Resumen de El Oficio Del Historiador de Enrique Moradiellos (pp. 1-40)

September 4, 2017 | Author: Fernando Salazar Fernandez | Category: Science, Truth, Knowledge, Historiography, Natural Sciences
Share Embed Donate


Short Description

Download Resumen de El Oficio Del Historiador de Enrique Moradiellos (pp. 1-40)...

Description

RESUMEN DEL “OFICIO DEL HISTORIADOR” DE ENRIQUE MORADIELLOS CAPÍTULO I: ¿QUÉ ES LA HISTORIA? 1. CIENCIA PREGUNTAS ¿Qué son las ciencias? (p. 1)

¿A partir de que se constituyen las ciencias? (p. 1) ¿Cómo se estructuran las ciencias? (pp. 3-4)

¿Cuáles son algunas de las características más importantes de las ciencias? (pp. 4-7)

CIENCIA 1. Las Ciencias son fundamentalmente una actividad humana constructiva que produce un tipo particular de conocimiento de las siguientes características: crítico-racional, organizado, sistematizado, transmitido y desarrollado históricamente. 2. Por tanto, se diferencia de otro tipo de conocimientos que les precedieron en el tiempo y que permanecen vigentes en la actualidad, como son el conocimiento mítico, el mágico, el religioso o el tecnológico. En el orden histórico-genético, las ciencias se constituyen a partir de previos conocimientos técnicos y actividades artesanales sobre campos de la realidad material (física, tangible, corpórea), que son delimitados operativa y pragmáticamente. 1. Desde un punto de vista gnoseológico, las ciencias se estructuran en tres dimensiones genéricas: el eje sintáctico, el eje semántico y el eje pragmático. 2. El eje sintáctico recoge las relaciones de los signos con otros signos; el eje semántico alude a las relaciones de los signos con los objetos significados; y el eje pragmático denota las relaciones de los signos con los sujetos que lo utilizan. 3. Según el eje sintáctico, las ciencias, aplicando sus respectivos métodos de investigación, van descubriendo y acotando un conjunto de términos que componen y configuran sus respectivos campos categoriales (llamados a veces “espacios de inmanencia”) mediante el cierre parcial de un sistema de operaciones entre los mismos. 4. El eje semántico de las ciencias establece la necesidad de contar con referentes materiales específicos para apoyar su discurso lingüístico (sea para confirmarlo y validarlo, sea para desmentirlo y refutarlo). 5. El eje pragmático de las ciencias está constituido por su dimensión histórica, social e institucional. Desde esta dimensión, las ciencias se presentan como actividades humanas colectivas, repletas de conjuntos de reglas operativas, normas de conductas, códigos de actuación metódicos y nomenclaturas inteligibles para los que participan en dicha empresa gregaria. 1. A diferencia de otros tipos conocimientos, las ciencias se caracterizan por la pretensión de construir verdades. 2. Tales verdades científicas se oponen a los dogmas, creencias, opiniones y conjeturas en virtud de su pretensión de objetividad, necesidad y carácter marcadamente crítico. 3. La “verdad” dentro de una ciencia es el resultado unitario (no sólo empírico o deductivo) de un proceso de construcción tanto en el plano objetual (semántico) como en el proposicional (sintáctico). 4. La verdad científica es una construcción dada en un contexto determinado del campo categorial y no significa otra cosa que la realidad

5. 6.

7. 8.

9.

10.

11.

¿Qué función cumplen las ciencias, entre otras cosas? (p. 7)

1.

¿Qué importancia tienen las ciencias? (p. 8)

1.

2.

2.

3.

misma de la cosa verdadera: Verum est Factum (la verdad está en el hecho). El saber científico verdadero se caracteriza por dos elementos importantes: la universalidad y la necesidad. La universalidad presupone que el conocimiento científico puede ser aplicado indistintamente en cualquier tiempo y lugar, sin dependencia de circunstancias geográficas y medioambientales. La necesidad implica que la negación de sus contenidos sea una contradicción imposible. La verdad científica admite márgenes de profundidad, ámbitos mayores o menores de certeza y probabilidad, e incluye como horizonte interno negativo la posibilidad del error, la oscuridad y la incertidumbre; por eso mismo, la verdad científica es siempre parcial (se predica sobre algo determinado) y relativa (a los procesos de construcción categorial), nunca absoluta y totalizadora. Las ciencias actúan in media res, circunscribiendo un espacio de trabajo dentro de esa realidad heterogénea a partir de unos principios axiomáticos operativos que no pueden ni quieren trascender porque les llevaría fuera de su campo de actividad particular. Y dentro de ese campo categorial determinado, la racionalidad científica se desarrolla y explora su propia virtualidad tratando de demostrar verdades internas y ofreciendo teorías explicativas de su funcionamiento. No en vano, “ciencia” significa el desarrollo demostrativo, no caprichoso ni arbitrario, de las conclusiones a partir de ciertas hipótesis: Scientia est habitus conclusionis. Las ciencias constituidas no proporcionan, ni tienen por qué hacerlo, una sabiduría total o absoluta sobre “la Realidad” (como idea filosófica límite que sumaría todos los contenidos posibles del mundo y que es inagotable por su propia condición). Permiten conocer críticamente aspectos de esa realidad inagotable en campos categoriales dados y sin remontarse más allá de sus campos respectivos ni cubrir el ámbito de la Ontología (la disciplina que pregunta por el Ser). Las ciencias posibilitan el control humano sobre el mundo fenoménico que nos rodea. Al hacerlo, cumplen su inexcusable función en las sociedades civilizadas: enseñan que poseer la verdad de la conexión entre las cosas significa poder de control sobre los fenómenos, en tanto que no poseer tal verdad implica actuar a ciegas, en el vacío o por mero tanteo. Por eso mismo, las ciencias son conquistas irrenunciables de la civilización humana y gozan del respeto y atención que se les concede en nuestros tiempos y sociedades.

2. CIENCIAS NATURALES Y CIENCIAS HUMANAS PREGUNTAS ¿Qué otros nombres han propuesto diversos eruditos para distinguir entre las ciencias naturales y las ciencias humanas? (p. 9)

¿Cuáles son las verdaderas diferencias entre las ciencias naturales y las ciencias humanas? (pp. 9-11)

CIENCIAS NATURALES Y CIENCIAS HUMANAS 1. El filósofo alemán Wilhelm Dilthey se basó en criterios ontológicos (Introducción a las ciencias del espíritu, de 1883) para distinguir entre “ciencias naturales” y “ciencias del espíritu”, cada una con su respectivo método de conocimiento: la explicación (Erklären) y la comprensión (Verstehen). 2. Su compatriota Wilhelm Windelband ofreció la distinción (en 1894) entre ciencias “nomotéticas” (que buscan leyes generales para explicar los fenómenos naturales constantes y recurrentes) y ciencias “ideográficas” (que se ocupan de comprender los fenómenos individuales e irrepetibles). 3. También es cierto que algunos autores han propugnado una idea de ciencia neutra, “como cuerpo organizado de conocimientos”, que considera que sólo hay un único “método científico” que se aplica a objetos distintos de la realidad: es el caso de los neopositivistas del llamado “círculo de Viena”, como Otto Neurath y Rudolf Carnap (y en otra dimensión Karl Popper). 1. Las diferencias entre las ciencias humanas y las ciencias naturales no se basa en la idea de que cada grupo de ciencias se ocupa de objetos diferentes; ante todo, porque a cada ciencia le corresponde un campo categorial y no un objeto de análisis. 2. También cabe descartar la tentativa de diferenciar ambos grupos de ciencias por su supuesta capacidad (o incapacidad) metodológica para repetir fenómenos bajo control (esto es: experimentar): unas serían ciencias experimentales y otras ciencias no experimentales. 3. Ahora bajo la perspectiva gnoseológica, las diferencias entre las ciencias humanas y las ciencias naturales radica en que la primera es la ciencia del “hacer” y la segunda es la ciencia del “ser”. 4. En las ciencias naturales y formales el único sujeto operatorio es el propio científico observador y manipulador, puesto que el hombre, considerado como sólido grave o conjunto de moléculas o término de una serie numérica, no es un sujeto operatorio, no realiza operaciones; es decir, el hombre no tiene conductas reflexivas y meditadas, ni su comportamiento es libre y voluntario, ni responde a propósitos, planes o intenciones. 5. Las ciencias naturales y formales se caracterizan porque en sus campos categoriales específicos nunca se incluyen como términos a sujetos operatorios ni a operaciones; y esa posibilidad de eliminación de los sujetos operatorios de sus campos respectivos permite que las verdades de estas ciencias posean un sentido gnoseológico particular, dado su mayor carácter demostrativo, necesario y objetivo. 6. En las ciencias humanas o sociales, las relaciones de mera contigüidad física no son pertinentes a la hora de dar cuenta y razón de las conductas de los sujetos presentes en el campo y estudiados por el científico; en otras palabras, no cabe comprender, ni aún menos explicar, los comportamientos humanos, atendiendo a razones y causas derivadas de contextos mecánicos impersonales o de leyes generales universales y deterministas. 7. El investigador de las ciencias humanas tiene que explicar las operaciones realizadas por los sujetos a quienes estudia por

medio de la reproducción o reactualización analógica de esas mismas operaciones; y en esta imposibilidad de eliminar y neutralizar las operaciones del sujeto del campo categorial reside el “subjetivismo” de las ciencias humanas y el menor estatuto gnoseológico de las verdades alcanzadas por esta metodología.

3. HISTORIA PREGUNTAS ¿Qué significa etimológicamente la palabra “Historia” y cuál ha sido su evolución conceptual? (p. 13)

¿Cómo ha sido la evolución de la disciplina histórica? (pp. 28-29)

HISTORIA 1. Etimológicamente, la palabra Historia deriva en todas las lenguas romances y en inglés del término griego antiguo ἱστορία, “historia”, en dialecto jónico. 2. Esta forma deriva, a su vez, de la raíz indoeuropea wid-, weid-, “ver”, de donde surgió en griego ἵστωρ, “testigo” en el sentido de “el que ve”, “el testigo ocular y presencial”. 3. A partir de ese núcleo, probablemente por su uso en la técnica procesal y judicial ordinaria de los tribunales, se desarrolló el significado de “testimonio directo probatorio” o como labor de aquél “que examina a los testigos y obtiene la verdad a través de averiguaciones e indagaciones”. 4. Heródoto, “el padre de la historia” según Cicerón, acuñó en el siglo V a. C. el término Historia en ese sentido de actividad de “indagación”, “averiguación”, “pesquisa” e “investigación” sobre la verdad de acontecimientos humanos pretéritos. 5. Desde el principio, la palabra pasó a tener dos significados diferentes pero conexos que aún se mantienen:  Las acciones humanas del pasado en sí mismas (res gestae).  La indagación y relato sobre esas acciones humanas pretéritas (historiam rerum gestarum). 1. Desde los tiempos fundacionales de Heródoto, la Historia se configuró como un relato o narración sobre los sucesos humanos pretéritos opuesto a los relatos míticos, legendarios, épicos o religiosos. 2. Ante todo, el novedoso relato histórico se enfrentaba a aquellos otros relatos sobre el pasado por su voluntad de búsqueda de la “verdad” de los acontecimientos humanos pretéritos en el propio orden humano, apelando a testigos directos o indirectos comprobados y cotejados, sin tomar en consideración la posibilidad de una intervención sobrenatural o divina, y basándose en el principio crítico-racionalista de inmanencia causal en la explicación de los fenómenos descritos y narrados. 3. La tradición historiográfica así constituida se convirtió en un componente esencial de la cultura greco-romana que cumplía una triple función cívica y formativa: era una fuente de instrucción moral personal, servía de entretenimiento intelectual y, sobre todo, contribuía a la educación de los gobernantes por su calidad de magistra vitae y espejo de lecciones políticas, militares y constitucionales. 4. La patente omnipresencia de las religiones monoteístas durante los siglos de la Edad Media supuso un relativo retroceso (que no total desaparición) del cultivo de la historia secular al modo clásico grecorromano. 5. No en vano, la cosmovisión religiosa cristiana (como también la musulmana), al subordinar el devenir de los sucesos humanos a la voluntad superior de un Dios omnisciente y omnipotente, abrió el

6.

7.

8.

9.

10.

11.

12.

13.

¿Cómo está constituido el campo de trabajo de la Historia? (pp. 13-14)

1. 2.

3.

4.

5.

ámbito de la historia a la intervención sobrenatural, al completo dominio de la Divina Providencia, quebrando así el principio de la inmanencia causal racionalista en el relato histórico. Sin embargo, a partir del siglo XV, la transformaciones culturales que inauguran la Edad Moderna con el Renacimiento permitieron el restablecimiento de la tradición historiográfica clásica con nuevos bríos. De hecho, la historiografía renacentista fue beneficiaria de un nuevo sentido de la “perspectiva” histórica que concedía la debida atención a las circunstancias de espacio y tiempo gracias a la labor de la erudición crítica textual y documental. Sobre la base de los avances de la erudición crítica textual en la época moderna, y al compás del movimiento de la Ilustración durante el siglo XVIII, el género literario historiográfico de tradición clásica fue convirtiéndose progresivamente en una verdadera disciplina de pretensiones científicas, en una ciencia humana o social. Esa transformación operada entre finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX tuvo como protagonista esencial a la escuela histórica germánica, cuyas principales figuras fueron Barthold G. Niebuhr y Leopold von Ranke. De hecho, en el seno de dicha escuela se produjo por primera vez la confluencia y fusión entre las dos corrientes hasta entonces separadas y sólo ocasionalmente vinculadas. Por un lado, la tradición narrativa historiográfica clásica, que se había preocupado por escribir sobre los avatares históricos con veracidad, voluntad de imparcialidad y elegancia discursiva. Y, por otro, la erudición crítica documental, que se había centrado en el análisis crítico filológico y compositivo de los documentos históricos con la voluntad de establecer su autenticidad, sus interpolaciones y su cronología exacta. La fusión de ambas tradiciones lograda por la escuela histórica germánica y muy pronto asumida por las restantes escuelas históricas de Europa y del mundo supuso la configuración de una nueva historiografía científica cuya práctica respetaba tres principios gnoseológicos axiomáticos inexcusables que se consideran definitorios de la disciplina histórica todavía en la actualidad. En su calidad de ciencia humana, la Historia tiene un campo de trabajo peculiar que no es, ni puede ser, el “Pasado”. Y ello porque el pasado, por definición, no existe, es tiempo finito, perfecto acabado y como tal incognoscible científicamente porque no tiene presencia física actual y material; el pasado no existe en la actualidad (en la dimensión presente de un observador); en otras palabras, es inabordable físicamente desde el presente. El campo de la Historia está constituido por aquellos restos y vestigios del pasado que perviven en nuestro presente en la forma de residuos materiales, huellas corpóreas y ceremonias visibles; o sea, por las reliquias del pasado (relinquere: lo que permanece, lo que resta tras el paso del tiempo). Estos residuos que permiten la presencia viva del pasado son el material sobre el que trabaja el historiador y con el que construye su relato histórico. Las “reliquias” del pasado, plurales, fragmentarias, inconexas y limitadas son las “fuentes” informativas del conocimiento histórico y se hallan dispersas entre otros cuerpos y materiales de nuestro propio presente corpóreo y temporal.

¿Cuáles son las tareas del oficio del historiador? (pp. 14-17)

¿Cuáles son los tres principios axiomáticos de la Historia? (pp. 17-18)

¿Cómo se presenta la Historia en sentido res gestae? (pp. 18-19)

¿Cuál es la necesidad social más importante para el ser humano? (p. 20)

1. La primera tarea del oficio del historiador es la Heurística, es decir, descubrir, identificar y discriminar esas reliquias dispersas, que pasarán a ser las pruebas, evidencias y “fuentes informativas primarias” sobre las que se levantará su relato, su construcción narrativa del pasado histórico. 2. La segunda tarea del oficio del historiador es la Hermenéutica, o sea, tratar de dar cuenta y razón de la génesis de esas reliquias que investigan, procurando ponerse en el lugar del sujeto pretérito y reactualizar sus acciones para comprender y explicar su sentido y los motivos y circunstancias que pudieron haber conducido al surgimiento de esos residuos materiales del pasado. 1. El principio semántico de la naturaleza crítica, que exige que todo relato o narración histórica debe estar apoyado y soportado sobre pruebas y evidencias materiales que sean fisicalistas, verificables y cotejables empíricamente por los diversos investigadores o, en este caso, historiadores. 2. El principio determinista genético (o de negación de la magia y exclusión de la generación espontánea), que postula que cualquier acontecimiento surge y emerge necesariamente a partir de condiciones previas homogéneas y según un proceso de desarrollo interno e inmanente. 3. El principio de significación temporal irreversible, que obliga a respetar escrupulosamente la llamada “flecha de tiempo”: la naturaleza direccional y acumulativa del paso del tiempo en sentido obligado de pasado fijo a futuro abierto a través de un presente en construcción y sin círculos ni bucles en su despegue, excluyendo así el anacronismo o la ucronía. 1. La historia, en su sentido de res gestae, se presenta como un proceso evolutivo de las formas de sociedad humanas, como una sensación de cambios en las estructuras sociales de los grupos humanos a lo largo del tiempo y en determinados espacios. 2. Las disciplinas históricas pretenden analizar, comprender y explicar narrativamente ese proceso dinámico, sobre la base del estudio e interpretación de las pruebas pertinentes legadas y disponibles sobre el pasado. 3. Pero esta tarea sería inabordable en su globalidad si no hubiera criterios para discriminar qué es lo que se debe analizar y re-exponer de toda la infinita variedad de sucesos y fenómenos que acontecieron en el pasado. 4. A fin de realizar esta tarea de modo factible, los historiadores adoptan un “ideal regulativo” que les permite guiar su esfuerzo de investigación y selección de pruebas y de elaboración del relato histórico explicativo. 5. Se trata de un horizonte metodológico que concibe las sociedades humanas como sistemas dinámicos y complejos conformados por individuos operativos y grupos colectivos y compuestos por esferas de actividad distintas, que se pueden tratar separadamente, pero que están conexas y son interdependientes en alguna medida y proporción. La necesidad o exigencia operativa de todo grupo humano es tener una conciencia de su pasado colectivo.

¿Qué importancia tiene la conciencia del pasado para un grupo humano? (pp. 20-21) ¿A través de que medios se intentan preservar la conciencia del pasado? (p. 27)

¿Cuál es la practicidad o para qué sirve la Historia? (pp. 22-24)

¿Cuál es el peligro de que un individuo o una comunidad no tengan conciencia de su pasado? (pp. 26-27)

La conciencia del pasado comunitario del grupo humano constituye un componente inevitable de su presente, de su dinámica social, de sus instituciones, tradiciones, sistema de valores, ceremonias y relaciones con el medio físico y otros grupos humanos circundantes; en otras palabras, es una pieza clave para su identificación, orientación y supervivencia en el contexto del presente natural y cultural donde se encuentra emplazado. 1. Las crónicas escritas sobre grandes epopeyas individuales o colectivas (como la Historia de los Godos de San Isidro de Sevilla). 2. Las leyendas fabulosas sobre los orígenes de instituciones fundamentales (caso de la leyenda del rey Arturo y el nacimiento de la monarquía inglesa). 3. Los complejos monumentales con gran carga de representación simbólica (como pueden ser las Pirámides de Gizeh o el Parlamento de Westminster en Gran Bretaña). 4. Las ceremonias de recuerdo comunitario (caso del día de la Hispanidad en España o del 4 de julio en Estados Unidos). 5. Los mitos de celebración de solidaridades colectivas (como el del apóstol Santiago y la reconquista cristiana en la península Ibérica). 6. Las viejas tradiciones repetidas desde tiempo inmemorial (como la Semana Santa para los cristianos o el Ramadán para los musulmanes), etc. 1. Contribuye a la explicación y entendimiento de la génesis y evolución de las formas de sociedad humanas pretéritas y presentes. 2. Proporciona un sentido crítico de la identidad operativa de los individuos y grupos humanos. 3. Promueven la comprensión de las tradiciones, herencias y legados culturales que conforman las sociedades actuales. 4. Impide que se hable del pasado sin tener en cuenta los resultados de la investigación empírica; en otras palabras, pone límites infranqueables a la credulidad y fantasía mítica sobre el pasado de los hombres y las sociedades. 5. Ejercita una labor esencial de pedagogía, ilustración y filtro crítico en nuestras sociedades; ya que son componentes imprescindibles para la edificación y supervivencia de la conciencia individual racionalista, que constituye una categoría básica de nuestra tradición cultural clásica y universal. 6. De acuerdo con el historiador alemán Hinnerk Bruhns: “La tarea de la ciencia histórica no consiste en fabricar una tradición que suscite la aprobación, sino esclarecer los acontecimientos y estudiar sus causas. (…) [El historiador] Debe intervenir en la memoria colectiva para prevenir la utilización política, consciente o no, de imágenes o de representaciones estereotipadas. En ese sentido el historiador, junto con mirar el pasado, trabaja a favor del porvenir” [BRUHNS, Hinnerk, “el innacsesible pasado alemán”, El Correo de la Unesco (París), abril de 1990, pp. 4-9 en MORADIELLOS, Enrique, El oficio del Historiador, Siglo XXI Editores (6ª edición), Madrid, 2008, p. 24]. La posibilidad de desconocer u olvidar total o parcialmente ese pasado comunitario es una grave falta para cualquier miembro individual del grupo humano y constituye un riesgo para el equilibrio dinámico de la colectividad social y para su capacidad de preservación y continuidad.

View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF