Sijot Januka 5770

November 22, 2017 | Author: Gaston Gimenez | Category: Hanukkah, Priest, Prayer, Religious Behaviour And Experience, Religious Belief And Doctrine
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Sijot Mohorosh (Las Enseñanzas de Mohorosh) Palabras maravillosas por Mohorosh Shlit"a

Compuestas e Imprentas Jodesh Kislev 5772

Sijot Januká 5770 Mohorosh comenzó diciendo, los días de Januká son muy elevados y santos. Porque en estos días cada persona es como el Kohen Gadol (Sumo Sacerdote) en su hogar en el momento que se levanta y enciende las velas al igual como el Kohen Gadol encendía las velas en el Beit HaMikdash (Santo Templo). Porque el encender las velas de Januká es, literalmente, considerado como si uno encendió las velas del Beit HaMikdash, como está escrito (Baal Hamaor, Shabát 21) que no estamos permitidos utilizar las velas de Januká, sino sólo mirarlas porque ellas son consideradas como las velas del Beit HaMikdash. Por lo tanto, es una gran mitzvá estar en casa durante los santos días de Januká y de encender las velas junto con su esposa e hijos, cantar canciones con ellos y mirar las velas. Porque entonces la casa se convierte, literalmente, en el Beit HaMikdash. De esta manera, se cumple el versículo (Shemot 19:6): “Y ustedes serán para Mí un reino de sacerdotes.” Es decir, cada persona actúa como el Kohen Gadol en su casa como dice el Baal HaTurim sobre este verso “Si Israel ameritan – todos eran grandes sacerdotes, pero en el futuro el sacerdocio será devuelto a ellos, como está escrito (Yeshaya 61:6) “Ustedes serán llamados sacerdotes de Hashem.” Por lo tanto, en los días de Januká, cuando la luz oculta de la redención futura será revelada en todo el mundo, cada persona se levanta y enciende las velas de Januká en su casa merecerá ser como un Kohen Gadol en el Beit HaMikdash, bajando sobre sí mismo un nivel muy elevado de la santidad. Esto es lo que explica Ramban (comienzo de la Parashat Behaloteja) sobre las palabras del Midrash (Bamidbar Rabá, 15:6) “Cuando Aarón vio que su tribu carecía de príncipes para realizar los sacrificios, su mente se debilito y Hashem le dijo a Moshé: „Ve y dile a Aarón: no temas, porque los sacrificios continuaran durante todo el tiempo que el Beit HaMikdash este en pie, pero las velas de la menorá siempre brillarán. Y todas las bendiciones que te he instruido a recitar nunca serán interrumpidas‟.” El Ramban pregunta, ¿No es cierto que las velas del Beit HaMikdash cesaron con la destrucción del Beit HaMikdash? ¿A cuál promesa se refería Hashem cuando le dijo a Aarón, “... nunca cesara”? Esto tiene que ver con las velas de Januká que son encendidas incluso en nuestro exilio actual. Es precisamente en el momento en que las velas de Januká son encendidas que los judíos son considerados como Aarón en el Beit HaMikdash quien se levanto y encendió la menorá. Cada persona baja sobre sí mismo la bendición de los Kohanim, los hijos de Aarón. Afortunado es la persona que enciende las velas de Januká con mucha alegría y con la intención adecuada.

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El momento de encender las velas de Januká es un momento muy oportuno para sentarse frente a ellas, cantar con los hijos y de oración delante de Hashem; pidiéndole por todos los buenos deseos de su corazón. Porque en aquel momento se considera como el momento en que los judíos se sentaban en el Beit HaMikdash y experimentaban la luz de la Shejiná (Presencia Divina). Y cómo sus oraciones subían a las puertas celestiales en aquel momento, como está escrito (Bereshit 28:17) “¡Qué gran temor hay en este lugar! Este no es otro que la casa de Di-s, y esto es el portón de los cielos.” Por lo tanto, afortunado es la persona que amerita aprovechar este tiempo propicio para derramar su corazón ante Hashem en canto e hitbodedut (oración personal). Por lo tanto, los días de Januká se llaman “Jinuj” (educación – de la misma raíz que Januká), porque este es un tiempo de gran beneficio espiritual para educar a los hijos con la luz de la Shejiná y de revelarles que la santa Shejiná se encuentra con nosotros – en nuestros hogares. Por lo tanto, debemos asegurarnos de estar en nuestros hogares durante los días de Januká y de reunir a todos los miembros de nuestra familia en el momento de encender las velas, cantando canciones con ellos, enseñándoles a orarle a Hashem, y la importancia de estar alegres con las mitzvot de Hashem. Esto creará una gran impresión en ellos y a través de esto, cumplimos con la mitzvá de “jinuj” en verdad. Una vez, un jasid de Breslov contó una historia de cómo la primera vez amerito visitar a Mohorosh fue en una noche de Januká. En aquellos días, Mohorosh no era muy conocido y no estábamos acostumbrados a reunirnos en su casa a la hora de encender las velas. Por lo tanto, se quedó solo con Mohorosh y su familia en el momento de encender las velas y vio cómo Mohorosh encendió las velas con mucha alegría, como canto canciones, como se sentó frente a las velas y oró a Hashem con mucho entusiasmo. Fue un hombre joven cuando por primera vez experimentó ver todo esto y fue entonces cuando recibió una maravillosa “jinuj” de todo lo que vio allí. Él también notó cómo Mohorosh hizo hitbodedut por mucho tiempo sentado ante las velas y no quería molestarlo. Cuando Mohorosh se dio cuenta de esto, no quiso hacerlo esperar. Por lo que lo llevó a una habitación separada y aprendió con él un poco de Likutei Moharán, hablando palabras de emuná (fe) y aliento. Después, Mohorosh abrió Likutei Tefilot y le dijo: “¡Digamos una oración de Likutei Tefilot juntos!” Después, Mohorosh lo bendijo deseándole “Buenas noches y feliz Januká,” y él se fue a casa. Sin embargo, se dio cuenta de cómo inmediatamente Mohorosh volvió a sentarse ante las velas y continúo orando. Esta persona nos dijo que esa noche recibió una maravillosa “jinuj” de Mohorosh, quien dejó una gran impresión en él y lo hizo entender que es Januká en realidad y que debemos hacer durante los días de Januká.

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Siempre podemos ver cómo Mohorosh tiene un ánimo especial durante los días de Januká. Cada víspera de Januká, él se acostumbra a decir: “Hoy es el primer día que comencé a escribir el libro “Asher B'Najal,” porque en la víspera de Januká 5724 (1963), los primeros escritos fueron escritos y el primer capítulo fue impreso. Con el pasar de los años, ¡ya son más de cincuenta mil escritos! Las palabras de Rabí Najmán en Sipurei Ma’asiot (Los Cuentos de Rabí Najmán – #10 “El Burgués y el Mendigo”) se han cumplido a través de ellos, como en “Y hubieron escritos que nunca se han visto en el mundo”. Estos escritos le han dado vida y aliento a miles de personas en nuestra generación. Esta es precisamente la razón por la cual las enseñanzas de Mohorosh comenzaron a ser impresas durante los días de Januká, porque en este momento las almas de Israel son instruidos en la luz de la Shejiná y ellos ameritan escuchar enseñanzas maravillosas que les dan vida en todos los aspectos. Y, específicamente después de esto, el libro “Ner L'HaTzadík” – que habla sobre el orden del encender las velas de Januká – iluminando así al mundo entero con una nueva luz. Este libro explica las enseñanzas del Arizal sobre la mitzvá de encender las velas de Januká, como enseñaron Rabí Najmán y Rabí Natán z"l, de una manera muy simple y práctica que hasta los niños lo pueden entender. Cada año es imprento de nuevo y muchos de los que lo leen dan testimonio de que es muy educativo en enseñar sobre la luz oculta del mundo venidero de forma simple, y muy practica. ¡Afortunados son los que aprenden de los Tzadikím de cómo realizar esta hermosa mitzvá!

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