Resumen Del Texto de Lasso

 

Ángel Mena Gallardo Reporte de Lectura Seminario de Titulación, Módulo 3

 Importancia de la lectura lectura de Rigoberto Lasso Tiscareno crea una base por la cual, El libro de la Importanc a partir parámetroiasociales, económicos y pedagógicos, se logra entrever la importancia de la lectura en México. El autor tiene en cuenta que “la lectura es una afición, difícilmente se enseña [y] [ y] más bien se contagia”. Entonces, aunque existan estrategias que faciliten el aprendizaje de la lectura, no se puede, de un día a otro ser un “lector auténtico”, concepto que acuñará para darle una teleología a su escrito. El “lector habitual, [dice Lasso], e s aquel que tiene la costumbre de

leer un texto más o menos largo, de páginas completas, en lugar de las frases elementales de los globitos, donde no hay espacio para profundizar en las ideas, en la información o naturaleza de los personajes”. Como podemos notar, el autor tiene un problema con los “globitos” y fraseos aforísticos “sin profundidad”. La obra de Carrión hubiese s ido una risa para nuestro autor. Lasso concibe que las grandes posturas, ideas y cuestiones que “en verdad importan” a la humanidad, sólo

 pueden ser explicadas en un texto de más de 100 páginas. Un dardo Nietzscheano o las advertencias de los barrios triste de un Armando González son, pues, meras banalidades y aconteceres sin importancia. El autor también supone que en la extensión, generalmente, se encuentra lo complicado y viceversa. Cita a Felipe Garrido: “Quien está tan acostumbrado a  leer sólo fotonovelas, historietas y otras publicaciones por el estilo, que no puede leer textos más extensos y complicados, en realidad nunca ha aprendido a leer de a de veras” . Leer de a de veras, en resumen, es leer textos complicados y extensos. Otra característica del lector auténtico es que “es alguien que lee por voluntad propia,  porque sabe que leyendo puede encontrar respuestas a sus necesidades de información, de capacitación, de formación, y también por el puro gusto, por el puro placer de leer”. Leer  pr esupone esupone necesidades de información, una respuesta a una pregunta, también, tamb ién, “abrir nuevos horizontes”. El lector de a de veras, debe, también, contener una sensibilidad especial, algo así como un súper poder que le permite comprender y dar sentido a lo que lee; esto se logra en tautología: leyendo. Es importante desde temprano, adiestrar a los infantes, para que cuando tengan un texto y lo lean, lo comprendan o piensen que lo comprenden. Según el pensador Lasso, la generación que me supedita es chata, plana, deteriorada, alienada y adicta: “En la actualidad nuestros jóvenes tienen una cultura muy ajena a los caminos que conducen a los placeres de la lectura. Pasaron usualmente de una infancia de adicción a la televisión a una adolescencia adicta a la computadora; arribaron a la juventud

 

sin mediaciones de materiales impresos seleccionados por voluntad propia, sus formaciones están conformadas por imágenes, se nutrieron en las pantallas y son, para decirlo en términos de la física, nutrientes de dos dimensiones, planas y chatas ”.  Por los medios en los que se ha desarrollado esta (mí) generación, “todavía no alcanzan a  percibir la profundidad de la realidad ”.  Una explicación más dura de los poderes ocultos que guarda la lectura: “La sensibilidad, igual que las habilidades o las destrezas también se educa y se refina. Hay Ha y quien nace y crece con una sensibilidad de tortuga, de carapacho, que no aspira a refinarse y nunca puede alcanzar el disfrute de las altas expresiones de la cultura universal, gente que nace tosco y muere palurdo. Asegura Guglielmo Cavallo “El  abismo, esencial pero tosco, entre lectores cultos y analfabetos, no agota las diferencias en la relación con lo escrito. Todos quienes  pueden leer los ttextos extos no los leen de la misma manera y, en cada época, grande es la diferencia entre los doctos bien dotados y los más torpes de los lectores ”.  En suma, existe un parámetro político/cultural, sobre todo, que demarca todo. Bajo éste se mide la inteligencia y pericia de un lector. Todo lo que queda afuera no son más que globitos con falta de profundidad. Ser profundo es bueno. bueno . Ser inteligente es bueno. Leer bien es bueno. Leer es bueno, aunque se atrofie la espalda.