Resumen Historia 1 Macchi
Short Description
Resumen para el primer parcial de Historia 1 Macchi...
Description
Historia 1 – Ex Ex Macchi – Resumen Resumen Final
Lowe, Donald - “Historia de la percepción”
El estudio de Lowe es una interacción dinámica entre el contenido del pensamiento y la institucionalización del mundo. Propone la historia de la percepción como un vinculo intermediario entre el contenido del pensamiento y la estructura de la sociedad.
El ser humano se conecta con el mundo por vía de la percepción. El sujeto perceptor, desde una u bicación encarnada, enfoca al mundo como campo vivido, horizontal. El acto de percibir une al sujeto con lo percibido. Y el contenido de lo percibido, resultant e de tal acto, afecta la influencia del sujeto en el mundo. Por tanto, la percepción es un todo reflexivo, integral, que abarca al perceptor, el acto de percibir y el contenido de lo percibido. La descripción inmanente de la percepción debe ser enfocada de sde estos tres aspectos.
1.
2.
Medios de Comunicación: En nuestro siglo proliferan los medios de comunicación, cada uno de los cuales sucede y se sobrepone a
los anteriores. Tenemos una conciencia cada vez mayor de que estos medios no sólo transmiten información sino que la empacan y la filtran, cambiando de este modo su significado. La cultura puede concebirse como oral, quirográfica, tipográfica o electrónica, electrónica , según los medios de comunicación que la sostengan. Cada uno de estos cuatro tipos de cultura organiza y enmarca el c onocimiento cualitativamente en una forma por entero distinta de los otros tres. a. Cultura Oral: Una cultura oral tiene lenguaje escrito y, por tanto, no tiene tiene registros, no hay textos. sin el beneficio de los registros escritos, el habla tiene que satisfacer las dos funciones: de conservar el conocimiento así como la comunicación, pues sólo en el acto de hablar puede conservase su conocimiento. El habla en la cultura oral es ayudada por el arte de la memoria. (Época: Antigüedad clásica – Edad Edad Media – Renacimiento) Renacimiento) b. Cultura Quirográfica: La introducción de un lenguaje escrito, sea ideográfico o alfabético y su conservación en algún tipo de manuscrito constituyeron una cultura quirográfica. Aunque se necesitó largo tiempo para lograrlo, la escritura acabó por separar del habla y de la memoria el co nocimiento. Un lenguaje escrito conservaba el conocimiento después del acto del habla y más allá de la desaparición del recuerdo. Se podía recurrir a cualquier pieza de escritura, aprenderla y criticarla, mientras que antes, en una cultura oral, el conocimiento dependía de la actuación del hablante. La cultura quirográfica nunca pudo desplazar por completo a la cultura oral. En cambio, la primera fue superpuesta a la última y solo lentamente fue Infiltrándose hacia abajo. (Época: Antigüedad clásica – Edad Edad Media) c. Cultura Tipográfica: La revolución tipográfica de mediados del siglo XV introdujo una cultura enteramente nueva, y mucho más dinámica de medios de información impresos, con consecuencias formidables. La imprenta diseminó textos de diversos periodos y partes despertando la conciencia de las diferencias y la necesidad de una comparación crítica. La cultura quirográfica hizo posible el descubrimiento de una lógica abstracta formal, aparte del habla y de la memoria; pero quedó reservado a la cultura tipográfica, introducir un nuevo ideal de conocimiento objetivo, es dec ir, la ciencia del siglo XVII. La estandarización tipográfica hizo pasar lo conocido, enteramente, al “contenido”. el contenido formalizado, es decir, despersonalizado, en letras de imprenta, era accesible a cualquier lector competente, calificado. (Época: Mediados del siglo XV – Revolución Revolución Tipográfica) d. Cultura Electrónica: Nosotros, en el siglo XX, estamos entrando en una cultura electrónica. La nueva cultura electrónica se está superponiendo a la antigua cultura tipográfica, sin desplazarla por completo. La teoría de la información es la base estadística y matemática para la comunicación de mensajes a través de medios electrónicos. Según ella, todo mensaje en su fuente, sea en lenguaje o en imagen, puede codificarse en números dígitos binarios de uno y cero. El bit (contracción del término binary digit), que simplemente es una elección entre el positivo y el negativo, es la unidad básica de información que se transmitirá a través del medio electrónico, y luego será descifrado en el extremo receptor. En esta forma el lenguaje puede ser transmitido a través de un cable, o de una imagen por vía de televisión. (Época: Siglo XX - Actualidad) Jerarquía de los sentidos: Los cinco sentidos se relacionan entre si, es decir, ninguno es autónomo, y conectan a la persona con el mundo. En conjunto nos dan la experiencia de la realidad y cada persona tiene una combinación distinta de capacidad sensorial. De
3.
los cinco sentidos el oído es el más continuo y penetrante. La vista siempre va dirigida a lo que está enfrente, no demasiado lejos ni demasiado cerca, pues de otra manera no podemos ver claramente. Y la vista no puede doblar una esquina; al menos, no sin ayud a de un espejo. En cambio, el sonido nos llega, nos rodea de momento, con un espacio acústico lleno de timbres y matices. Es más cercano y sugestivo que la vista. La vista siempre es la percepción de una superficie desde un ángulo particular. Pero el sonido es la percepción capaz de penetrar bajo la superficie. El tacto es el más realista y seguro de los cinco sentidos. Lo que vemos u oímos, siempre queremos verificarlo por el sentido del tacto. El tacto tangible y sustantivo. La vista, en contraste con el oído, el tacto, el gusto y el olfato, es, eminentemente, un acto de distanciamiento, de juicio, puede analizar y medir, es el comienzo de la objetividad, por eso la vista está altamente relacionada con el intelecto. El orden epistémico: El discurso es gobernado por reglas o presuposiciones epistémicos inconscientes, y que estas reglas, en conjunto, se modificaban de un período a otro. No hay una lógica universal del discurso; y el conocimiento resultante del discurso es discontinuo. En realidad cada conjunto de reglas epistémicas define un orden distinto, y cada orden se apropia un terreno distinto de conocimiento. a. La cultura oral-quirográfica de la Edad Media fue ordenada por las reglas epistémicos de la anagogía. La anagogía medieval presuponía el ser absoluto de Dios, mientras todo lo demás, incluso cognoscente y conocimiento, dependía de él. Por tanto, sólo podíamos conocer por referencia a Dios. Y este co nocimiento era un asentimiento intelectual basado en la fé. b. El orden epistémico del Renacimiento, estaba fundado en las reglas de similitud o semejanza. En lugar de la subordinación anagógica medieval del devenir inmanente al ser trascendente, que no enfocaba el mundo como un todo auto contenido, la similitud renacentista propuso un mundo de orden convergente y centrípeta. Así caracterizó Foucault el orden
c.
d.
e.
epistémico del Renacimiento: “buscar un significado es sacar a la luz una semejanza. Buscar la ley que gobierna los signos es descubrir cosas que son similares… La naturaleza de las cosas, su coexis tencia, la forma en que están unidas y se comunican no es otra cosas que su semejanza”. En los siglos XVII y XVIII el orden de similitud fue desplazado por otro de representación en el espacio. “El mundo circular de signos convergentes es remplazado por una progresión infinita”. La nueva razón analítica de comparación y medición
destruyó el mundo jerárquico renacentista de semejanza y correspondencia. Aspiró a conocer global y científicamente, pues era posible comparar y medir con certidumbre todos los fenómenos. Sin embargo aún no era un mundo en que la experiencia del tiempo fuese una conciencia sui génesis. El orden epistémico de la sociedad burguesa, desde el último tercio del siglo XVIII hasta el primer decenio del siglo XX, se fundó en las reglas del desarrollo en el tiempo. El tiempo, ya no comparable al espacio desde las revoluciones económicas y políticas de finales del siglo XVIII, fue experimentado como una dimensión nueva, cualitativamente distinta. Todas y cada una de las cosas en la sociedad burguesa hablan de ser comprendidas y explicadas como un orden de desarrollo en el tiempo. Y ese desarrollo era necesariamente dinámico, transformativo, estructural y complejo. El nuevo orden espaciotemporal definía, además de validar, los nuevos conocimientos de historia, sociedad, lenguaje, filosofía y hasta la psique humana. Sin embargo, en el siglo XX, la sobre posición de la cultura electrónica a la cultura tipográfica, con la consiguiente extrapolación de vista y sonido, ha socavado la creencia en que la razón analítica podía desarrollar conexiones dentro del espacio y el tiempo objetivos. En lugar del desarrollo en el tiempo, el nuevo orden epistémico se funda en el sistema sincrónico de oposiciones binarias y de diferencias sin identidad . El nuevo orden, ya no espacial ni temporal, sino sistemático y sincrónico, ha prescindido del problema de la relación entre un concepto (el significado) y el objeto intentado, así como de la explicación del cambio a través del tiempo.
Campo de la percepción
El sujeto, desde una ubicación encarnada aquí y ahora, enfoca el mundo como campo horizontal. Y aspectos de tal mundo se abren, como si estuviesen allí y entonces. Este campo horizontal está constituido por el perceptor, el acto de percibir, y el contenido de lo percibido. En cada período la cultura de los medios de comunicación forja el acto de percibir, el sujeto queda delimitado por una diferente organización jerárquica de los sentidos, y el contenido de lo percibido o ofrece un conjunto distinto de reglas epistémicos. Por consiguiente, el campo perceptual constituido por ellos es una formación histórica, que difiere de un período al siguiente. a. El campo de la percepción en la Edad Media estaba constituido por una cultura oral tipográfica, una jerarquía de los sentidos que daba preferencia al oído y al tacto, y al orden epistémico de la analogía. Perceptualmente, el mundo medieval no era centrado en sí mismo sino ilimitado. Y la vida transcurría bajo la égida de las fuerzas ilimitadas del más allá. De aquí la interpretación de la trascendencia y la inmanencia, la heterogeneidad del espacio y del tiempo. b. El campo perceptual del Renacimiento fue reconstituido por una cultura de medios de comunicación, en transición, de la quirografía a la tipografía, aunque con la persistencia de una oralidad subyacente al nivel popular; por un cambio gradual en la jerarquía de los sentidos, de la preferencia por el oído y el tacto a la supremacía de la vista; así como por el orden epistémico de la similitud. Surgió un mundo auto contenido de presagios y señales que debían ser interpretados por el orden de similitud y correspondencia que une la divinidad con la naturaleza, la esfera y el centro, el universo y el espíritu, los cuerpos celestes y el rostro humano. c. En la sociedad estamental de los siglos XVII y XVIII (es decir, hasta la revolución industrial en la Gran Bretaña y la revolución francesa de 1789), un nuevo campo perceptual, constituido por la cultura tipográfica, la supremacía de la vista y el orden de la representación en el espacio vino a sobreponerse a los anteriores. El mundo, que dejó de ser un cosmos concéntrico, se co nvirtió en extensión espacial; y la naturaleza ya no fue animada, convirtiéndose en cambio en una máquina cuyo funcionamiento regular podía ser descubierto por la nueva razón. d. El campo de la percepción en la sociedad burguesa desde el último tercio del siglo XVIII hasta el primer decenio del siglo XX, estuvo constituido por una cultura tipográfica que fue complementada por la revolución fotográfica y, debido a ello, por una visualidad extendida, así como por el orden epistémico del desarrollo en el tiempo. El campo de la percepción –que ya no era una extensión espacial-, abierto por la dinámica de la sociedad burguesa, tenía nuevas profundidades que sólo la temporalidad podía conectar. e. Por último, el naciente campo perceptual de nuestro siglo, está constituido por la cultura electrónica, la extrapolación de vista y sonido, y la sistematización sincrónica de oposiciones binarias y de diferencias sin identidad. En contraste con la realidad objetiva de la sociedad burguesa que fue definida desde una sola perspectiva.
Debray, Regis - “Vida y muerte de la imagen. Historia de la mirada en Occidente” El ser humano desde tiempos inmemorables se ha preocupado por dejar detrás suyo, figuras o representaciones, como testigos perennes de su paso por el mundo. Regis Debray plantea que para resolver este y muchos otros interrogantes sobre el ser humano debemos mi rar hacia el pasado; Debray dice: “quien retrocede en el tiempo avanza en co nocimiento”. Si damos un vistazo a la historia no tardamos en darnos cuenta de la imagen es una constante en todas las civilizaciones, en todas las culturas, en todas las épocas y siempre se pasea de la mano con la muerte. Las antiguas civilizaciones, aunque con distintas creencias, siempre enterraron a sus líderes rodeados de tesoros y sus t umbas fueron adornadas con todo tipo de objetos decorativos. Pero co mo el cuerpo se descomponía de manera muy rápida, entonces se recurría a crear efigies exactas a los muertos, utilizando la imagen, como un sustituto vivo del muerto. En este punto Debray plantea algo que suena muy curioso y a la vez irónico, en esos momentos en la copia hay más que en el original y es que según el autor al hombre occidental lo mejor le llega por su conversión en imagen, pues su imagen es su mejor parte. A medida que va avanzando las civilizaciones, también evoluciona el uso que se hace de las imágenes. La iglesia, en especial la cristiana también haría valer su derecho al uso de la imagen, un espacio entre lo sagrado, primero lo hizo con los santos, luego con los mártires, los prelados y los príncipes; así pues le brinda toda una imagen divina a sus muertos intentando mostrar el triunfo de la fe sobr e la muerte. La muerte fue quizá el primer misterio del hombre y tal vez gracias a su presencia fue que el hombre comenzó a hacerse una idea de lo sobrenatural, la muerte le incito a esperar un más allá y tal vez la angustia de encontrarse frente a un cadáver que ya no es un ser viviente pero tampoco era una cosa, fue lo que le motivo a hacer replicas de si mismo, como intentando perdurar en el tiempo dejando una evidencia de que alguna vez existió y cada vez se sumerge mas en una fascinación por lo fúnebre. Se desarrollan tanto y tan rápidamente las técnicas artísticas que se llega a un punto en que sin darse cuenta, ese amor a los huesos termina convirtiéndose en el amor al arte. Para el autor, el estilo de vida del hombre occidental actual ha desterrado la muerte de l a posición que ocupo en el pasado, la ha bajado de su pedestal y casi ha llegado a olvidarle; lo cual sería según él, lo que el denomina la muerte de la muerte, también moriría el arte que ha nacido de sus entrañas. Hubo arte mientras existían las fuerzas misteriosas, la magia de lo desconocido y es que el hombre antiguo crea la imagen y crea ídolos como una forma de vencer el miedo, pero el hombre actual logra vencer sus miedos sin recurrir a la magia de la imagen, la técnica y la razón se han terminado imponiéndose sobre el ídolo y todo esto ha ocasionado que se pierda la “magia” que pierda la necesidad de trasc ender en el tiempo y ha llevado al hombre a llenarse de imágenes sin contenido ni consecuencia. Para Debray no hay, de un lado la imagen material e inerte y del otro lado la mirada como un rayo de sol que anima la pagina de un gran libro abierto, ya que mirar no es recibir, sino ordenar lo visible, organizar la experiencia. La imagen recibe su sentido de la mirada. La evolución de la técnica y las creencias nos llevaron a señalar tres momentos en la historia de lo visible: la mirada mágica (ídolo), la mirada estética (el arte) y por último, la más banal: la económica (lo visual). La historia de la mirada tal vez no sea más que un capítulo de la muerte de occidente. El nacimiento de la imagen esta inexorablemente unido a la muerte desde el principio. La imagen s e convirtió en el arma del hombre para enfrentar el olvido que será con la llegada de la muerte.
Dodds, Eric Robertson – “Esquema onírico y cultural” Los sueños en la antigüedad tienen mucha relación con los dioses, en c ambio en la actualidad no pasa eso, debido a que el orden epistémico cambio. Creían que el dios les daba curaciones por medio de los sueños. Se puede conocer a una sociedad por medio de los s ueños. El sueño es el mito del individuo. Las diferencia entre la actitud griega y la actitud moderna frente a los sueños pueden reflejar no solo distintos modos de interpretar un mismo tipo de experiencia, sino también variaciones en el carácter de la e xperiencia misma; investigaciones recientes sobre los sueños de primitivos contemporáneos sugieren que junto a los tipos bien conocidos de sueños de ansiedad y sueños de deseo está determinado por un e squema cultural local; en muchas ciudades primitivas hay ciertos tipos de estructura onírica que dependen de un esquema de creencias socialmente transmitido, tales sueños están relacionados con el mito que es el pensar onírico del pueblo. Existen dos modos de considerar los documentos de la experiencia onírica pasada: Podemos tratar de verlos a través de los ojos de aquellos que tuvieron los sueños reconstruyendo así el significado de los mismos para el mundo de la vigilia. O podemos penetrar desde su contenido manifestó en su contenido latente aplicando principios del análisis moderno de los sueños. La diferencia entre la actitud griega y la actitud moderna frente a los sueños · Pueden reflejar no solo distintos modos de interpretar un mismo tipo de experiencia, sino también variaciones en el carácter de la experiencia misma. · Los sueños de los primitivos junto a los tipos de sueños de ansiedad y sueños de deseo cumplido están determinados por un esquema cultural local; la estructura del sueño depende esquema de creencias socialmente transmitido, tales sueños están relacionados con el mito que es el pensar onírico del pueblo. En Homero el poeta distingue tres modos (3 estadios) pre-científicos de considerar los sueños. 1. Tomar la visión del sueños como realidad objetiva 2. Suponer que es algo visto por el alma, separada momentáneamente del cuerpo, que es un acontecimiento que ha tenido lugar en el mundo de los espíritus. 3. Interpretarlos mediante el simbolismo. Para los griegos la distinción fundamental era la que separaba los sueños significativos de los nos significativos (esta distinción aparece en Homero en el pasaje de las puertas de marfil y de asta); Dentro de los sueños significativos se distinguen tres distintos tipos de sueños 1. Simbólico son metáforas, su significado no se puede entender sin interpretación 2. Visión u hórama representación de un acontecimiento futuro 3. Oráculo u krematismós cuando en el sueño el padre del soñador o algún personaje importante (dios, sacerdote) revela sin simbolismo lo que sucederá o no, lo que debe hacer o no, este es muy corriente en la antigüedad y pertenece a la experiencia religiosa del pueblo.
El oráculo es un sueño de esquema cultural y pertenece a la experiencia religiosa del pueblo, eran para la vida de los pueblos antiguos. Tratándose de sociedades monárquicas los soñadores privilegiados eran los reyes, la plebe tenía que contentarse con sueños simbólicos ordinarios, que se interpretaban con ayuda de libros de sueños. En muchas sociedades se empleaban diferentes técnicas para provocar el buscado sueño divino. Las diferentes técnicas incluyen: aislamiento, oración, ayuno, auto-mutilación, dormir sobre la piel de algún animal sacrificado o en contacto de algún elemento sagrado, incubación es decir dormir en un lugar sagrado. En este último era en el que más se confiaba. Existieron en la antigüedad tardía técnicas menos dolorosas de obtener un oráculo: los libros de s ueños recomendaban dormir con una rama de laurel debajo de la almohada. “Homero” no menciona ninguna de estas técnicas. El sueño divino (Oraculo) es un sueño de esquema cultural. La mayor parte de los sueños registrados en la egipcia antigua son sueños divinos, en los que se aparece un dios y comunica al durmiente un sencillo mensaje, a veces prediciendo el futuro, otras pidiéndole culto. En sueños homéricos, el dios se aparece al soñador bajo la forma de un amigo que vive.
Gelb, Ignace - “ Historia de la escritura” Precedentes de la Escritura 1. Semasiografía es fase primitiva de la escritura en la que las pinturas expresan el sentido general que quiere transmitir el que escribe, puede expresar directamente el significado sin que intervenga una forma lingüística. En la que las es crituras con carácter pictórico comunican un significado. 2. Fonografía es la etapa que precede a la semasiografía, en la que la escritura expresa la lengua. Petroglifos / Petrogramas (no escritura)
El hombre ha dejado por el mundo rastros de su imaginación por medio de dibujos que generalmente representan hombres y animales en distintas posiciones Petroglifos: si estos dibujos están dibujados o pintados. Petrogramas: si están tallados o grabados. Ambas imágenes pudieron ser trazadas por impulso artístico, como recordatorio de experiencias pasadas o tal vez con intensiones mágicas. Estas pinturas no forman escritura porque no forman parte de un sistema convencional de signos y tan solo pueden ser entendidos por quien lo dibuja, por su familia y amigos.
Las formas más primitivas de comunicación por medio de símbolos (semasiografía) visibles fueron: Representativo-Descriptivo
-
Mnemónico-Identificador
Su fin es describir un hecho. Su función es comunicar, por eso carecen de expresión artística, omite todo detalle y adorno. Buscan expresar un mensaje de manera que pueda ser entendido por el que lo lee.
-
Su fin es ayudar a recordar o identificar Los dibujos pasarán a ser marcas de identidad Es utilizado para conservar registros, un símbolo para señalar o identificar personas o un objeto.
Sistemas Limitados
Los principales son los aztecas (México) y las mayas (El Salvador, Honduras, Guatemala). Lo único comprensible con claridad de dichas inscripciones de América Central son, sobre todo, los sistemas de anotación matemática y astronómica. Ambos contienen indicios de fonetización pero ni uno ni el otro llegó a alcanzar esa etapa. La sistematización del aspecto formal de la escritura parecerá considerablemente más adelantada entre los aztecas y los mayas que entre los indios norteamericanos, pero esto no significa que los sistemas centroamericanos sean idénticos en su estructura general con las escrituras orientales. Las diferencias entre los amerindios y la ausencia general de fonografía sistemática los separan radicalmente de los del Viejo Mundo. Evolución de la Escritura Sistema Logográfico
Un sistema léxico o logográfico es cuando un signo logra adquirir un valor fonético independiente del significado que este signo posee como palabra, esto se llama fonetización, el avance más importante de la historia de la escritura, modernamente se los conoce como jeroglífico. Con el comienzo de la fonetización y su sistematización posterior se desarrollaron sistemas completos de escritura que hicieron posible la expresión de cualquier forma lingüística mediante símbolos con valores silábicos convencionales. Semasiografía > Logografía > Fonética Sistema logo-silábico (Sumerio / Egipcio / Hitita / Chino)
El paso decisivo que condujo a una escritura en completo desarrollo se debe a los sumerios. La organización del Estado y la economía sumerias hizo imprescindible el llevar registros de las mercancías transportadas del campo a las ciudades y viceversa. La elección de un signo para una palabra dio orign en al sistema logográfico, que pronto derivó al fonográfico, esto de debió a la necesidad de llevar registro s de forma exacta para evitar confusiones. La característica unificadora de estos sistemas es que todos son fonográficos es decir todos contienen las tres clases de signosléxicos, silábicos y auxiliares. Un signo o una combinación de signos expresan una palabra o una combinación de palabras. Sistemas silábicos
De los 4 sistemas logo-silábicos Sumerio / Egipcio / Hitita / Chino surgieron con el tiempo 4 silabarios que muestran grados de simplificación, todos creados por pueblos heterogéneos. Estas escrituras son silabarios y no alfabetos. Cuneiforme elamita : tomaron un silabario simplificado y eliminaron casi por completo el aparato logográfico. Semiótico Occidental : solo adoptaron el principio de escribir monosílabos sin indicar distinción entre vocales de los egipcios.
-
Chipriota: crearon un silabario de un sistema Egeo omitiendo el uso de signos verbales. Japonés: desarrollaron un silabario sencillo y además utilizaron signos verbales tomados de la escritura china.
Sistemas alfabéticos
Alfabeto: es una escritura que expresa los sonidos individuales de un idioma. El primer alfabeto es el griego; habiendo aceptado en su totalidad las formas del silabario semiótico-occidental desarrollaron un sistema de vocales que añadidas a los signos silábicos reducían el valor de estas silabas al de simples signos consonánticos. El avance de la escritura desde etapas primitivas hasta el alfabeto completo se dio en orden cronoló gico 1. 2. 3.
El principio sumerio de fonetización La escritura silábica occidental , silabario semiótico occidental que consiste en unos 22 signos idéntico en principio al análogo
silabario egipcio de 24 signos, esta escritura se convirtió en la madre de todos los alfabetos. El alfabeto griego fue conseguido mediante el uso sistemático de un recurso utilizado repetidamente en oriente medio, la agregación regular de vocales a los signos silábicos tuvo como resultado la reducción de los valores de estos signos silábicos en signos alfabéticos, lo que condujo por lo tanto a la creación de un alfabeto completo.
FRANKFORT, Henry y otros autores - “Mito y realidad” El pensamiento especulativo o razonamiento es un modo de aprehensión intuitivo, casi visionario, que aunque trasciende la experiencia, nunca se desprende de ella por completo, en tanto que intenta explicar, unificar y ordenar el mundo. En la actualidad, el pensamiento especulativo cuenta con la ciencia como nuevo instrumento para la interpretación de la experiencia -y no permitimos que se cruce con la imaginación-, dejándole una perspectiva limitada al hombre mismo, en tanto que e l mundo de los fenómenos naturales es ahora un ‘ello’ , un algo impersonal. En cambio en el Antiguo Cercano Oriente, el pensamiento especulativo se presentaba envuelto en imaginación, con posibilidades ilimitadas y sin hacer distinción entre dominio de la naturaleza y dominio del hombre, ya que tomaba los fenómenos naturales como un ‘tú’ , como algo enteramente personal. A un ‘ello’ se le trata de determinar como regido por leyes universales que permiten predecir su comportamiento bajo circunstancias definidas. En cambio un ‘tú’ se le trataba de comprender y se recibía una impresión, por lo que ese tipo de conocimiento era desarticulado, emotivo y directo. Un ‘tú’ era siempre único, tenía el carácter de lo individual, cuya presencia se revela a sí misma. Toda experiencia con un ´tú’ era individual en alto grado, y en efecto los acontecimientos se entendían como sucesos individuales cuya
consideración y explicación sólo podían ser concebidas como una acción, tomando necesariamente la forma de un relato. Es decir, que los hombres primitivos formulaban mitos en vez de establecer un análisis o llegar a conclusiones. *Ej: Hoy podemos explicar que cambios atmosféricos interrumpan la sequía y llueva; los babilonios tomaban eso mismo como muestras de la intervención del pájaro Imdugud. Sin embargo, no lo hacían por diversión o en búsqueda de una explicación para las cosas; simplemente relataban los acontecimientos con los que se hallaban comprometidos como revelaciones ligadas a la experiencia. Eran productos de la imaginación pero no meras fantasías, ya que no presentaban sus imágenes y actores imaginarios en un juego libre sino con una autoridad apremiante, tratando de perpetuar la revelación que habían obtenido de un ‘tú’. Hay que considerar seriamente el mito, ya que revela una verdad significativa aunque no sea v erificable; no tiene la universalidad ni la lucidez de una observación teórica, pero puede decirse que se trata de una verdad metafísica. Si tratamos de definir la estructura del pensamiento creador de mitos y compararla con la del pensamiento moderno, encontraremos que sus diferencias radican más en la intención y la actitud emotiva que en la ‘mentalidad pre -lógica’. La característica principal del pensamiento moderno es la distinción que hace entre lo subjetivo y lo objetivo, basada en el procedimiento analítico y crítico por el cual se reduce los fenómenos individuales a acontecimientos típicos asociados a leyes universales, creando un abismo cada vez mayor entre la percepción de los fenómenos y los conceptos que permiten comprenderlos. *Ej: El Sol sale y se oculta, pero creemos que es la Tierra la que se mueve alrededor del Sol aún cuando somos personalmente incapaces del probar dicha explicación. En cambio, en el pensamiento creador de mitos no había lugar para semejante análisis crítico de las percepciones. El hombre primitivo no podía separarse de la presencia de los fenómenos porque éstos se le revelaban del modo que hemos descrito, de modo que para é l carecería de significado la distinción entre conocimiento subjetivo y el objetivo. Tampoco advertía el contraste que hoy hacemos entre realidad y apariencia; todo lo que afectaba su entendimiento o voluntad quedaba consecuentemente establecido como real, y no había razón para considerar a los sueños menos reales que las impresiones de la vigilia. Y de la misma manera en que no hacía distinciones radicales entre sueños, alucinaciones y visiones comunes, el pensamiento creador de mitos tampoco separaba rigurosamente la vida de la muerte, que se presentaba de manera casi substancializada -al igual que la enfermedad o el mal-. Los símbolos eran tratados de fo rma semejante, considerando que entre éstos y lo que significan existía un enlace, como existe una unión entre dos objetos que son recíprocamente dependientes. Por otro lado, el hombre primitivo reconocía naturalmente la relación de causa y efecto, pero le era imposible concebir la causalidad como una operación impersonal, mecánica y sujeta a leyes como nosotros; cuando busca una causa él no se pregunta ‘¿qué?’ sino ‘¿quién?’. Así, los
dioses como personificación de las fuerzas naturales satisfacían su necesidad de encontrar causas que explicaran los fenómenos. En casos en que nosotros no advertiríamos sino asociaciones mentales, el pensamiento creador de mitos hallaba una conexión causal. No olvidemos que no necesitaba explicar el ‘¿por qué?’ de un proceso para poder representarlo, sino que aceptaba una situación como inicial y otra como final, aunque solo fuera por la convicción de que así era, y pasaba a responder el ‘¿cómo?’. Hoy consideramos el espacio como una me ro sistema de relaciones y funciones, infinito continuo y homogéneo, pero el hombre primitivo no podía abstraer el concepto de ‘espacio’ de su experiencia en él, que constaba de lo que podríamos llamar ‘asociaciones calificativas’. Su concepción de tiempo era igualm ente cualitativa y concreta, y
no cualitativa y abstracta como la nuestra. El pensamiento creador de mitos no comprendía el tiempo como una duración uniforme o una sucesión de momentos, sino que lo experimentaba en la periodicidad y el estilo de vida humano y de la naturaleza, un tiempo ‘biológico’, una sucesión de fases recurrentes con un valor y sentido particulares.
Le Goff, Jacques - “Lo maravilloso en el Occidente medieval” En este capítulo introductorio Le Goff se preocupa por el vocabulario, desea comenzar dejando en claro las connotaciones que lo maravilloso tiene ahora y las que tenía en la Edad Media, pues es un error juzgar que el significado que le damos a una palabra actualmente siempre ha sido el mismo. Nos dice que entre los ambientes cultos de la Edad M edia el término utilizado equivalente a nuestro “lo maravilloso” era mirabilis, pero a diferencia de hoy, no se le tenía por una categoría mental, literaria, intelectual que correspondiera exactamente con “lo maravilloso”, lo que corresponde a nuestro maravilloso es la palabra plural mirabilia. La gente culta de la Edad Media veía lo maravilloso como un universo de objetos, un conjunto de cosas y elementos que aluden a un mundo sobrenatural, antes que una categoría del espíritu o de la literatura. Referente a la etimología,mirabilia, con su raíz mir (miroir, mirari, se relaciona con lo con lo visual, con la mirada, pero no solo con la de los ojos, sino también a las metáforas visuales. No es solo e considerarse el latín, sino lo que aportan las lenguas vulgares, cuando afloran las lenguas vulgares la palabra maravilla aparece en todas la s lenguas romances y también en inglés, pero curiosamente no en las lenguas germánicas, donde es en torno a la palabra wunder donde se construirá todo el ámbito de lo maravilloso. Las actitudes de los hombres de la Edad Media respecto a las herencias de lo maravilloso que recibieron. Le Goff plantea que e l cristianismo creía muy poco en el dominio e l o maravilloso, al intentar discernir lo maravilloso cristiano encuentra, según su opinión, que indudablemente existe, pero que en el cristianismo no representa algo esencial. Por eso le llama herencia, pues considera que proviene de estratos antiguos y que no se origina en la época; es decir, lo maravilloso entra en el Medioevo a través de un proceso de asimilación. Lo sobrenatural y lo milagroso le parecen diferentes en cuanto a naturaleza y función, de lo maravilloso. A pesar de ello en ámbitos como la literatura siempre se puede encontrar algo de lo maravilloso cuyas raíces son pre cristianas. Como herencia esto se encuentra presente a través de toda la edad Media, y se puede distinguir la evolución actitudes respecto de lo maravilloso: a) Siglo V al XI: Momento de represión de lo Maravilloso por parte de la iglesia, y que también se vio reflejado en la sociedad b) Siglo XII y XIII: Irrupción de lo Maravilloso en la cultura erudita. Apareción de la literatura cortesana, que tomó lo Maravilloso como parte de su acervo cultural, que también se traduce en una búsqueda de identidad (individuo y colectivo del caballero idealizado). Por otro lado, la iglesia ya no le teme a lo Maravilloso, y lo integra porque ahora lo regula a través de la forma del milagro c) Siglo XV-XVI: Proceso de estetización de lo Maravilloso, por parte de la cultura erudita El papel de lo maravilloso en el seno de una religión monoteísta. Para los siglos XII y XIII se puede distinguir, en el plano del vocabulario, una diversificación en el mundo de lo sobrenatural que nos permite situar mejor la situación de lo sobrenatural respecto a la religión cristiana Se diferencia extraño de lo sobrenatural, lo extraño puede resolverse mediante la reflexión, lo maravilloso siempre conservará¡ un residuo sobrenatural que sólo podrá explicarse mediante lo sobrenatural. Se pueden encontrar pues tres dominios de lo sobrenatural que designan aproximadamente tres adjetivos · Mirabilis: Lo maravilloso con sus orígenes precristianos, el término empleado para el desarrollo del libro · Magicus: A pesar de que se reconocía le existencia de magia negra y magia blanca en el Occidente medieval, este término se orienta más hacia la parte del mal, magicus es lo sobrenatural maléfico, lo sobrenatural satánico. · Miraculosus: Lo sobrenatural propiamente cristiano, será un elemento de lo maravilloso, al ser dios el Único autor del milagro y al establecerse una reglamentación acerca del milagro, este tiende a desvanecer lo maravilloso El problema del milagro dentro de lo maravilloso es que en una religión como el cristianismo, no escapará del plan de dios, sujetándolo a una cierta regularidad, al ser reali zados por obra de santos inclusive llegan a ser previsibles. Una función evidente es la compensadora, es decir, compensa la trivialidad y la regularidad cotidianas. Los principales temas de los mirabilia son la abundancia de comida, la desnudez, la libertad sexual, el ocio. T iende entonces a organizarse en alguna especie de universo al revés. Según opinión de Le Goff, lo maravilloso será una forma de r esistencia a la ideóloga oficial del cristianismo. En lo maravilloso occidental se da una deshumanización del universo que se encamina hacia un universo animalista, este repudio hacia el humanismo es una característica clara del cristianismo medieval Para concluir el capítulo se trata el tema de las fronteras de lo maravilloso. Lo maravilloso no existe en estado puro, sino que tiene fronteras permeables Una frontera es lo cotidiano, las apariciones de lo maravilloso se producen frecuentemente sin vinculo con la realidad cotidiana aunque se manifiestan en el seno de ella, en algunos casos lo maravilloso aun conservando su carácter de imprevisible, no parece particularmente extraordinario Otra frontera es lo maravilloso político, Los jefes sociales y políticos de la Edad Media utilizaron lo maravilloso con fines políticos. Muchas familias buscaron ligar sus raíces a lo maravilloso.
Eco, Umberto y Zorzoli, G. - “La catedral gótica” Tras el terror del año mil, en el siglo XI, una nueva necesidad de acción reanuda la actividad en el ar te y el saber. Una historia de la técnica edilicia medieval comenzaría con el florecimiento del arte románico, con una nueva visión que enriqueció su técnica con un nu evo sentido de los volúmenes contrapuestos y la función recíproca de las masas. Los caminos a Santiago de Compostela se cubrieron de catedrales e iglesias albaciales románicas-sólidas, cuadradas, firmemente asentadas- que convocaban multitud de artesanos. Pero el siglo XII es el de los portentos de equilibrio y técnica constructiva: de 1050 a 1356 se erigieron - en Francia- más de 80 catedrales y 500 grandes iglesias, con más piedra que las pirámides egipcias. Se dice que -por el culto de sus antepasados celtas- el hombre medieval quiso emular una selva de piedra en s us iglesias. Pero la estructura de la catedral gótica está determinada por elementos más concretos, ligados al renacer urbano de la burguesía y las primeras libertades cívicas tras el feudalismo. Una comunidad con mayor conocimiento de sus derechos y propósitos necesitaba un lugar que fuera símbolo de unidad
y expresión religiosa, y la autoridad eclesiástica debía reunir esos intereses en una sede donde trabajo, fe, recreación y cultura se condensaran. Además, las personalidades, la naciente burguesía c omercial y las corporaciones artesanales que estructuraban la sociedad, exigían un símbolo de su potencia y actividad. Por ende, la catedral debía poder co ntener a toda la comunidad, no sólo para c ubrir para su necesidad de culto, sino para todas las actividades sociales. Centro de interés religioso y profano, sus vitrales muestran tanto escenas sacras, como de grupos profesionales, cooperativas y vida artesanal. Entre la aglomeración de casas bajas de la ciudad medieval, la catedral debía elevarse sobre cualquier otra construcción, representando el bienestar y la potencia de la burguesía naciente y la auto ridad eclesiástica, frente a cuya magnificencia se consolaban los pobres. La luz es un elemento esencial de la catedral, no sólo a fines prácticos y ni para utilizar el recurso figurativo en los vitrales, sino desde una concepción filosófico-teológica: se presenta como una manifestación directa de la potencia creadora de Dios, por lo que su p resencia adquiere un significado místico para el fiel. Con tal motivo teológico, la técnica constructiva se empeñó en construir una estructura vertical muy elevada y amplia, que aparentara solidez pero a la vez que se inundara de luz a través de amplios ventanales. Para permitir esa fusión mística co n la claridad exterior, la catedral debía sostenerse con una estructura lo más sutil posible, como si estuviera toda perforada y c ompuesta sólo por esas nervaduras de piedra que en realidad eran su esqueleto, ya que paredes y bóvedas oficiaban de cierre, de resguardo, y no de sostén. Tal milagro fue posible tras una serie de inventos sobre los que descansa toda la concepción de la construcción gótica: el arco ojival, el crucero ojival y los arcos rampantes. El arte románico utilizaba una especie de semicírculo redondo, sólido, robusto y no muy elevado, que daba una estabilidad maciza y horizontal a la construcción, sosteniendo el peso superior con cada una de sus partes. Pero en algún momento aparece el arco ojival, donde los dos semi arcos apuntan hacía arriba y se unen ya no en círculo sino en punta, ofreciendo un empuje vertical que muda el peso superior a los pilares y establece un nuevo equilibrio. Y luego surge el crucero oji val, donde dos arcos ojivales se entrecruzan de modo que sus semi arcos converjan en un centro y sus nervaduras sostengan los gajos triangulares de la bóveda, trasladando su peso a los pilares. Pero si el arco y el crucero ojivales aparecen el período románico, es en el gótico -tras un pasaje lento y combinaciones graduales- que éstos se unen con los arcos rampantes, órganos de contra impulsión que soportan el empuje hacia fuera de los primeros, reemplazando los robustos contra frentes románicos. Cada elemento reclama y necesita al otro, en un sistema único, organizado como un razonamiento lógico y perfecto. Se ha intentado restar importancia al crucero ojival, sosteniendo que no es una estructura de sostén sino un ornamento que pretendía dar un efecto de sostén, y que la cantidad de material de la bóveda no podría ser sostenida sólo por sus nervaduras. Pero se ha argumentado que de ser así, los monjes cistercienses no lo hubieran usado en sus iglesias -ya que rechazaban severamente cualquier tipo de ornamento-, y que según un cálculo prolijo, los materiales de la bóveda tienen un peso inferior al de la nervadura -sutil pero fuerte y equilibrada-. El estilo gótico -nacido de algunas premisas técnico-culturales y desarrollado en relación a los movimientos culturales de la época- está asentado sobre la obra de una multitud de artesanos, que fabricando sus instrumentos de trabajo, elaboraron invenciones pequeñas pero importantes. Por ejemplo, los ladrillos eran transportados por dos obreros en una camilla, pero la invención anónima de la ca rretilla dividió la mano de obra de todo un sector. También se perfeccionó cada vez más el tallado de piedra, la pr eparación de argamasas y toda una serie de instrumentos. Bajo la guía de los arquitectos y según reglas precisas de organización y administración, estos hombres humildes concluyeron empresas desproporcionadas respecto a los métodos técnicos que tenían. Eran gente afecta a las reglas de su oficio, que solía transmitirse secretamente -deforma oral o con diseños rudimentarios- para privar al profano de conocer el complejo ritual técnico al que dedicaban la vida por generaciones. Esta tendencia a la iniciación secreta hizo que de estas corporaciones de albañiles que vivían contra los muros de la catedral en construcción -y en especial de los más expertos- nacieran aquellas fraternidades de albañiles libres -free masons, francs maçons - que darían origen a la masonería.
BAXANDALL, Michael. “Las condiciones del comercio”, en Pintura y vida cotidiana en el Renacimiento,
Gustavo Gilli, Barcelona, 1978. BAXANDALL, Michael. “El ojo de la época”, en Pintura y vida cotidiana en el Renacimiento, Gustavo Gilli, Barcelona, 1978. ECO, U. y Zorzoli, G. “La invención del telescopio”, en Historia ilustrada de los inventos, Compañía
General Fabril, Buenos Aires, 1962. DARNTON, Robert. “Los filósofos podan el árbol del conocimiento” en La gran matanza de gatos y otros
episodios en la historia de la cultura francesa, Fondo de Cultura Económica, México, 1987. LOWE, Donald,, “La temporalidad”, en Historia de la perc epción burguesa, Fondo de Cultura Económica,
México, 1986. ORTIZ, Mario, Cuadernos de Lengua y Literatura V, VI, VII (Selección), Eterna Cadencia, Buenos Aires, 2013.
View more...
Comments