SOCIOLOGÍA, FISHER JOSEPH

January 8, 2018 | Author: Sociología Criminológica | Category: Sociology, Society, Science, Morality, Behavior
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· Joseph J-1. Pic'hter

SOCIOLOGÍA NOVENA EDICIÓN REVISADA

Incluso en una sociedad progresiva y cambiante, los principios básicos de la ciencia sociológica son siempre los mismos y un autor debe tener razones poderosas para revisar un texto que ya se ha revelado útil y ha prestado buenos servicios. La amplia difusión que la Sociología de J.H. FICHER ha alcanzado en numerosos países no es razón de poco peso para que su autor se vea obligado a mejorar un texto que, desde su primera edición, ha demostrado su utilidad y sentido. Con la experiencia obtenida por el autor en la enseñanza con este texto, la nueva edición del manual promete ser mucho más útil al estudiante y al profesor que las ediciones anteriores. La primera parte del libro comienza con la unidad más elemental de la sociedad, la persona social, y se extiende luego a la más amplia colectividad, la sociedad global. La segunda parte comienza con el componente básico de la cultura, una combinación revisada de las pautas de conducta abiertas y conceptuales, y se extiende hasta la cultura total. La tercera parte analiza la forma en que la sociedad y la cultura, y sus componentes, están ineludiblemente entrelazados en el sistema sociocultural. De esta suerte, la Sociología se distingue como un tratado sistemático en un marco conceptual. Se estudian todos los conceptos básicos, que abarcan desde la persona social hasta la colectividad más amplia, de tal forma, que el lector percibe el sistema como un todo integral. J.H. FICH1ER es profesor ordinario en la Harvard Divinity SchooI. Durante años ha sido jefe del departamento de sociología de la Loyola University de Nueva Orleans; ha dado cursos monográficos en las u,níversidades de Münster y Santiago de Chile y ha profesado sociología en las universidades de Notre Dame (BE.UU.) y Chicago.

SOCIOLOGÍA

BIBLIOTECA HERDER SECCIÓN DE CIENCIAS SOCIALES VOLUMEN

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SOCIOLOGÍA Por JOSEPH H. PICHTER

BARCELONA

EDITORIAL HERDER 1974

JOSEPH H. FICHTER

r

SOCIOLOGIA NOVENA EDICIÓN REVISADA

BARCELONA

EDITORIAL HERDER 1974

Versi6n eastelhlna de ALEJANDRO ESTEBAN LATOR Ros, de la obra de JOSEPH H. F¡CHTER, Socio[ogy. Tb.e University of Chic.ago Press 91971

Primera edición 1964 Nove/la edición revisada 1974

© Tlze Ulliverúty of Chicago 1957, /971 @ éditQrial Herder S. A., Barcelona (Esptllia) 1974

ISBN 84-254-0927-6 rustica ISBN 84_254--0926·8 tela

Es

l'ROPIRDAD

DEróS1TO LEGAL:' B. 2.509_1974

GRAFESA - Nápoles, 249 - Barcelona

PR.1NTED 1M SPAm

íNDICE PRÓLOGO A LA. SEGUNDA EDICIÓN ORIGINAL .

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NOTA. EDITORIAL .

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INTRODUCCIÓN:

¿QUÉ ES SOCIOLOOÍA.1

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El contenido de la sociología - El marco conceptual ¿Estudiamos cosas reales? - Distinción entre la sociología y las otras disciplinas - ¿Hay algo constante? - ¿Existen valores? - La sociología, materia de estudio dificil - Polftica social e investigación sociológica - ¿Para qué estudiar sociología? - Bibliografía

PARTE PRIMERA: PERSONA Y SOCIEDAD 1.

LA PERSONA SOCIAL .

Definición de la persona - La persona social - Naturaleza y crianza Criatura y Creador - Socialización - El cuadro social de referencia - Aprendizaje social - Obstáculos de la socialización normal - Agentes de socialización - Individualización - La personalidad social La socialización americana y la persona social . 1. Los nmos mimados~ 2. Estandardización e individualismo. 3. La adaptable personalidad norteamericana. 4. La neurótica personalidad norteamericana. 5. El americano vio~ lento - Bibliografia . lI.

STATUS SDCrAL

El origen del status - Determinantes del status - Trans~ ferencia del status - Poder social y status ~ Tipos de

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48

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6

índice

status - Status clave - El puesto en la vida - Status y estratificación - Desigualdad y movilidad social Peculiaridades de las relaciones de status en América . 1. El cambiante status de la mujer. 2. El ambiguo status de la juventud. 3. El cambiante status de los negros norteamericanos. 4. La religión como criterio de status. 5. El status social como logro o como adscripción - Bibliografía

m.

x IV.

X

v.

70

CATEGORÍAS y CONGLOMERADOS

83

Tipos de categorías - Utilidad de las categorías Categorías y estratificación - Las principales combinaciones de criterios - Definición de los conglomerados - Principales formas de conglomerados - La persona y el conglomerado Algunos conglomerados y categoJ"Ías norteamericanas . 1: Conciencia de clase de los norteamericanos. 2. Tratamiento desigual de las categorías sociales. 3. Ausencia de movimientos de masas en Norteamérica. 4. Las manifestaciones como conglomerad'os sociales. 5, La población como categoría - Bibliografía

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GRUPOS

y

ASOCIACIONES •

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Características del grupo - Reclutamiento del grupo - Clasificación de los grupos - Bases comunes de los grupos Los principales grupos - Grupos y asociaciones - Los grupos primarios Grupos secundarios - Asociaciones y conglomerados Características de la vida de grupos en Estados Unidos. 1. La decadencia de los grupos primarios. 2. Grupos de presión norteamericanos. 3. Los clubs de mujeres en los Estados Unidos. 4. Las pandillas de muchachos en las ciudades, como grupos primarios. 5. Los sindicatos norteamericanos - Bibliografía

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CoMUNIDADES.

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La pérdida de la comunidad - Valor de la reunión - Relaciones comunitarias - Estructuras de la comunidad El factor económico - El factor étnico - El factor religioso - Comunidades substitutivas

Variaciones de la vida de comunidad en Estados Unidos. 1. La comunidad rural. 2. La comunidad dormitorio. 3. La comunidad étnica. 4. La Iglesia comunitaria. 5. Programas de acción comunitaria - Bibliografía

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índice VI.

LA SOCIEDAD .

Sociedad y sociedades - Definición de la sociedad - Características de la sociedad - Funciones esenciales de la sociedad - Estructura y función de la sociedad - Clasificación de las sociedades - Clasificación según la escritura - Clasificación según el grupo dominante - Sociedades comunitarias y asociativas Peculiaridades de la sociedad norteamericana . 1. Religión y sociedad. 2. El regionalismo y la sociedad norteamericana. 3. La «sociedad» en los Estados Unidos. 4. La sociedad norteamericana y las relaciones internacionales. 5. Complejidad de la sociedad norteamericana - Bibliografía

7 151

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PARTE SEGUNDA: PAUTAS Y CULTURA

VII.

PAUTAS DE CONDUCfA •

La escala de las pautas - Principales tipos- de pautas Variaciones en las pautas de conducta - Las pautas forman los hábitos - Las pautas como normas de conducta Normas explícitas e implicitas - Las pautas de conducta están estructuradas Algunas pautas de conducta norteamericanas 1. Patriotismo y etnocentrismo. 2. Las pautas fuera de la ley. 3. pautas recreativas. 4. Los sondeos de opinión y el público norteamericana. 5. Algunas pautas políticas - Bibliografía VIII.

IX.

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188

ROLES Rol y personalidad social Rol y status - Rol y relaciones - Contenido de los roles - Roles esperados y reales - Sanciones sociales de los roles - La formación de roles sociales - Los roles y el individuo - Clasificación de los roles - Rol clave - El rol general Algunos roles en la sociedad norteamericana L El policía de la ciudad. 2. El viajante de comercio. 3. El deportista profesional. 4. El maestro de escuela elemental. 5. El hombre de ciencia - Bibliografía

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PROCESOS DE INTERACCIÓN.

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Relaciones y roles - El contenido de los procesos - Universalidad de los procesos soéiales - Clasificación de los procesos - Cooperación - Acomodación - Asimilación - Conflicto - Obstrucción - Competición - Compleji-

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índice dad de los procesos sociales - Matriz conceptual de los procesos sociales Procesos sociales en Norteamérica . 1. El valor de la competición. 2. El trabajo en equipo en Norteamérica. 3. El proceso de americanización. 4~ Ejemplos de obstrucción. 5. Reducción al mínimo de los conflictos en los Estados Unidos - Bibliografia X.

INSTITUCIONES

Definición de la institución Institución y grupo - Las funciones de las instituciones - Universalidad y variabilidad de las instituciones - Clasificación de las instituciones Red de instituciones - Instituciones y sanciones sociales El sistema institucional como cultura total Aspectos de las instituciones norteamericanas . 1. La institución axial. 2. La cambiante institución matrimonial. 3. Aspectos de la institución politica. 4. Progreso de la institucionalización. 5. Inconsecuencias institucionales - Bibliografía XI.

CuLTIJRA . La cultura es el producto humano - Definición de cultura - Herencia y ambiente culturales - Proyecto de vida La cultura como ideología - Cambio de cultura Rasgos distintivos de la cultura norteamericana . 1'. Algunos retrasos culturales norteamericanos. 2. La cu1~ tura afro~americana. 3. La cambiante cultura rural. 4. La cultura regional del Sudeste. 5. La cultura india norteamericana - Bibliografía

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PARTE TERCERA: CULTURA Y SOCIEDt..D XII.

VALORES

.

Definición del valor - Criterios de valoración - La fuente de los valores - Valores y pautas de conducta - Valores y roles sociales - Valores como sanciones de la conducta - Valores y procesos sociales - Clasificación de los valores - Funciones de los valores - Conflicto de valores. - Valores últimos Aspectos del sistema norteamer¡'cano de valores. 1. El materialismo norteamericano. 2. Creciente interés por los valores humanitarios. 3. Núcleo último de los valores norteamericanos. 4. Ideologias de valores. 5. Problemas sociales - Bibliografía

295

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índice

xm.

MOVILIDAD

Tipos de migración geográfica Razones de la migraclOn voluntaria - Efectos de la migración. - Tipos de movilidad social - Movilidad de los roles - Circulación de la élite - Canales de la movilidad - Factores de movilidad ascendente - Movilidad y personalidad social Compensación de la movilidad descendente Movilidad social en los Estados Unidos. L Movilidad dentro de la iglesia. 2. Personas desclasadas. 3. Educación y movilidad social. 4. Migración y movilidad social. 5. Éxito y movilidad social - Bibliografía XIV.

XV.

XVI.

CAMBIO Cambios recurrentes y cambios nuevos - Aspectos del cambio - Secuencia de cambios - Cambio planeado y no planeado - Factores de cambio - Cambio y progreso Cambio funcional y estructural - Condiciones del cambio - Invención y difusión - Resistencia al cambio Algunos aspectos de cambio en los Estados Unidos. 1. Explicaciones supersticiosas del cambio. 2. Cambio social radical. 3. Límites del cambio. 4. El cambio engendra cambio. 5. Tendencias en el conocimiento - Bibliografía

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CONTROL SOCIAL .

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Niveles del control Géneros de control - La persona y el control social - Control de grupo - Control institucional - Liderazgo y control social - Comunicación y control social - Social engineering y control social Controles sociales en los Estados Unidos . L Resistencia al control social. 2. Variaciones del control institucional. 3. Conformidad impersonal de los trabajadores norteamericanos. 4. Control politico de la industria. 5. El pIaneamiento social y la moral - Bibliografía

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DESVIACIÓN

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El desviante y el anormal Desviación positiva y negativa - Tipos de desviantes negativos - Desviación y roles sociales - La desviación del rol y la personalidad social Desviación institucionalizada - Situaciones desviantes Grupos desviantes - Grupos marginales - Problemas sociales y progreso La desviación en Norteamérica . 1. El ocio como desviación. 2. Desviaciones en la religión. 3. La ley, freno para la desviación. 4. La pauta del divorcio. 5. Anormalidades mentales - Bibliografía

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10 • XVII.

índice INTEGRACIÓN SOCIOCULTURAL .

Integración estática e integración activa. - Requisitos básicos. - Integración cultural - Integración social - Integración de la cultura y de la sociedad - Factores esenciales de integración - Factores auxiliares de integración - Integración comunitaria y asociativa La integración en los Estados Unidos . 1. Lealtades e integración. 2. Guerra y solidaridad. 3. Competición internacional. 4. Grupos secundarios. 5. Integración simbólica - Bibliografía

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íNDICE DE NOMBRES

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íNDICE ANALÍTICO .

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PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN ORIGINAL

Incluso en una sociedad progresiva y cambiante los princIpIOs básicos de la ciencia sociológica son siempre los mismos y un autor debe tener razones poderosas para revisar un texto que ya se ha revelado útil y ha prestado buenos servicios. En el caso presente podemos s.eñalar modestamente que el producto ha gozado de cierta demanda, como en parte lo evidencian las versiones publicadas en lenguas distintas - alemán~ castellano, italiano, francés y portugués (incluso una traducción latina que, al parecer, circula cic10stilada entre los estudiantes europeos de teología). Razón respetable para mantener este libro en el mercado es que no se trata de un texto propedéutico, ni de divu1gación. Al igual que la primera edición esta introducción a la sociología ha sido pensada como un libro para principiantes. Sin embargo, es una obra de SOM ciologia y no un mero preámbulo al estudio de esta ciencia. No pre tendemos ofrecer una obra sencilla y fácil, a modo de iniciación. El presente enfoque reconoce la complejidad del sistema sociológico y presupone el esfuerzo personal que para dominar la materia ha de hacer todo buen estudiante, aun con la ayuda de los libros de texto, de las cIases y de los profesores. Constantemente usamos y definimos la terminología técnica y no queremos ocultar la dificultad de la materia sociológica con ninguna simplificación condescendiente. La sociología no existe como un enclave autónomo y cultivado, inmerso en el bosque de las demás ciencias sociales; pero veinte años de experiencia en la enseñanza de este curso introductorio nos han hecho sentir vivamente la importancia de sistematizar 10 esencial y de cercenar 10 accesorio. El que quiera estudiar la sociedad deberá inten tar aprender lo que pueda de la biología. econom1a, ética, historia, geo· M

M

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Prólogo a la segunda edición original

grafía y psicología, pero que no piense encontrar mezcladas tales materias en un texto de sociología. Procuramos también no incurrir en ninguna de las variadas tendencias y parcialidades que encubierta o abiertamente hallan acogida en la mayoría de los libros de introduc~ ción a la sociología. Sobre todo se evita el moralizar desde ningún punto de vista particular. El rasgo que debe perdurar a través de las distintas ediciones es el marco conceptual sobre el que se organiza el contenido de la sociología. En vez de la mezcla de temas confusos y demasiado generales que caracterizan algunos textos introductorios, presentamos aquí, en orden lógico, materiales exclusivamente sociológicos. Sistematizar el material sociológico esencial significa sencillamente reunir, definir, esclarecer, clasificar y coordinar los principios de sociología so bre los que están de acuerdo los más empiricos de todos los que cultivan las ciencias sociales, los sociólogos norteamericanos. En el diagrama que a continuación ofrecemos se verá el modo en que sistematizamos los conceptos clave de la sociología. La primera parte del libro comienza con la unidad más elemental de la sociedad, la persona social, y se extiende luego a la más amplia colectividad, la sociedad global. En esta edición, los capitulas que tratan respectiva~ mente de las categorías y de los conglomerados se han fundido en uno solo, y hemos añadido otro nuevo sobre las comunidades. La se~ gunda parte comienza con el componente básico de la cultura, una combinación revisada de las pautas de conducta abiertas y conceptua· les, y se extiende hasta la cultura total. La tercera parte analiza la forma en que la sociedad y la cultura, y sus componentes, están ineludiblemente entrelazados en el sistema sociocultural. Las «lecturas complementarias» que a menudo se recomiendan en los textos de introducci6n, las hemos sustituido aquí por una serie de «estudios originales» a continuación de cada capitulo. Estos escritos tratan de diversos fenómenos norteamericanos que ilustran o aclaran los principios y generalidades contenidas en el capitulo. El concentrarse sobre fenómenos socioculturales concretos ayuda a dar vitalidad a los principios cientificos, dirige la atención hacia un medio análogo a aquel en que vive el estudiante y evita el tener que recurrir a curiosidades exóticas de comportamiento que los sociólogos han re~ cogido entre remotas sociedades primitivas. Cuánto debe este libro a los grandes sociólogos norteamericanos, a los que todavía viven y a los que ya dejaron de existir, salta a la vista en cada una de sus páginas. El hecho que su contenido se pre~ sente como un sistema sociológico de forma que el novel estudiante

Prólogo a la segunda edición original

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Personas.------,------_

Grupos --------t-----l~lnstituciones

stciedad

CUIIJa

pueda asimilarlo denota la deuda a la influencia de los grandes profesores del autor: Gordon Allport, Clyde Kluekhohn, Talcolt Parsons, Roseoe Pound, Pitirim Sorokin, Rupert Vanee, y W. Lloyd Warner. Más inmediata es mi deuda al profesor Lawrence Bourgeois. docente durante muchos años en la Loyola University of The South, cuya pen.etración cientifica sugirió lo mejor de lo revisado en esta segun~ da edición. JOSEPH H. FIeHTBR

Nota editorial: Las razones que el profesor Fichter expone como justificación de las notas sobre sociología norteamericana que siguen a cada capitulo, no son totalmente válidas para el lector español. De ahí que algunas traducciones de esta obra a idiomas extranjeros las supriman. Sin embargo, hemos creído de interés el conservarlas, pues además de ofrecer un viviente ejemplo de cómo se aplican en la práctica los conceptos teóricos que se acaban de exponer, poseen un elevado valor intrínseco como autorizada visión del actual estado de la sociedad norteamericana, con su compleja problemática y su vertiginoso dinamismo.

Introducción ¿QUÉ ES SOCIOLOGíA?

La sociología es el estudio cientifico de los seres humanos en sus relaciones uno con otro. La gente se ha interesado siempre por la otra gente. Periodistas y comentaristas están constantemente reuniendo y difundiendo acontecimientos notables de la vida cotidiana en la so~ ciedad. Los historiadores, en su mayoría, escriben la crónica de cómo actuaron los hombres cuando vivieron en la escena pública. Poetas y escritores se interesan por las relaciones sociales y dirigen su memoria e imaginación a reconstruir el modo en que creen que la gente actuaría dentro de ciertas circunstancias. Filósofos y teólogos especu~ lan sobre cómO' debieran actuar los seres humanos, y su interpretación descansa so bre un fondo de experiencia y conocimientos previos. También el sociólogo se especializa en la gente, pero su tarea va más allá y es más profunda porque consiste en un enfoque científico de la conducta social. El sociólogo debe tener la habilidad del periodista y del historiador, y quizás algo de la penetración del poeta y del filósofo, pero ello no basta. Se distingue de los demás observadores sociales por la manera en que reúne los datos y por el moda en que analiza los resultados de sus observaciones. El enfoque sociológico de la vida de grupo va acompañado de una interpretación sociológica de la misma. El término de «sociología» fue usado por vez primera hace poco más de un siglo por Auguste Comte, un francés, y popularizado por Herbert Spencer, un inglés. Pero ellos no «inventaron» la conducta social a la manera que un químico inventa nuevos productos en un laboratorio. Tampoco las ulteriores generaciones de sociólogos efectuaron «descubrimientos» del mismo modo que los astronautas descubrieron la superficie de la luna. La conducta social estuvo siempre

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¿Qué es sociología?

alli. \La materia real de la sociología - el fenómeno estudiado en este libro - ha persistido a lo largo de la historia del hombre. Los componentes esenciales de la vida social son tan'. viejos como la humanidad. Han existido a veces en formas relativamente simples y elementales, y a veces de manera muy complicada y artificiosa. Este doble hecho de la continuidad esencial y de la semejanza básica hace posible el estudio cient'rfico del comportamiento social. Existen siempre evidentes regularidades y uniformidades. E.stas se pueden observar, describir, analizar e interpretar, y sólo después de haber realizado este trabajo se puede hablar propiamente de sociología. Durante la última media centuria, especialmente en los Estados Unidos, la sociología ha adquirido un cuerpo de información procedente de la investigación práctica, ha hecho bajar de las nubes a sus teorías, y ha conquistado un lugar central en los programas universi~ tarios. Los sociólogos que han aportado los materiales para este libro han hecho tres cosas. Primera, han formuladO' preguntas a la gente. Segunda, han observado metódicamente cómo ésta se comporta. Ter~ cera, han participado en varias formas de vida de grupO'. Lo que hace científico este trabajo es que haya sido sistemático y controlado. Es evidente que ningún adepto de las ciencias sociales puede hablar con toda la gente, observar todas las pautas de conducta, y hacer todo lo que hace la gente en la sociedad. La clave para la reunión del conocimiento científico es la muestra científica. El llamado «universo» de la cultura de los adolescentes en Norteamérica incluye muchos millones de jóvenes. pero es posible obtener conocimientos válidos sobre esta cultura estudiando un segmento debidamente proporcionado de todos los adolescentes. Lo mismo vale para la vida familiar norteamericana, el mundo de la industria y los negocios, los sistemas político y militar. y las instituciones religiosa, educativa y recreativa. Las generalizaciones que efectuamos mediante semejantes métodos de muestreO' nunca son completamente rigurosas porque siempre hay gente que actúa de modo distinto que los demás. Sin embargo, estas generalizaciones poseen una alta prO'babilidad y nos proporcionan un conocimiento que constantemente verificamos. Ello significa que es posible formular predicciones genuinas sobre la conducta social y cultural de los seres humanos. El que podamos. reconocer ocasionalmente conductas erráticas en alguna gente significa que la mayoría se adapta a las expectativas de su sociedad.

El contenido de la sociología

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El contenido de la sociología. La definición de la sociología debe ser tal que la distinga de las demás ciencias sociales. La economia considera las cosas materiales de que tiene necesidad el hombre para vivir sobre la tierra: cómo se producen, se permutan, se distribuyen y se consumen. La ciencia política analiza el poder y la autoridad, las formas en que éstos se emplean y distribuyen para hacer posible una vida pública ordenada. La sociología dirige su atención al hecho humano de «vivir juntos»; estudia las leyes constantes del comportamiento social tal como existe en todas partes en la sociedad. Toma como objeto central de estudio el hecho de las relaciones humanas: todo lo que contribuye a la asociación humana o deriva de ella es materia de estudio para la sociología. Una definición no puede hacer más que identificar la cosa definida. Cuando decimos que la sociología es el estudiO' científico de la sociedad o de las relaciones humanas, o del comportamiento social, nos limitamos a dar sencillamente una idea de su contenido. Todo este libro trata de discutir y desarrollar la definición de la sociología, es decir, versa sobre el contenido de esta ciencia. Como introducción, debe necesariamente ofrecer una vista de conjunto de los conocimientos básicos y esenciales para este estudio. No tendremos tiempo de exponer estudios más especializados, detallados y altamente técnicos realizados por investigadores en la materia. Cuando decimos que la sociología es un «estudio científico», no queremos decir únicamente que es un ejercicio intelectual o un modo particular de abordar ciertos fenómenos humanos. Es ambas cosas a la vez, pero es sobre todo un cuerpo de conocimientos sobre la sociedad. La palabra «ciencia» necesariamente supone que hay algo (contenido) que se estudia y que existe a la vez un procedimiento (método) de estudiarlo. Este libro da un esquema del contenido básico de la sociología y en el modo de presentar la materia emplea ya el método propio del sociólogo. El contenido de la sociología se ha dicho frecuentemente que son los «fenómenos sociales», pero esta designación es demasiado vaga. Es mejor decir que estudiamos la interacción humana, pues la experiencia cotidiana que tenemos de esas relaciones - con la familia, los amigos, los enemigos y los extraños - es la materia básica de esta ciencia. No sólo tenemos cierto modo de reaccionar frente a todas las personas con quienes tratamos, sino que este modo de reaccionar Fichter, 2

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¿Qué es sociología?

es siempre aproximadament~ el mismo. Nuestro comportamiento so· cial está estandardizado y sujeto a pautas. El término «pautas de comportamiento social» expresa una idea primaria en sociología. Las actividades singulares, excepcionales, pri· vadas de los hombres nos interesan sólO' secundariamente; nuestra atención se dirige a las relaciones sociales en cuanto se desarrollan en un orden constante. El viaje a la luna del astronauta interesa me· nos al sociólogo que los viajes regulares de pasajeros en las líneas aéreas comerciales. En suma, el sociólogo estudia la repetición rutinaria de la conducta social.

El marco conceptual.

El comportamiento social es concreto, es decir, personal, entre individuos de carne y hueso, en tiempos y lugares determinados. Sin embargo. para comprender este comportamiento, necesitamos formar conceptos que respondan a la semejanza que tienen los actos de comportamiento en cualquier parte del mundo. Sabemos a qué nos referimos cuando hablamos de sistema educativo, a pesar de que las costumbres escolares difieran en China y Chile. Sabemos qué es una familia, a pesar de que los payeses de Francia difieran de los suburbanistas norteamericanos por lo que atañe a su conducta familiar. Las amplias conceptualizaciones de este tipo' indican que el sociólogo puede pensar sobre el comportamiento humano en términos de especie, y no simplemente de actos humanos específicos. La interacción social se desarrolla en la vida cotidiana concreta, mas para analizarla y comprenderla necesitamos aprender a conceptualizarla. Esto significa que hemos de entrenarnos a abstraer de los sucesos concretos las generalidades esenciales. Sólo entonces podemos distribuir y ordenar estas abstracciones o conceptos, el contenido de la ciencia, en un marco lógico. Veremos cómo se interconectan estos conceptos clave para construir mentalmente el sistema sociocultural. Una rápida y somera descripción indicará las estructuras paralelas de la sociedad y la cultura. Por ejemplo, al observar a los hombres en sociedad advertimos ciertas pautas de comportamiento social que cristalizan en torno a la función social que pretenden desempeñar. Este conjunto de pautas se expresa conceptualmente como el rol social que desempeñan los individuos. Así el rol social del estudiante y el del profesor se regularizan y modelan diferentemente. Cada uno actúa en una forma prevista y hacia los objetivos a los que tienden las accio-

¿Estudiamos cosas reales?

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nes que realiza. Pero la conceptualización va más lejos. Si se reúnen todos los papeles sociales estandardizados o uniformados que con~ vergen en una función social determinada, tenemos la institución social. Finalmente, todas las instituciones, combinadas como un todo y exis~ tentes en un determinado pueblo, se designan conceptualmente como la cultura. No debemos olvidar que vamos a estudiar no sólo las pautas so~ ciales, sino también las personas sociales. El estudiante y el profesor se .asocian y operan el uno sobre el otro en las relaciones humanas, lo cual sucede dondequiera que existen papeles sociales recíprocos. Estas relaciones humanas se desarrollan en grupos sociales en los que las personas cooperan entre sí para satisfacer las necesidades sociales. Tales necesidades sociales son muchas y variadas. por lo que nos vemos obligados a reducir a conceptos y a clasificar una gran varie~ dad de grupos. Los grupos más importantes de la sociedad emplean instituciones sociales de análoga importancia. Así las personas incluidas en los grupos educativos siguen las pautas y representan los ro~ les que corresponden a la institución de la educación. Si todos los grupos se reúnen bajo el concepto de una totalidad coherente y funcionante, tenemos la abstracción denominada sociedad. Esta descripción a grandes lineas muestra que cada sociedad tiene su propia cul~ tura peculiar.

¿Estudiamos cosas reales?

Cuando hablamos del marco conceptual de una ciencia, habla~ mos, naturalmente, de abstracciones generales que existen en nuestra mente. Pero si nuestros conceptos no son reales, si no responden al sistema social y cultural concreto en el que viven los seres huma ~ nos, no nos sirven para un estudio científico. El objeto de estudio de la sociología existe efectivamente en el orden real, pero la función del sociólogo, en cuanto científico de 10 social, no consiste en evaluar la realidad concreta de los fenómenos sociales. Los acepta como. datos de hecho., dejando para los filósofos los problemas fundamentales de su existencia y esencia. Lo que queremos decir es que la conducta humana tiene muchas dimensiones y que los seres humanos pueden estudiarse desde mu~ chos puntos de vista. El físico no es un sociólogo, ni tampoco lo son el dentista, o el psiquiatra, o el abogado, aunque para cada uno de estos especialistas pueda ser útil una base de conocimiento socio~

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¿Qué es sociología?

lógico. Lo que aquí tratamos de hacer consiste en abstraer la dimensión social de la conducta humana y centrar en ella nuestra atención. Este problema de la realidad de lo social es de gran importancia para quien comienza el estudio de la sociología. Fácilmente pueden ofuscarle cie~tos aportes de la literatura sociológica que van mucho más allá del campo de la sociología. Esto sucede con ciertos estudios pseudometaflsicos y especulativos que niegan la existencia de las normas objetivas de comportamiento y particularmente la de los valores sociales. Este problema de la realidad de lo social está relacionado con las numerosas imágenes que en forma de «analogías» se han empleado para describir y explicar la vida social. Se lee, por ejemplo, que la sociedad y la cultura constituyen un «organismo» o «superorganismo» que tiene sus fases regulares de nacimiento, crecimiento y decadencia. Se dan explicaciones mecanicistas con «energías» y «fuerzas», como si los hombres en sus relaciones humanas fueran otras tantas piezas de una gigantesca máquina denominada sociedad. Existen explicaciones psicológicas que parten de la premisa de que una especie de con~ ciencia colectiva es el hecho central de la vida social. Una analogía es una comparación entre dos objetos que son en parte semejantes y en parte diferentes. Si las semejanzas sólo se des~ tacan para ilustrar las cosas con más claridad, resultan relativamente inofensivas, pero la terminología de la ciencia social ha alcanzado ya tal grado de desarrollo, que estas analogías no tienen por lo re~ guIar la menor utilidad. Las explicaciones biológicas, mecánicas y psicológicas de la sociedad y de la cultura son erróneas en sí mismas. Es un hecho' objetivo que la realidad social no se puede reducir a términos de biología, de física o de psicología. Pero esto no quiere decir que los fenómenos sociales existan en el vacío y que estén com~ pletamente divorciados de los otros aspectos de la realidad.

Distinción entre la sociología y las otras disciplinas. La sociología ha logrado su madurez como ciencia no sólo porque con la investigación y la teoría ha descubierto y ordenado los hechos de la vida social. En este proceso de elevación a un rango científico la sociología se ha depurado también gradualmente de sus interpre~ taciones «analógicas». Sin salirse de su campo científico, el sociólogo ha aprendido del filósofo los hechos básicos de la analogla del ser.

Distinción entre la sociología y las otras disciplinas

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Igualmente aprende de otras disciplinas ciertos prerrequisitos del conocimiento que 10 guardan de interpretar mal la auténtica materia de la sociología. Éstos se pueden designar como requisitos «extra», pues están fuera del campo de la sociología y sólo son preliminares. La distinción que existe entre la sociología y las otras disciplinas académicas se apreciará mejor con unos ejemplos. El estudiante de sociología, por ejemplo, ha de aprender del biólogo los hechos de la herencia. No cabe duda de que la herencia fisiológica influye en diversos aspectos del comportamiento cultural. Igualmente es un hecho el influjo que sobre las pautas de comportamiento ejerce el ambiente físico, con el clima, el suelo y los otros aspectos geográficos. El sociólogo se dirige al geógrafo en busca de la necesaria información sobre los hechos de esta ciencia. i.as disposiciones psíquicas humanas influyen en el comportamiento social. El campo de la psicología individual difiere totalmente de la sociología, pero le suministra importantes y fundamentales enseñanzas al sociólogo. Lo mismo se puede decir de la ética y de la moral, cuyos especialistas han desarrollado importantes principios y conceptos. Toda persona instruida debiera tener un mínimum de conocimientos en estas variadas disciplinas académicas. Nadie puede ser exclusivamente un «puro» sociólogo. Una especialización adecuada en cualquier campo del conocimiento requiere una vasta cultura general. La de ser un científico, circunscrito a una determinada esfera del conocimiento, es sólo una de las múltiples funciones que el sociólogo, como ser humano, desempeña en la sociedad. La sociología es una ciencia claramente definible, un campO' en el que el estudiante puede lograr un conocimiento especializado, pero esta especialización no debe fomentarse a expensas de una formación más general. Las otras disciplinas le proporcionan importantes conocimientos que el sociólogo debe aceptar como si fueran postulados. Los datos ofrecidos por la filosofía, la biología, la geografía, la psicología y la ética, los ha de aceptar el sociólogo como cosa examinada y probada en los respectivos campos. Estos hechos son postulados para el sociólogo, no para los expertos en cada una de las materias respectivas. El concepto enciclopédico de la sociología, que lO' abarcaba todo, hace tiempo que ha sido ya abandonado. El especialista en las ciencias sociales no se dedica_ a investigar y probar que el hombre tiene ca pacidad de gobernarse a si mismo, que existen valores morales objetivos, o que es diferente bajo muchos aspectos la estructura fisiológica de las distintas personas. El que estudie la sociedad debe conocer estas cosas, pero no ha de esperar que se las enseñe el sociólogo. R

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¿Qué es sociología?

¿Hay algo constante? El estudiante de sociología al principio se ve con frecuencia desconcertado por la amplia información que recibe sobre la variedad de pautas de comportamiento en las diferentes sociedades. Oye y lee tanto sobre las variedades en las costumbres sociales, que se pregunta si realmente existirán uniformidades. Según vayamos progresando en el estudio de la sociología veremos que existen algunos elementos constantes en toda sociedad y en toda cultura. De hecho, los llamados principios de sociología, que forman el contenido de este libro, son los elementos constantes y universales. Basta leer los títulos de los capítulos para ver cuáles son éstos. El que se dedica al estudio de la sociedad debe aprender a distinguir entre las semejanzas constantes y las diferencias variables. En toda cultura deben estar presentes las instituciones básicas, y toda sociedad debe contar con los correspondientes grupos básicos en los que las personas actúan conjuntamente en busca de los fines sociales. Se puede decir que la presencia de tales uniformidades forma parte de la naturaleza de la vida social. Dichos grupos e instituciones fundamentales - familiares, educativos, recreativos, económicos, religiosos y politicos - se hallan dondequiera que el hombre vive en vida social organizada. Los componentes de estas instituciones y grupos, tal como se describen en este libro, están también necesariamente presentes en todas partes_ El investigador de la sociedad no debe buscar con tanto empeño las semejanzas esenciales de comportamiento que llegue a confundirlas con las que son meramente accidentales. Las elecciones en Polonia y en Inglaterra, por ejemplo, son grosso modo lo mismo en su apariencia exterior, pero es completamente distinto su significado social. Tampoco debe dejarse engañar por ciertas diferencias accidentales. El hecho de que el norteamericano salude por la calle sin ninguna ceremonia, mientras que el japonés se inclina ante las personas con quienes se encuentra, no quiere decir que el americano carezca de cortesía. El hecho de que en una sociedad estén prohibidas las bebidas alcohólicas y en otra sociedad se sirva el vino en cada comida, no significa que un pueblo sea mejor que el otro. Debemos aceptar por igual la uniformidad y la variabilidad, la permanencia y el cambio. Las múltiples variaciones de las constantes sociológicas en los diferentes lugares y en los distintos pueblos indican sencillamente que la sociedad y la cultura son extraordinariamente

¿Existen valores?

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flexibles. En una sociedad reciben los niños toda su educación formal de sus padres y de sus tíos. En otra se envía a los niños en grupo a una persona especializada en la educación. La rutina diaria del árabe que riega sus palmeras en el Sahara parece muy diferente de la actividad del esquimal que caza focas en Alaska. Lo importante es que las instituciones educativas y económicas existen en todas las culturas. En todas las sociedades existen las mis~ mas necesidades sociales básicas, aunque la manera de satisfacerlas difiera notablemente.

¿Existen valores?

Este problema de constantes y de variables está estrechamente relacionado con la relatividad de los valores. Si hay tanta variedad a través del mundo y si la gente satisface sus necesidades en formas tan diferentes, ¿habrá algo que tenga valor permanente en la vida social? El estudiante es una persona con responsabilidad moral y, en cierto sentido, un ciudadano del mundo. Es responsable de su propio comportamiento y, naturalmente, le afectan el bien y el mal de toda la sociedad. Evidentemente esto es una cuestión de conciencia, de ética y de moral; el estudio científico de la sociología la plantea a menudo, pero no puede satisfacerla. Desde un punto de vista científico, la sociología no está encuadrada en ningún sistema particular de moral. La ciencia social en sí misma no puede ser democrática ni totalitaria, no puede ser cristiana ni mu~ sulmana. El sociólogo, como científico, se esfuerza en evitar todo juicio moral sobre las culimas y las sociedades que estudia y analiza. Observa que los sistemas de valores difieren de una sociedad a otra y hasta de un grupo a otro dentro de la misma sociedad. Si dice que un sistema es tan «bueno» como otro o que algunos son «peores» que otros, formula un juicio de valor que brota de su función moral más bien que de su función científica. Los valores sociales son esos elementos que los miembros de la sociedad consideran como muy importantes y dignos de estima y con~ forme a los cuales ajustan su conducta. Probablemente nadie que esté estudiando la sociedad podrá ser completamente imparcial en su acti~ tud frente a los valores sociales. Sería, por ejemplo, una puerilidad suponer que un sociólogo no reconoce la diferencia moral entre una pan~illa de criminales y una asociación piadosa. Probablemente no habrá sociólogo que pueda expurgar de sus lecciones y escritos los

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valores que él admite personalmente. Los mismos adjetivos que usa revelan que capta la diferencia moral entre un sistema «opresivo» de trabajo de los niños y un sistema «libre» de relaciones en la organización del trabajo. Bsto quiere decir que incluso el puro científico, como debe serlo todo sociólogo, no puede divorciarse completamente de la cultura en que él mismo se halla envuelto, Sus propios valores personales reflejan en cierto modo los valores sociales de la cultura que ha hecho de él un miembro social. Es importante que quien comienza a estudiar sociología caiga en la cuenta de este hecho a la vez que se esfuerza por ser imparcial y objetivo. Nos ocuparemos más detalladamente de esto cuando tratemos del etnocentrismo, que es la tendencia a enjuiciar a otros grupos conforme a las normas y valores admitidos en nuestro propio grupo. Es parte de la misma naturaleza de la vida personal y social el tener valores y obrar conforme a ellos y precisamente este hecho le impide con frecuencia al sociólogo comprender y analizar las diferentes clases de sistemas de valores. Los valores sociales son las normas o el criterio conforme al cual ordenan su comportamiento los miembros de una sociedad. Entre las familias conservadoras francesas, por ejemplo, la única manera «correcta» de contraer matrimonio consiste en conformarse a los deseos de los padres. Por el contrario, en los Estados Unidos, muchos jóvenes creen que la única manera «correcta» de contraer matrimonio consiste en seguir el mutuo amor romántico. El mismo sociólogo, que está bajo el influjo de los valores de su sociedad mucho antes de ser hombre de ciencia, no es tan imparcial como él quisiera. Aun su comportamiento más científico supone dos juicios de valor: a) la investigación científica es una actividad valiosa; b) el hombre en sociedad es el objeto propio de tal investigación. El sociólogo que haya crecido en una sociedad que deteste el canibalismo y proteja a los niños tenderá a reflejar sus actitudes al escribir sobre una sociedad que practique el canibalismo y el infanticidio. El problema de la fundamentación última de los valores desborda los límites de la sociología. La cuestión sobre la existencia de un cuerpo de principios de valor objetivos e irreducibles no forma parte de su estudio. En la vida social de hoy se observa en todas partes una relatividad de los valores sociales; lo que es muy valioso para una sociedad, otra lo estima sin valor y hasta perjudicial. Esto lo admite sin dificultad el sociólogo. Él estudia el hecho social de la existencia de los valores, los analiza e interpreta. Es un estudio absorb.ente: comprender cómo se originan y se desarrollan estos valores, qué fun-

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ción desempeñan, qué efecto producen en la sociedad, hasta qué punto influyen en la vida de la gente. Para franquear este límite y dar un juicio sobre su validez definitiva e inmutable, se requiere la ayuda de los expertos en ética.

La sociología, materia de estudio difícil.

Acostumbrados a las facilidades mecánicas de nuestra moderna generación, tendemos a olvidar los enormes problemas que hubo que resolver para hacerlas posibles. Es cosa sumamente sencilla dar vuelta al botón de un aparato de radio o de televisión, de un dispositivo de aire acondicionado o de una nevera, marcar un número de teléfono o subir las pasarelas de un avión. La sencillez de estas acciones obtiene los mismos efectos, percatémonos o no del complejo sistema de co~ nacimientos técnicos y de medios de producción que ha hecho que la acción sea tan sencilla para nosotros. De la misma manera son muy pocos los que se dan cuenta de los factores y elementos que hacen posible un sistema viable de cultura social. El estudiante, 10 mismo que cualquier otra persona, ha estado haciendo estas cosas toda su vida; ha seguido pautas de conducta, ha admitido valores sociales, ha vivido en grupos sin prestar gran atención a estos hechos. Se sorprende al enterarse de que la socio~ logía es uno de los estudios más difíciles que puede abordar el espíritu humano. Esta dificultad proviene de tres hechos principales: a) la complejidad de la materia objeto de la psicología; b) la actuación de múltiples causalidades en la sociedad y en la cultura; e) la variabi~ lidad e inestabilidad de las soluciones de los problemas sociales. a) La complejidad de la sociología. El principiante no suele percatarse de cuán sumamente complejas son la sociedad y la cultura, incluso en las llamadas formas sencillas o primitivas de vida asociada. Las pautas de comportamiento se han heredado de generaciones precedentes, y el individuo se acostumbra gradualmente a ellas sin analizarlas ni compararlas con las pautas culturales aceptadas por otras sociedades. Sólo cuando comienza a estudiar las variaciones y las combinaciones de pensamiento y de acción social que son posibles a los seres humanos, cae en la cuenta de su variabilidad y complejidad. El análisis sociológico es difícil por ser tantos los elementos de la situación social a que hay que atender simultáneamente. Ni siquiera se puede comprender, por ejemplo, el concepto tan frecuentemente empleado de «institución social» si no se tiene bien en cuenta que una

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institución es una intrincada red de pautas de pensamiento y conducta diferentes pero coordinadas, que a su vez van dirigidas a fines sociales y están regidas por valores sociales. Hay además interferencias entre las diferentes instituciones de una cultura y es difícil comprender una institución. como la educativa o la familiar sin tener también algún conocimiento de las otras instituciones principales de la cultura. Otro ejemplo que hace al caso es la imbricación de los distintos roles sociales de las diferentes personas en una misma situación social. El rol de hija no se desempeña en el vacío. Los modos de proceder y de pensar de una hija en una familia están relacionados con las actuaciones de los otros miembros de la misma familia. Hay una reciprocidad de derechos y deberes, de pautas previstas de comportamiento, entre padre e hijo, entre hermana y hermano. Si bien los roles del uno difieren necesariamente de los del otro, entre todos ellos hay una necesaria correlación. Asimismo la persona social individual es un complejo de múltiples roles sociales. Cada rol difiere algo según el grupo social y la situación en que se desempeña, pero la persona sigue siendo siempre un individuo humano integrado. b) Causalidad social múltiple. El mismo problema de la multifor· midad y complejidad se le presenta al sociólogo en relación con los medios y los fines, es decir, con las razones por las que se hacen las cosas y con los modos de hacerlas. Para quienquiera se dedique diligentemente al estudio de la sociedad, es cosa obvia que los hechos sociales no suceden «porque sí». La teoría de que la sociedad y la cultura se desenvuelven en fases regulares y progresivas hace ya tiempo que fue abandonada por los sociólogos. No obstante, persisten todavía algunas teorías deterministas, especialmente entre los profanos en ciencia social. Se presentan con frecuencia bajo la forma de una teoría de causalidad única, es decir, una concepción que atribuye el sistema total de cultura social. o una parte del mismo, a una sola causa universal. En la conversación corriente oírnos con frecuencia explicar los fenómenos sociales por una única y soberana causa. Se oye decir, por ejemplo, que el problema de las relaciones raciales en Norteamérica se debe a la inmoralidad de los negros. O que el clima hace que los estados del Sur sean conservadores en política. O que la automatización ha causado la secularización de nuestra cultura. O que Wall Street es responsable de las depresiones económicas. O que una conspiración comunista está subyacente en la agitación estudiantil. Es casi inagotable la lista de estas simplistas «explicaciones». La explicación de las cosas por la causalidad única es probablemente el error más propagado y pertinaz en el pensamiento social

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de la gente. Este error parece obedecer a dos razones principales. En primer lugar, la «explicación» simplista es la respuesta más fácil a la compleja cuestión de las relaciones humanas. El pensador perezoso capta la que a él le parece la respuesta obvia. En segundo lugar, la gente carece con frecuencia de conocimientos científicos acerca de la sociedad y de la cultura. Esta ignorancia va a veces acompañada de arrogancia y prejuicios. El estudio de la sociología es un antídoto importante para la ignorancia y la presunción a la vez. Casi todos los asuntos de relaciones humanas, desde una cuestión sencilla como puede ser el cuidado de los niños hasta las decisiones más serias del presidente de una corporación, tienen como fundamento toda una serie de factores conexos. La gente no actúa simplemente «por instinto»; no improvisa una decisión sin disponer de una cantidad apreciable de experiencia social y cultural preliminar. Incluso la teoría de que los grandes hombres causan el cambio histórico se ha visto matizada por la constatación de que los mismos líderes son producto de su cultura y por tanto tan sólo pueden operar en los límites de su ambiente sociocultural. e) La inestabilidad de las soluciones sociales. Además de la complejidad y la múltiple causalidad de los fenómenos sociales, existe también la dificultad de los cambios en la sociedad y en la cultura. El cambio es un hecho social siempre presente dondequiera que viven juntos seres humanos, que además se complica por lo variable que es tanto en su intensidad como en su dirección. Aun las sociedades tradicionales y conservadoras que parecen ser casi estáticas, están constantemente sujetas a adaptaciones y variaciones. En este sentido el cambio social es en si mismo una de las constantes sociológicas y más adelante 10 estudiaremos con mayor detalle. El fenómeno del cambio presenta un interminable desafío al sociólogo. A diferencia del geólogo, que puede demostrar con fija evidencia los estratos sucesivos de la corteza terrestre, el sociólogo descubre que la sociedad contemporánea no permanece «fija». Los demógrafos aprendieron ya esta lección al predecir las curvas de población. Los llamados «futuristas» descansan sobre terreno seguro al predecir el estado de la tecnología a finales de siglo, pero sólo vagamente pueden especular sobre qué cambios socioculturales resultarán del impacto del incremento en la tecnología. El hecho del cambio no desmiente la presencia de estructuras y orden en la sociedad, pero hace más difícil todo el estudio de los problemas sociales. Hay muchas causas que influyen para producir este cambio, la más. importante de las. cuales parece ser la capacidad

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de selección y de decisión que posee el hombre. Una «sociedad libre» es una sociedad más dinámica porque la persona social individual tiene mayor margen de iniciativa en sus pautas de comportamiento social. El viejo problema filosófico de la unidad y la diversidad en el mundo está aquí presente en la moderna forma científica de CO~ ordinación entre funciones y estructuras sociales. La sociología no es reforma sOCÍal, pero los principios esenciales de la sociología son prerrequisitos para cualquier solución de los problemas sociales. Naturalmente, es de desear que se hallen «soluciones» para los problemas de la sociedad y que se establezcan ciertos principios universales de vida social. Pero en las situaciones concretas de la vida social hallamos siempre ciertos individuos y grupos que se desvían, que no pueden «encerrarse» en nuestras cuadriculadas cate~ gorías y que no actúan conforme a los principios descubiertos por la ciencia social. No existen causas únicas de los fenómenos sociales, ni soluciones permanentes para los problemas sociales; y ésta es la razón por la que los proyectos artificiales de las utopías de la sociedad tienen tan poco interés para el sociólogo.

Política social e investigación sociológica. Un estudiante puede dedicarse a la sociología tan sólo por la ciencia en sí misma, porque desea conocer mejor los problemas de la sociedad y de la cultura. Puede además dedicarse al conocimiento de la vida social porque este conocimiento enriquece su espíritu, le da una comprensión más penetrante de su pueblo y le facilita una objetividad más satisfactoria en su modo de juzgar a los demás. Es un hecho indudable que en estas últimas décadas la investigación de los sociólogos ha acumulado un enorme acervo de conocimientos. El estudiante moderno puede fiarse de la validez de esa información sociológica sin verse ya obligado a escoger entre un cúmulo de puras especulaciones. Pero el estudiante es también una persona moral y un ciudadano~ es actor encargado de los variados papeles sociales que su sociedad le impone. En este sentido no le satisface el mero conocimiento. Como persona inteligente e interesada busca probablemente la aplicación de los conocimientos sociológicos a las situaciones sociales en que él mismo vive. Esta trasposición no la puede hacer ningún libro ni ningún profesor, sinO' sólo el estudiante mismo. Una persona puede estar muy versada en sociología y al mismo tiempo tener un comportamiento social aberrante, de la misma manera que un hombre con

¿Para qué estudiar sociología?

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profundos conocimientos teológicos puede ser a la vez un gran pecador. o un experto economista puede derrochar locamente su dinero. Se puede decir en general que el estudio y la investigación se orientan casi siempre en definitiva a «hacer mejor las cosas». En un curso introductorio de sociología se debe insistir en el conocimiento de los hechos que ha puesto de relieve el largo trabajo de investigación llevado a cabo por los sociólogos. Éste es el aspecto científico de cualquier estudio: obtener un cuerpo de conocimientos exactos y universalmente verdaderos que se puedan estudiar en forma sistemática y sobre los que se posea un alto grado de certeza. El aspecto humano y personal de todo estudio es hacer que éste sea útil y fructuoso. El estudio sociológico ayuda al individuo y a la sociedad a conseguir mejores relaciones sociales. Un proyecto de mejoras sociales es prácticamente imposible sin el conocimiento cientifico que da la sociología. El término «reforma social» ha quedado un tanto «pasado de moda» por sus aparentes resonancias moralistas. Hoy día se usa más bien su sinónimo «política social». Sea cual fuere el término empleado, el hecho es que el administrar y el planear son elementos esenciales en una vida social organizada. La política social supone, pues, la aplicación inteligente de la ciencia sociológica. Mucha de la planificación social del pasado se hizo a base de agudas conjeturas y tanteos. Toda familia, escuela e iglesia, todo 'club, empresa y ayuntamiento hace sus planes para el futuro, trata de resolver sus problemas, administra su personal, delimita y se esfuerza por conseguir su propia finalidad social. Todo esto no es más que poUtica social, y es mucho más inteligente y productivo realizar estas funciones basados sobre un conocimiento exacto y legítimo proporcionado por la sociología que a base de ensayos a la buena de Dios, con aciertos y errores.

¿Para qué estudiar sociología? Damos por supuesto que la mayoría de los lectores de este libro son estudiantes universitarios. Lo que acabamos de decir acerca de la investigación sociológica y la política social responde a la pregunta sobre la importancia del estudio de la sociología. Son relativamente pocos los estudiantes que llegan a ser sociólogos de profesión; pero todos los estudiantes viven en la sociedad y cada vez se hallan más implicados en diversas funciones sociales una vez que terminan su

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formación académica. Cuanto más influyente haya de st.1.~"'tlDa persona después de sus años de estudios, tanto más útiles e importá).,tes serán para ella los estudios sociológicos. La mayoría de estudiantes universitarios conocen a sociólogos como profesores, y, como es de suponer) cuatro de cada cinco sociólogos se dedican profesionalmente a la enseñanza. Pero inclusO' éstos tienden a volverse especialistas en la investigaci6n y en la asesoría. Estudian la conducta humana en el gobierno, la industria, la enseñanza, las parroquias y los barrios. Se dedican a los problemas sociales de la pobreza, la discriminación, la afición a las drogas, y otras formas de delincuencia. En una sociedad cada vez más compleja y cargada de problemas la profesión sociológica continúa atrayendo nuevos m1em~ bros e incrementando su prestigio y utilidad. La necesidad de sociólogos profesionales bien preparados es imperiosa en la sociedad norteamericana. Todos tenemos que vivir siempre en sociedad, asociados con los demás y desempeñando funciones sociales, y es evidente que los estudios sociológicos son una ayuda básica en cualquier carrera y profesión. La abogacía, el periodismo, la enseñanza, el comercio, la administración de empresas, la predicación, la política y cualquier otra ocupación en la que se tenga que «tratar con personas», exige un conocimiento nada vulgar de las relaciones humanas en la sociedad. Incluso la actuación en la familia, en la vecindad, en la comunidad es más inteligente y se realiza con más éxito si está basada en un conocimiento científico de la sociología. No le corresponde al sociólogo discutir si es el conocimiento o la bondad el elemento más importante en el funcionamiento de una «buena sociedad». Es de suponer que toda persona consciente de su responsabilidad se interesa por Un «mundo mejor», pero en último análisis las mejoras sociales no se consiguen sencillamente con sólo quererlas, ni con buenas intenciones y ni siquiera con la práctica constante de la virtud social. Hay una gran diferencia entre la virtud pasiva y la virtud activa, entre aceptar los cambios sin reflexionar y promover inteligentemente los cambios. Las personas de elevado nivel ética son elementos muy deseables en toda sociedad, pero si ignoran el análisis técnico de los papeles sociales y de las instituciones, de los procesos y de las funciones, probablemente contribuirán muy poco a un inteligente progreso social. Un conocimiento seguro de los fenómenos sociales es un prerrequisito esencial y básico para una sociedad mejor, y esto es lo que ha de ofrecer un libro de texto de sociología.

Bibliografía

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Parte primera

PERSONA Y SOCIEDAD El enfoque conceptual dado a este estudio introductorio de la sociología parte de la idea de que las personas sociales forman la unidad de la sociedad y las pautas de comportamiento la unidad de la cultura. En esta primera parte empezarnos por la unidad más elemental, la persona, y, pasando por las diversas formas en que está asociada con los otros, llegamos a la sociedad total. Analizamos en primer lugar la persona social y el proceso de socialización de la misma (r), luego la posición social de la persona y la manera como alcanza esta posición en la sociedad (n), después las diversas maneras como se sitúan las personas en categorías y conglomerados sociales (HI), en grupos y asociaciones (IV) y en comunidades (v). El último capítulo de esta parte trata de la sociedad como un todo (VI).

Fichter, '3

1 LA PERSONA SOCIAL

Parece lógico, al inaugurar un nuevo campo de estudio, el empezar por la unidad más pequeña y a partir de ella ir ampliando el campo. Sugieren algunos sociólogos que la unidad más pequeña del sistema sociocultural global es el acto social, es decir, la interacción, o relación, o proceso, entre dos personas, entre una persona y un grupo, o entre dos o más grupos. Otros sociólogos prefieren conceptualizar el sistema global de la interacción humana a partir de su composición en tres amplios sectores. En cada uno de tales enfoques la cuestión central es la conducta social de los seres humanos. Por tanto, el punto de partida de la sociología debiera ser la persona social - no el individuo aislado, sino la persona en sus relaciones humanas con los demás - . Luego será científicamente esencial el obtener una clara comprensión de la persona social, de su naturaleza, sus potencialidades y talentos. La imagen global del orden social, o del sistema sociocultural, podría deformarse si la imagen del hombre de que partimos fuera vaga o también deformada. La unidad física irreducible de las categorías. conglomerados. grupos sociales y sociedades es el hombre - el ser humano, el individuo humano, la persona. Todos estos términos son sinónimos y en este libro los usamos indistintamente. Se oye hablar a veces de la «conducta social» análoga de las hormigas, abejas, gallinas y de los primates. Por muy curiosos e interesantes que sean, al sociólogo no le interesan los niveles infrahumanos de vida, los instintos gregarios, o la vida en horda, o los brutos. No cabe duda de que el hombre es el único «animal social» que aquí estamos estudiando, y su comportamiento social no es simplemente una serie de reacciones instintivas y predeterminadas ante los estímulos ambientales.

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l.

La persona social

Definición de la persona. El ser humano se reconoce como distinto de los seres infrahumanos y no humanos por su capacidad de pensar en términos abstractos, de elegir y de tomar decisiones. Puede evocar el pasado, y reflexionar sobre sus propias acciones y reacciones, y sobre el sentido de la conducta ajena y de la propia. Puede hacer proyectos y formular planes para el futuro. No podemos llamar horno sapiens a ninguna otra especie. Es responsable de su propio comportamiento y puede adquirir

un sentido de responsabilidad para con los demás. Será por tanto horno sapi'ens, aunque no siempre obre cuerdamente, y también horno socius, aunque a veces adolezca de sociabilidad. La sociedad y la cultura carecen científicamente de sentido si no se hace referencia a estas facultades y aptitudes del ser humano. Desde luego, la experiencia y la observación personal enseñan que no

todas las personas son igualmente sociales ni tienen igual inteligencia y voluntad. Ni todos hacen el mejor uso posible de su inteligencia y demás cualidades. Algunos, como los imbéciles e idiotas, no pueden nunca desarrollar estas cualidades humanas. Otros se convierten en vagabundos, criminales o en otras clases de tipos asociales. Sin embargo, en todos estos individuos existe la posibilidad de un comportamiento social normal, uniformado, por lo cual todos ellos son también personas. El ser humano es una unidad física, individual, distinta e identificablemente separada de todos los demás seres humanos y no humanos, animados o inanimados. Por otra parte, esta «unidad» de la persona humana no quiere decir que sólo se la pueda estudiar desde un único punto de vista. La persona tiene diversos «aspectos» o facetas. Es un ser singular e independiente. pero también compuesto y complejo. La persona humana, como unidad fisiológica, es objeto de estudio de la biología, de la anatomia, de la bioquímica, de la patología y de otras ciencias. Como unidad moral, puede obrar bien o mal, y en este sentido es objeto de estudio de la ética, de la moral, de la teología, del derecho y de otras disciplinas. Como unidad psicológica es estudiada por psiquiatras, psicólogos y psicoanalistas. Esta variedad de aspectos no significa que haya diferentes clases de personas ni que la misma persona se pueda dividir en compartimientos separados. El ser humano estudiado en todos estos diferentes aspectos es la misma persona que estudia el sociólogo, pero en un aspecto diferente.

La persona social

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La persona sodal.

Todos los seres humanos, en cuanto se distinguen de los animales, son personas sociales. Los términos «racional» y «social» no son sinónimos, pero una de estas cualidades no existe sin la otra. El mero hecho de decir que un individuo es una persona racional implica necesariamente que es una persona social. 'Éstas son características exclusivas de las personas. Cuando decimos que los animales irracionales aprenden o que son sociales, hablamos sólo por analogía. Cuando el sociólogo dice que las personas son sociales, no quiere decir que sean sociales, agradables, corteses, cultas y refinadas. No se refiere sólo a los «eventos» y personas de que se habla en los «ecos de sociedad» de los periódicos. Limitar las palabras «social» y «sociedad» a las .actividades recreativas o a las virtudes de afabilidad y hospitalidad, es una restricción de su significado pleno. El término «social» deriva del latín socius, que significa compañero o asociado. La potencialidad para ser un socius y para aprender a obrar como tal es innata en el hombre, y se la llama a veces «socialidad». La persona es social en el sentido de que no sólo tiene tendencia a relacionarse con otras, sino también necesidad de relaciones humanas. Así pues, la ciencia social estudia a las personas únicamente en este aspecto. E1 investigador de la sociedad se interesa por las formas en que las personas se relacionan con otras personas. El hecho de que la persona es una unidad sociológica, que puede estudiarse y se estudia sólo en este aspecto, debe tenerse presente como punto ceno tral de referencia en la lectura de este libro. ¿Qué es 10 que determina la manera de actuar de la gente? l.Por qué se encuentran algunas regiones altamente desarrolladas mientras que otras sufren del subdesarrollo? ¿Por qué perduran tribus primitivas en un mundo tan civilizado'? Una de las respuestas erróneas y precipitadas a estas preguntas ha sido el factor de la herencia biológica. Ésta es la explicación que proponen los racistas, que mantienen que algunas gentes son naturalmente superiores y otras inferiores con respecto a sus capacidades tanto mentales como físicas. No cabe duda de que existe suficiente información científica para mostrar que los individuos difieren sensiblemente por el tipo físico heredado de sus padres y que tal diferencia afecta a la manera de o brar en la sociedad. No disponemos de conocimientos seguros, sin embargo para probar que las razas o los grupos étnicos y nacionales son biológica· mente superiores o inferiores de manera innata.

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1.

La persona social

Otra explicación popular reside en la geografía. Esta explicación sugiere que el carácter social de la gente resulta del clima en que vive, de modo que en las áreas meridionales los individuos son menos progresivos que en las septentrionales. Se supone una diferencia en la personalidad de la gente que habita las montañas en comparación con la que vive en las llanuras o en la costa. Lo mejor que aquí puede afirmarse es que el entorno físico presenta un mayor desafio a ciertos pueblos más que a otros. No cabe duda de que es difícil desarrollar UDa vida sodal normal y progresiva en las junglas del África, los altos montes de América del Sur, o los desiertos helados del Círculo Ártico. Éstas son jnfluencias moderadas sobre ]a sociedad y la cultura, incluso a pesar de que el hombre moderno ha obtenido considerable éxito en su adaptación a las fuerzas naturales y en el dominio de ellas. La tercera explicación, la del ambiente cultural, presenta el seotido más científico y razonable. Tal explicación afirma que el contacto entre distintas culturas tiende a desarrollar más rápidamente a la gente que el relativo aislamiento social. No se trata sólo del factor demográfico, medido a través del tamaño de la población. Un área sobrepoblada con respecto a sus fuentes de riqueza puede hallarse tan desaventajada como un área de gente socialmente aislada. Parece importante históricamente el hecho de que las primeras civilizaciones se desarrollaran a lo largo de las costas mediterráneas, donde era posible la comunicación entre distintas culturas. Trataremos más adelante de la importancia del ambiente cultural.

Naturaleza y crianza. Es evidente que hay una gran diferencia entre una persona de treinta días y otra persona de treinta años. Aun prescindiendo totalmente del cambio físico, moral e intelectual, la persona mayor es sociológicamente diferente. Sabe cómo desenvolverse en su círculo y en la sociedad; sabe cómo debe comportarse en las relaciones con otras personas. ¿A qué atribuimos el desarrollo de estas aptitudes? La mayoría de los sociólogos hablan de la naturaleza original como del «material bruto» con que por el nacimiento viene provista una persona tanto en acto como en potencia. La especulación que frecuentemente se hace acerca de la contribución que aporta esta natura~ leza originaria al desarrollo de la persona soCÍal madura, por ser en la mayoría de los casos una mera especulación, no aporta ningún dato científico. La dificultad científica reside en el hecho de que no se puede

Criatura y creador

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estudiar adecuadamente a la «persona natural» totalmente exenta del influjo de factores sociales. El término «crianza», en su sentido más general, se refiere a todos los influjos exteriores que afectan a la persona individual. Puede comprender elementos materiales y físicos, pero para el sociólogo se refiere más específicamente a los factores sociales y culturales que ayudan al individuo a desarrollar sus potencialidades sociales «originarias» y naturales. Nosotros estudiamos al individuo ya presente en la sociedad, ya sea un niño relativamente inerme o un adulto más o menos autosuficiente. Parecen bastante fútiles las discusiones sobre si es la naturaleza o la crianza el factor más importante en la socialización del individuo. Sin duda alguna una criatura nace con aptitudes para reaccionar ante las influencias de fuera, pero el estudio de estas aptitudes en «estado bruto» corresponde a los fisiólogos y psicólogos más que a los sociólogos. Estos últimos se limitan a aceptar los «hechos» y a estudiarlos; ahora bien, los hechos son aquí la disposición y las aptitudes de las personas para reaccionar ante los influjos exteriores. La conclusión científicamente más segura es que ambas, la naturaleza y la crianza, contribuyen a la socialización de la persona individual.

Criatura y creador. Lo que hay que recordar como punto importante es que la persona responde y reacciona. En otras palabras: el individuo humano nO' es un objeto inerte y rígido, sino flexible y maleable, al que la sociedad modela conforme a sus objetivos. No es un mero muñeco de su cultura, que actúe siempre y exactamente tal como la cultura lo exige. El ser humano, como agente dotado de la capacidad de discernir y de decidir, puede modificar su propio comportamiento y puede influir en la sociedad en que vive. La teoría de los grandes hombres como motores de la historia exagera este punto, y la fe norteamericana en los líderes 10 subraya; lo que debe recordarse es que tanto la cultura corno la sociedad son obra del hombre. Si los seres humanos no poseyeran esta aptitud para crear y producir cambios en sus relaciones humana.s, no existiría cultura en el sentido estricto de la palabra. Tampoco habría sociedad de personas que actuaran y que se hallaran en interacción. Es verdad que en muchos aspectos las personas son producto y hechura de su cultura y de su sociedad. La mayor parte de los in-

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J. La persona social

dividuos sufren la influencia de su ambiente social y cultural más de lo que ellos mismos influyen en él. No sólo estamos socializados, sino que lo estamos de una manera particular. Este hecho se observa en forma dramática en gran número de campesinos que emigran a las ciudades industriales. Se les hace sumamente extraña la manera de ser de la gente .de la ciudad y de los obreros industriales y con frecuencia experimentan trágicas dificultades en su intento de adaptar su propio comportamiento a las nuevas condiciones culturales. La razón de esta dificultad reside en el hecho de que la persona nacida en un área rural aislada es una creación cultural muy distinta de la persona que se ha formado bajo el influjo de la gran ciudad industrial y comercial. Esto se ha concretado en las caricaturas universales del campesino y el hombre de ciudad. Son todavía mayores las dife~ rencias culturales si comparamos a un oriental con un occidental. Un chino se parece más a sus compatriotas chinos que a un americano. La semejanza entre un chino y un americano puede residir en su «na~ turaleza originaria», en el hecho de que ambos son personas humanas, con las mismas potencias naturales de inteligencia, voluntad y emoción, recibidas al nacer. Pero sus diferencias de comportamiento se desarro~ Dan principalmente por razón de la cultura y de la sociedad en medio de las cuales ha crecido cada uno.

Socialización. La socialización es un proceso de influjo mutuo entre una persona y sus semejantes, un proceso que resulta de aceptar las pautas de com~ portamiento social y de adaptarse a ellas. Esto no implica que la per~ sana deje de ser un individuo. De la misma manera que no se puede decir que una persona «se hace humana» porque aprende a usar de su inteligencia, así tampoco se puede decir que una persona «se hace social» porque aprende la manera de tratar con otras personas. El ser humano es una persona social desde que comienza a existir, pero a 10 largo de su vida está sujeto a continuos cambios y adaptaciones. Este desarrollo se observa no sólo en las distintas etapas entre la in ~ fancia y la vejez, sino también en personas que cambian de una cultura a otra, o de un status social a otro, o de una ocupación a otra. La socialización se puede describir desde dos puntos de vista: o bjetivameníe, a partir del influjo que la sociedad ejerce en el individuo, y subjetivamente, a partir de la respuesta o reacción del individuo a la sociedad. Objetivamente, la socialización es el proceso por el que

El cuadro social de referencia

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la sociedad transmite su cultura de generación en generación y adapta al individuo a las formas aceptadas y aprobadas de la vida social organizada. La función de la socialización consiste en desarrollar las habilidades y las disciplinas de que tiene necesidad el individuo, en infundirle las aspiraciones, las valoraciones y el «plan de vida» que posee esa sociedad particular, y especialmente en enseñarle las funciones sociales que deben desempeñar los individuos en la sociedad. El proceso de socialización está continuamente en acción «fuera» del individuo. Afecta no sólo a los niños y a los inmigrantes cuando éstos entran por primera vez en contacto con una sociedad, sino a todas las personas dentro de la misma sociedad y a todo lo largo de su vida. Influye en las personas suministrándoles las pautas de comportamiento que son esenciales para el mantenimiento de la sociedad y de la cultura. Desde el punto de vista de la sociedad, se trata esencialmente de un proceso de control social y una manera de ordenar la vida de grupo. Subjetivamente, la socialización es un proceso que se desarrolla en el individuo mientras éste se va adaptando a la gente que le rodea. La persona adopta los hábitos de la sociedad en que vive. Ya desde la infancia se va adaptando gradualmente a la sociedad. Un inmigrante se «naturaliza» sociológicamente en la sociedad adoptiva. Debemos recalcar que se trata de un proceso de toda la vida, que en su mayor parte es una especie de conformación subconsciente, y que siempre está individualizado en un tiempo, en un lugar, en una cultura y en una sociedad. Es muy importante observar que una persona no se soci~liza en una forma casual, universal, resultando algo así como un ciudadano del mundo o sencillamente un miembro de la sociedad humana. Este proceso convierte a la persona en un inconfundible americano, mejicano, francés, o 10 que sea.

El cuadro social de referencia.

Las experiencias acumuladas por el individuo en su sociedad forman el trasfondo a partir del cual queda sujeto a nuevas experiencias. Los sociólogos dicen que la cultura se «interioriza», que el individuo la «encarna» de modo que «desde dentro» su conducta sigue siendo influida por ella. La cultura no es algo meramente exterior al individuo. Todo su trasfondo social influye enormemente y sin cesar en las formas de pensar y de comportamiento que adopta la persona en cualquier momento dado.

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Las formas de vida que ha aprendido, las ideas que profesa. los valores que atesora, en su origen esto viene en cierto modo del ex~ terior. Son los resultados, los productos, los materiales del proceso de socialización. La persona tiende a hacer nuevas experiencias y a interpretar los acontecimientos corrientes a la luz de sus experiencias anteriores. En cierto sentido, tiende a pensar y a obrar conforme al grado de conformidad que ha alcanzado. El cuadro social de referencia tiene como contenido las experiencias sociales del individuo. Éstas son los puntos estratégicos desde los cuales mira al mundo; son los puntos de referencia y de comparación en relación con los cuales forma sus opiniones y juicios y en conformidad con los cuales se comporta, con frecuencia sin reflexión cons~ ciente. Éste es el depósito en que la persona encuentra rápidamente los modelos para su comportamiento en las situaciones corrientes y diarias de la vida social. Y es también el depósito en el que va a bus~ car las semejanzas con el pasado para afrontar una nueva situación. Las experiencias de la vida que forman el cuadro social de refe~ rencía pueden analizarse esquemáticamente en tres niveles. a) El que es común a todos los seres humanos, los elementos sociológicos que se hallan en todas partes: pautas de comportamiento, relaciones humanas, status y rol, instituciones, etc. b) Cada persona, sin embargo, experimenta estas cosas a través de su propia personalidad en una forma que no puede compartir ninguna otra persona. e) La experiencia se encuentra especificada por la cultura y la sociedad en que ocu~ rre. De este modo, el cuadro social de referencia es universal, único, y cultural al mismo tiempo. Estos tres aspectos de la experiencia social se pueden demostrar con numerosos ejemplos. La amistad y el grupo primario pueden hallarse dondequiera que los seres humanos viven en sociedad; pero cada persona experimenta la amistad en una forma única, que no se reproduce nunca exactamente, en este tiempo y en este lugar, con estas personas particulares. La forma de demostrar y simbolizar la amistad difiere de una sociedad a otra. En una sociedad, los amigos varones adultos se saludan con un beso en la mejilla, en otra sociedad con un abrazo y en otra con un apretón de manos.

Aprendizaie social. El proceso de socialización puede reducirse en definitiva al hecho de que el individuo aprende por el contacto con la sociedad. Este pro~

Aprendizaje social

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ceso no se refiere a los conocimientos que adquiere un individuo en particular, recibidos también por el contacto con los otros, sino a un común conocimiento compartido por todos, de trascendencia social. Desde el punto de vista de la sociedad, éste es básicamente un proceso de control social que tiene ]?Or finalidad el hacer que la persona se sienta confortable en un sistema sociocultural ordenado. La cuestión no está en quién aprende o en cómo aprende, sino que estriba en qué se aprende. No hace falta extenderse sobre los impulsos biológicos y psicológicos característicos de los seres humanos normales, que explican el he~ cho de que la gente quiera aprender. Los hombres se ven atraídos por ideas, objetos o situaciones que satisfagan su capacidad de conocer. La interacción entre el que aprende y la cosa aprendida se llama la respuesta, la reacción; es 10 que sobreviene cuando la tendencia particular en el individuo está coordinada con el objeta. Sociológicamente, podemos señalar aquí también la importancia de las recompensas y los castigos - aquellas cosas que refuerzan o facilitan la respuesta del indi~ viduo en su empeño de aprender. Esta terminología abstracta puede dar la sensación de que cada faceta del proceso de aprendizaje es, una entidad singular, separada. De hecho cada una en concreto es uno de los complejos aspectos del proceso total. Por ejemplo: un muchacho desea aprender a jugar al fútbol para llegar a ser un as en el equipo del colegio. Hay una ten~ dencia a aprender: consegUir la gloria y la popularidad local; pero va acompañada de otros deseos: recrearse, disparar energías físicas, demostrar que es resistente. El objetivo que atrae su atención está en la técnica del juego, el sistema de reglas del equipo en el campo y fuera de él, las diferentes y posibles jugadas. La respuesta es su ejercicio y su actividad efectiva, que le proporciona el dominio de las formas del juego y de la coordinación con los otros jugadores. La recompensa también puede ser múltiple: ganar efectivamente en el juego, la aprobación del entrenador, el aplauso de los espectadores. Cuando sufre el aspecto negativo, las sanciones o el castigo, puede descubrir que también éstos son factores del proceso de aprendizaje. Desde el punto de vista sociológico, el proceso de aprendizaje social está afectado por ciertos condicionamientos y ciertas limitacio~ nes. Todas tienen que ver con la manera de aprender en relación con otras personas. No nos interesan ahora el pensamiento original ni los descubrimiento, las inducciones o deducciones de teorías ideológicas, ni la investigación experimental realizada en el retiro de un gabinete de estudio o de un laboratorio. El proceso de aprendizaje social es un

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La persona social

proceso que se desenvuelve con la gente y entre la gente, y que por consiguiente implica siempre relaciones sociales. Los dos procesos sociológicos de aprendizaje más importantes son la imitación y la competición. La imitación es la acción humana por la que uno tiende a reproducir con mayor o menor exactitud el com~ portamiento de los demás. Se observa generalmente no sólO' en la forma como los niños remedan a sus padres, sino también en la forma en que los adolescentes e incluso los adultos ya maduros adoptan las características de las personas a las que aprecian y admiran. Ocurre muchas veces que los especialistas y profesionales ofrecen un «modelo de rol» para la imitación de los jóvenes que piensan dedicarse a lo mismo. Encontramos asimismo no poca imitación social en la concordancia en el interior de los grupos de compañeros, al igual que en cualquier tipo de moda, ya sea en la indumentaria, en las casas o en los procedimientos educativos. La competición es un proceso estimulador en el que dos o más personas rivalizan entre sí en la prosecución del saber. Tiene especial importancia en el aprendizaje social de los niños, pues con frecuencia está entrañado en el deseo que tiene el niño de lograr la aprobación de los demás. Es muy fuerte también en todo el área del status social, donde la gente acostumbra a intentar «no ser menos que el vecino». Parece significativo que el aprendizaje social alcance en las culturas más desarrolladas y ·flexibles su máxima competitividad. El aprendizaje por competición muestra claramente que la gente tiende a aprender y a configurarse según las formas reconocidas de comportamientO' en sociedad y a rehuir las formas que se desaprueban. De estas breves observaciones sobre los subprocesos de imitación, sugestión y competición resulta obvio que los prerrequisitos esenciales del aprendizaje social son el contacto y la comunicación. Los pocos estudios auténticos acerca de individuos aislados socialmente, de niños a los que se mantuvo alejados de la sociedad, han mostrado que la asociación con otros es una condicióu esencial del aprendizaje social. El número y la calidad de los contactos y relaciones que tiene una persona a lo largo de su vida son también, hasta cierto punto, la medida del grado alcanzado en su socialización.

Obstáculos de la socialización normal. La socialización normal es un proceso que produce por lo menos el mjrumum de conocimientos necesarios a una persona para vivir en

Agentes de socialización

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su sociedad particular. El término «normal» necesariamente ha de dejarse en cierta indeterminación, pues la sociedad no exige de todos sus miembros exactamente el mismo grado y calidad en la respuesta. De unos se espera más que de otros. Algunos pueden y quieren responder con más prontitud y rapidez que otros. Nadie puede explotar por sí solo todas las potencialidades de su sociedad y de su cultura. Por muy ambiciosa y brillante que sea una persona, el tiempo y las circunstancias le impiden constantemente realizar más de una fracción de sus propias potencialidades culturales y sociales. El desarrollo de una sociedad altamente especializada ha multiplicado el número de posibles actividades y funciones accesibles en general, pero ha disminuido el número específicamente accesible para cada individuo. Necesariamente hay que seleccionar entre las numerosas actividades y una vez elegida una hay que concentrar sobre ella todo el esfuerzo. Es raro que una persona realice plenamente todas las funciones que se esperan normalmente de ella, familiares, profesionales, religiosas y otras. Es todavía más raro que realice su potencialidad en más de una profesión. Un buen fisico, por ejemplo, no puede al mismo tiempo hacer carrera en música o en ciencias políticas, aunque si puede tener amplios conocimientos fuera del campo de la física. Hay otros obstáculos para el pleno desarrollo de la capacidad social del individuo. Una persona puede ser poco inteligente o perezosa, puede estar enferma, inválida o afectada de otras desventajas físicas. La estructura social puede restringir las oportunidades individuales de aprender, como cuando una pequeña clase dirigente domina a las grandes masas del pueblo. La cultura misma, con sus creencias, actividades y valoraciones, puede impedir el aprendizaje acentuando el lada tradicional y estático. El cuadro físico y geográfico de la sociedad puede imponer tales exigencias a las personas. que éstas necesiten em· plear todas sus energías para la mera supervivencia.

Agentes de socialización. Se puede decir que la sociedad total es el agente de socialización y que cada persona con quien se entra en contacto es en cierto modo un agente de socialización. Entre la gran sociedad y la persona individual existen numerosos grupos pequeños, que son los principales agentes de socialización de la persona. El comienzo natural del proceso para cada niño recién nacido es su inmediato grupo familiar, pero éste pronto se amplía con otros varios grupos.

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La persona social

Las influencias preescolares inciden sobre el niño desde diversos puntos. Los pequeños circulos de relaciones en que participa con sus padres, parientes, amigos, niñeras y otros, tienen su importancia para mostrarle cómo ha de ser «UD buen niño». Ya en estos primeros años los diversos medios, como la televisión, la radío, los libros de cuentos, comienzan a ofrecerle determinadas pautas de comportamiento. El barrio, la escuela y en ciertos casos la parroquia son importantes agentes de socialización para los niños. Otros medios de socialización tienen diversos y variados efectos en las diferentes fases de la vida de una persona. Como el aprendizaje social es un proceso continuado en todos los niveles de edad, la persona se ve constantemente .refrenada en algunos de sus impulsos y estimulada en otros. Fracasos y satisfacciones, esfuerzos y readaptaciones, todo con experiencias que ayudan a aprender. La madre que explica las diferentes maneras como sus diversos hijos han atravesado las fases del crecimiento, indirectamente está afirmando que ella misma ha aprendido no poco de estas experiencias. Todos los grupos y asociaciones de adultos. en los negocios y en las profesiones, en el recreo, en la política y en la religión, influyen continuamente en el cambio y en el desarrollo de la persona social. Los medios modernos de información, como el cine, la televisión, la radio y las grandes revistas ilustradas, influyen en la formación del comportamiento social más de lo que la mayoría se imagina. Los padres y los educadores que se preocupan por el impacto que tales agentes causan en los niños ordinariamente no caen en la cuenta de que ellos mismos siguen los ejemplos y las sugerencias y recogen las opiniones y las actitudes que les presentan esos medios. Se están socializando en forma subconsciente.

Individualización. Ya hemos visto que todo individuo interioriza y personaliza su experiencia social. Esto es lo que queremos decir al hablar de individualización de la cultura. Las pautas de comportamiento, si se han de observar y apreciar científicamente, han de expresarse por personas concretas en situaciones sociales reales. Pese a la fantasía de los novelistas, no conocemos realmente qué es un hombre espacial, cómo se comporta y procede con los demás. Esto se debe a que nadie ha interiorizado o asimilado interiormente las pautas que corresponden a tal individuo. Igualmente, sólo una persona que haya sido madre puede

La personalidad social

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satisfacer plenamente todas las exigencias que corresponden a la función de la maternidad. La personalidad social no es nunca el reflejo perfecto de la cultura y de la sociedad en que se ha desarrollado. Es físicamente imposible para dos individuos, aunque sean gemelos, tener exactamente las mismas experiencias con las mismas personas, al mismo tiempo. en la misma situación, así como responder de la misma manera. No hay pareja o agrupación de individuos que pueda ser siempre del todo idéntica, ni es posible predecir siempre totalmente su comportamiento social. La individualización no es, sin embargo, lo contrario de la socialización. Es sólo un proceso que personaliza las experiencias de cada uno. Esto es sencillamente otra manera de decir que cada uno tiene su personalidad única y variable y que incluso las experiencias y las relaciones sociales originan diferencias entre los individuos que están dentro de un grupo. Se puede decir con verdad que cada persona es a la vez única y social. Nadie vive en el vacio, y la persona se individualiza por la manera como se adapta a los influjos que se ejercen sobre ella y por su propia interpretación personal de lo que ha aprendido. El sociólogo estudia lo que es social, común, compartido por muchas personas, más bien que lo que es único, peculiar o personal del individuo. Los agentes o factores de socialización producen efectos semejantes en gran número de personas, y estas semejanzas compartidas por tantas personas son las que hacen posible el estudio de la sociología.

La personalidad social.

Hemos dicho que la persona se caracteriza p'or la capacidad de pensar y de tomar decisiones, y que se la puede estudiar desde distintos puntos de vista según 10 que se pretenda. El concepto de la personalidad social como complejo de variadas funciones sociales es un recurso de suma utilidad para el sociólogo. El individuo es persona social por su nacimiento, pero su personalidad social se desarrolla constantemente mediante el proceso de socialización. En términos generales la personalidad social incluye todas las formas en que el individuo actúa en relación con otras personas y junto con ellas. En particular se pueden analizar todas estas formas bajo los títulos de los diversos roles sociales que ha desarrollado el individuo y conforme a los cuales actúa. Más adelante analizaremos los roles sociales con mayor detalle. Aquí

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J. La persona socia1

nos limitaremos a observar que la persona sigue unas formas determinadas de comportamiento en cada uno de los principales grupos en que participa. Es el padre en su familia, el presidente de la junta parroquial, el superintendente en su fábrica, un miembro de la asociación de padres y maestros, del club local y del partido republicano. Todo esto es algo más que meras facetas o aspectos de su persona. Cada una de estas cosas le exige que desarrolle una actividad correspondiente a los objetivos del grupo y a su propia participación en él. Si reunimos todos estos papeles y estudiamos su origen, su función y sus relaciones mutuas o su estructural estudiamos la personalidad social del individuo . .'

LA SOCrALIZACIÓN AMERICANA y LA PERSONA SOCIAL

1. Los niiíos mimados.

Los norteamericanos de la vieja generación y los extranjeros que visitan nuestro país se quedan «horrorizados» al ver el modo como criamos a nuestros niños. Las personas mayores se quejan a menudo de que los niños se crían sin cortesía ni buenos modales. Los europeos tienen la sensación de que a nuestros niños se los ve y se los oye demasiado, que los padres son 1lnOS padrazos, excesivamente indulgentes, y que en cierto modo son los niños los que llevan la voz cantante en el hogar norteamericano. Como consecuencia de esta tendencia a la socialización permisival señalan el vandalismo en los colegios, las huelgas en la universidad~ las bandas juveniles en las grandes ciudades, y entre los jóvenes adultos la resistencia al servicio militar, la afición a las drogas y a la vida marginal. Hay que presuponer que en cualquier sociedad la socialización de los niños tiende a integrarse según las formas de pensar, los fines, las creencias, las valoraciones y los ideales de tal sociedad. Esta integración nunca es perfecta, pero ayuda a explicar 10 que puede parecer un comportamiento incongruente e indisciplinado. En cierta medida las pautas de los adultos socializan al niño, pero también las de la infancia influyen en los adultos norteamericanos. La consideración de los siguientes puntos contribuirá a explicar la socialización característica de los niños de Norteamérica. a) En los Estados Unidos ha sido siempre tradición el tener en gran estima la personalidad individual. Esta estima no se ha limitado a los adultos ni a una determinada y transitoria fase de la vida de la persona. Tal respeto y aprecio se extiende incluso hasta los niños más pequeños. b) Se atiende también especialmente al futuro. A diferencia de muchos otros pueblos más antiguos de Europa y Asia~ los norteamericanos prestan poca atención a las tradiciones como normas de conducta. Los niños son «la ola del futuro». En ellos se cifran las ilusiones de muchos padres que no han tenido personalmente éxito.

Los niños mimad"Os

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e) El relativo aislamiento del grupo conyugal inmediato impide que el niño desarrolle relaciones emotivas difusas con un grupo mayor de parientes adultos. El niño halla su seguridad y cariño únicamente en los padres, y no en el ámbito más extenso de los parientes, abuelos, tíos y primos. d) La inconsecuencia en las normas de conducta tiende a indisciplinar al niño. Esto se observa sobre todo hacia la edad de siete a diez años, cuando el niño pregunta por qué ha de decir la verdad, por qué ha de ir al catecismo el domingo y por qué ha de evitar ciertas «palabras feas» cuando la conducta de sus padres no se amolda a 10 que predican. e) El niño se halla en extraordinaria dependencia respecto de la madre, que simboliza para él el cariño y la seguridad! mientras que el padre tiende a convertirse en una especie de extraño. La educación de los niños raras veces es en N orteaméricá una función compartida por el padre y la madre. f) La tendencia científica y racional de la cultura norteamericana se observa en el constante recurso de los padres al consejo de expertos, y pseudoexpertos, en la educación de los niños. La crianza natural y casi automática ha sido sustituida por el deseo de hacerlo en forma perfeccionada y científica. Las investigaciones en este campo de la socialización se van realizando sólo gradualmente, por lo cual nuestros análisis han de ser necesariamente deficientes. Sin embargo. las tendencias que acabamos de indicar están relativamente bien marcadas en la sociedad americana. No queremos decir que expliquen perfectamente el problema del «abandono» de los niños, ni se aplican en todas partes sin restricción. Hay muchas diferencias locales, regionales y sociales en la educación de los niños. El número de inmigrantes europeos ha bajado considerablemente en el último cuarto de siglo, pero como en los Estados Unidos hay muchas familias que viven conforme con los modos de ser de otras culturas extranjeras, se pueden observar muchas diferencias en la socialización. Esto les crea un problema a muchos niños, especialmente cuando descubren que la vida familiar de sus compañeros de escuela es del todo distinta de la propia. La pauta rural de socialización difiere hasta cierto punto de la que caracteriza a las familias urbanas. La posibilidad de grupos parentales más amplios, de una cooperación más estrecha entre marido y mujer y entre padres e hijos, asi como el carácter conservador y el tradicionalismo de la familia rural, todo ello implica un tipo de aprendizaje social distinto para los niños rurales. Mucho de lo que se descubre como «diferente» en la socialización de los niños negros procede del modo en que las familias negras se vieron forzadas a ajustar sus pautas de vida a las condiciones de pobreza rural imperantes en el Sur de los Estados Unidos.

Fichter. 4

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La persona social

Estandardización e individualismo.

Se dice que la instrucción pública internacional, la difusión nacional de los medios de información, y la transmisión simultánea de los programas de televisión, producen una cultura de masa uniforme. A ello se añade una teoría tecnológica de automatización cultural análoga, La economía industrial norteamericana ha hecho posibles el proceso y el producto estandardizados. De este hecho se ha pasado, con un curioso salto lógico, a pensar que, puesto que los norteamericanos producen y consumen bienes estandardizados, los mismos norteamericanos han venido también a estandardizarse. Aquí nos interesa, naturalmentet la cuestión de si la persona social en Norteamérica es un producto estandardizado, si realmente hay semejanza, aunque sea remota, entre la producción norteamericana de bienes y servicios y la de personas sociales. Considerando el proceso. resulta que sólo una forma extrema de socialismo y reglamentación de la educación de los niños desde la infancia podría dar este resultado. Pero la realidad norteamericana está tan lejos de todo esto que ni siquiera se puede plantear como hipótesis académica. La estandardización de los norteamericanos no se aproxima ni siquiera a la observable en la mayoría de las grandes naciones del mundo. Ni siquiera la estandardización de las cosas ha llegado al extremo que pudiera hacer creer una observación superficial. Si consideramos el producto, es decir, la persona norteamericana, las siguientes observaciones nos harán ver que no se trata de una persona estandardizada, uniforme. a) La enorme variedad de nuestros tipos biológicos y físicos hace imposible la estandardización de los rasgos físicos. Probablemente no hay nación en el mundo en la que se encuentren mayores diferencias de tipos y rasgos somáticos. Nuestra población ostenta toda la gama conocida de color de la piel, de características faciales, de tipos de cabello. b) Los matrimonios contraídos entre personas de diferentes linajes y razas originan, por 10 menos temporalmente. una diversificación todavía mayor de tipos físicos. Si este proceso continúa a 10 largo de varias generaciones, deberá acabar por producir un tipo físico de norteamericano más o menos estandardizado. Por ahora, sin embargo, distamos todavía varias generaciones de este producto homogéneo. e) El número de las diferentes agrupaciones religiosas en Norteamérica es mayor que en cualquier otro país del mundo. Aunque el cristianismo es la base de muchas de nuestras religiones, las variadas interpretaciones del mismo han dado origen a más de 250 grupos religiosos formalmente diferentes. d) Hay enorme variedad en los tipos de arquitectura. Esto se puede observar no sólo en las fábricas, escuelas~ iglesias y edificios públicos, sino especialmente en las construcciones residenciales. Son muchos los estilos

Estandardización e individualismo

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identificables, como el colonial, el georgiano, el del sur, el español, el de tipo de rancho y otros; pero la ingeniosa combinación de los estilos hace con frecuencia casi imposible su identificación y enumeración. e) La tendencia a construir viviendas unifamiliares refleja individualización, no sólo en el contorno material de la vida.l sino también en un mayor aislamiento de las mismas familias. Incluso en las ciudades es dudoso que las casas con numerosos apartamentos y los proyectos de grandes edi~ flcios residenciales creen un ambiente propicio para el desarroUQ de un comportamiento conformista. La continua emigración de las familias hacia los suburbios tiende a contrapesar la vida en masa de las ciudades. f) La rica variedad de modelos en la forma de vestir tanto masculina como femenina desmiente igualmente la apariencia externa de estandardi~ zación. La moda masculina, tradicionalmente más conservadora que la femenina tanto en el color como en el corte~ se ha desarrollado en una gran variedad de estilos y combinaciones. Las tiendas norteamericanas ofrecen mayor surtido que las europeas en tallas y formas de calzados, sombreros y vestidos de mujer. g) Desde el punto de vista sociológico la estandardización de las pau~ tas de comportamiento es más importante que todo lo que precede. No cabe duda de que poco a poco va surgiendo un inconfundible «tipo norteamericano» de persona social t pero aun en este sentido las düerencias son con frecuencia más llamativas que las semejanzas. Entre estas diferencias se cuentan las que existen entre la población rural y urbana l entre las clases altas y bajas, pero las más notables son las que provienen de una base regional. Todavía hay características variedades culturales en el extremo Sur, en Nueva Inglaterra, en el Medio Oeste~ en el Sudoeste, en Califorma. Extraña e inesperadamente el trabajo en serie y el sistema de producción masiva han dado resultados casi contrarios de los que habían predicho algunos teóricos. Una estandardización terriblemente uniforme ha abierto el camino a la diferenciación e individualización. En otras palabras, el sis~ tema económico norteamericano, íncluyendo la organización tanto técnica como social del sistema, ha hecho posible una variedad tan rica como no se había conocido antes en el mundo. Gracias a la refrigeración, al transporte y a la conservación de los alimentos, el norteamericano no está ya atado a las estaciones y ciclos de la naturaleza, Puede variar su régimen alimenticio en formas desconocidas por sus predecesores y por la mayoría de sus contemporáneos de otras naciones. Gracias a los inventos y artefactos puede vivir confortablemente en el desierto, lo mismo en medio del frio del invierno que en los ardores del verano. Puede viajar más de prisa y con más medios que los habitantes de otros países. N o negamos que todos éstos Son aspectos exteriores, que no tocan directamente el carácter o el alma del norteamericano. Pero estas cosas materiales son producto de la personalidad característica del norteamericano, pragmática, imaginativa, enérgica, l'acÍonalizadora. <

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3. La adaptable personalidad norteamericana. El carácter norteamericano es decir~ la personalidad característica de los Estados Unidos, ha sido objeto de análisis tanto para los sociólogos como para los comentaristas. Algunos de estos análisis son tentativas sefias y científicas, otros son sencillamente caricaturas desfiguradas e impresionistas. La personalidad social de los norteamericanos no puede ser una cuestión estadística, de puros números precisables con exactitud. Generalmente. caso que tenga algún valor1 se fijan en un tipo norteamericano de determinada condición, como el ciudadano de clase superior a la media y de raza blanca. Prescindiendo de cualquier otra característica de este individuo típico, la ciencia está de acuerdo en fijarse en su adaptabilidad. Es una deducción lógica del enorme dinamismo de la sociedad y de la cultura norteamericana, y una generalización basada en la observación directa y empírica. Las oportunidades son tan numerosas, los inventos tan frecuentes, las aspiraciones tan optimistas que el norteamericano se ve como forzado a adaptarse a una situación que cambia constantemente. Esta prontitud para cambiar de rumbo incluida en el término «adaptabilidad», es la tendencia central de la personalidad tipicamente norteamericana. a) Se dice a menudo que la influencia del pasado, la presencia de una historia larga y consagrada son la causa de la estabilidad de una sociedad y de sus elementos sociales. Es absurdo creer que los Estados Unidos no tienen tradiciones o que éstas no ejercen influjo en nuestra población. Lo cierto es que uno de nuestros más importantes legados culturales es la tradición de cambio y de propensión al cambio. Esto se ha asimilado como un valor muy elevado y se refleja en la adaptabilidad de la persona. b) La influencia del futuro no es una influencia opuesta o contraria a la del pasado. La insistencia del norteamericano en el progreso es un elemento constitutivo del cuerpo de valores sociales que se extiende a lo largo de su historia. Ni el progreso ni el deseo de progreso parece amortiguarse en nuestra sociedad. En este sentido, el norteamericano posee una personalidad «orientada hacia el futuro» y la adaptación a las situaciones futuras, previstas o no, es un ingrediente básico de su carácter. e) La confianza en sí mismo es una virtud recomendada con insistencia e inculcada a la juventud norteamericana. Que no quiere decir rígido aislamiento, como el lobo solitario o el capitán de su propia alma y destino. Es sencillamente la confianza que tiene el norteamericano en que puede escalar la pendiente, en que tiene que hallar en sí mismo los recursos necesarios para responder a todos los estímulos, o por 10 menos a los que él cree que merecen la pena. d) La confianza del norteamericano en los otros es una expresión de la confianza en sí mismo, más bien que un sentimiento de desamparo y de subordinación a los demás. El norteamericano siente que debe ser aceptaj

La adaptable personalidad norteamericana

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do por cualquiera y en cualquier parte. que puede contar con que los otros le apreciarán o por lo menos le tolerarán. El típico norteamericano cuenta con una gran dosis de comprensión por parte de los demás. sin necesidad de filosofar ni de explicarse los motivos de esta convicción. e) La necesidad de aprobación se expresa probablemente con más franqueza y más ampliamente entre los norteamericanos que en otros países. La personalidad norteamericana es expanSiva en este sentido; desea la aprobación y el aprecio del mayor número posible de personas ademas de la familia y de los íntimos amigos. Desea ser considerado como un «buen tipo», pero no que se le tome por ({un primo». f) La movilidad de las personas en la sociedad norteamericana contribuye al desarrollo de la adaptabilidad personal. Nos referimos no sólo a la movilidad social, sino incluso al movimiento físico y al cambio de residencia de los individuos y de las familias. Se calcula que una familia urbana cambia de residencia tres veces en diez años. En la esfera del empleo el cambio de actividad es un fenómeno social {mico por su frecuencia y su extensión. Sólo la cantidad de viajes que emprenden los norteamericanos por placer o por negocios ha hecho de los Estados Unidos una nación sobre ruedas y con alas. Un análisis de este género no pretende ahondar en los motivos internos que tienen los norteamericanos para este constante proceso de adaptación. Podernos, sin embargo, decir que las actitudes y valoraciones adoptadas por las personas tienden a conformarse con las manifestaciones exteriores de comportamiento. La personalidad norteamericana tiene que adaptarse a estos factores sociales y culturales. Debe afrontar la situación social en que vive. Todo estudio sobre la adaptabilidad de la persona debe implicar la importante cuestión de si la persona social es un medio Q un fin en si. Si la persona social es el centro de la sociedad, la trascendente unidad física irreducible del grupo, parece que habría que esperar que las instituciones y los valores se adaptaran a ella y no viceversa. Se trata probablemente de una cuestión demasiado simplificada, a la que no se puede responder plenamente en esta forma por la compleja relación que hay entre el individuo y la sociedad. Las necesidades sociales básicas son las mismas en todas partes~ pero varían los modos de satisfacerlas. Las personas tienden a desarrollar el género de cultura que les conviene, así como la cultura tiende a desarrollar el género de personas que sean capaces de utilizarla mejor. Una cultura dinámica ha de ser utilizada por gente dinámica. Las personas adaptables quieren tener una sociedad adaptable. En una palabra, la adaptabilidad es una característica central tanto de la personalidad como de la sociedad y de la cultura norteamericanas.

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4. La neurótica pe/'sonalidad norteamericana. Es una observación común de los críticos del modo de ser americano que el rápido andar de la vida moderna está haciendo de nosotros una nación de neuróticos. La tesis dice que la rapidez misma engendra en cierto moclo neurosis, que la incapacidad de detener el paso convierte a los individuos en fracasados y nerviosos, que el ritmo en continuo crescenclo exige algo que no se puede pedir a los seres humanos normales. Como prueba de esto se aduce el creciente número de casos de neurosis y de psicosis, el hecho de que los enfermos mentales ocupan más camas de hospitales que los enfermos físicos, que hay cada vez mayor demanda de psicoanalistas. Sin embargo, parece haber una falacia lógica en la relación que se establece entre la «prisa de la vida» y el aumento de personalidades neu~ róticas. El neurótico es generalmente uno que se siente perplejo y confuso en su comportamiento. La cuestión que importa sociológicamente no es si se ha acelerado el ritmo moderno o si el cambio es inherente a la sociedad y a la cultura norteamericana. La cuestión es si el conflicto inte~ rior de la personalidad es reflejo, efecto o causa de un conflicto sociocultural exterior. A las personas neuróticas se las tiene por anormales porque no re~ accionan frente a los otros, frente a su ambiente social y cultural, en la forma prevista y reconocida por todos. Durante mucho tiempo se ha buscado dentro del individuo la explicación de su conducta anormal, se ha ahondado en su psiquis, se han analizado sus sueños y sus fantasías, se han medido sus instintos, se han desenmarañado sus traumas y sus obsesiones. Si la explicación de la personalidad neurótica reside totalmente en el interior del individuo enfermo, no es materia de estudio para el sociólogo. En cambio, si su condición es la reacción ante la cultura en que vive y un reflejo de la misma, el problema es de capital importancia para el sociólogo. Ciertamente, uno de los criterios que adoptamos para juzgar a las personas es si sus formas de comportamiento convienen con las que nosotros llamamos pautas admitidas y normales. Los criterios no son 10 que una persona particular puede juzgar como socialmente normal, sino lo que la sociedad misma considera generalmente como tal. Así, lo que es perfectamente normal en la sociedad y en la cultura norteamericana puede considerarse como anormal en la sociedad turca y viceversa. El conflicto mental que forma la base de las diversas neurosis de los norteamericanos parece venir de fuera de la persona misma. Parece ser también que sólo las personas relativamente inteligentes que reconocen las inconsecuencias culturales y las personas relativamente escrupulosas que tratan de resolverlas son las más expuestas a ser afectadas. Algunas de estas inconsecuencias son las siguientes.

La neurótica personalidad norteamericana

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a) La contradicción entre las aspiraciones al éxito y a la humildad tiende a impeler a las personas en dos direcciones opuestas. No queremos con esto decir que una persona que triunfa no puede ser humilde. Lo que sí queremos decir es que los pusilánimes no poseerán la tierra~ por 10 menos la tierra norteamericana. Para tener éxito hay que ser agresivo, hay que afirmarse; ahora bien, esforzarse constantemente :por mantener esta línea de conducta es ciertamente un obstáculo para la humildad. b) Insistir al mismo tiempo en los motivos de provecho y de servicio hace difícil la conciliación de ambos. Esto es sencillamente otro aspecto del conato de equilibrar por una parte el interés propio y la búsqueda de sí mismo, y por otra el amor fraterno y la caridad universal. En la esfera económica consideran con frecuencia los norteamericanos el servicio como un artículo comercial y de hecho procuran excelentes servicios con miras a sacar mayores provechos de la mercancía que venden. e) En la cultura norteamericana se ensalzan a un tiempo como virtudes sociales la honradez y la sagacidad. El semiprofesíonalismo de los atletas escolares es un ejemplo palmario de esta actitud. La idea de que un estudiante debe seguir las normas del honor se recuerda en la misma universidad en la que se trata de restringir arteramente el código de los «amateurs». Dentro de ciertos límites la persona que «sale a flote» con prácticas sospechosas logra cierto prestigiol mientras se convence a sí misma de que la hQnradez es la mejor política. d) Las costumbres contradictorias de moralidad sexual son sin duda alguna una fuente de perplejidad para los jóvenes. Se les enseña que deben ser decentes y limpios en sus relaciones con el otro sexo, pero al mismo tiempo se los anega desde la infancia. en un mar de imágenes sensuales de anuncios, cuentos, películas y canciones de este género. e) La rudeza física y el confort corporal se presentan como metas ideales del norteamericano. Los anuncios de la mayor parte de los productos son una invitación en gran escala a una vida más fácil y más confortable. Pero al mismo tiempo se ensalzan el ejercicio físico l la fuerza, la buena salud, la robustez. Una lista mucho más larga de estas aspiraciones contradictorias se podda hacer o se puede hallar en casi todos los textos introductorios a la sociología. ¿Cómo se explica que tal sistema de valores no origine un aumento todavía mayor de las neurosis entre los norteamericanos? La respuesta principal es que una persona se puede socializar de modo que admita como cosa normal los dos extremos de la contradicción. Si desde la más tierna edad se acostumbra el niño a observar tales formas de compromiso en sus padres tiende a aceptarlas sin la menor dificultad. ÉSte es un primer ejemplo de cómo la cultura modela al individuo. La cultura suplanta a la lógica. Puesto que todo el mundo piensa y obra de la misma manera, el individua se ve inhibido para plantearse interrogantes sobre un sistema de conducta admitido, por contradictorio que sea. La personalidad cuya neurosis se puede atribuir a la cultura es excepj

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La persona social

cional al mismo tiempo que anormal. Tjene suficiente penetración para inquietarse por las inconsecuencias) en 10 cual es una excepción frente a la mayoría de la gente en la sociedad. Es anormal desde el punto de vista de la sociedad por el hecho de no obrar siempre conforme a sus normas. No obstante debemos terminar insistiendo en una advertencia, y es que por reconocer las inconsecuencias y contradicciones culturales no debe una persona volverse necesariamente neurótica. Hay numerosos y diligentes investigadores de la sociedad norteamericana que son conscientes de la presencia de estas tendencias contradictorias, y no hay por qué suponer que son personalidades anormales. Por otra parte, la mayoría de las personas están constantemente sujetas a influjos culturales sin darse perfecta cuenta de ello.

5.

El americano violento

Uno de los centros de interés para las ciencias sociales ha sido el manifiesto incremento en la cantidad de comportamientos violentos dentro de la sociedad norteamericana. A 10 largo de las dos últimas décadas las estadisticas del FBI han registrado un incremento casi constante en la tasa anual de crímenes contra personas, y los medios de jnformaci6n refieren con no poca frecuencia acciones violentas de individuos y de bandas, y también de la turba destructiva por las calles de la ciudad. Un clamor público ha surgido como reacción a tales eventos pidiendo la restauración de la ley y el orden en nuestra sociedad. La gran mayoría de norteamericanos se opone a esta violencia, se siente amenazada y no se encuentra personalmente implicada en ella. Trátase sin embargo de un fenómeno bastante vasto como pata interrogarse sobre sus causas. ¿Cómo consiguen los violentos salirse con la suya? ¿Se trata quizás de una característica de la personalidad norteamericana, inhibida por la mayoría, pero expresada por algunos? Dado que la personalidad se socializa en el seno de la cultura, ¿habrá que traer a colación factores históricos y sociológicos para dar cuenta de los estadounidenses violentos? Las observaciones que a continuación se exponen pretenden ofrecer una perspectiva más amplia sobre el terreno cultural de donde emerge el norteamericano violento. a) Los Estados Unidos son un país joven que de alguna manera parece reacio a asumir la madurez de las pautas de conducta civilizadas. Una manifiesta nostalgia perdura de la perdida frontera y de los hombres rudos y violentos que exploraron las tierras abiertas y desconocidas. Este país ha padecido en verdad mucha violencia: la extirpación de los indios, la brutalidad del sistema esc1avista~ la Guerra Civil fratricida~ los disturbios por causa de huelgas laborales, la guerra entre bandas y el crimen organizado, y más recientemente una serie de pronunciamientos estudiantiles.

El americano violento

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b) Uno de los hechos que caracterizan la sociedad contemporánea es que no ha permitido enterrar en la historia la violencia norteamericana. Los medios de comunicación suministran un continuo torrente de violencia que parece haber aumentado en intensidad. Los medios de información son sus propios árbitros del buen gusto en esta cuestión. Las llamadas historias detectives~as ofrecen a menudo descripciones de la violencia extraordinariamente minuciosas. La televisión, que atrae diariamente a la mayor parte de hogares estadounidenses~ tiene una difusión todavía superior a la de los periódicos, revistas y libros. e) Podemos adelantar como regla general que tanto más civilizada se vuelve una sociedad, más autocontrol y menos violencia manifiestan sus ciudadanos. Las conductas más violentas se dan entre gente que carece de autocontrol en una sociedad que adolece de control social. Esto significa que la violencia es a la vez síntoma y consecuencia de un control social debilitado. Ya vimos que todo el proceso de socialización, desde el punto de vista de la sociedad es un mecanismo para desarrollar la ~onformidad a las normas de conducta aceptadas. Donde la socialización es inadecuada semejantes controles tienden a romperse. d) Ciertos valores se hallan estrechamente vinculados al proceso de socialización de los norteamericanos. La cultura da mucho énfasis a la libertad personalt los derechos privados, la empresa individual, y la igualdad de oportunidades. En algunos casos este énfasis se ha desarrollado a expensas del contrapeso que ejercen los deberes sociales, las obligaciones mutuas, y la responsabilidad colectiva. Parece ser que la persona violenta típica tiende a ignorarlo no consigue establecer, el equilibrio entre estas dos facetas de su personalidad social. e) Los Estados Unidos son un país que encierra grandes promesas. pero para ciertos norteamericanos éstas no se han mantenido. Según algunos especialistas en ciencias sociales~ la frustración que esta situación engendra explota en actos de agresión violenta. En este sentido la violencia no sería simplemente ciega e irracional, sino que procedería de la convicción de que los Estados Unidos poseen las fuentes de riqueza - materiales, técnicas, y organizativas - para cumplir las promesas de una vida mejor para todos los ciudadanos. f) Los norteamericanos se socializan en la expectativa del cambio y el mejoramiento. El dinamismo del sistema norteamericano puede contribuir también a la violencia de nuestra sociedad. Se pregunta uno lo siguiente: si podemos en definitiva cambiar todo para que sea mejor, ¿por qué no cambiarlo ahora? Es posible que el principio de la gratificación diferida funcione mejor en una economía centrada en la producción que en una centrada en el consumo. La impaciencia se añade entonces a la frustración para alimentar la violencia. Los anteriores comentarios indican la complejidad de la cuestión del norteamericano violento, y sugieren que la supresión por la fuerza de la violencia mediante el ejército o la policía deja todavía por examinar las

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La persona social

raíces de tal fenómeno. Lo mismo puede decirse de la legislación «retrógrada» que tiene el propósito muy justo de restaurar la ley y el orden. Cualquier estado policial puede en última instancia prevenir la violencia, pero fracasar al mismo tiempo en el hallazgo y la supresión de sus causas.

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ti

STATUS SOCIAL

Toda persona social tiene su «puesto» en los grUpOS y en la sociedad a que pertenece; es lo que llamamos su status. La sociedad no es un conglomerado azaroso y accidental de seres humanos; es una disposición ordenada de partes; la estructura social es corno una especie de andamiaje en el que se puede reconocer cada parte por separado. Aunque la persona y su status social en la realidad no se encuentran nunca separados, se los puede pensar en abstracto con conceptos distintos. El status social es el puesto que ocupa la persona en la estructura social, tal como 10 juzga y lo evalúa la misma sociedad. Cada uno tiene su propio status social. No nos referimos al mero prestigio y categoria personal, ni a la opinión subjetiva que cada uno tiene de sí mismo. La valoración personal que uno mismo hace de su propiO' status social puede ser completamente errónea cuando se confronta con los criterios objetivos. El status social, por consiguiente, es la situación o rango que en la propia sociedad le es concedido objetivamente a cada uno por sus mismos contemporáneos.

El origen del status.

El concepto científico del status social no está sujeto al mero favor o desfavor pasajero del público, que puede hacer a una persona muy popular durante un año y desecharla al año siguiente. Además, en el mantenimiento y en el cambio de su status social la persona no es un sujeto inerte de los caprichos de la sociedad. ¿Cómo, pues, consigue una persona este determinadO' status y no otro? Para responder a

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JI. Status social

esta pregunta hay que analizar el origen del status social. Los sociólogos distinguen dos modos principales de obtenerlo. La adscripción de un status supone el hecho de que la sociedad aplica al individuo ciertos criterios valorativos sin intervención de aquél. El ejemplo más claro es el criterio del abolengo: no depende lo más mínimo de la persona el haber nacido en una familia italiana o irlandesa, de estirpe regia o de campesinos, de raza negra o blanca. Aunque es cierto que en definitiva todo status es adscrito al individuo por su sociedad, nos referimos aquí únicamente a aquellas características que están, por ]0 menos en su origen. totalmente fuera del control del individuo. El logro definitivo de un status social depende de la evaluación que socialmente se hace de los resultados obtenidos por los esfuerzos hechos por el individuo. Este proceso actúa en dos direcciones. Un hombre de ciencia eminente, con su obra, no sólo realza su propio prestigio social, sino que, por reflejo, honra y prestigia a su profesión. Si la realeza, como criterio ancestral, pierde prestigio social en un determinado país, es posible que un rey verdaderamente eficiente y afortunado realce con sus propias acciones el valor social de la realeza. La persona no es un mero recipiente pasivo colocado en un status social. Su propio comportamiento eleva o rebaja su status. Los sociólogos hablan a veces de «asunción de status» refiriéndose a la elección voluntaria del individuo que entra en un status nuevo. Una persona puede elegir como profesión la jurisprudencia en lugar de la carpintería; puede optar por casarse o por quedarse soltero, puede casarse con una persona de la «alta sociedad», tener descendencia, aceptar un cargo politico, una cartera de ministro, hacerse misionero. Todos éstos son ejemplos de asunción voluntaria de status, que va ligada a la aceptación de nuevas funciones sociales. Pero conviene recordar que todas estas actividades requieren cierta preparación y en este sentido se trata más de un logro que de una mera asunción. Hay que notar también que los caminos por los que un individuo llega a un status social se interfieren y se entrecruzan con los otros. Las personas ni están completa y pasivamente a merced del juicio de la sociedad ni son tampoco total y activamente los creadores de su propio status social. En último análisis, el status social depende no de 10 que uno hace, o de lo que uno es o cree que es, sino de 10 que los otros miembros de la sociedad piensan que uno es. Una persona puede trabajar con mucha aplicación en una posición considerada inferior sin lograr nunca modificar notablemente

Determinantes del status

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su status social. En cambio puede tener la oportunidad de conse~ guir una ocupación por la que su status quede automáticamente ele~ vado. Y puede también suceder, sobre todo en sociedades poco com~ petitivas, que una persona se preocupe relativamente poco por el éxito social, que apenas haga nada por lograrlo y que, sin embargo~ goce de un status bastante elevado.

Determinantes del status. Cuando hablamos de determinantes o de factores de un status alto o bajo, no queremos decir que estos elementos procuren por sí mismos el status. El status es una construcción mental, el grado de estima o desestima que la gente manifiesta en una sociedad para con las personas individuales. El abolengo y el dinero, por ejemplo, no son de por sí elementos que necesariamente procuren un status. El linaje y la riqueza determinan objetivamente el status de la persona, pero esto sólo es posible por la importancia social que han adquirido estos elementos debido a la valoración que la gente hace de ellos en la sociedad. Si consideramos el mundo entero', hay una gran variedad entre las diversas sociedades en cuanto a la importancia que atribuyen a los símbolos o determinantes del status. Pero como el status es algo definido socialmente, es decir, algo determinado por factores extrínsecos a los mismos individuos, existen ciertos criterios universales de aprobación o desaprobación social, de estima o desestima. En términos sumamente generales, estos criterios están contenidos en los valores sociales, es decir, en las cosas que se consideran como importantes y estimables. En concreto se pueden reducir a una serie de determina.ciones o de factores, que se hallan universalmente presentes, combinados y acentuados en mayor o menor grado, dondequiera que la gente vive en colectividades. Tratando de apreciar el status social de un individuo, así como de una familia o de una categoría social, hay que usar los siguientes criterios. Se pueden medir más o menos objetivamente. Ninguno de estos criterios es suficiente por sí solo para evaluar el status; deben tomarse combinados. a) El abolengo de una posición privilegiada o inferior, puesto que el origen alto o bajo representa cierto valor incluso en una sociedad marcadamente democrática. La estima o desestima del linaje de una persona en particular se cifra en diversos factores: la legitimidad o

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Status social

la ilegitimidad del nacimiento, la reputación de los padres, la antigüedad de residencia familiar en la zona. Con frecuencia se da especial importancia al tronco racial (de ahi la diferencia entre negros, indios, asiáticos o caucásicos); como también se da considerable importancia por ID regular a la procedencia étnica o nacional (inglesa, mejicana, italiana, francesa, etc.). b) La riqueza, en una forma o en otra, es igualmente un criterio universal de status social. Es un criterio cómodo y objetivo, puesto que las posesiones son cosas tangibles. Se pueden contar y graduar. Permiten a su poseedor ostentar el nivel de vida que puede permitirse en cuanto a modo de vida, confort y bienestar general. También tiene importancia social el origen de las riquezas de una persona, ya que el dinero recientemente o mal adquirido no proporciona tanto prestigio como la riqueza heredada o adquirida por vías reconocidas socialmente. e) La utilidad funcional que proporciona una persona es también un criterio importante de status social. Se clasifica a una persona según 10 que «hace» en la sociedad, y esto a su vez depende de 10 que la gente opina que vale la -Rena que se haga. En una sociedad en que la institución económica es dominante, se apreciará a una persona según su actividad lucrativa. Atendiendo sólo a este criterio podemos decir que al director de un banco se le estima socialmente más que al conserje. Es también cierto que algunas categorías profesionales (como la medicina o la ingeniería) se tienen en más alta consideración que otras (maestro de escuela, por ejemplo, o guardia de seguridad). d) El grado o género de instrucción son determinantes del status social en todas las sociedades. En algunas se hace gran distinción en~ tre la gente que sabe leer y escribir, y los analfabetos. En las sociedades en que es obligatoria la instrucción existen sus gradaciones más variadas y sutiles, pero" no menos reales. U na persona más instruida tiene también un status social más elevado. El grado académico es un simbolo de status y su valor aumenta si se ha obtenido en universidades de gran prestigio social. e) También la clase y el grado de religión que uno profesa es determinante de status social. Las valoraciones generales de la sociedad incluyen siempre cierta actitud para con lo sobrenatural. En la mayoría de las sociedades es ésta una actitud positiva, de aprobación; en algunas pocas sociedades se han hecho a veces intentos explícitos de rebajar la estima de la religión como criterio de status social. En una sociedad en la que sólo existe una religión, la relación con ésta y la posición que en ella se ocupa es de mucha importancia para el status. En una sociedad en que existen numerosas iglesias o deno-

Transferencia del status

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minaciones, estas mismas agrupaciones religiosas tienden a ser clasificadas dentro de una jerarquía de status. f) Las caracterlsticas biológicas son criterios importantes conforme a los cuales una sociedad sitúa a algunos individuos particulares en status social más alto o más bajo que a otros. El sexo parece ser un criterio universa1, en cuantO' que la mayoría de las sociedades conceden al varón un status más alto que a la mujer. En la valoración social 10' femenino es generalmente supeditado a lo masculino. Las diferencias de grado varían considerablemente de una sociedad a otra, pues en un determinado lugar y tiempo puede haber tendencia a la igualdad de los sexos, mientras que en otro lugar y tiempo pueden mantenerse rígidamente las lineas de desigualdad. También la edad es un criterio físico universal de status social, por 10 menos en cuanto que al adulto se le evalúa más que al niño. También en la aplicación de este criterio hay notables diferencias. En algunas sociedades se estima, se respeta y hasta casi se venera a las personas entradas en años, mientras que en otras sociedades se exalta principalmente la juventud. íntimamente ligada con el sexo y con la edad está la belleza ·física en la apreciación de la gente. Los cánones de belleza son variables. por lo que se refiere a la estatura y al peso, a los contornos del cuerpo, al perfil del rostro, al color de la tez, al tipo de cabello, pero en todas partes existen cánones semejantes.

Transferencia del status.

Aunque la persona y su status van siempre íntimamente unidos, hasta aquí los hemos considerado en abstracto y separadamente. La descripción de la persona social nos dice lo que ésta es, mientras que la descripción del status social nos dice lo que posee de valor según la opinión de la sociedad en que vive. Lo que ahora queremos decir es que el status. social se transfiere también a la persona social misma. Lo que la sociedad aprueba o desaprueba nos indica también, en esta transferencia, las personas a las que la sociedad estima o desestima. Dicho de otro modo, se tiende a evaluar a un individuo según los elementos de valor que posee. La transferencia del status se puede ilustrar con algunos ejemplos corrientes. -Por lo regular es el cabeza de familia, el marido o el padre el que representa hacia el mundo exterior el status social de los miembros de la familia. Por consiguiente, hablando en términos generales. podemos decir que la esposa y los hijos reflejan y comparten

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Status social

su status social, de manera que en cierto modo el status del padre se extiende a ellos. Otro ejemplo de transferencia social se da en las personas que desempeñan un elevado cargo en la sociedad. Un presidente o un primer ministro, un cardenal o un obispO' pueden tener gran popularidad por su inteligencia, su simpatía, su competencia. Son cualidades su bjetivas que le dan gran prestigio, pero, además, se le tiene en gran estima por el cargo que desempeña y se puede decir que este status se transfiere a la persona misma. Existen a la vez el carisma del cargo y el carisma de la persona, y no dejan ambos de influirse mutuamente. Existe todavía otro tipo de transferencia en el que puede decirse que una persona se aprovecha de su status, o que un grupo saca partido de un status logrado en otra parte. Un banquero entra a formar parte del patronato de una universidad; un industrial es nombrado embajador; un atleta se vuelve jefe de relaciones públicas en una cadena de comercios alimenticios. En todos estos casos se transfiere el status de la persona j su prestigio social y su valor se trasladan a un área de conducta distinta. Los militares y oficiales de la marina de alta graduación han sido empleados por grandes industrias que hacen negocios con el gobierno federal. Poco o nada será probablemente lo que ellos conocen de la producción industrial, pero son valiosos debido a su alto rango o status.

Poder social y status.

A veces se dice que el poder social, es decir, la influencia que una persona es capaz de ejercer sobre las demás en la sociedad, es un criterio del status de que goza. Aunque el poder social sirve como criterio práctico y rápido para estimar el status social, esta influencia es más una consecuencia que el determinante del status. Es evidente que las personas de alto sta tus social tienen mucha más influencia en una comunidad que las personas de status inferior. La persona de quien se dice que ha «conseguido poder», primero ha alcanzado una posición social desde la que puede ejercerlo. Ésta es la principal razón por la que algunas personas tratan de mejorar su status social, no ya para gozar sencillamente de su superioridad o para satisfacer su amor propio. sino porque esperan que la posesión de un status elevado les falicitará conseguir resultados concretos en su trato con los demás. Esto se observa principalmente en una sociedad dinámica en la que existen oportunidades de ascenso

Tipos de status

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social. U na persona que socialmente nO' es «nadie» puede tener gran~ des ambiciones, pero se ve impedida de realizarlas. No vamos a analizar aquí las cualidades requeridas para el mando y la influencia personal en la sociedad moderna. Los psicólogos prestan gran atención a la habilidad personal para persuadir a los demás, pero al sociólogo le interesan los orígenes y los efectos de esta capacidad de dirección. Hay que destacar que, sí bien el poder social acompaña al status y lo acrecienta, éste no es la única fuente de influencia y de poder. Un individuo puede lograr un status sU'perior mediante el esfuerzo personal, como también puede adquirir un gran poder social gracias a su esfuerzo y habilidad. El «hacedor de reyes», la «eminencia gris», el consejero de una figura política y otras análogas personalidades despliegan con frecuencia una influencia extraordinaria.

Tipos de status.

Los conceptos cuantitativos de superior e inferior, mayor o menor, mejor o peor son inherentes a la misma noción de status social y estratificación; no se requiere especial penetración para descubrir una clasificación de las personas sobre esta base. En realidad todo el concepto de cIases y de estratificación social hace referencia al status de cada uno en relación con el status de los otros. Esta posición relativa se encuentra legitimada por la misma sociedad; se aprueba socialmente en la medida en que la sociedad misma institucionaliza y expresa los elementos de valor que ella refleja. No sólo se adscribe un status social a la persona, sino también al grupo en que participa. Los grupos sociales principales y básicos son el familiar, el educa~ tivo, el recreativo, el económico, el político y el religioso. Como veremos más adelante, estos grupos están estructurados de acuerdo con las posiciones que las personas ocupan dentro de los mismos. Esto nos permite hablar del status de grupo de una persona dentro del status familiar, económico, religioso, etc. Dentro de la familia, por ejemplo, la ]?ersona puede tener el status ,de abuelo, o,,,de hija_J?~9,.1:l~g~~; dentro d;¡ ~ma escolar erde-··prof~~ro·alümno de-s~gundo grado; dentro de la iglesia, el de obispo o de sacristán. Hay otra manera de considerar el status de grupo. Toda sociedad amplia distingue entre sus grupos básicos principales los que tienen más prestigio de los que tienen menos. La cuestión estriba en la rela~ tividad del valor social que se confiere a los principales grUpOS fun~ cionales. Puede que una mujer disfrute de un status superior como Fichler, 5

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II.

Status social

actriz que como esposa y madre. Puede atribuirse un status superior a un hombre porque es arquitecto que porque es diácono de su iglesia. Sería poco probable, realmente, que alguien disfrutara de un elevado status en todos los grupos principales en que participa.

Status clave.

Cada persona tiene tantos status como grupos de que forma parte, pero también tiene un status principal. La determinación de este status clave de un individuo particular depende no sólo del status que le ha sido adscrito o ha logrado, sino también, y sobre todo, de los valores vigentes en la sociedad. En una sociedad en que gozan de gran prestigio los valores e instituciones económicas, una actividad lucrativa de la persona indicará generalmente su status clave. General~ mente el status familiar sería el status clave para una madre con hijos menores, pero si diera la casualidad de que fuera al mismo tiempo una hábil mujer de negocios, se la valorarla aún más alto por su status económico clave. Como es natural, esta posición variaría en una sociedad en que la colectividad dominante fuera la familia, la Iglesia o el Estado. El status clave es un concepto sociológico importante para el aná lisis de la personalidad social total. El status clave es la «ventana» más amplia que la persona abre hacia el mundo que la rodea, y a través de esta ventana la sociedad ve e interpreta sus otros status. Hasta tal punto está íntimamente relacionado 10 que hace una per sana, es decir, su rol social clave, con SU status clave. A veces se dice que el status social es 10 que la gente piensa que uno es y que el rol social es lo que piensan que uno hace. La evaluación, la estimación y el juicio de los demás interviene en el concepto tanto del rol como del status. Aun cuando hay una distinción clara entre estos dos conceptos, en la situación social concreta van ambos de la mano. Una persona hace, o se espera que haga, ciertas cosas en conformidad con su status; por eso hemos dicho que los logros de la persona afectan a su status. Algunos roles sociales proporcionan un status más alto que otros, y el status clave de una persona está ligado con el rol que su sociedad considera cama más significativo. En términos generales podemos decir que son relativamente escasos los roles sociales que acarrean el más elevado prestigio, o status, en la sociedad. Generalmente requieren ciertas habilidades y pericias que no se hallan en gran número de personas. Existen pocos presidentes M

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El puesto en la vida

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de sociedades mercantiles en relación con la categoría y la lista de personas empleadas, y las capacidades 'lue se requieren para el papel de presidente de una compañía son considerablemente mayores que las que se requieren para las posiciones industriales inferiores. Sólo existe un título de campeón de pesos pesados. Para conseguir este título y para gozar del status que 10 acompaña, el boxeador tiene que llenar todas las exigencias requeridas por esta actividad. El rol social clave depende de las funciones que acompañan al status clave, mientras que el status clave depende, por 10 menos en parte, de la evaluación que la gente hace de la función.

El puesto en la vida.

El análisis complejo de la persona social, tal como es vista y juz~ gada por los demás, demuestra que cada individuo tiene diversos sta~ tus, pero que uno es considerado como su status clave. La persona es una totalidad social y tiene un ,«status social total» que se llama su puesto en la vida. Éste es una combinación de todos sus status sodales; es la posición general que resulta si se combinan todos los criterios de status para formar una evaluación única de la persona. El puesto en la vida está fuertemente influido por el status clave, pero no se identifica con él. No depende sólo de la posición de una persona en la familia, en la industria, en los grupos políticos, educa~ tivos. recreativos o religiosos, sino de una combinación de todos estos status. La realidad sociológica del puesto de una persona en la vida se reconoce fácilmente en el hecho de que el status de clase es un fenómeno social universal. Es la vulgarmente conocida «posición de clase» de un individuo. La mayor parte de las personas de una sociedad tienen un concepto vago de 10 que se entiende por clase alta, baja y media~ y reconocen que el puesto de una persona en la vida es su posición en una clase o en otra. Como objeto de conocimiento en este punto de nuestro estudio, se puede definir la clase social como una categoría de personas cuyo puesto en la vida es vagamente análogo; se hallan en un nivel semejante de status social; socialmente tienen más fácil acceso entre sí que con las personas de otros niveles. A veces se dice que la clase social misma es un criterio o determinante del status social y del puesto en la vida, pero tal afirmación parece ser una tautología. Los dos términos se suponen mutua~ mente y a lo sumo son dos modos de considerar el mismo fenómeno.

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Status social

Desde el punto de vista de la persona misma, su puesto en la vida la sitúa automáticamente en una u otra de las clases sociales. Desde el punto de vista de la categoría de clase, la evaluación de la clase depende del puesto en la vida de las personas que la constituyen.

Status y estratificación. Como el status social es el rango- de una persona en relación con las demás, y la cJase sodal es el rango de una categoría de personas en relación con las otras, es lógico que se empleen los mismos criterios para determinarlas a ambas. En otras palabras: el abolengo, la riqueza, la función, la instrucción, la r-eligión y las características biológicas reflejan los valores sociales en torno a los cuales se agrupan las personas en clases. Las personas que tienen un status bajo según todos estos criterios, «pertenecen» a la clase baja. La clase social, como la posición social, es una situación general que deriva de una evaluación extrínseca. Es una construcción mental resultante del con~ sentimiento social y que no depende de las cualidades morales jn~ herentes al individuo o desarrolladas por él. La estratificaci6n social se refiere a las «capas» o estratos hori~ zontales en que están dispuf;Stas las personas de una sociedad. Un estrato social se concibe en relación con otros estratos con objeto de reunir gran número de personas que tienen una situación análoga. Como toda persona es única, los matices infinitesimales que diferencian a las personas permiten establecer un continuo que se extiende de un extremo a otro de la jerarquía social. Sin embargo. esta empresa seria tan inútil como dificil de realizar. En todas las sociedades se reconocen ciertas semejanzas universales que permiten agrupar convenientemente a las personas en determinadas categorías estratificadas. Durante mncho tiempo se ha solido hahlar de clases baja, media y alta, pero en una sociedad sumamente estratificada se pueden descubrir diferencias dentro de estas amplias categorías, por ejemplo. se habla de clases media, alta y baja. Desde el punto de vista del status, cada grupo está estratificado, como también toda sociedad está estratificada desde el punto de vista de las cIases. En la vida social existe siempre una estratificación de cierto grado y especie. Incluso un club recreativo tiene dirigentes y miembros activos y pasivos. Las posiciones de subordinaci6n y superioridad son evidentes en las escuelas, las iglesias, las fábricas y dondequiera que varias personas tienen relaciones sociales sistemáticas.

Desigualdad y movilidad social

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Desde el punto de vista científico la aspiración a una democracia com~ pleta, o a una igualdad perfecta entre las personas, no tiene ninguna posibilidad de cumplirse. Igualmente, pretender una sociedad ideal sin clases es un empeño irreal e imposible. No obstante, es cierto que el esfuerzo por introducir una igualdad en las oportunidades y en las relaciones humanas democráticas ha dado lugar a un reajuste de la estructura de las clases. Numerosas sociedades han mantenido tradicionalmente un sistema en el que clases altas relativamente pequeñas, adineradas y poderosas, han controlado a la gran masa del pueblo de la clase baja. La llamada «rebelión de las masas» parece estar a la orden del día en muchas de estas sociedades. En las sociedades democráticas occidentales la difusión de las oportunidades políticas, económicas, educativas y otras entre la gran masa del pueblo ha dado origen al desarrollo de una clase media relativamente estable, así como a un sistema más complejo y múltiple de estratificación. La estratificación social es una disposición sumamente compleja, para cuya buena inteligencia se requiere un cuidadoso análisis de los múltiples criterios de status. El concepto pierde prácticamente su sentido si nos atenemos a la simple distinción entre ricos y pobres, entre capitalistas y trabajadores, entre poseedores y desposeídos. Esta clase de distinción predomina porque la riqueza y los ingresos, o su ausencia, se reconocen fácilmente. No obstante, hay que insistir en que ni el dinero ni la posición personal en la economía son los únicos determinanteS de la clase social del individuo. En casi todas las grandes poblaciones existen personas de buena familia que son relativamente pobres, como hay personas muy adineradas que se esfuerzan inútilmente por entrar en la clase alta.

Desigualdad y movilidad social.

El status social carecería de sentido si no hubiera desigualdades entre las personas y no fuesen pocos los medios que la gente consídera como criterios de prestigio. Como es imposible la igualdad per~ fecta en la distribución de los medios, es también imposible una completa igualdad social. Por eso es inconcebible una sociedad sin status y sin estratos sociales. Esta afirmación es cierta desde el punto de vista subjetivo y objetivo. Subjetivamente las personas tienen dife~ rentes grados de competencia, de inteligencia, de energía, y esto es muy importante porque les permite conseguir o. permanecer en una deter~

70

11. Status social

minada posición social. Objetiva y extrínsecamente, los criterios de status social no se pueden distribuir con un criterio uniforme ni en la más doctrinaria de las sociedades socialistas. La posesión de estos elementos considerados como de valor que tiene una persona, puede aumentar o disminuir de muchas maneras. La persona puede restringir sus riquezas y aumentar su instrucción; puede acercarse más o alejarse de las prácticas religiosas. Poco es 10 que puede hacer respecto a su linaje, sexo o edad, pero la gente se las ha arreglado para crearse genealogías. acentuar su belleza física y aparentar menos o más años de los que en realidad tiene. La importancia social de un criterio puede variar con respecto a otro, Y. por lo tanto, puede haber cambios en los elementos que la gente considera importantes. Por ejemplo un atleta o una actriz pueden tener un status social más alto en un tiempo y lugar que en otro. Pero estos cambios de valores y de la importancia concedida a los valores son por 10 regular lentos y nada espectaculares. El status y la clase son fenómenos sociales universales relativamente permanentes- e invariables. La movilidad social se refiere más bien al desplazamiento de una persona de un status a otro y de una clase a otra. El hecho de salvar la «distancia socíal» entre dos status es la manifestación de la movilidad social vertical. Esto significa elevarse o descender, ganar o perder eStima a los ojos de la seCÍ.edad, y si la distancia cubierta es bastante grande, significa elevarse o des-

cender de una clase a otra. La cuantía y proporción de la movilidad social varía de una sociedad a otra. Una sociedad de «clases abiertas» es aquella en que son relativamente numerosas las posibilidades de movilidad. Esto es especialmente característico de una sociedad dinámica) progresiva. en la que se da gran valor a la competición, se hace poco caso de aristocracias de nacimiento y se aplaude el valor individual.

PECULIARIDADES DE LAS RELACIONES DE STATUS EN NORTEAMÉRICA

1. El cambiante status de la mujer. Desde fines del siglo pasado se ha insjstido en la prensa norteamericana sobre los derechos de la mujer, su influencia en la vida pública. la lucha por la igualdad de los sexos y los sutiles peligros que acechan a la que se deja absorber por las faenas caseras. Existen no' pocas pruebas de que el status social de las mujeres norteamericanas difiere hoy totalmente del de las mujeres en la mayoría de los países modernos. Las re-

El cambiante status de la mujer

71

vistas, la televisión, la radio, las columnas de los periódicos, los libros y las conferencias que tratan de la «cuestión de la mujer» muestran cómo va creciendo el influjo femenino y cómo se eleva su status social. El status de la mujer no se puede apreciar si no es en relación con el del varón. Constatamos que abundan las grandes desigualdades entre sexos, especialmente en los niveles profesionales y laborales elevados. Tienen todavía un papel preponderante las organizaciones femeninas del tipo auxiliares, como las esposas de la American Legion, o las asociaciones benéficas. Asimismo el tema de la llamada «mística de la feminidad» denota la aceptación por parte de las mujeres de muchas formas de sumisión servil. Por otra parte, ha resurgido un esfuerzo organizado por conseguir los derechos de la mujer. La National Organization for Women (NOW) invita a que los varones se hagan miembros, y busca la reforma racional de las instituciones. Algunos grupos en el Women's Liberation Movement consideran opresores a los varones, quieren derribar el sistema capitalista y la estructura norteamericana. No se ha logrado la completa igualdad de los sexos. Sin embargo, se han dado cambios sensibles en el status de la mujer estadounidense, como se indica en las siguientes observaciones. a) Probablemente el cambio de más envergadura reside en el status económico de la mujer. El tópico de la incapacidad de la mujer, que no entiende nada de finanzas, no sabe manejar el dinero y depende totalmente del varón para la subsistencia, ha desaparecido en la realidad~ aunque todavía existe en la fantasía. Las mujeres han llegado a poseer dinero, lo cual es un criterio importante de status social. Se calcula que más de la mitad de las tiendas en los Estados Unidos están registradas a nombres de mujeres y que más del 90 por ciento de los artículos de consumo se compran por decisión de las mujeres. A diferencia de la posesión de valores, la realización de compras al detall indica el control del dinero. La deferencia que se observa con las compradoras está relacionada con este hecho. b) La utilidad funcional de la mujer en la sociedad es también un indicio de la elevación de su status. Con frecuencia son las mujeres las «portadoras de cultura» en el sentido de que son ellas las que preservan los valores de la sociedad. Esta función en la familia y en la comunidad es muy significativa. La utilidad funcional se ha eA'iendido también a la zona de los empleos lucrativos. Los enormemente incrementados servicios de nuestra economía industrial son desempeñados en gran escala por mujeres. La gran mayoría de empleados de teléfonos, secretarios, taquígrafos, archiveros, dependientes de negocios, maestros y asistentes sociales son mujeres. Si se exceptúa el trabajo industrial pesado y las ocupaciones de alto rango, las mujeres han asumido y desempeñado adecuadamente la mayoría de los empleos lucrativos reservados anteriormente a los hombres. Las mujeres no sólo se emplean lucrativamente, sino que además des-

72

n.

Status social

empeñan funciones útiles muy apreciadas en su sociedad. Esta utilidad es también indicio de la elevación de su status. e) El cambio en el status político de las mujeres se inició cuando lograron el sufragio igual hace medio siglo. Además las mujeres se han vuelto activas colaboradoras de los partidos en los distritos políticos y en la politica local, regional y nacional t como también han sido delegados en las convenciones nacionales de los grandes partidos. Han alcanzado el rango de miembros del gabinete, han conseguido puestos en embajadas y consulados en el extranjero y funciones en el congreso. Los políticos miran con respeto a la Leaguc oi W omen V oters y a varios otros grupos CIVlCQS que reclaman reformas políticas. Gran número de mujeres están emplea~ das en oficinas del gobierno federal, estatal t y local. d) Se ha elevado el nivel de la instrucción de la mujer, lo cual tam~ bién ha contribuido a elevar notablemente su status. En Norteamérica nunca habían recibido una educación formal tantas mujeres como ahora; dedican varios años a la enseñanza superior; la clase de instrucción que reciben no es específicamente femenina: se matriculan y se gradúan en los colegios y en las universidades tradicionalmente reconocidas como las mejores del país. Aunque los colegios exclusivos para mujeres siguen disfrutando de un gran prestigio, están educando a un número decreciente de chicas norteamericanas. Debemos señalar aquí que las mujeres sufren todavía grandes desigualdades en nuestra sociedad. Las mujeres encuentran todavía poco «espacio en la cumbre» como ejecutivos de los negocios: banqueros, y corredores de bolsa. Se cuenta relativamente a pocas mujeres entre los dentistas, aboga~ dos y arquitectos. No es frecuente verlas empleadas como administradoras de las universidades y profesoras en las facultades. Casi ninguna mujer entra en el clero profesional, aunque existe ahora una insistente minoría que aspira a ser ordenada en las iglesias litúrgicas relativamente altas. Sin embargo, desde el punto de vista histórico, todos estos cambios han contribuido a una evaluación más alta de la mujer en nuestra sociedad. Esto no quiere decir que anteriormente se tratase a las mujeres norteamericanas con deshonor y desestima. En realidad la escasez de mujeres y el clima moral de las colonias contribuía a considerar a las mujeres en una situación especial. Esto ya era un reconocimiento de su posición. La diferencia fundamental respecto a la actual: elevación del status femenino es habérsele dado la oportunidad de procurarse su status por sí misma. e) En las agrupaciones recreativas las mujeres han reclamado y obtenido mayor libertad de acción. Se les han abierto la mayoría de los campos de competición atlética. incluso los de la lucha profesional y las carreras de caballos. Hay mujeres que son clientes de los locales de juego, bares y clubs nocturnos. En algunas ciudades más grandes, restaurantes, clubs y bares exclusivamente masculinos persisten en su intento de contener la «invasión» de clientes femeninos. Pero en otras diversiones se hacen deliberadamente esfuerzos para atraer el interés femenino y conseguir

El ambiguo status: de la juventud

73

una clientela de mujeres inventando los «dia de las señoras» en los locales de baile o estableciendo tarifas reducidas en los clubs femeninos. fJ Desde otro punto de vista~ la elevación del status de la mujer suele manifestarse en el hecho de que las mujeres son a menudo un símbolo de la movilidad social masculina. Es un hecho corriente en la historia que los hombres que prosperan hagan ostentación de su status adornando y exhibiendo a sus esposas, pero esto ha alcanzado en la sociedad norteamericana unas proporciones sin precedentes. El varón desea que su mujer «tenga lo mejor», y el resultado es una curiosa mezcla de presión social, movilidad ascendente l nuevos símbolos (de status~ deseo de confort y respuesta a la publicidad. El vestido, los utensilios domésticos, los automóviles, la participación femenina en banquetes y en clubs sociales son no sólo demostraciones de la elevación del status femenino l sino al mismo tiempo reflejo del puesto que el cabeza de familia ocupa en la vida.

2.

El ambiguo status de la juventud.

La sociedad norteamericana llama la atención en el mundo moderno por los problemas de su juventud. La revuelta organizada en las universidades, la militancia de los jóvenes negros en las ciudadesl el incremento de los drogados marginales y de los objetores de conciencia, la preocupación adulta por la restauración de la ley y del o:rden, todo esto denota la existencia de un problema social peculiar e incómodo. P:robablemente ninguna gran sociedad en la historia del mundo ha tenido que enfrentarse con un problema de juventud de tal magnitud y complejidad. Ya hemos visto que la edad de una persona es uno de los criterios de su status en una sociedad. Aquí hablamos de la posición de los jó~ Yenes como de una categoría general de la población, como también de la juventud en cuanto criterio de status. La juventudl el deseo de conservarse joven y de parecer joven, se evalúa extraordinariamente en la cultura norteamericana. El culto a la juventud como criterio de status social ha venido a convertirse casi en un fetiche. La presión social por «mantenerse joven y en forma» se ejerce incluso sobre las personas mayores en la moda del vestir y en los cosméticos para ambos sexos. Si se hace régimen y procura adelgazar, no es sólo por razones de salud; y se da por supuesto que también las personas mayores se interesan y apasionan por los deportes. Los «viejos» a menudo parecen aficionarse a los héroes del fútbol aun más que los mismos estudiantes. Todos, excepto' los teenagas (adolescentes), dan la sensación de valorar y apreciar la juventud como status social. He aquí algunos de los factores que hacen posible en nuestra sociedad esta ambigiiedad de status. aJ La juventud en Norteamérica carece de funciones propias, a no ser como estadio preparatorio. Ya hemos dicho que la utilidad de la fun-

74

TI. Status social

ción desempeñada es un importante criterio de status social. La juventud norteamericana no tiene otra función sino la de «crecer». Es lo que ocurre en una sociedad que considera poco económico el trabajo infantil y mantiene en dependencia económica a sus adolescentes. La juventud se halla en un período de espera. más que en un período de transición, entre la infancia dependiente y el estado independiente de los adultos. En otras sociedades la mayoría de los muchachos y muchachas tienen ya un empleo lucrativo a la edad de catorce o quince años. «Hacen algo» que se estima importante y que los demás y ellos mismos toman en serio. b) Desde otro punto de vista es como Un período de adolescencia prolongada. No hay distinción neta y formal l no hay ritos de transición aprobados entre el status de niño y el de adulto. El hombre o la mujer que es sexualmente maduro e intelectualmente adulto está preparado para asumir las responsabilidades propias a la edad adulta. Social y culturalmente, sin embargo, tales personas se hallan todavía en el status de chicos y chicas. Esta situación está preñada de tensiones y frustraciones para todos los efectos. La negativa de los adultos a tomar en serio a los adolescentes suele ir acompañada por la negativa de los adolescentes a tomar en serio a los adultos. Hay algo más que impertinencia en el slogan de la juventud, «no puedes confiar en nadie que tenga más de treinta años». e) La prolongada educación de la juventud origina con frecuencia inquietud y ambivalencia~ aunque en definitiva proporciona al individuo un mayor prestigio social cuando llega a adulto. Dada la elevada estima que tienen los norteamericanos de la instrucción formal y las oportunidades existentes para todos, los jóvenes frecuentan las escuelas mucho más tiempo que en los otros países. El prinCipio norteamericano de que a toda persona dotada del talento suficiente debe dársele la oportunidad de recibir educación universitaria, es a veces entendido en el sentido de que dicha educación debe hacerse accesible a cualquiera que esté en disposición de pagarla. Se da por supuesto que los jóvenes han de continuar sus estudios y se los obliga a hacerlo aun cuando no tengan interés y menos todavía capacidad para seguirlos. No debe sorprendernos mucho el que algunos estudiantes de segunda enseñanza y universitarios hallen un desahogo para sus intereses y energías en una entrega excesiva a las diversiones en el vandalismo, las huelgas y los motines. d) El joven se adapta al cambio más fácilmente que la persona mayor. El proceso de socialización, especialmente la prontitud para aceptar ideas nuevas y progresivas, es más rápido y más extenso en la juventud, que con frecuencia termina entrando en conflicto con los valores de los mayores. El «conflicto de generaciones» es un fenómeno lógico en una sociedad dinámica. Por hallarse desconcertado acerca de su propio status, el joven busca mayor gama de posibilidades para la expresión de su propia persona. El aspecto dinámico de la cultura norteamericana en ninguna parte se expresa en forma tan dramática como en nuestros adolescentes, con sus característicos entusiasmos y modas pasajeras, con sus slogans y reclamos.

El cambiante status de los negros norteamericanos

75

e) La juventud norteamericana tiene con frecuencia las obligaciones de los niños y los privilegios de los adultos. El salir con chicas (o chicos), que no tiene conexión directa con la preparación al matrimonio y que comienza a los catorce o quince años, implica el manejo del automóvil y muchas otras maneras de divertirse propias de los adultos~ tales como la bebida, con la frecuentación de las tabernas y los night clubs. A la muchacha la animan sus padres a alternar con los muchachos, pero al mismo tiempo a conservar la castidad y el decoro. Precisamente aquí son ambiguas las normas de libertad y de decenci~ y a veces se hallan en conflicto por entenderlas diversamente los padres y los hijos. Estas circunstancias indican la falta de un status bien definido y universalmente aceptado. Hay diferencias de una región a otra y entre las diversas clases y grupos étnicos t pero esto no constituye la ambigüedad básica de la que hablamos. La ambigüedad existe tanto en la mente de los jóvenes como en la de los mayores. Nadie puede decir con claridad y en detalle cómo se aplican a nuestra juventud los criterios generales del status y cómo han de ser sus formas de comportamiento. Lo cierto es que la juventud está en «flujo» de una manera que es más peculiar de esta misma que de las características físicas de la juventud. Este análisis no debe inducirnos a sacar conclusiones alarmantes respecto al futuro de la sociedad norteamericana. Es probable que nuestra sociedad dinámica, abierta, progresiva y adaptable requiera para la juventud este género de status. El hecho de que la mayoría de los jóvenes han podido afrontar en forma satisfactoria la eficiente disciplina militar y que luego «se asientan» como empleados competentes, ciudadanos de confianza, padres y esposos con sentida de la responsabilidad; el hecho de que la mayoría de las jóvenes asumen sus roles de personas mayores en fanna satisfactoria, todo esto indica que la ambigüedad del status de la juventud no es un motivo para dar por desahuciada a la sociedad y a la cultura norteamericana.

3. El cambiante status de los negJ'os norteamericanos. El de vida 275 racionalidad de la 49 regional 2860 residuos en la 266 retraso de la 280-282 rural 284s secularización de la 410 urbanización de la 321 variaciones de la 5-1 y cambio 27& y civilización 271 y crimen 191s y diversión 193 y educación 217 y éxito 308 y herencia 2735 y medio ambiente 38 y personalidad 276 y procesos 232 y roles 203 206 Y sociedad 154 157 269 275 419 Y solidaridad 276 y valores 275 Cupos, sistema de 80 Delincuentes v. Criminales Demografía 104. Dependencia

de. uno mismo 52 del niño 49 Desigualdad de las mujeres 72s 99 Y categorías 985

y movilidad 69s Desobediencia civil 103 Desviación 389-411 de los grupos 397 institucionalizada 395

ley y 405 negativa y positiva 390 ocio como 401-403 religión y 403s tipos de 391 y roles 393 Discriminacióu

e institución. 267 y guerra 427 Difusión de cultura 279 y cambio 353 y mígración 321 Disuasión, la ley como medio de 406 Diversidad de los grupos principales 114 Divorcio e hijos 407 e instituciones 267

pautas de 407. y grupo primario 121

y matrimonio 407 y relaciones 408 Economía 11 17 censo y 104 como institución 254 obstrucción en la 242 y complejidad 171 y control 372s y crimen 191 y deportistas 215 y regionalismo 164. y retraso cultural 280s y sociedad 155, 159 y vida rural 285 Edad como base para los grupos 113 y cambio 379 y regionalismo 165 y status 63 73

índice analítico

Educación censo y 104 como grupo principal 115 como valor 33& complejidad de la 171 de las mujeres 72 de los jóvenes 74 de los negros 77 e institución 253 rural 142 y competición 236 y control 376 y cultura 217. y economía 259 y etnocenmsmo 188s y movilidad 328s 336s y problemas 315 y retraso cultural 282 y status 62 y voto 1% Élite y clase 325 Engjneerjng y control 377 -Entorno v. Ambiente Equidad como proceso 234 Equipo, trabajo en 238 Escritura 15& Esparcimiento (recreo) como desviación 401 comO' institución 254 complejidad del 171 pautas de 192-194 y competición 236 y control social 372 y cnltura 193 y economía 259 y grupos principales 116 y juventud 127 128 Y mujeres 72 126 Y sociedad 156 v. Ocio Estabilidad de las instituciones 250 Estadística &4 195

Estado e Iglesia 162 Estandarización 50s Estereotipos 184 Estratificación en la sociedad 160 y status 65, 68 Estructura complejidad de la 170 de la industria 383 de la religión 332 de la sociedad 156 de las instituciones 248 de las pautas 187 de los grupos 108 e ideología 314 e integración 418 en la comunidad 135 y cambio 350 Ethos de la cultura 277 Ética 11 23 25 302 Etuocentrismo 170 y patriotismo 188 Éxito y mo~dad 340s y religión 308 y valores 312 Factor étnico 138s Factores de asimilación 229 de cambio 347 de cooperación 2278 de integración 4W-423 426 de la comunidad 136-141 de mÍgración 321 de movilidad 327 FamÍlia aislamÍento de la 49 como grupo principal 114 como institución 253 complejidad de la 172 de la cultura india 2995

445

446

índice analítico

desorganización de la 127 en los suburbios 143 y censo 104. y competición 236 y control 372 y economia 259 y etnocentrismo 190 y socialización 45 49 Y sociedad 155 159 160 Y vida rural 285 y vivienda 50 Fertilidad y movilidad 327 Finalidades de los grupos 108 Fraternidad y conilicto 244 Frustración y agresión 57 Fuera de la ley 190. Funciones compartidas 421 de ]a comunidad substitutiva 140 de la juventud 74 de la sociedad 154s de la sociología 30 de las instituciones 249-252 de las pandillas 126 de los valores 304 de socialización 41 del grupo primario 121 e integración 418 especialización de las 383 y cambio 350, Generalizaciones 16 Geografía 11-1221 38 153 Gobierno e industria 384 Grupo de referencia 111 dominante 115. exterior 111 118 interior 111 118 territorial 112 135 Grupos bases para lo. 111

características de los 107 clasificación de los 110s control mediante los 368 371 criminales o delincuentes 397. de referencia 111 definición de los 109 desviantes 397 dominantes 158s e instituciones 248 integración de los 418 margínales 398s participación en los 421 425 primarios 117 principales 154 156 340 reclutamiento de los 109 secundarios 430-432 universidad de los 113 y roles 209s y socialización 45s y sociedad 153 y status 65 68 Grupos primarios 117 decadencia de los 120-122 y comunidad 132 y grupo interior 118 y juventud 126 y mujeres 124s y organrzación 430 y viajantes de comercio 214 Grupos secundarios 116s 118s 430432 e mstitucionea 266 y grupos de presión 1225 y sinilicatos 129 y vida rural 286 Grupos y asociaciones 107-130 Guerra 238 426-428 Hábitos y pauta. 184

Herencia biológica 21 37 cultural 2738

lndice analUieo

Héroes e integración 433

Hoboe. y status 335 Humanidades y cambio 363 Identidad y los negros 284 y solidaridad 133 Ideología, ideologías liberal 313. y cambio 182 y cultura 277s y valores 313s Iglesia como grupo de presión 124 comunitaria 146-148 los negros y la 333 movilidad en la 332-334 y bienestar 79 y Estado 162 y grupos de mujeres 124 y grupos primarios 121 y relaciones raciales 404 y status 78 Igualdad de sexos 100 137 Y clase 69 y movilidad 328 Imitación y aprendizaje 44 Imperialismo 168s Inconsecuencias de conducta 49 de la cultura 54s e instituciones 266s Independencia, como valor 382 índice de natalidad rural-urbana 142 Individualismo 5() 425 Individualización 46s Individul> valor del 48 y cultura 273 y roles 207

447

Industria estructura de la 383 y politica 384s Ingresos y retraso cultural 282 y voto 1% Inmigración, leyes de 145 y movilidad 327 338 Inmigrados en el sudeste 287 y asimilación 241 y mov1núentos de masas 101 y status 338 Institución axial 256 258 277 politica 155 159 254 262-264 384s InstitucionaJización 264s Instituciones 247-268 axiales 258-395 c1asificación 253 control mediante las 373 380 definición de las 247 funciones de las 249-252 integración de las 416 principales 22s 257 universalidad de las 252 y burocracia 265, y cambio 265. y cultura 257 272 274s y desviación 395 y grupos 248 Y radicales 358 y roles 206 265 Y sanciones 256 y valores 303 Integración asociativa y comunitaria 423 de la cultura 415s en los grupos 433 factores de 420-423 425s lealtad e 4248

448

índice analitico

mecanismos de 422 simbólica 432 sociocultural 413-434 Interacción, procesos de 221245 Interés común, grupos de 113 Intereses, grupo con 1225 Invención 353 Investigación 16 2& 219

Jóvenes status de los 73s pandillas de 1260 y adultos 75 Justicia como proceso 234 y religión 404 Kibbutz 137 Knights oi Labor 100 Koinonia 147 Laicado en las iglesias 79 movilidad del 333s Lealtad e integración 424426 Ley y desviación 405s Libertad como valor 312s e ideología 314 Liderazgo de maestros 375 en los sindicatos 3&25 internacional 4288 tipos de 375 y control 374s y status 64s Limites del cambio 3585 Logro del status ro 79ss 328s y «sociedad» 166

Maestros rol de los 217s sociólogos como 30 y movilidad 337 Manifestación como conglomerado 93 102. organización de una 103 Marco conceptual 12 18 Marshall, plan 169 MMas movimientos de 100·102 protesta de 1025 y clase social 69 Materialismo 308s Matrimonio como contrato 260s y cambi" 260·262 359' Y divorcio 407 y movilidad 80 Mecanización 165 Medio ambiente v. Ambiente Metas v. Finalidades

Migración efectos de la 321s residencial 121 rural 145. voluntaria 320s y censo 105 y movilidad 319' 338s Militares veteranos 123 Minorías como categorías 87 como grupos de presión 123 como marginales 398s derechos de las 310. extranjeras 88 obstrucción de las 243 raciales 88 religio ... 88 y acción comunitaria 149 y regionalismo 165 Moral 386s

fndice analítico

Moralidad 55 314 Mores definición de los 179 185 Y cambio 354 y grupo 372 Y justicia 234 Movilidad canales de la 326 de roles 323 del clero 3318 descendente 330 en la comunidad" étnica 144factores de 327 índice de 70 laboral 324 339 .esidencial 121 339 tipos de 322 urbana 326s y desigualdad 69 y educación 336 y etnocentrismo 188s y éxito 340s y grupo primario 121s y los negros 77 y maestros 337 y matrimonio 80 y migración 338 y movimientos de masas 102 Y obreros 383 y personalidad 54 y sistema de cupos 80 Movimiento de masas 100-102 radical 357 y movilidad 319 Muestras cienillicas 16 105 Mujeres e igualdad 99 100 137 310 organizaciones de 71 124-126261 Y cambio 361 y obstrucción 2418 y status 70-73 Multitud, como conglomerado 92 Fichter. 29

449

Musulmanes negros 76 283 Naciones Unidas 168 Naturaleza actitud hacia la 193 y crianza 38 Necesidades sociales 52s 415 Negocios (grupos de presión) 123 Negros capitalismo y 77 e identidad 284 e Iglesia 333 status de los 75s y eamblo 361 y cultura 282-284 y educación 77 y radicales 357 11. Afro-americanos Niños dependencia de los 49 derechos de los 310 mimados 48 y divorcio 407 y desigualdad 99 y matrimonio 261s y status 331 Normas

como pautas 185 de conducta 198 24 de los criminales l!H en el grupo 108 explícitas e implícitas 186 y control 405 Norteamericanos de origen extran-

jero 76s Objetivos v_ Finalidades Obstrucción ejemplos de 242 como proceso 230 Ocio (esparcimiento) como desviación 401-403

450

índice analítico

y trabajo 192 4()J Ocup.ación en las áreas rurales 142 en los suburbios 143 y comunidad 136s y grupo 123 y movilidad 324 339 Y religió!> 162 y status 66 Opinión 181 194 Organización de mujeres 71 y conflicto 244 y grupos secundarios 430

Participación e integración 421 en grupos 425 Patriotismo 188s 427 Pautas de conducta 177-197 definición 177 en el divorcio 407s en el esparcimiento 192-194 escala de 178 estandarizacíón 51

integración de las 416 tipo. de 179s variaciones de las 181s y conglomerados 95 y protesta 1028 y relaciones. 223 y socialización 48 y sociedad 154. y valores 298 Peligro y solidaridad 426 Persona social 35-57 definición 35s e ideología 314 estandarización de la 50 fuente de valores 298 marginal 398s y conglomerado 95

y control 370 y rol 323

Personalidad social 47 adaptativa 51-53 e institución 251 individual 46 integración de la 417 neurótica 548 tipos de 380 y competición 329 y cultura 276 y grupo primario 117 y movilidad 53 328 Y rol 200 394 Y status clave 66 Personas declaradas 334-336 Planeamiento 29 386s Plantación, sistema de 288 Pluralismo 101 Población como categoría 104-106 del sudeste 287 densidad 127 pirámide 105 y sociedad 153 Pobreza, programa contra la 148 Poder social y status 64 Policía 211-213 Política pautas de la 196 y competición 237 y economía 259 y obstrucción 241s y vida rural 286 Predicción 195 Prejnicios 184 Presi6n

de las pautas 179 e integración 421 y control 367 373s y desviación 391s Presión, grupos de

índice analítico

en los Estados Unidos 122 sindicatos como 128s veteranos en los 123 y cambio 379 Prestigio 65s v. Status Problemas sociales

en los Estados Unidos 315 solución de 25 y cooperación 238 y progreso 400 y valores 305 Procesos clasificación de los 225

complejidad de los 232 comunitarios 134 conjuntivos 225

contenido de los 224 de acomodación 227 de «americanización» 239·241 de aprendizaje social 43 de asimilación 228 de competición 231 de conflicto 2W de interacción 221-245 de obstrucción 230 disyuntivos 225 estructura de los 187 matriz de los 233-235 universalidad de los 225 y amor 234 y cultura 233 y eqnidad 238 Y justicia 234 y relaciones 222 y roles 232 y valores 3()() Progreso criterios del 348 como valor 311s insistencia en el 52 y cambio 348

451

y problemas 315 400 Y solidaridad 428 Protesta 77 10il. Psicologia 12 20 Publicidad y conformidad 376 Público como categoría 89 y deporte 215 Pueblo tradicional 135 Puesto en la vida 67 Racionalidad com" valor 312 de la cultura 49 Radicales 81 313 357s Referencia, grupo de 111 Reforma social 28 29 378s Regionalismo 80 1645 182 286 asociativo 165 Relaciones sociales 18 comunitarias 134 definición de las 2215 en el grupo 108 117s necesidad humana de 37 primarias 122 132 raciales 75 88 99s 404 y divorcio 407 y procesos 222 y roles 201 222 Y status 222 Religión complejidad de la 171 creencias 162s

desviaciones en la 403s fact"r de comunidad 139 minorías en la 88 pautas de 146 variedades de 50 y asimilación 240 y censo 104 y competición 237 y confiicto 245

452

Índice analítico·

y congregaciones 139 y control social 372 y economia 259 y estructura 332

y valores 299 304 Sanciones como valores 300

y éxito 308

e instituciones 256

grupos principales 115 justicia social 404 ocupación 162 sociedad 155 159 161-164 Y status 62 78s

y roles 205

y y y y

Resistencia

al cambio 354 al control social 378s Responsabilidad 96 251 Retrasos de la cultura 280. Reunión, sentimiento de 133 148 Rol clave 210 Roles sociales 199-220 asignación de 208 asunción de 208 324 clasificación de los 209 como modelos de aprendizaje 32s conflicto de 202 criterios de los 309 de científico 219 de los maestros 217s definición de los 199 205s e individuo 207s 323 e instituciones 25t} 265 en los grupos 108 formación de 206s sanciones de los 2058 y control social 368 y desviación 393

y movilidad 323 y pautas 187 y personalidad 47 200 394 Y procesos 232 y relaciones 202 222 Y socialización 445 y status 66 201

Secularización 410 Segregación 97 288 Servicios comerciales 122 Sexo como base del grupo 113 e igualdad 71 137 Y voto 196 Símbolos de integración 432s de status 97 Sindicatos 128-130 Soborno, como institución 267 Socialización 40s 445 de los indios 289s de los niños 48s proceso de 40s rural 49 y roles 2()4s y sociedad 155 y valores 41s 57 Sociedad 151-173 asociativa 117 152 160s 423s caracteristieas de la 153 clasificación de la 157 complejidad de la lis 25 comunitaria 116 132 160s 423 definición de 153 integración de la 417 primitiva 158 y cultura 18 158 269 275 419 Y grupos 109 y religión 161-164 y roles 206 «Sociedad» 166 Sociología, introducción a la 15-31 Sociólogos 30 151

tndice analítico

Solidaridad de las masas 101 de los obreros 129 e identidad 133 en la comunidad étnica 145 en la sociedad 160 guerra y 426-428 Y comunidad 133 y cultura 275s y patriotismo 427 y progreso 429 y valores 305 v. Integración Status clave 66 criterios de 61 87 de la policía 212 de los inmigrados 338s de los negros 75-77 de los políticos 263 en la comunidad 136 logro del 79s 328s origen del 59 tipos de 65 transferencia del 63 visibilidad del 331 y aprobación. de los compañeros 127 y cargo 64 y categorías 86 y clase social 67 97 Y conglomerados 95 y criminales 334 y juventud 73-75 127 Y los radicales 81 y movilidad 70 y mujeres 123 125 Y pautas 183 y poder social 64 y relaciones 222 y religión 78s y rol 66 201s

453

y rol clave 210 y valores 296 Suburbios 137 143s Superstición 354s Trabajadores (obreros) conformidad de los 382-384 solidaridad de los 129 y status 80 Trabajo como valor 312 y ocio 192 401 Tradición y cambio 52 Transporte 141 193 Trastorno mental 409 Turba, como conglomerado 92 Universales sociales 152 Universalidad de los grupos 114 de las instituciones 252 de las pautas 178 de los procesos 225 Urbanismo 164 Urbanización 49 321 Usos 181 185 354 Utilidad 62 84s

Valores 295-317 clasificación de los 302 criterios de 296 e individualismo 425 e instituciones 248 257 267 fuentes de los 297 humanitarios 309s últimos 306 311 Y cambio 280 352 Y científicos 219 295s y competición 235-237 y control 305 381s y educación 77 338 Y pautas 179 298

454 y problemas 400 y sanciones 300 y socialización 41 57

Variaciones de la cultura 51 de las instituciones 252 de las pautas 181 de los roles 203 del control 380 Vecindad v. Barrio

índice analítico

Vestir, estilos del 51 Veteranos 123 Vida, experiencias de la 42 Violencia 56s Virtudes 55 234 Vivienda y acción comunitaria 149 y familia 281 Votantes urbanos 1968 Voto, comportamiento en el 196

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