Resumen "El partido cartel" Katz y Mair

Resumen “El partido cartel” de Katz y Mair

El partido cartel: El Estado, invadido por los partidos, con las reglas que lo rigen, determinadas por los partidos, deviene una fuente de recursos me diante la cual estos partidos no solo pueden asegurar su prop ia supervivencia, sino que también es un instrumento mediante el cual pueden reforzar su capacidad de resistencia ante los retos que surgen de alternativas de movilización recientes. El partido cartel es caracterizado por la interpenetración entre el partido y el Estado. El surgimiento de estos partidos es irregular, siendo más evidente en los países con ayuda estatal y apoyo de los partidos están más extendidos, y en los que las ocasiones para fenómenos como el clientelismo y control partidista son más fuertes. Con el surgimiento de los partidos cartel, se inicia un periodo en el que la política deviene de una profesión cualificada, y en la que la competición partidista limitada se basa en la lucha por convencer al electorado de que el partido es la opción para garantizar una gestión mas efectiva y eficiente. De esta forma, los partidos siguen c ompitiendo, pero a sabiendas de que comparten entre ellos el interés común de la supervivencia supervivencia organizativa colectiva. colectiva. La fuente de los recur sos del partido cartel es el Estado, me diante subvenciones y otras ayudas. Estas subvenciones se dan por parte de diputados y senadores que pertenecen al partido. En estos partidos el liderazgo puede legitimar su posición. Al mismo tiempo, como resultado del debilitamiento de la posición de los activistas locales como intermediarios necesarios, se acentúa la autonomía de los lideres. El surgimiento del modelo de partido cartel e sta asociado a una revisión del modelo normativo de democracia. Existe una creciente percepción de que la democracia electoral debe ser vista como el procedimiento por el cual los gobernantes controlan a los gobernadores. Lo que significa que la democracia deja de ser vista como un proceso por el cual la sociedad c ivil impone limites o controles al Estado, y pasa a ser un servicio que el Estado proporciona a la sociedad civil, y de esta forma , los partidos se convierten en agentes de l Estado. El liderazgo político necesita ser renovado y las elec ciones constituyen un ritual pacifico para conseguirlo. Los gobernantes, para poder actuar de manera satisfactoria para la mayoría, necesitan información por parte de los gobernados, y las e lecciones competitivas son este medio. Por eso el Estado organiza elecciones competitivas. Por todo lo dicho, son los partidos en el poder los que conforman el Estado y dan este servicio, y por tanto es su propia existencia la que se está garantizando. En este modelo de partidos, en lugar de ser los partidos los intermediarios entre el Estado y los grupos concretos de la sociedad civil, son e stos grupos los que deben formular sus demandas ante el partido/Estado, por lo tanto, la articulación de demandas pasa a ser competencia de los grupos de interés. No obstante, en algunos casos, se han entablado relaciones con el Estado similares a las

desarrolladas por los partidos. Este fenómeno se denomina “neocorporativismo” y, implica la concesión a algunos grupos de una posición privilegiada y asegurada a cambio de un “buen comportamiento”. Al limitar, los partidos cartel, la posibilidad de desacuerdos intra-organizativo,

minimizan las consecuencias de la competición dentro del cartel y se protegen de las consecuencias de la insatisfacción electoral.