppla lata ta en el b o l s i l l o . S i embarg emba rgoo quedó m u y impresionado im presionado con el rel relato ato de mi operación. — Los ci cirujanos rujanos son todo todoss unos sádi sádicos, cos, pero si te ope operaro raron n ppoo r algo se será. rá. Desde De sde en entonces tonces resp respeta eta mucho más lloo que q ue él

 

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l l ama los los com pon entes somáti somáticos cos de m i enfe rmedad. Lacon que oestá chocha conm m ira rgullo y al alegr egrí ía. igo es llaa mo njita. Me — M ucha uchacho cho val valii ente ú sted — m e dic dic e toda todass las tardes tardes.. Y m e convida con pa pastil stilli litas tas de llim im ón . M i herm ano es está tá en viaje viaje de vuelta. Qu Quéé ganas de verlo tengo. A ho hora ra está está en Río de Janeir Janeiro, o, donde d onde se piensa qquedar uedar un unos os día díass par paraa llegar llegar tostado. tostado. N o me da envidia porque es esté té en Río. M e da en envidia vidia porquee está ssano. porqu ano. M i ttía ía,, en cambio, cam bio, que m e traj trajoo su últim a cart carta, a, m mee envidia a mí. Llegó con un b razo en cabestri cabestrill llo. o. — ¿Q ué t e pasó? — le pregunt pregunté, é, un poco al alar ar-mado. — M e ffisuré isuré un huesit huesitoo de la m uñ eca: e l ig norantee del tr norant traum aum atól atólogo ogo ni siqu si qu i era m e q u iso e n ye sar sar— — expli explicó có eellla— . Q uién sabe, sabe, a lo m e  jo r m e q u e d a la m a n o a r r u i n a d a ppaa r a ttoo d a llaa vvii d a — agregó agregó esperanzada esperanzada..  A p e n a s s e e n t e r ó d e m i o p e r a c i ó n , I p a r r a  guirree p idió un guirr unaa tarde tarde li libre bre eñ el ttraba rabajjo. C u alquier otro m e habrí habríaa hecho una visita de corte sía y apro a pro vech ad adoo el resto de llaa tarde para irse a su cas casaa o aall ccine. ine. Iparraguirre, un ho m bre co n sciente ci ente de ssus us respo nsab ilidade ilidade s, m e ded ic icóó la tarde enterita. Me trajo saludos de los muchachos, que c ua ualquier lquier día de éstos se aparecen po r aquí,, tres docen aquí docenas as de orquídeas y u una na lapicera de oro con m is iniciales grabadas grabadas..

 

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—Como la semana pasada se te venció la licencia y ttee d es p idie ro ron n , ap ro rove vech ch am os la plata de la indem nización p ara co m prarte los regalos —me dij jo— . Y oa traté trat de mes o rga yniznadie ar un atiene colecta pero di estamos fin éde un man ma ngo. Eso sí, sí, atenti: lloo co n side ram o s un p ré stamo de honor. Apenas salgas del hospital te devol dev olve vemos mos llaa su m a íntegra. , Un Unaa desgrac desgracii a: ya h ay u n m o n tón de gente que n o ti tien enee nin g ú n apu ro en que y o sal salga ga de aquí. aalno i br bret i t a ed doond e an otabaE m mpisec M tivos de QuLeja Quej leti a pu enco ntrar. ecé é ao buscarla bu scarla para anotar a una lauchita gris que se asomó el otro día a m i piez pieza. a. (Las ratas no m e asu stan po r mí sino por las palo p alom m as.) A la libretita la tenía debajo d dee la alm oh ad a: la de debe be h hab ab er con fiscad o la enfer enfermera mera jefe en u na de su s visit as de co n trol. No me preo cu p a: en p arte p or q u e con tra ella no de deccía nad a y en p arte p or orqu qu e ya no tengo tantas ntas que queja jass co com m o al p rin cip io. Despué Des puéss de ttodo odo est estoo es un ho spital y cu alquiera sabe que los h hos ospp itale s so son n m alo alos, s, que no hayy ga ha gass a s ni algo d ó n , qu e a las en ferm era s les paggan poco pa poco.. M uch as circun stan cias que e m p ezaron sien endo do m olestias se va n transform transfo rm an ando do en costumbre. A las palomas, sin ir más lejos, les tomé ca carriño y aho ra llee p ido siem pre a la Pochi que les ponga m igu ig u itas de pan en el alféizar alféiza r de la ven ventana. tana.

 

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D esde que eell doctor Go ldf ldfarb arb m e fi firm rm ó el form ulario (y yo que pen saba que ése sserí eríaa el el pa so más del .trámite) me dep siento cerr cacomplicado ce de l a libe libe ración A h o ra todo end muy e de mí, es deci decir, r, de m i recup eración . Por de pronto, ya puedo levantarme de la cama ca ma y est estar ar un rato ra to sentado en el sil sillón lón , au nque la herida todavía me duele bastante. La m andé a la Pochi con el form ulario par paraa con seguirr llaa firm gui firm a del director pero vino con llaa n oticia de que el trámite es personal. Me pica la cabeza: cabez a: seña l d dee qu e m e está creci creciend end o el pelo. Cu alquier dí díaa de de éstos lo m an do  p. ll  llam am ar aall fotó grafo. El doctor G oldfar oldfarbb no s e da por vencido con respecto a m i diagnóstico. To Todo doss los días días me hace saca sa carr sangre y los e stud ios, análi análisi siss y radiog rafías se se suceden a u n ritm o intenso, intenso , ago agota tador. dor. Con tantos viajes a la sala de rayos ya me estoy haciendo haci endo am igo del radiólogo. Pocos m e cono cen ce n po r dentr dentroo tan bien com o él. él. Me prom eti etióó regalarm e un a de llas as placas en las que salí m ás favorecido para que la po pong ng a de adorno en llaa v e n tana.  A h o r a q u e m i e s t a d o l o j u s t i f i c a , la P o c h i s e queda a do rm ir bastante segui seguido. do. Cuand o pasa la no che aquí, du erm o de u n tirón, pací pacífi fico co y contento. Si de repe nte abro lloo s ojos, la la o scu ridad no m e parec parecee ta tan n grande. D or m ir ssol oloo no es l i ndo pero ya estoy acost acostum um brado. D orm ir solo solo

 

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 y e n f e r m o es h o r r i b l e . La o s c u r i d a d s e e n r o s c a alre al rededor dedor de los bra zo s y uno siente q ue se le metee por todas las met las ggrietas rietas d del el cuerpo, cuerp o, q ue lo v a hinc hi ncha hando ndo y en ennegreci negreciendo endo por dentr dentro. o. D e n o che todo duele más, el silencio pesa, es difícil reconoc re conocer er la propia pro pia respiraci respiración, ón, se escu es cuch chan an s o nidos ni dos inexplic inexplicables. ables. N i si siquie quiera ra te tengo ngo u un n tim br bree para pa ra llam llamar ar a la enfe enferm rm era. era . Lo que no pu de conseguir consegu ir de la Pochi es q ue compar co mparta ta m i indign ación co con n respect respectoo a la o p e raci ra ción. ón. Ella eess partidaria de la lass soluc solucion iones es d rá sticas. — En prim er llugar, ugar, si uno ti tien enee que ir ir al al cu ch illo, cuanto antes mejor. Es ideal que te hayan opera ope rado do ahora, cu cuan ando do te ssent entía íass bien y es estab tab as fuer uerte te,, y no m ás adel adelant antee en m edio de un a c risis — me dijo, en presenci presenciaa de dell do doct ctor or,, que a se n tía en silen cio apro aproban bando do sus palab ras—. E n segundo luga lugar, r, a nad nadie ie llee hac hacen en lloo que no se d deja eja hacer.

 

En m it itad ad de la noche m e d espiert espiertan an los ru ido s que vien en del cua rtito de la cocina. cocin a. Si aabro bro los ojos, no se se m e ci cierran erran más. Esta noche e spe rabaa dorm ir d rab dee un tirón, en parte porqu e la Pochi s e quedó a hacerm e com pañía, y en parte po rque me acosté cansadísimo. Para sacarme un electr ele ctrocar ocardiogr diograma ama de esf esfuerzo uerzo m e hicieron ra squetear qu etear ttodo odomel piso la oficina director. Cu ando e asi asigna gnaderon la ttar area ea del sentí un a gran em oción: era m i oportun oportunidad idad de obtener la firm firmaa que m e falt faltaba aba par paraa sac sacar ar la ttarjet arjetita ita rrosa. osa. La m en tablem ente el director (o (o,, m ejor dicho, el d irector suplente, porque el titular todavía no se ha recuperado de su enfermed enfermedad) ad) n noo esta estaba. ba. Fue un trabaj tr abajoo pesado: reci recién én habí habían an term inad o de p in tarr yeran ta el suel suelo est estaba aba m am u y bu m anchado. res dosopacientes bulatorios latorios a Los los qpin ue to lest enían qu quee h hac acer er el m ism o estudio. Co m o un o

de ellos ellos habí habíaa padecido un infarto y el ot otro ro su fría

 

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de insu fici ficien en cia coro na naria, ria, lles es diero n un a tarea más li livia viana. na. Entre los internados ha y mu cha so lidaridad: si los pintores hubiesen sido gente de aden ad entr tro, o, segur seguroo que se preocup aban p or no m an char ch ar el pi piso. so. A los ex tern os , en cam bio, no les importa im porta nada nada.. Teng Te ngoo mucha se sed d y no pu edo vo lver a do rmirme. Siguiendo Siguiendo las instrucc instrucciones iones del cu rso de Contro Cont roll M ent ental al rel relaj ajoo uno po r uno los m ú sc u los de m i cue cuerpo, rpo, tratando de ai aislar slar m i m en te de los soni sonidos dos extern os para escuch ar sólo el ritm o de m i sa sangr ngre. e. Te óricam ente eso debería p e rm itirme ti rme co conci ncili liar ar el sueñ o en po co s m inu tos. E n la prác pr ácttica ca,, llaa se sed d y la curiosid ad pu ed eden en m ás y sigo deplora depl orable blemente mente desp ierto. La fu fuen en te del so nid nidoo es si sin n dud dudaa eell cua rti rtito to de llaa cocina y no , co m o pensé en un momento, la pieza del operado nuevo. El op oper erad adoo nuevo es un desco nsiderado que debedemás. sufri sufrirr mucho peroloque no tiene to po r los Anteayer trajeron delrespe quirófano. Lo vi ppas asar ar e n cam il illa la po r el pas ill illoo , d or m ido como co mo u un n án ánge gell pero m ás grand e, m ás g ord o y más ba barb rbud udo. o. A pe n as se llee pas pasóó el efe efecto cto de la anest ane stes esia ia,, d dee ánge ángell no le qque ued d ó na nada. da. Po Porr los lo s g r itoss me h to haacía aacor cordar dar m ás bbien ien a u n an im al raro, por ej ejempl emplo, o, una foca. U na foc focaa con ha ham m bre bre.. Tant Ta ntoo ssee que quejjaba y tan fu er te que los o tros enfer enf ermos mos d deel pi piso so (privilegiado s com c om o y o , p o rquee een qu n eesste pi piso so hay solam en ente te h hab abitacio itacione ness pa para ra

 

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dos o cuatr cuatroo personas) decidier decidieron on nom brar delegados y form ar una com isi isión ón pa para ra soli solicit citar ar su traslado. tras lado. No pu de dej dejar ar d dee senti sentirm rm e org ulloso de hab er si sido, do, cuand o m e ttocó ocó eell turno, un o p erado discret discretoo y aguant aguantador. ador. El Presi Presi dente de la C om isi isión ón es un en ferm o que está en el ho spital desde h hac acee mu mucho, cho, m uch o tiem ti em po. C onoce a todos llos os m édicos y las en ferm eras, se sa sabe be todo s llos os ch ismes de dell ho spital, y suelee andar po suel porr los pasill pasillos os em empujando pujando el sop soporte orte de su bolsa de suero, que le gotea constantem en te en el brazo. Yo lo. conocí cuando m e vin o a traer eell pe tito titorio rio de trasl traslado ado par paraa que lo leye ra  y lo f i r m a r a . M e p a r e c i ó a p r o p ia iad d o : e s ta tabb a rree d a c tado ta do en térm inos correctos correct os y tamb ién severos. Pero los ruidos que escucho ahora no son ge m idos de operado. N i d dee puerta. (A llaa pu erta de m i cua cuarto rto le ffalta alta ac acei eite te en llas as bisagras y c h illa como un gato. A veces escucho de noche  v a r i o s m a u l l i d o s : s e r á n o t r a s p u e r t a s o , q u i z á s ,  va otros gatos.) gatos.) Ah o ra se sum an a la sed sed llas as gan as de hacer pis, y pen sand o en l as m alas noticias que me dio el Presidente de la Comisión me resultaa todavía más d ifí result ifícil cil vo lverm e a dorm ir ir.. Seg ú n él (y si ééll no lo sa sabe, be, entonc es qu ién) al director suplente es m u y d ifícil ubicar ubicarlo. lo. Ll Llega ega pranoU anala vez mañan firmana a y se se ocupa va si sin n recibir atem nadie. p ora,sem de llos os recll am os y llos rec os fform orm ulari ularios. os. A un qu e en u n caso

s e ttrr at ataa sim plem ente de po ne r una fir firm m a y en  

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otro de mantener un largo coloquio con los paci pa cien ente tess qu quejosos, ejosos, ttod od os debe deben n esperar su tu m o en el m ism o orden. Es n ece sario sob orn ar a la sec ecre rettar ariia para conse gu ir un a aud iencia, h ay que hace ha cerr col cola toda llaa n och e y, de to d os m o d o s, a los acomodados los atiende primero. Tengo que comu nic nicarme arme con el do ctor Tracer com o sea sea:: él firmó mi orden de internación y él tiene que sacarme de acá. Esttá deci Es decidido: dido: si no hago un cam bio de aguas no voy a pod er pegar los o jos. La Pochi du erm e c omo un ttronc ronco; o; m e levan to descalzo y cam ino dess pa de paci citt o par paraa no d espertarl espertarla. a. A u n qu e los r u idoss se siguen escuch an do n íti do ítid d am en te yo trato trato de s er m uy sil silencioso. encioso. Si llaa Pochi m e oye m e va a ret etar ar:: po r no de despe spe rtarla pa para ra ped p ed irle el agu a a ella y por despertarl despertarlaa sirv ién do m ela yo. Recién Reci én cuando vu elvo a m i ccama ama en pun tas d e p i e ((pa parr a hacer m en os ruido pe ro tam bién para no apo para apoyar yar toda la plan ta c ontra el p iso frí frío) o) me doy cuenta de que la cam a de la Pochi est es t á  vaa c í a . M e c o n f u n d i ó l a a l m o h a d a d e b a j o d e la  v fraza fr azada, da, u na alm oh ad a gord a q ue se parece a la Poch Po chii du rm iendo . Como dormí con ella varias veces (¡sí me escu es cuch char araa eell no vio!) ya le cono zco l as co stu m bres br es.. SSéé que suele tener ins o m n io: habrá iido do al cuartito de la cocina a calentarse un poco de lec eche, he, o a dar un a vu eltita p o r llos os largos co rredores dor es d del el h o sp ital.

 

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 Y d a le c o n lo s r u id o s , a h o r a m e z c la d o s c o n sonido s de voces. U na voz de hom bre, una voz de mujer. No distingo las palabras. La curiosidad m e agar agarra ra d dee llas as solapas del piyam a y m e hace levantar otra ve vez. z. E n p u n tas de pie sal salgo go al pasill pa silloo y m e qued quedoo parado al la lado do de la puerta de la cocina. cocin a. D ebo haber hecho m ás ruido ruido del que supo nía porq ue la pu erta se aabre bre de golpe y apar aparec ecee la cara furiosa del doctor Goldfarb. Mientras pon e en orden sus ropas m e grita grita tant tantoo que llee tiem bla el bigote. — Usted ti tiene ene prohibido, absolutamente absolutamente pr proo hibido levantarse de la cama, c ama, ¿m e o yó? — di dice ce,, com o s i ccon on sem ejantes gri gritos tos hubiese pod ido evita r oírl oírlo. o. Si el el doctor si sigu gu e hablan hablando do en ese tono, va a despertar desp ertar a todo todoss los en ferm os del piso. Una falt faltaa de consideración con sideración que la la C o m isión isió n no dejar dejaríía de tener en cuenta. Lo Lo que m e parec parecee incorrecto es el volum volu m en: por lloo que dice no m mee quejo, quejo, un poco de razó n ti tiene. ene. — ¿D ¿Dee qué si sirve rve todo el esfuerzo que est estam amos os haciendo haci endo po r usted si no cum ple co con n m is iin n strucciones? ¡Irresponsable! M irando po r sobre eell ho m bro y a través de la indignación indignaci ón de dell doct doctor or G oldfar oldfarbb veo en un rin cón del cuartit cuartito, o, sen sentada tada sobre un unaa m esita rrebaebatible, a una mujer que se arregla el pelo y me esconde tím idam ente la ccar ara. a. M i prim era reac reac--

 

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ción eess la com pren sión y l a iind ción nd ulgen cia. El d oct or es un ho m bre jov en y atr atracti activo. vo. Q ue tenga algú al gún n asunt asuntit itoo con un unaa en ferm era no es de extrañar. Me si siento ento gen erosa m en te cóm plice. Pero él sigu si guee vocifer vociferand and o contr contraa m í sin prestar atención a mi bbuena uena d isposición . — L o ún ico que m e falt f altaba: aba: u n p aciente si sin n diagnóstico paseándose por los pasillos en la mitad de la noche. Cuando sepa lo que tiene, ¿qué me esp era? Tant Ta ntaa furia m e o bli bliga ga a sospec har. ¿E s p o sible que yo mismo esté involucrado de algún m odo en los deslic deslices es del docto r? Trat Tratoo de rec onocer noc er a la m ujer que se refug ia en la oscu ridad .  Y s í, e s la P o c h i . L a b u e n a d e m i p r i m a P o c h i . Oscilo entre el asombro y la indignación hasta quee veo aall doctor G oldfarb enarbolar una je rin qu ga: la aguja indicadora cae entonces decididamente en el sector «miedo». La Pochi, que más quee pri qu prim m a es una a m iga, tr trata ata de pro tege rm e. — No ttee pon pongas gas as asíí, pobre m uchacho — le di dice ce al doc doctt or or— — . Segu ro que n o lo h izo a pro pó sito. — ¿Ah, no? ¿No lo hizo a prop ósit ósito? o? ¿ Y ent onc onces es qué qué?? ¿Es so ná m bu lo ahora? El doct doctor or ppare arece ce haber pe rdido de golpe todo su sen senti tido do de dell hum or. N i siqu siquiera iera es capaz de g u iñar un oj ojo. o. Por suerte la Pochi p iensa en tod o y en un minuto se le ocu rre una so lución que m e evitaa la inyec ción de sedante. En tre los do s m e evit trae tr aen n eell colchón y la alm oh ad a y lo po n en en el

 

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cua rtitoo de llaa cocina, sob cuartit sobre re los m mosaico osaicos. s. Por est estaa noche, el doctor m e p erm ite d orm ir ahí ahí,, as asíí ssee evita que deba traslad traslad arm e (descalzo, (descalzo, ssobre obre llos os m osaicos fr fríos) íos) otra ve vezz a m i pieza, po r lo meno m eno s hastaa que am anezca. Cuan do el doctor Go ldf hast ldfarb arb m e ve ot otra ra ve z acostado, acostado, se tr tranqu anqu il iliza iza y hasta  vu  v u e l v e a ssee r c a p a z d e s o n r e í r . —No se m e va ya a m o ve r de aaccá hasta que lo  vee n g a m o s a b u s c a r — m e d i c e — . Y q u e ttee n g a li  v lin dos sueños. — Si escuchás escuchás ruidos, no te asustes — ag agre rega ga la Po Pochi. chi.  Y s e v a n a m i p i e z a . D or m ir aquí no es tan tan m al alo. o. El piso pi so ti tiene ene sus  vee n t a j a s y s u s d e s v e n t a j a s . Q u e s e a d u r o e s u n a  v  vee n t a j a : r e s u l t a b e n e f i c i o s o p a r a la c o l u m n a .  v M ientras ttrat ratoo de no pe n sar en llas as cucarac cucarachas has (las hay en toda cocina q ue se pr precie) ecie),, m iro in trigad ísi ísim m o la m esita rebati re batible ble del fondo. No m e explico expli co có m o po día so stener el pe so de la Poc Pochi: hi:  yoo e n c a s a t e n g o u n a i g u a l y a p e n a s a p o y o c u a l  y quier pav ada , se vien e en banda.

 

 Y o s a b ía q u e I p a r r a g u i r r e n o m e ib  Yo ibaa a f a l l a r . Los muchachos muchachos vinieron a ve rm e todos jun tos a la ssal alida ida de dell ttra rabaj bajo. o. La vis visita ita m e dio u na gran alegríía y ta gr tam m bi bién én una diar diarrea rea m u y fu erte, po rque m e cambiar cambiaron on por laxante laxante un o de los frasco s de remedios.  A n t e s d e l o s ú l t i m o s s u c e s o s h a b í a e s t a d o esperando esa esa visit visitaa con m ucha ansiedad. Pe nsaba sa ba ped ir irles les ayuda a los m uc ha cho s para sal salir ir del hospital hospital.. Tenía dos plan es que quería con sultar con ellos antes de ponerlos en práctica. U no consi consist stía ía een n pon erm e la ropa de cualquiera (de Pun tí tín, n, por ej ejem em plo, que es m ás o m en os de m i ttam am año y m e da la im pre sión de que ssee ba baña ña m ás segu ido que otros), dejarl dejarloo a él en la la pieza  vee s t i d o c o n m i p i y a m a y s a l i r d i s f r a z a d o , m e z  v clado cl ado con los dem ás. El otro otro plan er eraa m ás arriesgado y m ás simple: entre ent re todos m e saca sacarí rían an por la fuerza fuerza.. P Pero ero las nu nuee-

 

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 v a s r e la  va lacc i o n e s d e la P o c h i c o n e l d doo c t o r G o l d f a r b me hiciero hicieron n desistir de todo pro proyecto yecto de fuga. Ella prometió usar su influencia influencia par paraa conseguirm conseg uirmee en brev br evee un a recomend aci ación ón que m e perm itir itiráá ver al direct director or supl suplente ente.. Yo Yo,, que soy u n bu en ciud adano, da no, opto p or la legal legalidad idad siem siempre pre qu quee pued puedo. o. Cuand o ll llegaron, egaron, m is com pañeros estaban est aban tím tí m idos y no se an im aban a entrar a l a pieza. Lógico: a mí también me ponían nervioso los hospitales. Se quedaron amontonados en el pasilll o, hablando en vo z bajit pasil baj itaa y o bstruy en do la circulación . — Pasen — l es decí decíaa yo. Pero ellos no se decidían. Me puse contento cuando lo vi al D uq ue con la la guitar guitarra. ra. C anta fo lkloree que klor qu e es un unaa maravilla. m aravilla. Iparraguirre entró entró prim ero para dar el ejem plo. pl o. Me apo yó la m ano en eell ho m bro y apret apretóó fuerte. — Te va s a ccurar urar pron to, pi pibe, be, te lo prom eto  yoo — m e d i j o , c o n e s a v o z s e r i a y p r o f u n d a q u e  y se usa para dar darle le confianz a a los desah uciado s. D esp ué s fue ron ent entrando rando llos os o tr tros, os, de a uno. Todavía hablaban bajito y ninguno se dirigía directam direct am ente a m í, excepto exce pto par paraa pregun tarm e cómoo m e sentía. cóm sentía. La pieza ssee lllenó lenó de olor a lim ó n : eraa eell pe rfu m e que usa C ecil er ecilia ia para disim ular llaa transpiración. transp iración. A Ce cili cilia, a, eso sí sí,, nadie na die se an anim im a a cargar car garla la porqu e es la jefa de pe person rson al: si se se hacen m ucho los vivo s, los vu elve locos con el horario. horario.

 

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Una chi Una hicca que no n o conocía con ocía m e entregó e! ram o de flor flores es con un be so en la m ejilla. Lástim a qque ue por llev evar arlle llaa contra a la e n ferm era je fe yo e stu  vier  vi eraa tan ta n m a l a f e i t a d o . S o s p e c h é q u e s e t r a t a b a de mi reemplazant reemplazante: e: p or algo e stu vo tan ca riñosa. Poco a poco em pez aron a tom ar con fianza y se lar arga garo ron n a con tar ch istes: Frag a y el D u q u e siemp mprre ti tienen enen alguno nu evo . Ta ntos con taron  y tan v e r d e s q u e d e a r a t o s m e p a r e c í a e s t a r e n un velorio. Cecilia se reía más fuerte que los demá de máss pa parra de dem m ostrar que que,, au nq nque ue la hu bieran asce as cend ndiido, do, seguía siend siendoo com pa pañe ñe ra. — Cuand Cuandoo controla la plan ill illaa del h or orario ario , ttee  juro  ju ro que n o se r íe t a n t o la m u y t u r r a — m e d i j o bajit baj itoo Pu Puntín ntín.. Fraga sacó del bolsillo un largo pedazo de pape pell higi higiénic énicoo enrollado, en rollado, d don on de ha habían bían escrito el po poema ema com compuesto puesto en m i hon honor. or. El que qu e escribe los poe poemas mas es eell Du qu e, tiene u na facilida facilidad d b árbara para ara la la rima. En est estee ppoo em a rim ab abaa vago, vago, con lumb umbag agoo y fiacuna con vac un a. Esta Es taba ban n especialm ente alegres p o rq rqu u e al dí díaa sigu si guie ient ntee h hab abía ía asueto. A m í el trabajo n un ca m e entusiasmó, pero por lo menos tenía días de asue as uetto, vacaci vacaciones ones y los fine s de sem an a. En el hospi hos pita tall, een n ccambio, ambio, no ha y do m ing o que va valga. lga. Una de de la lass chic chicas as bajó a com pra prarr algo para fe stejar y volvió volvió con con varias botellas de v in o , pa pan ny fiambr ambre. e. En dos m inutos m e llenaro llen aron n la cam camaa de

 

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m iguitas. Yo po r el vin o tenía m iedo: si lleg legaba aba a entrar llaa en ferm era jefe, ni p en sar llaa que s e armaba. El Duq ue desenfun dó la viol violaa y em pezar pezaron on a cantar. Los vasos no alcanzaban y muchos tom aba aban n directam ente de la botella. Pu Pun n tín 't 'trrató de hacerm e tom ar a la ffu u erza , pero y o tenía tenía los los dientess bien apret diente apretados ados y al volcarm e e l vin o en la boca m e ensució todo el piyam a. La Lass man chas de vin o , m e pregun taba yo, ¿saldrán en el lava rropas? Prim ero cantaron folklore, guiados po porr llaa vo z finita fi nita y bien en tonada del Du qu e. Yo tr trat ataba aba de seguirlos seguir los pero no m e dab dabaa eell al alii ento y m e em pe zaba za ba a doler la ca cabeza beza.. En cua lquier m om en to se pod ía aparece aparecerr eell Presidente de la C om isión de Pisoo protestando po r los Pis los ruido s m olest olestos. os. Les pedí qu e baj bajara aran n la vo z, pero est estaban aban dem asiado entu siasm si asm ado s. Por ffal alta ta de lugar no se arm ar m ó u n bailongo. — ¿Se acuerdan cua nd o l o vinim os, a ve r aall fl ac acoo M end ocit ocita? a? — pregu ntó Fra Fraga. ga.  A l g u n o s se ac a c o r d a b a n y o t r o s n o , po p o rq u e h haa c e  yaa m u c h o s a ñ o s q u e e l f l a c o M e n d o c i t a s e c a y ó  y de cabeza po r llas as escal escaleras eras y los nu evo s no lo llegaro n a conocer. — Calíate Calíate,, lechu zón — le dij dijoo C ecilia, ecilia, que es de las viejas y se ac acordaba ordaba bien de cóm o sal salió ió del ho sp spital ital el po pobre bre flac flaco: o: ccon on los pies pie s para adelant adelante. e.

Co n llaa excusa de l a conm oción ce cere rebr bral al,,

 

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el des desgr grac acii ado d del el do cto r no s h izo salir de la pieza en lo lo mej mejor or de llaa farra. Y p en sar la falta que le le h haacía al pobre flaco u n po co de an im a ción. Parra cam Pa ambi biar ar de tem a Z Zu u lem a se pu so u na de las flores flores en el pelo pelo y em pe pezó zó a zapatear zapatea r a la es esp p añola. El Duque llaa acom paña pañaba ba con la guitarra y los demás formaron formaron u na ru ed edaa alrededor. «Olé» «Olé»,, le gritaban. Desde la cama yo me estaba perdiendo lo mejor mejor del esp espectá ectácu culo. lo. Mientras se pasaban una botella de vino empezaron a ca cant ntar ar esa m u siqu ita que se oy oyee en los estri estriptí ptís. s. Zulem a se sacó la flor del pelo y se la tiró a Puntín, que la olió hondo con cara de embobado. D espu espués és se sacó eell saco saco y lo d dejó ejó caer con un mo vim iento que a el ella la debía parecerle lánguido lángui do y sensua sensual. l. — Que siga, qu quee sig a — gri gritaban taban todos. Pero Pe ro eellla volvió a p on erse el saco rién d o se y no les hizo cas caso. o. —¿Qué médico te está atendiendo? —me pregun pr eguntó tó Ipa Iparra rraguir guirre, re, que habí habíaa tom ad adoo m en os que lo loss demás pero igua iguall tenía el aliento ba bastante stante fuerte. Le mencioné al doctor Tracer y al doctor Goldfarb. Iparraguirre movió la cabeza compasivo. — Es un er error ror:: tend rías que estar en m ano s de mi pri prim m o G oyo oyo:: jefe de sal salaa a los treinta pir piru ulos,, un carrerón. los

 

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— Perdón, pero nunca pued e ser m ejor que el el doctor doct or Basual Basualdo, do, G ervasi ervasioo Basualdo, un ho m bre m ayor y con muchísi bre muchísim m a experiencia experiencia — int interer v i n o C e c i l i a — . A m i c u ñ a d a l a s a c ó a f l o t e cuando todo s llaa d daban aban po r perd ida. Fraga, Fra ga, que ttam am bién est estaba aba escuchan do, m e recom end ó a su oculi oculista. sta. — H ay m iles iles de cos cosas as que al fi fin n al son de la  vii s t a y lo s c l í n i c o s n o se a v i v a n . A u n c o n o c i d o  v m ío lo iban ib an a operar de de un tum or en la la cabeza cab eza y a l final l lo o arreglar arreglaron on con un bu en par de anteo  jo  j o s . Zu lem a cono conocí cíaa a un denti dentist staa m u y bueno y Puntín se acordó de que tenía un plomero que  vee n í a a llaa p r i m e r a l l a m a d a .  v —Eso Eso ssíí que eess un a perla — com en tó Fraga.  Y to d o s e s tu v ie r o n de acu erd o . E l p lo m e ro de Pu ntín fue un éxito. éxito. Hasta yo tom é no ta de de su número de teléfono, pensando que en mi departamento siempre tengo problemas de hu m edad en las pa paredes redes.. Creo que lloo m ejor de la reun ión fue la ll llegada egada de la m on onji jita. ta. Por la puerta pu erta en torn tornada ada se asom ó su carita de manzana arrugada y sonriente. C om o es ttan an di discr scret eta, a, no quiso interru m pir y se hubiera hu biera ret retir irado ado si ent entre re P un tín y la chi chica ca nu eva nopieza. la hubieran agarrado ppara agarrado ara m eterla adentro de la pieza . — ¿Miedo ústed úst ed tie t iene? ne? — m e dijo llaa m onjita, onjit a,

un p oco des descon conce cert rtada ada pero trat tratando ando de dem os-

 

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trar que a pesar de ttodos odos los ca cam m bio bioss h a y v a lo res en la vi vida da que perm an anece ecen n inm in m u tab les. —Háága —H gasse amiga, amiga, h erm an a— le dijo Fra Fraga, ga, sin dejarme dej arme contesta contestar. r.  Y la co con n v id idóó c o n u n v a s o d e v i n o . P e n s é q u e no iba a ac acep epta tar, r, pero ella lo ttoo m ó tím id idaa m e n te  y bebi bebióó u un n o s s o r b o s . Z u l e m a v o l v i ó a ll l l e n a r l e el  vaa s o ense  v en segg uida ui da..  All p r in  A incc ipio ip io la h e r m a n a p e r m a n e c i ó s i l e n ciosa y aapa part rtad ada. a. Cuando el D u q u e v o lv lvió ió a toca tocarr una zam ambba, no parti participó cipó en el coro con lloo s dem de m ás. Pero desp despué uéss de un rat rato, o, con su ca caritam ritam an za n a c o lor oraad a como un ttom om ate, pid ió silen cio . Y comenzó a recita recitar: r: Er r e con er r e g uitar uitar r a,  er r e con con er r e bar r i l, qué r ápi ápi do rue r ueda dan n las las r ue ueda das, s,   las rue r ued das del del fer fer r ocar ocarrr i l.

Los muchac mu chachos hos le le en señaro señ aron n a de cir «María Chuzena su su choza tec techaba haba »»y la felic felicita itaro ron n ca lu lu-rosamentee aall desped rosament desp edirse. irse. Todavía no se habían ido cuando empecé a sentir los primeros espasmos y retorcijones.  Ah  A h o r a ppie ien n s o qu quee yyaa de d e b ía e s t a r h haa c i e n d o e f e c t o el laxante que me pusieron en el frasco de los remedio remed ios. s. Ap Apenas enas lleg llegaron aron m e había tom ad adoo u una na capsulita. Me met metíí en eell baño para aliviarm e y tam bién

 

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para descansar un po co. C uan do qu ise ssal para alir ir,, m e di cuenta cuenta de que me h abían encerrado p or fuera fuera.. Parra ser Pa serenarm enarm e respi respiré ré hon do y junté los dedo s en la po sición Psi Psi,, pensan do que m e iban a dejar salir sal ir enseguida. E l bañito es m u y chi chico co y tenía llaa sen sación de que l as paredes avanz aban sobre m í. Por deba debajj o de llaa pu erta, los m uch ach os m e pasaban papelitos que decían, por ejemplo, «Fuerza, hermano, fuerza».  A g u a n t é t o d o lo q u e p u d e , p e r o c u a n d o m e di cuenta c uenta de que pensaban irse irse dejándo m e en cerrado, aflojé y me puse a gritar y a patear la puerta. — Si ccant antás ás eell arroz con lleche eche te de dejam jam os salir — de decí cíaa Puntí Puntín, n, vveng eng ánd ose de m ás de un a que  yoo l e h i c e c u a n d o e s t a b a s a n o . C a n t é d o s v e c e s  y el arroz con lec leche he y si siete ete ve ce s el arrorró h asta notar que llos os ruidos em pezaban a dism inuir.  A la m a ñ a n a s i g u i e n t e la e n f e r m e r a j e f e m e abrió abr ió llaa puerta del bañ o con un a de llas as gan zúa s que suele suele util utilizar izar een n sus visitas de ins pe cción . Ca m iné por la pie pieza za tambaleándo m e y ca caíí ssobre obre la ca cama. ma. Por prime primera ra ve vezz desde que ent entré ré en el h o spital, sentía sentía un unaa extraña sen sación sació n de li libertad. bertad.

 

 Yo  Y o on p r epara g u n t oguarda : ¿ c ó mr osuse««est las laestuche» s huche» u b i e r asi acad r r e gal addoos P ap ill illon guardar por tres tres le hubi hubier eran an h hec echo ho un colon p o r en em a? Pap illon illon es esttá en eell bañ bañoo d dee la prisió n cu cuan an do u n com pañ ero se aace cerrca pa para ra ped irle qu e le gu guard ard e su estuche por p or unos dí días as:: ttie iene ne disentería. Él, que es un m uchacho gen gener eroso oso,, aacept ceptaa intro d u cirse los dos. N o sé si hago bien en leer este libro libro:: tod todoo el tiem m eerha hac e pens pensar n velas m is he m or Deb Deberí eríaapovolv volver a cuna dé lar as eno novelas q ue mroid e reges. alaron lar on po r err error: or: tra transc nscurr urree en eell Polo N o rte y eso resulta resul ta ref refres rescant cante. e. Des Desde de m uy tem pran o siento ho y una picazón que me rrec ecor orre re tod tod o el cu erp o. Trato Tra to de no rascarm rascarme. e. La Pochi Po chi se llleva leva ca cada da ta tant ntoo m is sában as f lo readas re adas para meterl meterlas as en ssu u lavarrop as y tengo que u sa r llas as que tienen aqu aquíí. Son b lan ca s, co n algunos rem ien iendo do s, per peroo n noo d dee po liéster. Y o creí quee m e había qu habí a aacos costu tumbrado mbrado y ha sta lles es e m p e -

 

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zaba a tom ar car cariño. iño. Sin em bargo, ya les estoy echando la culpa de la picazón: quién sabe qué tubercu tub erculoso loso las habr habráá usado. Otro fracaso de m mis is ejercici ejer cicios os de Co ntrol Men tal tal:: po r m ás que me relajo, rel ajo, no dej dejaa de picarm e tod todoo el cue rpo rpo.. D ejo los li libros bros sobr sobree llaa m esita de lluz uz y reviso las sábanas sábanas.. Cua Cuando ndo ve o a los bicho bichoss chiquitos y negros neg ros corri corriendo endo sobr sobree la superficie blanca, blanca, pienso prim ero en una alucinaci alucinación. ón. So Son n tan chi chicos cos que las patit patitas as no se dist distinguen. inguen. Se d deslizan eslizan com comoo goti goti tas de mercurio negro. Apelando a todos mis recursos consi consigo go ej ejerc ercer er ccontr ontrol ol sobre llos os m o vim ientos espasmó espasmódicos dicos d dee m i cuerpo. Si Siempre empre me desagradaron los insectos. A las avispas le less tengo m iedo. Los gril grillos los y las langostas no m e gustan ni m ed edio. io. Los cara caracol coles es no son insect insectosper osperoo m e dan asco. Estos bichitos negros caminando sobre mi cuerpo m e ater aterror roriz izan. an. Para Pa ra dom inar eell pánico es m ejor m antenerm e así,, iin así n m ó vil, trata tratando ndo de olvidarlos. No exis existen. ten. N o son real reales. es. Son u n pro du cto de m i fantasí fantasía. a. Son bichitos made in bocho, trato de pensar, m ientras los sient sientoo deslizarse deslizarse sobre m i piel como si fu er a un a p ista depati depatinaje. naje. Y  l  laa picazó n, si sin n parar.  A la h o r a d e c o s t u m b r e p a s a l a e n f e r m e r a d e la m añana. ¿S e lo digo? Tengo m iedo de qu quee se ría de m í, de que m e grite, de que se enoje, ría en oje, pero sobre todo todo tengo m iedo de que no ve a lo lo. m ism o que veo yo.

 

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Por suert Por suertee el ella la no n ecesita m ás que m i silen cio y una m irada a m i cam a para h acerse cargo cargo de la situa ció ción n. — ¡ Sar Sarnoso! noso! — m e dice dic e con d espreci esprecio— o— . Las La s coss as qu co quee hay que h acer po r el sue ldo que n os pagan.  Y se v a a l l a m a r a l a e n f e r m e r a j e f e , l e v a n tand ndoo el rued o de su g ua rd ap olvo blanco com o si en lugar de cubrirle apenas las rodillas, se arrastrara por el piso infectado. Entonces, los bicc ho bi hoss sson on reales. reales. U n escánd alo: lo prim ero que le voy a reclam ar al do cto r Tracer en cua nto lo  vee a (¿l  v (¿loo v e r é ? ) e s u n p o c o m á s d e h i g i e n e . A m i libr bret etiita de an otac ion es no la extraño extra ño : h ay q u e jass q u e n  ja noo s e o l v i d a n . La enferm era jefe, u na m u jer de agallas, agallas, no se asus as ustt a cuando ve a los in va so res. En reali realidad dad , ni siqu quiiera se sorprend e. To m a u n o de los bichitos entre el índice y el pu lgar y lo e xa m ina con un a . rlupa. up Parec le gu gusta sta lo qu e ve , con ppoo rqun u e vie s o njoíe a. como coPar mo ece siesseque e hubiera enco ntrado conocido. E s un unaa vergü en za, m e dice, que un hom bre grande como yo se asuste p o r u n o s bichitos tan c hiqu hiquiitos que son an im alitos de D ios y tam bién tien enen en derec derecho ho a v iv ir en este m un do que una persona como ella amante de las plantas está acost aco a trat tratar ar conotros los insec inson sec tos qu algu no nos sstumbra sseeumbrada rán unda a plaga pero u n bque eneeficio para llos os vegetales y para toda la com un idad com o

 

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por ejem ejem plo el gusan o de seda que ttam am bién es un bicho. —L e vamos a desinfec tar la pieza —me explica— expli ca— . Se ha hace ce tod os los años: son los piojos de las pa lom as. Me pongo un piyama limpio y me siento afuera, en un banco del p asillo, a espera esperarr que llegue el el perso na nall de desinfec desinfección ción.. Pare Parece ce que todos los años les les deshacen el nido a las las palo palom m as y el ella lass  vu  v u e lv e n a a r m a r lo s i e m p r e e n el m is m o lu g a r.  A n t e s la las s q u e r í a y l a s e n v i d i a b a . A h o r a l a s o d i o pero las las com padezco: yo , que corr corroo p eli eligro gro de que me desalojen, las comprendo bien. En la  je  j e r g a d e l h hoo s p i t a l , a eess t a h a b i t a c i ó n la l l a m a n «La Piojera». Haberlo sabido. — A rri rriba ba las l as m anos y af afuera uera llaa llengua engua — m e dice di ce eell doct doctor or Go Goldfarb ldfarb qu e pasa en es esee m om ento por el pasil pasillo, lo, apuntánd om e con el dedo com o si ffuera uera u n revólver. D e golpe, una revelación: revel ación: és éstt a es e s m i op o rtu nidad. nida d. Y a la opo rtun idad hay que caz cazarl arlaa de l as orejas. orej as. Le pro po ng o al do ctor Go ldfarb (distraídamente, como si no tuv t uv iera mucha im im po rtan c ia para m í) que m e dé un pase tran sit sitorio orio para irm ir m e a m i ccas asaa m ientras po n en la pieza en con diciones. dici ones. N ada tan form al com o la tarjeti tarjetita ta rosa, nadaa ttan nad an iirr rrevocabl evocable. e. U n papel papelucho ucho si sin n im p or tanci ta ncia, a, válido válido sol solam am ente p or veinticuatro horas. — De ninguna m an era— di dicc e e l doctor doctor G old-

f ar arbb m u y seri serio— o— . Eso es com petencia del direc-

 

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S o y p a c ie ie n te te

tor. Yo n noo puedo autorizar autorizar que u n pacien pa cien te m ío se vuel vuelva va a la ccas asaa en enferm fermoo — y agre agrega, ga, gu guiñan iñando do,, el oj ojoo izq izquier uierdo— do— : ¡O m ue uertos rtos o cu curad rad os os!! Con la ayuda de la en enferm ferm era jefe , el do cto r trata de encontrarme otra ubicación en el hospita pi tall, u una na ca cama ma donde pueda esp era r qu e te rmine la desi desinfecc nfección. ión. Si pretenden hacerm ha cerm e q u e darr un so da solo lo d díía en llaa SSal alaa de H o m b res res,, m e v o y a resi re sist stiir. LLos os internados no sson on m ala ggen ente, te, p er eroo ten engo go la imp resión de de que sson on m u y d u ros con loss novat lo novatos. os. Estar al allí lí por un dí díaa solo m e ob liga ría a pasar pasar por todas las pe penu nu rias de la in inici iciaa ci cióó n sin si n ll lleg egar ar a disfruta disfrutarr nunca de llas as vven en tajas taja s de lo loss iniciados. Pero ni siquiera en la Sala General hay una cama libre. El hospital está completo, lleno de enferm os ha hasta sta el tope. —¿Qué pasa? —pregunto yo, que hace mucho que que no le leoo llos os diari diarios— os— . ¿H ay un a e p idemia? — No, qué epi epidemia demia — se quej quejaa llaa enfe enferm rm era  j jee f e — . E s q u e al fin f inaa l n noo se pu p u e d e a t e n d e r bbii e n a la gente. gente. Se sienten ttan an cóm cómod odos os que q ue yyaa n o se quieren qu ieren ir ir.. _ — No es sólo eeso so:: también uno les va tom an an . do cariño, cariño, d diga iga llaa verdad — dice dice eell doctor, p a lmeando amiga amigable blemente mente sus sus an ancho choss ho hom m bro bros— s— . ¿O me va a decir que a sus preferidos usted los deja irse así así no nom m ás? — y guiña un oj ojo. o. En todo todo caso, tene tenemos mos que en enfren frentarn tarnos os con

 

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una realidad realidad iinm nm odifi odificable: cable: en el hospit hosp ital al no hay h ay lugar para mí. Tem o que si si sigu gu en entr entrando ando e n ferm os pront prontoo m e pongan un compañer compañeroo de pie za.. Y o no ssoy za oy ego íst ísta, a, pero en m i cuart cuartoo prefiero esta es tarr solo. solo. Supon gam os que me toque to que un com pañero que no grit gritee de noche. Sup on gam os que no se le dé por ocupar el baño a las las m ism as h oras en que lo necesito yo. Supongamos que no sea sucioo n i deso suci desorde rdenado. nado. Sup on gam os que llaa Pochi se pueda quedar a dorm ir de ttodo odo s m od os (aunque lo hace cada vez con menos frecuencia). Supongamos que nunca me use el cepillo, de dientes. Su po ng am os que ni siquier siquieraa ssea ea con tagioso. A u n as asíí llaa idea d dee recibir ot otra ra ve z v isitas ajenas me resulta intolerable. A mi pieza, últim am ente, ent entra ra poca gente gente,, pero todos vien en a ve rm e a mí. El d octor se si sienta enta al lado m ío y con llaa cabeza entre ent re llas asa.mManos unspital a so lución a nu estro problem i ccas asabusca a y el ho est están án excluido s. En su su con sultori sultorioo p ri rivad vad o dic dicee no tener lugar paraa m par mí. í. Por fin se llee ocu ocurre rre un a idea en llaa que un un interlocutor interl ocutor avi avisado, sado, com o yo, pu ede descu brir la influ en cia de la la Pochi y su gran sentido práct ic o. D ecide pon er a m i disp osició n u na de l as ambulancias del hospital para que me lleve a pasear por la ciudad mientras desinfectan la pieza. —Por ffavor, avor, no lo vay a a tom ar co m o u na

m uestra de desconfi desconfianza anza — dic dice, e, m ientras ajust ajustaa

 

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S o y p a c ie ie n t e

las correas que m e aatañ tañ a llaa cam illa— . E s u un n a s im ple pre precauc caución ión a la que qu e n noo s oblig obligaa el reglam ento. en to. Mien entntras m e ubica ubican enstru el ve hion ícu ículo, doctor ctor habMi la con co eell chofer chofer. . LLas asn in cc ccion eslo,son soeln do claras: debe llevarme a pase pa sear ar d dura urante nte tod o el día y traerme d dee vue vuelta lta aall ho hosp spital ital a llas as ocho en p u n to de la noche. LLee reco recom m ien da ev evitar itar las calles del ce n tro en razón de los gas es tó xico s qu e de spid en los vehí vehículo culoss y, p o r razo razon n es similares, sim ilares, la zo zon n a del Riac Ri achu huel elo. o. Le aconseja en cam bio que m e lle lleve ve a Palermo y a la Costanera, donde el aire es más puro. Me gusta gusta el chofer. Es un ho m bre sen cillo, cillo, peludo y amable qu e m e trata trata ccon on respeto. C h ar ar-lando, entramos en con fianza y m e p on e al tanto de al algu guna nass de llas as c osa osass que q ue p asan en el h os ospp ital. Parece muy bien informado. Es lógico: él se ente ntera de lo que qu e se co cocin cinaa en entre tre b am b alin alinas as.. Los Lo s enfermos nos tenemos que conformar con el espe es pect ctác ácul ulo. o. Presto m uch a aatenció tención n para pa pasarle sarle datos al Presid Presidente ente de llaa C o m isió n de Piso Piso.. De la enferm era jefe no habla habla mucho: se ve que es un hom hombre bre discre discreto to y le ti tiene ene aprecio o, tal ve z , un poc ocoo de m iedo iedo.. Co Contra ntra el doctor G Gold oldfarb farb se despacha. Si le tengo que creer, el doctor es un picaflor y un veleta: no deja títere con cabeza. Hassta tiene Ha tiene pe nd iente un sum ari arioo p or ha berse mettid me idoo con con un unaa pacien paciente te m en enor or de edad. —Porr lo m en os la piba és —Po ésaa eest staba aba b u e n a — a

prue pr ueba ba el ch o fer

. Pero al do ctor llee da lloo m is

 

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mo cualquier cosa, es capaz de pirobarse una pu erta. C on decirl decirlee qu e ssee le le ti tiró ró a la enfe rm era  je  j e f e . Esta última hazaña me parece en verdad inconcebiblee y m e siento m u y aliviado inconcebibl aliviado ( por eell doctor) doct or) aall saber que no logró c on sum ar sus pr o pó sitos. A la Pochi no le va a gu star enterar enterarse se de estas est as historias. Con társel társelas as ¿es m i deber deber?? N o sé, no sé, la la Pochi m e asegu aseguró ró q ue est estáá m u y cer cerca ca de obtener para mí la deseada entrevista con el director dire ctor. Si rom rompe pe con temoo que q ue pierda parte de. su influen influen cia.el doctor, tem D e llos os tem as general generales es pasam os con el e l cho ferr a los tem as person ales. Me cue nta, así fe así,, algunos detalles interesantes sobre su trabajo y su  vii d a p r i v a d a . C o n e l s u e l d o q u e le p a g a n n o l e  v alcanza alc anza para nada, entre otras cosas po rqu e está está pagando las cuotas de un departamento que com—pró para a cas casars arse. e. to de m orondanga m e esEsepar depa depart rtamenti amentito tá ssali aliendo endo m ás gu guit itaa que u na francesa loca — se confía— confí a— . Por es esoo tengo que aprovech ar la am bu lanciaa para hace lanci hacerr algun algun as chan guitas. H o y le ttoca oca un repart repartoo de prepizzas. Param os  ju  j u n t o al co c o r d ó n y el c h o f e r ssee q u i t a la l a bbaa t a bbla lan n ca. Sus brazos pe ludos sal saliendo iendo de las m ang as de llaa cam is isa a acam cuadros son tran ilizado ilizado res. C on la bata, en bio, par parecí ecía a unqu carnic carnicero. ero. — Si m e da su su palabr palabraa de no escaparse, l e

desatoo l as correas y m e da un a m an it desat ito, o, así ssee

 

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S o y p a c ie ie n te te

siente ú til. Y o sé lo que eess es siente esta tarr en ferm o: lo pe o r es sentir que u no no sirve pa para ra nada. En la pan panifi ificado cadora ra levantam levantamos os las ccaj ajas as de pre pizzas. Me siento satisfecho al ver que están correc cor recta ta y herm éti éticam cam ente envasadas. Por un m om ento tem í que un re repar partt o de prepizzas no fuera u n a tarea lo bast bastante ante higiénica para re alizar en am bu lancia. El reparto es está tá m u y bien bi en organi organizado. zado. C u an d o llos os alm acen eros escuchan la ssir irena ena de llaa am bu lan lancia cia sa sallei ein n a la calle a recibir recibir la m erc ercad adería. ería. Eso l e aho rra m uch o tiem po, sin cont Eso contar ar los se m áforos q ue pasa en roj rojoo con llaa sirena sirena a todo lo que da.  A l f i n a l d e l d día ía m e s i e n t o a b s o lu t a m e n t e a g o tad adoo y a du ras p en as log ro alcanzarl alcanzarlee aall ch ofer las ú ltim as cajas. M e pregu nto si tanto ejercici ejercicioo me hará bien bien.. — A u sted esto le viene u n kilo — —dice el ch ofer, com c om o si hu biera escuchad o m i pregu nta— . Con Co n llaa sud ació n , la enferm eda d se lé va saliendo saliendo porr los po ros . po Cuando Cuan do m e tr trae ae de vuelt vueltaa aall hos hospit pital al eess ya m u y tar ard de. M e ay ayu u d a a sub ir las escaleras escaleras lleván do dom me a babuchas y me deja en el pasillo que da a mi pieza. Q u ed am os en vo lve r a vern os pro pronto nto.. Es un buen m uchach o. U n al aliiad adoo m otor otoriz izado ado d entro de dell ho sp ital pu ed e llegar a ser m u y úti útil. l. Entroo a m i pieza co n cier Entr cierta ta aaprensión, prensión, d ispuesst o a de sha cer com pletam en te m i ca pue cama ma pa para ra

 

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controlar la ausen cia de an im alitos de cualqu ier especie paseándose sobr sobree llas as sábana sábanas. s. A pe n as abroo la puerta, una vaharad a de form o! m e hac abr hacee retroceder retr oceder y ya no tengo que revisar revisar nada: nada: n in gún ser viviente p odría haber sobrevivi sobrevivido do en esa esa atm ósfera, apt aptaa sólo para co n serva r cadávere cadáveres. s. D esp u és de eli elim m inar el nido de las palom as, el person al de desinfecc desinfección ión ha imp regnado los colchones con form formol. ol. El ai aire re ttie iene ne un espesor y una rigidez rigi dez m etá etáli licas cas:: se asienta asienta en llos os pu lm on es con la deli delicadeza cadeza de un b loqu e de plom o. E sto y parado en llaa pue rta de la habitación, dudando , cuando un a de llas as nocheras me ve y se acer ac erca ca par paraa ayud arm e. Está de m u y m al humor.  A p u n t á n d o m e c o n la l i n t e r n a m e h a c e r e t r o c e der ha hasta sta forzarm e a entrar en llaa pieza y se po pone ne delante del van o de la pu erta para cortarm e la retirada. — ¿Ado nde estuvo todo eell dí día? a? — m e pregunta de m al m od o— . ¿Por qué vo volvió lvió ta tan n ttar arde? de? El doctor do ctor Tra Tracer cer pasó a las siete siete y no lo e nc on tró. tr ó. Me levantó en peso. ¡El doctor Tr Trac acer er!! Escucha Escu charr su nom bre en boca de un a en fermera m e result resultaa tan sorprendente com o oír a un dem onio pronu nciando el nom bre de D ios en el infiern o. La no tici ticiaa m e sacude: el doctor Trac Tracer er ha pasado h o y por po r el hospital; hospital; quién sabe cuándo le toca tocará rá su próxim pró xim a visit visita. a. — U sted ttii ene que ttener ener un poco de resp e-

t o p or llaa gente que tr trabaj abajaa

sigue si gue la en ferm e

 

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ra, rrec ecor ordándo dándome, me, de pa so , m i co n d ición de v a go— go — . Si no ssee m ete ense gu ida en su cam a, m e va a com comprom prom eter a m í. Los vapores de form o ! est Los están án h acien do de las suya su yass co con n m i pobre cabeza. Pero no teng o o p ción ci ón.. Sé que eell cho fer está de gu ardia y qu quee m e permit per mitiirí ríaa dorm ir en llaa am bu lancia. S é tam bién quee por las noche s sue le alq u ilarla qu ilarla p o r h ora s a  jó  j ó v e n e s p a r e j a s . S e r u n t e r c e r o e n e s t o s c a s o s pued pu edee rresult esultar ar incó m od o. Marea Mar eado do,, l lego h asta m i cama y caigo d es plomadoo sob plomad sobre re eell colch ón com o u n tít títere ere al que le ccor orttan los hilos de u n sablazo. P en ensan san do en la c arta qque ue vo y a escribirle al d o cto r Trace r (me importa impor ta justifi justificar car m i ausencia) para qque ue la Po Pochi chi se la llev leve, e, me quedo do rm ido o, tal v e z , se m i desmayado.

 

Por fi fin n m e consiguió la Pochi llaa ffam am osa recom en dación par paraa ve r aall direct director. or. Es Esee m ism o día día m e hic hicee m and ar aall fotógra fo d e llaa m ater aternidad nidad para que me sacara la foto que va en la tarjetita rosa. La La entr entrada ada del fotó gra fo co coincidió incidió con una de las raras (y cada ve z m ás raras raras)) vis itas de llaa Pochi. Al principio se quedó mirándonos un poco asombrado: era es evidente que nor ocoincidíam os con sus cl client ientes habitual habituales. es. Pe Per e n seguida se se rehí rehízo zo y asum ió su rut rutina ina profes profesional ional.. — Es una lás lásti tim m a que no me hayan llamado llamado antes,, seño ra — le dijo a la Pochi, obs antes observan ervan do m i cabeza. D esd e que m e llaa afei afeitaron taron par paraa llaa operación el pelo h a crec crecido ido bastante y parezc parezcoo una es p ecie — cie deUpu ín. lást naercoesp verdadera lástima, ima, señora, ha haber ber de ja  j a d o p a s a r ta tan n to t ie m p o : ¡p e la d it o s s o n t a n a m o -

rosos!

 

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S o y p a c ie i e n ttee

 A los lo s d doo s d día íass m e e n tr tree g ó llaa s c o p ia iass , qqu u e ssaa li liee ron bastante bien. Ya las adjunté con un clip al formulario. Sin embargo, la entrevista con el director todavía tod avía es está tá lejos. Todo lo que co cons nsigu iguió ió la Poch Pochii es una carta de recomendación para el titular, que po r el m om en to sigue ause ausente nte.. — Es m ucho m ejor as asíí — m e dij dijo, o, pa parr a co connsolarm e— . El director suplent suplentee no e s una persona acc accesi esibl blee y qu ién sabe si hub hubiera iera aut autori orizado zado tu egres egreso. o. Es curioso , pero ya no tengo tanta tant a urgenci urgenciaa po r con seg uir el pa pase se de sal salida. ida. Esta pieza, qu quee al princ ipio m e parecí parecíaa ta tan n incóm od a, ya es m i casa. En el hospital tengo amigos y conocidos.  A f u e r a , ¿ q u i é n s e a c u e r d a d e m í ? Y a n i s i q u ie ierr a m i tí tía vien e a visitarm e y m e m anda con llaa Pochi Pochi las car cartas tas de m i herm an ano. o. D esde que es está tá en Brasil vieninicial en tan ycen surad asdeque apenas eelsl saludo el abrazo desped despedida. ida. quedan Las ffar arra ras que se estar estaráá m an da n do es esté té des desgrac gracia iado. do. . A h o ra q ue y a ten go la ccar arta ta de recom end ación no tu ve in inco con n ve venie nien n te en conta contarl rlee a la Pochi Pochi las cosas q u e sé so bre el do doctor ctor Go ldfarb. En Entr tree otras,, que es u n h om bre cas otras casado. ado. A el ella la no parecióó preocu pa rl ci rlee m ucho. — —R R o m p í con ese señor — m e d ijo— ijo— . Es u una na m en te b rilla n te , ppero ero le ffalta alta capaci capacidad dad de ama marr. M i diag n ós tico parece ttan an llej ejano ano com o el el pri-

m er dí d í a. U n día m e sacan sac an sangr sangree del braz brazoo iz -

 

Ana María Shua

qu ierdo y el otro del brazo derecho. Y a los tengo tan llen llen os de pinch azos que parezco un droga dicto de llas as películas. M e han hecho innum innu m erables aná análi lisi siss de m aterias fecales, de esputo, de semen, de orina, de tran sp spiració iración, n, de llaa ce cera ra que se acum ula en m is oíd os, de la secreción m uco sa de m i nariz, de las lágrimas, de la materia levemente grasa que exu da m i cuero cabel cabellludo. M e sacaron sacaron radiograf radiografías ías de pu lm ón , de intestino, estóm estómago, ago, de hu eso esos, s, de hígado hígado, ,d dee pá pán ncreas de y de otros órganos diversos; me hicieron arteriogram arter iogram as, cateteri cateterism sm os, centel centelll ogram as, electr el ectroence oence fal falogram ogram as y el elect ectrocar rocardiogramas, diogramas, dos de ellos de esfuerzo. (Para el segundo tuve que rescatar rescatar llaa pelot pelotaa con que los m édicos ju egan picado s en el pat patio io del del hospital y que siem pre va a parar aall fond fondoo de un vecino .) Tam bién pasé por varias endoscopias, una cuyos tomografía axial axi al computada, y otro ot ross exámenes n om bres ya n o recuerdo. recuerdo. Pero ahora el do ct ctor or G oldfarb ha decidi decidido do em pl plear ear conm i go un m étodo ét odo nuevo y par paraa es esoo han dejado de hacerme prueb as, anális análisis is y estu dios al azar o re relac lacionados ionados con m is m u y va riado s síntom as. D esd e llaa ssem em ana pasada se es estt á hacien do uden mi exacuerp m en ex ad adaa los unad d de las partes o, ha emustivo pezande do cpor dos ose extrem os, la ca cabe beza za y las extrem idades inferio-

res. A la alt altura ura del esternón esternón,, los resultados debe-

 

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rían coi coinci ncidi dirr een n un dia diagn gnóstico óstico de definitivo finitivo . A Ayer, yer, porr ej po ejemp empllo, me hicier hicieron on u n n ue vo electroen ceffsal ce alog ogr ama a yo me tom aron mosue uestras stras los h o n go gos qque ueram teng tengo entr entre e los d ed edos de los de pies. — ¿Do ¿Doct ctor or,, ccuánd uándoo vam os a term inar con los análisis? — Pi Pien ense se un poc pocoo — con testa él él,, com o si yo pudier pudi eraa hac hacer er ot otra ra ccosa osa que p en sar y pe ns nsar— ar— . E n el el mundo se rea reali lizan zan con tinuam ente nu evo s descubrim descubri m ient ientos os a niv nivel el de dia diagn gn ós óstico tico clí clínico. nico. Todos los s negado día días, s, eniinv algún re mor o to(que lu luga gano r de la la tierra, un lo ab abneg ado nv estigad siem pre cuent cu entaa ccon on subsidi subsidios os de su gob gobierno) ierno) descu bre algún nuevo estudio, un método de análisis nunca antes experimentado. Ese método será ensay ens ayado ado een n pri prim m er lugar en an im ales de lab orat ator oriio, como cob cobay ayos os y aves, lueg o en m on os y finalment finalmentee en sser eres es hu m an os. Lo s resultad os se llevan llevan a congresos internacion ales, se pub li lican can en revi revista stass cientí científi ficas, cas, se se d ivu lga lgan n p oc o a po co enttre lo en loss especial especialist istas as corre corresp spon on dien tes y ll llega egan n por fin fin a usted. Y quier quieree que y o le diga cuá cuánd ndoo  vaa m o s a t e r m i n a r ccoo n lloo s a n á li  v liss i s . V a m o s , h o m bre, br e, eess ccas asii un insul insulto. to. Es com o si m e ppregu reguntara ntara cuándo cuán do vam os a ter term m inar con llaa ciencia ciencia m éd édica, ica, o cuánd cuándoo vam os a term inar ccon on la civilizac ión occidental.  Y el d o c to torr G o ld ldfa farr b m e g u iñ iñaa e l o jo i z q u i e r do. Yo m e pregunto, eell ojo derecho, ¿no lo pod podrá rá

guiñar?

 

— Qué o j eros erosoo s e l o ve — di dice ce M adame V erónicaa solí nic solícit cita— a— . U sted no es está tá du rm iend o bien de noche, d ígame la verda d. Madame Verónic Verónic a es e s una per persona sona m uy im po rtante. Su pod er sobre m í eess ttan an gra grande nde que toda m uestra de respeto m e par parece ece insu fici ficien en te: es la dueña de mi departamento. De su buena  voo l u n t a d d e p e n d e m i f u t u r o .  v ‘ T iene cincue nta y cinco años y el pelo teñido de negro con refl reflejos ejos az ulado s. Si ffuera uera valien te le dir diría ía que ese color no v a con su cutis de p e lirroja blanco leche y con un vello rubio muy espe so que resalta aall trasluz. Prefiero ser cortés: una pal p alabra abra equ equivocada ivocada ser sería ía ir irrepar reparable able.. M Mee g u st an sus ojos, m u y grandes y azu l lviolet violeta, a, igua litos a los de Elizabeth Taylor. La hija no los heredó. —Qué lind lindos os oojos jos ttiene iene usted, M adam e V eró -

nicaa — le digo. nic

 

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Soy paciente

—No hac hace fal falta ta qu quee se pon ga zalame zalamero ro — dic dicee la hij hija—. a— . Usted, a m am á, yyaa se la la tiene com pra prada da.. —A y — di dicc e Madame Verónica— . N o sabe sa be lloo que me pas pasaa por aadentro dentro de ve verlo rlo así así.. ¿ C ó m o se siente? — Bas Bastt ant antee bien — contest contestoo y o, para que no crean qu quee estoy tratando de que m e te teng ng an lás tima. Pero desmiento mis palabras con una mueec a d mu dee dol dolor or porq ue esto y tratando, p re cisa mente, ment e, de que m e ten tenga gan n lástim a. De mi habi habill i dad, de m i pod er de persu asió n , depe de pend ndee la po sibilidad de co n ser serva va r el d ep ar artatament me ntoo unos m eses más. E sto y d ispue sto a adu lar, a gri gritar tar,, a so sonr nreír, eír, a co com m p ren d er er,, a m en tir. Madame Mad ame Verónica es un a señora v iud a que se dedica a la enseñanza del francés. Por eso la llaman todos Madame Verónica. Si pudiera habl ha blar ar solo solo con ella, m i tar tarea ea sería m ás se sen n cilla. Est an do llaa hija hij a presen ya no en sé tos cómn oi de emcopne-zEs art.ando E Ell llas as no hablan de dep dte, epartam artam entos tratos, sino de enfermedades, operaciones y radiografías. En otra oportunidad, el tema me result res ultarí aríaa fascina nte . G rac ias a m i estad estadía ía en el hospital he adquirido un vocabulario que le daría envidia a más de un visitador médico. Final Fi nalm m ent ente, e, soy el prim ero en referirse referirse al v e n cimiento del contrato. —Yo vine solam ente para hacerle hacerle com pañ ía  y n o p a r a h a b l a r d e n e g o c i o s — d i c e M a d a m e

 Vee r ó n ic  V icaa .

 

Ana María Shua

 

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— Ad em ás, rrenovar enovarll e el cont contra rato to es im p o sible — agrega la hi hija. ja. — H ija, ija, no hables aasí sí,, ¿no ve vess que el seño r es está tá enfermo? — Y o cont contra ra usted n noo tengo nada — m e dice dice la hija— . Pero el dep artam en to est estáá ba stante deterii orado. Lo m enos que pod rí deter ríaa haber hecho en tod t od os estos años er eraa pasarle una m an ito it o de pintura. Lo L o m enos. — Por favor favor,, n noo q uisi uisiera era que ssee fform orm e una m ala im presión de m i hij hija. a. U sted sab sabee cóm o son los jóv en es, p iensan prim ero en el elll os. —M — M i m am á es m u y bu ena , pero a vece s no sabe defender sus intereses. Mire, le propongo un a cosa: yo le v o y a plantear eell ccaso aso im pa parcial rcial m ente y u st sted ed m is ism m o me va a deci decirr quién ti tiene ene la razón . La hij hijaa de Madam e Verónica es dem oledora mente imparcial. Tanto, que cuesta que pu eda tene r al algún gún inte interés rés perso na l en creer el asunto. D escribe escribe el cas casoo con tér térm m inos jurídicos, jurídicos, rig u ro sos, desapasionados. desap asionados. En vez de decir «m «mii mamá» dice «e «ell locador». M ien ientras tras habla, habla, la la m adre llaa m ira con org ullo aplaudiendo con discreción ciertos párrafos. Otros los repite a coro con ella, moviendo los labios sinu yemitir sonido. chicaa in habla co-rrido rri do , m rrápi ápido, do, si sin n darLalugar terrude p cio nes. Por las infl inflex ex ione s estud iadas de su vo z y

los adem anes con que acompaña algunas pa la-

 

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S o y p a c ie ie n te te

bras, tengo tengo llaa sospech a de que está recitan do de priemoria. En los los pasaj pasajes es m ás no tables p o r llaa retórica de ]a frase frase o por llaa con tund encia de los a rgu m en tos, Madame Verónica'me roza levemente el codo pa  para ra que no m e d istraiga istraiga y lo s ap recie en todo su valor. — Ya es esttá en quinto año de derecho — m e di dice ce bajito en el oído. La hi hijja termina su ex po sición con u na op ción tajante. O firmo el contrato de desalojo y qued a m o s amigos amigos,, o m e inici iniciaa u n juicio que no ten g o n i n g u n a posibilidad de ganar. Si me decido por el el jui juicio cio y lo pierdo, tendré qque ue pa pagar gar las c ostas más daños y p erju icios. E n e l disc discurso urso hay un breve párrafo final sepalarga ga pausa que debe haber hab er sido u una na r a d o por una lar piee en eell m an anus uscrito crito original. E Ese se p árrafo n o t a al pi s e r e f i e r e a l as cond ici icion on es de abando no en que s e e n c u e n t r a la propied ad, incluy en do l a rrotura otura

del depósito del baño. Gracias a ese detalle me e n t e r o d e que entraron a l depart departam am ento con un a b o g a d o . L a Poch i lles es a b r i ó la pue puerta. rta. chica ca eess su prim prim a. U n encanto: __ Qué buen a chi s
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