Sanacion de Los Vinculos

January 2, 2018 | Author: Jose Sanchez | Category: Psychological Trauma, Love, Adults, Forgiveness, Psychology & Cognitive Science
Share Embed Donate


Short Description

Download Sanacion de Los Vinculos...

Description

SANACION DE LOS VINCULOS

Sanación del Vínculo Adulto - Niño Interior Herido Al niño interior que una vez hace tiempo fuimos, no hace falta sanarlo, es más, no se puede sanar ni tenemos motivo alguno por el que hacerlo. La visión de sanar el niño parte de la premisa de que el niño interior es erróneo así como es, no debería ser así y tiene que cambiar. Con lo que volvemos a mandarle el mismo mensaje que recibió en su infancia y lo que causo el trauma. El pasado es el pasado y no se pueden modificar los hechos. Las heridas que el niño interior guarda fruto de su infancia no son el problema, sino que el problema es la relación que el adulto tiene con esas heridas que el niño interior tiene. Si el adulto que somos hoy en día ve el miedo, la soledad y la incomodidad del niño interior que lleva dentro, como un problema, pues entonces es muy difícil, si no imposible, que haya sanación alguna. Es a través de un compromiso sincero y una apertura a volver a sentir el contenido de lo que le pasa al niño, sin cambiarle ni un ápice respecto a cómo está. Eso es lo que realmente sana el vínculo entre el Adulto y su Niño Interior.

Nuestro niño interior tiene muy muy buenas razones para sentirse como se siente y no tenemos por qué convencerle de que se sienta de otra forma. Lo que sí podemos, es mostrarnos abiertos a escuchar la historia de este niño interior y empatizar con él, dejar que su historia entre en nuestro corazón y vivirla acompañándolo en su narración. Si de ahí surge la sanación, pues perfecto! sino, pues perfecto también, habrás aprendido algo nuevo y valioso sobre tu interior y tu profundidad como humano! Otro de los obstáculos a la hora de reparar y sanar el vínculo entre el Adulto y el Niño Interior, son las expectativas que el adulto tiene respecto a la velocidad y el contenido de su proceso de sanación. Si por un momento tratamos de imaginarnos siendo niños de 4 años y llorando porque nos ha sucedido algo desagradable, la pregunta sería: ¿nos resultaría sanador y útil tener al lado a un adulto que mirase al reloj y nos dijese” te voy a cuidar dos minutos a partir de ahora para que se te pase rápido lo que te ocurre, pero no más porque tengo muchas cosas que hacer”?. Si bien, es algo exagerado, pero es la manera en la que a menudo encaramos nuestra vulnerabilidad y el vínculo que nos une a ella requiere de muchísima paciencia, escucha y tiempo. Es un proceso para toda la vida. Nuestro Niño interior lleva muchos años siendo ignorado y maltratado de diversas formas y es iluso creer que de la noche a la mañana va a empezar a confiar en el adulto que somos y que nos va a contar su historia si los últimos decenio hemos estado ausentes para el. Las maneras en las que nos comportamos como adultos están basadas en fuertes patrones que van desde lo físico, pasando por lo emocional, mental, bioquímico y mucho más. Estos patrones se han establecido a base de innumerables repeticiones de esquemas de todo tipo ante situaciones que suponían un reto para nosotros. Por lo tanto, ser compasivos con nosotros mismos y tratarnos con respeto y paciencia es una gran herramienta para avanzar firmemente en la reparación y sanación de este valioso vinculo con nuestro niño interior.

Y el último gran elemento en este camino de reparación es la re-sensibilización, volver a sentir conscientemente nuestro interior. La mayoría de nosotros estamos tan alejados de nuestro mundo interior que “pensamos que sentimos”, pero pensar que siento, no es realmente sentir. Cuando hablamos de sentir, hablamos de llevar nuestra atención sin prisa, juicio, ni análisis, a las sensaciones reales que están ocurriendo en el momento presente en el interior de nuestro cuerpo, seas cuales sean. Esta habilidad de sentirnos a nosotros mismos es crucial como herramienta de sanación, ya que nuestra vulnerabilidad, nuestro niño interior es el idioma que mejor entiende, el idioma de las sensaciones y emociones. Si aprendemos a tener esta comunicación fluida y profunda cada vez nos resultará más fácil poder contener los fuertes arrebatos y reacciones de nuestro niño interior en la vida diaria, sin que nos desborden y nos lleven a actuar de maneras que no deseamos en nuestra vida adulta. Nuestro niño interior por lo general reacciona de estas maneras, durante las cuales nos posee y perdemos el control, debido a que no tiene la más mínima confianza en que vamos a tenerle en cuenta y escuchar sus necesidades. El camino de reparación y sanación del vínculo entre el adulto que somos en la actualidad y el niño interior que coexiste con nosotros pasa por un proceso de volver a escucharse, de verdad, a uno mismo; es sin duda, el camino de auto-conocimiento humano sincero e integrativo. Para empezar este camino es valioso, para la mayoría de nosotros, contar con la ayuda de profesionales que ya han recorrido parte de este. Cada persona aprender este nuevo lenguaje interior a su velocidad. Un lenguaje que a lo largo de los años se va enriqueciendo y haciéndose cada vez más sutil y fluido.

Leer más: http://www.amorconsciente.es/sanacion-delvinculo-adulto-ni%C3%B1o-interior-herido/

¿Quieres dejar atrás viejas heridas, miedos y creencias limitadoras y abrirte a disfrutar de todos los aspectos de tu vida con amor, pasión y alegria? ¿Quieres sanar tu sexualidad?

SANAR LA SEXUALIDAD HERIDA Los traumas, especialmente los relacionados con la sexualidad, impactan tanto al individuo afectado como a su pareja, y de alguna manera, afectan a la familia completa e incluso a la comunidad. Las tradiciones arcaicas sabían que la sanación tiene que ver con volver a unir partes desconectadas, con un todo más grande. En esencia, el trauma es una respuesta a experiencias abrumadoras que pueden llevar a conexiones rotas, “quebradas”. Estas conexiones representan una fragmentación en la relación con uno mismo, como un entumecimiento, hiperactividad con desorientación en el tiempo y el espacio, y otras formas de disociación. Se puede experimentar también un profundo sentido de alienación, desespero y fragmentación en relación a la familia, a otros y a la matriz mayor de apoyo de la vida humana. Esto es similar a lo que Martin Buber llama una “herida al nivel del ser”. El trauma impacta la habilidad para relacionarse, para ser padres, para aprender, ganar dinero, tener intimidad. Y los traumas no resueltos con frecuencia son pasados a las generaciones siguientes. El trauma puede abrumar a familias enteras, comunidades y naciones, y también a toda la biosfera planetaria. Traumas que afectan más allá que el nivel

individual y familiar son conocidos como traumas sociales, tales como guerras, revoluciones, represión política, terrorismo, desastres naturales, epidemias, genocidios y hambrunas.

Desde la perspectiva del trauma social, cuando se trabaja con un individuo es siempre en el marco de un contexto mayor. Cada individuo pertenece a un sistema familiar y esas familias pertenecen a su vez a sistemas mayores como tribus, naciones, religiones, cultos, partidos políticos, grupos raciales. Por lo tanto, cuando se trabaja con una persona, en realidad estamos influenciando y siendo influenciados por estos muchos sistemas interconectados que finalmente se extienden al espacio de algunos de los problemas actuales y pasados más apremiantes y difíciles de la humanidad. El trabajo con trauma sexual siempre incluye más de una persona, y desde una perspectiva sistémica necesita ser entendido en el contexto de una familia y sus relaciones. Puede haber una dinámica de víctima-perpetrador y también otros factores, como religiosos o culturales, que tengan una influencia importante. Entonces, para mí, no es suficiente mirar a la persona sólo con la estructura de su sistema familiar. También considero los factores sociales, históricos, políticos, étnicos y religiosos.

La primera etapa de una relación es la de la atracción, lo que Bert Hellinger llama “el amor a primera vista”. Esto generalmente implica un período romántico de proyecciones e idealización de la pareja, y es algunas veces un estado alterado. Algunas personas sólo están dispuestas a experimentar esta etapa y, cuando la magia

se va, se mueven hacia otro capricho, como “adictos al romance”. La segunda etapa incluye luchas de poder y la pregunta sobre la manera en que se deben hacer las cosas. Para tener éxito en esta fase, la pareja tiene que aprender el arte del conflicto y el compromiso. Cada uno tiene que decir y aceptar al otro tal como realmente es y, también, permitirse ser visto como es realmente… Esto es lo que Hellinger llama amor a “segunda vista”.

La ilusión del amor romántico. Tenemos un "libreto", o imagen ideal previa, sobre las relaciones de pareja: una mujer y un hombre se conocen y se gustan. El hombre invita a la mujer a salir. Salen varias veces, se enamoran, se casan, y son felices para siempre.

Cuando iniciamos un vínculo, intentamos que sea exactamente como queremos: que el otro esté presente cuando así lo deseamos, que no nos moleste cuando elegimos estar a solas, que siempre nos escuche, nos contenga, nos proteja y mime, que esté dispuesto a ayudarnos a resolver nuestros problemas sin traernos demasiados problemas suyos, o, en caso de tenerlos, que acepte nuestras sugerencias para solucionarlos y las ponga en práctica inmediatamente.

Por supuesto, esto no ocurre...

Así, luego de la magia inicial, lentamente vemos que las cosas no son como esperábamos, y que comienzan a aparecer nubes en el paraíso idílico en el que creímos haber ingresado.

Cuando nuestro compañero o compañera no nos proporciona la dicha anhelada, es común suponer que nos equivocamos, y que esa no era la persona adecuada. En tal

caso, volveremos a buscar a alguien que nos permita acceder de manera permanente al estado de bienaventuranza deseado; ello nos lleva a repetir el mismo proceso, sólo que con distinta compañía.

En la actualidad, el enamoramiento se ha convertido en el terreno donde intentamos encontrar el sentido trascendente de la vida. Pese a que nos cueste reconocerlo, el enamoramiento es una de las proyecciones más intensas y poderosas. Según Arthur Clarke, autor de 2001: Odisea del Espacio, la persona de la que estamos enamorados no existe: es una pantalla sobre la que proyectamos nuestros deseos, esperanzas e ilusiones. Por supuesto, si le comentáramos esta frase a cualquier persona enamorada, la rechazaría de inmediato. Su amada o amado es realmente todo lo que él o ella creen, y si alguien afirma lo contrario, seguramente se debe a que nunca estuvo enamorado, o a la envidia.

La alta tasa de divorcios en algunas culturas occidentales muestra el resultado de considerar al enamoramiento como base para una relación duradera. Si bien puede dar paso al amor, éste es un cimiento demasiado endeble para un vínculo perdurable

Debido a la proyección, el ser amado se convierte en depositario de cualidades maravillosas y excelsas que, por lo general, no posee, y no es posible amar verdaderamente a una persona cuyas características reales apenas conocemos.

No obstante, el enamoramiento no es un problema, sino una etapa con facetas positivas. Nos revitaliza, nos conecta con el entusiasmo y la pasión. La fascinación ejercida por el objeto de nuestro amor indica que se han activado aspectos inconscientes que vemos reflejados en él o ella que necesitamos descubrir a nivel interno.

Uno de los propósitos de la pareja es la expansión de nuestro corazón y nuestra conciencia, y por esta causa, toda relación reactiva los temas que no hemos resuelto a fin de que logremos ser conscientes de ellos.

El reconocimiento de los aspectos inconscientes proyectados – nuestra sombra - es un ingrediente fundamental en toda relación de pareja, y es preciso discernir entre el ser amado real y las proyecciones arquetípicas. De acuerdo a un relato en El Simposio de Platón, Sócrates y algunos de sus compañeros se reunieron en un banquete, y cada uno de los participantes daría un discurso sobre la naturaleza de Eros. Cuando llegó su turno, Aristófanes planteó que el ser humano originario era redondo, y tenía dos caras, cuatro brazos y cuatro piernas. Poseía gran fuerza y vigor, y los dioses del Olimpo, celosos de su poder, decidieron dividirlo en dos partes, una femenina y otra masculina, que desde entonces han buscado reunirse con su "otra mitad" - este es el origen del mito de las almas gemelas.

Buscamos nuestro complemento a nivel externo, en la pareja; no obstante, esta historia alude a un proceso psíquico interno. La atracción por otra persona representa la atracción por un aspecto inconsciente propio, y muchas veces, el compañero externo es tomado como sustituto de una experiencia interior.

Si bien solemos definirnos en función de nuestro género sexual, nuestra realidad psíquica indica que somos andróginos, palabra proveniente del griego andros: hombre, y gynos: mujer. Todos poseemos una imagen femenina y masculina interna, a las que Jung llamó anima y animus. El anima es la imagen arquetípica de lo femenino que existe en todos los hombres y que éstos proyectan en las mujeres; el animus es la imagen arquetípica de lo masculino que está presente en las mujeres y que es proyectada en los hombres.

Estos arquetipos configuran la representación inconsciente que cada persona tiene del otro sexo, y por lo tanto, ejercen una influencia poderosa en nuestras relaciones interpersonales.

Durante la primera etapa de una relación, se proyecta al anima y animus positivos. Esta proyección es relativamente sencilla de sostener mientras existe un estado infantil de fusión, similar al que experimentamos en el útero materno, y cada uno de los integrantes se siente totalmente aceptado, amado y contenido por el otro.

Cuando un hombre proyecta el aspecto positivo de su anima en una mujer, ésta le resulta encantadora y fascinante; lo mismo ocurre con la mujer que tiene proyectado el animus positivo en un hombre.

Sin embargo, como todo arquetipo, el animus y el anima tienen una cara luminosa y otra oscura. Cuando hace su aparición en escena el lado negativo del arquetipo, la mujer ideal se transforma en una bruja insoportable, y el príncipe azul se convierte en un sapo repulsivo. Se produce una crisis en el vínculo, que en ocasiones se intenta "resolver" mediante la infidelidad; en otras, conduce a la ruptura.

Las expectativas frustradas indican la necesidad de retirar nuestras proyecciones para relacionarnos con la realidad de los demás. Los conflictos que se manifiestan en la pareja son un espejo de nuestro mundo interno, y si logramos permanecer en la relación cuando la ilusión comienza a disolverse, surge la posibilidad de ingresar en una fase nueva, más profunda y enriquecedora. Así, el resquebrajamiento de la proyección nos obliga a bucear en nosotros mismos para descubrir allí lo que buscábamos obtener de la otra persona: protección, incrementar la autoestima, llenar el vacío interno...

Lamentablemente, vivimos con la sensación de que el amor está fuera de nosotros, que es algo que nos dan o nos quitan, un regalo, un premio, algo que merecemos o

dejamos de merecer en función de que cumplamos con determinados requisitos (ser jóvenes, delgados, atractivos, inteligentes, exitosos, carismáticos, etc.)

El amor no existe afuera de nosotros: debemos buscarlo en su morada íntima que es nuestro propio corazón.

¿Quién si no yo puede aceptarme y amarme con todas mis características? ¿Quién si no yo conoce mi pasado, no para lamentarme, sino para sanar mis heridas? ¿Quién si no yo tiene en su poder el pasaje de ida y vuelta hacia lo profundo de mi corazón?

Cuando logro darme cuenta de que soy mi propia fuente de amor, todo cambia de dirección: yo soy responsable de transformarme y de darme aquello que espero del afuera.

Trabajar para construir la propia autoestima es un acto de amor, y este amor hacia uno mismo se traduce luego en una mayor capacidad de amar verdaderamente a los demás.

Como afirmó Virginia Satir, para que dos personas estén en contacto se requieren tres partes: cada uno en contacto consigo mismo, y cada uno en contacto con el otro.

Por otra parte, para que un vínculo sea enriquecedor, es preciso que los dos integrantes de la pareja estén dispuestos a la auto-indagación necesaria para reconocer su sombra y sus propios aspectos femeninos y masculinos.

La integración de lo femenino y lo masculino no puede ocurrir mientras nos identifiquemos con una parte y sigamos proyectando la otra – no sucede entre un hombre que actúa su aspecto masculino y una mujer que actúa su aspecto femenino, sino en el interior de cada hombre y cada mujer que hayan logrado ser conscientes de ambos.

Quizás seamos capaces de lograr así lo que tan sabiamente expresó Rilke: "Tal vez haya entre los sexos mayor grado de parentesco o afinidad que el que comúnmente se supone, y la gran renovación del mundo podrá consistir en que el hombre y la mujer, una vez libres de todo falso sentir y de todo hastío, ya no se buscarán mutuamente como seres opuestos y contrarios, sino como hermanos y allegados".

SOMOS COMPLETOS EN SI MISMOS El hombre que no puede sentir es porque ha anulado su aspecto femenino. La mujer que tiene una actitud muy receptiva pero nada activa, ha anulado su yang, a su hombre interno.

Él: "Ya nunca te escucho decir 'te amo'!". Ella: "Es que les das más atención a tus amigos que a mí!". Él: "¡Porque tu madre está siempre en casa!". Ella:"¡Ni se te ocurra criticar a mi madre!". Y así, más y más de lo mismo. ¿Les suena? En verdad, ha de ser difícil escalar el Himalaya o graduarse como Ingeniero Nuclear... pero hay algo mucho más arduo: construir una pareja. Porque la pareja no es una flor silvestre: es una rara orquídea de cultivo. Y para que esa orquídea no se seque, no se pudra, no muera apenas ha brotado, es indispensable que los partícipes trabajen sobre las recíprocas proyecciones: la psique humana tiende a volcar sus contenidos inconscientes en un otro. Si esto sucede sin que nos demos cuenta, dejamos de PERCIBIR a ese otro, deformándolo con lo que proyectamos sobre él. Y, como el otro hace lo mismo con nosotros, si esto no se observa, cada uno se estará relacionando... con un extraño! Pues habremos reemplazado "percepción" por "proyección". ¿Qué proyectamos? Muchas cosas!

Citemos algunas: a) Rasgos difíciles que no aceptamos como propios, de manera que... no los soportamos en el otro! b) Rasgos positivos que no nos atrevemos a ejercer, y que delegamos en el otro, generando una exageración de sus dones, -y con ello un amor dependiente-. c) Emociones que no tienen que ver con esa persona, sino con otras de nuestro pasado (de modo que el Inconsciente busca resolver en ESTA relación lo que quedó "sin digerir" de OTRAS relaciones). d) El Ánima y el Ánimus: modelos inconscientes, -en parte innatos-, de como "tendría que ser" nuestra pareja (lo cual, por supuesto, implica EXPECTATIVAS que esperamos el otro cumpla, y que el otro espera que nosotros podamos satisfacer). Carl Jung le llamó Ánima al arquetipo de mujer que todo hombre tiene dentro de sí, y Ánimus al varón interno de cada mujer. Veamos cómo funciona esto... Cuando el hombre se asume como varón, su parte femenina queda relegada al Inconsciente. En la mujer, su varón interno. Mas luego, al ir madurando, la psique busca volverse completa. Así, el Inconsciente "pone fuera" esa parte relegada, de modo que nos resulte más visible y la recuperemos: el varón proyectará su Ánima en una mujer, quien oficiará de portadora de esa proyección. La mujer proyectará su Ánimus en un hombre. El trabajo será tomar conciencia de ello para recuperar esos rasgos propios, y ver quién es REALMENTE el otro. Una pareja externa, para prosperar, necesita que cada partícipe vaya tejiendo una buena relación con su pareja interna: el varón, encarnando conscientemente

sus

aspectos

femeninos

(sensibilidad,

creatividad,

afectuosidad...) y la mujer, su hombre interno (iniciativa, pensamiento propio, independencia...). Es decir: casarse consigo mismo para no exigirle al otro que sea "nuestra mitad". Nadie es la mitad de nadie! Cada uno está entero, pues su otra mitad habita dentro.

Marie Louise Von Franz, colaboradora de Jung, lo dijo así en un reportaje: "En las etapas iniciales de una relación se mezcla por lo general una gran parte de proyección, y ésa es la causa de todas las peleas de amor. Es decir: ella pide cosas que él no puede cumplir, y él pide cosas que ella no puede cumplir, y así Ánimus-Ánima chocan las espadas. Si uno graba una pelea de amor es lo mismo en todo el mundo, literalmente, palabra por palabra. Y eso es proyección! Pero si las personas no escapan y lo solucionan, y quitan en cambio todo lo que hay de proyección, entonces aparece, o se descubre, debajo de esto, la verdadera relación. Ahora bien: podría no haber nada... o podría haber una relación enorme, una verdadera relación, construida, que no es lo mismo que proyección." ¨Sólo partiendo de nuestra libertad interior seremos capaces de dar un amor que libere y crear vínculos que unan, en lugar de cadenas que aprisionen.¨

Armonizar la energía interior por Norberto Levy En cada uno de nosotros habitan las dos fuerzas: yin y yang, lo femenino y lo masculino. Cuando no cooperan, están en pugna. Y la lucha es adentro y afuera.

Norberto Levy es médico psicoterapeuta y creador del modelo de Autoasistencia Psicológica. Autor de numerosos artículos y varios libros, entre los más recientes “El asistente interior”, “La Sabiduría de las emociones” y “Aprendices del amor”, brinda su mirada acerca de las

complejas interacciones de pareja que se constituyen en el presente. Él propone pensar la relación como un proceso en el cual debemos aprender a ser “socios solidarios” con los demás pero, por sobre todo, con nosotros mismos.

- Hablando de la importancia de la compatibilidad energética de la pareja: ¿cómo entender los roles de lo femenino y lo masculino?

- Tanto varones como mujeres tenemos las dos energías. La única diferencia está en la proporción. La energía masculina, tanto en mujeres como en varones, es la que se pone en juego cuando tengo que usar la fuerza física, escalar una montaña, actuar sobre los otros en el mundo exterior, avanzar, penetrar, direccionar, entre otras. La energía femenina es la que necesitaré si voy a realizar una actividad que requiere de mi delicadeza, relajación, ternura, receptividad, capacidad de cuidado, apertura o flexibilidad.

- ¿Cómo influye el rol de cada cual en el crecimiento personal y el autoconocimiento de cada uno?

- El crecimiento personal se produce cuando cuento con ambas calidades de energía y puedo utilizar una u otra según lo que la circunstancia requiera. Mucha gente se apoya en uno solo de estos dos pilares. Por ejemplo aquellos varones que sólo saben hacer, hacer y hacer y, cuando la situación requiere de ellos una actitud más relajada o de apertura, no cuentan con ese tipo de respuesta y entonces no saben qué hacer y se alejan de la situación. De modo que para poder crecer es necesario disponer de ambos conjuntos de energías.

- ¿Cuánto influye en una relación el proceso que uno transita en la vida y cuáles son sus efectos en el vínculo de pareja?

- Para explicar esto, me sirvo de un ejemplo: María me consultó porque su novio la maltrataba. Y, en función de explorar su pareja interior, le pregunté cómo se sentía ella cuando estaba en una actitud de iniciativa y de acción, como si fuera quién, y

haciendo qué. Y me respondió: Me siento como una ejecutiva importante dando órdenes a sus empleados. Luego le pregunté ¿Y cómo te sentís cuando estás en una actitud receptiva, relajada y de apertura? Me respondió: Me siento como una gorda fofa, apática, viendo televisión. Una vez que, descubrió ambos estados interiores, le propuse que tomara el lugar de la ejecutiva, que se convirtiera en ella y desde allí mirara a la que estaba viendo televisión y que viera que sentía hacia ella. Desde la ejecutiva le dijo: ¡Sos horrible, te desprecio por gorda e inútil y no te quiero ver! Esta desvalorización que el masculino sentía hacia el femenino, dentro de ella, es lo que después, ella como persona, reproducía con los varones en general y en este caso con su novio.

- ¿Cómo podemos saber cuál es el estado de la relación entre nuestro masculino y femenino interiores?

- El modo de saberlo es preguntándose uno mismo lo que yo le pregunté a María, es decir qué percepción tiene uno de sí mismo cuando está en una actitud de iniciativa y búsqueda, y cómo se percibe cuando está en una actitud de receptividad y apertura. A esto se puede agregar la otra pregunta: ¿como si fuera quién, haciendo qué? Esta última pregunta tiene la virtud de convertir un estado interior en un personaje, y de ese modo la percepción alcanza una forma más concreta y contundente. Esa información está disponible. Cuanto más en contacto está uno con sus estados interiores, con mayor claridad los percibe, como así también qué siente el aspecto activo hacia el receptivo y viceversa. Desde ya que si uno no está familiarizado con el registro de dichos estados interiores necesitará la guía de un coordinador entrenado que le facilite el acceso de sí mismo.

- Según su experiencia, y a propósito del anterior ejemplo de María, ¿es frecuente la desvalorización interna del femenino? ¿Por qué cree que es así?

- Lamentablemente es bastante frecuente, tanto en varones como en mujeres, y una de las causas que contribuye a ello es que provenimos de una tradición que ha creído –

erróneamente- que la iniciativa y la acción son más útiles, significativas y valiosas que la receptividad y la contemplación.

- ¿De qué manera debería estar “preparada” una persona que es soltera para formar una pareja? Y ¿qué sucede si en su trayecto, en el camino de autoconocimiento, está a medio avanzar?

- Estar preparado significa haber transformado la relación interior de descalificación entre el masculino y el femenino en una relación de inter-consulta respetuosa en la que ambos se reconocen y asisten en sus necesidades. Eso significa el ser socios solidarios. Cuando uno vive en esa atmósfera emocional interior, esa es la calidad de relación que expande cuando se relaciona con otro. Y convoca, y atrae a quien se encuentra también en el mismo estado. Este es precisamente el magnetismo de atracción del cual habla un filme que se está difundiendo mucho ahora, que se llama “El secreto”. Se supone que uno debe conocerse a sí mismo para elegir bien, pero también que el proceso interior no termina del todo, continúa, y entonces, se sigue haciendo en pareja. ¿Cómo juega la relación en esto? Por supuesto que el proceso de aprender a ser socios solidarios no termina nunca. Cuanto más avanzado esté en mí ese aprendizaje mejor contribuiré a formar buenas sociedades externas. Y cada conflicto que resuelvo en mi pareja, y con mi pareja, va a enriquecer a la pareja que yo en mí mismo, soy. Y este es un círculo virtuoso que no tiene fin.

- ¿En qué casos la pareja se interpone en el crecimiento personal? ¿Cómo saber que hay que resignar una relación sí o sí?

- La función de una relación de pareja es ayudarse a crecer, a producir bienestar y a aprender las diferencias. Muchas veces una actitud de dependencia excesiva, de celos, de control, de inseguridad muy grande, hacen que se le reclamen a la pareja comportamientos que frenan su crecimiento. Si bien estos conflictos se pueden resolver a través de una ayuda especializada, cuando ambos desean resolverlo, muchas otras veces estas situaciones permanecen de un modo crónico. Estas perturbaciones

van minando el sostén y el sentido de esa pareja y a la corta o a la larga, conducen a la separación.

- ¿Cómo se define el estado de “madurez” o “armonía” de una pareja?

- La pareja tiene tres pilares: el magnetismo estético sexual, el compartir pasiones existenciales básicas y el ser un buen equipo “resolvedor” de problemas de la vida cotidiana. Cuanto mayor es la presencia de estos pilares, más fuerte es la trama de ese vínculo. Los dos primeros pilares son algo que está o no está. Todos sabemos que hay personas que se atraen, que sienten que “hay piel” entre ellas y eso no es de la voluntad personal de ninguno de ellos, simplemente les sucede. Lo mismo ocurre con sus pasiones existenciales, ambos pueden encontrar su mayor disfrute en formas de actividad que comparten: la naturaleza, los deportes, la música, la espiritualidad, la familia, etc. Y también eso forma parte de las inclinaciones naturales de las personas. El tercer pilar es el de ser un buen equipo “resolvedor” de conflictos. Sobre ese pilar es sobre el cual se puede trabajar más: yo quiero silencio por la mañana y ella quiere ver televisión; yo soy noctámbulo y a ella le encanta levantarse al alba; yo necesito dormir con aire acondicionado y a ella la resfría; yo necesito orden externo para funcionar y para ella el desorden es creativo… y estos son sólo algunos de los numerosos desencuentros que se producen en la vida cotidiana. La pareja, entonces, alcanza la mayor madurez y armonía cuando puede encarar estos desencuentros

con

respeto,

dialogar

sobre

los

mismos

y

producir

respuestas

consensuadas, es decir, que ninguno sienta que quedó sometido al otro. En síntesis, una pareja alcanza su madurez cuando puede disfrutar plenamente sus zonas de encuentro, y respetar, y encontrar soluciones consensuadas en sus áreas de desencuentro.

TE AMO, TE PIDO PERDÓN, GRACIAS, LO SIENTO Me pido perdón a mi, por las percepciones incorrectas sobre mi yo espiritual que es perfecto y magnifico, por las experiencias que aunque aparentemente han causado un

dolor o sinsabor en mi pasado o mi presente en realidad han sido aprendizajes que siempre contribuyen a mi crecimiento espiritual y que además son resultado de mis decisiones, sé que mis decisiones son mi responsabilidad, hoy lo entiendo y me pido perdón, perdón porque sé que yo lo atraje, perdón porque simplemente he contribuido con todo el entorno, para reunir las palabras, las personas, las circunstancias y cada evento que ha sido necesario para experimentar las situaciones, sentimientos o pensamientos, que también son mi responsabilidad, me pido perdón para eliminar y sanar mi vida todos estos sentimientos, acepto haberlos experimentado y al hacerlo puedo hacer algo para sanarlos, detectándolos es más fácil para mi cortar los lazos que me atan y que han detenido mi crecimiento: Perdón por el sentimiento de rechazo, de abandono, de desplazamiento, de falta de merecimiento, por los temores, por las inseguridades, por mi falta de amor propio, por la manipulación, por los resentimientos, por la crítica, por el odio, por la culpa, por el sentimiento de víctima, por el chantaje, por el sentimiento de traición, por el sentimiento de pobreza, de insuficiencia, por trastornos alimenticios, por cualquier adicción, por el sentimiento de fracaso y por todas las malas relaciones de todos los involucrados en esos eventos, hoy los libero. Perdón a mí e incluso a todos ellos porque aun con dificultad para entenderlo bien sé que mi alma creó todo con el fin de liberarme de todas esas limitaciones y por mi bien superior, sé que todo fué un acuerdo entre todos quienes formamos parte.

Lo que ahora entiendo, es que nada malo paso, entiendo y acepto que su principal función ha sido que yo acepte que me disgusto o incomodo solo cuando alguien activa en mi aquello que no he reconocido, o que intento negar, pero que necesito sanar, y en estos acuerdos alguien contribuye a que se me proyecte para poder hacer algo al respecto y que finalmente me beneficia. Entiendo y acepto que esa proyección son mis miedos y las partes de mi que necesitan ser amadas… Hoy me perdono y perdono a todos los involucrados en esas situaciones, porque sé que haciéndolo me sano y puedo crear mi nueva realidad, suelto los juicios sobre cualquier persona que me haya proyectado mis miedos y me haya hecho voltear a verlos. Les agradezco su contribución, aunque necesariamente primero me hayan hecho enojar o llorar, al hacerlo me he limpiado y ahora los suelto, los libero y así me libero. Me libero de forma consciente, para así liberar también mi alma y mi interior de: El rechazo, del sentimiento de abandono, de la falta de merecimiento, de la manipulación, de la falta de amor propio, del resentimiento, de la crítica, de la culpa, del sentimiento de víctima, del chantaje, del sentimiento de traición, de la pobreza, de la carencia, del sentimiento de insuficiencia, del engaño, de las limitaciones con el dinero, de los temores, de las inseguridades, de cualquier adicción o desorden de mi cuerpo y en general de cualquier sentimiento de fracaso.

Conscientemente disuelvo el odio o resentimiento que pude haber experimentado por esta situación o situaciones. Corto y sano de raíz cualquier lazo físico, mental o espiritual que me une a estos sentimientos o a las personas que me manifestaron o proyectaron esos pensamientos. Reconozco mis logros y el crecimiento espiritual que he obtenido a pesar o gracias a todos esos acontecimientos y por lo tanto ahora experimento un profundo amor, respeto y aceptación por mí. En el hoy les envío amor a todos los involucrados y les agradezco su buena voluntad de ser mi espejo, les bendigo por brindarme la oportunidad de poner en práctica el perdón radical, y sobre todo por orillarme a cultivar mi autoaceptación, reconozco que solo fue una actuación donde probablemente solo interprete mi papel de víctima, y sé que todo eso solo fue un reflejo de mi percepción en mis áreas no sanadas. Ahora asumo mi poder para crear y a partir de hoy sé que YO creo mi realidad. Me perdono con gusto y con amor, suelto toda necesidad de venganza o de aferrarme a emociones dañinas del pasado y a las limitaciones, y elijo rescatar mi energía pura. Sé que he creado barreras para experimentar libremente el amor, la abundancia y la prosperidad y ahora elijo eliminarlas y continuar en proceso hasta lograr mi sanación al respecto. Soy un ser magnifico, me entrego con fe y confianza al poder superior que me creó y sé que esta o cualquier situación que se presente seguirá desenvolviéndose, perfectamente según las leyes espirituales y divinas. Ahora

me restauro en amor, restaurando también a quien me ha hecho experimentar esas sensaciones incomodas o dolorosas. De nuevo entiendo que nada malo paso y de nuevo expreso y reitero el profundo amor y respeto que siento por mí, perdonándome con amor y paciencia, lo mismo que para todos los involucrados. TE AMO, TE PIDO PERDÓN, GRACIAS, LO SIENTO

View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF