Sobre La Etología y La Psicología

 

Sobre la Etología y la Psicología Erik Sebastián Alba González

En la sociedad actual se estudia al hombre desde sus distintos procesos mentales por medio de sus conductas, entendidas como una manifestación de los primeros; sin embargo, esta idea, no lejos de ser funcional, es una aproximación a la comprensión de la génesis del comportamiento, convirtiéndola en una explicación que qu e aparta la mirada de otros animales no humanos, tratando de postular al ser humano hu mano como superior a otros seres, con preceptos como “el más evolucionado” o “el espécimen más arriba en la cadena”, que lejos de ser ciertos, son una mera especulación determinada por po r comportamientos que se califican más avanzados que otros. En este sentido, es preciso señalar una perspectiva diferente a la psicológica centrada en el hombre, la perspectiva etológica; la etología es la rama de la biología encargada de describir e interpretar el comportamiento, a través de procesos experimentales de tipo positivista, con el fin de comprender comprend er la génesis y la finalidad de las conductas de los animales (incluido el hombre). La etología percibe al hombre como un ser con procesos mentales y comportamentales diferentes a los de otras especies, sin dejar de lado el hecho de que estos comportamientos no le suponen una dominancia sobre otros, sino que le permiten encontrar la adaptabilidad y, consecuentemente, la supervivencia. Ahora bien, ¿Por qué no se habla de dominancia, y a su vez se habla de adaptabilidad? ¿Por qué se descarta la percepción del ser humano es un ser más evolucionado que otros? La respuesta a estas preguntas se encuentra encuen tra en la teoría de la selección natural, donde se menciona que los seres vivos están adaptados a su entorno porque en un mundo donde los recursos son escasos, poseer un carácter que aumente la eficacia en su explotación da más oportunidades para dejar descendencia y, si este carácter es heredable, los hijos sobrevivirán mejor; ahora bien, la razón de porqué el hombre no es más evolucionado que otros seres recae en esto mismo, debido a que ¿cómo el hombre es más evolucionado si no es la especie que queda? En otras palabras, si bien la existencia del hombre es garantizada, no es la única, lo cual demuestra que otras especies por medio de otros métodos, también han llegado a este punto, garantizando su supervivencia. Siguiendo esta línea donde encontramos que el ser humano no es el más evolucionado, aunque el lector creerá que sus comportamientos si lo son, pero ante esto, también es preciso llegar a una aclaración: no es el humano el único que planea (como señalo Osvath trabajando con chimpancés en el 2009 (Redacción ELTIEMPO, 2009)), disfruta (probado en un zoológico de New York hace casi un siglo, con efectos musicales), comparte en núcleos familiares (como la mayoría de mamíferos que buscan la supervivencia de la cría por medio del acompañamiento de consanguíneos de primer y segundo orden [padres y hermanos]), trabaja y comparte redes sociales con jerarquía (como

 

es el caso de las hormigas y las abejas), se esfuerza por los suyos (como los lobos y su organización estructural en jaurías), soluciona problemas (probado por po r psicólogos de la rama Gestalt durante los experimentos llevados a cabo por po r Köhler, citado por Tolosa y Civera [2006]), hace la guerra (señalado por investigadores de la universidad de Michigan en un estudio longitudinal de 10 1 0 años (BBC Ciencia, 2010)), entre otras cosas que normalmente se supone hacen al ser humano human o superior a otros animales. En este aspecto, recae la cuestión que inicia este ensayo: es preciso qu quee el ejercicio  psicológico deje de entender al ser humano como un ser superior a otros animales, pues las características que se analizan desde la psicología (los comportamientos) no son superiores a los comportamientos de los animales no humanos. Esto conlleva a un cambio de la perspectiva investigativa del psicólogo, pues en el afán de entender al humano, a partir de sus comportamientos, es posible crear un acercamiento a la estructura de estos comportamientos a través de una perspectiva  psicológica junto con una mirada etológica, pues es desde estos dos preceptos que se puede llegar a un análisis del comportamiento más completo; por ejemplo, es posible entender la facilidad/predisposición que tiene el género masculino sobre el femenino a la violencia,  pues en las culturas antiguas e incluso hasta hace relativamente poco tiempo (hablando de los siglos XVIII o XIX) los hombres que podían defender a sus mujeres mu jeres eran quienes terminaban apareándose y dejando descendencia. Ahora bien, la razón para que esto se dé  puede derivarse de muchos factores, como una menor cantidad de circunvoluciones en las áreas prefrontales del cerebro del hombre, o un empujón social que conllevó a que la mujer se convirtiera en objeto de disputa para p ara los hombres, o también, que desde otros tiempos antes de que la especie se convirtiera en Homo Sapiens Sapiens, la conducta se llevara a cabo, por lo cual podría ser que esta conducta se presentara mucho antes de que la especie fuera consolidada (cosa a la cual la etología puede dar mayor respuesta qu quee la misma  psicología). Es bajo este precepto y, a medida de conclusión, que si bien, la psicología toma herramientas que la etología no y viceversa, exista una perspectiva conjunta en el ejercicio investigativo losotros procesos mentales, de lado la idea de quede el la serconducta humano como es másmanifestación evolucionadode que animales, pues dejando convivimos con ellos, ellos todavía existen, con sus propias conductas que han garantizado su supervivencia, que es, finalmente, el objetivo de la así llamada “evolución”.  “evolución”.  Referencias BBC Ciencia. (22 de Junio de 2010). Los chimpancés "hacen la guerra" a sus vecinos.  Mundo..  Mundo Redacción ELTIEMPO. (9 de Marzo de 2009). Chimpancé que tira piedras confirmaría tesis que afirma que los animales hacen planes plan es a futuro. El futuro. El Tiempo. Tiempo. Tortosa, F., & Civera, C. (2006). Historia (2006).  Historia de la Psicología. Madrid: Psicología. Madrid: McGraw-Hill.