Estaba la papa Renata sentada en un plato de plata, el cocinero se acercó y la papita se asustó. La papa temblaba de miedo y el cocinero le dijo: que sí, que no, que sí, que no, con esta papa me quedo yo.
Una gorda y gran sandía se reía, se reía de un melón chico y panzón que estaba tomando el ol. El melón muy enojado le decí a, a, no te r í a ías s si te !es en un espejo tu eres más gorda que yo.
La manzana colorada se reía, se reía de una papa enterradita que tenía "eo color. color. La papita enterradita asomó su cabecita y le dijo no me importa porque tengo buen sabor ¡ #o #o #o #o #o #o #o $
%u& ricas las "rutas que !oy a comer si tu me acompa'as contento estar&.
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