Sobre El Destino Alejandro de Afrodisia

April 25, 2017 | Author: Chubambamonka | Category: N/A
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Alejandro de Afrodisia, Sobre el destino , 2009, México, UNAM , Bibliotheca Scriptorvm Graecorvm et Romanor...

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OBRAS DE ALEJANDRO DE AFRODISIA

SOBRE EL DESTINO

BIBLIOTHECA SCRIPTORVM GRAECORVM ET ROMANORVM MEXICANA

AAESAN~POY APO~IliEQl

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Direcci6n: Ruben Bonifaz Nufio y Bulmaro Reyes Coria

ALEJANDRO DE AFRODISIA

SOBRE EL DESTINO Introducci6n, traducci6n y notas de JOSE MOLINA AYALA y RICARDO SALLES

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COORDINACI6N DE HUMANIDADES PROGRAMA EDITORIAL

UNIVERSIDAD NACIONAL AUT6NOMA DE MEXICO

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Impreso y hecho en Mexico

Este volumen ofrece a todos los interesados en el pensamiento antiguo una traducci6n al espaiiol del De Fato (Sobre el destino) de Alejandro de Afrodisia. Alejandro fue el director de la escuela peripatetica de Arenas a finales del siglo II o comienzos del III d. C., gran aristotelico de la antigiiedad tardfa y pieza clave para entender uno de los problemas cLisicos de la filosofia: ~nuestras acciones dependen de nosotros si existe el destino? Para situar al autor y el tratado en su contexto social, hist6rico e intelectual, en la Introducci6n nos referimos a su vida y obra, a su lugar en el debate amiguo sobre el determinismo y a su metodo argumentativo y ret6rico. El texto griego que aquf se publica corresponde ala edicion alemana de Zierl (1995), que reproduce lade Sharples (1983), aparrandose de este solo en algunos pocos lugares. Tanto nuestra traducci6n como el texto griego vienen acompaiiados de notas. En las notas al texto griego, nos limitamos a indicar las lecturas de los editores anteriores -en particular Bruns (1892), Sharples (1983) y Thillet (1984)- cuando la edici6n de Zierl se aparta de la de ellos. Las notas a la traduccion, a su vez, se limitan, casi todas, a ofrecer referencias cruzadas al interior del tratado, y a remitir allector a textos antiguos, en su mayoria de Aristoteles y de Stoicorum Veterum Fragmenta de Von Arnim, que pueden arrojar luz sobre pasajes espedficos de Sobre el destino. Este libra fue el resultado de un trabajo de colaboraci6n para el cual hemos recibido el apoyo no solo de nuestros res-

ISBN 978-607-02-0655-9

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Primera edici6n: 10 de agosto de 2009 DR© 2009, Universidad Nacional Aut6noma de Mexico Ciudad Universitaria, Delegaci6n Coyoad.n, C.P. 04510, Mexico, D.F.

COORDINACION DE HUMANIDADES PROGRAMA EDITORIAL Prohibida !a reproducci6n total o parcial por cualquier media sin Ia aurorizaci6n escrita del titular de los derechos patrirnoniales

PR6LOGO

pectivos Institutos -el de Investigaciones Filologicas y el de Investigaciones Filosoficas de la Universidad Nacional Autonoma de Mexico- sino tam bien de proyectos financiados por el Programa de Apoyo a Proyectos de lnvestigacion e Innovacion Tecnologica de la misma Universidad, y por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologfa. En particular, nos hemos beneftciado de los proyectos PAPIIT IN401301 y IN407705 y CONACYT 40891-A. De todos ellos, el coordinador e investigador responsable fue Ricardo Salles y, la sede, el Institute de Investigaciones Filosoficas, nuestro principal Iugar de reunion. Deseamos agradecer a todas estas instituciones su apoyo decisivo para el desarrollo del proyecto y, en general, de la investigacion basica que se realiza en Mexico. A lo largo de los afios, hemos recibido el consejo y las crfticas construcrivas de muchos colegas con quienes tambien estamos muy agradecidos: Marcelo Boeri, Alfonso Correa, Laura Gomez, Andrea Lozano, Carlo Natali, Robert Sharples, Hector Zagal y, muy especialmenre, Jesus Araiza, quien participo en la redaccion del primer borrador de la traduccion de los primeros catorce capftulos del tratado, Carmen Vega, quien nos ayudo a cotejar el texto griego con el original de Zierl y a verificar las referencias, y Paloma Hernandez, quien nos ayudo a revisar las pruebas. Ciudad Universitaria, junio de 2008

VI

INTRODUCCI6N

ALEJANDRO DE AFRODISIA

Poco y casi nada se sabe de Ia vida de Alejandro de Afrodisia. Segun el prologo de su tratado Sobre el destino, los emperadores Severo y Antonino lo pusieron al frente de Ia escuela peripatetica, lo cual debio de ocurrir entre los afios 198 y 209 d. C. 2 Es probable que se hiciera merecedor de ese puesto gracias a Ia docencia, que lo habla llevado a comentar las obras del Estagirita, en lo cual destaco sobre sus colegas al punto de ser llamado El exegeta por antonomasia. La escasez de datos se ha visto subsanada en algunos aspectos por el descubrimiento, relativamente reciente, de una inscripcion en la base de una estatua que el fil6sofo dcdic6 a su padre. Las conjeturas sobre cual de las ciudades que conoci6 Ia Antigi.iedad con el nombre de Afrodisia fue donde naci6 Alejandro, y las dudas de si habla estado al frente de la escuela aristotelica de Arenas o de alguna otra ciudad, y de si era el caso que la denominaci6n de su cargo era lade diadoco, titulo que se pensaba reservado al director de Ia escuela platoLos datos mencionados en esta seccion a proposito de Alejandro de Afrodisia, sino se hace otro seiialamiento, esran tornados de P. Thillet, 1984, y de Robert W. Sharples, 1987, pp. 1176-1243. 2 Septimio Severo goberno del 193 al 211 d. C. En 198 asoci6 al poder a su hijo Antonino "Caracalla", y en 209, a Geta, su otro hijo. Alejandro habria omitido a Geta en su dedicatoria, por haber escrito su obra Sobre el destino antes del nombramiento de Geta como Augusto. 1

IX

INTRODUCCION

INTRODUCCION

nica, tuvieron, gracias a esa inscripci6n, aclaraci6n y respuesta certeras. La inscripci6n dice:

la diosa Afrodita con Ia familia Octavia, 4 esta ciudad gozaba de privilegios politicos y econ6micos y de s6lidas alianzas con Roma, que llegaron a hacer de ella lamas importante de toda el Asia Menor. Grandes ediflcaciones levantaron sus acaudalados ciudadanos: un teatro, un estadio, un mercado, una escuela y, destacando sobre todo, el templo para el culto del emperador Augusto (2.:E[3aoTEiov). A ella pertenecieron igualmente el famoso novelista Carit6n 5 y el fll6sofo peripatetico Adrasto. 6 Esa inscripci6n tambien sefi.ala a Atenas como la ciudad cuya escuela peripatetica dirigi6 Alejandro con el cargo espedflco de "diadoco", despejando tambien las dudas que existian al respecto, pues se habian instituido escuelas de fllosoffa en distintos sitios del imperio.? Tampoco se sabia mucho de su formaci6n. Alejandro mismo, en algunos de sus escritos, se reflere a sus maestros Hermino y Sosigenes; otros fll6sofos, como Aristocles de Mesina, Arist6teles de Mitilene o Adrasto de Afrodisia se han mencio-

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Esto es: habiendo votado el consejo y el pueblo, Tito Aurelio Alejandro, filosofo, de los diadocos en Arenas, a T. Aurelio Alejandro, filosofo, el padre .. .3

De acuerdo con esa inscripci6n, su nombre era Tito Aurelio Alejandro. El nombre implica que su familia fue agraciada con Ia ciudadania romana bajo el emperador Antonino Pio (Titus Aurelius Fulvus Antoninus) o quiza cuando este fue gobernador de Asia (ca. 135-136 d. C.). El sitio del hallazgo conflrma que Alejandro naci6 en Afrodisia, en Caria. No debe sorprender que una ciudad en el oriente del imperio haya sido la cuna de un fll6sofo tan importante, pues ya desde hacia tiempo la hegemonia de la cultura, a pesar de que mas tarde Plotino prefiriera retirarse aRoma, se habia establecido en una pleyade de ciudades de esa region, pujantes econ6micamente, febrilmente activas en intercambios comerdales y culturales, y fecundas en su producci6n literaria, amen de que no pocos emperadores provenian de ella y no dudaron en favorecerla. En parte debido al parentesco mitol6gico de

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La familia de Julio Cesar se ufanaba de rcncr entre sus ascendientcs al heroc rroyano Eneas, quien era hijo de Anquises (descendieme, a su vez, de Zeus) y de Ia diosa Afrodira. Ocravio Augusto promovio esa vinculacion de su linaje con el mito que Virgilio consagr6 en su Eneida. 5 Carit6n de Afrodisia es el mas antiguo de los novelisras griegos. Vivi6 hacia finales del siglo primero y principios del segundo despues de Crisw. Es autor de las Aventuras de Quereas y Calirroe.

6

Adrasto de Afrodisia vivi6 hacia Ia primera mitad del siglo II d. C.; su obra se puedc reconstruir a partir de Ia del maremarico Te6n de Esmirna y de Ia de Calcidio. Gracias a Adrasto, Sharples (2005, p. 53) puede arestiguar una rradici6n peripatetica en Mrodisia y, por ello, sugerir que el padre hom6nimo de Alejandro de Mrodisia tambien era un fil6sofo peripatetico.

3 Chanioris, 2004, pp. 79-81. Sobre Ia valoraci6n de esta inscripci6n, cfr. Sharples, 2005, pp. 47-56.

De acuerdo con Ia Historia Augusta, Antonino Pio (II, 3) instituy6 catedras asalariadas para oradores y fil6sofos per omnes provincias.

X

XI

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INTRODUCCION

INTRODUCCION

nado como maestros de Alejandro, pero sin pruebas contundentes. 8 En to do caso, el disdpulo los super6, y todos ellos deben su posteridad a la importancia de Alejandro mismo; ademas, ahora se sabe, por la inscripci6n referida, que su padre, tambien frl6sofo, jug6 un papel determinante. 9 La inscripci6n, como Sharples muestra, sirve de poco para fijar la fecha de nacimiento de Alejandro, 10 de modo que la noticia de su nombramiento como diadoco sigue siendo el unico indicio. Puede suponerse que ese puesto fue asignado a quien ya con anterioridad hubiese dado muestras de madurez de pensamiento. Sharples, indiscutible autoridad en el tema, ha precisado mas sus conjeturas, sirviendose de la cronologia de otros autores de la epoca, de Hermino, maestro de Alejandro, de Arico y de Galeno, y de la ya citada inscripci6n, y establece que Alejandro naci6 entre 140 y 165 d. C. 11 La relevancia de estos pocos datos puede verse si se considera, al menos marginalmente, el contexto en que apareci6 un personaje de la talla de Alejandro, el frl6sofo mas importante de su tiempo, y, acaso, el ultimo aristotelico, 12 puesto que el panorama de la frlosofia posterior habria de ser dominado por

el neoplatonismo; pero, aun en esta corriente de pensamiento Alejandro tuvo influencia, pues, se sabe, por testimonio de Porfirio, que sus comentarios eran leidos en el drculo de Plotino. 13 Por lo demas, los autores posteriores, mas alia incluso de la antigiiedad, son quienes dan muestra de haber usado extensamente sus comentarios, y a ellos se debe la preservaci6n del material de que se dispone y de las noticias del que se ha perdido. 14 En primer lugar hay que to mar en cuenta el gran influjo sobre las artes y las ciencias de los emperadores adoptivos -Nerva, Trajano, Adriano, Antonino Pio, y particularmente Marco Aurelio, el mismo de inclinaciones frlos6ficas-, que no dej6 sin huella el trabajo frlos6fico posterior. Determinante fue la decision de Marco Aurelio deponer en Arenas, a cargo del erario publico, las escuelas de las cuatro principales filosofias: el platon ismo, el aristotelismo, d estoicismo y el epicureism 0 . 15 Ahora bien, no debe olvidarse que, tras los desajustes politicos y militares que hubo en el imperio romano tras el "gobierno" de C6modo, Septimio Severo habia conseguido, en gran parte gracias ala velocidad de acci6n que le permitieron los caminos que ya por entonces comunicaban todo el territorio imperial, ganar una guerra civil y restaurar cierto orden, aunque al pre-

8 Sharples, 1987, pp. 1177s.; Thillet, 1984, pp. VIII-XXXII. Ver tambien Sharples, 1990, pp. 86-89. 9 Yease el articulo de Chaniotis. Sharples (2005, p. 53) afirma que Ia actividad filosofica del padre de Alejandro de Afrodisia debia ir mas alia de una mera vida moral con ciertos intereses intelectuales. 10

Sharples, 2005, p. 50.

11

Ibid., pp. 49-52.

12

Alejandro de Afrodisia es el ultimo aristotelico en el sentido de estar opuesto a Ia escuela platonica, a Ia que parece afin otro "ultimo aristotelico", o mas bien neoplatonico, Temistio (Sharples, 2002, p. 1, n. 2). XII

1·1

Porph., Vita Plotini, 14.

1 '

Sharples, "Influence- Plotinus and others", en 1987, pp. 1220-1224. El comenta con cierta amplitud Ia influencia de Alejandro en Plotino y da las referencias bibliograficas que pueden guiar a quienes deseen estudiar el tema de Ia influencia de Alejandro en comentadores griegos tardios, en Ia filosofia medieval arabe y judia, en Ia filosofia medieval occidental y en el Renacimiento. ,

15

Dion Casio, 72, 31. XIII

lNTit< )I >I 1< :' Ji11lv dva1 To YIVO!lEvov 81' iJ11wv), siendo que lo que sucede a traves de nosotros, segun lo aclara un escolio en uno de los codices, sucede por destino ('locus bel f..Eye1v Aeyovmv eq>' iJ11Iv dvm To tm6 TE Tiis ei llOPilEVT)S YIVO!levov wl 81 ' iJ11wv) y, en consecuencia, por necesidad. El autor de esta teoria es muy probablemente Crisipo. 16 La raz6n que parece aducir a favor del compatibilismo no es del todo clara, pues en el texto en ningun momenta se indica de modo explicito ni que significa que algo suceda por destino "a traves de" nosotros ni por que depende d e nosotros lo que sucede por destino a traves de nosotros. Pero algo que sf es claro es que, segtm esta teorfa estoica, la realizaci6n de cosas que dependen de nosotros no supone la capacidad d e acciones alternativas. 17 Segun lo apunra el propio Alejandro, los defensores de esta teorfa "eliminan el poder que tiene el ser humano de elegir y de hacer cos as opuestas" (181, 13~ 14). La otra teoda compatibilista claramente atribuible a los estoicos dentro del tratado, aparece en el capitulo XXXIII. En esta, se argumenta que dependen de un agente todas aquellas acciones y actividades que sedan segun sus impulsos (205, 3:

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Cf. Salles, 2006, pp. 111-137.

17

Esra reo ria rambien figura en el capitulo 35 del narado N de Nemesio de Emesa de principios del siglo v d. C. Para una discusi6n pormenorizada del conrenido y el origien crisipiano de esta reoria, cf. Salles, 2006, pp. 87-137. En riempos recientes, Bobzien ha sostenido que esta teo ria debe atribuirse no a Crisipo si no a Fil6pator, fil6sofo estoico cuyo floruit se sinia entre los aiios SO y 140 d. C. y que, en general, seria el blanco de las criticas del narado en su co njunto (cf. Bobzien, 1998a, pp. 359-370 asi como, antes de ella, Theiler, 1946, pp. 65-67 y Frede, 1982, pp. 276-7 y 298 n. 38).

XXXVI

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cia de lo que observamos en la primera teorfa, se aiiade la idea de que dichas acciones dependen de nosotros porque pueden, o bien, darse, o bien, no darse por nosotros (205, 10-11: To TOIOVTOV eV EOTi TO KeliJEVa. Ovyop I awi,;ETat To yivea8ai Ttva aoro TVXflS , aveA.wv TIS TTJV Twv oilTws

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la verdad que esd. en las casas y que suponen que la poseen en mayor grado que los demas hombres (raz6n par la cual incluso exhortan a los demas hacia la filosofia), se entregan a si mismos a la doctrina de que todo se da por necesidad y segun destino, hacia Ia cual vemos que huyen solo aquellos individuos que estin consciemes de que en ellos no hay nada valioso, y que transfieren, desde ellos al destino, la causa de los males que los rodean. Esta doctrina ni esta de acuerdo con los hechos evidentes ni tiene ninguna demostraci6n fiable de que asi sean las casas, y, ademas, elimina que haya algo que dependa de nosotros. Si alguien llegara a fiarse de ella, NUC~ daiio mas grande podrfa hacersele mediante argumentos? En efecto, a partir de que casi rodo individuo y tambien los tll6sofos creen que algunas cosas sedan espontaneamente y por azar, que algunas de las casas que se dan, se dan contingentcmcntc, y que entre los seres tambien tiene Iugar el "en nada mas esto que esto otro", es manitlesto que aquella doctrina va en contra de los hechos evidentes. Pero, de estas casas, ninguna se preserva, segun quienes atlrman que todas las cosas se dan por necesidad, si, en todo caso, no cambiar las palabras las preserva cuando se cree que se establecieron para las cosas signitlcadas por elias. En efecto, noes propio de quienes preservan las cosas establecidas, pensar que, asignando a las palabras distintos referentes, gracias a que aquellas se preservan, tambien permanecen los referentes previos. Pues no se preserva que algunos seres se den por azar, si alguien, eliminando la naturaleza de los seres que se dan de esta manera, le pone a las casas que se dan por necesidad el nombre mismo "azar", pero si se preserva, si se mostrara que pueden

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ALEJANDRO DE AFRODISIA

SOBRE EL DESTINO VIII

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dicen: "no es el caso de que el destino sea de tal tipo, pero no exista fatalidad, ni el caso de que exista fatalidad pero no el hado, ni el caso de que exista el hado pero no la retribuci6n, ni el caso de que exista retribuci6n pero no ley, ni el de que exista ley pero no exista una recta raz6n prescriptiva de lo que debe de hacerse, y disuasiva de lo que no debe de hacerse.76 Sin embargo, se disuade de lo que se hace err6neamente, y se prescriben las acciones correctas. Por consiguiente, no es el caso de que, si el destino es tal, no existen ni acciones err6neas ni correctas. Sin embargo, si existen acciones err6neas y correctas, existe virtud y vicio, y si estos existen, existe lo noble y lo vergonzoso. Sin embargo, lo noble es alabable, y lo vergonzoso, censurable. Por lo tanto, no es el caso de que si el destino es tal, entonces no existe lo alabable y lo censurable. Sin embargo, las cosas alabables son dignas de honra, y las censurables, de castigo. Por lo tanto, noes el caso de que, si el destino es de tal tipo, no exista honra ni castigo, sino que la honra sea reconocimiento de honor, y el castigo, correcci6n. Por consiguiente, no es el caso de que el destino sea tal y no exista reconocimiento de honor ni correcci6n. Pero siestas casas no son quitadas, dandose todas segun destino, permanecen tambien acciones correctas e incorrectas, y honras y casrigos, y reconocimientos de honor, y alabanzas y censuras. XXXVI Ahara bien, si por algunas causas circunstanciales a ellos esran obligados a decir estas casas de esta manera, vale la pena perdonarlos, y no es preciso en absoluto ni que nosotros hagamos mucho caso de las cosas que por ellos se predican por necesidad, ni que ellos hagan mucho caso de quienes no hablan semejantemente a ellos (pues cada una de las casas

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SOBRE EL DESTINO XXXVI

ALEJANDRO DE AFRODISIA

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ALEJANDRO DE AFRODISIA

SOBRE EL DESTINO XXXVII

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ley que tuviera a quienes se atienen a ella, si es necesario decir que se atienen a ella quienes necesariamente la siguen, y que nose atienen a ella quienes esd.n impedidos de hacerlo por alguna necesidad, de manera que serfa mucho mas verdaderamente comprendida la inferencia "si el destino es tal, no existe la ley". Anulada la ley, y con ella el error y el acierto, se anularfan, como tambien ellos mismos comprendian, a traves de su inferencia 16gica, virtud y maldad, y se anularfa que en los hombres haya algo vergonzoso y algo noble, y encomiable o censurable, y digno de honra o de castigo. Por tanto, nada permanece de las cosas establecidas por un argumento propuesto con tanto arte y, habiendo comenzado desde las mas basicas, se deducira de ellas la inferencia anterior, Ia cual ellos dicen que se sigue de la postura de quienes intentan anular que lo que depende de nosotros sea algo, como si reconocidamente ellos lo conservaran por el hecho de que, adelantindose, atribuyen la causa de anularlo a otros, y pensando que escapan de los problemas en virtud de que no creen estar sujetos a ellos. Pues sino existen honras ni castigos, tampoco alabanzas ni censuras, y si no existen estas, tampoco aciertos ni errores; y si no existen estos, tampoco virtud ni vicio; y si no existen estos, dicen que ni siquiera dioses. Ahora bien, lo primero, a saber, que no hay ni honras ni castigos se sigue de que todo se de segun destino, como se ha mostrado. Por lo tanto, tambien lo ultimo, lo cual es absurdo e imposible. Por tanto, hay que anular que todo se da segun destino, de lo cual esto se sigue. XXXVII Consideremos tambien si acaso el argumento propuesto a conrinuaci6n de este no tiene consecuencias nece-

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SOBRE EL DESTINO

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KaTT]VayKaOI-IEVW); Thillet 18 nei8ea8at1JEV Bruns, Thillet 20 Kal eta Tov Tovs Thillet 23 To 6cpETAov yeveo8at Thillet 24-25 ooov aUTOV) ena[peta8at Kal TOV) aAAOV) aye tv Thillet 12

XXII 192,

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8

XXIII 193, 12-13 16-17

KaTa To noaov eJ.Xeil.!!ews Thillet ouoe Otaj..IEVEIV oTa TE e'IISoj..IEV · ei q>AOIOS Thillet LXXXV

NOTAS AL TEXTO GRIEGO

SOBRE EL DESTINO 23

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