Silva-Corvalán, Sociolingüística. Teoría y análisis
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C. SILVA-CORV/\LÁN
SOCIoLINGÜísrIcn Teoría
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SOCIOLINGÜíSTICA Teoría
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Primen ed¡ción, 1989 @
ED¡TORIAL ALHAMSRA, S.A., R.E. 182
par. la rres€nte edic¡ón
Espsñ.:
28001 M.dr¡d. Claudio Coollq 76 Méxicoi O31OO Máxico, D F. . Editoñal Alhsmbo Mox¡caná. S. A, d€ c. V. AñoraB, 2027. Colon¡. del Valh DéLgacioncs an España:
08008 B.rc.lon!. E¡rlq!6 GtEnEdot 46
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INDICE GENERAL
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f. I ¡oürccidn l.l. k Frspcctiya sociolingitística
1.2. Socioliagúfstica y sosiologla dcl leaguaje 1.3. Sociolingúfstica y dialectotogfa
2.
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2.3.1.1. El co¡aco inid¡l co¡ los hablatres 2.3.1.2. I¡s participsúcs cn l¡ co¡rc¡sación 2 -3.1.3. Ls oo¡vcrraciótr
2.3.2. Otr¿s téc¡icas d,e ¡ccolccci(t¡ dc datos '2,3.2.1. I¿ ¡¡spr¡cst¿ brcvc y anónima
4 E
Máodologh 2.1. Observacíón de la comudd¿d c hipdesis dc trabajo .. 2.2. S€leccién dc la Ducstra de habla¡es 2.3. Reco-leccid¡ de los da¡os 2.3.1. I¿ convesación grabada
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2.3.2.2- Prueü¡,s broalcs ......... 2.3.2.2.1. R4iciót 2.3.2.2.2. Ihrcas dc complctación y Ea!§formación 2-3.2.3. Iá preguta di¡Ect¡ ..... -... 2.3.2.4. I¡ prrguEra i¡di¡cca ..........
35 35
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38 41
2.4. ADálisís de los daos lingúlsticos
46
\&r¡¡b¡lid¡d fonológica y sociolingüldca o&tit¡tlyr ...................... 3.1- La variable liqgülstica . . . . . . . . . . . . . . 3.2. Iá va¡iable sociolirgüfstica 3.2.1. Dife¡rnciación liagüfstica y sexo .. .............. . . 3.2-t.1. ta variÁble (§) cD Bahí¡ Blanca
59 59 68 69
3.2-1.2- La scnivocaliusió¡ dc las [quidas cn cl cspaiol cr.bacño ... 3.2.1.3. Do6 variables fooológicas en cl cspañol ac nnana, 1s¡ y 1u¡ 3.2.1.3.1 (s) iaplosiva .........
3.2.1.3.2 (a) fin¡l dc patabra 3.2.2. Difercrciaciótr litrgrülstica y cdad ......... 3.2.3. Dife¡e¡ciación lingi¡fsrica y clasc social 3.2.3.1- ráriacióa bnotógica y c$cr€otipós sociolingülsticos 3.2.3.2. Evaluació! socisl dc variablcs lingúírticas .. .. .. ..
36 36
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3.2.4. El individuo vis e vis cl grupo 3.3. El contexb estilístico de la va¡iación 3.3.1. El estilo casual ............ 3.3.2. El ésti¡o cuidadoso ........ 3.3.3. El estilo formal ...........
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3.3.4. Variacién estillstica ejemplos 3.3.4.1. Iá variable (s) cn CarEgena 3.3.4.2. La variable (s) e¡ Filadelña
3.3.4.3.
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3.3.4.4. VariacióD estilística e! Ba¡la Blrlca
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\hriació-n shláctic¡
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4.1, El problema del signiñcado en wriación si¡táctica 4.2. ¡,la,i¿c'i6r sociosbtáctica: cllticos pleonástico6 4.2.1. Fosición de los clíticos
lm 101
4-2-2. Las coDtExtos de ocurretrcia 4.2.2.1. Ve¡bos Eatrices reflexi4s
rg2
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4.2.2.2. Series verbalcs quc permitcn la elevación de sujeto a oqjeb . 4.2.2.3. Serics r¡erbales con sujetos equiuleDtes . ..,. ... ... .. . . . . . 4.2.3. ,'os clfticos pleo¡ásticos como variable socioliogülstica
............
4.3. rÉ¿riació¡ sociomorfológica 4.4. \áriacióo sintácúco-senánücá 4.4.1. La duplicación de cllticos ........ 4.4.1.1. Tipos de duplicaciótr de clítico§ . . . . . . . . . . . . . . 4.4,1.2. Corelaciones sociales de la duplicacióÍ dc cllticos ........ 4.4-2. I¿ variable .expresióa del sujeto' ........... 4.4.3. Posición de objetos directos e i¡di¡pctos: aMlisis cuantitativo ....... 4.4-4. FosicióD prevertal de objetos dfu€ctos e i¡dircctos: a!álisis cualitativo 4.4.4.1. Edace textua.l ... 4.4.4.2. Foco contrastiro ...... -...... 4.4,4.3. CoEtra¡io a lo esperado 4.4.4.4. Conpleme os focales ......... 4.4.5. Iá i,sriable .indicati¡,o-subjunü\¡o, 4.4.5.1. La variación cn Büenos AirEs 4.4.5.2. La va¡igoiút e! Co,arubias
............
4.4.5.2.1. Oraciones coodicio¡ales 4.4.5.2,2. OracioDes subordinadas adverbiales y adjeti¡ales 4.4.5.2.3. Oraciotrcs subordinadas nominalcs .,. ., . . .. .. . . 4-5. l¿ variación en tipos de discürso: la ¡arrativa oral 4.5.1. Estructura mrativa y distribucióo dc tieEpo y aspecto ..
,
92
\hriac¡ór y camb¡o üryüfstlco 5.1. El esMio del caobio lüryüistico 5.1.1. El modelo oeogramático 5.1.2, El modelo esrruch¡nlista . .. .. .. .. ... .. 5.2. Socioüngülstica histórics .......... 5.2.1. Los Dccs¡ismos dcl ccDbio litrgúístico 5.2.2. Cambios ctr marcha e¡ ¿l espsñol
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5.2.2.1. Fric¡iviaióa & /U ca nr¡¡ml 5.2.2.2. H yef¡oo ca Co¡rnüi¡¡ 5.2.2.3. gl yelsmo rchi¡¡do c¡ ArEEútiD¡
.........
5.3. LÉogur3 Gn oúúb 5.3.1. Cootr@ c iuc¡Erc¡ci¡ 5.3.2. Coütu y nivelcs lingüfdicoe -..........: 5.3.2.1. Nir/€l ooóM,gico 5.3.2.2. Nir/rl sitrüciico ......... 5.3.2.3. Nirt¡ ¡é¡bo
5.3.3. Bililgüisúo y didosi¡ . . . . . . . . . . 5.3.4. IsErtubio d. ciditoü .......... 5.3.5. Codrcr¡cia gr!¡r¡rdcál 5.3.ó L¡ogulr pi¡lgi¡ y crioUss
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Introducción
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1.1. LA pERspEcrtvA soctoLtNcüfsacA
-- Como punto de partita, podrÍamos definir la sociotingüística como el estudio de ¿quellos fenómenos lingiiísticos que üenen relación con hctores de tipo social. Estos frctorcs sociales incluyen los dif€rentes sistemas de organización polftica, económica, social o geográfica delna comunidad, frctores iniividuales que tienln repercusiones sobre la orgánización social en general, como la edad, el sexo y el nivel de educación, la etni¡ del individuo, aspectos históricos, la situación inmediata que rodea la interacción; s|r un¡ palabra, lo que se ha llarnado el contexto uteno e¡ que ocurren los hechos litrgüfsücos. Esta ¿ennición es, en cierto modo, demasiado ampliá. Abarca las pr€ocupaciones ano de la sacjolingúlstica como dela sociologla del lznga¡e. a cu¡,as diferencias nos rcferirernos en dealle
más adelante. De acuerdo con una deñnición mÁs estricta, la sociolingüística es una disciplina independiegte, con una metodologfa propia, desarrollaü principalmente en los EJrados Unidos y Canadá a parth de los ¿ños sesenta, que estudia ta léngua en su cont€xto social,y se pr€ocupa esencia¡Írente de cxplicar la Eriabilidad lingülstica, dq su interrelación con frctores- sociales y del papel que esta variabilidad desempeña en los procesos de cambio lingiifstico. Pues bien, si consideramos que el hecho lingüfstico no existe en un vacfo, es ffcil ver que los límites entre la lingüística y la sociolingüfstica pueden ser borrosos. Esta obsenaciótr llev¿ a l¿bovt a establecer en la Introdtcción a Sociolinguístic pattems qte él se hg opuesto por mucho tiempo al uso det término sociolingülsica, ya-que implica la posibiüdad de hacer lingitlstica sin referi¡se a lo social. Si la lengua ej esencialnie:nte ll sistema de comunicación social, la dicotomfa lingüstica-sociolingülstica no parece jus-
tificable.
lá mantenemos, sin embargo, para establecer una difercnciación enúe estudios /in8r¡ísncos, basados esencialment€ en datos tomados de la lengua escrita y/o en las intuiciones de uno o más habla¡tes; y estudios socrr lingtísticos, bzsados esenaialment€ en daúos obtenidos a través de grabaciones de interacciones orales esponáneas, dirigias o semidirigidas.
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-- So. Pattcns. -satt,
Srob tingu¡st¡f panc¡
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krnsylv¿{ir press, tyna. Cit.: La.
INTRODUCCIÓN
L,a perspectiva sociolingüística se opone, sin embargo, a las posiciones teóricas que mantienen que el objeto de estudio de la lingüfstica es la lengua aislada de su contexto social, pero no es totalmente incompaüble con ellas en cuanto a que a través del estudio del habla el sociolingüista puede descubrir, describir y hacer predicciones sobre el sistema lingüístico que subyace en el habla. Sin embargo, hay diferencias fundamentales respeato al gr¿do de abstracción y de purificación de los datos, procesos que el sociolingüista se esfuerza por evitar al emprender un análisis, y respecto al rol que el sociolingüista asigna a los factores sociales en el moldeamiento del sistema de una lengua. Así, el postulado chomskyano2 (Choms§, l9ó5) -segrÍn el cual la teoía lingüística debe preocuparse esencialmente del hablute-oyette ideal, en una comunidad de habla co¡zpletamente hotno7énea- es en principio incompatible con los Postulados sociolingüísticos. El propósio de la gramrítica generatira es la descripción de la conpetencia lmgirísticz del hablante-oyente ideal, es dect, del conocimiento perfecto que este indiüduo ideal tiene de su lengua. La actuación lingid'ística, limitada e imperfecta se$in esta teorfu, quedaría fuera del objeto de estudio. sociolingüfstica, en cambio, se ubica en el plano de la actuación para estudiar el hecho lingüfstico en toda su dimensión social, ya que considera de vital importancia el hecho de que las lenguas se organizan primariamente para cumplir una función comunicatim y social. Al estudiar la lengua como conducta, por tanto, el sociolingüista se concentra en la va¡iedad de formas en que se usa y la enfoca como objeo complejo en el que se enlazan tanto las rcglas del sistema lingüístico como las rcglas y factorcs sociales que inter¿ctúan en utr acto de comunic¿ción social. El estudio de la lengua como fenómeno social lleva a rechazar el concepto de homogeneidad, herramienta analltica básica para los lingüistas estructur¿listas (e.g.,Saussure, Bloomfield, Bloch, Hockett, Chomsky), para d¿r paso a un conc€pto más adecuado y realista de "sistema lingiilstico heterogéneo auaque estructurado funcionalmente.' Sánchez de Z.sn)a, por ejemplo, citado por Abad 3 en su Introducción a lzctums de sociolingiís,i¿a nos hac€ notar la complejidad de las comunidades lingüísticas reales cuando dice que no sólo los miemb¡os de éstas .se encuentran siempre, por lo menos (es decir, si es que no existe además bilingüismo, por ejemplo), en alguna fiontera diastrática y diatópica (o sea, entrc variantes lingüísticas "dialecales" condicio¡adas social y geográficamente), sino que todos ellos pos een necesariamerrte varias coñpetencias distintas . . . y, además, en muchas ocasiones pasan constantemente del empleo de los recursos lingüfsticos de una de ellas ¿l de los de otra». [¿ orientación ideológica del socioli¡güista lo llela a aceptar «como rcal y digna de estudio la abundante variación en los datos... así como también la reslidad y conveniencia del esh¡dio de las rclaciones absFactas entre las ra¡iantes obserradas en los datos,a. En oposición además al estructuralismo saussureano, que sePara metódica y taxati\ámente sincronía y diacronía, el sociolingiiista adopta un marco de anüsis pancnSnico (lamado a v*es el paradigna dinánico), que incluye el riempo (histórico, real o aparente) como una dimensión analftica vital. En principio, el problema de la abstracción de los da¡os no surgiría al hacer sociolingiiÍstica. L,a lingüstica estructuralista, por otra parte, se impone esta tarea de puriñcación. Es así cooo Martined (1976), por ejemplq dice que el anáIisis lingiiistico no puede proseguir sin haber realizado primero un desñ2lezamiento de los datos, sin haber dejado
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NoAM CBoMsKy: ,rrpecfs of the th¿ory of slñr^r. C¡mbridge, Mass., M.tf., D65. F. AIAD NEBsr (ed.): Iactutus d. sociolingúíttica, Madrid, EDAF, 1ql7, p. lO 4 CEa¡LES, J^¡rEs N. B^LE\: Voriotion afud linguis¡ic th¿ory, ArlingtoI¡., Center for Applied Linguistics, 193. p. 21. traducción es mfa.) I A. M^RrNEr: EJ tc¡tuaje drsdc el punto da y¡sta jaÉioral @A\ rrad. d§. Ma¡ía Ros¡ I¡fu.Dte de V'icuña. Madrid. Grcdos. 196.
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LA PESSPECTIVA SOCIOLINGT]ÍSTICA
de lado primero cierios fenómenos. Pero, ¿qué es lo que vamos a dejar de lado?, ¿quién decide qué es lo que se deja de lado?, ¿en base a qué y cómo se decide qué es o no es importante o necesario inclui¡ en el a¡álisis si nuestra meta es llegar a comprender y explicar este objeto que llamamos lengwje hunand! [á me¡odologÍa sociolingüísüca no acepta las intuiciones de los hablantes como anginadotos de datos lingüísticos. L¿ introspección y los juicios de aceptabilidad ocupan un lugar muy limiñdo dentro de este tipo de estudios, pues es sabido que en casos cruciales para el desarol¡o de un anáüsis lingüfstico las intuiciones de los habla¡tes a menudo no coinciden. For ejemplo, ¿cuántos hablantes de español coincidifan en rceptar 2a) y 2b) como respuestas gramaticales a la pregunt¿ 1? (Los ejemplos están tomados de Suñet', quien considera 2á) muy poco acepable (?,) y 2¿) completamente aceptable):
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par de sillas.
3) Si estuviér¿mos en los Estados UDidos hi nos
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ádeinás, cosa interesant€, coostrucciones no gramaticales rcsultan frecuentemente aceF llbles después de haber sido repetidas rarias veces. For otr¿ parte, losjuicios de aceptabilidad no siempre reflejan lo que el hablante s¿be o usa, sino más bie; lo que él cree que debe responder con tal de crear una imagen positiva de sf mismo. Esta situaóión esá claramente ilustrada por las respuestas dadas a un cuesüonario que intentaba areriguar los juicios de gramaticalidad de un gnrpo de hablantes de Covarn¡bias @rovincia de Burgog sobrc construcciones en las que el español esÉndar rcquiere el imperfecto del subjuntivo, mieDtras que otras variedades del español (entre ellas el de Covamrbiás) muestran yariación gnqe 99 fogna verbal y una forma del condicional (esa investigación se presenta en rnás dftalle en los capltulos subsiguientes). Tomemos, por ejemplo, algunas dC hs resP_]tjstas_ {e uno de los hablantes, P., hombre de diecinuevi añós, á qüen se le pidió que dijera si los ejemplos 3), 4) y 5) eran correctos o no. Su rcspuesta fue:lf a3¡ y no ag y 5)-
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¿Dc qué cosas ticnes que de.thacerie antcs dc muda¡tc? etr el sótano, el sofr dcstaÍalado de l¿ sala y á. Pues, hay la cóñoda, el soá y un pár da siltas.
2) ¿- Pues, h¡)r la cómoda que c$i
mosú.¿rfas las cosas que hay allí. Si lendría veiDte millones de pesetás ),a no trabajaría más. Yo sé que Epe te pidió quc tc cásarías coD é1.
No es sorprendente que P. considere no gramaticales los ejemplos 4) y 5), ya que la e,scuela se lo ha enseñado así, pero su respuesta a otras dos prcguátas sl parece'sorpren-
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dente. Después de haberle presentrdo una situación relevante para el uso de cada uno de los ejemplos, la aumra le preguntó a P. si acaso él diría 3), 4), o S), o si otra geDte en el pueblo los dirfa. P. respondió sf en ambos casos (él y otra gente) a 3) y zo en ambos casos a 4) y 5). Las respuestas son sorpretrdentes, porque durante el estudio del habla de Cov'¿m¡bias hemos obsermdo que P. y oaos en el pueblo usan con mayor o menor frecuencia el condicional por el subjuntivo. Un estudio basado en las intuiciones lingüfsticas de P. o al menos en aquellas intuiciones que él esÉ dispues¡o a compartir consciientemente con el investigador, nos üe'r¿ría a concluir erróne¿mente que oraciones del tipo ilustrado por 4) y 5) no son parte del saber lingüfstico de la comunidid a la que p. pertenice. Este caso, y otros similares que han mostrado la inestabilidad de las intuiciones lingtiÍsticas de los hablantes, reañrman el principio sociolingüístico que rechaza las intuiciones
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6 Mrncerrn Srñrr: Syr tax aid senanlict of Spañkh pnseñ¡ario^al Setown Udveñity Prcss, 1982.
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INTRODUCCIÓN
corno originadorasd€ datos üngüfsticos. For otro lado, la comparación de los juicios lingiisticos de los hablantes con un comportamiento Iing,üísticoiá proporciona AaOs Oe
gran valor sobre las actitudes lhgüísticás subjeti\as.de-los habl-t nes sociales y sobre la imagen de sf mismoi que intentan crear.
1.2. Joshua
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SOCIOLINGÜISNCA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE
Fishmaf (972a)
establece que la sociabgla del lenguaje se pfeocupa ale la in_ el de §rac"¡q 9ñe 9so 'na lengua y organización social delcohporiamienito humano. :.9-91y:,ó, d€l objeto d€ estudio de la- sociologla dd lenguaje ubica e[ este campo et estud'o de cualquief problema relacionado co¡ el uso de una lengua en su contexto so_ cial, incluyendo entre otras cos¿ls el estudio de las actitudes impll;tus o explfcitas hacia las r¡ariedades de una lengua y hacia sus hablantes. Las preocupaciones de la sociología del lenguaje interesan a y son compartidas por el sistenm edacaciotal y el sistena poVrtco. Fol ejemplo, en tojEstados úoido. prolongado.por muchos años la controversia en tornó a ü educación bilingüe, y los sociG logos lingüisas han sido lramados a proporcionar datos sobre las acti¡¡dei dé ías comunidades_bilingües hacia la educación bilingúe y hacia la mantención de la lengua nativa o la d€_los anrepasados; sobre el grado dJ usd de cada lengua en los diferentis dominios socnles; sobre la correlación entre el uso de una u otra lengua y frctores tales como los participantes en una situación comunicatira y el ú,pico de licoáunicación, erc. Cuestio_ nes relacionadas con Ia educación biliagüe yel reconocimiento de una o más lenguas oficiales en un pafs o región determinada sá discuten también en casi todo et mundo tri--spánico. p.rag.,rty, por ejempo, el guaranl, la lengua aborigen, es hablado por la mayiía de Fo la población y en numerosos casos como primera lengrá. Esta situaciOn-ha llev"¿ó a reali_ zar esfuerzos po- r desarrollar programas de educacidn bilingie en guaranf y español. El quechua.es también la primera o segunda lengua de un grá porceita¡e A" U poUtu"iO, en Bolivia,_Fcuador y Pent. Y en España, poilo menos tres lénguas han sobreiivido los avatarcs del tiempo y sus hablantes hatr exigido su rcconocimiento oñcial, el rascuence, el gallego.y el catalán. En efecto, la reciente transfonnación de España en un Estado qué reconoce las autonomías regionales ha tenido repercusiones üngüíiticas importantes. i-a nuera Constitución de España implica que en los terrilorios con lengua propia (i.a., Cataluña, Galicia y. el Paí-s Vasco), además de la oficial del Estado (caiteláno o español), el sistema educlivo debe incorporar dicha lengua como cotrteoido y como medio de ense_ ñanza, e implica además la formulación de poÍticas lingüÍsticas &pÍcitas que tengan en cuenta la leD_gua min¡ritaria y la estaal (üd. Demonte y Ortega,-19g2f.' .ry"p g"l mundo hispánico se dan situaciones sociol¡ngüístic; simíares. Gracias a la lucha iniciada en ta Provincia de euebec en Canadá, el fúncás es ahora letrgua oñcial junto con el in_ glés. En Gates e Irlanda se realizan eúrerzos por mantener viñs hs len_ guas-ancestrales, galés e idandés. Y los judlos fuera y dentro de Israel mantienen escuelas, diarios, periódicos, etc., con el objeto áe continuar él uso del yiddish y deljudeeespañol en sus comunidades. Fishman establece una dife¡encia entre la sociotogla tlescriptiva y la sociologla diná_
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sociolosr of languagr, , et t
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C¿r¡¡d, B¿ltihore, nDguiD, lgD s,
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SOCIQLINGI]ÍSIICA Y socIoLoGIA DEL LENGUAJE
d: la leryua. la sociobgla desctiptíabusca respondcr la siguiene preguna: (¿euiéo Itt¡:Í (o habla escribe), qué lengua a quién, cuándo y con ql¡é ñ¡alidadf pelit¡ole este-ma¡co nos podemos prEguntar, por ejemplo, quiénes usan el vasco guipuzcoano, con qué int€rlc. cutores, en cuáIes dominios litrgüfsticos, cuándo y con qué ñnalidad. Habrá iiu¡aciones en las que el mismo hablante usará una variedad tiel c¿stellano u oua uriedad del euskera, ¿por-qlé?, ¿cuáles son los frc¡ores situacionales que det€rminan l¡ clección de uno
u otro código lingülstico?, ¿cuáles son los modelos normativos para la alternancia de una u otra rariedad de lengua en un¿ comunidad lingüÍstica o en uni subcomunidad o red de enlace social? Hemos usado repetidamente la palabr¿ .rit¿¿crUn y se hace necesario definirla técnicamente. En 1964, GofuanD arguy6 que la correlación entre situación y conduca lingüfthca deberia rncorporarse en forma explÍcita en el esa¡dio del habla .
yl @f(f,úD e siluacün
socül es global e T1rpgr? los ñciores sociales (tales como la edad, et'sexo, et pais á Jegifn d9-origen, el nivel de escolaridad, el fasfondo cultuml, etc.) que hasta en;nces habí¡n sido considerados en estudios de est€ tipo. Especfficamente,'uia situación social existe cuando dos o_ más personas, relacionadas- enreiÍ de una maner¿ particular, se co. munican sobre un 6pico común o compartido, en un lugar determinado. En una siir¡ación
social podemos obserr"¿r la ¡elación ent¡e los participañtcs (en cuanto a edad, sexo, hmiüaridad, jerarqufa o rango, etc.), el nrÍmero de participantes, el grado de formalidad de la situación, la espontaneidad o regularidad y freaictiUlrOad de-la situación, etc. (,id. fig. 3.3). El planteamiento de GofE¡an ha moúvado una serie de interesantes estudios sobrc la organización social de numerosos tipos de intercambio lingüísüco. Me refiero aquí esp^ecialmente a los trabajos de Frake, Garhnkel y Sacks, Schegloff, Tbnnen y otros soblre la ¡orrna en que se estn¡ctura la convenación (I,¡d. Bibliosrafía). I¡s r.riembros de una comunidad lirgüística o de una de ánlace social comparten las reglas que regulan la conductr lingüistica en diferentes situaciones. El conocimiento que tienen-los hablantes de lo que consütuye uso apropiado de la lengua en una situación 'determinada es_lo_que ¡ishmanu denomiñá (competenci¡ comunicatiy¿ sociolingiilstica», r¡n concepto idéntico tl de competencía corruicativa ptoptesto por HlmesE. fa¡ea n¡n-caracti:rlsücas damental de la sociologÍa del lenguaje es la identificación ¿e las segrin las . cuales se pueden agrupar o clasificar las situaciones sociales en conjuntos que t€nga¡ correlaúvos únicos y especfñcos de conducta lingüfstica. Cada conjuito de situaciones socrales consutuye un dominio de condacm sociolíngüística. Algunos de estos dominios son, por.ejemplo, la f3r,nilia, la calle, los lugares de diversión, el trabajo, la escuela, la üteratur.a, b p_reny, la iglesia, la adminisración prlbüca. Ta¡rbién se há consideradó diftrcntes dominios de conducra socioli.ngiiÍstica ba varioi niveles de fomalidad del intercambio lingüístico: formal, inforrnal e futimo, que se pueden identificar dentro de cada uno de los dominios de tipo social-ifftitucional ¡ra mencionados. En estos varios dominios hay además.otros fritores que puedeD desempeñar utr papel en la elección y uso de un códigó lingüístico, verbigracia el tópico y las relaciones-interpersonales entre los hablantes-de la lergua, se preocupa de los cambios que ^_-1t_1T^p^TtliT"igbq,..gh":"i:a ..p"r¡ono trngüísrico de la comunidad; por ejemplo, aquellos cambios que :Ip1y"_1"":, ocurren en torma ráplda y masira en si aciones de lenguas en conücto (l¿¿ sec. 5:3)
á
' ' pp.
Op. ,ít., p.4ó; Ia t¡aducción es mía. E. Gorn¡¡¡: .Tbe negleded sirration, (19&'¡, en
6l{6. u ,ost¡u F¡s8M N:
Lutgagc and Socia, Co"ra, BdtiEorÉ, tnguin, l9¿,
.The relationship betwen rüicto- and rnacro-socioliaguistics il tb. study of who spc¡ts whai language to whor¡r and when', c¡ §ocioli¡8r¡¡rf¡cr, BaltimorÉ, Pcnguin, gDb, pp. 15-32. D DELL Hy1,rEs: .Models of the interacrion oi langusge a¡d sociál serdng., Joür,¿l of Social ksu¿s,23, 1967, pp. t-28.
Y
INTRODUCCIÓN
causadas por movimienos migr¿torios. ¿For qué y cómo cambian tos hábitos lingüísticos de lo-s inmigrantes en paÍses donde la lengua óficiat es distinta a la de ellos? ¿eué-ñctores han favorecido la mantención a través del-tigmpo de renguas minoritarias coniJel euske.a, f 9t."¡rrt4n en España, el espariol en los Est"?o. u"i¿o.,ii f"rncés en Canadáj !l,quttgso y la de§apaflcrón o rnminente desaparicióD de otras como el italiano, el francés y et alerftín en los Estados Unidos, el retorromano en Suiza, el judeo-españdl en Israel y los Bal_ canes, el españo1 en Filipinas o el gaéüco en Escocia? respuesta a ésus y oras óuestiones srrulares constltuye un apone principalmente a la sociología y en menor escala a la lingüística.
I:
l: difercncia enm sociolingüÍstica y sociología _ ponancra retaü\¡¿ que se asigña al becho social y
del lenguaje se deriva. pues, de Ia imal hecho lingüstico: la socioling lstica e-sudia ftnómenos lingüsticos-pmpiamente talej (fonológicos,"sintácticos, etc.) en-su conr*lrt y hace aportes a la tffirfa lingüstica; la sociologla del lenguaje esudia los que. üenen relación con el uso de una lengua. Es ñcii vei que, aunque 1:Xo-1:T, ^s-o¡lrtj: olrcrenres. estas dlsclplitras tlenen numerosos putrlos de cotrtac¡o, lo que se ha-ce aparcnte en estudios que incorporan intereses lingúr'stióds y sociotOgicosú. iiLtercambio de códigos en situaciones de b ingiüsmo y mriüingüisiro es un'fenómeno que se ha estudiado frecuenteÍrente con este doble ¡¡Ésis-Ii¡giiístidy sociológim (tü. mas &taUes en sec. S.:¡. r,os estudios de sociología lingrirstica que investigai las relaciones entre la sociedád y el uso de las lenguas ss |¡¿¡ ds¡sminado también éstudios de nacmsociolingüfstica¡. Este término se olone a micraJo ciolingülstica, que se refiere al tipo de estirdios que aralizan la lengua.misma en rclación a las situaciones sociales qri re u*. En este'li_ bro, por ejemplo, incluimos estudios de microsocioliqgüfstica, Oe "o sóclotingtiistl"" t1¡y.I d" sociolingüstica no cuantitativa. Es difíci traza¡ rírrites claios entre estas {is9ipliq1s, .pugs_ tanto sus mérodos como. sus objetiros coinciden a veces. El problema de la delimitación.es, en todo caso, relatiramenó rivial. Dentro I anrplio de sociolingüísrica se incluyen a menudo tambiéD estudios {"_ {ry1" de «ehografÍa de Ia comunicación, y de EsAs dos d.isciplinas comparten una metodologfa que da importancia"emometr¡rdologí¡". fundamental i Ia expüc¿ción del ónocimiento que los múvlduos trenen de su pro¡ia culura y de los prcsupuestos que dete¡mina¡ o moldeatr la iorma en que eslos individuos interpre¿an sus experiencias. Garfinkel, usa el érrnino etnomadología para «¡eferiñe a los sistemas, métodos, rc_ sultafo,s, ¡iesgog y locuras con los cuales ie pueAe locatizar y realizar el estudio d; hs
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.
propiedades racionale.s de las accioDes prácticas como realizaóiones continuas errentualei organizadas dela vida diaria, (p. 309; la traducciOo 9:-lylq:T:y.trácticas una de estas práctrcas organizadas de la üda diaria es la cozv¿rsac¡uz, el uso de la"s lens; en una situación de comunicación social. y esaquí donde la aportes de imponancia, en el estudio de las reglai que rcgulan"m"-á.aJ"gÍ, ta rnteraccioí ringriisüü. Una de las cuestiones centr¿les ha sido la irvéstigrción de cómo procede una ónversa-
ffi. ir'h;ü
D
W[-uAü L^B@: Sociolinluisnc patunts, philadeiphia. University of pemsyltEnia press. lqD-a; Wu,.
,hd. LIAM LÁBov: l-anguage in the inn¿t ciry, philadelph.ie. Udversiry of per¡nsyl\"nia press,
lg2b; isrEn T¡u»
,til:fi¡ia¡yn. of hqlilh il Norych. Csmbridge, Cambridge Uniwrsiry p¡ess, lq4a; -!!:.irl¡d Hispa¡¡oá, 19E;buAN IsANxoFF: .{ry y"*.T: Pl"frtogta y sociolingüh¡ica: br¡a.s pua.bniqurñor, MaGd, /¿¡¿ Jocr¿t ,üt oÍ lotguagc , philadclúi^. Uoive¡siry press. ?yl
of Fcnnsyl*nia lgEd; J. J. cuMÉRz Dicourse s¡mtegies, Cambridgc, C_anrbridge_Uoiversi¡y press, t9g2; SuzaNNE Ror,leore 1ed!: SociotingiiiiÁ_ naüon ¡n spc¿ch aonünun¡li¿s. lr¡don, Edná¡d Ar¡old, lgg:s; cntrE otros. x FrsHM^N: op. ci¿ 6 Th¿ ¿rh4ogñryhf - }l^¡ot-D G^¡F0''r(.EL: .Rcmark o¡ erh¡romcthodolo$¡ >,,en DiÚctiotl, in sociolinguinics: -'-'--
of cot r¡uhication, New York, Hoh, Rinehañ
& IV.üío;, iÍn:, pp..?ñl-324.
-
SOCIOLING¡]ISTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE
ciór, en base a qué presupuestos y cómo interprcta¡ los participatrtes lo dicho por su o sus interlocutores. .[¡ que se dice' es diferente de .lo que se está hablando', e.s decA,
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las mismas palabras, el micmo coloqüo, se puede interpretar de maneras diferentcs, puede t€ner signiñc¿dos diÉrentes segrin lo que los participantes rteñgen eD ment€», se8¡n sus creencias, intenciones y prcsunciones. .[,o que se dice, es siemprc una versión parcial e hcompleta de .lo que se está hablando,. Para poder descubri¡pl significado real de .ls qus s€ dice,, el eunmetodólogo hcorpora a su análisis un estudio de las acciones que acompañan al habla, la conducta total de los participantes y su conocimiento del trasfondo sociocultural compartido por los pa¡ticipantes. Asf, el invesügador pretende descubrir cómo la estructura de la conversación refleja cl conocimiento social que poseen los hablantes: ¿cuál es el tipo de conocimiento social implícito que tros pemit€ comprender el i¡terc¡mbio lingüstico? Se ha propuesto que este conocimiento se usa, por lo menos, de tres maneras: 1) hra reconocer el üscurso como un c¿so de narración, amenaza, dirección, conversación casual, etc. 2) Para lograr un efecto social, como por ejemplo una rcspuesta del interlocutor, una acción por parte del interlocutor, para .ganar la palabr¿', etc. 3) hra comuaicar un estado emocional, coño por ejemplo temor, sorp¡esa, cítica, humor, etc. la etnonwtodologla se aleja de la sociolingüstica en cua[to a que su cent¡o de interés se ubica en el descubrimieúo delas nomus socrales que son parE del acto de comunicación y que rigen nuesm percepción total de los hechos, mientras que la sociolinguística, normas üngfllsticas qte como la hemos definido aquí, se cotrcenüa etr el esodio de son parte del ¿cto de comunicación y que responden a la percepción que los hablantes tienen del hecho total en que se realiza la comunicación. Veamos, por ejemplo, cómo se puede enfocar el estudio de una secuencia descripti como la siguiente:
lx
Pepe
quzbó la uz4. Lo nattui to
retó.
El etnometodólogo podía observ"ar que nuestro conocimiento de las normas y rclaciones sociales nos permite interpretar que /a mamá es la matraá de Pepe (a pesar de la ausencia del posesivo sz) ¡a que es apropiado asumir que la acción de retar a una penona que ha quebrado una taza es propia de la úad¡e de esa persona. Las normas sociales también nos permiten interpretar que las dos acciones, quebrar y retar, ocurrieron en una secuencia ordenada: la acción de quebrar precedió a la de retar. El sociolingüista, por otra Pa¡te,
htercsado en el mismo enunciado descriptivo, podría uotar que la interpretación de las dos acciones como ordenadas secuencialmente en el tiempo real se derir"a del uso del prctérito indefinido para codiñcar las acciones, pues la interpretación serfa diferente si la segunda acción se hubiera codificado en el preérito imperfecto progresiro: P¿pe quebró
ti
taz4.
lz
¡nanó lo esaba re¡a¡do.
En este caso, truestro conocimiento de las normas lingüísticas nos permite interpretar que la acción de quebrar octrnó dumnte la realiz¿ción de la acción de retar y que no fue motir¡"¿dor¿ de ésta. El enfoqle emognífico, por otra parte, se qracteriza por su itrsistencia en que el habla tiene una forrna que va mrís allá de la gramática; los miembros de una comunidad compart€n tanto normas lingüísticas como normas sociales que regulan las diferentes formas de hablar. Mientras el emometodólogo busca descubrir el significado de una interacción lingüística a §-¿\és del uso de las percepciones de lo que esá sucediendo, que los mismos hablantes le ofrecen, los ehógrafos interpretrn la información a través del conocimiento que adquieren al participar en y obsemr di¡ectamente la comunidad en estudio. Ia sociolingiiística, la etrografía y la emometodología comparten un postulado básico
INfBODUCCIóN
que establece que lodo anáIisis debe comenz& coú los detrlles del h8bla. Compartetr, además, la preocupación por estudiar las acciones y/o el pensamiánto-iiuma¡o como entidades concrehs y situadas, pem que sin embargo t ásci"ráen l, situaciOr" Como hemos dicho .j tro acepra las inu¡iciones de tos habtantes como originado_ .r. 9c. lolingüista TII^o1Tj-1T: ras oe oa¡os lrngiiístlcos y emplea la rospelcióD de manera muy limitada.
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,.a. ro",olt*nütsncA y D|ALECf,OLOGÍA [:
dialectología es una discioli¡a con una_larga trarlición, con una metodologfa bien y4,:l lF¡**..Esindud;ble que laiaétiigi,. nu r,""r,o qe Erpor¡ancra a 1r¡1l ta socioti¡gúfsüca y a la-lingüsüca en genera. en "po.r". e'Í mundo hispiniá, por ejemplo, los estudios de Alrar, §6n,¡rsz [¡6, 6ra¡¿á, no* v-Árcuos otros ón ciados con frecuencia en pubricaciones .o"iorirgiii.h"". Ji"'ri"i'¡¿-".¿., sin abandonar su erudicióa y larga experiencia, algunos de ósos y ono. alJ""tOtogo. t"o i"c.rpo;do en su.trabajo sobre geograffa dialecúl ciertos *pecár a" iuio"iotingitstica -oaerna. ast por ejemp§ el proyecto de estudio coord.inaOo i. tu no..u fiogüfrti?" culta de hs d:. y ae la peainsuta ruerica" especie de puente ryroamérica intercses diatectológicos y sociolingüísticoj(rzZ. varits ,,oT..t f"to€fas.e rumetres de materiares linsifsticos fecogidos y publicados por Es!,era y cantarerprz, ¡¿banaJes y Conrreras¡s, In;tituto de ologja'.Árdé, Iieu'",;, 'otros, Además los minuciosos
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atlas linsüfsticos ,,r"oarados-en dio;; prÍre. (¿r eLEICann, LAlu.y et üig.u'istic Attas of New Engtands) constituyen tuente de ¡e_ ffi;-tllPl Ierencra-oblrqada para los sociolingüistas interesados en los estudios dá lariación y del
cambio lingüístico.
Sociolingiifstica.y Aaecofgsfa lan considerado hasta cieno punb sinónfuEs eD cuanto a.que ambas disciplinas estudian larylengua hablada, el uso lingüfslco y estaUtecen las rela_ qrg qgnue ciertos rasgos ineüsricos y inoui¿uos. esi co_
ciiÁig;ds-áJ
:91e¡ ": mo la socrolrngi¡Istrca, la dialeclorogfa ha reconocido desde siempre la existencia áe ia heterogeneidad
ilft"r;;;'ñ;nci" d" .;;;;
tingifstica. Este recánocimiento rales como los de diasistema, que implica la coexistenii
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eD t,oda tengua.
y nociones añnes: r) diatopra, difereñciación diatectar horizontar, di-¿cuerdo con la dimensión geográfica o espaciali z) diastmtía, dife¡enciación dial in¡rol, correracio-
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5 Yü. !. M. [¡pE BL^NCH: .prwecto dc estudio coordi¡ado de la oorma lingüí5tica culr. dc las priocipa_ ciuj:¡d:s dc Iberoam¿;u.,," sio,po"i á¡taa-io_ñi¡ü'i¡l'eilisl6.
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d¡o. U-trivcrsidad de Chilc, Bok¡tn
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.BEu-o,, "*,NUlffi%lHT"1;f*\És UN^Mt El lúbla culta d¿ ta ciudad d¿ M&ico: Mat¿¡iol¿r parú su ¿sl.dio, M&ico, Uüivc¡sid&d NacioD¡l Autónom¡ de M¿xico. [rl. " AIEICAN: M^Nt E- Af,v^¡: Arl^¡ ü,ot)tsrico ) ¿ñotrffrco dc las Is¿¡t Catwiar, t. I, t¡§ htEas dc cñtr
su ¿rn¿dio, cara_
Can¿¡ia. l9l5.
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ALF: Ju¡-es c¡-¡-ú¡oN y E. Fl,btoñ¡:.
Arl4, Li^guisrique d¿ la ha¡¡c --' gg}3_lgtD), P¡rí. ''" ' N.P^t: -Arbt littüs¡ico dz la p¿nrnsub lúrical¡. t,'¡i*Ái, úi.-- r-a!: H. ORtoN. S. S^NDRSoN v I WDDc,crsoN: I2rr8¿¡rric Artas oÍ E Atorld, Lo¡doa, CmoE Hcl¡a. ¡ H. NuR rH, M. H^r'trr, B. Blén y pro
üdencc, R.
I., Brow¡ Utriv.rsity
G. S- I¡tm,ú{N, J¡.: ¿.r¡8¡úric ,4rl¡(, oÍNch) htlaad,3 \ols-, press, ló39-43.
SOCIOLINGÚÍSTICA
Y DIALECTOTOGfA
nada con hctores socioculturales, y 3) diafasia, diftr€nciación segrfn el tipo de relación entre los hterlocutores, segrin la situación u ocasión del hablar, segrin el tópico del que se habla, erc., parámetros todos que se cor¡elacionan con variaciones de modalidad expresir¡¿
o de estilo, lla¡nadas también dife¡encias diofártcas.
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coincidencias entre la dialectologfa y la sociolingülstica se hacen aparentes €n algunos térrninos con que se ha denominado a veaes a la sociolingülslca, z xber, dialectología social o dialectobgla.urbana, Con estos Érminos se prctende captar la característica fundamental que difercncia a las dos disciplinas. Bor un lado, la preocupación básica de la dialectologla por establecer las fronteras geogrúfcas de cieftos usos lingüísticos, concentrando la investigación esencialmente en sectorcs ruales, pues en ellos se ha esperado encontrar variedades .más pur¿s, de lengua, es decir, formas vernáculas más antiguas y tradicional€s, no contaminadas por el contacto con otras variedades. Y por otro lado, la preocupación central de la sociolingüfstica por identiñcar procesos de canbio lingüfsüco en marcha y por establecer las fronteras sociales de ciertos usos lingüísticos, concentrando la investigación esencialmente en centros urbanos, los que se caracterizan prccisamente por su gran heterogeneidad trnto lingüÍstica como social. En este contexto, la sociolingüfstica ha podido comprobar objetivamente la validez del concep¡o de relartidad lingüstica, concepto de glan importancia teórica en lingülstica general, En verdad, asf cono se ha mostrado que las categorfas gramaticales son rclaüvas, por ejemplo, ciertos susürnüvos sou más sustaltivos que otros, ciertos verbos poseen una caracterÍstica de ma)or «verbalidad» que otros, de tal ÍEnera que parece haber continuos de sustantividad y de verbalidad más bien que distitrciones binaras de nús (+) o menos sustantiyo o verbo, asf también la sociolingüística ha mostrado con claridad la realidad de los conti¡uos dialectales. Es decir, un dialecto á no se diferencia de un dialecto contiguo 8 por la presencia o ausencia de los rasgos X, X ylo Z, sino más bien porque estos rasgos se da.o con mayor o menor frecuencia en uno u otro dialecto- Los llmites dialertales, ya sean diatópicos o diastráticos, son borrosos; no es posible trazar um lfue¿ divisoria rinica entre dos dial€ctos. En realidad, .{ y B pueden diferenciarse rcspecto al rasgo X presente en,{ y ausente en ¿ pero compartir los rasgos Yy Z Un estudio cuantitatiro podrÍa mostrar ademrís que Iy Z se dan con diferente fre¡uencia en ,{ y B, lo que justiñcaría sugerir que se trata de dos dialecos o v¿riedades difercntes. El objeto de estudio de la dialectología son los diversos dialectos de una lengua. Esta afirmación hace necesario htentar, por tanto, una definicián del concepto de dialeao, tarea no flícil dado que implica una cierta postura teórica que permita también definir otros concepos relacionados, tales como lengaa , estíb de lengua y nivel de lengua, enÍe otos. El problema de la deñnición se ha evitado en cierto modo,en los estudios de sociolingüística con el uso del término sinónimo de qneda-d- lingüística qu.e, aúDque tampoco ha sido rigurosamente defurido, es en todo caso nütra¡ en cuanto a que no üene la connotación que en el uso popular se asocia con el peyorativa de "forma inferior o nística de hablar" concepto de dialecto. Paú.a.el lingüsta, sin embaryo, ésfe es un término técnico que se refiere simplemente a una ¡a¡idad de lengua companida por una comunidad lingüística. Estas riedades corresponden en ge¡eral a diferencias extralingúlsticas establecidas por factores tales como la edad, el sexo, la clase social, la ubicación geográfica, etc., que inciden en la fonnación de grupos sociales distanciados entre sl en mayor o menor grado. l-a, dístancia, socia.[, temporal o geognífica, hvorece a su vez el desarrollo de wiedades dialectales, que son la manifestación lingüísüca de un nrlmero de car¿cterísticas más o menos estables asociadas con difercntes grupos a través del tiempo y el espacio social y geográhco. El cuadro 1.1 presenta un resumen de posibles ra¡iedades dialectales 26.
(-)
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Mrc¡¡¡¡, G¡rcony:
.Aspects of varieties diffe rcoaaioo.,
Jounal o¡ Linpistics, 3,
1967,
W. O7-n4.
TNTRODUCCIÓl{
Cu^D¡o
l.l
tñ¡ied¡d€s rüdéct¡lc§ Po6ib!.& Eje¡¡plos d¿ wri¿dades I casL l llraa
didl¿ ctoh s d.
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cl c¡stctla¡o dc ¡cPc, c¡ de María, elc'
idiolccb
individua¡.s
c¡stctlano mcdietal, csstellaoo del siSlo
histó¡iB
dimerisión tcmpora.l
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raricdad diaúPic.
css¡clla¡o da Ar¡érica, castcllano rurdl,
dime¡sióa social
v¡¡id¡d
uftstro, ctc' c¡slcll¡Do dc la chsa social media, a¡t¡,
diastrática
Aoáar¡.
r¡¡icded !sú!d¡¡l
c¡sEll¡Do cstátds¡ inforr,¡l' caltdlar¡o ¡o está¡dal, elc.
nivel de cduc¿ció¡
y de ificligibilidad
xvl, ctc
no .súrds¡
rcpresentan una simpliñcación Las diferentes categoías presentadas etr el cuadm 1'1 grai: ciudad sino además al más a la no tólo q* o" ü á.prliio"¿ r¡gür.ti* Debemos tener prccolt sus etrramados de rclaciones sociolingüísticas entre sf' se.entrecruzan continuos-qu€ i"áf".'"r"t. otá ita" variedadas diüt"les estándares ¿'4" ioctur \¡ariedagT d,rLs-f:i.:j' ot'viamenG' numerosos idiole¡tos' hiqoaá v, ,"
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f"Ti#;¿'Jñ";; *'i.¡"Ja"Oi"" #Jü"i#t,-ü.L4.,
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'"í."i.""J"i*U"O*m"oñadñ"ái,o.i"-osaqulcon¡ivgldsec!9cación!9-htelieiuiffiiá'.'f;^iili,Ioi?"i"=ri-i*liffi¿.a o'."llg,-4":lq¿::5:::fT.*'fjlllil"; problema de.la direrencia en*e lengua v á:::ñ"#;il o,o.,-;úlis;;Aú;'el base a la posibilidad de la intercomut"i' Hi;;;Jñ;.i" ár. t""rt" o.nti¿o u
"o lengua áquellas variedades que per#;tór.'Ñ:;; die ipe son diae¡toi ae unadosmisma más ú¡edaoes constiuirían lenguas *;;wü i"-#;*;Ñá,, ,i**-q" No oobstafle' es bien sabido que dos lenguas' iH#;.;;;;l;loi"Érigitro "oo1 de.otras lenguas' pue'f' hablantes por los y tablantes ;;#td;Iáñ; á-p". *s f,roploi Por ejemplo' las tr'r¿. ó! lolt o¡-*t"t áe úü tengua.aercrminada ;:';;;;;* -y mucho menores noruego.son el el danés o ;HI#;:'ill*J "*t"ñ;y etdecatal¿n' tales como italiano' del consioera¿os ioi 'dial66¡65' il.l;-;;-;.;; entre algunos de l.afo que dejamo-s la en aennicion' 3[""^#il iltiirljiiJi "ipiri",it¿lien nuistrat""g*' catalán' el el castellano' como el criterio de intercomprensión y "Áa^'a "* r€alizable en el habla de :i ;ffi,;'i lr*ir*l"l i.gl¿t' "tt'-át ú@dá'iñEürstico taréñ bari" üoüoo¡ñrr¡"r.i¡n-*.,ii.i* I*cir, déIfiñitálñtómo ,i,,i.ñ" cuituraes tanto como linsüísticos
"ti H.rd;os; poriti.ó**g"¿¡"oi§iates v il'ñ;,oiü famil'ias de dialeci" ai¿oitotii* q'" " tu u"' fueoto constitujr deoominamos ,, * conjunto """:uoó h,oillr."ñ;á"- aa*otqtit ".rri"rá" ñ o|ffi;;.-á";ü;;t "o cu¡a cumbre se ubicá la lengua '¿ro piramiáal en
;;T";;";; ,* estructura ¡erárquica (pueso o-i'i"roiáos en ella' diabcós o lenguas menorcs flrü;il.;;d il iuo¿lo"¿oii'gul'ti*t a su vez constituidos realizables en el habla) [,,J:iñt ñ'ffiíiári.iÁ^ ,
EucsNro cosERru: .l¡S COncCpoS tic "dia.lccto'" o¡*ólo8l".. cn LinSttfstica Espon;lo ktu"l I, Dn'
"nivcl-' y
pp l-32'
' estilo,
d.
lengua" y el sen¡ido pfopio dc ¡a
t.
:
I1
I'1
SOCIOUNGüI§TCA Y DIALECTOTOGIA
por un
conju
o de dialectos o \ryiedades lingúísticas afines, lo que aproximadamente puede
ieprcsertarse de la siguiente forma.
-t
Ifr.IGUA HISIÓR]CA O COM{N
tI
Dial¿cto B
Díal¿ctó A
(ej. :
(Ej.: castEllaÍo Pcrilsular)
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1.1. Pitrímidc dialecral.
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1.1 deja
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carráEñ;, b .el inglés'; lo qié se habla es 'n¡ mriedad o dialecto determinado que se encuentra en la basa de la.Pinámide: ?9r ejemplo, 'el ¿i¿ecto ¿á nueoot ¡ires' y, áún más especfficamente' 'la variedad hablada por las-mujeres Dorteñas con educaciói universipria'. Ahora bien. exis& la tend€ncia a identiñcar la la lensua his6rica o comúo- EsE PH¿ücá 4 ó. rtaméirte ÚrÚñea át¿"¿"on i."=-ai";.or áid*t"s'r¡c, ¡s,3c, irc.) ¡ñseen uo=a-vaÍ-ááilbstándar propia que al án ir¿r ."giOo o pals corrcsponde al i¡l-eal no¡matiw que se ens€ña cn.las e§cuelas, en documense escribe tratita oe toi grupoi sociales áe mayor prcstigio- ala variedad.-que ;fi;id;,a'dirri"s, perió
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REcoLEcoóN DE Los DATos
Los ejemplos deben construirse con gran cuidado de tal ma¡era de asegurar, que el único rasgo ra¡iable se¿ el que se irvestiga, pues es necesario oritar que la evaluación becha por el hablantc pueda responder a otros frctores lingúí§ticos. Obviamcnte, los ejemolos dében ilustr¿r todas las variantes de la variable en esu¡dio para permitir la comparalión d" 1". reacciones de los encuesfados hacia ellas. En nuestro caso, las r¡¿riantes son el condiciotul (ejs., 2, 3, 4, 5, 7, 8, 9) y el subitt¡ttivo (ejs., l' 6 l0), que en algunos dialectos del español de Burgos, Santander y el F¿ís Vasco alternan en cieras or¿ciones subordinadas dónde la nomu estándar acepta sólo el subjuntivo (es decir, sólo los ejs. l, ó 10 serían gramaticales de acuerdo con esta norma). La encuesta tenía por objeto obtcner tres jücios de cada bablante: sobre la gramaticaüdad de cada cjemplo, sobre si él usarfa una oración como la ilustrada por cada ejemplo' v sobre si otras personas en el pueblo las usarírn. Con anterioridad, los habla¡tes encuesiados habfan sido obserr"ados y/o grabados (ud. scc, 2.1) y el análisis de sus datos había permitido establecer cuáles de ellos poseían la ¡¡ariable c¿ndi ciorullsubjunrtvo- .Se preter.día que los resultados de la encuesta dieran información sobre las normas sociolingüfsticas y sobre el grado de conciencia lingüística de la comunidad, sobre el concepto de sf mismos y de otfos que pudieran tener los encuestados y sobre sus sentimientos de lealtad y de identidad con la comunidad. aplicación de la encue§ta se üo entorpecida por el '¡rismo tipo de dificultades con que se han enfrentado otos investigadorcs4. I-as diez or¿ciones tuvieron que ser presentadas a cada hablante en forma oral y escrita a la vez ya que algunos de ellos demostraban cierta dificultad para leerlas (Covamrbias es una comunidad rural), pero sin embargo expremban la necesiüd de tenerlas por escrito. Las respuestas y comentarios de los hablantes se atrotaban al momento de darse. Ia primera diñcultad se derivó del hecho de que los encuestados no aceptaban-ciertas constrúcciones no en base a la presencia de un condicional o subjuntivo, si¡o en base al uso del imperfecto del subjuntiro en -m y sl uso de ciertos ítemes lexicales. Así, la respuesta de T., hombre de 23 años, a la cuesüón de la gramaticalidad del ejemplo I es que no es correcto y que ni él ni otros en el pueblo lo dirían. t a c¿usa de la incorrección, explica T., es que é¡ vez de esrui&a rws deberfa usane ¿s¡¿iésenos y enva, de nwstra' rías , enseñprlas . Las razones por las cuales T. no acepta el ejemplo 1 tal como está dado son compléjas y no las discutiremos aquÍ. Debemos noiar, sin embargo, el peügro que conllev¿ la encuesta escrita con preguntas cerradas ya que un simple sfo no puede no responder directamente al objetivo de la preguna formüada. La encuesta or¿l es más aconsejable porque permite al encuestador investigar más a fondo las respuestas de los informantes y no ata a éstos a dos o tres posibilidades Preestablecidas. Por otra Parte, tiene la dewentaja de la gran cantidad de tiempo que se necesita para hacerla. El contenido de los ejemplos es otro fictor que puede crea¡ confusión. M., hombre de 74 años, por ejemplo, constestó que él no dida & pem luego comentó: .Si me volvería de 20 o 30 años dirÍa que no trabajaría más,' lo que indica claramente que había reaccionado al contenido y no a la forma de la oración. Esos problemas son soluc.ionables gracias a la aplicación oral de la encuesa y la información obtenida recompensa el tianpo y el esfuerzo inrrenidos. En el caso de Covam¡bias, por ejemplo, hemos constatado que existe cierto nivel de conciencia lingüísüca sobre variación diatópica y diastnáüca en relación a la variable condicionaVsubjuntivo, lo que t¡ae como consecuencia un mayor o menor grado de inseguidad ling¿fsticde. Algunos
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'3 Cl, entre otros, Lórez Mo¡LArEs: o¿ cir; RaNDoLpH Qr,'rRl( y JAN Sv Rrvu(: Irr|z$?¿ tíng tinguistic acc¿P¡¿¿ili¡), The Hágue, Mouton; y WaLT Wor-Fn^M y RffH F^§oLD: Thc sdrdy of sociol dialects in Arnerícort &tlrtá, Englesóod Cliffs, N. J., Pr€nrice-HaI , t974, cap. 3.
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C, L^sov:
op. cia., pp, [,2-t33i y
l¡pEz
MoRAr-Es].
op. cir., pp. 165-m.
F. METODOLOGfA
de los hablantes, especialmente los que han vivido por algtin tiempo en Madrid, son muy sensibles al uso del condicional por el subjuntiro, lo juzgan .incorrecto' y declaran que ellos usan la forma en -se del subjuntivo, aunque sabemos que no es así pues las conversaciones grabadas dan prueba de lo contrario. Hemos coostatado además que los hablantes menorcs de 30 año§ reconocen que el condicional "suena mal' y que "no parece correcto», pero que ellos lo uqpn cotr sus amigos y en f¿milia, aunque a veces .se escaPa' también etr otros dominios. Él mayÚr grado de conciencia lingüstica de los jóvenes se explica por el nivel de escolarid¿d más allo de ellos cornparados con el resto de la población. I-a pregunta directa se ha utilizdo también pa¡a obtener juicios evaluativos de orden ' puramente-social, pero basados en datos lingüísticos. López Moralesr ha realizado un estudio de esa fndole en San Juan, Puerto Rico en el que los participantÉs debfan: a) identiñcar social y económicamente a ocho personrs, como .profesional' u «obrero», en base a una corta gmbación en la que cada una de éstas hacÍa un comentario sobre la congestión del tránsio en la zon¡ metropoütana; y á) justificar su clasificación. Este estudio no controla, pues, una o más va¡iables thgÍiísticas, sino que la discriminación se basa en una apreciación globaldel sociolecto, que debe ser, después de todo, la fomla en que los indi viduos se er"¿hían eutre sí en la vida ¡e¿I. I-os participantes identiñcaron correctamente a los hablantes (cuat¡o eran obreros y cuatlo eran profesionales) en un 83 por ciento de los casos; el porceutaje de rcconocimientos cor€ctos es mayor mientr¿s más alto sea el nivel sociocultural del participante. De gran interás es también la justi.ñcación lingüística usada para la identificación que Ilpez Moralest expüca asl: .De los sfntomas lingüfsticos, e[ más importante es el lárico, al que odos acuden con maJ¡or frecuencia para sus evaluaciones, y le sigue a una distancia considerable la pronunciación; la sintaxis, en cambio, apenas si desempeña papel alguno en el proceso,. No hay que perder de vista que esa cita se ref,rere a los hctores lingüísticos mencionados por los PaficiPantes; no es posible extrapolar y concluir que el léxico es perceptualmente úís salieDte que la pronunciación y la sinaxis, ),a que esto habría nec€sitado un control del nrimero de m¡iante.s asociadas con los sociolectos cttlto e incula en cada uno de estos Planos, lo que no §e hizo en esta
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irvestigación. En todo caso, el estudio de López Momles prueba cuantitativamente que los individuos usan la manera de hablat de otros como indicio de información no lingüística, ales como nivel de educación, ocupación y clase socioeconómica. Aún más, otros estudios52 han demostrado que además de identific¿¡ el sexo, la edad y el lugar de origen, la gente emhla también la personalidad de los hablantes segfn su manera de hablar. Esta asociaciótr consciente de un rasgo lingüstico con una caractefstic¿ no lingii(stica constituye un esrereotipo lingüístico, el que puede o no responder exrctamente al uso real de la lengua53. El estudio de las acütudes subjetinas hacia la lengua es, Pues, en cierta medida un estudio de los estereoüpos lingüfsticos. Algunos estemtipos son ñciles de identificar, es decir al preguntar dircctamente "¿Qué tipo de persona cree usted que usa ...(ejemplo)...?,' los encuestados pueden da¡ una caácterización no lingüística. Es posible que éste sea el caso de variables antiguas y relativamente estables, tales como la velariz¿ción de /f/ (formas como jui, juenfe, etc. se asocian con habla poco educada y/o rural), la realización velar de lrl en Puerto Rico (también haiga y senos pot haya y Jorrr¿J, etc' Pero, en asociad¡ con habla rural), formas
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to op. cit-, w. ,"!'3-163. i Op. cit., p. t Lrr,oexr: o¡163.cit.; LABú,I: op. c¿; RocE¡ S{uY y R. FA§oLD (ds'y language oÍitud¿s: CuÍent trcn¿¡ ond omso¿ct¡. WÁhindo¡. D C.. G€orseto*D Uoiversity Prqss, lyr3; G[.l§ y PoerEsL^ND: op. cít.i y K. P.. scnen¡.R'y H. Go-rs (-eds.i: Social naikn in spccdr, Cambridgc' cambridgc UDiversity Prcss. lyD. t' Lrnot: op. cit., p- 248-
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BEcoLEccróN DE Los DAfos
espe,.rera.l, la gente no está cotrscietrt€ de Ia relación entre ciertas variables lingúísticas ex' necesario poseen el mealenguaje no o no lingüfsücas, Para 1?-. i .ié'rt . *tiables tipo pregunta§ como a que puedan responder que lo hace dlficil ¿Qué rehción, 5ffiú
de todas clases,' o "Iz conté una histo"Ilaáf¿n animales mañ¿¡a?, Más acertadas Pa¡ecen ser, por lo tanto, la§ ¡o viniera l-.', o .lu" las subjetiyas hacia diferentes usos linindirectament' actitudes qr" iivestifan ñi* algunas de las cu¡les Presetrümos a continuación.
I]-Jr"ona crce
usted que dice
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2.3.2.4. t"A PFJCUÑTA
INDIRECf,A
La pregunta indi¡ecta se ha emPleado para medir la \¡¿loraciótr subjetiv¿ de usos lincüísdcós úriables en cualquier plano de la lengua. Una investigación que considera.los iianós bnetico, morfosirÉ¿tico y lárico, por ejémp@ es la realizada por Valdiüesé en toncepción, Chile. A.lgunos de los usos estudiados fueron:
lsl versus [h] [é] versus [§]
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Sólo la ev¿luación de los fenómenos bnéticos se hizo en forma indirccta, los oüos tests solicitaron directamente a los sujetos su juicio de r¿Ior en términos de aceptación o recham. Para el test fonético, en camUio, se prcparO un texto con la forrra y el estilo de noticia radiofónica que fue grabado dos veces por hablantes muy e¡tsenados, una vez con una de las va¡iantei y otra vez con la rariante altematim. Así, la diferencia de evaluación que relizara el sujéo sería atribuible al fenómeno en estudio. Se les había soücitado a los iujetos que asumieraa el rol de seleccionadores de locutol€s para una ladio y.qu9 ev¡ua¡in las Íircturas en una escala continua que iba de pésimo a €xcclentr. Se areriguó asf de manera indirecta el mayor o menor prestigio asignado por los sujebs a las variantes fonéticas. L: metodología usada por Valdiüeso sigue la desarmllada por tsbovs en §u estudio de los sociolectoi del ingléi hablado en Nueü York. L:bov preparó una lista de 22 oraciones que ilustraban cinco-mriables fonológicas, las que fueron grabadas por cinco mrrjeres Se lés pidió a los sujetos que as¡mieran el ml de gerentes dt personal y que ¡ldicarln, en basá al habla solámente, qué trabajo podfan tenér las mujercs que habfan sido grabadas. La comparación de las er¡¿luacioneJ recibidas por la miqml mujer al leer difercntes oraciones, iniluyendo algunas que no conteuian rasgos no estándares, permiüó identificar las reacciones si{etival ¿e D2 sujeos hacia c¿da una de las mriables lingtlsticas. jerarqula de rabajós presentada a loi sujetos, ordenada de m4/or a menor segrln la corrección lingüÍstica que se requiriera, fue la siguiente:
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Figur¡ impoía¡te de la t€levisiótr SccrÉt ¡ia cjccutiv¡ Raccpciotrista OFrador¡ de tcléfonos
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HuMEErIo V^¡-Dñ1Eso: .Valoración subjetiya dc los usos üngüísticos', maúl¡sctito inédito, Urivcrsidad de ConccDciótr. Chilc. 1981. wü-¡rv t¡¡o,: Th¿ social stra¡ilcotio¡ o¡ E/tgtith in N.N, ,br* Ciry, \¡t§hi¡8ioo, D. C., Ccr!.¡ for AP plicd Lirguistics, 1966 cap. XI.
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Obrcr¿ Menos que obrera
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Son numerosas las técnicas usadas )¡a en el estudio de las reacciones subjetivas y se siguen perfeccionando con el obje¡o de asegurar que la eraluación hecha por los sujetos responda en verdad a la mriable lingüfstica en estudio. Esto es necesario pues se ha demostrado que cierto's factores paralingüfsticos, como la c¿lidad y el tono de la voz y la fluidez de la exposición, tienen un efecto significativo sobre el tipo de personalidad que los hablantes se supone que pose¿nr. Para reduqir el efecto de estos ñcores paralingüsücos, twallace LJmberl introdujo la técnica que se conoce como apareatniento disfrazldo ('matched-guise), que consiste en que un mismo hablante graba un texto dos o más veces usando un acento, dialeclo o lengua difercn¡e cada vez. Una investigación de este tipo, por ejemplo, podrfa incluir cuatro hablantes, cada uno usa¡ía dos rariedades, los ocho teitos se mezclarfan en la cinta estfmüo ¡nra evitar que los evaluadorcs rrconocieran las voces y pudieran, en cambiq rcsponder a pregungs sobre el status- socioeconómico y la persoo¡lidad de los hablantes asumiendo que cada lexto corrcspondía a un habla¡te diferente. [á ventaja de esta técnica es que controla las variables lingüísticas y paralingüsticas. For oEo lado, üeDe dos desventajas, la diñcultad de encontrar hablantes bidialectales y la frlta de autenticidad y oatur¿lidad de la y de los textos. Se han diseñado diversas formas ingeniosas de resolver la hlta de natur¿lidad de la situación. Nos referimos aquí brevemente a uoa de ellas, pues nos sirvió de base para el diseño de p¡rte de nuestro esu¡dio de Coam¡bias. Etr est€ €xprimento', un investigador inglés que podía usar dos acentos, el r€gional de Btmingharn y el no rcgional general (ltamado ,RP, Received Pronunciation, Pronunciación Recibida), se presentó como profesor universitario de psicología y dio una corta cha¡la sobre ese terra a dos grupos de estudiantes de 17 años de edad, a cada gnrpo en uno de los dos acentos. Después de la charla, un ayudante se quedó con los estudiaates y les soücitó que escribier¿n sus inpresiones sobre el conferenciante y que ey¿luaran su nivel de inteligencia, con el prctexto de que esta evaluación se necesitaba para poder decidir si este profesor era una ¡»rsona adecuada para dar charlas sobre psicologla en institutos. Los rcsultados del experimento son i¡teres¿int€s: los estudiantes que escucharon la cbarla en el acen¡o no regional escribieron mucho más sobre el profesor y lo ev¿luaron más altamente en la escala de inteligencia que los estudiantes que h¿bían qscuchado exactamente la misma chada en el aceDto regional. Tirnto la conducta (en érminos de cantidad de escritura) como las opiniones de los estudiantes se pueden interprctar como respuest¡ a los diferentes acentos, especial¡tente si se acepta que las caracterÍsticas de los dos grupos de estudiantrs eran simile¡es. En el estudio de Covam¡bias nos intercsaba investigar las reacciones subjetivas de la
situación
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comunidad hacia una uriable lingüfsüca especlfica: condicional/subjuntivo, por lo que se diseñó un experimento que consisüó en hacer escuchar la grabación de "n¡ historia con la va¡ianle condicional l-nfo) a uu nrfmero de personas y con la variante subjunürro (-ra) a otro número de personas. Iás dos Eriantes de la historia eran igua¡es en contenido y habÍan sido grabadas por el mismo hablante para maotener constantes la calidad de la voz y el acento. Los sujetos cu¡os prcjuicios lingiiísticos se quería investigar fueron seleccionados de tal manera que las caractelsticas de los que escuchaban lá versión en -f¿ fueran paralelas, en cuanto a sexo, edad, nivel socioeconómico y educación, a las de los que escuchabaa la versión en -ra- Además, las mujeres escucharon la grabación hecha por una mujer y los hombres la hecha por un hombre. El paraleüsmo entre los dos gmpos Op, cir. ,"2r. Gtr-Es y P(nEsL^\D: qp. cir.
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RECOLECCIÓN OE LOS DATOS
de suielos es importante ]"a que el experimeno asume que las reacciones de un gn¡po a una de las ve¡siones de lá historia son generalizables a¡ otro grupo. Es decir, si un gmpo A dene una reacción X al escuchar Z, asumimos que ua gnrpo similar B tendrá la misma reacción X al escuchar Z. Después de haber hecho escucha¡ la grabación, se le pidió a cad¿ sujeto su opinión sobre la personalidad del que había lefdo la historia, sobre su origen y óbre la profesión u ocupación que podría tener. la preparación del experimento
inrolucró los siguientes Pasos;
a) Ia prepamción de un teno apropiado part la ocurrencia natur¿l y frecuente de la vad;ble. Él cbntenido del texto debá elégirse éuidadosamente )€ que puede afectar la er¡¿luación; el tema no debe ser uno que se pueda asociar, por ejemplo, con procedencia- rural ya que de inmediato inducirla al-sujeto a adoptar ciertas actitudes que no responderían á la cuestión puramente lingüística.
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esta ra¿ón, se
decidió grabar la siguiente anécdo-
que parecía lo suficientemente neutral:
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«Este era un americano que vino una vez a España y tuvo atgunos problemas. Cuando llegó al aeropuerto un guardia civil le ordenó qte abriera [en una versión] abriría fen
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sus mal-etas
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qre espemru/espimría allí hasta que alguier. fuera/iría a
revisarlas.
El americano esperó mucho rato y cometrzó a Pemar: "Si yo hablara/hablaría mejot castellano, podría piotestar y saldrÍa de aquí miís protrto.» Entonces escuchó a un español hablando inglés y le pidió gue le ayudam/aydar'ta. El españól se'fue á hablar con un aduanero y luego éste le hizo una seña al americano para qué se a""rcam/acercaría. El americano se acercó con algo de miedo. El aduanero ie dijó que no podrfa irse durante una hora hasta que iniem/vendrla la policía, porque había un pequeño problema con las maletas. El amirióano pensó: "¡Ah! ¡Estoy perdido!, Cuando llegó la policía, le preguntó si los americanos tenían por óostuirbre vestirse con billetes. Una de las maletas estaba completamente llena de hjos de dólares."
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gmbac Sn del tqto. Es importante que aquéllos que graban los textos ten8an b) dicción clara, que la calidad de su voz sea agradable y que posean un acento general, que no sea ñcilmente asociado con una región Lspecífica. La cuestión del acent'o es, obviamente, la más difícil. Pa¡a nuestro estudio elegimos dos madrileños (un hombre y una mujer), ambos estudiantes universitarios. Cada uno de ellos gabó las dos versiones de la anécdota.
c) la preparación del caestio¡uio. El tipo de evaluación solicitada a los suje¡os es crucial para la identiñcación de sus ¡¡alores lingülsticos. En el estudio que estamos da¡do como ejemplo queríamos responder las siguientes prcSuntas: ¿Qué prcjuicios lingüísticos tiene la comunidad hacia el uso de la variante condicioml? ¿fiene conciencia la comunidad de la distribución üatópica y diastrática de este rasgo li"giÍstico? ¿Funciona esta variante como un símbolo de lealtad y asociación con un gn¡Po social? Cor¡¿rrubias se ha convertido recientemente en un área de gran interés hisórico y arqueológico y, adernás, debido a los cambios sociopolÍticos en España, que ha:r permitido mayor mobilidad, los covamrbienses (que se llaman a sf mism65 .¡¿q[eles,) tienen cada dfa más y más contacto con hablantes de otrcs dialectos del español, contacto que puede afectar de diferentes maneras la variedad de habla cor¿m¡biens€. Esta situación es en parte comParable con la que describe Labovse en la isla Martha's Vinelard frente a la costa de M¿ssachusett§ en
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Lr¡o¡: Jo. Panems, pp. 14,
METODOLOGfA
los Estados Unidos; es decir, hay básicamenrc dos gmpos de personas: un grupo de nativos del lugar y otro gnrpo de extraños que son residentes tempor¿tes. Esta composición social puede llevar al gnrpo naürc ¡a sea a c¿mbi¿r su conducta lingüfstica o a reafirmar su identidad y rcforzar los patrooes lingüfsticos existentes. Asf, si los sujetos evahfan más positi\r¿mente al hablante que produce la venión con -rfa, a pesar de reconocer que el uso de -la no es correcto, podemos interpretrr su err¿luación como indicadora de un deseo de identificación y unión con la comunidad. Una de las técDicas usadas con mayor frecuencia para medir la actitud de los sujetos es la del diferencial senfutico. Se prcsentan términos polares con varias posibüdades intermedias (generaLñente eutre 5 y 7), como ilustramos abajo, y se le pide al sujeto que marque su opinión e:n el espacio que mejor corresponda segrin lo más o menos cerca de uno de los polos que él creá que está el h¿blantr. mDtirsso
. stltcc¡o débil no am¡blc
fuc¡ic-
an¡blc i¡rwoDsablc
rEspoo§ablc
patlzo§o
tr¿bajador
dcssgldablr
agradablc
No consideramos esta técnica formal ap¡opiada par¿ el caso de una comunidad pequeña como Coam¡bias, por lo que se preparó utr cuestiona¡io abierto que se apücó en forma oral y sirvió más bien de gufa para los irvcstigadores, los que además se hicieron cargo de anotar ellos mismos las rcspuestas y comenta¡ios. El cuestionario tiene t¡es secciones: la primera arerigua qué tipo de persona cree el sujeto que es el hablante, la segunda averigua las asunciones sobre el origen geográñco del hablatrte y la tercera sobre su ocupación. En la primera sección el investigador ofrece al sujeto difereDtes altemativas para calificar su respuesta., ales como (muy», «más o [lenos', foco», «flícilmente,, (diffcil», etc.:
I.
¿Qué tipo de Frson¿ crce usEd quc cs la quc ¿Simpático?
crrc a la hisúoria.
l.
2. ¿Amisbsd? 3. ¿Sinccro?
4.
¿Houado?
5. ¿.hd¡í¡ scr cu amigo? ¿Itrtiúo? 6. ¿I¡ scrfa Écil habl¡¡ c¡tr á si lo coDocicr¡ .o ü! Éro o .o ot¡o lugar Frblico? 7. ¿L psrEc. u!¡ pcrso¡¡ rcsparablc?
t.
¿CrEa quc
er ura pcrso¡a d! roucho di¡cro?
9. ¿s. §cúc i8u.l
tr.
l.
.
cóa pcrsood
¿Dc dórdc dlc ustcd quc pod¡fa §€r cst¡ parson¿? ¿Dc u¡a cepiial? á. ¿Dc u¡a ciud¿d pcqueña? ¿Dc us pucblo? ¿Crla usad quc .§ta pcrsona podrf¡ scr dc: a. Cova¡¡ubias?
d.
c 2.
,'
Bu¡Sec?
c. El
[I. l.
P¡fs rásc.?
¿Qt¡é ocupacióo
o pmfcsióD dirla üsted quc
2. ¿hd¡ía ¡cncr u¡ro dc cstos fabajos? ¿. C¿tadltico / Pmfcsor.¿ d¿ u¡ivcrsid¡d
ticÉ cst¡ Frso¡d
RECOLECCÚN DE IOS DATOS
á GcEota d! uD bo¡co / Doc{oñ e Ofici¡i¡¡¿ dc corro§ / Scdat¡¡iá ¿ DQco¡fic¡tr (dr tic¡de) / Dc?.Ddictrt (dc tic¡da) ¿. kbr¡dor / I¡btadora
Esa prueba de apareamiento diúazado Puede carccer de la na¡¡¡alidad de la situación rná-§ adecuada creada en el caso de la charla sobre psicologla, pero, por otra parte, parece a los sujetos' reunir flcil no es donde no éscolar y posible de aplicar en una comunidad que, diñcultades de Por lo demás, se La apücación misma de la Drueba no car€ció
pudieroi idenüficar y resolver de inmediato gracias a la fl€dbüdad del procedimieno y al contacto individrial y directo con los sujetos. For ejemplo, a pesar de las advertencias dabá¡ a veces sus opiniones sobrc el personaje central de Ia historia í.."i".. to. suieos -narrador. Además, el contenido de la hisoria estimuló a mucbos a hacer oo toUrc el preguntas y comenarios que dewiaron su atención del objetirD-cenlral, que era la.manera áe iatta¡ iet narrador. Én estos casos hubo que tocar la grabación por scgunda vez' Lá interpretación de los result¡dos de un¿ prueba de este tipo es tarea d€licada y comp§a. Arfn in un experimento tan mntroladoiomo el aquÍ descrito- es diffcil afrmar sin
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ieñor a equivocane que las rcspuesas de los sujetos ob€decieron al estímulo de la varia-
ble sinácúca en eStuéio. For eicontrario, aunque sin haber cuantificado arln los ¡esultados, nos parece que con frecuencia los encucstados reacciona¡on a la.pronunciación más oue'a la iinaxis. como se derir¡a de algutros de sus comentarios: 'fiene bonito ¡ono de rioz,'.ltabla bietr, debe ser locuora',1 del hecho de que nadie opinó que el bablante ñ¡era del Pals Vasco, porquc.no tiene él deja, a pesar del uso de la vari¡nte -rl¿, que es considerada uno dálos-rasgos Úpicos del español vasco. For otra Parte, es interesante obserrar que aquellos sujetos óon seis o más aiós de escolaridad fueron en general consisia aporiación ie la posible ocupación del hablaote @rofesional con la variante tent*t profesional e incluso hlbrador/labradora con la variantc -rfc). Estos resultadls pre-ra, no"o liminaris concuerdan con las obsenaciones que Lópu Moraless hace en relación a sus estudios eu Puerto Rico en cuanto a que sólo los estrabs medios y medios altos reparan en el ñctor sintáctico, y de manera foco especffica. Además, parece que la conciencia de dialectos verticales es mas cura y aefinioa entre los sujetos de estos estrato§ medios, quesuelen detecta¡ la procedencia diastrática de los hablantes por los síntomas lingüísticos'
Sería prematuro afimar con cert€za si la Yariante -rí¿ funciona como sfnbolo de gru- oo social. función oue se ha DroDuesto como uno de los frcbres más importa¡tes en la de va¡iables y ü'aeios no esúldareso y qu9 explicafa, Por-ta¡lo, -qu€ los ireservación 'covam¡bienses mantengan esta va¡iante a pesar de juzgarla En verdad, los 'incorrecta"' -rfa en la prueel uso de hacia y10 reaccionan-ñwrablémcnte los 18 años etrtre hablantes ba de apareamiento. F., por ejemplo, hombrc de 2l años, eralúa al narrador en la versión po"o timpiáco, ioco sincero, y medianamente amistoso;sobrc la misma ver-"o*o "n noinure de 23 año;, dice .Este ñombre es frfo, no es fllcil de ser su amigo'' iión, r.,
e
cít., W. If'2-161. e Op. ttwl: o'p ar. y lrn*ag
et adctphi", Univc¡sity of Pcnrsyl'ánia kqss. lgnb; M. ofbilingüal Anglo a¡d Mcxic¡n-A¡¡cricar ¡dolcsaants loua¡d spe¡kc¡s of English and Spa\ish. , In!.national lounal of Sociolog! o¡ lrnt¡¿a., 6 lql5, E3-tO4: GEoRcE C. B^R(ER: .Social functions of languatc iD a Mcíca¡FArnerican cofi. n'un¡f!., cn ü lenguaje de los chiconos, A. C^rR^Nz^ y E. B.
i^ ¡h. itú.r cif¿
RYAN: Evaluative rEáclions
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l¡ndon, Academic Press, lql9.
METOOOLOGIA
J. L-, en cambio, hombrc de 22 años, enalúa al mismo narrador en la versión en _rf¿ como muy_.simpá-tico,- m_uy amistoso y hotreslo,y opina que sería posible ser su amigo.
El estudio de Coram¡bias, aunque arin en progresod, ha servido para
ilusfii
al$¡-
nas de Ias numerosas tecnicas. que-sé pueden empláan en la investigacién sociolingüsñca de una comunidad. En la sección siguiente, la última de este capítulo, presentamoi"l pro-
ced¡mrento empreado en el análisis cualitaüro
2.4.
y
cuanútativo de los datos liugüísticos.
ANALISIS DE LOS DATOS LINGüISTICOS
Nos referiremos aquí de manera muy breve a los pasos que se deben seguü en el análi_ sis ya que la presentación de algunos ejemptos Ln loi capltulos subsiguienLs dejarán este aspecto más en claro. Básicamente, el anÁlisis in¡olucra cinco tareas: la identifi-cación de
.
la r¡a¡iable, la deñnición de los contextos, la codific¿ción, la cuanüficación y la int€rpretación de los resultados. Ilustramos coD algunos casos de va¡iables fonológicai y sintááicas. D'Introno, §as y Sosaé estudian dos r¡ariables, las líquidas (r) y (l) en posición fi_ nal de sflaba y ñnal de palabra en el español de Caracas, es áeci¡, h défmición de la va¡ia_ ble en estudiq llamada wriable dependiente, incluye en egte caso la dú¡tciín del contao de ocurrencia: posición ñral de sflaba y de palabra. F¿ra los propósitos de su trabajo, los autorcs distinguen diez variantes de las llquidas, que se agnrp-an en cuatro clasei:'
A.
Vadantes tipo
l. [r] vib¡art! 2.
¡..
siñple o müriplc alvcola¡.o pos¡alveola¡.
va¡ianE muy rclajad¿, coDtious, coD graú tcrdcr¡cia ¡ asir¡ila¡sc a la consonaDtc siguicnte. \,"¡iaDtc rd¡jada, continua, cn alguoos c¡sos sorda y ge¡ershi€¡tc con fticcióa. yüiable retaj¡d¿, continua, acompañada dc w¿ r¿sposs (=¡ispe.a, carrasposa).
El
Fl 4. [rl 3.
B. Iá¡tu¡trs ir¡rcnDedias
.orrr [r] y 0l
5. [rr] va¡i¡üE übr¿fle. 6. [f] vib¡¡rtc latcral, iDte¡mcdi. crt¡e 7 ['] la¡iá¡b latcral coDrinua.
[r] y
t{.
C. rr'aria¡t s tipo ¡ & U \r¡ria¡t latc¡al rDuy rclajada, cotrrirus. 9.
D
[I
\ñirir¡b latq¡l alvcola¡
continua.
Ausercia dc aÍiculacidn.
lo0
Los autores parten de la premisa de que estas riantes ocurren en palabaras que contienen tanto el fonema /r/ como el fotrema /U. Asf, el foncma lrt en ias palabr* pane, conur, cuerda, mar y el fonemz lll en ala, cal.do, suelte, nal pc/rlaa en irincipio reatiza¡se r¡ariablemente con cualquiera de las diez \ariantes inclüdas en la lista. La codifcación de cada palabra que contenga la rariable, es decir, de cada caso de
.
ó¡ . !fd. rcsultados parciatas cn C^R¡,G¡r S&\¿r{oR\,^¡lN: .Thc soci¡t proñle of ¿ sl¡¡taclic-scma¡tic va¡ia_ blc: Th¡rc vcrb br¡rs h Old C¿stilc,, Hisrynia, 67, 1984r, pp. 5 &í. .
*
Op.
"it.
ANALISIS DE Los DATos UNGÜISTICoS
47
(r) y O en posición ñnal de sflaba y palabra, consiste en clasifrcar el caso segrln las variables ind¿pendientes que un análisis previo hala hdicado como factores que pueden tener una correlación con la ma¡or o menor freclercia de ocurrcncia de las \¡ariatrtes. D'Introno ¿, ar. incluyen cinco variables independientes: clase de palabra, contexto post€rior, pos! ción, sexo y nivel socioeconómico. Cada una de estas Eriables independientes constituye tn grupo de ta*ores que, como su nombre lo indica, incluye dos o más hctores mutlralnente excluyentes y que.en su totalidad cabren ados los faaores posibles dentro del grupo. AsÍ, algunos de los ñctores etr el estudio de D'Introno ¿, aI. son los siguientes:
A.
Clas.
d.
palabra:
poñlua PO¡
iDñniti\o oEos
B, Contexio poteriori [par¿
lr,
pausa voca.l I
otras cor¡son¡¡tas
C.
Posición:
inE.ior dc plsbr¿
fi¡al D.
Sexo:
de pa¡abla
homb¡e
mujc¡
E. Nivcl sociocconómico:
bajo
medio a¡to
De acuerdo con estos facores, la clasiñcación del caso que ocurrc en la oración Parrió esta rañtno, dicha por una mujer de clase media ¡rodría ser: vaiabl¿
partió:
dep¿ñdiente
l¡l
trupo A ouos
Brupo
otr¿
B
C crupo D interior muje¡
Brtpo
trupo E medio
coÍ30¡antc
(r),
D'Introno ¿, a/. cuantifican de manera sencilla un total de 9.398 casos de la variable
es decir, presentan los resultados en términos de porcentajes de frecuencia según los diferentes ftctores. l,os cuadros 2.3,2.4, y 2.5 son parte de sus resultados cuantitaürosó3. El cüar]fo a la interpremción de los resulrados, los autores establecen lo siguienie para la variable (r) en base a las frecuencias dadas en el cuadro 2.3: "... en términos generales, lo que caracteriza al español de Caracas es el uso de [r] y 0 por /r/ y, en menor grado,
6' D'Irrroxo
ar oL..
op. cit., pp. 62, 69,72.
MEfODOLOGfA
Cu^Drc 2.3
ne¡[z¡ciofta dc /r/
1232t.4 0,3 83ll qr 0,2 13-80,4 lu 4t 2§ r,r A4 g
I
:
0,1
o,z
a
I qI m
2
0É
n
28
0,6
0,7
50
t&st6 0,1 53
0,2
l4 131 1054 1,3 l3 l0 tl2] 3m 0,3 34,E t58 49 4247 1J i,2 183 fin 9398
3
I
0,2
0,3
108 2,5 129
r M4
intcrmcdias
75,5
3J
Trpo
N9
has úivelca.
Tobl
: _ 289 lO4 rlquc N9 % 3i ll.9 _ N9 18t St rlr % i4J t,3 N9 lm8 n7 lntrlll'IlD % 53 &6 N9 3331 367 ^ uuos % 7&4 8'6 Tora¡ 61I' 835
GD loÉ
20
q5 23
tipo
I
O
2ú 2,2
n7t
l8!
Cu^Dno 2.4
Rc.¡t ¡clot¡cr d! /r/ ctr ñÍ¡l dc Dalabr¡ (¡i irtultlm, Dl .por., al "¡nrquc") . l¡terlor de Dol¡b¡¡ etr el dv.l b¡jo.
¡nbrmcdiss
lpo ¡
Ilpo I
N9%N9,6N9%N9To,¡I Fi¡.I
dc
palabn 202 IrErior
prtabra 610
62,5
54
W
46
14,2
2\
66,5
167
l&2
125
13§
16
65 lJ
323 918
CuaDno 2.5
Re.Iiz¡.ion€s d. ru er d
¡fd
bcic Tot¡l
N93527 % 5,2 0,3 N9 %
-v1966 2.1 -
I T¡po
r
28
9.9
i¡Erardia§
44
I
6,6
14¡
35 47t 1t 5,2 n:' $ I 513 7q9
tipo
O
U
L6
61
ANaUS|S DE r.OS OATOS UNGTIÍSflCOS
el trueque de r por las intermedias; el Eueque de
¡elew¡ts'r.
, por [],
por otra parr, es muy poco
El cuadro 2.4, por otra parte, indica que la posición, hterior y ñnal de palabra, no
tiene un efecto diferente sobre tres de los üpos de \rariantes de (r) y sólo parece tener correlación con la frecuencia de la elisión, que cs más alta al final que en interior de la palabr¿. En lo que respecta a los resultados del cuadro 2.5, también para el nivel bajo, la comparación con el cuadro 2.4 indica que el trueque de I por [r] es arin menos frecuente y ocurre, segrln lo esablecen los autores, casi exclusivamente en el que de r por nivel bajo (cf la confusión de las lfgidas en Chile, s€c. 2.1). Una vez presentados todos los datos ftecuenciales, los autores pfosiguen a considerar como deberfan ser explicados en una gramática del español de Caracas y pmponen dos para la tipos de reglas variables: reglan de debiüwniento que producen y r¡ariable (r) y reglas ile canbio que afEctan tanto a la (r) como a la 0) y que neutralizan parcialmente a las fquidas. For ejemplo, la formalización de la regla rariable que cam.bia / por [r] es la siguienteÉ:
il
[]
a)
l--+
/_$
L,a re§z a) establece que / se substituye nariablemenrc
interior de palabra en sflaba acenf¡ad¿ que en los otros
por [r] con más frecuencia en c¿sos.
la caantificación de ias d¿los en estudios de variación a menudo incluye la aplicación de programas de computación que realiz8n una rr¿riedad de análisis estadlsücos, indi§pensables cuando se trabaja con ura gran cantidad de datos y s€ dese¿ cstablecer si las correlaciones aparentes entre l¿ variable dependiente y las independientes §on est¿df§ticsmente sigaiñcativas o simplement€ rcsr¡ltado del oz:r'. Hay numerosos programas disponibles6; prcrcdiaquÍ nos limiamos a ilustrar el uso de dos de elTos: la tabulación cmzda, miento que es pa¡tr del sisfema de progfamas de computación conocido con el nombre de Paquete Esradfstico para las Ciencias Sociales (PECS, mi traduccifudel inglés Sutisti' cal Pacl-
t
#
-*
1
vocal
)
I¿ cuanüficación del factor sexo indica sólo una pequeña diferencia entre el habla masculina y la femenina: comparados con las mujeres, los hombres frvorecen muy levemente la velarización (0,09 versrs 0) y algo mrís Ia elisión (OE versrs 0). Los resultados del análisis de (s) y (n) en knamá corresponden a los patrones esperados. No existe casi diferenciación de sexo en el uso de las y¿riantes aspirada [h] y velarizada [4], que representrn etapas miás tempr¿nas en un proceso de cambio y por tanto podrían considerarse variantes más consenadoras- [.a elisión de s y especialmente de n, por otra parte, corresponde a desarrollos relaüvamente mís rccientes, lo que explica que sean los hombres los que fivorecen las reglas de la elisión. Concluimos aquí la discusión del factor sexo. Volvemos al tema en más detalle en el capítulo 5, donde examinamos el efecto de la diferenciación sexual en el fenómeno del cambio lingüÍstico.
3.2.2.
Diferenciac¡ón l¡ngüística y edad
[,os diferentes perñles de distribución de las variables lingüísticas según la edad de los hablantes se han interpretado como reflejo de trcs posibles situaciones: l) idenüdad
VARIABILIDAD FOÑOIóGICA Y SOCIOLINGÚISICA CUANTITAfTVA
de grupo; 2) auiocorrección por pa¡te de los grupos generacionales más activos en la vida púbüca,. y 3) cambio lingüístico en progreso. rclación entre cambio lingülstico y gmpo
I:
generacional se examina en el capítulo 5. Aquí nos referiremos brevemente sólo alÁ d-os primeras situaciones. En nuesüa sociedad, la edad juega un papel importante en la interacción y en la orBanización del sistema social. La autoridad y eI estauls que se asigna a un individuo dentro dg l¿ 6s¡1.¡stura femillar, por ejemplo, o dento de otros gn¡pos socirles, de¡rnden en cierta medida de la edad del individuo. Además, las reglas que controlan la interacción lingülstica y ciertos r¿sgos del sistema Iingülstico interno son sensibles al factor social edad en
cuanto a que el comportamienO lingúístico y paralingüístico (por ejemplo lgstos, tono de voz, etc.) de los hablantes varía segrin la edad de ésos y segín la edad de lós inrerlocu¡ores. Es de esprar, por ts¡to, que ciertas rariables lingüísticas sean indicadores de diversos gfl¡pos de edad. Esta rclacióo es en la mE¡orfa de los casos probabilística más que categórica, exceptro cualdo la cor¡a-riación está asociada con el proceso de adquisición de la lengua materna que, obviamente, involucr¿ el uso de elementos lingüfsticos que se presentan solamente en el habla de los niños. El grupo de edad que más pmpende a diferenciarse lingúísticamente es el de los ado, lescentes, quienes se identifican con su gnrpo esencialmente por medio del uso de vocabulario y expresiones propias de ellos y de su tiempo; por ejemplo, eI habia cá¿Ji de Madrid, el habla de las adolescentes del valle de San Ferna¡do en Califomia, etc.
Más frecuentemente, sin embargo, las difercncias por grupo de edad no son consecuencia del factor edad mismo sino de frctorcs rclacionados; entre éstos, el más imporAnte parece sef la percepción que el hablante tieDe de las \¡entajas sociales que puede obtener mediante el uso de rasgos lingülsticos considerados de prestigio en la comunidad. En este sentido, los grupos de edades intermedias (20-50 aios), inmersos en el mundo de la competencia profesional, económica y de ascenso etr la escala social, son los que se espera que presenten perñles de autocorrección. Observemos, por ejemplo, el com¡roramiento de dos gntpos de mrones con respecto a la uriable (f¡ en el español de Santiago de Chile. El cuadro 3.10 muestra la frecuencia de uso de la ¡¿riante velarizada [x], socialmente estigmatizada en la comunidad, para 16 \arones, dos en cada subgrupo. CUAD¡o 3.m
hlce
ajes de fttcue¡ci¡ de [xl seg¡t¡ l¡ rd¡¿ Grupo A=3 o me¡os a6oÉ de cscol¡ridsd; Gru¡o B=I2 o rruís rños de escol¿¡.ld¡d. N=uúmerc de con&f,los de ocudttrci¡.
ebd
CnAo A
Gnlpo B
f¡l 4:64
m
t5-t7 3G¡,5
56
a
60
3t%
50+
6l
93r
100%
txl 2l
st%
65
0 o 20%
54 60
El cuadro 3.10 muestra claramente que los niños y los mayores tienen conductas similarcs que los diferencian de los adolesceues y ¿dultos dentro de los gnrpos A y B. i,a comparación de estos dos gnrpos indica que la educación es un ñctor influyente, que sin
LA VARIAALE SOCIOLINGüISTICA
duda conlribuye a la estigmatizción de la \r¿riante [x] y a §u estatus de estereotilo socioOSribo"ién de txl scgrln la edad corresponde a una curva normal i¡venida tiogúlrti"o. quí sugiere la autocorección y iupÉsión de un rasgoestigmatizado por parte de los haúlantes-de edades intermedias, cu¡ars aspiraciones y estilo de vida se benefician con el uso de un habla úás ajusada a las normas es6ndares. El cuadro 3.10 muesia además con claridad que los miembros de los dos grupos sociaprcstigio tes fA y B) compartcn el mismo patrón regular áe acerc¿¡niento a las.normas de u t i"¿i ¿" t^ ¿ie.ert"s edadesipero los-hablantes de la clase social más baja nunca losran comoleo dom.inio de la va¡iinte está¡da¡. De hecho, cuaÍdo se consideran dialectos íenicales, se obserra que las difertncias lingülsticas más marcadas se asocian con dilb-
ü
rencias de clase socia!. Discutimos esta coB€lación en la sección siguiente'
3,2.3.
D¡forenciación l¡ngübt¡ca y clase soclal
En los estudios sociolingülsticos de poblaciones urbanas, uno de los Patmnes de cor¡a-
estr¿tifica la población en rarios grupos riación que emerge más diitintamente es el que -concepto de cias. u.rocla¡. (F¿radójicament€, que se hin deñniáo generalmente en base al veremos problemático ha sido coicepto §n embargo, este Para la sociolingüística' como más adelante.)
un oarón clásico de estratificación social en rclación al parámetro estilístico es el de ta rrarilitte (th), identiñcado Por t¿boy'¡ en la ciudad de Nuer¿ York' Iá figur¿ 3'1 ilus-
(thl
B
Habla €spontán€a
H¡bl. cuidada
c Estilo d6 lectuÉ
o L¡sta d6 palabras
F¡c. 3.1. Estratificació¡ sociat de l¡ v¿rüble lirgülstica (th)
't
Op, cit.,
W.
,J2-ll8..
'n
Nucts York'
VARIABILIDAD FONOLÓGICA Y SOCIOLINGI]ISTICA CUANTIfAf IVA
tra la disribución social de (th) y muestra que esta variable es un marcador sociolingüístico, porque su frecuencia de uso cola¡ía con factores sociales y esti.lísticos. El eje venical de esta figura corresponde al promedio de vialorcs computados para las tres yariantes constatadas etr palabms como thing
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