Resumen Segundo Discurso Sobre El Origen de La Desigualdad de Rousseau

 

Resumen de la segunda parte del Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres1  Como muchos otros autores Rousseau se vale de la hipótesis del estado natural, y en su caso, para desvelar algunas características de los hombres que han quedado encubiertas  por el desarroll desarro llo o de sus facultades. La segunda parte del discurso narra cómo es el paso del estado natural al estado civil. No es un paso instantáneo, pues muchos procesos tienen que darse, y cada uno de ellos afecta al hombre de maneras distintas. distintas. “Tomemos, pues, de nuevo las cosas desde su más remoto origen y tratemos de reunir, para abarcarlos desde un 2 solo punto solo  punto de vista, la lenta sucesión de hechos y conocimientos co nocimientos en su orden más natural” , así, Rousseau intentará justificar cuales condiciones y en qué orden se dieron para la formación de la sociedad civil. El hombre del estado natural no es uno solo con características bien definidas, completamente invariables en el tiempo. Ya aquí puede notarse la diferencia con autores como Hobbes. Aunque en Hobbes el paso del estado natural al civil implique un gran cambio de condiciones, las facultades de los hombres antes y después del cambio no  parecen variar. Para Rousseau el hombre salvaje, en el estado natural, a medida que se enfrenta a dificultades que le impone la naturaleza o se asocia con otros hombres, va desarrollando nuevas facultades y variando su manera de vivir. El punto de partida en su hipótesis es la condición inicial del estado de naturaleza, la cual describe, para luego narrar los hechos que sucedieron a dicha condición. En esa sucesión de hechos, el hombre, enfrentado a los obstáculos de la naturaleza, desarrolla nuevas facultades y cambia su manera de vivir . Es decir, el hombre del estado natural no tiene un conjunto de características específicas que explican sus movimientos, sino que paulatinamente desarrolla nuevas facultades al mismo tiempo que se le atrofian otras. El hombre del estado natural, inicialmente, es equiparable a un u n animal. Escasamente tiene sentimientos en la situación inicial, y su único interés es el de conservarse. Esto es, el hombre salvaje vive el día a día enfrentándose a las dificultades que se le pueden presentar, sin que estas lo hagan reflexionar demasiado. No es una etapa violenta del hombre, cada hombre es indiferente a los actos del otro, y sus simples intereses aún no causan conflictos.  No puede haber guerra en este estado, pues ni existe el interés en dominar a los otros, o tros, ni existen lazos fuertes entre los hombres como para que puedan conformar facciones. Puesto así, el hombre salvaje es feliz en tanto es libre, y la satisfacción de sus intereses  – a lo que también podría llamarse el ejercicio de su libertad –   no genera conflicto con los otros hombres. Puede decirse de esta felicidad del hombre salvaje que es simple en comparación a la de un hombre civilizado, y considerarla por ello una felicidad pobre.

1 Jean-Jacques 2

d esigualdad  (edición Rousseau. “Parte segunda” del Discurso sobre el origen de la desigualdad    (edición digital).  Jean-Jacques Rousseau. Discurso sobre el origen de la desigualdad , 44.

 

Ahora bien, mientras el hombre salvaje pueda continuar con su vida, satisfaciendo sus intereses no conflictivos, no parece haber ningún cambio en él ni en su manera de vivir. Son las dificultades, por ejemplo para conseguir alimento o sobrevivir a la intemperie, las que lo obligan a cambiar su manera de vivir. En cuanto a su interacción con otros de su misma especie, el hombre salvaje podía darse cuenta que el deseo de bienestar   era el único móvil de las acciones humanas. En función de dicho deseo se podía asociar brevemente con otros hombres para trabajos muy específicos. Pero dichas situaciones crean lazos poco duraderos y prescindibles. El interés de Rousseau está más bien en las situaciones en que se crean lazos más duraderos y de dependencia entre los hombres, pues en dichas situaciones se cambian las maneras de vivir de los hombres, y se desarrollan nuevas facultades. Cuando los hombres viven juntos compartiendo viviendas o siendo vecinos, crean lazos duraderos. Así se forma una pequeña sociedad, en que se crean costumbres que dictan cómo actuar. Las maneras de actuar de cada hombre se adecúan a la sociedad en la que vive, pues en la sociedad se forman costumbres que indican al hombre cómo relacionarse con los otros miembros, cuáles  prácticas son aceptadas, cuáles son obligatorias, qué roles puede o debe cumplir, etc. Los lazos formados en la sociedad no se refieren sólo a normas de acción, meramente utilitarias. También la manera en que considera a los otros hombres se ve afectada.. “El que cantaba o bailaba mejor, el más bellos, el más fuerte, el más sagaz o el afectada más elocuente fue el más considerado, siendo éste el primer paso hacia la desigualdad y 3 hacia el vicio al mismo tiempo” . Los salvajes eran iguales en tanto no se interferían entre sí, en tanto sus intereses sólo le incumbían a ellos mismos. Los lazos formados en sociedad  posibilitan  posibili tan que un hombre sea colocado en una situación privilegiada sobre los otros; sea  por la cantidad de trabajo que hace, por la estima que le tiene la sociedad o por sus  propiedades. Dice Rousseau, “Constituyó ésa la época de una primera evolución que dio  por resultado el establecimiento y la distinción de las familias y que introdujo una como 4 especie de propiedad propiedad que dio d io origen al instante a querellas y luchas entre ellos” ellos”   En estas primeras sociedades, inicialmente cada hombre se dedicó a labores que por sí sólo podía hacer, “pero desde el instante en que un hombre tuvo necesidad del auxilio de otro, desde que se dio cuenta que era útil tener provisiones para dos, la igualdad 5 desapareció, la propiedad fue un hecho, el trabajo se hizo necesario” . La agricultura y la metalurgia son para Rousseau las dos primeras artes por las que se distribuyó el trabajo. Los agricultores debían proveer de alimentos a los trabajadores del hierro, y estos últimos de herramientas a los primeros. Además la agricultura hizo necesaria la repartición de tierras, y con esta la propiedad. Así se dieron los primeros pasos para que se establecieran

3

 Jean-Jacques Rousseau. Discurso sobre el origen de la desigualdad , 48. Rousseau. Discurso sobre el origen de la desigualdad , 46. 5  Jean-Jacques Rousseau. Discurso sobre el origen de la desigualdad , 49. 4 Jean-Jacques

 

las primeras reglas de justicia, “pues para dar a cada uno lo suyo era preciso que cada cual tuviese algo”6. Estos multiformes lazos formados –  formados  –   por los que normaron sus acciones, repartieron sus tierras, estimaron a algunos más que otros –  otros –  crearon  crearon para el hombre nuevas necesidades. Así quedo sujeto a sus semejantes, terminando algunos con muchos más beneficios que el resto. En este punto Rousseau distingue entre ricos y pobres, dando a entender que los  primeros poseían más propiedades que los segundos, sea que las hayan adquirido por fuerza o de cualquier otra manera; o que su relación con los segundos era una de dominio, tal que la supervivencia del pobre dependía del rico. Incluso estando en mejores condiciones algunos hombres, cada uno necesitaba necesitaba al otro, “pues si rico, tenía necesidad de sus servicios; si pobre, de sus auxilios, sin que en un estado medio pudiese prescindir de 7 ellos” . Bastan las condiciones mencionadas hasta el momento para posibilitar la guerra. Un hombre ahora podía asociarse con otro para conseguir un beneficio, perjudicando a otro. Ya existían lazos entre los hombres, y entre sus deseos ahora se contaban los de poseer bienes, o ser estimados. Algunos ricos podían tener muchas propiedades, pero sin un derecho bien fundado que las legitimara. Cualquier hombre o asociación de hombres podría arrebatarle sus propiedades a otro, sin que este pudiese reclamar por justicia a nadie. Es por esta razón, la carencia de un derecho que garantizara al rico permanecer con sus propiedades, que este recurrió al pacto. Ahora bien, un pacto requiere del consentimiento de ambas partes, por lo que el rico no podía simplemente exigir a la sociedad que se le garantizaran sus  propiedades. Para lograr la aprobación de este primer pacto, persuadió a los lo s hombres de las  bondades de la unión, de cómo ésta evitaría futuros conflictos; con flictos; así consiguió emp emplear lear en su favor las fuerzas de los hombres que lo atacaban. Ciertamente un pacto de este estilo reduciría los conflictos, lo criticable es la posición privilegiada en que colocaba a los ricos. Rousseau reconoce que un régimen político  – formado formado por el pacto –  conlleva   conlleva bondades. La reducción de conflictos entre los hombres sí podría disminuirse por un pacto de ese estilo. Pero critica que, en su aplicación fáctica, sólo los que se encontraban en una posición  privilegiada podían percatarse y aprovecharse de las fallas del régimen, rég imen, mientras los demás estaban atribulados con sus propios problemas. Hecho el pacto, los lazos entre los hombres se reforzaban. La sociedad toda servía de garante de que se cumplieran las condiciones pactadas. Así, la formación de una sociedad unida, era condición suficiente para la formación de otras. Sólo una fuerza unida  podría hacer frente a otra, de prescindir alguna sociedad de unirse, u nirse, estaría al arbitrio de las demás.

6 Jean-Jacques

7

Rousseau. Discurso sobre el origen de la desigualdad , 51.  Jean-Jacques Rousseau. Discurso sobre el origen de la desigualdad , 52.

 

Análogamente a los hombres en el estado natural, en el estado civil los cuerpos  políticos formados por p or el pacto varían con el tiempo. Esto se debe a que el pacto mismo afecta las maneras de vivir de los hombres. Rousseau critica este aspecto de los pactos descritos en su hipótesis, las muchas modificaciones que sufrían. En cambio, el caso de Licurgo en Esparta es ejemplar. Sus normas prevenían precisamente que se dieran variaciones en las maneras de vivir de los hombres; eran adecuadas para conservar la moral del pueblo espartano. En las condiciones iniciales de los cuerpos políticos formados, de acuerdo a convenciones generales, cada individuo era responsable de que se respetara lo pactado. Pero estas condiciones facilitaban a los infractores cometer injusticias impunemente. En respuesta a ello, algunos ciudadanos fueron nombrados magistrados, y en ellos se depositó la autoridad pública. Así toda la atención del magistrado podía centrarse en su labor. En este punto podría pensarse que una labor asignada a todos los ciudadanos simultáneamente,  puede llevar a los ciudadanos a prescindir de cumplir con dicha labor; pues cualquier condición que los disuada de cumplirla, podría ser usada de excusa para hacerse la vista gorda y esperar a que otro la cumpliese. Gran parte de las argumentaciones de Rousseau contra otros contractualistas se centra en la aprobación del pacto por sus partes. Es decir, el pacto que forma una sociedad unida no puede hacerse sin que los pactantes estén de acuerdo; y para que haya acuerdo, dichos pactantes deben prever al menos algún beneficio. Puede conquistarse una tierra por la fuerza, pero no hacerse un pacto por la fuerza. Por otro lado, quienes pactan no pueden  prever todas las consecuencias; co nsecuencias; en la narración de Rousseau pareciera que apenas pueden fijarse en el presente. Al ser nombrados los magistrados, ocurren más cambios en el cuerpo político. Con la elaboración del pacto, en que los ricos garantizaban sus propiedades, las maneras de vivir de los hombres se modificaron. Las preocupaciones son cada vez más distantes a las del estado natural. Mientras que inicialmente el interés de un hombre salvaje podría estar en conseguir los frutos de un árbol especifico, los intereses formados en sociedad pueden variar desde la búsqueda de reconocimientos por parte de otros hombres, el hacer favores a los ricos para obtener beneficios, hasta la adquisición de nuevas propiedades. Con el pacto se diferencia marcadamente entre ricos y pobres, con el nombramiento de los magistrados se dio inicio a una serie de sucesos en que se estableció la diferencia entre poderosos y débiles. Con el pacto y la formación de magistrados se redujeron las libertades de los hombres. La vida misma en sociedad, con sus paulatinos desarrollos, implicó la reducción de las libertades. Se forman lazos de dependencia entre los hombres, que forman nuevos lazos. Para Rousseau, esta lenta pérdida de la libertad hizo a los hombres insensibles ante la misma; quienes han olvidado la belleza de la libertad aceptan la esclavitud sin quejarse. Es

 

decir, se pierde la sensibilidad ante lo mucho que se sacrifica con cada lazo de dependencia con la sociedad. No se debe olvidar que son estos hombres, cada vez más habituados a la esclavitud, quienes aceptan o no las modificaciones que se hagan en el régimen político. Los seres libres, aun sensibles, se resistirían en gran medida a perder el bien tan preciado prec iado de su libertad, y son estos los más adecuados para abogar por ella, “cuando veo a los animales que han nacido libres y que aborreciendo la cautividad se destrozan la cabeza contra las  barras de sus prisiones (…) comprendo y siento que no es a esclavos a quienes corresponde 8 razonar con respecto a la libertad” . Es visible desde este punto, la decadencia de la sociedad a la que puede llevar la atrofia de ciertas facultades humanas que se da en la sociedad misma. El pesimismo de Rousseau da a entender que la sociedad crea las condiciones de su propia decadencia. Los magistrados se encuentran en una posición privilegiada para imponer sus intereses. Su función inicial es la de ejecutores de la autoridad pública. Pero la pasividad de los ciudadanos, producto de su vida en sociedad, y con el pretexto de disminuir el riesgo de guerra civil, posibilita a los magistrados aumentar su poder hasta el punto de convertirse en amos. “…el “…el pueblo, ya acostumbrado a la dependencia, al reposo y a las comodidades de la vida, y sin medios ya de romper sus cadenas, consintió en dejarse aumentar su esclavitud 9  para afirmar su tranquilidad” tranquilidad” . Entonces, con el nacimiento de la propiedad surgen ricos y pobres, pero es después del pacto que cada uno puede ser reconocido como tal; pues a partir de ese momento se consideran legítimas sus propiedades. Luego, el deficiente ejercicio de la autoridad pública  por parte de todos los ciudadanos simultáneamente, simultáneamente, hace necesario el nombramiento de un magistrado. El ejercicio de la autoridad pública por parte de los magistrados marca  paulatinamente la diferencia entre poderoso y débil. Y finalmente el poder de los magistrados crece hasta el punto de hacerse arbitrario, lo cual marca la diferencia entre amo y esclavo.

8 Jean-Jacques 9

Rousseau. Discurso sobre el origen de la desigualdad , 57.  Jean-Jacques Rousseau. Discurso sobre el origen de la desigualdad , 59.