REVELACIONES DE JESÚS A Santos Beatos y Místicos PDF

March 20, 2023 | Author: Anonymous | Category: N/A
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REVELACIONES DE JESÚS  A SANTOS, BEATOS Y MÍSTICOS 



 

 

REVELACIONES DE JESÚS A SANTOS, BEATOS Y MÍSTICOS

PALABRAS PALAB RAS CRISTO A DE SANTA BRÍG B RÍGIDA IDA DE SUECIA

3 CLASES DE PERSONAS QUE SIRVEN A DIOS  Palabras de Cristo a su esposa Santa Brígida de Suecia, sobre la manera y el respeto con que se debe conducir en la oración, y sobre 3 clases de personas que sirven a Dios en este mundo.

Yo soy tu Dios, el que fue crucificado en la Cruz, verdadero Dios y hombre en una persona, y el que está presente todos los días en las manos del sacerdote. Cuando me ofrezcas una oración, termínala siempre con el deseo de que se haga Mi voluntad y no la tuya. Cuando rezas por alguien que ya está condenado, no te escucho. veces tampoco te ello oigo necesario, si deseas algo puedatu ir contra tuAsalvación. Es por queque sometas voluntad a la Mía, porque como Yo sé todas las cosas, no te proveo de nada más que de lo que es beneficioso. Hay muchos que no rezan con la intención correcta, y es por esto que no merecen ser atendidos. Hay 3 tipos de personas que me sirven en este mundo:   Los primeros son los que creen que soy Dios y el

proveedor de todas las cosas, que tiene poder sobre todo.



 

LIBRO 1, CAPÍTULO 14

 

Estos me sirven con la intención de conseguir bienes y honores temporales, pero las cosas del Cielo no les importan y están dispuestos a perderlas con tal de obtener bienes presentes. El éxito mundano se ajusta completamente a su medida, según sus deseos. Puesto que han perdido todos los bienes eternos, Yo les compenso con consuelos temporales por cualquier buen servicio que me hagan, pagándoles hasta el último ú ltimo cuadrante y hasta el último punto.   Los segundos son los que creen que soy Dios omnipotente y Juez estricto, pero me

sirven por miedo al castigo y no por amor a la Gloria Celestial. Si no me temieran, no me servirían.

  Los terceros son los que creen que soy el Creador de todas las cosas y Dios

verdadero, y los que me creen justo y misericordioso. Estos no me sirven por miedo al castigo, sino por divino amor y caridad. Preferirían soportar cualquier castigo, por duro que fuese, antes que provocar mi enfado. Éstos merecen verdaderamente ser escuchados cuando rezan, pues su voluntad coincide con Mi voluntad.

El primer tipo de sirvientes nunca saldrá del castigo ni llegará a ver Mi rostro. El segundo, no será tan castigado, pero tampoco alcanzará a ver Mi rostro, a menos que corrija su temor mediante la penitencia.

San Francisco de Sales: “Si eres débil, debes comulgar para volverte fuerte. Si has pecado mucho, te

conviene comulgar después de confesarte bien, para que la presencia de  Jesucristo te traiga fuerzas para no seguir pecando tanto. tanto. Si te domina el mal  genio, al recibir en la comunión al que es ´manso y humilde de corazón´, corazón´, Él te irá contagiando de Su bondad y Su buen genio. Si tienes inclinación a la impureza y al vicio, la presencia de Cristo, el Cordero Inmaculado, en tu alma, de Cristo, quien jamás tuvo la más mínima mancha de pecado, te irá dando fortaleza fortale za hacia todo lo que es impuro, y amor por la l a virtud. Si te vence el orgullo, Jesús que es humilde te irá haciendo semejante a Él. No comulgas porque ya eres santo, sino  porque deseas llegar a la la santidad. Y sin comulga comulgar, r, no lo lograrías jamás”. jamás”. 



 

 

REVELACIONES DE JESÚS A SANTOS, BEATOS Y MÍSTICOS

PALABRAS PALAB CRISTORAS A DE SANTA FAUSTINA

17 COSAS QUE JESÚS REVELÓ A SANTA FAUSTINA  Acerca de la Divina Misericordia

1.  La Fiesta de la Misericordia será un refugio para todas las almas y especialmente para los pobres pecadores. 2.  No existirá paz, sino a través de la Misericordia de Dios. 3.  Cuando el mundo reconozca la Misericordia de Dios, será señal de los últimos tiempos. “Después vendrá el día de la justicia”.  4.  La justicia de Dios es inminente cuando Su Misericordia es rechazada.  “El que se niega a pasar por la  puerta de Mi Misericordia, debe pasar por la puerta de Mi  Justicia”.

5.  La Fiesta de la Misericordia podrá ser la última oportunidad para que muchos se salven. 6.  Dios es el mejor de todos los Padres. 7.  El primer después de Pascua se celebrará la Fiesta de ladomingo Misericordia. “Estos rayos protegen las almas 3 

 

SERVIDORA DE L A DIVINA DIVINA MISERICORDIA

 

de la ira de Mi Padre. Bienaventurado el que habitará en Su refugio, porque la mano justa de Dios no lo tomará”.  8.  Dios quiere que todos se salven. “Hija mía, escribe que cuanto mayor es la miseria de un alma, mayor es su derecho a mi misericordia”.

9.  Los más pecadores tienen más derecho a la Misericordia de Dios. “Cuanto mayor es el pecador, mayor es el derecho que tiene a Mi Misericordia. El que confía en Mi Misericordia, no perecerá”.

10. La confianza en la Misericordia de Dios de los más grandes pecadores debe ser total. “Las almas que hacen un llamado a Mi Misericordia me deleitan, a tales almas les doy aún más gracias de las que piden ”. 11.  Dios ofrece perdón completo a quien se confiese y comulgue en la Fiesta de la Misericordia. 12. No debe existir miedo de acercarse a la Misericordia de Dios. “Que el alma débil y  pecaminosa no tenga miedo miedo de acercarse a Mí, Mí, ya que, aunque tuviera más pecados que los granos de arena en el mundo, todos se ahogarán en las profundidades inconmensurables de Mi Misericordia”.  13. La Misericordia de Dios debe ser adorada y la imagen venerada. “Exijo la adoración de Mi Misericordia a través de la solemne celebración de la Fiesta y de la veneración de la imagen que está pintada. Por medio de esta imagen concederé muchas gracias a las almas”.

14. Las almas recibirán gracias que no podrán contener e irradiarán a otras. “Yo soy el  Amor y la Misericordia. Cuando un alma se acerca a Mí con confianza, la lleno de tal abundancia de gracias, que no puede contenerlas dentro de sí, sino que las irradia a otras almas”. 

15. La imagen de la Divina Misericordia es fuente de numerosas gracias. 16. Al venerar la imagen se recibe la protección de Dios en la vida y sobre todo en la muerte. “Prometo que el alma que venerará esta imagen no perecerá. También prometo la  victoria sobre sus enemigos ya aquí en la tierra, especialmente a la hora de la muerte. Yo le defenderé como Mi propia gloria”.

17. Los que propagan esta devoción serán protegidos toda su vida por Dios.



 

 

REVELACIONES DE JESÚS A SANTOS, BEATOS Y MÍSTICOS

PALABRAS PALAB RAS CRISTO A DE MARÍA VALTORTA

MENSAJES A LA BEATA MARÍA VALTORTA SOBRE EL PURGATORIO Dice Jesús:

Quiero explicarte lo que es y en qué consiste el Purgatorio. Pur gatorio. Y te lo explico Yo, de manera que chocará a muchos que se creen depositarios del conocimiento del más allá, y no lo son.

Las almas sumergidas en aquellas llamas sólo sufren por el amor. Ellas no son indignas de poseer la Luz, pero tampoco son dignas de entrar inmediatamente en el Reino de la Luz. Son investidas por la Luz, al presentarse ante Dios. Es una breve, anticipada que será les asegura su salvación y les hace conocedorasbeatitud, de lo que su eternidad, y expertas de cuanto cometieron contra su alma, defraudándola de años de bienaventuradaa posesión de Dios. bienaventurad Después, sumergidas en el lugar de purgación, son investidas por las llamas que expían. En esto aciertan quienes hablan del Purgatorio, pero donde se equivocan es al querer aplicar distintos nombres a esas llamas: éstas son incendio de amor,  purifican encendiendo de amor las almas. Dan el Amor, porque cuando el alma ha alcanzado ese amor que no alcanzó en la Tierra, es liberada y se une al Amor en el Cielo. Te parece una doctrina distinta de la conocida, ¿verdad? 5 

 

SOBRE EL PURGATORIO

 

Pero piensa. ¿Qué es lo que Dios Uno y Trino quiere para las almas que ha creado?  El Bien. Quien quiere el Bien para una criatura, ¿qué sentimientos tiene hacia la criatura? Sentimientos de amor. ¿Cuál es el mandamiento primero y segundo, los dos más importantes, de los que he dicho que no los hay mayores y en ellos está la llave para alcanzar la vida eterna? Es el mandamiento del amor: “Ama a Dios con todas tus fuerzas, ama al  prójimo como a ti mismo”. ¿Qué os he dicho infinidad de caridad veces por mi boca,laslaculpas de losyprofetas y los santos? Que la consuma las debilidades del hombre, mayor absolución es la Caridad. La porque quien ama vive en Dios y viviendo en Dios peca poco, y si peca se arrepiente inmediatamente, inmediatament e, y el perdón del Altísimo es para quien se arrepiente. ¿A qué faltaron las Almas del Purgatorio?  Al Amor. Si hubieran amado mucho, habrían cometido pocos y leves pecados, unidos a su debilidad e imperfección, pero nunca habrían alcanzado la persistencia consciente en la culpa, ni siquiera venial. Habrían visto la forma de no afligir a su Amor y el Amor viendo su buena voluntad, les habría absuelto incluso de los pecados veniales cometidos. ¿Cómo se repara, también en la Tierra, una culpa? Expiándola, y cuando es posible, a través del medio con el que se ha cometido. Quien ha dañado, restituyendo cuanto quitó con prepotencia. Quien ha calumniado, retractándose de la calumnia. Ahora, si esto lo requiere la pobre justicia ju sticia humana, ¿no lo querrá la Justicia Santa de Dios? ¿Y qué medio utilizará Dios para obtener reparación? A Sí mismo, o sea al Amor, EXIGIENDO AMOR. Este Dios al que habéis ofendido, y que os ama paternalmente, y que quiere unirse con Sus criaturas, os lleva a alcanzar esta unión a través de Sí mismo. Todo gira en torno al Amor, María, excepto para los verdaderos “muertos”, los condenados. Para estos “muertos” también ha muerto el Amor. Pero para los tres reinos -el que tiene peso de gravedad o la Tierra; aquel en el que está abolido el peso de la materia, pero no el del alma cargada por el pecado o el Purgatorio; y aquel cuyos habitantes comparten con el Padre su naturaleza espiritual que les libera de todo peso- EL MOTOR ES EL AMOR. Amando sobe la Tierra, es como trabajáis para el Cielo. Amando en el Purgatorio, es como conquistáis el Cielo que en la vida no habéis sabido merecer. Amando en el Paraíso, es como gozáis el Cielo. Lo único que hace un alma cuando está en el Purgatorio es amar,  pensar, pensar, arrepentirse arrepentirse a la luz del Amor que esas llamas han encendido para ella, que ya son s on Dios, pero que, para su castigo, le esconden a Dios. Esto es el tormento. El alma recuerda la visión de Dios que tuvo en el juicio particular. Se lleva consigo ese recuerdo y, dado que el haber tan sólo entre-visto a Dios es un gozo que supera todo lo creado, el alma está ansiosa de volver a gustar ese gozo.



 

 

Ese recuerdo de Dios y ese rayo de Luz, que le revistió cuando compareció ante Él, hacen que el alma “vea” la importancia que realmente tienen las faltas cometidas contra su Bien, y este “ver”, junto a la idea de que por esas faltas se ha impedido voluntariamente, durante años o siglos, la posesión del Cielo y la unión con Dios, constituye su pena purgante.

El tormento de los purgantes es elen amor y la certeza haber ofendido Amor. por Un alma, cuanto más ha faltado la vida, tantodemás está comoalcegada cataratas espirituales que le hacen más difícil conocer co nocer y alcanzar ese perfecto arrepentimiento arrepentimiento de amor, que es el primer coeficiente para su purgación y entrada en el Reino de Dios. Cuanto más un alma lo ha oprimido con la culpa, tanto más pesado y tardío se hace vivir el amor. A medida que se limpia por poder del Amor, se acelera su resurrección al amor, y de consecuencia, su conquista del Amor que se completa en el momento en que, terminada la expiación y alcanzada la perfección del amor, es admitida en la Ciudad de Dios. Hay que orar mucho para que estas almas, a lmas, que sufren para alcanzar la Alegría, sean

rápidas en vuestros alcanzarsufragios, el amor perfecto que les absuelvedeyfuego les unedeConmigo. Vuestras el oraciones, son nuevos aumentos amor. Aumentan ardor, pero ¡oh, bienaventurado tormento! tormento!,, también aumentan la capacidad de amar. Aceleran el proceso de purgación. Alzan las almas sumergidas en ese fuego a grados cada vez más altos, las llevan a los umbrales de la Luz, abren las puertas de la Luz e introducen el alma en el Cielo. A cada una de estas operaciones, provocadas por  vuestra caridad hacia quien os precedió en la segunda vida, corresponde la sorpresa de caridad hacia vosotros. Caridad de Dios, que os agradece el que proveáis por Sus hijos penantes, caridad de los penantes que os agradecen el que os afanéis por introducirles en el gozo de Dios.



 

 

Vuestros seres queridos nunca os amaron tanto como después de la muerte de la Tierra, porque su amor ya está impregnado de la Luz de Dios, y a esta Luz comprenden cómo les amáis y cómo deberían haberos amado. Ya no pueden deciros palabras que invoquen perdón y den amor. Pero me las dicen a Mí para vosotros, Yo os traigo estas palabras de vuestros Difuntos que ahora os saben ver y amar como se debe. Os las traigo junto con su petición de amor y su bendición, que ya es válida desde el Purgatorio, porque ya está animada por la inflamada Caridad que les quema y purifica. Perfectamente válida, además, desde el momento en que, liberados, salgan a vuestro encuentro a los umbrales de la Vida o se reúnan con vosotros en ella, si les hubierais precedido en el Reino del Amor.

Fíate de Mí, María. Yo trabajo por ti y por tus seres queridos. Conforta tu espíritu. Vengo para darte la alegría. Confía en Mí.

Dice Jesús:

El amor que no habéis sabido profesarme en la Tierra, me lo tenéis que dar en el Purgatorio. Por eso os digo, que el Purgatorio sólo es sufrimiento de amor. Durante toda la vida habéis amado poco a Dios en Su Ley, os habéis echado a la espalda la idea de Él, habéis vivido amando a todos y amándole poco a Él; es justo que, no habiendo merecido el Infierno y no habiendo merecido el Paraíso, os lo merezcáis ahora, encendiéndoos de caridad, ardiendo por cuanto habéis sido tibios en la Tierra. Es justo que suspiréis durante miles y miles de horas de expiación de amor lo que no habéis suspirado miles y miles de veces en la Tierra: por Dios, finalidad suprema de las inteligencias creadas. A cada vez que habéis vuelto la espalda al amor, corresponden años y siglos de nostalgia amorosa.  Años o siglos, según la  gravedad de vuestra culpa. Estando ya seguros de Dios, conocedores de Su Suprema Belleza por el fugaz encuentro del primer juicio, cuyo recuerdo tenéis con vosotros para haceros aún más viva el ansia de amor, suspiráis por Él, lloráis Su lejanía, os lamentáis y arrepentís de haber sido vosotros la causa de tal lejanía, y os hacéis cada vez más permeables a ese fuego encendido de la Caridad hacia vuestro supremo bien. 8 

 

 

Cuando por las oraciones de los vivientes que os aman, los méritos de Cristo son lanzados como esencia de ardor en el fuego santo del Purgatorio, la incandescencia de amor os penetra más fuerte y más adentro, y entre el resplandor de las llamas, cada vez se hace más lúcido en vosotros el recuerdo de Dios visto en aquel instante.

En el segundo reino, cuanto más crece la purificación, y por ello el amor, más cercano y  visible se hace el Rostro de Dios. Ya trasluce y sonríe entre el centelleo del santo fuego. Es como un Sol, que cada vez se acerca más, cuya luz y calor anulan cada vez más la luz y el calor del fuego purificante, hasta que, pasando del merecido y bendito tormento del fuego al conquistado y bienaventurado alivio de la posesión, pasáis de llama a Llama, de luz a Luz, salís para ser luz y llama en Él, Sol Eterno, como chispa absorbida por una hoguera y como candelero arrojado en un incendio. ¡Oh, gozo de los gozos, cuando cu ando os encontréis elevados a Mi Gloria, pasados de ese reino de espera al Reino de Triunfo! ¡Oh, conocimiento perfecto del Perfecto Amor! Este conocimiento, María, es misterio que la mente puede conocer por voluntad de Dios, pero que no puede describir con palabra humana. Cree que merece la pena sufrir toda una vida por poseerla desde el momento de la muerte. Cree que no hay caridad mayor que procurarla con las oraciones a quienes amaste en la Tierra y que ahora comienzan su purificación en el amor, a quienes en vida tanas y tantas veces cerraron las puertas del corazón. Ánimo, bendita a la que son desveladas las verdades escondidas. Actúa, obra y sube. Por ti misma y por quienes amas en el más allá. Deja consumar en el Amor el estambre de tu vida. Vierte tu amor sobre el Purgatorio, para abrir las puertas del Cielo a quienes amas. Serás bienaventurada si sabes amar hasta la incineración de cuanto es débil y pecó. Los Serafines salen al encuentro del espíritu purificado con la inmolación de amor y le enseñan el “Sanctus” eterno eterno para cantar cantar al pie de mi trono. 

Escribo todo lo que Jesús dicta:

Llega el mes dedicado a los difuntos [noviembre]. Ruega así por ellos: ¡Oh, Jesús!, que con Tu gloriosa Resurrección nos has mostrado cómo serán etername eternamente nte los “hijos de Dios”, concede la Santa Resurrección a nuestros seres queridos, fallecidos en Tu Gracia, y a nosotros, en nuestra hora. Por el sacrificio de Tu Sangre, S angre, por las lágrima lágrimass de María, por los méritos de todos los Santos, abre Tu Reino a sus espíritus. ¡Oh, Madre Santa!, cuya aflicción finalizó con la alborada pascual ante el Resucitado y cuya espera de reunirte con Tu Hijo cesó en el gozo de Tu gloriosa Asunción, consuela nuestro dolor librando de las penas a quienes amamos hasta más allá de la muerte, y ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, que esperamos la hora de volver a encontrar el abrazo de quienes perdimos. Mártires y Santos, que estáis jubilosos en el Cielo, dirigid una mirada suplicante a Dios, y una fraterna a los difuntos d ifuntos que expían, para rogar al Eterno por ellos, y para decirles a ellos: “He aquí que la paz se abre para vosotros”. vosotros”.   Amén.



 

 

REVELACIONES DE JESÚS A SANTOS, BEATOS Y MÍSTICOS

PALAB RAS DE PALABRAS CRISTO A MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE ALA COQUE

MENSAJES A SANTA MARGARITA DE ALACOQUE Mi Amor Todopoderoso concederá a los que comulguen en gracia los primeros viernes durante 9 meses, la gracia de la penitencia final. No morirán sin recibir los Sacramentos.

El Sagrado Corazón a Santa Margarita María:

«Tengo una sed ardiente de ser amado y honrado en el Sacramento de mi amor, y no encuentro casi a nadie que responda a este deseo mío». Los Guardias de Honor que rodean el Sagrario, están allí en ese puesto como centinelas, relevándose de hora en hora, para cumplir su misión, a la cual están convocados en estos términos: «Al principio de la Hora de Guardia, los Socios van en espíritu al puesto de Amor, el Sagrario. Allí ofrecen a Jesús sus pensamientos, sus palabras, sus penas, sus acciones; y sobre todo, el deseo que consienten de consolar a Su Corazón con su amor». El Sagrado Corazón a Santa Margarita:

«Tengo contento y gusto en ver mi amor honrado bajo la forma de un Corazón de carne. Deseo que esta imagen se exponga en público para conmover por este medio el corazón insensible de los hombres y atraerlos a Mi amor». 10   10

 

SERVIDORA DEL SERVIDORA SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

 

La Guardia de Honor ha realizado completamente este deseo del Corazón de Jesús. Los cuadrantes de la Obra, en cuyo centro destaca la imagen del Corazón traspasado, se hallan esparcidos y expuestos por toda la Tierra. A la vista de este Corazón, multitudes de corazones alejados han sido atraídos al Amor de Jesús.

En otra ocasión decía el Salvador a su humilde confidente: «Quiero formar en torno de mi Corazón una corona de doce estrellas compuesta de mis más fieles y queridos siervos». Nuestro Señor se complacía en anunciar Su Reinado de Amor por el culto de Su Divino Corazón: «Reinaré a pesar de los esfuerzos que hagan mis enemigos para oponérseme». Santa Margarita María repetía con una seguridad invencible: «Sí, Reinará, a pesar del infierno y sus esfuerzos; esta seguridad me transporta de alegría». La Guardia de Honor no sólo hace presente el Reinado de Amor, sino que lo publica, confirma y propaga de muchos modos. Más aún, dice Santa Margarita María: «Un día me mostró el Salvador la devoción a Su Sagrado Corazón, bajo la figura de un hermoso árbol que tenía sus raíces en nuestro Santo Instituto, y del que quería que las hijas de la Visitación V isitación distribuyesen los frutos con abundancia». La ofrece,que no sólo este sanar hermoso a las miradas de los Socios, sino hojas de deHonor este árbol, deben lasárbol naciones ».  La Guardia de Honor «lasGuardia distribuye sus hojas los primeros viernes de cada mes. 

Santa Margarita María Alacoque exhortó a los devotos del Sagrado Corazón a llevar la imagen de Él sobre su propio corazón. El Sagrado Corazón de Jesús: «En el Huerto de los Olivos es donde yo he sufrido más que en el resto de Mi Pasión, viéndome en un abandono total, cargando con todos los pecados del mundo. Es por eso que te pido que hagas una Hora Santa de 11 a 12 de la noche del jueves anterior al primer viernes». La Hora Santa que le pidió Nuestro Señor, está aconsejada a los Guardias espíritu.  de Honor. Puede ser ante el Santísimo Sacramento o trasladándonos allí en

El Sagrado Corazón de Jesús dice a Santa Margarita María: «Te pido comulgues todos los primeros viernes de d e cada mes para reparar, en cuanto sea posible, los ultrajes que recibo durante el mes en el Santísimo Sacramento del altar». «Yo te prometo en el exceso de Mi Misericordia de Mi Corazón, que Mi amor todopoderoso concederá a los que comulguen los primeros viernes vier nes durante 9 meses consecutivos, la gracia de la penitencia final, que q ue ellos no morirán en desgracia mía y sin recibir los Sacramentos. Yo seré su asilo seguro en la última hora».

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12 promesas del Sagrado Corazón de Jesús Mayo 1673 / El Corazón de Jesús le dijo a Santa Margarita María de Alacoque las siguientes promesas para aquellas almas devotas a Su Corazón:

1.  Les daré todas las gracias necesarias para su estado de vida.  2.  Les daré paz a sus familias.  3.  Les consolaré en todas sus penas.  4.  Seré su refugio durante la vida y, sobre todo, a la hora de la muerte.  5.  Derramaré abundantes bendiciones bendiciones en todas sus empresas.  6.  Los pecadores encontrarán en Mi Corazón un océano de misericordia.  se volverán fervorosas. 7. 8.   Las Las almas almas tibias fervorosas harán rápidos progresos en la perfección.  9.  Bendeciré las casas donde mi imagen sea expuesta y venerada.  10. Otorgaré a aquellos que se ocupan de la salvación de las almas, el don de mover los corazones más endurecidos.  11.  Grabaré para siempre en Mi Corazón los nombres de aquellos que propaguen esta devoción.  12. Yo te prometo, en la excesiva Misericordia de Mi Corazón, que Su Amor Omnipotentee concederá a aquellos que comulguen 9 Primeros Viernes de mes Omnipotent seguidos, la gracia de la penitencia final: no morirán en desgracia mía, ni sin recibir los Sacramentos, y Mi Corazón Divino será su refugio en aquel último momento. 

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REVELACIONES DE JESÚS A SANTOS, BEATOS Y MÍSTICOS VISIÓN DE ANA CATALINA EMMERICH

JESÚS BAJA JESÚS BAJ A A LOS L OS INFIERNOS INFI ERNOS Y AL PURGATORIO

Religiosa, Agustina, Mística, Vidente, Estigmatizada y Víctima por los pecadores * Sus visiones sobre la Pasión de Cristo inspiraron la película de Mel Gibson

Desde niña, Ana Catalina recibía frecuentes visitas de su Ángel Custodio, de Nuestra Señora y del mismo Salvador. Pronto recibió las señales de la Pasión de Cristo, como víctima corredentora. Cuando Jesús, dando un grito, expiró, yo vi su alma celestial como una forma luminosa penetrar en la Tierra, al pie de la Cruz. Muchos Vi ángeles, en los cuales estaba la acompañaban. su divinidad unida con su Gabriel, alma, pero también con su cuerpo suspendido en la Cruz. No puedo expresar cómo era eso, aunque lo vi claramente en mi espíritu. El sitio adonde el alma de Jesús se había dirigido, estaba dividido en tres partes, eran como tres mundos y sentí que tenían forma redonda, cada uno de ellos separado del otro por un hemisferio. Delante del limbo había un lugar más claro y hermoso; en él, vi entrar las almas libres del Purgatorio, antes de ser conducidas al Cielo. La parte del limbo donde estaban los que esperaban la Redención, estaba rodeada de una esfera parda y nebulosa, dividida en muchos círculos. Nuestro Señor, rodeado por un resplandeciente halo de luz, era llevado por ángeles por en medio de dos círculos: en el de la izquierda estaban los patriarcas anteriores a Abraham; en el de la derecha las almas de los que habían vivido desde Abraham hasta San Juan Bautista. Al pasar Jesús entre ellos, no lo reconocieron, pero todo se llenó de gozo y esperanza, y fue como si aquellos lugares estrechos se expandieran con sentimientos de dicha y plenitud. Jesús pasó entre ellos como un soplo de aire, como una brillante luz, como el refrescante rocío.  13   13

 

VISIÓN DADA A ANA VISIÓN A NA CATALINA EMMERICH

 

Con la rapidez de un viento impetuoso, llegó hasta el lugar cubierto de niebla, donde estaban Adán y Eva; les habló y ellos lo adoraron con un gozo indecible y acompañaron a Nuestro Señor al círculo de la izquierda, el de los patriarcas anteriores a Abraham. Este lugar era una especie de Purgatorio. Entre ellos había malos espíritus que atormentaban e inquietaban el alma de algunos El lugar estaba cerrado, pero los ángeles del Señor dijeron: “Abrid estas puertas”. Cuando  Jesús entró triunfante, los espíritus diabólicos se fueron de entre las almas llenas de sobresalto y temor. Jesús, acompañado de los ángeles y de las almas libertadas, entró en el seno de Abraham. Este lugar me pareció más elevado que las partes anteriores, y sólo puedo comparar lo que sentí con el paso de una iglesia subterránea a una iglesia superior. Allí se hallaban todos los santos israelitas, en aquel lugar no había malos espíritus. Una alegría y una felicidad indecibles entraron entonces en estas almas, que alabaron y adoraron al Redentor. Algunos de éstos fueron a quienes Jesús mandó volver sobre la Tierra y retomar sus cuerpos mortales para dar testimonio de Él. Este momento coincidió con aquel en que tantos muertos se aparecieron en Jerusalén. Después vi a Jesús con su séquito, entrando en una esfera más profunda, una especie de Purgatorio también, donde se hallaban paganos piadosos que habían tenido un presentimiento de la verdad y la habían deseado. Vi también a Jesús atravesar como libertador muchos lugares donde había almas encerradas, hasta que finalmente lo vi acercarse con expresión grave al centro del abismo. El infierno se me apareció bajo la forma de un edificio inmenso, tenebroso, cerrado con enormes puertas negras con muchas cerraduras; un aullido de horror se elevaba sin cesar desde detrás de ellas. ¿Quién podría describir el tremendo estallido con que esas puertas se abrieron ante Jesús? ¿Quién podría transmitir la infinita tristeza de los rostros de los lo s espíritus de aquel lugar?

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La Jerusalén celestial se me aparece siempre como una ciudad donde las moradas de los bienaventurados tienen forma de palacios y de jardines llenos de flores y de frutos maravillosos. El infierno lo veo, en cambio, como un lugar donde todo tiene por principio la ira eterna, la discordia y la desesperación, prisiones y cavernas, desiertos y lagos llenos de todo lo que puede provocar en las almas el extremo horror, la eterna e ilimitada desolación de los condenados. Todas las raíces de la corrupción y del terror producen en el infierno el dolor y el suplicio que les corresponde, en las más horribles formas imaginables; cada condenado tiene siempre presente este pensamiento: que los tormentos a que está entregado son consecuencia de su crimen, pues todo lo que se ve y se siente en este lugar, no es más que la esencia, la l a pavorosa forma interior del pecado descubierto por Dios Todopoderoso.  Cuando los ángeles, con una tremenda explosión, echaron las puertas abajo, se elevó del infierno un mar de imprecaciones, de injurias, de aullidos y de lamentos. Todos los allí condenados tuvieron que reconocer y adorar a Jesús, y éste fue el mayor de sus suplicios. En el medio del infierno, había un abismo de tinieblas al que Lucifer, encadenado, fue arrojado, y negros vapores se extendieron sobre él. Es de todos sabido que será liberado durante algún tiempo, 50 ó 60 años antes del año 2000 de Cristo. Las fechas de otros acontecimientos fueron fijadas, pero no las recuerdo; sí que los demonios serán liberados antes que Lucifer, para tentar a los hombres y servir de instrumento de la divina venganza. Vi multitudes innumerables de almas de redimidos elevarse desde el Purgatorio y el limbo detrás del alma de Jesús, hasta un lugar de delicias debajo de la Jerusalén celestial. Vi a Nuestro Señor en varios sitios a la vez: santificando y liberando toda la creación; en todas partes, los malos espíritus huían delante de Él y se precipitaban en el abismo. 15   15

 

 

Vi también su alma en diferentes sitios de la Tierra, la vi aparecer en el interior del sepulcro de Adán debajo del Gólgota, en las tumbas de los profetas y con David, a todos ellos revelaba los más profundos misterios y les mostraba como en Él se habían cumplido todas las profecías. Además de este acontecimiento, Nuestro Señor desplegó ante mí su s u eterna misericordia y los inmensos dones que derrama sobre aquellos que creen en Él. El descendimiento de  Jesús a los infiernos es la plantación de un árbol de gracia destinado a las almas que padecen. La redención continua de estas almas es el fruto producido por este árbol en el  jardín espiritual espiritual de la Iglesia, Iglesia, en todo todo tiempo. La Iglesia Iglesia debe cuidar este árbol y recoger los frutos para entregárselo a la Iglesia que no puede recogerlos por sí misma. Cuando el día del Juicio Final llegue el dueño del árbol, nos pedirá cuentas, y no sólo de ese árbol, sino de todos los frutos producidos en todo el jardín. j ardín.

La importancia de la devoción al Rosario  me fue mostrada en una visión de sentido muy profundo. Los diversos Ave María eran estrellas formadas por cientos de piedras preciosas sobre las cuales los patriarcas y los ancestros de La Santísima Virgen María estaban figurados en escenas que se relacionaban con la preparación de la Encarnación y con la Redención. Así, este Rosario abrazaba el Cielo y la Tierra, Dios, la naturaleza, la historia, la restauración de todas las cosas y del hombre por el Redentor que ha nacido de La Virgen María. Y cada figura, cada materia, cada color, según su significado esencial, era empleado para la realización de esta obra de arte divino. […] Allí arriba, recibí de mi conductor una nueva exhortación a orar yo misma y a animar a todo el mundo, todo lo posible, a orar por los pecadores y en particular, por los sacerdotes desviados. Muy malos tiempos van a venir, me dijo él […]  […]  16   16

 

 

REVELACIONES DE JESÚS A SANTOS, BEATOS Y MÍSTICOS

JESÚS AL P PADRE ADRE PÍO

AL PADRE PÍO SOBRE LOS 3 DÍAS DE OSCURIDAD

JESÚS LE HABLÓ JESÚS HAB LÓ SOBRE EL FIN DEL MUNDO

El Señor Jesucristo se comunicaba con el Padre Pío y en una carta de 1959 dirigida a su superior, el  Padre Pío cuenta la revelación que le hizo Jesús sobre el fin del mundo

1.  El mundo está andando en ruinas. Los hombres han abandonado el camino correcto para aventurarse en caminos que terminan en el desierto de la violencia. Si no vuelven a beber de la fuente de la humildad, la caridad y el amor, será una catástrofe.  2.  Cosas terribles vendrán. Ya no puedo interceder por los hombres. La piedad divina está a punto de terminar. El hombre había sido creado para amar la vida, y terminó destruyendo la vida.  3.  Cuando el mundo fue confiado al hombre, era un  jardín. El hombre lo ha convertido en una atmósfera llena de venenos. Nada sirve ahora para purificar la casa del hombre. Es necesario un trabajo profundo, que sólo puede venir del cielo.  

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4.  Prepárense para vivir 3 días en total oscuridad. Estos 3 días están muy cerca. En estos días, permanecerán como muertos, sin comer ni beber. Luego, la luz volverá, pero muchos serán los hombres que no la verán más. 5.  Mucha gente escapará asustada. Correrá sin tener una meta, dirán que hay salvación al oriente y la gente correrá hacia el oriente, pero caerá ca erá en un acantilado. Dirán que al occidente hay salvación y la gente correrá al occidente, pero caerán en un horno. 6.  La Tierra temblará y el pánico p ánico será grande. La Tierra está enferma. El terremoto será como una serpiente: lo sentirán arrastrarse por todos lados y muchas piedras caerán, y muchos hombres perecerán. 

7.  Vosotros sois como hormigas, porque vendrá el tiempo en que los hombres se quitarán los ojos por una miga de pan. Los negocios serán saqueados, los almacenes serán tomados en asalto y destruidos. Pobre será aquel que en esos días oscuros se encontrará sin una vela, sin una jarra de agua y sin el necesario por 3 meses.  8.  Una Tierra va a desaparecer, una gran Tierra. Un país será borrado para siempre de los mapas geográficos. Y con él, será arrastrado en el fango: la historia, la riqueza y los hombres.  9.  El amor del hombre por el hombre se ha convertido en una palabra vacía. ¿Cómo puedes esperar que Jesús te ame, si ni siquiera amas a los que comen en tu propia mesa? De la ira de Dios no serán perdonados los hombres de ciencia, sino los hombres de corazón. 10. Estoy desesperado… no sé qué hacer para que la humanidad humanidad se arrepienta. Si continúa por este camino, la tremenda ira de Dios se desencadenará como un tremendo rayo.  11.  Un meteorito caerá sobre la Tierra y todo brillará. Será un desastre, mucho peor que una guerra. Muchas cosas serán canceladas… y éste será uno uno de los signos. 12. Los hombres vivirán una experiencia trágica. Muchos serán abrumados por el río, muchos serán quemados por el fuego, muchos serán enterrados por los venenos… PERO ME MANTENDRÉ CERCA DE LOS PUROS DE CORAZÓN.   “Por lo tanto, queridos, en espera espera de estos acontecimientos, esforzaos por ser hallados en paz ante Él, sin mancilla y sin tacha” [2 Pedro 3,14]

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REVELACIONES DE JESÚS A SANTOS, BEATOS Y MÍSTICOS  JESÚS HA DICHO QUE SUS NIÑOS QUE ORAN EL ROSARIO: 

JESÚS HABLA JESÚS HABL A SOBRE EL SANTO ROSARIO

«Con el Rosario en sus manos, aunque tengan la mente en blanco, Yo entraré al fondo de sus corazones, sentirán mi presencia a través del amor que irá invadiéndolos». «Cada decena del Santo Rosario que repiten, los ángeles recogen y depositan como ofrenda a los pies de Mi Santa Madre». «Cuando rezan el Rosario por alguien, cada cuenta es una gota de Sangre Mía y esas gotas caen c aen sobre la persona por la que se ofrece. Es por eso que las almas del Purgatorio se salvan con sus Rosarios, porque imploran Mi Sangre Salvadora». «Recuerda la promesa maravillosa de Mi Madre para los que oran el Rosario: difundan su devoción [la del Rosario], porque es promesa de Mi Madre que, si al menos un miembro de la familia lo reza todos los días, Ella salvará a esa familia. Y esa promesa está rubricada por la Divina Trinidad». «Yo amo mucho a quienes Me responden, porque ellos alivian Mi sed». «El ayuno que Yo pido es: de la ira, de la pereza, de la lengua, de la desobediencia, de quejarse de sus cruces». «Ante las dudas y deseos de dejar Mi Camino, aférrense a la mano de Mi Madre, recen con Ella el Santo Rosario, quédense unos minutos ante el Sagrario, contándome sus sentimientos, acompañándome. No tomen medidas precipitadas, podrían destrozar su vida». 19   19

 

 A L A VIDENTE Y MÍSTI MÍS TICA CA CATAL CATALINA INA RIVAS

 

«Tengo bendiciones especiales que daré con el Rosario… Todos los Rosarios que han traído tienen Mi bendición especial para aquel que los reciba con amor. En el momento en el que ustedes entregan cada Rosa o denario en la Iglesia para ser bendecido, Yo me hago presente y doy Mi bendición, dejando sobre todo la paz y la fe en sus corazones, Ya irán descubriendo la particularidad de cada una de las gracias. Cuídenlos, serán su protección en muchos momentos difíciles». MENSAJES DE LA VIRGEN MARÍA SOBRE EL SANTO ROSARIO:  «Los acompaño y me manifiesto en cada Rosario. En cada Ave María, ganan una caricia Mía» … «El Rosario es un arma poderosa, junto con la Eucaristía y el ayuno » … «Cada decena del Santo Rosario que repiten, los ángeles recogen y depositan como ofrenda a mis pies, como rosas, las más hermosas» … «Deben corresponder al gran don que se les ha concedido, no averigüen qué puesto tienen en Mi plan, mas, sepan que cada uno de ustedes es irremplazable en él» … «No se dejen frenar por la incredulidad de quienes les rodean, sean espejos en los cuales pueda reflejarse Mi imagen».

«Oren mucho, es el primer paso. Sus oraciones pueden mucho. El poder de la oración es tan grande, que allí residen los milagros. ¿Qué padres pueden negar nada de cuanto sus repitan, mediten cada palabra hijos les pidiesen con amor?» … «El Rosario… no sólo lo repitan, y oren el Rosario a Jesús» … «Amen a Dios con su corazón, con su mente y con sus sentidos. Recen el Rosario de hoy en adelante, todos los días. Ustedes no teman, están bajo el amparo de Mi maternal y amante corazón » … «LOS AMO PROFUNDAMENTE, MUCHÍSIMO MUCHÍSIMO MÁS DE LO QUE PUEDEN IMAGINARSE». «¡OREN! No saben cuánto están ayudando vuestras oraciones… Si oran como se debe y hacen penitencias, no importa cuántos sean… un Ave María dicho con el corazón y todos los sentidos, tiene más poder que diez Rosarios repetidos por aquellos que no hacen más que una rutina de sus oraciones. Ofrezcan su Comunión por la conversión del mundo. Cada cuenta del Rosario dicha con amor, cada Comunión en la cual encomiendan a Mi Hijo la conversión de los pecadores, salva un alma.a ¿Comprenden qué les».pido » … «Callen, todo sufrimiento ofrézcanlo Jesús por amorpor y gratitud oraciones?

«A los que dudan y tienen el corazón descreído, a quienes hago este ferviente llamado, como Madre de Jesús, tengo potestad para hacerles ha cerles la promesa de amparar a quien rece diariamente el Rosario ofreciéndolo al Padre por las llagas dolorosas de Mi Hijo » … «El amor a Dios y a sus semejantes irá formando la corona de salvación por medio de la cual atravesarán los rayos de luz de Mis Gracias, para hacerlos agradables al Creador y curar tantas heridas y llagas sangrantes que veo entre ustedes » … «Adoren y alaben la maravillosa obra de la creación de Dios, alaben Su Grandeza y no se preocupen tanto por los ataques del enemigo, están protegidos por Mí en tanto reciten el Rosario » … «Conmigo, nada deben temer, el demonio no se acercará a un alma consagrada a los corazones de Jesús y Mío» … «No dejen que nada los perturbe». 20   20

 

 

MENSAJES DE LA VIRGEN MARÍA SOBRE EL SANTO S ANTO ROSARIO:

«Tienen la inmensa alegría de amar el Rosario, de encontrarme en él… Yo lo recito con ustedes, con cada ca da uno de mis hijos. Tienen el regalo de contarse entre Mis hijos más queridos. Tienen el premio de Mi permanente intervención a favor de ustedes» «Lo que pido de ustedes es mucha oración y reparación  por todo lo que los herejes intentan siempre contra contra Jesús en el Sacramento de la Eucaristía »  « Por favor, hagan una oración permanente, permanente, que no se desprendan sus manos del Rosario, oren aun cuando piensen que ya no pueden hacerlo. Oren en reparación por su patria, oren porque se acaben los odios y las venganzas, oren porque las sectas no destruyan a la Iglesia de Cristo, oren por sus propias familias »  «Hagan reparación por los pecados de sus seres se res queridos»  «Ofrezcan hoy un Rosario por el perdón del Continente, Especialmente por Brasil y Estados Unidos, que muy pronto Sufrirán un gran castigo… Rueguen a Mi Hijo por toda esa gente 

que hoy está ofendiendo a mi pureza»

«Hijitos, recen con más frecuencia el Santo Rosario,  pero háganlo con devoción y con amor, no lo hagan por rutina o por temor, porque se confundirán» 21   21

 

 

REVELACIONES DE JESÚS A SANTOS, BEATOS Y MÍSTICOS Sor Josefa Menéndez recibió mensajes dictados por Nuestro Señor  Jesucristo en el Convento de la Sociedad del Sagrado Corazón de Jesús, en Les Feuillants [Poitiers, Francia] entre 1920 y 1923. 

JESÚS HABLA A JESÚS UNA MONJA

[Jesús pidió el 13 de noviembre de 1923]  «Deseo que hagan conocer Mis Palabras. Quiero que el mundo entero Me conozca como Dios de amor, de perdón y de misericordia. Yo quiero qu iero que el mundo lea que deseo perdonar y salvar… Mis Palabras serán luz y vida para muchísimas almas». [En Sus Mensajes, Jesús dice] «Amor busco, amo a las almas y deseo ser correspondido. Por eso, Mi Corazón está herido, porque encuentro frialdad en vez de amor. Yo soy todo Amor y no deseo más que amor. ¡Ah! Si las almas a lmas supieran cómo las espero, ¡lleno de misericordia! Soy el Amor de los amores… Teno sed de que las almas se salven… ¡Que las almas vengan a Mí! ¡Que las almas no tengan miedo de mí! ¡Que las almas tengan confianza en Mí!». [El Papa Pío XII, en aquel momento Cardenal Eugenio Pacelli, dio su bendición a la primera edición]  Déjate en Manos… NoMe Meames importa y tu «flaqueza, lo Mis que pido es que y quetulopequeñez ofrezcas todo para consolar Mi Corazón. Quiero que sepas cuánto te amo y qué tesoros te reserva Mi amor».

«Quiero que descanses sin miedo en Mi Corazón. Míralo y verás que ese fuego es capaz de consumir todo lo imperfecto que hay en ti. Abandónate a Mi Corazón y no pienses más que en darme gusto». «Quiero que Me lo ofrezcas todo, aún lo más pequeño, para compensar el dolor que Me causan las ofensas de las almas».

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 A SOR JOSEFA J OSEFA MENÉNDEZ [“Apóstol de Mi

Bondad Bon dad y de Mi Mi Misericordia”] 

 

«Nada temas… no Me abandones. ¡Son tantas las almas que huyen de Mí! Déjame, al menos, morar en la tuya y complacerme en ella». [Jesús muestra a Sor Josefa Su Corazón herido y dice]   «Mira en qué estado las almas infieles dejan Mi Corazón… Ignoran Corazón… Ignoran el amor que les tengo; por eso Me abandonan. a bandonan. Pero tú, ¿querrás cumplir Mi Voluntad?». para Mi Mí Corazón solo ese corazón que te he en dado, Y NO «Guarda QUE AMAR. se abrasa y arde deseos de BUSQUES consumir aEN lasTODO almas MÁS en el amor».

«No Me resistas, humíllate, que Yo te buscaré en tu nada para unirte a Mí ». «Un solo acto de amor, cuando te sientas desamparada, repara muchas ingratitudes de otras almas. Mi Corazón los cuenta y los recoge como bálsamo precioso ». «¿NO SABES QUE SOY EL DUEÑO DE TU CORAZÓN Y DE TODO TU SER?». El alma que estrechamente ama desea sufrir,con y elDios sufrimiento aumenta amor.cosa El amor «unen el alma hasta hacerla una el misma con yÉlel».sufrimiento

«Estas heridas Me las causa el desamor de los hombres, que, como locos, corren a su perdición». «¡Cuántas almas se condenan! PERO UN ALMA FIEL REPARA Y OBTIENE MISERICORDIA PARA MUCHAS INGRATAS». «Te quiero tan olvidada de ti misma y tan abandonada a Mi Voluntad, que no te pasaré la más mínima imperfección sin avisarte. Debes tener siempre presente tu nada y Mi Misericordia. Sabré sacar tesoros de tu humildad, no lo olvides». «Recuerda que tu nada es el imán que atrae Mis miradas». [Acabando de comulgar y pidiendo una vez más perdón a Nuestro Señor, pasó, como un relámpago, por delante de Sor Josefa y le dijo] «EL AMOR TODO LO BORRA».

«Aquel día te llamé, y desde entonces no te he abandonado ni un momento. Te he cuidado con amor y no Me he separado de ti. ¡Cuántas veces hubieras caído, a no haberse sostenido Yo! Hoy te digo de nuevo: QUIERO QUE SEAS MÍA… QUE ME CORRESPONDAS… CORRESPONDAS … QUE ME SEAS FIEL».

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«Yo haré todo el trabajo, tú nada tienes que hacer sino AMAR Y ABANDONARTE. No te importe tu nada, ni tu debilidad, ni aún tus caídas. MI SANGRE TODO LO BORRA. Bástate a ti saber que te amo. ABANDÓNATE». «¿No sabes lo que está escrito en el Santo Evangelio? Pedid y recibiréis». «Hay almas cristianas y muy piadosas, detenidas por un afectillo, un apego, que les impide correr por el camino de la perfección. otra alma ofrecedel susestado obrasen y sacrificios, uniéndolos a Mis Méritos infinitos, lesSialcanza que salgan que están y adelanten en la virtud… virtud … Otras almas viven en la indiferencia o en el pecado,, ayudadas del mismo modo recobran la gracia y se salvan… Otras, y no tan pecado pocas, viven obstinadas en el mal y ciegas en su error, se condenarían, pero las súplicas de un alma fiel consiguen que la gracia toque, al fin, su corazón. Y SI SU FLAQUEZA ES TAN GRANDE QUE HAN DE VOLVER A CAER EN SU VIDA DE PECADO, ME LAS LLEVO A LA ETERNIDAD Y ASÍ LAS SALVO».

«No te apures, Josefa; si llenas un vaso de agua y echas en él una piedrecita, saldrá un poco de agua; echas otras y sale un poco más; pues así, a medida que Yo voy entrando en tu alma, te vas desocupando de ti, pero esto se hará poco a poco». «MI CORAZÓN ENCUENTRA CONSUELO PERDONANDO. No tengo más deseo que perdonar, ni mayor alegría que perdonar. Cuando, después de una caída, un alma vuelve a Mí, es tan grande el consuelo que me da, que casi resulta para ella un beneficio, porque la miro con particular amor ». «Toma este Sagrado Corazón Mío y ofrécelo… con Él, puedes pagar todas tus deudas deu das». «Es tanto lo que Me agrada un alma CUANDO SE ABANDONA A MÍ DE VERDAD, que, aunque esté llena de imperfecciones y miserias, hago de ella un cielo donde me deleito en morar. Yo mismo te diré lo que Me impide trabajar en tu alma para realizar Mis designios». [Sor Josefa pide a Jesús que le enseñe a humillarse y abandonarse como Él desea, Jesús responde]  «Puedes humillarte de varias maneras: ADORANDO LA VOLUNTAD DIVINA, QUE, A PESAR DE TU INDIGNIDAD, SE QUIERE SERVIR DE TI PARA EXTENDER SU MISERICORDIA. También DANDO GRACIAS DE QUE, SIN MERECERLO, TE HE COLOCADO EN LA SOCIEDAD DE MI CORAZÓN. NO TE QUEJES NUNCA DE ESTA GRACIA».

«Mi Corazón nunca niega el perdón al alma que se humilla y, sobre todo, entiéndelo bien, Josefa, si lo pide con verdadera confianza. Yo haré un gran edificio sobre la nada, ». es decir, sobre tu humildad, tu abandono y tu amor 24   24

 

 

Sor Josefa Menéndez falleció en 1923 a los 33 años. Fue enviada por Jesús a los infiernos, para que dejara testimonio de su existencia y de lo que allí ocurre, pues Nuestro Señor le mostró su tristeza -en varias apariciones- porque muchas almas se condenan. Sor Josefa fue una humilde hermanita coadjutora de las Religiosas del Sagrado Corazón. Los mensajes que Nuestro Señor le dictó le llegaron en el Convento de la Sociedad del Sagrado Corazón de Jesús, en Les Feuillants [Poitiers, Francia] entre 1920 y 1923. Sencilla y laboriosa, entregada por completo a su trabajo en completa humildad, y a su formación religiosa, Josefa en nada se distinguió de las demás y “desapareció” en el conjunto de Hermanas. El espíritu de mortificación de que estaba animada, la intensa vida interior que practicaba y una intuición sobrenatural en cuanto a su vocación, llamaron la atención de algunas personas que la tratarony con más intimidad. las gracias permanecieron ocultas a cuantas la rodeaban, desde que llegó al Pero Convento hasta de su Dios muerte, logró pasar desapercibida en medio de la sencillez de una vida de la más exquisita fidelidad. La Santísima Virgen fue para ella la estrella que le l e guiaba por camino seguro. Encontró en la obediencia su mejor y único refugio, sobre todo al sentir los embates del enemigo, a quien Dios dejó tanta libertad. Su pobre alma experimentó terribles asaltos del infierno, y en su cuerpo llevó a la tumba las huellas de los combates que tuvo que sostener. Con su vida ordinaria de trabajo callado, generoso y a veces heroico, ocultó el misterio de Gracia y dolor que consumió su ser. Sor Josefa tuvo un fenómeno muy raro en la vida de un santo: conocer en carne propia los sufrimientos del infierno.   Dios permi tió al Diablo Diablo q ue la bajase bajase hasta el el in fierno ; allí pasó largas hor as y una vez pasó una noche entera, en una indescriptible agonía.  A pesar de que fue llevada al

infierno más de un centenar de veces, a ella le parecía que cada vez era la primera y cada una le parecía tan larga como una eternidad. Soportó todas las torturas del infierno, con una sola excepción: el odi o a Dios Dios . Oyó las estériles confesiones de los condenados, sus gritos de odio, de dolor y de desesperación. A pesar de todo, cuando tras una larga espera volvió a la vida, destrozada y agotada, con su cuerpo agonizante por el dolor, ella no se fijó en el sufrimiento, por muy severo que fuese, si con ello conseguía salvar un alma de aquella espeluznante caverna caverna de tormentos. A medida que empezaba a respirar mejor, al volver a la vida, su corazón estallaba de alegría al saber que aún podía amar al Señor. Sor Josefa escribió con gran reticencia sobre el tema del infierno: lo hizo solamente para conformar los benditos deseos de Nuestro Señor.

Nuestra Señora La Santísima Virgen María le dijo el 25 de octubre de 1922: “Todo lo que Jesús te da a ver y a sufrir de los tormentos del infierno, es para que puedas hacerlos conocer al mundo. Por lo tanto, olvídate enteramente de ti misma, y  piensa en la gloria de la salvación salvación de las almas”.

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Sor Josefa testific testific a sobre el mayor mayor t ormento del inf ierno:

“Una de estas almas condenadas gritó con desesperación: ¡Esta es mi tortura… que deseo amar y no puedo hacerlo! No hay nada que salga de mí excepto odio y desesperación. Si uno de nosotros pudiese hacer tanto como un simple acto de amor… esto ya no sería el  (23 de marzo de 1922). infierno. Pero no podemos. Vivimos en el odio y la malevolencia”  (23 “Otro de estos desgraciados dijo: El mayor de estos tormentos aquí es NO PODER AMAR A DIOS. Mientras tenemos hambre de amor, estamos consumidos con el deseo de Él, pero ya es demasiado tarde”. Ella registra también las acusaciones hechas contra sí mismos, por parte de estas infelices almas: “Algunos gimen a causa del fuego que quema sus manos. Quizás ellos eran ladrones, porque dicen: ¿Dónde está nuestro botín ahora? ¡Malditas manos! ¿Por qué deseé poseer lo que no era mío… y que sólo pude poseer por unos pocos

días? Otros maldicen su lengua, sus ojos, cualquier miembro que fue la ocasión con la que pecaron. ¡Ahora, oh cuerpo, estás pagando el precio de los placeres con que te regalaste a ti mismo! ¡Y saber que todo ello lo hiciste por tu propia y libre voluntad!”  (2  (2 de abril de 1922). “Me pareció la mayoría  de estasy almas se parte acusaba a sícondenados misma de pecados de el impureza, de robo, de que comercio fraudulento, la mayor de los están en infierno por estos pecados” (6 de abril de 1922). “Algunos acusan  a otras personas, otros a las circunstancias, y todos maldicen las ocasiones de su condenación” (septiembre de 1922). “Vi a mucha gente del mundo terrenal caer dentro del infierno, y ahora las palabras no pueden describir ni por asomo sus horribles y espantosos gritos: Condenado para siempre… Me engañé a mí mismo… Estoy perdido… Estoy aquí para siempre jamás…”   “Hoy vi un vasto número de gente caer dentro del ardiente abismo… parecían unos vividores acostumbrados a los placeres del mundo, y un demonio gritó con estruendo: El mundo está maduro para mí… Yo sé que la mejor manera de conseguir el control de las almas es acrecentar su deseo  por la diversión y el disfrute de los placeres… Ponme a mí en  primer lugar… lugar… Yo antes que los demás… Y sobre sobre todo, nada de humi ldad para mí, mí, sino que déjame disfrutar a mis anchas… anchas … Esta clase de palabras asegura mi victoria… y ellos mismos se lanzan en multitudes al fondo del infierno” (4 de octubre de 1922).  

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“Hoy no bajé al infierno, sino que fui transportada a un lugar donde todo estaba oscuro, pero en el centro había un enorme y espantoso fuego rojo. Me dejaron inmóvil i nmóvil y no podía hacer ni el más mínimo movimiento. Alrededor de mí había unas 7 u 8 personas, sus cuerpos negros estaban desnudos y yo podía verlos sólo por los reflejos del fuego. Estaban sentados y hablaban entre sí.

Un demonio le dijo a otro: Te Tenemos nemos que ser muy cui dadosos p ara que no nos perci ban, podríamos ser fácilmente descubiertos. El diablo respondió: Insinuaos procurando que el descuid y la negligenciGradualmente, a se apoderen apoderen ellos de ellos, pero manteneos en la descuidados, sombr a, para sombra, que no oso descubran… se volverán más y más indiferentes al al bien y al mal, sin ningú n tipo de compasión ni amor, y vosotr os seréis capaces de inclinarlos hacia el mal. A estos otros, tentadlos con la ambición, con el amor por sí mismos, que no busquen nada más que su propio interés, que sólo busquen adquirir riqueza sin trabajo, de forma legal o no. Excitad a aquellos otros hacia la sensualidad y el amor al placer, dejad que el vicio los ciegue   (Aquí usaron palabras obscenas).  Y con el resto… explorad sus corazones, así conoceréis sus inclinaciones, haced que amen apasionadamente, actuad sin ningún escrúpulo, no descanséis, no tengáis  piedad… El mundo debe ir hacia hacia la condenación… y que las almas almas no se me escapen.  De vez en cuando los discípulos de Satán respondían: Somos tus esclavos… esclavos … trabajaremos sin descanso. Muchos luchan contra nosotros, pero trabajaremos noche y día. ¡Conocemos tu poder!  Hablaban todos a la vez, y el e l que yo entendí que era Satán, usaba

palabras espantosas. En la distancia pude oír un bullicio de fiesta, el tintineo de copas y entonces Satán gritó: ¡D ¡Dejad ejad que ellos mi smos s e junten en sus comid as! Eso lo pond rá todo más fácil para nosotros. Dejadlos que vayan a sus banquetes, el amor al placer es la puerta por la que vosotros os apoderaréis de ellos… y esas almas ya no serán capaces de escapar de mí. Añadió cosas tan horribles, que nunca podrían ser escritas ni

dichas. Luego, como sumergidos en un remo lino de humo, se desvanecieron” (3 de febrero de 1923). “El demonio gritó rabiosamente por un alma que se le escapó: ¡Llenad su alma de miedo, llevadla a la desesperac desesperación! ión! Si ella pone su confianza en la misericordia de ese… (aquí usó palabras blasfemas contra Nuestro Señor) ¡todo est ará perdi perdi do! Pero no , llévenla a la desesperació desespera ció n, no la dejen ni po r un inst ante, por enci ma de todo ¡que se desespere! desespere!  

Entonces el infierno resonó con gritos frenéticos, y cuando finalmente el diablo me arrojó fuera del abismo, se fue amenazándome. Entre otras cosas decía: ¿Es posible que tales enclenques criaturas tengan más poder que yo, que soy tan poderoso? Debo enmascarar mi presencia, trabajar en la sombra, cualquier esquina será buena para tentarlos… susurrando a un oído, o ído, en las hojas de un lib ro, debajo de una cama… Al cama… Al gu nas alm as no n o m e pr est an atenc at enc i ón , per o h abl aré y hab lar é, y a f uer za de hablar, alguna palabra quedará. ¡Sí! ¡Sí! Me ocult aré en en lu gares en los que no pueda ser descubierto”  (7,8  (7,8 de febrero de 1923).

En mi retorno, vi varias almas caer dentro del infierno, y entre ellas estaba una niña de 15 años, maldiciendo a sus padres por no haberle hablado del temor de Dios ni por haberla avisado de que existía un lugar como el infierno. Su vida fue muy corta, decía ella, el la, pero llena de pecado, porque ella le concedió hasta el límite todo lo que su cuerpo y sus pasiones le pedían en el camino de su autosatisfacción; especialmente, había leído malos libros” (22 de marzo de 1923). 27   27

 

 

“Los ruidos de confusión y blasfemias no cesan ni por un solo instante. Un nauseabundo olor asfixia y corrompe todo, es como el quemarse de la carne putrefacta, mezclado mezclado con alquitrán y azufre… una mezcla a la que nada en la Tierra puede ser comparable” (4 de septiembre de 1922). “Las almas estaban maldiciendo la vocación que habían recibido, pero en seguida la vocación que habían perdido, porque no tenían la voluntad de vivir una vida oculta y mortificada” (18 de marzo de 1922). “La noche del miércoles al jueves 16 de marzo, serían las diez, empecé a sentir como los días anteriores ese ruido tan tremendo de cadenas y gritos. En seguida me levanté, me vestí y me puse en el suelo de rodillas. Estaba llena de miedo. El ruido seguía, salí del dormitorio sin saber a dónde ir ni qué hacer. Entré un mom ento en la celda de Nuestra Beata Madre… después volví al dormitorio y siempre el mismo mi smo ruido.

Sería algo más de las doce, cuando de repente vi delante de mí a Satán diciendo: “Atadle los pies… atadle las manos”. Perdí conocimiento de dónde estaba y sentí que me ataban fuertemente, que tiraban de mí arrastrándome. Otras voces decían: “No son los pies los que hay que atarle… es el corazón”, y Satán contestó: “ Ese Ese no es mío”. mío ”. Me parece que me arrastraron por un camino muy largo. Empecé a oír muchos gritos, y en seguida me encontré en un pasillo muy estrecho; en la pared hay como unos nichos, de donde sale mucho humo, pero sin llama, y muy mal olor. El aire es pesado, muy pesado. Yo no puedo decir lo que se oye, toda clase de blasfemias y de palabras impuras y terribles. Unos maldicen su cuerpo, otros maldicen a su padre o a su madre, otros se reprochan ellos mismos el no haber aprovechado tal ocasión o tal luz para abandonar el pecado. En fin, es una confusión tremenda de gritos de rabia y desesperación. Pasé por un pasillo que no tenía fin, y luego, dándome un golpe en el estómago, que me hizo doblarme y encogerme, me metieron en uno de aquellos nichos, donde parecía que me apretaban con planchas encendidas y como que me pasaban agujas muy gordas por todo el cuerpo, que me abrasaban. En frente de mí, y muy cerca, tenía almas que me maldecían y blasfemaban contra Dios Nuestro Señor. Es lo que más me hizo sufrir… Pero lo que no tiene comparación con ningún tormento, es la angustia que siente el alma viéndose apartada de Dios.  Me pareció que pasé muchos años en este infierno, aunque sólo fueron 6 ó 7 horas. Luego, sentí que tiraban otradejó vezlibre. de mí, después deloponerme enmiunalma sitiocuando muy oscuro, dio una patada y me Noypuedo decir que sintió me di Satán cuentame de que estaba viva y que todavía podía amar a Dios. Para poderme librar de este infierno y aunque soy tan miedosa para sufrir, yo no sé a qué estoy dispuesta. Veo con mucha claridad que todo lo del mundo es nada en comparación del dolor del alma que no puede amar, porque allí no se respira más que odio y deseo de la perdición de las almas [ …] Cuando entro en el infierno, oigo como unos gritos de rabia y otros de alegría, porque hay un alma más que participa de sus tormentos. No me acuerdo de haber estado allí otras veces, sino que me parece que es la primera vez. También creo que ha de ser para toda la eternidad y eso me hace sufrir mucho, porque recuerdo que conocía y amaba a Dios intensamente, que estaba en la religión, que amaba ir a la Santa Misa y recibir la Sagrada Comunión, confesarme y rezar las letanías a la Virgen María, a los Santos Ángeles y al Espíritu Santo, que suspiraba por esos momentos todos los días en la mañana, en medio

de mis deberes, para estar ante el Sagrario con Nuestro Señor y el Santísimo Sacramento del Altar, en la Hora Santa diaria que todas mis Hermanas y yo teníamos por turnos. 28   28

 

 

Recuerdo entonces que Jesucristo, mi Amado Señor y Redentor, me ha concedido muchas gracias y muchos medios para salvarme… Y  yo, ¿qué he hecho para perder tanto bien? ¿Cómo he sido tan ciega? ¡Y ya no hay remedio! También me acuerdo de mis Comuniones, de mi director espiritual, de que era una novicia y una monja feliz, pero lo que más me atormenta es que AMABA MUCHÍSIMO A NUEST RO SEÑOR… Lo conocía y ERA TODO MI TESORO. NO VIVÍA SINO PARA ÉL… ¿CÓMO PODRÉ VIVIR AHORA SIN ÉL?   Sin amarlo, oyendo siempre estas terribles blasfemias y este odio, siento que el alma se oprime y se ahoga, ¡no puedo más dolor! Yo no sé explicarlo bien, por que que es imposible”.  “Más de una vez he presenciado la lucha encarnizada del demonio para arrebatar a la Misericordia Divina aquella alma que ya creía suya. Entonces, mis padecimientos han entrado, a lo que parece, en los planes de Dios, como rescate de estas pobres almas, que deben a Dios la última y definitiva victoria, en el instante de la muerte. Las oraciones de los vivos, por estas pobres almas que están en su último momento a punto de condenarse, son escuchadas totalmente totalmente por Nuestro Señor ”. ”.  “El diablo estaba muy furioso, porque quería que se perdieran tres almas… Gritaba con rabia: ¡Que no se escapen! ¡Que se me van! ¡Fuerte! ¡Fuerte!  Esto así, sin cesar, con unos gritos de rabia que contestaban, de lejos, otros demonios sirvientes suyos. Durante varios días presencié estas luchas terribles. Yo supliqué al Señor que hiciera de mí lo que Él quisiera, con tal de que estas almas no se perdiesen. Me fui también a la Virgen y Ella, mi Estrella de la Mañana, me dio gran tranquilidad, porque me dejó dispuesta a sufrirlo todo para salvarlas. Ella no permitirá que el diablo salga victorioso, ni ahora ni nunca, porque cuando uno se entrega en sacrificio, Ella lo fortalece a uno para enfrentar la batalla. El diablo gritaba mucho: ¡No la dejéis! ¡No la dejéis! ¡Estad atentos a todo lo que las pueda turbar! ¡Que no se escapen! Haced que se desesperen hasta el límite…  Era tremenda la confusión que había de gritos y de blasfemias, luego oí que decía furioso: ¡No importa! Aún me quedan dos… Quitadles la confianza… Yo comprendí que se le l e había escapado una, que ya había pasado a la eternidad, porque gritaba: ¡Pronto… de prisa! Que estas dos no se escapen… Tomadlas, que se desesperen… ¡Pronto, que se nos van!  

En seguida, con un rechinar de dientes y una rabia que no se puede decir, yo sentía esos gritos tremendos: ¡Oh, poder de Dios, que tienen más fuerza que yo…! ¡Todavía tengo una… y no dejaré que se la lleve!   El infierno, todo, ya no fue más que un grito de desesperación, con un desorden muy grande y los diablos chillaban, se quejaban y blasfemaban horriblemente horriblemente. . YoDE conocí con esto queme lasveía almas se habían salvado en suunúltimo minuto. MI CORAZÓN SALTÓ ALEGRÍA, pero imposibilitada para hacer acto de amor. Aún siento, en el alma, necesidad de amar … No siento odio hacia Dios como estas otras almas, yo no puedo sentir odio hacia Dios; y cuando oigo que blasfeman y maldicen, me causa una pena tan honda que no puedo explicar aquí. No sé qué sufriría yo para evitar que Nuestro Señor sea injuriado y ofendido como lo está siendo aquí. Lo que me apura es que, pasando el tiempo, seré como los otros. Esto me hace sufrir mucho, muchísimo, porque me acuerdo todavía que amaba a Nuestro Señor con locura y que Él era muy bueno conmigo, era mi amigo y mi Redentor, mi Salvador y mi Todo. Siento mucho tormento, sobre todo estos últimos días … es como si me entrase por la garganta un río de fuego que me pasa por todo el cuerpo, unido al dolor que he dicho antes. Como si me apretasen por detrás y por delante con planchas encendidas . No sé decir lo que sufro… es tremendo tanto dolor…  Parece que los ojos se salen de su sitio y como si tirasen para arrancarlos, los nervios se ponen muy tirantes, el cuerpo está como doblado, no se puede mover ni un dedo…  29   29

 

 

El olor que hay tan malo, no se puede respirar. Pero todo esto es nada en comparación del alma, que, conociendo la bondad de Dios, se ve obligada a odiarle y, sobre todo, si le ha conocido y amado, sufre mucho más…”  [Josefa despedía ella misma este hedor intolerable siempre que volvía de una de sus visitas al infierno, o cuando la arrebataba y atormentaba el demonio. Olor de azufre, de carnes podridas y quemadas que, según fidedignos testigos, se percibía sensiblemente durante un cuarto de hora y a veces hasta media hora después, cuya desagradable impresión conservaba ella misma mucho más tiempo todavía]

“Oí a un demonio, ¿cómo del cualpueden había escapado unque alma, forzado a confesar su Eran impotencia Desconcertante… hacer para se me escapen tantas?    Eran mías (y: enumeró sus pecados). Trabajé Trabajé muy du ramente, y aun así se escaparon escaparon entr e mis d edos.  ALGUIEN DEBE ESTAR SUFRIENDO Y REPARANDO POR ELLOS”   (15 de enero de 1923).  (…) “En un instante me encontré en el infierno, pero sin ser arrastrada como las otras veces, y justo como deben caer los condenados. El alma se precipita de sí misma, se arroja, como si quisiera desaparecer de la vista de Dios, para poderlo odiar y maldecir. El alma me dejó caer en un abismo del cual no se puede ver el fondo, porque es inmenso” (…) “He visto el infierno como siempre: cavernas y fuego. Aun cuando no se vean formas corporales, los tormentos desgarran las almas condenadas [que entre ellos se conocen] como si sus cuerpos estuvieran presentes” (…) [Sus memorias aparecen en un libro de 500 páginas, “Un llamamiento al amor”. Los llamamientos de amor y misericordia que encierran estas páginas se confiaron a esta humilde monja. Los mensajes de Jesús y de María a su sierva han sido conservados como un tesoro por la familia religiosa que los recibió, hasta ahora, que parece ser el momento indicado de darlos a conocer al mundo, tan sediento de paz, para atraerlo suavemente al único y verdadero manantial de confianza, amor y seguridad. De la introducción del libro:]

(…) [El Corazón de Jesús a Sor Josefa, su confidente] “Yo seguiré hablando y tú transmitirás Mis Palabras”  (…) “No pido nada nuevo, sin duda, pero ¿no necesitan reanimar la fe, el amor, la confianza? Ayúdame en esta obra de amor”. El mismo Señor definía así su obra: “Las palabras y deseos que doy a conocer por tu medio, excitarán el celo de muchas almas e impedirán la pérdida de un gran número; y comprenderán cada vez más, que la misericordia y el amor de mi corazón son inagotables”. 

Durante mucho tiempo, quiso el Señor mantener oculto el instrumento que se había escogido eco dedesde mi voz; pero si de Yolanohumilde hablo, religiosa ¿qué eres, Josefa?”. yaños le dijo día: “Tú eres 50 hanuntranscurrido en el silencio la muerte [1923]. Pero los favores debidos a su intercesión, al ponerse en evidencia el auténtico valor de su MENSAJE, han movido a la autoridad eclesiástica a darlo a conocer a las almas. ¡Ojalá sean muchas las que logren conocer por su medio al Corazón abrasado de amor que hoy se ofrece, una vez más a las ansias del mundo!

“Las almas que Mi Corazón Corazón esco ge, están están encargadas de dist rib ribuir uir al mundo mis gracias por medio de su amor y de sus sacrificios”  

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[Jesús a Sor Josefa] «Este será nuestro trabajo en el Cielo: enseñar a las almas a vivir unidas a Mí ».  _____________  ______ _____________ ____________ ___________ ____________ _____________ ___________ ____________ ____________ _______ [La Santísima Virgen María dice a Sor Josefa]  «¿Cómo no te he de amar, hija mía? Por todas las almas ha derramado mi Hijo Su Sangre. Todas son mis hijas. Pero CUANDO  JESÚS FIJA SUS OJOS OJOS EN UN ALMA, YO PONGO EN ELLA MI MI CORAZÓN». 

«Si tú eres un abismo de miseria, Yo soy un abismo de bondad y Misericordia… Mi Corazón es tu refugio». «AMA Y NADA TEMAS. QUIERO QUE SEAS EL APÓSTOL DE MI BONDAD Y DE MI MISERICORDIA. QUIERO LO QUE TÚ NO QUIERES… PERO PUEDO LO QUE TÚ NO PUEDES». [La Santísima Virgen María dice a Sor Josefa]  «Hija mía, arroja todas tus miserias en el Corazón de Jesús, ama al Corazón de Jesús, descansa en el Corazón de Jesús, sé fiel al Corazón de Jesús». 

«Si me quieres consolar, has de trabajar para acercar a Mi Corazón un alma muy querida. Forma desde ahora la intención y ofrece todas tus obras. Besa el suelo para adorar Mi Sangre pisoteada y ultrajada por esta alma a quien tanto amo». «Recuerda Mis Palabras y ten fe. El único deseo de Mi Corazón es aprisionarte y anegarte en Mi Amor, hacer de tu pequeñez y flaqueza un canal de Misericordia para muchas almas que, por tu medio, se salvarán. Más tarde te descubriré los secretos amorosos de Mi Corazón y eso te servirá para hacer mucho bien a un gran número de almas. Deseo que escribas y guardes cuanto Yo te diga. Todo se leerá cuando estés en el Cielo. Quiero servirme de ti, no por tus méritos, sino para que se vea cómo Mi poder se sirve de instrumentos débiles y miserables». [La Santísima Virgen María dice a Sor Josefa]  «Líbrate de estas tres cosas que es por donde el enemigo de las almas te quiere hacer caer:   No te dejes llevar de los escrúpulos que te presenta para que dejes la Comunión.   Cuando mi Hijo te pide un acto de humildad o cualquier otra cosa, hazlo con mucho amor, diciendo muchas veces: “Jesús mío, veis lo que me cuesta, pero antes que yo, sois Vos”.  Vos”.    Si el enemigo te sugiere que la confianza con la Madre Superiora te resta del cariño que debes a Jesús, no le hagas caso ». 

«Cuando tomes alimento, haz cuenta que a Mí me das ese refrigerio; y así, en todo aquello en que puedas encontrar alguna satisfacción». 31   31

 

 

«Durante la noche puedes descansar en Mi Corazón. Él recogerá los latidos del tuyo como otros tantos deseos de amarme y consolarme. Humíllate hasta el polvo, pero a la humildad añade la confianza y el amor, hazlo todo por amor, mirando siempre lo que por amor He sufrido por las almas. Hazlo todo con mucha sumisión, viendo en todo Mi Voluntad. No te separes un momento de Mi lado». «Deja obrar a Mi amor, que no quiere otra cosa que rodearte y consumirte. El amor te despojará de ti misma… no te dejará pensar más que en Mi Gloria y en las almas a lmas». «Durante la oración, colócate a Mi lado en Getsemaní y participa de Mi angustia, ofreciéndote al Padre como víctima, dispuesta a sufrir todas las penas de que eres capaz».

«DURANTE LA MISA, PRESENTA A MI ETERNO PADRE ESTA ALMA QUE QUIERO SALVAR, PARA QUE ÉL DERRAME SOBRE ELLA LA SANGRE DE LA VÍCTIMA QUE SE ESTÁ INMOLANDO. CUANDO COMULGUES, PUEDES OFRECER TODO EL VALOR QUE TIENES A TU DISPOSICIÓN, PARA SATISFACER SU DEUDA». Cuando despiertes, entrenuevo en seguida en Mi y ofrecedea Mi Corazón. Eterno Padre «todas las acciones de este día, unidas a las laCorazón s palpitaciones Une tus movimientos a los Míos, es decir, decir , como si ya no fueses tú misma, sino Yo el que obrase en ti». [Jesús dice a Sor Josefa mostrándole Sus Llagas] «Mira Mis Llagas, adóralas, bésalas, no son las almas que Me han puesto en este estado… es el Amor. Es el Amor de predilección que tengo a Mis almas… almas… y el amor compasivo que siento por los pecadores. ¡Si ellos  ellos   lo supieran!... La mayor recompensa que puedo dar a un alma es hacerla víctima de Mi amor y de Mi Misericordia, porque la hago semejante a Mí, que soy Víctima Divina por los pecadores». [Sor Josefa describe la visión que ha tenido del Corazón de Jesús rodeado de espinas, con puntas agudísimas que se Le clavaban dentro y cómo brotaba Sangre de cada una.  Jesús dice entonces, entonces, acerca de las almas que que Le ocasionan todo este sufrimiento] sufrimiento] «Todo esto y mucho más ha sufrido Mi Corazón. Pero también encuentro almas que se unen a Él [Mi Corazón] y Me consuelan por las que de Mí se apartan».

«Mira Mi Corazón, es todo Amor y ternura… pero hay almas que no lo conocen ». «Cuando un alma comete grandes pecados, pero después se hhumilla, umilla, saca ganancia. Mas la soberbia es lo que más enoja a Mi Padre… la detesta con odio infinito. Busco almas que se humillen y reparen su soberbia… OFRÉCETE SIN CESAR PARA REPARAR LA SOBERBIA. NADA, YOesSOY TU FORTALEZA. Laaquí soberbia el alma… olvidaNO queME soyREHÚSES Su Dios y ella sin Mí, nada. ¿Qué importa subir en la ciega Tierra? Póstrate ante Mi Padre Celestial y ofrece la humildad de Mi Corazón. No olvides que, 32   32

 

 

sin Mí, el alma es un abismo de miseria. YO LEVANTARÉ A LOS HUMILDES, NO ME IMPORTAN SUS MISERIAS NI SUS CAÍDAS, QUIERO HUMILDAD Y AMOR». [La Santísima Virgen María dice a Sor Josefa]  «Has de sufrir por las almas, has de ser tentada, porque el demonio quiere, a todo trance, quebrantar tu fidelidad. Pero ten valor».

«YO JAMÁS FALTO A MI PALABRA». «Es verdad que muchas almas Me martirizan y son ingratas, pero también hay muchas en las que puedo descansar y que son Mi delicia». «Ofrece la Sangre Divina: nada hay de tan alto precio». «Vengo a descansar en ti… ti… Olvídate de ti mismo y consuélame; quiero que Me ames de tal modo y con tal ardor, que no te acuerdes de ti para nada y Yo solo ocupe tus pensamientos y deseos. NO TEMAS SUFRIR, BASTANTE PODEROSO SOY PARA CUIDAR DE TI». «Besa Mis Manos y Mis Pies, y repite conmigo: “Padre Mío, ¿no es de bastante valor la Sangre de Vuestro Hijo? ¿Qué más queréis? Su Corazón, Sus Llagas, Su Sangre… todo Él se ofrece a Vos por la salvación de estas almas”». [La Santísima Virgen María dice a Sor Josefa] « Hasta mañana quiero que pongas todo tu interés en salvar una hija a quien amo singularment singularmente. e. Es un alma que Jesús eligió para Él… le dio una vocación religiosa, pero la ha perdido por su infidelidad. Mañana ha de morir y lo que más me apena es que se ha quitado mi escapulario. ¡Qué alegría tendrá mi Corazón de Madre, si esta hija no se condena!». [Jesús dice a Sor Josefa, con tristeza]  «¡Si las almas conocieran Mi deseo ardiente de comunicarme a ellas por Amor! Pero, ¡qué pocas lo entienden y cómo hieren Mi Corazón! Yo Soy la única felicidad de las almas. ¿Por qué se apartan de mí?».

«El amor da la fuerza, pero el alma ha de olvidarse de sí misma». «Cuando un alma consagrada tiene la desgracia de caer, Yo la levanto; no tiene ella que hacer más que humillarse y amar. Nada me importa su miseria, si su único deseo es darme gloria y consuelo. A pesar de su pequeñez, alcanza muchas gracias para otras almas. Yo me deleito en la humildad, y ¡a cuántas almas consagradas aleja de Mí el orgullo! Quiero que tu celo y tus sacrificios atraigan a Mi Corazón muchas almas, las Mías en especial. Que el deseo de verme amado te consuma y que tu amor sea Mi consuelo». 33   33

 

 

«Cuando un alma desea ser fiel, Yo la sostengo en su debilidad y sus mismas caídas mueven a obrar con mayor eficacia Mi bondad y Mi Misericordia. Pero es preciso que el alma se humille y se esfuerce, no para hallar su propia satisfacción sino para darme gloria». «Y tú… ¿me amas? Tengo sobre ti designios de amor, no Me niegues nada ». «NO ENCONTRARÁS FELICIDAD FUERA DE MI CORAZÓN». «Deseo ardientemente que Me amen… si las almas supieran qué exceso de Amor siento hacia ellas, no podrían resistir. Por eso corro tras ellas y no perdono medio para atraerlas a Mí». «Yo Soy todo Amor y Mi mayor deseo es ser amado, ¿por qué soy tan mal correspondido?». «TODOS LOS DÍAS, DESPUÉS DE COMULGAR, REPITE CON TODO EL FERVOR QUE PUEDAS ESTAS PALABRAS: “CORAZÓN DE MI JESÚS, QUE EL MUNDO ENTERO SE ABRASE EN VUESTRO AMOR”». «Quiero que te consumas en Mi Amor. Ya te he dado a entender que no encontrarás felicidad fuera de Mi Corazón. Quiero que Me ames, pues tengo sed de amor, que ardas en deseos de verme amado, y que tu corazón no se alimente más que de este deseo». «Es tanto Mi amor hacia las almas, que Me consume el deseo de su salvación. ¡Cuántas se pierden y cuántas esperan sacrificios para salir del estado en que se encuentran! Pero aún tengo muchas que son del todo Mías… una u na sola de ellas obtiene perdón para muchas frías e ingratas». «Consuélame, ¡hay tanta frialdad en las almas! ¡Cuántas se precipitan, ciegas, en el abismo…! Si no encontrara almas que Me consuelan y muevan Mi Misericordia, no podría detener Mi justicia». [La Santísima Virgen María dice a Sor Josefa] Jo sefa] «Mira, hija mía, cuanto más te pida Jesús, más debes alegrarte. El que contempla un cuadro muy bien pintado, no es el pincel lo que admira, sino la mano del pintor. Así, tú, Josefa, aun cuando realizaras grandes cosas, no debes atribuirte nada a ti misma, pues es Jesús quien obra en ti, y quien se sirve de ti. Da gracias sin cesar a Dios, que tan bueno ha sido contigo. Sé muy fiel, en lo grande y en lo pequeño. Obedece siempre y en todo a Jesús, sé muy humilde y deja lo demás. Jesús se encarga de tu pequeñez, y tú sabes que yo soy tu Madre ».

«No te ocupes más que de amarme: EL AMOR TE DARÁ FORTALEZA».

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«No te aflijas por tu miseria, Mi Corazón es el trono de la Misericordia, donde los más miserables son mejor recibidos, con tal que ellos quieran perderse en este abismo de amor. Porque eres pequeña y miserable, he fijado en ti Mis ojos. YO SOY TU FORTALEZA». «Quiero enseñarte a conocer los gustos más delicados de Mi Corazón… Corazón … Quiero estés siempre muy atenta para no desperdiciar ocasión alguna de humillarte, y siempre que puedas elegir entre sacrificarte o no, prefieras el sacrificio ».

«NO TE VAYAS A DESCANSAR CON UNA FALTA EN TU ALMA: MIRA QUE TE LO ENCARGO MUCHO. Si cometes una falta, falta, repárala enseguida… deseo que tu alma brille como el cristal. Si vuelves a caer, no te turbes, PORQUE LA TURBACIÓN Y LA INQUIETUD APARTAN AL ALMA DE DIOS DI OS». «¡Si las almas religiosas supieran cuánto las amo y cómo me hieren su frialdad y tibieza! No acaban de conocer a dónde va a parar el no hacer caso de las faltas ligeras. Empiezan Empiezan por una pequeñez y terminan en la relajación; hoy se conceden un gusto, mañana dejan pasar una inspiración de la gracia, y poco a poco, sin darse cuenta, se van enfriando». «TE QUIERO MUY PEQUEÑA, MUY HUMILDE Y SIEMPRE SONRIENTE. SÍ, QIUERO QUE VIVAS ALEGRE, AUN SIENDO PARA TI MISMA UN VERDUGO. ESCOGE LO QUE MÁS CUESTE, PERO CON GOZO. SÍRVEME EN PAZ Y ALEGRÍA: ASÍ HONRARÁS MI CORAZÓN ». «Te quiero santa, MUY SANTA,  y no lo serás por otro camino si no es el de LA OBEDIENCIA Y LA HUMILDAD. Te enseñaré todo esto poquito a poco. Dos cosas te encargo especialmente, para que las tengas siempre ante tus ojos y las grabes en tu corazón: primero, que si he fijado en ti Mi mirada, es para que brille más Mi poder, levantando un gran edificio sobre la nada; y segundo, que, si te quiero por la derecha y tú quieres ir por la izquierda, tu perdición es segura». [Jesús dice a Sor Josefa] «Vengo porque Me has llamado». [Josefa le pregunta qué ha de hacer para reparar, y Jesús le contesta] «¿Qué has de hacer? AMAR… AMAR… AMAR». [Jesús dice a Sor Josefa] «He hecho contigo una alianza de amor y misericordia. El amor no se cansa. La misericordia no se agota». [La Santísima Virgen María, llena de ternura, dice a Sor Josefa, quien estaba sumergida en una dura lucha de varios días de tribulación] «No temas sufrir. ¡Cuántas almas se han acercado al Corazón de Jesús en estos días de tentaciones!».

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[Jesús, señalando Su Corazón encendido, se empezó a abrir la Herida y le dijo a Sor  Josefa] «Mira cómo Mi Corazón se consume de amor por las almas. Así quiero que tú también te abrases en deseos de su salvación. Entra en este Corazón, y unida Él, repara… Sí, tenemos que reparar. Yo soy La Gran Víctima, tú una víctima pequeñita, que, uniéndote a Mí, puedes ser del agrado del Padre». [ Jesús explica a Josefa cómo debe aplicar para sí Sus Palabras “MI REINO NO ES DE ESTE MUNDO”, diciéndose ella a sí misma misma] las alabanzas deAhora, los hombres. «Nolobusco Mi patria no es ésta. Ya descansaré en la]que es verdaderamente. ánimo para cumplir mi deber sin tener en cuenta la opinión del mundo… Si por ello me sobreviene humillación o un sufrimiento, no importa; no retrocederé, escucharé la voz de la Gracia, ahogando los gritos de la naturaleza. Y si no soy capaz de vencer sola, pediré fuerzas y consejo, pues en muchas ocasiones las pasiones y el excesivo amor propio ciegan el alma y la impulsan a obrar el mal ». [Jesús explica a Josefa lo que quiere de las Hermanas de su comunidad religiosa] «HACED DESAPARECER MI DOLOROSA VERGÜENZA CON VUESTRA PUREZA Y RECTITUD DE INTENCIÓN. Si queréis que descanse en vosotras, preparadme un lugar de reposo con actos de mortificación. SUJETAD VUESTRA IMAGINACIÓN, EVITAD EL TUMULTO DE LAS PASIONES, Y EN EL SILENCIO DE VUESTRA ALMA, DE VEZ EN CUANDO OIRÉIS MI VOZ, QUE OS DICE SUAVEMENTE: “Esposa Mía, que ahora eres Mi descanso, Yo seré el tuyo t uyo en la eternidad; a ti, que con tanto desvelo y amor Me procuras la prisión de tu corazón, Yo te prometo que Mi recompensa no tendrá límites y no te pesarán los sacrificios que hayas hecho por Mí durante tu vida».

«Nos quedaremos aquí, Josefa. Déjame pasar el día en la prisión de tu alma. Haz gran silencio en ella, para que puedas oír Mis palabras y los deseos que te quiero confiar ». «No temas. A donde voy Yo, la Cruz Me acompaña. Recíbela con todo respeto y amor por la salvación de tantas almas que se hallan en peligro». [Jesús enseña a Josefa una extraordinaria oración para que la dirijamos al Padre Celestial por las almas que necesitan conversión] «Ofrece al Eterno Padre los tormentos de Mi Pasión por la conversión de las almas. Dile Conmigo:»

«¡Oh, Padre mío! ¡Oh, Padre Celestial! Mirad las llagas de Vuestro Hijo y dignaos recibirlas para que las almas se abran a los toques de la gracia. Que los clavos que taladraron Sus Manos y Sus Pies, traspasen los corazones endurecidos; que Su Sacratísima Sangre, los ablande y los mueva a hacer penitencia; que el peso de la Cruz sobre los hombros de Vuestro Divino Hijo, mueva a las almas a descargar el peso de sus delitos en el tribunal de la penitencia ». 36   36

 

 

REVELACIONES DE JESÚS A SANTOS, BEATOS Y MÍSTICOS

REVELACIONES DE JESÚS

VISITAS DEL SEÑOR A SANTA GERTRUDIS [Legatus IV, 38] –  PROMESAS DE CRISTO A SANTA GERTRUDIS PARA AQUELLOS QUE PARTICIPAN EN LA SANTA MISA

 A S ANTA SANT A GERTRUDIS

Gracias obtenidas por asistir a la Santa Misa y participar activamente en la celebración.

Calvario.  1.  La Misa es la continuación del Calvario. 

2.  Cada Misa vale tanto como la vida, sufrimientos y muerte de Nuestro Señor Jesucristo, ofrecidos en sacrificio. 3.  La Santa Misa es el acto de desagravio más poderoso para expiar los pecados. 4.  A la hora de la muerte, el consuelo más grande del alma consistirá de las Misas oídas en vida. 5.  Cada Misa bien oída nos acompañará hasta el Tribunal Divino, suplicando perdón. 6.  En la Santa Misa, según el fervor con que se asiste, se puede disminuir en grado mayor o menor la pena temporal [Purgatorio] debida por los pecados. 37   37

 

 

7.  Al asistir devotamente a la Santa Misa, se rinde el más grande homenaje a la Sagrada Humanidad de Nuestro Señor. 8.  En la Santa Misa, Nuestro Señor Jesucristo ofrece expiación y desagravio por muchas omisiones y negligencias nuestras. 9.  En la Santa Misa, Jesucristo perdona los pecados veniales que todavía no se han confesado; además, se disminuye el poder de Satanás sobre el alma. 10. Al asistir a la Santa Misa, se proporciona a las almas del Purgatorio el alivio más grande que sea posible. 11.  Una Misa bien oída durante la vida, será de más provecho al alma que muchas que se ofrecieran para su reposo después de la muerte. 12. Por asistir a Misa, el alma se preserva de peligros, desgracias y calamidades, que de otro modo hubieran sucedido. Además, se abrevia o reduce la duración de su Purgatorio. 13. Cada Misa bien oída obtiene para el alma un grado más elevado de gloria en el Cielo. 14. En la Misa se recibe la bendición del sacerdote que Nuestro Señor ratifica en el Cielo. 15. En la Misa se arrodilla entre una multitud de los santos ángeles, que están presentes en actitud de profunda reverencia durante el sacrificio adorable de la Santa Eucaristía. 16. En la Santa Misa, se reciben bendiciones para todos los bienes y empresas temporales. Mientras Santa Gertrudis se gozaba de que le fuera dada esta saludable gracia de bendición, dijo al Señor: “He aquí, Señor mío, que yo, pecadora e indigna, confieso con color que, ¡ay de mí!, por humana

 fragilidad he pecado muchas veces contra Tu Divina Divina Omnipotencia. También También pequé de distintas maneras por ignorancia contra Tu Divina Sabiduría. Y de muchos modos, me airé maliciosamente contra Tu Inestimable Benignidad. Por tanto, Padre de las misericordias, ten misericordia de mí y dame Tu Omnipotencia, fuerzas para resistir a todo lo que Te sea contrario; de Tu Inescrutable Sabiduría, concédeme prevenir con cautela todo lo que en mí pueda ofender los ojos de Tu Pureza; y de la Superabundancia de Tu Bondad, concédeme adherirme a Ti con estable fidelidad, que no disienta nunca, en lo más mínimo, de Tu Voluntad”. Vo luntad”.  38   38

 

 

Mientras decía estas palabras, a Gertrudis le parecía como que era sumergida en aquel fondo del Corazón de Jesús, para ser regenerada. Volviendo, después de un rato, apareció más blanca que la nieve, purificada ya de toda mancha de pecado. Presentada de esta manera ante la Divina Majestad, se encomendaba al patrocinio de todos los santos del Cielo, como se suele encomendar a los recién bautizados, deseando y exhortando a todos que orasen por ella. Entonces, se levantaron gozosos todos los santos y ofrecieron al Señor sus méritos en reparación de todas las negligencias e indigencias de Gertrudis.  Adornada maravillosamente maravillosamente con esos méritos, el Señor, tomándola con ternura, la colocó directamente frente a Sí, de manera que exhalaba suavemente hacia su alma Su Divino aliento, y viceversa: Él absorbía eficazmente en Sí Mismo el aliento del alma de Su hija. Y le dijo el Señor: “Estas son mis delicias en las que me delito con los hijos de los hombres”. Por el soplo del alma, se indicaba su buena voluntad; y por el soplo del Señor, la condescendencia de la Bondad Divina que se digna aceptar la buena voluntad del alma. De este modo, el alma, descansando dulcemente entre los abrazos del Señor, como en una dulce espera, se debía preparar dignament dignamentee para recibir el Espíritu Santo. Gertrudis intentaba obtener del Señor, por medio de oraciones especiales, los 7 dones del Espíritu Santo, y pedía en primer lugar el don de temor, con el cual evitaría todos los males. Se le apareció el Señor, como plantando casi en el centro de su corazón un árbol hermoso, que parecía extender sus ramas y cubrir con ellas toda la pequeña habitación de su corazón; tenía algunas espinas encorvadas de las que brotaban hermosísimas flores erguidas hacia arriba.

 Por el árbol, entendió significarse el santo temor de Dios: que, a modo de punzantes aguijones, traspasa el alma y la retrae de toda falta. Las flores significaban la voluntad: con la que el hombre desea protegerse contra todo pecado por temor del Señor. Cuando el hombre hace algún bien o evita algún mal por temor del Señor, dicho árbol produce  frutos hermosísimos.  Durante la noche santa en de ellos Pentecostés, Gertrudis debilidad en Maitines, que no pudo participar por mucho tiempo.sintió Dijo tanta al Señor: “¡Oh, Señor mío! ¿Qué  gloria y alabanza puedes recibir recibir de mí, indigna, indigna, que participo tan breve breve tiempo en los divinos oficios?”.  Y el Señor le respondió:

“Mira, para que, por la semejanza de las cosas exteriores, seas conducida a la inteligencia de las espirituales… considera qué provecho obtiene el esposo, cuando durante toda una noche es acariciado por su esposa para deleite de su corazón. Pues un esposo no podrá sentir nunca tanto afecto con las caricias de su esposa, como el que siento Yo, cuando, aunque sea por breves instantes, mis escogidos me ofrecen sus corazones para que me deleite en ellos”.  ellos”. 

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REVELACIONES DE JESÚS A SANTOS, BEATOS Y MÍSTICOS

LAS APARICIONES DEL SAGRADO CORAZÓN A SANTA TERESA DE JESÚS Una experiencia mística propia del Renacimiento.

Santa Teresa de Ávila [1515-1582] o Santa Teresa de Jesús -como es más conocida-, Doctora de la Iglesia y reformadora de la Orden del Carmelo con San Juan de la Cruz, tuvo numerosas apariciones de Jesús, la Virgen María y los Ángeles. Así narra cuando se le apareció el Sagrado Corazón de Jesús: “Estando un día en oración, quiso el Señor mostrarme solas las manos con tan grandísima hermosura,, que no lo podría yo encarecer…  hermosura encarecer… 

Desde a pocos días, vi también Aquel Divino Rostro, que del todo me parece me dejó absorta. No podía yo entender por qué el Señor se me mostraba así, poco a poco, pues después me había de hacer merced de que yo le viese del todo, hasta después que he entendido que me iba Su Majestad llevando conforme a mi flaqueza natural. 40   40

 

REVELACIONES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

 A SANT S ANTA A TERESA DE  ÁVIL  Á VILA A

 

¡Sea bendito por siempre!, porque tanta gloria junta tan bajo y ruin sujeto no la pudiera sufrir. Y, como quien esto sabía, iba el piadoso Señor disponiendo…  disponiendo…  Sonlo tanto los cuerpos glorificados, que la gloria que traen consigo ver cosa tan sobrenatural hermosa desatina…  desatina…  Un día de San Pablo, estando en Misa, se me representó toda esta Humanidad sacratísima, como se pinta Resucitado, con tanta hermosura y majestad… Sólo digo que, cuando otra cosa no hubiese para deleitar la vista vi sta en el cielo, sino la gran hermosura de los cuerpos glorificados, es grandísima gloria, en especial ver la Humanidad de Jesucristo, Señor nuestro, aun acá, que se muestra Su Majestad conforme a lo que puede sufrir nuestra miseria; ¿qué será adonde del todo se goza tal bien?” bien?” (V 28, 1-3).   JESUCRISTO SE LE DESCUBRE DE A POCO El “encuentro” de Teresa con Cristo resucitado Cristo resucitado es un camino en el que poco a poco va descubriendo la Gloria de Dios. Es una realidad que le desborda y que le llena de inmensa felicidad y gozo. Teresa de Jesús ve, en primer lugar, solamente las manos: esas manos que, años más tarde, le van a entregar un clavo que se convertirá en el signo del matrimonio espiritual de Teresa con Cristo; son las manos con las que Cristo acaricia, cura y consuela a Teresa. No queda todo en las manos: pocos días después, Teresa ve el Divino Rostro de Cristo, que le marca en su interior profundamente. Ese Rostro Sagrado que ha contemplado tantas veces en la Pasión, sudando sangre, escupido, abofeteado, coronado de espinas y al final, caído sobre el propio pecho, lo ve ahora glorificado. Ya no es un Rostro doloroso y sufriente, sino que es un rostro glorificado, iluminado y radiante de una potente luz que proviene de la Resurrección.

La Santa de Ávila se pregunta por qué Cristo se le va mostrando poco a poco y no lo hace de vez. Se dadecuenta de que TANTA no se halla preparada, de que suHERMOSURA persona no se encuentra en una condiciones contemplar BELLEZA Y TANTA JUNTAS en la persona de Cristo Resucitado. 41   41

 

 

Cuando reconoce y asume esta debilidad suya, llega el momento en que toda la Humanidad de Cristo se le muestra. Cristo Resucitado se le manifiesta ya en su plenitud, igual que a la Magdalena en la mañana de Pascua. El mismo Dios hecho carne y resucitado de entre los muertos, se le aparece a Teresa y le transforma totalmente. Es una experiencia que va a convertirse en un jalón clave de su vida espiritual. Es algo que ella nunca olvidará y que cambiará por completo su vida, hasta tal punto que nos dirá luego en sus escritos: “No “No   hay poderlo olvidar… queda el alma otra, siempre embebida”.   embebida”.

TERESA QUIERE QUE COMPRENDAMOS LO QUE ELLA SINTIÓ SI NTIÓ Teresa de Jesús no se conforma con describir su encuentro con el Resucitado, quiere que lleguemos a comprender, quiere que la entendamos para poder compartir con ella la alegría de la Resurrección. Y escribe:

“Esta visión, aunque imaginaria, nunca la vi con los ojos corporales, ni ninguna, sino con los ojos del alma”.  alma”.  Es una realidad que “ciega” a Teresa, y la llena de la presencia de su Esposo:  Esposo:  

“N “No o es que resplandor quegrandísimo deslumbre,a la sino una blancura suave el resplandor infuso, da deleite vista y no la cansa, ni la yclaridad que se ve para ver esta hermosura tan divina. Es una luz tan diferente de las de acá, que parece una cosa tan deslustrada la claridad del sol que vemos, en comparación de aquella claridad y luz que se representa a la vista, que no se querrían abrir los ojos después. Es como ver agua clara que corre sobre cristal y reverbera en ello el sol, a una muy turbia y con gran nublado y corre por encima de la tierra. No porque se representa sol, ni la luz es como la del sol; parece, en fin, luz natural y esta otra cosa artificial. Es luz que no tiene noche, sino que como siempre es luz, no la turba nada. En fin, es de suerte que por gran entendimiento que una persona tuviese, en todos los días de su vida podría imaginar cómo es. Y pónela Dios delante tan presto, que aun no hubiera lugar para abrir los ojos, si fuera menester abrirlos; mas, no hace más estar abiertos que cerrados, cuando el Señor quiere; que, aunque no queramos, se ve”.  ve”.  La Santa de Ávila habla siempre por experiencia. Todo lo que relata en sus escritos lo ha vivido en persona y quiere transmitirlo con sus propias palabras:

“Diré, pues, lo que he visto por experiencia. exper iencia. Bien me parecía en algunas cosas que era imagen lo que veía, mas, por otras muchas no, sino que era el mismo Cristo, conforme a la claridad con que era servido mostrárseme. Unas veces era tan confuso, que me parecía imagen, no como los dibujos de acá, por muy perfectos que sean, que hartos he visto buenos…  buenos…  42   42

 

 

… Es disparate pensar que tiene semejanza lo uno con lo otro, en ninguna manera, no más ni menos que la tiene una persona viva a su retrato, que por bien que esté sacado, no puede ser tan al natural, que, en fin, se ve es cosa muerta.

“No digo que es comparación, que nunca son tan cabales, sino verdad, que hay la diferencia que, de lo vivo a lo pintado, no más ni menos. Porque si es imagen, es imagen viva; no hombre muerto, sino Cristo vivo; y da a entender que es hombre y Dios, no como estaba en el sepulcro, sino como salió de él después de Resucitado. Y viene a veces con tan grande majestad, que no hay quien pueda dudar, sino que es el mismo Señor, en especial acabando de comulgar, que ya sabemos que está allí, que nos lo dice la fe. Represéntase tan Señor de aquella posada, que parece toda deshecha el alma que se ve consumir en Cristo”.  Cristo”.  UN CAMBIO RADICAL Esta visión de Teresa provoca en ella un cambio radical: “Queda el alma otra, siempre embebida”. embebi da”. Teresa de Jesús es transformada por el encuentro con Cristo resucitado y… y…

“tan quedaelaquella majestad y hermosura, no hay poderlo olvidar, si no esimprimida cuando quiere Señor que padezca el alma unaque sequedad y soledad grande, que aun entonces entonces de Dios parece se olvida”. “Viendo” a Cristo Resucitado, Teresa descubre su Humanidad y la Omnipotencia y el Amor de Dios, que todo lo llena. “Porque con los ojos del alma, vese la excelencia y hermosura y gloria de la Santísima Humanidad, y se nos da a entender e ntender cómo es Dios y poderoso, y que todo lo puede y todo lo manda, y todo lo gobierna, y todo lo hinche Su Amor”. Este tipo de visiones no son engaños del demonio ni producto de la psicología, como han querido deducir algunos escépticos: esta visión es muy diferente a todo eso y para la Santa de Ávila “ser imaginación esto, es imposible de toda imposibilidad. Ningún camino lleva, porque sola la hermosura y blancura de una

mano es sobre toda nuestra imaginación: acordarnos de ello,nonipudieran haberlo  jamás pensado, ver en un punto presentespues cosassin que en gran tiempo 43   43

 

 

concertarse con la imaginación, porque va muy más alto como ya he dicho d icho de lo que acá podemos comprender, comprender, así que esto es imposible” (V 28, 4-11).  Teresa de Jesús no puede acallar sus impulsos ante esta experiencia mística que ha vivido. Brota de lo más profundo de su corazón una bellísima oración a Cristo Resucitado:  ¡Oh ¡O h Hermosura Hermosu ra que excedéis a todas Sin herirlas dolhermosuras! dolor or hacé hacéis, is, y sin dolor desha deshacéis, céis, el amor de las criaturas. Oh ñudo que así junt juntáis áis dos cosas co sas tan desig desiguales, uales, no sé por qué q ué os desatáis, desatáis, pues atado fuerza fu erza dais a tener tener por bien los males. m ales. Juntáis quien no tiene ser ser con el Ser Ser qu e no se acaba; acaba; sin aca acabar barque acabáis, tener amar amáis, amáis, engrandecéis nuestra nuest ra nada.  Amén.  Am én.  

Santa Teresa de Jesús es maestra de oración y por ello, podemos encontrarnos con sus oraciones, que va intercalando a lo largo de sus escritos. Teresa escribe, y ora mientras escribe, y quiere hacernos partícipes de su oración, quiere que oremos con ella a su querido Esposo: ¡Oh, Jesús mío! ¡Oh, m ío! ¡Quién ¡Q uién pu diese dar a entender la cuán majestad majestad con Y Señor Señor deque todooselmostráis! mu ndo mundo y de los cielos y de otros mil mu ndos y sin cuento mundos y cielos que Vos cr ea earais, rais, entiende el alma, según con la majestad que os representáis, que no es nada n ada para ser Vos Señor de ello. ell o.  Aq uí s e ve clar  Aquí c lar o, Jesú J esúss mío m ío,, el poco poder de todos los demonios en comparación del Vuestro, y cómo quien os tuvi ere contento puede repisar repisar el infierno inf ierno todo. 44   44

 

 

 Aq uí ve la  Aquí l a razón razó n que q ue tuv t uvier ier on lo s demo d emo ni nios os de temer cuando bajasteis al limbo y tuvieran de desea desearr otros otr os mil infiernos más bajos para huir de d e tan gran majestad, majestad, y veo que qu e queréis dar a entender al alma cuán grande gr ande es, y el poder pod er que tiene ti ene esta esta Sacratísima Humanidad  junt  ju nto o c on la Di Divi vini nidad dad..  Aq uí s e rep res  Aquí resent enta a bien bi en qué será el el día del juicio juic io ver esta est a Majest Majestad ad de este Rey, y verle con rigor ri gor para los malos.  Aquí  Aq uí es la verd v erdader adera a humi hu mi ld ad q ue deja d eja en el alm alma, a, de ver ver su miseria, m iseria, que no la puede ignorar. (V 28, 8-9)

La Santa de Ávila se queda obnubilada ante la visión del Resucitado que ya nos ha relatado. Es una Majestad difícil de explicar, hay que “verla” para comprenderla. Ahora, ante esta visión, Teresa ora al Señor del mundo y de los cielos. “Cristo Resucitado es Señor del Universo, Universo, es Cristo Rey. Su poder se encuentra por encima de cualquier poder y por ello, los demonios temieron cuando bajó a los infiernos”.  infiernos”. 

Su poder es inmenso, es Humanidad y Divinidad unidas, Cristo es verdadero Dios y verdadero hombre. Cristo se “muestra” a Teresa en Su Humanidad y Divinidad, Divinidad, y le hace comprender Su Grandeza y poder. La luz de la Resurrección llena a Teresa y le introduce en la Divina Majestad de Cristo Resucitado. El resultado de esta visión es que deja UNA GRAN HUMILDAD EN EL ALMA. Teresa de Jesús, al ver al Resucitado, ora y descubre su miseria. Ante el Resucitado, todo queda al descubierto, todo es iluminado por la clara y transformante luz de la Resurrección. Teresa nos invita, así, a reconocer y arrepentirnos de nuestros propios pecados. No se puede hacer nada mejor ante esta Divina Majestad.

“Que tu mayor deseo sea ver a Dios, que tu mayor temor sea perderlo, perderlo, que tu gozo sea la esperanza del Cielo y así vivirás con una gran paz” paz ” -Santa Teresa de Jesús-

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MIRAD MIS OJOS, EL DEMONIO NO RESISTE MI MIRADA  





Rostro Sábana Santa, Turín -ItaliaEn mis horas penosas, el Señor vino a mí en mi ayuda: “¡Mira sin cesar a Mis ojos, cuya cu ya mirada penetrante ciega a Satanás!” Satanás!”. “Quien anda Conmigo, recoge Conmigo. Mira en Mi Mirada, se hace una sola cosa con ella, lastimosamente muchos esquivan Mi Mirada, no la soportan. Diles: no desvíen su mirada, sino arrepiéntanse de sus pecados, que yo siempre perdono. No sabes cuánto me gusta el que me diga: ¡MI ADORADO JESÚS! ¡Dilo también en lugar de otros! Y si durante una hora no pudieras decirme más que esto, Oh, entonces dejaría descansar Mi Mirada penetrante sobre vosotros” vosotros”. “Os lo ruego, ¡no os apartéis de Mi lado! Permaneced ante Mi Mirada. Di a todos tus hermanos: ¡que nuestras miradas se compenetren profundamente, fundiéndose la una en la otra! ¡Mira Mis ojos! No sea que, a lo largo de tus luchas, claves tu mirada en el suelo. No sea que mirando al suelo busques ahí tu alivio, ¡mírame sólo a Mí! Yo quiero que en vuestras luchas os estrechéis contra Mí y os abandonéis a Mí, miréis siempre hacia arriba” arriba”.

“En verdad, en verdad os digo, que todos los que habéis adorado Mi Divino Rostro con fe, humildad, compasión, y hayan meditado Mi Pasión y Muerte, considerándose culpables de Mi Muerte, os prometo infinitas gracias y no os abandonaré nunca. Os prometo que veréis Mi Divino Rostro por toda la eternidad” eternidad”  46   46

 

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