Resumen - No Quiero Ser Millonario
October 7, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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Ramiro Díaz
8-907-331
Brittany James
1-741-497 No Quiero Ser Millonario
Esta novela inicia con el personaje principal, Mario Martínez, un joven que era el menor de sus hermanos el cual a su corta edad tuvo que pasar por condiciones precarias. Su lugar de convivencia era en un caserío en Bejuquillo, en donde siempre su padre y sus dos hermanos iban a montear desde tempranas horas de la mañana para regresar cuando la oscuridad los abrazaba, sacrificio para obtener el pan nuestro de cada día, mientras tanto su madre y su hermana hacían el trabajo del hogar. Un día su madre le l e revela que antes que él naciera, tenía otro hermano el cual por razones ginecológica ginecológicass tuvo complicaciones, tanto su madre y su hermano no estaban en óptimas condiciones de salud y su padre decide llevarlos al curandero del pueblo llamado Anacleto que vivía en Ñampi, las noticias eran desafortunadas, el bebé iba a morir. Mario tuvo un amigo de la infancia llamado Raulito los cuales coincidían de edad, y la madre de su amigo lo llevaba para que ambos jugaran. Mario a sus siete años tuvo un viaje inolvidable, su padre lo llevó Tuke, lugar que Mario recuerda a aquellas casas con hojas de zinc, cuya cantidad de viviendas era mayor que las de Ñampi, caminaron hasta el cansancio. Él iba acompañado de su madre y su padre, mientras caminaban él le mostraba algunos sitios en donde Mario quedaba perplejo por tantos nombres irreconocibles para él. Llegaron finalmente a un parque en donde descansaron un poco y en ese momento él aprovecha para cuestionarle por todo lo novedoso que había visto. Su padre le procede a contar la razón por la cual están en Tuke. Su padre había encontrado un trabajo en los alrededores de Tuke, trabajo en el que no podía desaprovechar, ya que al día le pagarían un dólar, pago que para ese tiempo era de gran valor. Él tendría un solo día libre para poderlos visitar y así ayudarlos con el sustento semanal. Fueron momentos tristes para todos al saber que su padre estaría la mayor parte del tiempo sin ellos. En la ausencia de su padre, sus hermanos recordaban aquellas historias de terror que él les contaba. Eso los llenaba de miedo y aún más en las noches. Un día de manera inesperada regresa su padre de Tuke para mostrarles todo lo que había obtenido al trabajar en aquel sitio. La madre de Mario estaba emocionada y con una sonrisa en su rostro. Antes que su padre trabajara en
Tuke, él acompañaba a sus hijos para montear y obtener alimento como las frutas, pero todo eso cambió, ya que ahora su padre les traía alimentos prácticamente extranjeros. extranjeros. Ya a un mes que ssu u padre se había ido a Tuk Tuke, e, aquel domingo Mario recibe como regalo de su padre una lima y un machete, esto era para que él fuera a montear con sus hermanos. Recuerda su primer día de trabajo, sus manos estaban hechas un desastre, llenas de llagas que con el tiempo se convertirían en callos. Además del machete y la lima, también recibe un sombrero para cubrirse del sol abrazador. Mario recuerda que siempre jugaba con Raulito los domingos, pero desde el momento que empezó a trabajar ya no podía recrearse, esto significaba el fin f in de su niñez. Un día su padre le dice a María, una de sus hijas que había cumplido sus quince primaveras que fuera a trabajar a una casa de familia como sirvienta, pues el pago que recibiría sería de gran ayuda para sus demás hermanos. El siguiente domingo su padre se llevó a María a un lugar llamado l lamado El Rosario. Todavía Mario se cuestionaba el por qué llevarse a María si con lo que su padre les daba era suficiente para subsistir. subsistir. Era algo ilógico pa para ra él. La ida de Marí María a de su casa hizo entristecer a su madre. Ya en El Rosario, un amigo de su padre lleva a María a la casa en la cual trabajaría y ésta tuvo una acogida poco agradable. La sirvienta más mayor le muestra sus aposentos y los quehaceres que debería realizar para luego darse una ducha ya que María liberaba una hediondez para nada deleitoso. Gertrudis le pide a un joven que fuera a la farmacia por un medicamento para eliminar el mogollón de piojos que rodeaban la cabeza de María. Procedieron a quemar el vestido que cargaba y le dieron un uniforme uniform e por mientras le compraban uno propio. Para María acostumbrarse a los nuevos hábitos cotidianos fue difícil, ya que tuvo que aprender a usar la estufa y las ollas. Gertrudis le presenta finalmente a la que sería su patrona, Doña Cecilia y que cada vez que la estuviera al frente la llamara “Niña Cecilia” y que no la mirara a los ojos, siempre debería mostrar una actitud de timidez y si la patrona le daba órdenes poco entendibles para ella que simplemente le preguntara a Gertrudis. Cada vez que el patrón Ernesto llegara a la casa, María debía marcharse del sitio, de igual forma con las hijas de los patrones, solo que esta vez debía decir los buenos días y las buenas noches dependiendo el momento del día. María solo tenía un único día libre que coincidía con el de su padre. Todos sus
familiares la esperaban en Bejuquillo con gran conmoción y alegría. Cuando la vieron tenía un aspecto distinto y su forma de expresarse había cambiado sin olvidar sus hábitos de aseo, en el que ahora cargaba su cepillo de dientes y su pasta dental. Había llegado el día de marcharse, marcharse, todos estaban entristecidos y más aún porque solo iban a volverla a ver dentro de seis largos meses, una eternidad para ellos como también para Mario. Un domingo todos estaban preocupados, su padre no había llegado a la casa, ese día fue f ue nostálgico, nadie durmió y poco comieron. Otro fin de semana, su padre llegó pero con una conducta diferente a la que ellos estaban acostumbrados. Y así pasaron varios domingos que no llegaba y un día llegó pero para no volver nunca más, recogió toda su ropa en una bolsa de henequén y ese fue el último día que lo vieron. Todos estaban afligidos por el abandono de su padre. Se había llegado el día en que María los iría a visitar y esta vez no fue sola, fue con un joven que ttrabajaba rabajaba en la misma casa de sus patrones, su nombre era Víctor y ese día recibieron la primicia de su hermano Pablo, su padre los había dejado. Fue un momento de desconsuelo, María y su madre se abrazaron por tal trágico suceso. En esa misma semana, Pablo buscó trabajo en una finca para poder mantener a su madre y hermanos, incluyendo a Mario. Un domingo María regresa con Víctor a Bejuquillo para informarles que se juntarían y que ya tenían pensado buscar un apartamento para evitar problemas con sus patrones, ya que ellos prohibían cualquier relación entre empleados. Luego de un tiempo Mario nota que su madre no estaba bien, había bajado excesivamente de peso y este le cuestionaba a su madre si se encontraba bien, esta respondía que sí. Un día Mario y sus hermanos regresaban de montear y vieron que su madre se encontraba desencajada y descolorida, al girarle en la cama observaron que estaba empapada de sangre. De inmediato la llevaron a donde Anacleto el curandero y este les indica que debía estar bajo reposo. Azael, uno de los hermanos de Mario se quedó a cuidar a su madre y este no fue a montear con Mario. Ellos veían que mamá no mejoraba, es más estaba peor, decidieron que ya era el momento de llevar a su madre a un lugar que pudieran ayudarla. La llevaron a Tuke y ellos al estar allí preguntaban por su hermano Pablo pero todos t odos respondían negativamente. Desesperados fueron a preguntarle a un vendedor de algún sitio que podrían ayudar a su madre y este les dice que fueran al centro de atención sanitaria del pueblo. Al ellos estar en el centro, todos se acercaban
a ver a la señora y allí una enfermera enf ermera se aproxima para observar observar qué era lo que sucedía, de inmediato pide a que subieran a la señora a la camilla. Le revisaron su presión arterial pero ya era poco alentador los resultados. Mario no entendía lo que sucedía solo se arrodilló y le dijo a su madre que se recuperaría. Esta enfermera les dice a los hermanos que el mejor sitio para poder atender a su madre era en El Rosario, ya que este centro de salud estaba en condiciones deplorables. Los hermanos le dicen que el dinero que ellos tenían ya se los habían gastado para traer a su madre desde Bejuquillo hasta Tuke. Se manera desinteresada la enfermera les entrega cinco dólares para que de inmediato trasladaran a su madre a El Rosario. Al llegar al hospital, un tipo ataviado de color blanco re revisa visa a la señora pero este les dice que ya era inútil cualquier intento, su madre ya había fallecido por un shock hemorrágico. No tuvieron de otra que regresar a Bejuquillo destrozados y para enterrar a su madre. Rápidamente Pablo le consigue un trabajo a su hermano Azael, y Mario tuvo que irse a El Rosario para trabajar en un empleo que Víctor le consiguió, ser peón en una finca. Ya en el trabajo, Mario no podía soportar todas las actividades que ahí se realizaban y enfermó. Ya recuperado un día, él curioso por un edificio cercano decide entrar con mucha intriga. Allí se percata que era un centro de atención sanitaria pero con un tamaño superior al que había en Tuke. Encantado por el olor que allí se ventilaba, iba todos los días para solo olfatear. Un día de esos que él iba quedó atrapado por la lluvia que caía al exterior. Él escucha una puerta abrirse, asustado se va corriendo y decide salir, pero la enfermera le dice que no se fuera, que se quedara por el mal estado del tiempo, ahí ella procede a conversar con él y le pregunta por su nombre y su edad. Atemorizado en un instante escucha una voz fuerte, la enfermera se descuida y Mario abandona el lugar. Varios días pasaron por el que él no iba a la unidad sanitaria. Esta vez decidido va sin miedo a la unidad para ver qué hacían aquellas personas vestidas de blanco, allí le pregunta una enfermera si necesitaba algo, él le dice que quería hablar con Antonia, una enfermera por la cual él ya había conversado anteriormente. Esperó hasta que salió Antonia, conversaron del tema del trabajo en una edad por el cual debería estudiar para que en el futuro fuera independiente. Él le responde que no tenía la paciencia, ni el tiempo ni la
capacidad para rendir en la escuela y pues todos en Bejuquillo trabajaban a temprana edad y ya era como una cultura para ellos. Uno de esos días Mario tuvo el privilegio de hablar con un médico de la unidad sanitaria y fue una conversación amena. El doctor le expone que hasta él podría ser médico, solo debería estudiar y dar lo mejor de sí. Agustín le dice que no es un ser inexistente como Mario tenía en mente y que ambos son personas. Mario decidido a ser médico, tenía que pasar por primaria, ya que él nunca había llegado a recibir una educación básica. Su amiga Antonia lo acompaña para poder matricularse, pero para ello eran necesarios una serie de requisitos como el de tener un tutor, Mario no tuvo problemas ya que ella se ofreció. Esa noche fue imposible para él cerrar sus ojos ya que pensaba en lo que el doctor le había comentado y por todo lo que era necesario para poder llegar a ser galeno. Prometiéndose ser mejor persona, decide trabajar por las mañanas y estudiar en la nocturna. Al tiempo se pudieron observar los frutos, buenas calificaciones, era muy bueno en clases. Antonia firmaba los parciales y tareas que los maestros le pedían ya calificados. Para él fue f ue complicado, ya que en las mañanas m añanas tenía que ir a trabajar t rabajar y hacer sus deberes escolares hasta que se volvió costumbre. Mario en uno de esos días le dicen que la casa de sus padres en Bejuquillo se estaba cayendo en pedazos y además le informan que su hermano Pablo lo habían encontrado muerto debido a que había elegido una vida de vicios. Estas dos noticias fueron dolorosas para Mario, ahí recuerda a su madre y la manera en que murió sin que nadie la pudiera ayudar. María había tenido dos hijos y lo que Víctor y ella obtenían de su salario era poco para que todos pudieran subsistir, así que Mario decide ayudarlos con lo que ganaba como aseador en la unidad sanitaria en donde tendría que abrir las puertas de la unidad a la primera hora de la mañana, así como también limpiar y cerrar a las tres de la tarde. Por tal trabajo recibía mensualmente unos treinta dólares. Ya Mario había culminado la secundaria y todas sus calificaciones eran buenas. Un día el doctor Agustín le pide para que lo acompañe en la suturación de un paciente que había recibido un machetazo, al cual le tenían que dar treinta tr einta y dos puntos. El doctor le procede a explicar a Mario en cómo debería hacer los nudos. Agustín termina de suturar al paciente y Mario se retira emocionado al haber presenciado esta técnica. Un día en el patio ve a un oso perezoso con una
herida, él en ese momento recuerda la técnica de suturación que el doctor Agustín le había enseñado y decide ponerlo en práctica. As Asíí que lavó la herida y procedió a suturar. Al siguiente día Mario le dice al doctor que lo acompañara para que viera lo que él había hecho. El doctor ve al perezoso suturado, le regala una sonrisa. Aquel día el doctor le propone a Mario que él fuera el cirujano y Agustín el asistente, y así fue. Ese día a Mario le temblaba las manos, pero suturó exitosamente al paciente. Medicina era la meta de Mario en un día no muy lejano. Pero para ello se requería de una cantidad considerable de dinero, pues es una carrera que se necesitan de libros y otros útiles. Él le dice a su amiga Antonia que en el futuro f uturo se ve como un médico, ella le responde que “el querer es poder”. Por mientras decide aplicar
para una bacante como secretario. Ya él tenía completo su educación media, por lo tanto fue llamado para que fuera a trabajar con un salario base de ciento vente dólares mensuales, suficiente para poder ayudar a su hermana y lo restante poder ahorrarlo. Obsesionado con la idea de ser médico, decide averiguar los requisitos para poder aplicar. Así que fue a la capital y le pidieron una copia de su diploma que certificaba que ya había culminado su bachillerato. Estudiar medicina y trabajar es difícil, esto llegaba a la mente de Mario y lo poco que tenía ahorrado no era suficiente para sobrevivir. Mario recuerda a la patrona de Maria, la Niña Cecilia y él se le presenta y le pide que lo ayudara para poder estudiar medicina. La vieja se ríe y además lo maldice diciendo que nunca un cholo como él iba a ser médico. Le cierra la puerta con un acto de malcriadez. A los días Mario se entera que a nivel nacional se estaba dando una beca y que para aplicar a ella era necesario matricularse y aprobar el examen de admisión de la carrera de medicina. Ya en El Rosario es estudia tudia todo el material neces necesario ario para poder ganarse la única beca que se estaba ofreciendo. Era el momento de la verdad, era el día del examen de admisión, se prometió ganarse esta beca. El examen lo hizo con tal facilidad y rapidez que lo entrega antes que sus demás compañeros. Ve como salen los demás del salón con caras de tristeza, otros comentando los problemas que posiblemente obtuvieron erróneos y por la dificultad del examen. Días después revelan los resultados del examen, Mario saca la nota máxima en todas las materias y además le dicen que era el ganador de la beca. Fue un momento de felicidad. Esta beca ya con su segundo año en
la carrera le quedaba pequeña por todos los gastos que esta carrera requería, libros carísimos, el alquiler había aumentado, ya su temor se había asomado, tenía que trabajar y estudiar, algo que él pensó que esta beca iba a poder cubrir. Buscando en los periódicos encuentra un trabajo como jardinero, y de inmediato empieza a trabajar. Esto le recordó r ecordó cuando en su momento estudiaba y trabajaba en la unidad sanitaria. Mario era objeto de burla por parte de sus compañeros que le decían cholo patirajao, inesperadamente dos hombres sospechosos se dirigen a los dos compañeros y son amenazados con arma blanca con el objetivo de asaltarlos. Mario observando todo lo ocurrido va hacia uno de ellos y lo derriba de un puñetazo y el otro fue amarrado. Los policías llegaron y se llevaron a los malhechores. Mario se había retirado, sus compañeros quedaron sorprendidos por lo ocurrido. Al día siguiente sus compañeros fueron hacia Mario y le pidieron disculpas por mofarse de él. Mario les responde que ya su comentario de cholo patirajao ya no era una ofensa para él. Se volvieron amigos e incluso le daban bote cuando llovía hasta su cuarto. Mario una vez estuvo temeroso tem eroso después de un examen de fisicoquímica, f isicoquímica, ya que el profesor de esta cátedra lo manda a llamar. Ya los dos frente a frente, el profesor le cuestiona por dos preguntas del examen que Mario había hecho, estas coincidían con sus respuestas, pero por diferentes formas. El profesor para verificar que Mario no hacía trampa, este decide realizarle un problema anexándole una fórmula. Al rato Mario regresa con la respuesta que coincidía con la del profesor. Sorprendido por la capacidad de análisis de Mario, este le propone gestionar para una beca con el fin de estudiar fisicoquímica en los Estados Unidos. Sin faltarle el respeto, Mario le responde que él ya tenía una meta trazada y era la de ser médico. La carrera para cara. Mario ya en tercer año ve que la carrera sigue pidiendo más material, decide buscar otro trabajo que le ayudara para pagar sus gastos. En una clase en el que se estaba exponiendo, Mario se queda dormido y lo catalogaron de irrespetuoso, por lo cual lo echan del salón. En sus vacaciones va a El Rosario y visita a su hermana, a su hermano, al doctor Agustín y Antonia, estos últimos lo invitan a una cena en los cuales no podían
esconder la sonrisa en sus rostros. Mientras tanto el estilo de vida que llevaba María con sus hijos era precaria, de igual forma estaba Azael con sus seis hijos, todos con una condición desmejorada y en una pobreza extrema. Recuerda cuando él vivía en Bejuquillo, así que decide ir para dar un paseo. Para ubicar el lugar donde vivía con su familia fue f ue difícil, ya que Bejuquillo era una arboleda de de naranjales. La tumba de su madre se encontraba al otro lado de un río, lo cruza y allí la encuentra. Besa su tumba y recuerd recuerda a cómo fue su muerte, llora sin cesar. Un domingo se reúne con su hermano Azael y habla para hacer juntos una casa. Al día siguiente se va para la capital capital para continuar con sus estudios. estudios. Había llegado el periodo de los casos clínicos, al cual se le asignó un asistente que lo ayudaría en las culminaciones de las historias clínicas para también exponerlos delante de un instructor y sus compañeros. En la elección de una historia clínica, Mario escoge la peor, la l a cual les fue excelente. Este instructor al final de las exposiciones pide a que todos compraran sus estetoscopios y esfigmomanómetros, los cuales deberían de ser de buena calidad, ya que estos los acompañaría en el resto de la carrera. Mario supuso que estos serían carísimos, y no estaba erróneo, el par costaba ciento cincuenta dólares. Él tenía pena en pedirle ayuda al doctor Agustín en la compra de estos instrumentos. Entonces recurre a sus amigos los cuales tenían buena posición económica, Mario les pide un préstamo para poder conseguir estos aparatos, ellos lo llevaron para que eligiera los instrumentos, el dinero no era problema, pues serían regalados. Mario practicó con su esfigmomanómetro tomando la presión arterial de sus amigos y compañeros. Inclusive la señora que le alquilaba fue paciente de Martínez para obtener la presión sistólica y diastólica. Mario en la etapa clínica, ya iba al hospital, en donde tuvo que ser asistente de cirugía y suturar a un paciente. El cirujano sorprendido por el manejo de sus manos en el procedimiento, le dice que de dónde aprendió, Mario le responde que de una unidad sanitaria. Era el día de la graduación y Mario fue el encargado de dar las palabras de agradecimiento, donde aprovechó en darle las gracias a sus padres, a sus hermanos por brindarle una niñez inolvidable, también al doctor Agustín, a la enfermera Antonia, como también a Gisela la enfermera que en su momento lo
ayudó con los cinco dólares para movilizar a su madre. Agradeció a sus profesores que fueron sus formadores en su educación superior. Todos los graduandos habían dado un aporte para realizar una fiesta de graduación y ya cuando todos se habían graduado fueron a la fiesta, f iesta, Mario había tomado más de la cuenta. Tuvieron que llevarlo llevarlo a la sala de urgencias urgencias completamen completamente te vomitado. Uno de los momentos que más lo marcaron fue cuando empezó a trabajar en el hospital, lugar donde observó a una señora que cargaba a su niño, el cual había sido atropellado en un descuido de su madre. Desesperada le pide al Dr. Martínez que por favor lo salvara. Todo intento para mantener al niño con vida fue inútil, él había fallecido. Mario no sabía cómo decirle esto a la madre de su paciente. Ansiosa le pregunta de que cómo estaba su hijo. La señora sin saber la noticia le da un desmayo y se abalanza en los brazos del doctor. Ya recuperada Martínez le informa que se había hecho todo para salvar a su hijo, pero fue en vano. La señora rompe en llanto, Mario estaba triste por lo ocurrido. Ya en su segundo año de internado, él decide hacerlo en El Rosario, hospital en el cual se hacían cirugías ambulatorias y de poca dificultad, pero con poco personal. Mario al estar en varios procedimientos quirúrgicos, decide ser cirujano. Para ello tuvo que realizar un examen al cual aprobó sin ningún problema. En su segundo año de residencia conoce a una hermosa enfermera que tenía como nombre Lucrecia. Fue tal el amor a primera vista que él quería que el matrimonio entre ambos fuera aprobado por los padres de Lucrecia. Ambos se casaron y se se mudaron a un apartamento propio. Ya como cirujano, un día en la sala de operaciones, el doctor Martínez operaría a un paciente con cáncer de páncreas, un procedimiento que lleva tiempo y el cual fue muy laborioso con altas probabilidades de cometer errores. La cirugía fue todo un éxito y su paciente a los días pudo ir a su casa. El doctor Martínez al analizar todos los pros y contras que tenía la técnica en la operación de cirugía de cáncer de páncreas convencional, él decide crear su propia técnica, la cual pudo llevarla a cabo mediante un detallado estudio y realizando dibujos. Todo esto fue presentado a un cirujano y este lo desaprueba debido a que estaba prohibido. Con insistencia de Martínez, se convocó a una reunión en donde él pudo explicar con lujo detalle su técnica quirúrgica, al principio todos estaban en
contra de este nuevo método de operación, pero Mario los convenció para mostrarlo de manera práctica. Todos estaban observando cómo Martínez realizaba la operación. Fue todo un éxito. Sus colegas lo animan para que hiciera público un artículo con su método quirúrgico en pacientes con cáncer de páncreas y que lo enviara enviara a los Estados Unidos Unidos.. Martínez escribe su artíc artículo ulo en español el cual fue traducido al inglés. Solo fueron días para que su artículo fuera aprobado y le solicitaban para que fuera a Nueva York y que realizara esta operación. Mario junto a Lucrecia se sometieron a cursos de inglés y luego viajaron a Estados Unidos, allí Mario aplicó con éxito su método quirúrgico en varias ocasiones sin ningún percance. El doctor Martínez donaba sus honorarios a hospitales que eran precarios en implementos médicos. Él junto a un colega se unieron y se encargaron en proveer equipos clínicos y de esta forma brindar una atención de calidad. Hubo personas que hurtaban estos implementos y los vendían. Fueron denunciados y encarcelados por actos de corrupción. Mario en una de sus operaciones reconoce a su paciente, la Niña Cecilia, la cual sufría de cáncer de páncreas. Este procedimiento fue exitoso. Cecilia también recuerda a Mario y esta al final paga una bajeza de honorarios el cual fue donado. El doctor Martínez junto a su esposa Lucrecia formaron una familia, un hijo llamado Ramiro y una hija llamada Felicia. El varón quería ser médico desde pequeño. Tiempo después Felicia cumple doce años y todos dan un viaje a Tuke, y también a Bejuquillo donde Mario nació y donde les contó cómo era su niñez junto a su padre, su madre y hermanos. hermanos. Quería mantener viv viva a sus raíces. Cuando Ramiro culmina su educación primaria, todos viajaron a Europa. E inclusive el Doctor Agustín se marcha de El Rosario para regresar a su país natal. Martínez continuó animando a su hijo para que no se rindiera en su carrera universitaria. Finalmente se graduó de médico y su hermana Felicia estudió humanidades, obteniendo así su título de maestra. Ramiro, al igual que su padre Mario forjó forj ó una hermosa familia, solo que esta vez se casaría con una mujer extranjera. Mario le confió a su hijo ser el director del hospital que él había creado homenajeando a la enfermera Gisela. Ya jubilado seguía vigilando las acciones de su hijo en la administración de su hospital. Finalmente anciano decide irse con su esposa Lucrecia a Bejuquillo, donde construyeron una choza para vivir allí el resto de sus vidas.
Ramiro Díaz
8-907-331 Reseña Crítica
La novela “Quién quiere ser millonario” muestra la vida de Mario Martínez, un
joven que desde temprana temprana edad tuvo que trabajar para mantener mantener el sustento de su familia. Con el abandono de su padre, todo se complicó y aún más cuando su madre enfermó y murió sin que nadie le ayudara con un buen servicio médico y en el momento oportuno. La pobreza que vio vio a su alrededor y con con los consejos que el doctor Agustín y Antonia le brindaban dentro de la unidad sanitaria, decide superarse. Pasó por la educación primaria, donde trabajó como peón mientras estudiaba. Ya para la secundaria buscó un trabajo en la misma unidad sanitaria, el cuál ayudó a su hermana y sobrinos y lo sobrante lo ahorraba. E inclusive trabajó de secretario para obtener algo más de dinero. Su estadía cuando era más pequeño en el hospital y los métodos de sutura aprendidos lo animaron para que fuera médico. Pasó por los exámenes de admisión para aplicar a la carrera donde obtuvo la nota máxima y además fue premiado con una beca. Más adelante en la carrera tuvo que buscar trabajo para continuar con sus estudios hasta finalmente graduarse como galeno. Él no se detuvo, continuó en busca de una especialización, la de ser cirujano con especialidad en pacientes con cáncer de páncreas. Hasta creó un método nada convencional para tratar esta patología, un procedimiento que fue admirado por sus colegas en el extranjero. Esta novela es un ejemplo de superación para aquellos estudiantes que están cursando o que empiezan a estudiar esta hermosa carrera que es la medicina. Ningún obstáculo debe detener a aquel que quiera seguir adelante y que está en la búsqueda de un mejor futuro como profesional y persona. Los retos en el curso de este trayecto solo son pruebas que forjarán a un estudiante más competidor y con mayor ánimo en adquirir un conocimiento científico y con bases éticas. El autor de esta novela, el doctor Mauro Zúñiga fue creativo al presentar un escenario muy interiorano, recalcando que debemos recordar a nuestras raíces, a aquellas personas que en su momento te apoyaron y te animaron a seguir adelante. Habrá personas que te dirán que no puedes, que no tienes la capacidad para ser un médico, que eres un mediocre, pero sabes qué, todos esos comentarios debes volverlos positivos, ya que te harán una persona más fuerte y te dará más ánimos para luchar y ser constante. Ser millonario no te hará feliz. Solo la humildad, lo poco que poseas y rodeado de tu familia si lo harán.
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