Solovieva, Y y Quintanar .Eenseñ. de La Lect. Cap. 2

August 15, 2017 | Author: Jack Skellington | Category: Brain, Dyslexia, Reading (Process), Neuropsychology, Unconscious Mind
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ENSENANZA

DELA

LECTURA Método práctico para la formación lectora Yulia Solovieva Luis Quintanar Rojas

EDITORIAT

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Méx¡co, Argentina, España, L Colombia, Puerto Rico, Venezuela

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De acuerdo con la neuropsicología contemporáne a, la lectqra

constitttye una actividad psicológica compleja que no se localiza én Lrnazona exclusiva del cerebro. La organizactónde la lectura requiere la participación de diversos mecanismos cerebrales (nivel psicofisiológico), los cuales se forman durante la vida del niño en el proceso de su actividad. En la formación del proceso de la lectura participan múltiples sectores del cerebro, cada uno de los cuales aporta lo propio para esta actividad. A esta constelación funcional de diferentes sectores cerebrales, se le denomina sistema funcional (Anojin, l9S0). A la actividacl que realiza cada uno de estos sectores del cerebro se le denomina .factctr neuropsicológico (Luria, 1986, 1989; Korsakova, Mikadze y Balashova, 1997; Quintanar y Solovieva, 2OO3). El factor neuropsicológico es un concepto básico en la teoría cle Luria. Mecliante él es posible relacionar el nivel psicológico de la acción hurnana con los mecanismos psicofisiológicos que intervienen en ella. En los trabajos de Luria y sus seguidores se identificaron los siguientes factores neuropsicológicos: el oído fonemático, el análisis y la síntesis cinestésicos-táctiles, la organización secllencial motora, la regulación y el control de la actividad voluntaria, el análisis y la síntesis espaciales, la retención audioverbal y la retención visualverbal (Luria, 1986; Tsvetkova, 1985; Quintanar y Solovieva, 2003). Estos factores se relacionan con la actividad de las zonas s"".rnárrias y terciarias de la corteza cerebral. E,l oído fonemático, el factor cinestésico y el procesamiento de la inflormación visual son factores específicos, ya qlre se relacionan con el procesalniento de la información por parte cle los analizadores particuiares: attditivo, táctil y visual. Los restantes factores se denominan.frtctore,s inespecí/ícos debido a que en ellos no interviéne u¡

25

26

"

CAP. 2. BASES CEREBRALES DE LA LECTURA

analizador en particular, y son los siguientes: el factor cinético, l¿r regulación y el control de la conducta y el factor espacial. En los últimos años, los seguidores de Luria han identificado otros factores, tales como el factor energético, el factor simultáneo, el factor sucesivo y el factor de relación interhemisférica (Korsakova, Mikadze y Balashova, 1997;. Akhutina y Zolotariova, 2OOl). El cuadro 2.1 muestra la relación de los factores neuropsicológicos con las zonas cerebrales correspondientes. Cuadro 2.1. Distribución de los factores neuropsicológicos en el cerebro. FacÍor

Sec' to

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I e,s

Oído fonernático

Temporales secundarios superiores

Cinestésico

Parietales secundarios in feriores

Cinético Regulación y coutrol

Frontales posteriores (prernotoras) Frontales terc iarias (plefronta les)

Espacial

Temporoparietoocc ipital

Retención audioverbal (col1o ¡rlazo) Retención visual (corto plazo)

Ternporales tnedios

I

(

Energético

Occipitales sccttnclari os Subcorlicales profir ndas

Sirnult¿ineo

Flernisf,erio dercclto

Sucesivo

Hemisferio izqtrierdo Cuerpo calloso

lnteracción hernisférica

I

es

Los sistemas funcionales, en cuya actividad participan diferentes factores neuropsicológicos dependiendo de la acción concreta que ejecuta el sujeto, representan la base psicofisiológica de los procesos psicológicos (órganos funcionales). Debido a qlre cada sistetn¿r funcional constituye el resultado de la actividad de zonas cerebrales específicas, su \ocalización posee Lln carácter sistémico (Ltrria, 1986; Akhutina, I996). E,ste principio es fundamental en 1a escttela

neuropsicológica de Luria, en la cual no se localizan ftrnciones

(rnemoria, atención, etc.), sino sistetnas funcionales y slts colrlponentes (factores neuropsicológicos), a la manera de lnecanislrlos psicofisiológicos de las acciones humanas.

Adernás, la localtzación no sólo es sistérnica, sino tarnbién dinárnica. Los sistemas funcionales no son constelaciones estáticas,

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BASES CEREBRALES DE LA LECTURA

27

antes bien, cambian su estructura en las diferentes etapas del desarrollo. Cuando la acción adquiere un alto grado de automatizaciín, et sistema funcional se reduce y en él intervienen zonas cerebrales más

estrechas, en comparación con las correspondientes al inicio del proceso, cuando la actividad requería rnayor despliegue al consistir en tnuchas acciones conscientes. Gradualmente, las acciones ocupan r-rn nivel inconsciente o semiconsciente, y de esta forma, se convierten en las operaciones de la acción en cuestión. El objetivo de la enseñanza es reforzar este proceso de automatizaciónde la acción, de modo que ésta se convierta en una operación semiconsciente. Só1o así la conciencia del alumno podrá dirigirse a objetivos de mayor profundidad y alcance. En el caso de la lectura, el aprendizaje estable posibilita una lectura interna rápida y permite que el trabajo intelectual alcance Lln nivel eficaz. E,s evidente que esto no es posible en las etapas iniciales de la adquisiciÓn de la lectura, cuando el alumno concentra su atención en cada letra, sílaba o palabra particular, lo que le impide concentrarse en el sentido literario y cognitivo del texto así leído. En el caso de dificultades (fatiga, daño en el sistema nervioso, eufermedad, obstáculos), el sistema funcional se despliega de forrna cornpleta y todos los factores participan en esta actividad. Al mismo tiernpo, la operación se convierte en un proceso consciente, en otras palabras, vuelve a ser una acción (proceso consciente del sujeto). La psique humana constitnye un proceso dinámico y flexible, por ello es que [a presetrcia de acciones y operaciones, de factores y lnecanisrnos carnb ia constanternente. De esta lbrma, para una acción particular como la lectura, el análisis psicológico de sus elementos estructurales permite identificar los factores neuropsicológicos que participan en su realización. Por su parte, estos factores señalan el estado funcional de las zonas cerebrales correspondier-rtes. La evaluación neuropsicológica, que se efectúa a través de procedimientos especiales, determina el estado ftlncional de los factores neuropsicológicos y de sus zonas cerebrales correspondientes (figs. 2.1 y 2.2).Las pruebas neLrropsicológicas incluyen procedimientos que permiten conocer la participación de los diferentes factores, lo cual se puede reahzar en el nivel consciente o inconsciente, es decir, que el paciente puede no darse cuenta del objetivo verdadero de la prueba neuropsicológica.

2B Estructura cerebral

tl

\,/ Factor neuropsicológico

vtl

Eslabón de la función psíquica

il v Operación o acción Figura 2.1. Niveles de organización neuropsicológica de la acción hurnana. Tempora

U Oído fonemático Percepción de sonidos del lenguaje en el nivel consciente o inconsciente (su transformación en significados de palabras como eslabón para la comprensión del lenguaje)

Comprensión del lenguaje

Figura 2.2.Ejemplo de los niveles de organización para la c.olrrprensión clel lenguaje oral.

Este tipo de ¿rnálisis puede realizarse para el caso particr-rlar de la lectura, 1o que perrnitir-á determinar tanto slrs f-actores neuropsicológicos como slls zonas cerebrales correspondientes. El cuaclro 2.2 muestra l¿r organización cerebral de ta actividad de la lcctul'a desde el punto de vista de los mecanismos psicológicos quc intcrvienelt elt ella (Qurintanar y Solovieva, 2000). En ner.rropsicología, la organi zlrción estable de los mecanismos ¡rsicof isiológicos para la ejecución dc un¿r actividad determinada se denonina órgano funcional.

29t Cuadro 2.2. Organo funcional de la lectura. Eslctbón Imagen visual de la letra lrnagen visr"ralespacial Iljecución de la lectura

Función Análisis de elementos

Zona cerebral Occipitales

Diferenciación de

TPO

letras sirnilares a) Esquema de

Parietal

movimientos del

aparato ¿rrticulatorio de sonidos, paso fluido de uno al otro c) Dif-erenciación de lbnemas Intención Objetivo: control de la comprensión del sentido, de los signos cle puntuación Correlación entre Diferenci¿rción de sonido y lctr:a a arliculemas cercanos través de la pronunciación Memoria Material para la lectura audioverbal y visual L'lstabiliclad de la Rapidez, pallsas, línea, lectur¿r página

ó) Unión

Fctctor Perceptivo Visual Espacial Cinestésico

ó) Frontal posterior b) Cinético (premotora)

c) Temporal

c) Fonemático

Lóbulos frontales

Regulación voluntaria

Parietal

Cinestésico

Temporal amplia, occipital

Específico modal (auditivo visual) Neurodinámico

Estructuras profundas

Así, en la lectura participa una constelación de zonas cerebrales, las clrales se unen paralarealización de dicha actividad (figs. 2.3 y 2.4). Conjunto de zonas cere|crales

tt

u

Sistema funcional

tl Órgano funcional (unión de diferentes procesos psicológicos)

ll v Actividad

Figura 2.3. Nivelcs de organización de la actividad.

30 Temporal, parietal, TPO, frontal, etcétera

Fonemático, cinestésico, espacial, regulación, etcétera

P

er

cepción, producción, orga n ización, regulación de información verbal

u

Le ctu

Figura 2.4.Pafiicipación de los f-actores neuropsicológicos y sus sectol'es ccrebr¿rles corresporldientes en el proceso de la lectura.

Leontiev (1983) entiende por (trgano -ftrncionctl las uniolles

o

sistenras reflectores estables que garantizan l¿r realización de actos y acciones determinados. Los órganos funciouales que se formalr dttrante la vida del sujeto poseen las siguientes caractelísticas:

a) Actúan colxo ttn todo. b) Tienen un alto grado de estabilidad. c) Poseen gran posibilidad de reconstrucción gracias a la sus-

titución de sus corrrponentes y a su alta capacidacl colnpensatoria. Tales características coinciden con la concepción de la

localización dinámica y sistérnica de las funciones psicológicas superiores en forrrra de sistemas ftincion¿rles (Luria, 1973). La formación de los órganos funcionales en el cerebro, a la par con la flormación de los procesos superiores específicalneltte humanos, constituye la génesis funcional cle los diferentes sectores cerebrales.

No obstante que la rnaduración cerebral es un pl'oceso morlblogicofuncional (en el nivel orgánico) que infltrye sobre la fcrrtn¿rción y el desarrollo de las funciones, depende dc la activicl¿rd y de la interacción del niño con su medio (fig. 2.5).

31 La maduración influye sobre las funciones

,r\ tl

v La actividad influye sobre la maduración

l-igura 2.5. [nterdepenclencia de la actividad del niño y de la nraduración cerebral.

Korsakova, Mikadze y Balashova (1997) señalan que en la escuela pueden identificar dos grandes grupos de dificultades, relacionadas con algunos mecanisrnos del sistema nervioso. En el primer grupo se observan diferencias individuales, como la prolongación en el tiempo de la formación de los sistemas funcionales se

y la inuradurez de los procesos psíquicos. Estas dificultades

se

relacionalt con las condiciones desfavorables del medio social y con otras diferencias individuales. Se trata de niños netrrológicamente sanos qLre presentan una génesis funcional del sistema nervioso de bajo nivel. En el segundo grupo se observa Llna maduración irregular de las zonas corticales y una formación insuficiente de los sistemas funcionales particulares. Estas dificultades se presentall en niños con posibles problernas neurológicos y con un registro el.ectroencef-alográfico que pone de rnanifiesto notable inmadurez. Posiblernente se trata de alteraciones en el nivel de la génesis morfoló gica

clel cerebro.

Algunos autores señalan que es dificil dif-erenciar clínicamente la génesis morfológica y la génesis funcional (Kor:sakov¿r, Mik adze y Balaslrova, I 997;Akhutina, 1996) y proponen, para los estudios prácticos y de corrección, utilizar un diagnóstico basado en el analisis

funcion¿rl clel cuadro. De acuet"do con estos autores, un retardo de la génesis morfológica condrtce a la alteración de las actividades que carecieron de reforzamienlo en la experiencia pasada del niño. por ejemplo, er\'el caso de uu retardo de la génesis morfológica de los lóbulos frontales, se afectan e[ control y la regulación de la actividad y se observa clesinhibición y problelnas de atención. Para el desarrollo del control y la organización de la actividad del niño se requiere la actividad conjunta clel niño y del adulto, la cual garantiza que aparezca el

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CAI'. 2. BASES CEREBRALES DE LA LECTLIRA

resultado de la acción futura, la elaboración del programa de la acción y la autorregulación de las emociones. , Entre las condiciones que pueden estar presentes en los casos de difiéultad para la adquisición de la lectura y que se relaciona con una interacción social inadecuada entre el niño y el adulto en l¿r infancia preescolar, se encuentran las siguientes:

l. Un desarrollo anatómico y funcional cerebral normal que 2.

3. 4.

5.

puede no coincidir con las exigencias de la esctrela. un retardo (o cambios) en la tnaduración de algunas estructuras cerebrales. Un desarrollo funcional insuficiente de zonas cerebrales determinadas, debido a la ausencia de exigencias por pzrrte del rnedio objetal y social. Ausencia de relaciones funcionales entre los sectores terci¿rrios corticales posteriores (temporales, par:ietales y occipitales), que son los que garantizan el análisis y la síntesis espaciales (cálculo, escritura, lectura, estructura del núrnero, irnagen gráfica espacial de la letra, orientación de las operaciones aritméticas, reconstrucción del texto leído y de las frases). Ausencia de interacción de los diferentes analizaclores (vi-

sual, auditivo

y cinestésico-motor), los cuales garatúizan

diferentes actividades, corno son el baile, la nrúrsica y los deportes.

Durante el diagnóstico neuropsicológico se establecerr las causas funcionales, con objeto de elaborar los prograrnas de corrección específicos. La figura 2.6 muestra los diferentes comlronente¡; (eslaborres) o factores que participan en el proceso dc la lcctlrra err voz alta. Estos eslabones (factores) constituyen el resultaclo de la actividad de diversas zonas cerebrales: frontales posteriores, parietales inferiores, temporales superiores y medias, occipitales y temporop arieto occipitales. Como se ha señalado anteriorrnente, durante el desarrollo del niño cada uno de los sectores cerebrales (nivel anatómico) tiene su propio desarrollo. El cerebro humano se caracterizaporposeeruna formación heterogénea, es decir, cada sector cerebral posee su propio ciclo de \

33 Parietal Frontal

:..jjtr.,'

Temporal

Occipital

Figura 2.6. Componentes (factores) del sistema funcional para la actividad de lectura en voz alta.

desarrollo. Así, en la etapa más temprana (entre el primero y segundo años de vida) maduran los sectores parietales que garantizan la percepción cinestésico-táctil y los movimientos motores. Posteriormente se desarrollan los sectores temporales y occipitales. Alrededor de los seis o los siete años se logra la integración morfológica funcional de los sectores occipitales, temporales y parietales, lo cual garantiza la formación de la imagen objetal (Korsakova, Mikadze y Balashova, teeT). En la práctica clínica y pedagógica suele denominarse dislexia a las alteraciones que se observan durante la adquisición de la lectura, término qlre es equivalente a dificultad para distinguir las letras

(Kinsbourne y Kaplan, 1983; Mejía, 1992; Matute, 2OOl). En

neuropsicología se identifican diversas causas de este cuadro (Azcoaga y cols., 1995; Azcoaga, Derman e Iglesias, 1997). Los cuadros de dislexia que se pueden observar en la etapa escolar se diferencian de acuerdo con su mecanismo principal o factor piimario

34

C AP.2. BASES CEREBRALES DE LA LECTURA

siguiendo la terminología de Luria (1973, 1986). Dichos mecanisrnos se evalúan a través de procedimientos neuropsicológicos específicos y con ayuda del análisis de los errores que comete el alumno durante la lectura (Akhutina,1997). En la dificultad o imposibilidad patadiscriminar letras podemos identificar diversas causas. Por ejemplo, durante la lectura en voz alta encontramos los siguientes tipos de errores, cada ttno de los cuales se relaciona con un factor neuropsicológico particular, así corlo con una zona cerebral específica (cuadro 2.3): \

1. Similares por su aspecto gráfico:.f- t; y - u - n - nt; i -j; h - lc,'

a-o;o-c;k-b;n-r;e-r.

2. Diferentesporsuorientaciónespacial: e-s; d- g; b-p; p-d,' b-d. 3. Opuestosporel oído fonemático;b -p; d-t;f -v: lc- g; n-ñ,'

r-ru

4. Similaresporsucercaniaarticulatoria: t- d- l-n; nt- b - p; t 5.

- k; v -f y - s - clt.

Perseveraciones: incapacidad para pasar de un elemento al otro.

De acuerdo con lo anterior, la dislexia no puede ser un clefecto aislado debido a que cada uno de los factores que garantizan la lectura no participa exclusivamente en ese proceso, sino también en otros procesos, colrro son la escritura, el cálculo, la expresión verbal y la actividad intelectual. Evidentemente, estos factores cumplen con un papel específico en cada proceso psicológico, pero su afectación conduce a que se presenten dificultades en todos ellos. Cuadro 2.3. Relación entre los errores en la lectura y los factores neuropsicológicos.

Sintilítud gráfica Análisis visual

Orientucíón Oposición espacial fonernática Espacial Oído fonemático

Cercaníct

articulatorict inestésico

Factores

Zonas

Occipitales Temporosecundarias parietooccipitales

Temporales Parietales inferiores

Perseveraciottes Cinético y programación y control de las acciones voluntarias Premotoras y lóbulos frontales

35

BASES CEREBRALES DE LA LECTURA

No obstante qne los problemas durante la enseñanza de la lectura (drslexia) ocupan un lugar importante en la neuropsicología infantil, en general,la tenclencia ell esta disciplina es, por un lado, evaluar a los niños a través de baterías de pruebas estandarizadas, entre las cuales se encuentran las pruebas psicométricas tradicionales (Decker y Vanderberg, 1985; DeFries, 1985; DeFries y Gillis, 1991) y, por otro lado, interpretar la dislexia como una alteración aislada (Critchley, 1964; Myklebust, L978; Quiros y Schrager, 1980; Rourke y cols., 1983; Galaburda, 1993; Njiokiktjien, 1993). A pesar de que para la determinación de la dislexia algunos autores (lsayev y Komev, 1981) utilizan tareas que valoran el lenguaje serial, la orientación espacial, la reproducción de ritmos y cifras y las praxias dinámicas, en ellas no incluyen el análisis de los mecanismos (factores) que participan en dichas tareas, por 1o que no siempre descubren la causa de la dificultad que experimenta el niño en la lectura. Consideramos que la evaluación neuropsicológica que se elabora sobre la base de los factores identificados en los trabajos de Luria y sus segllidores (evaluación que se modifica de acuerdo con la edad

y el nivel sociocultural del niño), constituye una aproximación adecuada para determinar- las causas de las dificultades que pueden

surgir durante el aprendizaje de la lectura. Quintanar

y

Solovieva

(2003) elaboraron un instrumento de evaluación, acorde con el enfoque de Luria, para la población hispano-parlante, el cual incluye el siguiente tipo de tareas: I . Contar

del l7 al 4.

2. Escribirpalabras que se inicien con alguna letra particular ("p", ttst',, ttatt).

3. Decir cuántas letras hay en ciertas palabras. 4. Solucionar problemas aritméticos.

,

5. Leer textos en voz altay

6. I.

8.

en silencio, y analizarlos, contestando algunas preguntas. Copiar oraciones con preposiciones espaciales. Copiar palabras. Describir lo que el niño hizo el día anterior.

Estas tareas no se relacionan únicamente con la lectura y se

dirigen

a la evaluación del nivel de asimilación de conocimientos escolares elementales. El análisis detallado de la ejecución permite descubrir

36

C AP.

2. BASES CEREBRALES DE LA LECTURA

los errores típicos del alumno y determinar el factor neuropsicológico que se encuentra en su base: inversión espacial, sustituciones de tipo fonemático o cinestésico, omisiones de vocales o consonantes, entre otros. Debemos recalcar que estas mismas dificultades se manifiestan en las distintas actividades escolares, como la lectura,laescritura y el cálculo, por lo que el diagnóstico de dislexia, disgrafia o discalculia carece de sentido. Además, el análisis completo de todas las acciones escolares facilita la elaboración del prograrnade corrección individual, así como de las sugerencias para los maestros durante las sesiones escolares. \ Algunos autores opinan que es necesario elaborar pruebas

generales para la identificación de la dislexia o de su probable surgimiento durante la etapa inicial del aprendizaje escolar (Isayev y Kornev, 1981). Si bien este tipo de pruebas intenta predecir la probabilidad del surgimiento de la dislexia, no permite, en cambio, descubrir sus causas o mecanismos. Con todo esta tendencia ha logrado identificar no sólo diversos tipos de dislexia (Boder, L973; Mattis, French y Rapin,1975; Frith, 1986; Flynn y Deering, 1989), sino también algunos síntomas específicos, como son la lectura por letras y por sílabas en lugar de una lectura desplegadapor palabras, cambios en la estructura fonética de la palabra (sol - sal), cambios de consonantes de acuerdo con su pronunciación (peso - beso) o de acuerdo con su similitud gráfica (fuvor - tavor), cambios de sonidos y su omisiótr ( probar - pobar; tapón - tapo; plátano - paltano), lectura lenta (se considera como norma, al final del primer grado escolar, 50 palabras por minuto) y presencia de lectura mecánica sin comprensión de la información verbal (Babayan, 1 98 I ). Además, se ha descrito una serie de síntomas "asociados" con la dislexia, tales como la desorientación izquierda-derech a, la alteración de las praxias dinámicas, defectos en la percepción auditiva de secuencias rítrnicas, dificultades en la concentración, la distribución y la flexibilidad de la atención (Babayan, 1981), y disminución de la memoria audioverbal a corto plazo (Babayan, 1981; Wood, Richman y Eliason, 1989; Crain, 1990; Shankweiler y Lieberman, 1990). A pesar de dichas descripciones y de que la dislexia se "asocia" frecuentemente con otros síndromes clínicos como la disfasia (Frumkin y Papin, 1980; Tallal y cols., 1982; Tallal yKatz, 1989), la disnomia (Wolf, 1986; Wolf y Coodglass, 1986; Murphy, Pollatsek y Well, I 988)

BASES CEREBRALES DE LA LECTURA

37

y la discalculia (Shalev, Weirtman y Amir, 1988), tanto los síntomas como los síndromes se analizan de manera independiente, aislada.

Es interesante notar que las variantes de combinaciones de síntomas descritas incluyen aspectos muy diversos de la psique y la actividad; sin embargo, los autores continúan denominando a todos estos cuadros con el término "dislexia". Como ya lo hemos señalado, este término sólo describe las dificultades o la imposibilidad para leer y no permite descubrir la causa de las alteraciones, debido a que su análisis no incluye los factores neuropsicológicos. Por ejemplo, el cambio en el orden de las vocales y las consonantes es la consecuencia de una formación insuficiente del esquema espacial de la palabra en general, hecho que se relaciona con una debilidad del hemisferio derecho (Akhutina y Zolotariova, 2OOl). La confusión de letras, de acuerdo con la distribución espacial de sus elementos similares, indica

una debilidad funcional de las zonas posteriores del hemisferio izquierdo. Se puede llegar a las mismas conclusiones con ayuda del análisis neuropsicológico factorial para todos los demás síntomas mencionados por los autores. Para algunos especialistas, esos síntomas se relacionan con aspectos particulares de la personalidad del alumno, tales como inrnadurez, intereses lúdicos infantiles, inestabilidad personal, impulsividad, problemas de atención y ausencia de motivación cognitiva durante la solución de problemas en la escuela y durante la evaluación (Babayan, 1981). En algunos casos, el cuad.o ciítri"o puefle corresponder a un retardo en el desarrollo psicológico Sin embargci, un prograna de corrección no se puede elaborar a partrr de una descripción de esta naturaleza, sino apartir del descubrimiento de la causa, es decir, del factor (mecanismo) que subyace al cuadro clínico del niño. Por ello recomendamos valorar el cuadro de dificultades en cada caso en particular, a partir del funcionamiento de 1os factores mencionados anteriormente (véanse los cuadros 2.1,2.2y 2.3). La evaluación se realiza a ftavés de una serie de procedimientos específicos y del análisis nellropsicológico de los errores que comete el niño en la lectura. Desde este punto de vista, en la base de la dislexia se pueden detectar tnecanismos diferentes: imposibilidad para discrirninar sonidos de acuerdo con las oposiciones fonemáticas; dificultad en la discriminación de sonidos de acuerdo con su similitud articulatoria; errores en la percepción de letras con elementos espaciales siniilares

38

C AP.

2. BASES CEREBRALES DE LA LECTURA

(espejo); dificultades en la regulación y el control; un fondo energético subcortical insuficiente y ornisión de vocales o de consonantes durante la lectura como resultado de la actividad insuficiente del hemisferio derecho. Esta puede ser una clasificación de las dislexias desde el punto de vista de la escuela neuropsicológica de Luria. De acuerdo con lo anterior, el estado de los factores señala la debilidad funcional de las zonas cerebrales correspondientes. Como es evidente, las causas pueden relacionarse tanto con aspectos madurativos como con aspectos sociales y no siernpre es posible determinarlos con precisión. Los defectos en la ens"ñan=u, .i decir, en el nivel pedagógico, frecuentemente conducen a defectos en el proceso de la lectura, aunque algunas características individuales de los niños pueden obstaculizar elproceso de formación de una lectura interna rápida. No todos los autores analízan las dislexias de esta manera, sin embargo, desde nuestro punto de vista, esta aproximación permite elaborar las estrategias de corrección adecuadas al rnecanismo central del cuadro y garantiza el proceso de interiori zación gradual {e la actividad de la lectura. El método que se presenta a continuación permite prevenir en muchos casos las probables dificultades de los niños, ya que fortalece tanto la actividad de los diferentes eslabones del proceso de la lectura como de los mecanismos psicofisiológicos qlle participan en é1.

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