Sintesis Resumen Cruzando El Umbral de La Esperanza

October 18, 2017 | Author: mileton | Category: Christ (Title), Existence, God, Resurrection Of Jesus, Empiricism
Share Embed Donate


Short Description

Download Sintesis Resumen Cruzando El Umbral de La Esperanza...

Description

Cruzando el Umbral de la Esperanza por su Santidad Juan Pablo II V. «PRUEBAS», PERO ¿TODAVÍA SON VÁLIDAS? PREGUNTA ¿Tiene sentido que se pregunte sobre Dios, Su existencia, Su esencia?

RESPUESTA La mentalidad positivista, que se desarrolló con mucha fuerza entre los siglos XIX Y XX, hoy va, en cierto sentido, de retirada. El hombre contemporáneo está redescubriendo lo sacrum, si bien no siempre sabe llamarlo por su nombre. Si se entra en la óptica positivista, conceptos como por ejemplo Dios o alma resultan sencillamente carentes de sentido. Nada corresponde a esos conceptos en el ámbito de la experiencia sensorial. Nadie se sorprende por el hecho de que el conocimiento humano sea, inicialmente, un conocimiento sensorial. Ningún clásico de la filosofía, ni Platón ni Aristóteles, lo ponía en duda. Nihil est in intellectu, quod prius non fuerit in sensu («nada está en el intelecto que no haya estado antes en el sentido»). Sin embargo, los límites de tal sensus no son exclusivamente sensoriales. El hombre conoce no sólo los colores, los sonidos o las formas, sino que conoce los objetos globalmente; por ejemplo, no conoce sólo un conjunto de cualidades referentes al objeto «hombre», sino que también conoce al hombre en sí mismo (sí, al hombre como persona). Conoce, por tanto, verdades extrasensoriales o, en otras palabras, transempíricas. De este modo, puede hablarse con todo fundamento de experiencia humana, de experiencia moral, o bien de experiencia religiosa. En Sí mismo, Dios ciertamente no es objeto empírico, no cae bajo la experiencia sensible humana. Emmanuel Kant, “El hombre se reconoce a sí mismo como un ser ético”, capaz de actuar según los criterios del bien y del mal, y no solamente según la utilidad y el placer. Se reconoce también a sí mismo como un ser religioso, capaz de ponerse en contacto con Dios. Por eso podemos decir que somos testigos de un significativo retorno a la metafísica (filosofía del ser) a través de una antropología integral. No se puede pensar adecuadamente sobre el hombre sin hacer referencia, constitutiva para él, a Dios. Nuestra fe es profundamente antropológica, está enraizada constitutivamente en la coexistencia, en la comunidad del pueblo de Dios, y en la comunión con ese eterno TÚ.

Síntesis Filosófica

Cristhian Darío Morante Jiménez

Cruzando el Umbral de la Esperanza por su Santidad Juan Pablo II VI. SI EXISTE, ¿POR QUÉ SE ESCONDE? PREGUNTA ¿No sería más sencillo que Su existencia fuera evidente?

RESPUESTA Pienso que las preguntas que usted plantea, apuntan más bien hacia otro terreno, el racionalista, que es propio de la filosofía moderna, cuya historia se inicia con Descartes («Pienso, luego existo»). ¡Qué distinta es la postura de santo Tomás, para quien no es el pensamiento el que decide la existencia, sino que es la existencia, el esse, lo que decide el pensar! Si Él no fuese Misterio, no habría necesidad de la autorrevelación de Dios, Si el hombre, con su intelecto creado y con las limitaciones de la propia subjetividad, pudiese superar la distancia que separa la creación del Creador, el ser contingente y no necesario del Ser necesario, sólo entonces sus preguntas estarían fundadas. ¿No deberá ser todo mucho más sencillo? ¿Su existencia no debería ser algo evidente? Son preguntas que pertenecen al repertorio del agnosticismo contemporáneo, la autorrevelación de Dios se actualiza en concreto en Su «humanizarse». Aun el día antes de la Pasión, los apóstoles preguntaban a Cristo: «Muéstranos al Padre» (Juan 14,8). Su respuesta sigue siendo una respuesta clave: « ¿Cómo podéis decir: Muéstranos al Padre? ¿No creéis que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? [...].. Yo y el Padre somos una sola cosa» (cfr. Juan 14,9-11 y 10,30). Pero esta inmediatez no es el conocimiento de Dios «cara a cara» (1 Corintios13, 12), no es el conocimiento de Dios como Dios. ¿Cristo no fue acaso «escándalo para los judíos, y necedad para los paganos»? (1 Corintios 1,23). Precisamente porque llamaba a Dios Padre suyo, porque lo manifestaba tan abiertamente en Sí mismo, no podía dejar de causar la impresión de que era demasiado... El hombre ya no estaba en condiciones de soportar tal cercanía, y comenzaron las protestas. Esta gran protesta tiene nombres concretos: primero se llama Sinagoga, y después Islam: Ninguno de los dos pueden aceptar un Dios así de humano. «Debe permanecer absolutamente trascendente, debe permanecer como pura Majestad. Por supuesto, Majestad llena de misericordia, pero no hasta el punto de pagar las culpas de la propia criatura, sus pecados.». No ha considerado el hecho de que tal desvelamiento Lo habría en cierto modo oscurecido a los ojos del hombre, porque el hombre no es capaz de soportar el exceso de Misterio. Sí, el hombre sabe que Dios es Aquel en el que «vivimos, nos movemos y existimos» (Hechos de los Apóstoles17, 28); pero ¿por qué eso ha tenido que ser confirmado por Su Muerte y Resurrección? Sin embargo, san Pablo escribe: «Pero si Cristo no ha resucitado, entonces es vana nuestra predicación y es vana también nuestra fe» (1 Corintios 15,14). Síntesis Filosófica

Cristhian Darío Morante Jiménez

Cruzando el Umbral de la Esperanza por su Santidad Juan Pablo II VII. JESÚS-DIOS: ¿NO ES UNA PRETENSIÓN EXCESIVA? PREGUNTA ¿Por qué Jesús no podría ser solamente un sabio, como Sócrates, o un profeta, como Mahoma, o un iluminado, como Buda? ¿Cómo mantener esa inaudita certeza de que este hebreo condenado a muerte en una oscura provincia es el Hijo de Dios, de la misma naturaleza que el Padre?

RESPUESTA Si fuese solamente un sabio, como Sócrates, si fuese un «profeta", como Mahoma, si fuese un «iluminado», como Buda, no sería sin duda lo que es. Y es el único mediador entre Dios y los hombres. Es Mediador por el hecho de ser Dios-hombre; En Él lo divino no se confunde con lo humano. Sigue siendo algo esencialmente divino. ¡Pero Cristo, al mismo tiempo, es tan humano...! ¡Cristo es irrepetible! No habla solamente, como Mahoma, promulgando principios de disciplina religiosa, a los que deben atenerse todos los adoradores de Dios. Cristo tampoco es simplemente un sabio en el sentido en que lo fue Sócrates, cuya libre aceptación de la muerte en nombre de la verdad tiene, sin embargo, rasgos que se asemejan al sacrificio de la Cruz. Menos aún es semejante a Buda, con su negación de todo lo creado. Buda tiene razón cuando no ve la posibilidad de la salvación del hombre en la creación, pero se equivoca cuando por ese motivo niega a todo lo creado cualquier valor para el hombre. Cristo es testigo eterno del Padre y de ese amor que el Padre tiene por Su criatura desde el comienzo. El Creador, desde el comienzo, ve un múltiple bien en lo creado, lo ve especialmente en el hombre formado a Su imagen y semejanza; ve ese bien, en cierto sentido, a través del Hijo encarnado. Leve como una tarea para Su Hijo y para todas las criaturas racionales. Esforzándonos hasta el límite de la visión divina, podremos decir que Dios ve este bien de modo especial a través de la Pasión y Muerte del Hijo. Este bien será confirmado por la Resurrección que, realmente, es el principio de una creación nueva, del reencuentro en Dios de todo lo creado, del definitivo destino de todas las criaturas. La fe cristianizó progresivamente el mundo antiguo. Y si más tarde surgió la amenaza del arrianismo, la verdadera fe en Cristo, Dios-hombre; según la confesión de Pedro junto a Cesárea de Filipo, no dejó de ser el centro de la vida, del testimonio, del culto y de la liturgia, expresada en el símbolo apostólico, que luego el Símbolo niceno-Constantinopolitano, amplia su enseñanza, con claridad. Cristo no se parece ni a Mahoma ni a Sócrates ni a Buda. Es del todo original e irrepetible. Y no sólo en Pablo, sino también en Lucas, que era seguidor de Pablo. En Lucas encontramos la frase que podría ser considerada como un puente entre Pablo y Juan. «Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los doctos y a los sabios y las has revelado a los pequeños.[...] Nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre, ni quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo» (Lucas 10,2122).

Síntesis Filosófica

Cristhian Darío Morante Jiménez

Cruzando el Umbral de la Esperanza por su Santidad Juan Pablo II Cuanto afirma Lucas encuentra también una precisa correspondencia en las palabras del Prólogo de Juan: «A Dios nadie lo ha visto jamás; el Hijo Unigénito, el que está en el seno del Padre, Él lo ha revelado» (Juan 1,18). El Misterio de la Redención está visto con los ojos de la gran renovación del hombre y de todo lo que es humano, propuesto por el Concilio, especialmente en la Gaudium et Spes. La Encíclica quiere ser un gran himno de alegría por el hecho de que el hombre ha sido redimido por Cristo; redimido en el alma y en el cuerpo.

Síntesis Filosófica

Cristhian Darío Morante Jiménez

View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF