Revista Internacional - Nuestra Epoca N°9 - septiembre 1964
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Revista Internacional (Problemas de la Paz y del Socialismo) PUBLICACION TEORICA E INFORMATIVA DE LOS PARTIDOS COMUNI...
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REVISTA
INTERNACIONAL
IIM • LOS COMUNISTAS Y EL PROBLEMA NACIONAL • EL PELIGRO COLDWATER
PALMIRO TOCLIATTI: EL LÍDER DESAPARECIDO
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1964
REVISTA
C O L A B O R A N E N ESTE N U M E R O : YTIMZHAGUIN TSEDENBAL, Primer secretario del Comité Contra! del Partido Revolucionario Popular de Mongolia y Presidente del Consejo de Ministros de la República Po-polar Mongola L, E S L I E MORRIS Secretario general del Partido Comunista del Canadá A R T U R S T A R E W I C Z Secretario del Comité Central del Partido Obrero Unificado Polaco KAROL.Y N E M E T H Secretario del Comité Central del Partido Socialista Obrero Húngaro ÓSCAR V A R G A S Miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Vanguardia de Costa Rica TUNJI OTEGBEYE Secretario general del Partido Socialista Obrero y Campesino de Xig»rii THEODOR M A L, L E R Miembro del Comité Central del Partido Comunista de Austria
1.— Nuestra Época
¡Proletarios de todos los países, unios!
Nuestra
Época
(40) 9
REVISTA INTERNACIONAL AÑO
III
1964
— SEPTIEMBRE
S U M A R I O
Y. TSEDENBAL — La cooperación económica de los países socialistas es una necesidad, vital PALMIRO TOGLIATTI O. VARGAS — Hay que luchar enérgicamente contra el peligro de escisión L. MORRIS — Los comunistas y el problema nacional A. STAREWICZ — Problemas actuales del desarrollo de la Polonia Popular K. NEMETH — La agricultura de Hungría en la etapa actual . . . . T. OTEGBEYE — El movimiento revolucionario en Nigeria . . . . J. TONNER — La opinión mundial condena a los agresores norteamericanos
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EN LOS PARTIDOS COMUNISTAS Y OBREROS
P. MOTTA LIMA — Llamamiento de los RRARI —• Los comunistas argentinos sobre reaccionario V. GRESIK — Tribuna de VELEZ — El arte de la propaganda ilegal lógica de los comunistas hindúes
comunistas brasileños •$> A. FEel peligro de un golpe de Estado intercambio de opiniones J. K. B. RAO — La labor ideo49
INTERCAMBIO DE OPINIONES Problemas de la lucha de liberación nacional de los pueblos árabes
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NUESTROS COMENTARIOS J. THOMAS — El peligro Goldwater H. FAGAN -- En vísperas de las elecciones al Parlamento inglés NOTAS Y CORREO DE LA REDACCIÓN
H. STADLER — Franco diálogo entre los alemanes T. MALLER — Por una política municipal progresista C. TZUL — Desenfreno de ¡la reacción en Guatemala Ch. A. AMIDU - - Desafueros policíacos en Senegal
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LIBROS Y REVISTAS
Breve reseña de publicaciones marxistas sobre la I Internacional
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La cooperación económica de los países socialistas es una necesidad vital por YUMZHAGUIN TSEDENBAL
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fc a formación y el desarrollo del sistema socialista mundial, como prototipo de la futura sociedad comunista única, han promovido objetivamentte la tarea histórica de estrechar la cooperación económica y la ayuda mutua fraternal de los países socialistas, de acercar constantemente sus 'economías nacionales y de superar de modo gradual las diferencias en los niveles de su desarrollo. La tarea de unificar los esfuerzos de todos los países socialistas y de utilizar de la manera más racional sus posibilidades, en beneficio de cada país y de todo el conjunto de la comunidad socialista mundial, parte de la propia naturaleza y de la misión histórica del socialismo mundial y está dictada por la imperiosa necesidad de acelerar el crecimiento de la economía y del poderío del sistema socialista, como factor decisivo del desarrollo de la sociedad humana, como fuerza principal en la lucha por la conservación y el afianzamiento de la paz universal y de la seguridad de los pueblos. La cooperación y la unificación de los esfuerzos de los países socialistas multiplican las fuerzas de cada uno de ellos y brindan así posibilidades para apresurar el avance de cada país ty de todos ellos juntos. Esto es una premisa decisiva para impulsar el proceso revolucionario mundial. El ascenso de los países socialistas, basado en los éxitos económicos, es parte orgánica del proceso revolucionarlo mundial, el motor más importante del progreso y la forma más importante de la lucha de clases en escala mundial. El progreso constante de la cooperación de los países socialistas presupone indefectiblemente la profundización de la división socialista internacional del trabajo, cuyo contenido y significado fundamentales estriban en que dicha división del trabajo contribuye a aprovechar al máximo las ventajas del socialismo como sis-
tema mundial a acelerar el proceso de industrialización, a establecer las debidas proporciones en la economía de cada país, a utilizar con plena efectividad los recursos laborales, materiales y financieros, a no permitir el paralelismo en el desarrollo de ciertas producciones y a reforzar el poderío de toda la comunidad socialista. La finalidad de la división socialista internacional del trabajo es elevar la efectividad de la producción social, asegurar altos ritmos de crecimiento de la economía y elevar de continuo el bienestar material de los trabajadores en todos los países socialistas. Por extraño que parezca, todas estas tesis marxistas-leninistas indiscutibles son puestas en tela de juicio e incluso rechazadas abiertamente por los dirigentes del Partido Comunista de China. Estos dicen que la división internacional del trabajo es una ficción, que esta tesis es formulada para encubrir las tendencias hegemónicas de la Unión Soviética y sus deseos de explotar a otros países. Los dirigentes del PCCh no quieren ver las profundas causas objetivas que condicionan la división socialista internacional del trabajo. Todos los escritos del gran Lenin, al que tanto gustan de remitirse los dirigentes chinos venga o no venga a cuento, están penetrados de la idea fundamental de la cohesión y del completo acercamiento de los países socialistas, que llevan en la perspectiva a la creación de una cooperativa mundial única de todos los pueblos. ¿Y no es claro acaso que este acercamiento y esta cohesión son imposibles sin el desarrollo de la cooperación en el terreno de la economía, sin la división socialista internacional del trabajo? La Unión Soviética, como la mayoría de los países socialistas, ha comprendido profundamente la necesidad objetiva de la cooperación socialista internacional y sigue de manera consecuente este rumbo. El pueblo mon-
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gol rechaza decididamente las insinuaciones antisoviéticas de los dirigentes chinos. «El Partido Popular Revolucionario Mongol, que ha aplicado y sigue aplicando invariablemente la política de fortalecimiento de la amistad y de la colaboración con el gran pueblo chino —se dice en la resolución del Pleno de diciembre de 1963 de nuestro Partido—•, rechaza y condena con toda energía los torpes intentos de los dirigentes chinos, que ejerciendo todo género de presiones intentan imponer a nuestro Partido su línea antimarxista, apartarlo del movimiento comunista internacional y de su probada vanguardia, el PCUS, y desviar a nuestro pueblo del buen camino, del camino de la alianza y amistad eternas con el gran pueblo soviético y con los pueblos de otros países socialistas». La inmensa mayoría de los países socialistas están plenamente da acuerdo en que es necesario desarrollar en todos los sentidos la división socialista internacional del trabajo y siguen esa senda. Sin embargo, a veces se oye decir que en lo que se refiere a ahondar la cooperación es preciso esperar a que todos los países socialistas se igualen y consigan un mismo nivel de desarrollo económico. De este modo, la división socialista internacional del trabajo es contrapuesta a la tarea de asegurar el rápido desarrollo de los países antes atrasados, y en particular su industrialización. Sin embargo, tanto la teoría como la práctica de la cooperación de nuestros países muestran lo contrario. Gracias precisamente a la colaboración y a la ayuda de los países hermanos, asistimos a la aceleración del progreso de los Estados relativamente menos desarrollados. ¿Acaso no es una demostración de esto toda la práctica de la colaboración de todos los países socialistas con la Unión Soviética? Los envíos soviéticos de utillaje industrial, de materias primas y de alimentos han desempeñado un papel de inapreciable importancia para la consolidación de nuestros países. Ha sido enorme la ayuda de la Unión Soviética en la industrialización, literalmente, de cada país socialista. No es posible negar los hechos. Y los, hechos indican que los fundamentos de la moderna industria de China y Bulgaria, de Mongolia y Albania, de Vietnam y Rumania han sido creados con el apoyo excepcional de la Unión Soviética. . La colaboración internacional de ningún modo está en contradicción con la industrialización de los países antes atrasados. Toda la actividad del Consejo de Interayuda Económica parte de la idea de un desarrollo más rápido, de un desarrollo acelerado de estos Estados. Así fue en el pasado y así es hoy. Esta misma finalidad persiguen los partidos
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hermanos en el curso de las consultas sobre la coordinación de los planes. No costante, los teóricos chinos rechazan testarudamente la idea de la cooperación socialista internacional, escudándose en la falsa teoría del «apoyo en los recursos propios» Contraponiendo dos aspectos orgánicamente interdependientes —la colaboración entre los países socialistas y el máximo aprovechamiento de las fuerzas y de los recursos propios—, los teóricos chinos incurren en una falsificación evidente. Atribuyen a los países socialistas relaciones que son propias del capitalismo. El capitalismo conduce realmente a la subordinación de unos países a otros según sea la fuerza del capital. Pero en el socialismo la división del trabajo conduce, no a una dependencia y subordinación unilateral de un país a otro, sino a una interdependencia mutuamente provechosa y en pie de igualdad, a una interconexión de todos los Estados socialistas que fortalece su soberanía y acelera su desarrollo. Sabido es que sólo mediante un vasto desarrollo de la colaboración fraternal de nuestros países es como se puede movilizar al máximo las fuerzas propias y utilizar del modo más racional los recursos internos. El sentido de las afirmaciones de los dirigentes chinos no puede ser más que este: orientar a los países socialistas a la autarquía económica y al enclaustramiento nacional para tratar de malograr las relaciones fraternales de igualdad existentes entre ellos y crear un sistema de relaciones que les haga depender de China, llamada, de acuerdo con las doctrinas del nacionalismo de gran potencia de los dirigentes del PCCh, a tomar en sus manos la causa de la revolución mundial. En Mongolia, en vecindad con China, percibimos con particular nitidez estos propósitos ocultos de los políticos de Pekín. Una de las exigencias objetivas fundamentales del desarrollo de cada país socialista y de todo el conjunto de la comunidad de países del socialismo, consiste, de un lado, en conjugar acertadamente el máximo aprovechamiento de los recursos internos y de las posibilidades internas y el desarrollo de la actividad laboral de los trabajadores de cada país, y de otro lado, impulsar y reforzar de manera firme y constante la cooperación y la ayuda mutua entre ellos. Si para China, a pesar de su inmenso territorio, de sus recursos y de su población, la política de aislamiento económico equivale a frenar el desarrollo, para los países socialistas pequeños esa política entraña consecuencias verdaderamente catastróficas. De los pueblos de los países socialistas y de sus vanguardias, los partidos comunistas y
LA COOPERAC
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LA COOPERACIÓN ECONÓMICA DE LOS PAÍSES SOCIALISTAS ES UNA NECESIDAD VITAL
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obreros, s>e requiere una justa comprensión de las leyes de desarrollo de la sociedad socialista, la elaboración y aplicación de medidas prácticas qu-a respondan por entero a los intereses cardinales de la causa del socialismo mundial, a las tareas del desarrollo omnilateral de la colaboración entre los países socialistas. Pero los dirigentes chinos, al proponer como plataforma política puntos de vista manifiestamente antimarxistas, se apartan cada vez más del marxismo-leninismo. Ahondan premeditadamente sus divergencias con el movimiento comunista mundial y llevan a cabo dentro de él actividades escisionistas. Nuestro Partido considera que esto no puede calificarse sino como una traición abierta a la causa de la revolución proletaria y a la luchK contra el imperialismo. El Pleno de diciembre de nuestro Partido puntualizó: «Los dirigentes chinos, con su política aventurera y con sus actividades disgregadoras, causan enorme daño a la causa del fortalecimento de la unidad y da la cohesión de los países del sistema mundial del socialismo y de las filas del movimiento comunista internacional, a la causa de las revoluciones socialistas y de las revoluciones de liberación nacional». La posición del PCCh, infundada en el sentido teórico y funesta en el sentido práctico, sobre las cuestiones fundamentales de la edificación del socialismo, de la cooperación entre los países socialistas hermanos y de la vida internacional subraya con particular fuerza el papel verdaderamente histórico y la importancia del viraje en el movimiento comu nista internacional que significaron las decisiones del XX y el XXII Congresos del PCUS y de las Conferencias de 1957 y 1960 de los partidos comunistas y obreros. Estas decisiones representan el desarrollo creador del marxismo-leninismo en la época presente. Por cierto, esto es cabalmente lo que no satisface a los dirigentes chinos, como puede verse en sus últimos documentos. Pero, ¿es que los comunistas, los auténticos leninistas, pueden renunciar al enfoque creador de los fenómenos de la vida real? La renuncia a tal enfoque equivaldría a poner fin al marxismo. Precisamente por eso los partidos marxistasleninistas coinciden hoy en que es necesario reunirse de nuevo y examinar con un sentido creador todos los elementos nuevos e importantes que ha proporcionado la vida desde la última Conferencia de los partidos comunistas y obreros, celebrada en 1960. Es indudable que la nueva Conferencia se dedicará, no a excluir a nadie del marxismo, sino realizar una generalización científica de los procesos reales del desarrollo actual con el fin de seguir elaborando la estrategia y la táctica y
para asegurar una verdadera cohesión del movimiento comunista internacional. Las enormes ventajas de las relaciones económicas de nuevo tipo, cristalizadas y en desarrollo entre los Estados socialistas, se manifiestan hoy con la mayor claridad en la múltiple actividad del Consejo de Interayuda Económica, en la que queremos parar nuestra atención. El- Consejo de Interayuda Económica fue creado en abril de 1949 como organización económica socialista internacional, de la que formaban parte la URSS y los países europeos de democracia popular. En concordancia con sus fines y principios, con sus Estatutos aprobados en 1959 por la XII Sesión del CIÉ, el Consejo organiza una amplia colaboración económica y científicotécnica de los países miembros con objeto de aprovechar del modo más racional y efectivo sus recursos naturales y económicos y acelerar el crecimiento de las fuerzas productivas, presta todo su concurso al ulterior ascenso de la economía nacional de estos países sobre la base de la consecuente aplicación de los principios de la división socialista internacional del trabajo y de la ampliación de la especialización y cooperación en el terreno de la producción y contribuye al aumento de la circulación de mercancías y al intercambio de realizaciones científico-técnicas y de experiencia de vanguardia en beneficio de la elevación constante del nivel de vida material y cultural de los trabajadores. El Consejo de Interayuda Económica nació por la necesidad objetiva de los países socialistas de organizar sus relaciones mutuas sobre la base de los principios del internacionalismo socialista, de la colaboración amistosa y la desinteresada ayuda mutua fraternal en todos los terrenos, de la plena igualdad de derechos, del respeto recíproco a la independencia y a la soberanía, del respeto a los intereses nacionales y del provecho mutuo. Estos principios dimanan de la común naturaleza de clase del régimen socialista, de la identidad de intereses y fines de los pueblos que construyen el socialismo y el comunismo. Desarrollando una estrecha cooperación «conómica dentro del CIÉ, cooperación que excluye toda discriminación en las relaciones mutuas y en las relaciones con otros países, los países miembros del CIÉ siguen consecuentemente el rumbo hacia la unificación de sus fuerzas con el fin de asegurar el Ulterior desarrollo de la economía nacional de cada país y el impetuoso crecimiento de la economía de toda la comunidad socialista. Como es natural, en toda su actividad el Consejo de
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Interayuda Económica toma como punto de arranque el principio de la soberanía de todos sus miembros, lo cual tiene su expresión en el hecho de que las decisiones y recomendaciones sobre todos los problemas se adoptan exclusivamente con el acuerdo de los países interesados. En la primera etapa de la actividad de] CIÉ, cuando en la cooperación económica1 desús miembros tenía importancia predominante el desarrollo de las relaciones comerciales sobre la base de convenios bilaterales, la atención se centraba fundamentalmente en el aumento y la ampliación del comercio mediante acuerdos a corto y a largo plazo, así como también en la organización de la cooperación científicotécnica y en la solución de distintos problemas de la edificación económica. Más tarde, a medida que fue desarrollándose la economía de los países del CIÉ, el centro de gravedad en la actividad del Consejo se trasladó, aproximadamente a mediados de los años 50, de la esfera de la circulación a se caracteriza --te Soviética se del coca otros países te éxito el so«•trado ya en le ana sociedad experiencia los países necesadel Conpios funinternaeomo base le perspectilos países en que era favorables ente la del trabajo. iteaaon de los ' el medio prin i socialista in« estre. socialistas forma de la aplica~sl permitirá utilit recursos exiscon la mayor * y apresurar la comuni-_* coordinar los es dictada por desarrollo armó 3osña socialista, ¡OB paiees sociasocialista las desprode que sur: tamhifti se reaa de los planes; reparar los pía. .* países .miem5m embargo, enLban en lo fun- - recíprocos y , ramas fun:erial, y en - básicas, la .i y la agricul:'ectivo el propio = planes. Hasta primero el pro: aprobaba y so.
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lo después procedía a concertar su plan con los ya aprobados de los otros países miembroo del CIÉ.La reunión de 1962 modificó el orden de coordinación de los planes y decidió que los países miembros elaborasen primero los proyectos de sus planes económicos, los concertasen entre sí y sólo después de esto procediesen a su aprobación. Actualmente están creadas las premisas ne. cesarías para concertar, no diversos índices de los volúmenes de producción industrial, sino las principales proporciones económicas en su mutua conexión teniendo en cuenta los intereses generales, y para confeccionar algo así como un balance global que cumpla en realidad la función del plan colectivo de desarrollo de todos los países miembros del Consejo. En los «Principios fundamentales de la división socialista internacional del trabajo» se indica que el ulterior per. feccionamiento de la división socialista internacional del trabajo sobre la base de la coordinación de los planes presupone el desarrollo acelerado de formas progresivas tales como la especialización y la cooperación de la producción. A su vez, la especialización y la cooperación de la producción exigen, entre otras cosas, la unificación de las normas técnicas en los distintos países y de los índices y métodos de la planificación; sin esto son imposi. bles el análisis económico y profundo y la labor comparativa que se requieren para perfeccionar la colaboración. La especialización interestatal significa la concentración de la producción de unos mismos artículos en uno o en varios países socia, listas para satisfacer las necesidades de los países interesados, el establecimiento de vínculos económicos estables y de la cooperación en la producción entre los países. La especialización internacional de la producción trae consigo un aumento de la producción y una re. ducción de sus costos con los gastos mínimos de trabajo social, una utilización más efectiva y menos costosa de los recursos materiales, de las materias primas y de la mano de obra. En el sistema de división internacional del trabajo debe determinarse el lugar de cada país socialista teniendo en cuenta tanto las necesidades y posibilidades de cada país como los intereses de todo el sistema socialista mundial. Para construir el socialismo y para lograr su victoria definitiva en cada país es necesario crear la producción más moderna, es decir. la más progresiva en el sentido técnico y la más eficiente desde el punto de vista económico. Sin embargo, el desarrollo simultáneo de todas las ramas de la industria y de la agricultura en cada país socialista es totalmente irra.
cional desde el punto de vista económico, sin hablar ya de que ello representa simplemente una tarea irrealizable para un Estado e incluso para varios. En particular, esto se refiere a la industria transformativa, y sobre todo a la de maquinaria. Por ejemplo, según los cálculos de los científicos, las proporciones óptimas de una fábrica de automóviles moderna implican un potencial productivo de unos 600.000 automóviles de turismo o 120.130.000 camiones por año. Sólo en esas condiciones es posible aprovechar racionalmente los potenciales de producción, aplicar los últimos procedimientos tecnológicos y reducir los gastos de trabajo y de recursos materiales. Es claro que no todo país socialista puede organizar tal producción óptima; no menos evidente es que el mercado interior de la mayo, ría d-e los Estados socialistas no puede absorber anualmente tal cantidad de automóviles y camiones. Esto quiere decir que no es posible asegurar las proporciones óptimas de producción limitándose a los marcos de los recursos nacionales y del mercado nacional. Naturalmente, puede organizarse la producción en menores proporciones, calculadas ex. elusivamente para el mercado propio. En el campo socialista ha habido tales aspiraciones, muy extendidas sobre todo en los años 50. Pero, ¿cuál es el resultado de intentos de este género? En definitiva disminuyen la efectividad de la economía nacional, elevan los costos de la producción, frenan el crecimiento de la productividad del trabajo y, por último, hacen que sea más lento el desarrollo económico y que un país dado quede relativamente a la zaga de otros. La teoría y la práctica demuestran que el afán de producir a todo trance en cada país todos los artículos necesarios tiene funestas re. percusiones en el desarrollo económico. Incluso una potencia industrial tan grande como la Unión Soviética, que cuenta con posibilidades reales para organizar casi todas las producciones en ilas proporciones óptimas, obtiene ciertas ventajas de la especialización y de la cooperación a escala internacional. Teniendo en cuenta todas estas circunstancias, los países miembros del CIÉ realizan en el último tiempo grandes esfuerzos para acelerar la labor de especialización de la producción, particularmente de máquinas y utillaje que hasta ahora no se fabrican en los países miembros del CIÉ o. que son deficitarios. La circunstancia histórica de que, hasta ahora, el socialismo ha vencido no en los Estados más desarrollados del mundo, planteó con toda agudeza el problema de asegurar las crecientes necesidades de los países que empren. dieron el camino de la edificación de la nue-
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va sociedad. En el curso de los trabajos de coordinación de los planes económicos, los países miembros del CIÉ determinan las posibilidades y elaboran los programas de desarrollo máximo de la base de materias primas, de combustibles y energía, ya que de estas ramas depende sustancialmente el desarrollo de toda la economía nacional. Se ha establecido que, cuando existan en varios países del CIÉ las mismas materias primas, hay que dar prefe. rencia a las inversiones más rentables. Para determinar acertadamente la distribución entre los distintos países de la carga relacionada con el desarrollo de la base de materias primas, es necesario elaborar principios fundamentales que habrán de regir en la coopera, ción entre los países interesados miembros del CIÉ con vistas a Ja obtención y transformación de las materias primas en los países que dispongan en este sentido de condiciones naturales favorables. La reunión de los primeros secretarios de los CC. CC. de los partidos comunistas y obreros y de los jefes de Gobier. no de los país-es miembros del CIÉ, celebrada en julio de 1963, señaló como principales tareas del desarrollo de la colaboración económica entre dichos países en el período Inmediato lia coordinación de los planes para 1966., 1970 y la extensión sobre esta base de la especialización y cooperación de la producción. En cuanto a la coordinación de los planes económicos nacionales para un período más largo, los participantes de la reunión conside. raron conveniente realizarla sobre la base de la coordinación de los planes para 1966-1970 y la conclusión de acuerdos económicos para dicho período. "De suyo se comprende que los países miembros del CIÉ concentran su atención principal, mente en la solución de los problemas claves, en la plena satisfacción de las crecientes demandas de los países en cuanto a combustible, energía eléctrica y materias primas, en el desarrollo de las ramas más progresivas de la economía nacional, en el continuo mejoramiento de la calidad y del nivel técnico de la pro. ducción sobre la base de una amplia utilización de los últimos adelantos proporcionados por el progreso técnico y científico. El ascenso de la producción agropecuaria constituye para los países socialistas un problema económico de palpitante actualidad. Hasta ahora no han sido aprovechadas en grado suficiente las posibilidades que se ofrecen en este terreno para una colaboración re. cíprocamente ventajosa. Se impone ya la necesidad de adoptar una serie de medidas [en el plano nacional y en el ámbito del CIÉ] para aumentar en los próximos años la producción de cereales, carne, leche, etc., a lo cual
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contribuye activamente la ampliación y pro. fundización de la colaboración en la producción de tractores, máquinas agrícolas, abonos químicos, productos contra las plagas del campo, semillas sel-accionadas y componentes de piensos concentrados. Los acuerdos de 1962 y 1963 contribuyeron a ampliar considerablemente y a profundizar las actividades del Consejo de Interayuda Económica, lo que responde por entero al objetivo de fortalecer incesantemente la unidad y la cohesión de todos los países socialistas y de conseguir la máxima aproximación de sus eco. nomías nacionales, tal como lo exige la tendencia objetiva, prevista por Lenin, a la creación futura de una economía comunista mundial regulada según un plan único por los tra. bajadores victoriosos. El CIÉ, que es una organización económica de los países socialistas europeos, ha contribuido también por todos los medios al desarrollo de la co. operación económica entre todos los países socialistas. Antes del ingreso de nuestro país en el CIÉ, representantes de la República Popular Mongola participaron como observadores en las labores de sus organismos, lo que tuvo una gran importancia para nuestro país. En 1962, el Gobierno de la RPM, expresando los intereses y las aspiraciones del pueblo mongol y guiándose por el propósito de acelerar el ritmo de la edificación socialista, solicitó el ingreso en el CIÉ. El 7 de junio del mismo año la XVI sesión extraordinaria del Consejo apro. bó nuestra solicitud. La República Popular Mongola se encuentra actualmente en la etapa correspondiente a la culminación de la edificación socialista, cuya principal tarea es desarrollar al máximo la base (material y técnica del socialismo. Los históricos éxitos conseguidos por nuestro pueblo en todas las esferas de la edificación económica y cultural son el resultado de la acertada política del Partido Popular Revolucionario Mongol, orientada a movilizar en el mayor gra. do y en interés de la construcción socialista todos los recursos materiales, naturales y laborales del país, así como a fortalecer incesantemente la 'auténtica amistad internacional y la colaboración en todos los terrenos con la gran Unión Soviética y los demás países socialistas . La sucesiva ampliación y profundización de la estrecha colaboración económica con los fra. témales países socialistas en e1! cuadro del CIÉ brinda nuevas perspectivas a la República Popular Mongola. La participación de la RPM en las labores del Consejo y en sus organismos durante más de dos años ha contribuido
LA COOPEBAC
sin duda alguna distintas ramas país, a la aceler; ción socialista, a los trabajadores, funda de estudio cia acumulada e vida en otros pai que tiene plante; que respecta al mo las dificultai pasado histórico dades del estado desarrollo superic cialistas. La República punto de vista ai da país debe pose ducc;ón moderna, pos de producciór rias condiciones n terminar las pers correspondientes i agricultura, la R! las necesidades c las exigencias y c socialistas. En la colaborac países socialistas a nuestro entendí pecíficas. Mongolia no p poner en explotac turales. Considen los esfuerzos conj socialistas, el air. riquezas naturale; nuestro país y c mundial. En est( conjugación armó tra economía nac tema económico i Una de las par mo país que ha < desarrollo, que t mente atrasada y zo más o menos vel de los países necesidad de créd siones. El incren tituye, a juicio ñu para asegurar a elevados de deeai Por otra parte, laborales en núes de mecanizar al i de producción, ap la construcción y ductividad del tra Consideramos q'
LA. COOPERACIÓN ECONÓMICA DE LOS PAÍSES SOCIALISTAS ES UNA NECESIDAD VITAL
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sin duda alguna al sucesivo desarrollo de las sas conjuntas es una de las formas más efidistintas ramas de la economía de nuestro caces de ayuda de los pueblos hermanos a fin país, a la aceleración del ritmo de la edifica- de industrializar nuestro país, aprovechar sus ción socialista, a la elevación del bienestar de riquísimos recursos naturales y acelerar su los trabajadores, a una labor más vasta y pro. desarrollo económico. funda de estudio y asimilación de la experienMás aún, estimamos que la organización y cia acumulada en la edificación de la nueva explotación de empresas conjuntas constituye vida en otros países hermanos. Los problemas una da las formas más importantes de colaboque tiene planteados ante sí la RPM por lo ración de todos nuestros países. La creación que respecta al desarrollo económico, así co- de tales empresas no constituye, como algunos mo las dificultades específicas derivadas del suponen, una medida artificial o caprichosa. pasado histórico del país y de las particulari. Es el resultado lógico y natural del desarrollo dades del estado actual exigen unos ritmos de de una colaboración que tiene en cuenta las desarrollo superiores a los de otros países so- exigencias de la producción moderna, de las cialistas . modernas fuerzas productivas. El deseo de La República Popular Mongola rechaza el asegurar el más alto nivel de desarrollo de la punto de vista anticientífico según el cual ca- economía nacional engendra la necesidad de da país debe poseer todas las ramas de la pro. constituir empresas conjuntas. Como es natu. ducción moderna. Mongolia organizará los ti- ral, esta medida —claro está, siempre que se pos de producción que cuenten con las necesa- observe plenamente el principio de la voluntarias condiciones naturales y económicas. Al de. riedad—' no perjudica a ninguna de las partes, terminar las perspectivas del desarrollo de las sino que, por el contrario, contribuye al. ascencorrespondientes ramas de la industria y de la so de cada país y de toda la comunidad en su agricultura, la RPM tendrá en cuenta no sólo conjunto. Tales empresas surgen sobre todo las necesidades del propio país, sino también en aquellos sectores decisivos donde las fuer las exigencias y demandas de los demás países zas y los recursos de un solo país resultan ln_ socialistas. suficientes. Tomeimos, por ejemplo, el oleoducEn la colaboración de la RPM con los demás to transeuropeo Amistad o el sistema energépaíses socialistas deben ser tenidas en cuenta, tico unificado de alto voltaje. Paz, enormemena nuestro entender, diversas circunstancias es- te beneficioso para todos los participantes. La pecíficas . práctica y la vida misma plantean problemas Mongolia no puede, con sus solas fuerzas, que sólo pueden ser resueltos imancomunadaponer en explotación sus enormes riquezas na- mente. turales. Consideramos necesario organizar, con El desarrollo de nuestra colaboración y la los esfuerzos conjuntos de los fraternos países experiencia práctica han dado origen a la creasocialistas, el amplio aprovechamiento de las ción del Banco Internacional de Colaboración riquezas naturales de la RPM, en interés de Económica y del Parque común de vagones de nuestro país y de todo el sistema socialista carga, así como a la fundación de otras emmundial. En esto reside, a nuestro juicio, la presas conjuntas. Se trata de un -extenso desconjugación armónica de los intereses de núes, pliegue de empresas conjuntas dedicadas a la tra economía nacional con el conjunto del sis- producción, a la investigación científica y a la tema económico socialista. elaboración de proyectos. Una prueba de ello Una de las particularidades de la RPM, co- nos la ofrecen en los últimos tiempos el Intermo país que ha evitado la fase capitalista de metal tcon participación de Hungría, Polonia desarrollo, que tiene una economía relativa, y Checoslovaquia], los centros de investigación mente atrasada y trata de elevarla en un pla- científica y las empresas conjuntas que son zo más o menos corto hasta alcanzar el ni- propiedad común de Bulgaria y Hungría. Nuestro Partido estima que la cooperación vel de los países socialistas avanzados, es la necesidad de créditos para financiar las inver. internacional de la producción y del trabajo y siones. El incremento de estos créditos cons- la creación de la propiedad interestatal bajo tituye, a juicio nuestro, la vía más importante la forma de empresas conjuntas constituyen para asegurar a la economía nacional ritmos una necesidad objetiva, una de las formas superiores de colaboración y ayuda mutua de los elevados de desarrollo. Por otra parte, la gran escasez de recursos países socialistas, una determinada etapa en laborales en nuestro país impone la necesidad la transformación de las economías nacionade mecanizar al máximo los distintos procesos les en eslabones de la economía general code producción, aplicar métodos industriales en munista, un camino seguro que lleva a la crea, la construcción y elevar rápidamente la pro- ción de la cooperativa mundial de los pueblos. El problema de las empresas conjuntas se ductividad del trabajo. Consideramos que la organización de empre. halla estrechamente vinculado al de la sobe-
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Y U M Z H A G U I N
ranía. ¿Propiedad nacional o propiedad común? Y en este último caso, ¿qué ocurre con los derechos y la soberanía del país en cuyo territorio está instalada la empresa? Mongolia, co_ mo ya hemos dicho, posee una rica experiencia en cuanto a creación y explotación de empresas conjuntas en colaboración con la Unión Soviética. Y debemos decir que nunca, en ninguna circunstancia, estas empresas han causa., do perjuicio a nuestro país. Al contrario, han sido la mejor forma de servir a los intereses nacionales y han contribuido a fortalecer la soberanía estatal de nuestro país. Las empresas conjuntas mongolo-soviéticas han desempeñado un papel de extraordinaria importan, cia en la superación del atraso secular de Mongolia, en la creación de su economía socialista, de las ramas modernas de la economía nacional, en la transformación de la RPM, ayer país agrario, en país agrario.industrial. La soberanía es el derecho de cada país a resolver con plena independencia todos los problemas de su política interior y exterior. Pero ¿no es evidente, acaso, que este derecho debe supeditarse a la esencia del régimen socialista, qus consiste en velar por los derechos del pueblo, por su bienestar material y su desarrollo espiritual? Actuar con plena soberanía es, en nuestras condiciones, hacer todo lo que contribuya al progreso del país, a su múltiple y efi. caz desarrollo. La plena soberanía socialista y popular está ligada en nuestras condiciones de hoy con el desarrollo de la colaboración entre los países socialistas, a tenor con los intereses cardinales de los trabajadores. Nuestro Partido proclama que asumiremos con derecho soberano cualquier compromiso internacional que corresponda a los intereses de nuestro pueblo. Al mismo tiempo —y creemos que esto es un deber de todos los verdaderos marxistasleninistas—-, tenemos en cuenta en todo mo, mentó los intereses de nuestra gran familia da países socialistas. No hay ninguna contradicción -entre los intereses "bien entendidos de cada país socialista y los de toda nuestra comunidad. Del mismo modo que el concepto-de in. ternacionalismo socialista incluye la preocupación de cada uno por todos y de 'todos por cada uno, la interpretación socialista de la soberanía incluye la consideración de los intereses de los países hermanos. No existe ni puede existir contradicción entre la soberanía de un país y el internacionalismo socialista,, entre la soberanía de un país y los intereses del sistema socialista mundial. Creemos que los intereses del desarrollo progresivo de nuestro país y de toda la comunidad exigirán -en el futuro que se elabore un plan único de desarrollo de la economía de los
T S E D E N B A L
países miembros del CIÉ.Habrá que constituir, al parecer, un organismo permanente de planificación. Es evidente que para elaborar un plan único y constituir los organismos perti. nentes se requiere una gran labor preparatoria. Pero es preciso aceptar 'esta perspectiva, sobre todo si se tiene en cuenta que la coordinación de los planes económicos constituye ya hoy día una forma inicial de planificación conjunta. La economía socialista mundial única está en proceso de formación .La planificación conjunta ¡permitirá asegurar en la forma más eficaz la armonía y la proporcionalidad del desarrollo de los distintos, eslabones de esta economía. Corno se sabe, el aumento constante de la productividad del trabajo social es la condición principal y más necesaria de la victoria del socialismo y del comunismo. En este sentido se puede conseguir el mayor efecto ampliando y profundizando sin cesar la colaboración entre los países socialistas, organizando con acierto su labor conjunta de planificación, sobrs todo en orden al desarrollo de las ramas de la pro. ducción de 'bienes materiales. Esto hará que la tendencia objetiva a la internacionalización de la vida ecqnómica de nuestros países tenga un campo más vasto para manifestarse. El proceso iniciado de socialización de la producción, del trabajo y de las in versiones a escala internacional tiene el carácter de ley y posee una importancia histórica mundial. Consideramos que la misión del CIÉ es contribuir por todos los medios a este proceso. La RPM, país con un gran déficit de recur. sos materiales, financieros y laborales y con un nivel de acumulación nacional que va a la zaga del creciente volumen de la nueva construcción, está sumamente interesada en que se acelere el proceso de acercamiento de las economías nacipnales de los países socialistas. La amplia colaboración y la interayuda socialista con los países hermanos habrán de tener gran importancia para la superación del relativo atraso de la RPM en su desarrollo económico. Quisiera indicar, a este respecto, que el Con. sejo de Interayuda Económica y sus organismos, atendiendo a las peticiones y a los deseos de nuestro Gobierno, dedica gran atención y solicitud a las necesidades de la RPM. La disposición de la Unión Soviética y de otros países hermanos a prestar la más variada ayuda fraternal a nuestro país ha sido claramente expresada por el camarada Jruschov en el artículo «Problemas candentes del desarrollo del sistema socialista mundial»: «Considera-
LA COOPERA
mos que una c CIÉ -es el estu •con el sucesivo de los países s ayuda a aquello su desenvolvimii re, por ejemplo, gola, nuevo mié ayuda de todos La política de tivo está invari; una ayuda y i pueblos que los portancia y camente interna da por la Unió modo más bril del pueblo mong suerte de empreí cialista inmediat del País Soviéti* Después del ii los organismos petición de nuec do la situación i des específicas d tan determinanc programas para destinadas a pro ración y la ayud mer término pa así como para de los recursos n cubrir cuanto an Apoyándonos i países miembros no de la gran 1 do oportunamen orientación princ nomía y la cultu irnos elaborando arrollo de la R! 1970. Con este i nificación de 1 gola realizan c tilaterales con lo de los países mi que si la RPM ni no habríamos po ya han sido llev elaboración de pi tiva. Los planes pre el rápido desarn para conseguir, grandes éxitos -er mía de nuestro pa cialistas avanzad'
1 NUESTRA EP(
LA COOPERACIÓN ECONÓMICA DE LOS PAÍSES SOCIALISTAS ES UNA NECESIDAD VITAL
Éhrá que constituir,
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clase, aceptaron ese papel secundario y humiite. Una de las causas que contribuyeron a este compromiso fue el temor de las clases y capas dominantes de Canadá a que se extendiese la1 influencia de la revolución norteamericana a toda la América Británica del Norte. Este temor fue en aumento bajo el influjo de la guerra civil norteamericana de 1861-1865, que impulsó a Inglaterra a declarar dominio inglés a Canadá, para lo cual se utilizó el Acta de la América Británica del Norte. Más tarde, en la formación del Estado canadiense influyó la amenaza de anexión que partía de los Estados Unidos en desarrollo, así como también el deseo de la burguesía anglo-canadiense de ejercer su dominio sobre el litoral del Océano Pacifico, o como solía decir, «de mar a mar». Es preciso seña«CONTINUACION» DE LA METRÓPOLI INGLESA
ti. dominio de la ihiimiln i reacciortes, por franco-canala influene habitantes que tercera parte la ees, cuya la provincia dé ta por cientenre canadiense procel resc? de otros países. B **y dos naciones: una ta. de balda inglesa. fea Británica del Norte, muarés inglés en 1867 a •era «sglo-canadiense y de la burguesía la existencia beidkMW. Aunque al Car •fcnM algunas concesioMQC iceoooeimiento oficial p ¡a «ñpirrifm de la ensetr\ de la Iglesia católica ares ftae declarado proFdvñr wna zona geográla conquista del en 1760 y quela burguesía andel país. La jeaceptó este propio oscurantisla burguesía francos intereses de
lar que la burguesía anglo-canadiense jamás
ha representado a la nación oprimida, cuyos destinos fueron puestos a merced y al dictado de la metrópoli inglesa. De hecho, como se decía en el Programa de la Internacional Comunista, y como en su tiempo señalara Engels, los dominios ingleses eran la «continuación» de la metrópoli inglesa. En este sentido Canadá se ha desarrollado muy distintamente que las colonias inglesas de África y Asia, por ejemplo, y en el plano histórico no puede ser considerado como una colonia clásica con una población aborigen oprimida y dominada por la metrópoli imperialista y con una burguesía local a la que se le impide su desarrollo «normal». La población indígena —indios y esquimales— era tan escasa y estaba tan dispersa en el extenso territorio del país que no podía servir de fuente considerable de explotación, a diferencia de los millones de oprimidos en Asia y África. En los años 20 y 30 de nuestro siglo, la burguesía anglo-canadiense debilitó sus relaciones económicas con Gran Bretaña, pero siguió manteniendo los vestigios de «relaciones coloniales» que respondían a sus intereses. Jamás se tuvieron en cuenta los derechos nacionales de loa franco-canadienses. Durante el transcurso y después de la primera guerra mundial la influencia del capital inglés en el Canadá descendió, al mismo tiempo que aumentaba la influencia de EE. UU. Hoy día muchos de los sectores decisivos de la economía canadiense se encuentran en manos de monopolios norteamericanos, mientras que el poder estatal lo detenta sólidamente la burguesía anglo-canadiense aunque la oligarquía financiera de Canadá,, «socio menor» de los monopolios de EE. UU., con frecuencia
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entra en colisión con el coloso norteamericano. La revolución AUGE DEL democrática naMOVIMIENTO cionai francoNACIONAL canadiense ha venido a agravar ahora la ya de por sí complicada situación de la burguesía anglo-canadiense. E¡1 auge del movimiento nacional franco-canadiense, masivo y persistente, ha sido acelerado por varios factores. En los últimos decenios el Canadá francés ha desarrollado con sorprendente rapidez su industria, y ahora la mayoría de su población son obreros industriales, densamente concentrados en la zona industrial de Montreal. El viejo y atrasado sistema de «colonización» agrícola de Quebec está en decadencia, lo que significa que va debilitándome asimismo el poder del clericalismo; rápidamente está tocando a su fin la preponderancia de la Iglesia. Entre los eclesiásticos y creyentes católicos surge una tendencia de «izquierda». La rápida industrialización diel conjunto de Canadá y el aumento del nivel económico y cultural de todo el paíe han ejercido un profundo influjo en la comunidad franco-canadiense. El movimiento nacional libertador mundial, y particularmente los acontecimientos de Cuba y el movimiento de liberación de los negros en EE. UU.,, han repercutido en la opinión pública franco-canadiense. En Ha comunidad franco-canadiense se observan ahora agudas contradicciones entre las exigencias del desarrollo industrial moderno y la circunstancia de que la instrucción superior sigue estando limitada fundamentalmente a las disciplinas no técnicas, a las disciplinas humanísticas. La enseñanza superior en Quebec ha estado supeditada hasta ahora a la filosofía de la jerarquía católica, por lo que los jóvenes franco-canadienses no han podido prácticamente ocupar puestos en la industria en desarrollo. La monopolización, incluso en Quebec, de los puestos de mando en la industria y en el comercio por los canadienses de habla inglesa es motivo de gran indignación entre los jóvenes franco-canadienses. En Ja administración pública federal, en la industria y el comercio son los canadienses de habla inglesa quienes ocupan las posiciones principales. En las grandes ciudades del Canadá francés, los obreros franco-canadienses realizan el trabajo productivo, pero los frutos del mismo se los adjudican gentes de habla inglesa. Esto hace que se ¡manifieste con frecuencia un peculiar chovinismo, como el exigir que los franco-canadienses hablen obligatoriamente dos idiomas —el inglés y el francés— para poder ejercer en la mayoría de los puestos,
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mientras que a los anglo-canadiens-ss les basta con su idioma materno, el inglés. ¡Y esto ocuire en el corazón del Canadá francés! En pocas palabras, el conjunto de todas las manifestaciones del descontento tradicional y de la desigualdad de derechos, resultado de la conquista del Canadá francés por los ingleses en el siglo XVIII, ha originado la crisis del régimen estatal canadiense. Todo esto se puede resumir en los siguientes términos: más de un siglo de desigualdad nacional, mezclada con un abierto chovinismo y con una descarada opresión nacional, ha dado origen en las condiciones actuales a la revolución democrática nacional. Hasta ahora, esa revolución se ha expresado en forma de una agitación política masiva y pacífica; pero entre la juventud existe ya el convencimiento de que sólo recurriendo a la violencia es como se podrá dar satisfacción a las justas demandas nacionales de los francocanadienses. Como resultado de la actividad derivada de esta convicción, algunos jóvenes se encuentran en prisión. Cuando se lesionan los derechos de los fr'amco-canadienses y sus demandas chocan con una fuerte resistencia, entonces aparece la reivindicación de separación del Canadá francés del resto del país. Y si no se logra encontrar la forma de reorganizar ;la federación sobre la base de la coexistencia de las dos nacionalidades iguales en derechos en un solo Estado, el movimiento separatista adquirirá mayor vigor. Hasta el presenEL PAPEL DE LA te, la dirección INTELECTUALIDAD del movimiento NACIONAL nacional francocanadieinse ha estado en manos de la intelectualidad. Cuando el régimen reaccionario del gobierno «provincial» de Quebec fue barrido en las elecciones de 1960, en todas las esferas de la vida del Canadá francés sobrevino una reanimación de las corrientes democráticas. No sólo las relaciones jurídicas discriminatorias con el Canadá de habla inglesa, sino todos los problemas sociales fueron objeto de activa discusión. Este proceso democrático tiene lugar asimismo en el seno de la Iglesia católica, donde el clero viene exigiendo desde hace mucho tiempo reformas eclesiásticas, lo cual guarda estrecha relación con los sentimientos nacionales y democráticos de los franco-canadienses. Entre • los católicos franco-canadienses surgen movimientos en pro de la enseñanza laica, y por primera vez el gobierno «provincial» de Quebec lo cea, la variante en Quebec de los gobiernos «provinciales» que existen en cada una de las diez provincias de acuerdo con el Acta
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de la América Británica del Norte de 1867] ha instituido un Ministerio de Educación. El movimiento de liberación nacional franco-canadiense está respaldado por sus sindicatos., afiliados a la Confederación de Sindicatos Nacionales [central sindical de los obreros franco-canadienses, que recientemente ha eliminado de su titulo la palabra «católicos»], así como también por los sindicatos pertenecientes a la central que abarca a la mayoría de los obreros organizados en el Canadá de habla inglesa Del Congreso Canadiense del Trabajo, variante nacional de la AFL-CIO estadounidense]. El tono de la agitación nacional lo da la intelectualidad franco-canadiense, algunos de cuyos portavoces representan al movimiento sindical del Canadá francés y ocupan en él cargos oficiales. Hasta hoy, la demanda más nítida de la existencia nacional independiente del Canadá francés en el marco de un Estado federal formado por el Canadá francés y el Canadá de habla inglesa, ha partido del movimiento obrero: del Partido Comunista,, de los socialistas y de muchos dirigentes sindícalas. Es cierto que existe una gran confusión en orden a las demandas explícitas, o más exactamente, en orden a cómo poner en práctica la demanda de existencia nacional, aunque se puede decir sin temor a equivocarse que la inmensa mayoría de los franco canadienses desea tener £u propio Estado. También es cierto que en el movimiento nacional del Canadá francés prevalece el nacionalismo burgués. Pero es que no hay revolución nacional sin nacionalismo, y el nacionalismo no puede existir sin ideas burguesas. Objetivamente, este movimiento nacional con su nacionalismo desempeña un papel progresista y forma parte del desarrollo de todo el Canadá, orientado a incrementar la lucha contra el actual orden de cosas y. particularmente, contra la dominación económica del capital monopolista de EE. UU. en el Canadá. A la luclha de LA CRISIS DEL clases contra los ESTADO BURGUÉS monopolios y la explotación capitalista —y en las condiciones del Canadá, también contra el dominio de EE. UU. en los sectores fundamentales de la economía—• viene a agregarse un movimiento nacional de grandes proporciones. A los colosales problemas internas e internacionales que gravitan so bre la burguesía anglo-canadiense dominante se añade la criéis de su propio Estado. Esta crisis afecta no sólo a la actual estructura «provincial» de gobierno del Canadá francés, establecida de acuerdo con la Constitución
dictada por el imperia' cosa es la Constitució bien a toda la estruct nueve provincias que nadiense de habla ing ced a la 'existencia d< en otros términos, la vincias». con lo cual Igualdad nacional da el Acta de la América mismo tiempo el fuñe nueve provincias resta con el Gobierno centr por la ampliación del las nueva provincias históricamente del Es nada francés. Si se < Constitución a fin de : ees como Estado nac nueva federación, la: bierno federal y las i inglesa también deber estructura del Estadc perpetuar el dominio nadlsnse, la está ecl lución nacional franc Este es un ejemplo imperialista moderno puede desligarse de t tanto en lo que concií la propia estructura rriendo no en el peí Estados capitalistas, declive. ¿Qué actitud adopt guesía anglo-canadie: ñalara Lenin, la bui ten .situaciones sin s£ minante anglo-canae damente reducir la c tal a un problema d El Gobierno feder nismo llamado cor ral». En sus función diar las vías para < y los canadienses de solver» sus divergen! nocimiento del idion nacionalidades. Est; hábil e inescrupulosa d?l problema; pues i nadienses de habla de aprender el idion de que ambas nacic lai dos culturas, si franco-canadiense e] minación, e incluso este derecho lo reco diense dominante.
LOS COMUNISTAS Y EL PROBLEMA NACIONAL
-4 Harte de 1867] 3e Educación. -ám nacional traíar sus sindicade Sindicatos de los obreros snte ha eliitólicos»], así pertenecientes ayoría de los de habla indei Trabajo, ~~--dO estadounidenáaval lo da la in- «r algunos de cuJ iBovimiento sinen él cargos ¿ nítida ^pendiente del CaEstado fedey el Canadel movimiende los sociaandicales. confusión en o más exac• • fr en práctica ~J»T, aunque se irse que la ini^adienses deaiOTiinJento nael nacioDO hay revoluy el nacionaburguesas. nacional con papel progresisde todo el Cala lucha contra particularmente, del capital d Canadá. A la hicba de ciases contra los •aonopolios y la e^>k>tación caJMCS del Canadá, » EK. UU. en los » economía— vienacional de colosales problegravitan so dominante TÍO Estado. =. la actual estrucdel Canadá fran•D can la Constitución
dictada por el imperialismo inglés [que no otra cosa es Ja Constitución canadiense], sino también a toda la -estructura estatal del país. Las nueve provincias que componen la nación canadiense de habla inglesa, son provincias merced a la -existencia del Canadá francés; dicho en otros términos, la división del país en «provincias», con lo cual quedó establecida la desigualdad nacional d-e loi franco canadienses en el Acta de la América Británica del Norte, es al mismo tiempo el fundamento sobre el que las nueve provincias restantes -basan sus relaciones con el Gobierno central federal. El movimiento por la ampliación del autogobierno local entre las nueve provincias de habla inglesa arranca históricamente del Estatuto provincial del Canadá francés. Si se efectúa una revisión de la Constitución a fin d-e reconocer al Canadá francés como Estado nacional en el marco de una nueva federación, las relaciones entre el Gobierno federal y las nueve provincias de habla inglesa también deberán ser revisadas. Toda la estructura del Estado, hábilmente ideada para petuar el dominio de la burguesía anglo-oanadi-snse, la está echando por tierra la revo>n nacional franco-canadiense. Este es un ejemplo evidente de que en un país imperialista moderno el problema nacional no de desligarse de todoa los demás problemas tanto en lo que concierne a la economía como a propia estructura estatal. Y todo está ocurriendo no en el período de formación de los ados capitalistas, sino en el período de su declive. -< ¿Qué actitud adopta ante esta crisis la burguesía anglo-canadiense? Como sabiamente seña:ara Lenin, la burguesía opina que no exis=ituaciones sin salida. Por eso., la clase do:ante anglo-canadiense pretende desesperadamente reducir la crisis de su -estructura estatal a un problema de idioma y de cultura. El Gobierno federal ha instituido un orga::io llamado «comisión 'bilingüe y bicultuEn sus funciones entra la misión de estudiar las vías para que los franco-canadienses y los canadienses de habla inglesa puedan «reSU3 divergencias mediante un mejor co>;-:miento del idioma y la cultura de ambas -onalidades. Esta es una forma bastante .bil e inescrupulosa de tergiversar la realidad 1 problema; pues no se trata de que los canadisnses de habla inglesa tengan necesidad e aprender el idioma francés [y al reveo], ni ; ambas nacionalidades conozcan mejor dos culturáis, sino de conceder al pueblo franco-canadiense el derecho a la autodeter; n. e incluso a la separación, y de que no lo reconozca la clase anglo-canadominante.
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El problema se complica todavía más por el hecho Y El, PROBLEMA de que la nación NACIONAL canadiense de haEN EL CANADÁ bla inglesa, constituida a lo largo de los últimas cien añas,, pretende ahora expresar más claramente su integridad bajo el influjo de los acontecimientos del Canadá francés. Procedentes de Europa Central llegaron ai Canadá gran número de inmigrantes, con sus propios sentimientos nacionales y sus tradiciones, y con frecuencia, como ocurrió en el último período, elementos reaccionarios expatriados como consecuencia de los conflictos sociales en Europa. Algunos de sus representantes exigen «derechos étnicos» a la par con el reconocimiento de los «derechos culturales» de los franco-canadienses y que se les equipare a la nación franco-canadiense. Reclaman una autonomía cultural que les asegure el reconocimiento como «minorías nacionales». Pero está claro que no constituyen tales minorías. Son grupos de personas de diversas procedencias nacionales, fundidos con la nación canadiense de habla inglesa, y en algunos caso.'i con la nación franco-canadiense. Aunque existen todas las razones para apoyar su derecho a mantener su herencia cultural y el idioma de sus antepasados hasta el momento que lo deseen, esto en ningún sentido constituye una cuestión de Estado ya que a diferencia de los franco-canadienses no pueden £-ar considerados como nación. La burguesía anglo-canadiense fomenta de buen grado esta separación entre los canadienses, viendo fin ella el medio para, aplazar la solución definitiva y justa del problema nacional en el país. La complejidad de este problema la denota incluso la terminología del presente artículo. No ofrece dificultad delimitar el Canadá francés y encuadrar a los franco-canadienses como nación, pero resulta difícil determinar el Canadá de habla inglesa. El término «de habla inglesa» se utiliza porque muchos habitantes del Canadá inglés son de procedencia multinacional. Sin embargo, se destacan porque en su vida cotidiana emplean el idioma inglés y en las escuelas la enseñanza se realiza en inglés. La burguesía dominante es de procedencia anglo-canadiense, pero no así el pueblo en su conjunto. Por eso podemos denominar «anglo-oanadiense» a la burguesía dominante, aunque nos venios precisados a decir «canadienses de habla inglesa» para designar al resto de la población de Canadá a diferencia de los franco-canadienses. Las mejores palabras para designar a las LAS NACIONES
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dos naciones que pueblan Canadá son «canadian» para los que viven en el Canadá de ha> bla inglesa, y «canadien» para los franco-canadienses, denominaciones que emplean ellos mismos y que posiblemente en el futuro tengan amplia difusión. Si bien la revolución democrática nacional franco-canadiense complica el problema a la burguesía anglo-canadiense dominante, al mismo tiempo plantea el problema de la unidad de todos los canadienses. En el país predomina el chovinismo anglo-canadiense, es decir,, el sentimiento de «superioridad» expresado por la burguesía anglo-canadiense y compartido por muchos canadienses que hablan en inglés. Esta manifestación de los sentimientos antifranco-camadielnses, profundamente arraigados en la población del Canadá de habla inglesa, es resultado del sistema de enseñanza y de la «sicología» inculcada por la clase dominante. Para contrarrestar los intentos de la burguesía anglo-canadiense de eternizar este chovinismo, es necesario realizar una gran labor educativa e ideológica, sobre todo en el Canadá de habla inglesa. Por otra parte, en el Canadá francés se observan manifestaciones de provincialismo estrecho y de exclusivismo, pero en la actualidad esto no constituye el problema principal para la clase obrera canadiense. La necesidad más urgente es que los obreros canadienses de habla inglesa reconozcan los derechos nacionales de sus hermanos de clase franco-canadienses. ¿Cuáles son las posiciones de clase adoptadas en ei curso de esta crisis, y cuáles las relaciones entre las clases? La burguesía anglo-canadiense doLA POLÍTICA minante se resiste DE LA BURGUESÍA a la solución jusANGLO-CANADIENSE ta y democrática del problema nacional en el país. Por tradición considera al Canada francés una sociedad inferior, de segundo orden. Extrae ventajas especiales de la desigualdad económica del pueblo franco-canadiense. [Aquí se debe señalar que la exigencia de igualdad económica no debe considerarse aislada del nacionalismo franco-canadiense en su con. junto; sería un gran error buscar la justificación de los anhelos del pueblo franco-canadiense sólo y exclusivamente en su situación económica: «sto significaría vulgarizar el marxismo «n el problema nacional]. La clase anglo-canadiense gobernante no tratará de resolver el problema nacional del Canadá francés si no es en detrimento del pueblo franco-canadiense y, en realidad, de toda la so. ciedad canadiense. La solución justa y demo-
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orática del problema franco-canadiense, es decir, el reconocimiento del derecho de los franco-canadienses a la autodeterminación e incluso a su separación de la discriminatoria unión federal que les fue impuesta en 1867, pondría al desnudo todas las contradicciones de la estructura del Estado burgués. Por eso, la burguesía anglo-canadiense se opone a tal solución. De ella puede esperarse que recurra a toda clase de artimañas demagógicas para evitar la solución radical del problema. Se puede esperar que logre cierto apoyo a sus llamadas «soluciones», por parte de aquellos representantes burgueses y pequeñoburgueses anglo-canadienses que dirigen los gobiernas en las provincias de habla inglesa. Puede obtener también el respaldo a su evasiva de solución tajante por parte de considerables capas de la clase obrera de habla inglesa, que desean seguir manteniendo sus privilegios y ventajas. Pero el curso objetivo del desarrollo conduce hacia una lucha más enérgica y decidida del pueblo franco-canadiense por la autodeterminación. Esta lucha contra las clases dirigentes anglo-canadienses se incrementará. Puede tener un carácter pacifico, pero también puede transformarse en un movimiento libertador armado, según el carácter y el grado de resistencia que ofrezca la burguesía anglo-canadiense a estas justas reivindicaciones. La burguesía anglo-canadiense deberá tener en cuenta también el aspecto internacional de la revolución democrática nacional franco-canadiense. Ahora, cuando en todo el mundo las revoluciones nacional-libertadoras cierran filas con la revolución socialista en la amplia lucha por la democracia y la independencia nacional, contra el imperialismo norteamericano, el movimiento nacional franco-canadiense recibe un fuerte impulso del exterior. Esto limita el campo de maniobra de la burguesía anglo-canadiense, si bien es de esperar que aproveche hasta el fin los medios que le queden. Las capas medias del Canadá francés marchan a la vanguardia del movimiento nacional. Las capas medias del Canadá de habla inglesa apoyan,, ©n su mayoría, las actuales condiciones de la Federación. Hasta ahora es muy reducido el terreno para un acercamiento entre la intelectualidad del Canadá francés y la del resto del país. Y esta es una gran deficiencia. La burguesía franco - canadienLOS INTERESES se, que tiene*sus DE LA BURGUESÍA propios intereses FRANCO-CANADIENSE de clase en orden a la industrialización de Quebec y que arde en deseos de «recuperar lo perdido», se pronuncia en favor
de algunas libertad< franco-canadiense. I actúa ai unísono ci dien.se, como ocurrí de 1867. A quienes obreros. Sin embar¡ pas de la burgués!; alzan su voz de p: rancia de EE. UU. antinorteamericanoí terreno abonado p£ reses entre estas ca franco-canadiense. a choques como a lo que se refiere a nada francés. En la actualidad entendimiento entr diense y el ala ax guesía canadiense. cir en qué medida factor político. Sin integrantes del me .ense es el des amplias de la bui recibir lo que ella i del producto suple del trabajo. POR LA SOLID DE LOS OBRE DE AMBAS NACIONALIDAI y la del Canadá soluciones de los y del Congreso Ca indicios de una cr momento no se r« de los obreros de por una nueva Ce igualdad de las de La dirección de [así se llama el Canadá, que es u jeros de afiliación apoyo completo a franco-canadienses ga con las palabn forma de «federa i forma, una • dos naciones, unión federativa. no de la nació zar su propio Est el Partido Demócr cía insignificante dienses. Los esfu€ masas en el Can<
LOS COMUNISTAS Y EL PROBLEMA NACIONAL
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francés mar.•üeulo nacional. de habla inglesa condiciones muy reducientre la aneé» y te. del resto deficiencia. burguesía franco - canadiense. que tiene *sus propios intereses de clase en orden a la indusen deseos de en favor
algunas libertades nacionales para la nación p.co-canadiense. Pero en momentos de crisis la ai unisono con la burguesía anglo-eana:v;e, como ocurrió antee, durante y después de 1867. A quienes más teme es a sus propios obreros. Sin embargo, puesto que entre las ca- de la burguesía anglo-canadiense que más tn su voz de protesta contra la preponderancia de EE. UU. aumentan los sentimientos antinorteamericanos y «nacionalistas», existe •eno abonado para una comunidad de inters entre estas capas y la burguesía nacional neo-canadiense. Esto puede conducir tanto a choques como a compromisos entre ellas en o que se refiere a la forma de «tratar» al Canadá francés. En la actualidad existen síntomas de cierto endimiento entre la burguesía franco-canadiense y el ala antinorteamericana de la burguesía canadiense. Por ahora no es posible deen qué medida esto se transformará en un factor político. Sin embargo., una de las partes gran tes del movimiento nacional franco-caiiense es el deseo de capas cada vez más amplias de la burguesía franco-canadiense de -bir lo que ella considera su «parte legítima^ 1 producto suplementario de la explotación del trabajo. Por ahora no POR LA SOLIDARIDAD existe una soliDE LOS OBREROS daridad real y DE AMBAS efectiva entre la NACIONALIDADES clase obrera del Canadá francéfe •„ del Canadá de habla inglesa. En las resoluciones de los sindicatos franco-canadienses y del Congreso Canadiense del Trabajo existen indicios de una creciente comprensión, mas de momento no se registran acciones coordinadas de los obreros de ambas naciones en la lucha por una nueva Constitución que se base en la Idad de las das naciones. La dirección del Partido Demócrata Nuevo se llama el Partido Socialdemócrata de Canadá, que es un partido de obreros y granjeros de afiliación colectiva] procura eludir el apoyo completo a los derechos nacionales de los :-.eo-canadiens>es. La dirección del PDN juega con las palabras y discurre acerca de cierta forma de «federalismo cooperativo», dicho de otra forma, una «colaboración» nebulosa entre las dos naciones, basada en la existencia de la anión federativa, pero que no reconozca el derecho de la nación franco-canadiense a organizar su propio Estado. Por esta y otras causas el Partido Demócrata Nuevo tiene una influencia insignificante entre las masas franco-canaLos esfuerzos para formar un PDN de en el Canadá francés fracasaron princi-
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palmente porque este partido no defiende ¡la liberación nacional de los franco-canadienses. La dirección del PDN está contaminada del chovinismo anglo-canadiense. Incluso aquellos de sus representantes que reconocen la justeza histói'ica del movimiento franco-canadiense se abstienen de hacer conclusiones definitivas;, temiendo enfrentarse con el pertinaz chovinismo de sus secuaces. En el Canadá francés se observa una creciente inclinación a las concepciones socialistas. Es significativo que durante la marcha; hacia los edificios gubernamentales en la ciudad de Quebec los estudiantes universitarios franco-canadienses llevasen pancartas en las que se podía leer: «¡Abajo la política burguesa! ¡Exigimos una política social!» Se formó el Partido Socialista franco-canadiense, que se pronuncia por la autodeterminación y las transformaciones socialistas. Sobre el Partido EL PROGRAMA Comunista treDE LOS COMUNISTAS cae la respetosaEN EL PROBLEMA bilidad de traNACIONAL zar un programa consecuentemente intemacionalista y democrático de la clase obrera con relación a la lucha del pueblo franco-canadiense y de explicarlo a las masas. Durante más de treinta años el Partido Comunista ha venido apoyando los derechos nacionales de los franco-canadienses. Sin embargo, hasta el último tiempo no había reivindicado directamente una nueva Constitución como medio principal para la solución democrática del problema nacional. El programa del Partido Comunista exigía que se pusiera término a la desigualdad nacional de que es víctima el pueblo franco-canadiense, pero no exponía un programa completo de aplicación del principio marxista de la autodeterminación nacional en las condiciones de Canadá. Fue preciso el auge del movimiento masivo del pueblo franco-canadiense para que se llegara a comprender que en el Canadá francés existen no sólo lamentaciones en cuanto a la desigualdad nacional, sino una demanda potencial, y ahora activa, de la plena autodeterminación ¡nacional. El Partido Comunista tiene actualmente bien en cuenta esta demanda. Así, pues, la nación franco-canadiense debe tener su propio gobierno y administrar plenamente sus asuntos particulares. La solución mejor y más pacífica sería la celebración de nuevas negociaciones sobre las condiciones de la unión federal entre ambos Cañadas. Se debe convocar una conferencia constitucional de representantes del Canadá de habla inglesa y
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del Canadá francés, con iguales poderes electorales para los representantes de las dos naciones; todos los asuntos de importancia deberán ser resueltos por decisión unánime^, es decir, sin concedérsele derecho de veto a la mayoría anglo-canadiense. Los derechos nacionales del Estado francocanadiense deberán ¡ser expuelstos detalladamente en consonancia con la idea del pueblo franco-canadiense acerca de su Estado nacional. Se podría ¿legar a un entendimiento en el caso de que, mediante la expresión democrática ds la voluntad popular, se reconociese a ambas naciones el derecho a separarse de la unión federal. Se podría también instituir un órgano federal investido de determinados derechos en la esfera de las relaciones internacionales, el comercio exterior, etc., es decir,, con poderes delegados por cada integrante de la confederación de naciones. Es indudable que, a causa de los prejuicios arraigados durante la existencia del Canadá francés como miembro subordinado de la actual unión federal, se tropezará con no pocas dificultades para concertar semejante acuerdo. Pero es completamente clara y cada vez adquiere mayor peso la idea de que para que siga existiendo el Estado canadiense, integrado por dos naciones., debe celebrarse una conferencia constitucional. Durante el siglo transcurrido ha venido existiendo una determinada integridad del Canadá, no tanto en el interior del país como en las relaciones exteriores y en el comercio con otros países. Esto es un gran progreso. Hay que rendir homenaje al democratismo de los canadienses de ambas naciones: en Jos casi cien años de existencia de la actual unión federal no se ha producido entre los dos pueblos ninguna explosión grave de violencia. Este progreso se puede y se debe mantener, pero sólo a base de reconocer al Canadá francés como nación con plenos derechos. Si la 'burguesía anglo-canadien/re no acepta esta solución democrática del problema en aras de la renovación del Estado canadiense sobre principios de justicia nacional, o si tal solución no es apoyada por las masas canadienses de habla inglesa, entonces la perseverante lucha nacional-libertadora de los franco-canadienses puede llevar a la desmembración de Canadá. Esto sería un retroceso.
M OK B I S
La división del Estado y de la sociedad canadienses favorecería a los intereses de Estados Unidos. Los norteamericanos pescarían en río revuelto. Al mismo tiempo, sería completamente erróneo chantajear a las franco-canadienses, como lo hacen ciertos políticosi. proponiéndoles que renuncien voluntariamente a sus reivindicaciones nacionales para así impedir que EE. UU. logren sus objetivos expansionistas con respecto a Canadá. Como indican los comunistas, a la presión norteamericana £e le podrá ofrecer la máxima resistencia si los dos Cañadas se unifican sobre la base de un nuevo pacto federal. Mientras la división del país debilitaría la sociedad canadiense y favorecería los intereses de los monopolios norteamericanos, la nueva federación de las dos naciones intensificaría la resistencia de todo el Canadá a los Estados Unidos. El movimiento de liberación franco'-ícanadiense por la autodeterminación y por la transformación democrática del Estado canadiense constituye la base de otros muchos problemas sociales. En el período actual de la evolución del mundo no es po~ible reducir un movimiento nacional de esta naturaleza y en un país capitalista tan desarrollado como Canadá al estrecho imarco legal burgués. Las demandas sociales antimonopolistas del pueblo canadiense con vistas a establecer el control democrático sobre el gran capital, a facilitar al pueblo los 'beneficios de la nueva revolución científico-técnica, a asegurar la paz y a imponer una política comercial nueva, se han fundido con la lucha de los franco canadienses por la liberación nacional. El reciente XVIII Congreso del Partido Comunista del Canadá ha formulado la íntima conexión existente entre la política democrático-nacional y la política de la clase obrera en su programa de tres puntos: por la paz y el desarme; por una nueva Constitución canadiense; por una nueva política económica,, encaminada a liquidar e¡l poder de los monopolios. El auge de la revolución democrática y nacional en un Estado imperialista como Canadá constituye una clara confirmación de la justeza de la teoría marxista-leninista, según la cual en el período del imperialismo los movimientos nacionales toman, inevitablemente, un carácter antiimperialista y son parte integrante del movimiento de liberación orientado al socialismo.
Probleír de la Po
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Problemas actuales del desarrollo de la Polonia Popular por ARTUR STAREWICZ
«1 IV Congreso de nuestro Partido se ha reunido en vísperas del vigésimo aniversario de la Polonia Popular. Los éxitos conseguidos en estos 20 años de edificación del socialismo están en la base de los acuerdos del Congreso, orientados a resolver los problemas claves del desarrollo económico y social del país y a ceguir fortaleciendo las posiciones de Polonia en el ámbito mundial. Después de empuñar las riendas del Gobierno 'los trabajadores polacos han conducido al país por la senda de la edificación del socialismo, y en dos decenios han transformado radicalmente su fisonomía. Polonia, que en el pasado había sido un país débil,, atrasado en 10 económico y lo cultural, arruinado además por la guerra y la ocupación, se convirtió en un fuerte Estado socialista industrial-agrario, dotado de todas las condiciones para alcanzar, en el curso de una generación, el nivel de tos países más desarrollados de Europa. Implacablemente explotada por el capital extranjero, considerada por las potencias europeas como moneda de cambio de sus chalaneos y como plaza de armas antisoviética, hollada por las botas de la soldadesca en cada gran conflagración europea, Polonia se ha convertido en un Estado independiente, unido por una estrecha alianza y amistad a los vecinos países del campo del socialismo y de la paz. Durante los años de Poder popular, la producción industrial se multiplicó por 9 en comparación con el nivel de anteguerra, y por 10 calculada per cápita. La producción agropecuaria por hectárea d« tierra de labor se incrementó en un 67%. La renta nacional se ha triplicado. De una población de 30 millones cinco menos que en vísperas de la guerra—, 11 millones están ocupados en la agricultura [antes de la guerra eran 21 millones]. El núde obreros y empleados ocupados en los otros sectores de la economía nacional ha pa-
sado de 2 9 millones a 8,.5 millonee; el de obr-eroi industriales se ha cuadruplicado. El socialismo ha puesto en acción la enorme energía creadora de los trabajadores e incorporó a la producción a las fuerzas vivificadoras populares, que en la Polonia burguesa no podían ser debidamente aprovechadas. ** través del informe del primer secretario del CC, camarada Gomulka, y de los acuerdos tomados, el IV Congreso del Partido Obrero Unificado Polaco trazó las nu-evas perspectiva/} de desarrollo del país y fijó la posición de nuestro Partido en los problemas más importantes de la política interior y exterior, así como en los que afectan al movimiento comunista internacional. La atención del Congreso se centró en los problemas concretos del desarrollo económico, singularmente en las directivas para el plan quinquenal de desarrollo de la economía na cional durante los años 1966-1970. El país e'tá pasando por un proceso de industrialización intensiva, con un rápido desarrollo de las fuerzas productivas y de la bas-e técnica moderna para toda la economía nacional . De acuerdo con el nuevo plan quinquenal, la producción de medios de producción seguirá a un ritmo más acelerado qu>e la de artículos de uso y consumo, aunque la diferencia será menor que en el presente quinquenio. En la industria se producirán nuevos cambios estructurales, fundamentalmente en el sentido de un crecimiento en la fabricación de artículos modernos de las industrias química y de construcciones mecánicas. Dentro del incremento general de la producción industrial en un 4547%, la industria de construcciones mecánicas aumentará su producción en un 65-67% y la química caei en un 100%.
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Sucesivo desarrollo de 'la industria sobre la base de los nuevos adelantos de la ciencia y la técnica y con el máximo aprovechamiento de las potencias instaladas y la elección de las inversiones más económicas y eficaces, a la vez que se amplía la base nacional de energía y materias primas: tal es la primera directiva general del nuevo plan quinquenal. La agricultura,, segunda rama en importancia de nuestra economía nacional, viene intensificándo,-e sin cesar desde hace varios años. Se está produciendo en ella un proceso gradual de socialización de la actividad económica. Pero si bien la producción agropecuaria ha venido incrementándose durante los últimos diez años a un promedio anual del 3%, dado el rápido crecimiento de la demanda de productos del campo, el volumen de la misma, sobre todo en lo que respecta a cereales y forrajes, no responde a dicha demanda y nos obliga a importar cada año grandes cantidades de grano. ' La solución del problema cerealista es una de las tareas más importantes del futuro quinquenio. El amplio programa de medidas que ¿e piensa aplicar en este orden presupone el aumento del rendimiento de los cultivos de cereales en un promedio de 3,5-4 quintales métricos por hectárea, un más amplio aprovechamiento en la ganadería de los piensos concentrados con un elevado contenido protemico, en sustitución de los cereales, y la intensificación de todas las ramas de la agricultura. Para cumplir este programa es preciso aumentar en un 150% el empleo de abonos minerales por hectárea, realizar grandes obras de mejoramiento del suelo e incrementar al doble o al triple la mecanización de las labores agrícolasEl desarrollo de los cultivos debe ir por delante del desarrollo de la ganadería. Las grandes inversiones proyectadas paira la agricultura, así como para las ramas de las industrias químicas y de construcciones mecánicas que atienden a las necesidades del campo [la cuarta parte de las inversiones previstas por el plan quinquenal] deberán asegurar el cumplimiento de este programa. El plan estipula un aumento del peso correspondiente a los medios de producción agrope cuaria de propiedad social. Las haciendas campesinas individuales, que dan el grueso de la producción agropecuaria y están ligadas a la economía socialista planificada a través del sistema estatal de venta y abastecimiento y de la contratación y los créditos,, seguirán ampliando y modernizando sus explotaciones y elevando su rendimiento, sobre todo mediante la organización de formas sociales de activi
dad económica y la utilización de los medios modernos de producción. La intensificación de la agricultura mediante la ampliación de su base técnica, un considerable mejoramiento del suministro de medios de producción y el sucesivo perfeccionamiento de los métodos agro y zootécnicos, a la par con el desarrollo de los elementos de la economía social socialista, es lo que constituye la segunda directiva general del plan quinquenal. El desarrollo de la economía nacional de Polonia depende en gran medida del incremento del comercio exterior. De cada cuatro obreros polacos, uno trabaja con materias primas Importadas. Para poder asegurar la importación de las materias primas y materiales, así como del equipo industrial no producido en el país, es preciso aumentar la exportación, y fundamentalmente la exportación de maquinaria, equipos y artículos industriales acabados. El plan quinquenal prevé un aumento del 100% para la exportación de maquinaria y del 200 por ciento para la de productos químicos. El primer lugar en nuestro comercio exterior corresponde, y seguirá correspondiendo en el futuro, al intercambio y la colaboración económica con los países socialistas, y ante todo con la Unión Soviética, Checoslovaquia, la República Democrática Alemana y los demás países miembros del Consejo de Interayuda Económica. Polonia está sumamente interesada en la intensificación de la colaboración económica entre los países socialistas, en la coordinación a largo plazo de los planes económicos de dichos países, en la especiallzación, la amplia cooperación y el aprovechamiento conjunto de los recursos energéticos y de materias primas, en condiciones recíprocamente ventajosas, para satisfacer las necesidades de la economía nacional de los países hermanos. El plan prevé asimismo un extenso intercambio comercial y una amplia colaboración eco nómica con los nuevos Estados de Asia y África y con los países latinoamericanos, teniendo en cuenta la", necesidades del desarrollo de estos países. Seguiremos fomentando el comercio recíprocamente ventajoso con los países ca pitalistas de Europa Occidental y con los Estados Unidos, siempre y cuando no se oponga a ello una discriminación que limite la importación de mercancías polacas a dichos países u otras acciones que vayan en detrimento de nuestra exportación. El incremento de la exportación y su transformación estructural con vistas a que en ella tengan mayor peso los artículos industriales que materialicen mayor cantidad de trabajo y
PEOB: sean más rentables, sica del plan quinqi Polonia es un p£ rápido incremento < por el elevado din; mográfico. Durai cerca de 3,3 milloni edad ilaboral [18 a tendrán instrucción perior y una calil cualquier generada una juventud con mada en la escuela sociedad socialista, millón y medio de do3. Como consecu siderable remozamii das las raimas de cepción hecha de li La creación de c puestos de trabajo economía nacional, ra asegurar el pleí jóvenes fuerzas crí del desarrollo de la mejor satisfacción < ciedad, es la cuart futuro quinquenio. La acertada plan T.ómico del país ex de reservas para la :ura y la existenci; el comercio exterio en la planificación namiento de los ba mico. Los actualeí y administración ya ría correlación directrices del plan terial para los tra ni responden a las ción intersectorial 3 Una condición ii de la planificación de índices de prodi cadores económicos global no puei tablecer la cuantía picados, las norma; bajo y el nivel de i tablecer un sistema los índices correspo El estímulo mate do el sistema de sí tribuir al progreso la productividad de] la calidad, a la ec« aprovechamiento de producción. La ref<
PROBLEMAS ACTUALES DEL DESARROLLO DE LA POLONIA POPULA»
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sean más rentables, es la tercera directiva básica del plan quinquenal. Polonia es un país que se distingue por el rápido incremento de la joven mano de obra, por el elevado dinamismo del crecimiento demográfico. Durante el próximo quinquenio, cerca de 3,3 millones de jóvenes alcanzarán la edad (laboral [18 años]. La mayoría de ellos tendrán instrucción especializada media y superior y una calificación mayor que la de cualquier generación joven precedente. Será una juventud con una nueva conciencia, formada en la escuela socialista y educada en la sociedad socialista. Al mismo tiempo,, cerca de millón y medio de trabajadores serán jubilados. Como consecuencia se producirá un considerable remozamiento de los cuadros de todas las raimas de 'la economía nacional, excepción hecha de la agricultura. La creación de casi 1,5 millones de nuevos puestos de trabajo en todas las ramas de la economía nacional, excepto la agricultura, para asegurar el pleno aprovechamiento de las jóvenes fuerzas creadoras del pueblo en bien del desarrollo de la economía del país y de la mejor satisfacción de las necesidades de la sociedad, es la cuarta directiva básica para el futuro quinquenio.
La acertada planificación del desarrollo económico del país exige ante todo la formación de reservas para las inversiones en la agricultura y la existencia de medios de pago para el comercio exterior; exige mayor flexibilidad en la planificación económica y el perfeccionamiento ide los balances y del análisis económico. Los actuales métodos de planificación y administración ya no pueden asegurar la necesaria correlación y concordancia entre las directrices del plan central y el incentivo material para los trabajadores de las empresas ni responden a las necesidades de la coordinación intersectorial y local. Una condición ineludible del (mejoramiento de la planificación y lia dirección es el empleo de índices de producción correctos y de indicadores económicos más flexibles. La producción global no puede ser un criterio para establecer la cuantía numérica de obreros y empleados, las normas de productividad del trabajo y el nivel de 'los salarios. Es preciso establecer un sistema dé indicadores basados en los índices correspondientes al producto neto. El estímulo material, y por consiguiente todo e'l sistema de salarios y primas, debe contribuir al progreso técnico, al incremento de la productividad del trabajo, a la elevación de la calidad, a la economía de materiales y al aprovechamiento de todas las reservas de la producción. La reforma del sistema de direc-
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ción debe elevar el papel de las agrupaciones industriales, ante todo en la planificación y la coordinación de la producción; debe impulsar la amplia utilización del principio del cálculo económico y contribuir a que tales agrupaciones gocen de mayor autonomía económica. A medida que se vayan perfeccionando los métodos de planificación y dirección irá elevándose el papel de la autogestión obrera,, sistema que en nuestras condiciones asegura la activa participación de los representantes del personal de las fábricas, de los sindicatos y de las organizaciones del Partido en la dirección de Has empresas. La autogestión obrera se ha convertido en un instrumento eficaz del control público sobre la gestión de la industria socialista. El perfeccionamiento de los métodos de planificación y dirección, teniendo en cuenta las nuevas exigencias del rápido y amplio desarrollo de la economía nacional, así como el fortalecimiento de la autogestión obrera, constituyen la quinta tarea fundamental de nuestras actividades durante los próximos años.
El cumplimiento de estas tareas claves del desarrollo económico del país elevará el bienestar material y el nivel cultural del pueblo. El aumento planificado para la renta nacional es de un 30% y para el fondo de consumo, de un 27 por ciento. La discusión nacional que ha precedido al Congreso del Partido ha confirmado plenamente que disponemos de todo lo necesario para cumplir el programa de desarrollo económico, asegurar el crecimiento de las fuerzas productivas y aumentar el bienestar del pueblo. El desarrollo de la base material de la sociedad socialista ha sido y sigue siendo el factor principal de la edificación del nuevo régimen, el factor determinante de todo el conjunto de los cambios político-sociales en Polonia. El Congreso centró precisamente su atención en este aspecto de la actividad de dirección del Partido y trazó las principales orientaciones de su política en lo tocante al desarrollo de la democracia socialista, al moldeamiento de lia conciencia socialista del pueblo y al desarrollo de la cultura, así como en lo que respecta a la labor en el seno del propio Partido. Como consecuencia del desarrollo del socialismo y de la profunda modificación de toda la estructura de clase de la sociedad polaca, así como del proceso de remozamiento de su estructura demográfica, han desaparecido de nuestra vida las viejas clases sociales y las fuerzas políticjas reaccionarias que ¡trataban de apartar a Polonia de 'la órbita del mundo socialista y restablecer el capitalismo en el
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país [sin contar a la parte de Jas jerarquías de la Iglesia que se niega a aceptar el nuevo régimen]. Por esa razón han sido considerablemente restringidos los métodos de coerción del pod-er público, y particularmente las medidas represivas, con respecto a los adversarios políticos. Puede decirse que en nuestro país no existen prácticamente presos políticos. Pero la 'lucha prosigue, ante todo en la esfera político-ideológica. Es una lucha contra las supervivencias del capitalismo en la conciencia de los hombres, contra ia mentalidad pequeñoburguesa, por una nueva actitud ante el trabajo, ante el Estado y anta la propiedad social; una lucha contra la influencia de la propaganda imperialista, que aprovecha para sus fine," cualquier dificultad nuestra y trata de inculcar el culto al modo de vida occidental. Se lucha contra el clericalismo, por la total secularización de la vida y por la tolerancia religiosa, contra el nacionalismo,, por la educación patriótica e internacionalista de la juventud, de todo el pueblo. Se lucha por el contenido socialista de la cultura nacional. Los acuerdos del Congreso dan un contenido concreto a estas tareas ideológicas y políticas del Partido.
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uestro Partido siempre ha considerado sin tareas nacionales en indisoluble vinculación con la lucha de las fuerzas del socialismo y de la paz, y que su aspiración a hacer de Polonia un Estado socialista moderno con una economía altamente desarrollada y un elevado nivel cultural es su aportación más real a la emulación del socialismo con el capitalismo. El Congreso enjuició las principales tendencias del desarrollo de ¡la actual situación internacional en el mundo y en Europa y concentró su atención en el problema alemán, así como en «1 de las discrepancias en el seno del movimiento comunista mundial. El problema alemán sigue siendo lo que origina el mayor peligro para la paz. En Alemania siguen encendidos los rescoldos de un conflicto que al menor choque puede convertirle en la hoguera de una guerra mundial. La causa de este conflicto no es en modo alguno la existencia de dos Estados alemanes. La verdadera causa reside en la política de las potencias occidentales, principalmente de loe Estados Unidos, que inmediatamente después de la terminación de la segunda guerra mundial se plantearon el objetivo de restablecer el Estado militarista alemán y utilizarlo como fuerza de choque contra el campo socialista. Estos planes tomaron cuerpo en la República Federal Alemana,, Estado imperialista agresivo que
se ha convertido en la segunda potencia económica del mundo capitalista y en la principal fuerza militar europea del Pacto Atlántico. La política de la RFA, que proclama abiertamente su propósito de «unificar Alemania med'ante la anexión de la República Democrática Alemana y plantea reivindicaciones territoriales a Polonia, Checoslovaquia y la URSS, constituye el mayor peligro de agravación de la tirantez en Europa. El imperialismo alemán obstaculiza la conclusión del tratado de paz, ya que quiere resarcirse de la. derrota sufrida en la segunda guerra mundial. En esta situación entrañan graves consecuencias los planes de rearme atómico del ejército alemán, exigido con toda la energía por los militaristas germanooccidentales. La consecuencia directa de tal paso, preparado ahora mediante la organización de las lla>madas fuerzas nucleares multillaterale", sería un cambio sustancial en la correlación de fuerzas dentro del bloque occidental en favor d-e las tendencias más agresivas y aventureras en el seno de la OTAN. Los políticos occidentales que se engañan a sí mismos y engañan a los demás diciendo que al permitir el acceso de la RFA a las armas nucleares moderarían las pretensiones de Bonn y conseguirían mantener el control sobre el imperialismo germanooccidental, co'locan a sus países ante el riesgo de verse arrastrados a conflictos que implicarían el peligro de una conflagración mundial. Al fracasar la «política de fuerza-> y el chantaje atómico, los medios dirigentes de la OTAN, que no han renunciado a ¡a carrera armamentista ni a los métodos de la guerra fría, confían -en la llamada desintegración, es decir, en la desunión de dos países socialistas, para lo cual aprovechan las discrepancias en el movimiento comunista internacional. Determinados círculos occidentales, particularmente de la RFA, han realizado repetidos intentos de debilitar nuestro firme apoyo a la política ds la URSS y de la RDA en la cuestión alemana e incluso han tratado de enfrentarnos con la República Democrática Alemana. Pero todo ha sido en vano. El IV Congreso del Partido señaló con todo vigor nuestro inquebrantable y pleno apoyo a la Unión Soviética, la RDA y los Estados socialistas en todas las cuestiones de principio de la lucha internacional ¡por la paz, la independencia de los pueblos y el socialismo. «En la unidad de los países socialistas sobre la base de los principios del internacionalismo, la igualdad y la ayuda mutua —dijo el camarada Gomulka en su informe ante el Congreso— vemos la principal garantía del mantenimiento de la paz en todo el mundo, a la vez
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que la condición miento de la posic tigio política de n Estados socialista; La única posibil; alemán y acabar Europa es reconoc respetar sus derecl permanentes las a nia, renunciar al E'tados alemanes. Berlín Occidental paz. Polonia se £ principio de la ce países capitalistas, propuesta de crear Europa Central, a puesta, que signifii yor. según la cua mamento,3 nucleare, cer esta propuesta, deseo de facilitar principales problem ropa, sin lo cual sión sustancial y d El POUP consid IV Congreso— que de los partidos ma der en los Estada factor decisivo de ] campo socialista, 1 la superioridad de socialismo sobie la y de la guerra». Partiendo de esto do hizo un análieij posiciones ideológicí del Partido Co Jos problemas fund la paz, la liberaciói el roeialismo se ha elaborada conji comunistas y obrer emprendido el peligí Desechando todas todas las supuestas i ¡rigentes del P1 para velar el vergencias el cama me la posición mas más importante de las actuales disc La plataforma pa: rigentes del PCCh a tante mayoría de 1 obreros se distingue ciado de la vida y n ta concreta y realü blemas claves de la
PROBLEMAS ACTUALES DEL DESARROLLO DE LA POLONIA POPULAR
potencia ecoprincipal lántico. «•fama abiertanania meDemocrátiiones territo.a URSS, agravación de ismo ale1 tratado de !a derrota su•ís con.setiico del ejérmn ta entrgía por los . La consecuenra
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decir, en • r í i l ' i T i ~ para lo ífmm " i en el mo•al. Determinaicnlarmente de dos intentes de i a la política - la cu-estión : rentarnos Ltica Alemana. Congreso K>- rigor nuestro inla Unión Sovié; 5 en toce la lucha inladependencia de s sobre íternacionalismo, —dijo el carnaante el Congredel manteido. a la vez
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La tarea mas importante de nuestra época, que la condición necesaria para el .fortalecimiento de la posición internacional y del pres- dice la Declaración de 1960, es evitar una nuei política de nuestro país y de los demás va y devastadora guerra mundial, que amenaza a la vida de países y pueblos enteros y de Z.-tadoa socialistas». La única posibilidad de resolver el problema los principales centros de la civilización. Los alemán y acabar con ese foco de guerra en partidos comunistas consideran que su misión Europa es reconocer la existencia de la RDA, principal es librar a la humanidad de la pesarespetar sus derechos soberanos, aceptar como dilla de una guerra nuclear. La dirección del permanentes las actuales fronteras de Alema- PCCh rechaza esta tarea fundamental argunia, renunciar al rearme atómico de los dos yendo que ello significaría «renunciar a la miEstados alemanes, solucionar el problema de sión histórica de la revolución proletaria munBerlín Occidental y concertar el tratado de dial». El PCCh trata de imponer al movimienpaz. Polonia se guía invariablemente por el to comunista la opción entre la lucha por la principio de la coexistencia pacífica con los revolución socialista y la lucha por la paz, oppaíses capitalistas. A el'la se debe la conocida ción totalmente falsa, pues en nuestra época propuesta de crear una zona desatamizada en no se puede desligar la lucha por el socialismo Europa Central, así como también otra pro- de la lucha por prevenir una nueva guerra puesta, que significa un compromiso aún ma- mundial, de la lucha por una paz duradera. yor, según la cual serían congelados los ar- Para que triunfe el .nuevo régimen socialista mamento:; nucleares en dicho territorio. Al ha- es preciso que triunfe la causa de la paz. Los dirigentes chinos siguen repitiendo lo cer esta propuesta, Polonia se ha guiado por -el deseo de facilitar la solución pacífica de los que decía Stalin: para acabar con el peligro principales problemas con que se enfrenta Eu- de guerra hay que acabar con el imperialismo. ropa, sin lo cual es inconcebible una disten- Ahora bien, ¿cómo se puede acabar con el imperialismo? Los dirigentes chinos no dan a essión sustancial y duradera en •el mundo. «El POUP considera —dice la resolución del ta pregunta una respuesta concreta, limitánIV Congreso— que la unidad y la solidaridad dose a las exhortaciones grandilocuentes en de los partidos marxistas-leninistas en el Po- favor de la «revolución proletaria mundial». ¿Hace falta una guerra mundial para acabar der en los Estados socialistas constituyen el factor decisivo de la cohesión y el poderío del con el imperialismo? La idea de que para hacampo socialista, la condición necesaria para cer triunfar el socialismo es preciso desenca¡a superioridad de las fuerzas de lia paz y del denar una guerra nuclear mundial es incomsocialismo sobre las fuerzas del imperialismo patible con el comunismo. La razón humana se horroriza ante tal perspectiva. y de la guerra». Si el movimiento comunista rechaza la guePartiendo de esto, el IV Congreso del Partido hizo un análisis concreto y crítico de las rra, pues ésta se halla en pugna con el espíposiciones ideológicas y políticas de los dirigen- ritu del socia'lismo, debe dar una respuesta a tes del Partido Comunista de China, que en la pregunta de cómo se debe luchar para acalos problemas fundamentales de la lucha por bar con el imperialismo. Los partidos comula paz, da liberación nacional de los pueblos y nistas se atienen a los principios generales elael socialismo se han apartado de la platafor- borados en las conferencias internacionales y ma elaborada conjuntamente por los partidos proclaman unánimemente que esa lucha debecomunistas y obreros en 1957 y 1960 y han mos librarla en las condiciones de la coexisemprendido el peligroso camino de la escisión. tencia pacífica, vinculando del modo más esDesechando todas las patrañas y calumnias, trecho la causa del socialismo con !la causa de todas las supuestas diferencias planteadas por la paz. No hay nada que abogue tanto en falos1 dirigentes del PCCh y que no sirven más vor del socialismo como la lucha indomable de que para velar el verdadero fondo de las di- los partidos comunistas y de los Estados sociavergencias él camarada Gomulka fijó en su listas contra la agresión, contra la guerra, por informe la posición del POUP ante loe proble- el desarme general y completo, por la destrucmas más importantes, sustanciales y generales ción de las armas de exterminio masivo, por la coexistencia pacífica de los pueblos. Los dide las actuales discrepancias. La plataforma particular opuesta por los di- rigentes del PCCh nos aseguran que también rigentes del PCCh a las posiciones de la aplas- a ellos les es ajena la idea del triunfo del sotante mayoría de los partidos comunistas y cialismo a través de la guerra. Pero si es así, obreros se distingue por un dogmatismo divor- ¿por qué tratan de presentar el principio de ciado de la vida y no proporciona una respues- la coexistencia pacífica como «revisionismo» y ta concreta y realista a ninguno de los pro- «capitulación ante el imperialismo»? ¿Por qué dicen que la idea del desarme general y comblemas claves de la época actual.
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pleto es «un engaño premeditado a los pueblos del mundo» y un intento de «sembrar ilusiones»? ¿Por qué arremeten con tanta furia contra cualquier tentativa de acuerdo entre la Unión Soviética y los Estados Unidos, que contribuiría a disminuir la tirantez internacional? ¿Por qué silencian en su plataforma particular un frente tan importante de la lucha de clases como la competición pacífica del socialismo con el capitalismo por el logro del tmás alto nivel económico, técnico, de productividad y de condiciones de vida del pueblo? '¿Por qué se obstinan en ignorar el peligro que representa para la humanidad la guerra atómica, y se aferran a la tesis, rechazada por la Conferencia de 1960, de que si llega a estallar la guerra atómica mundial, «los pueblos victoriosos crearán con la mayor velocidad sobre las ruinas del imperialismo derrotado una civilización mi] veces superior a la existente bajo el capitalismo y construirán un futuro verdaderamente maravilloso» ? De los dirigentes chinos no hemos oído ninguna respuesta concreta a ninguna de estas preguntas, que se refieren a problemas en los que la plataforma del PCCh sale derrotada al enfrentarse con la realidad. Difícilmente pueden considerarse como una respuesta las frases generales y las exhortaciones ultrarrevolucionarias a «establecer la dictadura del proletariado mediante la lucha armada». Como es lógico, tales exhortaciones no podrán crear por arte de magia una situación revolucionaria. Las masas populares de los países capitalistas sólo pueden ser llevadas hacia ei socialismo mediante la más estrecha -conjugación de la lucha de clases contra ila dictadura de los monopolios' con la lucha por la paz y la democracia, y con éxitos económicos reales del sistema socialista en la competición con el sistema capitalista. Los dirigentes del PCCh tampoco quieren dar respuesta a otra cuestión «central de nuestra época: qué vía deben -seguir los pueblos que luchan por liberarse totalmente del yugo colonialista y neocolonialista, para supejar su atraso secular y salvar la distancia que los separa d« los países industrlalmente desarrollados, para llegar a ser plenamente soberanos y poder aprovechar los adelantos de la técnica y la cultura de la civilización moderna. La lucha contra el imperialismo es en gran medida una lucha del «tercer mundo» y, al mismo tiempo, una lucha por ganarse a ese mundo. Es indudable que los países del «tercer mundo», países que han salido en nuestra época a da palestra histórica como una fuerza nueva y dinámica, países con un enorme po-
tencial humano y con necesidades ilimitadas, países en los que se han acumulado las contradicciones del imperialismo, son el eslabón más débil del sistema capitalista. Pero la consignación de este hecho no basta para resolver el problema del «tercer .mundo». En estos países, que se distinguen por tan diversas condiciones político-sociales y por un grado tan distinto de desarrollo, tan necesitados de un apoyo real para su soberanía y de una ayuda económica, técnica y cultural concreta, lanzar, como hacen los dirigentes del PCCh, la consigna universal de «lucha armada revolucionaria» es suplantar la estrategia revolucionaria concreta por una fraseología revolucionaria. Hay países cuyos pueblos siguen luchando por su independencia con las armas en la mano. Pero la consigna de la lucha armada ha perdido actualidad en la mayoría de los países del mundo, pues estos países ya han conquistado la independencia aprovechando repetidamente el apoyo político y la ayuda en armas de 'los Estados del campo socialista. Los dirigentes chinos hacen malabarismos con frases radicales y tratan de presentarse como los únicos defensores de los intereses de los pueblos del «tercer mundo . acusando a los demás partidos comunistas y países socialistas de traición a la causa de la liberación de los pueblos. También en la cuestión nacional tratan los dirigentes del PCCh de imponer al movimiento comunista una opción artificial entre la, coexistencia pacífica y la competición de los dos sistemas, por una parte, y el afán revolucionario de liberación de los pueblos del «tercer mundo», por otra. Sólo el menosprecio de loe hechos puede permitir a los dirigentes del PCCh proclamar la evidente falsedad de que. el PCUS y otros partidos comunistas paralizan con la coexistencia pacífica la lucha de 'los pueblos por su independencia y quieren «suplantar la lucha revolucionaria por la coexistencia pacífica con el imperialismo». La política de coexistencia pacífica, que arranca del respeto a la soberanía de los pueblos y de 'la no ingerencia en los asuntos internos de otros países, y el cese de la carrera de los armamentos no pueden por menos de facilitar la lucha de los pueblos por la plena independencia. ¿Qué necesitan los pueblos del «tercer mundo»? Ante todo necesitan librarse de la intervención militar extranjera y de las ingerencias en sus asuntos internos. Necesitan profundas reformas democráticas que aparten a los gobiernos peleles del Poder y entreguen éste a fuerzas populares patrióticas y avanzadas, necesitan gran ayuda para el desarrollo de una economía independiente.
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La vía de la industrialización y del desarrollo económico capitalistas está cerrada hoy día para los países subdesarrollados. Y los que la han cerrado son los monopolios capitalistas y las metrópolis, que explotan despiadadamente a los países subdesarrollados. El abismo económico que separa a estos países de lias na-.es industrialmente desarrolladas no se reduce, sino que se ahonda cada vez más. Los = se enriquecen más y .más y los pobres son cada vez más pobres. Estos difíciles pro:nas no pueden resolverse con ninguna cíale conjuros ni de exhortaciones a la «lucha armada revolucionaria». Sólo emprendiendo la vía del desarrollo no capitalista es como podrán salir del círculo vi-o en que se hallan encerrados los pueblos de numerosos países del «tercer mundo». Las vías que conducen al socialismo son, como lo había previsto Lenin, mucho más variadas y complejas que nuestras anteriores concepciones teóricas. La verdad de la vida —dijo el camarada Gomulka— e3 mucho más profunda, racional y polifacética qu-e la teoría del pasado. A medida que se va haciendo imás evidente lo inadecuado de la via capitalista de desarrollo, algunos gobiernos auténticamente independientes de los nuevos Estados nacionales, pese a estar dirigidos por fuerzas ideológicamente no marxistas y, desde el punto de vista de clase, no proletarias, no sólo propugnan la orientación socialista en el desarrollo de sus países, sino que están llevando a cabo reformas sociales que en esencia se asemejan a las que ya han sido realizadas en los países de democracia popular. Entre los países árabes ya han emprendido ese camino de desarrollo Argelia y la RAU. A él se están acercando también otros países de Asia y África». La propia vida irá obligando a las fuerzas patrióticas de estos países a vincular el resurgimiento nacional con transformaciones sociaas bajo formas nuevas, desconocidas hasta ahora. Las probabilidades de tal desarrollo ;n tanto mayores cuanto más firme sea la en el mundo entero, cuanto antes logremos superioridad económica y política sobre el .talismo, cuanta más ayuda presten los paí-ocialistas a estos nuevos Estados. La idea de la paz presupone a lia vez la lucha por el socialismo y la lucha por la independencia de los pueblos, por la solución de todos los problemas del «tercer mundo». El alLsmo ha abierto a la humanidad la perspectiva d« una vida sin guerras atómicas y brinda la posibilidad de mantener en la Tierra una paz estable. El nuevo papel histórico del socialismo, derivado de la tesis programática del
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XX Congreso del PCUS de que en nuestra época y dada la nueva correlación de fuerzas la guerra mundial ha dejado de ser inevitable, tesis unánimemente aceptada e incorporada a sus documentos internacionales por todos los partidos comunistas,, robustece y acrecienta la fuerza de atracción de las ideas socialistas y gana para el socialismo a masas cada vez más amplias en todos los continentes. Los dirigentes del PCCh quisieran imponer al "movimiento obrero mundial una línea ideológica y política que lo privaría de este sólido argumento, que lo dejaría al margen del ancho cauce de la lucha de la humanidad por una paz duradera, oponiéndolo incluso a dicha lucha. Tal es la razón por la cual esta línea, divorciada de la vida y de las masas, debe ser repudiada por todos los partidos marxistas-leninistas. La plataforma de la dirección del PCCh y sus continuos ataques al PCUS y a otros partidos marxistas-'leninistas son incompatibles con el debate ideológico. Lo que verdaderamente se hal'la en el centro de la discusión es, en esencia, la unidad del movimiento comunista mundial, la unidad de todas las fuerzas antiimperialistas y, ante todo, la unidad y la cohesión del campo socialista. Esta unidad, la unidad de acción frente al mundo imperialista, es un factor esencialísimo, del que depende la superioridad del mundo socialista sobre las fuerzas del imperialismo y de la guerra. El contenido concreto de esta unidad y sus principios no pueden por menos de ir cambiando en el curso del desarrollo histórico. En la etapa presente, cuando los partidos comunistas actúan en condiciones nacionales, sociales y políticas distintas, cuando unos se encuentran en el Poder, otros luchan por él y los terceros se hallan en la etapa inicial de su desarrollo, las diferencias en cuanto a posiciones ideológicas son inevitables. Pero esas diferencias no deben perjudicar ai frente común del movimiento comunista mundial, y para ello es preciso que las relaciones entre los partidos, unidos por los principios comunes del marxismoleninismo, descansen en los postulados del internacionalismo, del respeto a la soberanía y de la igualdad e independencia de cada partido, es preciso que todos ellos se muestren unánimes en su afán de fortalecer la solidaridad y de contrastar de buena fe sus posiciones con la realidad. Las discrepancias entre el PCCh y la mayoría de los partidos comunistas y obreros tienen otro carácter, pues en la base de la plataforma particular de los dirigentes del PCCh y de sus acusaciones de revisionismo y trai-
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ción lanzadas contra otros partidos se halla una tendencia a la escisión. La dirección del PCCh ha rechazado la propuesta de varios partidos hermanos, el nuestro entre ellos, de cesar Ja polémica pública y ha proclamado el principio de la escisión como Jey de la «dialéctica del desarrollo» del movimiento obrero internacional [«unidad, lucha e incluso escisión, y nueva unidad sobre una nueva base»]. En el espíritu del principio de ia escisión ha desplegado la correspondiente actividad práctica en el movimiento obrero mundial y en todas las organizaciones progresistas internacionales . La explicación de esta política de los dirigentes del PCCh debe buscarse en su deseo de conseguir para la República Popular China la posición de potencia mundial. La China popular es el Estado de mayor volumen demográfico del mundo, cuyo pueblo, antes de sacudirse .las cadenas de la esclavitud y de da opreción, antes de conquistar la libertad, hubo de recorrer un camino lleno de increíbles privaciones y sacrificios, el camino de una heroica lucha revolucionaria. Este Estado popular tiene derecho a ser una potencia mundial y a ejercer su influencia sobre el curso de los acontecimientos internacionales. La Unión Sovié tica, Polonia y todos los demás países socialistas han venido defendiendo en el ámbito internacional los derechos de la China popular desde el momento mismo de su nacimiento, han venido luchando contra Ja ¡política de discriminación con respecto a China, contra el bloqueo y los actos de agresión perpetrados por EE. UU. en un intento de impedir el acceso de China al lugar que Je pertenece entre las grandes potencias. No cabe duda de que. con el apoyo de todo el campo socialista, de muchos países del «tercer mundo» y de las fuerzas censatas y pacíficas de todo el mundo capitalista, la RPCH habría alcanzado en el plano mundial los derechos y Ja posición que •le corresponden. Pero los dirigentes del PCOh decidieron acortar a BU modo los caminos de la historia y conseguir eus objetivos oponiendo a la po lítica de la Unión Soviética y de otros países socialistas su propia política,- una política de escisión del campo socialista, de formación de un grupo internacional aparte, de contraponer los países subdesarrollados no sóJo al imperialismo norteamericano, sino también a los países socialistas más desarrollados, una política de rearme atómico independiente de China. De aquí su violenta arremetida contra la concepción soviética de la no diseminación de las armas nucleares y contra el Tratado de Moscú
sobre la interdicción de los ensayos nucleares en la atmósfera, el espacio cósmico y bajo agua, acusando a Ja URSS de confabulación con los EE. UU. contra China. Los dirigentes del PCCh creían que al atacar la política de la URSS y minar la unidad del campo so ciali'-ta obligaría a Jos Estados imperialistas, para los cuales la Unión Soviética sigue sien do el adversario principal, a modificar su política con respecto a China y a considerar a ésta como un aliado eventual suyo. La supeditación de Jos intereses históricos del socialismo a los transitorios objetivos estatales de la RPCh es una política miope y peligrosa. «La presente linea general aplicada en política internacional por el PCCh —dijo en el Congreso el camarada Gomulka— no puede ser aceptada ni será aceptada nunca por el movimiento comunista internacional, pues esta línea se caracteriza por un nacionalismo y un espíritu de gran potencia totalmente ajenos al marxismo-leninismo . Al atacar a Ja Unión Soviética y al socavar la unidad del campo socialista, los dirigentes del PCCh minan los cimientos de la seguridad de la China popular, seguridad que tiene por base —los dirigentes de la China popular lo saben muy bien— el poderío nuclear y coheteril de la Unión Soviética, principal baluarte de la paz y de ¡la independencia de todos los países socialistas. De aq ^itimidad de ciertas dudas. ¿Creen realmente los dirigentes chinos en Ja teoría, defendida por ellos, de la inevitabilidad de la guerra? ¿Consideran en iserio la eventualidad de una agresión del imperialismo contra el mundo socialista? ¿Están verdaderamente persuadidos de que el imperialismo norteamericano • nunca aceptará vivir en paz con un Estado socialista ? Si creen en estas testo proclamadas por eKos mismos, ¿no demuastran su falta de r -lidad al buscar la división del campo socialista y el debilitamiento de sus posiciones internacionales, lo cual supone a la vez el debilitamiento de su propia seguridad? ¿Será posible que no vean Jas grandes esperanzas depositadas por loo círculos imperialistas más agresivos en esta política suya? La fuerza y el papel internacional de la China popular y de cualquier país socialista residen en la unidad y la cohesión de toda la comunidad de Estados socialistas, en su política coordinada frente al imperialismo. Los intereses cardinales de la paz y de la lucha por el socialismo y la independencia de los pueblos exigen que se mantenga y vigorice esa unidad. Nuestro Partido, lo mismo que los demás partidos que se rigen en su política y actividad práctica por los principios del interna-
cionalismo, por paz y del socialis el restablecimient cialista y de todi «Rechazamos 1; cisión en el mo' filas del proletar: Congreso el cam tereses históricos pueblos qu-e defie 'oíos que constru ses comunes. Po: para la unidad ( tas leninistas». Ahora está pía preparación de i nacional, destina ma para re^tabl to comunista. Ei 1964, los dirigen 4-5 años o más 1; cia. Por lo este tiempo loi i tual política. La Conferencia da. una preparac ta labor prepara curso de este af discusión en sum
3.— Nuestra Época
PKOBLEMAS ACTUALES DEL, DESABEOLLO DE LA POLONIA POPULAK
miope y aplicada —dijo - no irracional, • nacionatotalmen-
cionalismo, por los intereses comunes de la paz y del socialismo, no dejarán de luchar por el restablecimiento de la unidad del campo so ta y de todo el movimiento comunista. «Rechazamos la idea fatalista de que la escisión en el movimiento comunista y en las filas dei proletariado es inevitable —dijo en el Congreso el camarada Z. Kliszko—•. Los intereses históricos de la oíase obrera, de los pueblos que defienden su libertad y de loa pueblos que construyen el socialismo son intereses comunes. Por eso crean una base objetiva para la unidad de todos los partidos inarxistas leninistas». Ahora está planteada en el orden del día la preparación de una nueva Conferencia Internacional, destinada a elaborar una plataforma para restablecer la unidad del movimiento comunista. En su carta -del 7 de mayo de 1964, los dirigentes chinos proponen aplazar 4-5 años o más la preparación de la Conferencia. Por lo visto, quieren comprobar durante este tiempo los resultados prácticos de su actual política. La Conferencia Internacional exige, sin duda, una preparación minuciosa y paciente. Esta labor preparatoria debe iniciarse ya en el curso de este año y realizarse mediante una discusión en sumo grado concreta y construc-
3.— Xuestra Época
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tiva, para elaborar un programa común de acción en los sectores fundamentales de la lucha por la paz, la independencia de los pueblos, la democracia y el socialismo. «Durante esta labor preparatoria —señaló el camarada Gomulka— deberá fijarse la fecha de la celebración de la Conferencia internacional, en la que deberán tomar parte todos los partidos comunistas. Pero la disconformidad de un partido o de varios partidos no puede ser considerada como un obstáculo insuperable para la celebración de la Conferencia». 11 IV Congreso ha dado a nuestro Partido un programa de acción claro y concreto, tanto para la solución de los problemas nacionales de la edificación socialista como en lo tocante a la política internacional. Es un programa real, cuyas raíces calan profundamente en la vida. Descansa en las ideas del marxismo leninismo, en la indisoluble vinculación del Partido con ¡la clase obrera y el pueblo, en la profunda conciencia de la responsabilidad por los destinos del país, por los destinos del socialismo. El Congreso ha reafirmado nuestro profundo convencimiento de que el Partido está bien preparado para llevar a la práctica este programa.
La agricultura de Hungría en la etapa actual por KAROLY NEMETH
•Jurante los últimos años ha habido profundos cambios en lia agricultura de Hungría. Se ha dado cima con éxito a la transformación socialista de la agricultura. En lugar del millón y medio de pequeñas economías campesinas atrasadas, existen actualmente 3 mil 800 grandes haciendas socialistas, que se desarrollan sobre bases modernas. Por tanto, ha sido liquidado el mayor impedimento en el camino del desarrollo de la producción agrícola y del ascenso del nivel de vida del campesinado. Se ha creado un sistema socialista único de economía y se ha dado solución a una de las más profundas contradicciones del período de transición del capitalismo al socialismo, a la contradicción entre la industria socialista y la agricultura de bajo rendimiento mercantil. Por cuanto los campesinos húngaros han pasado de la vía de la hacienda personal, que engendra la explotación y la especulación, a la vía de las grandes haciendas socialistas, en nuestro país ha dejado de existir la última fuente de restauración del régimen capitalista. Se ha consolidado y continúa desarrollándose sobre un nivel superior la base política fundamental de nuestro Estado democrático popular, la alianza de la clase obrera y los campesinos . La victoria del movimiento cooperativo nos ha llevado a una nueva e importante fase de desarrollo de la revolución socialista. En la resolución del VIII Congreso del Partido Socialista Obrero Húngaro, se dice: «Con la transformación socialista de la agricultura en toda nuestra economía nacional dominan indivisiblemente las relaciones socialistas de producción y se ha dado fin a la creación de las bases del socialismo. El pueblo húngaro ha conseguido una nueva victoria de impor-
tancia histórica y ha entrado en la época de la edificación completa del socialismo». El volumen de la producción agrícola durante 3 años de la reestructuración masiva [19591961] aumentó en comparación con el volumen de los tres años anteriores en 8,7 por ciento, y la cantidad de productos adquiridos por el Estado en 1961 superó el nivel 'de 1958 en 13,7 por ciento. Durante la marcha de la reorganización socialista de la agricultura nos pudimos apoyar firmemente en nuestra industria socialista en desarrollo y en :la colaboración económica con los países socialistas. Merced a esto, en el período de la reestructuración masiva nos fue posible invertir en la agricultura 19.000 millones de forintos. La reconstrucción socialista de la agricultura fue realizada de tal manera que la edificación del socialismo en otras esferas transcurrió y transcurre, a la vez, de una manera normal. Con el triunfo del movimiento cooperativo se ha dado comienzo a la solución de una nueva tarea revolucionaria: el fortalecimiento de las cooperativas de producción, la liquidación del atraso de la agricultura, heredado por nosotros del pasado, y el rápido desarrollo de la producción agrícola. Todo esto requiere un amplio trabajo político de organización y administrativo, paciencia y, no en último lugar, bastante tiempo. La política agraria de nuestro Partido sirve bien a la causa del desarrollo de la agricultura socialista. Después de la victoria del (movimiento cooperativo está orientada a la intensificación de la producción, a la edificación completa del sistema socialista de la agricultura y a la subsiguiente consolidación de las relaciones socialistas de producción. Debido a que en nuestro país la densidad de población es relativamente alta, a que el au-
mento del área de posible y a que 1 papel importante i se hace partí ficar la producció: ductividad del tral ducción. Con esto¡ más rápidamente ( do, la mecanizacií mos obras básicas liego, llevamos a c del terreno y desa ultura. Todo < /remisa para la absoluta super: socialista sobre la ducción agropecua A la ampliació: contribuye la api cipio del interés n colas y de los tr; de educación poli tor importante de la producción y d socialista de los < La premisa fui tros objetivos es y económico de listas y ante todt ducción, es el co rácter socialista. liar basada en \i fructo el campesi tutos de la coope sideramos como mía colectiva y 1 La garantía f transformación d lativamente rápid rativas de produc de que hemos li culto de la persc tos, rechazado en ria las concepcioi quierda como d« confianza entre i nado. Nuestros c de acuerdo con 1 lidar las coopera' yan. El Comité consignó en su I nuestra política demostrado su e: II
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LA AGRICULTURA DE HUNGRÍA EN LA ETAPA ACTUAL
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mentó del área de siembra es prácticamente imposible y a que la agricultura- desempeña un papel importante en la formación del nivel de vida, se hace particularmente necesario intensificar la producción agrícola, aumentar la productividad -del trabajo y reducir el costo de producción. Con estos finen nosotros fomentamos, más rápidamente de lo que había sido planificado, la mecanización y la quimización, realizamos obras básicas, ampliamos las superficies de liego, llevamos a cabo trabajos de mejoramiento del terreno y desarrollamos la horticultura y la viticultura. Todo esto constituye una importante premisa para mostrar en forma definitiva la absoluta superioridad de la gran economía socialista sobre la capitalista y la pequeña producción agropecuaria. A la ampliación de la base de producción contribuye la aplicación consecuente del principio del interés material de las empresas agrícolas y de los trabajadores. Junto a la labor de educación política, esto constituye un factor importante del incremento del volumen de la producción y del desarrollo de la conciencia socialista de los campesinos cooperadores. La premisa fundamental para lograr nuestros objetivos es el fortalecimiento orgánico y económico de las grandes haciendas socialistas y ante todo de las cooperativas de producción, es el constante desarrollo de su carácter socialista. La economía personal auxiliar basada en la parcela que utiliza en usufructo el campesino, de acuerdo con los Estatutos de la cooperativa de producción, la consideramos como parte orgánica de la economía colectiva y la apoyamos. La garantía fundamental de la victoriosa transformación de la agricultura y de la relativamente rápida consolidación de las cooperativas de producción ha sido la circunstancia de que hemos liquidado consecuentemente el culto de la personalidad y sus funestos efectos, rechazado en la esfera de la política agraria las concepciones y la práctica tanto de izquierda como de derecha y restablecido Ja confianza entre nuestro Partido y el campesinado. Nuestros campesinos trabajadores están de acuerdo con Ja política orientada a consolidar las cooperativas de producción y la apoyan. El Comité Central de nuestro Partido consignó en su Pleno de febrero de 1964 que nuestra política agraria ha sido justa y ha demostrado su eficacia. II
La tarea inmediata de nuestra agricultura consiste en satisfacer totalmente, a base de :oducción nacional, las necesidades del
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país en cereales y crear sólidos fondos forrajeros., imprescindibles para el fomento de la ganadería; aumentar la producción pecuaria y desarrollar la gran producción vitícola, de frutas y hortalizas. Después de la victoria del movimiento cooperativo hemos dado un gran paso adelante para liquidar el relativo atraso de nuestra agricultura y para asentarla sobre bases modernas. Durante los dos años transcurridos desde la transformación socialista de la agricultura hemos asignado para inversiones directai en la economía agropecuaria 16.000 millones de forintos, o sea, 4.600 millones de forintos más de lo que había sido planificado. Durante el segundo plan quinquenal [1961-1965], las inversiones en la agricultura, que inicialmente eran de 34.000 millones de forintos, se elevarán hasta 45.000 millones. Por tanto., el 23—24% del total de las inversiones en la economía nacional estarán destinadas1 a la agricultura. Gracias a ello ha sido posible reemplazar una parte considerable de los aperos que utilizaban antes las pequeñas explotaciones campesinas por modernos medios de producción. Esto ha originado grandes cambios en la producción, ha hecho que el trabajo en la agricultura sea más fácil y productivo y ha contribuido en gran medida a que, pese a las desfavorables condiciones atmosféricas, las fluctuaciones en el volumen de la producción durante los últimos años hayan sido mucho menores que en las condiciones de la economía privada. El volumen de la producción agropecuaria, aunque sin alcanzar el nivel planificado, en 1963 superó en un 7% el nivel de 1961, que fue el año de coronamiento de la transformación socialista de la agricultura. Y en lo que respecta a lo.s acopios, este nivel fue rebasado en un 13%. Merced al aumento de la producción agropecuaria y de los acopios ha sido posible incrementar la exportación de estos productos y elevar al mismo tiempo el cons-umo nacional. Nuestra experiencia confirma que la subsiguiente mecanización y quimización son la condición imprescindible para elevar la producción agrícola a un nivel moderno. Dentro de nuestras posibilidades hemos desarrollado ya en gran medida la .mecanización de la agricultura. Desde que comenzó la reorganización masiva, el número de tractores [en unidades convencionales de 15 HP] ha aumentado de 36.000 hasta 72.000. El resultado ha sido un considerable aumento de la calidad de los trabajos agrícolas, sobre todo en el laboreo de la tierra. La labranza está casi completamente mecanizada, y la recogida de cereales y forrajes lo -está en un 80%. Aún nos queda mucho por hacer en la esfe-
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ra de :la mecanización y asimismo para ase- que ocasionan a la agricultura las inundaciogurar las condiciones de una producción mo- nes y las aguas del subsuelo. derna. Nuestro parque de máquinas, sobre toDurante el período de la transformación socialista de la agricultura y después de él fueron do en los períodos punta, todavía no cubre todas las necesidades; aumenta -con relativa asignadas considerable" sumas a obras básicas, lentitud la mecanización de la ganadería. To- merced a lo cual en un plazo relativamente cordo esto se complica también debido a que la to creáronse las condiciones para la existencia parte alícuota de la población rural en el to- de una poderosa ganadería. Actualmente, el 54 tal de la población activa se ha reducido del por ciento del ganado vacuno y el 45% del porcino pertenece a las cooperativas y a las gran42% que era en 1959 hasta el 33%. Nuestra agricultura recibe anualmente cer- jas del Estado. Aunque en los próximos años ca de 10.000 tractores modernos, capaces de muchas de las inversiones seguirán asignándorealizar multitud de labores diversas. Una vez se a la construcción de obras destinadas al fomento de la ganadería en gran escala, una parmecanizadas las faenas principales, Concentraimos nuestros esfuerzos en mecanizar com- te considerable del ganado corresponderá dupletamente los cultivos fundamentales: cerea- rante largo tiempo a las parcelas personales les y forrajea, que ocupan el 77% del área to- auxiliares de los campesinos cooperadores. En tal de siembra. Se intensifica también la me- la ganadería en vasta escala, el mejoramiento canización de la cría de ganado vacuno, de del cuidado del ganado, de su alimentación, del servicio veterinario y del rendimiento económicerdos y aves. En la intensificación de la agricultura tiene co exige mucho tiempo. Las premisas del desarrollo de la producción una importancia decisiva la quimización acelerada, Los productos químicos utilizados en agropecuaria estriban no sólo en crear la base material y técnica, sino también en la calificala agricultura —abonos artificiales, herbicidas e insecticidas, antibióticos, proteínas, etc.— ya ción del personal, en que éste enriquezca contien el primer año de su utilización hacen que nuamente sus conocimientos. En nuestras haaumente la producción; los gastos invertidos ciendas estatales y en las cooperativas de proen ellos se resarcen rápidamente. En compa- ducción crece ininterrumpidamente el número ración con 1961. la cantidad de fertilizantes de máquinas y la agricultura recibe cada vez artificiales utilizados por cada hectárea de más productos químicos y piensos compuestos. Su eficaz empleo exige de los trabajadores de siembra se duplicará en 1965 y llegará a ser la agricultura grandes conocimientos profesiode 350 kilogramos. Para fomentar la quimización estamos mo- nales., una organización racional de la producdernizando las fábricas de abonos, ampliando ción y del trabajo y una elevada disciplina que su producción y construimos otras de nueva asegure la observancia de la tecnología de la planta. Aumenta la producción y el consumo de producción moderna. Hoy día la gestión econóherbicidas. Casi en la mitad del área de siem- mica socialista es una tarea de hombres de ideas bra de cereales y en el 25% de la de maíz se avanzadas, de especialistas bien preparados y aplican herbicidas. Gracias a la obtención de de trabajadores de alto nivel profesional. Por componentes químicos, la producción de piensos eso mismo dedicamos una gran atención al rácompuestos aumentó en 1963 hasta un millón pido desarrollo de los centros docentes agrícode toneladas, mientras que en 1960 se fabrica- las. Merced a ello, en un futuro no lejano poron 282.000 toneladas. Durante los próximos drán incorporarse anualmente a la agricultura tres años se duplicará la producción de tales unos 1.300 especialistas formados en las escuelas superiores y unos 8.500 con instrucción mepiensos. En el período del segundo plan quinquenal, dia. Además, preparamos en proporciones maen los terrenos arenosos y montañosos —¡me- sivas imecánico.3, tractoristas, ganaderos, hortinos favorables para algunos cultivos., pero muy cultores y otros trabajadores calificados. Ello aptos para la horticultura y la viticultura— se es también una importante condición para orpondrán en explotación 120.000 hectáreas dedi- ganizar sobre una base científica la producción cadas a frutales y la vid. Por consiguiente, se agropecuaria y aplicar ampliamente los adelancrearán las bases de una viticultura y fruticul- tos de la ciencia. El cultivo general de nuevas clases de plantura modernas, lo que permitirá elevar el contas, la obtención de nuevas razas de ganado y sumo interior y la exportación. Se desarrollará sistemáticamente la irriga- la aplicación de los métodos y procesos moderción. La superficie de regadío se triplicará du- no.3 de producción y de organización del trabarante el segundo quinquenio y para 1965 llega- jo, elaborados por la ciencia y comprobados en rá a ser de 400.000 hectáreas. Esto permitirá la práctica, permiten convertir la ciencia en incrementar la producción agrícola, hará que una verdadera fuerza productiva que contribusea más segura y a la vez reducirá las pérdidas ye al constante ascenso de la producción. Ha-
ciendo los mayores tras grandes hacie dos científicos fui aprovecharemos re; vas de que disponi ello permitirá a la para la vasta utilii tos científicos.
III
El 97% de las país corresponden cialista: el 13,5% a el 80% a las 3.600 y el 3,5% a coop-er superficie media de granjas del Estado reas, y en las coc 1.100. Las bases princij economía agraria no son las granjas ñan un gran papel progresivos de pro< del trabajo, en la i y semillas seleccioi general, así como de especialistas. E mación socialista ; del Estado faciliti producción cerca di de la totalidad de las el 22% procedí, correspondiendo un a la carne de cerd leche. Las granjas kgs. de carne por de labor. El Estadi ral de 216 kg.s. de Las granjas del que las cooperativ a especialistas, insl tificiales y otros i en la agricultura. ! tidos, los resultado dades reales. No e manera satisfactoi y en algunos luga trabajo. Por esto, sidad de las conc distintas haciendas siderables en el ni rección de la econi Las granjas del nece_ario para seg cremento de la prc comprobación., apli todos modernos d«
LA AGBICULTUKA DE HUNGRÍA EN LA ETAPA ACTUAL
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ciendo los mayores esfuerzos para que en nuestras grandes haciendas se observen los métodos científicos fundamentales de producción, aprovecharemos realmente las inmensas reservas de que disponemos para incrementarla, y ello permitirá a la vez crear una sólida base para la vasta utilización de los nuevos adelantos científicos. III
El 97% de las tierras de labor de nuestro país corresponden a haciendas de carácter socialista: el 13,5% a las 200 granjas del Estado; el 80% a las 3.600 cooperativas de producción y el 3,5% a cooperativas de tipo elemental. La superficie media de las tierras laborales en las granjas del Estado era en 1963 de 3.100 hectáreas, y en las cooperativas de producción, de 1.100. Las bases principales para la elevación de la economía agraria de Hungría al nivel moderno son las granjas del Estado. Ellas desempeñan un gran papel en la aplicación de métodos progresivos de producción y de la organización del trabajo, en la obtención de ganado de raza y semillas seleccionadas para la agricultura en genera!, así como en la preparación práctica de especialistas. En el período de la transformación socialista y después de él, las granjas del Estado facilitaron a las cooperativas de producción cerca de 2.000 especialistas. En 1963, de la totalidad de acopios de productos agrícolas el 22% procedía de las granjas del Estado, correspondiendo un 23% a los cereales, un 28% a la carne de cerdo y de vaca y un 27% a la leche. Las granjas del Estado entregaron 230 kgs. de carne por cada hectárea de sus tierras de labor. El Estado adquirió un promedio general de 216 kg.s. de carne por hectárea. Las granjas del Estado están mejor dotadas que las cooperativas de producción en cuanto a especialistas, instalaciones, locales, abonos artificiales y otros productos químicos utilizados en la agricultura. Sin embargo, en muchos sentidos, los resultados distan aún de las posibilidades reales. No en todas partes se utilizan de manera satisfactoria los medios de producción y en algunos lugares es débil la disciplina de trabajo. Por esto, y también debido a la diversidad de las condiciones naturales, entre las v.stintas haciendas se observan diferencias considerables en el nivel de producción y en la dirección de la economía. Las granjas del Estado disponen de todo lo necesario para seguir siendo ejemplo en el incremento de la productividad del trabajo, en la comprobación,, aplicación y difusión de los métodos modernos de producción, en el perfeccio-
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namiento de todo el sistema de economía socialista agraria. El ascenso de la producción agropecuaria depende en grado decisivo del reforzamiento de las cooperativas de producción, la mayoría de las cuales son haciendas jóvenes en desarrollo. Sin embargo, sus logro.i demuestran ya convincentemente las ventajas del régimen cooperativo. En 1963, las cooperativas aportaron el 58% del total de los acopios agrícolas. Esto se debe, ante- todo, al constante perfeccionamiento del trabajo de Jos campesinos cooperadores, en lo que, a su vez, desempeñó un importante papel el hecho de que en un plazo relativamente corto se crearon las premisa.? decisivas para la gran producción agropecuaria. En las cooperativas se ha incrementado la mecanización del trabajo, ha mejorado el abastecimiento de abonos y de otros productos químicos, se han ampliado los regadíos. La mayor parte de las plantaciones de viñedos y huertos de frutales, así como de los trabajos de mejoramiento del suelo han sido obra de las cooperativas. En casi todas ellas se han creado y se desarrollan granjas ganaderas. Crecen de año en año los fondos de producción de las cooperativas y sus bienes colectivos han pasado de 25.000 millones de forintos en 1961 a más de 37.000 millones en 1963. EÍ consumo real de los campesinos en los dos años transcurridos desde que se realizó la reorganización de la agricultura, ha aumentado en un 10%. La agricultura de nuestro país, después de la victoria del .movimiento cooperativo de produc ción, s-s desenvuelve en una dirección sana. Nuestras jóvenes cooperativas han superado con ayuda de toda la sociedad las dificultades iniciales propias del paso a un'a economía de alto rendimiento mercantil y ya en el primer estadio d-e su ascenso han obtenido unos resultados que no tienen parangón con los del período de la pequeña economía campesina. Existen ya muchas cooperativas cuyos índices de producción y de gestión económica alcanzan el nivel de las mejores granjas del Estado. Al mismo tiempo, es todavía muy grande, la diferencia existente entre unas cooperativas y otras en lo que concierne a la administración y a los ingresos. En la", cooperativas faltan todavía especialistas. Parte de ellas no han podido conseguir balances económicos satisfactorios como consecuencia de desfavorables condiciones naturales. En cambio hay otras en las que, a pesar de contar con condiciones para una buena gestión económica, los resultados son insatisfactorios a causa de defectos en la dirección y en la disciplina de trabajo. Para fortalecer y desarrollar las cooperativas es necesario, junto al entusiasta y disciplinado trabajo de los campesinos agrupados en
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ellas, aumentar continuamente los bienes colectivos., la producción colectiva y el rendimiento mercantil. Ello es imprescindible para que los campesinos puedan cumplir sus obligaciones ante el país, para elevar el bienestar de los miembros de las cooperativas y para desarrollar la vida colectiva de éstas. Por eso las medidas políticas y económicas de nuestros órganos del Partido y del Estado están encaminadas ante todo a impulsar la hacienda colectiva y acentuar su carácter socialista. En las cooperativas cuya dirección es floja, nos orientamos sobre todo a reforzarla en los aspectos político y económico. Más difícil es la situación en las cooperativas donde las desfavorables condiciones naturales dificultan el desarrollo de la hacienda. A las cooperativas ubicadas en las tierras menos fértiles —salinas, arenosas y montañosas— se les presta una ayuda -especial. Con el concurso del Estado, en las tierras de estas cooperativas se plantan en proporciones considerables huertos y viñedos, se realizan obras de riego y se lucha contra las aguas subterráneas. Estas cooperativas disfrutan de ventajas en lo qu-e se refiere a la distribución de especialistas, reciben ayuda para sus inversiones y para la creación de estructuras [productivas que concuerden con sus condiciones. Las haciendas del Estado y las cooperativas d-3 producción que poseen una gran experiencia económica y cuentan con buenos especialistas les transmiten su experiencia de una manera organizada; de las haciendas del Estado pasan a aquellas cooperativas un gran número de excelentes especialista". Así coadyuva el Estado a que también en ellas se desarrolle con éxito en el curso de algunos años la economía colectiva. En el futuro se prestará a tales cooperativas una ayuda proporcional a sus propios esfuerzos. En la organización y el fortalecimiento de la gran economía agrícola socialista y en la extensión del trabajo mecanizado en la agricultura húngara han desempeñado un gran papel las estaciones de máquinas y tractores del Estadp [EMT]. Actualmente, en la labor de las EMT empiezan a jugar un papel cada vez mayor los trabajos de reparación, pues las estaciones están encargadas de atender el parque d-e tractores de las cooperativa", que cuentan con dos tercios de la totalidad de tractores del país. En nuestro país ha resultado justa la línea orientada a aumentar paulatinamente el número de tractores de las cooperativas a la par que se mantenían las EMT y se ampliaba su parque de máquinas. El desarrollo de la mecanización en ambas direcciones fue una neceír-idad porque no contábamos con la suficiente cantidad de máquinas, razón por la cual, en caso de entregar a las cooperativas las máquinas
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de las EMT, no habríamos conseguido satisfacer las necesidades de la mecanización del trabajo en aquellas cooperativas que no podían adquirir máquinas en número suficiente. Además, la introducción gradual de la mecanización permitió extender en las cooperativas los conocimientos imprescindibles para la explotación de las máquinas. Por cuanto la concentración de la tierra y de las máquinas en unas solas manos es ventajosa tanto para la economía nacional como para ¡las haciendas., continuaremos transmitiendo el parque de máquinas de las EMT a las cooperativas de producción y reorganizando gradualmente las EMT en estaciones de reparación tíe máquinas. A fin de adquirir la experiencia necesaria para crear una red única de centros de reparación de máquinas en la agricultura a un nivel moderno, en los últimos años ya han sido reorganizadas 29 EMT. En el futuro, las EMT efectuarán la explotación de potentes tractores oruga y de la mayor parte de las cosechadoras d-e cereales y realizarán una gran parte de los trabajos mecanizados en las cooperativas de producción débiles y que cuentan con menos tierra. Pero la tarea principal de las EMT consistirá en realizar las grandes reparaciones de la maquinaria agrícola, atender a las consultas de las cooperativas sobre cuestiones relacionadas con la mecanización, preparar tractoristas y mecánicos y organizar las reparaciones ligeras y preventivas.
IV La transformación socialista de la agricultura creó las premisas para su dirección planificada. Esta forma de dirección, que se lleva a cabo en grado decisivo con ayuda de resortes económicos —precios, créditos., inversiones, contratos y subsidios estatales—•, así como mediante la persuasión, se ha acreditado plenamente y presta un excelente servicio al desarrollo de la agricultura y al aumento de la producción mercantil. Dirigimos la producción de las haciendas estatales mediante indicadores obligatorios para los planes, y la producción de las cooperativas a través de un influjo sistemático. ¿En qué consiste el mecanismo de este influjo? Paralelamente a los planes estatales generales, las cooperativas, con la participación activa d-e sus miembros., trazan asimismo sus planes previos en consonancia con las condiciones económicas de cada cooperativa. Los bosquejos de los planes de producción y de acopios, elaborados de esta manera, corresponden generalmente a las necesidades de la economía nacional. Las secciones agrarias de los consejos distritales distribuyen los recursos materiales de
tal forma que pu mática sobre la p los productos a tí da la economía n gran medida el h a la producción, a los consejos distri tareas ba:adas er da distrito., haciei cooperativas partí reuniones previas. Los organismos pecuarios concluyi tivas de producció viamente confirm rias de los conseje tro sistema de at juega un importa jugación de los ir nal y de la" coop al influjo regular te alícuota de pro diante contratos algunos producto; tado el sistema de lo que garantiza i gura de reservas entable de la prc su especialización. En los últimos mordial de desari hemos tomado nú: char las posibilid celas personales cooperador lleva < en estas economíc número de cabeza no, con la partic ción no ha sido < to asi ganado ei granjas del Estac piensos,, esto se d no en todos los sil según el cual al i cen las haciendas también a increr parcelas personal* dores. En la may en principio la ne ducción en este t práctica es muy i tenerlas. Esto es de vista de la eco aprovechan las ] más, como conse mentado en medií familias campesin te de sus necesida tralizados, mientr: abastecían e incli
LA AGKICULTUJRA DE HUNGRÍA EN LA ETAPA ACTUAL
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tal forma que puedan influir de manera sistemática sobre la producción y sobre la venta de los productos a tenor con las exigencias de toda la economía nacional. A esto contribuye en gran medida el hecho de que, en lo que atañe a la producción, acopios, inversiones y créditos, los consejos distritales fijan a las cooperativas tareas babadas en índices establecidos para cada distrito,, haciendo que loe dirigentes de las cooperativas participen en las correspondientes reuniones previas. Los organismos de acopios de productos agropecuarios concluyen contratos con las cooperativas de producción sobre la base de planes previamente confirmados por las secciones agrarias de los consejos distritales. La base de nuestro sistema de acopios es la contratación, que juega un importante papel en orden a la conjugación de los intereses de la economía nacional y de la" cooperativas y en lo concerniente al influjo regular sobre la producción. La parte alícuota de productos adquiridos en 1963 mediante contratos fue del 63%. Con relación a algunos productos importantes se ha implantado el sistema de contratación por varios años, lo que garantiza una acumulación aún más segura de reservas centralizadas, la realización entable de la producción por las haciendas y su especialización. En los últimos años, además de la tarea primordial de desarrollar las haciendas colectivas hemos tomado numerosas medidas para aprovechar las posibilidades productivas de las parcelas personales auxiliares que el campesino cooperador lleva en usufructo. A pesar de esto, en estas economías auxiliares ha disminuido el número de cabezas de ganado vacuno y porcino, con la particularidad de que dicha reducción no ha sido compensada por un incremento dsl ganado en las cooperativas y en 'las granjas del Estado. Además de la escasez de pienios. esto se debe fundamentalmente a que no en todos los sitios se ha aplicado el principio según el cual al mismo tiempo que se robustecen las haciendas colectivas hay que contribuir también a incrementar la producción en las parcelas personales de los campesinos cooperadores. En la mayoría de los casos se reconoce en principio la necesidad de desarrollar la producción en este tipo de economías, pero en la práctica es muy poco lo que se hace para sostenerlas. Esto es desfavorable desde el punto de vista de la economía nacional, ya que no se aprovechan las posibilidades existentes. Además, como consecuencia de todo esto ha aumentado en medida considerable el número de familias campesinas que cubren una buena parie sus necesidades a costa de los fondos centralizados, mientras que anteriormente se autoabastecían e incluso podían vender de vez en
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cuando una parte de sus productos en el mercado. Dentro de las posibilidades aumentamos el número del ganado en las haciendas colectivas, mas, las inversiones asignadas con este fin únicamente servirán para incrementar la producción y acrecentar la cabana nacional en caso de que, al propio tiempo, sean aprovechadas del modo debido las posibilidades de desarrollo de la ganadería en las economías personales auxiliares de los campesinos coaperadores. Para que las necesidades del país en cuanto a la ganadería y a Ion productos de ella derivados sean satisfechas exclusivamente por la gran producción socialista, se precisa todavía mucho tiempo. Por eso, no podemos renunciar a la producción de las parcelas auxiliares, cuya importancia queda demostrada palmariamente por el hecho de que aseguran una parte considerable del suministro de productos agropecuarios, desempeñando al mismo tiempo un importante papel en la formación de los fondos alimenticios centralizados. El año pasado las economías auxiliares proporcionaron el 20 por ciento de todos los productos acopiados Los intereses del ipaís, de las cooperativas y de cada campesino cooperador exigen que paralelamente al desarrollo acentuado de las haciendas colectivas prestemos ayuda a las parcelas personales auxiliares, de acuerdo con los Estatutos de las cooperativas de producción. La aplicación cada vez má3 amplia del principio del interés material ha contribuido en grado considerable al fortalecimiento de las cooperativas. Junto ail estímulo material de su producción y. en particular, de la mercantil, desempeñan un importante papel los diferentes métodos de remuneración del trabajo y de distribución de los ingresos, que garantizan el interés material personal de los propios miembros de las cooperativas. En su mayoría, estos ¡métodos se aplican acertadamente por las cooperativas, que se guían por el siguiente principio: quien con su trabajo rinde más a la colectividad recibe mayores ingresos. Sin embargo, en el empleo de las formas estimuladoras de remuneración del trabajo se observan aún muchas insuficiencias. En algunos lugares la retribución no es proporcional al trabajo realizado; en otras se subestima la importancia del interés material. Estamos en contra de tales puntos de vista y de tales prácticas, ya que si modificásemos nuestra ¡posición de principio en cuanto a los incentivos materiales, esto conduciría indefectiblemente a un descenso de la producción, crearía la inseguridad y frenaría el desarrollo de la economía colectiva. Concedernos una gran importancia a que en
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todas la"3 cooperativas se apliquen y se extiendan a todas las ramas de la producción los métodos de remuneración del trabajo y de distribución de los ingresos que complementen el sistema de pago según las jornadas hechas y que mejor correspondan a las condiciones de cada cooperativa. Nos preocupamos también de que ios métodos de remuneración del trabajo y de organización de la producción sean aplicados de acuerdo a las fuerzas, al nivel de desarrollo y al equipamiento técnico de las cooperativas, de forma que, sin llevar a desproporciones malsanas entre los ingresos de los trabajadores de diferentes ramas, estimulen el aumento de la producción colectiva y la aplicación de métodos progresivos, eleven ]a calidad del trabajo y contribuyan a incorporar a los miembros de la familia al trabajo colectivo. Así, pues, el interés material armoniza los intereses individuales de cada miembro de la cooperativa y los intereses generales de la hacienda colectiva y de todo el país, contribuye a desarrollar Ja iniciativa personal. El principio del interés material es el principio fundamental de nuestra política y de nuestra práctica, no sólo en la actualidad, sino también en el período de la edificación completa del socialismo, aunque, naturalmente, cambien sus formas y sus métodos. Es evidente que el interés 'material, por sí solo, no puede proporcionar Jos resultados apetecidos ni puede reemplazar la labor de persuasión política y de educación que es preciso realizar día tras día para elevar la conciencia socialista de los campesinos y robustecer su moral laboral. Es necesario intensificar la labor ¡política para que se ponga de manifiesto plenamente la ingente fuerza que implica el interés materia1!. Sólo la aplicación simultánea de los estímulos materiales y morales puede contribuir con éxito a desarrollar la producción . Una cuestión clave del subsiguiente desarrollo de las cooperativas es que éstas tengan una buena dirección, una dirección calificada: al frente de las cooperativas de producción debe haber presidentes, agrónomos, veterinarios, mecánicos y economistas que gocen de la confianza de la colectividad, conozcan los secretos de la economía agropecuaria, sean partidarios del aumento de las riquezas colectivas, del incremento de los ingresos de los cooperativistas, luchen contra los vagos y IQT infractores de la disciplina y valoren a los hombres sobre todo por el trabajo que realizan en beneficio común. La inmensa mayoría de los dirigentes de las cooperativas de producción son hombres que reúnen estas cualidades o que cada vez las adquieren más, y por aso los campesinos cooperadores confían en ellos y les
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siguen. Este hecho es fundamentalmente resultado de que, sobre la base de la plena confianza en los campesinos, aseguramos la aplicación de la democracia cooperativista, particularmente en lo que se refiere a la elección de los dirigentes y a la gestión económica. Tenemos en cuenta que los dirigentes de las cooperativas de producción no hace mucho que desempeñan sus actuales cargos y que todavía no han asimilado en la forma debida los co, nocimientos necesarios para dirigir una gran hacienda. Por esta razón, les ayudamos pacientemente a adquirir esos conocimientos y nos preocupamos de elevar su preparación política y profesional. Consideramos fundamental el siguiente principio: sólo es posible dirigir bien una cooperativa apoyándose en los miembros de la misma y de acuerdo con ellos, que son los dueños de la cooperativa. La dirección debe servir a la colectividad, y no a la inversa. Por eso, dedicamos una gran atención al desarrollo de la democracia cooperativista, lo cual no impide que :la dirección elegida tome medidas contra los individuos negligentes o que causen daño a la hacienda colectiva. Es más, en estos casos, los dirigentes cuentan con el apoyo de los restantes miembros de la cooperativa. E^te apoyo es imprescindible para fortalecer las cooperativas, para elevar la producción agropecuaria. Las cooperativas son verdaderamente fuertes y están bien administradas allí donde se aplica la democracia cooperativista, donde existe una confianza recíproca y sobre esta base se comparte la responsabilidad entre -los cooperadores y su dirección. Esta es una -condición indispensable para el constante fortalecimiento de la unidad de nuestras campesinos colectivistas.
Gracias a la transformación socialista de la agricultura han sido creadas importantísimas premisas económico-sociales para la formación de una clase única de campesinos cooperadores. Esta gran transformación social ha introducido cambios fundamentales en la vida rural y ya ha ejercido un influjo favorable en la mentalidad del campesinado, en sus condiciones de vida y de trabajo. En el campo ha comenzado un gran auge cultural. Los campesinos no sólo envían a sus hijos a estudiar, sino que muchos de ellos estudian también, adquiriendo conocimientos de cultura general y especíalas, imprescindibles para dirigir una gran hacienda. Nuestros campesinos se han convencido por experiencia propia de que el bienestar personal de cada uno va íntimamente
unido a la elevaci -sinado colectivista acierto al confiar abrazar Ja vía d Las contradiccione relaciones de proi dían al campesina cambiando más y mutua responsabil: peto. Los que en dividual se enfrenl dan mutuamente. Nosotros realiza nómico y organi2 del desarrollo de los miembros de l£ lerar el proceso c colectivista. Form todos los sectores guos campesinos campesinos ricos, tualidad rural, los do su tierra y lo tanto, en las coop cho toda la pobla prende que entre rativas aún hay i nivel de vida y siendo una fuente nadas. El aporte quidar esta sitúa de nuestra lucha nes erróneas retar talscimiento de h cienes de derecha tente.3 en algunos tantemente la eci operativas, desarr tiva, que constitu; los ingresos de lo¡ tido, nuestro Gol dad seguirán pre; arrollo socialista puerto que la ere campesinos coope diciones fundamer solidación del rég A los comités d nes rurales incum aplicar correctam PSOH. Esta poli para que en la a
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-iiosuoo uanu^uoo Ban;inou3B BI ua anb •euBsaoeu BSiuiaad BI sa BOI;TIO(Í B;SH 'HOSd iap Í8U-BJ3B Bonnod BI a;uauiB;oajJ[oo aBOi[dB ap pBpniqBSuodsaj; uBaS BI aquinout saiBJin san -ojOBZiuisSjo sns £ opu-rea; lap sa^iuioo soi v •B^siiBpos uauíiSaj iap uopBpnos -uoo a^uamSisqns BI ap saiB^ueuiBpunj s'auopip -uoo SBI aP' 'Bu11 sa sajopBjadooo soutsaduiBo ep Boiun asBp Bun ep uopBaao BI enb •opBuisaduiBO oj^sanu ep B;s;iBpos -sap IB opeatp oXodB opuB^saad u-eatnSas pBp B^senu Bpo; & oujeiqoo oj;sanu 'opn a^sen^i • saaop'Bjadooo soi 9P sosajgui soi ap o^uaiuipaao isp asBq BI eÁn^nsuoo anb 'BAI; -oeíoo uoponpoad BI opuBHoajBsap -oo S'BI ap BAjioatoo Btuiouooa BI -suoo opuepaiB^aoj •—saJBSni sounSfB ua s'a -sixa BTABPO; 'Bpaambzi ap Á Btpa.iap ep seuop -BiAsep SBI BJÍUOO 'pBpmn BI ep o;ueiuip3'iB; -joj p uapidtuí snb 'SBUB^BpaB^aj sBauoaja ssu -opdaouoo SBI s-epo} BJ^UOO Bqoni Ba;sanu ap 6}jBdB— souiBziiBaa oí uopBn;ts B;sa jBpmb -;i ep opi^uas ie ua JO^BUI a^aodB la 'SBPBU -luua^ap sauopotpBHuoo ap a^uanj Bun opuajs UBnui;uoo enb 'B^onpuoo ep X BPTA ap ep 'uopdaouoo ep SBpueaajip XBIÍ unB -adooo L-BJ ap sojquiaira soi e^^ua enb apuaad -sap es ¡nbB ea "iBana uopB[qod BI Bpo; oqo -3q ep Ba^uanoua os SBAi^BJedooo SBI u3 'O;UB^ ap uBpaaBO enb soi ^ Bjjai; ns op opBsajgut uBt[ anb sol 'reina p>BpiiBn; BI S. souBsa;aB soi 'soou souisaduiBo sa;uB so; "t'oipaui S. saaqod souisaduiBo sonS -I;UB soi :BaptB BfaiA BI ap SBJOÍOBS soi sopoj SBAi;Bjadooo SB[¡ ep e;jBd UBUIJO.H: opBuisaduiBO iap uoisat[oo ap osaoojd ie -aoB ep uij B 'sBAt;Baadooo SBI ap sojquieim soi ap B;SIIBPOS BpuaAiAuoo BI ap onouBsap pp JOABJ ua e^uanoasuoo OAI^BZTUBSJO Á. ooiuiou -ooa 'oonnod ofBQBj; un souiBziiBaj SOJ^OSOM • aiueuiBn;nui UBP -nÁB as BIO^B '¡s e-j;ue uBqB^ueajue es iBnpiAip -ui Biuiouooa BI ep soduiai^ ua anb soq; -o;ad -saj ap X. BZUBTJUOO ep 'pBpiiTqBSuodsaj; Bn;nui ep o}uaiuii}uas un Jod SBUI X SBUI opuBiquiEo UB^sa 'SBdBO sBSjaAtp ue opButsadureo IB UB;P -TAip anb "saiBpos X pBpatdoad ap SBI ep SBpBAijap seuopoipBj^uoo Biuiouooa BI e.p BIA X opt;.iBd; iap Bonnod BI ua JBIJUOO IB o;aapB opo^. uoo opBjqo UBq anb X. B^siAi;oeioo opBuis -aduiBO iap o^unfuoo iep uopBAep BI B opiun
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El movimiento revolucionario en Nigeria por TUNJI OTEGBEYE
»i i.o de octubre de 1960, Nigeria fue proclamada Estado independiente. Una vez lograda la independencia política, comenzó una nueva etapa de la revolución nigeriana, la etapa de la lucha por la independencia económica, por la plena emancipación de nuestro país del yugo imperialista y feudal. Esta etapa se caracteriza por la agudización de la lucha de las diferentes clases y agrupaciones políticas en torno a los problemas económico-sociales y a las vías del ulterior desarrollo de la Nigeria independiente. Antes de proceder al examen del alineamiento de las fuerzas de clase y de las tareas actuales del movimiento revolucionario de 'liberación en Nigeria, es preciso analizar, aunque sea someramente, las condiciones socio-económicas y políticas en que s-e ha desarrollado la lucha de nuestro pueblo durante la dominación inglesa y en los primeros años de la independencia. La dominación inEL, PERIODO glesa fue implanDEL COLONIALISMO tada a finales del sigilo pasado, en la época en que las grandes potencias imperialistas europeas establecieron a su antojo la división colonial del continente africano. El pueblo nigeriano. dirigido por los jefes y los ancianos de las tribus, hubo de replegarse an. te la invasión militar inglesa, no sin, antes ofrecer una encarnizada resistencia. De hecho, la administración colonial inglesa no pudo consolidarse hasta finales del primer decenio del siglo XX. Tan sólo en algunos lugares, y aún en forma parcial, consiguieron imponerse los ingleses por la fuerza de las armas. El colonialismo inglés únicamente pudo echar raíces profundas cuando estableció el sistema de la llamada administración indirecta. La política de la administración indirecta tendía a mantener en Nigeria el orden feudal y semif-eudal, existente desde antes de la llegada de los colonizadores ingleses, y a perpetuar los privilegios de los señores feudales,
grandes y pequeños, transmitidos por herencia o conferidos ¡por los ingleses a los jefes de las tribus. Al, mismo tiempo, esta política cercenaba los derechos de los trabajadores, especialmente de los campesinos Los tribunales, la policía y las cárceles de la administración local, las leyes y las costumbres autóctonas, todo fue utilizado para salvaguardar los intereses de la aristocracia feudal. El sistema de la administración indirecta permitió al capital monopolista, sobre todo al inglés, explotar los recursos humanos y naturales de Nigeria. Los colonizadores ingleses crearon un ejército «real» propio, su policía y sus tribunales e impusieron sus propias leyes. El Consejo Ejecutivo y el Consejo Legislativo estaban integrados por Digeríanos de tendencias proinglesas y antipatrióticas, especialmente seleccionados. Lo.s nigerianos fueron obligados a reconocer la superioridad del blanco sobre el negro, a adoptar el modo de vida occidental, a despreciar su propia cultura, a considerar como mejor todo lo inglés y a aceptar absurdos usos y costumbres por el mero hecho de ser ingleses. Así. los funcionarios nigerianos no podían acudir al trabajo vistiendo sus trajes nacionales, y los -que querían ascender en el escalafón debían llevar chistera y corbata. Hasta los 40 años, cualquier nigeriano qns no llevase un traje europeo no se consideraba vestido con el decoro exigido para entrar en la catedral de Jesús de Lagos. La cultura y las distracciones autóctonas eran sustituidas poco a poco en las grandes ciudades por las distracciones de tipo europeo occidental y, posteriormente, de tipo norteamericano. A comienzos del siglo XX, los ingleses proporcionaron instrucción profesional y técnica a un reducido número de nigerianos pertenecientes a las familias gobernantes feudales del país y crearon grupos de intermediarios integrados por personas que por su modo de vida y sus pronunciamientos eran más 'británicos que los propios ingleses. En general, estos ni-
gerianos se oponía dencia y propugna ingleses, pues creí podria,n gobernar Pero a medida q ciencia nacional d1 reciendo, a despee sonalidades, partic posiciones patrióti el deseo de libera colonial. Entre el] mocrático Nación: Consejo Nacional Grupo de Acción, greso de la Juven tidos y grupos d sieron al frente ( nacional. Unidas por el < pendencia política Nigeria libraron para alcanzar ese geria cte estos úl acciones de masa: Bastará recordar res de la tribu al apoyo de todo el ] ros de ferrocarril estudiante:; del R> 1944 a la constiti cional con el non Nigeria y Camen obreros y empleai y privadas, la pi historia de Nigeri de las autoridade cil situación de e res; el gran mov 1948 contra la «< la concesión del huelga de junio d< to de Burutu conl los sometía el m Campany; la hue los mineros de E de protesta, exten tal, contra el an inermes de dicha La creciente li ración de las rn¡ de la burguesía cuentas a la cont lítica en octubre Sin embargo, 1; cía política no li liquidación defin: ta en nuestro p£ ron la concesión como una maní formas de alianz
Nigeria 3GBEYE
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EL, MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO EN NIGEKIA
gerianos se oponían a la lucha por la independencia y propugnaban la colaboración con los ingleses, pues creían que los africanos jamas podrían gobernar sus propios países. Pero a medida que se iba despertando la conciencia nacional ¿e los nigerianos, fueron apareciendo, a despecho de los colonizadores, personalidades, partido.3 y grupos que mantenían posiciones patrióticas y estaban movidos por el deseo de liberar al país de la dependencia colonial. Entre ellos figuraban el Partido Democrático Nacional de Herbert Macaulay, el Consejo Nacional de Nigeria y Camerún, el Grupo de Acción, distintos sindicatos y el Congreso de la Juventud Nigeriana. Algunos partidos y grupos democrático-burgueses se pusieron al frente del movimiento de liberación nacional. Unidas por el deseo de conquistar la independencia política, las fuerzas progresistas de Nigeria libraron una dura y tesonera lucha para alcanzar ese objetivo. La historia de Nigeria d-3 estos últimos decenios está llena de accione.'? de masas contra o! régimen colonial. Bastará recordar la insurrección de las mujeres de la tribu aba en 1929, que contó con el apoyo de todo el pueblo; la huelga de los obreros de ferrocarriles de 1942; la huelga de los estudiante," del Royal College, que condujo en 1944 a la constitución de un frente único nacional con el nombre de Consejo Nacional de Nigeria y Camerún; la huelga de 1945 de los obreros y empleados de las empresas estatales y privada,1;, la primera huelga general en la historia de Nigeria, provocada por la negativa de las autoridades inglesas a mejorar la difícil situación de estas categorías de trabajadores; el gran movimiento de protesta de 19451948 contra la «Constitución Richards» y por la concesión del autogobierno a Nigeria; :la huelga de junio de 1947 de los obreros del puerto de Burutu contra :la feroz explotación a que los sometía el monopolio inglés United África Company; la huelga de noviembre de 1949 de los mineros de Enugu y el va'rto movimiento de protesta, extendido a toda la Nigeria Oriental, contra el ametraUamiento de los mineros inermes de dicha ciudad, etc. La creciente lucha antiimperialista de liberación de las masas obreras y campesinas y de la burguesía nacional condujo en fin de cuentas a la conquista de la independencia po. lítica en octubre de 1960. Sin embargo, la conquista de la independencia política no hay que considerarla como la liquidación definitiva del dominio imperialista en nuestro país. Lo.3 imperialistas utilizaron la concesión de la independencia política como una maniobra para establecer nuevas formas de alianza con los sectores reacciona-
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rios y antipatrióticos de nuestra sociedad y proseguir la explotación de Nigeria La dominación DESPUÉS DEL, l.o DE económica del OCTUBRE DE 1960 imperialismo en nuestro ¡país no fue liquidada al conquistar Nigeria la independencia política. Las compañías extranjera,'?, principalmente inglesas, siguieron detentando lao posiciones claves en las r a m a s fundamentales de la economía: lia agricultura, la industria extractiva y de transformación, los bancos1 y las finanzas, el comercio exterior. Continúan en sus manos la mayoría de las grande.3 plantaciones de palma y de árboles del caucho. Las principales empresas del transporte por carretera, de la industria de la construcción y del comercio al detalle pertenecen a compañías extranjeras como la United África Company, la John Holt, la Arab Transport, la Taylor Woodrow y otras. Durante los tres primeros años de independencia [1960-1963], los bancos extranjeros establecieron en Nigeria 40 nuevas sucursales y los bancos nigerianos sólo cinco. En 1951. las inversiones hechas en Nigeria tan sólo por los grandes monopolios extranjeros se elevaban a 45 millones de libras esterlinas; en 1955 dicha cifra se había elevado a 12 millones, y en 1962, a 25 millones. S-a ha intensificado la penetración del neocolonialismo en la vida económica y cultural del país. Antes, en el período de la dominación colonial, se trataba preferentemente de la penetración inglesa, pero ahora es el capital monopolista norteamericano, francés, germanooccidental y japonés el que penetra en la economía del país, ampliando su esfera de influencia. Antei teníamos que aceptar a los reaccionarios misioneros de las Iglesias cristianas y del Islam, pero ahora nos encontramos con las astutas maquinaciones de los bien entrenados espías del Cuerpo de la Paz, del Servicio de Información del Ejército norteamericano, de la Agencia Central de Inteligencia, del Rearme Moral y de otras organizaciones que coadyuvan a la penetración del neocolonialismo en nuestro país. Son los imperialistas norteamericanos los que desarrollan una actividad particular en Nigeria. Nunca antes habían llegado a nuestro país tantos norteamericanos como en estos dos últimos años. Gracias a la actividad del Cuerpo de la Paz, hoy existen en las escuelas secundarias de Nigeria más profesores norteamericanos que de todos los demás países extranjero.! juntos. Cada día es mayor en nuestro país el abismo entre la riqueza de una minoría privilegiada y la miseria de la masa fundamental
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T U N J I
O T E G B E Y E
de trabajadores. Empeora la situación de las clases y capas pobres: obreros y empleados, campesinos, artesanos, intelectuales, pequ-eños comerciantes y empresarios modestos. Por 'ejemplo, el salario mínimo de un obrero en Lagos es de 7 libras y 12 chelines al mes, y en las zonas rurales, tan sólo de 4 libras. Incluso una comisión oficial ha reconocido que el salario mínimo de un obrero en Lagos debe ser, por lo menos, de 16 libras y 16 chelines. Los trabajadores encuentran cada vez más dificultades para formar y sostener una familia, ya que los alquileres y los precios crecen con más rapidez que el salario. Así, para pagar una habitación en las ciudades el obrero debe gastar 4 libras, es decir, casi la mitad del salario. El incremento de la población y la usurpación de las tierras comunales y familiares por los feudales, los terratenientes y los capitalistas han hecho aumentar el número de campesinos ¡pobres, que £e ven obligados a trabajar para otros. La desocupación es cada vez mayor. Sólo en diciembre de 1962 pasaron a formar el ejército de loe desocupados más de 40.000 jóvenes que, una vez terminada la escuela, no habían podido encontrar colocación. A diferencia de las clases trabajadoras, que se hunden cada vez más en una profunda miseria, el grupo de negociantes capitalistas y de terratenientes, más numeroso cada día, se enriquece mediante fraudes, robos, exacciones, usurpación de tierra^, sobornos, especulaciones, maquinaciones políticas y otros actos delictivos; los terratenientes feudales, sobre todo en el Norte, siguen gozando de un gran poder. Pueden elevar a su arbitrio los impuestos, distribuir y confiscar la propiedad mral, concertar acuerdos comerciales y trazar planes industriales. La penosa situación de las masas trabajadoras, en cuyas condiciones de vida no se han producido cambios esenciales después de la independencia, y el enriquecimiento de los capitalistas nigerianos instalados en el Poder, de los feudales y de los altos funcionarios vinculados con el capital extranjero han sido una de las- causas fundamentales de la agudización de las contradicciones de clase y de la lucha de clases en Nigeria en estos últimos tiempos. La intensificación de la lucha de clases se ha expresado ante todo en el auge del .movimiento huelguístico de las ciudades en 1962— 1963 y en las acciones de masas de los trabajadores —obreros, empleados, campesinos, artesanos e intelectuales—• en defensa de sus derechos económicos y políticos. Así, por ejemplo, en febrero de 1963 estuvieron en huelga durante más de dos semanas 16.000 portua-
rios, que exigieron del Gobierno aumentos de salarios y medidas efectivas para liquidar el paro forzoso. En junio de ese mismo año quedó paralizada la red ferroviaria del país. Los obreros exigieron a la compañía nacional nigeriana de caminos de hierro ;la elevación del pago de las horas extraordinarias. En julio, los mineros de Enugu sostuvieron una lucha tenaz por sus derechos económicos y políticos. Después de la independencia, en junio del corriente año, la huelga general de los trabajadores nigerianos se transformó en un gran conflicto social. Esta ha sido la huelga más importante que se registra en la historia de Nigeria. Participaron en ella cerca de 800.000 obreros y empleados de todas las regiones. Los huelguistas exigían salarios más altos y mejores condiciones de trabajo. Durante la huelga en Lagos y otras ciudades del país tuvieron lugar choques con la policía, que intentó reprimir las manifestaciones de huelguistas con porra1!, gases lacrimógenos y armas de fuego. La huelga, que duró 13 días, finalizó con la firma de un acuerdo entre el comité unitario de huelga y el Gobierno. En el acuerdo se estipuló que no se tomarían represalias contra los huelguistas, que serían anulados todos los despidos y que a los obreros les sería abonado el salario correspondiente a los días de huelga. La grandiosa huelga de junio de los trabajadores nigerianos, iniciada por la clase obrera, puso de manifiesto las contradicciones de clase en el país. Los obreros declararon la huelga no sólo para lograr salarios más altos. La huelga fue una expresión del creciente descontento de los trabajadores por la política del Gobierno, que se preocupa principalmente de los intereses de los monopolios extranjeros y de las clases y capas explotadoras privilegiadas de la sociedad nigeriana: capitalistas, feudales y funcionarios de alto copete. Así, pues, la lucha de los obreros y de todos los trabajadores nigerianos por aumentos salariales y por la satisfacción de sus revindicaciones económicas perentorias es inseparable de las cuestiones políticas planteadas ahora ante la Nigeria independiente y que inquietan a todos los nigerianos, y en particular es inseparable del problema relativo al ulterior desarrollo de la Nigeria independiente. La creación del Partido Socialista Obrero y Campesino de Nigeria, nueva fuerza política llamada a agrupar y encabezar a todos los elementos patrióticos y progresistas en su lucha por la emancipación económica y social y por el paso del país a 'la vía del desarrollo anticapitalista, constituyó un importante acontecimiento en la historia del movimiento revolucionario de nuestro país.
EL, PARTIDO TRABAJADOR
se vio que despuí cia se había pro cía entre los int doras y les intei tribu, capitalista que colaboraban experiencia déme tada sólo era pa ba de ella un p dores. La lucha el pueblo debe mismo bajo la partidos existent del nacionalismo mente un partí que luche para c a manos de los lados al imperia blo desheredado. En el manifies ro y Campesino ta Obrero y Ca trabajadores de ideas del socialLi consiste en la c: lista mediante 1 cional. Este pa: como resultado cimientos en >-": respuesta a las < Nuestro Partií principio básico el pueblo y sirví o cualquier acci< los intereses de nos, es, proceda ración del princi Los Estatutos dirigente a los < quienes sean fie de los campes Guiándose por 1 nismo, el Partid sino ce ha corn cha del pueblo i lismo y el feuda por la plena ii edificar una m economía, una F POR UNA XI NIGERIA DE
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EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO EN NIGERIA
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las organizaciones de base y de los comités distritales del Partido. Las intervenciones de los lectores sobre las perspectivas del desarrollo económico de la sociedad capitalista ocuparon un 1 total de 40 páginas. Además de los problemas económicos, que en esta discusión fueron loa fundamentales, examináronse también cuestiones concernientes al desarrollo de la ciencia, de la técnica y de la cultura. Tanto los comunistas como los sin partido hicieron diversan propuestas. En muchos materiales s-3 criticaron algunos aspectos de la dirección de la economía nacional, así como ciertas tendencias erróneas en la cultura y el arte. Muchos otros' hechos y sobre todo la creciente abundancia de cartas de los lectores a las redacciones prueban la amplia y firme vinculación de la prensa con los lectores. Rude Pravo recibió en 1962 más de 31.000 cartas de lectores, el 10 por ciento más que en 1961, y en 1963 su número ascendió a 35.000. El diario sindical Prace recibió 28.674 cartas en 1962, y 29.957 en 1963; Zemedelske noviny, 12.149 y1 13.310, respectivamente. Cada año, unos dos mil lectores, por término medio, acuden personalmente a la redacción del periódico Prace. En el desarrollo de la discusión y de la polémica, como método fundamental para hallar soluciones objetivamente justas, juega un papel importante el periódico Rude Pravo. Hace ya dos años que publica las páginas bisemanales «Cartas de los lectores: propuestas, observaciones, críticas, polémicas». En esta verdadera tribuna de discusión han sido ampliamente debatidas cuestiones sobre el papel del control popular en la sociedad, la función educativa del arte y de la literatura, el perfeccionamiento del sistema de dirección de la economía nacional. En la actualidad se desarrolla una discusión sobre la juventud, acerca' de la utilización de las reservas en la agricultura y sobre la lucha contra los fenómenos burocráticos en la dirección de la economía y en la labor del aparato estatal. En las discusiones participan obreros, campesinos asociados en las cooperativas, administradores, ingenieros, peritos, miembros de la Academia de Ciencias Checoslovacas y ds diferentes institutos, escritores, activistas de las organizaciones sociales, sindicales y del Partido. Hasta hace poco, la redacción de Rude Pravo contaba con escasos materiales sobre cuestiones económicas. Al calor de estas discusiones, la redacción recibe numerosos artículos, en los que distin-
tos especialistas tas cuestiones y Teniendo en e lectores, mucha: sección «Cartas dical Pracs, en 1 hoy le responden lectoras, informs tres1 años sobre ca interior y exl diversas. He aq elegido miembro ra saber qué de\ a la alimentado • graduados de la jar en una hacie ner ninguna espi portantes se pu -miento del Gobw car sobre las v« bajan en la con. lo algunas de 1 periódico el 4 < prueban la amp los lectores. A «alistas de las colaboradore puestas son brev noviny se ha i] < Cartas de los 1 en -rus artículos ricas y en su; s nen en las c La participacii la labor de la i ñas de los peric tica má-3 variadí de problema" d< Otros periódic ciona! sisnien el ta. Tal es el ca cié, órgano del que publica reí miércoles», con científicos y de los lectores temas y proposi< versan las char!; Ob-ana lidu. i vaco, es otro °ie lo« lectoras. '.:>rica ds «Intai internat —inten Sobre los ióvene beres superiores vor respon-r ¡ v casos -?n nú influye sob^e la ma-3 de alistad entre los ióv?ne jóvenes soldados :cs. La pxper aue frecuénteme a cau=a de una •personales d° 1( contactos entre vil. Estos h°cha la rúbrica
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