Sobre La Venida Del

October 15, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
Share Embed Donate


Short Description

Download Sobre La Venida Del...

Description

 

 

EL ADVENIMIENTO DEL “QUINTO ESTADO” Por  Julius Evola

 

 

(…) El argumento que queremos propiamente tratar en este capítulo es el fenómeno del “advenimiento del Quinto Estado”. Para comprenderlo, es necesario sobre todo dar un breve resumen de la concepción aquí indicada, que se vincula con la idea de una regresión o descenso del poder político, del tipo de civilización y de manera general, de los valores predominantes a lo largo de los cuatro planos que toda organización social completa y, podemos aun decir “normal”, comprendía de acuerdo a un sistema jerárquico. En la cima se encontraban los jefes investidos de una autoridad espiritual y sagrada, luego venía la aristocracia guerrera, en tercer lugar la burguesía pudiente y los que concentraban sus intereses en el plano económico (los “mercaderes”, la casta  vaisha hindú), finalmente venían los trabajadores, el “pueblo”.  Y bien, es bastante evidente que en la historia conocida por nosotros esta pirámide se ha derrumbado, ha habido un descenso de uno a otro de estos cuatro niveles. De civilizaciones determinadas por lo sagrado en donde el jefe o la clase dominante un derecho lo alto asobre bases regidas prevalecientemente espirituales yejercían un “derecho divino”desde se ha pasado sociedades tan sólo por aristocracias guerreras; fase ésta que tenía que terminarse con el ciclo de las grandes dinastías europeas. Con la Revolución Francesa, la democracia, el liberalismo y el industrialismo ha sido el Tercer Estado el que ha asumido fácticamente el poder como burguesía capitalista y plutocracia, siendo los jefes efectivos ahora los reyes del dinero, los múltiples “reyes” del carbón, del acero, del petróleo, etc. Los movimientos socialistas y proletarios que concluyen con el comunismo y con el sovietismo, preludian el advenimiento del Cuarto Estado que intenta desplazar al Tercero (es bajo esta óptica que se debe esencialmente  ver el choque entre “Oriente” y “Occidente”, entre los Estados comunistas y los Estados Unidos con sus satélites) y de asegurarse el dominio mundial: Cuarto Estado contra aquello que subsiste del mundo del Tercer Estado. (…) La caída a lo largo de la historia no se detendría pues en el Cuarto Cuart o Estado, es decir, en el mundo colectivista marxista y comunista; la misma tendería a continuarse en el surgimiento del Quinto Estado. ¿Qué ¿Qu é es lo que sería el Quinto Estado? Aquí hay que referirse sobre todo a la idea de que toda organización comprende dos principios elementales, fuerzas del orden por un lado, fuerzas del caos por el otro. La misma surge de una acción formativa que vincula y frena en determinadas estructuras (dentro de las cuales las mismas pueden manifestarse creativamente como un factor dinámico) a las segundas. Y bien, cuando un ciclo

 

llega a su término, este sustrato elemental, el fondo subpersonal y casi se podría decir goethianamente “daimónico” que en las civilizaciones tradicionales había sido doblegado, mantenido bajo un freno y elevado por una ley superior y por el natural prestigio que revestían los valores espirituales, heroicos y aristocráticos y los representantes de los mismos, tiende a volver al estado libre, a actuar en modo destructivo, a tomar la primacía. Éste es el límite y lo que puede corresponder al advenimiento del Quinto Estado. En cada movimiento “revolucionario” en cuanto tal siempre hay un emerger de este sustrato informe, contenido en gran medida en los sucesivos desarrollos, pero en la primera fase siempre caracterizado por algo salvaje por el placer por la destrucción y la ruina, por una regresión del individuo en lo colectivo, por el “daimon de lo colectivo”. Las páginas escritas por Joseph de Maistre sobre la Revolución Francesa son, a tal respecto, de un valor perenne. Por otro lado el Quinto Estado puede ser concebido en general como el anti-Estado, si se entiende al Estado en el sentido tradicional, como una realidad superior y como la encarnación de una idea y de un superior s uperior poder ordenador. (…) A tal respecto no sólo debe considerarse lo que se vincula con el plano social  y político, sino también con lo que se refiere a la misma personalidad, a la destrucción de la personalidad. En la historia ha habido siempre crueldades y atrocidades, pero el elemento característico que puede ser analizado en el diagnóstico de los últimos tiempos se refiere a siniestros métodos racionalmente estudiados de degradación dirigidos a convertir a los seres en fantoches sin  voluntad a los cuales se aplican, a degradarlos ante sus mismos ojos (algunas consideraciones válidas a tal efecto, aun con referencias tendenciosamente unilaterales, han sido por el católico Gabriel Marcel). Se puede pensar aquí desarrolladas en los bastidores deexistencialista ciertos procesos que acontecen tras la cortina de hierro y de un cierto régimen de campos de concentración y de “reeducación”. El ataque se dirige también en contra de aquella “forma” en sentido eminente que es la personalidad. Los planos son naturalmente diferentes, pero la convergencia de la dirección, la “sigla” es bien reconocible. (…) en el mundo moderno se han delineado en otros campos fenómenos que en parte podrían ser referidos a las “emergencias” antes mencionadas. Deberían por ejemplo mencionarse ciertos aspectos de la denominada “generación en rebelión”. La rebelión puede ser legítima cuando se conduce en contra de una civilización en la cual casi nada tiene más una justificación ju stificación superior, que es vacía

 

 y absurda, que, mecanizada y estandarizada, tiende ella misma hacia lo subpersonal en un mundo amorfo de la cantidad. Pero cuando se trata de “rebeldes sin bandera”, cuando la rebelión es, por decirlo así, fin en sí misma, actuando lo demás como pretexto, cuando se acompaña con formas de desencadenamiento, de primitivismo, de abandono a lo que es elemental en sentido inferior (sexo, jazz negro, embriaguez, violencia gratuita y muchas veces criminal, exaltación complaciente de lo vulgar y de lo anárquico), entonces no es azaroso establecer un cierto nexo entre estos fenómenos y los otros que en un plano diferente expresan la acción de fuerzas del caos que afloran desde lo bajo a través de las grietas siempre más visibles del orden subsistente, fuerzas por las cuales son poseídos aquellos elementos que qu e se han lanzado a la deriva y que en gran medida han quedado afectados. (…) Sin embargo el interés mayor del orden de ideas aquí brevemente expuesto se refiere quizás a aquello que qu e en los aspectos propiamente sociales y existenciales del fenómeno debe ser referido al verdadero “sentido de la historia”, a síntomas precursores que se vinculan con la lógica del mismo. Hay que qu e ponerse en guardia contra las exageraciones y contra cualquier “apocalipsismo”, pero muchas cosas, en el contexto aquí mencionado, deberían hacer reflexionar a aquellos que aún están narcotizados por los mitos de la democracia progresista y que se demuestran incapaces de captar los rígidos nexos de causa y efecto presentados por un ya secular curso de los acontecimientos. El descenso cuatripartito del nivel de la civilización y de las organizaciones sociales es una realidad; lo es también el aflorar, cuando el último escalón está por ser alcanzado, de fuerzas infernales, de fuerzas del caos, que en un cierto sentido puede decirse que no pertenecen más al mundo propiamente humano, pudiendo la fórmula del advenimiento del Quinto Estado actuar como marco. (Julius Evola, “Avvento del “Quinto Stato”, en “Il Borghese”, 1969, traducido al español en Julius Evola, “Cabalgar el tigre”, Buenos Aires, Ediciones Heracles, 1999, pp. 247-251)  247-251) 

View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF