Resumen Inhibición, Síntoma y Angustia. Freud
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Descripción: Resumen del texto de Sigmund Freud, Inhibición, síntoma y angustia...
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Texto: “Inhibición, síntoma y angustia”. Freud
El texto parte planteando la diferencia entre inhibición y síntoma. De acuerdo a esto, dice que inhibición posee un nexo con la función y no contiene necesariamente algo patológico, por otro lado, síntoma equivaldría al indicio de un proceso patológico, en donde también existiría una desacostumbrada variación en torno a la función o en una nueva operación. Producto de la estrecha relación entre inhibición y función, se intenta desarrollar las funciones del yo en cuanto afecciones neuróticas, para esto, se analiza la función sexual, la alimentación, la locomoción y el trabajo profesional. De acuerdo a lo anterior, podemos especificar la definición de inhibición como una limitación en las funciones yoicas, por precaución o por falta de energía. Por esta razón se diferencia del síntoma, ya que éste no puede describirse como un proceso que le suceda al yo o que pase dentro de él. Según los rasgos básicos de la formación de síntoma, éste puede ser definido como “un indicio y sustituto de una satisfacción pulsional interceptada, es un resultado del proceso represivo” (Freud, 1926, p. 87). Debido a la coartación consciente que instala el yo, logra inhibir o desviar las energías pulsionales del ello, que le impiden alcanzar su satisfacción. En este proceso, la represión logra convertir la pulsión en displacer. Todo lo anterior, puede darse debido a la conexión entre el yo y el sistema perceptivo, en donde se da origen al sistema preconsciente, en conjunción con la conciencia, recibiendo influencias, tanto internas como externas, que darán espacio al transcurso del placer y el displacer que modular todos los procesos psíquicos y anímicos. En otras palabras, podemos decir que la angustia surge como una respuesta que el yo genera a partir de la instancia en conflicto con el ello. Lo reprimido es transformado en angustia. Si tomamos en cuenta que las represiones primarias son instauradas antes que surja el superyó y son a raíz de una situación traumática, podemos decir que el síntoma se crea como un acto represivo ante un impulso instintivo. Pasando a otro punto del texto, podemos decir que Freud, realiza una reinterpretación de las instancias psíquicas expuestas en su texto anterior. Freud, anteriormente, toma como opuestos la relación entre el yo y el ello, dejando como una instancia más débil al yo, al ser atacado tanto por el ello como por el superyó. En este texto, Freud ofrece una nueva mirada, ésta es que si el yo se une y toma la fuerzas que posee el ello, puede manipularlo mediante la angustia, como vimos anteriormente. En cuanto al síntoma, podemos decir que el yo, mediante la represión lo ve como algo peligroso, al ser cosa externa y ajena a la vida anímica, y por esto lo intenta suprimir, pero al mismo tiempo, lo intenta integrar. Ante esto, Freud pone dos ejemplos para poder explicar cómo actúa la angustia y el síntoma en la vida anímica, estos son el caso de Hans y el hombre de los lobos. En este punto es importante recalcar el miedo que es producido por el temor a la castración. Freud indica que además de represión, en este caso aparece la regresión, Por esto, el yo no sólo utiliza la represión para dominar al ello, sino también utiliza la regresión. Por otro lado, vemos que en ambos ejemplos, la angustia es la que produce la represión y no al revés, como había sido dicho, Debido a esto, la angustia no nace de la líbido reprimida, sin embargo, existen excepciones que pueden mostrar esto. Para poder explicar este origen del síntoma, Freud da cabida a dos procesos que pueden incidir en la creación de síntomas de la neurosis obsesivas, estos son el acto de anular y aislar. Dirá que anular refiere a hacer desaparecer un suceso y comportarse como que este nunca pasó, es de naturaleza mágica y podría explicar la compulsión de repetición (anular un primer suceso repitiéndolo). Mientras que el aislamiento refiere a que la persona despoja la vivencia traumática de sus afectos o cualquier vínculo asociativo.
Así la formación de síntoma sería una forma de evitar una situación de peligro. Pero Freud se preguntará si sólo la angustia de castración puede ser motor para la formación de síntoma, para esto indaga en este término y dirá que la castración es la reacción frente a una pérdida, o sea, la reacción frente al fenómeno de la separación, y esto logra sentido al integrarlo a la primera experiencia de angustia en el humano: la angustia de nacimiento. Además de lo ya dicho, Freud definirá dos tipos de angustia, una que no es de acuerdo a fines, ésta es un displacer que no se domina por el empleo psíquico o la descarga, si no que viene dada por una situación de peligro, lo cual sería un desvalidamiento psíquico, así la angustia sería una señal de socorro ante el fenómeno de sentirse desvalido. Es importante decir que Freud aclarará que la angustia sólo puede ser apreciada por el Yo. Volviendo al tema que le compete después de reflexionar sobre la angustia y lo que és, Freud defenderá que el síntoma y su formación se crea para escapar de la angustia. En este sentido síntoma puede ser toda inhibición que el yo se imponga, ya que su formación se deberá para sustraer al Yo de la situación de peligro, por medio de la formación sustitutiva. Las neurosis en la infancia (formaciones sustitutivas), serían regulares dentro del desarrollo normal y en el curso de la maduración perderían fuerzas porque perderían su significatividad y las condiciones de angustia irán cambiando. Ya en los últimos capítulos revisados, vemos que Freud afirmará que la angustia es la reacción ante el peligro, existen peligros comunes a todos los seres humanos, sin embargo se empeña en entender por qué algunas personas sucumben ante la angustia y otras no. Descarta en primer lugar la teoría de Adler, que asegura que fracasan frente al peligro con angustia, los seres con inferioridad orgánica. Analizará la teoría de otro autor, Otto Rank quien propone que la angustia se origina en el nacimiento, el trauma del nacimiento, ya que significa la separación con la madre, este se convertirá en el arquetipo de angustia frente a posteriores escenarios, junto con la intensidad del trauma, varía la intensidad de la angustia, de esta dependerá que luego pueda o no controlar la angustia, finalmente Freud descartó esta teoría también. Propone así que en el origen de las neurosis debemos encontrar tres factores: biológico, en este caso con la indefensión del bebé, aumentan los peligros del mundo exterior, filogénico donde habla que la evolución sexual humana es distinta a la de otras especies, ya que sufre interrupciones durante el periodo de latencia, donde los impulsos instintivos son experimentados como peligrosos, por último, un tercer factor, el psicológico, aquí el yo debe defenderse contra ciertos impulsos instintivos, considerados peligrosos por esta misma instancia, pero esta defensa no es tan exitosa como cuando se trata de peligros externos, por lo cual debe formar síntomas. El autor en modificación de opiniones anteriores hablará de resistencia y contrainvestidura, aquí la defensa contra el instinto exige un esfuerzo permanente: la resistencia. Esta implica una contrainvestidura, es decir una reacción del yo opuesta al impulso, de sucia a muy escrupuloso por ejemplo. Si el yo ha logrado vencer la resistencia, debe aún luchar contra la obsesión de repetición y la atracción de los prototipos inconscientes sobre el proceso instintivo reprimido, esto es entendido como la resistencia de lo inconsciente, resitencias con las que se topa en los análisis, encontramos cinco tipos de resistencia, tres de las cuales provienen del yo, y las otras del ello y del superyo. Las resistencias del yo son la resistencia de la represión, la resistencia de la transferencia, y la resistencia derivada de la incorporación del síntoma al yo. La resistencia del ello es la llamada resistencia de lo inconsciente. Y la resistencia del superyo, la más invencible, proviene de la necesidad de castigo. En angustia por trasmudación de libido, Freud dirá que en la teoría anterior se ve al yo como la única sede de la angustia, pero ahora se debe pensar también en una angustia del instinto del ello, esta angustia tiene carácter de involuntaria y automática y aparece cada vez que hay una situación de
peligro parecida a la del trauma de nacimiento, por tanto la primera angustia se ha transformado en la segunda. Complemento sobre la angustia: La angustia se caracteriza por su imprecisión y su carencia de objeto definido. Esto la diferencia del miedo, donde hay un objeto identificable. La angustia realista es ante un peligro conocido, y la angustia neurótica se da ante un peligro desconocido, emanado de un instinto. A veces el peligro es conocido y real, pero sentimos una angustia desproporcionada frente a él, aquí se mezclan la angustia realista y la neurótica. Entre peligro realista y peligro pulsional hay una íntima conexión, el primero para ser tal, debe tener alguna significación para el yo, o sea debe haberse hecho interno, así como un peligro interno instintivo puede desembocar en un peligro externo.
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